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Cuando llueve mi alma se alegra,

Cuando truena mi alma embravece.


Cuando ruge el río parece,
Que los diques del alma se rompieran.

Fortunato G. Medina Juscamaita.


AYACUCHO: POESÍA DEL SIGLO XX

Hermógenes Janampa Vallejo.

Ediciones
CORDEL y
PLOMADA
La literatura de Ayacucho casi no aparece en la historia y la
crítica literario. Se podría decir de que no existe literatura en
Ayacucho. Y no es así. No hay pueblo in literatura.

La literatura en Ayacucho se ha hecho y se sigue haciendo en


forma silenciosa. Porque las personas e instituciones llamadas a
promoverla se dedican a otros menesteres inmediatos. La inteligencia
se cultiva sola y vive su camino inderrumbable.

Nuestra literatura, la de nuestro siglo que ofrece, arranca con


los románticos y termina con la expresión de unos jóvenes
iconoclastas. Dentro vemos una variedad de experiencias y estilos.
Unas veces, sin música, y otras veces, con ella como en la
antigüedad. Unas veces, en puro castellano, en puro runasimi; otras
veces, mezclados.

No existe una antología de la poesía de Ayacucho. Es la


primera vez que se intenta. Tampoco existe una historia de la
literatura de Ayacucho. Por ahí van.

Este pequeño volumen tiene dos objetivos: hacer conocer


nuestro quehacer literario y, por otra parte, incentivar la creación.

El espíritu que anima a esta obra es el aprecio a la tierra y el


calor que adquirimos en el camino a la poesía.
En esta tierra de sol y tormenta, los poetas trajinan entre la
minúscula alegría y la gran tragedia de mirar a un pueblo devorado
por la injusticia.

Por esto, los viejos y jóvenes poetas, medio, románticos,


medio lógicos, anhelan y exigen la felicidad para los humildes que
podría ser el inicio de la felicidad del planeta.

Esta antología no es de los poetas nacidos en Ayacucho, es de


los que confeccionan el fenómeno poético, ayacuchano. Con la
primera, se recorta la realidad; con la segunda, se trata de entender el
fenómeno poético como parte del mundo.

Algo resulta de nuestra aventura tal vez el nacimiento de la


poesía ayacuchana.
POESIA ROMATICA
La acción romántica desemboca en la actitud
poética romántica. El amor, el entusiasmo y a
la muerte son los temas esenciales de esta
etapa, que viene desde el siglo anterior.
EL IMPOSIBLE
Yaraví

Un imposible me mata,
por un imposible me muero;
imposible es que consiga
el imposible que quiero.

Justo testigo es el cielo


de mis penas y tormentos;
moriré si no consigo
el imposible que quiero.

Unos ojos me miraron ,


por esos ojos me muero;
pero esos ojos han de ser
de mis males el gran remedio.

Yo le pregunto a la muerte
¿Qué cosa es bueno para olvidar?
Y la muerte me responde:
- Yo soy remedio cabal.

No puedo vivir sin ti.


ni tengo gusto sin verte,
una sola vida tengo
que por ti tengo
que por ti he de perderlo.
Anónimo.
¿QUÉ ES EL AMOR?
Víctor Navarro del Aguila, cultivador como
yo del Runa Simi, pensando en ti he creado
la siguiente canción.
(Traducción libre del runa simi al español
por Víctor Navarro del Aguila).

1.- El amor no es como el fruto que cae de un


árbol sacudido por el viento para encontrarlo
cuando lo desee o detestarlo cuando estés
ahíto.

2.- El querer no es como el río turbio: para apagar


tu ardiente corazón y salir en por de otros para
purificarte y olvidar así tu viejo amante.

3.- Sábelo de una vez, piensa a prisa: El amor es


más que la plata, mas que el oro, cuando se
sabe cultivar, en el corazón del rico o del
pobre, qué bien desarrolla:

4.- ¿Tú ves el Sol y la Luna? Así es el amor, así


es el querer. Fuego que abrasa el corazón. Luz
que ilumina el pensamiento; fuerza que
alimenta la vida y mantiene la felicidad.

5.- Si quieres saber cómo se ama, pregunta a


solas a tu corazón: ¿Cuándo me mira aquella
paloma, son de sangre tus lágrimas?

Moisés C. Cavero
LA SUBLIE TORTURA
José Manuel Alarcón.
Para O.M.

