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Fundamento y sentido de los

Fundamento y sentido de los criterios de oportunidad


criterios de oportunidad Joaquín Merino Herrera
Roberto A. Ochoa Romero

ROBERTO A. OCHOA ROMERO JOAQUÍN MERINO HERRERA

Es licenciado en Derecho por la Universidad Iberoame- Es doctor en Derecho por la Universidad Complutense
ricana. Obtuvo, con la máxima calificación, los grados La reforma constitucional en materia de seguridad y justicia de 2008 cons- de Madrid, grado que obtuvo con la calificación de So-
de maestro y doctor en Derecho en la Universidad Com- tituye un hito en la forma de ver y entender el sistema de enjuiciamiento bresaliente Cum Laude por unanimidad. Es licenciado
plutense de Madrid, España, donde ha sido colaborador penal mexicano. Los ajustes que dicha reforma produjo en el texto de la en Derecho por el Centro Universitario México (cum) y
honorífico del Departamento de Derecho Penal, y desde Constitución general de la República integran un nuevo esquema procesal en España. Es Investigador nacional nivel 1 del Sistema
2012 es colaborador honorario del Departamento de penal que abre la puerta a la utilización racionada del monopolio estatal de Nacional de Investigadores (sni) del Conacyt y colegia-
Derecho Civil, Penal y Procesal de la Universidad de la violencia. La incorporación de los criterios de oportunidad en nuestro do en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.
Córdoba, España. Ha impartido cursos en materia penal marco constitucional debe concebirse como el comienzo de la depuración Es investigador titular del Inacipe y se ha centrado
y procesal penal en universidades nacionales, extranje- de los supuestos de injerencia penal para que se extienda, como una urgente en el análisis de muy variados aspectos de Política cri-
ras y en instituciones públicas. necesidad, a la reestructuración de la legislación sustantiva; de modo que, a minal, de Derecho penal, de Derecho procesal penal y
Es autor y coautor de diversos libros y artículos, en- partir de ello, se hagan realidad las exigencias dimanantes del principio de de Derecho penal internacional. Ha sido autor y coor-
tre los que destacan Justicia penal y colaboración con dinador de trabajos de investigación vinculados a la

Fundamento y sentido de los criterios de oportunidad


mínima intervención.

Joaquín Merino Herrera y Roberto A. Ochoa Romero


la autoridad, La justificación de la pena, Fundamentos reforma al sistema de justicia penal mexicano. Dentro
de Derecho penal mexicano (dos tomos), La privación Para contribuir a tan ambicioso objetivo nacional, en esta obra se desa- de su actividad docente, ha impartido diversas asigna-
ilegal de la libertad. Especial referencia a los tipos rrolla un análisis exhaustivo de los diferentes aspectos que dan sustento a la turas relacionadas con el Derecho penal (Parte general
penales contenidos en la Ley General para Prevenir y consideración de los criterios de oportunidad para el ejercicio de la acción y Parte especial), el Derecho procesal penal y con la
Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, Delitos penal pública. persecución del delito. Ha pronunciado diferentes con-
cometidos por servidores públicos contra la Adminis- ferencias tanto en México como en el extranjero sobre
tración de Justicia, Compendio de Derecho penal mexi- ISBN 978-607-8447-13-8
la represión penal de sectores delictivos como la delin-
cano y Los delitos de narcomenudeo (en prensa). cuencia organizada, el lavado de dinero y el terrorismo
Se ha desempeñado como asesor del Coordinador y su financiación.
General de Investigación y del Subprocurador de proce- 9 786078 447138 Dentro de los libros y artículos científicos de su auto-
dimientos penales “C”, en la PGR (donde, asimismo, ha ría se encuentran: La protección de testigos en el marco
sido Subdelegado de procedimientos penales); Subpro- de la persecución penal de la delincuencia organizada;
curador fiscal de asuntos penales del Distrito Federal; Marco estratégico de las Naciones Unidas contra el te-
Jefe de la división normativa de investigaciones labo- rrorismo. Medidas de tratamiento y persecución penal;
rales del Instituto Mexicano del Seguro Social, fiscal Al-Qaeda: una compleja manifestación del terrorismo
especial de la Unidad especializada en investigación internacional; Delincuencia organizada; “Estrategias
de secuestros y Coordinador general de la Unidad Es- de persecución penal contra la financiación del terroris-
pecializada en Investigación de Secuestros de la enton- mo”; “Tratamiento y persecución penal de la financia-
ces Subprocuraduría de Investigación Especializada en ción del terrorismo”; “Terrorismo internacional: rasgos
Delincuencia Organizada de la PGR. Fue becario del esenciales de su configuración”; “Una aproximación al
Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMex) para concepto de terrorismo”, y “Carencias e inconvenientes
la realización de estudios posdoctorales en el extranjero de las represión penal antiterrorista”.
(2011).
Actualmente es investigador titular en el Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM, profesor en el
Instituto Nacional de Ciencias Penales y en la Escuela
Libre de Derecho, así como Miembro del Sistema Na-
cional de Investigadores del Conacyt, nivel I.

