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ESCUELA DE PSICOLOGIA
Octubre, 2018
Santiago, Chile
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE
ESCUELA DE PSICOLOGIA
Paulo Freire.
John Dewey.
ii
AGRADECIMIENTOS
Por lo mismo, es que me es grato reconocer que este trabajo no hubiese sido
posible sin el aporte de grandes educadores, que me mostraron en la psicología
educacional una vía para la transformación de las condiciones que no son, sino que, por
su naturaleza histórica, están siendo, y por tanto están sujetas a ser intervenidas. A cada
uno y cada una de los docentes de la mención en Psicología Educacional de la EPUC,
cuya pasión por la docencia y la educación, reflejada en sus ansias sistemáticas de
reflexión en el marco de procesos de aprendizaje conjunto, me inspiraron en este
camino. Dentro de ellos quisiera destacar a Iván Grudechut, por hacerme parte de un
equipo docente (del curso Teorías Sociales en Psicología) que transformó mi visión de
la educación, la docencia y la psicología, siendo este un gran aporte a mi formación
humana y profesional. Y a todo el equipo administrativo de posgrado de la EPUC, sin
cuyas gestiones las trayectorias académicas serían más borrascosas.
Una especial mención a mis profesores guía, Paula Luengo y Gonzalo Gallardo,
a quienes escogí para acompañarme en este camino no solo por sus trayectorias
académicas, si no por mi admiración a su quehacer, admiración que hoy, que veo
terminada esta tesis, se refuerza. Su orientación en esta travesía fue de gran valor.
iii
estudiados en esta investigación, que me permitieron inmiscuirme en sus realidades
complejas, llenas de desafíos, y presenciar de cerca la importante labor educativa que día
a día realizan con gran esfuerzo.
Por supuesto, este trabajo no hubiese sido posible sin el apoyo de una familia
que, incondicional, me mostró que la vida es un camino que se construye con otros,
junto a otros, y sembró en mí la semilla de lo que yo llamo motor de todo quehacer
humano: el amor, fuerza que movilizó la realización de esta tesis en todas sus fases, y
que fundamentará mi ejercicio profesional en adelante.
iv
INDICE
I. Resumen………………………………………………………………………… vi.
II. Introducción…………………………………………………………………… 1
III. Antecedentes teóricos y empíricos……………………………………………. 4
Antecedentes de relevancia………………………………………………………….. 5
Antecedentes teóricos y definición de conceptos relevantes……………………. 8
v
2.5 Entrevistas a fuentes secundarias……………………………………… 82
3. Instrumentos de recolección de información……………………………… 83
3.1 Pauta de Observación Clima Democrático. …………………………… 83
3.2 Guion Entrevistas.………………………………………………….….. 88
3.3 Guion Grupo Focal……………………………………………………. 92
3.4 Guion Entrevista Fuentes Secundarias………………………………… 96
4. Sistematización Clima Democrático……………………………………… 97
4.1 Clima Democrático. …………………………………………………… 97
4.2 Resultados Análisis Preliminar Clima Democrático. ………………… 105
5. Procedimiento de análisis de datos………………………………………… 115
5.1 Imagen 1: Codificación abierta. ………………………………………. 116
5.2 Imagen 2: Display 1: Matriz de categorías. …………………………… 117
5.3 Imagen 3: Display 2: Figura grupo focal. …………………………….. 118
5.4 Imagen 4: Display 3: Figura fuente secundaria. ……………………… 119
6. Notas de campo……………………………………………………………. 120
6.1 Notas de campo observación caso 1..…………………………………. 120
6.2 Notas de campo observación caso 2..…………………………………. 120
6.3 Notas de campo observación caso 3…………………………………… 121
7. Otras fuentes……………………………………………………………….. 122
7.1 Testimonio escrito caso colegio 3……………………………………... 122
8. Perfil sociodemográfico de cada institución………………………............. 124
Indice de tablas y figuras
Tabla 1: Procedimiento de reclutamiento y n° de participantes………………….. 32
Figura 1: Modelo de cultura escolar cívica……………………………………….. 37
Figura 2: Termómetro de la verdad……………………………………………….. 93
Figura 3: Afirmaciones termómetro de la verdad………………………………… 94
vi
Resumen: Esta tesis se inscribe en líneas de investigación que buscan aportar
conocimiento para fortalecer la formación ciudadana entregada por los establecimientos
escolares. El objetivo de la presente investigación fue identificar elementos de la cultura
escolar relevantes para la conformación de una cultura-escolar-cívica, estudiando su
comportamiento en cuatro escuelas de la Región Metropolitana.
vii
Introducción
1
La sigla aglutina los conceptos de Prosocialidad, Compromiso Cívico y Cohesión Social.
Proyecto llevado a cabo con financiamiento Fondecyt #1160151.
1
La institución escolar, entonces, se constituye como un contexto de desarrollo de
disposiciones y actitudes tanto hacia los otros más próximos como hacia el grupo social
amplio (Amna, 2012; Cox y Castillo, 2015; Mineduc, 2016). En este sentido, las
tendencias que permiten a los sujetos convivir en organizaciones sociales democráticas
no son connaturales, sino que se aprenden, y por tanto, deben ser enseñadas (Bolívar,
2016; Reichert y Print, 2017). De esta manera, muchos autores coinciden en que “la
educación es el medio a través del cual se pueden transmitir las virtudes cívicas que
posibilitan la vida en común en una democracia” (Bolívar, 2017, pp. 70). Pero, ¿cómo es
llevada a cabo esta tarea? La formación ciudadana trasciende la mera transmisión de
contenidos, incluyendo la socialización en una serie de habilidades, actitudes y
disposiciones relacionadas con lo cívico (Alivernini, y Manganelli, 2011; Campbell,
2008; Covacevic, 2013; Cox, Jaramillo y Reimers, 2005; Flanagan, Cerda, Lagos y
Riquelme, 2010; Torney-Purta y Amadeo, 2015; Wilkenfeld, Lauckhart y Torney-Purta,
2010). Así, el currículum formal de las escuelas no es el único dispositivo que permite la
socialización, siendo constatado por diversos estudios que las disposiciones y
competencias cívicas son modeladas no solo mediante acciones formativas
intencionadas, sino también por una serie de condiciones de los establecimientos
escolares, que componen su cultura y clima (op. cit).
2
Ampliar el conocimiento sobre formación ciudadana se vuelve relevante hoy en
día, considerando el desinterés y desvinculación creciente de los jóvenes en asuntos
públicos y procesos políticos (Corvalán y Cox, 2015), desafección que se distribuye de
manera inequitativa en el país, resultando los jóvenes de contextos más vulnerables los
más perjudicados en su desarrollo cívico (op. cit.). Este efecto puede ser mitigado por la
escuela (Campbell, 2008; Castillo, Miranda, Bonhomme, Cox & Bascopé, 2014) y los
agentes educativos tienen un importante rol en esto, por lo que en Chile se están
llevando a cabo reformas educacionales que abordan la formación ciudadana como uno
de sus ejes principales (ACE, 2016). En este escenario, existe poco conocimiento que
informe cómo las escuelas están incorporando estas reformas, y cómo están asumiendo
la labor de formar en ciudadanía (op. cit.).
3
Antecedentes Teóricos y Empíricos
Antecedentes de relevancia
Esta tesis se realizó en el marco del proyecto FONDECYT 1160151: “Promover
la participación cívica y el comportamiento prosocial: evidencias empíricas desde la
intervención en contextos escolares” (en adelante, ProCiviCo), que tiene como objetivo
principal evaluar experimentalmente un modelo conceptual a través de la
implementación de un programa educativo para la promoción de la participación y el
compromiso cívico, mediante el fomento y la promoción de comportamientos
prosociales. El proyecto se fundamenta en la literatura existente, que indica que los
principales antecedentes de la participación cívica adulta –entendida de forma multi-
componencial2- se encuentran en la actuación temprana y sostenida de comportamientos
prosociales (Luengo Kanacri et al., 2014; Velásquez, Martínez y Cumsille, 2004). Desde
esta perspectiva, niños y jóvenes que orientan su comportamiento a responder a las
necesidades de otros, estarán en mejores condiciones para actuar posteriormente en
favor del bien común (Luengo Kanacri et al., 2014).
Tal como detallado en la formulación del proyecto, considerando la plasticidad
del desarrollo que se presenta en la etapa vital de la adolescencia, incluso a nivel
cerebral (Steinberg, 2014), la intervención concentró su acción en el nivel de 7° básico.
Este se consideró un rango idóneo para intervenir también porque se conoce que es una
etapa en la que los jóvenes son más sensibles a las relaciones con sus pares, aprendiendo
a manejar nuevas normas sociales y formas de vincularse con ellos (January, Casey y
Paulson, 2011), por tanto, promover estilos de relación que fomenten comportamientos
prosociales podría resultar más beneficioso para adolescentes tempranos (Caprara et. al,
2014). La metodología de intervención contempló acciones formativas a través de dos
modalidades (Talleres y Clases3), que buscaron modelar y enseñar actitudes y
2
Más adelante, en el sub apartado de definición de conceptos, se describirá en detalle lo que se entiende
por participación social y sus componentes.
3
Los talleres fueron dictados por un equipo de interventores capacitados, y se capacitó a profesores que
hacían clases en 7° para que abordaran los componentes del programa en sus clases.
4
comportamientos prosociales a jóvenes de 7° básico de 4 escuelas de Santiago que
fueron asignadas a la condición de intervención el 2017.
Antecedentes teóricos y definición de conceptos relevantes
Para comenzar con la definición de conceptos, el compromiso cívico se entiende
como la tendencia e interés de un sujeto a involucrarse en asuntos que trascienden la
esfera individual y social más próxima, comprometiéndose en acciones para mejorar las
condiciones de vida y bienestar del conjunto social más amplio (Amna, 2012). El
compromiso cívico es comprendido como un fenómeno multi-componencial, que
incluye dimensiones actitudinales (op. cit.), cognitivas y comportamentales (Luengo, et.
al, 2014). En la dimensión comportamental, el compromiso cívico puede manifestarse en
un rango de actividades que van desde la participación en actividades políticas formales,
hasta acciones sociales informales que aspiran contribuir al bien de la comunidad
(Bobek, Zaff, Li, & Lerner, 2009). Esta tesis vincula los conceptos de prosocialidad con
el compromiso cívico y la ciudadanía, entendiendo que, si las conductas prosociales se
relacionan con el desarrollo de un interés por los otros a un nivel general (Eisenberg et
al., 2006), y los comportamientos prosociales parecen estar basados en un sentido
ampliado de justicia social y equidad (Yates & Youniss 1996), la adhesión a estos podría
potenciar un compromiso cívico y ciudadano.
5
individualistas que enfatizan un ideal de ciudadano consumidor y trabajador,
promoviendo el desarrollo de destrezas para contribuir al sistema productivo (Flanagan,
Cerda, Lagos y Riquelme 2010; Galston, 2004; Wood, 2013). En contraste, una visión
de ciudadanía social, enfatizaría el compromiso en acciones colectivas para conseguir
fines comunes (op. cit.). Por otro lado, una ciudadanía crítica subraya la capacidad de
cuestionar y problematizar las estructuras existentes, actuando en pos de la
transformación social (Flanagan et al., 2010).
6
las competencias para desenvolverse como ciudadanos en sistemas democráticos), es el
ideal al cual la mayoría de las organizaciones sociales de occidente aspiran (Cox y
Castillo, 2015; Geboers, Geijsel, Admiraal y Dam, 2012). Esto requiere de una
educación para la ciudadanía activa, y, hoy en día, la responsabilidad de la escuela como
agente de socialización en ciudadanía se considera incuestionable (Bolívar, 2016). Así,
dentro de sus labores se encuentra entregar una formación que permita a los sujetos
desarrollar las actitudes y habilidades que se requieren para participar activamente de la
sociedad civil, y ejercer satisfactoriamente su rol de ciudadanos (Amna, 2012; Bolívar,
2016; Cox y Castillo, 2015; Geboers et al., 2012; Reichert y Print, 2017). Por supuesto,
las escuelas no siempre cuentan los medios para llevar a cabo esta labor (ACE, 2016),
por lo que es indispensable estudiar las condiciones que permiten a los distintos actores
escolares cumplir satisfactoriamente la misión de educar en ciudadanía.4
4
Resulta interesante y merecedora de atención la contradicción contenida en la premisa de que la escuela,
como institución del proyecto moderno, demande la sujeción de los individuos, para su normalización y
ajuste a la estructura socioeconómica (Foucault, 1978), pero, a la vez se le reconozca como la encargada
de formar sujetos autónomos y libres, que devengan en ciudadanos activos e implicados.
5
Funcionamiento de las instituciones; derechos y deberes ciudadanos; historia de la nación, etc.
7
Fabes, Laible, y Kupanoff, 1999; Eisenberg, et al., 2006; Reichert y Print, 2017). ¿Cómo
esto se lleva a cabo? El contexto escolar constituye un ambiente de formación óptimo
para que los jóvenes aprendan y cultiven valores prosociales y cívicos (Amna, 2012;
Greenberg et al., 2003; Reicher y Print, 2017), no solo mediante la transmisión de
contenidos, sino a través de sus prácticas educativas, sistemas de creencias y estilos
disciplinares, que pueden fomentar los procesos afectivos y cognitivos involucrados en
el desarrollo del compromiso cívico (Cox y Castillo, 2015; Reichert y Print, 2017). La
tarea de formar sujetos ciudadanos, entonces, es llevada a cabo por las escuelas tanto a
través de mecanismos de instrucción directos como de prácticas e interacciones
cotidianas, por medio de las cuales se transmiten valores relacionados a la organización
de sistemas sociales y el rol del sujeto en estos (Alivernini y Manganelli, 2011; Cox et
al., 2005; Huerta, 2009; Martínez y Cumsille, 2015, Reichert y Print, 2017).
8
cívica (Castillo et al., 2014; Treviño, Béjares, Villalobos y Naranjo, 2017). Usando los
datos de Chile del estudio ICCES6, Castillo et al. (2014), encontraron que la escuela
puede mitigar el efecto del NSE de origen en la expectativa de participación electoral de
los estudiantes, analizando esta variable en función del conocimiento cívico y el clima
de aula, por medio de modelos multinivel. Entonces, si bien la familia ejerce una
importante influencia en el desarrollo cívico de los jóvenes, el contexto escolar puede
contribuir a compensar las desigualdades de origen (Campbel, 2008; Treviño et al.,
2017). Por esto, y considerando que las escuelas varían ampliamente en el tipo de
formación ciudadana que imparten (Mardones, 2015), se hace relevante estudiar los
factores de la organización escolar involucrados en la formación ciudadana, así como las
diferencias que presentan los espacios escolares respecto a la articulación y operación de
estos factores.
Abordaje conceptual
6
Estudio Internacional de Educación Cívica y Formación Ciudadana, 2009, de la IEA, Asociación
Internacional para la Evaluación del Logro Educativo.
