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Diseño y planificación curricular

para la educación
Acercamiento a la teoría curricular

Sesión 1
ÍNDICE

1. Acercamiento a la teoría curricular............................................................................................. 3

1.1 Inicios del diseño y planificación curricular........................................................................6

1.2 Fuentes del currículo........................................................................................................9

1.3 Ámbitos de influencia en el proyecto curricular.................................................................10

Referencias................................................................................................................................... 12

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1. Acercamiento a la teoría curricular

Diseño y Planificación Curricular para la Educación es una materia que convoca al análisis de diversos fenómenos
educativos relacionados, con la finalidad de formar a personas con base en acuerdos de carácter público para selec-
cionar e incorporar un conjunto de conocimientos que socialmente se consideran valiosos para que los estudiantes
los aprendan en las escuelas. Así, también se vincula con el interés social de procurar la calidad educativa en una
institución escolar de la que se espera responda a las necesidades sociales y demandas laborales del momento.

Esta materia nos invita a realizar una revisión organizada de la compleja teoría curricular que, en términos generales,
es el campo de análisis teórico en el que se abordan los fenómenos educativos que se suscitan alrededor del diseño,
implementación y evaluación de un conjunto de conocimientos, valores y prácticas educativas, que seleccionan los
responsables de tomar las decisiones educativas, quienes las consideran socialmente pertinentes para ser plasmadas
en un plan de estudios de una determinada institución escolar.

Por lo anterior, partimos de identificar la existencia de una gran variedad de concepciones empleadas por los au-
tores en la literatura especializada sobre el tema de la teoría curricular. Al respecto, Moreno y de los Arcos (2002)
examina que la expresión latina curriculum, que quiere decir ‘carrera’, es comúnmente utilizada en Estados Unidos
para referirse a un plan de estudios, y que se ha adoptado en otros países por su influencia educativa, aunque en
castellano la palabra más apropiada es currículo (pp. 3-5). Este último término es el que utilizaremos a lo largo de
la materia, incluso aparece en el Diccionario de la lengua española (2014) y presenta dos definiciones: 1) plan de
estudios, y 2) conjunto de estudios y prácticas destinadas a que el alumno desarrolle plenamente sus posibilidades.

Aunque, debemos precisar que en diversos estudios su significado es más amplio que las definiciones presentadas
en dicho diccionario.

Ahora bien, para comprender la diversidad existente sobre el término, recuperamos algunas definiciones de los
autores especializados en el tema:

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“El curriculum es la expresión y concreción del plan cultural que la institución escolar hace rea-
lidad dentro de unas determinadas condiciones que matizan ese proyecto” (Gimeno, J. 2010).

“En el currículo, se concretizan los problemas de finalidad, interacción, autoridad. Siendo un


campo de la didáctica […]” (Pansza, 2005, p. 12)

“El curriculum como un plan que norma y conduce explícitamente, un proceso concreto y de-
terminado de enseñanza-aprendizaje que se desarrolla en una institución educativa” (Arnaz,
2009, p. 9).

Stenhouse (citado en Kemmis, 1986) define que “el curriculum es un intento de comunicar los
principios esenciales de una propuesta educativa de tal forma que quede abierta al escrutinio
crítico y pueda ser traducida efectivamente en la práctica”.

Como se observa en las diferentes definiciones, los autores conciben al currículo como un espacio de estudio más
amplio que la simple disposición de los contenidos en un plan de estudios. Por ello, podemos indicar que currículo
es un concepto que hace referencia a todo un marco teórico, a partir del cual se analiza la forma en que los diferen-
tes ámbitos sociales inciden en el establecimiento de un tipo de educación que se desea promover en la escuela.

Esto conlleva a reconocer que existen grupos sociales, económicos y políticos con intereses de diferente índole que
influyen de manera importante en la selección de los contenidos, pautas de conducta y prácticas educativas que se
espera sean transmitidas a través de la educación. Por consiguiente, el campo curricular requiere analizar crítica-
mente que existen diferentes fenómenos educativos presentes respecto al planteamiento de las preguntas sobre
¿qué se debe enseñar en las escuelas?, ¿cómo se debe enseñar? y ¿para qué enseñar determinados contenidos?

