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Apunte prelación de créditos.

Examen obligaciones

La Prelación de Créditos.

Concepto de la prelación de créditos .- La obligación confiere al acreedor la facultad de


perseguir su ejecución sobre todos los bienes del deudor, exceptuados los no embargables,
con el objeto de realizarlos y pagarse con el producido.

La prelación de los créditos es el conjunto de normas que determinan la manera y el orden


en deben pagarse los varios acreedores de un deudor.

Consígnase estas normas en el Título XLI del Libro IV y son aplicables cada vez que dos o
más acreedores pretendan hacer efectivos sus créditos en el patrimonio del deudor.

El problema de la forma y el orden en que debe pagarse a los acreedores cobra vital
importancia cuando el deudor es insolvente y, muy particularmente, en el caso de quiebra.

Principio de la igualdad de los acreedores.- Consagran los arts. 2465 y 2469 el principio
de la igualdad de los acreedores. La facultad de perseguir los bienes del deudor compete a
todos los acreedores en idénticos términos, de modo que con el producto de la realización
se pagarán todos íntegramente, si fueren suficientes los bienes y, en caso de no serlo, a
prorrata de sus créditos .

Entre los acreedores, pues, impera la democracia.

La preferencia: una excepción al derecho común.- La igualdad entre los acreedores rige,
de acuerdo con lo prevenido en el art. 2469, “cuando no haya causas especiales para
preferir ciertos créditos”.

La preferencia, que determina que un crédito se pague con antelación, constituye, por tanto,
una excepción al derecho común

Una lógica consecuencia se sigue: las preferencias son de derecho estricto ; las
disposiciones especiales deben interpretarse restrictivamente y no son susceptibles de
aplicación analógica.

Por este motivo, el art. 2488 expresa: “La Ley no reconoce otras causas de preferencia que
las indicadas en los artículos anteriores”.
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Las preferencias son inherentes a los créditos. Su extensión.- Las preferencias forman
parte del crédito mismo, le son inherentes. Dicho en otros términos, no están establecidas
en consideración a las personas de los acreedores, aunque el legislador haya tenido en
cuenta para establecerlas circunstancias de orden personal.

Como consecuencia, las preferencias pasan con el crédito a la persona que lo adquiera a
cualquier título. El art. 2470 inciso 2° prescribe que las causas de preferencia “son
inherentes a los créditos para cuya seguridad se han establecido, y pasan con ellos a todas
las personas que los adquieran por cesión, subrrogación o de otra manera”.

La preferencia se extiende al crédito y a sus intereses. El art. 2491 prescribe: “Los intereses
correrán hasta la extinción de la deuda, y se cubrirán con la preferencia que corresponda a
sus respectivos capitales”.

El art. 3° del D. L. N° 1.773, de 1997, amplió esta disposición para la primera categoría de
créditos privilegiados, estableciendo: “Las preferencias señaladas en el art. 2472 del
Código Civil cubrirán los reajustes, intereses y multas que correspondan a los respectivos
créditos”.

Causas de preferencia y clases de créditos.- Las causas únicas de preferencia se


consignan en el art. 2470: “Las causas de preferencia son solamente el privilegio y la
hipoteca”.

“Las causas de preferencia son solamente el privilegio y la hipoteca”.

Los créditos pueden ser de cinco clases. “Gozan de privilegio los créditos de la primera,
segunda y cuarta clase”(art. 2471); la tercera clase comprende los créditos hipotecarios y la
quinta los créditos comunes valistas, “que no gozan de preferencia” (art. 2489).

Clasificación de las preferencias.- Las preferencias pueden ser generales o especiales.

Las preferencias generales se hacen efectivas sobre todos los bienes del deudor,
cualesquiera que sean; las preferencias especiales sólo afectan determinados bienes del
deudor, de modo que el acreedor no goza de preferencia cuando persigue otros bienes.

Así, la preferencia de que gozan los acreedores prendarios e hipotecarios solamente se hace
efectiva en los bienes hipotecados o empeñados.

Puesto que las preferencias especiales no afectan sino determinados bienes, si éstos resultan
insuficientes, el crédito carece de preferencia por el saldo insoluto.
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Esta importante consecuencia se consigna en el art. 2490: “Los créditos preferentes que no
puedan cubrirse en su totalidad por los medios indicados en los artículos anteriores, pasaran
por el déficit a la lista de los créditos de la quinta clase, con los cuales concurrirán a
prorrata”.

Modificaciones al sistema del Código Civil.-

En el Código Civil se contienen las normas generales que gobiernan la prelación de


créditos; sobre ellas naturalmente prevalecen las contenidas en leyes especiales.

Numerosas leyes han modificado las reglas del Código. No se han limitado a señalar
nuevos créditos que gozan de preferencia sino que alterando, en gran medida, su sistema y
creado conflictos que el Código no previó.

En el sistema del Código Civil, las preferencias de los créditos de 1° y 4° clase son siempre
generales. Entre tanto, existen hoy créditos de estas clases que recaen sobre bienes
determinados. Las preferencias de 1°y 4° clase, en el sistema del Código, son siempre
personales; las hay actualmente que pasan contra terceros poseedores.

Los créditos de la 4° clase prefieren entre sí según la fecha de sus causa ; pero el que se
tiene contra el propietario de un piso o departamento, en razón de expensas comunes,
prefiere a los demás cualquiera que sea su fecha.

El Código no previó la presencia de varios acreedores de la 2° clase porque no era viable su


concurrencia. En la legislación especial es posible que entren en conflicto, por ejemplo, los
varios acreedores cuyos créditos se garantizan con prenda industrial o prenda agraria,
puesto que es posible la constitución de varias prendas sobre los mismos bienes.

