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Correo

de los lectores
Fractura “en libro abierto”.
“Yo llegué primero”: a propósito
de un caso
Sr. Director:
Los traumatismos de pelvis con compresión anteroposterior son
provocados por aplastamientos de alta energía, que hacen rotar las
extremidades inferiores1. Están causados generalmente por acci-
dentes de tráfico. El grado de rotura de la sínfisis del pubis, de los
ligamentos sacrotuberoso y sacroespinoso, junto con los sacroilía-
cos anteriores y posteriores, condicionará la gravedad de la fractu-
ra, dando lugar, en los casos graves, a una discontinuidad completa
del anillo pélvico sin que haya fractura ósea2,3.
Presentamos el caso de un varón de 44 años de edad, con obesi-
dad mórbida, que sufrió un accidente por vuelco de camión, que-
dando aprisionado bajo la cabina. Fue atendido inicialmente por un
equipo de atención primaria que, tras examinar y estabilizar al pa-
ciente, le colocó provisionalmente una sábana ajustada alrededor de Figura 3. Fijador externo en pelvis.
la cintura pélvica a modo de fijador. En el informe médico se refle-
jó el desarrollo secuencial del protocolo ABCDE4 de forma adecua-
da. Posteriormente, se trasladó al paciente en una unidad de vigi- vis “en libro abierto”, se colocó al paciente un fijador externo y se
lancia intensiva móvil a nuestro servicio de urgencias. le realizó un seguimiento posterior en la unidad de cuidados inten-
En la exploración el paciente se mostraba consciente y orientado, sivos (fig. 3).
con una presión arterial y una frecuencia cardíaca mantenidas, una En las fracturas inestables “en libro abierto” se produce un alar-
buena ventilación bilateral sin ruidos patológicos, y un intenso do- gamiento de los ligamentos posteriores con rotura de los sacrotube-
lor en la pelvis y el abdomen, con peristaltismo conservado. Pre- rosos, sacroespinosos, sacroilíacos anteriores y de la sínfisis del pu-
sentaba múltiples heridas inciso-contusas en el hombro y la pierna bis, aunque se conserva la estabilidad pélvica2,5.
derechos, que se suturaron sin incidencias. Al tratarse de traumatismos de alta energía, los pacientes presen-
Movilizaba espontáneamente las extremidades y no mostraba tan con frecuencia lesiones del aparato genitourinario y digestivo
afectación neurológica ni vascular. La tomografía computarizada con afectación neurovascular, que complican el tratamiento y oscu-
abdominopélvica no reveló alteraciones viscerales. La radiografía recen el pronóstico1.
simple mostraba una diástasis de la sínfisis púbica, y se realizó una Con este caso queremos mostrar, aparte de la espectacularidad
uretrografía retrógrada para descartar una afectación uretral, que de las imágenes, que en numerosas ocasiones es el médico de aten-
fue normal (figs. 1 y 2). Se emitió el diagnóstico de fractura de pel- ción primaria el primero en desplazarse al lugar de un accidente y,

Figuras 1 y 2. Radiografía anteroposterior de pelvis que muestra lesión en "libro abierto", con apertura de ambas sacroilíacas y diástasis de la
sínfisis del pubis. Uretrografía sin revelar afectación uretral al introducir contraste.

FMC. 2009;16(5):299-302 299


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por tanto, el que debe practicar el cuidado inicial de urgencia. Por


ello, resulta fundamental el conocimiento de la actuación sobre el
paciente politraumatizado desde la asistencia inmediata y la aten-
ción prehospitalaria. Esto requiere un sistema integrado que garan-
tice una adecuada calidad asistencial para disminuir la mortalidad y
las secuelas postraumáticas4.

Pablo Franquelo Morales, Félix González Martínez


y Gregorio Garde Barea
Servicio de Urgencias. Hospital Virgen de la Luz. Cuenca. España.