Entonces, resulta oportuna la perspectiva de Gimeno, J. (2007), quien indica:

El curriculum tiene que ver con la instrumentación concreta que hace de la escuela un deter-
minado sistema social, puesto que es a través de él como se dota de contenido, misión que
se expresa por medio de usos casi universales en todos los sistemas educativos, aunque por
condicionamientos históricos y por la peculiaridad de cada contexto, se expresa en ritos, me-
canismos, etc. que adquieren especificidad en cada sistema educativo (p. 18).

De los anteriores planteamientos, reconocemos, al igual que Pansza (2005) y Gimeno (2007), que el término currí-
culo o currículum es polisémico, y que existen diversos puntos de vista que seleccionan o brindan alguna alternativa

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de análisis del problema educativo. Esta amplitud de enfoques refleja que es un campo complejo que puede ser
estudiado desde diferentes ópticas.

En ese sentido, existen diferentes perspectivas en torno al análisis de la teoría curricular, al respecto Pansza (2005)
identifica que los estudios de diferentes autores pueden ubicarse en alguno de los cinco campos siguientes:
a. Los contenidos de enseñanza. El análisis se centra en la selección de conocimientos que se establecen como
una lista de temas que se deben cubrir en cada una de las materias que componen el plan de estudios.
b. Plan o guía de la actividad escolar. El análisis se concentra en establecer un plan para el aprendizaje de los
alumnos. Enfatiza la necesidad de un modelo ideal para la actividad escolar, su función es la de homogeneizar
el proceso de enseñanza-aprendizaje.
c. Entendido como experiencia. Los estudios ponen énfasis en la práctica educativa cotidiana, en las interacciones
y comunicaciones de las personas dentro de las escuelas.
d. Entendido como sistema. Los estudios retoman e interpretan el enfoque de sistemas como un proceso orde-
nado y lineal dentro de una estructura institucional.
e. El currículo como disciplina. En los estudios se enfocan en desarrollar la teoría curricular con aspiraciones a
consolidarse como un campo de estudio con dimensión institucional (p.15).

Como adviertes, los estudios sobre el currículo giran alrededor de varios objetos de estudio, por lo que es notorio
que la variedad de aspectos que abarca el currículo, si bien, pueden considerarse como amplitud para su desarrollo,
también pueden verse como una debilidad del campo, de ahí que Díaz Barriga (1996) indique que existe una ambi-
güedad conceptual (p. 85).

Ahora bien, es preciso indicar que un elemento principal del currículo es el desarrollo y diseño de planes y progra-
mas de estudio, no obstante, el análisis del currículo va más allá de solo establecer consensos entre grupos sociales
sobre los contenidos a transmitir en un plan de estudio de una institución educativa. En tanto que la selección de los
contenidos conlleva la responsabilidad de asumir una postura ideológica y política sobre el tipo de sociedad que se
busca. En cuanto a esto, Gimeno (2007) expone que el campo curricular refleja el conflicto de intereses dentro de
una sociedad y los valores dominantes que rigen los procesos educativos (p. 18).

Así, tomar conciencia de que los conocimientos que se establecen como relevantes dentro de un plan de estudios
implica asumir una postura ideológica y reconocer que la ciencia tampoco es neutral, como lo señala Casarini Ratto
(2013, p. 9).

Lo anterior pone de manifiesto que los conocimientos que circulan en las aulas responden a los intereses de un tipo
de modelo económico-político de un país y también a una ideología imperante del momento histórico y del entorno
mundial que establece el papel y nivel de prioridad que se le concede a la educación para una sociedad. De ahí, la exi-
gencia social de que la educación debe ofrecer igualdad de oportunidades a todos los miembros de una sociedad, sin
embargo, se sabe que existen diferencias sociales que determinan el acceso y eficiencia terminal de los estudiantes.

