DEL RECHAZO A LA ACEPTACIÓN
MÉTODO RESIGNIFICAR
“Aquello a lo que resistes, persiste” - Carl Gustav Jung.
El simple hecho de rechazar lo dado y querer
cambiarlo, termina convirtiéndose en lo que nos
mantiene encerrados sin poder avanzar. Paul
Watzlawick, Psicólogo Estadounidense reco-
nocido por su desarrollo de la Teoría de la Co-
municación Humana, sostiene al respecto: “La
solución que se busca se convierte en el nuevo
problema”. ¿Pero qué quiere decir esto? ¿Cómo
es que el intento de solucionar algo se convierte
en un problema?
Cuando empiezo a ver lo que me pasa como algo
que tiene que ser cambiado y me empecino en
que eso no tendría que estar en mi vida, orien-
to mi atención a realizar una serie de maniobras
que me quitan energías y poco o nada contribu-
yen con un proceso de transformación profundo.
Nos introducimos en un juego de “enfrentar” los
problemas, “trabajar duro” en ellos, lo cual nos
remite a una metáfora de vida que podríamos
enunciar como “la vida es una lucha” y distingue
una forma de ser en el mundo que nos gusta lla-
mar Paradigma del Sacrificio.
Este modo de habitar el mundo es el lugar en
el que nos paramos cuando rechazamos las si-
tuaciones que la vida nos ofrece. Todo lo que
llevamos adelante desde este paradigma está
atravesado por palabras tales como “debo, ten-
go, hay que, es necesario”. Algunos ejemplos
clásicos de esto son: “Tengo que resolver este
problema” “Hay que terminar de una vez por to-
das con este obstáculo” “Debo de erradicar este
virus mental de mi cabeza”.
Es una mirada acerca del mundo fundado en la ca-
rencia, donde prevalece la idea de que si elimino
esto que me está perjudicando u obtengo aque-
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llo que me está faltando para llenar mi vacío, voy
a alcanzar la felicidad y plenitud. Entonces, me
pongo a gestionar aquello que “tengo que hacer”
para sentirme mejor, sin saber que en realidad es-
toy generando el efecto opuesto, debilitándome
y perdiendo el foco en desarrollarme.
Quisiera ser claro con esto, pues es la idea so-
bre la que se monta el resto del entrenamien-
to. Como solemos decir en las artes marciales,
donde está mi pensamiento, está mi energía. Si
mi pensamiento esta en rechazar eso que esta
dándose en mi vida, sigo alimentando un ciclo
que es totalmente disfuncional.
Nuestra propia biología nos alerta de que ese
no es el camino. Cuando me dispongo al recha-
zo, a expulsar lo dado, se produce en mi cuerpo
algo que me gusta llamar, generalizando y lejos
de ser una descripción científica, como estados
adrenalínicos, y son característicos del Para-
digma del Sacrificio.
Dichos estados nos hacen ver los temas como
problemas siendo claramente un modo de ha-
bitar nuestra corporalidad donde los opuestos
aparecen como contradictorios, donde las eti-
quetas impiden la integración de lo dado. Mi
cuerpo se prepara para luchar o huir y no para
crear, desarrollarse.
La alternativa aparentemente paradójica al em-
prender un proceso de transformación con-
siste en aceptar lo que está dado. Es de-
cir, para transformar algo, primero hemos de
aceptarlo tal cual es en su totalidad. Si primero
acepto aquello que la vida me trae, comienzo a
entender para que está presente y por lo tanto
me oriento a un proceso de transformación que
DEL RECHAZO A LA ACEPTACIÓN
desde la PNL diríamos que es ecológico. Para ir
distinguiendo algunos términos, distingo a algo
como ecológico, cuando es muy bueno para mí,
bueno para mis otros significativos y aceptable
para el sistema, en el corto y largo plazo.
¿Y como hago para que un proceso de trans-
formación cumpla con esta condición? La res-
puesta a esto es lo que iremos explorando a lo
largo de las distintas modalidades del Aceptar,
pues siempre lo primero es darle la bienveni-
da a eso que emerge.