9
contextuales para construir trayectorias de desarrollo, en procesos que se conciben como
recíprocos (los distintos factores se influyen mutuamente), bidireccionales, y dinámicos
(es decir, pueden ser modificados en respuesta a determinados eventos o acciones de
socialización) (Torney-Purta y Amadeo, 2011). Considerando lo anterior, esta tesis se
abocó particularmente a indagar respecto a las influencias contextuales del espacio
escolar de socialización, para estudiar la relación entre elementos de la organización
escolar y el desarrollo de compromiso cívico y ciudadano de los estudiantes.
10
Por otro lado, un clima abierto o democrático7 en la sala de clases se ha asociado
a resultados positivos en el aprendizaje de la ciudadanía y el desarrollo cívico de los
jóvenes (Campbell, 2008; Isac, Maslowski, Creemers, & van der Werf, 2014; Jagers,
Lozada, Rivas-Drake, Guillaume 2017; Keller, 2010; Martens y Gainous 2013; Torney-
Purta y Amadeo, 2004; Valencia y Vivas, 2014). Estudios han demostrado que el factor
a nivel de escuela que tiene mayor impacto en el conocimiento, actitudes e intenciones
de comportamiento cívico en los estudiantes es un clima de aula democrático (Isac et. al,
2014). Pero, ¿a qué se refieren los autores cuando hablan de clima abierto?
Mientras que Campbell (2008) define un clima abierto como aquel que fomenta
el intercambio libre, respetuoso y abierto de ideas, Escámez Sánchez (2009) enfatiza que
un rasgo central de este tipo de clima es que los estudiantes pueden intervenir en el
establecimiento de las normas y en los procesos de toma de decisiones. Otros autores
subrayan el fomento de la discusión de asuntos políticos y sociales controversiales,
estimulando la expresión de ideas, visiones y opiniones de manera libre y respetuosa
(Isac, et. al., 2014; Keller, 2010; Martens y Gainous, 2013). Algunos argumentan que un
clima abierto se caracteriza también por el desarrollo y mantenimiento de relaciones
interpersonales positivas, en un clima de respeto que nutre un sentido de comunidad
(Isac et. al., 2014; Paradera, Simó, Domingo y Soler, 2016). Asimismo enfatizan Wolfe
y Alexander (2008, en García Pérez y Montero, 2017), subrayando la importancia de
nutrir un ambiente en el que los estudiantes se sientan cómodos y apoyados para
manifestar sus ideas. Isac y sus colaboradores (2014) describen un aula democrática
como un ambiente escolar positivo, donde el trato es respetuoso y los profesores
incentivan prácticas colaborativas y de resolución de conflictos entre los estudiantes.
Reich-Shapiro (2014) destaca que en aulas democráticas el diálogo es fomentado y todas
las voces son tratadas con el mismo respeto, sin privilegiar ninguna por sobre otra.
7
Considerando que muchos autores usan las expresiones clima abierto y clima democrático como
sinónimos, estos se emplearán indistintamente en la siguiente exposición.
11
En cuanto a los efectos asociados a un clima democrático, análisis de datos
provenientes del estudio CIVED , arrojaron que un clima abierto a la discusión tiene un
impacto positivo en el conocimiento cívico y apreciación del conflicto político de los
adolescentes (Campbell, 2008). Por otro lado, Torney-Purta y Amadeo (2004)
encontraron que un clima abierto a la discusión en la sala de clases, estuvo asociado
positivamente con las expectativas de los estudiantes respecto de la participación política
tanto en formas convencionales como en movimientos sociales. Los estudios de
Alivernini y Manganelli (2011) corroboran que un clima abierto en clases se relaciona
positivamente con el conocimiento cívico de los estudiantes, así como con expectativas
de participación cívica, similares resultados a los encontrados por Torney-Purta (2002)
en su análisis de los datos del estudio ICCS, en los que los resultados de la escala de
clima de aula predijeron conocimiento cívico en dos tercios de los países participantes.
Por otro lado, Blankenship (1990, en Martínez y Cumsille, 2015) encontró que la
percepción de los estudiantes de un clima abierto en el aula se asociaba positiva y
moderadamente con confianza, eficacia e interés en la política. Esto coincide con
hallazgos en una muestra de adolescentes belgas, donde se encontró que clima abierto
en la sala de clases se asociaba positivamente con actitud de confianza política
(Dassonneville, Quintelier y Hooghey Claes, 2012, en Martínez y Cumsille, 2015).
12
suma, un clima de aula abierto, en cualquiera de sus acepciones, es indispensable para
generar capacidad democrática (Martens y Gainous, 2013).
Así también, las prácticas instructivas de los docentes se han estudiado como
factores importantes a la hora de formar en ciudadanía. Cox et al. (2005) afirman que,
desde el nuevo y aceptado paradigma de la formación ciudadana, el principio rector es
que no se puede concebir a los estudiantes como futuros ciudadanos activos, si sus
aprendizajes de la ciudadanía se han dado de forma pasiva. Desde este enfoque, se
promueven prácticas pedagógicas participativas, que proporcionen espacios para el
debate, decisión y acción colectiva. Galston (2004), a partir de una revisión de
aproximaciones efectivas a la educación ciudadana, enfatiza que estos sugieren que se
deben dar oportunidades de aprendizaje activo que comprometan a los estudiantes en la
discusión de asuntos relevantes. Asimismo, Barber (2007) muestra la influencia de
actividades docentes interactivas sobre el conocimiento cívico, las conceptualizaciones
de ciudadanía y la participación cívica de los estudiantes. En cuanto a investigación
local, un estudio en Chile encontró que, si bien las prácticas pedagógicas constructivistas
son las que se consideran más alineadas al desarrollo cívico de los estudiantes, los
resultados no concluyeron que prácticas de esta naturaleza produzcan mayor interés de
los jóvenes en asuntos políticos y sociales, ni se relacionan de manera marcada con sus
expectativas de participar políticamente a futuro (Bonhomme et al., 2015).
13
institucional (Molina y Pérez, 2006). Un clima democrático en las escuelas se relaciona
positivamente a las expectativas de participación social y actitudes positivas hacia la
diversidad por parte de los estudiantes (Treviño et al., 2017).
14
etapa escolar, pueden generalizarse a un nivel más amplio del funcionamiento social,
cultivando disposiciones a participar de la vida cívica.
15
prosociales y políticas. A su vez, se ha encontrado que el clima democrático de la
escuela es un predictor del sentido de comunidad de los estudiantes (Vieno et al., 2005).
Llama la atención que la mayoría de las investigaciones que estudian los factores
que influyen en la formación ciudadana entregada por las escuelas emplean métodos
cuantitativos. En cuanto a estudios de naturaleza cualitativa, la ACE, llevó a cabo una
investigación en Chile con el objetivo de ahondar cómo las escuelas de este país están
abordando la formación ciudadana, dada la escasa información que existe al respecto. Se
indagaron distintos aspectos a través de entrevistas semi-estructuradas con docentes y
jefes de UTP. Los resultados de este estudio mostraron que en los discursos de los
docentes acerca de la ciudadanía, ocupan un lugar más importante los valores asociados
a la convivencia en sociedad –como son el respeto, tolerancia y la solidaridad-, que los
16
valores propiamente cívicos –como la equidad, libertad y cohesión social8- (ACE, 2016).
El trabajo en torno a valores de convivencia como el respeto y buen trato se vuelve más
relevante en colegios de nivel socioeconómico más vulnerable, y, para enseñar estos
valores, los docentes enfatizan la importancia de modelar a través del ejemplo (op. cit.).
La idea de que las escuelas no solo entregan formación por medio de los
contenidos declarados en el currículum oficial, sino también a través de una serie de
elementos que configuran el ambiente escolar, y que ejercen influencia en las actitudes,
8
Es importante mencionar que es la entidad autora del estudio la que realiza la distinción entre valores
asociados a la convivencia con otros (respeto, tolerancia, solidaridad, inclusión) y valores propiamente
cívico-democráticos (equidad, libertad, cohesión social), lo cual puede ser válidamente cuestionado desde
otras perspectivas teóricas.
17
percepciones y creencias de los estudiantes, ya ha sido desarrollada en la propuesta
teórica del curriculum oculto (Apple, 1980; Giroux, 1978; Sacristán Lucas, 1987). Si
bien el objetivo de esta tesis no es estudiar el curriculum oculto de las escuelas, sí es
importante considerar algunos elementos de esta propuesta que parecen ser atingentes y
relevantes para estudiar los procesos de socialización en ciudadanía que ocurren al
interior de los establecimientos educativos.
18
creencias (Giroux, 1978; Magnolis, 2001, en Kentli, 2009), empleando la metodología
cualitativa para ganar mayor acceso a estos elementos de la realidad escolar, sin perder
de vista que, dada su complejidad, siempre nos aproximaremos a comprenderla de forma
imperfecta (Sacristán Lucas, 1987).
Para facilitar esta tarea, y en un intento por integrar en un modelo conceptual los
elementos rescatados por la literatura como relevantes para la formación en ciudadanía,
se acuñó en el desarrollo de esta tesis el concepto de cultura escolar cívica.
19
caso ejemplos de preguntas directrices utilizadas en el marco de este estudio para su
indagación específica en los terrenos visitados. Esta conceptualización, así como las
preguntas ofrecidas, podrían resultar de utilidad para investigadores/as con interés en
explorar respecto a similar objeto de estudio:
20
valores y creencias que se profesan. Interesa estudiar las visiones de ciudadanía
sostenidas por los distintos actores, especialmente aquellas promovidas desde las más
altas esferas de autoridad institucional, así como los mecanismos que se ponen en
práctica para encarnar los principales valores que promueven los establecimientos. Aquí
resulta importante hacer la distinción entre los valores que guían la institución, y los
valores que se pretende transmitir al alumnado, ambos relevantes. En base a esto, es que
las preguntas directrices que permitieron indagar en esta dimensión fueron: ¿Cuáles son
los principales valores que se promueven –en cada escuela- a nivel institucional?;
¿Cómo estos son transmitidos, y qué acciones se efectúan para su encarnación?; ¿Qué
lugar tiene para la institución la participación estudiantil? ¿Y la participación de los
otros estamentos?; ¿Qué elementos del funcionamiento u organización de la escuela, dan
cuenta de valoraciones o significaciones atribuidas al compromiso cívico y ciudadanía?;
¿Es importante para la institución promover una convivencia democrática? ¿Mediante
qué mecanismos esta se trabaja?
21
la toma de decisiones respecto a aspectos de la clase?; ¿Cómo los estudiantes resuelven
conflictos entre sí?; ¿Promueven los docentes, a través de sus prácticas y conductas, una
convivencia democrática? ¿Cómo lo hacen?; ¿Cómo abordan los docentes la formación
ciudadana en sus clases?
22
trabaja?10; permite indagar tanto la habitabilidad como los valores institucionales de un
establecimiento, pues contempla, por un lado, las acciones dirigidas a mantener un clima
óptimo para el aprendizaje (parte de la habitabilidad); y por otro, la importancia para la
institución de valores relacionados a la ciudadanía, como es la convivencia democrática.
De igual forma sucede con otras preguntas, por lo que fue importante hacer las
distinciones necesarias para delimitar cada dimensión y diferenciarla de las otras. Por
supuesto, todas las dimensiones están relacionadas, pero, para distinguirlas
apropiadamente, es importante tener en mente que la habitabilidad refiere sobre todo a
las condiciones del establecimiento y las acciones puestas en marcha para generar un
ambiente positivo, equitativo y favorable para el aprendizaje en general, lo cual operaría
como condición mínima para posibilitar el aprendizaje de la ciudadanía en el contexto
escolar. Los valores institucionales refieren a valores, visiones y significados que
circulan y se promueven; el clima democrático a todo lo que sucede al interior de las
aulas (prácticas) que las hacen –o no- espacios democráticos de aprendizaje; y la
gobernanza a las prácticas y procesos concretos que se llevan a cabo en las instancias de
toma de decisión a nivel de escuela, así como los organismos involucrados en estas y sus
respectivas atribuciones.
10
En el apartado V, Preguntas directrices (página 25), se encuentran enumeradas las preguntas directrices.
23
Objetivos
Objetivo General: 11
El objetivo general fue identificar dimensiones de la cultura escolar relevantes para la
conformación de una cultura escolar cívica, estudiando su comportamiento en cuatro
escuelas de la RM de Chile, participantes del proyecto ProCiviCo12.
Objetivos Específicos:
1- Identificar y describir dimensiones de la cultura escolar involucrados en la
conformación de una cultura escolar cívica.
2- Elaborar una propuesta exploratoria de modelo conceptual que permita estudiar
la cultura cívica de establecimientos educacionales.
3- Identificar perfiles de socialización en ciudadanía, a través del estudio de la
cultura cívica de cuatro establecimientos educacionales participantes del
proyecto ProCiviCo.
4- Identificar facilitadores y obstaculizadores materiales y simbólicos de las
escuelas para la formación en ciudadanía.
11
Vale la pena mencionar que tanto el objetivo general como los objetivos específicos sufrieron
modificaciones desde el proyecto de tesis. A grandes rasgos, las modificaciones buscaron aumentar la
pertinencia de los objetivos para responder la pregunta de investigación. Así también, algunos objetivos se
eliminaron debido a que no se consideraron abordables en esta tesis, en tanto su cumplimiento hubiese
implicado exceder el tiempo y recursos destinados a la investigación, y su relevancia para el problema de
investigación no era la mayor.
12
En la condición de intervención 2017.
24
Preguntas Directrices
1- ¿Cuáles son las percepciones y visiones, que mantienen tanto estudiantes como
docentes de las escuelas, acerca de la ciudadanía y compromiso cívico?
2- ¿Cómo son las dinámicas de interacción entre los distintos actores escolares? ¿Se
observan conductas prosociales? ¿De qué tipo y con qué frecuencia?
3- ¿Se muestran interesados los estudiantes en participar en las dinámicas de clase?
¿De qué forma participan?
4- ¿Se despliegan en clases espacios de discusión entre los estudiantes? En caso de
que sí, ¿cómo se da el intercambio de puntos de vista entre ellos?
5- ¿Cómo es el clima de aula en general? ¿Qué particularidades se observan?
6- ¿Involucran los docentes a los estudiantes en la toma de decisiones respecto a
aspectos de la clase?
7- ¿Cómo los estudiantes resuelven conflictos entre sí?
8- ¿Promueven los docentes, a través de sus prácticas y conductas, una convivencia
democrática? ¿Cómo lo hacen?
9- ¿Cómo abordan los docentes la formación ciudadana en sus clases?
10- ¿Cuáles son los principales valores que se promueven –en cada escuela- a nivel
institucional?
11- ¿Cómo estos son transmitidos, y qué acciones se efectúan para su encarnación?
12- ¿Qué lugar tiene para la institución la participación estudiantil? ¿Y la
participación de los otros estamentos?
13- ¿Qué elementos del funcionamiento u organización de la escuela, dan cuenta de
valoraciones o significaciones atribuidas al compromiso cívico y ciudadanía?
