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1. Generalidades:
● Efectos de la obligación, concepto: efectos de la obligación son todas las consecuencias
jurídicas derivadas de ella. Las consecuencias jurídicas de toda obligación se materializan
mediante el ejercicio de derechos y el cumplimiento de deberes.
● Clasificación:
Pueden ser inmediatos o diferidos: serán inmediatos aquellos que se producen desde el mismo
instante del nacimiento de la obligación, dado que no están sometidos a una modalidad alguna ya
que la obligación es pura y simple. Serán diferidos aquellos que se postergan en el tiempo, por
estar sometidos a alguna modalidad, como ser un plazo suspensivo que provoca la inexigibilidad de
la prestación hasta que él no se cumpla. Pueden ser también instantáneos y permanentes: son
instantáneos los que se agotan en una única prestación, dado que el pago se realiza en un único
momento. Son permanentes, aquellos que se extienden a lo largo del tiempo pudiendo ser a su
vez:
a) De ejecución continuada: cuando la prestación no se agota en un único acto. (Ej. El deber de
custodia del garajista respecto del auto dado en depósito).
b) De ejecución periódica o de tracto sucesivo: cuando la ejecución es distribuida o reiterada
en fracciones de tiempo separado y distribuidas en intervalos. (Ej. El locatario debe abonar
el alquiler mensualmente al locador del 1 al 5 cada mes durante 24 meses de duración del
contrato).
● Distinción entre los efectos de la obligación y efectos del contrato: los efectos del contrato
apuntan primordialmente a crear, modificar, transmitir o extinguir obligaciones, a través del
contrato generalmente se da nacimiento a una relación jurídica entre las partes. El contrato
es fuente de las obligaciones, resultando ser la obligación un efecto propio y natural del
contrato. Los efectos de la obligación son
las consecuencias que se derivan de la relación jurídica obligatoria, qué consistirán en esa
serie de mecanismos legales que se le brindan al acreedor a fin de que este pueda obtener
la satisfacción del interés perseguido en la obligación, manteniendo la incolumidad del
patrimonio del solvens y con relación al deudor la garantía brindada a éste a fin de
posibilitar le el cumplimiento de la prestación asumida.
2. El cumplimiento voluntario:
● Definición legal de pago: análisis crítico y comparativo arts. 725 código de Vélez y art. 865
código civil y comercial:
Artículo 725: El pago es el cumplimiento de la prestación que hace el objeto de la obligación,
ya se trate de una obligación de hacer, ya de una obligación de dar. Artículo 865: Pago es el
cumplimiento de la prestación que constituye el objeto de la obligación.
El artículo 725 omitió referirse a las obligaciones de no hacer, las cuales eran consideradas
Igualmente incluidas por la doctrina de dicha disposición, ya que la abstención debida y cumplida
también constituye pago. Con la actual redacción del artículo 865, ha quedado perfeccionada la
definición de pago, ya que resulta innecesario aclaraciones o precisiones por parte de la doctrina o
de la jurisprudencia, como ocurría en el texto del derogado artículo 725 del Código de Vélez
Sarsfield.
● Pago como realización de la prestación y satisfacción del crédito: el medio consiste en la
realización de la prestación por el deudor, los fines son varios y tiende a satisfacer al
acreedor proporcionandole el objeto debido, a extinguir el vínculo y a liberar al deudor.
● El pago y las obligaciones de no hacer: Vélez Sarsfield trata las obligaciones de hacer y de no
hacer en un mismo texto, la explicación de la omisión se haya en la nota al artículo 495: la
expresión hacer, se emplea en el sentido positivo como en el sentido negativo. El hecho
comprende todos los actos u omisiones que no pueden entrar en la dacion. El codificador
utilizó la expresión obligaciones de hacer, en ambos sentidos, comprendiendo a los actos u
omisiones. Si la conducta del deudor que se abstiene, no fuera el pago, habría una laguna en
el código, el cual no habría previsto ni relegado el modo de extinguir las obligaciones.
● Naturaleza jurídica: el pago es un simple acto jurídico, para unos unilateral, para otros
bilateral. Le cabe, según sean los supuestos, ambas calificaciones, e incluso que es un
contrato. Por último las posiciones eclécticas, según las cuales su naturaleza es cambiante.
Teoría del acto jurídico: se sostiene que el pago es un acto jurídico porque es un acto voluntario y
lícito que tiene por fin inmediato extinguir la obligación. Para Vélez Sarsfield el pago es un acto
jurídico, refiriéndose a la nota, el codificador enumera el pago de deudas no vencidas entre los
actos que pueden ser atacados por la acción revocatoria, y como esta acción procede contra los
actos jurídicos afectado de fraude, quiere decir que para el codificador el pago era un acto jurídico.
Ese punto de vista que asimila al pago al simple acto jurídico, es compartido por Freitas.
Teoría del acto jurídico unilateral: se afirma que el pago es un acto jurídico unilateral porque
proviene sólo de la voluntad del deudor, y que para perfeccionar es irrelevante la voluntad
puramente pasiva del acreedor, quien no puede dejar de recibir la prestación ofrecida, mientras
exista identidad con el objeto debido.
Teoría del acto jurídico bilateral: Busso, dice que el pago es un acto jurídico bilateral porque el
deudor y acreedor deben actuar con la intención de extinguir la deuda, para que la ley consagre
ese efecto.
Teoría mixta: El pago es un acto jurídico, según las circunstancias del caso, puede ser unilateral
como en aquellas que se pueden cumplir sin actividad del acreedor. En cambio cuando se requiere
la intervención del acreedor, el pago se presenta como un acto jurídico bilateral.
Teoría del contrato: al pago se lo ha aprehendido como un simple hecho jurídico y como un acto
jurídico bilateral.
Trigo Represas: en las obligaciones de no hacer el deudor se libera, a veces, por su conducta
negativa, aunque no sospeche la existencia de la deuda. Algo similar ocurre con las obligaciones de
hacer.
La voluntad del acto no es esencial para la eficacia del pago, al no ser necesario el animus
praestandi, va negada la intención de pagar.
Teoría del acto debido: Carnelutti: el acto es un pago debido porque, como consecuencia del deber
jurídico que pesa sobre el deudor, éste carece de libertad jurídica para ejecutarlo o no, el pago no
es un acto libre, es un acto debido, el deudor siempre estará obligado a cumplir, si no cumple, sufre
las sanciones previstas en el ordenamiento jurídico.
Teorías eclécticas: el pago constituye una figura jurídica múltiple que varía según las obligaciones
extinguir. Cuando es necesaria la actuación del acreedor y el deudor, se está ante un acto jurídico
bilateral. En otros casos el pago consistirán un simple hecho jurídico, como sucede cuando es
realizado por un incapaz. El pago tiene distintas formas, según la naturaleza de la conducta debida
y conforme a las circunstancias en que ella deba ser prestada.
Artículo 866, Código civil y comercial: Reglas aplicables. Las reglas de los actos jurídicos se aplican al
sobre:
II) Tesis según la cual el depósito no significa la pérdida del dominio para el depositante. La
mayoría de nuestros autores afirma que el depósito es sólo una
oferta de pago que por sí sola no hace perder el dominio de la cosa depositada.
Esta doctrina tiene sólidos fundamentos en nuestro derecho y es la que debe
prevalecer.
III) La solución en nuestro derecho. Se trata de una simple oferta que puede, como tal, ser
aceptada o rechazada por el acreedor. La circunstancia de que el juez pueda vencer la
resistencia del acreedor declarando válido el depósito no cambia las cosas. La
consignación no tendrá fuerza de pago, sino cuando fuese aceptada por el acreedor (o
no impugnada) o declarada válida por sentencia. El art. 909 CCYC autoriza al deudor a
retirar el depósito mientras el acreedor no lo hubiese aceptado o mientras no hubiese
recaído sentencia; ello demuestra que mientras no se perfecciona, el depósito es una
simple oferta que puede, como tal, ser revocada por el deudor.
En ningún texto del Código se admite que una simple oferta opere la trasmisión
dominial; se trataría de una forma unilateral de transmitir el dominio no contemplado
en nuestra legislación. La tradición exige siempre la concurrencia de dos voluntades: la
del tradens y la del accipiens.
b) Si bien la cosa depositada no sale del patrimonio del deudor, queda "a disposición del
acreedor". Alcances
El deudor no perdió, por el depósito, la propiedad de la cosa, pero puede perderla cuando el
acreedor lo decida. Ello no significa que el patrimonio del deudor consignante sufra detrimento
alguno, pues si bien pierde un bien, con él cancela una obligación que disminuye su pasivo. La
cosa depositada tiene siempre una ubicación patrimonial cierta; antes de la aceptación por el
acreedor o de dictarse sentencia, pertenece al deudor, una vez perfeccionada la consignación,
pasa a pertenecer al acreedor. Que la cosa se encuentre a disposición del acreedor significa que
éste podrá apropiársela con sólo aceptarla en cualquier momento, extinguiendo la obligación.
Luego de consumada la consignación, sea por aceptación o por sentencia, el pago se torna
irrevocable. La obligación se extingue con todos sus accesorios; los bienes consignados se
incorporan al patrimonio del acreedor, que adquiere el dominio de ellos. Siendo así, el deudor
no puede retirar lo consignado después de operado el pago. Art 762: "Si ha habido sentencia
declarando válida la consignación, el deudor no puede retirarla, ni con consentimiento del
acreedor, en perjuicio de sus codeudores o fiadores".
Es importante que se prohíba el retiro del depósito, aun con el consentimiento del acreedor, si
con ello se perjudica o se compromete la situación de codeudores o fiadores del deudor
consignante. El fundamento de esta solución es claro: la obligación extinguida no puede
renacer en perjuicio de terceros.
Puede ocurrir que el deudor, con asentimiento del acreedor, retire el depósito. En este caso la
obligación queda irreversiblemente extinguida y entre las partes (deudor - acreedor) se
establece una nueva relación jurídica.
¿En qué situación quedan los codeudores o fiadores de la primitiva obligación?
ART 763 CC "Si declarada válida la consignación, el acreedor consiente en que el deudor la
retire, no puede, para el pago de su crédito, aprovecharse de las garantías o seguridades que le
competían; y los deudores y fiadores quedarán libres".
El texto arroja las siguientes conclusiones: a) con relación a la obligación primitiva, ella quedó
definitivamente extinguida con todos sus accesorios; b) con relación a los bienes depositados,
cuyo retiro por el deudor es consentido por el acreedor, son nuevamente debidos por el
primero al segundo.
El procedimiento consignatorio, como todo juicio, genera gastos que deben ser solventados.
El art. 760 CC: "si el acreedor no impugnare la consignación, o si fuere vencido en la oposición
que hiciere, los gastos del depósito y las costas judiciales serán a su cargo. Serán a cargo del
deudor, si retirase el depósito, o si la consignación se juzgare ilegal". La solución en este
artículo es clara: se imponen las costas a quien resulta derrotado enjuicio y guarda coherencia
con la regla sobre costas contenida en todas las legislaciones procesales.
¿Qué legislación debe prevalecer? ¿El art. 760 o las reglas particulares de los códigos
procesales? (Ya que esta es una norma procesal y corresponde a las provincias regir en esta
materia).
Posturas:
a) Primera postura: se debe aplicar sin restricciones el art. 7
El art 760 del CC debe tener irrestricta aplicación en todos los supuestos, con exclusión de las
reglas de carácter procesal contenidas en las legislaciones locales. Para fundar esta solución se
argumenta que la imputación de los gastos del juicio entraña una cuestión de responsabilidad
civil, similar a la que plantea la imputación de los otros gastos del pago; de tal modo que no hay
motivos para que una y otra cuestión resulten resueltas de manera diferente.
b) Segunda opinión: el art. 760 no puede modificar las disposiciones procesales sobre costas
Para una segunda corriente, se excluye la aplicación del art. 760 a favor de las disposiciones de
las leyes procesales. El principal argumento radica en las disposiciones constitucionales que
otorgan a las provincias la facultad de legislar en materia procesal (doctrina de los arts. 75, inc.
12, y 121delaC.N.).
c) Tercera postura: el art. 760 del Cód Civil no debe ser aplicado con carácter absoluto. Son
admitidas las excepciones contenidas en las legislaciones procesales
Una tercera corriente de opinión postula una aplicación no rígida del art. 760. Según esta
postura, la aplicación del principio contenido en el art. 760 del Cód. Civil, se hará con las
limitaciones contenidas en las reglamentaciones procesales.
INTRODUCCIÓN
El modo en que se debe realizar la consignación varía según la naturaleza de la obligación;
difiere, aunque no sustancial mente: se trate de obligaciones de dar sumas de dinero, de
obligaciones de dar cosas ciertas o de dar cosas inciertas. Los presupuestos, las condiciones de
admisibilidad de la acción y los efectos de la consignación serán siempre los mismos; las
diferencias afloran con relación al modo en que se debe materializar la consignación.
a) Intimación judicial
En las obligaciones de dar cosas ciertas, la liberación coactiva del deudor comienza con la
intimación judicial dirigida al acreedor para que reciba la prestación. Si la deuda fuese de un
cuerpo cierto, que deba ser entregado en el lugar en que se encuentre, el deudor deberá hacer
intimación al acreedor para que lo reciba; y desde entonces la intimación surte todos efectos
de la consignación" (art. 764 CC, primera parte). No es necesario que el demandante deposite
la mercadería; es suficiente que la ponga a disposición del juez, sin trasladarla de lugar, pues de
lo contrario se estaría modificando el lugar de pago en perjuicio del deudor. Se ha dicho que
tampoco es necesario que el deudor se desprenda de la posesión material, ya que el efecto
cancelatorio se producirá no como consecuencia de la desposesión, sino como resultado de la
intimación judicial.
