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Este artículo trata sobre la extinción en términos biológicos y ecológicos.

Para
otros usos de este término, véase Extinción (desambiguación).
Para la extinción de una lengua, véase Lengua muerta.
Parte de la serie de
Evolución biológica
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Categoría
En biología y ecología, extinción es la desaparición de todos los miembros de una
especie o un grupo de taxones. Se considera extinta a una especie a partir del
instante en que muere el último individuo de esta. Debido a que su área
biogeográfica potencial puede ser muy grande, determinar ese momento puede ser
dificultoso, por lo que usualmente se hace en retrospectiva. Estas dificultades
pueden conducir a fenómenos como el taxón lázaro, en el que una especie que se
presumía extinta reaparece abruptamente tras un período de aparente ausencia. En el
caso de especies que se reproducen sexualmente, la extinción es generalmente
inevitable cuando sólo queda un individuo de la especie, o únicamente individuos
del mismo sexo.

A través de la evolución biológica, nuevas especies surgen a través de la


especiación, así como también otras especies se extinguen cuando ya no son capaces
de sobrevivir en condiciones cambiantes o frente a otros competidores. Normalmente,
una especie se extingue dentro de los primeros diez millones de años posteriores a
su primera aparición,1 aunque algunas especies, denominadas fósiles vivientes,
sobreviven prácticamente sin cambios durante cientos de millones de años. La
extinción es histórica y usualmente un fenómeno natural. Se estima que cerca de un
99,9 % de todas las especies que alguna vez existieron están actualmente extintas.2
3

Antes de la dispersión de los humanos a través del planeta, la extinción


generalmente ocurría en continuo bajo índice, y las extinciones masivas eran
eventos relativamente raros. Pero aproximadamente 100 000 años atrás, y en
coincidencia con el aumento de la población y la distribución geográfica de los
humanos, las extinciones se han incrementado a niveles no vistos antes desde la
extinción masiva del Cretácico-Terciario.4 A esto se le conoce como la extinción
masiva del Holoceno, y se estima que para el año 2100 la cantidad de especies
extintas podría alcanzar altas costas, incluso la mitad de todas las especies que
existen actualmente.567

Índice
1 Definición
2 Tipos de extinciones
2.1 Terminal
2.1.1 Extinción masiva
2.1.2 Extinción de fondo
2.2 Filética o pseudoextinción
3 Causas
3.1 Fenómenos demográficos y genéticos
3.2 Contaminación genética
3.3 Degradación del hábitat
3.4 Predación, competición y enfermedades
3.5 Coextinción
3.6 Calentamiento global
4 El ser humano en la extinción
4.1 La posible sexta extinción masiva
4.2 Extinciones planificadas
4.3 La lucha contra la extinción
4.4 Algunas especies o subespecies extintas desde 1900
5 Véase también
6 Bibliografía
7 Referencias
8 Enlaces externos
Definición

La categoría “Extinto” en la versión 3.1 de 2008 de la Lista Roja de la UICN.

Tronco del extinto Lepidodendron (Carbonífero).

Cráneo de Palaeoloxodon namadicus, una especie extinta de elefantes.


Una especie se extingue cuando su último ejemplar muere. Por lo tanto, la extinción
se convierte en una certeza cuando no hay ningún integrante capaz de reproducirse y
dar lugar a una nueva generación. También una especie se puede volver extinta
funcionalmente cuando solo sobrevive una reducidísima cantidad de miembros, que son
incapaces de reproducirse debido a problemas de salud, edad, distancia geográfica
debido a un muy gran rango de distribución, por falta de individuos de ambos sexos
(en las especies que se reproducen sexualmente), u otras razones.

