Está en la página 1de 12

www.flacsoandes.edu.

ec

24

J. Sánchez-Parga
Carlos Rodrrguez
Bertha García
Luis F. Torres
Lautaro Ojeda

IITOIIMI MIGICO DE
lAI EIPECIIIIVAI Y U
FANTAIIA a.AMZADA·
Alberto Acosta
Juan Falconí

rl APOCili'IIC8S riiiTEGRADOS
M. Openhayn

U CANaMimCOI.ERA
Hernán lbarra
C O N S E JO ED ITO R IA L: Francisco Rhon Dávila, José
Sánchez Parga, A lberto Acosta, José Laso Ribadeneira,
Sim ón Epinosa, Diego C ornejo M enacho, M anuel
BIBLIOTECA

C hlriboga, Fredy Rivera.


D IR E C TO R : José Sánchez Parga
EC U A D O R DEBATE es una publicación periódica del
Centro A ndino de A cción Popular CA AP, que aparece
cuatro veces al año. La inform ación que se publica es
canalizada por los m iem bros del C onsejo Editorial. Las
opiniones y com entarios expresados en nuestras páginas
son de excluisva responsabilidad de quien los suscribe y
no, necesariam ente, de E C U A D O R DEBATE.
S U S C R IP C IO N E S : A m érica Latina US $16; ejem plar
suelto; US $5. O tros p aíses U S $18; ejem plar suelto
US $6; Ecuador S/. 4.500; ejem plar suelto S/. 1.200.
EC U A D O R DEBATE: A partado aéreo 173-B, Q uito,
Ecuador. R edacción: Diego M artín de U treras 733 y Selva
Alegre, Quito.
Se autoriza la reproducción total o parcial de nuestra
información, siem pre y cuando se cite expresam en te com o
fuente a E C U A D O R D E B A T E .

^ OS
i
y <5 C entro A ndino de
* ti A cción P opular
CAAP
D irector ejecutivo;
Francisco Rhon Dávila
0&
1 »'.3

Quito, Ecuador, diciem bre de 19911

£3SiV
EDITORIAL

COYUNTURA Alberto Acosta


EL ENTORNO MAGICO DE
Juan Falconí
LIBERALISMO: LA FANTASIA ORGANIZADA /19-26

TEMA REPENSAR EL ESTADO/27


CENTRAL José Sánchez Parga
EL ESTADO CONTRA LA DEMOCRACIA / 28-42
Carlos Rodríguez
¿EN QUE ESTADO ESTA LA REFORMA DEL ESTADO?/ 43-52
Luis Fernándo Torres
¿QUE PUEDE HACER EL ESTADO POR LA DEMOCRACIA / 53-64
Bertha García
EL ESTADO Y LAS F.F.A.A. / 65-77
Lautaro Ojeda
NI LO PRIVADO, NI LO ESTATAL: LO PUBLICO / 79-92
Javier Iguínez Echeverría
INTERVENCION DEL ESTADO Y DEL MERCADO EN EL
DESARROLLO: aproximaciones para un nuevo enfoque / 93-108

LIBROS 109-110

ANALISIS Martín Hopenhayn


NI APOCALIPTICOS NI INTEGRADOS /111-117
Hernán (barra
“QUE ME PERDONEN LAS DOS”. /119-130

DEBATE Rafaél Guerrero


AGRARIO SUJETOS AGRARIOS Y REVOLUCION CONSERVADORA /131-140

CRITICA Los Diputados de Simón Pachano


BIBLIOGRAFICA ENTREVISTA/141-144
1
TEiyiA C E N T R A L

*
"REPENSAR EL ESTADO"

27
AN A LISIS

NI APOCALIPTICOS NI
INTEGRADOS
(Seis paradojas discutibles)