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TEMAS SELECTOS

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DIRECTORIO

Arely Gómez González


Procuradora General de la República
y Presidenta de la H. Junta de Gobierno del Inacipe

José Alberto Rodríguez Calderón


Subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la pgr
y Secretario Técnico de la H. Junta de Gobierno del Inacipe

Rafael Estrada Michel


Director General
del Instituto Nacional de Ciencias Penales

Elisa Speckman Guerra


Secretaria General Académica

Jorge Martínez Iglesias


Secretario General de Extensión

Alfonso Jesús Mostalac Cecilia


Director de Publicaciones

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FUNDAMENTO Y SENTIDO
DE LOS CRITERIOS DE
OPORTUNIDAD

Joaquín Merino Herrera Roberto A. Ochoa Romero


Doctor en Derecho por la Doctor en Derecho por la
Universidad Complutense de Universidad Complutense de
Madrid Madrid
Investigador en el Instituto Investigador en el Instituto de
Nacional de Ciencias Penales Investigaciones Jurídicas de la unam

México, D.F., 2015

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Fundamento y sentido de los criterios de oportunidad

© Instituto Nacional de Ciencias Penales

Instituto Nacional de Ciencias Penales,


Magisterio Nacional núm. 113, Col. Tlalpan,
Del. Tlalpan, C.P. 14000, México, D.F.
Primera edición, 2015.

ISBN: 978-607-8447-13-8

Se prohíbe la reproducción par­cial o total, sin importar el medio, de cualquier capítulo o in­formación de esta obra, sin previa y expresa
autorización del Instituto Nacional de Ciencias Penales, titular de todos los derechos.

Esta obra es producto del esfuerzo de investigadores, profesores y especialistas en la materia, cuyos textos están dirigidos a
estudiantes, expertos y público en general. Considere que fotocopiarla es una falta de respeto a los participantes en la misma
y una violación a sus derechos.

Las opiniones expresadas en esta obra son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan la postura del Instituto
Nacional de Ciencias Penales.

Este libro es el resultado de una investigación que fue solicitada y debidamente remunerada por la Secretaría Técnica del Consejo de
Coordinación para Implementación del Sistema de Justicia Penal (SETEC) al Instituto Nacional de Ciencias Penales.

www.inacipe.gob.mx
publicaciones@inacipe.gob.mx

Merino Herrera, Joaquín, autor.


Fundamento y sentido de los criterios de oportunidad /
Joaquín Merino Herrera, Roberto A. Ochoa Romero. -– Primera
edición. –- México, D.F. : Instituto Nacional de Ciencias Penales, 2015.

xxvi 172 páginas ; 23 cm.


Bibliografía: páginas 165-172

ISBN 978-607-8447-13-8

Derecho penal – México. 2. Procedimiento penal – México.


3. Derecho procesal – México. 4. Sentencias – México. I. Ochoa
Romero, Roberto Andrés, autor. II. Instituto Nacional de Ciencias
Penales (México). III. Título.
Impreso en México • Printed in Mexico
D345.672-scdd21 Biblioteca Nacional de México

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ÍNDICE

Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XI

Prólogo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XVII

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XXI

Capítulo I
Cuestiones preliminares

1. Los antecedentes constitucionales del nuevo sistema de


enjuiciamiento criminal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

Capítulo II
El principio de legalidad penal

1. El significado del principio de legalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . 9


2. Contenido de la garantía criminal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.1. Breve referencia al principio de ofensividad. . . . . . . . . . . 12
2.2. Exigencias de la garantía criminal . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
3. Contenido de la garantía penal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
4. Contenido de la garantía jurisdiccional . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
5. Contenido de la garantía de ejecución. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

Capítulo III
Legalidad y principio de oportunidad

1. A modo de introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2. Principio de necesidad y principio de oficialidad. . . . . . . . . . . 31
2.1. Principio de necesidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
2.2. Principio de oficialidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

VII

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VIII FUNDAMENTO Y SENTIDO DE LOS CRITERIOS DE OPORTUNIDAD

3. Los criterios de oportunidad. Antecedentes de su regulación. . 34


3.1. Legalidad vs oportunidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
3.1.1. Legalidad y oportunidad “reglada”. . . . . . . . . . . . . 42
4. Oportunidad y principio de mínima intervención. . . . . . . . . . . 43
4.1. El carácter fragmentario del Derecho penal. . . . . . . . . . . 44
4.2. La naturaleza subsidiaria del Derecho penal. . . . . . . . . . . 44
5. Oportunidad y necesidad/utilidad de la intervención penal. . . 45
6. Supuestos de cuestionable procedencia del principio
de oportunidad: delincuencia organizada y delitos graves. . . . 46
6.1. Delincuencia organizada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
6.2. Delitos graves: especial consideración del homicidio
y los delitos contra la libertad e indemnidad sexuales . . . 54

Capítulo IV
Aspectos de Derecho comparado

1. En torno a la reforma procesal penal latinoamericana. . . . . . . 57


1.1. Criterios de oportunidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
2. El caso colombiano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
2.1. Causales de aplicación del principio de oportunidad . . . . 66
2.1.1. La aplicación de los criterios de oportunidad
en el contexto latinoamericano. . . . . . . . . . . . . . . . 71

Capítulo V
Un primer paso hacia la regulación
de los criterios de oportunidad
en la legislación procesal penal mexicana

1. La entrada en vigor del Código nacional


de procedimientos penales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
2. Un primer planteamiento sobre la aplicación reglada
de los criterios de oportunidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
3. Sobre la aplicación total o parcial de los criterios
de oportunidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
4. Momentos procesales para optar por la aplicación
de los criterios de oportunidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
5. En torno a los efectos de los criterios de oportunidad. . . . . . . 87

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ÍNDICE IX

6. La intervención de la víctima o del ofendido. . . . . . . . . . . . . . 89


7. Control judicial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
8. La aplicación reglada de los criterios de oportunidad . . . . . . . 93
8.1. Supuestos de poca relevancia, de mínima
culpabilidad o de exigua participación. . . . . . . . . . . . . . . 93
8.2. Hechos de menor relevancia penal
en comparación con otros. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
8.3. Proporcionalidad, utilidad y humanidad de las penas. . . . 102
8.4. La aplicación de criterios de oportunidad
sobre delitos de contenido patrimonial. . . . . . . . . . . . . . . 105
8.5. Colaboración eficaz con la autoridad . . . . . . . . . . . . . . . . 107