Entra en el Templo de las ternuras


y a solas con la flor del ensueño
dialoga para desperesar mis amarguras
y sublimizar mi profundo empeño.

Entra, no temas, estoy enfermo,


hirióme el grado de las Sublime Tortura
y ves, el existir me parece yermo,
pero bendita esta trágica dulzura.

El Templo no está de penas revestido,


pero ahí un silencio que harto me inquieta,
entra y consuela mi alma de poeta...!

Entra y dispersa arrullos de Vida


y ahuyenta esta Sublime Tortura
con un beso de tu alma excelsa y pura...!
HISTORIA DE UNA FLOR

Conozco de tu vida el secreto,


porque, un ángel tan bello como un niño
revelome en un triste soneto
la tragedia letal de tu cariño.

I era que tú le amaste con locura.


El, te quiso como Tasso a Leonor.
En sublime y amorosa ternura.
Tiempo pasó robándose tu hermosura.

El te llevó en su pecho dulcemente


hasta que un día, envidiosa de tus goces,
gritóle malévola una serpiente,
- incógnita y con aires de vidente -
¡Hombre, bebe y serás como los dioses!

Entonces, el ingrato caballero,


bebióse con afán protervo y artero
el néctar más preciado y te inmola
a su deleite fugaz y pasajero,
desplegando despiadado tu corola.

Veleidoso y saciado, fuese a un rosal,


Escoge un fragancioso pinpollo;
Hace contigo una comparación fatal,
La rosa fresca, pónese en el ojal
De la chaqueta y tú ... al arroyo.

Héctor Carrera Rocha,


Huamanga, Nos 38-39,1941.
MI PADRE
En la Clínica Quesada, día de un
aniversario inolvidable: 9 de octubre.

Mi padre era un limeño enérgico y honrado,


un poco soñador y un poco sagitario
que amaba la mujer como un enamorado
y la verdad buscaba igual que un visionario.

Hizo bienes. Amó. Fue poeta y soldado.


Mas sintió repugnancia al bárbaro hecho
del campo de batalla. se casó y fue amado,
y murió ya viejo, en mi ciudad y grave.

¡padre! Hoy vive tu hijo persiguiendo tus huellas.


Como tú, yo también gusto contar estrellas.
y como tú, yo soy un enamorado y grave.

Ojalá yo pudiera, padre a ti parecerme,


ser como tú, un león y como tú un ave
y viejo como tú, en la noche perderme.

Jesús Víctor Fajardo,


Huamanga Nº 57-58, 1944.
SON LAS ESTRELLAS

Al caer la tarde quedo absorta


en múltiples pensamientos que me acosan,
y fijamos los ojos en las estrellas
les cuento mis pesares, hablo con ellas.

Muchas siempre girando resplandecientes


me sirvan d consuelo con sus fulgores.
¡Oh las buenas estrellas con quienes hablo,
ellas saben mis penas y mis congojas...!

Si mis ojos nublados por turbio llanto


elevan su mirada lloroso al cielo,
giran aquellos seres del firmamento
y al girar me dicen, cálmate un tanto.

Oh que fieles amigas son las estrellas,


ellas no tienen penas, y son embargo
luciendo en el espacio llevan la calma
al abatido pecho que las reclama.

Al caer la tarde siento que llegan


cual bandada de aves, son las estrellas.
¡Oh las buenas estrellas con quienes hablo,
ellas saben mis penas y mis congojas...!

Rosal (Rosa Leonilda del Villar).


Ayacucho, Nos 28-29, 1959.
PARALELO ENTRE MI DOLOD Y YO

El dolor y yo
juntos vamos
por todos los caminos.

El dolor se afana en ser más fuerte que yo


y clava que clava sus barrenos
y yo - sonríe que sonríe -
en tanto vamos por la ruta de la vida.

Es áspero mi dolor.
Sin embargo le acojo
Por que soy su continente.

Juego con mi dolor


contemplando paisajes y estrellas,
multiplicando ilusiones,
cantando, riendo, amando.

No puede el dolor conmigo


porque yo le abarco
y él sólo gira dentro de mí.
Y si lo canto,
le canto con ironía.

Juan Luis Montoya.


Puquio - 1939.
MODERNISTAS TARDIOS

La entusiasta lectura de los poemas de José


Santos Chocano inspiró tardíamente una poesía
grandilocuente , retórica e histórica. Una forma
poética que se alargó mucho, hasta nuestros
días, para expresar superficialmente un
Ayacucho de heroísmos.
HUAMANGA, CIUDAD MADRE

Huamanga yace en lecho de oro,


cual matrona que cansada duerme;
Huamanga reza oración de paz,
Cual una virgen junto al altar.

