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ESTABILIZACIÓN DE SUELOS

Gianfranco Perri 2007

En las obras de ingeniería, cuando un suelo presenta resistencia y rigidez suficientes


para no sufrir deformaciones ni desgastes inadmisibles por la acción del uso o de los
agentes atmosféricos y conserva además esta condición bajo los efectos climatológicos
normales propios de la localidad, se dice que el suelo es estable.

El suelo natural a veces posee la composición granulométrica y la plasticidad así como


la humedad necesarias para que, una vez apisonado, presente las características
mecánicas que lo hacen utilizable en las obras de ingeniería como base de apoyo o de
tránsito. Otras veces, los suelos naturales no posen tales condiciones y para ser
empleados en las obras de ingeniería requieren ser previamente estabilizados.

En general puede decirse que casi todos los suelos pueden ser estabilizados, pero para
ello solamente en algunos casos es suficiente un tratamiento mecánico (densificación o
compactación) de los mismos suelos naturales, mientras en otros casos la estabilización
se logra solamente recurriendo a aportaciones de otros suelos o de otros elementos (por
ejemplo cemento, cal, aceites sulfonatos, cloruro de sodio, etc.) por lo general en
adición y previamente al necesario e inevitable tratamiento mecánico.

Estabilización mecánica, es aquella con la que se logra mejorar considerablemente un


suelo sin que se produzcan reacciones químicas de importancia sino solamente cambios
físicos en el mismo. Hay varios métodos como lo son: la compactación; la mezcla de
suelos; la interposición de geosintéticos.

Estabilización química, es aquella que recurre a la utilización de ciertas sustancias


químicas cuyo uso involucra la sustitución de iones metálicos y cambios en la
constitución de los suelos involucrados en el proceso. Entre las sustancias más
comúnmente utilizadas en la estabilización química de los suelos, son más frecuentes:
el cemento Pórtland; la cal; el aceite sulfonato; los productos asfálticos; el cloruro de
sodio o de calcio.

Cemento Portland: aumenta la resistencia de los suelos y se usa principalmente para


arenas y gravas finas, arenas muy arcillosas, arcillas muy arenosas..

Cal: disminuye la plasticidad de los suelos aumentando al mismo tiempo su resistencia


y se usa principalmente para las arcillas y suelos muy arcillosos en general.

Aceite Sulfonato: disminuye la afinidad al agua de los suelos finos aumentando su


resistencia y se usa principalmente para las arcillas y suelos muy arcillosos en general.

Productos Asfálticos: asignan cohesión a los suelos granulares y son usados para todo
suelo granular con muy poca cohesión o sin cohesión.

Cloruro de Sodio o de calcio: impermeabilizan y disminuyen los polvos y son usados


principalmente para arcillas y limos.

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