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Balón de de contra pulsación intraaórtica

Cuando se produce un daño en el corazón que le impide


mantener un suministro adecuado de nutrientes al resto del
organismo, necesitamos emplear tratamientos encaminados
a mantener, en lo posible, la presión de perfusión de la
sangre y con ello la llegada de oxígeno a los distintos
órganos. Pero muchas veces esto no es suficiente y
necesitamos la ayuda de dispositivos de apoyo circulatorio.
En éste sentido, el balón de contrapulsación intraaórtico
(BCIA) es uno de los mecanismos usados con mayor
frecuencia.

¿En qué consiste?

El balón de contrapulsación intraaórtico está formado por un


globo situado en la arteria aorta descendente (desde la salida
de la arteria subclavia izquierda a las arterias renales),
conectado a una consola que suministra el gas
(habitualmente helio) para su inflado y que controla su
sincronía con el electrocardiograma. De esta forma, durante
la sístole cardiaca el globo permanece desinflado —
permitiendo la salida de sangre desde el ventrículo izquierdo
a la aorta— y durante la diástole se produce el inflado del
globo con lo que se mejora la perfusión del corazón por un
mayor flujo de sangre a nivel de las arterias coronarias y las
condiciones hemodinámicas del aparato cardiocirculatorio.

¿Cómo se inserta?

La técnica más usada es canalizar la arteria femoral derecha


mediante la llamada técnica de Seldinger, dejando un
introductor en la misma a través del cual se introduce el balón
montado en una guía. Una vez en su sitio, se retira la guía y
se conecta a la consola que controlará el momento del inflado
y desinflado sincrónicamente con el electrocardiograma.

¿Para qué se utiliza?

Son dos sus usos más frecuentes. En primer lugar, en el


paciente en «shock» cardiogénico (el corazón no es capaz de
contraerse lo suficiente para mantener el aporte nutritivo a los
distintos órganos) ya que se trata de mejorar sus condiciones
hemodinámicas. Y, en segundo lugar, el paciente con
isquemia miocárdica, para tratar de mejorar la perfusión a
nivel de las arterias coronarias. Hay que decir que en
numerosas ocasiones ambas condiciones coexisten. Otro uso
son los pacientes que se van a intervenir de cirugía cardiaca,
y se suele utilizar tanto antes como después de la misma.
Las complicaciones que pueden aparecer son las derivadas
del propio diseño del dispositivo y de su colocación, de tal
forma que la complicación más frecuente va a ser la isquemia
en las extremidades inferiores o en el territorio mesentérico.

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