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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
SEDE: COMPLEJO CULTURAL- ESTADO VARGAS
PNF: ESTUDIOS JURIDICOS
UNIDAD CURRICULAR “LENGUAJE Y ARGUMENTACION JURIDICA”

LENGUAJE COMÚN:
Elementos formales del Lenguaje Juridico

Facilitador: Alumnas:

Gabriel Granillo Céspedes Yarima C.I. N°


6.498.501
Abril 2020

INTRODUCCION

El derecho, como ciencia, tiene su propio lenguaje. El jurista utiliza


enunciados quizás inusuales para el ciudadano común, por no estar vinculado con
la ciencia jurídica.

Actualmente el lenguaje jurídico cambia constantemente, y éste se origina


de tecnicismos, donde presenta sus propias características y su propia función,
por los que a su vez influye en el derecho, utilizando palabras comunes.

Describir el lenguaje jurídico, probando que éste existe y que también hace
uso del lenguaje común, porque nos ayuda a ver la influencia que tiene éste en el
derecho.

La importancia radica en explicar el lenguaje jurídico y cómo se define,


basándose en los tecnicismos y las funciones que cumplen ellos en el lenguaje
jurídico.
CONTENIDO
 Definir lenguaje común.
 Elementos del Lenguaje jurídico.

LENGUA COMÚN Y LENGUAJE JURÍDICO

Se define, lengua común, el idioma real o supuesto del cual deriva un


tronco lingüístico o familia de idiomas. En el caso de las lenguas románicas, en las
que se incluye el español, la lengua común es el latín.

Asimismo, desde el punto de vista de las ideologías, se entiende por lengua


común aquella lengua que desempeña o pretende desempeñar un papel
cohesionador de una sociedad plurilingüe, que por esta razón posee un estatus
político y jurídico superior al del resto de las lenguas, en un territorio determinado,
el papel de "lengua común" puede ejercerlo bien, una lengua originaria de dicho
territorio, bien una procedente de otros lugares; y puede haber adquirido ese papel
como resultado bien de un proceso democrático, bien de un proceso impositivo
(en este caso, habitualmente en el marco de un proceso de unificación política y
homogeneización cultural).

El lenguaje jurídico entendido como el conjunto de términos y expresiones


que denotan principios, preceptos y reglas a que están sometidas las relaciones
humanas en toda sociedad civilizada. La función de este léxico es sintetizar los
conceptos básicos en los que sustentan las experiencias y el saber metódico
acerca del derecho. Su finalidad es la univocidad semántica, la economía léxica y
la precisión conceptual o claridad entre los expertos; en pocas palabras unificar
criterios que propicien y faciliten un mejor entendimiento entre profesionales del
derecho.

Nuestro sistema jurídico tiene sus bases en el sistema romano- canónico,


con fuerte influencia de tecnicismos latinos, como interdicto, usufructo, caución,
legatario, cláusula; otras voces, provenientes del griego, también forman parte del
lenguaje del derecho, como anticresis, enfiteusis, hipoteca.

Desde un punto lógico, es necesario destacar y diferenciar el lenguaje


Juridico, (también llamado lenguaje del derecho o lenguaje legal) y el lenguaje de
los juristas. Así, el lenguaje del derecho es aquel que posee un contenido jurídico,
el lenguaje de los juristas es aquel que emplean los especialistas que hablan del
derecho (meta-lenguaje).

Cuando hubo necesidad de emplear nuevos términos porque así lo exigía el


desarrollo de la ciencia jurídica, las lenguas románticas acudieron al derecho
romano: damnum, daño; delictum, delito; iniuria, injuria; recusare, recusar, etc.
Junto a ellos, pueden señalarse cultismos jurídicos, como anatocismo (interés
compuesto); abigeato (robo de ganado), y términos o expresiones que son
totalmente latinos, que dan al léxico jurídico un carácter muy peculiar del que
carecen los otros lenguajes especiales.

El lenguaje jurídico es el conjunto de términos y expresiones que denotan


principios, preconceptos y reglas a que están sometidas las relaciones humanas
en toda la sociedad civil. En efecto, los conceptos jurídicos difieren con frecuencia
del concepto general o común. A estas palabras se les llama términos o vocablos,
y, referidas a su respectiva disciplina, forman la terminología o el vocabulario, en
este caso jurídico.