Bibliografía
1. Routt ML Jr, Nork SE, Mills WJ. High-energy pelvic ring disruptions.
Orthop Clin North Am. 2002;33:59-72. Figura 2. Yeso antebraquiopalmar que incluye el pulgar abducido.
2. Qureshi A, McGee A, Cooper JP, Porter KM. Reduction of the posterior
pelvic ring by non-invasive stabilisation: a report of two cases. Emerg
Med J. 2005;22:885-6.
3. Friese G, LaMay G. Emergency stabilization of unstable pelvic fractures.
Emerg Med Serv. 2005;34:65, 67-71.
4. Canabal Berlanga A, Navarrete Navarro P, Medina Álvarez JC, Hernando
Lorenzo A, Rodríguez Serra M, Sánchez-Izquierdo Riera JA, et al. Asis-
tencia inicial al traumatizado. En: Perales Rodríguez de Viguri N, López
Messa J, Ruano Marco M, editores. Manual de soporte vital avanzado.
Comité Español de RCP. Barcelona: Masson; 2007. p. 217-37.
5. Brandes S, Borrelli J Jr. Pelvic fracture and associated urologic injuries.
World J Surg. 2001;25:1578-87.

Fractura-luxación de Bennett
Sr. Director:
Las fracturas de la base del primer metacarpiano se dividen en
extraarticulares e intraarticulares. Entre estas últimas destacamos la Figura 3. Resultado final tras 4 semanas de inmovilización.
fractura-luxación de Bennett que, debido a la zona afectada, se con-
vierte habitualmente en una fractura complicada e inestable1-3.
Presentamos el caso de un varón de 25 años de edad, que consul-
tó en el servicio de urgencias tras sufrir un traumatismo en el pul- practicó una radiografía en proyección anteroposterior (AP) y late-
gar derecho al practicar un puñetazo a una bola de tómbola en una ral, sin observarse ninguna lesión ósea aguda que pudiera justificar
feria. En la exploración física destacaba un intenso dolor con mo- una clínica tan florida. Posteriormente recurrimos a un proyección
derada impotencia funcional en la base del primer dedo de la mano oblicua, en la que se apreció una fractura-luxación de la base del
derecha, sin evidencia de edema, deformidad ni tumefacción. Se le primer metacarpiano con mínimo desplazamiento, que correspon-
día a una fractura-luxación de Bennett (fig. 1). Se procedió a la re-
ducción y la inmovilización mediante un yeso por parte del trauma-
tólogo de guardia, que valoró la necesidad de practicar una fijación
quirúrgica para asegurar la reducción y prevenir así la inestabilidad
propia de este tipo de fracturas. No obstante, y a pesar de que el pa-
ciente desestimó la cirugía, la evolución fue satisfactoria con el tra-
tamiento conservador (figs. 2 y 3). La articulación trapeciometa-
carpiana es la responsable de los movimientos más importantes del
primer dedo de la mano, lo que conlleva que los traumatismos en
dicha localización puedan generar fracturas muy inestables debido
a su disposición intraarticular3. En esta fractura, un pequeño frag-
mento triangular queda retenido en su lugar habitual, y el fragmen-
to distal, que incluye la mayor parte de la superficie articular, se
desplaza luxándose por la acción del abductor largo del pulgar2. Es
más frecuente en varones de 15-45 años de edad, habitualmente en
la mano derecha, y característicamente tiene lugar cuando se practi-
ca un golpe con el puño cerrado de forma inadecuada. De esta ma-
nera, la fuerza íntegra del golpe impacta contra el pulgar que se en-
cuentra doblado, en lugar de encontrarse con el dorso del puño,
transmitiéndose, por tanto, toda la energía a lo largo del primer me-
tacarpiano2. El cuadro cursa con un dolor muy intenso y una nota-
Figura 1. Fractura intraarticular con mínima luxación trapeciometa-
carpiana derecha.
ble impotencia funcional, a la que se añade, en numerosas ocasio-
nes, una deformidad en la raíz del dedo. Tras la exploración física,

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