El deudor no pierde la posesión material de la cosa, queda convertido en simple tenedor ,
puesto que la cosa queda a disposición del acreedor, quien puede apropiársela en cualquier
momento.
b) Carácter de la intimación
La intimación apropiada para gestar la consignación de un cuerpo cierto debe ser judicial. Así el
art. 764. La intimación privada no sirve para abrir el mecanismo consignatorio, sin embargo
ella es el medio idóneo para purgar la mora solvendi y, al mismo tiempo, constituye una
interpelación al acreedor que provoca la mora de éste.
¿Desde cuándo se debe considerar recibida la intimación judicial?
La intimación, por su naturaleza, constituye una "declaración de voluntad unilateral, no formal
y recepticia, por la que el deudor (o la persona legitimada para efectuar el pago) exige de su
acreedor—por intermedio de la autoridad judicial— que acepte el cumplimiento de la
prestación".
¿Cuándo se debe entender que la intimación ha sido recibida por el acreedor?
El destinatario directo de la intimación es el acreedor o la persona autorizada recibir el pago; la
intimación surte efectos a partir del momento en que el accipiens toma conocimiento del
reclamo que se le formula.
Ahora bien, si la intimación no le es notificada personalmente, es suficiente saber que se le
reclama la aceptación del pago. En este caso la intimación cobra eficacia a partir del momento
en que entra en la esfera propia del destinatario, de manera que sólo de él dependa, según el
modo en que tenga organizado sus negocios o su casa, el que conozca o no la intimación que se
le formula.
Consecuencia del carácter recepticio de la interpelación es la posibilidad que tiene el sujeto
activo de revocarla, siempre que el acto no se haya perfeccionado. Luego del
perfeccionamiento, sólo podrá renunciar a los derechos derivados de la situación de mora, pero
no revocar la declaración intimatoria. Por último, puede acontecer que la intimación resulte
frustrada por la actitud del destinatario, sea porque éste se niegue a recibirla o imposibilite su
recepción, esto no impide que se produzcan los efectos del acto interpelatorio; al contrario,
pone de manifiesto una conducta maliciosa que puede agravar la situación del accipiens.
d) Cuando la cosa se halla en un lugar distinto de aquel en el cual debe ser entregada
Cuando la cosa que es objeto de la obligación se halla en un lugar distinto de aquel en el cual
debe ser entregada según los términos de la obligación, antes de proceder a formular la
intimación judicial el deudor debe trasladar la cosa hasta el lugar en que se debe realizar la
entrega. Si el acreedor es intimado a que reciba la cosa en otro lugar, podrá impugnar
legítimamente la consignación, que deberá ser rechazada Tal es el sistema de nuestro Código.
"Si la cosa se hallase en otro lugar que aquel en el que deba ser entregada, es a cargo del
deudor transportarla a donde debe ser entregada, y hacer entonces la intimación al acreedor
para que la reciba" (art. 765).
Respecto de los gastos de traslado, cabe afirmar que, los gastos del traslado de la cosa serán a
cargo del consignante; la solución es lógica, de lo contrario se violaría el principio de
localización (la obligación debe ser cumplida en el lugar establecido en la fuente constitutiva).
El pago debe ser hecho en un lugar preestablecido que el deudor no puede modificar
unilateralmente
Se ha sostenido que la regla del art. 765 no debe ser interpretada en términos absolutos; al
contrario, cuando el traslado de bienes implique gastos importantes que no se justifiquen
según las circunstancias, el juez podrá dispensar al deudor de la obligación de realizar el
traslado sin que ello perjudique el progreso de la acción intentada.
d) Después de la intimación judicial, puede el deudor liberarse de la custodia de la cosa y
solicitar la designación de depositario judicial
Tratándose de cosas perecederas, o cuya custodia resulte sumamente onerosa, una vez
efectuada la intimación, el juez puede disponer, a pedido de parte, que tales bienes sean
vendidos en subasta pública. Los fondos así obtenidos deben ser puestos a disposición del
acreedor (si la consignación se hubiere perfeccionado), o bien deben quedar depositados
afectados al expediente respectivo y a la orden del juez que entienda en la causa, hasta tanto
se dicte sentencia Esta situación no está prevista en la ley, pero la solución que se propone es la
que mejor contempla los intereses en juego, pues evita pérdidas inútiles, beneficiando a las dos
partes.
¿Cómo hay que proceder para consignar en esta clase de obligaciones? La solución es diversa
según que la elección corresponda al deudor o al acreedor.
1º) el deudor tiene que acreditar la negativa del acreedor a recibir el pago mediante ofertas
reales, que deben ser verificadas con carácter previo a la demanda judicial;
ARTÍCULO 908.- Deudor moroso. El deudor moroso puede consignar la prestación debida con
los accesorios devengados hasta el día de la consignación.
Procedencia y trámite
Se puede apreciar que el instituto de la consignación privada está previsto únicamente para el
caso de obligaciones de dar sumas de dinero, es una opción que se le brinda al deudor. La
finalidad es aliviar la carga de juicios que pesan sobre los tribunales, pudiendo las partes
resolverlo de forma privada.
Requisitos a cumplir:
b) Debe notificarse al acreedor en forma previa a realizar el depósito, indicando todas sus
circunstancias
Constituye un deber para el deudor que, antes de efectuar el pago por consignación privada
(extrajudicial), notifique al acreedor “el día, la hora y el lugar” en que se hará el depósito.
ARTÍCULO 911.- Derechos del acreedor. Una vez notificado del depósito, dentro del quinto día
hábil de notificado, el acreedor tiene derecho a:
a. aceptar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del deudor el pago de los
gastos y honorarios del escribano;
b. rechazar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del acreedor el pago de los
gastos y honorarios del escribano;
c. rechazar el procedimiento y el depósito, o no expedirse. En ambos casos el deudor puede
disponer de la suma depositada para consignarla judicialmente.
Una vez notificado el acreedor del depósito efectuado por el deudor ante el escribano, en
carácter de consignación, quedara facultado para:
1. Aceptar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del deudor el pago de los
gastos y honorarios del escribano. La solución prevista por la norma respecto de los gastos
de los honorarios es lógica, ya que la consignación fue motivada por el deudor y también el
procedimiento fue elegido por él.
2. Rechazar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo el acreedor al pago de los
gastos y honorarios del escribano, ya que este se estaría beneficiando con la obtención de la
suma depositada sin aceptar el procedimiento.
3. Rechazar el procedimiento y el depósito, o no expedirse. En ambos casos, el deudor puede
disponer de la suma depositada para consignarla judicialmente. Este último supuesto
denota que el acreedor no está interesado en obtener el pago a través de esta instancia
privada, razón por la cuela deberá el deudor acudir a instancia judicial para obtener su
liberación (a través de la consignación judicial). Nada prevé la norma sobre quien se hace
cargo los honorarios del escribano por la actividad realizada, pero se entiende que debe
recaer sobre el deudor que lo propuso, ya que fue este quien recurrió a los servicios
profesionales del notario. Es evidente, como lo dispone la norma en su parte final, que en
tal supuesto el deudor quedar habilitado a consignar judicialmente lo adeudado, rigiéndose
el caso, en consecuencia, con las disposiciones previstas en el parágrafo 1º(Consignación
Judicial).
El art 912 CCYC prevé la posibilidad que el acreedor retire la suma depositada por el deudor,
sin darle el carácter de pago, ya sea porque:
a) Considera que el depósito efectuado por el deudor es insuficiente (razón por la cual
efectúa la reserva de reclamar el resto posteriormente vía judicial).
b) Porque considera que no se encontraba en mora (y por ende, pretender repetir del
deudor los gastos y honorarios que ha tenido que abonarle al escribano, como lo
impone el art 911).
De ocurrir ello, el acreedor al retirar de la escribanía el dinero depositado por el deudor,
debe emitir un recibo en donde se haga expresa reserva de su derecho, ya que caso
contrario, se presume que el deudor ha pagado lo que adeudaba y por ende, quedaría
librado.
Además cuenta con un plazo de 30 días para efectuar el reclamo judicial que motivo su
reserva, sino caducara su derecho.
ARTÍCULO 912.- Derechos del acreedor que retira el depósito. Si el acreedor retira lo
depositado y rechaza el pago, puede reclamar judicialmente un importe mayor o considerarlo
insuficiente o exigir la repetición de lo pagado por gastos y honorarios por considerar que no se
encontraba en mora, o ambas cosas. En el recibo debe hacer reserva de su derecho, caso
contrario se considera que el pago es liberatorio desde el día del depósito. Para demandar tiene
un término de caducidad de treinta días computados a partir del recibo con reserva.
Impedimentos
Concepto
Efectos (Alterini Pág. 646).- Como consecuencia de ese funcionamiento del pago con
subrogación se produce un desdoblamiento de los efectos principales del pago, esto es, de la
extinción del crédito y de la liberación del deudor:
El acreedor es satisfecho efectivamente, pues la prestación resulta realizada por un tercero por
cuenta del deudor y hay un pago propiamente dicho; o, en todo caso, obtiene su finalidad y,
por consiguiente, su crédito queda extinguido.
Pero el deudor no se libera, pues como el tercero sustituye al acreedor en la relación
obligacional, dicho deudor queda obligado hacia un tercero. Hay una transmisión del crédito.
Naturaleza Jurídica
1. Para Vélez Sarsfield “Es, en verdad una, una ficción jurídica admitida o establecida por la
ley en virtud de la cual, una obligación extinguida por medio del pago efectuado por
untercero, o por el deudor con el dinero que un tercero le ha dado a ese efecto, es
considerar como que continua subsistiendo a beneficio de este tercero, que esta
autorizado para hacer valer en la medida de lo que desembolsado, los derechos y
acciónes del antiguo acreedor”
2. Frente a este criterio, que subraya el efecto transmisivo para otra opinión sobresale la
virtualidad cancelatoria del pago efectuado (Pothier).
3. En realidad se trata de una figura sui generis, que no puede ser completamente
absorbida por la idea de pago ni por la transmisión. El instituto es complejo y dual, y
amalgama:
1. Un pago relativo
2. Una sucesión a titulo singular en el derecho del acreedor (Llambias).
Esta Transmision se opera por ministerio de la ley en la subrogación legal, y por voluntad de
partes en la subrogación convencional.
Especies
ARTÍCULO 2194.- Subrogación real. La garantía se traslada de pleno derecho sobre los bienes
que sustituyen a los grabados, sea por indemnización, precio o cualquier otro concepto que
permite la subrogación real.
Ley de seguros- La ley 17.418 preve que si la compañía aseguradora resarce a la victima
asegurada “el daño patrimonial causado por el siniestro ”(art61) “los derechos que
corresponde al asegurado contra un tercero , en razón del siniestro , se transfiere al asegurador
hasta el monto de la indemnización abonada ”, salvo “en los seguros de personas ”(art 80 ).
Es decir :cuando la aseguradora resarce la victima el daño patrimonial sufrido por esta , realiza
un pago por terceros que autoriza la subrogación legal en los derechos de aquella contra el
responsable del daño .
Pero si la aseguradora se ha obligado a “mantener indemne al asegurado por cuanto deba a un
tercero en razón de la responsabilidad prevista en el contrato ”, el pago que realice a la victima
– que es ajena al contrato de seguro – no le da derecho a subrogarse contra su cliente (el
asegurado) quien solo pierde el derecho a la cobertura si provoco el daño “dolosamente o por
culpa grave ”(art 114)
Ciertos terceros interesados se subrogan legamente en los derechos del acreedor aunque
paguen contra la oposición del deudor
En el inc a) apunta al caso del que paga una deuda a la que estaba obligado con otros, o por
otros .Este inciso menciona a quienes deben “con otros”, se refiere a los codeudores solidarios
y a los de obligación indivisible, cada uno de los cuales debe la totalidad en razón de la
naturaleza de la prestación. Con el nuevo régimen, también podrá tratarse de codeudores
concurrentes.
El inc. d) se refiere al heredero con responsabilidad limitada que paga con fondos propios una
deuda del causante.
El supuesto de este inciso debe ser analizado en el contexto de la sucesión universal en la que
tiene lugar el pago que desinteresa al tercero acreedor. Así, en ausencia de confusión de
patrimonios, no puede olvidarse la incidencia de la comunidad hereditaria indivisa.
El pago por el coheredero (persona que es heredera junto con otras de una misma obligacion)
de una obligación del causante se hace a la espera de la partición hereditaria , que declara
recién entonces la incorporación definitiva de los bienes relictos singularizados , descontadas
las deudas , que correspondan al de cada uno de los sucesores con vocación universal
concurrentes .Con este resorte , quien paga , cualquiera sea su propósito , de hecho evita la
prosecución de la ejecución seguida por un tercero sobre los bienes sucesorios , con la
consiguiente mejora de su posición a la época de procederse a la liquidación del acervo
relicto ; de no reconocerse la subrogación , en este caso , se produciría un provecho indebido a
favor de los coherederos y en desmedro del que ha solventado la deuda del causante por ello ,
mas alla de la propia obligación del pagador .
El inc. b) recepta un clásico caso de pago por tercero , sea interesado o no , que paga con
asentimiento del deudor o en su ignorancia .No se encuadra , en este caso , el supuesto del
tercero que paga contra la voluntad del deudor , que recepta el inciso siguiente.
El inc. c ) regla el caso del tercero interesado que paga aun con la oposición del deudor .Ambos
incisos se corresponden con las normas del pago o cumplimiento por tercero .
El inc. c ) del nuevo artículo traza una distinción entre el tercero interesado y no interesado ,
que no contempla el inc. b) En el inc. c), el tercero no interesado que paga no goza del derecho
de subrogarse en la situación y derechos del accipiens: no hay subrogación cuando el tercero
no interesado paga contra la oposición expresa del deudor.
ARTÍCULO 916.- Subrogación convencional por el acreedor. El acreedor puede subrogar en sus
derechos al tercero que paga.