CARACTERÍSTICAS

El lenguaje jurídico es un factor primordial de cohesión de la vida social y


cultural de un país. Hay una gran disparidad entre lo que deben ser y lo que
suelen ser los textos jurídicos; por ello, se describe que dicho lenguaje se
caracteriza por el uso de términos integrados en la lengua común desde sus
orígenes. Son los que usa el ser humano como integrante de una sociedad en la
compra, venta, intercambio de objetos, en la sucesión de bienes al morir, al
contraer matrimonio. El lenguaje jurídico se caracteriza por el uso de términos
integrados en la lengua común.
La característica principal del lenguaje usado en documentos judiciales es
el empleo de fórmulas estereotipadas (construcciones y oraciones) para apoyar
los conceptos jurídicos: comparezco y de modo procedente digo; demanda de
apoyo en los siguientes hechos y fundamentos de derecho; otro sí…suplico al
juzgado…; escritura de poderes que, declara bastante…. En muchas ocasiones,
se usan en la misma frase un adjetivo y sustantivo pertenecientes al mismo
lexema: debemos confirmar y confirmarnos, he de fallar y fallo, de ser conforme de
toda conformidad.

El lenguaje jurídico aparece constituido, por una combinación de textos


oficiales y formulaciones doctrinarias (sea que éstas emanen de la doctrina
propiamente dicha o de la jurisprudencia). El lenguaje puede tener un uso
descriptivo o prescriptivo. En la descripción el lenguaje porta una noticia. El
enunciado descriptivo puede ser calificado de verdadero o de falso.
El lenguaje se usa prescriptivamente cuando queremos dirigirnos a otro y otros
para que hagan o no hagan algo: se pretende cambiar el curso de los
acontecimientos de alguna manera.

El lenguaje prescriptivo no se califica de verdadero o falso, sino de válido o


inválido. Para los abogados no tiene sentido decir que una norma del Código Civil
es verdadera o falsa, sino que es válida o invalida.

El sentido descriptivo o prescriptivo de un enunciado no depende del


enunciado mismo sino de la voluntad del sujeto que produce el enunciado y se
deduce de lo verdadero (de las circunstancias) en que se produce la enunciación.

Es obvio que el lenguaje que usan los abogados tiene sentido prescriptivo.
El lenguaje jurídico es un factor primordial de cohesión de la vida social y cultura
de un país. Hay una gran disparidad entre lo que deben ser y lo que suelen ser los
textos jurídicos; por ello, en nuestra exposición nos referimos tanto a las
características ideales como a las características reales de estos textos.
El lenguaje jurídico presenta características especiales que lo diferencian de los
otros lenguajes.
La prescriptividad del lenguaje jurídico, es necesario para regular la
conducta humana en determinado orden social. El lenguaje prescriptivo está
constituido por las normas jurídicas y principios que permiten regular un
determinado comportamiento.

TECNICISMOS

Es una cualidad de lo técnico, conjunto de voces técnicas empleadas en el


lenguaje de arte, ciencia, oficio, etc. Como todo lenguaje profesional, el jurídico
posee tecnicismos propios. Si los comparamos con los de otras disciplinas,
observaremos que su número no crece apenas. Muchos de sus vocablos
proceden del latín e incluso del derecho romano. Ejemplos: alevosía, estupro,
pena, apalear, eximente, penal, código, fallo, procesal, cómplice, hurto, reclusión,
confinar, infracción, reglamento, considerandos, injuria, resultandos, decreto,
jurisconsulto, sanción, delincuencia, jurisdicción, sancionar, delito, jurisprudencia,
secuestro, desacato, jurista, sentencia, difamación, orden, tribunal.

Nuevos tecnicismos que tienen consecuencias de orden jurídico:

En relación a los tecnicismos, Borrego Nieto diferencia tres tipos de


tecnicismos, en función de la facilidad de su sustitución sin menoscabo de su
significado.

En síntesis:

 Aquellos que se pueden denominar: «no fácilmente sustituibles» y


«oscuros para personas cultas», como allanarse, desistir; enervar,
dación en cuenta, pendencia, reconvención.

 Aquellos «no fácilmente sustituibles pero inteligibles para


personas cultas», como: acto, atestado, cédula, despacho, incoar,
requerir, transigir. Y,
 Aquellos «tecnicismos y marcas de registro sustituibles»: acción
ejercitada, antecedentes fácticos, dimanante, estar a lo previsto,
evacuar un traslado, foliado, obrante.

En general, frente al lenguaje científico y técnico, que se caracteriza por el


incremento constante de su léxico y por su marcada preferencia por formantes
griegos e ingleses, el lenguaje jurídico manifiesta un cierto conservadurismo y una
marcada inclinación hacia los términos de origen latino, aunque no falten los de
otras procedencias.