Todo esto que estamos diciendo determina una
forma de ser en el mundo totalmente diferente
a la que veíamos antes y la vamos a llamar Pa-
radigma del Fluir. En este diferente modelo del
mundo, la aceptación es el valor central y mi
mirada es de abundancia. En este paradigma,
todo lo que tengo, lo que recibo, lo que expe-
riencio, es suficiente para lo que quiero vivir.
Es como si ante cada evento de la vida, pudiera
decir “Así esta perfecto”. Situarse en esta mira-
da del mundo me permite percibir todo lo que
me sucede como un regalo que está allí para
sumar vida a mi vida y no para complicarla,
complejizarla o restarme potencia.
El transitar de la vida no se enfoca ahora en aquello que debo de conse-
guir para completar mi felicidad, sino que esta última es un estado de
disposición que es posible elegir como parte del vivir.
Entonces, dos paradigmas diferentes, dos moda-
lidades distintas de experimentar el mundo, dos
TU SALTO EVOLUTIVO HACIA LA EXCELENCIA
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Mihaly Csikszentmihalyi define el Estado de
Flujo, como una manera de experienciar el
mundo marcada por un hacer sin esfuerzo,
sólo transcurriendo, sin juicios, especulacio-
nes o expectativas rígidas. En el Paradigma del
Flujo, la persona, completamente inmersa en
su vivir, despliega habilidades acordes a los de-
safíos que atraviesa:
- Si poseo habilidades por encima de los desa-
fíos, mi energía baja por aburrimiento.
- Por el contrario, si enfrento situaciones donde
mis habilidades están por debajo, entro en una
zona de estrés.
Como se darán cuenta, una de las claves para fun-
cionar en este paradigma es ir atravesando situa-
ciones y experiencias acordes a nuestras habilida-
des, para lo cual es de gran ayuda el tener una clara
representación de nuestros propios recursos.
¿Y que nos ofrece para este paradigma nuestra
biología? Aquí, lo que desarrollamos son esta-
dos endorfínicos, donde los apuestos aparecen
como complementarios y los temas que nos trae
la vida son integrados al Self de la persona para
ser transformados y reinventados a partir de los
infinitos recursos que tenemos.
correlatos corporales divergentes. Uno ligado a
la Aceptación, el otro al Rechazo.

ABORDAJE EXPERIENCIAL
La propuesta de este modelo es reconocer, acep-
tar y reintegrar en la vida de cada uno de noso-
tros aquellas pautas relacionales que, de seguir
siendo rechazadas, producen estados afectivos
y experiencias disfuncionales. Cuando decimos
“pautas relacionales” nos estamos refiriendo a
elementos estereotipados de nuestra manera
de ser y hacer, ya sea en relación con experien-
cias o personas. Además, se conforman como
disfuncionales a partir de estar rechazándolas.
He tomado como punto de partida una distin-
POSIBILIDAD
RECHAZO Resignación
ACEPTACIÓN Ambición
¿Qué nos convida esta mirada? Cuando rechazo
algo que está como posibilidad entro en un es-
tado anímico de Resignación. Ahora, si lo que re-
chazo es algo fáctico, un hecho, me sumerjo en
un estado de Resentimiento.
En las direcciones opuestas aparecen los esta-
dos de ánimo ligados a la aceptación. Si acepto
encomendarme a una nueva posibilidad en mi
vida, ingreso en el campo de la Ambición. Si bien
la palabra ambición puede tener una connota-
ción negativa, es necesario marcar que Rafael
Echeverría la toma como ambicionar algo, po-
nerse en movimiento hacia una dirección. Final-
mente, si lo que hago es aceptar algo del mundo
de lo fáctico, puedo estar en paz con eso.
Cuando uno sigue la lectura de Echeverría con
relación a la dupla Posibilidad/Facticidad, es po-
sible darse cuenta de que se relacionan con dos
dimensiones temporales. Esta claro que todo lo
que es distinguido como posibilidad es algo que
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DEL RECHAZO A LA ACEPTACIÓN
ción con la que nos convida Rafael Echeverría
sobre Estados de Ánimo. Para este autor, a dife-
rencia de las emociones, que son superficiales,
efímeras, rápidas y remiten a eventos concretos;
los estados de ánimo son más bien profundos y
recurrentes, sin ser siempre posible señalar el
evento que los desencadena. Luego entraremos
más en detalle en estas distinciones.