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Por consiguiente, los individuos que tengan las condi-
ciones favorables son los que tendrán mayor posibili-
dad de obtener beneficios de la formación recibida en
la escuela; esto nos lleva a reconocer que todos estos
factores forman parte del análisis curricular.

En ese sentido, la política educativa de un país se mani-


fiesta también dentro del campo curricular, puesto que
establece, entre otras cosas, el tipo de participación que
determinados grupos sociales tienen sobre la educación,
y el papel que se le concede al docente, esto es, ya sea
como ejecutor de los planes y programas educativos o
como un intelectual crítico de las necesidades del entorno social.

Los docentes, junto con los alumnos, son los receptores directos de un proyecto educativo, pues son quienes se
enfrentan a la puesta en práctica de lo que se concibió en el diseño de un plan de estudios. Por tanto, en cualquier
proyecto educativo se debe considerar a los docentes como intelectuales y transformadores de la realidad social
pues son ellos los responsables de poner en práctica lo establecido en los planes y programas de estudio.

Terminamos este apartado indicando que la exposición de las diferentes perspectivas de análisis sirve para com-
prender la complejidad de lo que los especialistas denominan como problemática curricular, en la que convergen
diferentes puntos de análisis que suelen caracterizarse por el predominio de un enfoque en particular, ya sea de
tipo psicológico, centrado en las etapas de desarrollo humano en el sistema educativo, o de tipo sociológico, con
explicaciones sobre la hegemonía y reproducción social. Díaz Barriga (1996) expresa que es importante mantener
una perspectiva pedagógica sobre el currículo, centrando el análisis del problema del desarrollo y diseño de los
planes, programas de estudio y de las modalidades de enseñanza (p. 84). Lo anterior, porque se requiere de estudios
teóricos que ofrezcan soluciones a los problemas que se presentan en la práctica educativa.

Ahora bien, para aproximarnos cada vez más a la comprensión de la teoría curricular, en el siguiente apartado revi-
saremos brevemente los antecedentes de este campo de estudio.

1.1 Inicios del diseño y planificación curricular

Los antecedentes sobre el desarrollo del campo curricular, de acuerdo con Díaz Barriga (1996), ubican a Franklin
Bobbitt como el primer autor que lo aborda y sistematiza en sus obras The Curriculum (1918) y How Make the Curri-
culum (1924). Díaz también indica que en la década de 1920, se pueden rastrear ensayos cuya temática es la teoría
curricular, así como la aparición de las primeras formulaciones con mayor articulación después de la Segunda Guerra
Mundial (p. 40).

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En la segunda mitad del siglo XIX, el diseño de planes de estudio se convirtió en una técnica o especialidad pedagó-
gica en Estados Unidos.
Cabe destacar que la obra de Hilda Taba, Elaboración del currículo (1962), ha servido como referente de orientación
para elaborar planes de estudio en Latinoamérica, tal es el caso de México, donde la propuesta de la autora basada
en el diagnóstico de necesidades, de acuerdo con Díaz Barriga (2009), se consideró un requisito formal a cumplir
por las instituciones educativas para la elaboración de sus planes de estudio (p. 17).

Sobre el autor Bobbitt, se sabe que manifestaba una perspectiva pragmática para orientar a la educación, por lo que
aplicaba la gestión de una fábrica al proceso escolar. Esta visión se puede explicar porque en los años veinte Estados
Unidos estaba en proceso de industrialización, además de que el pensamiento educativo se vio fuertemente influido
por los avances realizados en la psicología científica, la sociología funcionalista y el pragmatismo. Por consiguiente,
Bobbitt destacaba el empleo de pruebas para la selección de los estudiantes con deseos de ingresar a una institu-
ción educativa, así como la evaluación y comparación del rendimiento escolar. En ese contexto, Díaz Barriga (1996)
plantea que “la conformación de la teoría del currículo se fue gestando para establecer criterios que posibilitaran
el control de lo que el maestro debe enseñar y de lo que el alumno debe aprender” (p. 42).