Capítulo VI
La regulación de los criterios de oportunidad
en el Código nacional de procedimientos penales

1. El Código nacional de procedimientos penales. . . . . . . . . . . . 111


1.1. El proceso legislativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112
1.2. Aspectos clave a considerar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
2. Criterios de oportunidad y Estado de Derecho. . . . . . . . . . . . . 132
2.1. Afectación al principio de reserva de ley . . . . . . . . . . . . . 135
2.2. Los alcances de la noción de interés público
en la regulación de los criterios de oportunidad . . . . . . . . 137
3. El marco de regulación de los criterios de oportunidad. . . . . . 144
3.1. Reglas de aplicación general. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
3.2. En torno a las modalidades de sistema nacional
de numerus clausus. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150

Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165

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PRESENTACIÓN

La reforma que recientemente experimentó la fracción XXI del ar­


tículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexica­
nos1 representa un paso sustancial rumbo a la consolidación de las ex­
pectativas que, por lo menos desde 20082, nos hemos fijado en materia
de seguridad y justicia. Eso es así porque a través de ella se ha dado un
enfoque muy diferente y más democrático en la manera de concebir
nuestro sistema de enjuiciamiento penal. Como sabemos, a partir de
esta importante reforma constitucional se otorgó al Congreso general
la facultad de “expedir la legislación única en materia procedimental
penal, de mecanismos alternativos de solución de controversias, de
ejecución de penas y de justicia penal para adolescentes, que regirá en
la República en el orden federal y en el fuero común”, con lo cual que­
daron habilitados los trabajos legislativos que poco tiempo después
desembocaron en la creación y publicación del “Código nacional de
procedimientos penales3 y de la “Ley nacional de mecanismos alter­
nativos de solución de controversias en materia penal” -con los ajustes
que ésta requería en el citado texto procedimental penal único-4.
Con este nuevo esquema unificador se optimiza el funcionamien­
to de la maquinaria procesal penal que debe ponerse en marcha para
colmar las exigencias que derivan del componente garantista que in­

1 Vid. Decreto por el que se reforma la fracción XXI del artículo 73 de la Consti­

tución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial de la Federación de


8 de octubre de 2013.
2 Particularmente vid. Decreto por el que se reforman y adicionan diversas dispo­

siciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial


de la Federación de 18 de junio de 2008.
3 Vid. Decreto por el que se expide el Código Nacional de Procedimientos Penales,

Diario Oficial de la Federación de 5 de marzo de 2014.


4 Vid. Decreto por el que se expide la Ley Nacional de Mecanismos Alternativos

de Solución de Controversias en Materia penal, se reforman diversas disposiciones


del Código Nacional de Procedimientos Penales y se reforman y adicionan diversas
disposiciones del Código Federal de Procedimientos Penales, Diario Oficial de la
Federación de 29 de diciembre de 2014.

XI

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XII FUNDAMENTO Y SENTIDO DE LOS CRITERIOS DE OPORTUNIDAD

forma el proceso penal acusatorio y oral que consagra el artículo 20


de la Constitución general. En este sentido, los avances por lo menos
pueden observarse a partir de dos ángulos, esto es, desde un punto de
vista que atiende aspectos de fondo y desde una perspectiva esencial­
mente operativa o funcional. En el primer caso, conviene considerar
que la unidad procedimental vino a disminuir las posibilidades de la
vulneración que, a causa de la dispersión legislativa que registraron
aquellos códigos procesales que se pretendieron adecuar a la reforma
al sistema de justicia penal, se produjo sobre una serie de principios,
postulados, criterios y derechos de reconocimiento universal. En este
contexto, por ejemplo, la garantía de seguridad jurídica fue perma­
nentemente invocada en los debates del proceso legislativo que llevó
a la creación del Código nacional de procedimientos penales, y ello,
sobre la base de la idea de que “un solo código procedimental permite
identificar con claridad cuáles serán las normas jurídicas a observar
en todo el país sin temor a cambiar de entidad federativa”, de manera
que, a estos efectos, el principio de reserva de ley5, manifestación
misma de la seguridad jurídica que ofrece el principio de legalidad,
permite conocer cuál será el único marco procesal al que deberán ce­
ñirse los asuntos del orden penal.
Además de la garantía de certeza jurídica en los términos expues­
tos, se debe considerar que la concreción legislativa en materia pro­
cedimental penal favorece el efectivo cumplimiento del principio de
igualdad ante ley, igualdad procesal, proporcionalidad en materia pro­
cesal penal y de otros tantos principios y derechos que reconoce nues­
tra Constitución general y aquellos tratados internacionales en materia
de Derechos humanos de los que México es parte.
Por lo que corresponde a la vertiente esencialmente operativa o
funcional, cabe expresar que mediante la unidad procedimental se agi­
liza y mejora la cooperación coordinada que debe existir entre las en­
tidades federativas y entre éstas y la Federación, dado que, al quedar
establecida una misma línea de actuación en el procedimiento penal,
lo esperable es que se eliminen los obstáculos que podían aparecer en­
tre las autoridades de un estado a otro o de un fuero a otro, debido a las

5 Que en este caso se corporiza con el hecho de que, en términos de la fracción

XXI del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se


dote al Congreso general de la facultad exclusiva de legislar en materia procedimental
penal.

