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Matricula:
16-6557
Facilitador:
Nelson Arciniega Espino
Materia:
Español II
Horario:
Viernes (Virtual)
Fecha de entrega:
27/09/2019
Actividades de la cuarta semana
Producción de textos
3.- Define las cualidades del buen decir también llamadas del buen
expositor.
Saber hablar en público y cómo dirigirse a él son habilidades que no todas las
personas logramos desarrollar con facilidad, a continuación, te presentamos una
lista de las características con las que debe contar un buen expositor:
Una buena voz: Si el orador no dispone de este talento no será posible que
realice su conferencia como planea hacerla y menos conseguirá llamar la atención
del público porque los aburrirá al emitir su exposición con una voz monótona. Una
buena voz tiene en cuenta el volumen, que no solo debe ser alto sino que al
mismo tiempo debe manejar las diferentes tonalidades al expresarse para efectuar
el énfasis y atraer el interés de los espectadores.
Conocimiento del tema: Es fundamental que el expositor posea dominio del tema
porque de lo contrario sino lo estudió o no lo comprende, no será posible que
transmita ese conocimiento al público y las personas caerán en el tedio de forma
muy rápida.
Texto Organizado
Es mucho lo que se ha hablado de los animales domésticos y de sus ventajas. En
esta oportunidad, nos proponemos destacar los aspectos positivos en la relación
animal doméstico-niño y demostrar que esa benéfica influencia es ejercida en
diferentes aspectos de la vida infantil.
En muchas escuelas modernas se ha adquirido la costumbre de tener animales.
Los maestros y maestras se han dado cuenta de que la presencia de un animal
humanizaba el marco. En efecto, los niños volvían más contentos a la clase “para
ver de nuevo el perro o al pájaro”.
“La presencia de un animal cerca de un niño es extremadamente benéfica para
éste, y no sólo en la escuela. En el reciente congreso de Filadelfia sobre los
problemas de la infancia, un joven pediatra norteamericano presentó una
comunicación que fue juzgada “alucinante” por los otros congresistas. En ella se
puso en evidencia los efectos tranquilizadores de la presencia de un animal. En
efecto, ese joven pediatra pudo comprobar, en los niños que visitaba, diferencias
notables en el nivel de la tensión arterial en función de la presencia o no de un
animal en el gabinete.
Ha sido igualmente comprobado repetidas veces que los niños víctimas de
trastornos menores del comportamiento sacan grandes ventajas de la presencia
de un animal. Por ejemplo, los híper-revoltoso, que tienen reputación de romperlo
todo, se muestran más cariñosos y menos insolentes cuando se les ofrece un
animal.
Pediatras y pedagogos reconocen que el niño habla más pronto y hasta estructura
mejor sus frases, si vive con un animal. Parece imposible que un animal, mudo por
definición, pueda ayudar a un niño a hablar mejor. Y, sin embargo, su presencia
es, en realidad, un elemento que tranquiliza al pequeño. Así, el niño, más seguro
de sí mismo, “sostenido” en cierta manera por su compañero de juegos, se siente
más fuerte y se lanza más fácilmente en la tarea de expresarse con claridad”.
Si tomamos en consideración que los animales domésticos tienen un efecto
tranquilizador sobre los niños ayudan a hablar más pronto y los benefician en su
sociabilización, entonces no dudaremos en ofrecerle a nuestros niños cualquiera
de ellos. No dude, pues, más si debe decidir la compra de un perro. Sus
consecuencias positivas van muy por encima de los aspectos negativos.