Huamanga tiene trenzas de oro,


cual hebra de beldad sublime;
es una madre de origen noble
cuyo pasado al turista habla.

Por su nobleza de alto quilate


hubieron reyes que acariciaron;
por su belleza panorámica
ofrecen liras todos los vates.

Huamanga tiene hermosos templos,


Cuyos retablos de oro y plata
Parecen fuentes de agua viva
Que a sus hijos vida les da.

Resaltan torres luciendo cruces,


signos de paz y de oración;
cúpulas tienen, coloniales,
simbolizando piedad cristiana.

Vetustas casas y bien formadas,


ellas añoran su bella historia;
anchas calles y empedradas
testigos todos de un pasado.

Picachos tiene que le circundan,


colonias tiene que le rodean,
hermosos llanos que le cortejan
cual matronas, damas de honor.

En una noche de hermosa luna


Huamanga viste color armiño;
su faz brillante de oro bruñido,
su esbelto talle, cual una virgen.

Tiene por faro al Condorcunca


simbolizando lauros de amor,
al Rasuhuillca por centinela
simbolizando alteza de origen.

Tiene Picotas que le recuerda


al indio chasqui y su antara;
Apachetas que también añoran
al pastor indio y su fiel quena...

J. Salvador Cavero, Huamanga


Nº 70,1946
MARIA PARADO DE BELLIDO
Mario Ruiz de Castilla.

Rasgado el pecho mi corazón parta


y haga pedazos la bala homicida,
no diré quién escribió esa carta
ni por todas las glorias de la vida.

¡Carratalá! de mi presencia aparta


tu vano afán de verme arrepentida...
¡Yo moriré de las infamias harta
antes de ver a mi patria vencida!

Ábrame el sepulcro su negra puerta.


Si Dios lo quiere así, si ésa es mi suerte.
¡Que el horror de la tumba no me espante!

¡Oh patria, te di mi vida despierta!


¡Recíbela hoy dormida con la muerte!
¡Qué importa ser mártir ya que soy santa!
FENIX CARINDIO

¡Raza milenaria que habitas el Ande!


ya tu gloria pasada ha fenecido.
Tu alma genial, y tu pensamiento grande,
En qué rincón misterioso has escondido?

Tanto sólo tu estoico espíritu se expande


sobre tus ciclópeas ruinas perdido.
¿Quién sobre ti la ígnea espada blande
para que en los sepulcros vivas hundido?

¿Dónde está la bandera libertaria


que cubra tus carnes en el ostracismo
de tu propia patria, sobre heladas cumbres?

¡Levántate y rompe la loza funeraria;


álzate erguido del ominoso abismo,
y enciende en ti mismo las divinas lumbres!

¡¡Hércules de tu destino, hermano INDIO,


seas por los siglos el Fénix Carindio!!

Indio Enelda
(Ernesto Navarro del Aguila)
Ayacucho, Nos. 28-29, 1959.
REALISMO NACIONALISTA

Es una especie poética de


defensa abierta del campesino,
que siendo heredero es
despojado de sus bienes.
VETE YA, SEÑOR
Porfirio Meneses Lazón.

En el nombre de la piedra
te hablo, señor,
Aquí muere tu soberbia.
La luna es nuestra, y su luz
es más hermosa
sobre nuestros sueños.

La nube es nuestra,
Nos enjuga las sienes
En la brega de los días.

Y el sol, el sol
- mariposa de tiempo y oro -
descubre el alma de las cosas
y nos siembra
de flecha y rumbos
el corazón.
Nuestra es la tierra.
Vete ya, señor.
CARAJO

Carajo es la voz del blanco insolente,


del patrón, terrateniente y gamonal.
Es el trueno que revienta en su garganta,
son los demonios peleando con el infierno.

Carajo es el rayo que mata al indio,


es la furia inclemente del terror,
relinchos de bestia salvaje
en las invernas de la brutalidad.

Carajo es el bastardo, el aborto en los andes,


del levita, del abusivo, del ladrón,
el aro matrimonial del perverso inmoral,
insignia de maldad, cruz del mal.

Odios e injusticias son sólo ellos,


lecho, concupicencia y engendro,
el castellano sensual, perverso y servil
para hacer del indio un infeliz.