Este supuesto tiene lugar cuando el acreedor recibe el pago de un tercero y le transmite
expresamente todos sus derechos respecto de la deuda . Es asmilable a la cesion de derechos y
debe ser expresa y por escrito , si bien no requiere la intervención del deudor , pero se le debe
notificar .
ARTÍCULO 917.- Subrogación convencional por el deudor. El deudor que paga al acreedor con
fondos de terceros puede subrogar al prestamista. Para que tenga los efectos previstos en estas
normas es necesario que:
a. tanto el préstamo como el pago consten en instrumentos con fecha cierta anterior;
b. en el recibo conste que los fondos pertenecen al subrogado;
c. en el instrumento del préstamo conste que con ese dinero se cumplirá la obligación del
deudor.
De esta norma surge que esta subrogación debe ser expresa y por escrito y que para oponerla a
terceros tanto el préstamo como el pago debe constar en instrumento con fecha anterior .En el
recibo debe constar los fondos pertenecen al prestamista subrogado .Además , en el
instrumento del préstamo debe constar que el dinero que se pide es para cumplir la obligación
del deudor .
Nos debemos atender a lo regulado por el CCYC en su artículo 917 explicado anteriormente .
Requisitos Formales.
El art 917 del CCy C establece los requisitos necesarios para que pueda llevarse a cabo esta
subrogación
A.Tanto el préstamo como el pago consten en instrumento con fecha cierta anterior ; esto
resulta lógico , porque de no ser asi , no podría nunca el prestamista hacer valer su derecho
frente a otros acreedores que pudiera tener el deudor .
B) En el recibo conste que los fondos pertenecen al subrogado; Resulta esencial para que se
puede configurar la subrogación, ya que si se expide el recibe y anda se alega al respecto ,
podría interpretarse que los fondos entregados por el deudor al acreedor constituyen lisa y
llanamente un pago .
C) En el instrumento del préstamo conste que con ese dinero se cumplirá la obligación del
deudor Este recaudo legal resulta fundamental a los fines de acreditar de tal modo la relación
casual existente entre el préstamo efectuado por el tercero y la afectación de dicho dinero al
pago de la deuda .
El derogado art 676 disponía que la subrogación convencional puede ser consentida por el
acreedor, sin intervención del deudor.
Este supuesto de subrogación convencional constituye una facultad del acreedor, ya que este,
si bien está obligado a recibir el pago efectuado por un tercero, no está compelido a subrogarlo
en sus derechos , como lo establece el art 916 del CC Yc y que determina expresamente una
prerrogativa del accipiens en tal sentido al normar que “ el acreedor puede subrogar en sus
derechos al tercero que paga ”
Requisitos sustanciales
*Debe ser expresa. Es decir que la intención de subrogar surja inequívocamente de los términos
utilizados
*Debe ser hecha antes de recibir el pago porque una vez efectuado el pago no tendría sentido
transmitir un crédito ya cancelado .
Requisito Formal
*Hecha por escrito y puede ser realizada en el mismo recibo de pago o en instrumento por
separado .
*Notificada al deudor para que la subrogación surta efectos , se busca con ello evitar el fraude
contra terceros .
El derogado art 767 disponía que “la subrogación convencional puede ser consentida por el
deudor, sin el concurso de la voluntad del acreedor .Basta con que el deudor ponga a
disposición del acreedor los fondos previstos por el tercero , el cual queda subrogado como
deudor ”
5) Efecto de la subrogación
El pago por subrogación produce la tranmision del crédito a favor del tercero subrogante ,
comprendiendo dicho traspaso :
a)Todos los derechos que eran del acreedor inherentes al crédito transmitido (privilegios ,
intereses garantías de evicción , etc )
Art 918 –Efectos El pago por subrogación transmite todos los derechos y acciones del acreedor
y los accesorios del crédito .El tercero subrogante mantiene las acciones contra los coobligados
, fiadores , y garantes personales y reales , y los privilegios y el derecho de retención si lo hay .
Principio (Vallespinos )
Limitaciones
Articulo 919 –Limites .La transmicion del crédito tiene las siguientes limitaciones :
La subrogación convencional puede hacerse por el deudor, cuando paga la deuda de una suma
de dinero , con otra cantidad que ha tomado prestado , y subroga al prestamista en los
derechos y acciones del acreedor primitivo
Subrogación legal
1) Casos del en el código
Efectos de la subrogación (Calvo Costa TI.Pág. 454)
2. El pago por subrogación produce la transmisión del crédito a favor del tercero subrogante,
comprendiendo dichos traspaso:
a) Todos los derechos que tenía el antiguo acreedor inherente al crédito transmitido (Ej.
Privilegios, intereses, garantía de evicción, etc.)
b) Todas las acciones que le correspondían al acreedor desinteresado (Ej. Resicion
contractual, acción revocatoria, etc.).
c) Todas las garantías del crédito (hipotecas, prendas, derecho de retención, etc.)
ARTÍCULO 918.- Efectos. El pago por subrogación transmite al tercero todos los derechos y
acciones del acreedor, y los accesorios del crédito. El tercero subrogante mantiene las acciones
contra los coobligados, fiadores, y garantes personales y reales, y los privilegios y el derecho de
retención si lo hay.
No son alcanzados por los efectos de la subrogación todos aquellos derechos inherentes a la
persona del acreedor (Ej. El tercero que cumple con el cargo impuesto por el donante al
donatario, no puede revocar la donación por incumplimiento), así como todos aquellos otros
que por una prohibición legal expresa, no pueden ser objeto de transmisión alguna.
3. Hay que destacar que la transmisión del crédito posee ciertas limitaciones que han sido
establecidas en el art. 919:
ARTÍCULO 919.- Límites. La transmisión del crédito tiene las siguientes limitaciones:
a. el subrogado solo puede ejercer el derecho transferido hasta el valor de lo pagado;
b. el codeudor de una obligación de sujeto plural solamente puede reclamar a los demás
codeudores la parte que a cada uno de ellos les corresponde cumplir;
c. la subrogación convencional puede quedar limitada a ciertos derechos o acciones.
Especies.
Son sucesores "las personas a las cuales se transmitan los derechos de otras personas, de tal manera que en adelante
puedan ejercerlos en su propio nombre". La transmisión o sucesión puede ser:
1) A título universal o a título particular. "El sucesor universal, es aquel a quien pasa todo, o una parte alícuota del
patrimonio de otra persona. Sucesor singular, es aquel al cual se transmite un objeto particular"
2) Legal o voluntaria, lo cual depende de que se produzca "por la ley, o por voluntad del individuo" causante de la
transmisión.
3) Por acto entre vivos o mortis causa. La eficacia de la primera "no depende del fallecimiento de aquellos de cuya
voluntad emana" y la segunda —que "no debe producir efecto sino después del fallecimiento de aquellos de cuya
voluntad emana" tiene así virtualidad "desde la muerte del autor de la sucesión"
Principio de transmisibilidad.
En principio, son transmisibles los créditos, por acto entre vivos, o por causa de muerte .En cuanto a la transmisión de las
deudas, procede mortis causa, pero su viabilidad por acto entre vivos es problemática.
Limitaciones.
El principio enunciado tiene limitaciones, que pueden surgir de su naturaleza misma, de una disposición legal, o de la
voluntad de las partes. La calidad de acreedor y la de deudor pueden ser transmitidas, esto es, puede haber sucesión en
ellas (de suceder: sustituir, reemplazar). La transmisión o sucesión puede darse por acto entre vivos, o por acto de última
voluntad o mortis causa. Desde otro punto de vista puede ser a título particular, o a título universal. En cuanto a qué
puede ser transmitido, en lo que concierne a la obligación cabe: la transmisión del crédito, la transmisión de la deuda, e
inclusive de la situación global que el transmitente ocupa en un contrato, por ejemplo, en el caso de la cesión de un
boleto de compraventa inmobiliaria. Pero en ciertas obligaciones no se admite la transmisión. Ello ocurre cuando el
crédito sólo es concebible si lo ejerce el propio titular, "por la razón de que el ejercicio de esos derechos es inseparable
de la individualidad de la persona", como en el supuesto del crédito que deriva del daño moral o cuando existe una
prohibición convencional.
Antecedentes históricos.
En una época remota, el Derecho Romano no admitió la transmisión de las relaciones obligacionales. Sin embargo, se
aceptó, con posterioridad, que tal transmisión se produjera mortis causa, mediante el mecanismo de suponer que el
sucesor "continúa la persona del difunto", de manera que ocupa su lugar en la relación jurídica sólo en razón de que se lo
considera como continuador de la persona misma del causante. En la actualidad no se duda de la transmisibilidad por
causa de muerte, no obstante que, en principio, la responsabilidad del heredero resulte limitada "sólo hasta la
concurrencia del valor de los bienes que ha recibido de la herencia". La transmisión del crédito está expresamente
admitida y la transmisión de la deuda, finalmente, ha sido aceptada.
CESIÓN DE CRÉDITOS
Concepto.
"Habrá cesión de crédito, cuando una de las partes se obligue a transferir a la otra parte el derecho que le compete
contra su deudor, entregándole el título del crédito, si existiese". Es decir la cesión del crédito involucra exclusivamente
la transmisión del lado activo de la relación jurídica obligacional.
Antecedentes.
Luego de que imperara en el Derecho Romano el criterio de intransmisibilidad, la cesión de créditos se gestó
fundamentalmente a impulsos del pretor. Pueden distinguirse las siguientes etapas:
1) En una primera sólo era posible obtener el fenómeno práctico de la transmisión mediante el mecanismo de la
novación, con todos sus inconvenientes: desde que ésta presupone la extinción de la primitiva obligación, y el nacimiento
de otra nueva, se precisaba la conformidad de! primitivo deudor, y además se arrasaba con las garantías existentes.
2) Ulteriormente se ideó la procuratio in re sita. El acreedor que quería transmitir el crédito daba poder a un tercero
(procurator), para que lo percibiera en su propio beneficio, a cuyo fin lo liberaba de la obligación de rendir cuentas, que
implica el deber de entregar al mandante todo lo que, en razón del mandato, reciba el mandatario. El sistema era
riesgoso, por lo pronto, porque podía haber una colusión entre el primitivo acreedor y el deudor, por la cual aquél
cobrase el crédito, de manera que cuando se le apersonaba el procurator nada debía pagarle; tal mandato podía ser
revocado; o se extinguía en caso de muerte del poderdante; etcétera. En su caso, como remedio, sólo le quedaban al
procurator las acciones útiles.
3) La figura de la denitntiatio vino a poner en marcha los engranajes de la cesión de créditos moderna. Mediante ella se
notificaba al deudor, y tal notificación producía el embargo del crédito a favor del procurator, de manera que quedaba a
salvo de las vicisitudes recién expresadas.
Modernamente la figura de la cesión de créditos es universalmente, aceptada. Sus ventajas son evidentes al facilitar la
percepción rápida del crédito desde que, si bien por lo general quien lo cede percibe menos de su valor nominal,
compensa de tal manera la posible insolvencia del deudor y obtiene rápida liquidez crediticia. Por lo demás, como la
persona del acreedor es indiferente para el deudor, se prescinde de requerir su anuencia, con lo cual la transmisión se
opera sin inconvenientes.
Caracteres.
El contrato de cesión de crédito es:
1) Consensual, habida cuenta que la entrega del título es sólo una consecuencia de la cesión, y no un requisito de su
eficacia "independientemente de la entrega del título".
2) Unilateral o bilateral, según el cesionario asuma o no alguna obligación frente al cedente. Es así unilateral la cesión
gratuita (cesión "donación") y son bilaterales las cesiones hechas por un precio (cesión "compraventa") o en cambio por
otro bien (cesión "permuta”). Cuando son bilaterales, son también onerosas; en caso contrario, resultan gratuitas.
3) Conmutativo, con independencia del carácter conmutativo o aleatorio del crédito transmitido, pues el cesionario
obtiene su objeto, que es la investidura del acreedor, sin depender de alea alguna.
4) Formal no solemne, o no formal, según los casos
Objeto: principio y excepciones.
Puede ser objeto de cesión "todo objeto incorporal, todo derecho y toda acción sobre una cosa que se encuentre en el
comercio", y aun los créditos futuros, aleatorios, condicionales, eventuales, litigiosos, etcétera.
No obstante, la cesión de algunos créditos está impedida:
1) Cuando media "prohibición expresa o implícita de la ley" o del "título mismo del crédito"; en las sociedades
comerciales, por ejemplo se aplica dicho precepto, en cuanto la cuota social es, en principio, inalienable, no obstante lo
cual cabe la cesión de cuotas de sociedades de responsabilidad limitada y por acciones, sujeta a las disposiciones del
estatuto social.
2) Cuando se trata de "derechos inherentes a las personas, o que comprendan hechos de igual naturaleza".
3) Los créditos en general "emergentes de la relación laboral".
4) La indemnización por accidentes de trabajo.
5) Los créditos contra personas jurídicas no son cedibles a sus administradores
6) Ni lo son a los abogados o procuradores, o a los jueces y funcionarios judiciales, los correspondientes a procesos en
que "ejerciesen o hubiesen ejercido sus oficios".
7) Ni se pueden ceder créditos contra el Estado a favor de funcionarios públicos.
8) Ni el derecho a alimentos futuros, etcétera.
Capacidad y legitimación.
Como el contrato de cesión de créditos es un acto jurídico, se precisa capacidad de hecho y de derecho, además en la
cesión-compraventa el cedente debe poder disponer de sus bienes, y el cesionario debe poder obligarse; en la cesión-
permuta, ambos deben poder obligarse y disponer de sus bienes; y en la cesión-donación, el cedente y el cesionario
deben poder contratar.
Garantías.
El cedente garantiza al cesionario por evicción sólo en el caso en que la cesión es onerosa (no gratuita), en estos
alcances:
1) Existencia y legitimidad del crédito: "el cedente de buena fe responde de la existencia, y legitimidad del crédito al
tiempo de la cesión, a no ser que lo haya cedido como dudoso"; "si el crédito no existía al tiempo de la cesión, el
cesionario tendrá derecho a la restitución del precio pagado, con indemnización de pérdidas e intereses, mas no tendrá
derecho para exigir la diferencia entre el valor nominal del crédito cedido, y el precio de la cesión".
