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EL CONFLICTO ENTRE SERES HUMANOS: ¿LA FORJA DEL CARÁCTER?

Por Ingrid Catherin Rodríguez Castañeda

El ser humano a través de su evolución como especie ha tenido que cargar con el
peso de un concepto clave, y es el de problema. Ha tenido que hallar formas de
crecimiento, adaptación y evolución, y ha utilizado el razonamiento para poder
desarrollarse. Adicional, ha debido aprender a convivir con otros de su especie, sin
importar sus intereses y propósitos, lo que lleva a que se generen conflictos. Y
estos conflictos, al principio son básicos, pero su complejidad aumenta según la
reacción del otro. Ahí es cuando las personas entran en conflicto, se genera una
discusión y se defienden diferentes intereses. ¿Quién tiene la razón?
Los conflictos a lo largo de la vida le han valido al ser humano estar donde se
encuentra hoy en día. Ha encontrado formas de superar el dogmatismo que
genera la falta de argumentos comprobados, y la intención de imponer un
conocimiento que no necesariamente sea absoluto; y de ese modo ha contribuido
a impulsar a la especie a un estado del arte muy superior, pero sigue dejándose
influir por una sensación de superioridad que surge del deseo de sobresalir, de
lograr hacerse notar… y pasa de ser algo simple a ser un asunto muy complejo.
El conflicto radica en una disparidad de intereses, que bien pueden ser opiniones,
posturas emocionales u opiniones respecto de algún tema relacionado con un
hecho que afecta a los directamente implicados, y en ocasiones hasta a su
entorno, lo que desencadena una serie de sucesos bastante inmanejables si no se
cuenta con la capacidad de resolver un problema. De ponerle fin al conflicto, de
conciliar ideas, de a veces preferir el bien común al bien particular. De
comprender, analizar y finalizar la disparidad.
A nivel histórico, el conflicto ha sido un estandarte de la sociedad humana. Los
grupos de hombres identificados por un propósito, han llevado sus ideas a
convertirse en un rio de sangre. Las guerras son la materialización a gran escala
de un conflicto, con el agravante de que, si las personas hacen parte o no de
alguna de las posturas defendidas en los bandos, todos podrían sufrir las
consecuencias casi siempre físicas de dicho enfrentamiento. Durante las guerras,
hay grupos mediadores, que intentan ayudar a las victimas de dichos actores, pero
que a veces también sufren las atrocidades que arrastra dicha situación. Esto en
la gran escala. Ahora llevemos esto a un pequeño enfrentamiento sobre algo
común, como cual equipo de futbol es mejor que el otro.
A nivel emocional, un conflicto se basa en las impresiones de un sujeto respecto
de algún tema que le inspira, le motiva o le satisface. Y las emociones, sin algún
fundamento que las respalde, son una olla a presión lista para estallarle a la
persona que se atreva a criticar nuestra manera de pensar, o actuar. Las personas
somos muy dadas a defender nuestra ideología básicamente porque es en lo que
creemos, a lo que tenemos fé, y lo que nos hace sentir bienestar. Pero si tenemos
la capacidad de comprender que cada persona es libre hasta que nuestra libertad
afecta a otra, seremos capaces de resolver conflictos emocionales, e incluso,
problemas de muchos indoles, que afectan a otros, pero que podemos resolver si
adoptamos medidas de respeto por la manera de pensar del otro.
Viendo la postura de la sociedad actual, los conflictos se han apropiado de
nuestras mentes, teniendo conflictos con nosotros mismos, sobre la idoneidad de
lo que hacemos, decimos o pensamos. La psicología ahonda en el análisis de
nuestro pensamiento, la posición de nuestro subconsciente e inconsciente
respecto de nuestras creencias, y como esas ideas que insertamos en la mente
alteran de diversas maneras nuestro comportamiento general, y también nuestra
capacidad de analizar, evaluar y resolver un conflicto. El caso de aquellas
personas que sufren esquizofrenia, es apropiado para relacionarlo con este tipo de
conflicto, porque un paciente con este padecimiento no logra diferenciar entre lo
que es real y lo que no, y de este modo, inicia un día normal, se toma un café, y
escucha que su teléfono suena. Pero el teléfono parece apagado. Intenta
encenderlo y al parecer esta totalmente descargado. Pero en su mente sigue
timbrando. Escucha el tono de timbre incesante. Al cabo de 30 minutos, ya ha
puesto a cargar su teléfono, lo tiene encendido en la pantalla de bloqueo, y no ha
dejado de mirarlo desde que lo tomo, porque en su mente el timbre de llamada
sigue sonando, y realmente no recibe ninguna llamada, pero como su mente esta
reproduciendo su sonido de timbre, prefiere no soltarlo por si le llaman en realidad.
Ahora, viendo un conflicto de chicos de colegio, tenemos el típico bully, que se
hace notar por alguna deficiencia de amor familiar causada por el divorcio de unos
padres que decidieron no seguir con una relación de maltrato e infidelidades, y
quiere desquitarse con cualquier persona menos fuerte que él. Y encuentra a su
víctima, un niño común, con una infancia hasta ahora, tranquila. Y empieza a
insultarlo sin motivo, se aprovecha de cualquier detalle, para ofenderlo, e incluso,
lo agrede físicamente con empujones. El niño, como víctima, piensa en como
deshacerse de su agresor, e incluso, intenta responder de manera agresiva, pero
como no es igual de fuerte y nunca se había enfrentado a esta situación, decide
acudir a su razonamiento, y actuar el mismo como mediador, intentando averiguar
de manera inicial el motivo de las ofensas. Dura un rato analizando al bully, y
decide que el solo no podrá resolver este conflicto. Por esto decide asesorarse de
su docente, quien interfiere como mediador en la resolución de conflictos. Se
descubre un problema temprano y se logra iniciar un proceso para resolverlo.
De manera infaltable, debo tocar el conflicto de pareja. En este tipo de conflicto,
entran a colación caracteres psicosociales, físicos, emocionales, materiales, entre
otros. La relación de pareja es un conjunto integral de conflictos, aquí encuentras
conflictos porque si y porque no, en colores, sabores y matices muy diversos.
Adicionalmente, tienes una idea infundada de tener al lado al amor de tu vida, lo
que hace que en algún momento debas ser mediador de tu propio conflicto. Así
que si determinamos un modo de conflicto que te obligara a forjar tu carácter,
seguramente sera este. Y para muchísimas personas es válido. Se vale preguntar.

¿Cuál es aprendizaje obtenido en la elaboración del artículo?

En primera medida, que el conflicto es inherente a la humanidad en si misma,


habita en sus costumbres, en su razón y su lógica. Se apodera de sus emociones
y su capacidad de discernir. Y si no se tiene el poder de decisión suficiente para
resolverlo, podría consumirlo. Nuestro color favorito, nuestro sabor favorito, lo que
queremos ejercer como profesión, el dilema ético, la forma de pensar y actuar, la
razón por la cual uso ropa de una u otra manera, el motivo que lleva a alguien a
querer gobernar un ´pueblo, iniciar una guerra, incluso, discutir para definir la
muerte de una persona en el estrado de la corte… Se debe discutir todo en la
vida, porque la vida es una discusión eterna, tal vez infinita, que inicia de manera
inexplicable al cien por ciento, y termina de manera inexplicable, casualmente,
también al cien por ciento.

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