Tampoco previó el Código la posibilidad de un conflicto entre acreedores de 2° y 3° clase;


pero puede producirse ahora entre acreedores hipotecarios y prendarios, dado que la prenda
agraria puede constituirse sobre bienes a los que se extiende la hipoteca.

En fin, la legislación minera ha debido prever la concurrencia de acreedores hipotecarios y


aviadores, puesto que el avío genera igualmente una causal de preferencia.

Créditos de grado superior.

Algunos autores propugnan la existencia de ciertos créditos que prefieren aun a los de
primera clase que contempla el Código. Se les denomina, por tal motivo, de grado superior.

Tales serían:
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I. El crédito del cargador y el porteador en el contrato de transporte terrestre. El primero
goza de preferencia para ser pagado “sobre todo los acreedores del porteador”, con el valor
de los instrumentos de transporte, de las indemnizaciones que provengan de retardo,
pérdidas fallas o averías (art. 190 de C. del Comercio). El porteador, por su parte, tiene el
privilegio de pagarse “con preferencia a todos los demás acreedores que el propietario
tenga” del porte y gastos que hubiere hecho (art. 212 del C. de Comercio).

II. El crédito del acreedor en la prenda mercantil, que le confiere el derecho de pagarse
con el valor de la cosa empeñada, “con preferencia a los demás acreedores del deudor” (art.
814 de C. de Comercio).

III. El crédito garantizado con prenda industrial. El art. 25 de la Ley N°5.687 dispone que
el contrato de prenda garantiza al acreedor el derecho de pagarse “ con preferencia a
cualquiera otra obligación”.

IV. El art. 220 del Código de Minería dispone que salvo estipulación en contrario, la
hipoteca sobre una concesión afecta también a los bienes a que se refiere el art. 3°, sin
perjuicio del derecho de prenda que pueda haberse constituido sobre ellos.

Sobre los demás bienes muebles destinados a la exploración o la explotación de la


concesión y, en su caso, sobre las sustancias minerales extraídas del yacimiento, podrá
constituirse prenda y quedar ésta en poder del deudor, con arreglo a las disposiciones que
rigen la prenda industrial o la prenda sin desplazamiento, según se convenga .

Hoy día no hay créditos que prefieran a los del art. 2472 del Código Civil. Ley N°19.250 de
30 de Septiembre de 1993 (que modificó el art. 148 de la Ley de Quiebras), dispuso que los
créditos privilegiados de la primera clase, preferirán a todo otro crédito preferente o
privilegiado establecido por leyes especiales, zanjándose de esta manera la discusión que se
venía produciendo hace largo tiempo, en orden a que la prenda industrial o la de almacenes
generales de depósito, otorgaban una preferencia excepcional, por sobre las establecidas en
el art. 2472 del Código Civil.

V. El art. 16 de la Ley N° 18.690 sobre Almacenes Generales de Depósito dispone que “el
acreedor prendario será pagado con el producto de la subasta con preferencia a cualquier
otro acreedor”.
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Crítica.- Los diversos textos legales expresan que el acreedor goza de preferencia a los
demás acreedores, a cualquiera otra obligación, a todo otro crédito.

Pero la generalidad de estas expresiones se encuentra limitada por la especialidad del


privilegio, que recae sobre el valor de la cosa empeñada, de los medios de transporte, etc.

De esta manera, por de pronto, estos créditos se pagan prioritariamente con determinados
bienes del deudor.

Deben entenderse estas normas, por otra parte, en relación con el art. 2476 del Código. En
caso de concurrir créditos de 1°y 2° clase, éstos excluirán a aquéllos, esto es, sobre los
bienes empeñados se pagarán primero los de la 2° clase. Y lo propio lo establece el art.
2478, en otros términos al expresar que los créditos de la 1° clase no se extienden a las
fincas hipotecadas y, por ende, se pagan primero los acreedores hipotecarios.

I.- créditos de Primera Clase

a).- Costas judiciales.- Gozan de un privilegio de primera clase “ Las costas judiciales que
se causen en el interés general de los acreedores” ( art. 2472, N°1°).

Comprende el privilegio tanto las costas procesales como personales.

La general utilidad de los acreedores justifica el privilegio; no gozan de preferencia, por lo


tanto, las costas causadas en provecho particular de un acreedor.

b).- Expensa Funerales.- El mismo privilegio de primera clase corresponde a “las


expensas funerales necesarias el deudor difunto (art. 2472, N° 2°).

El privilegio tiene por finalidad asegurar la estipulación de los difuntos, que no siempre se
obtendría si quien hace los gastos consiguientes no gozara de una garantía para ser
reembolsado. Se justifica por razones tanto de humanidad como de salubridad pública.

La ley circunscribe el privilegio a los gastos “necesarios”, esto es, los indispensables para
procurar al deudor sepultura; de otro modo, los gastos excesivos de entierro del deudor
insolvente causarían perjuicio a sus acreedores. “Los honores que se hagan a los restos
mortales, no deben ser a expensas de los acreedores.
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c).- Gastos de enfermedad.- De primera clase es el privilegio por “los gastos de


enfermedad del deudor. Si la enfermedad hubiere durado más de seis meses, fijará el juez,
según las circunstancias, la cantidad hasta la cual se extienda la preferencia” (art. 2472 N°
3°).

Corresponde el privilegio a los gastos de medicinas, hospitalización, atención médica. Se


justifica por razones de humanidad, para que el enfermo no sea privado de las atenciones
necesarias por el temor de que los gastos que ocasionen no puedan ser satisfechos. Antes de
su reforma por el D. L. 1.773 esta preferencia cubría los gastos sólo de enfermedad de que
hubiera fallecido el deudor.