2) Insolvencia del cedido y susjiadores: se responde por ella en estos casos:
I) si el cedente hubiera asumido expresamente el alea de insolvencia.
II) si "la insolvencia fuese anterior y pública".
III) "si el cedente fuese de mala fe, sabiendo que la deuda era incobrable". En este último supuesto la responsabilidad del
cedente es bien grave: "podrá el cesionario exigir la diferencia del valor nominal del crédito cedido, y el precio de la
cesión" y "todos los perjuicios" que le hayan sido causados. En primer lugar deben ser ejecutados los bienes del deudor y
las garantías del crédito y la garantía por evicción se pierde cuando promedia culpa del cesionario en el perecimiento del
"crédito, o las seguridades que lo garantizaban".
Comparaciones.
Con la novación.
En la novación se extingue una obligación en razón del nacimiento de otra, en tanto la cesión de créditos supone tan
sólo la transferencia de los poderes del acreedor en una relación obligacional que perdura. De allí que la novación por
cambio de acreedor exija la conformidad del deudor y arrase con los accesorios, lo cual no ocurre en la cesión del
crédito.
Con la reventa.
La figura de la reventa se da, en el contrato de compraventa, cuando el comprador revende la cosa cuya propiedad le
prometió transferir el vendedor. Si bien la reventa semeja ópticamente a la cesión de créditos (el comprador equivale al
cedente; el tercero a quien se revende, al cesionario; y el vendedor, a! cedido), hay en ella un vínculo contractual distinto
at básico, no limitándose a dar lugar a la mera sustitución del acreedor; por ello, mientras en principio—en la cesión de
créditos el cedente no responde en caso de incumplimiento por parte del cedido, el revendedor debe satisfacer al nuevo
comprador cuando el vendedor originario no cumple la entrega prometida.
Casos especiales.
Cesión de garantía.
Concepto.
Es un caso de los negocios indirectos por el cual, para llenar una función de garantía, se formaliza la cesión de un crédito.
Carece de regulación específica, y deben serle aplicadas analógicamente en lo pertinente las normas estudiadas para la
cesión de créditos propiamente dicha.
Efectos.
Una vez notificada la cesión en garantía, el cesionario queda investido de las facultades de acreedor, y a él debe
hacérsele el pago. Correlativamente, es ineficaz el que sea realizado al cedente. Todo ello, claro está, en la relación
externa del cedido con el cesionario. En la relación interna del cesionario con el cedente, habrán de ajustar cuentas a
tenor del carácter indirecto (y fiduciario, en el caso) del negocio constitutivo de la cesión en garantía.
Efectos.
Hay que distinguir las normativas civil y comercial:
1) En el orden civil, el acreedor prendario no tiene derecho a perseguir el cobro del crédito mientras no le sea
adjudicado, de modo que el titular de la prenda del crédito tiene en sus manos únicamente la posibilidad de subrogarse
en los derechos del acreedor respecto del deudor, y reclamarle a éste el depósito judicial de su deuda, sobre el cual "se
ejercería su derecho real de prenda". Pero, de cualquier manera, cuando el deudor quiere cumplir, debe pagarle al
acreedor prendario aunque no se designe al titular de la prenda como uno de los sujetos a quienes el pago "debe
hacerse"
2) En la esfera mercantil, el acreedor prendario tiene derecho a perseguir directamente por sí el cobro del crédito contra
el deudor.
Cesión impropia.
Concepto.
En tanto la cesión propia implica en sí la mera transferencia del crédito, con la cual agota su finalidad, la cesión impropia
es un acto causal, toda vez que la transferencia del crédito es realizada para extinguir una obligación anterior. Veámoslo
con un ejemplo: si D cede a A su crédito contra C, des vinculantemente de toda relación anterior, se trata de una cesión
propia: si, en cambio, D lo hace para cancelar una deuda anterior que tenía con A, la cesión es impropia.
Cesión pro soluto: Cuando la cesión impropia es pro soluto (como pago), el cedente sólo responde de la existencia y la
legitimidad del crédito, pero no de la solvencia del cedido, conforme a las reglas generales ya analizadas. De tal manera
se expone a la insolvencia de dicho cedido, y corre el alea de quedar insatisfecho. Así, en nuestro ejemplo, si C no paga al
cesionario A el crédito cedido por D, A que lo recibió en pago queda insatisfecho pero, a pesar de ello, nada puede
reclamarle a D. Esta figura es semejante a la dación en pago aunque, a diferencia de ella, versa sobre un crédito, no sobre
cosas.
Cesión pro solvendo: En la cesión impropia pro solvendo (para pagar), el deudor cedente asume el álea de la insolvencia
del cedido, salvo que ésta derive de culpa grave del acreedor cesionario, con el efecto de que, si aquél no paga, su deuda
originaria renace. En el ejemplo dado, si C no paga al cesionario A, éste tiene derecho a reclamar el pago a su deudor
originario D. Pero para dirigirse contra este primitivo deudor debe, previamente, hacer excusión de los bienes del cedido.
TRANSMISION DE DEUDAS:
El traspaso de la deuda significa la transmisión de la situación del deudor en una relación obligacional
que se mantiene; solo se cambia el sujeto deudor.
ANTECEDENTES HISTORICOS: En la concepción primitiva del Derecho Romano se construyó un obstáculo
a la transmisión de las deudas; por lo tanto el fenómeno de cambio de deudor se operaba mediante la
novación subjetiva por cambio de deudor, en este caso se extinguía la primera obligación y se creaba
una nueva.
Otro mecanismo fue la delegación: cuando era perfecta producía efectos novatorios y cuando era
imperfecta, conservaba como deudores al antiguo y al tercero que se quería incorporaba como tal.
También se empleó la expromision.
Posteriormente se inventó el mandato de pago, tenía el inconveniente de que no creaba vínculo entre el
mandatario, quien debía pagar, y el acreedor de la obligación.
Con el paso del tiempo y el avance de las ideas jurídicas, la despersonalización de la relación creditoria y
la separación de los conceptos del crédito y de deuda permitieron la transmisión de la deuda.
DERECHO COMPARADO: el Codigo Civil alemán regulo la transmicion de deudas conforme a un
esquema: el deudor realiza un convenio con un tercero que asumirá esa calidad, es cual queda sometido
a la aprobación del acreedor, si lo acepta de manera expresa el nuevo deudor asume el lugar del antiguo
y puede oponer al reclamo del acreedor las mismas excepciones que teniaelel primer deudor; en caso
de que el acreedor no lo acepte rige una “promesa de cimplimiento”.
El Codigo suizo de las Obligaciones, sostiene que es una oferta dirigida al acreedor, y este puede aceptar
o no.
SISTEMA ARGENTINO:
- VIABILIDAD: Aunque el Codigo Civil argentino no regula la transmisión de deudas, su viabilidad es
admitida. Que es la aplicación de los principios generales y de la extensión del criterio de supuestos
particulares que involucan la transmisión de deudas.
La transmisión se puede presentar con diferentes manifestaciones.
- CESION DE DEUDAS STRICTO SENSU: Es un “acto triangular” entre el deudor, un tercero y el
acreedor, quien es el que acepta que el tercero quede en calidad de deudor. Esa aceptación debe
ser expresa pero puede ser dada anticipadamente.
Si el acreedor no acepta puede ejecutar a dos deudores, pero se debe comenzar con el nuevo
deudor.
- ASUNCION PRIVATIVA DE DEUDA: Se da cuando un tercero asume el compromiso de satisfacer al
acreedor en lugar del deudor primitivo. Para el proyecto de Código Civil de 1998: “Hay asunción de
deuda, si un tercero acuerda con el acreedor pagar la deuda de su deudor, sin que haya novación. Si
el acreedor no presta conformidad, para la liberación del deudor, la asunción se tiene por
rechazada.
- ASUNCION ACUMULATIVA DE DEUDA: Se produce una accesión de deuda, el primer deudor como
el tercero se encuentras coobligados frente al acreedor. En el Código Civil aparece como delegación
imperfecta.
- PROMESA DE LIBERACION: Es el convenio entre el deudor y el tercero, por el cual el ultimo asume el
deber de liberarlo de las responsabilidades de la obligación, es una promesa de cumplimiento que le
efectúa. Solo se obliga el tercero frente al deudor.
Los efectos de esta promesa dependen, de los alcances de la asunción propuesta y de la actitud del
acreedor frente a ella.
- DELEGACION. EXPROMISION: Al estudiar la novación se analizan estas figuras. La delegación
perfecta y la ex promisión, por sus alcances novatorios, no conciernen a la transmisión de la deuda.
Ya que explican la extinción de la primitiva obligación y la creación de una nueva, con un nuevo
deudor.
EFECTOS ENTRE PARTES: El transmitente del contrato básico y el beneficiario de la transmisión son
parte en el contrato de cesion.
Ya que es consensual, la asunción del lugar jurídico del transmitente se produce con el solo convenio, sin
perjuicio de que la aceptación del cocontratante juegue como hecho condicionante suspensivo, según
se ha visto. El beneficiario de la transmisión, ocupa el lugar jurídico del transmitente y si ha sido pactada
alguna contraprestación a su cargo debe pagarlo.
El transmitente solo queda liberado de las obligaciones pendientes en la relación contractual primigenia
si el cocontratante accede a ellos. Y responde por evicción conforma al sistema de la cesion de créditos,
por aplicación analógica de sus reglas.
CIRCUNSTANCIAS DE LA ACEPTACION: El cocontratante en la relación básica, cuando se le plantea la
transmisión de la situación jurídica del otro contratante puede:
- Aceptar la liberación del transmitente, la aceptación puede ser expresa.
- No desobligarlo, para lo cual basta con no consentir expresamente su liberación. En este caso las
relaciones del transmitente con el beneficiario quedan limitadas la relación interna de ellos.
- La transmisión es ineficaz respecto del cedido en tanto este no preste su conformidad.
PAGO CON SUBROGACION: Es donde un tercero satisface al acreedor realizando la conducta que habría
debido cumplir el deudor y lo sustituye en relación obligacional.
EFECTOS: Como consecuencia del pago con subrogación se produce un desdoblamiento de los efectos
principales del pago, es decir, de la extinción del crédito y de la liberación del deudor.
El acreedor es satisfecho en su totalidad, ya que la prestación resulta realizada por un tercero por
cuenta del deudor y hay un pago propiamente dicho.
Pero el deudor no se libera totalmente, pues el tercero sustituye al acreedor en la relación obligacional,
el deudor queda obligado hacia un tercero.
COMPARACION CON LA CESION DE CREDITOS: Hay varias diferencias con la cesion de créditos:
- En la cesion de crédito hay una especulación, desde que el cesionario percibe su monto total,
aunque haya pagado un monto menos para obtener la cesion, en tanto el tercero que se subroga en
los derechos del acreedor solo esta facultado para recuperar lo que invirtió.
- El cesionario es investido con las mismas acciones del cedente, mientras el tercero que se subroga
en los derechos del acreedor puede optar por elegir otras acciones a que lo autoriza la ley.
- La garantía por evicción propia de la cesion de créditos no rige en materia de pago con subrogación.
- En aquella la voluntad del deudor no integra el acto, en tanto en este es necesario que el deudor no
se haya opuesto a la realización del pago.
- El acreedor tiene que dar si consentimiento para que haya cesion de créditos, miestras que tal
consentimiento no es menester para que se produzca el efecto subrogatorio del pago.
UNIDAD 16 - MODOS EXTINTIVOS DE LAS OBLIGACIONES
1. NOVACIÓN
La voz “novación proviene del verbo “novar”, que significa cambiar, transformar, modificar. El nuevo
Código Civil y comercial la define en el artículo 933:
Artículo 933. Definición
La novación es la extinción de una obligación por la creación de otra nueva, destinada a reemplazarla.
La definición legal mejora un poco la que contenía el Código de Vélez, agregando el destino de
reemplazo de la obligación antigua por la nueva, pero se queda a medio camino al no indicar el
elemento diferencial, esto es, que la nueva obligación difiere de la primera que reemplaza en algún
elemento nuevo y esencial.
El maestro Colmo ha definido a la novación diciendo que “hay novación cuando en una obligación se
altera uno o más de sus requisitos o modalidades esenciales, siempre que, tales alteraciones respondan
al propósito de extinguir la obligación y de sustituirle una nueva y distinta”.
Jurisprudencialmente se ha dicho que la novación es la transformación de una obligación en otra con el
propósito de extinguir la primera.
La novación es un convenio por el cual se transforma una obligación en otra, es un modo de extinción de
una obligación que se realiza mediante la creación de una obligación sustitutiva de aquella; se requiere
la voluntad de todos los interesados en crear una obligación distinta.
Nociones históricas (ALTERINI)
El origen de esta figura se halla en el Derecho Romano.
El Código Civil alemán no la legisla específicamente, pero no la ha suprimido, puesto que la trata a través
de la dación en pago, la cesión de créditos y eltraspaso de deudas.
El código polaco de las Obligaciones de 1934 y el italiano de 1942regularon la novación objetiva; es
tratada expresamente en los códigosciviles portugués de 1967, boliviano de 1975, peruano de 1984,
paraguayo de 1987.
2) Elementos(LÓPEZ MESA)
Los elementos o requisitos de la novación son 5: existencia de una obligación anterior, creación de una
obligación nueva, capacidad de las partes y existencia de animus novandi. A ello debe sumarse un
elemento cualitativo: para que haya novación es indispensable que la nueva obligación tenga algún
elemento sustancial diverso con relación a la anterior.