En ecología, el término extinción también se utiliza a menudo de manera informal


para referirse a una extinción local, en la que la especie deja de existir en un
área determinada, aunque sigue viviendo en otro lugar. Este fenómeno también es
conocido como extirpación. Las extinciones locales pueden preceder a un reemplazo
de la especie, desde ejemplares de otros lugares; la reintroducción del lobo es un
ejemplo de esto. Las especies que no se encuentran extintas se denominan
existentes, y las especies existentes que se encuentran bajo amenaza de extinguirse
se integran en categorías tales como especie amenazada, especie en peligro o
especie en peligro crítico.

Un aspecto importante de la extinción en la actualidad son los intentos del ser


humano de preservar a las especies que corren el peligro de extinguirse, lo que se
refleja en la creación del estado de conservación “extinto en estado silvestre”
(abreviado como EW). A las especies listadas bajo este estatus de la Lista Roja
elaborada por la UICN no se les conoce especímenes vivos en estado salvaje o
natural, y los únicos ejemplares existentes son mantenidos en zoológicos u otros
ambientes artificiales. Algunas de estas especies están extintas funcionalmente,
debido a que ya no forman parte de su hábitat natural y es poco probable que sean
reintegradas a la naturaleza.8 Algunas instituciones intentan mantener una
población viable para las especies que, si es posible, puedan reintroducirse a su
estado natural mediante programas de crianza cuidadosamente planificados.

La extinción de una especie puede provocar un efecto en cadena en su hábitat


natural, causando la extinción de otras especies del mismo. A esto también se le
denomina “cadenas de extinción”.910

En la actualidad, muchas organizaciones ambientalistas y gobiernos se preocupan por


la extinción de especies debido a la intervención humana y velan por su prevención.
Entre las causas artificiales de la extinción está la caza, la contaminación, la
destrucción de su hábitat, la introducción de nuevos depredadores, entre otras.

Tipos de extinciones
Se distinguen dos tipos de extinciones:11
Terminal
Artículo principal: Extinción terminal
Es aquella en que la especie desaparecida no deja ningún tipo de descendencia en
ningún lugar, ni con su mismo ADN ni otro evolucionado. En este grupo se ha
encuadrado durante mucho tiempo a los dinosaurios, pero ya desde los años ochenta
se apuntaba la idea de que dichos reptiles, o al menos una parte de los mismos,12
si pudo dejar descendencia en las aves. Las extinciones terminales a su vez se
dividen en dos:

Extinción masiva
Extinction intensity.svg
K-TTr-JP-TDevO-S
Intensidad de la extinción marina a través del tiempo. El gráfico azul muestra el
porcentaje aparente (no el número absoluto) de los géneros de animales marinos
extintos durante un determinado intervalo de tiempo. Se muestran las ultimas cinco
grandes extinciones masivas. (fuente e información de la imagen)
Artículo principal: Extinción masiva
Esta extinción, la más interesante para geólogos y paleontólogos,11 puede
desarrollarse de dos formas: terminando con el 10 % de las especies o más en menos
de un año y la que necesita hasta tres millones y medio de años, pero aniquila a
más de la mitad de las especies.

Extinción de fondo
Es la más común y consiste en la desaparición progresiva de una o varias especies a
lo largo de cientos o miles de años hasta no dejar ninguna descendencia. Suele ser
por cambios en el medio a los que la especie no se adapta, debido a factores como
su excesiva especialización, el caso de los grandes felinos como Smilodon puede ser
un ejemplo, o a la modificación de las condiciones ambientales, cuando es más
rápida que la capacidad de respuesta adaptativa de las especies. Durante mucho
tiempo se pensó que la de los dinosaurios era un caso,12 pero actualmente se apunta
más a un extinción brusca.11

Filética o pseudoextinción
Artículos principales: Pseudoextinción y Evolución filética.
Pueden o no existir descendientes de una especie extinta. La especie descendiente o
hija evoluciona desde la especie padre con la mayor parte de la información
genética de esta última, y aunque la especie ascendiente se extinga, su
descendiente sigue existiendo, es el caso de la denominada evolución filética o
anagénesis. A este hecho también se le llama pseudoextinción.