En el lenguaje jurídico aparecen ciertas frases y ciertas palabras, con un


carácter formulario o de formatos. En una sentencia de un juzgado podrán
observarse fórmulas fijas (el encabezamiento, el párrafo final), sucesión de
resultandos y considerandos seguidos del fallo, y clichés como:

 escrito de apelación,
 las partes,
 se señaló la vista,
 nulidad de las actuaciones,
 resoluciones judiciales,
 motivo de indefensión,
 sentencia firme,
 imposición de costas,
 ejecución acordada,
 pronunciamos, mandamos y firmamos, etc.

Muchos escritos jurídicos y administrativos, al igual que sucede, en general,


con todos los escritos técnicos de marcado carácter utilitario. A cambio de la
monotonía, si están bien redactados, los textos jurídicos evitan los términos
equívocos mediante el léxico, resultan claros en la exposición de los hechos, los
argumentos y las resoluciones, y pueden buscarse con rapidez las partes que se
juzgan fundamentales, porque su estructura es fija.

En todos los escritos es necesaria la claridad; pero en pocos es tan


inexcusable como en los jurídicos. Las frases breves y sencillamente ordenadas
deben prevalecer sobre las complejas, formadas por abundantes proposiciones
subordinadas. La palabra de escaso uso (salvo si es un tecnicismo) debe ceder a
la más coloquial: los juristas no deben olvidar que no sólo escriben para
especialistas y personas cultas.

Sin embargo, la sintaxis habitual del lenguaje jurídico está plagada de


recursos que se sienten como anticuados o extraños. Tanto su vocabulario
específico, como su sintaxis son arcaizantes. Observemos, por ejemplo, cómo la
mayor parte de los documentos se redactan en tercera persona, cuando lo normal
sería la primera; o el uso del futuro de subjuntivo (resultare, hubiere manifestado),
que ya no se utiliza ni siquiera en lenguaje literario y ha quedado relegado a los
refranes y a estos textos.

El carácter arcaico de los escritos jurídicos es especialmente visible en las


sentencias, redactadas a veces con mayor precipitación de la debida.

Argot jurídico:

Es un lenguaje especial usado entre abogados, que no tiene significado


jurídico, pero que sirve para indicar situaciones especiales en un asunto de índole
jurídica, este lenguaje también es empleado en sentido figurado entre los
estudiantes, abogados y la gente común para denotar situaciones de la vida
cotidiana: litigar (conseguir) unos boletos, empeñar o hipotecar mi palabra
(asegurar una cosa), divorciarse (no estar de acuerdo) del positivismo, etc.

Escritos jurídicos:

Además de las leyes, existen otras clases de escritos jurídicos: exhorto,


requerimiento, demanda, diligencia, providencia, sentencia, ejecutoria, acta, etc.
Cada uno tiene una terminología propia; pero es conveniente
advertir que una gran parte de esa terminología no forma parte del vocabulario
jurídico como lenguaje técnico, como erróneamente piensan algunos.
CLASIFICACIÓN DE DOCUMENTOS O ESCRITOS.

Documento jurisprudencial- Análisis documental:


El material de análisis de la ciencia documental en esta materia es el
documento fuente.

Documento fuente: La sentencia es un documento primario lo que puede


dividirse en distintos centros de información, según la materia, el tema, las
doctrinas, la unidad conceptual, etc. Estos variados centros de información
constituyen los documentos secundarios que conforman los futuros objetos de
recuperación de datos.

Documentos secundarios o documentos normativos- sumario de


jurisprudencia: Procedimiento y técnicas de sumarización:

Los distintos núcleos de información encontrados en una sentencia deben


reunir las siguientes características para poder constituir un sumario de
jurisprudencia técnicamente aceptable:

Doctrina única.
Autonomía o autosuficiencia.
Generalidad.
Abstracción.
Hechos relevantes.
Brevedad y concisión.
Claridad y concreción.
Fidelidad.
Textualidad.

Documentos doctrinales: Es un documento que especialmente sirve para avisar


o aconsejar, para instruir o enseñar sobre algo específico, donde aporta la
comprobación del obrar mal, ilustra acerca de un hecho. Este pertenece a la
doctrina, que contiene reglas y preceptos.
TIPOS DE DISCURSOS.

El lenguaje empleado en las leyes comprende una pluralidad de discursos,


entre los cuales destacan los siguientes:

Técnico- jurídico: Comprende todos los siguientes privativos del derecho;

1. Discurso de denominación legislativa: Integrados por nombres creados


por la legislación de un orden jurídico positivo “ley general de salud, secretaria de
comunicaciones y transportes”.

