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CUÁL ES EL IMPACTO QUE TIENE LA SITUACIÓN QUE SE VIVE A NIVEL

MUNDIAL REFERENTE AL COVID 19 Y LOS COSTOS DE PRODUCCIÓN EN


UNA EMPRESA.

PRESENTADO POR: NICOLAS MONTENEGRO ANDRADE

PRESENTADO A: JOSE FERNANDO CASTRO SALAZAR

COSTOS

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL HUILA CORHUILA

NEIVA HUILA

2020
CUÁL ES EL IMPACTO QUE TIENE LA SITUACIÓN QUE SE VIVE A NIVEL
MUNDIAL REFERENTE AL COVID 19 Y LOS COSTOS DE PRODUCCIÓN EN
UNA EMPRESA
El golpe económico que va a provocar el coronavirus es enorme. Las suposiciones
de los bancos de inversión prevén caídas catastróficas. El objetivo ahora de todos
los Gobiernos es que el parón sea temporal para tener una caída y recuperación
rápida. Ya nos podemos preparar porque esto va a ir para largo, si los chinos con
una cuarentena de verdad (dura) tardaron 3 meses en salir de la epidemia, aquí con
una semicuarentena vamos a tardar 6 meses mínimo.
Teniendo en cuenta que en español los sectores más poderosos son turismo y
servicio y habiendo cerrado estos dos ya podían a ver ordenado a todo el mundo a
estar en casa dos semanas dejando salir y bajo estrictos controles tanto de salud
(haciéndoles test para descartar que estén infectado) aquellos profesionales a cargo
de servicios críticos servicios críticos. Nada de transporte público, taxis, Uber,
oficinas abiertas etc. Y en cuanto a la alimentación hacer como los chinos nada de
salir a comprar sino llevarlas a las casas y solo aquello que sea esencial (fruta,
verduras, cereales carne pescado etc No pizzas, hamburguesas etc) y siempre sin
que haya contacto entre el que reparte y el que recoge las cosas.
En cuanto aquella gente más expuesta como médicos, enfermeros, policía,
bomberos y ejercito en general nada de irse a las casas al acabar la jornada sino
habilitar zonas donde puedan descansar de forma que tengan el mínimo contacto
con la sociedad y pasando test diarios. Sé que todo esto suena duro, pero es la
forma más efectiva de eliminar el virus en poco tiempo el resto lo único que
conseguirá es alargar el sufrimiento de todas estas gentes. Pero lo que tenemos
ahora es un desorden desde tener el transporte público funcionando cuando se insta
a la sociedad a no moverse hasta seguir con los repartos de cosas no urgentes
como televisores, colchones etc., mejor tener la economía totalmente parada tres
semanas que tenerla al 25% durante dos meses.
En ese sentido, el gran ejemplo de cuarentena es China. El día 23 de enero, tras
constatar la dimensión del problema al que se enfrentaban y que el brote estaba
fuera de control, el Gobierno Chino cerró la ciudad de Wuhan. Literalmente. A partir
de las 10 de la mañana de ese mismo día, todo el transporte público de la ciudad
se suspendió. El aeropuerto de Wuhan, la estación de ferrocarril y el metro se
cerraron y se prohibió a los residentes salir de la ciudad sin el permiso de las
autoridades. No funcionó. Durante estos días hemos repasado cómo fue la epidemia
en China, pero aún así es difícil hacerse una idea del nivel de confinamiento que se
llegó en la provincia de Hubei. No es que las ciudades se hubieran convertido en
"ciudades fantasmas", es que las autoridades chinas dividieron ciudades, pueblos y
zonas rurales en compartimentos estancos. El cierre no fue 'metafórico', sino físico:
con calles cortadas con vallas de varios metros y puestos de control para pasar de
un barrio aotro. Pero finalmente, las estrictas medidas de Wuhan y Hubei se están
levantando. En este caso, la
estrategia que está llevando a cabo China es mantener la compartimentación de las
zonas, pero flexibilizar el paso de personas dentro de las ciudades. De la misma,
forma la provincia de Hubei está empezando a introducir las medidas que se
seguían en el resto del país permitiendo movimientos en la calle y monitorizando a
los ciudadanos con los códigos de salud (que en Hubei no se habían introducido
porque la cuarentena era total).
Lo que sí es cierto es que no parece razonable esperar una recuperación rápida, ni
una vuelta a la vida cotidiana sencilla. El día en que la epidemia llegue a su pico
máximo podremos tener una visión más clara de cómo será el fin de la cuarentena,
pero las noticias que nos llegan de China (y de otros países) son tercas: como en la
lucha contra el virus, la mayor parte de cosas sobre la vuelta está aún por aprender.
El golpe económico que va a provocar el coronavirus es enorme. Las suposiciones
de los bancos de inversión prevén caídas catastróficas. El objetivo ahora de todos
los Gobiernos es que el parón sea temporal para tener una caída y recuperación
rápida.
De igual forma debemos se deben preparar para lo peor, al menos en España. A
pesar de los esfuerzos porque los despidos sean únicamente temporales.
Las previsiones de los bancos de inversión
Deutsche Bank: el gigante alemán predice que el PIB de la zona euro se resentirá
en el primer trimestre del año, pero lo más duro lo veremos en el segundo trimestre
del año, donde la caída del PIB superará el 22% para la zona euro y será de un 13%
para EEUU. Esta sería la mayor caída del PIB desde la Segunda Guerra Mundial.