14- ¿Cómo declaran las instituciones abordar la formación ciudadana?
15- ¿Cómo son los procesos de toma de decisión sobre aspectos de la organización
escolar? ¿Qué actores participan de ellos? ¿Qué nivel de incidencia tienen los
distintos actores?
25
16- ¿Cómo se lidia, a nivel institucional, con el conflicto, la violencia, la
discriminación, etc.? ¿Qué actores están involucrados en la acción al respecto, y
qué roles asumen?
17- ¿Existen organismos representativos de los distintos estamentos? ¿Cómo operan?
¿Qué nivel incidencia tienen?
18- ¿Es importante para la institución promover una convivencia democrática?
¿Mediante qué mecanismos esta se trabaja?
19- ¿Cuáles son las percepciones de los integrantes del proyecto ProCiviCo respecto
a la permeabilidad de cada una de las instituciones? ¿Qué prácticas o aspectos
del funcionamiento escolar llamaron su atención?
20- ¿Cómo la infraestructura y condiciones materiales de cada establecimiento,
podrían favorecer una experiencia escolar que promueva el desarrollo cívico de
los estudiantes?
21- ¿Qué aspectos del funcionamiento u organización de la escuela, parecen ser
relevantes en la constitución de una cultura cívica escolar? ¿Cómo estos aspectos
interactúan?
22- ¿Es posible apreciar patrones o regularidades en cuanto a la organización de las
prácticas y discursos relacionados a lo cívico a nivel de escuela?
26
Metodología
13
El estudio de cada escuela se realizó con el foco en los cursos de 7° básico, debido principalmente a que
es el nivel en el cual el programa desarrolla la intervención. Para una justificación teórica de esta elección,
dirigirse a la sección de antecedentes teóricos, en la cual se profundiza en los motivos que hacen al nivel
de 7° uno apropiado para intervenciones que estudian desarrollo de ciudadanía y compromiso cívico.
27
entornos reales en los que se desenvuelven las personas; es multifactorial, pues emplea
dos o más técnicas para la recogida de los datos, con el fin de triangular las conclusiones
derivadas y fortalecer la calidad del análisis; es inductivo: se levantan modelos
explicativos a partir de los datos obtenidos; y es integral, apuntando a producir “el
retrato más completo posible del grupo estudiado” (Angrosino, 2007, pp. 36).
14
Para una descripción más detallada de todas las modificaciones hechas a los instrumentos desde el
proyecto de tesis, dirigirse a Anexo 2.
28
descrito como relevantes para el estudio de la cultura escolar, con foco en el clima
democrático de aula15. Se realizaron dos observaciones a los séptimos básicos de cada
establecimiento: una cuando la clase fue dirigida por el profesor jefe del curso, y otra
cuando fue dirigida por otro profesor en una asignatura distinta, escogida según las
facilidades que proporcionó cada establecimiento para realizar la observación. Cada
observación duró una hora pedagógica, y en total se realizaron 18 observaciones. Es
importante destacar que no todas las observaciones fueron realizadas por la misma
investigadora, sino fueron dos las personas que observaron las distintas clases,
discutiendo lo observado en instancias de puesta en común de la información levantada
por este dispositivo.
2. Entrevistas semi-estructuradas: en la investigación etnográfica es muy importante,
para dar sentido a las observaciones, indagar en los significados de los comportamientos
e interacciones observadas, así como explorar las vivencias de las personas que
conforman la comunidad a estudiar (Angrosino, 2007). Por esto, y para ahondar en los
significados promovidos por los docentes en sus clases; así como en su perspectiva sobre
la promoción a nivel institucional de valores y prácticas relacionadas a la ciudadanía, se
realizaron entrevistas semiestructuradas con guión temático16 (Goetz & Lecompte, 1986)
con los profesores jefe de los 7° básicos. Las entrevistas en tres de los cuatro
establecimientos participantes se realizaron de forma individual con cada uno de los
docentes, teniendo que realizarse en uno de los establecimientos de forma grupal a las
tres profesoras jefe, debido al limitado espacio de tiempo del que disponía dicha
institución. Así, la muestra total fue de 9 participantes, correspondiente a la cantidad
total de los profesores jefe de las 4 escuelas, y se realizaron un total de 7 entrevistas.
3. Grupos focales: considerando que son los protagonistas del proceso educacional, y
quienes son formados día a día en las instituciones educativas, fue imprescindible contar
con la voz de los estudiantes. Para ello, y buscando recoger las diversas y variadas
15
A partir de una revisión bibliográfica de literatura actualizada sobre Clima Democrático de aula, que
puede hallarse en el Anexo 4, se configuró la pauta de observación que se encuentra en el Anexo 3.1.
16
Los guiones de las entrevistas fueron diseñados de acuerdo a las preguntas directrices asociadas a cada
objetivo, y se presentan en el Anexo 3.2.
29
actitudes, experiencias y creencias de los estudiantes, a través de un método de
investigación que permitiera la emergencia de estas por medio del diálogo entre los
participantes (Martínez Miguélez, 2004), se realizaron grupos focales con los estudiantes
de séptimo básico. Siguiendo un muestreo con grupos sociales definidos de antemano
(Flick, 2004), y con el fin de mantener la paridad de género y cuidar posibles sesgos
asociados a esta distinción, participaron de los grupos focales al menos una
representante del género femenino y uno del género masculino de cada curso, en los
colegios que fueran mixtos. Se buscó, en primera instancia17, alcanzar un número de 6
participantes, dado que se ha demostrado que el tamaño más eficaz para generar una
expresión de ideas y discusión fluida es de 4 a 6 participantes (op. cit.). Se utilizó el
dispositivo del “Termómetro de la Verdad” del Centro de Investigación y Desarrollo de
la Educación [CIDE]18, el cual emplea una serie de afirmaciones que los estudiantes
deben discutir, para llegar a un consenso sobre la veracidad de cada frase. Este
dispositivo se empleó con el fin de generar conversación y discusión entre los
estudiantes, tomando en cuenta sus edades y la etapa del ciclo vital que atraviesan, a
partir de un estímulo que capte su interés y facilite la expresión de sus ideas y
percepciones, así como permita observar las dinámicas de interacción
que surgen cuando los estudiantes intentan llegar a acuerdos, que también es un aspecto
de interés para esta investigación.
4. Análisis de fuentes bibliográficas por medio de la recogida de archivos: Strauss y
Corbin (2002) plantean que una manera de conocer más acerca de la estructura y
funcionamiento de una organización, así como de los significados que sustentan sus
prácticas, es el análisis de la documentación de la misma. Para la presente investigación,
se revisó el Proyecto Educativo Institucional (en adelante PEI)19 de cada
establecimiento, con el fin de indagar en los significados y discursos que se promueven a
17
Esto no siempre se logró por disposiciones de los establecimientos.
18
Para mayor detalle de este instrumento y sobre la información que pretendió levantar, ver Anexo 3.3.
19
En un principio se propuso estudiar también otros documentos institucionales, sin embargo, debido a la
falta de tiempo y a que no se logró que todos los establecimientos facilitaran sus documentos (ya que
algunos no se encontraban actualizados), se decidió estudiar solo los PEI.
30
nivel institucional, prestando atención al lugar dado en estos documentos al compromiso
cívico, la participación social, las conductas prosociales y la formación ciudadana.
5. Entrevistas a fuentes secundarias: todos los instrumentos de recolección de
información anteriormente detallados, son dispositivos que recogen de primera fuente
las percepciones y experiencias de los miembros de la comunidad educativa. Strauss y
Corbin (2002), refiriéndose al estudio de un fenómeno desde la metodología cualitativa,
plantean la importancia de obtener la interpretación de diversos actores sobre las mismas
situaciones, pues permite cotejar la información considerando múltiples puntos de vista
y así aumentar las probabilidades de mantener una posición objetiva sobre los datos.
Tomando esto en consideración, se realizaron entrevistas a las dos coordinadoras del
proyecto ProCiviCo, en las que se indagó en su experiencia como agentes externos que
ingresan a las instituciones educativas través de este proyecto –el que tiene unas
orientaciones específicas-. Las entrevistas se realizaron individualmente con cada una de
las coordinadoras y fueron de carácter abierto, bajo la consigna de pedirles que contaran
su experiencia de inserción en cada una de las instituciones, considerando principales
facilitadores y obstaculizadores, la permeabilidad percibida en los distintos
establecimientos, y el nivel de democratización de las prácticas de estos en general20.
20
Para ver la pauta de este instrumento, dirigirse a Anexo 3.4.
31
Tabla 1
Procedimiento de reclutamiento y n° de participantes
32
mismos, se les entregó y explicó a cada séptimo.
estudiante el consentimiento informado para Colegio 4: 8 estudiantes
participar de la instancia de grupo focal en en total, 2 estudiantes
específico. Todos los estudiantes accedieron. varones y 2 estudiantes
Los grupos focales fueron dirigidos por una mujeres de cada 7mo (4
investigadora de apoyo y la investigadora por curso).
principal cumplió el rol de moderadora.
Entrevistas El contacto se realizó pidiéndole directamente 2 coordinadoras del
a Fuentes a cada coordinadora colaborar participando de proyecto.
2arias la entrevista. Las entrevistas fueron realizadas
por 2 entrevistadoras, la investigadora
principal y la investigadora de apoyo.
Los datos fueron transcritos (en el caso de los grupos focales y entrevistas) y
analizados siguiendo los principios de la Grounded Theory (Flick, 2014; Strauss y
Corbin, 2002). Es importante recalcar que, dado que el diseño de esta investigación es de
naturaleza cualitativa, las distintas etapas de la investigación se llevaron a cabo de forma
recursiva, combinando la generación de datos con la permanente investigación teórica
que permitió dar luces acerca de los hallazgos.
33
organizacionales (Flick, 2014), que dieron forma a pautas de observación que guiaron el
análisis de las observaciones de cada escuela21. En base a estas pautas se compararon los
datos recogidos, buscando encontrar similitudes y crear conexiones (op. cit.).
21
La sistematización teórica que dio origen a las preguntas que orientaron la pauta de observación se
encuentra en el Anexo 4, y la pauta de observación dividida en categorías en el Anexo 3.1.
22
Para un ejemplo gráfico del proceso de codificación abierta, ver Anexo 5.1.
23
Para una muestra de estas categorías, organizadas en matrices, dirigirse al Anexo 5.2.
24
Concepto no traducido de Flick (2014). Para ejemplos de estos display, ver anexos 5.2, 5.3 y 5.4.
34
Resultados
Habitabilidad:
35
escolares desarrollen sus funciones. Por otro lado, esta dimensión contempla la
existencia de una atmósfera relacional positiva, que permita un desarrollo emocional y
social óptimo a los estudiantes, así como el despliegue de su potencial cognitivo.
Valores Institucionales
Esta dimensión toma en cuenta los discursos que circulan en la institución, las
creencias que se sostienen desde las esferas de autoridad y también que mantienen otros
actores, así como los valores asociados a ellas. Es importante la misión institucional y
los principios que la guían, que dan cuenta de los principales objetivos formativos.
Interesan por otro lado las visiones sobre ciudadanía y el compromiso que asume la
institución con la formación ciudadana, y las acciones que de ello se derivan.
Gobernanza
36
Figura 1.
Modelo de Cultura Escolar Cívica
Sistemas Organismos
Equipamiento Relaciones (+)
valóricos representativos
Participación
estudiantil
incidente
Habitabilidad
Desde una síntesis integrada de distintos puntos de vista, el establecimiento
ubicado en una comuna de la zona centro de Santiago, que recibe solo a varones, posee
una infraestructura poco acogedora: es un edificio bastante antiguo con techos altos y
espacios poco iluminados, que dan sensación de frialdad. La coordinadora del proyecto
relata que el espacio da una impresión carcelaria, por sus ventanas altas que dejan entrar
26
Para mayor información sociodemográfica sobre cada establecimiento, dirigirse a Anexo
37
poca luz, y las rejas grandes que separan los espacios del patio y del exterior. Este se
encuentra bien equipado con arcos de básquetbol, fútbol y algunos tableros de ajedrez.
La sala de 7° es larga y estrecha, y posee una acústica deficiente, lo cual dificulta que el
sonido llegue a los estudiantes que se ubican al final. Dada la cantidad de alumnos del
curso (45 aproximadamente), desde la perspectiva de la coordinadora entrevistada, se
genera una sensación de falta de espacio y desorden general. El mobiliario es antiguo,
pero en ninguna de las fuentes de información se evidencia que el equipamiento sea
insuficiente o no cubra las necesidades del alumnado.
Las dinámicas relacionales que se observaron entre los alumnos dan cuenta de un
trato agresivo que parece estar naturalizado, presenciando tanto las coordinadoras como
la investigadora principal constantes agresiones, burlas, bromas, gritos y ofensas, que
muchas veces se daban en un contexto de amistad entre los estudiantes. Estos mismos
reconocen que existen dinámicas de discriminación física y psicológica, y que la forma
de resolución de conflictos muchas veces es la confrontación física, en la cual el
vencedor resulta quien golpea más fuerte, tal como menciona uno de los estudiantes:
“Como… si uno, está peleando así a combos y uno queda llorando, entonces el que lo
dejó llorando ganó la discusión” (Grupo focal 1, participante 4, párr. 378).
38
capacitación, una de las coordinadoras presenció una discusión bastante acalorada entre
dos docentes, en la cual, a raíz de una disputa sobre metodologías pedagógicas, los
educadores terminaron por descalificarse entre sí.
Valores Institucionales
En el PEI del establecimiento se observa que la dimensión cívico-social tiene un
lugar importante en las prioridades formativas, no limitándose la misión institucional al
desarrollo de capacidades cognitivas, sino también dando importancia a la formación de
competencias sociales y cívicas. Los principales referentes de este documento son
marcos normativos, como reglamentos educativos legales y derechos universales, los
cuales son mencionados reiteradamente en las declaraciones de principios y valores. En
el sello educativo se destaca la importancia de una convivencia democrática, y se declara
el ejercicio de la ciudadanía como una labor a la que se aspira.
Además, la obediencia aparece en el PEI como uno de los valores centrales para
la institución. Esto coincide con la visión del profesor entrevistado, quien afirma que
uno de los pilares formativos más importantes de esta es la disciplina individual. En este
sentido, llaman su atención las prácticas de “normalización” realizadas por el colegio:
“Me fijé que aquí por ejemplo se hacen... formaciones todos los días en el primer
recreo, ¿ya? formación en el gimnasio y ahí todos los chiquillos súper ordenados”
(Participante 1, párr. 2). Por otro lado, al referirse a la educación ciudadana, se destaca
en el discurso del docente un tratamiento poco específico del término, pues, al
preguntarle lo que significa este concepto para él, responde: “Eh, bueno un punto es
llevar el tema del bienestar, del... de la buena convivencia” (Participante 1, párr. 202).
