Funciona

(It-works)
El famoso libro rojo que hace que sus sueños se vuelvan realidad
Por R. H. Jarrett - 1926

Rebeca Padilla Linares

Copyright © 2014
Un plan de logros definitivo, con sentido común y claro
que proporciona resultados, con reglas, explicaciones y
sugerencias para mejorar las condiciones de vida.

Si sabes lo que quieres

Lo puedes tener

¿Cuál es el verdadero secreto para conseguir lo que

deseas?

¿Algunos han nacido con una estrella afortunada u otro encanto que les permite tener
todo lo que desean?, y si no, ¿cuál es la causa de la diferencia en las condiciones bajo
las que vive el hombre?

Hace muchos años, presintiendo que debía haber una respuesta lógica a esta pregunta,
decidí descubrir, si era posible, cuál era. Encontré la respuesta que me satisfizo, y
durante años la he compartido con otros, que la han usado con éxito.

Desde un punto de vista científico, psicológico o teológico, algunas de las siguientes

aseveraciones puede ser interpretadas como incorrectas, pero no obstante, el plan ha
proporcionado los resultados deseados a quienes han seguido las instrucciones, y es mi
sincero parecer que estoy presentándolo de una forma que traerá felicidad y posesiones
a muchos.

“Si los deseos fueran caballos, los mendigos serían jinetes”, es la actitud que toma el
hombre común en relación con las posesiones. No están conscientes del poder que
tienen tan cerca y que pasa inadvertido, tan fácil de operar que es difícil de creer, y que
proporciona resultados tan seguros que no se usa conscientemente ni se le reconoce
como la causa del éxito o el fracaso.

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“¡Oh, como me gustaría que fuera mío!”, es la exclamación de Jimmy, el chico de la
oficina, mientras pasa un flamante auto; y Florence, la telefonista, expresa el mismo
pensamiento con respecto a un anillo que está en el escaparate de la joyería; mientras
el pobre viejo Jones, el contador, durante su paseo dominical, le dice a su esposa:

“Sí, cariño, sería bonito tener una casa como esa, pero está fuera de nuestro alcance
tendremos que seguir pagando renta”.

Landem, el vendedor, se queja de que él hace todo el trabajo y se lleva las migajas, y
algún día dejará el trabajo y encontrará uno en que le paguen bien.

El presidente Bondum, en su santuario privado, pronuncia una amarga diatriba contra el

ataque anual de la alergia. En casa, es más de lo mismo.

La otra noche, el padre decía que Mabel, su hija, iba directa al desastre, y hoy, el
problema con la pensión de la madre y otras dificultades se esfuman mientras ésta
exclama “Esta es la gota que derramo el vaso. La profesora de Robert quiere verme
esta tarde. Sus notas son terribles, lo sé, pero ahora ya me voy porque se me hace
tarde para el juego de bridge. Tendrá que esperar hasta mañana”. Del mismo modo
sigue su curso el interminable torrente de expresiones de millones de personas de todas
las clases sociales que no reflexionan sobre lo que realmente quieren, y que no están
consiguiendo todo aquello a lo que consideran tienen derecho o esperan.

Si tú eres uno de estos millones de personas irreflexivas que sólo se quejan, y te

gustaría un cambio definitivo de tu condición actual, puedes tenerlo; pero primero tienes
que saber qué quieres, y esto no es una tarea fácil. Cuando puedas entrena la mente
objetiva (la mente que usas todos los días) para decidir firmemente sobre las cosas o
condiciones que deseas, habrás dado el primer gran paso para obtener lo que quieres.

Conseguir lo que quieres no es más misterioso o incierto que las ondas de radio que te
rodean. Sintoniza correctamente y obtendrás un resultado perfecto, pero para hacer
esto, desde luego, es necesario tener un plan de operación. Tienes en tu interior un
poder inmenso, dispuesto y ansioso por servirle, un poder capaz de darte todo aquello
que sinceramente deseas. Este poder lo describe el doctor Thomson Jay Hudson, autor
de “La ley de los fenómenos psíquicos”, como la mente subjetiva. Otros escritores
emplean diferentes nombres y términos, pero todos están de acuerdo en que es
omnipotente. Por lo tanto, yo llamo a este poder “Emmanuel” (Dios en nosotros).

Al margen de este Gran Poder o de la aceptación consciente de un Dios, este Poder es

capaz y está dispuesto a llevarnos a una conclusión completa y perfecta del deseo
sincero de la mente objetiva, pero uno debe ser realmente serio con respecto a lo que
se quiere.