La demostración de una pseudoextinción es dificultosa, debido a que se requiere


evidencia de peso que relacione los miembros de una especie dada con una
preexistente. Por ejemplo, en algunas ocasiones se menciona que Hyracotherium,
antiguo animal que compartía un ancestro común con el caballo de hoy en día, está
pseudoextinto, debido a que hay varias especies existentes de Equus (el género del
caballo), incluyendo a la cebra y el burro. Sin embargo, debido a que las especies
fósiles no suelen dejar material genético, no es posible esclarecer si
Hyracotherium evolucionó en las especies modernas del caballo, o si simplemente lo
hizo desde un ancestro común con los caballos actuales. En consecuencia, la
pseudoextinción suele ser más fácil de demostrar para grupos taxonómicos grandes.

Para diferenciar la extinción terminal de la extinción filética (o pseudoextinción)


se requiere que ésta se encuentre claramente definida. Si finalmente se declara
extinta, la especie en cuestión deber ser claramente distinguida de cualquier otra
especie ancestro, descendiente o de otras especies relacionadas. La extinción de
una especie (o el reemplazo de ésta por una descendiente) juega un papel clave en
la teoría del equilibrio puntuado de Stephen Jay Gould y Niles Eldredge.13

Causas
La paloma migratoria, una de las cientos de especies de aves extintas, fue cazada
durante algunas décadas hasta que se extinguió.
Existen una variedad de causas que pueden contribuir directa o indirectamente a la
extinción de una especie o un grupo de especies.

Así como cada especie es única, lo es cada extinción. Las causas para cada una son
variadas —algunas sutiles y complejas, otras obvias y simples—
En Watching, from the Edge of Extinction14
En términos sencillos, cualquier especie que sea incapaz de sobrevivir o
reproducirse en su ambiente, y que tampoco pueda trasladarse a otro ambiente nuevo
donde sí sea capaz de realizar estas cosas, muere y se extingue. La extinción de
una especie puede suceder de improviso (por ejemplo, cuando la polución convierte a
un hábitat entero en inhabitable), o puede ocurrir gradualmente a través de incluso
cientos de millones de años, como puede pasar cuando la especie en cuestión
paulatinamente pierde la competición por el alimento frente a otras especies mejor
adaptadas.

La evaluación de la relativa importancia de los factores genéticos en comparación


con los ambientales como causa de extinción ha sido comparada con el debate de
innato o adquirido.3 La cuestión de si las extinciones en el registro fósil han
sido provocadas en su mayoría por catástrofes o por la evolución ha estado sujeta a
discusión; por ejemplo, Mark Newman, el autor de Modeling Extinction, presenta un
modelo matemático para las extinciones masivas entre las dos posiciones.1 Por el
contrario, la biología de la conservación usa el modelo de vórtice de extinción
para clasificar las extinciones por sus causas. Cuando se plantea la extinción
humana, estas causas se encuentran con los efectos del cambio climático o un
desastre tecnológico, lo que se muestra por ejemplo en el libro Nuestra Hora Final
(2003) de Martin Rees.

En la actualidad, grupos ambientalistas y algunos gobiernos se preocupan acerca de


las extinciones provocadas por la propia humanidad, e intentan combatirlas a través
de una variedad de programas de conservación.4 Los seres humanos pueden provocar la
extinción de una especie debido a la sobreexplotación de un ambiente,
contaminación, destrucción del hábitat, la introducción de nuevos predadores o
competidores, caza exagerada, entre otras razones. La edición de 2008 de la Lista
Roja elaborada por la UICN incluye a 717 taxones de animales15 y 87 de plantas16
bajo la categoría “extinto” (EX), todas extinciones sucedidas después del año 1500,
aunque puede que el número sea una subestimación significativa de la real cantidad
de extinciones.17

Fenómenos demográficos y genéticos


La genética de poblaciones y los fenómenos demográficos afectan a la evolución, y
en consecuencia el riesgo de extinción de una especie. Las especies con poblaciones
pequeñas suelen ser mucho más vulnerables a la extinción18 y a estos efectos.