39
deportivas y recreativas, y de otros actores en actividades conmemorativas. Al respecto,
comenta, que no todos participan de estas instancias: “Aquí los que menos participan sí
en las actividades son los directivos [riendo] ¿ya? porque están haciendo otras cosas,
están más ocupados...” (Participante 1, párr. 160). Por último, una de las coordinadoras
del proyecto afirma que los docentes que hacen clases a 7° se mostraron involucrados y
participativos en las instancias de capacitación, y gran parte de su motivación se debía a
sus deseos de mejorar la situación de mala conducta que presentaba ese curso, que había
llegado a un nivel en que los docentes manifestaban la imposibilidad de hacer clases allí.
Clima Democrático
Se observa una relación distante entre docentes y estudiantes, en un ambiente en
el que las normas son conocidas por los últimos, pero no siempre respetadas. La
atmósfera de las clases es de mucho ruido y un desorden que obstaculiza el desarrollo de
las clases, observándose incluso una clase que no pudo ser realizada por ello27. En la
clase de Educación Física se observó un panorama distinto, mostrándose la mayoría de
los estudiantes interesados y participando de las actividades. Se apreció que el docente
dejaba espacios en los que los estudiantes podían ejercer su autonomía, pero en
actividades siempre organizadas y estructuradas por adultos, en las que la incidencia de
los jóvenes no fue más allá de elegir qué deporte realizar y organizar los equipos.
Las instancias de diálogo abierto, tanto entre estudiantes como entre estos y los
docentes, no son usuales, dirigiéndose los profesores a los alumnos casi exclusivamente
para llamarles la atención o pedirles orden. La amenaza de castigo es recurrente en las
clases. Los conflictos que surgen entre estudiantes suelen resolverse mediante agresiones
verbales o físicas leves, en última instancia recurriendo a algún adulto, y no son
frecuentes los intentos de diálogo resolutivo entre los involucrados en las situaciones
conflictivas, lo cual es corroborado por estudiantes, profesores y otros informantes.
40
constatan por otras fuentes- marcadas disposiciones al diálogo por parte de los
estudiantes. Asimismo, algunos de estos afirman que, si desean mantenerse informados
sobre aspectos de actualidad, deben hacerlo por sus propios medios, ya que en la
experiencia escolar cotidiana no se dan espacios de información y debate de diferentes
posturas. Esto, pese a que uno de los objetivos formativos declarados en el PEI es
desarrollar el pensamiento crítico y reflexivo, promoviendo la formación de posturas
informadas y responsables.
Gobernanza
Los estudiantes perciben en la organización escolar una estructura muy
jerarquizada, y reconocen que desearían mayor horizontalidad en las relaciones con los
adultos de su colegio. Creen que, en general, la participación de los niños y jóvenes
requiere de mediación adulta para incidir en los espacios y lograr cambios o medidas
efectivas, mas no se manifiestan completamente descontentos al respecto, pues piensan
que la capacidad ciudadana de los jóvenes aún no está desarrollada. Además, ven la
mediación de los adultos algo necesario para evitar que los conflictos lleguen a
agresiones físicas de gravedad. Al respecto, el profesor entrevistado afirma que la
escuela cuenta con un conducto regular que debe ser seguido en los casos de violencia.
41
en su relación con el equipo interventor. Su disposición fue bastante operativa, siendo un
rostro importante en la recepción del proyecto, pero desapareciendo posteriormente,
pues toda la coordinación fue realizada por la jefa de UTP. La entrevistada denuncia
además una actitud machista por parte del director, al dirigirse en reuniones solo a los
varones del equipo, dejando a las mujeres la sensación de ser ignoradas.
Llama la atención del PEI que no contiene referencias específicas al rol y perfil
del equipo directivo, siendo esta información mucho más abundante respecto al resto de
los actores escolares (estudiantes, apoderados y educadores). En este documento parece
ser que promover y hacer cumplir los valores institucionales es una labor delegada
principalmente a los docentes. Según lo estipulado, los apoderados deben aceptar sin
objeción las atribuciones que tiene el colegio para tomar medidas pedagógicas y
administrativas respecto a las actividades formativas.
Habitabilidad
La escuela se encuentra en un sector bastante alejado del núcleo urbano de la
ciudad, que las profesoras entrevistadas caracterizan como un entorno “muy de pueblo”
(Entrevista 2, participante 1, párr. 12). Según una de las coordinadoras del proyecto, la
primera impresión que da el edificio es de un establecimiento de rigor: sus altos muros
42
blancos y la organización del espacio entregan una sensación de orden generalizado. El
mobiliario se mantiene en buen estado y el colegio cuenta en general con espacios y
equipamiento suficiente para cubrir las necesidades del alumnado.
Valores Institucionales
Las docentes entrevistadas sostienen que la institución tiene un marcado sello
parroquial, lo cual es constatado en la revisión del PEI, en el cual se identifica el
establecimiento como una Comunidad Educativa Católica. De acuerdo a este
documento, los valores que guían el quehacer de la institución son los evangélico-
cristianos, enfatizando una acción caritativa orientada a la transformación social a través
de la “donación del sí-mismo”. En esta línea, se declara fundamental para la escuela un
trabajo pastoral constante que busca permear de manera transversal todas las acciones
formativas. Así, el trabajo de los valores institucionales durante todo el año escolar se da
por medio de campañas y actividades que enfatizan un valor por mes, según relatan las
profesoras. Otro aspecto a destacar es que, a partir del discurso de las docentes, se
infiere que estas ven la participación social más como el involucramiento individual en
problemáticas de otros, que como la acción colectiva en asuntos de interés público.
43
de valores centrales del catolicismo (solidaridad, respeto, amor a Dios y al prójimo)
como de principios asociados a la democracia, como la libertad; la autonomía; el
pensamiento crítico; la justicia y equidad; la participación social. No obstante la
importancia declarada de valores asociados a la ciudadanía, la coordinadora entrevistada
señala que el proyecto ProCiviCo es recibido por la dirección del colegio con la
principal expectativa de que el establecimiento pudiese recibir algún reconocimiento por
ello. Por otro lado, las profesoras señalaron que la institución tiene un enfoque
académico que da excesiva importancia a la preparación de pruebas estandarizadas,
dejando poco espacio a instancias de reflexión en las clases. Los docentes, por otro lado,
reciben el proyecto más como una interferencia que como un aporte a su labor, según
narra la coordinadora, puesto que la mayoría de los profesores considera que ya
trabajaba en su quehacer diario los principios de la intervención. La misma fuente señaló
que los diferentes actores escolares, incluso los estudiantes, mostraron una disposición
hacia el proyecto que parecía estar motivada únicamente por el deber.
Clima Democrático
Si bien la mayoría de los docentes da espacio en sus clases para que los
estudiantes respondan preguntas, hagan comentarios o expresen dudas, no se observa el
despliegue de dispositivos con fines particulares de estimular el diálogo. Las profesoras
declaran que, en instancias de discusión, existe una tendencia general a que las voces de
quienes tienen un carácter más fuerte sean más escuchadas. Agregan que los estudiantes
no logran ponerse de acuerdo en la organización de actividades en común, lo cual es
corroborado por los estudiantes, quienes manifiestan que cuando intentan resolver
conflictos ocurre un griterío más que un diálogo. Asimismo se pudo apreciar en el grupo
focal, instancia en la que se observó que los participantes expresaban su postura,
pasando a llevar en ocasiones la voz de los otros, sin llegar a establecer un diálogo.
44
esto se observa en solo una de las clases28, y las profesoras declaran que la lógica
curricular no sería propicia para generar espacios de debate y reflexión conjunta. Esta
apreciación es compartida por los estudiantes, quienes afirman que la discusión sobre
temas de actualidad y política no se da con frecuencia en clases, pues los docentes
priorizan revisar contenidos curriculares. Tanto así que una de las profesoras reconoció
tener que suspender Consejo de Curso debido a la imposibilidad de desarrollar un
espacio de discusión y organización estudiantil, pues, según afirma, los estudiantes solo
se dedicaban a gritar y agredirse. Ellos reconocen esta situación, relatando que la
profesora comenzó a emplear ese espacio como una extensión de la hora de lenguaje.
Gobernanza
El colegio ha sido administrado desde sus inicios por entidades religiosas, según
28
Para mayor detalle de la metodología empleada, dirigirse al Anexo 6.2.
45
el PEI. Este documento señala que los educadores que trabajen en el establecimiento
deben adherir al sello confesional del colegio, y es su deber hacer cumplir las
disposiciones reglamentarias del mismo. Para regular las relaciones y conflictos dentro
del establecimiento se cuenta con el Manual de Convivencia, en cuya elaboración
participaron los profesores mediante sugerencias, pero no los estudiantes:
“…también siento que está impuesto a los niños, o sea, los niños no
tienen participación en este reglamento, se han dado dinámicas, en que
ellos pueden hacer sus propios reglamentos al interior de cada curso, y
lo leemos el primer día, y tenemos las reglas claras, y todos saben las
consecuencias de esas reglas.” (Participante 2, párr. 85).
46
organismo es mejorar el colegio. En relación a esto, las educadoras manifiestan hacer
esfuerzos para motivar a los alumnos a presentarse a cargos representativos, pero
expresan tener grandes dificultades para cautivar su interés por participar de estas
instancias. Por otro lado, las docentes señalan que no son comunes las instancias de
encuentro y diálogo entre todos los estamentos, ocurriendo esto solo a raíz de sucesos
excepcionales. Mencionan que el equipo docente se reúne periódicamente con los
equipos de inspectoría y coordinación académica, pero no así con el cuerpo directivo.
Habitabilidad
El establecimiento se ubica en un barrio de Santiago con altos índices pobreza y
un elevado nivel de hacinamiento, según constata el PEI. Los distintos actores
entrevistados caracterizan el entorno en el que se ubica la escuela como muy hostil y
vulnerable. Según cuentan y se puede observar, la infraestructura se encuentra en malas
condiciones, los espacios son oscuros y fríos, y el estado de las aulas no es óptimo,
encontrándose el mobiliario rayado, sucio y desgastado. Es importante mencionar que al
momento del estudio había un proyecto en curso para “hermosear” los espacios, liderado
por la profesora de arte y que esperaba contar con la participación de los estudiantes.
Los profesores del establecimiento consideran que es un espacio muy difícil para
trabajar, dadas las dinámicas de violencia naturalizadas del entorno, el desventajado
nivel social, económico y cultural del estudiantado, los problemas sociales que aquejan a
las familias y su escaso apoyo a la labor educativa. Sin embargo, una docente relata que
los pocos apoderados interesados en la educación de sus hijos están muy comprometidos
con ello, pues ven en la educación una vía de acceso a mejores condiciones de vida. Los
docentes refieren que, dada su pertenencia al sector público, el establecimiento tiene
múltiples dificultades en el financiamiento de iniciativas y actividades.
47
estudiantes, y es transversal a cualquier tipo de relación. Los estudiantes reconocen que
su forma de resolver conflictos es mediante gritos y peleas, comentando que la
confrontación directa está validada en el medio en el que se desenvuelven. Muchas
veces los conflictos originados en la escuela se extienden al medio externo, siendo
frecuentes las amenazas de golpizas y la concreción de las mismas, con participación de
otros actores del barrio (incluso en ocasiones apoderados de la escuela). Los estudiantes
también afirman que los diferentes cursos no suelen interactuar entre sí, y los grupos de
pares son muy cerrados, lo cual es señalado también por la coordinadora entrevistada.
48
sensación de no saber cómo reaccionar, ni cómo relacionarse con ellos. También cuenta
en su relato que la prioridad del establecimiento no parece ser la excelencia académica,
llamándole la atención que la jefa de UTP no tenía problemas en ceder al proyecto horas
de asignaturas como lenguaje y matemática, a diferencia de otros establecimientos de
intervención. También expresa que la escuela da la sensación de estar en constante caos:
“No siempre tienes una respuesta que se sostenga en el tiempo, sino que siempre son
distintas respuestas” (Entrevista 8, párrafo 27).
Valores Institucionales
Según el PEI, la institución ve en la educación un medio para alcanzar una mejor
calidad de vida, haciéndose responsables de la movilidad social que permitirá a sus
estudiantes acceder a mejores condiciones. Declaran que su sello es ser una escuela
inclusiva, no orientada exclusivamente al logro académico, sino promotora también del
desarrollo artístico, emocional, social y cívico, entregando una formación valórica que
posibilite una sana convivencia. Al respecto, la formación en ciudadanía y competencias
cívicas ocupa un lugar importante en su Proyecto Educativo, y se declara que pretenden
entregar esta formación a través de la realización de actividades y celebración de hitos.
Tanto los tres docentes entrevistados como los estudiantes consultados afirman
que para la escuela es importante la participación de todos los actores, lo cual coincide
con lo declarado en el PEI. Estudiantes y profesores afirman que existen frecuentes
instancias de participación, que serían actos conmemorativos y celebración de
49
festividades. No obstante, los estudiantes afirman que son pocos los que participan y se
involucran en estas actividades. Los profesores relatan que una proliferación de espacios
de participación surgió con la llegada de una nueva directora el 2017, pues para la
administración anterior no era prioridad la participación de todos los funcionarios.
Clima Democrático
El trato cotidiano entre los estudiantes está marcado por la presencia de
garabatos, burlas, empujones, comentarios ofensivos, manotazos y gestos obscenos,
según se apreció en las observaciones y mencionaron los docentes. Si bien la mayoría de
las veces estas agresiones no suelen darse en contextos de enemistad, en algunas
ocasiones la violencia parece escalar y los involucrados se muestran visiblemente
molestos. Ante estas agresiones los docentes intervienen poco, llamando la atención
cuando los gritos alcanzan tal nivel que son audibles en toda la sala. Además, en clases
se observan varios estudiantes solos y no se aprecian esfuerzos de integración por parte
de sus compañeros, lo cual es constatado por uno de los docentes, quien añade que la
integración de alumnos nuevos al curso es todo un desafío. Los estudiantes muestran
conductas prosociales, sin embargo, se presencian más agresiones que actos de ayuda.
50
Uno de los cursos sobresale respecto a la relación que mantienen con la profesora jefe,
pues, si bien se observa que en otras clases el curso mantiene un comportamiento
desordenado, desobediente y con poca disposición al trabajo, con la profesora jefe se
comportan mejor: no interrumpen, participan en clases, mantienen silencio cuando esta
habla y obedecen sus indicaciones. Se aprecian demostraciones de afecto físico por parte
de esta docente hacia algunos estudiantes, y ella afirma que considera al curso como una
comunidad o familia, tratando siempre a los estudiantes con respeto. Por otra parte, se
observa a una profesora de otra asignatura tratar a los estudiantes inequitativamente31.
31
En el Anexo 6.3 se detalla este episodio.
51
preguntar, sugerir, etc. En el grupo focal se observó poca iniciativa por parte de los
estudiantes para tomar la palabra, sin producirse mayor diálogo entre ellos.