Martín Hopenhayn

Tanta sed de proyectos y tan poca metafísica para


fundamentar la acción, en busca de la centralidad de lo
periférico

PRIMERA PARADOJA: CUANTO dram áticos, espesos, obsesivos o


MAS SE VENTILA LA CONFUSION simplemente desubicados., Desenlace
MAS SE RECALIENTA LA MISERIA. tragicómico y conocido: el pensamiento
negativo ya no moviliza estudiantes y ha
Ya es casi tedioso señalar los efectos quedado atrapado en libros bien
que generan en el clima cultural vigente el empastados, casi de colección, y a precios
impacto tecnológico, la globalización del inaccesibles.
m ercado, el desm antelam iento del En la otra cara de la misma moneda los
socialismo real y del Real Socialismo, la utopistas corren una suerte similar: a lo
falta de alternativas cautivantes de mas que pueden aspirar en la opinión
desarrollo, la masificación segmentada, pública “ilustrada” es a simulacros de
etc. etc. En la película de los desen­ interlocución. Hoy por hoy, invocaciones
cantados campea una especie de confusión como el “despliegue universal de las
“cool”, refrigerada a fuerza de trasladarse potencialidades humanas” se atribuyen
de las visceras al discurso. En cuanto a los más a la dimensión de la retórica que da la
apostólicos, éstos perdieron el prestigio esperanza, de la histeria que de la historia.
que les daba el “ardor de la crítica” frente Quienes observan a los pocos apoca­
al statu quo, y los pocos que quedan son lípticos y utopistas como si fueran un
tildados por sus ex compañeros de viaje de rem anente de anacrónicos crónicos,

111
asumen la falta de claridad frente a los adquirieron una velocidad, simultaneidad y
procesos que regulan el mundo casi como cobertura que en veinte años se han
un dato más: una confusión incorporada al multiplicado exponencialmentc; y a la vez
organismo y en vías de digestión. Algo de sus efectos de desintegración llevan el
cinismo habrá en ello, sin llegar a ser mismo ritmo y la misma exhaustividad.
escandaloso. Esto puede tomarse benévolamente,
Pero este desencanto tem plado no argumentando que la integración segmen­
reduce el volumen de miserables ni refri­ tada es la solución para sostener socie­
gera la hoguera en que se carbonizan. dades de masas que no sacrifiquen su
Mientras la confusión se ventila, la miseria moderno apetito de individualidad. Esta
sigue recalentándose. Marginalidad ur­ perspectiva posmodema sería éticamente
bana, deterioro rural, distribución regresiva sostenible en un orden postindustrial
del ingreso, informalidad sostenida, son donde la fragmentación cultural descansa
categorías que no tienen nada de anacró­ plácidam ente sobre un orden político
nicas, y que conviven, sin diluirse con las dem ocrático y estable, un seguro de
de “complejidad estocástica”, “procesos desempleo con ingresos aceptables, y un
m u ltiv ariad o s”, “planificación de la status de ciudadanía para todos. Pero ni
incertidumbre”, “ventajas comparativas”, siquiera ocurre en la gran mayoría de las
discontinuidades virtuosas y viciosas. llamadas sociedades opulentas, donde los
Aquellas realidades ominosas que daban problem as “m enores” son cada vez
fuerza al discurso de los apocalípticos “mayores”.
están más candentes que nunca y, Para los más privados de acceso podría
paradójicam ente, el discurso que las quedar el consuelo de que,, dada la
invoca suena poco actualizado. Esto puede velocidad y la segmentación, “ya nadie se
tener mil explicaciones, pero una cosa integra del todo”. Para los desencantados,
parece irrefutable y sintom ática: que el consuelo de que la integración ya no
m ientras la confusión es asumida con tiene una connotación valórica clara ni una
displicencia creciente, la miseria sube su utopía en germen, y que lo mejor es no
temperatura. hacerse expectativas. Pero más allá de
estas justificaciones emerge un fenómeno
SEGUNDA PARADOJA: AHORA insoslayable: nunca antes hubo mayor
RESULTA QUE LA INTEGRACION concurrencia de opciones de integración
DESINTEGRA. (vía revolución de las comunicaciones,
ampliación de mercados, interconexión
Probablemente toda forma efectiva de global, intercambio cultural); y nunca
integración social haya generado en su antes hubo, tam poco, m ayor desin­
momento alguna dosis de desintegración. tegración: llámese crisis del desarrollo,
Pero más allá de esta posible “ley de la frustración de expectativas de movilidad
naturaleza”, ahora la situación es descon­ social, brechas de productividad,
certante: los dispositivos de integración atom ización con desm ovilización de