Goldman Sachs espera que el PIB de España se reduzca un 1,3% a lo largo de


2020. Su previsión era un crecimiento del 1,8% durante 2020.Además prevé un
decrecimiento del 1,7% para el conjunto de la eurozona. También prevé un
decrecimiento del 24% del PIB trimestral en EEUU y que 2,25 millones de
estadounidenses soliciten la prestación por desempleo en los próximos días (en
España CEPYME preveé 300.000). En su newsletter el 28 de febrero, lo llamaron el
cisne negro de 2020 (como hicimos nosotros unos días antes) y esperan que el
COVID-19 permanezca en el futuro, convirtiéndose en otra enfermedad más sin que
llegue a ser erradicada.
Morgan Stanley por su lado espera que el PIB de España se reduzca en un 5,5%
durante 2020, para el conjunto de la UE-27 (sin el Reino Unido) calcula un
decrecimiento del 5%.
JP Morgan espera una contracción del 4% en el primer trimestre para Estados
Unidos, pero después será peor, un 14%. Para la zona Euro lo dice peor, un 15%
de disminución del PIB en el primer trimestre y un 22% en el segundo.
La buena noticia es que casi todos estos grandes bancos esperan una fuerte
recuperación en la segunda mitad del año y también crecimiento económico durante
2021, es decir, una vez acabe la crisis del coronavirus, todo debería estabilizarse
en los próximos meses.
Goldman Sachs espera que España crezca un 4,3% en 2021 y Morgan Stanley
incluso más, un 5,5% de crecimiento del PIB nacional. Para la eurozona prevén
entre un 3,5 y un 5,5% de crecimiento en 2021. JP Morgan espera un crecimiento
del 8 y el 4% en el tercer y cuarto trimestre del año en EEUU y espera que en la UE
tengamos un crecimiento del 45% en el tercer trimestre y del 3,5% en el cuarto
trimestre.
En general para esto se basan en como parece que está evolucionando la economía
china una vez la cuarentena ha finalizado y la gene puede volver a salir a la calle.
Las personas salen de su casa, vuelven a trabajar y consumir a rápido ritmo una
vez finaliza la cuarentena y parecen volver a su ritmo habitual.
Pregunta a los lectores ¿creen que estos bancos aciertan con sus predicciones
económicas para los próximos meses y el año que viene o están equivocados? Y si
están acertados o equivocados ¿por qué lo piensan?