Maldito el criollo, mestizo a la vez,


que vencido por las furias del placer,
sin escupirlos, respeto y amor,
ultraja al indio limpio de pudor.

Los andes, macizos cordilleranos,


trincheras para el blanco opresor
y el indio campesino gran agricultor
al perder sus tierras, perdió su libertad.

Nadie más desde entonces a él le dijo señor,


porque en la vida nadie vale nada
sin riquezas, influencias y poder no tiene,
más, sólo pobreza que es un dolor.

Por todo y para todos el blanco atrevido


inventó el carajo como arma de odio,
al indio lo bautizó con tal lisura
y desde entonces maldito es el carajo.

Maldito, mil veces maldito el carajo,


maldito el blanco que lo inventó,
Dios protege al indio que nació libre,
pero qué ironía, su destino lo arrinconó.

Juan M. Cravero Tirado.


POESIA HUMANISTA

De este momento para delante es César


Vallejo que hace sentir su gran influencia en
la poesía de Ayacucho. En esta etapa que
llamamos humanista penetra la reflexión
metafísica sobre el hombre y su destino.
CORREGIDOR PORTOCARRERO
Fortunato G. Medina Juscamaita,
El Caminante, Lima (¿85-86?)

Gracias Solís de Portocarrero de Huamanga Corregidor,


Condenado por infidencia al tormento
Colocada su cabeza en pica para escarmiento,
Fue ejecutado el 14 de setiembre de milseiscientos uno.

Al primer golpe del verdugo, no se destroncó,


antes, la víctima dijo: Jesús, eso se oyó
repitiéndose la misma escena por tres veces,
con gran sorpresa de sicarios y jueces.

Pero como no pudiera al tercer intento


librarle de tan desgarradora muerte,
aquel que multiplicó las uvas y las espigas.

Cayendo cercenada la cabeza al pavimento,


Ya al tercer golpe, antes de ponerse rígido e inerte,
Jesús dijo; y sacó la lengua para hacerle higas.
N’EST – CE PAS?
Osmás del Barco, Canto Adentro.

Cuando yo muera, señor,


esta gloria de vivir
y este hondo amor
¿también han de morir?

¿Por qué matarme, señor,


si, al morir
esta ansia de vivir
y este gran amor
y también tú, señor,
conmigo vais a morir?

Señor, te digo, que, en verdad,


tu larga y dolorosa eternidad
es sólo el instante de mi
inmortalidad!
A CESAR VALLEJO
César Guardia Mayorga, en el Camino.
Lima, 1978. Diálogo, pensamientos y
poemas.

El sueño venció a la vigilia


I te quedaste dormido par siempre
Con los ojos cerrados, muy cerrados,
I el recuerdo despierto, muy despierto.

Ya no hay queja ni protesta


En tu palabra,
I con tu palabra
Surge la queja y la protesta;
Ya no sientes nada, nada,
I contigo siguen sintiendo
Los cholos del Perú
I los camaradas de España.
“PASO DE CRISTO”
El viento azul con su ala fría
apaga la sed que en la frente arde;
y el último carbón que en el cansado día
se consume entre las fraguas de la tarde.
Hay un callar que grita estrangulado
por una mano sutil y misteriosa;
¿qué será?... una sombra portentosa
sobre su pedestal de siglo se divisa;
nace un manto de amor en cada cosa
y la flor de la igualdad en donde pisa.
Donde a la sombra alada del madero
en que fuera el “leader” crucificado,
muerden los hombres con su morder de acero
en un grito feroz, grito ahorcado.
Es Cristo, se dice en las edades,
es Cristo, repiten las montañas,
es Cristo ... Cristo .... y las verdades
como catarata feroz de tempestades
se repiten sin cesar por los espacios
desde el azul fastuoso de los palacios
hasta el rústico albor de las cabañas.
Camina, camina, lentamente;
con rebelde y firme pie hiere la tierra;
su bandera de combate lleva en al frente
como un semisol que no tendrá poniente
en el dédalo si fin de las mañanas.
La turba le sigue paso a paso
aullando su dolos por los senderos
como un sin fin de alados viajeros
que quemarán su dolor ya en el ocaso.
Y pasando, pasando, se perdía,
como fuego que al morir, aun más arde;
y hoy’... el último carbón del cansado día
se consume entre las fraguas de la tarde.

Efraín Morote Best.


