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Instalaciones
contra incendios
Jesús Manuel Quintela Cortes
Diseño del libro, de la cubierta y de la colección: Manel Andreu
Depósito legal:
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño general y la cubierta, puede ser copiada,
reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio,sea éste eléctrico,
químico, mecánico, óptico, grabación, fotocopia, o cualquier otro, sin la previa autorización escrita
de los titulares del copyright.
Director de serie
Doctor ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Cataluña y máster en Dirección y Administración
de Empresas por ESADE.
Profesor titular del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).
Como coautor ha publicado diversos libros. Es autor de diferentes artículos en revistas y congresos nacionales e
internacionales en los ámbitos de máquinas eléctricas (comportamiento y diseño); el riesgo eléctrico, la
seguridad y la prevención; y el comportamiento dinámico de elementos electromecánicos y su diseño.
Autor
Jesús Manuel Quintela Cortes
Doctor Ingeniero Industrial por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona, de la
Universidad Politécnica de Catalunya.
Tesis doctoral en "Modelización de superficie, altura e inclinación y superficies de isotemperatura de las llamas,
en fuegos de balsas tipo con combustibles líquidos".
Líneas de Investigación en análisis de riesgos e incendios en el Centro de Estudios del Riesgo Tecnológico de la
Universidad Politécnica de Catalunya.
Profesor Titular del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica
Industrial de Terrassa, de la Universidad Politécnica de Catalunya.
Profesor del Postgrado de "Proyecto, Diseño y Cálculo de instalaciones mecánicas, eléctricas y especiales" de la
Fundación Politécnica de Catalunya.
Diseño y Ejecución de instalaciones integradas de detección, extinción de incendios y control del humo.
Dirección de Proyectos Fin de Estudios sobre Construcción de Maquinas, Motores, Procesos de Fabricación y
Prevención y Protección de Incendios, Manuales de Autoprotección,
Agradecimientos
Agradecer a mi esposa Isabel y a mis hijas Ester y Laura los ánimos y el apoyo recibidos para
mantener la ilusión en esta obra desde principio a fin.
ANBER GLOBE
CDAF
LPG
NOTIFIER
PROMAT
SABO
ZENITH
DAISALUX
COLT
SODECA
ITUR
Prólogo
Dentro del área de las instalaciones y de la misma seguridad, concebida en toda la am-
plitud del término, la PCI siempre ha sido la “hermanita pobre” en cuanto a dedicación,
tanto en la parte presupuestaria por parte de las administraciones, como en su aspecto
más intelectual por parte de los profesionales con dedicación exclusiva a ésta disciplina.
El libro que hoy nos llega era una demanda de todo el colectivo de profesionales relacio-
nados con la PCI. La concreción en la temática de cada uno de los ítems abordados, así
como la claridad en los ejemplos que la ilustran, muestran el conocimiento y la dedica-
ción que el autor ha puesto en todos ellos.
No cabe más que desear una difusión de la obra a todos los niveles del colectivo de pro-
fesionales de la PCI, dado que su contenido asegura el éxito de la misma.
Estimado lector:
Para un mejor aprovechamiento de la obra que acaba usted de adquirir, le queremos in-
formar de cuál ha sido nuestra pretensión al crearla y presentarla en un doble soporte:
CD-ROM y libro en papel.
Ante las posibles dudas que puede generar la inaccesibilidad al CD-ROM, queremos acla-
rar que se trata de un tema de configuración de Flash Player, el cual tiene una fácil solu-
ción si sigue las instrucciones aquí indicadas. Los ficheros swf contenidos en el CD
necesitan acceder a los ficheros html del mismo CD, y dado que la extensión html es
compatible con Internet, el protocolo de seguridad actúa de forma predeterminada blo-
queando este acceso. Para una correcta utilización de este CD debe seguir las siguientes
instrucciones: Al pulsar el botón Entrar el visor de flash presenta el siguiente cuadro de
diálogo median-te el cual se podrá acceder a configurar el nivel de seguridad, concreta-
mente señalando la carpeta local (CD-ROM) como contenido seguro.
Tras actualizar el CD-ROM (con la tecla F5), el contenido será plenamente funcional. Ad-
juntamos el texto integro de la web Macromedia, donde se indican estos pasos con ma-
yor detalle.“Contenido de Flash almacenado en su equipo (sólo Flash Player 8 y
posterior) Es posible que parte del contenido de Flash que descargue en su equipo intente
utilizar reglas de seguridad antiguas para comunicarse con Internet. Por ejemplo, podría
introducir datos en una aplicación de control de gastos Flash sin conexión y enviar la
información al sitio Web de una empresa para su proceso. Otro ejemplo sería un sistema
de ayuda Flash instalado en su equipo que intente comunicarse con Internet para obte-
ner contenido actualizado. Puede especificar qué contenido de Flash instalado en su
equipo puede utilizar siempre las reglas de seguridad antiguas añadiendo la ubicación co-
rrespondiente al panel de seguridad. Tras añadir una ubicación de su equipo al panel Se-
guridad, el contenido de esa ubicación pasa a ser de confianza. Flash Player no pedirá
permiso y estará autorizado a utilizar siempre las reglas de seguridad antiguas, aunque
esté seleccionado Denegar siempre en el panel de seguridad. La lista Confiar siempre en
¤ Editorial UOC 15
los archivos de estas ubicaciones tiene prioridad sobre las opciones del panel Configura-
ción. Es decir, aunque haya seleccionado Denegar siempre al contenido local y de Web
el derecho a utilizar las reglas de seguridad antiguas, los archivos locales de su lista de
confianza podrán utilizar siempre las reglas antiguas. La lista Confiar siempre en los ar-
chivos de la parte inferior del panel se aplica específicamente al contenido de Flash que
ha descargado en su equipo; no al contenido que utiliza mientras visita un sitio Web.(Só-
lo Flash Player 8 y posterior) Para especificar que el contenido de Flash de su equipo pue-
da utilizar las reglas de seguridad antiguas para comunicarse con Internet: 1. En el
Administrador de configuración - Panel Parámetros de seguridad global, haga clic en el
menú emergente y seleccione Agregar. Se abre el cuadro Confiar en esta ubicación. Si ha
llegado al Administrador de configuración desde el botón Configuración en un cuadro
de diálogo, el cuadro Confiar en esta ubicación contiene una ruta parecida a C:\nombre-
directorio\nombrearchivo.swf o Usuarios/nombredirectorio/nombrearchivo.swf; esta
ruta le indica el archivo que ha intentado comunicarse con Internet y que la seguridad
de Flash Player ha bloqueado. Si la ruta incluye el contenido que desea que se comunique
con Internet, copie y pegue la ruta en el cuadro Confiaren esta ubicación. También puede
hacer clic en los botones Examinar y localizar el contenido.
Índice
Agradecimientos ................................................................................................. 9
Prólogo.................................................................................................................... 11
Objetivos ............................................................................................................. 23
Orientación ........................................................................................................ 23
1. Introducción ..................................................................................................... 24
1.1. Tipos de fuego .............................................................................................. 24
1.2. Activación del fuego .................................................................................... 25
1.3. Formas de extinción .................................................................................... 25
1.4. Formas de propagación ................................................................................ 26
2. Agentes extintores ............................................................................................ 28
2.1. Introducción ................................................................................................ 28
2.2. El agua .......................................................................................................... 28
2.3. Espumas ....................................................................................................... 30
2.4. Polvo ............................................................................................................ 32
2.5. Anhídrido carbónico .................................................................................... 34
2.6. Agentes gaseosos .......................................................................................... 35
Objetivos ............................................................................................................. 37
Orientación ........................................................................................................ 38
1. Extintores .......................................................................................................... 41
1.1. Introducción ................................................................................................ 41
1.2. Definiciones ................................................................................................. 41
1.3. Clasificación ................................................................................................. 42
1.4. Características .............................................................................................. 42
1.5. Diseño ......................................................................................................... 46
1.6. Mantenimiento ............................................................................................ 46
¤ Editorial UOC 18 Instalaciones contra incendios
Objetivos ............................................................................................................. 85
Orientación ........................................................................................................ 85
1. Centrales de control ......................................................................................... 86
1.1. Introducción ................................................................................................ 86
1.2. Definiciones ................................................................................................ 86
1.3. Componentes .............................................................................................. 86
¤ Editorial UOC 19 Índice
Objetivos........................................................................................................... 121
Orientación ...................................................................................................... 121
1. Alumbrado de emergencia ............................................................................... 122
1.1. Introducción ................................................................................................ 122
1.2. Definiciones ................................................................................................ 124
1.3. Componentes .............................................................................................. 124
1.4. Clasificación ................................................................................................ 124
1.5. Diseño ......................................................................................................... 124
1.6. Aplicación .................................................................................................... 125
2. Señalización ...................................................................................................... 128
2.1. Introducción ................................................................................................ 128
2.2. Definiciones ................................................................................................ 128
2.3. características ............................................................................................... 128
2.4. Diseño ......................................................................................................... 130
2.5. Mantenimiento ............................................................................................ 130
2.6. Aplicación .................................................................................................... 131
3. Ascensor de Emergencia ............................................................................... 136
3.1. Introducción ................................................................................................ 136
3.2. Definiciones ................................................................................................ 138
3.3. Diseño ......................................................................................................... 138
3.4. Mantenimiento ............................................................................................ 138
Objetivos........................................................................................................... 139
Orientación ...................................................................................................... 139
¤ Editorial UOC 20 Instalaciones contra incendios
Objetivos........................................................................................................... 255
Orientación ...................................................................................................... 255
1. Control del humo y el calor ........................................................................... 256
1.1. Introducción ................................................................................................ 256
1.2. Definiciones ................................................................................................. 256
1.3. Diseño ......................................................................................................... 257
1.4. Aplicación .................................................................................................... 257
Objetivos........................................................................................................... 271
Orientación ...................................................................................................... 271
1. Introducción ..................................................................................................... 272
1.1. Antecedentes ................................................................................................ 272
1.2. Generalidades ............................................................................................... 274
1.3. Medios y medidas de protección pasiva ...................................................... 274
2. Protección contra el fuego ............................................................................... 275
2.1. Introducción ............................................................................................... 275
2.2. Medios de protección ................................................................................... 275
3. Reacción al fuego .............................................................................................. 281
3.1. Definiciones ................................................................................................. 281
3.2. Materiales ..................................................................................................... 281
4. Resistencia al fuego .......................................................................................... 282
4.1. Definiciones ................................................................................................. 282
4.2. Materiales .................................................................................................... 282
4.3. Características .............................................................................................. 283
4.4. Programa térmico normalizado ................................................................... 285
5. Sistemas de protección pasiva ......................................................................... 288
5.1. Aplicación ................................................................................................... 288
5.2. Soluciones ................................................................................................... 288
Bibliografía .......................................................................................................... 289
Capítulo I. Conceptos
Objetivos
1) Conocer el origen del fuego, cómo se produce la reacción de combustión y sus com-
ponentes y cómo se puede realizar la extinción.
2) Conocer los diferentes tipos de fuego, cómo se propagan y analizar los efectos de los
agentes extintores más frecuentes.
Orientación
¤ Editorial UOC 24 Instalaciones contra incendios
1. Introducción
El fuego es una reacción exotérmica con inflamación de los gases producidos por el
combustible, acompañada de energía que pone en riesgo a persona y bienes. Su ex-
tinción rápida y eficaz exige agentes extintores, así como instalaciones adecuadas.
Entre los productos generados en la combustión aparecen radicales libres, que dentro de
la llama reaccionan entre sí y aumentan su temperatura. Este fenómeno se conoce como
reacción en cadena y junto a los elementos del triángulo del fuego constituyen el te-
traedro del fuego.
Las energías de activación pueden tener su origen ante diferentes tipos de situaciones.
Éstas pueden ser provocadas por elementos de diferente naturaleza. Las energías de acti-
vación pueden ser: térmicas, eléctricas, mecánicas o químicas.
1.3.1. Descripción
Para que se extinga un incendio debemos parar la reacción de oxidación que produce
la combustión, mediante la falta o eliminación de uno de los cuatro elementos del te-
traedro del fuego que determina las cuatro formas de extinción.
De estas cuatro formas, la menos utilizada es la de eliminación del combustible, que sólo
puede aplicarse exclusivamente a los fuegos de clase B o C al cerrar la válvula de paso.
1.4.1. Introducción
• la conducción, en la que el calor de las llamas del incendio se propaga por contacto
directo con materiales combustibles o con otros capaces de transmitir el calor,
• la radiación, en la que el calor irradiado por las llamas se transmite en todas direc-
ciones, y
• la convección, en la que los gases, humos y aire caliente, que provienen de la com-
bustión de los vapores del combustible, suben y entran en contacto con materiales
combustibles que pueden alcanzar su temperatura de autoinflamación.
Por otro lado, la reacción al fuego de un material es la cualidad del mismo frente a su
posible inflamabilidad, cuya clasificación antes era según la Norma UNE y en la actuali-
dad según la Norma EN.
Figura 1.1.
¤ Editorial UOC 27 Conceptos
Figura 1.2.
Según la velocidad a la que se propaga, la combustión se puede clasificar en: lenta, sim-
ple, deflagración, detonación y explosión.
¤ Editorial UOC 28 Instalaciones contra incendios
2. Agentes extintores
2.1. Introducción
2.2. El agua
Las formas de extinción que intervienen en el uso del agua como agente extintor son
el enfriamiento, la sofocación y el impacto.
2.2.1. Clasificación
Las formas de aplicar el agua sobre el fuego se clasifican en dos grandes grupos: a chorro
pulverizada y nebulizada.
La aplicación a chorro hace pasar el agua a presión por boquillas y con un orificio central
de descarga se consigue lanzar el agua a una gran distancia.
Si se aplica desde muy cerca, se corre el peligro de que el impacto producido por el chorro de
agua sobre la superficie del combustible lo disperse y provoque la propagación del incendio.
Esta forma de aplicar el agua es muy adecuada para lanzarla a gran distancia del incendio, cuan-
do por alguna razón no podemos acercarnos a él lo suficiente.
Figura 1.3.
Aplicación a chorro.
La aplicación pulverizada hace pasar el agua a presión por boquillas difusoras que la sub-
dividen en pequeñas gotas, para obtener una mayor superficie de contacto del agua con
el ambiente que le rodea y absorber más calor. La distancia de proyección es menor, por
lo que debemos aproximarnos más al incendio.
Se aplica sobre fuegos de clase A y actúa de forma aceptable sobre los de clase B, si no son
solubles en agua, como el alcohol. No actúa sobre fuegos de tipo C y D.
Figura 1.4.
La aplicación nebulizada hace pasar el agua por boquillas difusoras que la subdividen en
gotas de un tamaño de entre 200 y 1.000 micras, obteniendo mayor capacidad de enfria-
miento con menor cantidad de agua, y además actúan por sofocación, evitando el calor
por radiación, diluyen los gases de combustión y arrastran los humos y gases tóxicos so-
lubles en agua.
2.2.2. Riesgos
2.3. Espumas
Las espumas son agentes extintores que tienen como base el agua con un aditivo
emulsionante
Las espumas son unas burbujas de aire o gas con base acuosa, que por su baja densidad
flotan sobre los líquidos combustibles y forman una capa de cierto espesor. Se pueden
aplicar sobre grandes superficies y no son tóxicas.
Figura 1.5.
2.3.1. Clasificación
2.3.3. Riesgos
Los riesgos de aplicar las espumas son los mismos que los del agua, en especial por la
presencia de la electricidad y también en fuegos de metales de gran poder reactivo
como el sodio y el potasio.
Las espumas proteínicas tienen un tiempo de almacenamiento limitado, ya que son bio-
degradables.
2.4. Polvo
• Fluidez buena
• Actuación rápida
• Resistente a la humedad
• Resistente a las vibraciones
• No degradable
• No apelmazable
• No tóxico
• No conductor de la electricidad
• No abrasivo
2.4.1. Clasificación
Los polvos de extinción son los polvos normales o secos BC, polvos polivalentes ABC o
polvos especiales, y se clasifican en función de las clases de fuego que pueden apagar:
Estas formas de extinción permiten utilizar los polvos según las clases de fuego que
se presenten. (Para más información, podéis ver la clasificación de fuegos en la unidad
Tipos de fuego de la sesión Conceptos de este mismo bloque.)
2.4.3. Riesgos
• Su propia presión de vapor lo energiza lo suficiente para que pueda salir del recipiente
y fluir por tuberías.
• Al salir en estado gaseoso, puede penetrar hasta lo más profundo del riesgo.
• No es conductor de la electricidad.
• No es corrosivo.
• No deja residuos.
• No es tóxico.
Las formas de extinción en las que interviene el anhídrido carbónico son, en primer lu-
gar, la sofocación y en segundo lugar, el efecto enfriamiento ocasionado por la baja
temperatura que se produce al cambiar de estado.
Estas formas de extinción lo hacen aceptable para extinguir fuegos de clase B y aquellos
que tienen presencia de electricidad. En los fuegos de clase A se necesitarían grandes can-
tidades para mantener la concentración durante más tiempo. Es aceptable en general,
pero es más adecuado para fuegos con un espesor menor de 5 mm.
2.5.2. Riesgos
Los riesgos a los que nos sometemos en la utilización del anhídrido carbónico son los
siguientes:
Debido a la prohibición del halón como agente extintor, se han desarrollado in-
vestigaciones para obtener otros agentes gaseosos que lo puedan sustituir, pero
que no dañen a la capa de ozono ni colaboren en el efecto invernadero.
2.6.1. Aplicación
Estos sistemas sólo serán utilizables cuando quede garantizada la seguridad o la evacua-
ción del personal. El mecanismo de disparo incluirá un retardo en su acción y un sistema
¤ Editorial UOC 36 Instalaciones contra incendios
de pre-alarma de forma que permita la evacuación de los ocupantes que garantice su se-
guridad antes de la descarga del agente extintor.
La capacidad de los recipientes de gas extintor a presión será la suficiente para garantizar
la extinción del incendio y las concentraciones de aplicación serán función del riesgo
protegido. Ambos valores deberán estar justificados.
¤ Editorial UOC 37 Extinción manual
Objetivos
1) Conocer los diversos tipos de extintores existentes, para que su elección, instalación,
funcionamiento y mantenimiento sea el más adecuado a la clase de combustible exis-
tente en el riesgo a proteger, facilitando una actuación rápida y una extinción eficaz.
2) Instalar las BIE para extinguir con rapidez y eficacia el inicio de un incendio mediante
la aplicación de agua proyectada con el caudal y la presión adecuados para la carga
de fuego existente.
3) Las BIE deben ser utilizadas por parte de personal entrenado y conocedor de las diver-
sas condiciones que se pueden presentar durante la extinción.
5) Instalar las CHE para luchar contra un incendio declarado en un edificio o estableci-
miento, mediante la aplicación de agua con la reserva, el caudal y la presión adecua-
dos para la carga de fuego existente y que facilite la actuación de los SEIS.
6) Aplicar espuma para apagar por sofocación incendios tanto interiores como exterio-
res, que son de difícil extinción por otros métodos. Se aplica agua con la reserva, el
caudal y la presión adecuados para conseguir espuma de baja, media o alta expansión.
¤ Editorial UOC 38 Instalaciones contra incendios
Orientación
Extintor
Columna seca
Espuma
En este bloque se analizan conceptos y la legislación a nivel nacional que define como
se deben diseñar las instalaciones de extinción manual para proteger edificios y estable-
cimientos según su uso y tamaño.
¤ Editorial UOC 41 Extinción manual
1. Extintores
Los extintores pueden ser portátiles o móviles. Deben estar situados cerca de las salidas
y donde se encuentran los combustibles susceptibles de iniciar un incendio, para ser uti-
lizados con rapidez y eficacia por personal entrenado
1.1. Introducción
El extintor es un recipiente que contiene agente extintor e impulsor y puede ser trans-
portado y utilizado manualmente.
Sus cualidades básicas deben ser la seguridad de uso y la eficacia frente a la clase de
combustible en llamas.
1.2. Definiciones
En la siguiente tabla dinámica se facilitan una serie de definiciones así como su objetivo,
todas ellas con relación a los extintores y según la Norma UNE 23.110.
1.3. Clasificación
Los aparatos extintores pueden clasificarse según distintos parámetros: por su movilidad,
por el sistema de presurización y por el agente extintor.
Figura 2.2.
El sistema de presurización permite la salida del agente extintor fuera del recipiente y
puede ser de:
1.4. Características
Las características de un extintor se basan en los tres puntos siguientes: los componen-
tes, el funcionamiento y el emplazamiento.
• Cabezal de disparo: válvula que nos permite controlar la descarga del agente extin-
tor, que puede estar en el mismo cabezal o en el extremo de una manguera. También
puede tener manómetro y válvula de seguridad.
Figura 2.3.
Figura 2.4.
Sistema de presurización permanente. El gas presurizador se encuentra en la parte superior y en el interior del extintor.
Figura 2.5.
La presión obliga al agente extintor a que se desplace hacia la parte inferior del extintor, saliendo por el tubo sonda hacia la válvula
de vaciado.
• Agente extintor: el agente extintor de los extintores portátiles debe ser el más ade-
cuado al tipo de fuego existente en función de los posibles combustibles que existían
en el riesgo a proteger. El agente extintor de acuerdo con la Norma UNE 23600-90,
puede ser:
– Polvo tipo BC o normal para los combustibles B y C.
– Polvo tipo ABC o polivalente, para los combustibles A, B y C.
• Hogar mínimo exigible: la máxima cantidad permitida de agente extintor será capaz
de extinguir un determinado hogar tipo de:
– Clase A mediante agente extintor:Polvo ABC: 1 kg 5A, 2 kg 8A, 4 kg 13A,6
kg 21A, 9 kg 27A y 12 kg 43A.
Agua y espumas: 3 l 5A, 6 l 8A y 9 l 13A.
– Clase B mediante agente extintor:
Polvo: 1 kg 21B, 2 kg 34B, 4 kg 70B, 6 kg 113B, 9 kg 144B y 12 kg
183B.CO2: 2 kg 21B y 5 kg 55B
Agua y espuma: 2 l 34B, 3 l 55B, 6 l 113B y 9 l 183B.
Estos valores en kilogramos (kg) o en litros (l), señalan la carga nominal de cada tipo de
extintor en Alemania, España, Francia, Italia, Países Bajos y Portugal.
• Eficacia del extintor: es un código formado por un número y una letra que tienen
el siguiente significado, según UNE 23110-1. Anexo B. Hogares tipo.
– Número que indica:
Para combustibles de Clase A:
La longitud en decímetros de las barras de madera de sección 50 · 40 mm, dispues-
tas en capas con sentidos alternados.
Para combustibles de Clase B:
El volumen del líquido contenido en un recipiente, del que 2/3 es agua y 1/3 es
combustible líquido heptano.
– Letra que indica si el combustible es de Clase A para materias sólidas, de Clase B
para materias líquidas o de Clase C para gases.
Cuando en un mismo riesgo podemos encontrar fuegos de varias clases, cada extintor
debe tener la eficacia que cada uno de ellos exija.
Los extintores que cumplan la norma UNE 23110-85/5, apartado 8. Hogares tipo para
fuegos de Clases C, sólo llevarán la letra C.
¤ Editorial UOC 46 Instalaciones contra incendios
1.5. Diseño
1.6. Mantenimiento
Las operaciones trimestrales a realizar por una empresa mantenedora autorizada o por el
personal del usuario o titular de la instalación.
Las operaciones anuales y quinquenales a realizar por el personal especializado del fabricante
o instalador del equipo o por el personal de la empresa mantenedora autorizada.
• Trimestralmente
O.M.
• Anualmente
tintor y el peso y aspecto externo del botellín. Inspección ocular del estado de la
manguera, boquilla o lanza, válvulas y partes mecánicas. Nota: en esta revisión
anual no será necesaria la apertura de los extintores portátiles de polvo con pre-
sión permanente, salvo que en las comprobaciones que se citan se hayan observa-
do anomalías que lo justifique. En el caso de apertura del extintor, la empresa
mantenedora situará en el exterior del mismo un sistema indicativo que acredite
que se ha realizado la revisión interior del aparato. Como ejemplo del sistema in-
dicativo de que se ha realizado la apertura y revisión interior del extintor, se puede
utilizar una etiqueta indeleble, en forma de anillo, que se coloca en el cuello de la
botella antes del cierre del extintor y que no pueda ser retirada sin que se produzca
la destrucción o deterioro de la misma.
• Quinquenalmente
– O.M. A partir de la fecha de timbrado del extintor (y por tres veces) se procederá al
retimbrado del mismo de acuerdo con la ITC-MIE-AP5 del Reglamento de aparatos a
presión sobre extintores de incendios.
¤ Editorial UOC 48 Instalaciones contra incendios
Las bocas de incendio equipadas (BIE) están formadas por una válvula con manómetro,
una devanadera, una manguera enrollada a esta, una lanza de triple efecto y un armario
metálico con puerta.
2.1. Introducción
Figura 2.6.