Toca al juez, cuando estos gastos parecieren excesivos, regular la cantidad hasta que
alcanza el privilegio.

d).- bis. Gastos de la Quiebra.- Constituye crédito de la primera clase, establecido en el


N° 4° del art. 2472, los gastos en que incurra para poner a disposición de la masa los bienes
del fallido, los gastos de administración de la quiebra, de realización del activo y los
préstamos contratados por el síndico para los efectos mencionados .

e).- Remuneraciones.- Gozan de privilegio de primera clase las remuneraciones de los


trabajadores y las asignaciones familiares (N°5° del art. 2472).

En conformidad al art. 61 del Código del Trabajo, gozan del privilegio del art. 2472 del
Código Civil, las remuneraciones adeudadas a los trabajadores y sus asignaciones
familiares, las imposiciones o cotizaciones y además aportes que corresponda percibir a los
organismos o entidades de previsión o de seguridad social, los impuestos fiscales
devengados de retención o recargo, y las indemnizaciones legales y convencionales de
origen laboral que correspondan a los trabajadores; todo ello conforme al art. 2473 y
además pertinentes del mismo Código.

Estos privilegios cubrirán los reajustes, intereses y multas que correspondan al respectivo
crédito.

Para los efectos de lo dispuesto en el N°5° del art. 2472 del Código Civil, se entiende por
remuneraciones, además de las señaladas en el inc. 1° del art. 41, las compensaciones en
dinero que corresponda hacer a los trabajadores por feriado anual o descansos no otorgados.
Apunte prelación de créditos. Examen obligaciones
f).- Cotizaciones de seguridad social.- Las cotizaciones adeudadas a organismos de
seguridad social o que se recauden por su intermedio, para ser destinadas a ese fin, como
asimismo los créditos del Fisco en contra de las entidades administradoras de fondo de
pensiones por los aportes que aquél hubiere efectuado de acuerdo con el inc. 3° del art. 42
del Decreto Ley N°3.500, de 1980.

g).- Los créditos del Fisco por los impuestos de retención y recargo.- El art. 2472
trasladó al numeral nueve de los créditos del fisco por impuesto de retención de recargo.

La antigua redacción del Código señalaba que eran preferentes los créditos del Fisco por
impuestos de retención o recargo. Ello ha dado lugar a que se haya discutido durante un
tiempo, que solo eran preferentes los créditos del Fisco que copulativamente reunieran la
calidad de ser retención de recargo. Hoy en día esa discusión está superada.

Los impuestos fiscales sujetos a retención son especialmente los impuestos a la renta a que
se refieren los arts. 73y 74 de la Ley de Impuesto a la Renta (D. L. 824 de 1974). Dichas
disposiciones establecen que las personas naturales o jurídicas que paguen por cuenta
propia o ajena determinadas rentas mobiliarias, deberán retener y deducir el monto del
impuesto al tiempo de hacer el pago de tales rentas. La prelación especial se justifica, ya
que el sujeto del impuesto es el que recibe la renta y no el que la retiene; éste está sólo
cobrando y percibiendo por cuenta del Fisco una cantidad que pertenece a éste y debe
enterar en arcas fiscales.

Los impuestos de recargo son especialmente los que establece la Ley sobre impuesto a las
Ventas y Servicios (D. L. N°825 de 1974). El art. 69 de dicha ley dispone que las personas
que realicen operaciones gravadas con los impuestos que ella establece “deberán cargar a
los compradores o beneficiarios del servicio, en su caso, una suma igual al monto del
respectivo gravamen”. La situación sería muy similar a la anterior si no fuera porque la Ley
considera sujeto del impuesto a las ventas al que las efectúa y, en ciertos casos, en el
impuestos a los servicios, al que los recibe y no al que los presta. Al mismo tiempo las
sumas a pagarse pueden compensarse total o parcialmente a un crédito en contra del Fisco
por impuestos de igual naturaleza que el contribuyente haya pagado.

h).- Créditos por artículos de subsistencia .- Son privilegiados de primera clase “los
artículos necesarios de subsistencia suministrados al deudor y su familia durante los
últimos tres meses” (art. 2472 N° 7°).

Alcanza el privilegio a las provisiones en la medida que son indispensables para el sustento
del deudor y los familiares suyos.
Apunte prelación de créditos. Examen obligaciones
La familia del deudor comprende su cónyuge, sus hijos legítimos o naturales, los sirvientes
necesarios, las personas que vivían en su casa y a su costa y las personas a quienes el
deudor debe alimentos (art. 815).

Pero el privilegio está limitado a los últimos tres meses. Se ha suprimido la facultad que
tenía el juez, en la redacción anterior de esta disposición, de tasar el cargo si parecía
exagerado.

i).- Indemnizaciones de origen laboral.- El privilegio por las indemnizaciones legales


convencionales previsto en el N°8 del art. 2472 del Código Civil, no excederá, respecto de
cada beneficiario, de un monto igual a tres ingresos mínimos mensuales por cada año de
servicio y fracción superior a seis meses, con un limite de diez años; el saldo , si lo hubiere,
será considerado crédito valista. Si se hicieren pagos parciales, éstos se imputarán al
máximo referido.

Sólo gozarán de este privilegio los créditos de los trabajadores que estén devengados a la
fecha en que se hagan valer.

Los tribunales apreciarán en conciencia la prueba que se rinda acerca de los créditos
privilegiados a que se refiere el presente artículo.

Caracteres de los créditos de primera clase.

Los créditos de la primera clase ofrecen las siguientes características generales: el


privilegio es general; el privilegio es personal; se pagan en el orden enumerado; los de cada
categoría concurren a prorrata; y, prefieren a todos los demás créditos.

1.- El privilegio es general.- El privilegio de primera clase afecta la totalidad de los bienes
del deudor. El art. 2473 así lo establece: “Los créditos enumerados en el artículo precedente
afectan todos los bienes del deudor”.