HERMOSA DOLOROSA

Con tus ojos llorosos


y tu amplia capa negra,
huamanguina,
hermosa huamanguina,
sigues a tu apaleado hijo,
por las calles de Huamanga.
A tu hijo largamente
Masacrado,
Torturado,
Desangrado,
A tu pobre hijo
que muere
en cada hijo que amanece muerto
en las frías montañas
y las cañadas oscuras
POR SALVAR
A los hombres puros
de las aguas putrefactas.
Dolorosa, hermosa dolorosa,
sigues de lejos a ese tu pobre sediento
- juntamente con Juan
EL APALIDADO
y Silverio el Miedoso –
por las calles empedradas de Huamanga,
acompaña
de esa tu gran patria de
Reprobos, huérfanos, colos
Dementes, desertores, mendigos,
Abandonados, ladrones y expatriados.
Sigues a tu hijo: Chinmana Chinmana.
chin chin chin,.
Chinmana Chninmana
Chin Chin Chin -
Con tu corazón argentado
Atravesado por siete espadas / de injusticias.
Amen.

Hermógenes Janampa Vallejo.


REALISMO CRITICO

La apertura de la UNSCH y los profundos


movimientos sociales de Latinoamérica y,
en particular, del Perú abrieron nuevos
cauces en la creación poética de los
estudiantes de Educación. Un grupo fundó
el Círculo Literario “Javier Heraud” cuyo
espíritu trascendió a más jóvenes y por
más de dos décadas.
EL GRITO EN LA PUERTA
Héctor García Blasquez

Oid, cargueros del tiempo,


oid el grito de la aurora
tras el cristal de la puerta.

¡Sed guerreros!
Luchad sin tregua por la alegría
y en la paz, pues,
la felicidad es primero.

La esperanza por este lado


de luz y alba
no sólo sea esperanza
Morid.

No importa morir
si el amor llama
a matar el engaño,
a sepultar las yerbas
carnívoras de la tierra.
¡TAMBOR!
Teodoro Olarte, Cincel, 1988.

¡Tambor ... tambor ... tambor!


Corazón palpitante
Es bramido de ternero
En las fiestas de San Juan.

¡Tambor de marinera, tambor...!


es tronar de otros en la pradera.
¡No hay primera son segunda
que no encabriten manos de tamborilero!

¡Tambor de guerra, tambor...!


¡Es juventud brava, motor adelante!
¡Torbellino de banderas tremolantes
enarbolando celajes de arrebol!

¡Tambor... tambor... tambor...!


¡Tambor mío de mis adentros
que me hace vibrar para cantar
nuevas auroras bronceadas de tambor...!
PASIONARIA
Artidoro Velapatiño
A Tiempo Completo, 1972

Y era hija,
Hija de mineros,
Nieta de minero
Y era su voz
Su puño,
Mas una mina
Próxima a estallar.
YO PECADOR

Yo, grandísimo pecador


holgazán nocturno
profesor circunstancial
bohemio de casualidad
hipersensible de mal genio
adorable – pobrecito – compasivo
cadavérico ardiente
aventurero sin centavos
resentido implacable
mefistófeles sin rabo ni cuernos
buen – mal – cristiano
mal escribiendo para sapiens
expresidiario de causas nobles
ciudadano masacrado
enemigo acérrimo de legalistas
orgulloso de poco calibre
llorón de primera línea
Jesús sin Cristo ni San José
Pero de Santa María
Galileo casi ciego ---

Me confieso
en el nombre del semen
del óvulo
y de la santa unión
Amén.

Marcial Molina Richter.


Confesiones y Diálogos o
la Búsqueda, 1983.
HUELLAS DE LA VIOLENCIA

Una época crítica, totalmente golpeada por al


violencia, tenía que dejar sus huellas en sus
expresadores. Unos, escribiendo poemas y
otros, componiendo canciones dejan
testimonios de la desesperación y el dolor
humano. La ciudad y el campo están retratados
en su trágica nota.
V

He visto el alba
alzarse,
como una espada de luces,
y llegar
la noche
combada de balas,
sangre y pólvora.

He visto,
palidecer los luceros
y enlutarse
los trigales,
agonizar los puquiales
por tanta muerte,
por tanto martirio.

Y he visto a Huamanga
crucificada
entre los vientos,
penitente
entre los rosales,
herida
entre las sangre,
y lloro por ella,
por su mensaje
a medio decir,
por sus enlutadas banderas,
por el dolor
en que la sumieron.

