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La influencia de Karl Marx en el cine

actual: Los juegos del hambre como


representación de sus ideas
Publicado en 1 de agosto de 2017

La película que conquistó a Estados Unidos con su


implícito mensaje de lucha de clases.
Por Camila Porto

Pintada a la entrada del Capitolio. Inicio de la revolución. En llamas.

El 21 de febrero de 1848, en Londres, fue publicado, por primera vez, El manifiesto del Partido Comunista de
Karl Marx y Friedrich Engels. Esta obra está compuesta por cuatro capítulos en donde se plasman los ideales
anti-capitalistas de ese partido. Burgueses y proletarios es el primer capítulo donde desarrollan su teoría de la
lucha de clases en una sociedad capitalista o feudal.  Proletarios y comunistas, el segundo capítulo, trata de
forma más especifica los objetivos del Partido Comunista, tales como, la abolición de la propiedad privada de
los medios de producción, la instauración de la propiedad colectiva y la revolución en las relaciones
económicas, sociales e ideológicas. El tercer capítulo es Literatura socialista y comunista donde critica otras
corrientes de pensamiento no marxistas. Por último, el cuarto capítulo, Actitud de los comunistas ante los
otros partidos de la oposición,  explica el accionar del partido en otros países.

Este tratado político dio la vuelta al mundo y fue traducido en diversos idiomas, desde ingles, francés, alemán,
ruso, sueco, castellano y danés hasta esperanto y afrikaans. El pensamiento de Marx logró conseguir un apoyo
que trascendió el tiempo, incluso en la actualidad – año 2016- hay agrupaciones políticas que tienen como
pilar la teoría marxista. León Trotsky, Vladimir Lenin y Mao Zedong fueron personalidades políticas que
causaron un gran impacto en la historia mundial y que estuvieron inspirados por el marxismo.

Marx planteaba a la sociedad con una división social entre proletarios y burgueses, los primeros explotados
por los segundos, dueños de los medios de producción. Para poner fin a este sistema de dominación llamaba a
una lucha de clases en donde el sector oprimido se rebelaría contra el opresor en una suerte de revolución.
Esta rebelión aún hoy se sigue buscando por ciertos sectores políticos, pero no solo en ese ámbito se
encuentran las idea de Marx, la lucha de clases esta presente, en mayor o menor medida, en el espacio cultural
que nos rodea, desde las bandas de rock que utilizan gestos asociados a este tipo de movimientos hasta
películas que, si bien no representan de forma explicita los ideales del marxismo, en una segunda lectura se
pueden encontrar similitudes en el mensaje que dejan.

En el 2012 fue estrenada la película Los juegos del hambre basada en el primer libro de la trilogía de Suzanne
Collins publicada en el 2008. El film obtuvo $59.250.000 millones a nivel internacional el día de su debut. Es,
hasta ahora, la película que consiguió la mayor cantidad de proyecciones a medianoche recaudando un total
de $19,7 millones solo en ese horario. En Estados Unidos, de donde es oriunda, recaudó $ 408.010.692
millones de dólares luego de 24 semanas de proyección y se convirtió en la película de mayor recaudación de
Lionsgate, la casa productora.

El éxito en su país de origen fue tanto que se consagró como la segunda película, después de Avatar, en
mantenerse en el primer lugar de la taquilla nacional durante cuatro fines de semana consecutivos.

A pesar de los montos recaudados, lo más sobresaliente y que no se puede dejar pasar es el hecho de que esta
película, en donde se plasman tan directamente los ideales de la lucha de clases, haya tenido tanto éxito en
Estados Unidos, cuna del capitalismo y opositor del comunismo.

La lucha de los distritos

El espectro del comunismo que se cernía sobre Europa es comparable con la sombra de la revolución iniciada
por Katniss Everdeen, que se cierne sobre Panem. Esta ciudad es la única que sobrevivió a la destrucción del
hombre. Establecida en lo que ahora es Norteamérica, esta compuesta por 12 distritos y el Capitolio, el
dominante de los dominados, donde se centraliza el poder tanto económico como político.

El trabajo esta dividido según el distrito, así, el 1 se encarga de la producción de artefactos de lujo para las
personas del Capitolio, el 2 se encarga de las tareas de albaliñería, en el 3 se concentran las fabricas, el 4 es un
distrito pesquero, el distrito 5 se encarga de generar energía eléctrica para todo Panem, el 6 se encarga de la
construcción del transporte, el distrito 7 es productor de madera, el 8 se encarga de la producción textil, el 9 es
un distrito productor de cereales, el 10 se encarga de la ganadería, el 11 es un distrito agricultor y el 12, de
donde proviene la protagonista y líder de la revolución Katniss Everdeen, es el encargado de la minería. El
Capitolio es el consumidor, porque como dice el Manifiesto del Partido Comunista “El que trabaja, no
adquiere. El que adquiere, no trabaja” y cierto es, en este caso, porque los distritos más alejados del Capitolio
(del 4 al 12) viven en condiciones poco dignas, representando las más bajas clases sociales, el proletariado,
según la teoría de Marx. Los distritos 1,2 y 3, si bien tienen un estilo de vida privilegiado por estar cerca de la
gran capital de la ciudad, también son explotadas por el Capitolio dirigido por el Presidente Snow, solo que
los privilegios que los posiciona por sobre los demás distritos, lo disimulan.