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PRESENTACIÓN XIII

interpretaciones divergentes que se hicieron sobre la reforma al siste­


ma de justicia penal, cuestión que, a su vez, propicia un escenario de
administración y procuración de justicia más factible para satisfacer
otro aspecto de fondo, como lo es el derecho humano a tener acceso a
una justicia pronta y expedita.
Pero en el marco de este sistema procesal penal acusatorio y oral,
que ciertamente se fortaleció con la reforma de 2011 en materia de
derecho humanos6, adquiere otra fisonomía el acceso a una justicia
pronta y expedita, puesto que ahora la celeridad procesal no solamente
se cristaliza con el hecho de agotar todas las etapas procedimentales
hasta que se dicten, por tribunales expeditos para ello, resoluciones
que pongan fin al procedimiento de manera pronta, completa e impar­
cial, sino también en supuestos regulados de terminación anticipada
del proceso penal que ahora se muestran, por ejemplo, mediante los
mecanismos alternativos de soluciones de controversias7 o bien a tra­
vés de los criterios de oportunidad8.
Los criterios de oportunidad, que precisamente son objeto de un
muy extenso análisis en el trabajo que ahora presento, quedan clasifi­
cados dentro de las “formas de terminación de la investigación” que
integra el Código nacional de procedimientos penales. En particular,
implican la facultad que constitucionalmente se confiere al Ministerio
Público para que, en supuestos muy concretos, esto es, sobre la base
de un sistema reglado, pueda prescindir del ejercicio de la acción pe­
nal, siempre que, en todo caso, se “hayan reparado o garantizado los
daños a la víctima u ofendido o ésta manifieste su falta de interés jurí­
dico en dicha reparación”. Así, la aplicación de los criterios de opor­
tunidad tiene como efecto, en etapas procedimentales muy tempranas
-que no podrán exceder del momento previo a que se dicte el auto de
apertura a juicio-, la extinción de la acción penal con respecto al autor
o participe en cuyo beneficio se disponga dicha aplicación, de manera

6 Vid. Decreto por el que se modifica la denominación del Capítulo I del Título Pri­

mero y reforma diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos, Diario Oficial de la Federación de 10 de junio de 2011.
7 Vid. cuarto párrafo del artículo 17 de la Constitución Política de los Estados

Unidos Mexicanos, así como su desarrollo en la Ley Nacional de Mecanismos Alter­


nativos de Solución de Controversias en Materia penal.
8 Vid. séptimo párrafo del artículo 21 de la Constitución Política de los Estados

Unidos Mexicanos, así como su desarrollo del artículo 256 al 258 del Código nacional
de procedimientos penales.

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XIV FUNDAMENTO Y SENTIDO DE LOS CRITERIOS DE OPORTUNIDAD

que la injerencia penal se da por terminada con plena satisfacción de


la víctima del delito y evitando, por regla general, el desarrollo de
un procedimiento penal en asuntos de poca relevancia, lo cual, como
mínimo, permite quitar algún peso a la carga de trabajo que sufre tanto
la procuración como la administración de justicia, pero, sobre todo,
cumplir con la expectativa de ir consolidando un sistema de justicia
penal inspirado en el principio de mínima intervención.
Se puede decir, por lo tanto, que se produce una simplificación del
proceso penal que tiene su base dogmática en el principio de oportu­
nidad, solamente que, como ya expresé, dicho principio desplegará
sus beneficios de forma reglada, de lo que resulta que su aplicación
se rige por la excepción, lo quiere decir que, previa ponderación por
parte del Ministerio Público, los criterios de oportunidad tendrán
aplicación sobre determinados supuestos y si se cumplen ciertos re­
quisitos.
Debido a la importancia que tiene este principio, sobre todo cuan­
do se proyecta en la aplicación reglada de los criterios de oportuni­
dad, la Secretaría Técnica del Consejo de Coordinación para la Im­
plementación del Sistema de Justicia Penal (SETEC), a través de la
Dirección General de Estudios y Proyectos Normativos, solicitó al
Instituto Nacional de Ciencias Penales —institución académica y de
investigación que desempeña un papel preponderante en la capacita­
ción de los operadores del sistema de justicia penal— la elaboración
de un estudio monográfico sobre esta figura procesal, mismo que, de
origen, llevó por título “El proceso de aplicación de los criterios de
oportunidad” y que ahora, tras ser adecuado por sus autores al Código
nacional de procedimientos penales, se titula “Fundamento y sentido
de los criterios de oportunidad”.
De esta forma, “Fundamento y sentido de los criterios de oportuni­
dad”, que fue realizado por los doctores en Derecho Roberto Andrés
Ochoa Romero y Joaquín Merino Herrera, especialistas en Derecho
penal, es un referente necesario para conocer la base dogmática, pará­
metros, procedimientos y aspectos esenciales que permiten una apli­
cación congruente y lógica de los criterios de oportunidad por parte
del Ministerio Público, eliminando la subjetividad en la interpretación
legislativa y contribuyendo así a construir procedimientos de actua­
ción homologados para los actores del sistema de justicia penal de los
tres órdenes de gobierno. Precisamente, ésa es una de las atribuciones
del Consejo de Coordinación para la Implementación del Sistema de

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PRESENTACIÓN XV

Justicia Penal: diseñar criterios que permitan armonizar el nuevo mar­


co jurídico en los ámbitos federal, estatal y municipal.
En esta medida, “Fundamento y sentido de los criterios de opor­
tunidad” representa un paso más en la reforma procesal penal, para
consolidar los esfuerzos que el país emprendió desde hace más de una
década con el desarrollo de programas de justicia alternativa y en línea
de coherencia con diversos instrumentos jurídicos internacionales, ta­
les como la “Declaración sobre los principios fundamentales de justi­
cia para las víctimas de delitos y abuso de poder” (1985), los “Princi­
pios básicos sobre la utilización de programas de justicia restaurativa
en materia penal” (2002), y la “Declaración de Bangkok” (2005) que
refiere las Sinergias y respuestas: alianzas estratégicas en materia de
prevención del delito y justicia penal, de la que México es parte.
Con este trabajo avanzamos en la construcción del nuevo sistema
de justicia penal, que integra la experiencia de programas y sistemas
de justicia pronta y expedita nacionales e internacionales que han lo­
grado resolver controversias de naturaleza penal con la evidente re­
composición del tejido social.

