En 1932 justo después de la crisis de 1929, en plena recesión económica nace la utópica broadacre

city en manos del arquitecto Frank Lloyd Wright es un proyecto que le acompañara hasta el día de
su muerte y que él se encargara de elaborar en detalle, broadacre es una ciudad sin bordes, su
extensión es de miles de hectáreas y logra abarcar gran parte del territorio americano, es un ciudad
horizontal en la cual la naturaleza juega un papel fundamental en el desarrollo paisajístico y
arquitectónico del conjunto, en ella el organicismo de Wright llega a su máxima expresión, logrando
una simbiosis entre arquitectura y naturaleza que genera unidades funcionales libres, individuales
y democráticas para la población.

En su origen la unidad funcional de Wright nace de la casa usoniana, la casa usoniana es la vivienda
americana paradigmática para la clase media, desarrollada en un piso busca satisfacer las
necesidades específicas de un usuario en particular, teniendo en cuenta su trabajo y estilo de vida
y optimizando el uso de materiales naturales de la región y técnicas constructivas. Además,
pretende democratizar el concepto de vivienda brindándole la calidad espacial suficiente para que
tenga su propia libertad e identidad.

En la ciudad estas casas y en general todas las unidades funcionales se implantan en lotes de mínimo
un acre, con un índice de ocupación muy bajo, estas áreas permiten generar espacios libros amplios
entre las edificaciones que le brindan un lugar al habitante para desarrollar su cuerpo y espíritu en
un medio ambiente natural.