“Toda la historia de la sociedad humana (…) es una historia de lucha de clases. Libres y esclavos, patricios y
plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales”(El manifiesto del Partido Comunista. Buenos
Aires: Centro editor de Cultura, primera edición, 2006. Página 41), distritos y Capitolio.

En las películas, este contexto esta reflejado en la primer entrega, Los juegos del hambre. En los primeros
minutos del film se muestra el distrito 12. La gente en sus precarias casas (00:2:56), Katniss bañándose en un
cubo metálico en donde sus brazos y piernas sobresalen (00:9:13), los niños yendo a la escuela; todo captado
con cámara en mano, con planos americanos y con un constante temblor, que borronea la imagen y le otorga
más violencia y desprolijidad. Distinto es cuando la gran ciudad aparece en la pantalla, en ese momento la
cámara permanece firme, los planos detalles y los paneos (00:27:49) predominan porque esta clase social alta
se vanagloria en su excentricidad, representando la frivolidad (00:28:41). “Brotan necesidades nuevas que ya
no bastan a satisfacer”(El manifiesto del Partido Comunista.Página 47), esa frase representa a los habitantes
del Capitolio, siempre atentos a las innecesarias innovaciones.

El color es otro factor diferenciador en la película, entre el proletariado, encarnado en los distritos, y la
burguesía del Capitolio. Mientras que los sectores pobres de la ciudad se visten de colores sombríos, dentro de
la paleta del negro o marrón, casi como  si fuese un campo de concentración; las personas del Capitolio usan
colores vivos y chillones, llevados hasta el extremo para realzar la frivolidad y el ridículo al que se puede
llegar cuando lo único que importa es consumir.

Esta utilización del color no solo se refleja en las vestimentas, sino que se extiende en toda la estética de la
película. Durante la cosecha (00:14:26) donde se eligen a los próximos tributos que participaran de los juegos
del hambre, se ve como estos dos mundos de colores chocan. El distrito 12 y toda su paleta de grises se
extiende como un mar  sin vida debajo del blanco escenario en donde toda la atención se centra en el traje
fucsia y la peluca rosa pastel que usa Effie Trinket, una enviada del Capitolio para supervisar la ceremonia.

Marx dice que “el hombre es obligado a mirar con mirada fría su vida”, que el obrero es una mercancía para
los burgueses, que sus gastos se limitan a sobrevivir y perpetuar la raza, perpetuando así el sistema de la
burguesía. La historia que se cuenta en las películas también  refleja continuamente esta queja de Marx hacia
la sociedad dominante. En el minuto 00:03:06 de la primer película se muestra un grupo de hombres con
uniformes grises, palas y picos en manos, dirigiéndose de forma mecánica a las minas, “Hombres y mujeres
de hombros caídos y nudillos hinchados, muchos de los cuales ya ni siquiera intentan limpiarse el polvo del
carbón de las uñas rotas y las arrugas de sus rostros hundidos” (Los juegos del hambre. Buenos Aires: Del
nuevo extremo, tercera impresión, 2012. Página 12), son los obreros de Panem que avanzan como si fuese
esclavos porque “están todos los días bajo el yugo esclavizador de la maquina”(El manifiesto del Partido
Comunista. Página 52).   En Los juegos del hambre se refleja este pensamiento de Marx, porque el Capitolio
no ve a estas 24 personas elegidas el día de la cosecha (2 de cada distrito que son elegidos al azar para ser
arrojados en una arena y matarse entre ellos) como hombres y mujeres con familias y seres queridos, los ve
como entretenimiento, parte de un producto que ellos crearon. Se encariñan con los tributos pero cuando
mueren nadie los llora porque solo son obreros y hay muchos de ellos que pueden reemplazarlos.
“Los proletarios no tienen nada propio que asegurar, sino destruir todos los aseguramientos de los demás” (El
manifiesto del Partido Comunista. Página 58). Esta frase es la que representa al personaje de Johanna Mason,
vencedora de los 71º juegos del hambre, oriunda del distrito 7, con un fuerte carácter, rebelde y sin problemas
en decir lo que piensa o atacar al Capitolio, como lo hace durante las entrevistas televisadas previas al
Vasallaje de los Veinticinco  (juegos del hambre número 75º) en donde critica el accionar del Presidente
Snow. Sin familia, ni amigos, no teme por lo que pueda pasarle como reprimenda por sus acciones porque no
tiene nada. Durante las escenas en donde los distritos se enfrentan a los agentes de la paz (fuerzas armadas del
Capitolio) también se refleja esta característica común del proletariado. Los habitantes de los distritos avanzan
desarmados contra los agentes de la paz quienes portan uniformes adecuados para protegerse. Los primeros en
la línea de los ciudadanos caen por gracia de las armas de los protectores del Capitolio, para que quienes
vienen detrás puedan lograr su cometido (en ese caso traspasar la seguridad del Capitolio para activar una
bomba).