Ya nos podemos preparar porque esto va a ir para largo, si los chinos con una
cuarentena de verdad (dura) tardaron 3 meses en salir del bache, aquí con una
semicuarentena vamos a tardar 6 meses mínimo.
Teniendo en cuenta que en español los sectores más poderosos son turismo y
servicio y habiendo cerrado estos dos ya podían a ver ordenado a todo el mundo a
estar en casa dos semanas dejando salir y bajo estrictos controles tanto de salud
(haciéndoles test para descartar que estén infectado) aquellos profesionales a cargo
de servicios críticos servicios críticos. Nada de transporte público, taxis, Uber,
oficinas abiertas etc. Y en cuanto a la alimentación hacer como los chinos nada de
salir a comprar sino llevarlas a las casas y solo aquello que sea esencial (fruta,
verduras, cereales carne pescado etc No pizzas, hamburguesas etc) y siempre sin
que haya contacto entre el que reparte y el que recoge las cosas.
En cuanto aquella gente más expuesta como médicos, enfermeros, policía,
bomberos y ejercito en general nada de irse a las casas al acabar la jornada sino
habilitar zonas donde puedan descansar de forma que tengan el mínimo contacto
con la sociedad y pasando test diarios.
Sé que todo esto suena duro, pero es la forma más efectiva de eliminar el virus en
poco tiempo el resto lo único que conseguirá es alargar el sufrimiento de todas estas
gentes.
Pero lo que tenemos ahora es un cachondeo desde tener el transporte público
funcionando cuando se insta a la sociedad a no moverse hasta seguir con los
repartos de cosas no urgentes como televisores, colchones etc., mejor tener la
economía totalmente parada tres semanas que tenerla al 25% durante dos meses.
En ese sentido, el gran ejemplo de cuarentena es China. El día 23 de enero, tras
constatar la dimensión del problema al que se enfrentaban y que el brote estaba
fuera de control, el Gobierno Chino cerró la ciudad de Wuhan. Literalmente. A partir
de las 10 de la mañana de ese mismo día, todo el transporte público de la ciudad
se suspendió. El aeropuerto de Wuhan, la estación de ferrocarril y el metro se
cerraron y se prohibió a los residentes salir de la ciudad sin el permiso de las
autoridades. No funcionó.
El aviso provocó un éxodo de Wuhan y se estima que unas 300.000 de los 11
millones de personas que vivían en la ciudad salieron de allí antes del cierre de las
10. Como consecuencia, el día 24, el gobierno cerró otras 15 ciudades y pisó el
freno en el país entero aprovechando que el 25 de enero se celebraba el Año Nuevo
Lunar, una de esas grandes festividades anuales que paralizaban la economía del
país.
Durante estos días hemos repasado cómo fue la epidemia en China, pero aún así
es difícil hacerse una idea del nivel de confinamiento que se llegó en la provincia de
Hubei. No es que las ciudades se hubieran convertido en "ciudades fantasmas", es
que las autoridades chinas dividieron ciudades, pueblos y zonas rurales en
compartimentos estancos. El cierre no fue 'metafórico', sino físico: con calles
cortadas con vallas de varios metros y puestos de control para pasar de un barrio a
otro en caso de que fuera necesario.
En Wuhan, equipos médicos del gobierno recorrieron la ciudad casa a casa para
chequear a sus inquilinos, detectar a contagiados y confinarlos en pabellones y
centros de cuarentena. En otras zonas del país, las medidas fueron menos severas
y, aunque se compartimentó buena parte del país y hundió la vida social de amplias
zonas, gracias a los medios tecnológicos (el famoso QR) se pudo mantener la vida
económica y laboral, pese a las dificultades.
Se pudo mantener la vida económica, sí; pero no a un nivel lo suficientemente alto
como para que el país no se encaminara a la recesión. Por ello, desde finales de
febrero, China empezó a reiniciar la economía en las regiones menos afectadas,
aunque sin aligerar del todo las medidas de distanciamiento social. Wuhan y el resto
de la provincia de Hubei seguían esencialmente parado y lo ha estado hasta
principios de Marzo aunque había amplísimas zonas que no habían registrado un
caso nuevo en prácticamente un mes.
Pero finalmente, las estrictas medidas de Wuhan y Hubei se están levantando. En
este caso, la estrategia que está llevando a cabo China es mantener la
compartimentación de las zonas, pero flexibilizar el paso de personas dentro de las
ciudades. De la misma, forma la provincia de Hubei está empezando a introducir las
medidas que se seguían en el resto del país permitiendo movimientos en la calle y
monitorizando a los ciudadanos con los códigos de salud (que en Hubei no se
habían introducido porque la cuarentena era total).
¿Qué podemos esperar del caso español?
John Cameron
Es decir, el Gobierno Chino está permitiendo que se vuelva a la vida cotidiana a la
vez que mantiene la infraestructura que permite el aislamiento de barrios, ciudades
y comarcas. La idea es que, si la vuelta a la vida normal reanimara la epidemia,
pudiera resultar sencillo bloquear esos brotes en zonas muy localizadas y, de esta
forma, garantizar que el proceso de recuperación de la pos cuarentena no tiene que
interrumpirse de golpe.

¿Qué podemos esperar del caso español? Es difícil decirlo porque es difícil saber
con qué nivel medidas y bloqueo vamos a alcanzar durante la cuarentena. Hemos
visto como Italia lleva semanas subiendo la agresividad de sus restricciones
conforme el brote no mostraba señales de desaceleración. Teniendo esto en cuenta,
tan cierto es que la semana pasada España introdujo una cuarentena más dura que
la de sus países de su entorno como que aún quedarían muchas medidas que tomar
en caso de que la epidemia no se vaya frenando en los próximos días. De esa
evolución va a depender no solo la profundidad de la crisis, sino la velocidad de la
recuperación sanitaria, social y económica.
Lo que sí es cierto es que no parece razonable esperar una recuperación rápida, ni
una vuelta a la vida cotidiana sencilla. El día en que la epidemia llegue a su pico
máximo podremos tener una visión más clara de cómo será el fin de la cuarentena,
pero las noticias que nos llegan de China (y de otros países) son testarudas: como
en la lucha contra el virus, la mayor parte de cosas sobre la vuelta está aún por
aprender.

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