Federico Larrea Blanes,


PRESENCIA, 1985
CAPULLO ENSANGRENTADO

Sobre una extensa ladera


retorcida en su cadera
con pies desnudos,
trenzas hecho nudos,
hallábase sin vida
una madre campesina.

Cuál será su destino


que se muere en el camino.

Sostenido por una manta


un niño llora y amamanta
la última gota
de senos que se agota.
Con rocío en los ojos
mira los últimos despojos
de la autora de sus días.

Cuál sería su destino


que se muere en el camino.

Alrededor ni alma
todo está en calma.
Se asoman las orejas
negras de la noche,
sólo palpita el cuerpecito
del menudo iniecito.

Cuál sería su destino


que s muere en el camino.

Al otro día,
viene por la vía
una riada de soldados
como negros dados.
Uno, adelantándose el paso,
urga con el sable
para que hable,
mas el niños, delicado capullo,
sonríe con orgullo
sin saber lo que sucede.

Cuál sería su destino


que se muere en el camino.

El tiempo avanza
y en macabra danza
los desalmados
con dientes y manos armados
deciden ultimar dejando el capullo
ensangrentado.

Cuál sería su destino


que se muere en el camino.

Serafina Medina Juscamaita.


PONCHITO

Pum... prum...
¿Será al lluvia?
¿Será el viento?
Ponchito no te vuelvas pequeñito
Necesitaré que me abrigues mucho.

Prum... prum...
No es la lluvia,
No es el viento.
Ponchito...
Ponchito...
Mira allá abajo.

Vienen sobre los carros grandes


Esos hombres que se llevaron a papá.

Ponchito no te vuelvas pequeñito,


Ponchito crece conmigo.

Necesitaré que me abrigues,


Ponchito, ponchito

Ponchitoo ooooo...
No te vuelvas pequeñito.

Alida Castaña Guerra.


POEMA 14

Mi casa había gritado


que no fuercen su maternidad de niña
como si acaso Isidora no vestía mañanas
ella fue quien bordaba sueños con ternura y
mírenla cuarteada en el umbral
no arranquen de raíz mi alcoba
mi casa había gritado
y las cenizas invadieron a los párpados
padre que no volvió por salir cantando
ay verlo en los muros
envejecer sin yantar consuelo
Pobre Juan y su nacer ilusorio en el pan
triste su sangre sin olvidar el disparo
en las tapias que el sol amarilla A MAMA NO:
ay del juego donde olvidamos a los muertos
Salomé nos contaba sus jamases de maravilla
Su baile coronado de nata al tirano
Y el pedido que cortó el rumbo solar
Desorbitados los candiles invadió la noche
Y la desolación bailó con las bayonetas
Aplastando silenciosamente nuestra ronda
Y mi hogar Havre sus brazos en el grito:
Augurando la fraterna redención humana.

Daniel Quispe Torrres.


POR QUQ HUAMANGA
Abilio Soto Yupanqui

Por qué pues Huamanga


lloras de ese modo,
por qué Ayacucho
estás que sangras;
observar con claridad
había sido tu delito,
desatar tu boca,
tu gran pecado.

A mi querido pueblo
dice inunda la sangre,
a mi querida casa
cubre la humareda,
pueda que ya no encuentre
a mi madre adorada;
pueda que ya no halle
a mis queridos hermanos.

En los recodos de mi camino


dice cantan los búhos,
en los cerros que escalaba
dice lloran agoreras aves,
¿Huamanga terminaría??
¡No podrá terminar!
¿Mi pueblo se extinguiría?
¡Eso nunca podrá ser!

Todos nuestros llantos


y los sufrimientos
se están haciendo mares,
se volverán huaycos,
se están haciendo lagos
y surcarán los ríos.

1992
FLOR DE RTAMA

Salgan todos a ver,


¡Ay! Vamos a ver.
En la plazuela de Huanta,
Amarillito, flor e retama
Amarillito amarillando,
Flor de retama.

Por Cinco Esquinas están,


Los sinchis entrando están,
Van a matar campesinos,
Van a matar estudiantes,
Hunatinos de corazón,
Amarillito amarillando
Flor de retama.

Donde la sangre del pueblo.


Ahí se derrama,
Allí mismo florece,
Amarillito, flor de retama,
Amarillito, amarillando,
Flor de retama.

FUGA
La sangre del pueblo tiene
Rico perfume,
Huele a jazmines, geranios,
Violetas y margaritas:,
¡Carajo!,
¡A pólvora y dinamita!