Es indispensable que el cambio recaiga sobre elementos esenciales y no sobre estipulaciones accesorias
de la obligación; en este último caso no habrá novación, sino modificación de la obligación primitiva.
Análisis de los requisitos o elementos
a) Existencia y validez de una obligación anterior: La novación supone una obligación anterior válida
que le sirve de causa. No se puede novar una obligación que no existe o que estaba extinguida o
afectada de un vicio inconfirmable.
El art. 938, inciso a) del Código establece que no se produce novación si la obligación anterior, al
momento del convenio de modificación obligacional, estaba extinguida o afectada de nulidad
absoluta.
b) Nacimiento de una nueva obligación: Como la novación consiste en sustituir una obligación por
otra, el requisito de la existencia de la nueva obligación es esencial para la configuración de una
novación.
Por ello, el nuevo Código Civil y comercial ha dedicado dos normas a esta cuestión, los artículos 938
y 939.
Las facultades contenidas en el poder son de interpretación restrictiva. El poder conferido en términos
generales sólo incluye los actos propios de administración ordinaria y los necesarios para su ejecución.
Son necesarias facultades expresas para:
… g) reconocer o novar obligaciones anteriores al otorgamiento del poder; …
Se aprecia, de ambas normas, que se reduce el campo de legitimados para novar, siendo menester
consignar que no cualquier apoderado puede novar, ya que puede hacerlo solamente quien cuente con un
poder especial al efecto y con facultades expresar para novar.
a) La novación objetiva:
Es aquella en la cual el cambio recae sobre alguno de los elementos objetivos esenciales de la obligación;
sea la prestación, sea la causa, o sea la modalidad del vínculo obligatorio.
A fin de que se constituya la novación objetiva es necesario que exista una diferencia que recaiga sobre su
“objeto principal” y no en circunstancias referentes al tiempo, lugar o modo de cumplimiento; es decir que
el cambio debe ser esencial y no tratar sobre sus aspectos accidentales.
No habrá novación, por ejemplo, cuando el cambio producido sea respecto de un accesorio.
No producen novación los cambios referentes al tiempo de cumplimiento, como, por ejemplo, la antelación
o postergación de un plazo, que sólo inciden en la exigibilidad del crédito.
La refinanciación es una espera acordada para el cumplimiento de la obligación. No importa novación por
cambio de causa, si la segunda obligación se constituye para facilitar el cumplimiento de la obligación
originaria.
No determina la existencia de novación, el convenio que se limita a establecer nuevas condiciones y plazos
para el pago de una obligación, aun cuando la exprese en una moneda diferente de la originalmente
pactada.
Por ende, no importan novación, las facilidades otorgadas al deudor para efectuar el pago, ni tampoco el
convenio de intereses por el cual se modifican los pactados o se agregan a un crédito que carecía de ellos.
b) Novación subjetiva: Cuando cambia alguno de los sujetos de las obligaciones o, lo que es más raro,
ambos.
Los artículos 936 y 937 del Código Civil y comercial son los que reglan la novación subjetiva.
Artículo 936. Novación por cambio de deudor
La novación por cambio de acreedor requiere el consentimiento del deudor. Si este consentimiento no es
prestado, hay cesión de crédito.
Es decir, para que haya novación subjetiva, tiene que existir la conformidad del acreedor, en el caso del
cambio de deudor, y del deudor en el supuesto del cambio de acreedor.
Si bien el Código aprobado no regula detalladamente las especies precedentemente citadas, su aplicación
sigue teniendo interés en materias variadas, como en los procesos concursales (donde puede procurarse el
pago a los acreedores por un tercero), en la compraventa de automotores usados (donde tanto la agencia
como el vendedor suelen ser responsables por la tramitación de la documentación correspondiente), etc.
Hay cesión de deuda si el acreedor, el deudor y un tercero, acuerdan que éste debe pagar la deuda, sin
que haya novación.
Si el acreedor no presta conformidad para la liberación del deudor, el tercero queda como codeudor
subsidiario.
Hay asunción de deuda si un tercero acuerda con el acreedor pagar la deuda de su deudor, sin que haya
novación.
Si el acreedor no presta conformidad para la liberación del deudor, la asunción se tiene por rechazada.
Por su parte, la novación subjetiva por cambio de acreedor ha tenido escasa aplicación en nuestro país,
porque si bien presenta gran similitud con la cesión de créditos, e incluso con el pago con subrogación, exige
el consentimiento del deudor. De acuerdo al art. 937 del Código aprobado, se mantiene tal exigencia,
reconociéndose incluso que a falta de ella, hay cesión de crédito.
Excepcionalmente, como excepción al principio general, el acreedor podrá evitar que se produzca la
extinción de las garantías (personales o reales) del crédito novado, haciendo reserva de su continuidad.
Sin embargo, para que esas garantías pasen a la nueva obligación, es requisito esencial que quien las
constituyó, haya participado en el acuerdo novatorio y lo haya suscripto de conformidad.
2. COMPENSACIÓN
En Derecho Privado el término compensación tiene una significación propia y bien definida como causa
de extinción de las obligaciones: la total o parcial extinción de dos deudas homogéneas cuando sus
titulares sean mutua y recíprocamente acreedor y deudor.
ALTERINI afirma que “en la compensación se da el fenómeno llamado neutralización, que ocurre cuando
alguien es, a la vez, acreedor de una persona y deudor de esta misma persona; o sea, cuando coexisten
dos deudas en sentido opuesto que se han originado por distintos títulos.
La ley se hace cardo de la inutilidad que resultaría de imponer a una de las partes el cumplimiento de su
propia obligación, para recibir luego el cumplimiento de la otra, por lo cual dispone la extinción de las
dos obligaciones recíprocas (sin necesidad de que se cumplan ambas prestaciones) hasta la concurrencia
del monto de la menor, y la subsistencia de la mayor en cuanto al resto. De tal manera se evita un
superfluo desplazamiento de cosas (o dinero) que deben ser entregadas, y cada acreedor se satisface
mediante la liberación total o parcial de su propia deuda.”
El nuevo Código Civil y Comercial trata la compensación en los arts. 921 a 930, definiendo la institución
en el art. 921:
La compensación de las obligaciones tiene lugar cuando dos personas, por derecho propio, reúnen la
calidad de acreedor y deudor recíprocamente, cualesquiera que sean las causas de una y otra deuda.
Extingue con fuerza de pago las dos deudas, hasta el monto de la menor, desde el tiempo en que ambas
obligaciones comenzaron a coexistir en condiciones de ser compensables.
Para que la compensación funcione es indispensable que las obligaciones sean exigibles, es decir que
puedan reclamarse judicialmente por el respectivo acreedor y que ambas deudas sean líquidas, lo cual
sucede cuando está definida la cuantía de su objeto.
Naturaleza (COMPAGNUCCI)
Sobre su naturaleza se han brindado tres opiniones muy precisas:
a) La tesis clásica o tradicional, sostiene que se trata de una forma ficticia del pago, o mejor dicho, un
doble pago ficticio, en razón de que pareciera que cada uno de los intervinientes hubiera entregado
al otro el objeto de su prestación, cuando en verdad, nada dio.
b) Muy pocos autores consideran que se asimila a una dación en pago, porque se modifica su objeto y
cada acreedor-deudor da para pagar su propio crédito.
c) Otra persona, a la que adherimos, indica que la compensación es un supuesto de recíprocas
abstenciones que tienen equivalencias económicas con el pago.
En la etapa del derecho romano clásico sólo se aceptaba la compensación derivada del acuerdo y
conformidad de partes (convencional)
Es recién en la época de Marco Aurelio que se dispone que si alguien reclama el cobro de un crédito que
a su vez adeuda, el demandado puede oponer la exceptiodoli (comete dolo quien reclama lo que está
obligado a pagar).
El Código Civil francés es el cuerpo normativo que lleva a su máximo desarrollo el principio de la
compensación legal. Si se cumplen sus requisitos opera en forma automática, sin necesidad de
declaración judicial, ni ser objeto de defensa y alegación de parte. Este sistema, de no mucha precisión,
es el del Código argentino.
Clases(LÓPEZ MESA)
Compensación legal
Una vez opuesta, la compensación legal produce sus efectos a partir del momento en que ambas deudas
recíprocas coexisten en condiciones de ser compensadas, aunque el crédito no sea líquido o sea
impugnado por el deudor.
La compensación produce de pleno derecho por imperio de la ley desde el momento en que ambas
deudas comenzaron a coexistir, reuniendo todos los requisitos legales; pero ello no quita que la
compensación deba ser invocada por el interesado.
Requisitos
El nuevo Código Civil y Comercial argentino establece en su art. 923 una serie de requisitos para que
opere la compensación de dos deudas:
Este inciso implica que no se puede compensar una obligación de dar con otra de hacer o no hacer. Ello,
porque la compensación es un procedimiento de economización de tiempo y medios, y debe ser rápida
e incuestionable. No estando prevista para el caso en que haya que realizar estimaciones o cálculos de
difícil comprensión, para comparar obligaciones esencialmente diversas, a los efectos de su
neutralización mutua.
Se entiende que, en primer lugar se ha querido referir a la exigencia de que las prestaciones deben
consistir en cantidades de dinero, o en prestaciones de cosas fungibles entre sí, de la misma especie y
de la misma calidad, o en cosas inciertas no fungibles, sólo determinadas por su especie, con tal que la
elección pertenezca respectivamente a los dos deudores.
No es compensable, por lo tanto, una deuda de cosa fungible con otra deuda de cosa igualmente
fungible, pero de otro género. Por ejemplo, una deuda de una tonelada de maíz con otra de una
tonelada de trigo.
Pero la “homogeneidad” involucra un segundo aspecto: que las prestaciones consistan en cantidades
que sean líquidas, ambas deudas deben ser líquidas y estar expeditas.
Una deuda es líquida cuando los sujetos de la relación obligatoria conocen con certeza la cuantía
(importe) de su objeto… La liquidez supone dos condiciones de la obligación: certeza en cuanto a su
existencia y determinación respecto a su cuantía.
Por último, la homogeneidad presupone o requiere un tercer componente: que, cuando ambas deudas
no son pagables en el mismo lugar, quien opone la compensación abone los costos del pago en el lugar
en que deba verificarse.
c) Los créditos deben ser exigibles y disponibles libremente, sin que resulte afectado el derecho de
terceros
Que los créditos deben ser disponibles jurídicamente significa que la ley no debe haber prohibido
expresamente la compensación de la deuda que se quiere compensar.
Debe tratarse de derechos disponibles, es decir, no quitados por la ley del ámbito de negociación de las
partes o que, por algún motivo, el legislador ha sacado del ámbito de disponibilidad de las partes.
Que las obligaciones compensadas sean exigibles implica que ambas deudas deben ser subsistentes
civilmente y exigibles; de plazo vencido y, si fuesen condicionales, debe hallarse cumplida la condición.
La compensación extingue con fuerza de pago las dos deudas, hasta donde alcance la menor, desde el
tiempo en que ambas comenzaron a coexistir, en condiciones compensables (art. 921 in fine CCC).
Una vez opuesta, la compensación legal produce sus efectos a partir del momento en que ambas deudas
recíprocas coexisten en condiciones de ser compensadas, aunque el crédito no sea líquido o sea
impugnado por el deudor.
Como quien paga reconoce tácitamente la deuda que paga, de igual modo quien opone una
compensación reconoce tácitamente la existencia de la deuda que pretende neutralizar con el sacrificio
de su propio crédito. Creemos que este criterio es indudable y que la invocación de la compensación
produce el efecto de reconocimiento de la obligación compensada.
Esta forma de compensación está receptada en el art. 927 del Código Civil y Comercial:
La compensación facultativa actúa por la voluntad de una sola de las partes cuando ella renuncia a un
requisito faltante para la compensación legal que juega a favor suyo. Produce sus efectos desde el
momento en que es comunicada a la otra parte.
Produce los mismos efectos que la compensación legal, pero solamente a contar desde que haya sido
opuesta. Ed decir, ella se admite cuando fuere invocada por las partes.
Es el sistema inglés. La compensación no tiene lugar de pleno derecho sino que debe ser opuesta por el
deudor interesado y acogida por el juez al dictar sentencia. En caso de no ser opuesta por el
demandado, el juez no podrá hacerla valer de oficio, por lo que no podría ser aplicada.
Cualquiera de las partes tiene derecho a requerir a un juez la declaración de la compensación que se ha
producido. La pretensión puede ser deducida simultáneamente con las defensas relativas al crédito de la
otra parte o, subsidiariamente, para el caso de que esas defensas no prosperen.
Dado el tenor del art. 928, ya no se podrá exigir la reconvención como medio exclusivo de canalizar la
compensación judicial. Ello, ya que la norma es muy amplia cuando faculta a cualquiera de las partes a
requerir a un juez la declaración de la compensación que se ha producido. Entendemos que en la
actualidad, obviamente, si se reconviene o contrademanda con esta pretensión claramente ese canal
procesal es idóneo para encauzarla. Pero creemos que el mismo no es ahora el único posible, por cuanto
la norma habla de pretensión, la que puede canalizarse a través de una contestación de demanda, que
simplemente pretenda la desestimación de un reclamo ajeno, argumentando que el mismo ha quedado
compensado y solicitando al juez así lo declare. En algunos supuestos, también podrá hacerse valer la
compensación judicial por vía incidental, en aquellos casos en que procesalmente ello sea factible.
En cualquier caso, como dice el in fine de la norma comentada, la pretensión puede ser deducida
simultáneamente con las defensas relativas al crédito de la otra parte o, subsidiariamente, para el caso
de que esas defensas no prosperen.
TRANSACCIÓN (Wierzba-Compagnucci)
La transacción (arts. 1641 a 1648): en el nuevo Código, se trata de una figura contractual, a la cual se
dedica un capítulo específico (Cap. 28, del Título IV, sobre los contratos en particular).