Al preguntar por sus estrategias pedagógicas, los docentes afirman que educar
mediante el ejemplo es la mejor herramienta pedagógica para inculcar respeto y una
convivencia armoniosa. Respecto a las prácticas instruccionales orientadas a formar en
ciudadanía, existe poca conciencia de acciones explícitas dirigidas a este fin, más bien se
reconoce una labor diaria y constante en cuanto a buen trato y a la convivencia positiva
con otros. En cuanto a medidas disciplinares, se observa que dos de los docentes
recurren a castigo y amenazas, mientras que las otras cuatro suelen pedir a los
estudiantes de manera individual, con firmeza y amabilidad, que colaboren con el orden.
Gobernanza
Los estudiantes consultados consideran que sus intereses no son tomados en
cuenta en el establecimiento, comentando que la mayoría de las actividades no surgen de
su iniciativa, y son dirigidas por adultos. Los docentes puntualizan que, por un lado, los
estudiantes muestran poca iniciativa para organizar actividades, y por otro, algunas
trabas institucionales han interferido con el horario de consejo de curso, espacio que
sería propicio para la organización estudiantil. Además, manifiestan que, a nivel
institucional, la doble jornada dificultaría la coordinación de actores para la organización
de actividades. Los profesores desconocen los procesos de elección de los organismos de
representación estudiantil, estando poco informados acerca del rol y funcionamiento del
Centro de Alumnos. Los estudiantes también muestran desconocimiento al no referirse
al tema, y solo responden con un “No” al preguntarles si participan de estas instancias.
52
La modalidad de trabajo declarada en el PEI es de gestión cooperativa. Una de
las profesoras señala que el trabajo de los valores institucionales es organizado en
comisiones, integradas por docentes y directivos. Aun así, los educadores entrevistados
dicen desconocer el trabajo de otros colegas, comentando que la labor docente tiende a
ser individual, principalmente por falta de tiempo para la colaboración. Además, afirman
que, desde la llegada de una nueva directora, la participación de todos los actores se
convirtió en un eje verdaderamente importante para la institución, contrario a lo que
ocurría con la anterior administración, en la que las distintas actividades se realizaban
motivadas solo por el deber de hacerlo, según cuentan los docentes.
Habitabilidad
El cuarto caso es un establecimiento particular subvencionado que se ubica en un
sector de Santiago con un menor nivel de vulnerabilidad que el de los otros
establecimientos estudiados. Según las docentes entrevistadas, la inversión que hace la
53
institución en los estudiantes es visible y destacada, evidenciándose en la infraestructura
y equipamiento del establecimiento. Esto es constatado tanto en las observaciones como
en la entrevista a la coordinadora del proyecto ProCiviCo, quien considera que los
espacios del colegio están bien distribuidos y son suficientemente amplios para cumplir
con sus fines. Además, el establecimiento cuenta con recursos de apoyo al aprendizaje
de alta tecnología, como pantallas de televisión en todas las salas de clases. Llaman la
atención los símbolos religiosos distribuidos en los distintos espacios.
Según las distintas fuentes, entre los estudiantes parece haber un clima relacional
positivo en general, dentro del cual irrumpen conflictos interpersonales puntuales. Las
profesoras informan que el trato entre compañeros varía entre los cursos, habiendo
algunos en los que predomina un trato agresivo, y otros en los que este es
mayoritariamente cordial. Los estudiantes manifiestan decirse apodos “de cariño”, y
expresan que la diferencia no es motivo de discriminación o conflicto entre ellos. Al
respecto, las docentes reconocen un trabajo constante del departamento de coordinación
y convivencia, que suele realizar intervenciones en temas de buen trato y bullying. En
cuanto a las relaciones entre docentes, la coordinadora entrevistada observó un buen
ambiente laboral, caracterizado por relaciones positivas y de camaradería.
Valores Institucionales
Según las profesoras entrevistadas, el colegio trabaja constantemente los valores
que lo identifican, siendo la solidaridad el principal valor promovido por la institución.
Refieren que esta tiene un marcado carácter confesional que instaría siempre a resolver
los asuntos mediante el diálogo, además de promover continuamente la implicación
social de los estudiantes a través de campañas solidarias. Señalan que el establecimiento
ofrece experiencias de participación social e involucramiento en la comunidad a los
estudiantes, y se realizan actividades orientadas a fomentar el liderazgo en los dirigentes
estudiantiles. Una docente comenta que el perfil institucional está declarado en la libreta
y se trabaja con los estudiantes durante el primer mes del año. Como creencia personal,
54
sostienen que los estudiantes siempre debiesen recibir un trato libre de violencia de parte
de los adultos, lo cual a veces no se cumple por parte algunos inspectores.
55
involucrándose en el trabajo en equipo y demostrando mucho respeto y apreciación por
los estudiantes, tanto cuando estos están presentes como cuando no. Así, no se observó
que los docentes estigmatizaran a los estudiantes, a diferencia de otros establecimientos.
Clima Democrático
Tanto en las observaciones como en las conversaciones con docentes y estudiantes
se evidencia que, en general, existe una atmósfera de respeto que permite el desarrollo
de las clases. No se observan estudiantes evidentemente excluidos, todos participan de
interacciones con sus pares, y las docentes afirman que no hay grupos de pares
impermeables en los cursos. Las relaciones entre estudiantes parecen ser positivas, si
bien se observan agresiones y burlas que no presentan un tono emocional negativo ni
parecen enfadar a los involucrados. A excepción de una profesora, que no agrada a
muchos estudiantes según ellos mismos manifiestan, se observó que el trato de docentes
hacia educandos es cercano y respetuoso. Las educadoras dicen mantener relaciones
positivas y de confianza con los estudiantes, que suelen buscar proximidad afectiva en
ellas. Sostienen que tratarlos con respeto y afecto motivaría su buena conducta.
56
pedagógicas más efectivas para formar en ciudadanía, si bien esto no fue apreciado en
las observaciones. Consideran que vivir la experiencia de la ayuda y participación es la
mejor vía para desarrollar la motivación por estas conductas. El PEI, por su parte,
propone crear espacios de participación y diálogo en busca del desarrollo de la
conciencia social de los estudiantes. El documento promueve el diálogo abierto y la
convivencia en armonía con quienes no comparten ideas o tradiciones. En las instancias
de capacitación, la coordinadora del ProCivico observó a los docentes involucrarse
activamente en los espacios de diálogo, mostrándose interesados en debatir
respetuosamente.
En una clase se observa el vínculo que hace la profesora entre el contenido y los
discursos y estereotipos dominantes que circulan en la publicidad y los medios. Se ve a
los estudiantes involucrados en el tema y participando activamente de la clase, emitiendo
preguntas, comentarios y apreciaciones. En general, se observa que las profesoras no
ejercen una autoridad implacable, pues en ocasiones los estudiantes discuten sus
órdenes. No obstante lo anterior, todos los aspectos de la clase parecen estar definidos de
antemano por los educadores: cada una de las actividades y el tiempo destinado a ellas.
32
Del termómetro de la verdad, que se encuentran en la Figura 2, Anexo 3.3.
57
En cuanto a visiones sobre la ciudadanía, los estudiantes asocian este concepto a
una acción turbia ejercida por las figuras políticas en el país, y consideran equivalente el
significado de democracia al de voto. Respecto a su experiencia escolar, afirman que
desearían ser más escuchados por los adultos del colegio, pues las instancias de
participación son generalmente mediadas por adultos, y les gustaría que su voz tuviese
mayor incidencia en aspectos como la oferta de actividades recreativas, por ejemplo,
piden que estas no estén sujetas a condiciones como el género (fútbol para mujeres).
Gobernanza
En el PEI se establecen claramente las atribuciones y funciones de cada uno de
los actores escolares, declarando que la estructura de administración es “profundamente
democrática”. Se adhiere a un modelo de gestión descentralizado y co-responsable,
aunque en apartados posteriores se distingue un modelo jerárquico en el que el liderazgo
se concentra en una figura: la del director. A primera vista, las funciones del equipo
directivo no parecen consultivas ni participativas, pues sus miembros aparecen como
responsables de tomar la mayoría de las decisiones y dirigir al resto de los actores.
58
preocupándose constantemente por aspectos conductuales y disciplinares. A esto se le
suma el rol de velar por la convivencia escolar, siendo el inspector general el encargado
del Departamento de Convivencia Escolar y Gestión Organizacional. Los estudiantes
manifiestan tener la sensación de que los inspectores actúan injustamente al mediar
conflictos. Aparece también en el discurso de las docentes la figura de la orientadora,
como un actor escolar muy presente y preocupado del bienestar de los estudiantes.
Por su parte, los estudiantes consideran que, si bien son escuchados por los
distintos actores escolares, su voz no tiene real incidencia en aspectos de la organización
escolar. Al respecto, una estudiante afirma: “[Escuchan] Los que les conviene ‘la
próxima semana los vemos, vamos a la próxima semana. La próxima’, y lo corren, lo
corren, y nunca pasa” (Grupo focal 4, participante 5, párr. 2170). Por otro lado, las
profesoras afirman que existen vías directas de comunicación entre actores escolares y
estudiantes, pero estos últimos no buscarían activamente estos espacios de escucha.
Además, consideran que la institución fomenta la participación de todos los actores en
actividades organizadas por el colegio, pero la escasez de tiempo de los docentes sería la
principal limitante para involucrarse y motivar la participación estudiantil.
59
Discusión y Conclusiones
Habitabilidad
Valores institucionales
60
resultados se observan en una investigación de Bonhomme y sus colaboradores (2015),
diferenciándose del presente estudio en que ellos encontraron que el discurso que releva
los valores civiles por sobre los cívicos es más prevalente en docentes que trabajan en
establecimientos particulares y particulares subvencionados. En la presente
investigación, en cambio, se constató que todos los educadores entrevistados sostenían
un discurso similar, y los que ejercen la docencia en el sistema público no mencionaron
con especial énfasis la importancia de formación de habilidades como pensamiento
crítico y reflexivo, como los participantes del estudio de Bonhomme et. al. (2015).
Otro aspecto que sale a la luz a partir de este estudio es que las declaraciones y
medidas tomadas por los actores escolares para formar en ciudadanía, evidencian que
desarrollar espacios de participación es visto más como un medio para la mejora de los
procesos de enseñanza-aprendizaje (y por tanto para el logro académico), que como un
fin en sí mismo. Aquí, cobra relevancia la distinción entre ciudadanía-como-logro y
ciudadanía-como-práctica que proponen Lawy y Biesta (2006, en Feu, et. al., 2017). La
ciudadanía-como-logro se entiende como la formación de las competencias y
habilidades que los estudiantes necesitarán al salir de la escuela para desenvolverse
como ciudadanos, mientras que la ciudadanía-como-práctica, en contraste, entiende a los
estudiantes como ciudadanos ya involucrados en el sistema sociopolítico existente (op.
cit.). A partir de lo observado en los establecimientos, se constató que los actores
escolares ven la formación ciudadana como el resultado de la educación y no como el
proceso mismo, en tanto no se aprecia en su discurso la significación del espacio escolar
como un contexto para ejercer la ciudadanía (al modo de Dewey, 2004, [1916]), sino que
uno para la formación de futuros ciudadanos.
Clima democrático
61
proyectos o trabajos en grupo que utilicen metodologías activas de aprendizaje, y, tal
como observaron Bonhomme y sus colegas (2015), es baja la frecuencia de espacios de
debate y discusión en clases. Los docentes, al igual que los del estudio de la ACE
(2016), reconocen que estas metodologías son necesarias porque propician el interés y
motivación de los estudiantes, permitiendo trabajar la formación ciudadana, sin
embargo, acusan falta de tiempo para implementar estas estrategias pedagógicas, así
como un excesivo énfasis del currículum en la preparación de pruebas estandarizadas.
Gobernanza
Tal como sugiere el estudio de la ACE (2016), los actores escolares dan
importancia a la participación estudiantil, asignándole los docentes de la presente
investigación un lugar importante en su discurso sobre ciudadanía. No obstante, los
espacios de participación varían en cuanto a su institucionalización entre escuelas,
siendo lo común una escasa formalización de estos (ACE, 2016), lo cual se corroboró en
los cuatro establecimientos estudiados. Asimismo varía el rol de las directivas de curso,
62
aunque un aspecto común y que también se observó en este estudio es que la votación
por la directiva es aprovechada por los docentes para trabajar la formación ciudadana,
promoviendo la reflexión en sus estudiantes acerca de la importancia de la elección de
representantes en un sistema democrático. Por otro lado, se reafirma que el consejo de
curso es una instancia poco formalizada en las escuelas, que, al no estar establecida en
las Bases Curriculares, depende de la voluntad de las instituciones y los docentes (op.
cit.). Algo similar ocurre con los organismos de representación estudiantil, los que, al
igual que los del estudio de la ACE, no cuentan con reglamentos formales.
Caso 1: Se decidió nombrar este perfil como ciudadanía tradicional debido a que, si
bien la educación ciudadana es una dimensión formativa importante para la institución,
parecieran predominar modalidades convencionales de ciudadanía (Torney-Purta y
33
Las preguntas directrices se encuentran en el apartado V, página 15.
63
Amadeo, 2011). Como hipótesis, se estima que, a través de un ambiente escolar
organizado rígidamente, esta institución transmite cierta concepción acerca de la
configuración del mundo social y el rol del sujeto en este (Cox et. al., 2005), que no se
ajusta a un paradigma de ciudadanía activa y democrática. Así, no es de extrañar que los
estudiantes sostengan un discurso en el cual no se ven a sí mismos como ciudadanos, y
consideren que a su edad aún no alcanzan la madurez cívica suficiente para serlo,
legitimando por tanto la autoridad de los adultos sobre ellos. Se observó que en la
práctica, no obstante, esta autoridad es intensamente resistida, por lo que queda la
interrogante acerca de cómo este tipo de organización escolar moldea las disposiciones,
actitudes y conductas cívicas de los estudiantes.
Caso 2: La cultura del deber parece reflejar lo que esta institución transmite al
adentrarse en ella: las cosas se realizan porque hay que hacerlas, sin evidenciarse una
mayor atribución de sentido a las prácticas y procesos que se desarrollan. Se distinguió
en esta escuela por sobre las otras un discurso que tiende a la externalización: se culpa a
los estudiantes o al entorno por los problemas que obstaculizan el aprendizaje,
responsabilizándose poco los actores escolares por la formación que pueden entregar. A
diferencia del otro colegio confesional estudiado, el sello religioso pareciera
manifestarse en una repetición mecánica e irreflexiva de los principios evangélicos, y lo
mismo ocurre con la formación ciudadana. Considerando que los mensajes que se
transmiten mediante aspectos que no forman parte del curriculum formal enseñan a los
estudiantes determinadas formas de comportamiento y disciplina (Apple, 1980; Giroux,
1978; Kentli, 2009), una de las hipótesis que abre esta investigación es que el sentido del
deber predominante en la institución es transmitido en alguna medida a los estudiantes,
quienes también mostraron en ciertos comportamientos una obediencia poco reflexiva.
