Está en la página 1de 2

Revista de Trabajo Social N.˚° 1. 1998.

Conflicto, poder y violencia en la familia


maría cristina maldonado. universidad del valle, 1995

Nohora Segura Escobar


Socióloga e investigadora

C
omo alguien afirmara alguna vez, es- Así, desde el título escogido María Cristina
cribir no es un acto evidente, y es esa Maldonado propone un “principio de realidad”
intencionalidad un primer elemento que deslinda terreno con cualquier ilusión de
que me gustaría destacar. En efecto, si nos ol- pensar la familia por oposición a la esfera, a sus
vidamos por un momento del valor intrínseco crisis y a sus deseperanzas y formula el poder,
del presente trabajo y nos concentramos en el el conflicto y la violencia como dimensiones
contexto en que sale a la luz pública, resulta constitutivas de las relaciones familiares.
seductora la invitación a penetrar en el espacio Desde otro ángulo, vale destacar que aunque
doméstico apoyándonos en las categorías ana- la autora se sitúe en uno de los campos de in-
líticas habitualmente ajenas a los imaginarios tervención por excelencia de las Trabajadoras
que lo representan. Sociales, es en su condición de docente univer-
Es fácil comprender que en un momento de sitaria que se propone una reflexión conceptual
crisis de lo público y ante las violencias que re- rigurosa y sistemática sobre las relaciones y los
corren la sociedad colombiana, las percepciones conflictos familiares y es esa condición la que
y representaciones de desintegración del tejido inspira el acto no evidente de escribir un texto
social, tiendan a copar los imaginarios colecti- académico.
vos e impidan reconocer y valorar también lo En efecto, es de celebrar una doble condi-
que hemos ganado en sensibilidad y tolerancia ción del texto, la invitación implícita a volver
frente a las diferencias. al pensamiento clásico como fuente de “eterna
Es también comprensible que ante el vacío juventud” y la ilustración, paso a paso, de un
de significados en el ámbito colectivo, se tienda proceso de construcción conceptual que, al to-
a hipertrofiar el espacio de lo privado y a pro- mar distancia de las representaciones colectivas
yectar en un pasado imaginario las seguridades de sentido común, desbroza el terreno para una
y certezas que hoy no logramos encontrar. comprensión de las relaciones familiares, mas
Así, el socorrido recurso de la “desintegración allá de idealizaciones, moralismos y nostalgias.
familiar” se presenta como un verdadero obstá- Y es de celebrar, en primer término, por cuanto
culo para reconocer en el pasado las múltiples implica una concepción de la docencia y del
formas de violencia que hacían parte normal de oficio intelectual, muy poco apetecidos en estas
una paternidad autoritaria, de una pedagogía épocas en que el tono light marca tantas prácti-
avasallante o que caracterizaron las relaciones cas culturales y en el que la desvalorización del
conyugales teñidas de sexismo y misoginia. trabajo y el pragmatismo de la fotocopia tienden
a agotar las prácticas pedagógicas.

117
117
Revista de Trabajo Social N.˚° 1. 1998.

Así, me resulta intelectualmente muy refres- se anula el espacio para la utopía (recurso de la
cante de la docencia universitaria el retorno a crítica social, posibilidades de soñar mundos
Weber, a Freud, a Marx, a Heller, a Fromm, a nuevos, estratégias terapéuticas, etc.).
Simmel, a las grandes preguntas y a la metódica Hay una cierta inconformidad con el lenguaje
búsqueda de caminos que este trabajo presenta, utilizado, de una insensibilidad “normal” en el
pero encuentro igualmente pertinente el ejem- medio académico pero inquietante en una mujer
plo de un prolijo trabajo de desagregación, de que ha pasado por los debates sobre el género y
ordenamiento, echando mano de muy diversas alerta a las desigualdades que en él se encierran.
fuentes que su autora ofrece. Las discusiones sobre la familia, sus rela-
Examinemos ahora unos pocos aspectos ciones y conflictos tienen una muy particular
sustantivos de los temas tratados, con los cuales riqueza para incorporar las asimetrías y dife-
encuentro algunas diferencias. rencias del género y la edad como fuentes del
En la lectura que hago del trabajo, reconoz- conflicto y la violencia, pero para develar las
co la importancia de anudar los tres términos expresiones más sutiles del poder y la violencia
del título como dimensiones de las relaciones en el lenguaje. Creo que una revisión al respecto
familiares, pero creo que no se trata de una podría ser muy enriquecedora de este trabajo.
mera enumeración sino de postular un sistema Finalmente quería hacer un breve comentario
de relaciones. sobre el problema del patriarcado, asunto que
Así, en el título visto como marco analítico de se toca en el texto. Es Weber, sin duda, una
la familia, se privilegia el conflicto como la rela- referencia clásica y muy fecunda en cuanto al
ción más inclusiva que subordina y dá sentido a tratamiento del patriarcado clásico, en el que se
los otros dos, lo cual podría resultar discutible. articulan múltiples marcadores sociales (clase,
Si bien, no se trata de una boba disyuntiva como sexo, raza, edad, etnia, religión) para el ejercicio
la de la gallina o el huevo, bien podría arguírse del poder y para la condensación de la figura del
la prioridad del poder como categoría con mayor pater-familias. Los debates contemporáneos del
capacidad explicativa de la violencia familiar. feminismo aportan vertientes interesantes, en
Las diferencias de énfasis parecen radicar en algunos casos para mayor confusión que clari-
el foco del análisis: el individuo, sus relaciones dad, dicho sea de paso, pero que han sido muy
y conflictos intrapsíquicos, la individuación y la importantes en la visibilización de la violencia
intersubjetividad en las relaciones cara a cara, doméstica.
más próximas de las prácticas de intervención Para volver al comienzo, quiero insistir en la
social del Trabajador Social. seriedad del trabajo de María Cristina, estupen-
Un segundo espacio que me llama la atención do producto de su año sabático, y en la utilidad
del trabajo de María Cristina es la tensión entre como texto para las nuevas generaciones en
sus discusiones sobre el conflicto (énfasis en la formación. Es también encomiable la iniciativa
diversidad, insistencia en la multidimensionali- de la Universidad del Valle al dar reconocimien-
dad de los fenómenos, pelea contra el simplismo to a sus profesores dedicados y al promover la
y la unilateralidad), y una, a mí modo de ver, difusión de sus trabajos. Lástima sí que éstas,
extraña obsesión por las oposiciones binarias, que deberían constituír prácticas normales de la
que por momentos hacen muy rígidos los plan- universidad colombiana, sean apenas las pocas
teamientos. golondrinas que aún no logran hacer el esplén-
Es el caso, por ejemplo, del conflicto entre dido verano que querríamos.
fines idealizados y viables, en cuya oposición

118
118

También podría gustarte