La selección natural actúa propagando los rasgos genéticos beneficiosos para una
especie y eliminando los deficientes. Sin embargo, una mutación deletérea puede
propagarse a toda una población mediante el efecto de la deriva genética.

Un acervo genético diverso entrega a una población una posibilidad más alta de
sobrevivir a cambios adversos en su ambiente. En consecuencia, los efectos que
remarcan pérdida de la variabilidad genética pueden incrementar las posibilidades
de extinción de una especie. Los cuellos de botella pueden reducir dramáticamente
la diversidad genética limitando de manera importante el número de individuos en
condiciones de reproducirse y haciendo de la endogamia un suceso más frecuente. El
efecto fundador puede causar una rápida especiación individual, y es uno de los
ejemplos de un cuello de botella.
Contaminación genética
Artículo principal: Contaminación genética
Las especies que se han desarrollado histórica y naturalmente en una región
específica pueden estar amenazadas en gran medida debido al proceso de la
contaminación genética (por ejemplo, la homogeneización o el reemplazo de los
genotipos locales provocada por una introgresión) que podría ocasionar la
introducción de animales o plantas con una ventaja numérica o de aptitudes.19 En
este caso, especies no nativas pueden dar lugar a la extinción de animales o
plantas nativas debido a su introducción deliberada o a la destrucción de su
hábitat, poniendo en contacto a especies que se encontraban anteriormente aisladas.
Este fenómeno puede ser especialmente perjudicial para especies raras que entren en
contacto con otras más abundantes, causando que se crucen y modificando su reserva
genética creando híbridos y conduciendo a la especie nativa original a una
extinción completa.

Extinciones como estas no siempre son evidentes a partir de solo observaciones


morfológicas (es decir, por la apariencia externa). Un cierto grado de flujo
genético puede ser normal y un proceso evolutivo constructivo, debido a que es
imposible preservar todas las constelaciones de genotipos y genes. Sin embargo, la
hibridación con o sin introgresión puede ser una amenaza a la existencia de
especies raras.20

La generalización de la contaminación genética también lleva a un debilitamiento


del desarrollo natural del acervo genético específico de la región, causando
animales y plantas híbridos más débiles e incapaces de vivir en entornos naturales
cambiantes en el largo plazo, llevándolas finalmente a la extinción.

El acervo genético de una especie o una población es el grupo completo de los


alelos únicos que se encuentran al inspeccionar el material genético de cada
miembro vivo de la especie o la población. Un gran acervo genético indica una alta
diversidad genética, que se asocia con poblaciones robustas que pueden sobrevivir a
intensivos episodios de selección. Por el contrario, una baja diversidad genética
(véase endogamia y cuello de botella) puede provocar la reducción de las aptitudes
biológicas e incrementar la posibilidad de extinción entre una población reducida
de individuos de una especie pura y gaseosa.

Degradación del hábitat


Artículo principal: Destrucción de hábitat
La degradación del hábitat de una especie puede alterar el paisaje adaptativo hasta
el punto que esa especie ya no está en condiciones de sobrevivir y se extinga. Esto
puede suceder por efectos directos (como que el entorno se vuelva tóxico) o
indirectos (limitando la capacidad de la especie de competir contra nuevos
competidores o por disminuida cantidad de recursos).

La degradación del hábitat por toxicidad puede matar a una o varias especies
rápidamente, a través de la contaminación o provocándoles esterilidad. Esto también
puede suceder en períodos de tiempo más largos con un nivel bajo de toxicidad
continua, afectando su expectativa de vida, su capacidad reproductiva o su
competitividad.

