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PASTOREO

Pastoreo es un concepto que se emplea para nombrar al proceso y a


las consecuencias de pastorear. Este verbo, por su parte, refiere
a trasladar al ganado a un terreno en el que pueda
alimentarse con pasto y plantas.
Quien se encarga de desarrollar el pastoreo del
ganado recibe el nombre de pastor. Esta
persona se encarga de cuidar y de guiar a
los animales cuando éstos se encuentran en
una superficie abierta, fuera de establos o de estructuras similares.
Es habitual que en el pastoreo también se involucre un perro, que
ayuda al pastor a controlar a los animales. Hay razas que, por historia
genética, cuentan con las destrezas necesarias para contribuir con el
pastor en esta tarea.
Se dice que el pastoreo fue uno de los primeros pasos que realizó el ser
humano para dejar de ser nómada y transformarse en sedentario.
Al desarrollar esta técnica, comenzó a asentarse en terrenos fértiles,
que le permitieran criar a los animales que luego mataba para
alimentarse.
Lo que posibilita el pastoreo es que el ganado se alimente de manera
directa del suelo del campo. El pasto es el alimento más económico y
fácil de obtener, proporcionándole la energía necesaria al animal. Al
tener pasto a disposición, el hombre puede alimentar al ganado, que
luego le permite obtener desde carne y cuero hasta lana, leche y otros
productos.
El pastoreo, de todas formas, puede verse dificultado por diversos
motivos. Si se desarrolla de manera intensiva, el pasto puede
agotarse. Por otra parte, la sequía y otros fenómenos climáticos
pueden hacer que no quede pasto disponible para el ganado.
Tipos de pastoreo

El pastoreo puede llevarse a cabo de


diferentes maneras, cada una con sus ventajas y desventajas, aunque
solo algunas sirven para mantener al máximo la calidad y el volumen
de la producción de forraje a lo largo del mayor tiempo posible. Cabe
mencionar que los animales actúan de forma negativa sobre la pastura
(por ejemplo, destruyen parte de la vegetación y compactan el suelo al
pisarlo) y por eso cada pastor busca el sistema que más se ajuste a sus
necesidades.
Veamos los tipos de pastoreo más comunes:

Pastoreo continuo
Consiste en que los animales permanezcan durante
largos períodos en un mismo potrero. Suele utilizarse cuando el pasto
es natural, dado que su crecimiento y producción son tan escasos que
no justifican subdividir los potreros. Este tipo de pastoreo genera una
carga excesiva en las épocas secas y una deficiente durante las de lluvia,
lo que deteriora el forraje. Además, favorece que se propaguen las
malezas, no permite que se distribuyan las heces y la orina
adecuadamente y no propicia el descanso del terreno. Sin embargo, el
punto a favor es que requiere de una inversión monetaria menor a las
alternativas.
Pastoreo rotacional
Se trata de un sistema que mueve a los animales entre diferentes
potreros para utilizar la pastura de manera más eficiente. A través del
uso moderado de cada aparto (subdivisión del potrero), el terreno
cuenta con el tiempo necesario para recuperarse luego de un período
de pastoreo. Aunque a simple vista pueda parecer la opción ideal,
presenta ciertos requisitos: la pastura debe ser mejorada y de alto
rendimiento; los animales deben tener un potencial de producción alto;
se debe contar con una alta carga animal; el manejo de pastos debe
realizarse aplicando determinadas prácticas agronómicas.
Pastoreo diferido
Es un sistema que permite a ciertos potreros recuperarse antes de las
épocas secas, para poder utilizarlos entonces. Tiene una clara
desventaja: el pasto madura demasiado para el momento en el que los
animales lo consumen, y esto se traduce en un bajo valor nutricional y
en una pobre aceptabilidad.

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