Las exigencias de la normativa permiten asegurar que las bocas de incendio equipadas
puedan ser utilizadas eficazmente por una sola persona y que tengan una vida útil y larga
sin precisar de un mantenimiento excesivo. La eficacia de las bocas de incendio está vin-
culada a los criterios aplicados en el ámbito de la prevención, y su uso correcto depende de
tres factores básicos: el adiestramiento del personal, que las instalaciones sean adecuadas y
que se realice el correcto mantenimiento.
¤ Editorial UOC 49 Extinción manual
2.2. Definiciones
En la siguiente tabla dinámica se facilitan una serie de definiciones, todas ellas con rela-
ción a las bocas de incendio equipadas y según la Norma UNE-EN 671-1:2001.
2.3. Clasificación
Con las bocas de incendio equipadas se pueden proteger recintos, locales o estableci-
mientos con escasa carga de fuego o que compartan la protección con otros sistemas
como rociadores de agua automáticos y lugares con una mayor carga de fuego.
Hay que considerar la posibilidad de que la instalación se encuentre en recintos con at-
mósferas marinas o agresivas.
La Norma Europea EN-671 recibe un título general de "Instalaciones fijas de lucha contra
incendios. Sistemas equipados con mangueras", y consta de tres partes.
• Parte 1: Bocas de incendio equipadas con mangueras semirrígidas.
• Parte 2: Bocas de incendio equipadas con mangueras planas.
• Parte 3: Mantenimiento de las bocas de incendio equipadas.
Los materiales metálicos tendrán una protección eficaz contra la corrosión exterior y por
el paso de agua.
En función de los diferentes riesgos y de las consiguientes cargas térmicas, así como de
la coexistencia con otros medios de protección, existirán diferentes necesidades de agua,
que necesitarán de los siguientes equipos: los de boca de incendio equipada de 25 mm y
los de boca de incendio equipada de 45 mm.
Los componentes de las bocas de incendio equipadas de 25 mm son las que se muestran
en la siguiente tabla:
Figura 2.7.
Características constructivas:
Ventajas:
Figura 2.8.
Opciones de Puerta:
• Puertas para superficie o puerta para empotrar (con premarco tapa juntas):
• Puerta pintada con metacrilato.
• Puerta en acero inoxidable con metacrilato
• Puerta ciega pintada.
• Puerta ciega en acero inoxidable
• Bisagras vistas u ocultas
Los componentes de las bocas de incendio equipadas de 45 mm son las que se muestran
en la siguiente tabla:
2.4. Diseño
2.5. Mantenimiento
Según la tabla I y por parte del personal de la empresa mantenedora autorizada o por per-
sonal del usuario o titular de la instalación:
• Trimestralmente
Según la tabla II y por parte del personal especializado del fabricante o instalador del
equipo o sistema o por el personal de empresa mantenedora autorizada:
• Anualmente
• Quinquenalmente
En toda instalación de bocas de incendio equipadas, existirán unos repuestos mínimos de acuer-
do con los siguientes criterios:
3. Espuma
3.1. Introducción
Hay riesgos que por su naturaleza y por la de los productos almacenados, necesitan un
tipo de protección específica a base de agentes espumógenos, que mezclados con aire for-
man espuma extintora. La espuma se forma por la mezcla en determinadas proporciones
de agua, espumógeno y aire.
Los componentes de la espuma son: el agua, que puede ser dulce o salada, el espumóge-
no, que puede ser de varios tipos según las propiedades que se desea obtener de la espu-
ma y el aire, que le da la expansión necesaria. La espuma no debe ser afectada por la
presencia de sales inorgánicas o por los contaminantes naturales que se pueden encon-
trar tanto en las aguas dulces, como en las saladas.
La espuma está formada por un conjunto de burbujas formadas por una solución acuosa con
pequeñas burbujas de aire, de menor densidad que el agua y menor peso que los combustibles
líquidos sobre los que se aplica, y tiene la propiedad de cubrir y adherirse a las superficies tanto
verticales como horizontales. Forma una capa uniforme y resistente que fluye libremente sobre
la superficie incendiada, que la aísla del aire y además previene la reignición del fuego al evitar
la emisión de vapores inflamables.
1) En los líquidos inflamables, la espuma absorbe calor del combustible y de las superficies
sólidas contiguas.
2) Provoca una separación física del oxígeno del aire en la superficie del combustible.
3) Si la espuma tiene suficiente estabilidad, también contribuye a evitar durante largos pe-
ríodos de la reiniciación del incendio.
Boca de incendio equipada con la que se puede aplicar espuma Torre portamonitor eléctrico de baja expansión.
de baja y media expansión.
Figura 2.13.
3.2. Definiciones
En la siguiente tabla dinámica se facilitan una serie de definiciones, todas ellas con rela-
ción a la espuma.
3.3. Características
Para obtener un resultado lo más óptimo posible, las espumas deben tener las siguientes
características:
• Fluidez y sellado que asegure una rápida y eficaz cubrición de la superficie del com-
bustible y evite la salida de vapores del combustible.
• Resistencia mecánica contra el calor, para mantener sus propiedades refrigerantes.
• Resistir el calor, las llamas, el viento y ser capaz de regenerarse en caso de que se pro-
duzcan fisuras en la superficie durante un largo período de tiempo.
• Resistencia a la contaminación de los líquidos combustibles en su formación física,
para mantener una estructura homogénea y constante de la burbuja.
• Tener un espesor suficiente para retener suficiente cantidad de agua para resistir el
contacto con las superficies calientes de líquidos o sólidos ajenos al combustible.
• Conseguir una separación física del oxígeno del aire sobre la superficie del combustible
inflamado.
• Absorber calor del combustible y de las superficies sólidas contiguas.
• Impedir la transmisión del calor de las llamas por radiación.
• En los incendios de tipo eléctrico la presencia del agua es peligrosa para el personal
por su conductividad, especialmente cuando la aplicación es manual, pero sí que pue-
de aplicarse con instalaciones automáticas ya que tiene más eficacia que el agua sola.
• Por la incompatibilidad de ciertos espumógenos con algunos polvos extintores, se puede
producir la descomposición de la espuma cuando se aplican simultáneamente, especial-
mente cuando hay obstáculos que sobresalen de las superficie del liquido en llamas.
• En los incendios de gases presurizados, butano, propano, butadieno, etc., a causa de
su gran capacidad de evaporación e inflamación posterior.
• Sobre líquidos muy reactivos que reaccionan violentamente con el agua o metales
que también reaccionan con el agua como el sodio y el potasio.
• Cuando tenemos fuegos de derrames de líquidos en movimiento por vertidos, se po-
drían utilizar las espumas con polvo extintor compatible, o bien tendríamos que es-
perar a conseguir previamente el confinamiento del combustible, para que la
aplicación exclusiva de la espuma fuera eficaz en la extinción.
3.4. Clasificación
La espuma se puede generar según cada uno de los siguientes tipos, explicados con más
detalle en la última tabla de esta misma pantalla:
La generación de cada uno de los tipos de espuma se puede realizar mediante equipos de
descarga como lanzas especiales, monitores, extintores y rociadores especiales de agua-
espuma que lanzan la espuma con velocidad y a cierta distancia, o bien mediante bocas
de descarga que la lanzan de forma lenta y suave.
Tipos de espuma:
3.5. Componentes
1) Depósito atmosférico
2) Depósito de membrana
Figura 2.14.
Para evitar su corrosión los bidones se llenan con nitrógeno para mantener la atmósfera inerte.
• Si el envase es de plástico, evitaremos que no le afecten los rayos ultravioletas del sol,
que provocarían la degradación del espumógeno y del bidón.
• También hay que evitar cambios bruscos de la temperatura, que pueden deteriorar el
espumógeno.
• A partir del tercer año se realizarán controles a cargo de un laboratorio reconocido,
para comprobar las constantes físico-químicas y su idoneidad de utilización.
En especial, los espumógenos de base proteínica, ya que con el tiempo la proteína hidrolizada
tiende a degradarse.
• Sistema premezcla
Este sistema utiliza una simple succión por efecto Venturi, siendo la máxima columna
de succión del líquido de 1,5 metros. El depósito de espumógeno se sitúa en la parte in-
ferior del proporcionador para evitar que el espumógeno entre por gravedad.
– Tanques de membrana.
– Bombas dosificadoras.
– Proporcionadores con presión balanceada.
Constan de un motor hidráulico volumétrico movido por el flujo de agua, sin ninguna
otra fuente de energía externa, el cual a su vez acciona una bomba de inyección, también
volumétrica, que inyecta el espumógeno en el flujo de agua.
Este mecanismo recibe el espumante y succiona la cantidad de aire suficiente para poder
expandir la espuma en el volumen deseado y descargarla sobre la superficie del combus-
tible incendiado. Si la cantidad de aire es pequeña, la solución obtenida puede ser lo bas-
tante resistente para evitar la salida de vapores de la combustión y si es excesiva, puede
provocar que la estructura formada sea débil y pierda resistencia al calor.
¤ Editorial UOC 61 Extinción manual
Figura 2.15.
En general estos equipos tienen una placa de orificio que permite obtener un perfecto
equilibrio entre el caudal de mezcla del mezclador de aire respecto con la cantidad de es-
puma que se desea generar.
Éstos son:
Las tuberías por las que fluye el espumante pueden ser aéreas3 o ser enterradas4 y deben
funcionar según el tipo de presión requerida por la instalación.
3. Las tuberías aéreas serán de acero estirado sin soldadura DIN 2440 en acero ST 37 según
DIN1629. El acabado será con cepillado del óxido, dos capas de imprimación y dos capas de aca-
bado con esmalte sintético de color rojo.
4. Las tuberías enterradas podrán ser del mismo material que las aéreas, pero con protección anticor-
rosión con cinta especial y si es necesario estarán protegidas contra las solicitaciones mecánicas, las
heladas y las corrientes parásitas. También podrán ser de fundición dúctil, según DIN 28610 y de resina
epoxi reforzada con fibra de vidrio homologada para instalaciones de protección contra el fuego.
¤ Editorial UOC 62 Instalaciones contra incendios
Cada sistema de extinción por espuma tendrá un cálculo individualizado para elegir
el diámetro de las tuberías, según la presión de servicio que se necesite. Las pérdidas
de carga debemos procurar que sean mínimas y las calcularemos mediante la fórmula
de Hazen-Williams, utilizada para el movimiento del agua.
En los sistemas fijos de baja expansión que protegen riesgos exteriores de tanques de al-
macenamiento de combustibles líquidos, las tuberías situadas dentro de los cubetos o
que disten menos de 15 m de los tanques sin cubeto deben enterrarse a una profundidad
mínima de 0,30 m, según el apartado 11.1 de la Norma UNE 23.523-84.
Las válvulas de cualquiera de los sistemas referidos en las Normas UNE deben estar situa-
das en lugares de fácil acceso y protegidas para ser utilizadas en caso de incendio.
Las tuberías estarán normalmente vacías y, para que una vez utilizadas se puedan vaciar
y limpiar, tendrán una pendiente del 0,4% según el apartado 8 de la Norma UNE 23.522-
83. Por lo que tendrán un punto de recogida del agua de limpieza para que antes de la
puesta en marcha se eliminen las impurezas producidas por el montaje y después de cada
utilización, para que la tubería quede limpia de restos del espumante, de forma que,
cuando queden vacías, las tuberías se encuentren perfectamente limpias.
3.6. Diseño
3.7. Mantenimiento
Según tabla I . Operaciones que debe realizar el personal de la empresa mantenedora au-
torizada, o bien por el personal del usuario o titular de la instalación.
• Trimestralmente
Según tabla II. Operaciones a realizar por el personal especializado del fabricante o ins-
talador del equipo o sistema o por el personal de la empresa mantenedora autorizada.
• Anualmente: hacer una comprobación integral de acuerdo con las instrucciones del
fabricante o instalador y que incluya en todo caso:
3.8. Aplicación
La aplicación de la espuma requiere una buena técnica que se adquiere con práctica y
entrenamiento. El método más correcto de aplicación de la espuma sobre una superficie
líquida es hacer rebotar el chorro en una superficie sólida. Cuando el chorro esté cubrien-
do el ancho del incendio, en el caso de una aplicación manual, se debe levantar el chorro
de espuma producido por una lanza o monitor o similar para empujar la capa de espuma
sobre la superficie.
Hay que tener precaución de no aplicar un chorro directo dentro de una capa de espuma
ya formada, para evitar remover la superficie que produciría salpicaduras, con la propa-
gación del incendio.
Cuando se utilicen lanzas, monitores o cañones para generar la espuma, todos lo movi-
mientos que se realicen deben ser suaves y controlados.
El proceso que hay que seguir para desarrollar las aplicación de espuma sobre el riesgo ya
se ha explicado en la unidad Diseño de esta misma sesión. .
4. Columna seca
Las columnas secas están formadas por una toma de agua a la que los Bomberos colocan
su motobomba, una tubería que transporta el agua hasta las plantas donde unas bocas
de salida permiten conectar las mangueras.
4.1. Introducción
Es por ello por lo que el uso de las columnas secas será exclusivo de los servicios de
bomberos y las tuberías estarán siempre secas, partirán de la toma de alimentación
para conexión de sus equipos que darán la presión y el caudal necesarios, situada en
fachada del edificio, y su trazado seguirá por la caja de la escalera o sus proximidades,
con salidas de agua en las plantas.
¤ Editorial UOC 65 Extinción manual
Figura 2.16.
Cada columna seca tendrá su propia toma de alimentación que permita la conexión de
los equipos de los Bomberos, para introducir en ella el agua con el caudal y la presión
necesarios para la extinción del incendio. Se procurará que el trazado del distribuidor
desde la toma de alimentación hasta la columna se procurará que tenga la menor pérdida
de presión posible.
Tanto el vigente CTE-SI como la derogada NBE-CPI-96 admiten que los municipios pue-
dan sustituir esta instalación por la de BIE de 25 mm Ø conectadas a la red general de
abastecimiento de agua del edificio cuando, por el emplazamiento y características arqui-
tectónicas del edificio o por el nivel de dotación de los Bomberos, no se pueda garantizar
el uso de la instalación de columna seca.
¤ Editorial UOC 66 Instalaciones contra incendios
4.2. Componentes
• Toma de agua en fachada o en zona de fácil acceso por parte del servicio de
extinción.
Toma de agua en fachada o en zona de fácil acceso por parte del servicio de extinción
alojada en un hueco de 550 mm de ancho por 400 mm de alto y por 300 mm de fon-
do, o bien dentro de un cofre de obra de fábrica con marco y tapa metálica de 550
mm u 400 mm, con cierre de resbalón para llave de cuadradillo de 8 mm, con la in-
dicación de “Uso exclusivo bomberos” y debidamente señalizada. Tendrá una co-
nexión siamesa, con entrada de 80 mm y dos salidas de 70 mm, equipadas con
válvulas de bola incorporadas y racores tipo UNE 23.400 de 70 mm de diámetro con
tapas sujetas con cadena y dispositivo de purga de aire de 25 mm. La puerta y el marco
pueden ser pintados o de acero inoxidable, con la indicación "Uso exclusivo bombe-
ros". En la NTE-IPF se referencia como IPF-41.
Figura 2.17.
Toma de agua en fachada, formada por marco y puerta metálicos y conexión siamesa con
llaves incorporadas y racores de 70 mm con tapas sujetas con cadenas. IPF-41
Boca de salida de agua alojada en hueco de 550 mm de ancho, por 350 mm de alto,
por 300 mm de fondo, con marco y tapa de cristal con cierre de resbalón para llave
de cuadradillo de 8 mm, con la indicación de “Uso exclusivo bomberos” y debida-
mente señalizada. Tendrá una conexión siamesa con entrada de 70 mm y dos salidas
equipadas con válvulas de bola incorporadas y racores tipo UNE 23.400 de 45 mm de
diámetro con tapas sujetas con cadena y dispositivo de purga de aire de 25 mm. Estas
bocas se instalarán en las plantas pares hasta la octava y por encima en todas. En la
NTE-IPF se referencian como IPF-39.
¤ Editorial UOC 67 Extinción manual
Figura 2.18.
Boca de salida de agua cada dos plantas y a partir de la octava, cada planta estará formada
por marco y puerta de cristal y conexión siamesa con llaves incorporadas y racores de 45 mm
con tapas sujetas con cadenas. IPF-39.
Boca de salida de agua alojada en hueco de 550 mm de ancho, por 600 mm de alto,
por 300 mm de fondo con marco y tapa de cristal con cierre de resbalón para llave de
cuadradillo de 8 mm, con la indicación de “Uso exclusivo bomberos” y debidamente
señalizada. Tendrá una conexión siamesa con entrada de 70 mm y válvulas de bola
incorporadas y racores tipo UNE 23.400 de 45 mm de diámetro con tapas sujetas con
cadenas y con una llave de corte de 80 mm en la parte superior, situada cada cuatro
plantas. En la NTE-IPF se referencian como IPF-40.
Figura 2.19.
Boca de salida de agua cada dos plantas y a partir de la octava, cada planta estará formada por
marco y puerta de cristal y conexión siamesa con llaves incorporadas y racores de 45 mm con
tapas sujetas con cadenas. IPF-39.
4.3. Diseño
4.4. Aplicación
4.5. Mantenimiento
Según el RIPCI, el mantenimiento de la columna seca debe cumplir con lo que se expone
a continuación.
Según la tabla I y por parte del personal de la empresa mantenedora autorizada o por per-
sonal del usuario o titular de la instalación:
• Semestralmente:
Las tomas de alimentación y las bocas de salida en las plantas de las columnas secas, tam-
bién se inspeccionarán después de haber sido utilizadas.
5. Hidrante exterior
La instalación de las CHE está formada por una red específica, conectada a un abasteci-
miento de agua y por unas bocas de salida situadas en el exterior de los edificios a las cua-
les conectan los bomberos sus mangueras y lanzas para luchar contra el incendio.
5.1. Introducción
Hidrantes de columna seca. Hidrantes de columna húmeda. Hidrantes bajo nivel de tierra.
Todos los hidrantes están equipados con racores normalizados tipo Barcelona de varios
diámetros:
¤ Editorial UOC 70 Instalaciones contra incendios
5.2. Definiciones
En la siguiente tabla dinámica se facilitan una serie de definiciones, todas ellas con rela-
ción a los hidrantes exteriores y según las Normas UNE 23.405, 23.406 y 23.407.
5.3. Instalación
Figura 2.23.
Figura 2.24.
Los tipos de hidrante quedan definidos por el diámetro nominal de las bridas de co-
nexión, en hidrantes de 80 mm ó 3’’Ø, 100 mm ó 4’’Ø y 150 mm ó 6’’Ø.
3) Comprobar que no hay nada en las tuberías o en el cierre del hidrante que pueda obs-
truir el paso del agua o dañar el obturador.
¤ Editorial UOC 72 Instalaciones contra incendios
4) Si se trata de un hidrante curvo, su codo del cierre debe apoyarse sobre una superficie ca-
paz de soportar su peso, evitando el hundimiento. Es conveniente fijar bien el lado del
cierre opuesto a la entrada del agua para reducir la tensión que produce el empuje de ésta.
6) El cierre debe enterrarse en grava o arena, de forma que el agua de la columna pueda
ser drenada rápidamente.
7) Es recomendable instalar una válvula de cierre entre el hidrante y la red principal que
permita inspecciones o reparaciones sin que estas afecten a la red.
8) Una vez instalado y hecha la prueba hidrostática, debe llenarse el hidrante y comprobar
que todo funciona correctamente.
a) Primero, quitar una de las tapas de los racores y abrir totalmente el hidrante
para que pueda salir cualquier sedimento que haya quedado dentro durante su
instalación.
b) Tras cerrar el hidrante y colocar la tapa del racor, abrir el hidrante y comprobar
que no haya fugas de agua por ninguna de sus juntas.
c) Por último, quitar la tapa y comprobar el funcionamiento de los racores. Ade-
más, al quitar la primera tapa, presionando con palma de la mano sobre el ra-
cor, puede comprobarse que el drenaje funciona correctamente, ya que al
vaciar rápidamente la totalidad del hidrante se crea una succión.
Figura 2.25.
¤ Editorial UOC 73 Extinción manual
3) Comprobar que no hay nada en las tuberías o en las bocas del hidrante que pueda
obstruir el paso del agua o dañar los obturadores.
4) Es recomendable instalar una válvula de cierre entre el hidrante y la red principal que
permita inspecciones o reparaciones sin que éstas afecten a la red.
5) Una vez instalado y hecha la prueba hidrostática, debe llenarse el hidrante y comprobar
que todo funciona correctamente.
a) Primero, quitar una de las tapas de los racores y abrir totalmente el hidrante
para que pueda salir cualquier sedimento que haya quedado dentro durante su
instalación.
b) Tras cerrar el hidrante y colocar la tapa del racor, abrirlo y comprobar que no
hay fugas de agua por ninguna de sus juntas.
c) Por último, quitar las tapas y comprobar el funcionamiento de los racores.
¤ Editorial UOC 74 Instalaciones contra incendios
Figura 2.26.
Figura 2.27.
Se usará cerco y tapa para aquellas situaciones en las que, por la dificultad del terreno o
para una mayor calidad en el acabado, se aconseje construir la arqueta en obra civil y a
medida una vez que el hidrante ha sido totalmente instalado.
Hay dos modelos disponibles: el rectangular y el circular. Tanto la tapa como el cerco es-
tán construidos en hierro fundido. Son recomendables para uso ligero, como, por ejem-
plo, en aceras.
Se dispone también de una tapa y cerco circular para uso pesado, como, por ejemplo, en
calzadas y zonas de transito con riesgo de gran peso por cm2.
La arqueta completa soldata al hidrante con un pequeño margen de ajuste es ideal para
situaciones en las que se pretenda que la tapa de la arqueta quede paralela al suelo y al
mismo nivel que éste al instalar directamente el hidrante sobre la tubería.
La arqueta, la tapa y su llave están construidas con hierro fundido. La cerradura está
construida con materiales altamente resistentes a la corrosión y al envejecimiento.
¤ Editorial UOC 76 Instalaciones contra incendios
5.4. Funcionamiento
Figura 2.28.
Hidrante de columna seca, en el que se aprecian sus componentes fundamentales: cabeza, car-
rete y cuerpo de válvula. El mecanismo que transforma el movimiento circular del cuadradillo
superior en movimiento vertical del eje para conseguir la apertura y cierre de la válvula situada en
la parte inferior. La cabeza y el carrete pueden separarse por la línea de rotura, igual que el aco-
plamiento entre el eje superior y el inferior. La tubería de la red específica tendrá una profundi-
dad que determinará la altura del hidrante. Esta posición en que la válvula está cerrada es la
habitual. Si se produce una helada, al no tener agua en su interior, no quedará bloqueada la
salida del agua que recibirá desde la tubería.
Figura 2.29.
Girando el cuadradillo, el agua llena el hidrante hasta las bocas de salida, a las que previamente
se han conectado los extremos de las mangueras. La posición en que la válvula está abierta es la
que corresponde a la actuación ante un simulacro o un incendio.
¤ Editorial UOC 77 Extinción manual
Figura 2.30.
Figura 2.31.
(a) Se inicia la maniobra de cerrar la válvula. (b) Se está cerrando la válvula. (c) Al cerrar la válvula
el agua que se encontraba en el hidrante sale por la válvula de vaciado. En esta posición final el
hidrante se encuentra con la válvula en posición cerrada y la columna seca. En la tubería está el
agua con la reserva, la presión y el caudal preparados para cuando se la necesite.
¤ Editorial UOC 78 Instalaciones contra incendios
5.5. Accionamiento
1) Los hidrantes de columna seca necesitan un esfuerzo mínimo para ser abiertos al abrirse en di-
rección contraria al flujo del agua.
3) Al abrir, no forzar la tuerca de accionamiento más allá de su tope. Si una vez abierto no sale agua,
probablemente se debe a que alguna válvula anterior al hidrante está cerrada.
4) El hidrante debe abrirse por completo para su uso. En caso contrario, la válvula de drenaje no
está totalmente cerrada y además de descargar agua, podría resultar dañada.
5) Al cerrar, girad la tuerca de accionamiento hasta detener el flujo de agua. No forzar la llave. Es
aconsejable hacerlo suavemente para evitar daños por golpe de ariete en la tubería principal de
agua.
5.6. Diseño
5.7. Aplicación
Para considerar las aplicaciones sobre la superficie a proteger, se deben considerar los cál-
culos hidráulicos de acuerdo con la longitud de las tuberías y el desnivel, proceso en el
que se realiza primero un predimensionado para obtener el diseño geométrico de las tu-
berías y la implantación de las (CHE) y con posterioridad realizar el cálculo exacto para
el que se utilizarán programas de cálculo adecuados.
• Según el RIPCI/1993
• Según la NBE-CPI/1996
• Según el RSCIEI/2004
• Según el CTE-SI/2006
• Regla Técnica RT2-CHE de CEPREVEN
• Hidráulica
Según el RIPCI/1993
Según la NBE-CPI/1996
Los hidrantes de la red pública pueden tenerse en cuenta a efectos de cumplimiento de las do-
taciones indicadas en el apartado anterior. En cualquier caso, los hidrantes que protejan a un
edificio deberán estar razonablemente repartidos por su perímetro, ser accesibles para los vehí-
culos del servicio de extinción de incendios y, al menos, uno de ellos debe estar a no más de 100
m de distancia de un acceso al edificio.
