Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Desde antes de nacer, Esaú (el primogénito porque nació primero) y Jacob (que como no
pudo salir primero se agarró del pie del hermano), se trataron como perros y gatos (vs.22-
23).
Había enormes diferencias entre ambos hermano, ¿qué descripción se da de cada uno de
ellos? (vs.24-27).
Es importante reconocer nuestras diferencias con los hermanos (los de la familia y los de la
iglesia). No somos iguales. Pero nuestras diferencias de habilidades, talentos, capacidades,
gustos, ideas, dones, conocimiento, autoridad, etc., nunca deberían ser causa de peleas,
discusiones y rivalidades ¡Somos hermanos!
La rivalidad entre Esaú y Jacob, lamentablemente también estaba alimentada por sus
propios padres. ¿A quién prefería Isaac y por qué? ¿Y a quién prefería Rebeca? (vs.28).
Muchas veces son los propios padres quienes “prefieren” a uno más que a otros o hacen
comparaciones entre hermanos. O siempre se la agarran de punto con uno de ellos
permitiéndole al otro hacer o decir cualquier cosa.
Si algo así pasa en tu casa lo mejor es que hables con ellos tratando de explicarles cómo te
sientes, orar intensamente por sus vidas y procurar, en la medida de tus posibilidades,
mantener la paz.