64
Aun así, se observaron algunos aspectos coherentes en el actuar de ciertos actores, como
el compromiso profundo con la labor educativa que demostró el profesorado en su
mayoría. Se constató que los docentes consideran importante dirigir sus esfuerzos al
trabajo por una sana convivencia escolar, lo cual coincide con lo encontrado en el
estudio de la ACE (2016), que mostró que, en Chile, en las escuelas de un menor nivel
socioeconómico, fomentar el buen trato y una buena convivencia cobra mayor
relevancia. Al igual que en dicho estudio, la mayoría de los profesores intenta formar en
esta dimensión a través del ejemplo, no obstante, se presenciaron algunos episodios de
trato poco respetuoso hacia los estudiantes por parte de miembros del equipo directivo;
desde estos últimos hacia profesores; y entre profesores (mayor detalle en el Anexo 7).
Una de las principales conclusiones de este estudio es que, tal como afirma Cerletti
(2010), en el espacio escolar se despliegan múltiples sentidos y prácticas que no
necesariamente son homogéneas, resultando inapropiado establecer determinismos. Esta
investigación comprobó que, si bien pueden distinguirse regularidades generales, las
realidades educativas son muy diversas, por lo que se pretendió simplificar, a modo de
“fotografía”, la cultura cívica escolar de cada institución. Estas capturas momentáneas
permitieron comprobar que existe amplia variabilidad entre las escuelas respecto a la
formación ciudadana que imparten (Mardones, 2015), así como algunos aspectos
65
comunes, que pueden deberse a un macrosistema compartido (Brofrenbrenner, 1988). Al
respecto, una de las limitaciones de este estudio es que se abocó con mayor énfasis en
las condiciones internas de cada escuela, sin considerar con suficiente miramiento los
contextos más amplios en los cuales se encuentran. Por lo anterior, futuras líneas de
investigación podrían intentar establecer conexiones más claras entre el macrosistema
(Brofrenbrenner, 1988), las condiciones de producción (Cerletti, 2010) que de este
emergen y el potencial de socialización en ciudadanía de los establecimientos escolares
en determinadas circunstancias.
Hasta donde esta tesis pudo llegar, es posible afirmar que uno de los principales
desafíos que presentan las escuelas del país al enfrentar la tarea de democratizar sus
culturas y fortalecer la formación ciudadana, es la falta de formalización de instancias
para hacerlo. La democratización de las escuelas, y por tanto la posibilidad de enseñar
ciudadanía a través su cultura, termina por depender de la voluntad de los agentes
educativos, quienes difícilmente consideran esta democratización como una prioridad.
Esto, debido a que anteponen otras metas, como contrarrestar la vulnerabilidad del
entorno del alumnado, y obtener éxito académico en pruebas estandarizadas.
Esta investigación muestra que, sin duda, democratizar las culturas escolares en un
contexto de alta precarización de las escuelas con escasos recursos, y de políticas
educativas de rendición de cuentas basadas en mediciones estandarizadas, constituye un
gran desafío, que requiere ser abordado desde el actuar sinérgico de distintos actores.
Para esto, la formación ciudadana debe ser vista por las escuelas como parte de su tarea
educativa fundamental (lo que requiere poner atención a sus valores institucionales), y
no como una labor secundaria. También es importante desarrollar líneas de investigación
orientadas a crear formas innovadoras de mejorar la habitabilidad de los espacios
escolares, sobre todo en entornos vulnerables, así como dirigidas a la capacitación de los
distintos actores escolares en la democratización de sus prácticas (abordando las
dimensiones de clima democrático y gobernanza), bajo la convicción, fundamentada en
evidencia, de que esto les permitirá afrontar mejor la tarea de formar en ciudadanía.
66
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78
XII. Anexos
Por otro lado, bastantes de las definiciones y modelos existentes sobre clima
escolar incluyen aspectos que no están contemplados en la dimensión de habitabilidad,
como son algunos de los que mencionan Zullig y sus colaboradores (2010): las
estructuras organizacionales (que corresponderían a la dimensión de gobernanza del
modelo aquí propuesto); los valores (parte de la dimensión valores institucionales) y
resultados académicos (no contemplado en este modelo).
Pareciera ser, entonces, que el concepto de clima escolar es bastante más amplio
que el de habitabilidad, incluyendo una serie de características que no se encuentran
contempladas dentro de esta dimensión. La habitabilidad, por tanto, sería un dominio
más concreto y preciso, que comprendería una serie más específica de condiciones
materiales e inmateriales que posibilitan a los estudiantes de un establecimiento escolar
ser y convertirse en ciudadanos activos.
79
Por último, y lo que constituye el aspecto diferenciador más importante entre los
dos términos, es la referencia a lo cívico-democrático contenida en el concepto de
habitabilidad. Distintos teóricos de la democracia establecen la habitabilidad como un
requisito fundamental para posibilitar la existencia de espacios democráticos, al permitir
la equidad de las condiciones sociales que facultan a los sujetos para ejercer como
ciudadanos (Feu Salamé et. al, 2017). En cambio, la noción de clima escolar abarca una
serie de características más amplias, relacionadas, en muchos casos, más a los resultados
académicos que al aprendizaje de la ciudadanía.
80
2. Modificaciones a instrumentos de levantamiento de información.
2.1 Observaciones.
El proyecto de tesis pretendía realizar observaciones en 3 espacios
distintos: observaciones de clases, observaciones a espacios de recreación y
descanso y observaciones a la salida de los establecimientos. Sin embargo,
debido a la inviabilidad de realizar observaciones en todos esos espacios en el
tiempo destinado para realizar la investigación, se logró únicamente observar
clases. Se considera que esto no significó una merma en los datos recogidos,
dado que se contaba con otros 4 instrumentos que permitieron profundizar y
triangular la información.
2.2 Entrevistas semi-estructuradas.
La propuesta inicial contemplaba realizar entrevistas individuales a cada
uno de los profesores jefe de los séptimos básicos de las escuelas participantes en
la condición de intervención. Sin embargo, debido a la disponibilidad limitada de
las profesoras del establecimiento 2, se debió realizar una entrevista grupal con
las 3 docentes jefe, en la cual se realizaron leves modificaciones al guion para
hacerlo más breve, pero se mantuvieron las principales preguntas que se
dirigieron hacia cada una.
2.3 Grupos Focales.
No se realizaron modificaciones al instrumento desde el proyecto de tesis.
2.4 Análisis de documentos institucionales.
En una primera instancia, se pretendió analizar el Proyecto Educativo
Institucional (PEI), Plan de Mejoramiento Escolar (PME) y Manual de
Convivencia de cada establecimiento escolar. No obstante, revisar estos 3
documentos hubiese requerido exceder el tiempo del que se disponía para
realizar la investigación. Por esto, es que se decidió analizar solo el PEI de cada
institución.
81
2.5 Entrevistas a fuentes secundarias.
Se decidió sumar entrevistas a fuentes secundarias a los instrumentos de
levantamiento de información, dado que durante la marcha del proyecto de
investigación-intervención se vislumbró el conocimiento de alto valor que podían
aportar las coordinadoras del ProCiviCo a la investigación, y su accesibilidad a
ser entrevistadas. Habiendo experimentado la institucionalidad de los
establecimientos en primera persona, el rol de coordinación que asumieron las
entrevistadas les permitió narrar un relato detallado de los procesos de inserción
en cada escuela, aportando con una perspectiva externa sobre las instituciones,
sus actores, prácticas y cultura.
Cada entrevistada tuvo a su cargo la coordinación de 2 establecimientos.
Así, se pidió a las coordinadoras una entrevista abierta en la que narrasen su
experiencia con cada uno de los colegios que tuvieron a su cargo, detallando
cómo fue el proceso de recepción y apropiación por parte de los distintos actores
escolares, el nivel de permeabilidad que percibieron en la institución, la
democratización de sus prácticas, y cualquier otro aspecto que haya llamado su
atención. Cada entrevista duró aproximadamente una hora, y fue realizada por la
investigadora principal de esta tesis, y una investigadora contratada por el
proyecto ProCiviCo.
82
3. Instrumentos de recolección de información
3.1 Pauta de observación Clima Democrático
La siguiente pauta de observación fue elaborada por la investigadora principal de
esta tesis, a partir de una sistematización teórica que puede encontrarse en el
anexo 3.1. Se divide el constructo de clima democrático en cuatro principales
dimensiones, de cuyos rasgos o prácticas se observa la frecuencia.
Dimensiones
1: No ocurre/ No observado
2: Poco frecuente/no dominante
3: Medianamente frecuente
4: Muy frecuente/dominante
Frecuencia
Dimensión I Observaciones
1 2 3 4
El docente realiza acciones para promover la
diversidad (trabajo en grupos, asientos de
alumnos, etc).
83
El docente se muestra emocionalmente
disponible a través de su lenguaje verbal y no
verbal.
84
Los estudiantes se burlan, o emiten
comentarios negativos o hirientes sobre otros.
85
El/la docente otorga espacios para que los
estudiantes decidan aspectos de la clase
(distribución del tiempo, de las actividades,
conformación de grupos, entre otros).
Hay transparencia en como los profesores
explican las reglas.
86
Se crean vínculos explícitos entre lo que
sucede en la sala de clases y el contexto más
amplio en el que está la escuela (actualidad
del país, asuntos o problemas de la comuna,
noticias de la ciudad).
87
3.2 Guion entrevistas
Hola, primero que todo, quiero agradecerte por la disposición a participar en esta
entrevista. Soy parte del equipo del ProCiviCo que durante este semestre estaremos
trabajando con ustedes y en específico con los estudiantes de séptimo, es por esto que
nos quisimos reunir contigo como profesora jefe, para conocer un poco más del colegio
y de los estudiantes de tu curso. La idea es que me puedas contar un poco de cómo es el
colegio en cuanto a cómo se relacionan los estudiantes, que conductas consideras que se
promueven desde la institución, y cómo logras tú trabajar algunos aspectos vinculados al
programa con los estudiantes.
Todo lo que me cuentes en esta entrevista va a ser tratado con confidencialidad y con
reglas de anonimato, tal como puedes leer en este consentimiento informado. Esto quiere
decir que no van a aparecer nunca tus opiniones vinculadas a tu nombre y que solo
personas a cargo de la investigación en el proyecto tendrán acceso a una transcripción de
tu entrevista que será anonimizada. Analizaremos siempre los datos a nivel de escuela,
no de cada docente, para así hacernos una idea general del colegio. Para facilitar este
análisis grabaremos la entrevista, si es que para ti no hay problema.
1. Lo primero, ¿me puedes contar brevemente del colegio? ¿hace cuánto trabajas acá,
qué cosas te llamaron la atención cuando llegaste a trabajar?
2. ¿Cómo es el trato en general entre estudiantes? ¿Cómo son en clases y en recreo? ¿se
ayudan, cooperan, se apoyan? ¿son capaces de resolver problemas entre ellos? ¿qué te
llama la atención de los estudiantes de este colegio?
3. ¿Cómo es el trato entre adultos y niños, niñas y adolescentes del colegio? (Indagar:
docentes, inspectores, administrativos, director/a, etc)
88
5. ¿Son unidos los estudiantes? ¿Hay grupos en el colegio? ¿Cómo se han armado? ¿Se
separan entre niños y niñas, por lugar en que viven, por nivel socioeconómico, o alguna
otra característica? ¿Hay formas de discriminación entre los estudiantes por NSE?
¿Cómo se manifiesta esto en el cotidiano?
8. ¿Les gusta opinar? ¿Cómo y cuándo lo hacen? ¿Hay algún motivo por el que no lo
hagan?
Dimensión institucionalidad
10. ¿Qué valores promueve el colegio? ¿cómo evalúas que se lleva eso a la práctica? ¿Se
promueve la solidaridad, el compañerismo? ¿Y la participación?
11. ¿Cómo se promueve la buena convivencia escolar (indagar: depende de cada curso,
hay un encargado y si logra algo o no, rol de consejo de convivencia en caso que lo
haya, etc)?
89
12. ¿Crees que para el colegio como institución es importante la participación de los
estudiantes? ¿Y de otros actores, como docentes, administrativos y auxiliares? ¿Cómo se
nota esto? ¿Qué aspectos crees que se podrían mejorar?
13. ¿Cómo lidian en el colegio con casos de discriminación y con la violencia? ¿Cómo
lo haces tú cuando te ha tocado casos de ese tipo?
14. A nivel personal, más allá de posibles definiciones teóricas, ¿Qué significa para ti
ayudar a otra persona?, ¿Cooperar? ¿Compartir? ¿Consolar? ¿Y qué sería clave para
definir la participación? ¿Y para definir la integración social, qué tendría que pasar?
15. ¿Crees que se pueden incentivar entre los estudiantes las conductas y actitudes de
ayuda, cooperación, apoyo, etcétera? ¿Por qué? [en caso que diga que sí] ¿Cómo las
promueves tú entre tus estudiantes? ¿Realizas algunas acciones concretas? ¿Cómo se
relacionan con lo que propone el colegio?
16. ¿Qué es para ti educación cívica o ciudadana? ¿Qué características tendría que tener
en tu colegio y con tus estudiantes?
17. ¿Crees que se puede cambiar el involucramiento social (sea como entiendas tú esto)
de los estudiantes? [En caso que diga que sí] ¿Cómo? ¿Qué pueden hacer ustedes como
escuela y en específico tú como docente?
18. ¿Participan y opinan tus estudiantes en clase? ¿Por qué? ¿Crees que se sienten
escuchados los estudiantes? ¿Es importante para tí? [en caso que sea importante] ¿Qué
estrategias utilizas para promover la participación? ¿Desde cuándo las usas? ¿Has visto
un cambio en tus estudiantes?
19. ¿Qué lugar tiene la participación social, cívica y comunitaria en tu vida? ¿Les
cuentas de esos aspectos de tu vida a tus estudiantes?
90
20. Pensando en la segregación a nivel socioeconómico en Chile en general, ¿Ves algo
de esto entre tus estudiantes? ¿Has tenido que tomar medidas concretas para lograr
abordar este tema?
21. Después de todo lo que me has contado, ¿Qué aspectos resaltas de tu colegio en
estos temas?
22. ¿Hay algo que haya cambiado con el tiempo que te deje particularmente
satisfecha/o?
Cierre: Muchas gracias por todo lo que me has contado, tal como te decía, esto nos
servirá mucho para conocer mejor los colegios con los que trabajamos, con qué recursos
podemos trabajar en conjunto. Cualquier duda puedes contactarme a mí o a otros
miembros del equipo y nos veremos pronto.
91
3.3 Guion grupo focal
Para comenzar, queremos agradecerles por participar en esta instancia donde
buscamos conocer más de su colegio y de cómo ustedes entienden algunos conceptos
como la ayuda o la participación. Mi nombre es _____________________, y estaré
dirigiendo esta actividad, mientras que _______________________ estará tomando nota
de lo que ustedes dicen, pero también puede que diga algo en caso que quiera aclarar
alguna idea. La idea es que podamos generar una conversación entre todos a partir de un
juego que vamos a ir realizando que se llama "termómetro de la verdad". Es muy
importante que tengan en cuenta que no hay respuestas buenas ni malas, y que todas las
opiniones son importantes. Claramente puede haber desacuerdo en el grupo, pero como
las preguntas tienen que ver con lo que cada uno piensa y ha vivido, todas las opiniones
son válidas.
