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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTO

ASIGNATURA:

Psicología del desarrollo 1

TEMA:

El Desarrollo psicosocial en la niñez media

FACILITADOR/A:

Belkis m duran

PARTICIPANTE:

Yaskaury trinidad de león

Matricula:

(2019-01149)

LUGAR:
Prov. María Trinidad Sánchez, Nagua, Rep. Dom.
Después de consultar la bibliografía señalada y otras fuentes de
interés científico para la temática objeto de estudio, se
recomienda que realices las siguientes actividades:
                  
1. Explica 
a--La importancia del juego en niñez temprana.
El juego es una actividad, además de placentera, necesaria para el desarrollo
cognitivo (intelectual) y afectivo (emocional) del niño. El juego espontáneo y
libre favorece la creatividad del niño y fomenta su maduración. Los niños tienen
pocas ocasiones para jugar libremente. A veces, consideramos que "jugar por
jugar" es una pérdida de tiempo y que sería más rentable aprovechar todas las
ocasiones para aprender algo útil.
No obstante, por medio del juego, los niños empiezan a comprender cómo
funcionan las cosas, lo que puede o no hacerse con ellas, descubren que
existen reglas de causalidad, de probabilidad y de conducta que deben
aceptarse si quieren que los demás jueguen con ellos. Los juegos de los niños
deberían considerarse como sus actos más serios.

b--El autoconcepto y la autoestima en la niñez temprana.


Autoconcepto
El autoconcepto es lo que una persona piensa de sí misma, la imagen general
que tiene de sus características y habilidades.
Este sentido de sí mismo comienza en la infancia. A los 18 meses los niños se
reconocen por primera vez cuando se ven en el espejo. Después aparece la
autodefinición, cuando los niños identifican las características que consideran
importantes para describirse.
A los cuatro años, los niños piensan en términos externos a cerca de sí
mismos, y es a partir de los seis o siete años cuando empiezan a definirse en
términos psicológicos.
En la niñez temprana, los niños desarrollan un yo ideal; es decir, un concepto
de lo que les gustaría ser, y tienen problemas para reconocer que su yo real es
diferente de su yo ideal. Por este motivo, los niños de esta edad se definen
como un modelo de habilidades y virtudes.
Entre los cuatro y los cinco años, los niños juzgan su competencia según
comportamientos observables y concretos, aunque suelen tener un sentido
muy amplio de dichas habilidades porque aún no son capaces de compararse
con precisión con otras personas y porque los adultos tienden a felicitarlos por
cada pequeño logro.
Por tanto, los niños tienen una valoración de sí mismos irreal y elevada. Y esto
es positivo para su adecuado desarrollo, porque al tener una autoestima alta,
se verán motivados para hacer más cosas, lo cual les permitirá avanzar y
progresar y seguir manteniendo una alta autoestima.
Autoestima
El niño o niña que tiene una autoestima alta confía en sí mismo para enfrentar
los retos e iniciar nuevas actividades, confía en sus propias ideas, establece
sus propias metas, es curioso, hace preguntas, investiga y desea experimentar
cosas nuevas. Se describe a sí mismo de manera positiva y se muestra
orgulloso de su trabajo y sus logros. Se siente cómodo con los cambios, se
adapta bien al estrés, puede manejar la crítica y la burla y persevera ante la
frustración.
El niño o niña con una baja autoestima no confía en sus ideas, no se cree
capaz de iniciar actividades o enfrentar retos, no muestra curiosidad o interés
por explorar, sino que prefiere rezagarse y mirar, se retira y se sienta aparte de
los otros niños. Se describe a sí mismo en términos negativos y no se siente
orgulloso de su trabajo. Cuando se siente frustrado abandona con facilidad y
ante situaciones de estrés muestra un comportamiento inmaduro.
Por tanto, la diferencia entre un niño con alta autoestima y otro con autoestima
baja parece estar en los deseos de explorar, niveles de confianza, curiosidad y
capacidad para adaptarse al cambio. Estos comportamientos son similares a
los que diferencian a los niños más pequeños con vínculos afectivos de
seguridad e inseguridad.
La autoestima de los niños en esta etapa no está relaciona con el valor que se
adjudican a sí mismos, sino con el modo en que se comportan con ellos los
demás. Los niños se sienten bien consigo mismos cuando son aceptados por
los demás (padres, profesores y compañeros).
Más tarde, en la niñez intermedia, la autoestima de los niños se relaciona más
con el concepto que tienen de sí mismos acerca de su competencia e
idoneidad.

2--En que consiste la etapa de Piaget, de las operaciones concretas en la


niñez media
La etapa operativa concreta es la tercera en la teoría del desarrollo cognitivo de
Piaget. Esta etapa dura alrededor de siete a once años de edad, consiste en
ser caracteriza por el desarrollo del pensamiento organizado y racional.

Piaget (1954a) consideró la etapa concreta como un importante punto de


inflexión en el desarrollo cognitivo del niño, porque marca el comienzo del
pensamiento lógico u operativo.

El niño está ahora lo suficientemente maduro como para utilizar el pensamiento


lógico o las operaciones (es decir, las reglas), pero sólo puede aplicar la lógica
a los objetos físicos (por lo tanto, concreta operacional).
Los niños adquieren las habilidades de conservación (número, área, volumen,
orientación) y reversibilidad. Sin embargo, aunque los niños pueden resolver
los problemas de una manera lógica, normalmente no son capaces de pensar
de forma abstracta o hipotética.

3--Refiérete, en un solo párrafo, al desarrollo del lenguaje


Se llama lenguaje (o adquisición de la lengua materna) al proceso conductual
por el cual los seres vivos, haciendo uso de su competencia lingüística innata,
aprenden a comunicarse verbalmente usando la lengua natural usada en su
entorno social al momento de su nacimiento y durante su infancia hasta la
pubertad. En efecto, este proceso está cronológicamente limitado ya que
sucede principalmente dentro de lo que Jean Piaget describe como 'Período
Preoperatorio' o o sea durante los primeros 4 o 5 años de vida del niño, en la
mayoría de seres humanos esto se da principalmente durante los primeros
cinco años, especialmente en lo que se refiere a la adquisición de las formas
lingüísticas y de los contenidos. Durante estos primeros años tiene lugar a
mayor velocidad de aprendizaje y se adquieren los elementos básicos y sus
significados y hasta antes de la adolescencia se consolida el uso, la
inferencia pragmática y la capacidad para entender enunciados no-literales
(irónicos, sarcásticos, etc.). Los primeros años constituyen el período
fundamental aunque el desarrollo del lenguaje se prolonga mucho más allá de
los primeros años.

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