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INCONSTITUCIONALIDAD EN CASO CONCRETO

EXPEDIENTE 919-2010
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, catorce de noviembre de dos mil diez.
En apelación y con sus antecedentes, se examina el auto de uno de marzo de dos
mil diez, dictado por el Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el
Ambiente del departamento de Guatemala, en carácter de Tribunal Constitucional, dentro
de las acciones de inconstitucionalidad de ley en caso concreto planteadas por Gustavo
Adolfo Somoza Ordóñez y César Augusto González Rodríguez, contra el artículo 27 de la Ley
del Fortalecimiento a la Persecución Penal. Los solicitantes actuaron con el auxilio del
abogado Sergio Madrazo Mazariegos. Es ponente de este caso la Magistrada Vocal
III, Gladys Chacón Corado, quien expresa el parecer de este tribunal.
ANTECEDENTES
I. LA INCONSTITUCIONALIDAD
A) Caso concreto en que se plantea: expediente ciento veintiséis – dos mil nueve (126-
2009) del Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del
departamento de Guatemala, en el proceso penal incoado contra Gustavo Adolfo Somoza
Ordóñez y César Augusto González Rodríguez, por el delito de Extorsión. B) Norma que
se impugna de inconstitucional: artículo 27 de la Ley del Fortalecimiento a la
Persecución Penal. C) Norma constitucional que se estima violada: artículo 13 de la
Constitución Política de la República de Guatemala. D) Fundamento jurídico que se
invoca como base de la inconstitucionalidad: de lo expuesto por los solicitantes se
resume: a) el Juez de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente
del departamento de Retalhuleu, dictó auto de prisión preventiva contra los imputados por
la comisión del delito de Extorsión, con fundamento en el artículo 27 de la Ley del
Fortalecimiento a la Persecución Penal; b) la norma anteriormente referida al caso concreto
contraviene el artículo 13 de la Constitución Política de la República de Guatemala, ya que
no concurren los presupuestos necesarios para emitir el auto de prisión, como son la
información de haberse cometido un delito y los motivos suficientes para creer que la
persona sindicada lo cometió, siendo inconstitucional la aplicación del artículo 27 de la Ley
del Fortalecimiento a la Persecución Penal, ya que adiciona un supuesto que no contiene la
Constitución Política de la República de Guatemala o el Código Procesal Penal, como es la
inaplicabilidad de medida sustitutiva cuando se haya cometido el delito de
Extorsión. E) Resolución de primer grado: el Tribunal de Sentencia Penal,
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del departamento de Retalhuleu, en carácter de
Tribunal Constitucional, consideró: “(…) Ha resuelto la Corte de Constitucionalidad que el
primer párrafo del artículo 13 Constitucional regula una garantía procesal no refiriéndose a
la prisión como pena, se trata de una medida cautelar encaminada a asegurar la presencia
del imputado dentro del proceso, garantizar la realización del juicio y la efectividad de la
sentencia que se dicte. Ese auto no tiene carácter definitivo y por esa razón es esencialmente
revocable o reformable, como cualquier otra medida de coerción que sea impuesta aún de
oficio, durante el procedimiento. Puesto que el artículo 13 de la Constitución Política de la
República establece los motivos para auto de prisión, señalando ` No podrá dictarse auto
de prisión, sin que preceda información de haberse cometido un delito y sin que concurran
motivos racionales suficientes para creer que la persona detenida lo ha cometido o
participado en él ´, estos presupuestos obligan al juzgador a establecer su existencia para
decidir motivar prisión. En este Tribunal se plantearon Procesos de Inconstitucionalidad
Parcial de Ley en caso Concreto contra el artículo 27 del Decreto 17-2009 del Congreso de
la República Ley del Fortalecimiento de la Persecución Penal que establece:
Inconmutabilidad de la pena: `Cuando la pena de prisión a imponerse, de acuerdo a las