Figura 2.32.
Ubicación de los hidrantes de arqueta en las aceras de los viales, de forma que el acceso al
establecimiento nunca dista más de 100 m de la más próxima.
Según el RSCIEI/2004
Necesidades:
Implantación:
• El número de CHE que deben instalarse se determinará haciendo que se cumplan las condi-
ciones siguientes:
• La zona protegida por cada uno de ellos es la cubierta por un radio de 40 m, medidos hori-
zontalmente desde el emplazamiento del hidrante.
• Al menos uno de los hidrantes (situado a ser posible en la entrada) deberá tener una salida de
100 mm.
• La distancia entre el emplazamiento de cada hidrante y el límite exterior del edificio o zona
protegida protegidos, medida normalmente, debe estar comprendida entre 5 y 15 m.
• Si existen viales que dificultarán cumplir estas distancias, se justificarán las realmente adoptadas.
¤ Editorial UOC 81 Extinción manual
Figura 2.33.
Ubicación de las CHE, de forma que cualquier punto del límite del edificio nunca dista más de
40 m de la más próxima. Se empieza por la más próxima a la entrada y seguimos con las res-
tante: 1 tendrá 1 Ø 100 mm y 2 Ø 45 mm, 2 y 3 tendrán 1Ø70mm y 2Ø 45 mm.
La red de tuberías deberá proporcionar durante una hora, como mínimo, en la hipótesis de fun-
cionamiento simultáneo de las dos CHE hidráulicamente más desfavorable, una presión estática
de 7 bar pudiendo ser las bocas de salida de las CHE necesarias, de 45 mm, de 70 mm y de 100 mm.
Según el CTE-SI/2006
Para el cómputo de la dotación que se establece se pueden considerar los hidrantes que se en-
cuentran en la vía pública a menos de 100 m de la fachada accesible del edificio.
Establece las pautas que deben cumplir las instalaciones de protección contra incendios de CHE,
de las que extraemos algunos de sus contenidos:
Presión y caudal:
La red de agua específica para las CHE se calculará hidráulicamente para suministrar un caudal
mínimo de 500 l/min por las salidas de 70 mm que vayan a utilizarse simultáneamente. La pre-
sión mínima será de 7 bar.
Abastecimiento de agua:
Será según la Norma UNE 23.500 Abastecimiento de Agua contra Incendios y la Regla Técnica
para Abastecimiento de Agua, RT2-ABA.
Características hidráulicas:
El equipo auxiliar complementario para una salida de 70 mm estará constituido por los siguien-
tes elementos:
Lanzas: Con sistema de apertura y cierre y boquilla con posibilidad de accionamiento para
permitir la salida del agua en forma de chorro o pulverizada. Puede tener la opción de dis-
poner una posición de efecto pantalla para permitir la protección de la persona que las uti-
liza y estarán las siguientes:
1 lanza de 70 mm
2 lanzas de 45 mm
Accesorios:
Se situará todo el equipo complementario en una armario provisto de puerta de fácil apertura y
acceso rápido, en el que se dispondrán como mínimo tantos equipos auxiliares complementa-
rios como salidas de 70 mm que se puedan utilizar simultáneamente.
La distancia máxima a recorrer desde cada CHE de la instalación al armario más próximo será
de 40 m.
Las CHE deberán situarse de forma tal que resulte el acceso fácil y la ubicación en sus inmedia-
ciones del equipo que deba ser alimentado por ellas. Estarán señalizadas según Norma UNE
23.038-81/1.
Emplazamiento y distribución:
La distancia entre cada CHE y el límite de la zona protegida fachada, cerca, cubeto, etc., medida
en dirección normal a este límite estará comprendida entre 5 y 15 m, excepto en los casos en
que no sea posible respetar el mínimo a causa del trazado de vías de circulación u otros condi-
cionamientos ineludibles.
Para poder considera una zona o riesgo protegido por hidrantes la distancia de un punto cual-
quiera de su límite a nivel de rasante y una CHE será inferior a 40 m.
Las CHE deberán situarse de forma tal que resulte el acceso fácil y la ubicación en sus inmedia-
ciones del equipo que deba ser alimentado por ellas. Estarán señalizadas según Norma UNE
23.038-81/1.
¤ Editorial UOC 83 Extinción manual
Hidráulica
Las condiciones establecidas de presión, caudal y reserva de agua deberán estar adecuadamente
garantizadas. En el supuesto de salida de 45 mm el coeficiente de descarga de la lanza “K” indi-
cado por el fabricante puede ser de “550” (métrico), para 70 mm de “1.300” y de 100 mm de
“3.000”.
(1)
siendo:
a) para salida de Ø 45 mm
el caudal máximo sería: Q = 1.430 l/min
la presión máxima: P = 6,76 bar
b) para salida de Ø 70 mm
el caudal máximo sería: Q = 3.380 l/min
la presión máxima: P = 6,76 bar
5.8. Mantenimiento
De acuerdo con el RIPCI, para el correcto estado de uso de estas instalaciones deben rea-
lizarse las operaciones de verificación y mantenimiento siguientes, bien a cargo del per-
sonal de una empresa mantenedora autorizada, o bien, por el personal propio del usuario
o titular de la instalación.
• Trimestralmente
• Anualmente
• Quinquenalmente
Objetivos
Conocer los diversos tipos de detectores existentes, para que su elección, instalación,
puesta en marcha, funcionamiento y mantenimiento, sea el más adecuado a la clase de
combustible existente en el riesgo a proteger, evite falsas alarmas, indique el lugar del in-
cendio y detecte con rapidez.
Orientación
¤ Editorial UOC 86 Instalaciones contra incendios
1. Centrales de control
La detección permite que los productos de la combustión y los fenómenos físicos y quí-
micos producidos por la combustión se transformen en una señal rápida y fiable
1.1. Introducción
Para obtener estos objetivos que nos permitirán evitar el desarrollo del incendio, el siste-
ma de detección debe realizar las siguientes funciones:
• Prevenir para evitar que se produzca el incendio, con actuaciones desde el inicio del
diseño del recinto que ocupará el riesgo.
• Detectar con rapidez y fiabilidad el incendio y avisar con precisión del lugar en que
se encuentra para adoptar las medidas previstas en el menor tiempo posible.
• Extinguir el incendio en su fase incipiente y con el menor riesgo posible para perso-
nas y bienes.
1.2. Definiciones
1.3. Componentes
• Extinción automática.
• Presurización.
En función del tipo de riesgo, sus dimensiones y el nivel de seguridad previsto, podremos
elegir entre las tecnologías de detección existentes, que son: la convencional, la conven-
cional-direccionable o inteligente y la analógica o algorítmica.
La superficie que hay que proteger se divide en zonas donde se colocan una serie de de-
tectores y pulsadores. La activación de cualquiera de ellos significará la clara identifica-
ción de dicha zona en la central. Es por ello por lo que debemos limitar las zonas para
que no comprendan más de una planta o sector de incendio y limitadas a una superficie
en planta de 2.000 m2, con un máximo de treinta y dos detectores, de tal forma que po-
damos localizar el foco del incendio con rapidez y seguridad.
Este sistema debe responder al objetivo general de localizar el origen del incendio con
precisión y rapidez, por lo que ante instalaciones de gran magnitud, no es rápido en
cuanto a la localización clara del punto donde se inicia el incendio6.
5 También existen otros indicadores de información general del estado de la central, como sumi-
nistro de tensión de la red, estado de la batería, alarma general, etc.
6 La información que recibimos corresponde únicamente a la zona donde ocurre, cuyas dimensio-
nes y posibles obstáculos pueden retrasan la localización y posterior decisión que debemos adoptar
para el control del incendio.
¤ Editorial UOC 88 Instalaciones contra incendios
Cortocircuito Elevada 0V
(según la central)
Estos detectores ya tienen la sensibilidad ajustada en la fábrica con los márgenes marca-
dos por las normas y no permiten que los usuarios podamos realizar ningún otro ajuste,
ni disponer de ninguna información hasta que se activa.
Esta necesidad de conseguir una información y localización precisa sobre el lugar de ini-
cio del incendio, generó la evolución de este sistema convencional hacia otros sistemas,
que en primer lugar fueron los convencionales-direccionables y más adelante siguieron
los analógicos-direccionables.
Ante la necesidad de localizar el foco del incendio con la mayor precisión, las grandes
superficies y la mayor cantidad de riesgos que hay que proteger, han surgido las necesi-
dades de aumentar las posibilidades de comunicación e información entre la central y
los detectores, y demás componentes de las instalaciones. Al mismo tiempo, los avances
tecnológicos han facilitado la incorporación en las centrales de sistemas de microproce-
sadores que permiten las comunicaciones digitales mediante los bucles o lazos, en los
que se conectan directamente todos los componentes de la instalación y aumentan el
número de actuaciones a controlar.
Las ventajas respecto a los sistemas convencionales permiten satisfacer las necesidades
de abarcar varias zonas con los diferentes componentes que en ellas se encuentran, per-
fectamente identificados y conectados en uno o alguno de los varios bucles que puede
tener la central.
En esta central se tiene información del estado normal, avería o alarma de cada componente del
bucle, que se encuentra identificado en un display LCD o en un monitor. La capacidad de cada
bucle de comunicación depende de los fabricantes y oscila entre 60 y 127 componentes, entre
los que envían la señal y los que la reciben.
Esta detección permite asimismo una comunicación bidireccional y en tiempo real entre
la central y los componentes de la instalación, ya que desde ella se puede acceder a cual-
quier sensor y visualizar en el display la concentración de humos o la temperatura ambien-
tal en un cierto momento y lugar. La comunicación bidireccional significa que la central
puede preguntar en forma codificada digital y que el sensor le puede responder o bien con
valores analógicos codificados en digital, o bien con valores analógicos sin codificar.
• Pregunta digital
¤ Editorial UOC 90 Instalaciones contra incendios
El formato de la respuesta obtenida del sensor está formado por trenes de bits que en bi-
nario codifican la información relativa a la identificación del tipo de detector, valor me-
dio en ambiente, más algún bit de control. El conjunto del tren de pulsos transmitido
oscila según los parámetros enviados al detector.
Los sensores y otros componentes de la instalación analógica que emplean este formato
de comunicaciones necesitan incorporar en la electrónica del equipo un conversor ana-
lógico/digital para traducir los niveles captados (valores analógicos) en un tren de pulsos
codificado en binario, que en la central de incendios se deberá decodificar.
• Evitar las falsas alarmas con avisos automáticos de mantenimiento de los detectores
por la acumulación de suciedad.
• Supervisar el estado de las entradas y salidas de otros componentes de la instalación
en tiempo real.
Detección analógica
Los niveles de sensibilidad se pueden ajustar para cada componente, de forma manual o
automática, dentro de los márgenes predefinidos, ya sea por niveles o por porcentaje.
Los modos de actuación son equivalentes a la sensibilidad que se define para los sen-
sores, pero aplicado a los módulos, ya sean los que recogen señales de entrada del tipo
de pulsadores, presostatos on/off, etc., o los de salida para la activación de sirenas, al-
tavoces, electroimanes, solenoides, etc., de tal manera que se acomode su funciona-
miento a la actuación encomendada. Por ejemplo, los pulsadores se pueden definir
como equipo prioritario con una actuación rápida inferior a 1 segundo.
• Verificación de alarma
Para que la central decida que la condición es de alarma, el sensor que supere el umbral
de alarma debe hacerlo durante más tiempo del que se considere suficiente, que será pro-
gramable.
Estos algoritmos identifican y compensan las lecturas analógicas de cada sensor de hu-
mo. La compensación por suciedad permite al sensor mantener su capacidad inicial de
detectar humo, evitando las falsas alarmas incluso si se acumula suciedad y reduciendo
a su vez el mantenimiento a realizar en la instalación al compensar los cambios lentos
debidos a la acumulación de suciedad en el detector.
• Avisos de mantenimiento
Cuando la compensación por suciedad alcanza un determinado nivel, la estabilidad del sen-
sor queda afectada y aparece el mensaje de aviso de mantenimiento. Los niveles de aviso po-
sibles son tres, bajo valor de cámara, alerta de mantenimiento y mantenimiento urgente.
• Auto-optimización de pre-alarma
En este modo especial, el detector aprende del entorno donde se encuentra colocado,
mide los valores de picos analógicos durante un período largo de tiempo y ajusta el novel
de prealarma justo por encima de este nivel.
La matriz de control permite definir el plan de acción del sistema ante cualquier evento.
En la actualidad su programación es sencilla y consiste en la selección de los eventos que
pueden ser una señal de alarma, de prealarma, una entrada de señal técnica, en definiti-
va, cualquier equipo de entrada con una dirección concreta o zona de software. A partir
de aquí, se definirán los retardos, tiempos de activación de las salidas, prioridades y ecua-
ciones lógicas de condiciones de activación, etc.
¤ Editorial UOC 94 Instalaciones contra incendios
2. Tipos de detectores
Los detectores automáticos pueden ser puntuales de calor con elemento estático y ter-
mo-velocímetro y de humos según el principio de difusión o transmisión de la luz o
de ionización
2.1. Introducción
2) En la segunda etapa, los humos emitidos ya son apreciables al ojo humano y siguen
provocando la ionización del ambiente.
3) En la tercera etapa, además de los humos también se emiten llamas, fenómenos asocia-
dos a los efectos ópticos de oscuridad por parte del humo, y de luz por parte de la llama,
que permiten la aplicación de los detectores ópticos, ya que modifican el estado de los
detectores cuyo principio de funcionamiento se apoya en dichos efectos ópticos.
4) En la cuarta etapa, al ser una reacción exotérmica y emitir las llamas calor por radia-
ción, se genera una gran cantidad de energía calorífica acompañada del aumento de
temperaturas, por lo que son adecuados los detectores térmicos.
Figura 3.1.
Curva de detección.
Esta analogía puede ser demasiado rigurosa en cuanto a la aplicación de cada uno de los
tipos de detectores, ya que pueden influir otros factores como la ubicación, la distribución
del local, las condiciones ambientales, como suciedad, corrientes de aire, cambios de tem-
peratura, etc., pero nos aporta una orientación muy clarificadora en cuanto a la adopción
de la detección más adecuada para las diferentes clases de combustibles existentes.
Para la detección del humo emitido por un incendio, existen dos tipos de detectores,
unos que funcionan por el principio del fenómeno iónico y otros por el óptico o foto-
eléctrico. Según las experiencias realizadas, cada uno de ellos tiene unas características
de detección específicas, por lo que ambos se utilizarán en función de las características
del riesgo que hay que proteger.
Es importante considerar el tamaño de las partículas, de gases y humos que suelen oscilar
entre 0,001 y 10 micras, según la clase de combustible y del desarrollo de las etapas del
incendio. En los fuegos latentes o sin llama, la combustión es incompleta y se genera poca
energía de combustión, y las temperaturas son bajas y en consecuencia emiten poca can-
tidad de partículas que son de gran tamaño. En los fuegos con llama, la combustión es
completa y se emiten gases con un gran número de partículas que son de pequeño tamaño.
¤ Editorial UOC 96 Instalaciones contra incendios
Los dos detectores pueden detectar ambos tipos de fuegos, pero el tiempo de respuesta
no será el mismo.
Figura 3.2.
Como los edificios que debemos proteger acostumbran a tener simultáneamente varias
clases de combustible, es difícil prever qué tamaño tendrán las partículas emitidas por un
incendio y poder adoptar uno u otro detector. Pero además ocurre que una misma ener-
gía de activación puede tener efectos diferentes sobre el mismo combustible, según el es-
tado en que se encuentre, tal como se puede ver en la tabla siquiente.
Un cigarro encendido que cae sobre un sofá o cama produce un fuego lento sin llama, pero si
cae sobre un periódico situado encima de un sofá o cama, producirá un incendio con llamas.
Este tipo de detectores dispone de una cámara de ionización formada por dos placas car-
gadas eléctricamente y una fuente radioactiva de americio 241 que ioniza el aire existen-
te entre las dos placas.
Figura 3.3.
Cámara de ionización.
La radiación emitida por la fuente radioactiva de americio 241 está en forma de rayos alfa y ga-
mma blandos, siendo el campo de acción de los primeros muy corto, de unos 4 cm, y no puede
pasar de la cámara exterior, por lo que sólo los rayos gamma blandos son emitidos por el equipo,
con una intensidad de entre 0,45 y 1 m Curies por hora, medida a 5 cm de distancia desde la
superficie del aparato, que es inferior en una tercera parte a la radiación existente en el ambiente
que es de 5 m Curies por hora, lo cual la hace inofensiva.
La fuente radioactiva va emitiendo partículas que chocan con las moléculas del aire y
desplazan a sus electrones, hasta que las convierten en iones de carga positiva. De igual
modo, las otras moléculas van ganando esos electrones hasta que se convierten en iones
de carga negativa. Es así como se crean igual número de iones positivos que de negativos,
los positivos son atraídos por la placa de carga negativa y los negativos por la placa de
carga positiva, estableciéndose una corriente de ionización entre las placas del orden de
picoamperios (10-9 A), que se puede medir por circuito electrónico conectado a las placas.
¤ Editorial UOC 98 Instalaciones contra incendios
Figura 3.4.
Las partículas emitidas por la combustión son mucho mayores que las moléculas de aire
ionizadas y cuando entran en la cámara de ionización, chocan con las moléculas ioniza-
das y alteran la corriente de ionización, quedando una parte de estas partículas cargadas
positivamente y otra parte negativamente. Al mismo tiempo, estas partículas relativa-
mente grandes siguen recombinándose con otros iones y reducen el numero de partícu-
las ionizadas dentro de la cámara, con la consiguiente reducción de la corriente.
Figura 3.5.
Esta reducción de la corriente de ionización se detecta por parte de los circuitos electróni-
cos que la vigilan, hasta que llega a una magnitud predeterminada, y al bajar del umbral
se establece una condición de alarma. Cuando se produce esta situación en un detector
analógico, los valores de corriente se traducen en una información relativa a cantidad de
humo en el ambiente, que es valorada por la central de control y señalización.
Hay dos tipos de cámaras, las bipolares, cuyo interior está formado en su totalidad
por las radiaciones alfa del americio 242 y las unipolares, que son de mayor tamaño
y tienen en su interior zonas no afectadas por las radiaciones alfa del americio 241 y
no ionizadas, por lo que sólo contienen electrones de cargas negativas que se despla-
zan hacia el cátodo.
¤ Editorial UOC 99 Detección y alarma
Figura 3.6.
Esto indica que en esta región sólo existen cargas negativas que provocan una mayor co-
rriente de ionización.
Figura 3.7.
Cuando las partículas de humo entran en la zona unipolar de la cámara unipolar, sólo se
recombinan con las partículas negativas, ofreciendo una mejor respuesta en general,
pero sobre todo con partículas de mayor tamaño.
¤ Editorial UOC 100 Instalaciones contra incendios
Figura 3.8.
Como resultado, la relación señal-ruido S/N o respuesta de las cámaras unipolares es casi
dos veces mayor que en las cámaras bipolares, como podemos ver en la figura siguiente.
Figura 3.9.
Estos posibles efectos se pueden compensar mediante la doble cámara de ionización, que se apli-
ca en los detectores denominados de doble cámara, que se esquematizan en la siguiente figura.
Figura 3.10.
Se trata de utilizar dos cámaras de ionización, una abierta al exterior que está afectada por la
humedad y la presión atmosférica además de las partículas de ionización y la suciedad, y otra
cámara interior de referencia.
• Cerradas parcialmente que impiden la entrada de partículas grandes como las del
humo, debido a que sus aberturas son muy pequeñas y sólo pueden ser afectadas
por la humedad y la presión. Estas cámaras emplean un doble isótopo radioactivo.
Figura 3.11.
• Abiertas totalmente al exterior igual que las cámaras de análisis, que consiguen los
mismos resultados que los de la cámara cerrada. Estas cámaras emplean un solo isótopo
radioactivo.
Figura 3.12.
El circuito eléctrico del detector vigila las dos cámaras y compara sus salidas, de manera
que si cambia la humedad o la presión atmosférica, las salidas de las dos cámaras quedan
igualmente afectadas, anulándose sus efectos.
ducido en la corriente resultante es detectado por los circuitos electrónicos del detector,
que pone a la central de control y señalización en estado de alarma.
Este tipo de detectores funcionan al percibir la luz cuando entra en contacto con partí-
culas suspendidas en el aire.
Según el principio de propagación de la luz, lo hace con un frente de onda asociado que, cuando
choca contra una partícula en suspensión, sufre una alteración o dispersión en su trayectoria.
Este principio se conoce como Scattering o efecto Tyndall (John Tyndall 1822-1893).
Si el tamaño de la partícula es menor que el 10% del valor de la longitud de onda l, la luz
se dispersa en todas direcciones y simétricamente, con menor intensidad en las direccio-
nes perpendiculares al haz de luz incidente.
Figura 3.13.
Si el tamaño de la partícula es mayor que el 10% del valor de la longitud de onda l, la luz
se dispersa con mayor intensidad en la dirección del haz de luz incidente.
Figura 3.14.
Figura 3.15.
Los detectores ópticos utilizan el principio de la luz dispersada para detectar la presencia
de partículas de humo en suspensión que son emitidas por el fuego. Según la forma como
se lleva a cabo la detección, podemos distinguir dos tipos de detectores ópticos:
Figura 3.16.
• De luz dispersada
Tienen una cámara laberíntica oscura, estanca a la luz externa y protegida por una fina
malla de plástico o acero que la protege de la suciedad, polvo y pequeños insectos.
Figura 3.17.
Pero cuando las partículas de humo entran en la cámara, la luz emitida se dispersa y en
parte llega hasta el receptor.
¤ Editorial UOC 104 Instalaciones contra incendios
Figura 3.18.
De este tipo son la mayoría de los detectores fotoeléctricos de humo convencionales, di-
reccionables y analógicos, en el que se incluyen las cámaras de detección por láser y xe-
nón IR que emplean los detectores activos.
Detector fotoeléctrico
Según el tamaño de las partículas de humo, variará la cantidad de luz recibida por el receptor,
que será analizada y procesada por los circuitos electrónicos del detector. Éste mantiene con-
tacto con la central de control y señalización para determinar la condición de alarma.
Estos detectores tienen el inconveniente de que para activar el emisor se necesita un eleva-
do consumo de corriente, por lo que el haz emitido no es continuo, sino que se producen
pulsos de luz cada cierto tiempo que oscila entre 1 y 10 segundos, según el fabricante. En
algunos casos, este intervalo de activación del emisor no es fijo, sino que se reduce al de-
tectar partículas de humo, mejorando así el tiempo de respuesta del detector.
Normalmente, el emisor de luz es un diodo LED de luz infrarroja que emite luz con lon-
gitudes de onda entre 800 y 1.000 nanómetros.
Evolución de la detección óptica: Al igual que los detectores por dispersión, existen de-
tectores que funcionan en base a una tecnología de dos ángulos por lo que son capaces
de diferenciar partículas distintas dentro de la cámara de medición. De esta manera, las
variables falsas se distinguen eficazmente de los identificadores de fuego sumándose a los
diferentes tipos de humo que se pueden distinguir, dentro de ciertos límites.
Al medir el haz de luz en las partículas de humos presentes en la cámara se produce una
dispersión de luz en muchas direcciones, siendo la proporción entre la dispersión ante-
rior y la posterior el indicador del tipo de partícula presente.
Un detector con luz azul utiliza en lugar de luz infrarroja, un led azul. Al ser la longitud
de onda óptica más corta, se facilita la detección de partículas más pequeñas que, hasta
ahora, sólo eran reconocidas por los detectores iónicos. El total del espectro del humo es
detectado por una sensibilidad muy alta: desde los aerosoles invisibles, hasta los más
densos. A diferencia de los detectores iónicos, los detectores con la función de luz azul
funcionan sin elementos radiactivos por lo que a día de hoy, sustituyen por regla general
a los detectores iónicos. El detector láser se asemeja más al detector iónico.
¤ Editorial UOC 105 Detección y alarma
Figura 3.19.
Detector láser
Es un nuevo tipo de detector analógico direccionable que funciona según el mismo prin-
cipio que los detectores ópticos de luz dispersada, pero utilizando un diodo láser extre-
madamente brillante, que integra una lente que enfoca la luz mediante un espejo
especial que concentra el haz sobre un área muy pequeña y próxima al sensor óptico re-
ceptor. La luz pasa a través de un captador de luz y es absorbida. El sensor óptico receptor
se activa por la dispersión que producen las partículas de humo que entran en el pequeño
volumen de luz concentrada.
Su mayor ventaja es el grado de sensibilidad conseguido, del orden de 100 veces superior
a los otros detectores de luz dispersada, que es la mejora en la relación señal/ruido. Prue-
bas realizadas en los laboratorio de Under Write Laboratorios (UL) demuestran que los
detectores fotoeléctricos puntuales con led infrarroja consiguen sensibilidades superiores
al 1%, mientras que los detectores láser tienen una sensibilidad del 0,09%.
Además, el haz de luz del detector óptico normal es muy ancho y la luz se puede reflejar
en las paredes, cuyo color cambia de negro a gris por la acumulación de suciedad, pero
en el detector láser el haz es muy estrecho y no toca las paredes, por lo que es menos sus-
ceptible a la acumulación de suciedad en el interior de la cámara.