Posteriormente, el desarrollo de la teoría curricular fue notable con la obra de Ralph Tyler, Principios básicos del
currículo (1949), por ello, varios autores reconocen su trabajo como el primer esfuerzo en el que aparece el intento
de sistematizar y organizar pasos de acción sobre el currículo. Aunque, cabe acotar que, si bien es una referencia
obligada para comprender la temática, Díaz Barriga (1996) considera que requiere ser analizado críticamente, pues
carece de aparato crítico, bibliografía y de historicidad, al no justificar los antecedes que derivaron en su propuesta
curricular, lo cual muchas veces ha sido pasado por alto al catalogarlo como un texto clásico en el tema (p. 37).

En América Latina, el texto de Tyler tuvo una gran difusión a partir de su traducción en la década de los años setenta, lo
cual suscitó el desarrollo de varios trabajos de análisis en torno a éste. A su vez, el texto promovió que se desarrollara
una metodología curricular basada en el uso de objetivos conductuales, que, aunque era frecuente en los trabajos
sobre el currículo a partir de Bobbitt, con Tyler se mantiene la misma línea de acción educativa en esta cuestión.

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Siguiendo con el desarrollo del currículo en el tiempo, Díaz Barriga (2009) manifiesta que los discursos más estruc-
turados se hicieron a partir de la Segunda Guerra Mundial, que tuvo lugar entre los años 1939 y 1945. A su vez, se-
ñala que en ese periodo surgieron las producciones más claras de esta concepción, como las de Ralph Tyler (1949),
Benjamín Bloom (1956), Robert Mager (1961), Jerome Bruner (1961) e Hilda Taba (1962) (p. 15).

De las consideraciones anteriores, Díaz Barriga indica que los análisis de los autores estadounidenses expresaron una
crisis en la escuela de su país, en tanto que fracasaba al no resolver los nuevos problemas derivados de los cambios
en la tecnología y la cultura que se suscitaron entre 1850-1920 y la transición efectuada de una sociedad agraria
hacia una en proceso de industrialización. Entonces, se centraron en la revisión del currículo, examinando solo el
campo del plan de estudios y la organización de temas.

Entonces, podemos indicar que el desarrollo del currículo en el siglo XIX devino en una oleada de reformas en los
diseños curriculares de las instituciones educativas y que paulatinamente surgieron análisis que abrieron otras
líneas de estudio como los orientados a modificar las prácticas educativas.

Con base en lo anterior, varios autores como Díaz Barriga y Puiggrós coinciden en señalar que la pedagogía del siglo
XIX en Latinoamérica estuvo influenciada por la introducción de corrientes educativas anglosajonas a cerca de la
problemática curricular. Por tal motivo, los análisis se concentraron en la revisión del plan de estudios y se buscó
la articulación entre la educación y la industria que requería mano de obra para su desarrollo. Al respecto, Carnoy
(citado en Díaz Barriga 2009, p.16) señala:

El modelo educativo estadounidense fue propuesto en América Latina como parte de un con-
junto de proyectos que impulsó en “su área de influencia” con el interés de “difundir” aquella
educación que es complementaria para mantener el orden del imperio, subsidiar la expansión
de las empresas capitalista. Con la hegemonía estadounidense, las reformas a la enseñanza
se convierten en medios para promover los conceptos de sociedad eficiente y democracia.

De este modo, la influencia estadounidense en Latinoamérica es comprensible debido a que Estado Unidos era una
potencia económica para la región, por lo que los países latinoamericanos han adaptado sus políticas educativas
para seguir el ejemplo del país más desarrollado.

A manera de cierre de este apartado, recuperamos los señalamientos de Díaz Barriga (1996), al indicar que el campo
curricular se encuentra vinculado al desarrollo de la pedagogía pragmática estadounidense con una visión capita-
lista para el siglo XX, en donde se establece una separación con la pedagogía humanista que tenía sus bases en el
pensamiento filosófico alemán de autores como Kant, Herbart, Hegel y Dilthey, por lo que se observa un cambio de
paradigma. También que “la incorporación de la problemática curricular se da en nuestros países en el contexto de
la adopción de modelos económico-sociales que impulsan la industrialización. Primero bajo la perspectiva desarro-
llista y recientemente bajo el proceso de internacionalización de la economía” (p.82).