disposiciones de las leyes que se reforman y la presente sea inconmutable, no procederá
medida sustitutiva alguna´. Argumentan los interponentes que el citado artículo 27 viola
gravemente el artículo 13 constitucional que establece los motivos para el auto de prisión
preventiva al regular un nuevo presupuesto material o sustantivo para imponer prisión
preventiva o al contrario sensu la prohibición de aplicar una medida sustitutiva. Es necesario
realizar un análisis para determinar la probabilidad de colisión entre el artículo 13 de la
Constitución Política de la República y el artículo 27 de la Ley del Fortalecimiento a la
Persecución Penal. Encontramos que el artículo 13 de la Constitucional Política de la
República es claro en establecer las exigencias para dictar auto de prisión, de allí que de no
concurrir los dos presupuestos establecidos en su contenido, tampoco podría dictarse auto
de prisión porque dicha norma constitucional así lo exige. Al analizar los argumentos
expuestos por los postulantes estimamos que la afirmación que aducen no se sustenta ya
que consideramos que los presupuestos consti-tucionales son básicos y el juzgador al tomar
la decisión de restringir la libertad debe hacerlo previa constatación de la concurrencia de
esos presupuestos toda vez que son los que deben motivar el auto de prisión por lo que la
prohibición de otorgar medidas sustitutivas establecidas en el artículo 27 de la Ley del
fortalecimiento de la Persecución Penal no regula un nuevo presupuesto a los contenidos
en el artículo 13 Constitucional, pudiendo decretar el juzgador contralor la prisión preventiva
independientemente del delito por el que se procesa al sindicado salvo el peligro de fuga o
de obstaculización para la averiguación de la verdad pueda ser razonablemente evitado por
aplicación de otra medida menos grave para el imputado, podrá imponer una o varias
medidas sustitutivas, considerando en consecuencia este Tribunal que es en este plano
procesal donde además del análisis de los presupuestos procesales del peligro de fuga o de
obstaculización para la averiguación de la verdad que preceptúan los artículos 262 y 263 del
Código Procesal Penal, se vendría a ubicar como otra de las excepciones para la concesión
de medidas sustitutivas la inconmutabilidad de la pena, la cual a la fecha está establecida
en el artículo 261 del código Penal, reformado por el artículo 25 del decreto 17-2009 al igual
que las previstas en los tres últimos párrafos del artículo 264 del mismo cuerpo legal.
Respecto a esta apreciación las medidas sustitutivas están sujetas a condicionamientos
legales y la prohibición de otorgarlas para el caso de delitos graves o de impacto no
condiciona al juez para dictar auto de prisión, otro tema es el régimen legal de su imposición
que como acertadamente lo expresan los procesados es de carácter procesal y deriva con
ello más bien el análisis de un asunto de aplicabilidad de normas de acuerdo a su orden
jerárquico, dirimible por el juzgador que decreta la prisión preventiva, al aplicar el derecho
pero no una contravención a la Constitución Política de la República de Guatemala, además
en el caso concreto, al plantearse la inconstitucionalita pretendida, quienes la promueven
omiten dar información sobre el caso concreto que les interesa y señalar si la norma que
cuestionan le ha sido aplicada o previsiblemente habrá de aplicarse en su caso,
entendiéndose que su razonamiento va dirigido al examen de la disposición legal que atacan
de inconstitucional. En conclusión consideramos que no existe colisión del artículo 27 de la
Ley del Fortalecimiento de la Persecución Penal con el artículo 13 de la Constitución Política
de la República debiendo en consecuencia declarar sin lugar la inconstitucionalidad parcial
de ley en caso concreto como acción del artículo 27 de la Ley del fortalecimiento de la
Persecución Penal (…)”. Y resolvió: “(…) DECLARA: I) Sin lugar las acciones de
Inconstitucionalidad Parcial de Ley en caso concreto del artículo 27 del Decreto número 17-
2009 Ley del Fortalecimiento de la Persecución Penal, planteadas por los acusados Gustavo