CONCEPTO Y NATURALEZA JURIDICA
ARTICULO 1641.-Concepto. La transacción es un contrato por el cual las partes, para evitar un litigio, o
ponerle fin, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones dudosas o litigiosas.
La idea de transacción remite a dos significados diferentes:
- Generalmente se la asocia a negocios jurídicos de carácter comercial o financiero, como por ejemplo
operaciones bursátiles, compraventas de mercaderías, etc
- En sentido técnico, la transacción constituye un contrato extintivo, que fuera definido originariamente
como un "acto jurídico bilateral por el cual las partes, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen
obligaciones litigiosas o dudosas" (art. 832CCiv. VS).
Supone un acuerdo entre los interesados que permite poner fin a una situación ya sometida a un
proceso judicial (obligación litigiosa) o bien indeterminada en sí misma, por razones vinculadas a su
efectiva existencia, a las dificultades de su reconocimiento y prueba, a las posibilidades de su cobro, etc.
(obligación dudosa).
*Constituye una convención extintiva de las obligaciones, que permite a las partes evitar riesgos,
habilitando su propia composición del conflicto, de manera generalmente más rápida y económica,
siempre que éstas acepten realizarse mutuamente ciertas concesiones.
El Proyecto de 1998 consideró a la transacción como un contrato y no como un modo extintivo de las
obligaciones, criterio que fue seguido por el nuevo Código Civil y Comercial, que regula esta figura en el
Título correspondiente a los contratos en particular.
Se superan así las discusiones sobre si corresponde esa calificación, en un caso en el cual el pacto
siempre se refiere a la terminación de la vida de la obligación y no a la creación de nuevos derechos.
ELEMENTOS ESENCIALES DE LA TRANSACCIÓN (Lopez Mesa)
a) Un acuerdo de voluntades por el que las partes busquen evitar un litigio o ponerle fin a él
b) Que para ello se hagan concesiones recíprocas
c) Que extingan con ella obligaciones dudosas o litigiosas
a) un acuerdo de voluntades por el que las partes busquen evitar un litigio, o ponerle fin a él: siendo la
transacción ahora un contrato bilateral y oneroso, además, la concurrencia de voluntades, el
consentimiento, la exteriorización de la voluntad de los contratantes, y demás recaudos de los
contratos, deben estar presentes en él.
Son aplicables todas las disposiciones sobre los contratos, referidas a la capacidad de contratar, el
objeto, modo, forma, prueba y nulidad, es esencial el consentimiento mutuo, íntegro y completo, que se
presta en orden a todos y cada uno de los elementos que han considerado las partes; de ahí que falta el
contrato si esa voluntad común no ha sido elaborada por las discrepancias subsistentes sobre algún
aspecto del negocio, por mínimo que sea la importancia del desacuerdo.
La causa fin es la búsqueda de evitar un litigio o ponerle fin a uno ya iniciado.
b) existencia de concesiones recíprocas: cada una de las partes debe ceder a la otra una porción de sus
derechos para poner fin al litigio. Que las partes se hagan concesiones recíprocas quiere decir que cada
una de ellas debe sacrificar una parte de sus derechos o pretensiones u obligarse a dar, prometer o
retener alguna cosa.
Se piensa que la equivalencia de los sacrificios recíprocos, no es un requisito para la transacción, por lo
que poco importa que las renuncias no sean proporcionales, en razón del mayor o menor fundamentos
de los derechos respectivos. Criterio que no compartimos porque favorece aprovechamientos, y
colusiones que el poder judicial debe evitar.
Se ha resuelto que es de la esencia de la transacción que existan concesiones reciprocas, pues si no las
hubiera nos hallaríamos en presencia de una renuncia. En cuando a la naturaleza de las concesiones se
ha señalado que para que exista transacción, las concesiones reciprocas necesariamente deben ser de
naturaleza económica o pecuniaria, pues la transacción es un acto jurídico contractual y a titulo
oneroso.
c).Para que se produzca la transacción de derechos litigiosos conforme a esta norma, es requisito previo
y esencial la existencia de un proceso judicial al que se le pone fin; es decir que el CCyC requiere tal
preexistencia, para homologar una transacción a que han arribado las partes.
El art 308 CPCC edicta:
“las partes podrán hacer valer la transacción del derecho en litigio, con la presentación del convenio o
suscripción de acta ante el juez. Éste se limitará a examinar la concurrencia de los requisitos exigidos
por la ley para la validez de la transacción y la homologará o no. En este último caso continuara los
procedimientos del juicio”
CARACTERES(Wierzba – Compagnucci)
ARTICULO 1642.-Caracteres y efectos. La transacción produce los efectos de la cosa juzgada sin
necesidad de homologación judicial. Es de interpretación restrictiva.
La transacción es:
- Un contrato bilateral y oneroso
Mediante este contrato, las partes quedan recíprocamente obligadas a realizar una concesión por la cual
a su vez obtienen una ventaja, también recíproca.
Así, por ejemplo, una de ellas logra el reconocimiento de una indemnización por parte de la otra,
aunque de un monto menor al originariamente pretendido, y la otra se obliga a un pago que antes fuera
de dudosa exigibilidad, pero por un importe inferior al que pudo haber debido, en caso de ser
condenada en un pleito (arts. 1641, 966 y 967 CCyCN).
ARTICULO 966.-Contratos unilaterales y bilaterales. Los contratos son unilaterales cuando una de las
partes se obliga hacia la otra sin que ésta quede obligada. Son bilaterales cuando las partes se obligan
recíprocamente la una hacia la otra. Las normas de los contratos bilaterales se aplican
supletoriamente a los contratos plurilaterales.
ARTICULO 967.-Contratos a título oneroso y a título gratuito. Los contratos son a título oneroso
cuando las ventajas que procuran a una de las partes les son concedidas por una prestación que ella
ha hecho o se obliga a hacer a la otra. Son a título gratuito cuando aseguran a uno o a otro de los
contratantes alguna ventaja, independiente de toda prestación a su cargo.
- De interpretación restrictiva
En caso de duda sobre la existencia de la transacción, habrá que estar por la negativa. A su vez, deberán
considerarse ajenos a ella todos los derechos no incluidos en el contrato de manera absolutamente
inequívoca (art. 1642 CCyCN).
- De carácter consensual
Este contrato se perfecciona con el mero acuerdo de las partes, sin que al efecto se requiera la entrega
de cosas que puedan las partes comprometer.
Según nuestro criterio, esta nota característica sigue resultando de interés para delinear los alcances de
esta figura, a pesar de haber desaparecido del nuevo texto legal la categoría de contratos reales (art.
1641 CCyCN).
* Pensamos en cambio que la indivisibilidad, como rasgo que impedía la nulidad o anulación parcial de
la transacción, no constituye ya una característica de este contrato extintivo de las obligaciones. Es
que a tenor del principio general contenido en el art. 389 del Código aprobado, que admite la nulidad
parcial de los actos en tanto las disposiciones sean separables y no quede afectada su finalidad, y no
habiéndose establecido una excepción a tal principio, nada obsta a que pueda decretarse la invalidez de
sólo algunas disposiciones del contrato, manteniéndose vigente lo esencial de la transacción. En su caso,
podrá el juez integrar el acuerdo extintivo, de tal modo que éste pueda subsistir (conf. art. 1122CCiv.).
Esta conclusión resulta acorde con las interpretaciones doctrinarias y jurisprudenciales que dentro del
esquema del Código de Vélez Sarsfield, con base en los principios de buena fe y de ejercicio funcional de
los derechos, admitían la nulidad parcial de las transacciones, cuando la invalidez afectaba una cláusula
secundaria (Colmo, Salvat, Pizarro-Vallespinos, Zannoni-Belluscio, López Cabana).
López Mesa agrega:
- Relativamente Formal
Está sujeto a un mínimo de formas, como que, ella siempre debe instrumentarse por escrito y si recae
sobre derechos litigiosos, sólo es eficaz a partir de la presentación del instrumento firmado por los
interesados ante el juez en que tramita la causa. (art 1643 CCyC)
ARTICULO 1643.-Forma. La transacción debe hacerse por escrito. Si recae sobre derechos litigiosos
sólo es eficaz a partir de la presentación del instrumento firmado por los interesados ante el juez en
que tramita la causa. Mientras el instrumento no sea presentado, las partes pueden desistir de ella.
- Es un contrato IntuituPersonae
No en el carácter de que se tengan en cuenta las habilidades de las personas, sino el lugar que ocupa,
esto es, acreedor o deudor en una Litis o en una relación obligacional.
- Es un contrato Nominado
Ya que se encuentra reglado en el Código Civil y Comercial, en los art. 1641 a 1648.
De acuerdo a las normas generales sobre capacidad (arts. 22 y 23 CCyCN) y la disposiciones aplicables
por analogía (ej., art. 875 CCyCN), todos aquellos que pueden celebrar contratos y disponer de sus
bienes se encuentran facultados para transigir.
ARTICULO 1646.-Sujetos. No pueden hacer transacciones:
a) las personas que no puedan enajenar el derecho respectivo;
b) los padres, tutores, o curadores respecto de las cuentas de su gestión, ni siquiera con autorización
judicial;
c) los albaceas, en cuanto a los derechos y obligaciones que confiere el testamento, sin la autorización del
juez de la sucesión.
Ahora bien, la ley establece específicamente cuáles son las excepciones a dicho principio, todas
consistentes en incapacidades de derecho:
a) No pueden hacer transacciones las personas que no pueden enajenar el derecho respectivo.
Compete, por ejemplo, a quienes han sido declarados en quiebra, respecto de los bienes no excluidos de
desapoderamiento.
b) Los padres, tutores, o curadores respecto de las cuentas de su gestión, ni siquiera con autorización
judicial. En cambio, estos representantes sí podrán transigir otros derechos del representado, pupilo o
curado, previa autorización judicial (conf. art. 121, inc. e], CCyCN), previa intervención del asesor de
menores e incapaces, en ejercicio de su representación promiscua y ante la posibilidad de colisión de
intereses.
ARTICULO 121.-Actos que requieren autorización judicial. Además de los actos para los cuales los padres
necesitan autorización judicial, el tutor debe requerirla para los siguientes:
e) contraer deudas, repudiar herencias o donaciones, hacer transacciones y remitir créditos aunque el
deudor sea insolvente;
c) Los albaceas, en cuanto a los derechos y obligaciones que confiere el testamento, sin la autorización
del juez de la sucesión.
Fuera de los casos descriptos precedentemente, para poder transigir por cuenta de otra persona, se
requiere de poder especial (art. 375, inc. i], CCyCN).
ARTICULO 375.-Poder conferido en términos generales y facultades expresas. Las facultades contenidas en
el poder son de interpretación restrictiva. El poder conferido en términos generales sólo incluye los actos
propios de administración ordinaria y los necesarios para su ejecución.
Son necesarias facultades expresas para:
i) renunciar, transar, someter a juicio arbitral derechos u obligaciones, sin perjuicio de las reglas aplicables
en materia de concursos y quiebras;
b) OBJETOS
En principio, puede transigirse sobre toda clase de derechos, cualquiera que sea su especie y naturaleza.
Así como en todo contrato y en todo acto jurídico, el objeto de la transacción debe ser posible (material y
jurídicamente), lícito y determinado o determinable. No puede ser prohibido por la ley, contrario a la moral,
a las buenas costumbres, al orden público, lesivo de los derechos ajenos o de la dignidad humana y tampoco
puede ser un bien que por un motivo especial se haya prohibido que sea objeto de los actos jurídicos (conf.
art. 279CCiv.).
ARTICULO 279.-Objeto. El objeto del acto jurídico no debe ser un hecho imposible o prohibido por la ley,
contrario a la moral, a las buenas costumbres, al orden público o lesivo de los derechos ajenos o de la
dignidad humana. Tampoco puede ser un bien que por un motivo especial se haya prohibido que lo sea.
En particular, la ley establece que no pueden ser objeto de una transacción los derechos en los que está
comprometido el orden público, las relaciones de familia o el estado de las personas, excepto que se trate
de derechos patrimoniales derivados de aquéllos, o de otros derechos sobre los que, expresamente la ley
admite pactar (conf. art. 1644 CCyCN). Así, no puede transigirse sobre la acción penal en sí, o sobre la
validez o nulidad del matrimonio, o sobre el derecho a reclamar el estado que corresponda a las personas
por causa de su filiación; aunque sí pueda pactarse sobre la indemnización derivada del delito, o sobre
intereses puramente económicos vinculados al estado de familia. Tampoco puede transigirse sobre la
herencia futura (art. 1010 CCyCN).
ARTICULO 1644.-Prohibiciones. No puede transigirse sobre derechos en los que está comprometido el
orden público, ni sobre derechos irrenunciables.
Tampoco pueden ser objeto de transacción los derechos sobre las relaciones de familia o el estado de las
personas, excepto que se trate de derechos patrimoniales derivados de aquéllos, o de otros derechos
sobre los que, expresamente, este Código admite pactar.
TRANSACCION SOBRE DERECHOS DUDOSOS O LITIGIOSOS
Uno de los elementos constitutivos de la transacción es que su objeto son derechos litigiosos o dudosos,
(res dubia en la doctrina clásica).
Las obligaciones litigiosas son aquellas que se hallan en controversia o en discusión judicial o, en
palabras llanas, cuyo alcance o titularidad están sometidos al criterio de un magistrado. La obligación no
es litigiosa ni existe transacción, si el demandado reconoce lisa y llanamente el derecho del actor aún
cuando éste le haga alguna concesión sobre la forma de hacerlo efectivo o sobre el importe de las
costas.
Tampoco es litigiosa si existe sentencia firme en la causa, ello porque no pueden coexistir dos medios de
terminación del proceso, uno normal (la sentencia) y uno anormal (la transacción). Un acuerdo posterior
a un fallo judicial no constituye transacción sino un mero acuerdo de pago.
En cambio, es una transacción sobre derechos litigiosos la que pone fin a una demanda que habiendo
iniciada, no estaba notificada y por lo tanto, no existía todavía litis trabada.