“La gente se muere de hambre en el 12, aquí vomitas para seguir comiendo” dice Peeta Mellark, compañero
de Katniss, en la segunda película de la saga, En llamas, cuando se expone a la vida de las personas del
Capitolio, ajenas de la situación de pobreza de los distritos y mala distribución de las riquezas.

El Manifiesto Comunista nos advierte que para la burguesía la diferencia de edades o géneros no significa
nada, tanto hombre como mujeres, niños o adultos, son vistos como una misma cosa capaz de generar capital,
en el Capitolio es igual. A los juegos del hambre se envían tanto niños, adolescentes o jóvenes adultos, sin
impedimentos morales o éticos, porque todo vale a la hora de entretener o producir. “No quiero ser otra pieza
de su juego” (1:01:34) dice Peeta Mellark, el tributo masculino del distrito 12, cuando Katniss le pregunta que
piensa hacer una vez en la arena. Todos son una pieza del juego del Capitolio, incluso una vez iniciada la
revolución.

Distritos de Panem uníos

Durante las dos últimas películas, Sinsajo: parte 1 y Sinsajo: parte 2, es en donde se desarrolla la revolución,
ese movimiento al que incitaba Marx para detener el sistema burgués. “El proletariado maneja las armas que
van a terminar con la burguesía” (El manifiesto del Partido Comunista. Página 51), porque  la forma de
sobreponerse a este sistema es “destruyendo violentamente una gran masa de fuerzas productivas” y los
rebeldes de los distritos así lo hacen, cesando la producción e incluso, dañando la maquinaría. De esta forma
el Capitolio se queda sin insumos y se ve obligado, por primera vez, a consumir de forma consiente,
minimizando y racionalizando los productos. “Se aumentaron las cuotas diarias de producción” rezaban los
carteles en los distritos que no se habían unido, aún, a la revolución, en un intento por abastecer al Capitolio
sin afectar su estilo de vida. Un objetivo que no se cumplió.

“Está pasando. Por fin sucede. En las minas, las personas quieren pelear” dice Gale Hawthorne, mejor amigo
de Katniss, cuando se entera que los distritos comienzan a levantarse después de que ella le contara sobre  los
alzamientos que presenció durante el Tour de los vencedores (los ganadores de los juegos se pasean por los
distritos y el Capitolio) La revolución comienza siendo la idea de unos pocos para después tornarse local y
finalizar siendo un movimiento nacional/mundial, tal y como decía Marx, y como pensaban los rebeldes
cuando decían que “el plan es convencer a todos los distritos”. “Esta revolución es de todos” decía Alma
Coin, Presidente del distrito 13, un sector que había sido bombardeado por el Capitolio debido a su
insubordinación pero que supo resurgir bajo tierra para apoyar la rebelión.
El movimiento de Marx tenía un símbolo y un gesto: la hoz y el martillo, y el puño alzado en señal de
rebelión. Los rebeldes de los distritos usan el sinsajo (una especie de ave que copia el sonido reproducido por
los humanos) como símbolo y los tres dedos alzados como gesto revolucionario.

“Sean libres de compartir el fruto de su trabajo y no competir con el otro por migajas” dice la Presidenta Coin
en su discurso motivador a los rebeldes. “De morir que sea por una causa y no por un espectáculo. De morir
que sea por todo Panem y que sea para     siempre” dice la Comandante Paylor del distrito 8 antes de atacar el
Capitolio. Los rebeldes peleaban por su libertad económica y social, querían tomar el poder, porque como
expone Marx, el proletariado tiene que llegar al poder para lograr afectar la estructura social opresora de la
burguesía.

El Presidente Snow, líder de los burgueses del Capitolio, entendía lo que estos distritos buscaban, “No vienen
a liberarnos, su intención es destruir nuestro modo de vida” les dice a los habitantes de su ciudad y es verdad,
porque destruir la centralización del poder y la propiedad privada de los medios de producción es el objetivo
de los distritos rebeldes. En el discurso de Snow es en donde se reconfirma la inclinación marxista de la
película. “(..) Paz basada en ley y orden. Es un contrato. Todos los distritos proveen al Capitolio como la
sangre al corazón. A cambio, el Capitolio les brinda orden y seguridad. Negarse a trabajar es poner en peligro
todo el sistema. El Capitolio es el corazón de Panem, nada puede sobrevivir sin un corazón” (00:16:28,
Sinsajo: parte 2). En el Manifiesto Comunista dice que los burgueses defendían su estructura social como
dictada por “leyes naturales eternas o dictados de la razón”.

La revolución termina por ser exitosa, los rebeldes llegan hasta el Capitolio (1:32:27, Sinsajo: parte 2) y
toman el poder. El proletariado triunfó.

El objetivo de Marx, “derrocar por la violencia el régimen existente” (El manifiesto del Partido Comunista.
Página 94), es el mismo que tienen los rebeldes de esta película, es decir, que la historia de Los juegos del
hambre es una historia de lucha de clases y solo basta con prestarle atención al mensaje revolucionario que
comparten.

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influencia-de-karl-marx-en-el-cine-actual-los-juegos-del-hambre-como-
representacion-de-sus-ideas/

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