Adolfo Somoza Ordóñez y César Augusto }González Rodríguez dentro de las presentes
actuaciones; II) Se impone al Abogado auxiliante Sergio Madrazo Mazariegos multa de cien
quetzales, la que deberá hacer efectiva dentro del tercer día de estar firme el presente
fallo; III) Notifíquese (…)”.
III. APELACIÓN
Los accionantes apelaron.
IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA
A) Los accionantes no alegaron. B) El Ministerio Público, por medio de la Fiscalía
de Asuntos Constitucionales, Amparos y Exhibición Personal, manifestó compartir
la decisión del Tribunal de primer grado, porque no existe colisión del artículo 27 de la Ley
del Fortalecimiento de la Persecución Penal con el artículo 13 de la Constitución Política de
la República de Guatemala, además no existe relación entre la norma impugnada y el
precepto constitucional que se denuncia transgredido. Solicitó que se declaré sin lugar el
recurso de apelación interpuesto y se confirme la resolución apelada.
CONSIDERANDO
-I-
En casos concretos, en todo proceso de cualquier competencia o jurisdicción, en
cualquier instancia y en casación hasta antes de dictarse sentencia, las partes podrán
plantear como acción, excepción o incidente, la inconstitucionalidad total o parcial de una
ley a efecto de que se declare inaplicabilidad al caso concreto, posibilidad de examen que
se abre si la ley cuestionada se ha citado como apoyo de derecho en una decisión judicial.
-II-
En el caso sometido a la consideración de esta Corte, Gustavo Adolfo Somoza
Ordóñez y César Augusto González Rodríguez, mediante acción promueven la declaratoria
de inconstitucionalidad del artículo 27 de la Ley del Fortalecimiento de la Persecución Penal,
y manifiesta que la aplicación de dicha norma es inconstitucional en el caso concreto, ya
quecontraviene el artículo 13 de la Constitución Política de la República de Guatemala, ya
que no concurren los presupuestos necesarios para emitir el auto de prisión, como son la
información de haberse cometido un delito y los motivos suficientes para cree que la persona
sindicada lo cometió, siendo inconstitucional la aplicación de la norma aludida, debido a que
adiciona un supuesto que no contiene la Constitución Política de la República de Guatemala
o el Código Procesal Penal, como es la inaplicabilidad de medida sustitutiva cuando se haya
cometido el delito de Extorsión.
-III-
En el caso de estudio la norma impugnada es la contenida en el artículo 27 de la Ley
del Fortalecimiento de la Persecución Penal, la cual indica: “Inconmutabilidad de la
pena. Cuando la pena de prisión a imponerse, de acuerdo a las disposiciones de las leyes
que se reforman y la presente, sea inconmutable, no procederá medida sustitutiva alguna”.
El anterior precepto establece un límite a la aplicación de medidas sustitutivas, fijando como
elemento determinante al caso concreto, la inconmutabilidad de la pena establecida
para ciertos delitos en el Código Penal.
El artículo 13 de la Constitución Política de la República de Guatemala, establece los
presupuestos esenciales para dictar auto de prisión y en su parte conducente indica: “(…) No
podrá dictarse auto de prisión, sin que preceda información de haberse cometido un delito
y sin que concurran motivos racionales suficientes para creer que la persona detenida lo ha
cometido o participado en él (…)”. Los accionantes manifiestan que la norma impugnada no
desarrolla lo regulado en la Constitución Política de la República de Guatemala, sino al
contrario adiciona la inconmutabilidad de la pena de prisión como determinante en la
aplicación de la prisión preventiva, siendo este elemento distinto a los establecidos en el
precepto constitucional.
En el presente caso, se determina que conforme la norma impugnada el juzgador no
analiza el grado de peligrosidad social o si existe peligro de fuga del procesado, para
establecer si corresponde la aplicación de medidas sustitutivas o la imposición de prisión
preventiva, ya que en el artículo 27 de la Ley del Fortalecimiento de la Persecución Penal