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PRÓLOGO

De acuerdo con el nuevo Código Nacional de Procedimientos Pena­


les, una de las obligaciones del Ministerio Público (mp) es “decidir la
aplicación de criterios de oportunidad” en los diversos casos que prevé
esta legislación adjetiva.1 La novedosa figura jurídica, que se introdujo
en 2008 con el bloque de reformas constitucionales para instaurar el
nuevo sistema de justicia penal en el país,2 permite extinguir el ejerci­
cio de la acción penal –desde la etapa de la investigación del delito y
antes de la apertura del juicio– siempre que se hayan reparado o garan­
tizado los daños mediante un acuerdo previo celebrado entre la víctima
u ofendido y la persona imputada, con la aprobación del mp o Juez de
control, tratándose de delitos considerados de menor lesividad, entre
los que se encuentran aquellos que se persiguen por querella, los cul­
posos o los patrimoniales cometidos sin violencia contra las personas.3
Es decir, los criterios de oportunidad son un importante instrumen­
to procesal que abre las puertas a soluciones alternativas para los con­
flictos judiciales, con respeto a los derechos humanos de las personas
involucradas y garantizando mayor seguridad y certeza jurídicas en
tanto estos criterios se ejerzan de manera uniforme. Todo esto con­
lleva además un beneficio enorme para los órganos encargados de la
procuración y administración de la justicia penal porque reduce de
manera considerable la carga de trabajo y posibilita una atención más
concentrada en los delitos que afectan el interés público o ponen en
peligro otros bienes jurídicos.

1 Artículo 131, fracción XIV, del Código Nacional de Procedimientos Penales,


cuyo decreto de expedición se publicó el 5 de marzo de 2014 en el Diario Oficial de
la Federación.
2 Ver párrafo siete del reformado artículo 21 de la Constitución Política de los Esta­

dos Unidos Mexicanos: “El Ministerio Público podrá considerar criterios de oportuni­
dad para el ejercicio de la acción penal en los supuestos y condiciones que fije la ley”.
3 Cfr., artículos 186 y 187 del Código Nacional de Procedimientos Penales. Por

el contrario, los criterios de oportunidad no aplican en casos de delitos contra el libre


desarrollo de la personalidad, violencia familiar, fiscales o aquellos que afecten gra­
vemente el interés público (artículo 256).

XVII

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XVIII FUNDAMENTO Y SENTIDO DE LOS CRITERIOS DE OPORTUNIDAD

Hoy en día, los criterios de oportunidad y el proceso que implica


su aplicación han quedado establecidos en este código procesal penal
único, así como en más de veinte códigos penales de diferentes enti­
dades federativas, en lo que representa un avance significativo en la
implementación del nuevo sistema de justicia penal que deberá operar
plenamente en el país en 2016. Sin duda, la adopción de nuevas prác­
ticas exige un proceso de aculturación que asegure la correcta recep­
ción y asimilación de los principios rectores y elementos novedosos
por parte de quienes operan el sistema procesal o tienen relación con
éste: ministerios públicos, jueces, peritos, policías, abogados defenso­
res y académicos, entre otros.
En este sentido, coincidimos con las palabras de la Dra. María de
los Ángeles Fromow Rangel, al frente de la Secretaría Técnica del
Consejo de Coordinación para la Implementación del Sistema de Jus­
ticia Penal:

Cambiar, mejorar y fortalecer las instituciones del sistema de justicia pe­


nal implica transformar la legislación y aplicar agendas de cambio simul­
táneas. Por ello se requiere brindar a los operadores […] las destrezas,
capacidades y habilidades para un cambio de esta envergadura, y construir
procedimientos de actuación homologados que en sus resultados recobren
la confianza de la sociedad y fortalezcan la lucha contra la impunidad […]
En este proceso es imprescindible la colaboración con el sector académi­
co, así como de la sociedad civil organizada en las entidades donde ya
opera de manera parcial y total el nuevo sistema de justicia penal.4

En el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), como sector


académico comprometido con la implementación exitosa del nuevo
sistema de justicia penal y en colaboración con la Secretaría Técnica
del Consejo citado, hemos preparado una obra que reúne los aspectos
esenciales de los criterios de oportunidad, a cargo del Dr. Roberto An­
drés Ochoa Romero y el Dr. Joaquín Merino Herrera, dos reconocidos
investigadores especialistas en derecho penal.
La obra es una herramienta imprescindible para comprender la con­
figuración y alcances de los criterios de oportunidad, así como para la

4 Janet Huerta Estefan, “Tendremos juicios orales penales en todo el país en el

2016. Entrevista con Ma. de los Ángeles Fromow Rangel”, Foro Jurídico, Revista
Especializada [en línea], abril de 2013, <http://www.forojuridico.org.mx/entrevista-
ma-de-los-angeles-fromow-rangel/> [consulta: 21 de abril, 2014].