Como el heredero es un continuador de la persona del causante, a quien representa y con


quien se identifica, el art. 2487 agrega: “Las preferencias de la primera clase, a que estaban
afectos los bienes del deudor difunto, afectarán de la misma manera los bienes del heredero,
salvo que éste haya aceptado con beneficio de inventario, o que los acreedores gocen del
beneficio de separación, pues en ambos casos afectarán solamente los bienes inventariados
o separados”.
Apunte prelación de créditos. Examen obligaciones
2.- El privilegio es personal.- El privilegio de primera clase es personal, esto es, no pasa
contra terceros. Dicho en otros términos, los bienes del deudor están afectos al privilegio
mientras permanezcan en su patrimonio ; no puede el acreedor pretender pagarse
preferentemente con bienes que salieron de este patrimonio; no puede el acreedor pretender
pagarse preferentemente con bienes que salieron de este patrimonio.

El art. 2473, inc. 2°, dispone: “Los créditos enumerados en el artículo precedente no
pasarán en caso alguno contra terceros poseedores”.

3.- Los créditos de la primera clase prefieren en el orden de su enumeración.- Los


créditos de esta clase prefieren en el orden en que la ley los enumera, cuestión importante
cuando los bienes del deudor sean insuficientes para satisfacerlos todos.

Ninguna importancia tiene la fecha de origen de los créditos.

El art. 2473 dispone, en efecto, que “no habiendo lo necesario para cubrirlos íntegramente,
preferirán unos a otros en el orden de su numeración, cualquiera que sea su fecha”.

4.- Los créditos de cada categoría se prorratean.- Dentro de cada número los diversos
créditos deben concurrir a prorrata, si los bienes no son bastantes para pagarlos todos .

El citado art. 2473 previene que “los comprendidos en cada número concurrirán a prorrata”.

5.- Los créditos de la primera clase prefieren a todos los demás créditos.- Los créditos
de la primera clase, como su denominación lo indica, se pagan de preferencia a todo otro
crédito.

Pero como la preferencia de primera clase es general, mientras que son especiales las de
segunda y tercera, los arts. 2476 y 2478 consagran una solución de equidad cuando
compiten acreedores de estas clases.

En suma, los acreedores prendarios y además de su clase, así como los hipotecarios y
además de la suya, tienen derecho a pagarse con preferencia con los bienes que les estaban
particularmente afectos, aun respecto de los créditos de primera clase, si el deudor tiene
otros bienes. Por cierto que si el deudor no tiene otros bienes o son insuficientes, los
créditos de la primera clase se pagarán, aun con detrimento de los de la segunda y tercera.

El art. 2476 establece que si concurren créditos de la primera y de la segunda clase, éstos
preferirán a aquéllos,; “pero si fueren insuficientes los demás bienes para cubrir los créditos
de la primera clase, tendrán éstos la preferencia en cuando al déficit”.
Apunte prelación de créditos. Examen obligaciones
Análoga regla establece el art. 2478: “Los créditos de la primera clase no se extenderán a
las fincas hipotecadas, sino en el caso de no poder cubrirse en su totalidad con los otros
bienes del deudor”.

No tolera la ley, en fin, que los acreedores con un crédito privilegiado de primera clase
compitan con los de la segunda y tercera, si el deudor dispone de otros bienes. Los de la
primera clase pueden perseguir estos otros bienes y gozan de preferencia; los de la segunda
y tercera clase no gozan de ninguna preferencia si intentan hacer efectivos sus créditos en
otros bienes del deudor.

II. Créditos de la segunda clase

1°.- Crédito del posadero y del acarreador o empresario de transportes.- A la segunda


clase de créditos pertenece el que tiene “ el posadero sobre los efectos del deudor
introducidos por éste en la posada, mientras permanezcan en ella y hasta concurrencia de lo
que se deba por alojamiento, expensas y daños” (art. 2474, N° 1°).

Pertenece igualmente el que tiene “el acarreador o empresario de transportes sobre los
efectos acarreados, que tenga en su poder o en le de sus agentes o dependientes, hasta
concurrencia de lo que se deba por acarreo , expensas y daños” (art. 2474, N°2°).

Para que el posadero, acarreador o empresario de transportes gocen del privilegio del
privilegio, es menester:

a. Que su crédito provenga de gastos de alojamiento, acarreo, expensas o daños. Los créditos de
cualquier otro origen no gozan de ninguna preferencia.

b. Que los bienes estén en poder de posadero, acarreador o empresario de transportes.

El crédito del posadero se ejerce sobre los bienes introducidos en la posada, “mientras
permanezcan en ella”, y el crédito del acarreador o empresario de transportes, sobre los
bienes acarreados “que tenga en su poder o en el de sus agentes o dependientes”.

c. Que los bienes sean de propiedad del deudor.

El art. 2474 previene que el crédito privilegiado del posadero recae “ sobre los bienes del
deudor” y que el acarreador o empresario de transportes goza de la misma ventaja sobre los
efectos acarreados “con tal que dichos efectos sean de la propiedad del deudor”.
Apunte prelación de créditos. Examen obligaciones
Pero el inc. 2° del N° 3° del art. 2474 dispone que “se presume que son de la propiedad del
deudor los efectos introducidos por él en la posada, o acarreados de su cuenta”. La
presunción es simplemente legal.

2°.- Crédito del acarreador prendario.- A la segunda clase de créditos pertenece,


también, el crédito que tiene “el acreedor prendario sobre la prenda” (art. 2474,N° 3°).

La prenda en el sistema del Código Civil, es un contrato real, que se perfecciona por la
entrega del bien empeñado al acreedor; por lo mismo, no es posible constituir varias
prendas sobre los mismos bienes .