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Desear ocasionalmente o de forma desganada no establece una conexión o
comunicación perfecta con el poder omnipotente. Se debe tener un deseo serio, sincero
y real de ciertas condiciones o cosas –mentales, físicas o espirituales.

La mente y la voluntad objetivas vacilan de tal modo que uno normalmente sólo DESEA
cosas, y el maravilloso y competente poder de su interior por eso no funciona.

La mayoría de los deseos son simplemente expresiones vocales. Jimmy, el chico de la

oficina, no pensó en poseer el auto. Landem, el vendedor, no estaba pensando en
ningún otro trabajo, o ni siquiera estaba pensando en algo que cambiara si vida. El
presidente Bondum sabía que tenía alergia y estaba esperándola. El negocio del padre
probablemente tenía éxito, y la madre sin duda trajo a casa la ganancia del juego de
bridge aquel día, pero ninguno tenía una idea fija de qué querían conseguir, y en
realidad estaban ayudando a provocar sus infelices condiciones existentes.

Si eres serio con serio respecto a cambiar tu condición actual, aquí tienes un plan
conciso, definido y que da resultados, con reglas, explicaciones y sugerencias.

El plan

Escribe en un papel en orden de importancia las cosas y condiciones que realmente

quieres. No tengas miedo de querer demasiado. Escribe todos tus deseos, sin
limitaciones. Trabaja en tu lista diariamente, añadiendo o eliminando, hasta que
consideres que es la definitiva. No te desanimes por los cambios, pues es algo natural.
Siempre habrá cambios y adiciones con lo que obtengas y el surgimiento de nuevos
deseos.

Tres reglas positivas de cumplimiento

1. Lee la lista de lo que quiere tres veces al día: mañana, tarde y noche.

2. Piense en lo que quieres tan frecuentemente como te sea posible.

3. No hables con nadie acerca de tu plan, excepto con el Gran Poder que hay en ti y
que revelara a tu Mente Objetiva el método para llevarlo a cabo.

Es obvio que no puede tener la fe al principio. Algunos de tus deseos, desde todo
razonamiento práctico, pueden parecer inalcanzables, pero no obstante, escríbelos en
tu lista en el lugar correspondiente de acuerdo a su importancia para ti.

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No hay necesidad de analizar cómo este Poder de tu interior va a cumplir tus deseos.
Este procedimiento es tan innecesario de entender es como intentar comprender por
qué de un grano de maíz plantado en suelo fértil brota un tallo verde, y flores, y produce
una espiga de maíz que contiene cientos de granos, cada uno capaz de hacer lo que
hizo el grano anterior. Si sigues este plan definido y ejecutas las tres reglas, el método
de cumplimiento se desplegará de una forma tan misteriosa como la espiga de maíz que
aparece en el tallo, y en la mayoría de los casos más pronto de lo que esperas.

Cuando tengas nuevos deseos que merezcan estar en las primeras posiciones de la
lista, entonces puedes descansar seguro de que estás progresando correctamente.
Eliminar de la lista elementos que al principio se consideró que se querían es otra
indicación segura de que estas progresando.

Es natural ser escéptico y tener dudas, desconfianza e incertidumbre, pero cuando

surjan estos pensamientos, saca tu lista. Léela; o, si la has memorizado, habla con tu yo
interior sobre tus deseos hasta que las dudas desaparezcan y no interfieran en tu
progreso. Recuerda, nada puede evitar que tengas lo que realmente deseas. Otros
tienen estas cosas. ¿Por qué tu no?

El Poder Omnipotente de tu interior no entra en controversia. Está esperando dispuesto

a servirte cuando estés preparado, pero tu mente objetiva es tan susceptible a la
sugestión que es casi imposible hacer ningún progreso satisfactorio cuando se está
rodeado de escépticos.

En consecuencia, elija a tus amigos cuidadosamente y relaciónate con gente que tiene
algunas de las cosas que tu realmente quieres, pero no discutas con ellos de su método
para obtenerlo.

Pon en tu lista de deseos cosas materiales como dinero, casa, automóvil o lo que sea,
pero no te detengas ahí. Sé más definido. Si quieres un automóvil, decide de qué tipo,
estilo, precio, color y todos los demás detalles, incluido cuándo lo quieres. Si quieres
una casa, planifica la estructura, los terrenos y el mobiliario. Decide la ubicación y el
precio. Si deseas romper un récord en tu negocio, ponlo en la lista.