112
masas, pérdida de referentes colectivos, o voluntad de acumulación, el manejo de
desdibujamiento del futuro. La escan­ combinaciones simultáneas para el juego
dalosa tesis de los antipsiquiatras, según la que se tiene en la mano. No por nada la
cual la esquizofrenia es una producción teoría de los juegos entra con fuerza hoy
social, cobra una nueva figura. Al menos en la teoría económica. El mayor capital es
como metáfora de este doble movimiento. estar íntegramente enchufado al movi­
miento de capitales a nuestro alrededor.
TERCERA PARADOJA: LA Más que inversiones, operaciones y hasta
ACUMULACION COMO “jugadas”. Más que un incremento en la
SINCRONIA. serie, su diversificación. La adaptación
como fórmula de la persistencia. En esto
Varios hechos cambiaron sustancial­ comulgan el empresario próspero de un
m ente la im agen industrial de la país rico con el informal urbano de un país
acumulación en que ésta se asociaba a pobre, aunque con suertes distintas.
procesos constantes y continuos de inver­ (Quién habla ya del amor por el oficio, el
sión productiva. Uno es el auge del capital orgullo por la fábrica, la calidad por la
financiero y su primacía sobre el capital tradición de un productor?. Tal vez
productivo, sobre todo desde el boom de algunos productores de buen vino).
los petrodólares en los 70. Otro es el papel Todos los días se crean y clausuran
vertiginoso, decisivo e hipercompetitivo m illones de resortes para saltar a la
que las grandes empresas le han asignado a opulencia y de trampas para caer en la
las innovaciones tecnológicas para quiebra. La continuidad más rentable es la
asegurarse la supervivencia y expansión. continua sintonía con este fenómeno. La
Otro es la subordinación de la racionalidad información precisa y ligera vale más que
del desarrollo endógeno a la “racionalidad el acero. Esto no sólo en m ateria de
de la inserción” en un mundo regulado por inversiones económicas: al menos en un
las ventajas comparativas dinámicas en un sentido analógico la nueva razón
orden mercantil globalizado y con altos sincrónica permea la política, la estética, y
niveles de incertidumbre. hasta los vínculos con los demás. Primacía
Estos tres fenómenos son sólo parte de de la hoguera de las vanidades sobre los
la arquitectura de una paradoja que puede poemas humanos, de la alianza oportuna
formularse del siguiente modo: cuánto más sobre la propuesta estratégica, de la galería
nos desconectamos del pasado, más ágiles sobre el museo. Sólo lo efímero trasciende.
son nuestras posibilidades de acumulación. Para progresar, mejor borrar las pisadas
El self-made man se parece cada vez más previas sin nostalgia, o con una nostalgia
al ju gad o r de poker: en lugar de la leve y risueña.