Las obligaciones dudosas son aquellas que las partes seria y sinceramente han considerado como tales,
es decir, que el parámetro de qué son las obligaciones dudosas lo dan las mismas partes y deben
referirse a la opinión y a los sentimientos de las partes mismas que realizaron la transacción.
Por nuestra parte creemos que la palabra dudosa empleada por el art 1641 CCyC no debe ser
considerada en sentido objetivo sino subjetivo , como referida a la opinión de las partes que llevan a
cabo el acto jurídico.
En conclusión un derecho es litigioso, porque existe la materialidad del pleito que lo acredita. Se trata
solamente de verificar en él si la pretensión de una de las partes ha sido negada, impugnada,
desconocida o no reconocida por la contraparte. Es predominantemente objetiva: si existe litigio judicial
iniciado , y se transa , existe acuerdo transaccional.
c) d) FORMA Y PRUEBA
ARTICULO 1643.-Forma. La transacción debe hacerse por escrito. Si recae sobre derechos litigiosos sólo es
eficaz a partir de la presentación del instrumento firmado por los interesados ante el juez en que tramita
la causa. Mientras el instrumento no sea presentado, las partes pueden desistir de ella.
La transacción debe hacerse por escrito (conf. art. 1643 CCyCN). Ésa es la única formalidad genéricamente
prevista por la ley para la instrumentación de este contrato extintivo, cuando se trata obligaciones dudosas.
Así las cosas, estos negocios jurídicos pueden constar en documentos públicos o privados, y probarse por
todos los medios aptos para llegar a una razonable convicción sobre su celebración, según las reglas de la
sana crítica, aunque en principio, no pueden acreditarse exclusivamente por testigos (conf. art. 1019 y 1020
CCyCN).
ARTICULO 1019.-Medios de prueba. Los contratos pueden ser probados por todos los medios aptos para
llegar a una razonable convicción según las reglas de la sana crítica, y con arreglo a lo que disponen las
leyes procesales, excepto disposición legal que establezca un medio especial.
Los contratos que sea de uso instrumentar no pueden ser probados exclusivamente por testigos.
ARTICULO 1020.-Prueba de los contratos formales. Los contratos en los cuales la formalidad es requerida
a los fines probatorios pueden ser probados por otros medios, inclusive por testigos, si hay imposibilidad
de obtener la prueba de haber sido cumplida la formalidad o si existe principio de prueba instrumental, o
comienzo de ejecución.
Se considera principio de prueba instrumental cualquier instrumento que emane de la otra parte, de su
causante o de parte interesada en el asunto, que haga verosímil la existencia del contrato.
De tratarse de una transacción sobre inmuebles, en caso de no cumplirse con la formalidad necesaria
(escritura pública, conf. art. 1017 CCyCN), también vale aplicar un criterio amplio para probar el contrato
celebrado. En este supuesto, el otorgamiento de la escritura correspondiente constituye una obligación de
hacer, que puede llegar a suscribir un juez si el obligado es remiso y se dan las demás circunstancias
previstas por la ley (conf. art. 1018 CCyCN).
En cambio, cuando el derecho comprometido ya tiene carácter litigioso, es decir, cuando la obligación a
extinguir ya se encuentra discutida en un proceso judicial, la transacción requiere de la presentación del
instrumento firmado ante el juez de la causa como condición de su validez, pudiendo desistirse de ella antes
de materializarse tal formalidad (art. 1643 cit., art. 308CPCCN y concs.)
FUERZA OBLIGATORIA
La transacción es vinculante para las partes (art. 959 CCyCN) y las faculta a exigir su cumplimiento. En caso
de incumplimiento, resultan aplicables las reglas generales en materia de mora, extensión del resarcimiento,
pacto comisorio, las cláusulas penales pactadas, etc. Este efecto se refiere asimismo a los sucesores
universales, a menos que se trate de obligaciones inherentes a la persona o que resulten intransmisibles por
su naturaleza, por una prohibición contractual o legal (art. 1024 CCyCN). En cambio, la transacción no obliga
a terceros, salvo que una disposición legal así lo establezca (conf. art. 1022 CCyCN).
ARTICULO 959.-Efecto vinculante. Todo contrato válidamente celebrado es obligatorio para las partes. Su
contenido sólo puede ser modificado o extinguido por acuerdo de partes o en los supuestos en que la ley
lo prevé.
ARTICULO 1022.-Situación de los terceros. El contrato no hace surgir obligaciones a cargo de terceros, ni
los terceros tienen derecho a invocarlo para hacer recaer sobre las partes obligaciones que éstas no han
convenido, excepto disposición legal.
ARTICULO 1024.-Sucesores universales. Los efectos del contrato se extienden, activa y pasivamente, a los
sucesores universales, a no ser que las obligaciones que de él nacen sean inherentes a la persona, o que la
transmisión sea incompatible con la naturaleza de la obligación, o esté prohibida por una cláusula del
contrato o la ley.
Antes de la reforma del Código Civil, la mayoría de la doctrina interpretaba que al disponer sobre este
efecto, el codificador sólo había pretendido dar mayor fuerza obligatoria al instituto. Se afirmaba que sólo
cabía atribuir la autoridad de la cosa juzgada a las transacciones sobre derechos litigiosos, cuando el
convenio había sido homologado judicialmente, pues para ese caso, se hallaba previsto el trámite procesal
de ejecución de sentencia.
De acuerdo a letra de la ley, la transacción tiene para las partes la autoridad de la cosa juzgada (art. 1642
CCyCN).
ARTICULO 1642.-Caracteres y efectos. La transacción produce los efectos de la cosa juzgada sin necesidad
de homologación judicial. Es de interpretación restrictiva.
El texto legal dispone explícitamente que no resultanecesaria la homologación judicial para producir tal
efecto de cosa juzgada.
En este sentido, el art 500 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, incluyó dentro de los títulos
ejecutables al "...acuerdo instrumentado en acta suscripta por el mediador, con la certificación de su
firma...", que no requiere ya de homologación judicial para habilitar el trámite ejecutivo, salvo que se
hubieren controvertido derechos de menores e incapaces, supuesto que exige además de la intervención del
representante legal y del ministerio pupilar.
Así las cosas, cabe interpretar que este efecto de las transacciones ha sido ampliado y que ha ingresado a un
ámbito que excede el espacio judicial propiamente dicho.
La transacción extingue los derechos y obligaciones a los que las partes hubieren renunciado (arts.
959CCyCN), así como sus accesorios y garantías (art. 857 CCyCN). Significa que las partes no podrán
replantear la cuestión resuelta en el contrato extintivo.
ARTICULO 959.-Efecto vinculante. Todo contrato válidamente celebrado es obligatorio para las partes. Su
contenido sólo puede ser modificado o extinguido por acuerdo de partes o en los supuestos en que la ley
lo prevé.
ARTICULO 857.-Efectos. La extinción, nulidad o ineficacia del crédito principal, extinguen los derechos y
obligaciones accesorios, excepto disposición legal o convencional en contrario.
EFECTO DECLARATIVO
La transacción no tiene efecto traslativo de derechos, sino solamente declarativo. Es decir que el
reconocimiento efectuado a la contraparte se considera basado en situaciones preexistentes (Trigo
Represas, Pizarro-Vallespinos).
De tal modo, al no importar transmisión de derechos, la transacción no da lugar a la garantía de evicción y
no confiere un nuevo título para fundar la prescripción adquisitiva. A su vez, cuando se refiere a la
disposición sobre inmuebles, requiere de inscripción registral para su oponibilidad frente a terceros
(Zannoni, Llambías, Trigo Represas, Pizarro-Vallespinos, conf. art. 2º, ley 17.891/1968).
ARTICULO 1647.-Nulidad. Sin perjuicio de lo dispuesto en el Capítulo 9 del Título IV del Libro Primero
respecto de los actos jurídicos, la transacción es nula:
a) si alguna de las partes invoca títulos total o parcialmente inexistentes, o ineficaces;
b) si, al celebrarla, una de las partes ignora que el derecho que transa tiene otro título mejor;
c) si versa sobre un pleito ya resuelto por sentencia firme, siempre que la parte que la impugna lo haya
ignorado.
En general, se aplican a la transacción las nulidades que rigen con relación a los actos jurídicos (conf. art.
1647 CCyCN); así por ejemplo, el contrato extintivo viciado por error, dolo o violencia podrá resultar nulo.
Pero además, la transacción es nula en los siguientes supuestos:
a) Si alguna de las partes invoca títulos total o parcialmente inexistentes, o ineficaces: dado que los
derechos que emergen de ese tipo de título carecen de eficacia jurídica, no pueden consecuentemente ser
objeto de una transacción. Máxime, si se tiene en cuenta que la transacción tiene efectos declarativos, es
decir, que remite a situaciones preexistentes, que en estos supuestos, podrían no ser tales.
b) Si, al celebrarla, una de las partes ignora que el derecho que transa tiene otro título mejor.
c) Si versa sobre un pleito ya resuelto por sentencia firme, siempre que la parte que la impugna lo haya
ignorado. No habría en este supuesto derecho litigioso o dudoso a transar, sino situaciones firmes decididas
en una resolución judicial. Pero de conocer una de las partes el contenido de la sentencia que le reconoce
un derecho, pensamos que su propia concesión constituiría una renuncia o remisión.
En los supuestos precedentes, la transacción supone ignorancia de una de las partes sobre la existencia de
documentos esenciales, que de haber sido conocidos, pudieron significar la negativa a la transacción. Se
entiende así que la nulidad deriva de la existencia de un error esencial sobre la causa del negocio jurídico, y
en ocasiones, del dolo de la parte que oculta tal elemento esencial.
En cambio, los errores aritméticos no obstan a la validez de la transacción, aunque habilitan a las partes el
derecho a obtener la rectificación correspondiente (art. 1648 CCyCN).
Cabe finalmente aclarar que cuando la obligación transada adolece de un vicio que causa su nulidad
absoluta, la transacción resulta también inválida. En cambio, cuando el vicio es causante de nulidad relativa
y las partes lo conocen (por ej., refiriéndose a dicho vicio en el texto del acuerdo extintivo), la transacción
resulta válida (conf. art. 1645 CCyCN).
ARTICULO 1645.-Nulidad de la obligación transada. Si la obligación transada adolece de un vicio que causa
su nulidad absoluta, la transacción es inválida. Si es de nulidad relativa, las partes conocen el vicio, y
tratan sobre la nulidad, la transacción es válida.
En la jurisprudencia, se ha considerado nula la transacción celebrada por el curador de una persona privada
de su salud mental, sin autorización judicial; aquella celebrada por una persona jurídica, al haberse
declarado nula la reunión de su directorio donde se fijaron las bases para tal acuerdo; y la transacción que
versaba sobre cosas que se encontraban fuera del comercio.
4. CONFUSIÓN
ARTICULO 931.-Definición. La obligación se extingue por confusión cuando las calidades de acreedor y de
deudor se reúnen en una misma persona y en un mismo patrimonio
En este caso, la extinción de la obligación se produce por imposibilidad de cumplimiento, ya que una
persona no puede exigirse a sí misma la satisfacción de una prestación. Desaparece así uno de los elementos
esenciales de la relación obligacional, cual es la existencia de un sujeto acreedor distinto del sujeto deudor.
c) que los obligados actúen por derecho propio (de este modo, no existe confusión si el representante de
una persona resulta deudor o acreedor de su representado).
NATURALEZA JURIDICA
El Código aprobado regula el instituto, dejando en claro que al producirse la confusión se extingue la
obligación, sea en forma total o parcial, en proporción a la parte de la deuda en que se produce la confusión
(art. 32 CCyCN).
Como ejemplo de confusión parcial, cabe mencionar los casos del acreedor no fuese heredero único del
deudor, del deudor que no fuese heredero único del acreedor, y del tercero que no fuese heredero único
del acreedor y del deudor: en esos supuestos, habrá confusión proporcional a la respectiva cuota
hereditaria.
Y como corolario lógico de la disposición citada, si luego de concluido el vínculo entre las partes, éstas
devienen nuevamente acreedora y deudora una de la otra por igual concepto, ello será así en el contexto de
una nueva obligación. Pierde así sentido la discusión existente bajo el sistema anterior sobre la naturaleza
jurídica de la confusión, apareciendo esta figura como un claro modo de extinción de las obligaciones y no
como una mera situación de hecho cuyo efecto es la paralización de las acciones entre coobligados.
La confusión puede ser total o parcial. En caso de que se reúnan en una misma persona las calidades
contrapuestas de deudor y acreedor en la integridad de la obligación, la confusión será total. Por ejemplo,
esto podría suceder si el deudor del causante resulta luego su único heredero. Ahora bien, si la sucesión —
en el crédito o la deuda— absorbe solo una parte de la obligación, la confusión será parcial. Por ejemplo,
esto podría ocurrir si el deudor del causante resulta heredero junto con otros parientes. en este caso de
pluralidad de herederos, la deuda quedará extinguida por confusión en la porción o cuota parte hereditaria
que corresponda.
"Renuncia" y "remisión de deuda" son conceptos a los cuales la doctrina jurídica suele asignar diversos
significados. Algunos autores los consideran sinónimos, otros entienden que la renuncia constituye un
concepto genérico que se refiere a la resignación de derechos en general, siendo la remisión una especie
referida a la abdicación de un derecho creditorio y, finalmente, otros destacan una particularidad de la
remisión de deuda, que radica en la entrega al deudor del instrumento del crédito, como vía habitual de
formalización de este modo extintivo.
Se observa en el Código Civil aprobado que la renuncia se regula con un sentido bien amplio: por ejemplo,
con relación a las leyes (art. 13), a determinadas facultades (pedir el divorcio, art. 436), a determinados
beneficios (de excusión, art. 1584), a la propia parte indivisa en el condominio (art. 1989), etc. El concepto
no se define, pero al precisarse sus caracteres, se afirma que toda persona puede renunciar a los derechos
conferidos por la ley cuando ello no esté prohibido y sólo se afecten intereses privados (art. 944).
