Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ASPECTOS INTRODUCTORIOS
Contexto Ontológico-Metodológico
1
2
CAPITULO I
ELEMENTOS TEÓRICOS Y EPISTEMOLÓGICOS DE LA
TRANSPOSICIÓN DIDÁCTICA EN EL CONTEXTO DE LA EDUCACIÓN
UNIVERSITARIA
“... la tarea más difícil es poner la cultura científica en estado de movilización permanente,
reemplazar el saber cerrado y estático por un conocimiento abierto y dinámico, dialectizar
todas las variables experimentales, dar finalmente a la razón motivos para evolucionar.”
(Bachelard, 1998).
13
14
Saber Académico
1 (Objeto de la Enseñanza) 2
que son difíciles de remover o cambiar a través del trabajo didáctico de los
enseñantes.
El lenguaje que lo vehiculiza es la lengua materna, pocos términos,
intercambiables e imprecisos conceptualmente. Para referirse a las
propiedades de las cosas es posible utilizar las más variadas expresiones,
este aspecto lo diferencia del lenguaje técnico-académico donde la precisión
conceptual es un requisito imprescindible.
El saber académico, al contrario del saber cotidiano que trae el alumno
al aula, es un saber producido en los centros de investigación por parte de
los expertos. La divulgación del mismo se hace a través de informes,
artículos en las revistas especializadas, congresos y seminarios dirigidos a
otros especialistas del área, muchas veces a los que comparten el mismo
paradigma científico.
Este saber, denominado por Chevallard “saber sabio” es un saber de
élite, en el sentido que es propiedad de unos pocos, expresado en un
lenguaje muy preciso conceptualmente, cada término posee un significado
propio que hace muy difícil su desplazamiento a otros campos disciplinares.
Si esto ocurre, la redefinición se impone como un paso esencial de ajuste al
nuevo lenguaje.
El “saber sabio” proviene de un análisis de la realidad que
deliberadamente deja de lado los datos de la percepción directa y, por lo
general, contradice el sentido común y la intuición. Sufre transformaciones
como consecuencia de la necesidad de hacerse público, no sólo a nivel del
colectivo de especialistas de la comunidad científica interesado en la
continuidad de las investigaciones en ese campo, sino como proceso natural
de transmisión de saberes que hacen e identifican a la cultura de una
sociedad determinada.
A los efectos de nuestro análisis señalaremos algunas de las
consecuencias derivadas de la necesidad de divulgar el conocimiento. El
“saber sabio” como contenido de publicaciones adquiere autonomía y rasgos
18
Vigilancia Epistemológica
La vigilancia epistemológica ha sido definida por Chevallard como el
control de la “distancia” que media entre el objeto de conocimiento y el objeto
de enseñanza. Distancia determinada por las transformaciones que el “saber
sabio” sufre a los efectos de ser comprendido por un sujeto o grupo de
aprendizaje.
Muchas veces el saber enseñado en las aulas, por necesidad de
adecuarlo a la comprensión del alumno, se transforma en una caricatura de
23
que poco tienen que ver con el Saber académico. De hecho estas creaciones
pueden constituir conocimientos interesantes como “los diagramas de Venn”
incorporados para la enseñanza de las matemáticas en el ciclo básico o
disfunciones inadecuadas o erróneas desde el punto de vista conceptual. A
fin de evitar la “ruptura epistemológica” es preciso controlar, por distintos
mecanismos evaluativos, la adecuación o no del saber enseñado o a
enseñar con el conocimiento disciplinar que le dio origen. La inadecuación
puede provenir tanto de un desajuste por “envejecimiento” como por efecto
de la descontextualización – contextualización del contenido, objeto de
enseñanza, a una situación particular. En ambos casos, la distancia entre el
objeto de saber y el objeto de enseñanza es tan grande que no llega a
justificar la tarea de la institución educativa. En este campo las instituciones
en general y el docente en particular juegan un rol de capital importancia.
Transposición Didáctica
Está claro que los cuestionamientos y análisis de las concepciones y
preconceptos que traen los estudiantes, esquemas mentales de reflexión
adecuados o no, condicionan la apropiación y transferencia de los
conocimientos científicos curriculares o no. De la propuesta didáctica (cómo
hacer la transferencia), dependerá indudablemente la cantidad y la calidad
de la información, además, de la reconstrucción - producción del
conocimiento por parte del alumno.
Si el docente trae al aula una propuesta didáctica centrada en la
transmisión seguramente habrá un mejor y más ajustado manejo conceptual
de los contenidos curriculares. El valor científico de la información que circula
en el aula dependerá fundamentalmente de la capacitación didáctica y del
dominio del objeto de conocimiento que tenga el docente como experto en la
disciplina. Desde el punto de vista del aprendizaje promovido en los
estudiantes quedará limitado al interés especial por la temática y a una
25
CAPITULO II
MEDIACIÓN DE LOS APRENDIZAJES DESDE LA TRIADA
DOCENTE-ESTUDIANTE-CONOCIMIENTO EN LA EDUCACIÓN
UNIVERSITARIA
29
30
8. Recurre tanto como puede a preguntar. Cada vez que lo hace espera
la respuesta. (Evita el uso de preguntas vacías, aquellas que no
requieren o no aceptan respuestas).
CAPITULO III
TRANSPOSICIÓN DIDÁCTICA EN LA MEDIACIÓN DEL
APRENDIZAJE EN LA TRIADA DOCENTE-ESTUDIANTE-
CONOCIMIENTO EN EL CONTEXTO DE LA EDUCACIÓN
UNIVERSITARIA
47
48
b) En lo referido al Investigador:
Un investigador en cualquier área del conocimiento, antes de dar a
conocer sus resultados debe evaluar de manera objetiva lo que ha
encontrado, ya que sus colegas investigadores harán los estudios
correspondientes acerca de cuáles aspectos considerarán originales,
apropiados e interesantes.