no hace referencia a la gravedad o peligrosidad de las conductas punibles, siendo el único
elemento determinante para no aplicar medidas sustitutivas, la inconmutabilidad de la pena,
por lo que es necesario hacer referencia a la sentencia de dieciséis de diciembre de mil
novecientos noventa y nueve, expediente de inconstitucionalidad general ciento cinco – mil
novecientos noventa y nueve (105-1999), en la cual esta Corte, se pronunció con respecto
a la regulación en el artículo 264 del Código Procesal Penal, de la aplicación de medidas
sustitutivas y prisión preventiva, considerando en dicho fallo que era una labor propia de
los jueces al conocer un caso concreto, determinaran con respecto a las circunstancias del
mismo la aplicación de medidas sustitutivas o prisión preventiva, no como un instrumento
punitivo sino como un medio procesal que busca la averiguación de la verdad, por tal razón
se transcribe la parte conducente de dicho fallo: “(…) al analizar el delito de hurto agravado,
en todas las modalidades que determina el artículo 247 del Código Penal, no se encuentra
justificación suficiente, dentro de los márgenes de lo razonable, para que el legislador lo
haya incluido dentro de los casos de excepción a los principios procesales que, en lo general,
sostienen que el proceso no puede ser instrumento punitivo sino es un medio para la
averiguación de la verdad material que se pesquisa, por lo que la aplicación de medidas
sustitutivas a la prisión provisional puede ser perfectamente controlada por los jueces
competentes en cuanto no revelando objetivamente los ingredientes característicos de los
otros delitos incluidos en la norma cuestionada, cabe que analicen ante el caso concreto si
existen las circunstancias que las impidan, tales serían el peligro de fuga o la obstaculización
del proceso. Por estas consideraciones, debe estimarse que la inclusión de "y hurto
agravado" en la norma atacada resulta en efecto inconstitucional, y así deberá declararse
en la parte resolutiva de esta sentencia. También, como resultado de las apreciaciones
anteriores, el legislador, en las leyes procesales, se ha referido tanto al tipo de conductas
que constituyen ilícitos -delitos y faltas- de aquella naturaleza como las circunstancias
personales derivadas del comportamiento de cada imputado, anterior o coetáneo al hecho
del que se le sindica, siendo lo último lo que ha dado base en la doctrina y la preceptiva
penal a definirlas en las llamadas circunstancias eximentes, atenuantes o agravantes de las
penas. Dentro del marco de la agravación la doctrina considera, y el Código Penal lo
establece, las conductas anteriores de reincidencia, entendida ésta como la de "quien
comete un nuevo delito después de haber sido condenado, en sentencia ejecutoriada, por
un delito anterior cometido en el país o en el extranjero, haya o no cumplido la pena.", y la
habitualidad, aplicable a "quien, habiendo sido condenado por mas de dos delitos anteriores,
cometiere otro u otros, en Guatemala o fuera de ella, hubiere o no cumplido las penas."
(artículo 27, apartados 23 y 24 del Código citado). Lo anterior explica la inclusión de la
referencia "reincidentes o delincuentes habituales" en las disposiciones que se examinan,
que no conllevan, por ello, el vicio que supone el accionante, debiéndose entender que,
desde luego, los jueces de cada proceso deben no solamente advertir las definiciones
aludidas, sino también que su aplicación debe estar en consonancia con las limitaciones
obligadas (artículo 32 ibid) a fin de no negar indebida o infundadamente medidas
sustitutivas de prisión a quienes, sometidos a proceso penal, la ley les permite gozar de tal
beneficio. No se aprecia, entonces, que la normativa cuestionada (excepción hecha de lo
referido al hurto agravado) implique subordinación de los jueces al órgano legislador, por
cuanto la aplicación de las medidas sustitutivas continúa siendo atribución de
responsabilidad humana y racional de aquellos, dentro de los límites legales
permisibles (…)”. Asimismo en la sentencia de dos de enero de dos mil tres, expediente mil
