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Tema de Presión
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LECTURA PROPUESTA
¿ESTÁ USTED SEGURO DE QUE LOS MANÓMETROS INDICAN LA LECTURA
CORRECTA?
Aunque compruebe usted los manómetros con probadores de peso directo, una placa de agua
puede alterar del todo la lectura. Yo me he encontrado este problema con suficiente
frecuencia como para darles este consejo: cerciórese de que las lecturas estén correctas
Uno de los primeros problemas surgidos cuando me hice cargo de una estación generadora
de vapor saturado, de 100000 lbs/hora a 250 psig, fue el calentador desaerador1 . El operario
me dijo: “Nunca ha trabajado bien desde que lo instalaron hace seis años”
Nunca podían alcanzar la temperatura de saturación del agua en la parte de almacenamiento
del calentador. Le echaban la culpa al “venteo” incorrecto de los gases no condensables.
Me dijeron que la válvula de respiración de ¾” estaba abierta por completo a todas horas y
que siempre se observaba un penacho de vapor. El operario añadió que había probado y
vuelto a probar el termómetro en el área de almacenamiento del calentador y el manómetro
en el nivel de operación, una y otra vez, en los últimos seis años.
Utilizaron probadores de peso directo para el manómetro y referencias de punto de
congelación y ebullición para el termómetro, a fin de lograr exactitud. Incluso calibraron el
termómetro con un moderno termopar de hierro-constantano para asegurar la exactitud.
Escuché mientras el operador explicaba que siempre había mantenido, cuando menos, una
presión indicada de 5 psig (pabs = 19.7 psia, considerando la planta ubicada a nivel del mar)
y, empero, la temperatura del agua nunca llegó a las condiciones de saturación de 227 °F. La
mejor temperatura lograda había sido de sólo unos 213 a 218 °F. De vez en cuando había
aumentado la contrapresión de la planta a 7 u 8 psi, con la graduación de la válvula de
respiración de orificios múltiples, con carga de resorte. Pero esto siempre lo hacían con
cuidado extremo y con mucho temor, porque el representante del fabricante les había
advertido que no excedieran nunca de 5 psi, pues ocurriría vaporización instantánea
(flashing) en la succión de la bomba de alimentación.
Fue entonces cuando llegó un ingeniero joven, recién graduado. Hizo una explicación de la
ley de Dalton de las presiones parciales, la corrección de error en las tablas de Keenan y
Keyes y, luego, se engolfó en los coeficientes de fricción de rotación y fricción deslizable a
considerar al utilizar el probador de peso muerto. Para redondear su perorata, hizo una erudita
disertación sobre los termómetros de mercurio. Yo me quedé impresionado.
Mientras lo escuchaba, me acordé de una de las preguntas comunes en el examen para
licencia de maquinista naval. Tenía que ver con la relación entre la presión de vapor indicada
bajo cubierta en el cuarto de máquinas y la presión en el manómetro en la oficina del jefe de
máquinas que estaba a 20 metros sobre la cubierta.
El manómetro para este calentador de la estación central estaba unos 10 pies debajo del
calentador (ver esquema simplificado anexo). No se había tenido en cuenta la placa de agua2.
Como me imaginé que este manómetro lo habían calibrado con el probador de peso con
suficiente frecuencia para que estuviera exacto, pedí al operador desmontar el manómetro del
tablero e instalarlo en la tubería de entrada de vapor al calentador, a unos 10 pies encima de
su lugar habitual.
1 Nota:
Deareación: Gases tales como oxígeno, bióxido de carbón y amoniaco que a menudo se
encuentran disueltos en el agua, pueden removerse considerablemente, por medio del proceso
de deareación. Esto da por resultado que el agua sea menos corrosiva a las superficies del
metal con que esté en contacto. En el tratamiento del agua de alimentación a las calderas,
debe calentarse a una temperatura de 215 a 300 °F y se atomiza o se hace fluir en charolas
distribuidoras del deareador, con el objeto de obtener una gran área de superficie del agua.
Fuente: SWIFT, Charles Donald. Plantas de Vapor. Arranque, Prueba y Operación.
México: Compañía Editorial Continental S.A. 1979.
2 El autor se refiere al efecto de la columna de líquido condensado que va desde el deaereador
hasta el punto donde se ubicó el manómetro (10 pies de altura). Ver esquema simplificado
anexo.
Luego, gradué la válvula de respiración de contrapresión, de orificios múltiples, para tener
una lectura de 5 psi en el manómetro. Cuando me iba, le dije al operario que observara el
termómetro en el calentador dentro de unos 20 minutos y me dijera la lectura, la cual debería
ser muy cercana a 227 °F.
Veinte minutos más tarde sonó mi teléfono. Era el operador. “No podemos cambiar ese
manómetro” me dijo, pues lo necesitamos en la plataforma de operación.
Correcto, repuse. Dígale al departamento de instrumentos que aplique un error
predeterminado en el manómetro para compensar la placa de agua de 10 pies y que lo vuelvan
a instalar en el tablero de operación.
En años recientes, me he topado con esta situación de la placa de agua en muchas plantas. La
ocasiona el peso del vapor condensado que se recolecta en el tubo terminal lo cual aumenta
la presión real de vapor en el recipiente. En ocasiones, el problema está en los manómetros
de la caldera, cuando el tambor de la caldera está a 20 ó 25 pies encima del nivel de fuego.
Otro problema surge con las válvulas de control operadas por diafragma, cuando el tubo para
señal está amarrado en el cabezal de vapor unos 10 a 20 pies encima de la válvula.
Los maquinistas de planta, a menudo, olvidan el hecho de que cambia el peso cuando el vapor
se condensa en las tuberías de vapor.
Fuente:
ELONKA, Stephen Michael. Operación de plantas industriales: manual práctico para
la operación, mantenimiento y reparación de equipos y sistemas. 3a Ed. México :
McGraw-Hill Companies Inc., 1983. 539 p.