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PRÓLOGO XIX

correcta aplicación de los mismos. Parte de una investigación amplia


y profunda sobre esta figura procesal en las legislaciones internacional
y nacional, establece un referente técnico-jurídico a fin de que el mp
pueda aplicar con plena certeza jurídica los diversos supuestos que
involucran los criterios de oportunidad señalados en el Código Na­
cional de Procedimientos Penales e incluye un análisis de los textos
procesales de las entidades federativas que ya han adecuado su legis­
lación a la reforma constitucional, de la misma manera que revisa los
proyectos locales que pretenden destinarse a dicho fin. Asimismo, esta
obra refuerza lo planteado en el nuevo Código, contribuyendo a uni­
ficar la teoría, la práctica, la didáctica y la jurisprudencia del sistema
de justicia penal.
Con los criterios de oportunidad, que representan un elemento fun­
damental de la justicia alternativa, junto con la introducción de otras
figuras jurídicas como los juicios públicos y grabados, y la presencia
del juez para escuchar a las partes, entre otras, se construye una nueva
cultura procesal que busca agilizar la solución de los conflictos pena­
les, trabajando de manera expedita, eficiente, eficaz, transparente y
sencilla.
Instituto Nacional de Ciencias Penales

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1431OCHOYMERINO.indb 20 12/7/15 4:18 PM
INTRODUCCIÓN

El 18 de junio de 2008 se publicó en el Diario Oficial de la Federa-


ción (DOF) un decreto a través del cual se reformaron los artículos
16, 17, 18, 19, 20, 21 y 22; las fracciones XXI y XXIII del artículo
73; la fracción VII del artículo 115 y la fracción XIII del apartado “B”
del artículo 123; todos ellos de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos (CPEUM). Dentro de este importante bloque de
reformas constitucionales se integraron diferentes figuras, principios
y disposiciones —en unos casos de corte sustantivo y en otros de na­
turaleza procesal— que se suman a la profunda reestructuración de
otros presupuestos, máximas o referentes ya previstos en la Constitu­
ción Federal y que, en conjunto o complementariamente con aquellos,
vienen a dar cuerpo a un nuevo sistema procesal penal “acusatorio”
y oral.
Uno de estos ajustes constitucionales quedó plasmado en un nuevo
párrafo séptimo del artículo 21 CPEUM, siendo que con él se introdu­
jo a nuestro esquema procedimental penal la figura de los “criterios de
oportunidad” en los siguientes términos:

El Ministerio Público podrá considerar criterios de oportunidad para


el ejercicio de la acción penal, en los supuestos y condiciones que fije la
ley.

Así, este artículo constitucional ya no se reduce a dar supremo sus­


tento jurídico al monopolio del Ministerio Público en el ejercicio de
la acción penal pública y, por lo tanto, a su autoridad, conducción y
dirección en la investigación del delito, pues, además de ello, ahora
confiere rango constitucional a la facultad de dicho órgano acusador
para prescindir, en ciertos casos y/o por razones muy concretas, de
esa función de persecución penal que constitucionalmente tiene en­
comendada.
En efecto, con los criterios de oportunidad se concede al Ministerio
Público la potestad de suspender o interrumpir, con carácter excepcio­
nal, el ejercicio de la acción penal. Ahora el acusador público podrá

XXI

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XXII FUNDAMENTO Y SENTIDO DE LOS CRITERIOS DE OPORTUNIDAD

optar por no poner en marcha la maquinaria procesal penal respecto


de los autores de ciertos delitos considerados de “menor relevancia”,
pero también en casos que permitan al Estado extraer de un impu­
tado “información esencial” que lleve a la captura o investigación
de otros imputados. Estas causas de procedencia de los criterios de
oportunidad se suman a otra muestra igualmente representativa de
una concepción más evolucionada en materia de protección de los
derechos humanos, como lo es aquella que concede la oportunidad
en función de los principios de proporcionalidad y humanidad de las
penas, porque también se podrá prescindir de la persecución del delito
si la persona imputada ha sufrido un daño físico o psicoemocional
grave con motivo del hecho delictivo o, fuera de ello, si ha contraído
una enfermedad terminal que haga innecesaria o desproporcionada la
aplicación de la pena. No obstante, dichas alternativas, al igual que
otras, quedan supeditadas a que se colmen ciertas circunstancias y
algunos requisitos previstos en la legislación procedimental penal, la
cual, como sabemos, a partir de 2016 se concentrará en el Código
nacional de procedimientos penales.
De lo anterior se desprende que nuestro constituyente se ha de­
cantado por la previsión de un sistema reglado de procedencia de los
criterios de oportunidad, lo que fundamentalmente quiere decir que su
aplicación constituye la excepción a la persecución del delito. Con­
viene recordar en este sentido que, después de una evolución legisla­
tiva que se ha venido registrando en los esquemas procesales de las
entidades federativas, ahora esos supuestos concretos de habilitación
de la oportunidad se condensan en siete fracciones que quedan incor­
poradas en el párrafo segundo del artículo 256 del Código nacional de
procedimientos penales.
Quizás no sean pocas las razones que, desde la perspectiva del Es­
tado social y democrático de Derecho, permitan justificar la previsión
de este esquema reglado de los criterios de oportunidad. De entrada,
con esta nueva visión en la forma de resolver los asuntos del orden
penal se evita la carga -en todos los sentidos- de un proceso penal
cuando ello resulte innecesario, y ya no solamente porque la conducta
delictiva sea poco relevante por distintos motivos, de suerte que de
algún modo se apuesta por el principio de mínima intervención, sino
porque, precisamente partiendo de esa reducida trascendencia penal,
se evita someter a la víctima u ofendido del delito a la revictimización
que con frecuencia viene dada por la inercia misma del sistema penal,