2. Discurso dogmático-jurídico: Integrado por nombres propios de cada una


de las distancias disciplinas dogmáticas o ciencias jurídicas concretas, como veto,
lesión, táctica, recaudación, riseldía.

Técnico no jurídico: Integrado por voces de algunas ciencias y actividades


especializadas: obtentor, ondas hertzianas, puerperio, antena parabólica, gente de
radiación.
1. Ético: Es aquel que comprende términos como justicia, bien común,
equidad.
2. Ideológico: Compuesto para expresiones que muestran la característica de
un régimen, renovación moral de la sociedad, estado democrático, simplificación
administrativa, descentralización de la vida nacional.
3. Coloquial: Característica de la manera de hablar del legislador,
“corresponderá a la dirección general jurídica de la secretaria de Gobernación,
fomentar, vigilar, coordina y orientar la adecuada asesoría legal a las detenidas”.
Asimismo, a través del lenguaje jurídico, se dan básicamente tres tipos de reglas:
4· Óndicas: Producen una creación jurídica, dan lugar a los distintos sujetos de
derecho, así como a los elementos espacio- temporales y competenciales a toda
acción jurídica: “corresponderá a la secretaría de comunicaciones y transportes el
cobro de derechos por la instalación y uso de antenas parabólicas”.
5. Deónticas: Son aquellas que buscan la orientación de la conducta; “el
ministerio estará facultado para…”; “el actor deberá comportarse con su pupilo
como lo haría un buen padre de familia.

Técnicos convencionales: Son aquellos cuyo incumplimiento sólo acarrea la no


obligación de un efecto jurídico: “los varones mayores de 18 años que desean
obtener pasaporte tendrán que presentar su cartilla militar liberada”. La disciplina
que estudia los signos del lenguaje jurídico es la semiótica jurídica.

Funciones.
Por lo que es un lenguaje realista, su función es reflejar es estado de la
sociedad y ofrecer la posibilidad de adaptarse sin dificultad a las exigencias por la
sociedad actual, se puede decir las cosas jurídicas (empresas, títulos de bolsa,
etc.).

Conformar un lenguaje apto para el fin del derecho.


La ciencia jurídica tradicional ha encargado su función propia como una labor de
carácter fundamental lingüístico, esto es, como trabajo de elaboración y manejo de
un lenguaje profesional.

Los ordenamientos en donde la ley tiene un rango privilegiado de fuente


formal y en donde se supone que ella provee el núcleo principal del derecho
positivo, la interpretación del lenguaje de las leyes, es decir, las paráfrasis y las
construcciones asentadas (real o ficticiamente) sobre los textos legales,
constituyen la actividad por excelencia que se adjudican los científicos del
derecho.

El lenguaje desde el punto de vista de las exigencias metodológicas,


funcionan como tematización progresiva en la conciencia sobre la forma en que el
jurista razona dentro del marco de dicho lenguaje.

La función de este léxico es sintetizar los conceptos básicos en los que se


sustenta la experiencia y el saber metódico acerca del derecho.
Es la univocidad semántica, la economía léxica y la precisión conceptual o claridad
entre los expertos.

INFLUENCIA DEL LENGUAJE JURIDICO EN EL DERECHO.

El lenguaje común es el idioma hablado por un pueblo o nación, o ya sea


por una parte determinada de ella. Es una manera de expresarse, con un estilo y
modo de hablar y escribir de cada uno en particular.

El lenguaje jurídico se caracteriza por el uso de términos integrados en la


lengua común desde sus orígenes, los cuales son los que se utiliza el ser humano
como un integrante de una sociedad.

Lenguaje del derecho.

La ciencia del derecho perfecciona la palabra. La palabra deficiente


perturba y oprime al lenguaje, en ocasiones, las palabras irritantes y ofensivas son
temibles, golpean y asustan, destruyen y desestabilizan. Pero también es
indispensable para conquistar simpatías.

El derecho se nos presenta como un ordenamiento de la conducta humana,


es decir, como un conjunto de normas, que se relacionan mutuamente. Las
normas son enunciados cuyo objetivo es la conducta humana. Estos enunciados,
para ser comunicados y recibidos, son formulados mediante expresiones
lingüísticas.