Figura 3.20.
Sensor láser.
¤ Editorial UOC 106 Instalaciones contra incendios
• Por oscurecimiento
Si se interponen entre ellos partículas de humo que atraviesan el haz y que según su ta-
maño, definido por el color claro u oscuro, lo dispersan o lo absorben, se reduce la inten-
sidad de luz que incide sobre el receptor. Esta reducción se utiliza para detectar las
partículas de humo producidas por el fuego, existiendo una condición de alarma cuando
el humo alcance la zona de detección y reduzca el nivel de señal que llega al receptor en-
tre un 30% y un 90% durante un intervalo de tiempo superior de entre 5 a 15 segundos.
Figura 3.21.
El led emisor infrarrojo va montado en un sistema óptico que produce un foco de luz
concentrado a una distancia seleccionable de hasta 100 metros, siendo la base del cono
a esa distancia de 3 metros. Este diámetro se define como la máxima distancia donde
existe un nivel de señal óptimo para que el equipo reciba un nivel de señal estable.
Figura 3.22.
Estas características geométricas del haz permiten obtener el área de cobertura del detector.
Figura 3.23.
Estos detectores tienen diferentes niveles de ajuste para cubrir diferentes niveles de alar-
ma que pueden variar, según el fabricante, entre un 30% y un 90% de oscurecimiento de
la señal. Llevan incorporado un sistema de control automático de ganancia (CAG) para
compensar la degradación de la señal que pueda ser producida por el envejecimiento de
los componentes o la acumulación de suciedad en las superficies de las ópticas. La señal
de avería se produce por un corte de alimentación o por una interrupción momentánea
del haz de luz.
Existen, básicamente, dos tipos de detectores por rayo de luz proyectado y ambos fun-
cionan bajo el principio de oscurecimiento de la luz: se supervisa el oscurecimiento que
experimenta un rayo de luz debido a la presencia de humo al ser proyectado en el área a
proteger. Los dos tipos principales de detectores por rayo son: De extremo a extremo: De-
tector que dispone de un transmisor y un receptor en dos unidades independientes,
montados a cada uno de los extremos del área protegida. Un rayo de luz infrarroja se pro-
yecta desde el transmisor al receptor y se comprueba la potencia de la señal recibida. Este
tipo de detectores requiere que la alimentación se suministre a tanto al transmisor como
al receptor. Ésto conlleva realizar largos recorridos de cableado y, por lo tanto, aumenta
el coste de la instalación.
Los detectores de humo por rayo reflectante, sin embargo, requieren mayor cuidado en
su instalación que debe evitar cualquier objeto reflectante en su trayectoria.
A medida que una columna de humo se eleva, ésta se va extendiendo y diluyendo. Como
resultado de este descenso de la densidad, los detectores puntuales tienden a ser menos
sensibles cuanto más altos están instalados. Las normas UNE 27003-14 y EN 54-14 limi-
tan la altura de montaje de los detectores puntuales para la protección de vidas a 12 m
para la protección de propiedad. Esta limitación no existe en los detectores de humo por
¤ Editorial UOC 108 Instalaciones contra incendios
rayo ya que pueden analizar toda la columna de humo y por lo tanto son idóneos para
aplicaciones con techos muy altos. Esto se refleja en las normas UNE 27003-14 y EN 54-
14. Aunque no todos los incendios se inician a poca altura de la fuente de riesgo o cerca
del suelo, este nivel es un escenario típico del incendio. Cuando éste es el caso, el humo
producido por el fuego se elevará hacia o cerca del techo. Normalmente, la columna de
humo empieza a extenderse a medida que se va alejando de su punto de origen, forman-
do una extensión de humo con la forma de un cono invertido. La densidad de esta ex-
tensión de humo se puede ver afectada por el índice de crecimiento del fuego. Los fuegos
más rápidos tienden a producir una densidad más uniforme en toda la extensión del
humo que los fuegos lentos en los que puede haber dilución en la parte más alta de la
extensión del humo.
También existe otro tipo de barreras que detectan incrementos de temperatura, basados
en la variación del índice de refracción del aire causado por la temperatura y que provoca
la curvatura del haz.
Figura 3.24.
Un factor importante del fuego es la propagación desde la llama de una parte de su ener-
gía, de entre el 30% y el 40%, por radiación electromagnética, que tiene los rangos espec-
trales ultravioletas (UV), visibles e infrarrojos (IR).
Figura 3.25.
Los detectores ópticos de llama se diseñan para detectar las radiaciones que provienen de
la llama, que pueden utilizar longitudes de onda seleccionadas entre las diferentes ban-
das del espectro o combinaciones entre ellas, que pueden ser de las siguientes maneras:
UV, IR, UV + IR, IR +IR o IR + IR + IR.
Estos detectores de llama responden a un fuego con llama abierta con mayor rapidez que
los detectores de humo y de calor, pero debido a su incapacidad para detectar fuegos de
combustión lenta, no se utilizan en las instalaciones de uso general.
Por sus características de actuación, devienen ideales para proteger superficies abiertas, grandes
almacenes, madererías, o bien superficies con productos combustibles o en las que se puede pro-
pagar el fuego de llama abierta con rapidez, como en bombas válvulas, redes de tuberías que
transportan líquidos o gases inflamables.
En apariencia parece sencillo diseñar un detector óptico de llamas, con sensores que de-
tectan radiaciones UV e IR, pero la dificultad aparece por su campo de aplicación en la
industria o en áreas abiertas, donde los procesos de producción o similares emiten fuen-
tes de radiación que pueden afectar al correcto funcionamiento del detector y provocar
falsas alarmas.
En la siguiente figura podemos ver un espectro típico de una emisión de llama de fuego
de hidrocarburos donde se muestran las líneas espectrales UV e IR que utilizan estos de-
tectores para detectar el fuego.
¤ Editorial UOC 110 Instalaciones contra incendios
Figura 3.26.
Figura 3.27.
Para evitar estos problemas, se analizan otros parámetros del fuego, como el consumo de
combustible, el consumo de oxígeno y aire o las reacciones químicas que se producen en
la zona de vaporización de la llama.
Las tecnologías más avanzadas aplicadas en la actualidad tienen en cuenta los factores
antes citados en sus estudios sobre la detección del fuego.
Además de las radiaciones UV e IR que recibe el sensor, también se pueden analizar otros
parámetros predeterminados como:
Figura 3.28.
Según el tipo de detector utilizado, tendremos en cuenta las posibles causas que impiden
la llegada de las radiaciones hasta el detector, como podemos ver en la primera figura si-
guiente, o afectando a su funcionamiento normal, luces halógenas, soldadura por arco,
radiación solar, etc., como podemos ver en la segunda figura siguiente.
Figura 3.29.
Figura 3.30.
La cobertura del detector se define porque la respuesta del detector es directamente pro-
porcional a la luminosidad de la fuente e inversamente proporcional al cuadrado de la
distancia entre el detector y la fuente, tal como podemos ver en la figura siguiente.
Figura 3.31.
Un detector capaz de detectar una llama de petróleo con una superficie de 0,1 m2 a 10 metros
de distancia, puede detectar una llama con una superficie de 0,4 m2 a 20 metros de distancia.
• Detectores UV
Estos detectores detectan las radiaciones ultravioletas emitidas por el fuego en una banda
desde 0,185 hasta 0,245 micrones. La respuesta típica para una fuente intensa de ultra-
violeta puede ser de entre 3 y 4 milisegundos, con una cobertura de 1 a 20 metros.
En la práctica, todos los fuegos emiten radiaciones dentro de esta banda, incluyendo hidrocar-
buros, metales como el magnesio, azufre, hidrógeno y amoníaco.
La banda espectral ultravioleta tiene la característica de ser absorbida por el aire, el humo,
el polvo u otros gases que se encuentren en el ambiente. La radiación ultravioleta disper-
sada en la atmósfera, en especial la que llega con la radiación solar, es absorbida y no
afecta a estos detectores, por lo que pueden instalarse en exteriores sin riesgo a que estas
radiaciones puedan dar falsas alarmas; sin embargo, la caída de rayos sí que podría afectar
a su correcto funcionamiento.
En los interiores hay que tener precaución de que su funcionamiento no quede afectado
por las radiaciones de arcos eléctricos, rayos X, lámparas de cuarzo y materiales radioac-
tivos que pueden emitir radiaciones que le puedan afectar y crear falsas alarmas.
Actuarán como barreras los gases y vapores absorbentes de la radiación ultravioleta, va-
pores de aceite o películas de aceite en la ventana del detector, la mayoría de los cris-
tales de uso corriente y los fuegos que emiten gran cantidad de humo antes de que
aparezcan las llamas.
¤ Editorial UOC 113 Detección y alarma
Estos detectores UL son los más flexibles por instalarse en exteriores e interiores, su res-
puesta es muy rápida por la elevada radiación UL emitida por las llamas y las explosiones
en el instante de su ignición.
• Detectores IR
Estos detectores con una sola frecuencia IR son sensibles a una banda estrecha desde
4,3 hasta 4,4 micrones, que predomina en los fuegos de hidrocarburos. El tiempo de
respuesta normal oscila entre 3 y 5 segundos y su cobertura de 1 a 20 metros. Las ra-
diaciones solares en esta banda son absorbidas por la atmósfera, por lo que no hay po-
sibilidad de que le afecten.
Estos detectores utilizan un sensor piroeléctrico que responde al cambio de intensidad de las
radiaciones IR y tienen un filtro pasabanda de baja frecuencia de 1 a 20 Hz, que limita la res-
puesta del detector en las frecuencias características de un fuego de llama parpadeante.
En cambio, los fuegos de hidrocarburos, metales, amoníaco, hidrógeno y azufre emiten canti-
dades insignificantes de radiación IR en el valor de sensibilidad de 4,3 micrones del detector.
Hay que realizar pruebas en fuegos de combustibles de no hidrocarburos.
Una concentración de hielo o una película de agua en la ventana del detector reducen
su sensibilidad. Estos detectores resultan menos afectados que los detectores UV por el
humo, aceite y ciertos gases y vapores.
Estos detectores IR son idóneos para aplicaciones donde es probable que ocurran fuegos de
hidrocarburos y existan en el ambiente contaminantes y/o fuentes de radiación ultravioleta.
• Detectores UV/IR
Este detector consiste en un sensor UV y otro IR de única frecuencia que combinados for-
man una sola unidad. Ambos sensores funcionan individualmente del modo que se ha
¤ Editorial UOC 114 Instalaciones contra incendios
definido anteriormente para cada uno de ellos, pero además hay un circuito adicional
que procesa las señales desde ambos detectores, produciéndose la alarma sólo cuando
ambos detectores han detectado el incendio.
Este sistema tiene una mejor capacidad para rechazar las falsas alarmas que los dos sis-
temas por separado y resulta idóneo para la presencia de fuegos de hidrocarburos. Pue-
den aparecer otras fuentes de radiación como rayos X, radiaciones gamma, radiaciones
y superficies de calor y arcos de soldadura, ya que sigue manteniendo su protección
contra incendios.
• Detectores IR/IR
Estos detectores de frecuencia dual están compuestos por dos sensores IR equipados
con diferentes filtros pasabanda que permiten que les lleguen solamente radiaciones
de una longitud de onda determinada. La radiación IR emitida por un fuego de hidro-
carburo es más intensa en una longitud de onda que en otra, por lo que cada sensor
recibe un nivel de señal diferente. Un circuito electrónico en el detector traduce esta
diferencia en una relación, junto al análisis de la llama, para que se produzca la señal
de alarma.
De este modo, el detector puede rechazar fuentes de radiación de cuerpos calientes fluctuantes
de alta intensidad que no cumplen los criterios propios de la relación.
Los detectores de frecuencia IR están diseñados para eliminar falsas alarmas debido a la
radiación modulada o fluctuante de los cuerpos calientes, pero si una fuente de un cuer-
po caliente aparece constantemente y uno de los sensores se bloquea por las radiaciones
recibidas, se alcanzará el umbral de alarma y provocará una falsa alarma.
La presencia de un cuerpo caliente fluctuante al mismo tiempo que se produce el fuego o sus-
tancias en el ambiente, como el humo concentrado, puede atenuar las señales de alarma.
Estos detectores de llama IR/IR son idóneos para fuegos de hidrocarburos que pueden es-
tar acompañados por radiaciones de cuerpos calientes de alta intensidad.
• Detectores IR/IR/IR
Estos detectores de triple frecuencia dual están compuestos por tres sensores IR equipa-
dos con diferentes filtros pasabanda que permiten que les lleguen solamente radiaciones
de una longitud de onda determinada seleccionadas para detectar el fuego:
¤ Editorial UOC 115 Detección y alarma
Cada origen IR tiene su propia señal espectral IR y teniendo en cuenta la relación entre
los tres canales IR, se discriminan otras fuentes de radiaciones IR y así se puede detectar
una llama sin que se produzcan falsas alarmas.
Este detector tiene una sensibilidad y un alcance mayor que cualquier detector de llama
de los anteriores, llegando a detectar fuegos de 30 cm u 30 cm de gasolina a una distancia
de 60 metros.
• Detectores multicriterio
Existen detectores que combinan las tecnologías antes mencionadas e incorporan senso-
res de gas (CO) e IR.
Actualmente, esta tecnología es usada por la mayor parte de los fabricantes de sistemas
analógicos y se combina la detección óptico térmica, óptico térmica y monóxido de car-
bono, y óptico térmica, monóxido de carbono e IR.
No existe una normativa específica para este tipo de detectores, por lo que deben ajus-
tarse, como mínimo, a las normas relativas a las tecnologías parciales empleadas:
desarrolladas por los mismos laboratorios que certifiquen el cumplimiento de los otros
principios de detección.
Existe, en fase borrador, la norma EN 54-15 que describe los criterios de ensayo consoli-
dados para este tipo de detectores.
Con este tipo de detector se controla el aumento de temperatura por unidad de tiempo
o gradiente de temperatura en °C/minuto.
Funcionan por el mismo principio que los termovelocimétricos y también actúan a una
temperatura máxima predeterminada. Se diferencian en que sus sistemas de compensa-
ción del gradiente de temperatura son distintos.
Hay detectores que están formados por una envolvente de metal, en cuyo interior se en-
cuentran dos varillas montadas a compresión con dos contactos. El metal de la envol-
vente tiene un coeficiente de dilatación mayor que el de las varillas interiores.
Figura 3.32.
Estos detectores informan del valor exacto de la magnitud que miden, por lo que un de-
tector de calor analógico podrá enviar el valor de la temperatura ambiente.
Este sistema sólo necesita una NTC de la que se conozca su valor para cada temperatura
y permita calcular el incremento de temperatura en un cierto tiempo, de ahí que la ma-
yoría de detectores analógicos termovelocimétricos sólo utilizan una NTC.
Figura 3.33.
3. Diseño
3.1. Diseño
3.2. Mantenimiento
• Hay que destacar que todo lo expuesto anteriormente y los contenidos de sus tablas
son los trabajos mínimos a realizar en las operaciones de mantenimiento exigidos por
la reglamentación vigente.
Mantenimiento
Cuando se realice la limpieza de los detectores se tendrá en cuenta que en el caso de los
detectores convencionales habrá que limpiarlos todos, pero en el caso de los analógicos,
la central indicará cuáles deben limpiarse.
Informes
3.3. Aplicación
Objetivos
1) Conocer las características de los diversos tipos de alumbrado de emergencia, para que
su elección, instalación, puesta en marcha, funcionamiento y mantenimiento, sea el
más adecuado para la localización de los equipos de extinción manual y la evacua-
ción, para facilitar la extinción y la evacuación en caso de incendio.
2) Conocer los diversos tipos de señales para poder instalarlas adecuadamente y poder
seguir los recorridos de evacuación y localizar los equipos de lucha contra incendios.
3) En edificios de Gran Altura (EGA’S) de entre los varios ascensores se debe considerar
a uno de ellos como ascensor de emergencia, para facilitar que en caso de incendio
los SEIS puedan tener una movilidad independiente, que les permita realizar sus ac-
tividades con eficacia.
Orientación
¤ Editorial UOC 122 Instalaciones contra incendios
1. Alumbrado de emergencia
1.1. Introducción
1.1.1. Antecedentes
El alumbrado de emergencia debe cumplir los requisitos necesarios para garantizar que
los aparatos autónomos para el servicio de alumbrado de emergencia con lámparas de
incandescencia o de fluorescencia cumplirán las especificaciones exigidas de seguridad y
garantizarán el alumbrado suficiente para:
• La seguridad de las personas que abandonan la zona o que intentan finalizar una ope-
ración peligrosa antes de evacuar la zona.
• Permitir la continuación de la actividad normal sin alteraciones.
• Garantizar la seguridad de las personas implicadas en una situación o proceso poten-
cialmente peligroso.
• Permitir detener el proceso con seguridad para el operador y los ocupantes de los locales.
Figura 4.1.
Características
1.1.2. Consideraciones
a) Alumbrado de Emergencia
Debe evitar la probabilidad de pánico en el personal en caso de fallo del alumbrado nor-
mal y que pueda reconocer y utilizar los medios de evacuación y extinción.
¤ Editorial UOC 124 Instalaciones contra incendios
Deberá poder funcionar durante al menos 1 hora, proporcionando en el eje de los pasos
principales una iluminación adecuada
b) Alumbrado de Señalización
Deberá proporcionar en el eje de los pasos principales una iluminación mínima de 1 lux.
c) Alumbrado de Reemplazamiento
Este alumbrado debe permitir la continuación normal del alumbrado total durante al
menos 2 horas.
1.2. Definiciones
1.3. Componentes
1.4. Clasificación
1.5. Diseño
1.6. Aplicación
(1)
5) Hay que considerar un factor de mantenimiento que englobe la reducción del rendi-
miento luminoso por suciedad y envejecimiento de las lámparas.
– 0. No protegido.
– 1. Caída vertical de gotas de agua.
– 2. Caída de gotas de agua con inclinación máxima de 15°.
– 3. Contra la lluvia fina.
– 4. Proyecciones de agua.
– 5. Contra chorros de agua.
– 6. Contra mar gruesa.
– 7. Contra efectos de la inmersión.
– 8. Contra la inmersión prolongada.
d 2,5 m 1.000 cd
2. Señalización
2.1. Introducción
Las señales de seguridad son paneles de cierto tamaño con figuras geométricas formadas
por símbolos, pictogramas y textos breves de varios colores que se combinan, y permiten
obtener un significado que se puede entender de una manera fácil y rápida a cierta dis-
tancia por parte de cualquier persona. Su colocación debe ser adecuada para que su visión
sea correcta ante cualquier tipo de alumbrado normal o de emergencia.
2.2. Definiciones
2.3. características
2.3.1. En general
La eficacia de las señales debe estar garantizada por la clasificación y calificación exigidas
en las Normas y deben estar impresas en la misma señal.
En general, las Normas UNE y DIN exigen que los productos fotoluminiscentes a utilizar
en señalizaciones se puedan identificar de una forma duradera.
La Norma UNE 23.035:2003. Parte 4 establece que existen dos categorías de productos
fotoluminiscentes cuyo empleo viene resumido así:
CATEGORÍA CARACTERÍSTICA
Luminancia Luminancia Tiempo de atenuación
a los 10 min a los 60 min de 0,32mcd/m2
(mcd/ m2) (mcd/ m2) (min)
A 210 29 3.100
B 40 5,8 800
Comparación de las características entre las Categorías A y B de los productos fotoluminiscentes en función de la intensidad luminosa
emitida y de la atenuación.
Este sistema de Señalización a Baja Altura debe cumplir la Resolución A: 752 (18) de la
IMO-SOLAS y la Norma ISO 16.069 (SWGS-Safety Way Guidance System), sistema de Se-
ñalización de Recorridos de Emergencia, que también establece al aplicación de este tipo
de señalización en instalaciones de uso industrial y de pública concurrencia.
Se trata de edificios que por sus características arquitectónicas o por la actividad que en
ellos se desarrolla tienen un riesgo especial:
1º. Edificios que por sus características arquitectónicas de gran altura y su ocupación re-
presentan un riesgo importante para la seguridad de las personas, lo cual implica que
para su evacuación es necesario adoptar medidas de protección especiales que sean más
exigentes que el cumplimiento de la reglamentación existente.
2º. Edificios en los que se desarrollan actividades de tipo laboral, que deben cumplir la re-
glamentación de protección contra incendios y la Ley de Prevención de Riesgos Laborales,
por la que se deben evaluar los riesgos propios de la actividad además del de incendios:
Artículo 20:
“El empresario, teniendo en cuenta el tamaño y la actividad de la empresa, así como la po-
sible presencia de personas ajenas a la misma, deberá analizar las posibles situaciones de
emergencia y adoptar las medidas necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra
incendios y evacuación de los trabajadores, designando para ello al personal encargado de
poner en práctica estas medidas y comprobando periódicamente, en su caso, su correcto
funcionamiento. El citado personal deberá poseer la formación necesaria, ser suficiente en
número y disponer del material adecuado, en función de las circunstancias señaladas”.
3º. Edificios de Pública Concurrencia, por la gran cantidad de ocupantes que pueden lle-
gar a tener, unos pocos que permiten desarrollar la actividad que puede ser con el recinto
a oscuras y la mayoría que asisten por primera vez y por la actividad que puede ser con
una gran ocupación.
2.4. Diseño
2.5. Mantenimiento
Las señales deben resistir las condiciones ambientales del local y estar colocadas de ma-
nera que no favorezca que el polvo y la suciedad se depositen sobre ellas.
No existe reglamentación al respecto, pero deben permanecer limpias para que puedan
mantener sus características de diseño permanentemente.
2.6. Aplicación
La señalización permitirá que según las características de uso del edificio y de sus ocu-
pantes, durante el desarrollo de la actividad podamos conocer la ubicación de:
• Los sistemas de alarma para que podamos avisar con la mayor rapidez de la emergen-
cia detectada.
• Los equipos de extinción para que podamos actuar con la máxima eficacia, si la situa-
ción lo requiere.
• Los accesos, recorridos y salidas de evacuación para que evacuemos sin pánico, rápi-
dos y con seguridad. En las salidas se colocan sobre el dintel o próximas a la salida
para que se localice sin confusión. En los recorridos se indicará desde cualquier punto
cómo iniciar o proseguir la evacuación sin confusiones.
• La ubicación de ciertos riesgos especiales.
De este modo, ante una situación de emergencia con los medios de alarma podremos dar
el aviso, con los medios de extinción podremos actuar si es necesario y con los elementos
de evacuación podremos alcanzar un lugar seguro con la máxima rapidez.
Para obtener una correcta y adecuada aplicación de las señales, es necesario tener la ga-
rantía de que se han colocado en los lugares adecuados y que se podrán ver e interpretar
aunque falle el alumbrado normal, para lo cual, debemos conseguir que:
¤ Editorial UOC 132 Instalaciones contra incendios
Figura 4.2.
Figura 4.3.
• Si falla el alumbrado se puedan seguir viendo durante cierto tiempo, bien por el alum-
brado de emergencia o bien por su propia fotoluminiscencia.
• El alumbrado de las señales deberá prolongarse, después de un fallo de su alumbrado
normal, durante un tiempo que cumpla lo establecido en las Normas UNE
20.062:1993 y 20.392:1993 y demás reglamentación vigente en esta materia.
• Los materiales y productos que las forman no aumentarán el riesgo de incendio ni
perjudicarán la salud y el medio ambiente.
1) Formas
Para obtener la mayor eficacia de la señalización, hay varias formas de instalación, de las
que es importante elegir el ángulo de visualización más idóneo para el lugar en que se
debe instalar, tal como se indica en los siguientes ejemplos de formas de instalación:
2) Altura
Se trata de colocar la señalización a una altura que permita conseguir el objetivo de que
sea lo más visible posible desde cualquier punto de la superficie ocupada, para lo cual se
necesita:
3) Situación
• Emergencia
• Equipos de lucha contra incendios
• Peligro
• Instalaciones industriales
4) Riesgo Especial
Todos los recorridos de evacuación deben estar señalizados y balizados de una manera
muy específica que permita asegurar un comportamiento correcto y seguro por parte del
personal ocupante, de forma continua y duradera.
Siendo los tramos de escalera de evacuación en donde pueden aparecer las mayores difi-
cultades, se debe tener especial atención en la señalización de los siguientes puntos:
• Número de planta.
• Número de plantas hasta la salida.
• Sentido de evacuación.
• Balizamiento de paredes.
• Balizamiento de peldaños en huella o contrahuella.
• Balizamiento de pasamanos.
• Pegado a pared
• Con perfil de aluminio antivandálico y atornillado a pared. A partir de 2 m de ancho
en las dos paredes y menos de 2 m en la pared de los equipos de lucha contra incen-
dios o del sistema de apertura de las puertas de salida de emergencia. No se pueden
aplicar a una altura del suelo mayor de 40 cm.
• Las señales y láminas en el suelo estarán pegadas con adhesivos de alta adherencia.
¤ Editorial UOC 136 Instalaciones contra incendios
3. Ascensor de Emergencia
3.1. Introducción
Las condiciones que deben cumplir los componentes y las solicitaciones del ascensor son
las siguientes:
1) Estructura
La estructura es uno de los componentes mecánicos más importantes del diseño de los
ascensores, tanto las que lo componen como aquellas en las que está fijado.