Pero numerosas leyes especiales han cambiado la fisonomía jurídica del contrato de prenda;
han quitado a la prenda el carácter de contrato real para atribuirle el carácter de contrato
solemne. La cosa empeñada no se desplaza, conserva el deudor su goce y tenencia, y por lo
mismo, es posible la pluralidad de prendas sobre los mismos bienes.

La ley ha decidido, en algunos casos, el orden en que prefieren las diversas prendas. Así, el
Art. 42 de la Ley N°5.687 previene que las diversas prendas industriales prefieren en el
orden de sus inscripciones.

Pero cuando ha resuelto el legislador la cuestión de un modo expreso, como sucede en la


prenda agraria, es forzoso que los diversos acreedores prendarios deben concurrir a
prorrata. Tal es la consecuencia del principio de que las preferencias son de derecho
estricto; sólo una disposición expresa de la ley puede servir de apoyo a la pretensión de ser
pagado un acreedor preferentemente.

3°.- Otros créditos de la segunda clase.- La enumeración del art. 2474 debe adicionarse
con numerosos otros créditos. Pertenecen a la segunda clase:

El crédito del acreedor que goza del derecho legal de retención sobre los bienes muebles,
declarado judicialmente (art. 546 del C. de P. Civil );

Caracteres de los créditos de la segunda clase.- Tienen los créditos de la segunda clase
características comunes.

a. El privilegio que gozan estos créditos es especial.

Recae sobre ciertos bienes muebles del deudor: los bienes introducidos en la posada, los
bienes acarreados, la cosa empeñada.
Apunte prelación de créditos. Examen obligaciones
Como consecuencia, si los bienes son insuficientes los créditos no gozan de preferencia por
el saldo insoluto y pasan por el déficit a la quinta clase de créditos.

b. Por regla general no pasan contra terceros; la ley prescribe expresamente que el posadero y el
acarreador o empresario de transportes gozan de preferencia mientras los bienes permanecen en su
poder.

Por excepción pasa contra terceros el privilegio del acreedor prendario, por el carácter real
que el derecho de prenda tiene.

c. Se pagan con preferencia a los demás créditos, a excepción de los de primera clase.

El art. 2476 dispone: “Afectando a una misma especie créditos de primera clase y créditos
de segunda, excluirán éstos a aquéllos; pero si fueren insuficientes los demás bienes para
cubrir los créditos de la primera clase, tendrán éstos la preferencia en cuanto al déficit y
concurrirán en dicha especie en el orden y forma que se expresan en el inc. 1° del art.
2472”.

III.- Créditos de la tercera clase:

1.- Los créditos hipotecarios (art. 2477). Se incluyen estos créditos los garantizados con
hipoteca de naves y pertenencias mineras.

2.- Los censos debidamente inscritos. El art. 2480 dispone que “para los efectos de la
prelación los censos debidamente inscritos serán considerados como hipotecas”.

3.- El derecho legal de retención que recae sobre bienes raíces, judicialmente
declarado e Inscrito en el registro de Hipotecas y Gravámenes correspondiente . El art.
546 del Código de Procedimiento Civil dispone que los bienes retenidos por resolución
ejecutoriada “serán considerados, según su naturaleza, como hipotecados o constituidos en
prenda para los efectos de su realización y de la preferencia a favor de los créditos que
garantizan”.

4.- El derecho del aviador, derivado del contrato de avío.


Apunte prelación de créditos. Examen obligaciones
Los créditos de la tercera clase prefieren en el orden de las fechas de su inscripción.-
Los créditos de la tercera clase prefieren, entre sí, según la fecha de las respectivas
inscripciones (arts. 2477 y 2480).

Si las hipotecas- el censo y el derecho legal de retención se equiparan a ellas – tuvieren la


misma fecha, preferirán en el orden en que materialmente se han practicado las
inscripciones.

El art. 2477, inc. 3°, previene: “Las hipotecas de una misma fecha que gravan una misma
finca preferirán unas a otras en el orden de su inscripción”. Las inscripciones deben hacerse
en el orden de la presentación de los títulos (art. 27 del Reglamento del Conservador),
hecho de que queda constancia en el Repertorio, que debe expresar la hora de esta
presentación (art. 24, N°4, del mismo Reglamento).

Concurso especial de acreedores hipotecarios.- Los acreedores hipotecarios tienen


derecho para pagarse con las fincas hipotecadas, sin aguardar el resultado de la quiebra.

El art. 2479 dispone: “Los acreedores hipotecarios no estarán obligados a guardar las
resultas del concurso general para proceder a ejercer sus acciones contra las respectivas
fincas: bastará que consignen o afiancen una cantidad prudencial para el pago de los
créditos de la primera clase en la parte que sobre ellos recaiga, y que restituyan a la masa lo
que sobrare después de cubiertas sus acciones”.

De esta manera, los acreedores hipotecarios pueden proceder de inmediato a la realización


del inmueble hipotecado, con estas dos condiciones:

a.) que consignen lo necesario para el pago de los créditos de la primera clase o caucionen su valor; y

b.) que restituyan el excedente a la masa, una vez satisfechos sus créditos hipotecarios

El art. 2477, inc 2°, añade: “A cada finca gravada con hipoteca podrá abrirse, a petición de
los respectivos acreedores o de cualquiera de ellos, un concurso particular para que se les
pague inmediatamente con ella, según el orden de las fechas de sus hipotecas”.

En este concurso se pagarán primeramente las costas en él causadas (art. 2477, inc. 4°).

Caracteres de los créditos de tercera clase.- Ofrecen los créditos de la tercera clase los
siguientes caracteres distintivos:
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a. La preferencia de que gozan estos créditos es especial; recae exclusivamente sobre las fincas
hipotecadas, acensuadas o a cuyo respecto se declaró el derecho legal de retención. Los arts. 2477 y
2479 destacan esta característica.