doscientos ochenta y nueve – dos mil dos (1289-2009) de esta Corte, se manifestó:
“(…) para que pueda darse el otorgamiento de una medida sustitutiva, el posible beneficiado
no sólo debe, en su caso particular, llenar los requisitos necesarios establecidos en la
normativa citada, sino que también el delito que se le imputa debe proporcionar dicha
opción, ya que de no ser así, sólo podría lograrse la modificación de aquella medida que
impone la restricción a su libertad, mediante la reforma del auto de procesamiento de
conformidad con el procedimiento establecido en la ley (…)”. En ambas sentencia se aprecia
que si bien en todo caso las facultades del juzgador para otorgar o no una medida sustitutiva
son establecidos por la ley, la misma tiene como elemento necesario la identificación de
determinados delitos que por sus características específicas relativas a la peligrosidad social
y a la averiguación de la verdad, se contemplan como un parámetro objetivo y preciso en
el cual el juzgador debe enmarcar su actuar.
Del análisis de la norma impugnada con lo considerado en las sentencias
identificadas, se aprecia que en el caso objeto de estudio el precepto legal no permite al
juzgador decidir sobre la aplicación en el caso concreto de medidas sustitutivas o prisión
preventiva y los límites en la aplicación no dependen de la peligrosidad del delito que se
imputa al acusado o del peligro de fuga, como elementos fundamentales que pueden afectar
la averiguación de la verdad, vulnerando así el principio de valor libertatis, ya que
solamente impone como límite a la aplicación de las medidas sustitutivas la inconmutabilidad
de las penas correspondientes, y en tal sentido se contraviene lo establecido en la parte
conducente del artículo 264 del Código Procesal Penal, el cual como parte del bloque
constitucional desarrolla el precepto contenido en el artículo 13 de la Constitución Política
de la República de Guatemala, y establece: “(…) En ningún caso se utilizarán estas medidas
desnaturalizando su finalidad o se impondrán medidas cuyo cumplimiento fuere imposible.
En especial, evitará la imposición de una caución económica cuando el estado de pobreza o
la carencia de medios del imputado impidan la prestación. En casos especiales, se podrá
también prescindir de toda medida de coerción, cuando la simple promesa del imputado de
someterse al procedimiento baste para eliminar el peligro de fuga o de obstaculización para
la averiguación de la verdad (…)”.
Con base en lo anteriormente considerado, esta Corte determina que el artículo 27
de la Ley del Fortalecimiento de la Persecución Penal, contraviene lo normado en el artículo
13 de la Constitución Política de la República de Guatemala, por lo que deberá declararse
su inaplicabilidad al caso concreto.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y 268 y 272 inciso d) de la Constitución Política de la República de
Guatemala; 116, 120, 127, 128, 129, 130, 149, 163 inciso d), 185 de la Ley de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad; 27 del Acuerdo 4-89 y 1 del Acuerdo 1-2009,
ambos de la Corte de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas,
resuelve: I. Con lugar el recurso de apelación planteado por José Ignacio Campo Recinos,
y, como consecuencia, se revoca el auto apelado, resolviendo conforme a derecho: a) Se
declara con lugar la inconstitucionalidad de ley para el caso concreto del artículo 27 de la
Ley del Fortalecimiento de la Persecución Penal; b) para los efectos positivos de este
fallo, se declara la norma denunciada inaplicable para el cas concreto; c) se conmina a la
autoridad impugnada para que dé exacto cumplimiento a lo resuelto en un plazo de tres
días, contados a partir de la fecha en que reciba la ejecutoria de este fallo y los antecedentes
respectivos, bajo apercibimiento de que en caso de incumplimiento se le impondrá una
multa de un mil quetzales (Q1,000.00) a cada uno de sus integrantes, sin perjuicio de las
responsabilidades civiles y penales consiguientes. II) Notifíquese.