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Esta breve revisión de los antecedentes nos brinda un marco de referencia histórico para identificar la evolución de
la teoría curricular en el tiempo, las influencias y propuestas educativas efectuadas para avanzar hacia alternativas
de análisis diferentes. Ahora es momento de incursionar en el abordaje de los referentes o fuentes del currículo que
han contribuido al desarrollo de este campo de estudio.

1.2 Fuentes del currículo

Como hemos revisado en los estudios sobre la teoría curricular, diversos autores han realizado esfuerzos por concep-
tualizar y desarrollar este campo. Destaca la intención de los especialistas por desarrollar principios de orientación
para la elaboración y diseño curricular de un plan de estudios.

Por ello, encontramos que los autores suelen presentar un conjunto de fundamentos o fuentes del currículo, que
constituyen posiciones de análisis disciplinar para tratar la problemática curricular. En tal sentido, Pansza (2005)
precisan que el campo tiene un carácter interdisciplinar por la complejidad de los fenómenos educativos que se
abordan. Por ejemplo, para esta autora hay cuando menos cuatro núcleos disciplinarios, cuya intervención es in-
dispensable en relación con un plan de estudio: la epistemología, la sociología, la psicología y la pedagogía (pp. 17,
18), mismos que analizaremos más adelante.

Aquí, es importante retomar el planteamiento de Casarini Ratto (2013), quien refiere que tales visiones plasmadas
en los fundamentos de carácter disciplinar permiten responder a las preguntas que se hacen los estudiosos del cam-
po del currículo: ¿por qué y para qué enseñar-aprender?, ¿qué enseñar-aprender?, ¿cuándo enseñar-aprender?,
¿cómo enseñar-aprender?, ¿qué, cuándo y cómo evaluar? (p. 41).

Al respecto de las fuentes enunciadas en algunos textos sobre el currículo, a continuación recuperamos las propues-
tas sobre las fuentes del currículo de Pansza, Ratto y Díaz Barriga.
Tabla 1. fuentes de textos sobre el currículo

Margarita Pansza (2005) Martha Casarini Ratto (2013) Ángel Díaz Barriga (2009)

Epistemología Sociocultural Epistemológico

Sociología Psicopedagógica Psicológico

Psicología Psicológica Institucional

Pedagogía Pedagógica

Epistemológica, Profesional e Institucional

Fuente: Elaboración propia a partir de Pansza, Ratto y Díaz Barriga.

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Para darnos una idea del abordaje que se realiza desde cada fuente, enseguida resumimos algunos puntos generales
que los tres autores señalados exponen al respecto de estas.

Epistemología. Examina la estructura interna de la disciplina. Se establece una delimitación del objeto de estudio
de la disciplina, así como los límites y relaciones con otras disciplinas.

Sociología. Se encarga del estudio de la sociedad y sus instituciones. Explica las relaciones escuela y sociedad.

Psicología. Centra su estudio en los procesos de desarrollo y de aprendizaje de los alumnos, así como en las etapas
de desarrollo humano, a nivel físico, emocional y cognitivo.

Pedagogía. Se enfoca en sistematizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, con base en el análisis didáctico. Exa-
mina la organización, secuencia, complejidad y metodologías para la enseñanza de los contenidos, también analiza
la función docente y la participación del estudiante su proceso de aprendizaje.

Profesional. Se centra en la selección y organización de los contenidos que el ámbito laboral demanda de las per-
sonas en formación.

Institucional. Alude a las decisiones políticas educativas en diferentes instancias.

Por lo anterior, indicamos que el currículo es un campo complejo que se ha visto enriquecido por diferentes disci-
plinas que contribuyen a comprender la forma en que convergen diferentes aspectos para desarrollar un proyecto
educativo, como lo es el desarrollo y diseño de un plan de estudios con propósitos educativos orientados a una
determinada comunidad de personas.

En el siguiente apartado nos interesa examinar cómo es que el campo curricular está envuelto por diferentes ámbitos.

