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LA HUMEDAD EN ESPACIOS DE

TRABAJO, FACTOR DE RIESGO A


EVITAR POR LOS EMPLEADOS
Un tercio de las horas del día lo pasamos en nuestro puesto de trabajo. Oficinas, locales y naves son los
espacios más habituales donde la mayor parte de los españoles desarrollan su tarea profesional.
Entornos que han de reunir las condiciones ambientales y estructurales adecuadas para garantizar la
salud y bienestar de los empleados. Si tenemos en cuenta factores como el Mapa de la humedad
relativa de España, en el que más de la mitad de los españoles viven en zonas por encima de un 65%
de humedad ambiental, contraproducente para la salud, unido a que por el tipo de materiales de
construcción que se emplean hoy en día va en aumento la humedad en las edificaciones, uno de los
riesgos a evitar por los empleados para no ausentarse del trabajo es sin duda alguna la humedad.
Como dato ilustrativo, basta recordar que las zonas costeras del Atlántico, Cantábrico, Mediterráneo,
costa de Andalucía y las Comunidades Autónomas de Cataluña, Navarra, norte de Aragón, norte de
Castilla y León y La Rioja, están por encima de lo saludable en cuanto a humedad ambiental.  Además,
según los últimos datos de las Mutuas de Trabajo, las patologías asociadas a las vías respiratorias y
óseas, son de las más frecuentes. Para evitar este tipo de situaciones, las empresas tienen la obligación
de atender la salud y bienestar de sus empleados en el puesto de trabajo, y conocer cuáles son las
causas que derivan en ausencias y bajas médicas, impidiendo al trabajador cumplir con sus obligaciones
laborales. El lugar de trabajo, debe reunir unas condiciones óptimas de salubridad, por tanto, para
evitar el absentismo como consecuencia de la humedad en el puesto de trabajo, es recomendable que
las empresas inviertan en la erradicación definitiva de la humedad.
Cuando se produce esta situación, aunque no seamos conscientes de ello, estamos rodeados de ácaros,
hongos y bacterias producidas por el exceso de humedad ambiental, y minusvaloramos  las posibles
consecuencias que pueden ejercer sobre nuestra salud. Los valores de humedad saludables varían
entre el 40% y el 60%, y es considerado perjudicial a partir del 65% por los
microorganismos que pueden reproducirse en las superficies. Trabajar expuestos a la
humedad aumenta el riesgo de contraer enfermedades respiratorias como alergias y asma (un nivel de
humedad del 70% o superior aumenta la posibilidad de contraer infecciones virales y bacterianas),
agrava las óseas (especialmente el dolor causado por el reuma, artrosis y artritis), y puede producir
graves alergias o patologías dermatológicas (como la dermatitis atópica o erupciones cutáneas).
Las humedades pueden aparecer en cualquier zona del lugar de trabajo, causadas por factores como la
mala o nula ventilación, un sistema de aislamiento deficitario, o la poca calidad de los materiales de
construcción. Para no llegar a situaciones donde la salud del trabajador se vea perjudicada, es
importante que, a la mínima aparición de manchas en paredes, mal olor o sensación de frío, se actúe
inmediatamente.
CONSEJOS PARA EL CUIDADO DE LA SALUD AMBIENTAL EN EL PUESTO DE TRABAJO
En el momento que seamos conscientes de que el espacio donde trabajamos sufre algún tipo de
patología debido a la humedad, es recomendable seguir los siguientes consejos para poner fin al
problema cuanto antes, evitando afecciones de salud y fomentando el bienestar de los trabajadores:

 Comunicar el problema a la Dirección de Recursos Humanos o responsable más directo.


 Alejarse de la humedad, tanto los empleados como cualquier aparato electrónico (ordenador,
impresora…).
 Debemos conocer que la inhalación de las esporas generadas por hongos y moho causado por
la humedad, provocan enfermedades respiratorias, óseas y patologías dermatológicas.
 Si no se ataja esta circunstancia, derivará con casi toda seguridad en ausencia del trabajo o baja
laboral de los empleados situados junto a la humedad, aumentando irremediablemente la tasa
de absentismo en la empresa y provocando la correspondiente pérdida económica y productiva.
 Los empleados que sufren alergias o problemas respiratorios, especialmente en primavera,
verán aumentados sus síntomas durante la jornada laboral si trabajan cerca de las humedades.
 Hay que acabar con el problema optando por una solución integral y definitiva: no pensar en
pequeñas reparaciones, porque serán un parche que no acabará con la situación de forma
radical.
 Para solucionarlo, elegir una empresa con experiencia demostrable y consolidada en el sector
antihumedad, con la certificación UNE-EN-ISO 9001, que acabe definitivamente con las
humedades mediante tecnología probada e innovación en tratamientos antihumedad.
 La Prevención en salud y bienestar de los trabajadores es una inversión.

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