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Freud decía: que a lo largo de la historia, hubo tres grandes humillaciones.

El
descubrimiento de Galileo que no somos el centro del Universo; el descubrimiento de
Darwin que no somos la corona de la creación; y su propio descubrimiento que no
controlamos nuestra propia mente.

Uno de los descubrimientos más importantes de Freud es que las emociones enterradas en la
superficie subconsciente suben a la superficie consciente durante los sueños, y que recordar
fragmentos de los sueños pueden ayudar a destapar las emociones y los recuerdos
enterrados.

El sueño no es meramente actividad somática: es un acabado fenómeno psíquico de


realización de deseos, y por tanto debe ser incluido en el conjunto de los actos
comprensibles (no incomprensibles) de nuestra vida despierta, constituyendo el resultado de
una actividad intelectual altamente complicada.

El deseo aparece disfrazado en el aspecto manifiesto del sueño, en lo efectivamente soñado,


proceso denominado 'deformación onírica'. Freud se pregunta ¿por qué? tiene que haber
una deformación, ya que podría haber ocurrido que el sueño expresara el deseo en forma
directa, sin deformación. Esta deformación es intencional y se debe a la censura que el
sujeto ejerce contra la libre expresión de deseos, por encontrarlos censurables por algún
motivo.

Jung tiene un planteamiento más constructivo que Freud, en cuanto cree que el sueño tiene
una función compensadora y educativa. Opinaba que la psique es un organismo de
autorregulación en el que las actitudes conscientes son propensas a ser compensadas por el
inconsciente (dentro del sueño).

Hay dos tipos de inconsciente que influyen en los sueños

 El inconsciente personal. Constituye la memoria individual y profunda de la persona.


Contiene las vivencias y experiencias individuales, los pensamientos (incluso los
olvidados), las sensaciones, los deseos y las proyecciones a acciones futuras.

 El inconsciente colectivo. Se construye a partir de los símbolos y conceptos universales,


comunes a todos los seres humanos. Son los instintos, los mitos, la cultura, las religiones,
la historia, etc. Jung llamó “arquetipos” a este conjunto de imágenes y representaciones
universales.

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En los sueños aparecen a menudo cinco arquetipos:

1)    La persona: Es la apariencia del individuo, lo que se muestra a los demás los individuos
adaptan su conducta, actitudes y personalidad según el grupo social al que pertenecen. La
“persona” es lo que uno mismo y los demás piensan que es.

2)    La sombra: Agrupa a todo lo que un individuo no quiere que se conozca, lo que se resiste
a tomar consciencia. Son los defectos, los malos recuerdos, las angustias, las experiencias
dolorosas, etc. esta parte negativa de la personalidad aparece en los sueños como imágenes
de sujetos transgresores.” La sombra es lo que se prefiere no ver”

3)    El alma son dos polaridades este arquetipo tiene dos formas distintas: la energía
masculina (animus) nos empuja a ser racionales. la energía femenina (anima) incita al uso de
la intuición y la imaginación, es el polo más afectivo. En los sueños se representan
respectivamente como figuras masculinas y figuras femeninas.

4)    El espíritu: Este arquetipo aparece ante una situación crítica y decisiva en la vida, en los
sueños aparece en forma de figuras ancestrales de autoridad: magos, sacerdotes, monjes,
patriarcas, etc.

5)    El sí-mismo: Arquetipo central, la totalidad del Hombre. Es una entidad sobre-ordenada
al Yo. Abarca el consciente y el inconsciente, en los sueños está representado por el
embarazo, por un niño o un bebé.

Jung creía que los arquetipos, como el animus, anima, sombra y otros se manifestaban en los
sueños como símbolos o figuras. Podían adoptar la forma de un anciano, una joven soltera o
una araña gigante, según el caso. Cada uno representa una actitud inconsciente que se
oculta en la mente consciente. Aunque en una parte global de la psique del soñador, estas
manifestaciones son en gran medida autónomas y percibidas por el soñador como
personajes externos. Junto con los arquetipos que se manifiestan a través de estos símbolos,
sirven para aumentar la conciencia de las actitudes inconscientes, la integración de partes
aparentemente dispares de la psique y contribuyen al importante proceso de auto-
comprensión holística.
Jung propuso dos enfoques básicos para el análisis de material onírico:

 El objetivo y lo subjetivo. En el enfoque objetivo, cada persona en el sueño se refiere


a la persona en sí: la madre es la madre, la novia es la novia, etc.

 En el enfoque subjetivo, cada persona en el sueño representa un aspecto del


soñador. Jung sostuvo que el enfoque subjetivo es mucho más difícil de aceptar por
el soñador, pero que en la mayoría del buen “sueño-trabajo”, el soñador reconoce
que los personajes del sueño

Describió dos enfoques para símbolos de los sueños: El enfoque causal y el enfoque final.

 En el enfoque causal: el símbolo se reduce a ciertas tendencias fundamentales. Por lo


tanto, una espada puede simbolizar un arma, como puede ser una serpiente.

 En enfoque final: el intérprete de sueños pregunta: “¿Por qué este símbolo y no


otro?” Por lo tanto, una espada que representa un arma es dura, fuerte, inanimada y
destructiva mientras que una serpiente está viva, es peligrosa y tal vez venenosa y
viscosa. La aproximación final hará aflorar las actitudes adicionales del soñador.

Jung creía que los sueños podían contener verdades ineludibles, pronunciamientos
filosóficos, ilusiones, fantasías salvajes, memorias, planes, experiencias y visiones irracionales
incluso telepáticas. Al igual que la psique tienen un lado diurno que experimentamos como
vida consciente y uno nocturno inconsciente, lado que desciframos como una fantasía
onírica. Jung diría que así como no dudamos de la importancia de nuestra experiencia
consciente, no deberíamos predecir el valor de nuestras vidas inconscientes.

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