La interdicción es la privación de la capacidad negocial en razón de un
estado habitual de defecto intelectual grave o de condena penal. A consecuencia de ella, el entredicho queda sometido en forma continua a una incapacidad negocial general, plena y uniforme. Dicho sea de paso, tal incapacidad es más extensa que la de los niños y adolescentes, ya que las excepciones legales a la regla de la incapacidad negocial, plena, general y uniforme de los mismos, en principio, no son aplicables a los entredichos. En el caso de los menores varía según si el menor de edad está o no emancipado. Los menores de edad no emancipados están sometidos en un principio a una incapacidad general, plena y uniforme; general, en el sentido que se extiende a todos los negocios jurídicos, plena porque solo puede ser subsanada mediante representación y uniforme porque afecta a todos por igual, con la excepción de algunas disposiciones que establecen excepciones y autorizan al menor a realizar ciertos actos jurídicos. Los menores no emancipados están sometidos al régimen de la Patria Potestad y los menores de edad emancipados están sometidos a la curatela, el cual es un régimen de asistencia y autorización. En el caso de los entredichos se basa en que tiene más extensión en cuanto a normas que regulan su conducta mediante sanciones de acuerdo al delito. La interdicción puede ser de dos clases, judicial o legal. La judicial es la interdicción resultante de un defecto intelectual habitual grave, su nombre deriva de que es necesaria la intervención del Juez para pronunciarla, ésta determina una incapacidad de protección; la legal, por su parte es la interdicción resultante de una condena a presidio, su nombre deriva de que, impuesta la condena, sin necesidad de ningún otro requisito, el reo queda entredicho en virtud de ley. Determina una incapacidad de defensa social.
Ahora bien, cabe destacar que la interdicción judicial presupone un defecto
intelectual de cierta gravedad y continuidad. En nuestro Derecho, en concreto, presupone: la existencia de un defecto intelectual, entendiéndose así como no sólo el que afecte a las facultades cognoscitivas, sino también el que afecta a las facultativas volitivas, de modo que sería más preciso emplear expresiones como “psíquico” o “mental”, en vez de “intelectual”. Los defectos físicos no cuentan aquí sino en la medida en que afecten a las facultades mentales. debe entenderse no sólo el que afecte a las facultades cognoscitivas, sino también el que afecta a las facultativas volitivas, de modo que sería más preciso emplear expresiones como “psíquico” o “mental”, en vez de “intelectual”. Los defectos físicos no cuentan aquí sino en la medida en que afecten a las facultades mentales; que el defecto sea grave, hasta el punto de impedir que el sujeto provea a sus intereses, y que el defecto sea habitual. No bastan accesos pasajeros o excepcionales, pero tampoco se requiere que el defecto se manifieste en forma continua, pues la propia ley prevé la interdicción de personas que “tengan intervalos lucidos”. Tampoco es necesario que el defecto sea incurable, pues si así fuera sería absurdo que la ley señalara como obligación principal del tutor del entredicho, la de cuidar de que éste adquiera o recobre su capacidad. Cabe agregar que de acuerdo con el código civil, podrían ser declarados entredichos o sometidos a interdicción, siempre que existiera causa para ello los mayores en edad; los menores emancipados, y los menores no emancipados, siempre que se encontraran en el último año de su menor de edad. En éste caso la interdicción no surte efecto sino cuando la persona alcanza la mayoridad. Su utilidad consiste en asegurar la continuidad de la protección del sujeto que así pasa automáticamente de la patria potestad o tutela de menores de edad a la tutela de entredichos. Si para someterlo a interdicción hubiera habido de esperarse a que cumpliera los 18 años, el sujeto carecería de toda protección entre su décimo octavo aniversario y el momento posterior en que, previo el cumplimiento de los extremos exigidos por la ley (lo que lleva tiempo), fuera decretada su interdicción provisional. La L.O.P.N.A. no cambia la situación de los mayores de edad porque no regula a estos, ni respecto de los emancipados ya que no regula la emancipación (LOPNA, art. 684), ni respecto de los menores no emancipados porque no lo dispone así y la razón de ser de la norma subsiste. En el código civil venezolano, en el artículo 395, señala las personas que pueden promover la interdicción son el cónyuge y cualquier pariente. En el primero se hace evidente que esa facultad no subsiste después del divorcio, ya que, civilmente, él cónyuge divorciado ya no es cónyuge. Sin embargo, el excónyuge puede solicitar la interdicción en representación del hijo común (quien tiene cualidad a título de pariente). De la misma manera, se señala a cualquier pariente, ya que nada impide al pariente promover la interdicción aunque no lo haya hecho un pariente más cercano. La facultad no se concede jerárquica o gradualmente, sino concurrentemente a todos los parientes.