ARTICULO 13.-Renuncia. Está prohibida la renuncia general de las leyes. Los efectos de la ley pueden ser
renunciados en el caso particular, excepto que el ordenamiento jurídico lo prohíba.
ARTICULO 944.-Caracteres. Toda persona puede renunciar a los derechos conferidos por la ley cuando la
renuncia no está prohibida y sólo afecta intereses privados. No se admite la renuncia anticipada de las
defensas que puedan hacerse valer en juicio.
En sentido estricto tampoco se define la remisión, aunque de acuerdo a la ley se considera remitida la
deuda, excepto prueba en contrario, cuando el acreedor entrega voluntariamente al deudor el documento
original en que consta la deuda (conf. art. 950).
Cabe observar que el nuevo texto legal contiene variadas normas que limitan el ejercicio de la renuncia. Así,
por ejemplo, no se admite la renuncia general a las leyes (conf. art. 13), al derecho a reclamar o a percibir
alimentos (art. 539), ni la renuncia anticipada de las defensas que puedan hacerse valer en juicio (art. 944),
ni a la prescripción futura (conf. art. 2535), etc.
ARTICULO 2535.-Renuncia. La prescripción ya ganada puede ser renunciada por las personas que pueden
otorgar actos de disposición. La renuncia a la prescripción por uno de los codeudores o coposeedores no
surte efectos respecto de los demás. No procede la acción de regreso del codeudor renunciante contra sus
codeudores liberados por la prescripción.
No existen prohibiciones legales respecto de la remisión, lo cual confirma su naturaleza como figura
esencialmente ligada al crédito.
NORMAS APLICABLES
Al regularse los modos de extinción de las obligaciones se dispone conjuntamente sobre la renuncia y la
remisión en una misma sección (sec. 5ª del cap. 5, Tít. I, Libro III). Allí, de un lado se establece expresamente
que las disposiciones sobre renuncia se aplican a la remisión de deuda hecha por el acreedor (art. 951
CCyCN), pero de otro se dispone separadamente y en forma sucesiva sobre una y otra figura, demarcándose
así matices aún propios de cada de ellas.
ARTICULO 951.-Normas aplicables. Las disposiciones sobre la renuncia se aplican a la remisión de la deuda
hecha por el acreedor.
Puede así seguir afirmándose que mientras la renuncia es un acto jurídico por el cual se abdica de un
derecho, la remisión es un acto jurídico que consiste en el perdón del pago de la obligación, sea en forma
total o parcial, efectuado por el acreedor a favor del deudor.
ESPECIES
Tanto la renuncia como la remisión pueden hacerse a cambio de un precio o de una ventaja, o bien a título
gratuito. En el primer caso, se aplican al acto jurídico los principios de los actos onerosos (art. 945 CCyCN),
tratándose de un supuesto excepcional que sólo se configura si no están dados los requisitos para
considerar que hubo dación en pago, novación o transacción.
ARTICULO 945.-Renuncia onerosa y gratuita. Si la renuncia se hace por un precio, o a cambio de una
ventaja cualquiera, es regida por los principios de los contratos onerosos. La renuncia gratuita de un
derecho sólo puede ser hecha por quien tiene capacidad para donar.
CAPACIDAD
En cambio, cuando el acreedor no recibe una contraprestación se aplican en general las disposiciones que
rigen los actos a título gratuito. En este supuesto, el acreedor debe tener capacidad para donar (art. 945
CCyCN) y el acto se caracteriza por cierta fragilidad: puede declararse su nulidad si perjudica a una persona
incapaz o con capacidad restringida, aun antes de la inscripción de la sentencia (art. 45, inc. c], CCyCN);
impide la acción de regreso por el deudor beneficiario de la remisión (art. 840CCyCN), etcétera.
ARTICULO 840.-Contribución. El deudor que efectúa el pago puede repetirlo de los demás codeudores
según la participación que cada uno tiene en la deuda. La acción de regreso no procede en caso de
haberse remitido gratuitamente la deuda.
FORMA Y PRUEBA
ARTICULO 949.-Forma. La renuncia no está sujeta a formas especiales, aun cuando se refiera a derechos
que constan en un instrumento público.
Por expresa disposición legal, la renuncia puede exteriorizarse mediante cualquier forma (art. 949 CCyCN).
Igual criterio se aplica a la remisión, en la medida en que si bien la ley describe su forma más típica, no se
impone en su caso un tipo de exteriorización excluyente (arts. 950 y 951 CCyCN).
Pero al ser abdicativos de derechos, estos modos de extinción no se presumen y ante la duda sobre si
tuvieron lugar, la interpretación debe ser restrictiva (arts. 948 y 951 CCyCN).
La renuncia y la remisión expresas se configuran mediante una manifestación del acreedor que materializa
positivamente su voluntad de desistir del cobro del crédito, aceptada luego por el deudor. Esa expresión de
voluntad puede hacerse bajo cualquier forma, verbal o escrita, en instrumento público o privado, y
generalmente contiene giros que expresan dicha intención, como "doy por extinguida la obligación", o
"perdono la deuda".
Se configuran tácitamente, cuando puede conocerse con certidumbre la voluntad del acreedor a partir de
sus propios actos (art. 264 CCyCN). Pensamos que la entrega por el acreedor al deudor del documento
original representativo del crédito (ej.: un cheque, un pagaré), hace a esta categoría. En cambio, la entrega
de copia legalizada o testimonio del documento original que permanece en el protocolo de un escribano, no
cumple esta finalidad. En este supuesto, si el deudor alega que hubo remisión, deberá acreditarlo
fehacientemente (art. 950 CCyCN).
Ahora bien, para que la entrega del documento cause la remisión de la deuda, ella ha de ser voluntaria, es
decir practicada por el acreedor con pleno discernimiento, intención y libertad.
La ley presume la remisión cuando se produce tal entrega, pero se trata de una presunción iuris tantum (art.
950 CCyCN), siendo a cargo del acreedor la prueba sobre la involuntariedad del acto. A su vez, si el deudor
alega que la recepción del documento representativo de la obligación fue consecuencia de su extinción por
vía de pago, será a su cargo la prueba de esta circunstancia.
EFECTOS
ARTICULO 952.-Efectos. La remisión de la deuda produce los efectos del pago. Sin embargo, la remisión en
favor del fiador no aprovecha al deudor. La hecha a favor de uno de varios fiadores no aprovecha a los
demás.
Tanto la renuncia como la remisión de deuda extinguen la obligación. Sobre esta última se dispone a su vez
que produce los efectos del pago (art. 952 CCyCN) y se establecen reglas específicas para los supuestos de
obligaciones garantizadas.
En este sentido, la remisión en favor del fiador no aprovecha al deudor. Y la restitución al deudor de la cosa
dada en prenda causa sólo la remisión de la prenda, pero no así la remisión de la deuda (art. 954 CCyCN). Sin
duda ello es así, por aplicación de los principios generales referidos a obligaciones principales y accesorias
(arts. 856 y 857 CCyCN), debiendo interpretarse que se trata de casos de renuncia del acreedor a las
garantías personales o reales de la obligación, mas no al crédito en sí.
ARTICULO 954.-Entrega de la cosa dada en prenda. La restitución al deudor de la cosa dada en prenda
causa sólo la remisión de la prenda, pero no la remisión de la deuda.
Además, la remisión hecha a favor de uno de varios fiadores, no aprovecha a los demás (art. 952 CCyCN).
Por último, el pago parcial hecho por un fiador previo a la remisión hecha al deudor, no habilita al garante a
repetir contra el acreedor (art. 953 CCyCN), pues cabe entender que la remisión opera respecto del menor
monto debido luego de aquel pago parcial.
Cuando se trata de obligaciones de sujeto plural, cabe distinguir la remisión practicada por alguno de los
acreedores, o a favor de algunos de los deudores, según cuál sea el tipo de obligación comprometida:
- Obligación divisible: cada acreedor sólo puede hacer remisión de la parte que le corresponde en el crédito.
- Obligación indivisible: se requiere de la unanimidad de los acreedores para extinguir el crédito (art. 818
CCyCN). Y la remisión hecha a favor de uno de los deudores no beneficia a los demás.
- Obligación solidaria: la renuncia al crédito tiene efectos expansivos tanto en materia de solidaridad pasiva
(art. 835, inc. b], CCyCN), como activa (art. 846, inc. b], CCyCN), en este último caso, en tanto uno de los
acreedores no hubiere ya demandado el pago. Iguales efectos deben atribuirse a la remisión, por aplicación
del art. 951 CCyCN.
- Obligación concurrente: la renuncia al crédito a favor de uno de los deudores no extingue la deuda de los
otros obligados concurrentes (conf. art. 851, inc. d], CCyCN).
RETRACTACION
A su vez, ambas figuras extintivas pueden significar una abdicación total o parcial, según si se extienden a
todo o parte de la prestación. Cabe la retractación, quedando a salvo los derechos adquiridos por terceros
(arts. 947 y 951 CCyCN) mientras no haya sido aceptada. En cambio, si es aceptada por el beneficiario,
extingue el derecho (art. 946 CCyCN).
ARTICULO 947.-Retractación. La renuncia puede ser retractada mientras no haya sido aceptada, quedando
a salvo los derechos adquiridos por terceros.
Régimen legal
ARTICULO 2544.-Efectos. El efecto de la interrupción de la prescripción es tener por no sucedido el lapso
que la precede e iniciar un nuevo plazo.
ARTICULO 2545.-Interrupción por reconocimiento. El curso de la prescripción se interrumpe por el
reconocimiento que el deudor o poseedor efectúa del derecho de aquel contra quien prescribe.
ARTICULO 2546.-Interrupción por petición judicial. El curso de la prescripción se interrumpe por toda
petición del titular del derecho ante autoridad judicial que traduce la intención de no abandonarlo,
contra el poseedor, su representante en la posesión, o el deudor, aunque sea defectuosa, realizada por
persona incapaz, ante tribunal incompetente, o en el plazo de gracia previsto en el ordenamiento
procesal aplicable.
ARTICULO 2547.-Duración de los efectos. Los efectos interruptivos del curso de la prescripción
permanecen hasta que deviene firme la resolución que pone fin a la cuestión, con autoridad de cosa
juzgada formal.
La interrupción del curso de la prescripción se tiene por lo sucedido si se desiste del proceso o caduca la
instancia.
ARTICULO 2548.-Interrupción por solicitud de arbitraje. El curso de la prescripción se interrumpe por la
solicitud de arbitraje. Los efectos de esta causal se rigen por lo dispuesto para la interrupción de la
prescripción por petición judicial, en cuanto sea aplicable.
ARTICULO 2549.-Alcance subjetivo. La interrupción de la prescripción no se extiende a favor ni en contra
de los interesados, excepto que se trate de obligaciones solidarias o indivisibles.
Unidad 16 punto 9
Plazos en la prescripción. Distintos casos.
Plazo de 5 años, plazo de 3 años, plazo de 2 años, plazo anual.
ARTICULO 2560.-Plazo genérico. El plazo de la prescripción es de cinco años, excepto que esté previsto
uno diferente en la legislación local.
ARTICULO 2561.-Plazos especiales. El reclamo del resarcimiento de daños por agresiones sexuales
infligidas a personas incapaces prescribe a los diez años. El cómputo del plazo de prescripción comienza
a partir del cese de la incapacidad.
El reclamo de la indemnización de daños derivados de la responsabilidad civil prescribe a los tres años.
Las acciones civiles derivadas de delitos de lesa humanidad son imprescriptibles.
ARTICULO 2562.-Plazo de prescripción de dos años. Prescriben a los dos años:
a) el pedido de declaración de nulidad relativa y de revisión de actos jurídicos;
b) el reclamo de derecho común de daños derivados de accidentes y enfermedades del trabajo;
c) el reclamo de todo lo que se devenga por años o plazos periódicos más cortos, excepto que se trate
del reintegro de un capital en cuotas;
d) el reclamo de los daños derivados del contrato de transporte de personas o cosas;
e) el pedido de revocación de la donación por ingratitud o del legado por indignidad;
f) el pedido de declaración de inoponibilidad nacido del fraude.
ARTICULO 2563.-Cómputo del plazo de dos años. En la acción de declaración de nulidad relativa, de
revisión y de inoponibilidad de actos jurídicos, el plazo se cuenta:
a) si se trata de vicios de la voluntad, desde que cesó la violencia o desde que el error o el dolo se
conocieron o pudieron ser conocidos;
b) en la simulación entre partes, desde que, requerida una de ellas, se negó a dejar sin efecto el acto
simulado;
c) en la simulación ejercida por tercero, desde que conoció o pudo conocer el vicio del acto jurídico;
d) en la nulidad por incapacidad, desde que ésta cesó;
e) en la lesión, desde la fecha en que la obligación a cargo del lesionado debía ser cumplida;
f) en la acción de fraude, desde que se conoció o pudo conocer el vicio del acto;
g) en la revisión de actos jurídicos, desde que se conoció o pudo conocer la causa de revisión.
ARTICULO
2564.-Plazo de prescripción de un año. Prescriben al año:
a) el reclamo por vicios redhibitorios;
b) las acciones posesorias;
c) el reclamo contra el constructor por responsabilidad por ruina total o parcial, sea por vicio de
construcción, del suelo o de mala calidad de los materiales, siempre que se trate de obras destinadas a
larga duración. El plazo se cuenta desde que se produjo la ruina;
d) los reclamos procedentes de cualquier documento endosable o al portador, cuyo plazo comienza a
correr desde el día del vencimiento de la obligación;
e) los reclamos a los otros obligados por repetición de lo pagado en concepto de alimentos;
f) la acción autónoma de revisión de la cosa juzgada.