El establece cuatro estados de ánimo básicos en
relación con el entrecruzamiento que se da a partir
de los pares Aceptar/Rechazar y Fáctico/Posible.
FACTICIDAD
Resentimiento
Paz
está en el por-venir, es decir que refiere a la di-
mensión del futuro. Por otro lado, lo fáctico, el
mundo de los hechos refiere directamente a la
dimensión del pasado, las cosas que ya sucedie-
ron y están dadas de una determinada manera.
Es en el pasado donde se encuentran los hechos
que nos han atravesado.
Realizada esta descomposición de lo Posible y
lo Fáctico en Futuro y Pasado respectivamente,
se me hacía evidente que necesitaba abordar
cuáles eran aquellos estados de ánimo rela-
tivos al presente apareciendo así un primer
aporte al modelo original de Echeverría. La pro-
puesta que quisiera hacerles viene del mundo
de la Psicoterapia Focalizada.
Trabajando en equipos de intervención para cri-
sis Psicológica, aprendí que cuando era llamado
a un hogar que estaba atravesando una situa-
ción de éstas, la persona se encontraba en un
estado que podríamos denominar Abatimiento.
DEL RECHAZO A LA ACEPTACIÓN
La persona, realmente sobrepasada por el pro-
blema que la aqueja y totalmente inmersa en si
misma, no tiene energías para absolutamente
nada. Abatimiento sería entones el nombre para
designar el rechazo en la dimensión presente.
Por otro lado, reflexionando en cual es la instan-
cia opuesta a la mencionada recién, me venía
a mente las situaciones en las que uno le da el
alta a un paciente. Cuando esto sucede es por-
que percibimos como Psicólogos que la persona
tiene las herramientas para desarrollarse en el
mundo sin el “bastón” que a veces somos.
Pensando en aquel estado que subyace a la lec-
tura de que el otro está listo para salir al mundo,
me venía a mente la idea de Confianza. Cuando
percibís en un paciente este estado, confian-
za en su poder personal, es probablemente un
buen indicador de que está listo para avanzar
sanamente en su presente. Asi, aparece la con-
fianza como el estado de aceptación para esta
dimensión temporal.
Quisiera ofrecer otra modificación a la propues-
ta del modelo inicial que hará que el mismo sea
aprovechable para más experiencias. Sería más
abarcativo poder pensar no solamente en Esta-
dos de Ánimo. Cuando avancemos con el desarro-
llo de los temas y sobre todo cuando empecemos
a poner nombre a las experiencias que viven-
ciemos en cada uno de los cuadrantes, resultará
obvio que lo que sucede allí, en este modelo de
trabajo experiencial, incluye toda una gama de
cosas que van más allá de los Estados de Ánimo.
A lo largo de los años de estudiar las experien-
cias de las personas he encontrado, en diferen-
tes abordajes, un sin número de clasificaciones
para todo aquello que he decidido llamar el
mundo afectivo de la persona. Hablar de Afecti-
vidad o Estado Afectivo nos va a permitir traba-
jar en distintos niveles.
TU SALTO EVOLUTIVO HACIA LA EXCELENCIA
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Podemos entender los subcomponentes de la
Afectividad divididos en tres áreas deferentes:
Emociones, Sentimientos y Estados de Ánimo.
Seguiremos a Antonio Damasio para diferenciar
los dos primeros y al Coaching Ontológico como
veníamos haciendo para el tercero.
Cuando hablamos de emociones, nos referimos
a la respuesta que aparece en el cuerpo como
resultado de un desequilibrio captado senso-
rialmente en el medio, es decir de la sensación
percibida. Es una manifestación que sobreviene
súbita y bruscamente, de carácter prelógico, es
decir sin intermediación de la razón y son ma-
yormente contextuales.
Las emociones refieren a circunstancias particu-
lares que las generan. Si el conjunto de aconteci-
mientos que gatillan las emociones desaparece,
normalmente también lo harán éstas últimas.
Esto nos hace pensar a las emociones como
efímeras, y que se suceden con rapidez. Cada
individuo experimenta una emoción de forma
particular, dependiendo de sus experiencias an-
teriores, aprendizajes, carácter y de la situación
concreta en la que se encuentre.
Antonio Damasio define las emociones como
un conjunto complejo de respuestas químicas y
neuronales que tienen un patrón distintivo. Las
emociones producen una serie de cambios en el
estado corporal, conectados a imágenes menta-
les que activan sistemas específicos del cerebro,
tales como la amígdala, la corteza cingular ante-
rior y el hipotálamo.
Los sentimientos, en cambio, suponen un “dar-
se cuenta” de las sensaciones que las emocio-
nes activan en el cuerpo. La esencia de “sentir”
una emoción está relacionada con el registro de
los cambios que tienen lugar en el cuerpo, y con
la repercusión que dichos cambios tienen en los
procesos cognitivos.

Es decir, los sentimientos son la evaluación cons-
ciente que hacemos de la percepción de nuestro
estado corporal durante una respuesta emocio-
nal. Damasio insiste en que los sentimientos son
conscientes, son objetos mentales que suceden
tras la interpretación. Según sea el sentimiento
que despierte una determinada emoción, esta
última puede extinguirse o amplificarse.
Por ejemplo, hay un ruido fuerte en el ambiente
que sería lo que capta mi sistema sensorial y lo
traduce en emoción, es decir en activación cor-
poral. Se acelera mi ritmo cardíaco y tensan mis
músculos. Si mi interpretación de esa activación
es “me he asustado por el ruido” la emoción
tiende a desaparecer. Si en lugar de ello, disocio
la activación del ruido y me digo “me está por
agarrar un desmayo” la activación se perpetúa
en cascada hacia más y más de lo mismo.
A los fines prácticas de este entrenamiento, nos daremos permiso para convi-
vir con la idea de Estados Afectivos, para que sea más rico el trabajo personal.
Una distinción final para cada uno de estos es-
tados afectivos que venimos detallando que es
muy importante. Los estados de Resentimiento,
Abatimiento y Resignación, como sus correlatos
dentro de la aceptación, son estados genéricos
que van a ser vividos por las diferentes personas
de un modo particular.
Entonces, si bien acordamos que rechazar el pa-
sado conlleva un estado que vamos a nombrar
Resentimiento, luego este va a ser vivido de
una manera diferencial por cada uno de noso-
tros. Por ejemplo, puede que ese resentimiento
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DEL RECHAZO A LA ACEPTACIÓN
Por lo tanto, las emociones sólo salen a la luz
en la conciencia y se convierten en sentimien-
tos, cuando la persona atiende a la sensación
sentida corporalmente, simbolizándola en el
“darse cuenta”. Cuando esta simbolización es
apropiada y las reacciones de la persona fren-
te a ella se adecuan a la experiencia emocional
vivida, significa que las emociones pueden fun-
cionar como una guía para la acción adaptativa.
Finalmente, nos encontramos con los estados
de ánimo que ya estuvimos definiendo. Éstos,
como bien dijimos, no son coyunturales sino
más bien estables, perdurables en el tiempo
y por lo tanto conllevan un trabajo diferente
poder gestionarlos. Los estados de ánimo co-
lorean y condicionan absolutamente todo lo
que hacemos, pues los llevamos con nosotros
y nos poseen.
aparezca ligado al enojo por lo que percibí que
me hicieron y sin embargo, para otra persona el
enojo puede estar aparejado a la resignificación
del futuro, a modo de enojo conmigo por aque-
llo que no me estoy animando a realizar.
Entonces, primer permiso, abrirse a la posibilidad
de que emerjan las emociones, sentimientos y esta-
dos de ánimo que tengan que emerger sin censurar
ni intentar encuadrarlas dentro de lo que está como
guía general. Como siempre digo en mis entrena-
mientos, vuestra mente inconsciente es mucho mas
sabia que las consignas que pueda darles.