113
Ciertamente, hay algo de atractivo en o incluso modestos dialectizadores? La
la idea de que aprender es desaprender, en nueva lógica neutraliza, pero también
la invitación de contemporaneidad, en la seduce: intervenir ya no es subvertir sino
vitalidad del olvido. ¿Pero es ésta la combinar.
levedad que reivindicamos como estética ii) Respecto de la matriz guevarista,
para la vida? obrerista, fanonista: ¿Quién puede arr­
ojarse ahora resueltamente en la proclama
CUARTA PARADOJA: TANTA SED de la acción anti-colonial, anti-imperialista,
DE PROYECTO Y TAN POCA anti-burguesa, sabiendo que estos modelos
METAFISICA PARA de “lucha consecuente” resultan apenas
FUNDAMENTAR LA ACCION. cinematográficos? El único ejemplo actual
de confrontación real con el orden mundial
No es fácil pensar hoy día un concepto se llama Hussein. sólo allí se ha visto, en
de acción que provea un sustrato verosímil los últimos años, una negación del Norte y
para proyectamos a volver o concebimos el Occidente con impacto real global pero
como “sujetos de la historia”. La pérdida bajo el sello de una irracionalidad que nos
de repertorio viene de múltiples flancos. revuelve el estómago y de una violencia
Veamos sólo algunos ejemplos m esiánica que huele a holocausto.
i) La matriz hegeliana, en virtud de¿Estaríamos dispuestos a asumir este único
la cual podíam os reconocernos y modelo real como propio?
completamos progresivamente mediante el iii) Y en cuanto a la matriz de la
reconocimiento de un mundo que nosotros acción radical, donde la negación del
Íbamos com pletando y m ejorando mundo corre pareja con nuestra redención
progresivamente, no parece sostenible: el personal: la reinvidicación del reventado,
m undo ahora parece com pletándose del bombero loco, del saltimbanqui, del
siempre desde otros, y descompletándose anti-urbano, despiertan ahora más
para nosotros mismos. La discontinuidad, curiosidad que identificación. Artaud,
tanto en nuestro modo de articularnos Boroughs, Hendrix y cía, no son modelos
como en la realidad misma, hace difícil de imitación sino, a lo sumo, objetos de
apropiarse de la idea misma de síntesis estudio.
entre el sujeto y la historia. No me refiero ¿De qué modelo de acción apropiamos,
sólo al mentado colapso del socialismo, entonces, si queremos preservar la idea de
sino también al mentado peso de fuerzas que en la acción hay algo que va más allá
que regulan el orden mundial y que, desde de su inmanencia y de su contingencia?
ese orden mundial, regulan también los ¿Dónde puede encontrarse hoy, en relación
órdenes locales: háblese de im pacto a cualquiera de las m atrices recién
tecnológico, mercado, transnacionalización señaladas, una acción ejem plar que
de la cultura. ¿Podríamos acaso remo­ permita reivindicar, épica o líricamente, la
tamente sentirnos artífices en alguna de acción misma como manifestación de un
estas fuerzas, responsables de sus efectos, sentido que la rebasa? y curiosamente,

114
seguim os habitando un mundo -y un hace mucho quedó refutada la tesis de que
discurso- hiperkinético que busca el capitalismo empezaría a derrumbarse en
justificarse en la acción y donde la palabra los países industrializados antes que en los
“proyecto” se repite como un mantra del nuestros. Sino porque ahora la imagen de
siglo XX. El homo faber nos habita más una revolución posible también tiene la
que nunca, pero mordiéndose la cola. marca de la sincronía: busca plasmar en
mundos simultáneos, liberar brechas de
QUINTA PARADOJA: EN BUSCA DE utopía en los m árgenes de un orden
LA CENTRALIDAD DE LO general inaceptable, sea postindustrial,
PERIFÉRICO. industrial o pre-industrial. Esta imagen de
cambio cualitativo no pretende cristalizar
Frente a esta crisis de modelos de en un futuro que niegue el presente, sino
acción, integraciones que desintegran, en intersticios que rompan la heterogénea-
acum ulación sin pasado, confusión homogeneidad del todo.
ventilada y miseria caliente, la imagen de En esa tónica de órdenes contiguos,
una revolución posible también parece algunos exaltan la racionalidad de un
desplazarse: se prefigura cada vez menos mundo definido como “popular”, situado
en el centro del futuro y cada vez más en la en la periferia de las ciudades de países no
periferia del presente. No tanto porque desarrollados y también en los sectores