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INTRODUCCIÓN XXIII

con la consecuente ventaja de que la reparación del daño que les haya
causado el delito aparece como un presupuesto de la procedencia de
la oportunidad. En esta medida, por lo menos se tiende a un objetivo
(ideal) de gran importancia para la administración de justicia, como
lo es el relativo a resolver los conflictos penales de manera expedita,
eficiente, eficaz, transparente y sencilla, tal y como lo dispone el ar­
tícu­lo 17 de la CPEUM1.
Pero si la cuestión se mira desde una óptica operativa, se podrá ar­
gumentar que el efecto de evitar la persecución penal en estas circuns­
tancias permite descargar al sistema de procuración y administración
de justicia del trabajo que pueden generar los delitos considerados
menores, para concentrar, en lugar de ello, los esfuerzos y recursos
públicos disponibles en aquellos que sí lesionan o ponen en peligro
bienes jurídicos de superior entidad, o bien que los lesionan más gra­
vemente. Por supuesto que en esta labor de despresurización mucho
contribuye el que se prescinda del ejercicio de la acción penal cuando
la pena resulte desproporcionada e inhumana en los términos que he­
mos señalado en párrafos anteriores.
En el marco de lo estrictamente operativo también se identifican
beneficios, concretamente, en el supuesto de la colaboración eficaz
para la investigación y persecución de otros delitos de mayor grave­
dad; aunque la realidad sugiere que esta figura, frecuentemente iden­
tificada con los denominados arrepentidos, tan arraigada en nuestro
sistema jurídico -sobre todo en materia de delincuencia organizada-,
no ha dado los resultados que de ella se suelen predicar.
En este contexto, merece la pena reiterar que los criterios de oportu­
nidad pueden constituir un primer paso hacia la eliminación de la ana­
crónica tendencia a castigar penalmente y en todos los casos aquellos
supuestos en los que la reacción penal, particularmente vista desde
la óptica de su ejecución, no es necesaria ni resulta útil para cumplir
con el fin de prevención especial que le atribuye la propia Constitu­
ción general2. Esperemos que este importante avance en materia de
justicia penal pronto tenga su correlato en el Derecho penal material

1 El artículo 17, párrafo segundo, de la CPEUM indica al respecto: “toda persona

tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para
impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de
manera pronta, completa e imparcial”.
2 Vid., artículo 18 de la CPEUM.

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XXIV FUNDAMENTO Y SENTIDO DE LOS CRITERIOS DE OPORTUNIDAD

y, especialmente, en la posible despenalización de aquellas conductas


cuya represión penal no encuentra justificación si se analiza desde la
perspectiva de las exigencias del principio de intervención mínima.
Pues bien, los aspectos que acabamos de describir se combinan con
otros que también tienen singular trascendencia para el estudio que, a
lo largo de seis capítulos, en este trabajo se ofrece sobre la regulación
nacional de los criterios de oportunidad. En este sentido, se articula un
análisis que en ningún caso se desprende del componente dogmático
que permite explicar el fundamento, causas y alcances de la aplicación
de los criterios de oportunidad.
De este modo, se da comienzo al estudio abordando la esencia, ras­
gos y contornos del principio de legalidad. Y es que la adopción de los
criterios de oportunidad como plataforma desde la cual decidir el ejer­
cicio de la acción penal pública en ciertos casos, no ha sido recibida sin
cuestionamientos por la doctrina y práctica procesal penal nacional.
En tales condiciones ha sido necesario plantear, como presupuesto
para el análisis de la cuestión, el contenido, los alcances y, desde lue­
go, las implicaciones que la adopción de tales criterios puede producir
frente a algunos de los principios informadores del ius puniendi esta­
tal. Se trata, por tanto, de sentar las bases sobre las que debe descansar
la aplicación de los criterios de oportunidad en un esquema penal y
procesal penal que, definitivamente, viene condicionado al recono­
cimiento de ciertos principios, entre ellos, fundamentalmente, el de
legalidad, ofensividad y mínima intervención.
Una vez que se desarrolla esa base dogmática, en el Capítulo IV se
deja constancia de la realidad legislativa que ha venido registrando el
contexto latinoamericano con respecto a los criterios de oportunidad;
compleja labor de investigación y de condensación de información
que sirve para entender la línea que se ha seguido en los países de
nuestro entorno y que permite comprender el estado actual de nuestro
marco de regulación nacional, lo que puede constatarse en el conte­
nido del Capítulo V de este trabajo, puesto que, como su título sugie­
re, en él se realiza un análisis sobre la evolución que ha mostrado la
previsión legal de los criterios de oportunidad en el sistema procesal
penal mexicano. En otros términos: el Capítulo IV da buena cuenta
de una serie de directrices de Derecho comparado que ahora forman
parte del esquema procedimental penal que se aborda en el Capítulo V
y que, tras un proceso muy accidentado, terminó concretándose en el
Código nacional de procedimientos penales.

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INTRODUCCIÓN XXV

Así las cosas, en el Capítulo V de este libro se enfatiza el análisis


de la previsión de los criterios de oportunidad en el sistema procesal
acusatorio mexicano, lo que implica abordar diferentes aspectos de la
vorágine jurídica que, también en materia de criterios de oportunidad,
se generó con las interpretaciones tan divergentes que se dieron de
una entidad federativa a otra al momento de concebir y desarrollar la
reforma constitucional de 2008. Pero ello exige, igualmente, no dejar
de lado la forma en que el Código nacional de procedimientos pena­
les integró los criterios de oportunidad, pues en esta etapa del trabajo
ya es posible verificar qué causas de procedencia de los criterios de
oportunidad, con sus particularidades, ventajas e inconvenientes, so­
brevivieron a la extensa y heterogénea lista que resultó de los códigos
procesales de las entidades federativas.
En línea de coherencia con ello, el Capítulo VI se centra en el aná­
lisis de la serie de ventajas e inconvenientes de la previsión de los
criterios de oportunidad que, en siete fracciones, integró el Código na­
cional de procedimientos penales. Para ello se ofrece una explicación
del proceso legislativo que llevó a conceder al Congreso general la
facultad exclusiva de legislar en materia procedimental penal y otros
tantos factores que, de fondo, abonan este nuevo esquema unificador
y que, como es lógico, deben valorarse en el análisis de los criterios
de oportunidad. Al respecto, basta invocar la seguridad jurídica y prin­
cipios como el de igualdad jurídica, igualdad procesal, reserva de ley,
proporcionalidad en materia procesal penal e intervención mínima.