Por otro lado, la degradación del hábitat también puede tomar forma con la
destrucción física de este. La amplia destrucción de la pluvisilva y su reemplazo
con terrenos de pastoreo es ampliamente citada como un ejemplo de esto;521 la
eliminación de densas selvas también destruye la infraestructura de la que muchas
especies dependen para sobrevivir. Por ejemplo, un helecho que dependa de una
sombra densa para su protección de la luz solar directa no puede sobrevivir sin los
árboles que le provean esa sombra. Otro ejemplo es la destrucción de los fondos
oceánicos provocada por la pesca de arrastre.2223
La disminución de los recursos o la introducción de nuevas especies competidoras
también puede suelen acompañar a la degradación del hábitat. El calentamiento
global también ha permitido que algunas especies expandan su rango de distribución,
provocando competiciones con otras especies que ocupaban previamente esas áreas. En
algunas ocasiones estos nuevos competidores son predadores y afectan directamente a
las especies como presas, mientras que otras veces toman ventaja en la obtención de
recursos frente a especies más vulnerables. Estos recursos vitales incluyen el agua
y el alimento, y suelen estar limitados debido a la misma degradación del hábitat.
Todo esto puede finalmente conducir a la extinción en estado natural o completa de
estas especies.

Predación, competición y enfermedades

El sapo dorado fue visto por última vez el 15 de mayo de 1989. Desde 1980 se
registra un creciente declive en las poblaciones de anfibios en todo el mundo.
Los seres humanos han trasladado animales y plantas desde un lugar del mundo a otro
durante cientos de años, algunas veces de manera deliberada (por ejemplo, el ganado
llevado a varias islas por los marineros como fuente de alimento) y otras de manera
accidental (por ejemplo, las ratas que se escapaban de los barcos). En la mayoría
de los casos, estas introducciones no son exitosas, pero cuando se establecen como
especies invasoras, las consecuencias pueden ser catastróficas. Las especies
invasoras pueden afectar a las endémicas, por ejemplo depredándolas, compitiendo
con ellas, destruyendo o degradando indirectamente su hábitat, o introduciendo
patógenos o parásitos capaces de enfermarlas o matarlas. Las mismas poblaciones
humanas pueden actuar como predadores invasivos. De acuerdo con la “hipótesis de
caza excesiva”, la rápida extinción de la megafauna en áreas como Nueva Zelanda,
Australia, Madagascar o Hawái es resultado de la repentina llegada del ser humano a
esos ambientes, con animales que nunca antes habían entrado en contacto con los
primeros y que estaban completamente inadaptados para sus técnicas de predación.24
25

Coextinción
Artículo principal: Coextinción
La coextinción se refiere a la pérdida de una especie debido a la extinción de
otra.2627 Un ejemplo sería la desaparición de una especie de parásito en caso de la
extinción de su anfitrión. La coextinción también puede ocurrir cuando una especie
pierde sus polinizadores, o a los predadores de una cadena trófica en caso de la
desaparición de sus presas.27

Calentamiento global
Artículo principal: Calentamiento global
Existe una discusión respecto a como afecta el calentamiento global a largo plazo
sobre la desaparición de distintas especies. Algunos estudios muestran que podría
conducir a la extinción de incluso una cuarta parte de todos los animales y plantas
al año 2050.282930

Se ha dicho que el Hemibelideus lemuroides, que sólo se encuentra en las montañas


del norte de Queensland, en Australia, sería el primer mamífero extinto debido al
calentamiento global.3132 La especie no ha sido vista en tres años33 y una
expedición realizada a principios de 2009 fracasó en encontrar algún ejemplar.34