Los componentes de la estructura son la zapata de cimentación, los pilares hasta el forjado
de anclaje de las máquinas, el forjado, los raíles guía y su anclaje a la caja de la escalera.
2) Cabina
La cabina deberá estar diseñada y fabricada de forma que su espacio y resistencia corres-
pondan al número máximo de personas y a la carga nominal del ascensor fijados por el
instalador.
Tanto los elementos de suspensión y/o de sustentación de la cabina, sus sujeciones y to-
das sus terminaciones, deberán elegirse y diseñarse de forma que garanticen un nivel de
seguridad global adecuado y reduzcan al máximo el riesgo de caída de la cabina, toman-
do en consideración las condiciones en las que se utilice, los materiales empleados y las
condiciones de fabricación.
En los casos en los que la suspensión de la cabina se efectúe por medio de cables o cade-
nas, el número de cables o cadenas independientes será, por lo menos, de dos, con sus
respectivos sistemas de enganche. Estos cables y cadenas no deberán poseer más empal-
mes ni ajustes que los necesarios para su fijación o enrollamiento.
¤ Editorial UOC 137 Instalaciones complementarias
4) Maquinaria
• Todos los ascensores para personas deberán contar con una maquinaria propia. Este
requisito no afecta a los ascensores en los que los contrapesos están sustituidos por
una segunda cabina.
• El instalador del ascensor deberá prever que la maquinaria y los dispositivos asociados
del mismo no sean accesibles, excepto para los trabajos de mantenimiento y los casos
de emergencia.
5) Mandos
• Los mandos de los ascensores para minusválidos no acompañados deberán estar di-
señados y dispuestos de forma adecuada.
• La función de los mandos estará claramente señalada.
• Los circuitos de llamada de un grupo de ascensores podrán ser comunes o estar inter-
conectados.
• El material eléctrico deberá instalarse y conectarse de forma que: quede excluida cual-
quier confusión con los circuitos que no pertenezcan al ascensor, pueda conmutarse
en carga la alimentación de energía, los movimientos del ascensor dependan de me-
canismos de seguridad instalados en un circuito de mando con seguridad propia, un
fallo de la instalación eléctrica no produzca situaciones peligrosas.
• Cuando se actúe sobre el pulsador de emergencia situado en la planta baja, el ascensor
bajará hasta dicha planta y a partir de entonces sólo se podrá actuar sobre el ascensor
desde su mando interior.
En función del tipo de instalación llevada a cabo, los elementos de elevación pueden
ir situados tanto en la parte alta como en la parte baja del hueco. Éstos irán instalados
en un cuarto aislado que cumple las condiciones necesarias para poder llevar a cabo
el proceso e instalación y montaje de los dispositivos de elevación de forma cómoda
y segura.
¤ Editorial UOC 138 Instalaciones contra incendios
Para situar las máquinas de elevación, ya sean hidráulicas o neumáticas, habrá que tener
en cuenta la situación final del ascensor, pues la posición relativa de las máquinas de-
pende, de forma directa, de los parámetros de montaje del resto de la instalación. Tras
haber definido la situación de las máquinas de elevación, se llevará a cabo el conexio-
namiento de sus alimentaciones, ya sean hidráulicas o neumáticas.
Los equipos de seguridad diseñados por el fabricante deberán ser montados de acuerdo
con sus normas constructivas y aplicando los materiales que estén de acuerdo con las es-
pecificaciones. Si estos dispositivos se montan según el plano de diseño, su funciona-
miento se da por bueno en el diseño, pero respecto a su funcionamiento se deben llevar
a cabo su comprobación después de la puesta en marcha.
3.2. Definiciones
3.3. Diseño
3.4. Mantenimiento
• Dispositivos de enclavamiento.
• Dispositivos eléctricos de seguridad.
• Sistema de frenado normal y de seguridad.
• Adherencia de los cables.
• Elementos de suspensión.
• Elementos estructurales.
• Dispositivos y mandos de seguridad al final del recorrido.
• Actuación del limitador de velocidad.
Objetivos
Orientación
1. Abastecimiento de Agua
1.1. Introducción
Un abastecimiento de agua debe tener reserva suficiente y con la presión adecuada para
que pueda llegar al riesgo a proteger y ser utilizada exclusivamente por los sistemas de
extinción allí instalados. Asimismo, los abastecimientos de agua pueden alimentar todo
tipo de instalaciones de protección contra incendios que utilizan el agua como agente
extintor o combinada con espuma, pudiendo proteger:
• Industrias en general
• Urbanizaciones
Las redes públicas se utilizan en zonas industriales o urbanas, siempre que garanticen las
condiciones de caudal y presión, en caso contrario, se colocará un sistema de bombeo
auxiliar para sobrepresionar la red contra incendios8.
8 En la Norma UNE 23.500 y en la Regla Técnica RT2-ABA de CEPREVEN se definen las condicio-
nes para realizar la acometida exclusiva desde la red pública hacia la instalación de protección con-
tra incendios, pero en realidad es la compañía suministradora quien define dicha acometida.
¤ Editorial UOC 142 Instalaciones contra incendios
Figura 5.1.
Los depósitos de agua pueden ser atmosféricos construidos bajo la superficie, en la super-
ficie y elevados o de presión por aire comprimido.
Un depósito de agua con una red pública de suministro de agua suele ser la combinación
más utilizada, ya que permite obtener en caso de incendio, el caudal y la presión calcu-
lados específicamente para la protección de incendios. Los depósitos de agua pueden ser
para aspiración de las bombas, de gravedad o aljibes, que deben tener un volumen míni-
mo que corresponda con el necesario o bien con un volumen reducido que, sumado al
del llenado automático, permite obtener el necesario.
Entre los depósitos destinados para la aspiración de las bombas, la Norma UNE 23.500-90, que
utilizaremos como referencia, y la Regla Técnica RT2-ABA de CEPREVEN establecen una clasifi-
cación que depende de su fiabilidad de funcionamiento.
Los depósitos con presión se utilizan en riesgos de edificios en los que no es posible disponer de
sistema de bombeo y se presuriza el agua mediante aire a presión. Tienen un volumen total en
el que se incluye el aire comprimido y el agua necesaria, pero con las limitaciones provocadas
por el gran volumen ocupado y porque deben cumplir el Reglamento de aparatos a presión.
Las fuentes inagotables tales como lagos naturales o artificiales, pantanos, ríos, canales,
pozos, mar o cualquier otro tipo de almacenamiento que supere ampliamente las nece-
sidades de consumo previstas. Si bien la localización de los riesgos suele estar a gran dis-
tancia de dichas fuentes y el transporte del agua significaría un coste muy elevado, por
lo que solamente se utilizan para casos muy concretos con riesgos próximos a ellos como
centrales hidroeléctricas, barcos, puertos, etc.
¤ Editorial UOC 143 Extinción automática
1.2. Definiciones
En la siguiente tabla dinámica se facilitan una serie de definiciones, todas ellas relacio-
nadas con el abastecimiento de agua y según la Norma UNE 23.500-90.
1.3. Componentes
1.4. Características
Según la Norma UNE 23.500-90, las fuentes de alimentación deben cumplir las siguientes
condiciones:
Red de uso público: tener un diámetro igual o superior al calculado para la red de dis-
tribución a las instalaciones de protección contra incendios. Debe tener una reserva con
una capacidad mínima de cinco veces la calculada para la extinción de incendios.
1) Cuando en el punto de conexión existe una alimentación por los dos extremos de la
red pública que está integrada en una red cerrada o malla.
Depósitos: su capacidad efectiva será la calculada a partir del nivel más bajo de agua que
permita su correcta salida. Serán para uso exclusivo de la instalación contra incendios y
en caso contrario, las tomas para otros usos estarán por encima del nivel máximo que
corresponda a la capacidad de reserva calculada para la instalación contra incendios.
Hay dos tipos de depósitos uno para que el agua sirva de aspiración a las bombas o bien
que tiene la salida del agua por gravedad, y otro que utiliza un gas presurizador, que debe
ser aire comprimido o en caso contrario nitrógeno, para impulsar el agua.
Entre los primeros para aspiración o de gravedad en la Norma UNE 23.500-90 se establecen
tres categorías 1, 2 y 3 que aparecen en la primera tabla , y en la Regla Técnica RT2-ABA
de CEPREVEN corresponden a las clases A, B y C, que aparecen en la segunda tabla.
Sistema de impulsión
En nuestro caso, dado que el sistema de impulsión más habitual es el equipo de bombeo,
vamos a considerar sus componentes y las características más importantes:
Composición:
Características
El equipo de bombeo principal es el que debe alcanzar las necesidades de caudal y pre-
sión. Su arranque debe ser automático y la parada manual.
Los motores podrán ser eléctricos o diesel. En el primer caso, la alimentación eléctrica le
llegará independiente del resto de instalaciones, desde el cuadro general de distribución.
Debe tener dos fuentes de energía eléctrica independientes, de dos compañías suminis-
tradoras distintas, de dos centros de transformación distintos de la misma compañía o
de generadores autónomos. En el segundo caso, el motor diesel para su arranque tendrá
dos baterías con cargadores independientes.
1) Horizontal
En este caso se debe instalar una válvula de pie o de retención en el extremo de la aspi-
ración situado en el fondo del depósito, además, si existe la posibilidad de desencebado
de la aspiración, se debe instalar un sistema de cebado automático.
• Cuerpo de bomba, de hierro fundido GG-25 o de bronce RG-5 para agua de mar
• Impulsor, de bronce GSnBz-10
• Anillos de desgaste, de bronce RG-7
• Eje de bomba, de acero F-114 o inoxidable AISI-316 para agua de mar
• Camisa del eje, de acero inoxidable AISI-431B
Figura 5.2.
Figura 5.3.
b) De cámara partida
De cámara partida, axialmente con las bocas de aspiración e impulsión en línea. Se em-
plea para grandes caudales y presiones de hasta 15 bar. Los componentes son:
Figura 5.4.
Bomba horizontal de cámara partida axialmente, con las bocas de aspiración reimpulsión en línea. Se aplica para grandes caudales y pre-
siones de hasta 15 bar. Su acoplamiento es flexible con la membrana partida axialmente para facilitar el montaje y desmontaje. Tiene un
purgador de aire en la parte superior.
¤ Editorial UOC 148 Instalaciones contra incendios
2) Vertical
Vertical que tiene el rodete sumergido y son autoaspirantes. Se instalan cuando las bom-
bas de eje horizontal no pueden estar en carga. Sus componentes son:
Si bombean agua de mar, los materiales de sus componentes deben modificarse igual que se
ha detallado en las bombas de eje horizontal, cuerpos de bronce y ejes de acero inoxidable.
Figura 5.5.
Categorías
Categoría 1
a) Dos bombas que suministran cada una el 100% del caudal máximo necesario. Siendo
una con motor eléctrico y la otra con motor diesel, para evitar que el fallo de suministro
eléctrico afecte al funcionamiento del grupo.
Figura 5.6.
b) Tres bombas que suministran cada una el 50% del caudal máximo necesario, combi-
nando los siguientes motores:
Categoría 2
a) Una bomba que suministra el 100% del caudal máximo necesario, cuyo motor podrá
ser eléctrico o diesel.
¤ Editorial UOC 150 Instalaciones contra incendios
Figura 5.7.
Equipo de bombeo principal único: (a) caudal máximo con motor eléctrico o diesel.
(b) cada bomba con capacidad del 50% y ambos motores eléctricos o diesel.
b) Dos bombas que suministran el 50% del caudal máximo necesario y ambos motores
podrán ser o eléctricos o diesel.
La curva característica de las bombas principales debe cubrir el punto nominal de diseño,
para caudal nominal (Qn) y presión nominal con la altura nominal (Hn).
Además, la curva característica de las bombas, según la Norma UNE 23.500-90 y la Regla
Técnica RT2-ABA de CEPREVEN edición de 1999, debe cubrir los siguientes puntos y con-
sideraciones:
• Debe proporcionar el 140% del caudal nominal a una altura superior al 70% de la al-
tura normal.
• La potencia neta de los motores debe ser igual o superior a la máxima absorbida por
la bomba en cualquier punto de la curva.
¤ Editorial UOC 151 Normativa de ámbito estatal y autonómico
Figura 5.8.
Figura 5.9.
Los motores eléctricos serán asíncronos normalizados IEC, de protección IP-55 y asila-
miento clase F. La potencia nominal en servicio continuo S-1 para un calentamiento cla-
¤ Editorial UOC 152 Instalaciones contra incendios
Los motores diesel serán del tipo industrial estacionario, de cuatro tiempos ciclo diesel,
de inyección refrigerados por agua con doble circuito con intercambiador de calor
agua-agua.
La potencia neta nominal de los motores diesel, superior a la máxima absorbida por al
bomba, viene determinada por la curva ISO-3046 "Fuel Stop", a la velocidad de funcio-
namiento establecida.
El equipo de bombeo auxiliar debe mantener la instalación a una presión constante, re-
poniendo las posibles fugas de la red general contra incendios y también puede tener
caudal suficiente para alimentar una BIE o uno o dos rociadores. Su arranque y parada
deben ser automáticos.
Figura 5.10.
Son bombas multicelulares verticales y la secuencia completa del arranque queda garan-
tizada al realizarse en directo. Para controlar las fugas de la red contra incendios, en el
cuadro de control hay un contador de arranques de esta bomba auxiliar.
Figura 5.11.
Esquema y terminología de un grupo completo con bomba auxiliar con motor eléctrico y dos bombas principales
cada una con capacidad para el 100% de la capacidad de bombeo, con un motor eléctrico y otro diesel.
¤ Editorial UOC 154 Instalaciones contra incendios
Ah = Acumulador hidroneumático
Vc = Válvula de compuerta
M = Manómetro
El circuito de refrigeración del motor diesel debe ser cuidadosamente diseñado para lograr un
sistema simple, eficaz y seguro. La refrigeración del motor mediante intercambiador de calor,
utilizando la propia agua bombeada para el circuito primario, es la más segura en salas de bom-
beo interiores, evitando complicados sistemas de regeneración y ventilación natural de la sala.
El diseño hidráulico debe prescindir de electroválvulas y sus filtros, evitando riesgos de sobrecalen-
tamiento de motores (bobinas que se queman, electroválvulas o filtros que se atascan, etc.). Está ga-
rantizado que el depósito principal no se vacía a través del circuito primario de refrigeración:
a. Depósito en carga próximo al equipo; retornando el agua al mismo por su parte superior.
b. Depósito en carga alejado del equipo: conectado el agua de retorno a un punto de la aspira-
ción, sin problemas de entrada de aire por estar en carga.
c. Depósito en aspiración: retornando el agua al mismo por su parte superior (los depósitos en
aspiración siempre están cercanos a las bombas).
¤ Editorial UOC 155 Extinción automática
Para el correcto diseño de la red de tuberías, debemos considerar las presiones que sirven
de referencia:
La red general se procurará realizar en circuito cerrado o reticulado, para que exista un
equilibrio hidráulico y además se pueda sectorizar fácilmente en caso de avería. En la co-
nexión a la red general de cualquiera de los sistemas que alimenta, se instalará una vál-
vula de cierre. Dicha red podrá ser aérea o enterrada, cumpliendo siempre que tenga una
protección contra daños mecánicos, contra las dilataciones y contracciones provocadas
por los cambios térmicos y los efectos de las heladas y de la corrosión.
1.5. Diseño
1.6. Mantenimiento
• Trimestralmente
– Verificación por inspección de todos los elementos, depósitos, válvulas, mandos,
alarmas motobombas. Accesorios, señales, etc.
– Comprobación del funcionamiento automático y manual de la instalación de
acuerdo con las instrucciones del fabricante o instalador.
– Mantenimiento de acumuladores, limpieza de bornas (reposición de agua destila-
da).
– Verificación de accesibilidad a elementos, limpieza general, ventilación de salas
de bombas, etc.
• Semestralmente
– Accionamiento y engrase de válvulas.
– Verificación y ajuste de prensaestopas.
– Verificación de velocidad de motores con diferentes cargas.
– Comprobación de alimentación eléctrica, líneas y protecciones.
– Programa de mantenimiento de los medios materiales de lucha contra incendios.
Operaciones que hay que realizar por parte del personal especializado del fabri-
cante o instalador del equipo o sistema, o por el personal de la empresa mantene-
dora autorizada.
– Sistema de abastecimiento de agua contra incendios.
• Anualmente
– Gama de mantenimiento anual de motores y bombas de acuerdo con las instruc-
ciones del fabricante.
– Limpieza de filtros y elementos de retención de suciedad en alimentación de agua.
– Prueba del estado de carga de baterías y electrolito de acuerdo con las instruccio-
nes del fabricante.
– Prueba, en las condiciones de recepción, con realización de curvas de abasteci-
miento con cada fuente de agua y de energía.
1.7. Aplicación
Ejemplo de un grupo de presión con las bombas y los colectores de impulsión y de pruebas.
Figura 5.12.
Figura 5.14.
1. Armario
2. Interruptor-seccionador general
3. Alarma acústica
4. Voltímetro con conmutador de fases
5. Panel de señalización de la bomba Jockey
6. Panel de señalización de cada bomba principal
7. Panel frontal de cuadro de arranque y control para bombas eléctricas
La claridad, el orden de las alarmas y mandos del panel, facilitan la compresión a primera
vista. En el interior, el cableado numerado, una copia del esquema eléctrico, un aparella-
je de alta calidad y el conexionado a bornas claramente identificadas, confieren seguri-
dad al cuadro y al propio equipo contra incendios. Todo el circuito de control y mando
está alimentado a tensión reducida.
¤ Editorial UOC 160 Instalaciones contra incendios
Las alarmas, tanto ópticas como acústicas, no detienen el equipo principal. La única forma
de pararlo es actuando manualmente sobre el "Pulsador de paro" si ya no hay demanda.
Si el equipo está formado solamente con motores eléctricos, el cuadro se suministra su-
jeto a sus soportes, y éstos a la bancada. En cambio, cuando en el equipo existe algún
motor diesel y para evitar que sus vibraciones afecten al cuadro, éste se suministra con
tres metros de manguera con los cables, sujeto a los soportes con base de apoyo. En cual-
quier caso, el equipo se debe suministrar totalmente conexionado y probado en fábrica.
Figura 5.15.
1. Armario
2. Conmutador de cuatro posiciones. "O -MAN -AUT -TEST (prueba del ciclo de arranque)"
3. Panel señalizador de bomba principal diesel
4. Alarma acústica
5. Dos amperímetros
¤ Editorial UOC 161 Extinción automática
6. Voltímetro
7. Conmutador de voltímetro
8. Dos pulsadores de "arranque manual"
9. Panel frontal de cuadro de arranque y control para bomba accionada por motor diesel
La claridad, el orden de las alarmas y mandos del panel, facilitan la compresión a primera vista.
Las alarmas, tanto ópticas como acústicas, no detienen el equipo. La única forma de pa-
rarlo es actuando manualmente sobre el "Pulsador de paro" si ya no hay demanda.
Si el equipo está formado solamente con motores eléctricos, el cuadro se suministra su-
jeto a sus soportes, y éstos a la bancada. En cambio, cuando en el equipo existe algún
motor diesel y para evitar que sus vibraciones afecten al cuadro, éste se suministra con
tres metros de manguera con los cables, sujeto a los soportes con base de apoyo. En cual-
quier caso, el equipo se debe suministrar totalmente conexionado y probado en fábrica.
Para evitar que le afecten las vibraciones del motor diesel, este cuadro se debe suministrar
con tres metros de manguera con los cables, sujeto a los soportes, con base de apoyo para
situarlo fuera de la bancada y totalmente conexionado y probado en fábrica.
Figura 5.16.
2.1. Introducción
Figura 5.17.
2.2. Definiciones
Las instalaciones de rociadores pueden clasificarse de dos maneras: por sistemas de rocia-
dores automáticos que utilizan rociadores cerrados y por sistemas automáticos de inun-
dación o diluvio, que utilizan rociadores abiertos o pulverizadores, de media o alta
velocidad.
En esta pantalla trataremos los sistemas de rociadores automáticos que utilizan rociado-
res cerrados y en la siguiente los sistemas automáticos de inundación o diluvio, que uti-
lizan rociadores abiertos o pulverizadores, de media o alta velocidad.
Los sistemas de rociadores automáticos que utilizan rociadores cerrados pueden ser de los
siguientes tipos:
1) Tubería mojada
El circuito de alarma tiene un presostato que emite una señal eléctrica de alarma al cua-
dro de control de la instalación y al motor hidráulico de la campana. Entre la salida y las
alarmas se conecta la cámara de retardo, para evitar los efectos del golpe de ariete, las va-
riaciones de la presión y las falsas alarmas.
Figura 5.18.
Figura 5.19.
2) Tubería seca
Esta instalación tiene las tuberías llenas de aire a presión, de tal manera que cuando un
rociador automático es afectado por el incendio y se rompe, deja salir en primer lugar el
aire que crea una depresión en la válvula de control que abre la clapeta y deja que entre
el agua situada en la tubería de entrada de la válvula.
Figura 5.20.
Figura 5.21.
Este sistema con tubería mojada o seca, consiste en una instalación de rociadores auto-
máticos con válvula de control y alarma mixta, o con una válvula de control y alarma
húmeda y otra seca.
En la temporada que hay riesgo de heladas, la tubería desde la válvula de control y alarma
está llena de aire a presión funcionando como un sistema de tubería seca. El resto del
año, la tubería contiene agua a presión y funciona como un sistema de tubería húmeda.
4) Acción previa
Este sistema consiste en una instalación seca con rociadores automáticos que puede fun-
cionar de dos maneras:
El sistema de detección automática se instalará en todas las zonas protegidas por el siste-
ma de acción previa y cumplirá con lo establecido en la Norma EN 54.
Con este sistema de acción previa, se protegen zonas donde se podrían producir daños a
consecuencia de la descarga accidental del agua.
Con este sistema de acción previa, se protegen zonas donde se necesita un sistema seco
y se ha previsto una rápida propagación del incendio.
Este sistema subsidiario seco o alterno será como el sistema seco o mojado, pero de redu-
cidas dimensiones, y constituirán extensiones mojadas normales.
a) Como ampliación de un sistema seco o alterno a una instalación mojada en zonas re-
ducidas con la probabilidad de que se produzcan heladas.
Estos sistemas sólo se aplicarán en caso de una extensión subsidiaria con menos de 100
rociadores, y si se trata de más de dos extensiones subsidiarias, tendrán menos de 250
rociadores.
Figura 5.22.
Esta instalación se aplicará en aquellos casos en los que se quiera proteger una zona con-
creta donde se prevea el inicio y propagación de incendios muy intensos y de rápida pro-
pagación.
¤ Editorial UOC 168 Instalaciones contra incendios
Figura 5.23.
2.4. Componentes
Figura 5.24.
1) El tipo de sistema
Figura 5.25.
Rociador cerrado.
Para sistemas de inundación total o diluvio, de agua pulverizada, sin elementos termo-
sensibles y asociados a instalaciones de detección automática de incendios.
Figura 5.26.
2) El elemento termosensible
Figura 5.27.
Figura 5.28.
3) La temperatura de tarado
Es la temperatura a la que actúan los rociadores, que está comprendida entre 57 °C y 260
°C. Los rociadores se clasifican según el color del líquido de la ampolla o el color de los
brazos, según se trate de rociadores de ampolla o de aleación fusible, respectivamente, y
que figura en la Norma EN 12845 y en el apartado 5.1.3. de la RT1-ROC de CEPREVEN.
¤ Editorial UOC 172 Instalaciones contra incendios
Las diferentes normas consultadas varían el diámetro nominal del orificio de los rocia-
dores y el factor K de la ecuación (1).
La Norma EN 12845 y la RT1-ROC en su apartado 5.1.2 dan tres diámetros, y por tanto
tres factores K. Este factor K corresponde al del rociador elegido.
(1)
siendo:
Produce una distribución semiesférica del agua hacia abajo y una proporción entre el
40% y el 60% hacia el techo, resultando una distribución irregular del agua y del tamaño
de las gotas, que reduce su capacidad extintora. Se fabrican para montar en posición
montante o colgante. Se consideran de tipo antiguo.
Figura 5.29.
Rociador convencional.
Produce una descarga de agua en forma semiesférica, por debajo del deflector. Es mucho
más efectivo que el tipo convencional debido al efecto enfriador del agua pulverizada, a
una mejor distribución del agua a niveles altos y a una mejor descarga directa del agua
sobre el incendio. Se puede instalar en posición montante o colgante, empotrado, en ni-
vel intermedio y oculto.
¤ Editorial UOC 173 Extinción automática
Figura 5.30.
Figura 5.31.
Figura 5.32.
Figura 5.33.
Rociador oculto.
¤ Editorial UOC 174 Instalaciones contra incendios
El deflector pulveriza el agua en forma de gotas más gruesas de lo normal, para conseguir
una mayor penetración en incendios de locales pequeños en los que pueden producirse
incendios con gran desprendimiento de calor. Su coeficiente K está comprendido entre
155 y 165, con una presión mínima de descarga de 1,7 bar, sin superar los 6,5 bar y para
descargas superiores a 210 l/min por rociador. En el capítulo 8 de la NFPA 13-1987 apa-
recen este tipo de rociadores.