Puede ser un récord de ventas. Si es así, escribe el total, la fecha, el número de

artículos que debes vender para conseguirlo, además incluya sus perspectivas y pon
detrás de cada nombre la suma esperada.

Esto puede parecer estúpido al principio, pero nunca podrás realizar tus deseos si no
sabes positivamente y en detalle lo que quieres y cuándo lo quieres. Si no puedes
decidir sobre esto, entonces no eres tan serie en tu deseo.

Debes ser definido, y cuando lo seas los resultados serán sorprendentes y casi
increíbles.

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Un antiguo y natural enemigo no dudará en aparecer cuando saborees tu primer logro.
Este enemigo es el Descrédito, en forma de pensamientos como: “No puede ser; ha
ocurrido por casualidad. ¡Qué coincidencia más extraordinaria!”.

Cuando estos pensamientos se presenten, dale las gracias y el crédito por lo obtenido a
tu Poder Omnipotente. Al hacer esto, ganas seguridad, convicción y más logros, y, con
el tiempo, se demuestra que hay una ley que realmente funciona –todas las veces–
cuando estás en sintonía con ella.

No se puede dar las gracias sinceramente y de corazón sin gratitud, y es imposible ser
agradecido sin ser feliz. Por lo tanto, cuando le des las gracias a tu mejor amigo, tu
Poder Omnipotente, por los regalos recibidos, hazlo con toda tu alma, y deja que se
refleje en tu cara. El Poder Omnipotente y lo que hace está más allá de toda
comprensión. No trates de comprenderlo, sólo acepta el cumplimiento con gratitud,
felicidad y una fe reforzada.

Advertencia

Es posible querer y conseguir aquello que te hará miserable; aquello que destrozará la
felicidad de otros; aquello que causará enfermedad y sin pensar en ti mismo, pues es
imposible ser desinteresado sin tener un beneficio.

En conclusión

Hace poco tiempo, el doctor Emil Coué vino a este país y enseñó a miles de personas
cómo ayudarse a sí mismas. Otros miles de personas se burlaron de la idea,
rechazaron su ayuda y se encuentran hoy donde estaban antes de esta visita.

Lo mismo ocurre con las afirmaciones y el plan que te presentamos a ti ahora. Puedes
rechazarlo o aceptarlo. Puedes quedarte donde estás o tener cualquier cosa que
desees. La elección es tuya, pero Dios te concede encontrar en este breve volumen la
inspiración de elegir correctamente, seguir el plan y de ese modo conseguir, como
tantos otros lo han hecho, todas las cosas, cualesquiera que sean, que desees.

Lee el libro entero una y otra, y otra, Y OTRA VEZ.

Memoriza las tres simples reglas de la página 4. Pruébelas ahora en aquello que más
desees en este minuto.

Este libro podría haberse extendido fácilmente y tener más de 350 páginas, pero ha
sido sintetizado deliberadamente para facilitar al máximo su lectura, comprensión y uso.

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¿Lo intentarás? Miles de vidas han mejorado y son testimonio del hecho de que
FUNCIONA.

Una carta del autor de “Funciona” al lector

Querido lector:

Las grandes posesiones de la vida son todas REGALOS misteriosamente concedidos:

vista, oído, aspiración, amor o la vida misma.

Lo mismo es cierto para las ideas –las más ricas de ellas nos son dadas, como por
ejemplo, la poderosa idea que este libro le ha ofrecido. ¿Qué va a hacer con ella? ¿Se
sorprenderá si le digo que lo más provechoso que puede hacer es regalarla?

Puede hacerlo de una forma sencilla y práctica enviando este libro a aquellos que usted
sepa que LO NECESITAN. De este modo, puede ayudar a la distribución de este
valioso esfuerzo por hacer las vidas de los demás mejores y más felices.

Usted conoce a gente que se encuentra paralizada, preocupada o desalentada. Ésta es

su oportunidad de AYUDARLES A QUE SE AYUDEN A SÍ MISMOS. Si les impide el
acceso a este libro, perderá la consciente satisfacción que proviene de hacer lo
correcto. Si se asegura de que reciben este libro, seguirá el curso de la Ley de la Vida,
que dice “recibes al dar”, y podrá honradamente esperar prosperidad y logros.

Como mínimo, tendrás la certeza interior de haber hecho algo bueno, sin la esperanza
de que te lo agradezcan abiertamente, y tu recompensa llegará secretamente en forma
de más poder y mayor vida.

El autor, R. H. Jarret

Original Publicado en 1926

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