Ricardo Dolorier.
PRESENCIA DE LA NATURALEZA

La naturaleza, personaje de la poesía desde


nuestra antigüedad, no dejaría de estar presente
en nuestra época. Sin embargo es poco.
Volviendo a la naturaleza, la poesía de Ayacucho,
se tomará poesía ayacuchana.
MOLLE

Genio y figura del hombre serrano.


En las buenas y en las malas, siempre de pie,
verde,
frondoso.

Allí donde el fuego solar arrasó con todo,


allí está el molle,
enhiesto,
flameando sus hojas
como banderas verdes del triunfo.

¿De dónde sacas esa energía,


esa sangre verde y pura,
esos frutos escarlata?

¡Ay!, molle, molle,


duro, fuerte, cetrino,
oasis de nuestros desiertos,
abrevadero de las palomas,
licor alegre de nuestras fiestas.

Baltazar Azpur Palomuno.


Canto a la Naturaleza, 1992.
LUCIA

Lucía era la tierra,


Lucía era la lluvia,
Lucía era la tierra,
Lucía era la lluvia.
De su pecho exprimía
la savia que da la vida,
dentro de su vientre guardaba
eterno germen del hombre.

Lucía era la fuente,


Lucía la pagarina.
De sus manos manaban
milagros de la existencia;
de sus ojos caían
los rocíos de su llanto.
Sus pupilas arrojaban
Brillantes gotas de sangre.

Con sus dedos amorosos,


arañaba la pobreza;
con sus manos muy callosas
arrancaba las raíces,
cocinando con leña,
de los molles y huarangos.
El amicito poquito
repartía a sus niños;
la papita y un suspiro
entregaba al futuro.

FUGA
Una mujer alfarera
forjada de la misma tierra,
de su cántaro de barro
servía chicha de jora
cernida en llagas vivas
de las heridas del pueblo.
¡HO HALCON, OH CERNICALO!

Oh, halcón, oh cernícalo,


transpórtame sobre tus alas.
Transportándome sobre tus alas
ponme sobre algún camino.

Desde allí me iré,


sea al norte os ea al sur,
bramando como un río
o girando cual remolino.

Anónimo.
GENTE NUEVA

Neorealistas, surrealistas e iconoclastas son


los nuevos poetas de Ayacucho. Existe la
intención de cambiar la poesía de Ayacucho,
sacarla de su sentido social hacia lo
puramente poético. Mientras que unos se
mantienen en la expresión artística de la
realidad local y social. Los recientes
solamente quieren hacer poesía
¿QUÉ ES POESIA?

No, no es sólo este deseo de abarcarlo todo.


No es el brillo constelado de tus ojos
No es infinitud
No es paciencia y trabajo
(Aunque sí lo es)
No es humanidad
No es otra cosa distinta
poesía es intención
Perfección que se nutre de inperfección
Búsqueda inútil
Las más trascendentales puerilidad
Metamorfosis de la lógica
Idea maniatada por su excesiva
Libertad
Falta de idea
Ausencia que reclama un olvido
Presencia que asesina su recuerdo
Muerte fecunda
Sensatez surgida de la demencia
Demencia por exceso de razón
Razón que escapa a la razón
Razón sentida
Muerte vital
Adicción al deseo
Deseo que se aferra al imposible
Imposible derrocado
Muerte de lo imposible
Resurrección
Abstinencia de abstenerse
¿De qué?
De ti
Hombre
Tú y no lo que
Tú eres
Poesía eres tú
Libre ya de ti mismo.

Ricardo Rios Arias.


RICTUS

En el azul celeste de tu voz profunda


A la sombra de una flor de luna
Bajo el tono de un ruiseñor
Herido

Quise a la vida
Mandarla a la ... Mierda
A la belleza a la ... Descoyuntarla
Al hijo de Dios que ¡nuca! Llega
Patearle en los huevos

Fue un día como el de siempre:


Claro y oscuro
y y
Oscuro claro

Deshumanizados jirones e mundo


Bajo el pórtico
De nuestros corazones
Laten

Almas tiradas penando en los tendones


De sed al sol tumbadas en sus pellejos

Mordiendo sombras y perfiles


De un PAN imaginado
Ajeno
Equidistante

Tatuando a la mirada Esperanzas


Aderezan la piel en el asfalto

Solean soledades en multitud


Aires y cráneos en rictus total.