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Fundamento y sentido de los
Fundamento y sentido de los criterios de oportunidad
criterios de oportunidad Joaquín Merino Herrera
Roberto A. Ochoa Romero

ROBERTO A. OCHOA ROMERO JOAQUÍN MERINO HERRERA

Es licenciado en Derecho por la Universidad Iberoame- Es doctor en Derecho por la Universidad Complutense
ricana. Obtuvo, con la máxima calificación, los grados La reforma constitucional en materia de seguridad y justicia de 2008 cons- de Madrid, grado que obtuvo con la calificación de So-
de maestro y doctor en Derecho en la Universidad Com- tituye un hito en la forma de ver y entender el sistema de enjuiciamiento bresaliente Cum Laude por unanimidad. Es licenciado
plutense de Madrid, España, donde ha sido colaborador penal mexicano. Los ajustes que dicha reforma produjo en el texto de la en Derecho por el Centro Universitario México (cum) y
honorífico del Departamento de Derecho Penal, y desde Constitución general de la República integran un nuevo esquema procesal en España. Es Investigador nacional nivel 1 del Sistema
2012 es colaborador honorario del Departamento de penal que abre la puerta a la utilización racionada del monopolio estatal de Nacional de Investigadores (sni) del Conacyt y colegia-
Derecho Civil, Penal y Procesal de la Universidad de la violencia. La incorporación de los criterios de oportunidad en nuestro do en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.
Córdoba, España. Ha impartido cursos en materia penal marco constitucional debe concebirse como el comienzo de la depuración Es investigador titular del Inacipe y se ha centrado
y procesal penal en universidades nacionales, extranje- de los supuestos de injerencia penal para que se extienda, como una urgente en el análisis de muy variados aspectos de Política cri-
ras y en instituciones públicas. necesidad, a la reestructuración de la legislación sustantiva; de modo que, a minal, de Derecho penal, de Derecho procesal penal y
Es autor y coautor de diversos libros y artículos, en- partir de ello, se hagan realidad las exigencias dimanantes del principio de de Derecho penal internacional. Ha sido autor y coor-
tre los que destacan Justicia penal y colaboración con dinador de trabajos de investigación vinculados a la

Fundamento y sentido de los criterios de oportunidad


mínima intervención.

Joaquín Merino Herrera y Roberto A. Ochoa Romero


la autoridad, La justificación de la pena, Fundamentos reforma al sistema de justicia penal mexicano. Dentro
de Derecho penal mexicano (dos tomos), La privación Para contribuir a tan ambicioso objetivo nacional, en esta obra se desa- de su actividad docente, ha impartido diversas asigna-
ilegal de la libertad. Especial referencia a los tipos rrolla un análisis exhaustivo de los diferentes aspectos que dan sustento a la turas relacionadas con el Derecho penal (Parte general
penales contenidos en la Ley General para Prevenir y consideración de los criterios de oportunidad para el ejercicio de la acción y Parte especial), el Derecho procesal penal y con la
Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, Delitos penal pública. persecución del delito. Ha pronunciado diferentes con-
cometidos por servidores públicos contra la Adminis- ferencias tanto en México como en el extranjero sobre
tración de Justicia, Compendio de Derecho penal mexi- ISBN 978-607-8447-13-8
la represión penal de sectores delictivos como la delin-
cano y Los delitos de narcomenudeo (en prensa). cuencia organizada, el lavado de dinero y el terrorismo
Se ha desempeñado como asesor del Coordinador y su financiación.
General de Investigación y del Subprocurador de proce- 9 786078 447138 Dentro de los libros y artículos científicos de su auto-
dimientos penales “C”, en la PGR (donde, asimismo, ha ría se encuentran: La protección de testigos en el marco
sido Subdelegado de procedimientos penales); Subpro- de la persecución penal de la delincuencia organizada;
curador fiscal de asuntos penales del Distrito Federal; Marco estratégico de las Naciones Unidas contra el te-
Jefe de la división normativa de investigaciones labo- rrorismo. Medidas de tratamiento y persecución penal;
rales del Instituto Mexicano del Seguro Social, fiscal Al-Qaeda: una compleja manifestación del terrorismo
especial de la Unidad especializada en investigación internacional; Delincuencia organizada; “Estrategias
de secuestros y Coordinador general de la Unidad Es- de persecución penal contra la financiación del terroris-
pecializada en Investigación de Secuestros de la enton- mo”; “Tratamiento y persecución penal de la financia-
ces Subprocuraduría de Investigación Especializada en ción del terrorismo”; “Terrorismo internacional: rasgos
Delincuencia Organizada de la PGR. Fue becario del esenciales de su configuración”; “Una aproximación al
Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMex) para concepto de terrorismo”, y “Carencias e inconvenientes
la realización de estudios posdoctorales en el extranjero de las represión penal antiterrorista”.
(2011).
Actualmente es investigador titular en el Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM, profesor en el
Instituto Nacional de Ciencias Penales y en la Escuela
Libre de Derecho, así como Miembro del Sistema Na-
cional de Investigadores del Conacyt, nivel I.

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