El investigador o productor de conocimiento deberá fundamentar sus
estudios en teorías a fin de que sus resultados tengan validez, para lo cual
deberá despersonalizar, descontextualizar y destemporalizar lo más posible
sus resultados (trasmitir la “acción” del sistema de objetos, a través del
“discurso” público, en relación con Habennas y el “mundo del desarrollo real
“del aprendizaje humano, según Vigostky). Esto se hace con el fin de que los
lectores se convenzan de la validez, sin recorrer el mismo camino que el
investigador. Otros lectores podrán aplicar, reformular, re- ciclar o generalizar
los resultados en función de sus necesidades o probar su falsedad. se puede
decir, entonces, que la organización de conocimiento depende, desde su
origen, de las exigencias impuestas por el autor a su comunicación.
d) En cuanto al estudiante.
El saber no debe limitarse a la memorización de definiciones y
conceptos, o a recitar teoremas, sino que también debe experimentar y
reconocer situaciones donde pueda aplicarse ese saber, es decir, en
realidades y situaciones concretas. Una buena reproducción del alumno de
una actividad científica exige que actúe, formule, pruebe, construya modelos
de lenguaje, conceptos, teorías, de manera tal que le permita acceder a un
posible conocimiento (elaborar su sistema de signos) y establecer el diálogo
necesario para que, con el discurso del investigador, puedan derivarse los
argumentos apropiados, en aras del logro de un consenso en el sentido
Habermasiano de la acción comunicativa. Pero. Además es una actitud
congruente con la revisión de los aprendizajes que ya tiene el estudiante,
elaborando nuevos códigos que elevan su desarrollo potencial donde se
caracteriza el desarrollo mental de una manera prospectiva (a la manera de
concebirlo Vigostky). Es decir el alumno deberá, a su vez, redecontextualizar,
redepersonalizar y redetemponizar el discurso del docente.
55
CONCLUSIONES
El profesor universitario se encuentra inmerso en una cultura académica,
que implica la aceptación y conformación de la conducta a un conjunto
específico de pautas, valores y creencias que reflejan una determinada
percepción de la realidad, caracterizando y dando sentido a una forma de
vida, conformando una cultura universitaria. En cada comunidad académica,
la cultura académica se va gestando de una manera particular, adquiriendo
características propias, compartidas por sus miembros. Las mismas poseen
además características particulares, propias de la titulación.
En tal sentido, el pensamiento del profesor está afectado por la cultura
académica. El profesor puede interactuar con diferentes culturas
académicas, pero su identidad cultural, suele estar asociada a una de ellas,
cultura de origen, que condiciona sus concepciones epistemológicas,
profesionales y didácticas, y sus criterios de actuación.
La cultura académica se evidencia a través de normas, creencias y
valores que pueden ser investigados estudiando el pensamiento del profesor,
sus acciones y producciones materiales. Una de las producciones materiales
observables y de mayor interés es el diseño de la asignatura que finalmente
el profesor enseña y evalúa, así como las razones por las que decide y
justifica dicho diseño.
Desde los planteamientos anteriores, en esta investigación se puedo
concluir que el Docente Universitario dispone de una gama de estrategias
para potenciar el proceso de enseñanza –aprendizaje, y una de ellas es la
transposición didáctica, la cual permite la transformación de los saberes
propuestos por la universidad, es decir, los contenidos que se enseñan en el
aula son una transformación del saber original: el conocimiento disciplinar
que surge en el seno de la comunidad científica (saber sabio) se transforma
en un conocimiento enseñado en las aulas (saber enseñado), existiendo una
55
56
tanto del profesor como del alumno, investigar su propia práctica mediante
una investigación-acción permanente.
Sobre la base de esas premisas debe resultar un apostolado, para
cualquier docente, la operacionalización de la Transposición Didáctica como
acción mediadora para la construcción del conocimiento y potenciar los
aprendizajes de cada uno de los estudiantes. De manera tal que se pueda
dar esa igualdad de condiciones para facilitar la interiorización del
conocimiento.
Existe, también, el criterio de que el conocimiento no debe ser parcelado,
por el contrario, debe verse holisticamente (como un todo) con sus propias
características. Jamás concebir lo cognitivo, entendiéndolo, por ejemplo,
como algo separado de lo afectivo desprovisto de los valores esenciales de
las personas y aislado del contexto general donde desarrolla su existencia.
Desde esta perspectiva Vigostky redimensiona el ambiente y el contexto
social como elemento fundamental del aprendizaje significativo.
De allí que el enfoque constructivista socio-histórico-cultural de Vigostky
adquiera una pertinencia lógica al ubicar los referentes teóricos y en este
sentido se enmarcarán las características de un docente (mediador)
constructivista, con la utilización de la Transposición Didáctica como
herramienta primordial para la acción mediadora: esto visto a partir de esta
realidad transformadora y compartiendo lo expresado en la siguiente
afirmación: En la medida en que a través de la educación se logre estimular
la reflexión y el asombro ante el ambiente circundante, y particularmente por
el milagro de la vida, los sujetos de la educación pueden adquirir
instrumentos conceptuales y metodológicos necesarios para construir una
visión coherente del mundo. Este proceso representa un primer paso hacia la
identificación de su posición, su papel y su responsabilidad dentro de él.
Parlo tanto, la educación puede despertar el sentido que participemos en el
mundo y somos parte del mismo, que poseemos la capacidad de
transformarlo.
58
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS