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En Ruanda existían 3 culturas o etnias. Los tutsis, los hutos y los twa. Esto
desencadenó un genocidio a partir del año 1990. Immaculé, protagonista de la
historia, es una de las sobrevivientes y quien cuenta la historia. Su familia era
católica, sus padres eran reconocidos en su aldea por ayudar y dar consejos a su
comunidad. Eran muy buenas personas, con un buen corazón. Siempre lucharon
por dar lo mejor a sus cuatro hijos, los cuales estudiaron y enorgullecieron a sus
padres por ingresar a la universidad. Immaculé se encontraba en su último año de
secundaria cuando todo comenzó, pero la vida de todos avanzó como si nada.
El padre lleva a las seis mujeres al baño de su habitación, un lugar muy pequeño
para seis cuerpo, sin embargo logran acomodarse y quedarse en total silencio
mientras pasa la crisis. El padre les lleva comida cada que puede, los hutus
registran la casa del pastor pero no encuentran nada. Immacule durante su
encierro se aferra a su fe y todo el día, en las pocas horas que no duerme ora y
pide a Dios que las proteja, que no permita que las encuentren, las violen y las
maten. Sin embargo la estadía en el baño les causo mucho sufrimiento pues
escuchaban en repetidas ocasiones a los asesinos haciendo sus cánticos
genocidas. Immacule siente que sus oraciones son perturbadas por una voz
(diablo) que le recrimina sus oraciones, pues esta voz le dice que Dios no la
escucha y pronto va a hacer que las descubran, ella combate constantemente con
esa voz y logra sumirse por horas en la oración. Siente ira algunas veces por lo
que dicen en la radio y porque el pastor acusa a su padre por haber iniciado todo
esto, según las autoridades, el padre de immacule tenía en su casa granadas,
armas y demás que según eso, quería desatar una guerra contra los HUTUS.
Inmacule siente tanta rabia por el pastor que le dice que si así fuera, entonces por
qué su padre no uso esas armas para defender a su familia y a su comunidad?. Le
pide a Dios que le ayude a calmar su ira y a perdonar a los asesinos por todo lo
que han realizado.
La masacre es tan grande que el pastor les relata en algún momento a las seis
mujeres que hay una pila de muertos, que el olor es fuerte y que es insoportable
ver tanto conocido tirado en las calles. Los bebés también son asesinados sin
ninguna piedad. (un bebé es dejado a la intemperie todo el día y noche, su llanto
va mermando hasta que ya no se escucha nada) Immacule y las otras mujeres
están irreconocibles, llevan unos dos meses encerradas y su cuerpo se ha
transformado. Immaculé pasó de pesar 57 kilos a pesar tan solo 29 kilos.
Immaculé escucha en la radio del pastor que los tutsis quienes están combatiendo
la guerra contra los hutus, el movimiento PFR, dicen que no permitirán ayudas de
los ONG, que ellos pueden ganar la guerra y que si van a su territorio tendrán que
hablar inglés. Immaculé le pide al pastor que por favor le lleve un diccionario
francés-inglés y libros en inglés, decide aprender inglés para poder
comunicarse con la ayuda que llegue, para poder contar su historia en inglés. Así
es como poco a poco aprende palabras que le ayudan a relatar su historia en
inglés.
Han llegado unos franceses a rescatar tutsi e Imacule le pide al pastor que las
lleve donde ellas, que si es una trampa sabe que morirá de un solo disparo y no
de la forma tan cruel en manos de los hutus. El pastor preocupado, pensando que
el encierro las está afectando, decide en la madrugada llevarlas a una habitación
desocupada para que vean una película, les toca verla en silencio, igual ya han
aprendido durante este tiempo a leer lo labios. Un criado del pastor ve la luz del
televisor y al otro día acusa al pastor con los asesinos, diciendo que esconden
tutsi, así que llegan los asesinos nombrando a Immacule y este se convierte en el
miedo más grande para ella, ¿Por qué saben sus nombre?... No logran encontrar
nada y el criado fue golpeado fuertemente por los tutsi por mentir y el pasto lo
despacha de su casa. Sin embargo existe el miedo de que sean descubiertas. Un
día, otro criado le dice al pastor que le deje lavar el baño que hace mucho no lo
hace, el miedo se impregna en las mujeres, el pastor le dice que el ya lo hizo que
se vaya. Sabe que este criado en algún momento irá con los hutus pero necesitará
pruebas para que no lo golpeen. Con el temor de que encuentren a las mujeres el
pastor se va a hablar con los franceses para que las ayuden.
Antes de que salgan en la madrugada al refugio para los tutsis, habían llegado
otras dos mujeres, las cuales fueron escondidas por la hija del pastor en la parte
norte de Ruanda, y logra llegar a la casa del pastor para que su padre le ayude a
resguardarlas. en el baño ya eran 8 mujeres.
Ya van 3 meses desde que inició la guerra, tres meses de encierro, tres meses de
escuchar a los asesinos y de escuchar historias escalofriantes de cómo matan a
tutsis inocentes.
Al salir de su escondite, son protegidas por los hijos del pastor, salen con miedo,
armados, temerosos de que aún les pueda pasar algo. Adelante al llegar a un
campamento, encerrado, no les permite la entrada, luego, un grupo de soldados
franceses aparecen, apuntándoles con sus rifles; Immacule habla francés y es la
única que se comunica con ellos, explicándoles quienes eran, pero luego de una
inspección se dan cuenta que dicen la verdad, las tranquilizan y les dicen que no
van a dejar que nadie les haga daño.
Logro ir a donde estudiaba, allí encontró 30 dólares que le sirvieron para comprar
ropa, arreglarse un poco, se dirigió nuevamente a la ONU, el trato fue distinto, casi
ni la habían reconocido, la desanimaron y mientras salía de nuevo, un hombre la
detuvo y le ofreció una oportunidad, ahora trabajaría para la ONU.
Después de varios meses de trabajar en la ONU, tuvo la oportunidad de visitar la
celda donde estaba el hombre que había asesinado a su familia, en su encuentro
lo único que pudo decirle fue: lo perdono, ahí sintió alivio, descanso y sintió lo
mismo del hombre. Ella explicó: “el perdón es lo único que tengo para ofrecerle”.