DEL RECHAZO A LA ACEPTACIÓN
TEMPORALIDAD Y TRANSFORMACIÓN
Si bien entendemos que la vida transcurre úni-
camente en el tiempo presente, las experiencias
que tenemos se relacionan con pautas relacio-
nales sucedidas en alguna de las tres dimen-
siones temporales. Lo que quiero decir es que
podemos estar rechazando algo del mismo pre-
sente, podemos estar tramitando experiencias
que tienen que ver con eventos sucedidos en el
pasado, o reformulando cosas de mi futuro.
Lo que me queda por compartir es como pen-
samos los procesos de transformación según la
temporalidad. Este será en realidad el eje del
entrenamiento, asi es que por ahora los situaré
superficialmente pues iremos entrando en cada
uno de ellos en profundidad más adelante.
Habíamos dicho que el espíritu del entrena-
miento era reconocer, aceptar y reintegrar las
pautas relacionales disfuncionales, esta sería la
base de la transformación personal de acuerdo
con lo que les estoy proponiendo. Pues bien,
para poder diferenciar cómo hacer esto de
acuerdo con cada una de las dimensiones tem-
porales es que queremos diferenciar tres pro-
cesos. Veamos el resumen de las dimensiones
y los procesos que les propongo.
1. Si el rechazo es de algo fáctico dado en el Pa-
sado, trae aparejado estados afectivos ligados al
resentimiento. Siento resentimiento por aque-
llo que hice o no hice o por lo que percibo “me
hicieron”. Resentimiento que como dije, puede
venir acompañado de otro tipo de afectividad.
Poder estar en Paz con todo esto, lo cual impli-
TU SALTO EVOLUTIVO HACIA LA EXCELENCIA
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caría el haber aceptado e integrado dicho pa-
sado, conlleva lo que vamos a nombrar como
Validar el Pasado. Este es un proceso de distin-
guir, aceptar y reintegrar aquellas experiencias
hasta ahora vividas. Validar el pasado será la
herramienta a partir de la cual nos entregare-
mos a la transformación. Estaremos explorando
aquí la sanación de relaciones vinculares tem-
pranas y sus correlatos.
2. Cuando lo que rechazo son experiencias del
Presente, es muy fácil entrar en estados ligados
al abatimiento, las cuales pueden venir acompa-
ñadas de estados como apatía, depresión, pará-
lisis emocional, inmovilidad.
En estos casos, lo necesario es orientarnos ha-
cia un estado de Confianza, para lo cual será
necesario el proceso de Bendecir el Presente.
Tal como su nombre lo indica, Ben-decir la ex-
periencia es una forma de “nombrar bien” las
cosas, de modo tal que la acepte y la integre
completamente en la persona.
3. Finalmente, nos encontramos con la posibi-
lidad de estar rechazando pautas o diseños a
futuro. En ese caso lo que suele estar presente
como estado afectivo es la resignación, me re-
signo a esto que podría estar haciendo y ter-
mino no haciéndolo. También pueden aparecer
otros estados afectivos ligados al temor y la an-
siedad, entre otros.
Para poder abrirse y aceptar todo aquello que
el futuro me está trayendo, concibo necesario
el hecho de orientarnos hacia un estado de An-
helo. El proceso implicado aquí lo denomino
 DEL RECHAZO A LA ACEPTACIÓN

Expandir el Futuro y será el mecanismo a través
del cual consigamos la transformación personal
en esta dimensión.
Entonces, a lo largo de este entrenamiento va-
mos a estar realizando dinámicas que favorez-
can la aceptación en las tres dimensiones tem-
porales. Esto implica trabajar con distinciones
y herramientas que den apoyo al desarrollo
personal para que se logre la integración de
aquellas pautas expulsadas y disociadas, alcan-
zando la plenitud buscada.

RECHAZO ACEPTACIÓN PROCESO

PASADO Resentimiento Paz Validar
PRESENTE Abatimiento Confianza Bendecir
FUTURO Resignación Anhelo Expandir

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