El ser humano en la extinción

El dodo es un ejemplo citado a menudo de extinción moderna.35


Cuando la extinción fue descrita en una conferencia realizada por Georges Cuvier en
1796, la idea parecía amenazante a quienes creían en la cadena de los seres o scala
naturae, una noción que establecía la conexión de los seres vivos con Dios y que no
permitía la desaparición de ningún «eslabón» en esta conexión.36 En consecuencia,
la idea no fue ampliamente aceptada antes del siglo XIX.3738
Esto también se sustentaba debido a que en ese entonces, todavía el mundo no estaba
completamente explorado y cartografiado, por lo que los científicos no podían
descartar que las especies que se encontraban en el registro fósil estuvieran
«escondidas» en partes inexploradas del planeta.39 Posteriormente, con la irrupción
de las teorías de la evolución, a la extinción no se la consideraba problemática
porque únicamente terminaba con los animales mal adaptados, así se llegó a
calificar al dodo. Sería en el siglo XX cuando la extinción comenzó a considerarse
un problema para todo el medio ambiente, incluido el ser humano, al fomentar la
proliferación de plagas, reducir la variedad genética y perder organismos de un
gran valor intrínseco por sus cualidades o comportamientos.

La posible sexta extinción masiva


Artículo principal: Extinción masiva del Holoceno
De acuerdo a una encuesta realizada en 1998 a cuatrocientos biólogos por el Museo
Americano de Historia Natural, siete de cada diez creía que se encontraba en las
primeras etapas de una extinción masiva provocada por los seres humanos,40 conocida
como la extinción masiva del Holoceno.

En la misma encuesta, un 70 % creía que dentro de los próximos treinta años (es
decir, cerca del 2028) la quinta parte de todas las especies se extinguiría.40 El
biólogo E.O. Wilson estimó en 2002 que, de continuar la actual tasa de destrucción
humana de la biosfera, la mitad de todas las especies que viven en el planeta se
extinguirán en cien años.541

Sin embargo, el hecho de que este evento sea algo actual impide ver el problema con
la debida perspectiva histórica, por lo que hay disparidad de opiniones al
respecto.

Extinciones planificadas
Los seres humanos han trabajado agresivamente por la extinción de muchas especies
de virus y bacterias con el objeto de erradicar distintas enfermedades. Por
ejemplo, el virus de la viruela está esencialmente extinto en estado silvestre,42
mientras que el que provoca el polio está confinado a pequeños lugares alrededor
del mundo como resultado de los esfuerzos para curar la enfermedad que produce.

La bióloga Olivia Judson, entre otros científicos, han abogado por la extinción
deliberada de algunas especies específicas, como los mosquitos Anopheles (que
transmiten la malaria) y Aedes (que transmiten el dengue, la fiebre amarilla, la
elefantiasis, entre otras enfermedades), argumentando que su erradicación podría
salvar al menos a un millón de personas.43 Para concretarlo, plantea la
introducción de un elemento genético capaz de introducirse a sí mismo en otro gen
crucial, creando un gen knockout recesivo. La consecuente reducción de la
diversidad genética de la familia Culicidae alcanzaría un 1 %.43

La lucha contra la extinción


Algunas tecnologías que provocan un mínimo o ningún efecto nocivo probado al Homo
sapiens pueden ser devastadores para la vida silvestre (por ejemplo, el DDT).4445
Algunos gobiernos ven en ocasiones a la pérdida de especies nativas como un daño a
su ecoturismo,46 por lo que promulgan leyes que sancionan el comercio o la caza de
estas especies en un esfuerzo por prevenir la extinción en estado silvestre.
También se crean reservas naturales con el objeto de proveer un hábitat continuo y
estable a las especies amenazadas por la expansión humana. El Convenio sobre la
Diversidad Biológica de 1992 resultó en varios planes internacionales de acción,
que intentan entregar directrices para la conservación de la biodiversidad de parte
de los distintos gobiernos. Grupos como la Alianza por Cero Extinciones47 trabajan
para educar al público y presionar a las administraciones para que tomen medidas
frente a la amenaza de distintas especies.
En la actualidad, la extinción es un importante tópico de investigación en los
campos de la zoología y la biología en general, y también se ha convertido en tema
de preocupación fuera de la comunidad científica. Organizaciones como el Fondo
Mundial para la Naturaleza, fueron creadas con el objeto de preservar a las
especies de la extinción. Algunos países también han intentado evitar la
destrucción de hábitats, la sobreexplotación de los suelos, y la polución, mediante
la promulgación de leyes y decretos.