Como consecuencia, realizado el inmueble sin que su producto sea bastante para pagar a los
acreedores, el déficit pasa a reputarse un crédito de la quinta clase.

b. Se pagan con preferencia a todo otro crédito, a excepción de los de primera clase. Solamente en el
caso de ser insuficientes los bienes del deudor para el pago de los créditos privilegiados los de
primera clase, podrán éstos perseguirse en las fincas hipotecadas (art. 2478, inc. 1°).

El art. 2478, inc. 2°, determina la forma como los acreedores de la primera clase hacen
efectivos en las fincas hipotecadas sus créditos, que no logren ser satisfechos con otros
bienes del deudor: “El déficit se dividirá entonces entre las fincas hipotecadas a proporción
de los valores de éstas, y lo que cada una quepa se cubrirá con ella en el orden y forma que
expresan en el art. 2472”.

Por consiguiente, los acreedores de la primera clase, siendo varias la fincas, no pueden
perseguir el pago sobre una sola; habrán de perseguirlas todas y cada finca concurrirá,
proporcionalmente a su respectivo valor, al pago de tales créditos.

IV. Créditos de la cuarta clase.

1.- Créditos del Fisco.- A la cuarta clase de créditos pertenecen “los del Fisco contra los
recaudadores y administradores de bienes fiscales” (art. 2481, N° 1°).

Alcanza el privilegio a los créditos fiscales contra toda persona, cualquier que fuere su
denominación, que haya administrado bienes suyos.

2.- Créditos de instituciones públicas.- Gozan de un privilegio de cuarta clase los créditos
de “los establecimientos nacionales de caridad o educación, y los de municipalidades,
iglesias y comunidades religiosas contra los recaudadores y administradores de sus fondos”
(art. 2481, N°2°).

Ha de tratarse, pues, de créditos de establecimientos educacionales o de beneficencia


“nacionales”, esto es, del Estado, como la Universidad de Chile, la Universidad de Santiago
de Chile, en contra quienes han administrado sus bienes.
Apunte prelación de créditos. Examen obligaciones
3.- Crédito de las mujeres casadas.- La Ley N° 19.335 modificó el N° 3° del art. 2481.

En conformidad al N°3° del art. 2481, las mujeres casadas tienen un crédito de cuarta clase,
por los bienes de su propiedad que administra el marido, sobre los bienes de éste o en su
caso, los que tuvieren los cónyuges por gananciales.

En conformidad al art. 2483, también modificado por la ley N°19.335, la preferencia se


entiende constituida a favor de los bienes raíces o derechos reales en ellos, que la mujer
hubiere aportado al matrimonio, y hayan entrado en poder del marido; y a favor de todos
los bienes en que justifique el derecho, por inventarios solemnes, testamentos, actos de
partición, sentencia de adjudicación, escrituras públicas de capitulaciones matrimoniales, de
donación, venta, permuta u otros de igual autenticidad.

El art. 2481, N°3°, se refiere a los bienes de propiedad de la mujer que el marido
administra. Entendida literalmente, la disposición comprendería sólo los bienes “propios”
de la mujer, cuyo dominio ella conserva y que no ingresan al haber de la sociedad
conyugal.

Tales bienes deben restituirse a la mujer, una vez disuelta la sociedad conyugal. Pero la
mujer no es acreedora del marido por estos bienes ni requiere, como medida de protección,
del privilegio de cuarta clase. La mujer es dueña de tales bienes y el derecho real de
dominio le permite rescatarlos de poder del marido y de terceros y no pueden ser
perseguidos, por regla general, por los acreedores del marido (art. 1750).

El privilegio se justifica solamente respecto de los “créditos” de la mujer casada contra el


marido, provenientes de los precios, saldos y recompensas que se les deban, por ejemplo,
por el dinero o muebles aportados al matrimonio o adquiridos a título gratuito.

El privilegio se extiende a las acciones que le correspondan contra el marido por culpa o
dolo en la administración de sus bienes (art. 2483, inc. 2°).

Añade el art. 248, N°3°, que el privilegio de la mujer casada en contra del marido recae
“sobre los bienes de éste”.

Por tales deben entenderse, desde luego, los bienes “propios” del marido.

¿Puede la mujer hacer efectivo su crédito privilegiado sobre los bienes sociales?.

Disuelta la sociedad conyugal, sólo hay bienes de la mujer y del marido ambos se tornan
comuneros en los bienes que se reputaban sociales. El privilegio se extiende, en
consecuencia, a todos los bienes del marido, sean “propios” suyos o le pertenezcan por
recompensas o gananciales.
Apunte prelación de créditos. Examen obligaciones
Corrobora esta conclusión el art. 2473; dicha disposición establece que los créditos de la
cuarta clase afectan “todos los bienes del deudor”.

Matrimonios que confieren a la mujer el privilegio.- El art. 2484 establece que los
matrimonios celebrados en país extranjero “darán a los créditos de la mujer sobre los bienes
del marido existentes en territorio chileno el mismo derecho de preferencia que los
matrimonios celebrados en Chile”

Sin embargo, es menester tener presente la regla del art. 135 inc. 2° del Código Civil, en
virtud del cual los que se hayan casado en país extranjero se mirarán en Chile como
separados de bienes, a menos que inscriban su matrimonio en el Registro de la Primera
Sección de la Comuna de Santiago y pacten, en este acto, sociedad conyugal o régimen de
partición en los gananciales dejándose constancia de ello en dicha inscripción.

Solamente gozará la mujer del crédito privilegiado a condición de que en Chile no se


considere separada de bienes, ya que, en caso de serlo, el marido no administra sus bienes.

4.- Créditos de los hijos de familia.- Pertenecen ala cuarta clase de créditos “los de los
hijos de familia por los bines de su propiedad que fueren administrados por el padre o la
madre, sobre los bienes de éstos” (art. 2481, N° 4°).

