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A:. L:. G:. D:. G:. A:. D:. U:.

C:. R:. L:. S:. ADELPHIA STEGANOS No. 5

Jur:. A:. L:. M:. R:. G:. L:. E:. D:. M:.

“EL SILENCIO DEL APRENDIZ”

V:. M:. TALOS


P:. V:. MELAMPO
S:. V:. ENEAS

A 09° DE TAURO 6020 A:. L:.

FRATERNALMENTE

A:. M:. THEO.


EL SILENCIO DEL APRENDIZ
La regla máxima de purificación mental, verdadero específico contra errores e intransigencia,
es el Silencio. "Si se os pregunta: ¿Qué es el Silencio?", responded: "La primera piedra del
Templo de la Sabiduría"

Si viajamos a través de la historia, podemos ver que el Silencio ha sido y sigue siendo,
creador de virtudes, avances, revoluciones, inventos, iniciaciones, etc.

Antiguas ordenes Iniciáticas como la Pitagórica, exigía a sus aprendices 3 años de silencio;
los budistas se someten voluntariamente a un régimen de claustro y silencio, en donde no ven
ni siquiera la luz del sol por un tiempo determinado; por nombrar algunas. Por otro lado, se
sabe que Isaac Newton (quien fue Mason) contempló, interpreto y descubrió algunos misterios
del Universo, en el Silencio de la Meditación y sobre los hombros de los Maestros (dicho
asimismo por él en sus tratados); de igual manera, el famoso físico Albert Einstein, publico que
el secreto del éxito en sus investigaciones, era que habitualmente, silenciaba su mente antes
de iniciar sus actividades.

En Masonería, el Silencio viene a ser una herramienta de vital importancia, especialmente en


la etapa del Aprendiz, donde este por su inexperiencia dentro de los Augustos Misterios de la
Orden (Simbólicamente es un recién nacido) no tiene nada que decir sobre los temas que se
hablan, o aportar sobre los conocimientos que se imparten.

Como decía, el Aprendiz Mason, viene a ser como un niño, y por ende no sabe hablar, por lo
que le corresponde ver, sentir y escuchar en Silencio, para poder aprender, como corresponde
a su Grado.

Cuando al inicio de los trabajos del Taller, el V:.M:. dice: En silencio y en Logia, se está
pidiendo no solamente que se guarde silencio de palabras, sino también que acallemos esas
voces internas que habitualmente nos desconcentran y no nos dejan oír la Voz a la que
realmente deberíamos prestar atención, como sería la Voz de nuestro Padre interno y las
palabras de quienes guían los Trabajos, como son: el V:.M:. y los Vigilantes, y naturalmente la
de quienes transmiten información durante el derecho de palabra.

En el silencio encontramos la posibilidad del crecimiento; cuando nos aislamos de nuestras


influencias exteriores, abrimos los canales de concentración, observamos, escuchamos y
contemplamos, aprendemos a ver la luz, y esto, de por sí, es un proceso en el que
hay que aplicar una gran fuerza de voluntad. Si aprendemos a aprovechar las cualidades del
silencio, podríamos entre otras cosas, mantenernos constantemente en estado de meditación
y auto observación.

Contrariamente a lo que muchos piensan, la Meditación no es un acto, ni un ejercicio que se


realiza exclusivamente con posturas y en lugares específicos, aunque naturalmente en
ciertos lugares y con ciertas posiciones, se facilita esta útil y transcendental práctica, pero con
la comprensión y aplicación del silencio al que nos estamos refiriendo, se puede entrar en este
estado y estar más alertas y ubicados de forma perenne. Recordemos que Meditación es un
estado superior de Conciencia, que consiste en acallar nuestros pensamientos profanos y
pasar a ser parte de nuestro entorno como si fuéramos uno.

Todo trabajo de introspección, dirigido a la búsqueda de sí, para conseguir el equilibrio


interior, comienza por el manejo del Silencio. De ahí que todas las Ceremonias Masónicas se
lleven a cabo en ese Silencio que no solo nos da tranquilidad y comodidad para el desarrollo
de nuestros trabajos internos, sino que además es constructivo, alimenticio y Espiritual.
El silencio también tiene estrecha relación con el juramento de mantener en secreto y no
revelar a los profanos los Misterios de la Orden, también ese silencio nos permite
mantenernos bajo perfil. La discreción nos hace ser ante la opinión pública: indefinibles,
misteriosos, invisibles y refleja las virtudes y cualidades del Mason. En la Logia, el Silencio nos
aleja de la competencia, nos ayuda a doblegar defectos y a aflorar lo mejor de nosotros, ya
que a través de la palabra vaga y sin sentido, se expresa el ego, de esta forma se evita decir
lo que no se debe, creando controversias que no nos llevan a ningún lado, diferente al debate
inteligente que se forma cuando manejando de mejor manera los temas, se abren las puertas
de la Sabiduría cuando cada quien expresa su opinión, aunque no necesariamente sean todas
iguales.

En conclusión, el Silencio nos prepara anímica, emocional y espiritualmente, alejando de


nuestra mente los pensamientos y preocupaciones profanas, abriendo nuestro entendimiento
al conocimiento Masónico.

Si no tienes nada bueno, verdadero y útil qué decir, es mejor quedarse callado y no decir
nada. Aprende a ser como un espejo: Escucha y refleja la energía.

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