Figura 5.34.
Figura 5.35.
Rociador de pared.
6) La posición
a) Rociador montante (uprigth) para ser instalado con el deflector hacia arriba.
¤ Editorial UOC 175 Extinción automática
Figura 5.36.
Rociador montante.
b) Rociador colgante (pendent) para ser instalado con el deflector hacia abajo.
Figura 5.37.
Rociador colgante.
7) El tipo de respuesta
Según el índice de tiempo de respuesta (ITR), que es una medida de la sensibilidad térmi-
ca de las cabezas, los rociadores se clasifican en:
a) Rociadores de respuesta normal, a los que pertenecen los de tipo convencional, nor-
mal y de gota gorda, con ITR mayor de 100 (s. m.)1/2
inicial por reaccionar con rapidez descargando sobre la llama y en poco tiempo una gran can-
tidad de agua. El que primero se aplicó fue el de tipo colgante, posteriormente complemen-
tado con versiones montantes. Tienen un coeficiente K = 14 (K = 200 en unidades métricas),
que si se aumenta, permite proyectar la misma cantidad de agua pero a menor presión, de
gran utilidad cuando no se dispone de suficiente presión, ya que pueden descargar más de
un 60% de agua a la misma presión que los de un valor de K inferior.
Figura 5.38.
2.6. Diseño
2.6.1. Resumen
Los criterios de diseño de acuerdo con la legislación existente antes expuestos se pueden
resumir en:
3) Colocación de los rociadores: la superficie que debe cubrir cada rociador y la separa-
ción entre ellos aparecen exhaustivamente desarrolladas en las tablas y textos de las nor-
mas y reglas técnicas en función del riesgo que hay que proteger, para garantizar que
descargan la densidad deseada y que no quedan superficies sin mojar.
• Paredes: rociador a una máxima distancia de la mitad de la definida entre ellos y mí-
nima de 0,1 m. La máxima será de 1,5 m si la pared no es resistente al fuego o existen
fachadas abiertas.
• Techos: rociador a una máxima distancia de 0,30 m si el material del techo es su-
perior a [B-s3, d0 (M1)], y de 0,45 m si dicho material es [A1 o A2-s1, d0 o B-s3d0
(M0 o M1)].
• Si la pendiente de la cubierta supera el 30%, se colocará una fila de rociadores en la
cumbrera a una distancia máxima de 0,75 m.
• Vigas: si el rociador está situado por encima del nivel inferior de la viga, debe colo-
carse a una distancia que garantice la correcta descarga de agua.
• Jácenas: rociador a una distancia mínima de 1,2 m.
• Columnas: si el rociador está situado a menos de 0,60 m de una columna, se colocará
otro rociador en la cara opuesta a una distancia máxima de 2 m.
• Espacio libre debajo de los rociadores: en los riesgos normales será de 0,5 m y en el
riesgo extra de almacenamiento de 1 m.
4) Red de tuberías: la tubería será siempre visible y discurrirá exclusivamente por recintos
protegidos, en caso contrario, estará protegida del calor. Si la temperatura ambiente es
mayor de 70 qC, se aplicará el sistema de tubería seca, o bien se aplicará el sistema de tu-
bería húmeda mediante la instalación de colectores ascendentes. Se debe facilitar el dre-
naje de la instalación, dando pendiente a las tuberías del 0,4% en diámetros menores de
50 mm y del 1,2% en diámetros mayores. Es importante prever la instalación de puntos
de limpieza en el extremo de los colectores y de válvulas de prueba, de igual K que los
rociadores, con manómetro, para hacer pruebas de alarma, caudal y presión en los pun-
tos hidráulicamente más desfavorables.
Figura 5.39.
Figura 5.40.
Figura 5.41.
Figura 5.42.
Figura 5.43.
2.7. Aplicación
a) Cada rociador debe cumplir unas condiciones de superficie que hay que mojar, caudal,
posición y temperatura de activación, pero además necesita que su implantación siga los
requisitos necesarios para que el agua que proyecte sea eficaz ante el incendio.
b) Implantar los rociadores sobre el plano de planta de la superficie a proteger, mediante
la distribución geométrica más adecuada.
Para realizar el cálculo de la instalación de tuberías que deben alimentar los rociadores,
se necesitan dos actividades de gabinete, el precálculo y el cálculo total.
2.7.1.1. Precálculo
Dimensionado de las tuberías aguas arriba del punto o puntos de diseño, por referencia
a tablas de diámetros.
Para ello se aplican los diámetros previos de las tuberías teniendo como referencia los que
se establecen en la NTE-IPF en su capítulo de diseño.
Una vez establecidos dichos diámetros, se procede al estudio de los rociadores y las tube-
rías que se encuentran en la superficie que hay que mojar hidráulicamente más desfavo-
rable. Aplicando la ecuación de Hazen-Williams y las tablas de pérdidas de carga de la
Norma EN 12845, se consideran los caudales y las pérdidas que corresponden a esta su-
perficie. Destacar la importancia del factor K del rociador que en los rociadores habitual-
mente utilizados es de 80 y en los de respuesta rápida es de 200, no obstante, deben
consultarse las tablas del fabricante.
Una vez definidas estas condiciones de caudal y presión, considerando que en el rociador
más desfavorable no existirá una presión mayor de 1 bar, se llega aguas arriba hasta la
válvula de control y se establecen las condiciones hidráulicas que en ella se necesitan. A
continuación, se sigue la tubería de alimentación desde el depósito de reserva y el grupo
de presión o la acometida de la red exterior.
Cálculo total con el dimensionado de las tuberías por cálculo hidráulico detallado, me-
diante un programa informático adecuado, que permite realizar un diseño ajustado de
sus diámetros y condiciones hidráulicas.
2.8. Mantenimiento
Según el RIPCI:
Es evidente que este mantenimiento mínimo debe quedar completado con las especifi-
caciones de mantenimiento definidas por el fabricante, por las características de la insta-
lación y del riesgo que protege, si bien en la Regla Técnica RT1-ROC de CEPREVEN y en
las Normas UNE-EN también aparecen pautas de mantenimiento más amplias que las del
RIPCI, de entre las que destacamos:
• Inspecciones periódicas que hay que realizar como mínimo cada año.
• Mantenimiento.
– Supervisión para detectar cualquier anomalía o alteración del estado de las válvu-
las de cierre y control, obstáculos próximos a los rociadores, variaciones de la es-
tructura y distribución del edificio para poder adoptar las medidas correctivas
adecuadas y garantizar el correcto funcionamiento de la instalación, cuya respon-
sabilidad no debemos olvidar que recae en el usuario.
¤ Editorial UOC 182 Instalaciones contra incendios
3. Agua pulverizada
La instalación de agua pulverizada tiene rociadores abiertos conectados con una válvula
de control que puede activarse de forma automática o manual permitiendo extinguir el
incendio. El diseño e instalación deben cumplir las normas UNE 23.5.1 a 23.507.
3.1. Introducción
El sistema de extinción por agua pulverizada abarca los sistemas conocidos como de di-
luvio, los de inundación total por agua y en general todos los sistemas de protección con-
tra incendios que utilicen agua sola o con aditivos como agente extintor y la proyecten
con boquillas de descarga abiertas. Estos sistemas de extinción podrán ser independien-
tes o complementarios de otros sistemas de protección contra incendios.
Se aplican como sistemas de agua pulverizada, acción previa, espuma física, cortinas de
agua, monitores fijos automáticos controlados a distancia o automáticos y se aplican en
la protección de riesgos con materiales inflamables líquidos, gaseosos, sólidos que no re-
accionen con el agua, en torres de proceso de refinerías y plantas químicas, bombas de
proceso, tanques de almacenamiento de líquidos inflamables, tanques horizontales y es-
feras de almacenamiento de gases licuados, tanques de aceite, transformadores e inte-
rruptores de aceite a la intemperie, quemadores de calderas, papel, madera, materiales
textiles y en fabricación y uso de tintas para imprenta, motores, cintas transportadoras,
fabricación de papel, estructuras metálicas.
Su aplicación permite:
• La extinción del incendio por enfriamiento superficial se consigue porque 4,5 litros
de agua a 10 °C absorben unas 3.000 Kcal cuando se transforman en vapor a 100 °C.
• El control del incendio por sofocación gracias al vapor generado que diluye el aire y
los gases de la combustión, por las gotas que penetran en las llamas que reducen la
temperatura y la propagación de calor a la superficie del combustible. También se
produce una dilución de los gases inflamables cuando se produce un escape de gas
inflamable y se reduce la mezcla explosiva con el aire.
• La dilución del agua en el líquido inflamable puede llegar a conseguir que se haga in-
combustible.
• La actuación de extinción debe realizarse durante el mínimo tiempo y la mayor efi-
cacia posible para conseguir que se consuman los productos combustibles y que se
pueda conseguir volver a la situación anterior al incendio.
¤ Editorial UOC 184 Instalaciones contra incendios
3.2. Definiciones
3.3. Componentes
Es evidente que los sistemas de agua pulverizada deben ser automáticos y sus componen-
tes deben formar un sistema completo, eligiendo la detección más adecuada para el lugar
en que se encuentre el riesgo y deben tener su accionamiento manual junto a la instala-
ción sin riesgos para el personal o bien a distancia.
Al elegir los materiales de los elementos y equipos que componen el sistema de agua pul-
verizada, tendremos en cuenta que si se encuentran a la intemperie o en atmósferas co-
rrosivas, serán resistentes a la corrosión o bien se protegerán con recubrimientos.
1) Abastecimiento de agua
Como cualquier sistema que utiliza el agua como agente extintor, se utilizarán redes pú-
blicas, depósitos de agua, fuentes inagotables y grupos de bombeo, según las necesidades
del riesgo que hay que proteger, de manera que sean capaces de tener la reserva, el caudal
y la presión suficientes, de acuerdo con la Norma UNE 23.500.
Serán elegidas y colocadas en función de la superficie que hay que proteger, las condicio-
nes de la descarga y según la clase de riesgo. Las exigencias para los filtros se indican en
el capítulo 12 de la Norma UNE 23.502 y en el 13 de la Norma UNE 23.503.
La elección del tipo y tamaño de las boquillas se realizará teniendo en cuenta factores
como el riesgo, dirección y fuerza de los vientos dominantes, los materiales combustibles
y el objetivo general del sistema.
Se podrán colocar en cualquier posición que permita una correcta cobertura de las super-
ficies que se desea proteger y de los fuegos que hay que extinguir o controlar, de acuerdo
con el diseño de la instalación y de las características del agua pulverizada proyectada.
La distancia entre la boquilla y la superficie que hay que proteger será en función de la
acción del viento y del tiro de las llamas sobre las gotas que sean demasiado pequeñas, y
de la poca velocidad inicial de las demasiado grandes, que afectará a la efectividad de la
extinción, el control y la protección del incendio.
La posición de las boquillas permitirá que el agua pulverizada llegue hasta la superficie
que hay que proteger, con la eficacia y el caudal previstos. También se tendrá en cuenta
la posición de las boquillas, en el caso de la protección de tuberías que transportan líqui-
dos inflamables a presión, tanto para la extinción como el control del incendio ante una
rotura o vertido.
3) Equipo de control
Si una válvula puede bloquear el paso de agua a la instalación, debe producirse una alar-
ma cuando esté cerrada. Los dispositivos manuales pueden actuar sobre las válvulas de
control, automática, mecánica, hidráulica, neumática o eléctricamente. Los dispositivos
manuales deben ser resistentes para evitar su rotura y para su funcionamiento no se re-
querirán esfuerzos de más de 180 N o 18 kgf, ni un desplazamiento superior a 350 mm.
4) Tuberías
La calidad de la tubería será la indicada en las Normas UNE 19.045 y UNE 27.650. Los
tramos de tubería desde la válvula de control hasta las conexiones de las boquillas serán
galvanizados.
¤ Editorial UOC 186 Instalaciones contra incendios
Las tuberías enterradas y las aéreas situadas después de la válvula de control, tendrán una
pendiente para su drenaje. Las tuberías de alimentación enterradas estarán bajo tierra,
como protección contra los efectos del posible incendio, explosión o acción mecánica, y
las aéreas no pasarán por encima de riesgos distintos al protegido.
La presión mínima será de 12 bar y se recomienda que las tuberías y los accesorios sean
galvanizados.
Sólo se admitirán juntas elásticas para dar elasticidad frente a movimientos sísmicos, ex-
plosiones o vibraciones, procurando que lleguen a estar en contacto con el fuego.
Las tuberías enterradas y las aéreas situadas después de la válvula de control tendrán una
pendiente para su drenaje. También existirá conexión para instalar manómetros cerca de
la boquilla hidráulicamente más desfavorable o más alejada, en cada sección principal
del sistema. Las tuberías de alimentación enterradas estarán bajo tierra, como protección
contra los efectos del posible incendio, explosión o acción mecánica, y las aéreas no pa-
sarán por encima de riesgos distintos al protegido.
5) Soportes
Los soportes colocados de acuerdo con las tuberías diseñadas estarán protegidos por el
sistema en los tramos situados en la zona del posible incendio y si es posible una explo-
sión, la tubería se fijará a las estructuras con menores probabilidades de destrucción.
6) Válvulas de cierre
Estarán situadas de tal modo que sean accesibles durante el incendio del área protegida
o en las inmediaciones, y mientras dure la emergencia en el caso de sistemas instalados
para la prevención de incendios.
Para reducir al mínimo la tubería necesaria entre las válvulas automáticas y las boquillas
pulverizadoras, las válvulas controladas automáticamente se colocarán lo más cerca po-
sible del riesgo que hay que proteger, pero que sean accesibles en caso de emergencia.
8) Válvulas de drenaje
En los puntos bajos de las tuberías aéreas o enterradas se instalarán válvulas de drenaje
accesibles.
¤ Editorial UOC 187 Extinción automática
9) Manómetros
11) Alarmas
Este sistema dispondrá de una alarma, que indicará el funcionamiento del sistema de de-
tección. El sistema de alarma quedará definido por la situación del riesgo, el objetivo y
tipo del sistema. Tendrá una central de control y señalización que recibirá la señal de la
detección junto a otra de flujo que dará la alarma en función de la situación del riesgo y
el tipo de sistema, que además podrá conectarse al servicio de bomberos u otro servicio
que pueda actuar.
Se instalará una o más conexiones para los servicios de bomberos siempre que su capaci-
dad de bombeo sea igual al máximo caudal solicitado. Se instalará un filtro y una válvula
de retención y estarán señalizadas, serán de fácil acceso y cumplirán la normativa.
Serán elegidas y colocadas en función de la superficie que haya que proteger, las condi-
ciones de la descarga y según la clase de riesgo. Las salidas de las boquillas no se deben
obstruir con sedimentos, arenas, etc. Las exigencias para los filtros se indican en el capí-
tulo 12 de la Norma UNE 23.502 y en el 13 de la Norma UNE 23.503.
3.4. Diseño
3.5. Aplicación
La correcta aplicación del agua pulverizada puede quedar condicionada por las características
del equipo que se desea proteger, las propiedades físicas y químicas de los materiales, el en-
torno de la instalación, por lo que su instalación debe comprender un estudio previo de:
• Propiedades físicas y químicas y condiciones propias de uso de los materiales que hay
que proteger.
• Considerar el posible riesgo de vertido o espumación si los materiales almacenados se
encuentran a elevada temperatura o tienen un amplio margen de destilación.
• Poner especial atención a los materiales solubles en agua, como el alcohol, por su ex-
tinción por dilución, ya que ante el riesgo de fuga antes de su extinción total, se de-
ben controlar las zonas vecinas por su protección directa.
• La aplicación directa del agua sobre materiales que pueden reaccionar violentamente
con ella o sobre productos que aumenten el riesgo al emitir vapores calientes, y sobre
gases licuados a temperaturas criogénicas.
• La posibilidad de causar daños o averías en equipos con altas temperaturas superficiales.
• Las distancias mínimas entre el equipo de agua pulverizada y los componentes eléc-
tricos a la intemperie o no aislados bajo tensión, a cualquier potencial diferente al de
tierra, no deben ser inferiores a las distancias que dicta la experiencia respecto a los
valores del nivel de aislamiento de diseño.
Ejemplo 1
Figura 5.44.
Incendio transformador
Superior: 1 de 3 u 3 = 9 m2
Lateral: 4 de 3 u 4 = 48 m2
Total: St1 = 57 m2
¤ Editorial UOC 189 Extinción automática
Vertido de aceite
Laterales: 2 de 2 u 7 = 28 m2
Laterales: 2 de 3 u 2 = 12 m2
Base: 1 de 3 u 3 = 9 m2
Total: St2 = 49 m2
b. Densidad de aplicación
c. Caudal teórico
d. Caudal real
Ejemplo 2
3.6. Mantenimiento
Según el RIPCI:
Ejemplo en el CD adjunto.
Tablas disponibles en el CD adjunto.
¤ Editorial UOC 190 Instalaciones contra incendios
equipos o sistemas de que se trate, o bien por personal del usuario, si ha adquirido la
condición de mantenedor por disponer de medios técnicos adecuados, a juicio de los
servicios competentes en materia de industria de la comunidad autónoma.
4) En todos los casos, tanto el mantenedor como el usuario o titular de la instalación
conservarán constancia documental del cumplimiento del programa de manteni-
miento preventivo, indicando, como mínimo: las operaciones efectuadas, el resulta-
do de las verificaciones y pruebas y la sustitución de elementos defectuosos que se
hayan realizado. Las anotaciones deberán llevarse al día y estarán a disposición de los
servicios de inspección de la comunidad autónoma correspondiente.
¤ Editorial UOC 191 Extinción automática
4. Agua nebulizada
Los sistemas de protección contra incendios mediante agua nebulizada constituyen una
alternativa a los sistemas gaseosos y en ciertas aplicaciones a las instalaciones de agua
convencionales.
4.1. Introducción
La investigación de estos sistemas se inició a principios del siglo pasado, para la protec-
ción mediante agua nebulizada en forma de vapor de las salas de máquinas de barcos.
Más adelante y hasta 1970, se aplicaron en incendios de líquidos inflamables y equipos
eléctricos y electrónicos, pero la existencia de otros agentes extintores, cuya instalación
resultaba más económica, frenaron su instalación.
El hecho trascendental ocurrió con el Protocolo de Montreal de 1987, por el que desapa-
reció el uso de los halones como agentes extintores, activó la investigación y desarrollo
de su instalación con un progresivo aumento en el número de sus instalaciones y el con-
siguiente abaratamiento.
La utilización de estos sistemas de agua nebulizada, que utilizan agua potable o del mar,
ha sido posible por la aprobación y certificación realizada por laboratorios oficiales de
ensayo de las administraciones. Como Factory Mutual, Underwriter Laboratoris, Vds,
VTT, SPP, FRS, Norske Veritas, lloyd Register of Shipping, Bureau Veritas, American Bu-
reau y otros.
Figura 5.45.
Junto con el agua nebulizada actúan con mayor o menor importancia los siguientes pro-
cesos de extinción:
Es la capacidad de absorción de calor que tiene el agua: concretamente, para que 1 Kg de agua
pase de 0 °C a 100 °C se necesitan 100 Kcal y para que pase a vapor se necesitan otras 540
Kcal. Si suponemos que el ambiente se encuentra a 20 °C, absorberá 620 Kcal para pasar a
vapor y que extraerá de la combustión, reduciendo la temperatura del combustible.
Se ha comprobado que para extinguir las llamas es suficiente con extraer entre el 30% y
el 60% del calor que emiten a la velocidad de combustión, ya que los efectos simultáneos
de reducción de oxígeno y del flujo de calor hacen que se produzca la extinción por en-
friamiento con una parte del agua necesaria para la extinción.
Para conseguir el máximo enfriamiento, deben obtenerse gotas muy pequeñas, del orden
de las 60-200 mm, que implican un gran aumento de la superficie de absorción de calor.
Gran parte de estas gotas pasa a estado gaseoso y arrastra el calor necesario para su eva-
poración y además desplaza el oxígeno de la base de la llama. Desde el momento en que
se produce la descarga del agua nebulizada, se reduce la temperatura que rodea la llama
desde los 500 °C a 800 °C hasta unos 40 °C a 60 °C en pocos segundos.
En fuegos con una elevada carga de fuego, el agua nebulizada actúa con gran celeridad
debido a la mayor velocidad que adquieren las gotas de vapor emitidas, en cambio, en los
fuegos de poca carga tiene menos celeridad por la menor velocidad de las gotas vaporizadas.
3) Evitar el calor de radiación: este proceso de extinción no hace que el fuego se extinga
por sí mismo, pero su importancia radica en que impide la propagación del calor por ra-
diación y el consiguiente aumento de temperatura de la superficie del combustible o de
los materiales próximos, por lo que se reducen los vapores combustibles y la probabilidad
de que alcancen la temperatura de inflamación. La importancia de este proceso de reduc-
ción del calor de radiación es manifiesta cuando el diámetro de las gotas es inferior a las
50 micras.
¤ Editorial UOC 194 Instalaciones contra incendios
4) Disolución de vapor de agua y aire: la disolución del vapor de agua en el aire sobre
la superficie de combustibles líquidos ayuda a conseguir su extinción, ya que reduce la
proporción de oxígeno presente en el volumen que envuelve la llama.
5) Efectos cinéticos: la velocidad del frente de llama en una mezcla de gas inflamable se
puede recudir mediante la presencia de gotas de agua dispersas por el volumen de la lla-
ma, lo cual repercute en la inhibición de posibles deflagraciones.
6) Absorción del penacho de humos: es un sistema 100% ecológico. El coste del agente
extintor es bajo. Es inocuo para el personal expuesto. Se usa para controlar el humo y los
gases tóxicos solubles en agua. Tiene una gran capacidad de absorción del calor. Los da-
ños producidos por el agua son muy reducidos. No necesita estanqueidad al 100%. Las
pruebas de funcionamiento son de bajo coste. Facilidad en el mantenimiento y para la
recarga del agente extintor.
4.2. Definiciones
En la siguiente tabla dinámica se facilitan una serie de definiciones, todas ellas con rela-
ción al agua nebulizada.
4.3. Clasificación
4.4. Componentes
• Equipo de bombeo
• Red de tuberías
• Boquillas nebulizadoras
Figura 5.46.
4.5. Diseño
4.6. Instalación
La máxima presión de trabajo antes del reductor de presión es de 225 bar para los siste-
mas de ARGON a 200 bar y 384 bar para los sistemas de 300 bar y para después del re-
ductor de presión es de 60 bar a 20 °C para los dos sistemas de ARGON de 200 bar y 300
bar (ISO 14520).
Hasta 3/4" Sch. 40 y para diámetros mayores Sch.80. Hasta 2" puede ser roscada con ac-
cesorios forjados de 3.000 lb ANSI B.16.11, a partir de 2 3/4" será soldada con accesorios
ANSI B.16.9 Y B.16.28.
2) Sistemas, aprobados por FM, de bombeo autónomos para la protección de riesgos or-
dinarios y espacios de máquinas.
4.7. Aplicación
• Buques
• Ferrocarriles
• Archivos
• Salas de máquinas
• Salas de ordenadores
• Transformadores
2) Las consecuencias de estos incendios se deben a la propagación del calor desde las lla-
mas del incendio hacia las zonas próximas por radiación y por contacto directo, pero las
más importantes se producen por la propagación debida a la convección de los humos y
gases corrosivos de la combustión que invaden con rapidez la totalidad de la sala y de
locales anexos.
¤ Editorial UOC 198 Instalaciones contra incendios
3) Estos gases, al combinarse con la humedad ambiental, forman ácidos que afectan a los
equipos electrónicos y los hacen irrecuperables.
4) Debido a que en general los incendios de salas de ordenadores provienen de los cables
colocados por el falso techo o por el falso suelo, o bien de la inflamación de alguno de
los componentes situados dentro de los cuadros o en los equipos de climatización, las
llamas transmiten el calor por convección, radiación y contacto directo a los materiales
de su entorno, pero parte de las cenizas y el hollín del humo se depositan sobre los cir-
cuitos impresos y sus componentes, provocando corrosión y cortocircuitos.
Existe un sistema de lavado de humos que impide la propagación de éstos sobre el ma-
terial electrónico y su entorno. Funciona mediante la aspiración de los humos hacia un
tubo, donde dos boquillas pulverizadoras crean una diferencia de presión en su interior
que decantan el humo y se disuelve en agua, que luego se recoge y conduce al desagüe.
La descarga tiene dos fases. Primero se descarga durante 30 segundos una mezcla de agua
y nitrógeno con mayor proporción de agua, que produce un efecto de succión y lavado
de humos, y después se descarga la mezcla, pero con menos proporción de agua durante
6 u 8 minutos, que produce un efecto de extinción.
5) Bocas de incendios equipadas con agua nebulizada: para los fuegos de clase A que ne-
cesitan que el tamaño de la gota sea mayor que para los de clase B, en las bocas de incen-
dio equipadas se colocan lanzas especiales que se pueden ajustar para formar gotas de un
tamaño comprendido entre 50 y 500 micras, con caudales entre 10 y 60 l/min. Estas lan-
zas deben alimentarse desde equipos que suministren el agua en las condiciones de pre-
sión adecuadas.