Los recientes avances tecnológicos han alentado la hipótesis de que usando el ADN
de una especie extinta esta última se podría traer “de vuelta a la vida” mediante
el proceso de la clonación.48 Algunos objetivos propuestos para la clonación
incluyen al mamut,49 el tilacino,50 el quagga y el dodo.51

El concepto, popularizado por la novela y posterior película Jurassic Park, fue


puesto a prueba cuando en 2003 nació la primera cabra bucardo clonada,5253 una
subespecie de cabra del pirineo oscense, después de que se extinguiera el año
2000.54 El ejemplar falleció unos siete minutos después debido a problemas
pulmonares congénitos.52

Algunas especies o subespecies extintas desde 1900


Se incluyen todos los animales confirmados por la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza y también se añaden un par que han sido declarados
extintos por otras organizaciones e individuos que poseen credibilidad en el
medio.55 Se ordenan por fechas, desde la fecha más reciente hasta fechas más
antiguas:

2013 Leopardo nublado de Formosa, Neofelis nebulosa brachyura


2012 Tortuga gigante de Pinta, Chelonoidis abingdonii
2011 Rinoceronte de Java Vietnamita, Rhinoceros sondaicus annamiticus
2000 Bucardo, Capra pirenaica pyrenaica
1998 Nukupuu, Hemignathus lucidus
1997 Rinoceronte negro Occidental, Diceros bicornis longipes
1996 Leopardo de Zanzíbar, Panthera pardus adersi
1989 Sapo dorado, Incilius periglenes
1986 Pato Poc, Podilymbus gigas
1985 Musaraña de la Isla de Navidad, Crocidura trichura
1983 Monarca de Guam, Myiagra freycineti
1977 Zampullín colombiano, Podiceps andinus
1976 Tigre de Java, Panthera tigris sondaica
1976 Hipopótamo enano de Madagascar, Hippopotamus lemerlei
1975 Boa madriguera de Isla Redonda, Bolyeria multocarinata
1970 Gran mariposa blanca de Madeira, Pieris brassicae wollastoni
1970 Tigre persa, Panthera tigris virgata
1970 Pike azul, Sander vitreus galucus
1964 Oso pardo mexicano, Ursus arctos nelsoni
1963 Kakawajie, Paroreomyza flammea
1962 Marmosa grácil de vientre rojo, Cryptonanus ignitus
1960 Ualabí de central hare, Lagorchestes asomatus
1956 Canguro rabipelado occidental, Onychogalea lunata
1952 Foca monje del Caribe, Monachus tropicalis
1951 Gacela de la reina de Sheba, Gazella bilkis
1951 León marino japonés, Zalophus japonicus
1950 Bandicut de pies de cerdo, Chaeropus ecaudatus
1949 Pato de cabeza rosada, Rhodonessa caryophyllacea
1942 León de Atlas, Panthera leo leo
1941 Avestruz arábiga, Struthio camelus syriacus
1940 Ostra perlífera en forma de arco, Epioblasma arcaeformis
1939 Canguro de Grey, Macropus greyi
1938 Ciervo de Schomburgk, Rucervus schomburgki
1936 Tigre de Tasmania, Thylacinus cynocephalus
1928 Asno salvaje sirio, Equus hemionus hemippus
1927 Bison caucásico, Bison bonasus caucasicus
1923 Búfalo común, Alcelaphus buselaphus buselaphus
1922 Paloma de bigote rojo, Ptilinopus mercierii
1914 Paloma migratoria, Ectopistes migratorius
Véase también
Acervo génico
Anexo:Especies extintas por la actividad humana
Biodiversidad
Contaminación genética
Extinción ecológica
Fragmentación de hábitat
Lista Roja de la UICN
Extinción humana
Categoría:Especies en peligro crítico de extinción
Categoría:Especies en peligro de extinción
Bibliografía
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Referencias
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