115
rurales tradicionales, y que niega la relativas respecto de ellas. Lo revolu­
racionalidad dominante sin disolverla ni cionario deja de ser pensado como grandes
invertir su hegemonía: me refiero a la cambios en el campo para reconocerse
“cultura o tra” de la pobreza, con sus como pequeños y significativos cambios
valores de solidaridad., reciprocidad, y en el espacio. Versiones contrabandeadas
sentido mágico de la existencia de la razón sincrónica: la “exoterización
Otros prefieren apostar por creaciones del esoterismo”, el repliegue tribal entre
culturales cuyo rasgo significativo es su los pliegues de esta urbanidad extrovertida
viscosidad. Deudores inconfesados de de fin de siglo; el largo viaje de génesis al
Benjamín o de Adorno, se la juegan por apocalipsis comprimido en experiencias
espacios irrecuperables para la lógica del cotidianas, plegado a esa “otra realidad”
mercado de bienes culturales o para la periférica donde lo precario se exacerba y
sensibilidad im perante: arte-gesto, se conjura día a día. El graffiti, el ritual de
“instalaciones” o “intervenciones” fugaces brujas o la comunidad de base coinciden
en el hueso cotidiano y en la piel de las en su provisoriedad y en esta relam ­
ciudades. Fragm entos de una estética pagueante abundancia en la escasez. Lo
crítica, que decide casi tribialmente sus alternativo se anuncia en lugares delgados,
propios códigos para interpretarse, huecos, finos, desórdenes tibios, donde el
haciéndose indigerible para quienes no alcance simbólico ya es casi suficiente.
forman parte de la tribu. ¿Pero para quién, para cuántos?
Otros apuestan resolutivamente por el
cambio personal en filones de esoterismo SEXTA PARADOJA: PARA SER
que a su vez también tienen un carácter CONSECUENTE NADA M EJOR QUE
sincrónico: el Tarot, el I Ching, la EMPEZAR SIENDO
m editación, la astrología, las piedras INCONSECUENTE.
rúnicas, la biodanza, lo “jungiano” el tai-
chi, no parecen exclusivamente sino que En medio de estas paradojas -de las
confluyen en una mentalidad “otra”. No se cuales no estoy exento- tanteo fórmulas
trata de ad scribirse a una escuela o heterodoxas, busco en el lenguaje otras
tradición única, sino de encontrar, en esa tantas expresiones paradojales para tratar
vasta oferta de opciones de búsqueda, la de inventarme un fundamento para la
combinación más adecuada para conjurar, acción, un “vínculo otro” con el mundo, o
en el plano personal, todo el peso de la al menos un esbozo de actitud. Barajo
alienación social. aleaciones retóricas que tienen más ingenio
En estas opciones no hay marginalidad que eficacia, y así hago am biguas
heroica, sino una coexistencia indisoluble, referencias a un desencanto fecundo, una
poblada de síntesis espúreas y ad hoc: lo resignación amenazante, una sana ironía,
“otro” convive con lo “mismo”. No se una inconsistencia subvertida. En fin: nada
aspira a d erribar las estructuras del que pueda pensarse como nuevo cimiento
sistema, sino de establecer autonomías para acciones universalizables.

116
Puede que el escepticismo sea la dieta esta orfandad de relatos comprehensivos y
de la inteligencia, pero no debiera ser la visitar sin prejuicio algunos relatos
in telig en cia m isma. Perm anecer allí parciales que aunque no nos convenzan del
demasiado tiempo podría convertirse en un todo, pueden ser parte de un itinerario
lamentable exceso de consistencia, una cuyo destino, claro está, es incierto. ¿Por
nueva forma de obesidad. Tal vez mejor qué no explotar en los intersticios de la
buscar otra forma de consistencia en este política, en el esoterismo y su proliferación
temple sincrónico de la contemporaneidad de sentidos, en la acción simbólica, en la
donde nada es demasiado consistente. cultura popular, en las intuiciones
Parece una contradicción, y seguramente surgerentes, en la revuelta espasmódica, en
loes. las economías de los desplazados, en el
Pero no se trata de renunciar a la herm etism o de tribus vernáculas y
esperanza de otra forma de integración, ni posmodemas, en las razones de la pasión,
a la posibilidad de una acción cuyo sentido en la conversación intimista? ¿Y por qué
transformador refuerce nuestras fantasías no hacerlo con curiosidad infantil, con
de mundo; sino de reconocer, en primer desvergonzada vitalidad? ¿Por qué no
lugar, que esas fantasías todavía tienen que aventurarse a hacer un poco de literatura
redefinirse y que, al mismo tiempo, no con el entorno y con la propia biografía,
podemos suspender toda acción mientras aunque sólo sea para volver a barajar las
procesamos dicha redefinición. Para ser cartas?
consecuentes, tal vez haya que sumergirse
en una decidida inconsecuencia: celebrar Ni apocalípticos ni integrados.

117
118

También podría gustarte