¤ Editorial UOC 12 Instalaciones contra incendios
¤ Editorial UOC 12 Instalaciones contra incendios
¤ Editorial UOC 12 Instalaciones contra incendios
¤ Editorial UOC 12 Instalaciones contra incendios
¤ Editorial UOC 12 Instalaciones contra incendios
¤ Editorial UOC 204 Instalaciones contra incendios
4.8. Complementos
Se trata de un elemento de control remoto de descarga que abre o cierra un contacto eléctrico
cuando detecta presión en el tubo colector. Después de actuar, necesita el reseteo manual.
Figura 5.47.
2) Conjunto de descompresión
Este dispositivo permite descomprimir la línea de disparo de una manera segura y con-
trolada después de la descarga del sistema.
Figura 5.48.
Para la activación simultánea de varios conjuntos dependientes, este cilindro está carga-
do de nitrógeno a 100 bar e incluye dispositivos de disparo manual y eléctrico del siste-
ma, así como válvula de alivio y manómetro.
¤ Editorial UOC 205 Extinción automática
Figura 5.49.
Cuando tenemos más de un sistema dependiente, se acoplan sus colectores mediante tu-
bos debidamente preparados.
Figura 5.50.
5) Difusores
Hay varios modelos de cabezales difusores, según el riesgo que hay que proteger. El ca-
bezal es de acero inoxidable para acoplarse a tuberías de 12 mm, con alojamiento para
un máximo de cinco microdifusores, que son los que realizan la nebulización del agua a
200 bar. Cada cabezal está formado por dos cuerpos para facilitar su mantenimiento.
Los difusores pueden ser abiertos o cerrados. El difusor abierto realiza la descarga cuando
se produce la descarga del sistema, y el cerrado sólo descarga cuando se produce la rotura
del bulbo de detección de temperatura incorporado.
Figura 5.51.
En la figura y la tabla se aprecian tipos de difusores, el riesgo al que se pueden aplicar y el caudal que pueden descargar.
Otros complementos
1) Etiquetas
Figura 5.52.
Etiquetas con letras blancas sobre fondo rojo de PVC, que garantizan su durabilidad.
¤ Editorial UOC 207 Extinción automática
2) Señalización
Figura 5.53.
3) Compuertas de sobrepresión
Figura 5.54.
4) Sondas térmicas
Figura 5.55.
Las instalaciones o equipos que necesitan de la actuación automática por sensores y que usan
agentes extintores que se proyectan en forma gaseosa se utilizan para la protección de locales
con riesgos especiales. Deben cumplir las UNE 23.750, ISO 14520 y NFPA 2001.
5.1. Introducción
5.1.1. Diseño
5.1.2. Mantenimiento
Según la tabla I y por parte del personal de la empresa mantenedora autorizada, o bien,
por el personal del usuario o titular de la instalación:
• Trimestralmente
– Comprobación de que las boquillas del agente extintor están en buen estado y li-
bres de obstáculos para su funcionamiento correcto.
– Comprobación del buen estado de los componentes del sistema, especialmente de
los mandos manuales de la instalación.
– Comprobación del estado de la carga de la instalación y de las botellas de gas im-
pulsor cuando existan.
– Comprobación de los circuitos de señalización, pilotos, etc., en los sistemas con
indicaciones de control.
– Limpieza general de los componentes.
En el caso de los sistemas de extinción por anhídrido carbónico, se deben considerar las
siguientes operaciones a realizar:
Según la tabla 2 y por parte del personal especializado del fabricante o instalador del
equipo o sistema o por el personal de la empresa mantenedora autorizada:
• Anualmente
– Nota del autor: Se hace extensivo a cualquier otro agente extintor gaseoso.
– Comprobación integral, de acuerdo con las instrucciones del fabricante o instala-
dor, incluyendo en todo caso:
– Verificación de los componentes del sistema, especialmente los dispositivos de
disparo y alarma.
– Comprobación de la carga de agente extintor y del indicador de la misma (medida
alternativa del peso o presión).
– Comprobación del estado del agente extintor.
– Prueba de la instalación en las condiciones de recepción.
• Quinquenalmente
– Nota del autor: Por tratarse de recipientes a presión, a partir de la fecha de fabri-
cación de los recipientes (y por tres veces) se procederá a su retimbrado de acuerdo
con la ITC-MIE-AP-5 del Reglamento de aparatos a presión.
5.1.3. Definiciones
5.1.4. Complementos
1) Accionamientos de disparo
Activan la descarga del cilindro autónomo mediante la activación manual, eléctrica y/o
neumática. Después de la activación se debe cambiar la membrana interna antes de re-
cargar el cilindro.
En las figuras y la tabla se detallan los componentes de la válvula de descarga con activación
manual y neumática.
b) Disparo eléctrico
Figura 5.58.
Figura 5.60.
3) Difusores de descarga
Para sistemas con FE-13, NAF S 125, HFC-227ea y argón, que pueden ser de 360° coloca-
dos en el techo o de 180° colocados en la pared.
Se acoplan a la red de tuberías de distribución del agente extintor y se instalan dentro del
riesgo que se desea proteger, para la descarga homogénea y eficaz del agente extintor uti-
lizado. Puede montarse un diafragma interno para controlar el caudal de descarga calcu-
lado en los cálculos hidráulicos de detalle.
Figura 5.61.
Son difusores calibrados mediante el mecanizado interior para controlar el caudal de des-
carga que se obtenga en los cálculos hidráulicos de detalle.
Figura 5.62.
4) Diafragma calibrado
Son discos metálicos donde se mecaniza un orificio del diámetro indicado en los cálculos
hidráulicos de detalle, que se instalan dentro de los difusores de descarga para controlar
el caudal de ésta.
Figura 5.63.
5) Latiguillos
Figura 5.64.
6) Herrajes
Permiten el soporte de los cilindros a las partes fijas del recinto y son de acero tratado
con epoxi anticorrosión.
Figura 5.65.
7) Presostato
Permite el control remoto de la presión del cilindro, por apertura o cierre de un contacto
eléctrico, cuando la presión del cilindro llega al valor de tarado del presostato.
Figura 5.66.
8) Reductor de presión
Permite el control del caudal y la descarga de sistemas de argón. Tiene un tabique macizo
en el que se mecaniza un orificio del diámetro indicado en los cálculos hidráulicos, para
que la presión de salida sea de 60 bar.
Figura 5.67.
Figura 5.68.
Figura 5.69.
3) Válvulas direccionales
Estas válvulas permiten la protección de varios riesgos próximos desde un sistema cen-
tralizado único, considerando que es prácticamente imposible que se pueda iniciar si-
multáneamente un incendio en dos de los riesgos.
Se componen de una válvula de dos vías de alta presión, un pistón neumático con una
entrada y una salida de presión que funciona de manera que no se produce la descarga
de ningún cilindro asociado antes de abrir la válvula direccional, una válvula solenoide
y un accionamiento manual. Se puede acoplar un contacto final de carrera para la vigi-
lancia remota de la posición de abierta o cerrada de la válvula direccional.
¤ Editorial UOC 217 Extinción automática
Se pueden aplicar a riesgos protegidos por FE-13, HFC-125ea, NAF S 125, argón y CO2.
En la central de incendios deben existir tantos módulos de extinción para cada una de
las válvulas direccionales.
Figura 5.70.
En la figura puede apreciarse el detalle de una batería que puede canalizar el agente extintor de sus cilindros hacia uno de los tres
riesgos protegidos.
1. Válvulas solenoides
2. Válvula direccional
3. Colector
4. Herrajes
5. Válvula seguridad
6. Botellín piloto de nitrógeno
7. Tubería de actuación neumática sobre la batería
¤ Editorial UOC 218 Instalaciones contra incendios
Figura 5.71.
5.2. Argón
5.2.1. Definiciones
Se encuentra en la atmósfera en la proporción del 1%, por lo que no afecta a las condiciones
ambientales.
No es corrosivo y se puede aplicar sobre materiales como níquel, acero, acero inoxidable,
cobre, latón, bronce y plásticos elastómeros.
5.2.2. Características
Siempre que se descarga, tanto si se trata de una descarga indeseada por falsa alarma o
por la existencia de un incendio, nunca deja residuos.
Puede aplicarse en zonas ocupadas, siendo el NOEL del 43% y el LOAEL superior al 52%.
5.2.3. Componentes
a) Modulares
Aprobado según ITC MIE AP-7 del RAP, Directiva Europea 84/525/CEE y Directiva Euro-
pea de Equipos a Presión Transportables 1999/36/CE.
Hay dos tipos de recipientes, uno con presión de trabajo de 300 bar a 20 °C y de prueba de
450 bar y otro con presión de trabajo de 200 bar a 20 °C y de prueba 300 bar. Estarán equi-
pados brida y tapón protector y la válvula construida en latón forjado según DIN 17672/EN
12165:98 tab 4. Con pistón y eje en acero inoxidable, de apertura y cierre diferencial relación
1:3. Dotado de sistema de autocontrol para ensayos y mantenimiento. Tiene cabezal con vál-
vula de alivio para evitar la descarga total del cilindro en caso de fuga accidental e incorpora
manómetro de control. La activación puede ser por disparo manual, neumático o explosor.
Figura 5.72.
Cilindros de alta presión de 80 y 140 l, construidos en acero soldado con presión de trabajo
de 200 o 300 bar. Aprobado según ITC MIE AP 7 del RAP, Directiva Europea 84/525/CEE y
Directiva Europea de Equipos a Presión Transportables 1999/36/CE. Cada cilindro va equi-
pado con brida, tapón protector y válvula construida en latón forjado según DIN 17672/EN
12165:98 tab. 4. con pistón y eje de acero inoxidable, de apertura y cierre diferencial relación
3:1. Válvulas dotadas de sistema de autocontrol para ensayos y mantenimiento.
La apertura de los cilindros auxiliares se realiza por rotura de membrana, cuando se pro-
duce la activación del cilindro máster o piloto. Incorporan cono lateral de accionamiento
neumático de 1, 2 o 3 vías de conexión neumática, latiguillo de disparo en teflón de ",
latiguillo de descarga y válvula de retención. A partir de nueve cilindros el accionamien-
to se realiza sobre un botellín piloto.
El colector está construido de acero ASTM/ASME-53-99 y 106-99/5l 2.000 Gr. B/X42, Sch.
80 o 160 según diámetro, así como herrajes de soporte y tornillo de descompresión en el
último cilindro.
Figura 5.73.
Componentes de una batería de cilindros del sistema centralizado de alta presión de argón.
¤ Editorial UOC 222 Instalaciones contra incendios
En el cilindro máster se incorpora una válvula solenoide y disparo manual por palanca.
Los cilindros auxiliares tienen el cabezal con accionamiento neumático, latiguillo de dis-
paro en teflón de 3/4 ", latiguillo de descarga y tornillo de descompresión en el último ci-
lindro. En el colector de descarga se incorporan válvulas de retención.
Con sistema de autocontrol para ensayos y mantenimiento. Tiene válvula de alivio para evitar
descargas accidentales debidas a microfugas. Tiene tornillo de bloqueo para evitar la apertura
de la válvula durante el transporte, manipulación y mantenimiento del equipo. La instalación
del manómetro de control tiene contacto eléctrico, que evita la necesidad de presostato, y que
está tarado a 315 bar para los cilindros de 200 bar y a 415 bar para los de 300 bar.
Resumen de la tabla con las baterías de cilindros de alta presión de argón, con
número de cilindros, carga máxima y diámetro del colector para presiones de
200 bar y 300 bar de simple o doble fila.
Figura 5.74.
5.2.4. Diseño
Su uso es adecuado para la protección de recintos que guardan libros u obras de gran va-
lor y en equipos eléctricos de gran riesgo y también en salas de ordenadores y archivos.
Se diseñan para reducir la concentración de oxígeno en el aire desde su valor normal del
21% a valores menores del 15% según el combustible.
Se diseña para la extinción con un factor de inundación función del combustible y con
un tiempo de descarga máximo de 60 s para llegar al 95% de la concentración de diseño
de acuerdo con la Norma UNE 23 570.
Cálculos hidráulicos
Se debe considerar la sobrepresión que se provoca en las paredes del recinto protegido,
previendo venteos que la eliminen.
5.2.5. Instalación
La máxima presión de trabajo antes del reductor de presión es de 225 bar para los siste-
mas de argón a 200 bar y 384 bar, para los sistemas de 300 bar, y para después del reduc-
tor de presión, es de 60 bar a 20 °C para los dos sistemas de argón de 200 bar y 300 bar
(ISO 14520).
Hasta 3/4 " Sch. 40 y para diámetros mayores Sch.80. Hasta 2" puede ser roscada con ac-
cesorios forjados de 3.000 lb ANSI B.16.11, a partir de 2 1/2 " será soldada con accesorios
ANSI B.16.9 Y B.16.28.
¤ Editorial UOC 225 Extinción automática
5.2.6. Aplicación
Aplicación
Sistema modular
Tipo de riesgo
Figura 5.75.
Componentes de la instalación
a) Cilindro
fi = 0,478 m3/m3
Ce = V uf*i
Se elige un cilindro para una carga Ce = 16,7 m3 y volumen de 80 l, cargado con 15,48
m3, que se confirmarán posteriormente con los cálculos hidráulicos de detalle.
b) Difusores
En este caso se trata de una superficie de 12 m2, con una cantidad de argón de 15,48 m3.
La carga efectiva necesaria para extinguir es de 15,48 m3, que dividiremos por 1 difusor
y resultarán
Resulta 1 difusor de 360° de ½", que se confirmará posteriormente con los cálculos hi-
dráulicos de detalle.
c) Tubería y accesorios
La máxima presión en la tubería después del reductor de presión es de 60 bar a 20 °C, por
lo que se utilizará tubería según norma ASTM/ANSI B.36.10-XS, que hasta ¾" será de
Sch.40 y para diámetros mayores Sch.80.
Los accesorios serán de 3.000lb ANSI B.16.11 con unión roscada hasta 2" y ANSI B.16.9
y B.16.28 con unión soldada a partir de 21/2".
¤ Editorial UOC 227 Extinción automática
Figura 5.76.
Conclusión
a) Tipo de riesgo
b) Sistema modular
Compuesto de: 1 cilindro de de 80 l, con 44,32 m3 de argón, difusor de 360° de ¾", vál-
vula manual y eléctrica, latiguillo fijo de ¾", tubería de ½ ", herraje y difusor de ½".
Extingue fuegos de clase "A" y "B" por actuación física absorbiendo calor y por sofocación.
En recintos ocupados hay que considerar el peligro de asfixia por su inhalación. Por lo
que se retrasa su proyección sobre el riesgo para facilitar la evacuación del personal ocu-
pante.
Siempre que se descarga, tanto si se trata de una descarga indeseada por falsa alarma o
por la existencia de un incendio, nunca deja residuos.
5.3.2. Componentes
a) Modulares
Aprobado según ITC MIE AP-7 del RAP, Directiva Europea 84/525/CEE y Directiva Euro-
pea de Equipos a Presión Transportables 1999/36/CE.
Presión de trabajo 57 bar a 20 °C y de prueba a 250 bar. Estarán equipados con tubo son-
da, brida y tapón protector y la válvula construida en latón forjado según DIN 17672/EN
12165:98 tab 4, permitiendo la activación manual, neumática y eléctrica. Con pistón y
eje en acero inoxidable, de apertura y cierre diferencial relación 3:1. Dotado de sistema
de autocontrol para ensayos y mantenimiento. Tiene membrana de seguridad de 190 bar
de presión de rotura y cabezal con válvula de alivio para evitar la descarga total del cilin-
dro en caso de fuga accidental.
Cilindros de alta presión construidos en acero aleado sin soldadura. Su diseño cumple
con las especificaciones de la ITC MIE AP 7 del RAP, Directiva Europea 84/525/CEE y Di-
rectiva Europea de Equipos a Presión Transportables 1999/36/CE. Presión de trabajo de
57 bar a 20 °C, presión de prueba 250 bar. La apertura de los cilindros auxiliares se realiza
por rotura de membrana, cuando se produce la activación del cilindro piloto.
El cilindro máster va equipado con brida, tubo sonda, tapón protector y válvula construida
en latón forjado según DIN 17672/EN 12165:98 tab 4. Con pistón y eje en acero inoxidable
de apertura y cierre diferencial relación 3:1. Tiene accionamiento eléctrico por solenoide y
manual de palanca, latiguillo de descarga y válvula de retención diafragmada.
Los cilindros auxiliares van equipados con válvula de latón forjado con cabezal neumá-
tico, latiguillo de descarga y válvula de retención estándar.
Resumen de la tabla con las baterías de cilindros de alta presión de CO2, con el número de cilindros, carga
máxima y diámetro colector.
Figura 5.79.
• Sistema de pesaje
Este equipo genera una señal de alarma cuando se produce una pérdida del gas contenido
en los cilindros mayor del 10% de la carga inicial. Dicha señal se puede monitorizar me-
diante una línea de comunicación con la central de incendios.
5.3.3. Diseño
Se diseña para la extinción con un factor de inundación función del combustible y con
un tiempo de descarga máximo de 10 s para llegar al 95% de la concentración de diseño
de acuerdo con la Norma UNE 23 570.
Cálculos hidráulicos
De acuerdo con la Regla Técnica CEPREVEN R.T.4 CO2 1998, la cantidad de CO2 necesa-
ria viene expresada por la ecuación:
Kb = Tabla de valores de Kb
con:
Av = Área total en m2 de todas las superficies laterales del suelo y techo incluidas las aberturas.
Ao = Área total en m2 de todas las aberturas.
con:
5.3.4. Instalación
La máxima presión de trabajo en tuberías es de 175 bar para una densidad de llenado de
0,75 kg/l y de 138 bar para una densidad de llenado de 0,67 kg/l.
• Tubería según norma ASTM/ANSI B.36 10-XS o equivalente. Hasta 3/4" Sch. 40 y para
diámetros mayores Sch. 80.
Hasta 2" roscado de tubería con accesorios forjados de 3.000 lb ANSI B.16.11 y desde 21/
2" soldar tubería con accesorios ANSI B.16.9 y B.16.28.
5.3.5. Aplicación
Sistema modular
Tipo de riesgo
Superficie, S = 9 m2 y volumen V = 18 m3
Figura 5.80.
Componentes de la instalación
a) Cilindro
con:
Kb = 2,0
A = (3×3×3) + (3×2×2) + (3×2×2) = 42 m2
V = 3×3×2 = 18 m3
b) Difusores
La carga efectiva necesaria para extinguir es de 44,32 kg, que dividiremos por 1 difusor y
resultará:
Figura 5.81.
c) Tubería
Conclusión
Superficie, S = 9 m2 y volumen V = 18 m3
b) Sistema modular
5.4. FE-13
Denominación según ISO 14520, UNE 23 570 y NFPA 2001, "HFC 23".
Siempre que se descarga, tanto si se trata de una descarga indeseada por falsa alarma o
por la existencia de un incendio, nunca deja residuos.
Puede aplicarse en zonas ocupadas, ya que es el agente extintor más seguro, con una
composición de NOEL del 50% y el LOAEL superior al 50%.
5.4.2. Componentes
a) Modulares
Aprobado según el Reglamento de aparatos de presión MIE AP-7, Directiva Europea 84/
525/CEE y Directiva Europea de Equipos a Presión Transportables 1999/36/CE.
b) Sistema centralizado
Aprobados según el Reglamento de aparatos de presión MIE AP-7, Directiva Europea 84/
525/CEE y Directiva Europea de Equipos a Presión Transportables 1999/36/CE.
Cada del sistema cilindro tiene brida, tubo sonda, tapón protector y válvula construida
en latón forjado según DIN 17672/EN 12165:98, tabla 4, con pistón y eje en acero inoxi-
dable de apertura y cierre diferencial con relación 3:1. El cilindro máster tiene doble ac-
cionamiento manual-neumático con latiguillo de teflón de disparo. La válvula solenoide
de accionamiento eléctrico tiene válvula de alivio, latiguillo de descarga y válvula de re-
tención. Los cilindros auxiliares se activan por accionamiento neumático. Asimismo, tie-
nen latiguillo de disparo de teflón, latiguillo de descarga y válvula de retención.
Al continuación podéis ver la tabla con las capacidades, diámetro de salida y carga máxima
de baterías de cilindros y diámetro del colector, sin pesaje para el agente extintor FE-13.
• Colector que recoge el agente extintor de la descarga de los cilindros y la dirige hacia
la red de tuberías de distribución, hacia los difusores, variando su diámetro según el
¤ Editorial UOC 241 Extinción automática
caudal de descarga. Debe ser tubo ANSI B-36-10/API, fabricado en acero ASTM A-106
Gr.B. Ver tabla 2.
Componentes del sistema de pesaje analógico para controlar la carga de los cilindros.
1) Cilindro máster
2) Cilindro auxiliar
3) Doble disparo manual neumático
4) Válvula solenoide acoplamiento G.1/8"
5) Válvula LPG
6) Manómetro T/W 0-160 bar
7) Brida cilindro
8) Latiguillo teflón de disparo G.1/8"
9) Latiguillo de descarga rígido
10) Cono lateral + codo + tornillo descompresión (L)
11) Colector de descarga
12) Válvula retención telescópica
13) Cono lateral + T" 1/4" 2 vías
14) Latiguillo teflón de disparo G.1/4"
15) Contactor de paso con enclavamiento (opcional)
16) Módulo pesaje analógico
17) Central pesaje analógico
18) Vigueta suspensión
19) Tapón roscado
20) Herraje especial pesaje
5.4.3. Diseño
5.4.4. Instalación
• Cilindros
La máxima presión de trabajo es de 137 bar (ISO 4520) debiéndose utilizar tubería según
Norma ASTM/ANSI B.36 10-XS o equivalente. Para diámetros entre 3/4" y 2" deben utili-
zarse roscas de unión entre tuberías y accesorios forjados de 3.000 lb. ANSI B.16.11, y a
partir de 2 1/2" se debe soldar la tubería con accesorios ANSI B.16.9 y B.16.28. Hasta 3/4"
Sch.40 y para diámetros mayores, Sch 80.
• Difusores
5.4.5. Aplicación
5.5. HFC-277ea
Extingue fuegos de clase "A" y "B" por actuación física absorbiendo calor.
Siempre que se descarga, tanto si se trata de una descarga indeseada por falsa alarma o
por la existencia de un incendio, nunca deja residuos.
Puede aplicarse en zonas ocupadas, siendo el NOEL del 9% y el LOAEL superior al 10,5%.
5.5.2. Componentes
a) Modulares
Aprobado según ITC MIE AP-7 del RAP, Directiva Europea 84/525/CEE y Directiva Euro-
pea de Equipos a Presión Transportables 1999/36/CE.
Para cilindros de hasta 120 l, presión de trabajo 42 bar a 20 °C y de prueba a 250 bar.
Para cilindros de 142 l y superiores, presión de trabajo 25 bar a 20 °C y de prueba de
60 bar. Estarán equipados con tubo sonda, brida y tapón protector y la válvula cons-
¤ Editorial UOC 244 Instalaciones contra incendios
truida en latón forjado según DIN 17672/EN 12165:98, tabla 4. Con pistón y eje en
acero inoxidable, de apertura y cierre diferencial relación 1:3. Dotado de sistema de
autocontrol para ensayos y mantenimiento. Tiene cabezal con válvula de alivio para
evitar la descarga total del cilindro en caso de fuga accidental e incorpora manómetro
de control.
Figura 5.85.
Cilindro de sistema modular y tabla de su capacidad, presión de trabajo, salida y carga máxima para
HFC-227ea.
• Cilindros de baja presión de 142 l, construidos en acero soldado, según ITC MIE AP
7 del RAP y Directiva Europea 84/527/CEE.
¤ Editorial UOC 245 Extinción automática
• Cilindros de baja presión de 175 y 240 l, construidos en acero soldado. Aprobado se-
gún ITC MIE AP 7 del RAP y BS 5045, parte 2. Cada cilindro va equipado con tapón
protector y válvula construida en latón forjado según DIN 17672/EN 12165:98 tabla
4. Es de gran fiabilidad y sencillez de funcionamiento, asegurándose la válvula aun-
que la presión en el cilindro sea baja.
Cada cilindro va equipado con brida, tubo sonda, tapón protector y válvula construida
en latón forjado según DIN 17672/EN 12165:98 tabla 4. Con pistón y eje en acero inoxi-
dable de apertura y cierre diferencial relación 3:1.
Los cilindros auxiliares son activados con cono lateral de accionamiento neumático, de
1, 2 o 3 vías de conexión neumática. Asimismo, incorpora latiguillo de disparo de teflón
de 1/4", latiguillo de descarga y válvula de retención. A partir de 9 cilindros, el suministro
estándar incluye un botellín piloto presurizado con nitrógeno. El sistema tiene un juego
de herrajes de soporte y un tornillo de descompresión en el último cilindro.
Figura 5.86.