Ciro Quitanilla
RECORDANDO A WHITMAN

Natural de sencilla poesía a la orilla o en el corazón del río que cana


a la vida y a la muerte.
Algunos te deshojaron y lanzaban tus pétalos mientras iban por las
avenidas pensando otras cosas.
El campesino ni te miró; mirabas tú a través de él y hablabas por sus
manos.
¿ME escuchan?

He nacido en las alturas, reflejada en el agua tierna, cerca de los


cóndores jóvenes y la frescura de hiervas y piedras, y ahora vengo
con e aire más puro por quebradas, por llanuras y no dejo e venir.

Bella dama bien ataviada o desnuda, lista para brindar el bálsamo


que cura toda herida.
Huye a las mudanzas del intelecto y a sus sendas complicadas, que
por decirlo todo no dicen nada.
Huyen a la cárcel de la monotonía de voces rebuscadas,
altisonanates, altitronantes y extraños a lo indicible.

¿Me escuchan?
Amo el campo, su vigor y cordialidad formidables.
El secreto del contento lejos de la robótica y la mercadotecnia.
Y lejos del detenimiento invisible de los hombres
Cuya cáscara tiene por dentro otra cáscara y dentro de esta otra
cáscara
y así indefinidamente.
La vida futura, plena y vida, si es que existe está en el campo.

Poesía no de circunstancia y, por eso, palpitante siempre.


Tantas palabras se escribieron a su sombra y a todas barrió el tiempo
implacable.
Porque POESIA es la que persiste a través de las circunstancias y
cobra vid y habla a través de las circunstancias y cobra vida y habla
a través de nuevos labios.
¿no habésis visto a los viejos libros de poesía despertar cantando con
torrentes de agua viva?
El sentido de lo nuevo que duerme en toda cosa antigua, su secreto
inmarcesible.
Y corazón nuevo, nueva poesía siempre.

¿Me escuchan?
Por eso, vivid con las ventanas abierta y la sed continua, en el
corazón del río,
En el alma del viento y del tiempo.
Poetas del lirio y de la pena
Poetas de la rosa y del incendio
Poetas del agua, los suelos y del amor.

Urbano Muñoz, Tiempo de Sombras.


PISANDO EL VACIO

¡Detente! Me dijo tu voz


sé que he dado el paso al vacío
y mi vida esta contada
más cuando siento el viento
¡Oh raza humana nacida para volar
por que el menor soplo del viento
te hace caer!
Balanceas mi camino incamino
mis pasos no dados
y con el eco de la incertidumbre
avanzo en este viaje sin fin
buscando a mi propio ser
¡Algo en mi debe morir!
convertirme en nada
entonces ni tu fuerza insondable
sentirá mi alma
y avanzaré con la fuerza misma
del espíritu
en este camino hecho de vacío
que va inconmovible
tras las huellas de lo imposible.

Chacmool, 1998
PIRAÑA

Me sorprendió dios
Asaltando el cielo
Sujetaba mi aliento
Bolsa y terokal

Ah...
Y él riéndose ahí
Achicándose desde su cruz
... ¡Carajo!
Y escupió

Yes!
Carajo
Y de un puntapié
El tombo me levantó
Y todos los ángeles que soplaan
Fugaron su rostro en vuelos

Dejé de soñar
Y
El no estaba ya.

Cayo Santos
BENEDICTA
Te propongo destruir
todo lo creado
sin tribulaciones
ni arrepentimientos
par luego construir
un Paraíso más puro
sin Purgatorio
ni Infierno
doned tú seas
mi amante Lillith
y yo
tu celestial poema.

José Wilfredo del


Pozo Alarcón.
JODER

Quisiera joder,
joder como un bárbaro,
joder sin compasión,
sin lástima ni dolor,
mancillar tu piel impoluta,
manchar tu blancura
en el negro de mi alma.
Joder sin medida,
joder a voluntad,
como el criminal
que clava el puñal
ebrio de sensatez,
exultante de maldad.
Joder como un demente,
joder sin apuros,
despacio, sutilmente,
abrir una herida mortal
bajo el cielo estrellado
y mirarte a los ojos
con ternura.
Quisiera joder,
De madrugada,
Al atardecer,
Por las noches.
Joder por amor
al arte supremo
de violar
cuerpos y almas
por pasión,
por vocación.

Paul Quintanilla,
Relatos y Poemas de un
Cronopio, 1999.

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