Por otro lado, muchos términos corrientes en el lenguaje común adquieren


en el ámbito del derecho un sentido técnico especial. Por ejemplo, cuando nos
referimos a la competencia del juez civil no nos estamos refiriendo a su
preparación cultural, sino al poder que tienen los jueces civiles del país para
conocer de los conflictos de intereses e incertidumbres jurídicas, en donde se
controvierten situaciones, relaciones o estados jurídicos de la naturaleza civil,
comercial, laboral, etc.; en derecho, competencia significa medida o extensión de
la jurisdicción. El abogado utiliza la expresión competencia en su significado
jurídico.

En el lenguaje corriente, en nuestro medio, a los casados se les denomina:


esposo y esposa (palabras que provienen del término esponsales, que es
sinónimo de noviazgo, además de significar el convenio de futuro matrimonio);
jurídicamente no son esposos sino marido y mujer.

CONCLUSIÓN

El lenguaje jurídico utiliza reglas prescriptivas, porque desea proponer o


provocar ciertas conductas en los destinatarios. La integración del derecho y el
lenguaje, vino a significar una fecunda etapa en el proceso cultural, reflejado en el
espíritu de los pueblos. La palabra y la norma jurídica son vehículos ineludibles de
la comunicación social y testimonio de su curso histórico.

El estilo jurídico debe ser transparente y claro como un cristal, a través de


cuya estructura han de irradiar nítidas las ideas y los pensamientos. Los
profesionales del derecho tienen en la palabra y su adecuada utilización una
valiosa q insustituible herramienta. El buen uso del lenguaje nos conduce a facilitar
la comunicación entre los humanos y el lenguaje técnico contribuye al buen
entendimiento entre los profesionales de una ciencia o arte. Las normas del
derecho escrito requieren de ser leídas e interpretadas en los textos que se
plasman, para desentrañar el significado que el derecho tiene.

El lenguaje jurídico claro ha pasado de constituir una tendencia a


convertirse en una necesidad porque así lo exigen los ciudadanos como
consumidores del Derecho y por tanto del lenguaje jurídico con el que este se
comunica.

La claridad del Derecho es tanto una exigencia legítima de la ciudadanía


como una obligación para los poderes públicos. Todos los que utilizamos el
Derecho como herramienta, desde el legislador hasta el magistrado, desde el
profesor hasta el notario, de una u otra manera estamos implicados en conseguir
una Justicia transparente, con un Derecho accesible, comprensible y adaptado al
siglo XXI.

La importancia e influencia del uso del lenguaje claro en el ámbito jurídico


es indudable y el “derecho a comprender” por todos es un hecho que, constituya o
no un derecho positivo, ya supone una obligación moral para todo el que deba
expresar el Derecho.

Así, el lenguaje del derecho es aquel mediante el cual el legislador enuncia


la norma jurídica; el lenguaje de los juristas es aquel que emplea los especialistas
que hablan del derecho.

Una de las finalidades del estudio del derecho es que mira a esclarecer y
determinar el sentido de los vocablos jurídicos, trazando los contornos de las
realidades y de las palabras. A medida que se adquiere el específico vocabulario
jurídico manteniendo una constante exigencia de rigor científico que no excluye,
antes, por el contrario, exige los valores de belleza y elegancia.

Incluso, dentro del mismo derecho, hay vocablos que tienen diferente
significado según la rama jurídica en la que se empleen, como acción (hipotecaria,
penal, social); fraude (de disposición indebida, de doble venta, de usura); sanción;
etc. Este lenguaje especializado también comprende locuciones y otras
expresiones compuestas, como “cláusulas ad cautelam”, “juez a quo”, etc.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1. HERMENÉUTICA JURÍDICA Y ÉTICA Por: Martín Agudelo Ramírez.

2. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL LENGUAJE COMÚN Y EL


LENGUAJE TÉCNICO Por: Sergio Cordero Monge.

3. LA IMPORTANCIA E INFLUENCIA DEL USO DEL LENGUAJE CLARO


EN EL ÁMBITO JURÍDICO Por: Profª Dra. Cristina Carretero González●.

4. DICCIONARIO DE TÉRMINOS FILOLÓGICOS. Por: Lázaro Carreter,


Fernando (1980).

5. BREVE DICCIONARIO DE SOCIOLINGÜÍSTICA GALLEGA:


IDEOLOGÍAS LINGÜÍSTICAS Y LENGUAS MINORIZADAS. Por:
Villanueva, Graciana (2011).

6. NUEVAS TECNOLOGÍAS, NUEVO LENGUAJE Y ARGOT JURÍDICO


Por Javier Soní. Foro Jurídico 1, octubre, 2017.

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