Vamos a grabar lo que vayan conversando para después poder acordarnos de todo
¿Les parece? ¿Estamos listos?"
92
[Entregar las tarjetas con las afirmaciones una por una. En estas afirmaciones es
importante ir profundizando en por qué se colocan en un nivel, qué otros significados
podrían tener las palabras y cómo se relacionan entre sí].
Figura 2.
Termómetro de la verdad
AFIRMACIONES
VERDAD
ABSOLUTA
MEDIANAMENTE
VERDADERA
NI VERDAD
NI MENTIRA
MEDIANAMENTE
FALSA
MENTIRA
ABSOLUTA
93
Figura 3.
Afirmaciones
AFIRMACIONES
Si ayudo a alguien, esa persona tiene Hay que ayudar solo a las personas que
que agradecerme. conocemos.
Cooperar quiere decir hacer las cosas Ayudar quiere decir hacer algo por
por el otro para que no lo reten. alguien más sin que me lo pida y sin
nada a cambio.
Compartir significa darle al otro lo que Consolar quiere decir darle mi apoyo a
es mío mis amigos/as
Me gustaría no tener que pedirle al otro Cuando alguien tiene pena, en nuestro
compartir, y que simplemente me dé de curso siempre hay alguien que lo
sus cosas. consuele.
94
tema.
En el curso hay grupos que no se hablan En el colegio los más grandes molestan
por ser distintos. a los más chicos.
95
3.4 Guion entrevista fuentes secundarias.
“Respecto del proceso de inserción del staff ProCiviCo, cuéntanos qué fue lo primero
que te llamó la atención del colegio, cómo fue la primera visita que realizaron, y la
relación que se estableció con los distintos actores escolares”.
96
4. Sistematización Clima Democrático
A continuación se presentan dos documentos. El primero es el resultado de una
revisión bibliográfica sobre clima democrático de aula, que orientó la configuración de
la pauta de observación (en el anexo 1.1) que guio el análisis de las observaciones. Al
final de la sistematización teórica se presentan las preguntas que se desprenden de esta y
a partir de las cuales se elaboró la pauta. El segundo documento es un análisis preliminar
de 3 de las escuelas participantes de la investigación en base solo a una fuente de
información: las observaciones, y respecto a una dimensión: el clima democrático de
aula.
97
emplearán indistintamente en la siguiente exposición. Es necesario aclarar también que
un clima democrático en el aula no equivale ni necesariamente supone un clima escolar
democrático, pues este último refiere a un nivel institucional, mientras que el primero se
reduce al contexto de la sala de clases.
Mientras que Campbell (2008) define un clima abierto como aquel que fomenta
el intercambio libre, respetuoso y abierto de ideas, Escámez Sánchez (2009) enfatiza que
un rasgo central de este tipo de clima es que los estudiantes pueden intervenir en el
establecimiento de las normas y en los procesos de toma de decisiones. Otros autores
subrayan el fomento de la discusión de asuntos políticos y sociales controversiales,
estimulando la expresión de ideas, visiones y opiniones de manera libre y respetuosa, y
alentando el debate de estas (Keller, 2010; Martens y Gainous, 2013; Isac, 2014).
Algunos argumentan que un clima abierto no se define solamente por las prácticas de
gobernanza o la existencia de oportunidades de discusión abierta, sino se caracteriza
también por el desarrollo y mantenimiento de relaciones interpersonales positivas, en un
clima de respeto que nutre un sentido de comunidad (Isac, 2014; Paradera, Simó,
Domingo y Soler, 2016). Estas últimas ideas congenian con la visión de Dewey, desde la
cual la democracia es más que un conjunto de normas y estructuras de gobernanza, pues
constituye una forma determinada de ser y de relacionarse con otros, de estar en
sociedad (Isac, 2014; Paradera, Simó, Domingo y Soler, 2016).
98
impacto positivo en el conocimiento cívico y apreciación del conflicto político de los
adolescentes (Campbell, 2008). Por otro lado, Torney-Purta y Amadeo (2004)
encontraron que un clima abierto a la discusión en la sala de clases, estuvo asociado
positivamente con las expectativas de los estudiantes respecto de la participación política
tanto en formas convencionales como en movimientos sociales. Los estudios de
Alivernini y Manganelli (2011) corroboran que un clima abierto en clases se relaciona
positivamente con el conocimiento cívico de los estudiantes, así como con expectativas
de participación cívica, similares resultados a los encontrados por Torney-Purta (2002)
en su análisis de los datos del estudio ICCS, en los que los resultados de la escala de
clima de aula predijeron conocimiento cívico en dos tercios de los países participantes.
Por otro lado, Blankenship (1990, en Martínez y Cumsille, 2015) encontró que la
percepción de los estudiantes de un clima abierto en el aula se asociaba positiva y
moderadamente con confianza, eficacia e interés en la política. Esto coincide con
hallazgos en una muestra de adolescentes belgas, donde se encontró que clima abierto
en la sala de clases se asociaba positivamente con actitud de confianza política
(Dassonneville, Quintelier y Hooghey Claes, 2012, en Martínez y Cumsille, 2015). En
cuanto a muestras latinoamericanas, los resultados de las estimaciones de un estudio de
Valencia y Vivas (2014) mostraron que la percepción de jóvenes colombianos de 8vo
grado de un clima que promueve la participación estudiantil en el aula, se relaciona
directa y positivamente con el puntaje obtenido en pruebas de conocimiento cívico, así
como en la participación en actividades comunitarias. En Chile, Castillo y sus colegas
demostraron que el clima de aula muestra una influencia positiva en la expectativa de
participación política electoral de los estudiantes, mediada por el conocimiento cívico
(Castillo, Miranda, Bonhomme, Cox & Bascopé, 2014).
99
factor a nivel de escuela que demostró mayor impacto en conocimiento, actitudes e
intenciones de comportamiento cívico en los estudiantes fue un clima de aula
democrático (op. cit), lo cual indica que este elemento es un factor importante para el
desarrollo cívico. Los hallazgos de Keller (2010) siguen la misma línea, demostrando
que los estudiantes de su muestra eran más proclives a valorar el ejercicio de una
ciudadanía activa y el compromiso cívico, cuando reportaban que el clima de sus clases
tenía rasgos democráticos y de apertura. En su estudio encontró que, en general, los
estudiantes que suelen discutir de política con sus profesores tienden a ser más
políticamente activos que los que no. Incluso, la falta de un clima de apertura en la sala
de clases puede ser perjudicial para el desarrollo cívico, pues hacía más probable que los
estudiantes no manifestaran su desacuerdo en discusiones para guardar coherencia con la
opinión de la mayoría (op. cit). Por último, en un estudio sobre clima escolar, Jagers,
Lozada, Rivas-Drake y Guillaume (2017), encontraron que era más probable que
estudiantes latinos y afroamericanos que percibían un clima escolar equitativo y justo
mostraran actitudes cívicas positivas si sus profesores ejercían prácticas democráticas en
el aula. Es decir, el desarrollo cívico de los estudiantes podía beneficiarse más de un
clima democrático a nivel escolar, si es que a nivel de aula este clima era percibido
como abierto también. En síntesis, un clima abierto es indispensable para generar
capacidad democrática (Martens y Gainous, 2013).
100
lidiar constructivamente con quienes mantienen visiones diferentes a la propia. Así, un
aula democrática contribuiría al desarrollo cívico otorgando la práctica necesaria para
ejercer la democracia en contextos fuera de la escuela (Keller, 2010). Asimismo
enfatizan Wolfe y Alexander (2008, en García Pérez y Montero, 2017), subrayando la
importancia de nutrir un ambiente en el que los estudiantes se sientan cómodos y
apoyados para articular y manifestar sus ideas, sin miedo al error. Reich-Shapiro (2014)
destaca que en aulas democráticas el diálogo es fomentado y todas las voces son tratadas
con el mismo respeto, sin privilegiar ninguna por sobre otra. Además, el autor agrega
que en aulas democráticas las jerarquías y configuraciones de autoridad son
transparentadas y explicitadas, alentando la reflexión crítica sobre ellas.
101
Analizando el clima de aula
Preguntas guía:
-¿Crean los profesores oportunidades para que las diferentes voces y opiniones sean
parte del diálogo?
-¿Hay un entendimiento de que los asuntos complejos tienen más de una interpretación y
no todos los problemas tienen soluciones unívocas y simples?
-¿Los profesores involucran a los niños en auténtico diálogo sobre reglas, logro y
evaluación?
-¿Participan los niños en desarrollar las reglas de la clase? ¿Y en decidir sobre las
consecuencias cuando estas se rompen?
102
-¿Cómo los profesores organizan el tiempo en la sala de clases? ¿Hay flexibilidad?
¿Tienen los estudiantes injerencia en cómo el tiempo es usado?
o Tomar decisiones
o Colaborar
o Resolver conflictos
-¿Usan los niños las reglas y prácticas de la clase los unos con otros? ¿Se las enseñan
entre sí?
-¿Incluyen los estudiantes a quienes son diferentes a ellos en las actividades o espacios de
esparcimiento?
-¿Se abstienen los estudiantes de comentarios negativos o hirientes sobre los otros?
-¿Se apropian los estudiantes de cuidar los suministros de la escuela? ¿Respetan y cuidan
la propiedad común? (Escritorios, sillas, armarios, etc.)
103
-¿Se responsabilizan cuando han cometido alguna falta, y se ofrecen a enmendarla?
-¿Se alienta a los estudiantes a que expresen sus opiniones o manifiesten sus visiones?
¿Qué tan seguido lo hacen?
-¿Se crean vínculos explícitos entre lo que sucede en la sala de clases y la comunidad en
la que está inserta la escuela? ¿Y con el contexto más amplio?
-¿Usan los niños reglas y prácticas democráticas fuera de la clase? ¿Se extiende el sentido
de comunidad al patio de recreo?
104
4.2 Resultados Análisis Preliminar Clima Democrático
En este documento, los resultados del análisis serán presentados por medio de
una descripción de lo hallado en cada una de las dimensiones de análisis en cada caso.
Caso 1
105
individualizadas con los estudiantes, en las cuales muestra un trato más cercano y
demuestra un conocimiento más profundo de ellos.
La atmósfera de trabajo depende del profesor con el que estén. Por ejemplo, la
clase de Educación Física parece ser motivante para los estudiantes y se muestran más
dispuestos al trabajo que en otras clases como Ciencias Naturales, en las que el
desinterés y el desorden priman a tal punto que no se puede desarrollar la clase. La
amenaza de castigo por parte de los profesores es recurrente.
Las reglas de la clase parecen ser conocidas por los estudiantes, pero no siempre
respetadas. En la clase de Ciencias Naturales, a la cual asiste una profesora
reemplazante, los estudiantes resisten las normas más básicas, de silencio y orden, al
106
punto de no permitir el desarrollo de la clase. No se ve que se hagan cargo de sus faltas,
pues si se les llama la atención por alguna falta, no se disculpan y al rato la vuelven a
cometer.
Los estudiantes no parecen tener recursos para resolver los conflictos de manera
autónoma, sin recurrir ni al profesor ni a la violencia cuando este no responde. Los
conflictos que ocurren, por ejemplo en los partidos que juegan, son resueltos de manera
autónoma, en tanto no interviene un tercero, pero sin llegar a resoluciones dialogadas o
satisfactorias para todas las partes involucradas.
Caso 2
107
problemas en explicar a sus compañeros. También, se observa que los estudiantes suelen
compartir entre sí materiales y colación. Sin embargo, la atmósfera de clases no siempre
es tranquila ni todos mantienen silencio cuando los demás (profesor o compañeros)
hablan, pues en general los estudiantes son muy activos, y les gusta hacer comentarios,
bromear o hacer preguntas durante las clases, por lo que en general siempre hay algún
tipo de ruido en la sala, sin llegar a formar un ambiente hostil.
El trato con los docentes varía de acuerdo al profesor. Los rasgos en común que
se encontraron entre docentes, fueron un trato cercano y cálido con los alumnos, que
refleja la existencia de un vínculo positivo, y también una disponibilidad emocional por
parte de profesores, mostrándose abiertos a recibir dudas, inquietudes, opiniones y
apreciaciones, siempre en el marco del protocolo de la clase. Las medidas disciplinares
empleadas variaban entre docentes, estableciendo la mayoría de ellos dinámicas
punitivas, a las cuales recurrían mediante amenazas de castigo si no se cumplían las
normas. No obstante, esta medida no era la única a la que los docentes recurrían, sino
que estos desplegaban varios recursos para mantener el clima de aula, como llamar la
atención de los alumnos de manera individualizada o apelar a sus valores para pedirles
respeto y orden. (Tratan a los alumnos por apodos)
Los grupos de pares en los cursos están bien definidos y se aprecian marcados
liderazgos, sobre todo entre las niñas de dos cursos. Si bien no se observan rivalidades
explícitas, es posible apreciar que los miembros de algunos grupos no interactúan entre
sí, y se observan algunas dinámicas de exclusión hacia 3 estudiantes en los distintos
cursos. En un curso en particular, cuando hacen un trabajo en grupos que los mismos
estudiantes escogieron, se observan conductas de ayuda y cooperación tanto entre
grupos como dentro de los mismos. En el mismo curso se distinguen 2 o 3 niñas que
ejercen marcados liderazgos, y que no se muestran muy dispuestas a recibir aportes o
ideas de otros compañeros.
108
No se observa el despliegue de dispositivos con los fines particulares de
estimular el diálogo, si bien la mayoría de los docentes da espacio en sus clases para que
estudiantes participen, respondan las preguntas, hagan comentarios o manifiesten dudas,
no se observan acciones pedagógicas que intencionen el intercambio de posturas o el
encuentro de distintas voces.
Hay una sola clase observada en la que el diálogo pareciera tener un rol
importante, que es la de matemática. Al inicio de esta, los alumnos reclaman a la
profesora que tienen muchas pruebas el día que hay evaluación también de esta
asignatura. En ese momento, la profesora abre el diálogo y pide las opiniones de los
estudiantes, para decidir qué medidas tomar respecto al caso. Sin embargo, el diálogo no
es muy resolutivo, ya que, si bien muchos participan y expresan su opinión, quedando en
que la evaluación se correrá, el diálogo se cierra antes de que la nueva fecha quede
establecida.
Se observa que las normas y sus excepciones son explicadas con transparencia a
los estudiantes, por ejemplo, en la clase de lenguaje la profesora puntualiza que un
109
alumno está autorizado a usar gorro por su situación médica, y no porque goce de
preferencia, asimismo otra profesora les explica a los estudiantes claramente por qué no
pueden escuchar música en clases.