La ley, por su parte, no fija límites al grado de parentesco necesario; pero
como otras disposiciones legales atribuyen efectos jurídicos a la consanguinidad hasta el 6° de grado y a la afinidad hasta el 2°, debe admitirse que, por lo menos, hasta esos grados debe considerarse a la persona como pariente y, por ende, facultada para pedir la interdicción. Otra condición de la legitimación activa de la interdicción judicial es el síndico procurador municipal, ya que lo que se justifica por el interés colectivo que existen en la materia. Cualquier persona que tenga interés, como por ejemplo, un socio. Además, el Juez puede proceder de oficio. Se discute si la misma persona que padece el defecto intelectual puede promover su interdicción (p. Ej.: en un intervalo lúcido). Para negarlo se arguye que dicha persona no figura en la enumeración del artículo 395 del Código Civil. Se replica que dicha persona cabe dentro de la categoría “cualquier persona a quien interese”; pero lo cierto es que si el legislador hubiera querido reconocerle esta facultad, la hubiera mencionado separadamente como ocurre cuando señala las personas que pueden solicitar la revocación de la interdicción (C.C. art. 407). En todo caso, si el propio interesado pide su interdicción, el Juez, en vista de ello, puede proceder de oficio.
En segundo lugar, se encuentra la interdicción legal, estableciendo que
queda sometida a la misma toda persona condenada a presidio, durante el tiempo de éste. Ésta es una pena accesoria que sigue necesariamente a la de presidio, y que no puede imponerse separadamente de éste. Finalmente, se encuentran los efectos de la interdicción los cuales producen sus efectos propios desde el día del decreto de la interdicción provisional bajo el artículo 403 del Código Civil de Venezuela. Los principales de esos efectos son:
1º El entredicho pierde el gobierno de su persona.
2º El entredicho queda afectado de una incapacidad negocial plena, general y
uniforme, desde el momento de la interdicción provisional siempre que la sentencia definitiva decrete la interdicción, porque si la sentencia definitiva no decreta la interdicción definitiva, los actos realizados por quien esté sometido a interdicción provisional son válidos.
Es importante señalar, que el sólo hecho de que se promueva la interdicción de
una persona produce efectos jurídicos. En efecto, promovida la interdicción procede suspender la celebración del matrimonio hasta que la autoridad judicial haya decidido definitivamente (C.C. art. 48, ap. único), y la regla general de que los actos de una persona no pueden impugnarse después de su muerte alegando defecto de sus facultades intelectuales, admite una excepción cuando la interdicción de la persona de cuyo acto se trata se hubiere promovido antes de su muerte (C.C. art. 406) a menos que se hubiese desistido de la misma o ésta hubiere sido declarada sin lugar.
3° EI entredicho queda sometido a tutela.
Para finalizar, La Interdicción judicial es una totalidad formada por diversos
elementos que tienen funciones para su cumplimiento. Cada cultivo es un todo, un conjunto coherente, organizado e integrado. Temas como estés se interpretan en una nueva enseñanza en el cual se adquiere día a día de nuestras vidas es decir que lo principios es la experiencia que hace el conocimiento humano.