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PROBLEMA:

Dentro de las industrias por el mal cálculo de las distribuciones eléctricas que realizan
muchos técnicos provocan en el punto de la producción se eleven los costos de
producción para poder satisfacer el pago del consumo eléctrico. Del cual permite que
las industrias quiebren de esa manera.
Con unas políticas energéticas adecuadas, se podrán fijar como objetivos: asegurar el
suministro energético necesario para cubrir los requerimientos de los usuarios
mediante la diversificación de fuentes y la utilización de tecnologías limpias que
garanticen la sostenibilidad tanto medioambiental como económica. Las componentes
fundamentales de todas ellas, es la eficiencia energética, junto con el impulso a las
energías renovables y el ahorro de energía.
En la industria:
optimizando nuestros procesos industriales, aprovechando mejor el reciclaje de
materiales y materias primas, implementando nuevas tecnologías, reciclando los
residuos industriales y productos derivados.
Los grandes beneficios que se destacan de la eficiencia energética en la nueva Directiva
Europea sobre eficiencia energética [5] son:
COMPETITIVIDAD

 Reducción de la factura energética


 Creación de hasta 2 millones de puestos de trabajo de aquí a 2020.
 Impulso al I+D y a la internacionalización de la industria europea.
SEGURIDAD DE SUMINISTRO

 Reducción de la dependencia energética.


 Reducción de inversiones en infraestructuras.
 Mejora de la balanza comercial
SOSTENIBILIDAD

 Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.


 Limitación del daño al medioambiente

HIPÓTESIS.
La manera para mejorar la eficiencia energética es poder distribuir la energía trifásica
de manera equilibrada permitiendo que no se centre en un solo punto sino todo lo
contario. Del cual de esa manera en la parte productiva mejoraría al 100%.
Un ejemplo de ahorro energético en el sector industrial sería la utilización de variadores de
velocidad en los procesos productivos. Cuando un equipo es accionado mediante un variador
de velocidad, utiliza menos energía eléctrica que si el equipo fuera activado a una velocidad
constante, ya que no utiliza más energía de la necesaria. Se puede regular la velocidad en
función de las necesidades. Cintas transportadoras, bombas y compresores son ejemplos de
ello.

INDUSTRIA.

El sector industrial representa cerca del 30% del total de la demanda final de energía en
España, siendo el segundo sector de mayor consumo, solo por detrás del sector transporte.
Dentro de este sector, existen diferentes subsectores en los que se podría clasificar la
industria. En los estudios de IDAE se diferencian 11 agrupaciones de actividad.

Transformación de la energía.

Este sector abarca las actividades cuyo fin es convertir la energía primaria en energía final, de
manera que pueda ser usada en los sectores consumidores finales. El refino del petróleo, la
generación eléctrica y la cogeneración se encuentran dentro de las actividades de este sector.
Durante el periodo 2007-2010, en el sector petrolífero han ocurrido dos sucesos de gran
relevancia en España: las nuevas especificaciones de los hidrocarburos (Clases A, B y C) y el
aumento del número de coches con motor diesel del parque automovilístico. A pesar de la
repercusión negativa en la eficiencia que esto ha supuesto al sector, las refinerías españolas
han sabido adaptarse. Según datos de IDAE la eficiencia energética en el sector de la
generación eléctrica ha aumentado en un 5,7% durante el periodo 2007-2010. Esto es debido
tanto a las mejoras de rendimiento de las centrales generadoras como al aumento de la
aportación de las energías renovables en el mix energético, principalmente de tipo
hidroeléctrico, eólico y solar. En lo que se refiere a la Cogeneración, la potencia en España ha
aumentado considerablemente en los últimos años.

Según datos de IDAE, a finales de 2010 en España la potencia operativa es de 6704 MW, siendo
incluidos 658 MW de las instalaciones de tratamiento y reducción de residuos.

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