110
En ninguna de las clases, en ninguno de los 3 cursos observados, se tocan temas
de actualidad nacional, de contingencia o asuntos relevantes a nivel de sociedad, ni
tampoco se realizan vínculos con la comunidad más cercana.
Caso 4
Las relaciones entre estudiantes parecen ser positivas, siendo muy frecuentes las
agresiones y burlas entre compañeros como forma naturalizada de trato amistoso. Estas
agresiones no presentan un tono emocional negativo ni parecen enfadar o molestar a los
involucrados. Por lo mismo, las docentes rara vez intervienen, y los estudiantes también
las toleran. Los llamados de atención por parte de las profesoras pocas veces aluden a
faltas relacionales o en el trato, sino se relacionan más bien al no cumplimiento de las
normas de la clase.
111
Dimensión II: Fomento del diálogo
Se observa, en general, que los estudiantes están familiarizados con las normas y
las conocen. Sin embargo, no todos los aspectos son explicados con transparencia, por
ejemplo, los cambios de puesto son impuestos por una profesora y no se explicitan los
motivos de estos. En cuanto al cumplimiento de las normas, se observa que en general se
respetan, salvo algunas excepciones. Se ve que las profesoras no muestran una autoridad
implacable, pues en ocasiones los estudiantes discuten o resisten las órdenes de las
profesoras.
112
En cuanto a otros aspectos de la clase, las profesoras parecen definir de antemano
cada una de las actividades y el tiempo destinado a ellas. En el caso de una docente, la
de educación física, los estudiantes reclaman respecto a la actividad que están haciendo,
y la profesora replica que ella es la que manda, por lo tanto se hará lo que ella dice. Por
otro lado, la profesora de lenguaje parece ceder a los intereses de los alumnos, en cuanto
estos cumplan las normas. Por ejemplo, los estudiantes y la docente llegan a un trato: si
terminan la actividad de lenguaje pueden usar parte de la clase para hacer la votación de
los reyes de la alianza.
Si bien el uso del tiempo es definido por las docentes, hay espacios de las clases
que se destinan a trabajo individual o grupal, en el que los estudiantes deben
responsabilizarse por el manejo de su propio tiempo, y en los cuales la profesora no
regula ni fiscaliza el cumplimiento de las tareas.
113
explícito con el contexto más amplio en el que se desarrollan los estudiantes, ni tampoco
con la comunidad más cercana en la que viven.
114
5. Procedimiento de análisis de datos
A continuación, se presentarán una serie de imágenes que grafican el proceso de
análisis de la información levantada, que siguió los planteamientos de la
Grounded Theory (Strauss y Corbin, 2002; Flick, 2014).
115
5.1 Imagen 1
Codificación abierta.
116
5.2 Imagen 2
Display 1: Matriz de categorías.
117
5.3 Imagen 3
Display 2: Figura grupo focal.
118
5.4 Imagen 4
Display 3: Figura fuente secundaria
119
6. Notas de campo
A continuación, se presentan algunos extractos de notas de campo
tomadas por las investigadoras durante las observaciones, que presentan mayor
detalle de algunos episodios referidos en el apartado de Resultados.
120
distintos grupos, e interviniendo con retroalimentación en ocasiones. En sus
notas de campo, la investigadora anotó: “Profesor refuerza autonomía, que tienen
que investigar y luego grabar. Cuando le preguntan cosas ‘¿iban al colegio los
campesinos en india?’, les dice que tienen que buscar ellos.”
121
7. Otras fuentes.
7.1 Testimonio escrito caso colegio 3.
A continuación, se presenta un testimonio escrito sobre una situación que fue
presenciada por la coordinadora entrevistada en el período de inserción en el colegio 3, y
que fue referida en la entrevista como un suceso importante, que refleja en parte cómo
esta percibió la institución. Sin embargo, la referencia al episodio en la entrevista fue
breve y la entrevistada no ahondó en ello, ya que las entrevistadoras conocían el caso.
Por esto, se presenta un testimonio que fue escrito por otra de las integrantes del staff del
ProCiviCo, y que describe detalladamente lo ocurrido.
“De acuerdo a la clase observada (clase de Religión del 7°C) se puede observar
una relación hostil entre el profesor y los alumnos. El profesor al entrar a la sala
comienza a llamar la atención a un grupo, que al parecer ya tenían problemas desde
antes, a uno de esos alumnos le indica que debe lavarse la cara ya que estaba sucio, este
alumno muestra su molestia con una actitud de frustración, por lo que le contesta que él
“no tiene idea de lo que pasa, que se deje de molestar”, un grupo cercano a este alumno
comienza a increpar al profesor por lo dicho a su compañero, el profesor toma una
postura autoritaria y envía a uno de esos alumnos a inspectoría, después de esto, el clima
en el aula se torna más tenso, las discusiones entre profesor y alumnos aumentan, por lo
que entra a la sala para mediar esta situación Rita (pseudónimo de la jefa de UTP), parte
del equipo directivo del colegio que ayuda a coordinar el Procivico en el colegio. Ella
manifiesta que la autoridad en la sala es el profesor y ahora lo era ella, se dirige al
alumno que anteriormente el profesor mandó a lavar su cara y le pregunta qué pasó, el
alumno comenta lo que el profesor le dijo, manifestando que el profesor es “tonto”, ya
que él venía de un partido de fútbol y es por eso que tenía sudada su cara, a esto Rita le
responde frente al curso “te sientes el olor a axila que traes, estás hediondo”, el alumno
le dice que eso es imposible porque él se había bañado en la mañana, Rita le dice que
eso era imposible. En eso, llega el alumno que fue enviado a inspectoría, manifestando
que debía volver a la sala por orden de la inspectora. Paralelo a esto, el profesor me
pregunta a que había venido, le explico que vengo a buscar las baterías entregadas a los
122
padres, me responde, “si usted viene a pedir que ellos traigan algo, será imposible”, con
esta respuesta el clima en el aula se pone más tenso.
Tras esto el profesor se dirige al alumno que había vuelto de inspectoría, este
alumno estaba acompañado de, al parecer, una inspectora, el alumno le dice que la
inspectora lo había mandado de vuelta a la clase, el profesor lo envía nuevamente, frente
a eso, interviene la inspectora que lo acompañaba y confirma lo dicho por el alumno,
tras esto, el profesor se muestra muy molesto y dice frente a toda la sala “perfecto, yo no
puedo trabajar en un lugar donde no me respetan, así que dejo de trabajar en este
colegio”, tras esto el curso aplaude, en ese momento interviene Rita y la inspectora,
dirigiéndose al curso para que conversaran de forma tranquila. Por el pasillo aparece otra
funcionaria del colegio, al parecer otra inspectora, al entrar a la sala los alumnos guardan
silencio, ella solo mira a los alumnos, luego, comienza a llamarles la atención
fuertemente, percibiendo un poco de violencia en el tono que ocupaba, tras esto, Rita me
sugiere salir de la sala.
Ya fuera de la sala, Rita me comenta que trabajar con esos alumnos es “terrible,
frustrante ya que nadie nos apoya”, comenta que parte de esto se debe a que el COSAM
(centro de salud que interviene en los colegios) ya no interviene con los alumnos que
presentan TDAH y esquizofrenia por falta de profesionales y colapso en el centro de
salud, según sus dichos, esto se agrava pues los apoderados de esos alumnos tampoco
supervisan que sus hijos reciban un tratamiento fuera del colegio, lo que agrava el
manejo de estos alumnos en la sala de clases. Tras esto, sale de la sala la última
inspectora que entró y provocó “orden” dentro de la sala diciéndome “hay que tratarlos
así, si no, no entienden, si aquí la base está mala, nada que hacer”, llama mi atención que
su actitud es bastante segura y provoca también en los demás directivos la sensación de
control que provocó dentro de la sala de clases.”
123
8. Perfil Sociodemográfico de cada institución
A continuación, se presentarán algunos datos sociodemográficos de las escuelas
estudiadas34, estos son:
A) Dependencia del establecimiento, pudiendo ser municipal, particular
subvencionado o particular.
B) Matrícula total de alumnos y promedio de alumnos por curso, al 2017.
C) Perfil de los apoderados, que incluye promedio de años de escolaridad y rango
de ingreso del hogar, al 2017.
D) Rango del porcentaje de estudiantes que se encuentran en condición de
vulnerabilidad social, al 2017.
E) Categoría de desempeño del SIMCE: Esta categorización se realiza en base a
la medición SIMCE del año 2017, en el nivel de 8° básico. Los resultados integran los
niveles de aprendizaje en las asignaturas de Lenguaje y Matemática, los Indicadores de
Desarrollo Personal y Social del SIMCE (descritos más abajo), y el progreso de los
estudiantes en las últimas tres o dos mediciones. Las categorías de desempeño son: Alto,
Medio, Medio Bajo e Insuficiente.
F) Resultados del establecimiento en 2 ítemes de los Indicadores de Desarrollo
Personal y Social del SIMCE: el Clima de Convivencia Escolar y Participación y
Formación Ciudadana.
G) Distribución socioeconómica de los hogares de los estudiantes según nivel de
ingreso. Porcentaje de familias de estudiantes que pertenecen a cada quintil (Quintil 1:
familias cuyo ingreso per cápita es igual o inferior a $53.184; Quintil 2: familias cuyo
ingreso per cápita es igual o inferior a $90.067; Quintil 3: familias cuyo ingreso per
cápita es igual o inferior a $140.665; Quintil 4: familias cuyo ingreso per cápita sea igual
o inferior a $254.627; Quintil 5: familias cuyo ingreso per cápita es superior a $301.
742).
A continuación, se describen los Indicadores de Desarrollo Personal y Social del
SIMCE, según están definidos en el sitio web del SIMCE (www.simce.cl). La medición
34
Para conocer las fuentes de estos datos, dirigirse al final de este apartado.
124
de estos indicadores se basa en una escala que tiene un rango de 0 a 100 puntos, donde
un valor más cercano al 0 indica un menor nivel de logro y un valor más cercano al 100
indica un mayor logro en el indicador. Para tener una referencia del desempeño del
establecimiento, se compara el puntaje obtenido con el de aquellos que poseen igual
índice de vulnerabilidad escolar (asignado por la JUNAEB) y en los que padres y
madres declaran similar cantidad de años de escolaridad e ingreso económico del hogar.
Si en un indicador el establecimiento se encuentra +3 que los establecimientos de
semejantes características socioeconómicas, significa que se encuentra 3 puntos sobre el
promedio de estos establecimientos.
Autoestima Académica y Motivación Escolar: Es un indicador que considera,
por una parte, la autopercepción y la autovaloración de los estudiantes en relación a su
capacidad de aprender y por otra, las percepciones y actitudes que tienen de su
aprendizaje y logro académico.
Clima de Convivencia Escolar: Es un indicador que considera las percepciones
y las actitudes de los estudiantes, docentes, padres y apoderados frente al nivel de
respeto, organización y seguridad del ambiente en el establecimiento.
Participación y Formación Ciudadana: Es un indicador que considera las
percepciones de los estudiantes, padres y apoderados frente al grado en que el
establecimiento fomenta la participación y el compromiso de los miembros de la
comunidad educativa, y las percepciones de los estudiantes sobre el nivel en que se
promueve la vida democrática.
Hábitos de vida saludable: Es un indicador que considera las actitudes y
conductas declaradas por los estudiantes en relación con la vida saludable, y también sus
percepciones sobre el grado en que el establecimiento promueve hábitos beneficiosos
para la salud.
Caso 1:
A) Municipal
B) 776 alumnos en total y 40 alumnos por curso en promedio
125
C) La mayoría de los apoderados ha declarado tener entre 11 y 12 años de escolaridad y
un ingreso del hogar que varía entre $450.001 y $695.000.
D) Entre 36,01% y 55% de los estudiantes se encuentra en condición de vulnerabilidad
social.
E) Categoría de desempeño Educación Básica: Medio.
F) Clima de convivencia escolar: 76 puntos, similar al de establecimientos de igual NSE
(+1). Participación y Formación ciudadana: 82, más alto al de establecimientos de igual
NSE (+5).
G) Q1: 4%; Q2: 22% Q3: 22% Q4: 38%; Q5: 13%
Caso 2:
A) Particular Subvencionado
B) 1.234 alumnos en total y 32 alumnos por curso en promedio
C) La mayoría de los apoderados ha declarado tener entre 11 y 12 años de escolaridad y
un ingreso del hogar que varía entre $450.001 y $695.000.
D) Entre 36,01% y 55% de los estudiantes se encuentra en condición de vulnerabilidad
social.
E) Categoría de desempeño Educación Básica: Alto.
F) Clima de convivencia escolar: 72 puntos, similar (-3) al de establecimientos de igual
NSE, Participación y Formación ciudadana: 73 puntos, más bajo (-4) al de
establecimientos de igual NSE.
G) Q1: 11%; Q2: 23%; Q3: 30%; Q4: 25%, Q5: 12%
Caso 3:
A) Municipal.
B) 600 alumnos en total y 22 alumnos por curso en promedio.
C) La mayoría de los apoderados ha declarado tener entre 9 y 10 años de escolaridad y
un ingreso del hogar que varía entre $300.001 y $450.000.
126
D) El 86,3% de los estudiantes se encuentra en condición de vulnerabilidad social35.
E) Categoría de desempeño Educación Básica: Insuficiente.
F) Clima de convivencia escolar: 72, similar al de establecimientos con igual NSE (-3),
Participación y Formación ciudadana: 80 similar al de establecimientos de igual NSE
(+2).
Caso 4:
A) Particular Subvencionado.
B) 1200 alumnos en total y 42 alumnos por curso en promedio.
C) La mayoría de los apoderados ha declarado tener entre 13 y 14 años de escolaridad en
el caso de la madre, y entre 13 y 15 años de escolaridad en el caso del padre; y un
ingreso del hogar que varía entre $695.001 y $1.400.000.
D) Entre 7,01% y 36% de los estudiantes se encuentra en condición de vulnerabilidad
social.
E) Categoría de desempeño Educación Básica: Alto.
F) Clima de convivencia escolar: 73, similar al de establecimientos con igual NSE (-2),
Participación y Formación ciudadana: 76, similar al de establecimientos de igual NSE
(+1).
G) Q1: 0%; Q2: 3%; Q3: 20%; Q4: 34%; Q5: 42%
Fuentes: Los datos A), C), D) E) y F) fueron tomados del sitio web del SIMCE:
www.simce.cl, el dato B) fue extraído del sitio
http://www.mime.mineduc.cl/mvc/mime/portada del Ministerio de Educación de Chile,
y el dato G) de una base de datos del SIMCE con los resultados del 2013 para 8° básico.
35
Este fue el único de los establecimientos del cual se encontró la cifra exacta de alumnos categorizados
como en condición de vulnerabilidad social, en base a un informe elaborado por la Agencia de Calidad de
la Educación, encontrado en el sitio: https://www.agenciaeducacion.cl/orientacion/visitas-de-evaluacion-
y-orientacion/sistema-de-evaluacion/
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