• Cilindros de alta presión construidos en acero aleado sin soldadura. Su diseño cum-
ple con las especificaciones de la ITC MIE AP 7 del RAP, Directiva Europea 84/525/
CEE y Directiva Europea de Equipos a Presión Transportables 1999/36/CE. Presión
de trabajo de 42 bar a 20 °C, presión de prueba 250 bar. La apertura de los cilindros
auxiliares se realiza por rotura de membrana, cuando se produce la activación del
cilindro piloto.
Figura 5.87.
5.5.3. Diseño
5.5.4. Instalación
La máxima presión de trabajo para baja presión es de 40 bar y para alta presión es de 75
bar (ISO 14520) debiéndose utilizar tubería según norma ASTM/ANSI B.36 10-XS o equi-
valente. Para ambas presiones, accesorios de 300 lb. Para 3" o inferior y de 1.000 lb para
diámetros superiores. Para baja presión (24 bar) uniones bridadas de 300 lb, para alta pre-
sión (42 bar) uniones bridadas de 600 lb.
• Colectores
Para recoger la descarga de agente extintor de los cilindros y dirigirla hacia la red de tu-
berías de distribución, cuyo diámetro varía según el caudal de descarga.
Figura 5.88.
Detalle de un colector.
1) Entronque de unión con los cilindros
2) Entronque para el contactor de paso con enclavamiento
3) Tapón roscado
4) Herraje
5.5.5. Aplicación
Extingue fuegos de clase "A" y "B" por actuación física absorbiendo calor.
Siempre que se descarga, tanto si se trata de una descarga indeseada por falsa alarma o
por la existencia de un incendio, nunca deja residuos.
Puede aplicarse en zonas ocupadas, siendo el NOEL del 7,5% y el LOAEL superior al 10%.
5.6.2. Componentes
a) Modulares
Aprobado según ITC MIE AP-7 del RAP, Directiva Europea 84/525/CEE y Directiva Euro-
pea de Equipos a Presión Transportables 1999/36/CE.
Para cilindros de hasta 120 l, presión de trabajo 42 bar a 20 °C y de prueba a 250 bar.
Para cilindros de 142 l y superiores, presión de trabajo 25 bar a 20 °C y de prueba de
60 bar. Estarán equipados con tubo sonda, brida y tapón protector y la válvula cons-
truida en latón forjado según DIN 17672/EN 12165:98 tabla 4. Con pistón y eje en
acero inoxidable, de apertura y cierre diferencial relación 1:3. Dotado de sistema de
autocontrol para ensayos y mantenimiento. Tiene cabezal con válvula de alivio para
evitar la descarga total del cilindro en caso de fuga accidental e incorpora manómetro
de control.
¤ Editorial UOC 250 Instalaciones contra incendios
Figura 5.89.
Cilindro de sistema modular para NAF S 125. Componentes, capacidad, diámetro de salida, peso y
carga máxima.
• Cilindros de baja presión de 142 l, construidos en acero soldado, según ITC MIE AP
7 del RAP y Directiva Europea 84/527/CEE.
• Cilindros de baja presión de 175 y 240 l, construidos en acero soldado. Aprobado se-
gún ITC MIE AP 7 del RAP y BS 5045, parte 2. Cada cilindro va equipado con tapón
protector y válvula construida en latón forjado según DIN 17672/EN 12165:98 tabla
4. Es de gran fiabilidad y sencillez de funcionamiento, asegurándose la válvula, aun-
que la presión en el cilindro sea baja.
En el cilindro máster se incorpora una válvula solenoide y disparo manual por palanca.
Los cilindros auxiliares tienen el cabezal con accionamiento neumático, latiguillo de dis-
paro en teflón de ¼", latiguillo de descarga y tornillo de descompresión en el último ci-
lindro. En el colector de descarga se incorporan válvulas de retención.
Figura 5.90.
Cada cilindro va equipado con brida, tubo sonda, tapón protector y válvula construida
en latón forjado según DIN 17672/EN 12165:98 tabla 4. Con pistón y eje en acero inoxi-
dable de apertura y cierre diferencial relación 3:1.
Los cilindros auxiliares son activados con cono lateral de accionamiento neumático, de
1, 2 o 3 vías de conexión neumática. Asimismo, incorpora latiguillo de disparo de teflón
de 1/4", latiguillo de descarga y válvula de retención. A partir de 9 cilindros, el suministro
estándar incluye un botellín piloto presurizado con nitrógeno. El sistema se completa
con un juego de herrajes de soporte y tornillo de descompresión en el último cilindro.
Figura 5.91.
Colector que recibe el agente extintor de los cilindros y lo conduce hacia la red de tube-
rías de distribución hasta los difusores.
Figura 5.92.
Componentes de un colector.
1) Entronque para cilindros máster
2) Entronque para contactor de paso con enclavamiento
3) Tapón roscado
4) Herrajes
¤ Editorial UOC 254 Instalaciones contra incendios
5.6.3. Diseño
5.6.4. Instalación
• Colector
Se elige según la tabla de la página 253 en función de la cantidad de agente extintor del
conjunto y del número de cilindros.
La máxima presión de trabajo es de 137 bar (ISO 4520) debiéndose utilizar tubería según
norma ASTM/ANSI B.36 10-XS o equivalente. Para diámetros entre 3/4" y 2", deben utili-
zarse roscas de unión entre tuberías y accesorios forjados de 3.000 lb. ANSI B.16.11 y a
partir de 2 1/2", se debe soldar la tubería con accesorios ANSI B.16.9 y B.16.28. Hasta 3/4",
Sch.40 y para diámetros mayores, Sch 80.
• Difusores
Se eligen en las tablas siguientes, en función del agente extintor que debe proyectar. Tie-
nen una cobertura máxima de 9 m u 9 m.
5.6.5. Aplicación
Objetivos
Los sistemas de evacuación de humo y calor producidos durante un incendio, tienen los
objetivos siguientes:
1) Eliminar los humos de las vías de evacuación y garantizar una evacuación segura.
2) Alejar de la combustión súbita común a los gases de la combustión.
3) Controlar la temperatura de los humos y gases de combustión así como enfriar el en-
torno del incendio para evitar el calentamiento crítico de la estructura.
4) Reducir los daños producidos por los gases de combustión y proteger las instalacio-
nes, los medios de producción y el almacenaje.
5) Eliminar los humos de las zonas próximas y alejadas al fuego y facilitar la actuación
de los servicios de extinción.
6) Reducir los daños producidos por el humo y el agua durante la extinción.
Orientación
¤ Editorial UOC 256 Instalaciones contra incendios
Las instalaciones que controlan los efectos del calor y el humo deben facilitar la extrac-
ción de humo y la admisión de aire al exterior para asegurar que la afectación por el
humo sea menor y facilitar la evacuación, permitiendo la entrada de los bomberos.
1.1. Introducción
• Eliminar los humos de las vías de evacuación y garantizar una evacuación segura.
• Controlar la temperatura de los humos y gases de combustión y enfriar el entorno
del incendio para evitar el calentamiento crítico de la estructura y de los materia-
les próximos.
• Reducir los daños producidos por los gases de combustión y proteger los medios de
producción y el almacenamiento.
• Eliminar los humos de las zonas próximas y alejadas al fuego y facilitar la actuación
de los servicios de extinción.
Hasta este momento, los sistemas de evacuación de humo y calor se están aplicando
habitualmente en América del Norte y en Europa por las evidentes ventajas que re-
presentan, ya que además favorecen la refrigeración del entorno donde se desarrolla
el incendio.
Además, dichos sistemas de extracción deben estar bien diseñados para evacuar correc-
tamente el humo y el calor, y ser fiables durante todo el tiempo que la instalación se
mantenga activa. Se trata de unos sistemas de seguridad a los que deben aplicarse las mis-
mas exigencias que se aplican para las instalaciones de protección contra incendios.
1.2. Definiciones
A continuación se facilitan una serie de definiciones, todas ellas con relación al control
del humo y el calor, según la Norma UNE 23.585 de diciembre del 2004 (Seguridad
contra incendios. Sistemas de control de temperatura y evacuación de humos - SCTEH).
Requisitos de cálculo y diseño para proyectar un sistema de control de temperatura y
de evacuación de humos en caso de incendio).
1.3. Diseño
1.4. Aplicación
1.4.1. Introducción
Estos sistemas de evacuación de calor y humo se deben diseñar para que en los edificios
en que se encuentran los establecimientos industriales sean de una sola planta y gran vo-
lumen para:
• Almacenamientos con una altura superior a los 4 m y en los que no se hayan instala-
do rociadores de agua automáticos, ya que un incendio en condiciones superiores
provocaría la destrucción total del edificio o del sector considerado si se permite que
el incendio alcance un nivel de desarrollo importante.
• Equipos o instalaciones protegidos con extinciones automáticas con agentes extintores
gaseosos.
1.4.2. Aplicación 1
1) Objetivo
2) Antecedentes
Sus dimensiones son 6.950 m2 con una altura libre hasta la cubierta de 9 m.
3) Diseño
a) Objetivos
b) Legislación
Norma belga NBN S 21-208-1 Protection incendie dans les bâtiments. Conception et calcul des
installations d’évacuation de fumées et de chaleur. Partie 1: Grands espaces intérieurs non clo-
isonnés s’etendant sur un niveau.
c) Criterios
Este criterio ha sido compartido por todas las Instituciones que han emitido alguna nor-
ma de cálculo: desde NFPA en Estados Unidos, hasta en Comité Europeo de Normaliza-
ción (C.E.N.), pasando por las normas BS inglesas, DIN y VdS alemanas, las normas
francesas, etc.
ción de la visibilidad que impediría evacuar y ver los equipos de extinción para atacar
el foco del incendio.
Figura 6.1.
Figura 6.2.
d) Dimensionado
En función del riesgo existente se debe elegir un tamaño de incendio tipo de los existen-
tes en la Norma Belga, en este caso el de categoría 2, cuadrado y de 4,5 m x 4,5 m (podéis
ver la figura 3).
Figura 6.3.
Teniendo en cuenta la norma Belga, se toma como valor medio para la potencia calorí-
fica del fuego qf = 250 KW/m2, resultando para el fuego máximo tipificado un flujo de
calor por convección de los gases de humo que salen de las llamas por encima del incen-
dio, según la ecuación siguiente:
Siendo 0,8 el factor correspondiente al calor por convección arrastrado, del flujo total.
Figura 6.4.
La masa de humo generada (M), viene dada por el tamaño del incendio (Pf) y por la altura
de evolución de la columna de humo (Y) según la ecuación:
El incremento de temperatura en la capa de humo (T) viene dado por el flujo de calor
convectivo (Qf), la masa de humo generada (M) y el coeficiente de presión del viento (Cp)
se calcula según la ecuación:
Siendo:
Habiendo dividido la nave en cuatro sectores S d 2.000 m2, cada uno de ellos tendrá
1.737,50 m2 y resultando para cada uno de ellos los aireadores siguientes:
e) Funcionamiento
Los aireadores se gobiernan desde un cuadro electro neumático de control para maniobra
multifuncional de los aireadores en régimen de ventilación diaria o en régimen de eva-
cuación automática de humos en caso de incendio.
f) Equipos y materiales
20 u.
1 u.
1 u.
1.4.3. Aplicación 2
1) Objetivo
2) Antecedentes
Se trata de un aparcamiento que ocupa la totalidad de una planta, construido con pare-
des de obra prefabricadas y con el forjado de hormigón reticulado. Se pueden practicar
aberturas de salida de humos y entrada de aire en cualquiera de sus fachadas.
3) Diseño
a) Objetivos
Redes necesarias:
2 redes de conductos
Caudal por cada red: 8.208 m3/h = 2 x 4.104 m3/h
b) Legislación
c) Dimensionado
d) Funcionamiento
Los aireadores mecánicos se gobiernan desde un cuadro eléctrico de control para su ma-
niobra multifuncional, en régimen de ventilación diaria o en régimen de evacuación au-
tomática de humos en caso de incendio.
e) Equipos y materiales
1 u.
1.4.4. Aplicación 3
1) Objetivo
Dotar a una escalera de un sistema de control de la sobrepresión para evitar que sea ocu-
pada por el humo de un incendio.
2) Antecedentes
Se trata de una escalera que desde la planta baja llega hasta la planta más elevada del edi-
ficio y a ella se accede desde el vestíbulo hacia las puertas de las viviendas de cada planta.
Figura 6.5.
¤ Editorial UOC 267 Control del humo y del calor
3) Diseño
a) Objetivos
b) Legislación
c) Criterios
Para diseñar una instalación que debe sobrepresionar una escalera, se deben considerar
los siguientes parámetros:
d) Dimensionado
e) Funcionamiento
Condiciones de funcionamiento:
La norma más utilizada es la EN-12101-6 (Sistema de clase A) que se basa en obtener una
velocidad del aire de 0,75 m/seg a través de la puerta abierta, que en esta caso significa
una caudal de 4.536 m3/h
La diferencia de presión entre ambos lados de una puerta cerrada, entre la escalera y el
vestíbulo/pasillo, no debe ser inferior a 50 Pa. Y teniendo en cuanta la pérdida de carga
en los conductos significa conseguir una presión total de 270 Pa.
Ventilador:
Su elección está condicionada por la presión mínima necesaria de 50 Pa, a la que se debe
añadir la pérdida de carga por el conducto.
Equipo de control:
Que debe garantizar en todo momento si el sistema funciona para garantizar el caudal
necesario o si debe mantener la presión necesaria. Para ello debe estar dotado de una son-
da de presión que actúa sobre el regulador de velocidad del ventilador y una unidad de
impulsión de aire para presuavizar.
4) Equipos y materiales
Los equipos y el material necesario para que se pueda conseguir el funcionamiento ade-
cuado serán:
Ventilador:
Equipo de control:
Debe estar dotado de una sonda de presión que actúa sobre el regulador de velocidad del
ventilador y una unidad de impulsión de aire para presuavizar.
¤ Editorial UOC 269 Control del humo y del calor
Siendo
S = 1,68 m2
v = 0,75 m/seg
Kit de sobrepresión-7800-LED:
Sonda (TPDA-984.323D14)
Convertidor (RFM-2)
Objetivos
1) Conocer los diversos sistemas constructivos con una protección contra incendios que
permite evacuar el personal y limitar la propagación del incendio y el humo, mediante
la adecuada resistencia al fuego de los componentes de la compartimentación y evitar el
colapso de la edificación con la resistencia suficiente de los elementos estructurales.
Orientación
¤ Editorial UOC 272 Instalaciones contra incendios
1. Introducción
En los edificios se debe limitar el riesgo de propagación interior del incendio entre los
sectores de incendio en que se divide y el de propagación exterior, mediante la adecuada
resistencia al fuego de los elementos compartimentadores, estructurales y medianeros
1.1. Antecedentes
Figura 7.1.
La protección pasiva garantiza que paredes y estructuras mantengan su situación antes del
incendio, pese a los efectos de éste.
En los edificios aumentan los riesgos debido a que los materiales son cada vez más ligeros
y combustibles, por las instalaciones auxiliares y las conducciones de instalaciones y
también por la inclusión de decorados y acabados peligrosos.
Figura 7.2.
Materiales almacenados o utilizados en la fabricación que son combustibles, las propias activi-
dades, las instalaciones de energía, acabados y decoración.
Por tanto, es importante que los técnicos tengamos en cuenta el riesgo que plantea el fuego
ante la amenaza de incendio durante la fase de diseño, especialmente en cuanto a los sectores
de incendio y a las vías de evacuación, ya que, si no lo hacemos en esa fase, tampoco se in-
cluirá en la fase de detalle y luego no será fácil su adaptación durante la fase de construcción.
En este bloque vamos a considerar las medidas adecuadas para que los materiales y ele-
mentos de construcción no sean afectados por el calor de un incendio durante cierto
tiempo y así impedir o retrasar su propagación para facilitar la evacuación de sus ocupan-
tes y garantizar la actuación segura de los equipos de extinción y salvamento
Figura 7.3.
1.2. Generalidades
La protección pasiva de cualquier bien, que de forma general se considera como "obra"
por la Comunidad Europea en la Directiva del Consejo 89/106/CEE, ha sido transpuesta
en España por el RD 1630/1992, de 29 de diciembre.
En la definición de "obra" entran los edificios y obras de ingeniería civil entre los que se
consideran las viviendas, edificios de oficinas, sanitarios, docentes, comerciales, recrea-
tivos, puentes, carreteras, autopistas, ferrocarriles, tuberías, estadios, piscinas, puertos,
esclusas, depósitos, etc. Su protección se alcanza con la elección y colocación de medios
y medidas de protección pasiva.
Para entender y aplicar correctamente la protección pasiva, hay que considerar y estudiar
los siguientes conceptos:
Para lograr la seguridad contra incendios hay una serie de actividades que se agrupan
en la prevención del incendio para anular o eliminar la aparición del incendio y la lu-
cha contra el incendio. Luchar contra el incendio supone reducir los daños humanos
y materiales
2.1. Introducción
La protección contra el fuego comprende una serie de actividades que, combinadas con
medios y comportamientos debidamente ordenados, forman el proceso que permite al-
canzar la seguridad contra incendios y que comprende las siguientes sucesivas fases de
actuación ante el fuego:
• Prevenir el fuego para evitar que se produzca el siniestro, al eliminar o reducir el ries-
go del fuego, que debe ir acompañada de una previsión que comprende la predicción
y la planificación.
• Luchar contra el fuego para anular o minimizar los daños que el fuego descontrolado
puede producir, que debe ir acompañada del rescate y recuperación de víctimas y de
la recuperación de medios y servicios.
2.2.1. Introducción
La protección pasiva comprende los medios que no luchan contra el incendio de forma
directa y activa, que se evidencian por la amplitud de su campo de aplicación y la impor-
tancia de su adecuación a los objetivos que su uso persigue. En ella quedan incluidas las
condiciones que debe satisfacer el diseño general de los edificios para garantizar tanto el
confinamiento y control de un incendio, como la evacuación de los ocupantes, median-
te la estabilidad del edificio y la limitación del desarrollo del posible incendio.
Para conseguir estos objetivos, las medidas a implantar deben abarcar los conceptos de:
• Compartimentación.
• Evacuación.
• Control del humo.
• Señalización e iluminación de emergencia.
¤ Editorial UOC 276 Instalaciones contra incendios
2.2.2. Compartimentación
2.2.2.1. Diseño
2.2.3. Evacuación
La evacuación consiste en desalojar hacia un lugar seguro a las personas que ocupan un
local o edificio en el que se ha declarado un incendio o cualquier otra emergencia. Esta
acción se produce por las vías de evacuación y ante la coincidencia de varios factores:
La vía de evacuación es el recorrido horizontal y/o vertical cuyo origen está situado en
cada local o establecimiento, sigue a través de las zonas comunes del edificio y llega hasta
la salida al espacio exterior seguro.
ttotal = t1 + t2 + t3 + t4
t1 = Detección, que depende de las características de los medios técnicos y humanos en-
cargados de la detección del incendio.
Figura 7.4.
Curva del fuego de un combustible sólido en la que se incluyen las fases de desarrollo del fuego
y el tiempo total de evacuación.
¤ Editorial UOC 278 Instalaciones contra incendios
2.2.3.1. Diseño
2.2.3.2. Dimensionado
Las escaleras especialmente protegidas tendrán las mismas características que las protegi-
das, pero el acceso a cada planta tendrá dos puertas y cada una estará comunicada con un
vestíbulo previo distinto. Los vestíbulos previos sólo se usarán para circular y tendrán co-
municación directa con espacios generales de circulación y con los locales que deban dis-
poner de este vestíbulo. La distancia mínima entre los contornos de las superficies barridas
por las puertas del vestíbulo será de 0,50 m. Estos vestíbulos deberán estar ventilados.
2.2.3.3. Accesibilidad
Todos los edificios dispondrán como mínimo de una fachada accesible en toda su longi-
tud a los vehículos del Servicio de Extinción de Incendios, facilitándoles la maniobra y
estacionamiento a una distancia que permita abordar el edificio por esta fachada con sus
equipos de trabajo en altura.
Según el NBE-CPI/1996
Según el RSCIEI/2004
Según el CTE-SI-5/2006
En un incendio se generan grandes cantidades de humos y calor que pueden ocupar im-
portantes volúmenes de los edificios, circunstancia que provoca el riesgo de complicar la
evacuación de los ocupantes y la actuación de los equipos de extinción y evacuación.
El control del humo y el calor quedan reflejados en el nuevo Código Técnico de la Edi-
ficación con sus exigencias sobre el sistema de control de humos para asegurar que la
altura libre de los humos no impida la evacuación en los recorridos de evacuación y en
el Reglamento de Seguridad Contra Incendios en los Establecimientos Industriales, que
define la ventilación y eliminación de humos y gases de la combustión en los edificios
industriales.12
Deben colocarse señales de evacuación en las salidas de recinto, planta o edificio, excepto
en viviendas y recintos de superficie menor de 50 m2, que sean perfectamente visibles y
que los ocupantes conozcan perfectamente el edificio. También deben colocarse señales
de dirección de los recorridos de evacuación, cuando la salida del recinto con ocupa-
ción mayor de 100 personas acceda lateralmente a un pasillo y cuando en un pasillo
existan alternativas con indicación de la correcta. Todas las señales estarán en lugar de
fácil visión, próximas a la puerta y definidas por la Norma UNE 23.033.
También deben señalizarse los medios de protección contra incendios de uso manual
que tengan dificultades para ser identificados. Estarán definidas por la Norma UNE
23.033 y el tamaño será el indicado en la Norma UNE 81.501. Estas señales se podrán ver
incluso en caso de fallo del suministro de alumbrado normal, por lo que dispondrán de
fuentes luminosas incorporadas externa o internamente a las señales, o disponer de una
capacidad de auto-luminiscencia que deberá cumplir lo establecido en la Norma UNE
23.035. Parte I.13
3. Reacción al fuego
3.1. Definiciones
3.2. Materiales
3.2.1. Diseño
4. Resistencia al fuego
Es el tiempo que transcurre desde que se inicia la acción del fuego sobre un elemento,
hasta que pierde sus características de capacidad portante, integridad del aislamiento, ra-
diación, acción mecánica, cierre automático y estanqueidad al paso de los humos
4.1. Definiciones
4.2. Materiales
Las cualidades que determinan el comportamiento ante el fuego de los materiales son di-
ferentes y variables, en algunos casos según las condiciones de desarrollo del fuego, sien-
do así que no existe un criterio único al considerar la reacción al fuego de los materiales.
Por esta razón se han elegido unas cualidades que influyen en el inicio y desarrollo del
fuego:
• Poder calorífico.
• Inflamabilidad.
• Combustibilidad.
• Propagación de la llama.
• Inflamación instantánea.
• Generación y opacidad de los humos.
• Generación de gases tóxicos o nocivos.
4.3. Características
Un elemento constructivo será estable al fuego (EF), el tiempo expresado en minutos, du-
rante el que ha sido sometido a un programa térmico normalizado o fuego tipo, que
pretende reproducir las condiciones reales de un incendio y conserva su estabilidad
mecánica; o sea, que mantiene la función resistente para la que se ha diseñado, tanto si
es portante como si no lo es, y en el primer caso sometido a las solicitaciones reales a las
que está sometido.
Es evidente que cuando tiene solamente la función portante, esta cualidad no tiene
interés práctico.
Cuando el elemento constructivo sólo tiene una función portante, esta cualidad tiene poca
importancia como indicador del comportamiento ante el fuego del elemento estructural,
pero sí que es de interés cuando la función es separadora o portante-separadora.
Cuando el material o los elementos constructivos sólo tienen una función portante, el
aislamiento térmico tiene poca importancia como criterio de valoración del comporta-
miento del elemento estructural ante el fuego, pero sí que es de interés cuando la función
es separadora o portante-separadora.
¤ Editorial UOC 285 Protección pasiva
Debido a que son varios los factores que provocan la evolución de un incendio, podemos afir-
mar que nunca existen dos incendios que tengan un mismo desarrollo, por lo que debe existir
una referencia estándar que permita definir un ensayo al que someter los elementos constructi-
vos para determinar su RF.
T = T – T0 = 345log (8t + 1)
La Norma UNE 23.093-81 establece la tolerancia con que debe seguirse el programa tér-
mico que define la expresión logarítmica, creando un margen de tolerancia en la que
quedan prácticamente incluidos todos los programas térmicos de los países donde toda-
vía no se aplica el programa internacional.
No obstante, debemos aceptar que la evolución de los incendios reales, diferentes entre
sí, es difícil de representar mediante un único programa térmico, pero también debemos
convenir que, con la adopción de este patrón de referencia, podemos clasificar por com-
paración los elementos constructivos respecto a su comportamiento frente al fuego.
Figura 7.5.
Los sistemas de protección pasiva comprenden los materiales, sistemas y técnicas diseña-
das para evitar la aparición de un incendio, impedir o retrasar su propagación y facilitar
su extinción.
5.1. Aplicación
5.2. Soluciones
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x Revista de la Asociación Nacional de Investigadores de Incendios de España.
http.//www.niebla publicaciones.com/anince/
¤ Editorial UOC 291 Protección pasiva
Legislación
Anexos:
• Anexo I.
• Anexo II.
• Anexo III.
• Anexo IV.
• Anexo V.
Situaciones de emergencia
• Explosiones
• RD 393/2007 Normas de autoprotección
Normativa