La patria potestad confiere al padre o madre la administración de los bienes del hijo. Los
créditos que resulten a favor del hijo de familia, en virtud de esta administración, están
amparados por el privilegio que se hace efectivo sobre los bienes del padre o madre que ha
ejercido la patria potestad.

5.- Créditos del pupilo contra su guardador .- Pertenecen a la cuarta clase los créditos “
de las personas que están bajo la tutela o curaduría contra sus respectivos tutores o
curadores” (art. 2481, N° 5°).

Compete al guardador la administración de los bienes del pupilo (art. 391); debe
conservarlos, repararlos y cultivarlos; expirada la guarda, debe rendir cuenta de su gestión,
pagar los saldos que resulten en su contra (art. 415) y restituir los bienes (art. 417 ).

Los derechos del pupilo en contra del guardador derivados del ejercicio de la guarda, gozan
del privilegio de cuarta clase.
Apunte prelación de créditos. Examen obligaciones
6.- Créditos del pupilo contra el marido de su madre o abuela .- En fin, el N°6° del art.
2481 señala como pertenecientes a la cuarta clase de créditos “los de todo pupilo contra el
que se casa con la madre o abuela tutora o curadora, en el caso del art. 511”.

Establecía el art. 511 que la madre o abuela , guardadora de sus hijos o nietos, para pasar a
otras nupcias, debía denunciar su propósito al juez para que se diese al pupilo un nuevo
guardado, so pena quedar ella y su marido responsables de las resultas de la omisión.

Pero el art. 511 fue derogado por la Ley N°5.521 y su texto actual es radicalmente
diferente; prescribe, simplemente que la mujer ejerce la guarda continuará ejerciéndola,
aunque contraiga matrimonio, a menos que , como consecuencia de éste, el pupilo deba
quedar sometido a patria potestad.

Por tanto, no adquiere ningún crédito el pupilo, en virtud del actual texto del art. 511, en
contra del marido de su guardadora y, por lo mismo, ha desaparecido el privilegio. El caso
del art. 2481, N°6°, en suma, es hoy inoperante.

7.- Bis. Créditos del adoptado contra el adoptante .- La Ley N°7.613, sobre Adopción,
confiere al adoptado, en contra del adoptante, un crédito privilegiado de cuarta clase, en los
mismos términos que al hijo de familia.

En efecto el art. 20 dispone: “Los créditos que tenga el adoptado contra el adoptante,
originados por la administración de sus bienes, o en el caso que prescribe el art. 28 de la
presente ley, se considerarán incluidos en el N°4° del art. 2481 del Código Civil, y la fecha
de su causa será de la inscripción de la adopción”.

Por su parte, el art. 28 previene que el adoptante que tenga la patria potestad o la guarda del
adoptado y se proponga contraer matrimonio, deberá cumplir lo dispuesto en los arts. 124 y
126, y “ si los infringe deberá indemnizar al adoptado por los perjuicios que la omisión del
inventario le irrogue, presumiéndose culpa en el adoptante por el solo hecho de la omisión”.

De este modo, el privilegio del adoptado en contra del adoptante garantiza:

a. los créditos que resulten de la administración de sus bienes; y

b. el crédito para que se le indemnicen los perjuicios que eventualmente le ocasione la omisión del
inventario.

8.- Otros créditos de la cuarta clase.- Leyes especiales han agregado otros créditos
privilegiados de cuarta clase:
Apunte prelación de créditos. Examen obligaciones
a. Los depósitos de ahorro, verificados en el Banco del Estado de Chile, gozan de preferencia de todos
los demás créditos que puedan existir contra dicha institución “con excepción de los que sean de
primera, segunda o tercera clase, según el Código Civil”( art. 37 del Decreto con fuerza de Ley
N°251, de 4 abril de 1960).

b. El crédito correlativo de la obligación del propietario de un piso o departamento por expensas


comunes, “gozará de un privilegio de cuarta categoría” ( art. 5° de la Ley N°6.071).

Derechos que garantizan los privilegios de los N° 3°,4° y 5° del art. 2481.- Los
privilegios establecidos a favor de la mujer casada, del hijo de familia y del pupilo
garantizan todos los derechos que le correspondan en contra del marido, padre, madre o
guardador, derivados de la gestión de sus bienes.

La Ley N°19.335, del año 1996, modificó el art. 2483 del Código Civil, el cual quedó
redactado en los siguientes términos: “La preferencia del N°3°(del art. 2481 del Código
Civil, esto es, de la cuarta clase de créditos), en el caso de sociedad conyugal, y la de los N°
4°,5° y 6°, se entienden constituidas a favor de los bienes raíces o derechos reales en ellos,
que la mujer hubiere aportado al matrimonio, o de los bienes raíces o derechos reales en
ellos, que pertenezcan a los respectivos hijos de familia y personas en tutela o curaduría y
hayan entrado en poder del marido, padre, madre, tutor o curador; y a favor de todos los
bienes en que se justifique el derecho de las mismas personas por inventarios solemnes,
testamentos, actos de partición, sentencias de adjudicación, escrituras públicas de
capitulaciones matrimoniales, de donación, venta, permuta u otros de igual autenticidad.

“Se extiende asimismo la preferencia de cuarta clase a los derechos y acciones de la mujer
contra el marido, o de los hijos de familia y personas en tutela o curaduría, contra sus
padres, tutores curadores por culpa o dolo en la administración de los respectivos bienes,
probándose los cargos de cualquier modo fehaciente”.

Con está modificación legal, ha quedado resuelto con precisión, que el privilegio alcanza a
los bienes propios del marido y los bienes sociales que a éste corresponden a título de
gananciales. La misma regla se aplica, según se desprende del señalado artículo. Para el
hijo de familia y el pupilo.