ROBERTO MOLINA BARRETO


PRESIDENTE

ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE MARIO PÉREZ GUERRA


MAGISTRADO MAGISTRADO

GLADYS CHACÓN CORADO JUAN FRANCISCO FLORES JUÁREZ


MAGISTRADA MAGISTRADO

ANA GERALDINE CARIÑÉS GONZÁLEZ


SECRETARIA GENERAL ADJUNTA

ACLARACIÓN DE OFICIO

-2010
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, diecisiete de enero de dos mil once.
De oficio se tiene a la vista la sentencia de catorce de diciembre de dos mil diez,
dictada por esta Corte dentro del expediente arriba identificado, formado por apelación de
auto de inconstitucionalidad de ley en caso concreto planteada por Gustavo Adolfo Somoza
Ordóñez y César Augusto González Rodríguez contra el artículo 27 de la Ley del
Fortalecimiento a la Persecución Penal.
ANTECEDENTES
Del estudio del expediente se advierten los siguientes hechos: a) ante el Tribunal de
Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del departamento de
Retalhuleu,Gustavo Adolfo Somoza Ordóñez y César Augusto González Rodríguez,
promovieron incidente de inconstitucionalidad de ley en caso concreto contra el artículo 27
de la Ley del Fortalecimiento a la Persecución Penal, dentro del proceso penal incoado en
su contra por el delito de Extorsión; acción que fue denegada por el tribunal de primer grado
en resolución de uno de marzo de dos mil diez; b) no conforme con tal decisión, los
accionantes apelaron; al conocer en alzada, esta Corte declaró con lugar el referido recurso
en sentencia de catorce de diciembre de dos mil diez; c) sin embargo en el referido fallo,
por error en la parte denominada “Antecedentes” se consignó que el proceso en el que se
plantearon las acciones de inconstitucionalidad de ley en caso concreto era originario del
Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del departamento
de Guatemala, siendo lo correcto Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos
contra el Ambiente del departamento de Retalhuleu; además, se consignó en la parte
denominada “Por Tanto” de la referida sentencia que el recurso de apelación fue planteado
por José Ignacio Campo Recinos, cuando lo correcto es que fue interpuesto por Gustavo
Adolfo Somoza Ordóñez y César Augusto González Rodríguez.
CONSIDERANDO
-I-
De conformidad con lo establecido por el artículo 21 del Acuerdo 4-89 de la Corte de
Constitucionalidad, esta Corte y los tribunales de amparo podrán aclarar de oficio sus
resoluciones, en tanto conserven jurisdicción y por las causas previstas en la ley, como
erróneamente se consignó.
-II-
En virtud de las circunstancias descritas en el apartado de antecedentes del presente
fallo y con fundamento en la disposición legal invocada, este Tribunal estima necesario
aclarar de oficio la sentencia de catorce de diciembre de dos mil diez, en el siguiente
sentido: a) el proceso en el cual se plantearon las acciones de inconstitucionalidad de ley
en caso concreto es originario del Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos
contra el Ambiente del departamento de Retalhuleu; y b) el recurso de apelación fue
interpuesto porGustavo Adolfo Somoza Ordóñez y César Augusto González Rodríguez.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y 265, 268 y 272 inciso c) de la Constitución Política de la República
de Guatemala; 6º, 163 inciso c), y 185 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad; 1º del Acuerdo 1-2009 de la Corte de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas,
resuelve: I) De oficio aclara la sentencia de catorce de diciembre de dos mil diez, dictada
por este Tribunal dentro del expediente identificado en el acápite, en el siguiente
sentido: a) el proceso en el cual se plantearon las acciones de inconstitucionalidad de ley
en caso concreto es originario del Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos
contra el Ambiente del departamento de Retalhuleu; y b) el recurso de apelación fue
interpuesto por Gustavo Adolfo Somoza Ordóñez y César Augusto González
Rodríguez. II) Notifíquese y certifíquese este auto en la ejecutoria correspondiente.

ROBERTO MOLINA BARRETO


PRESIDENTE

ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE MARIO PÉREZ GUERRA


MAGISTRADO MAGISTRADO

GLADYS CHACÓN CORADO JUAN FRANCISCO FLORES JUÁREZ


MAGISTRADA MAGISTRADO

ANA GERALDINE CARIÑÉS GONZÁLEZ


SECRETARIA GENERAL ADJUNTA

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