1.3 Ámbitos de influencia en el proyecto curricular

Diferentes autores como Díaz Barriga y Gimeno consideran que, en efecto, el currículo como proyecto educativo se
ve influenciado por diversas concepciones ideológicas, sociales, económicas, políticas y psicológicas que se expresan
a través de políticas educativas públicas, normativas institucionales, disposición de recursos, todo lo cual incide en
las prácticas educativas entre docentes y alumnos

El contexto cultural, político, económico y social, se refiere a la influencia que ejercen las instancias gubernamen-
tales en las escuelas, estableciendo políticas que orienten el rumbo educativo. A su vez, las tendencias educativas
promovidas por los organismos internacionales son retomadas en las políticas educativas de un país. Por su parte,
el sector productivo y empresarial demandan que en las escuelas se enseñen las capacidades y habilidades que
necesitan en el campo laboral; mientras que en el entorno social existe una dinámica cultural en donde los adelan-

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tos en la ciencia, la tecnología, el manejo de la información y la comunicación, inciden y transforman las prácticas
educativas que se presentan en las escuelas.

En cuanto al ámbito educativo institucional, el currículo se ve determinado por las relaciones jerárquicas dentro las
escuelas, por el tipo de administración y gestión de los recursos que se brindan para el adecuado funcionamiento de
las actividades escolares, lo cual establece las condiciones materiales y normativas con las que profesores y alumnos
desarrollan las actividades escolares.

Los ámbitos anteriores influyen en el proyecto curricular,


al ser retomados en el diseño del plan de estudios, en
tanto que se establecerá una metodología de enseñanza
y evaluación de los aprendizajes que responda a las ne-
cesidades y demandas externas a la institución. Todo lo
anterior incide en la propuesta curricular y, como señala
Sacristán (2007), serán los docentes y alumnos quienes
en la práctica educativa se enfrenten a los fenómenos
educativos explícitos o tácitos (p. 26). Tales fenómenos
se manifiestan de diferentes formas, que se pueden
explicar mediante los tipos de currículo (formal, real,
oculto y nulo), los cuales dejaremos para una revisión posterior.

Ahora, observa el esquema: en este se puede apreciar que existen diferentes aspectos que se deben contemplar
para el desarrollo de un proyecto curricular de una institución educativa.

Figura 1. Aspectos para el desarrollo del currículo

Proyecto curricular Ins�tución


plan de estudios educa�va Contexto
(Contenidos, meto- (Autoridades , admi- cultural, social,
dología de enseñan- nistración y ges�ón polí�co y
za-aprendizaje �pos de recursos, docentes
escolar
de currículo ) y alumnos)

Fuente: Elaboración propia a partir de Díaz Barriga y Sacristán

Ya que examinamos diferentes definiciones sobre el currículo y los ámbitos que confluyen en torno a este, conside-
ramos pertinente abordar el currículo como un proyecto que involucra más que una visión instrumental centrada
en la selección y organización de lo que los alumnos deben aprender y cómo deben hacerlo. Sobre esta perspectiva,

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Casarini Ratto (2013) sostiene que la idea de proyecto permite visualizar al currículo como “la propuesta curricular
que opera como referente orientador de la práctica del maestro; sin embargo, al mismo tiempo, dicha práctica re-
troalimenta el rediseño de la propuesta original” (p. 12).

Por lo anterior, se deriva que el currículo implica la relación de aspectos administrativos, políticos, económicos para
el diseño de un proyecto curricular, los contenidos que se enseñarán y que determinarán la práctica educativa de
docentes y alumnos en el aula y, más aún, serán los alumnos quienes evaluarán la formación recibida en las escuelas
al momento de enfrentar el ámbito social.

Ahora que hemos revisado las diferentes concepciones que se han desarrollado alrededor del currículo es importante
exponer que para la elaboración de un plan de estudios convergen distintos ámbitos como el político, social, cultural
y económico, que determinan la práctica educativa de docentes y alumnos que forman parte de una sociedad con
aspiraciones concentradas en la educación.

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