Prueba de privilegio.- Ha dictado el legislador normas especiales para la prueba del


privilegio de los créditos señalados en los N° 3°, 4° y 5° del art. 2481.

Por de pronto, se excluye como medio probatorio la confesión del deudor; la ley no admite
este medio de prueba, porque teme la confabulación entre acreedor y deudor, en perjuicio
de otros acreedores. Dispone, en efecto, el art. 2485: “La confesión de alguno de los
Apunte prelación de créditos. Examen obligaciones
cónyuges, del padre o madre de familia, o del tutor o curador fallidos, no hará prueba por sí
sola contra los acreedores”.

La mujer, el hijo o pupilo deberán acreditar el dominio de los bienes que administran el
marido, el padre o guardador “por inventarios solemnes, testamentos, actos de partición,
sentencias de adjudicación, escrituras públicas de capitulaciones matrimoniales, de
donación, venta, permuta, u otros de igual autenticidad”. ( art. 2483, inc 1°).

En suma, la preferencia debe acreditarse por medio de instrumentos públicos.

La limitación no rige para los créditos que provengan de una administración dolosa o
culpable de los respectivos bienes. Puede justificarse el privilegio, “probándose los cargos
de cualquier modo fehaciente”.

Caracteres de los créditos de la cuarta clase.- Prestan los créditos de la cuarta clase los
siguientes caracteres generales:

a. corresponden a ciertas personas contra los administradores de sus bienes;

b. el privilegio es general;

c. el privilegio es personal;

d. se pagan después de pagados los créditos de las tres primeras clase; y

e. prefieren unos a otros según la fecha de sus causas.

a.- Pertenecen a ciertas personas contra sus administradores.- Los créditos de la cuarta
clase se caracterizan, fundamentalmente, porque corresponden a ciertas personas en contra
de los administradores de sus bienes.

El privilegio es, de este modo, una garantía para estas personas cuyos bienes un tercero
administra, generalmente incapaces, para el reintegro de los bienes sujetos a esta
administración y el pago de los créditos a que ella haya dado origen.

b.- El privilegio es general.- Los privilegios de la cuarta clase, como los de la primera,
recaen sobre la totalidad de los bienes del deudor. El art. 2486 dispone que “las
preferencias de los créditos de la cuarta clase afectan todos los bienes del deudor”.
Apunte prelación de créditos. Examen obligaciones
Al igual que los créditos de la primera clase, afectan también los bienes del heredero,
continuador del la personalidad del causante: “La misma regla se aplicará a los créditos de
la cuarta clase, los cuales conservarán su fecha sobre todos los bienes del heredero, cuando
no tengan lugar los beneficios de inventario o de separación, y solo la conservarán en los
bienes inventariados o separados, cuando tengan lugar los respectivos beneficios” ( art.
2487, inc. 2°).

c.- El privilegio personal.- El privilegio de la cuarta clase no pasa contra terceros. Los
bienes que el deudor enajena quedan, pues, fuera del alcance de los acreedores que gozan
de esta clase de privilegios.

El art. 2486 previene expresamente que los créditos de esta clase “no dan derecho contra
terceros poseedores”.

d.- Se pagan después de los créditos de las tres primeras clases.- El art. 2486 previene
que las preferencias de la cuarta clase “solo tienen lugar después de cubiertos los créditos
de las tres primeras clases, de cualquiera fecha que éstos sean”.

Para la recta inteligencia de la disposición, es menester recordar que los créditos de la


segunda y tercera clase confieren una preferencia especial y que, en caso de no ser
suficientes los respectivos bienes, el déficit no goza de preferencia y pasan a la quinta clase
de créditos por dicho saldo insoluto ( art. 2490).

En suma, los créditos de la cuarta clase se pagan después de la primera y, también de los de
la segunda y tercera, respecto a los bienes especialmente efectos a éstos créditos. Así, sobre
los bienes empeñados, obviamente se pagarán primero los acreedores de la segunda clase;
pero sobre otros bienes del deudor, preferirán los créditos de la cuarta clase a los de la
segunda.

e.- Prefieren unos a otros, según la fecha de sus causas.- Mientras los créditos de la
primera clase prefieren unos a otros en el orden de su numeración “Cualquiera que sea su
fecha”, los créditos de la cuarta clase “prefieren indistintamente unos a otros según la fecha
de sus causas”( art. 2482 ).

De este modo, como la fecha de la causa tiene decisiva importancia, el legislador se ha


ocupado de fijar cual es la que corresponde a los diversos créditos de la cuarta clase.
Apunte prelación de créditos. Examen obligaciones
La fecha de la causa del crédito del Fisco y de los establecimientos públicos de caridad o
educación es la del nombramiento del administrador o recaudador; la fecha del matrimonio
lo es del crédito de la mujer casada en contra del marido, la fecha del nacimiento del hijo es
la que ha de tomarse en cuenta para los créditos de éste en contra del padre o madre de
familia, y la del discernimiento de la guarda, en los créditos del pupilo en contra del tutor o
curador ( art. 2482). En los créditos del adoptado contra el adoptante “ la fecha de su causa
será la de la inscripción de la adopción” (art. 20 de la Ley N°7.613).

V.- Créditos comunes o valistas.

La quinta clase de créditos está constituida por los créditos comunes o valistas.

El art. 2489 dispone: “La quinta y última clase comprende de los créditos que no gozan de
preferencia”. Esta clase de créditos se pagará íntegra mente, si los bienes del deudor son
bastantes; de otro modo se cubrirán a prorrata.

El citado art. 2489, inc. 2° previene: “Los créditos de la quinta clase se cubrirán a prorrata
sobre el sobrante de la masa concursada, sin consideración a su fecha”.

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