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en
Regulación
Julio-Noviembre, 2012
DIPLOMADOS COFEMER/LATIN-REG TEORÍAS DE LA REGULACIÓN
América Latina.
de la regulación.
El temario se encuentra
60 horas:
Teoría de la Regulación y
Gobernanza Regulatoria
Módulo I
Comisión Federal de Mejora Regulatoria 3
Diplomado en
Regulación
Teorías de la regulación
2ª Lectura
Módulo I
DIPLOMADOS COFEMER/LATIN-REG TEORÍAS DE LA REGULACIÓN
La elaboración del material expuesto en esta 2ª lectura del módulo I, relativa a las teorías
de la regulación, estuvo a cargo de Alfonso Carballo Pérez, Ignacio Rafael Camacho Mier
y Terán y Margherita Corina; quienes contaron con la participación de Omar Francisco
Martínez Ríos, Kevin Gabriel Altamirano Zubiría, Elisa Hernández Rodríguez y Sócrates
Santoyo Castelazo. Para cualquier duda puedes enviar un correo a las siguientes cuentas
electrónicas: margherita.corina@cofemer.gob.mx, kevin.altamirano@cofemer.gob.mx y
elisa.hernandez@cofemer.gob.mx. También puedes consultar las siguientes cuentas de
twitter: @alfonsocarballo y @Marghecorina.
La elaboración del caso de estudio presentado en esta 2ª lectura estuvo a cargo de Omar
Francisco Martínez Ríos, Kevin Gabriel Altamirano Zubiría y Eduardo Esteban Romero
Fong. En caso de dudas puedes escribir a kevin.altamirano@cofemer.gob.mx.
ÍNDICE
V. APÉNDICE .................................................................................................... 33
Cuando los diseñadores de las políticas regulatorias requieren analizar algún problema
que se presenta en la sociedad, pueden tener diferentes visiones sobre la mejor manera
de corregir dicha problemática con el uso de la regulación. El regulador puede considerar
criterios o enfoques tanto de tipo normativo como de tipo positivo, así como diversos
elementos que son proporcionados por la teoría de la regulación.
Por esta razón, los hacedores de las políticas públicas deben contar con criterios teóricos
sólidos para enriquecer su visión en el diseño del marco regulatorio e intervenir
adecuadamente en la solución de los problemas de la sociedad. La teoría de la regulación
proporciona el conocimiento experto que los reguladores requieren para encontrar
soluciones y generar los mayores impactos positivos hacia la sociedad. Las políticas
regulatorias serán más robustas y más efectivas en la medida que las mismas sean
confeccionadas con una buena visión teórica.
En la presente sección exploraremos 2 enfoques teóricos, que son los más comunes
dentro de la literatura contemporánea para el análisis de la regulación:
Asimismo, dentro del numeral ii) correspondiente a la teoría del interés privado,
consideraremos dos de las escuelas que han influido más en la literatura contemporánea:
DEFINICIÓN:
Por ejemplo, en el caso del pago de impuestos, algunos economistas consideran que
ciertos grupos sociales deberían contribuir más en la recaudación fiscal. Otros
economistas podrían considerar que es injusto que personas de escasos recursos paguen
impuestos en el consumo de alimentos y medicinas. En este sentido, la discrepancia entre
los economistas radica en que ambas visiones están utilizando juicios de valor para
determinar una política fiscal, es decir, el “deber ser” de las cosas.
DEFINICIÓN:
El enfoque positivo de las ciencias sociales se asemeja a ciertos casos de las ciencias
exactas en los que se describen relaciones de causalidad, cuando mencionamos los
efectos o las relaciones que se presentan en una ley natural. Por ejemplo, una de las
leyes más importantes de la física, la Ley de la Gravitación Universal, planteada por
Isaac Newton desde 1687, señala la relación de atracción entre dos masas, resaltando
que la fuerza de atracción entre ambos cuerpos depende del tamaño de sus masas y de
la distancia que los separa. En este caso, considerando un enfoque positivo, con la Ley
de la Gravitación Universal describimos la caída de un objeto, por ejemplo una manzana
que cae de su árbol. En este caso no nos preguntamos ni discutiremos si es bueno o
malo, correcto o incorrecto, justo o injusto que se caiga la manzana del árbol;
simplemente describimos, y seguramente todos llegaremos a la misma conclusión, sin
ningún juicio de valor: la manzana se ha caído.
En el caso de la Economía, por ejemplo, desde hace varios siglos, Nicolás Copérnico
(1473-1543), autor de la teoría heliocéntrica del sistema solar, planteó un tratado de
economía monetaria en donde resaltaba la relación existente entre la cantidad de
monedas en circulación y la inflación. En aquella época existía un problema de inflación
en muchas partes de Europa, entre ellas en el Reino de Polonia y la Prusia Real.
Por ello, en seguida analizaremos con detalle estos dos enfoques, explicando las dos
teorías: del interés público y del interés privado.
COMENTARIO:
Existen productos que son más sensibles que otros ante cambios en los precios. Es decir, si se
presenta un cambio en el precio de un producto, por ejemplo un incremento en su precio, dicho
incremento podría repercutir en una fuerte caída de las cantidades que se demandan en el mercado.
En este caso decimos que las cantidades demandadas del producto son muy sensibles ante los
cambios en los precios, lo que a decir de los economistas, dichos productos tienen una demanda
muy elástica o tienen una elasticidad precio de la demanda relativamente alta.
Por otra parte, aquellos productos cuyas cantidades son poco sensibles ante los cambios en los
precios (por ejemplo, ante un incremento del precio la gente no disminuye su consumo de manera
significativa) se dice que tienen una demanda muy inelástica o bien su elasticidad precio de la
demanda es relativamente baja.
Los economistas han observado que aquellos productos que cuentan con una demanda muy
elástica (es decir que sus cantidades demandadas son muy sensibles ante cambios en los precios)
generalmente tienen muchos bienes sustitutos. Es decir, si se presenta un incremento en el precio
de un bien determinado (por ejemplo el bien A), este puede ser fácilmente sustituido por otros bienes
(por ejemplo el bien B). Esto quiere decir que, generalmente, la gente desplaza su consumo y dejará
de demandar el bien A ante un incremento de su precio y comenzará a consumir el bien B. En este
caso se dice que el bien A es un bien elástico y su causa se debe a que el mismo tiene muchos
bienes que son sustitutos, como es el caso del bien B.
En caso contrario, los bienes que son inelásticos tienen pocos bienes sustitutos. Esta es la razón por
la cual ante un incremento considerable en el precio de este tipo de productos la gente continúa
consumiéndolos dado que no tienen forma de sustituir dicho producto (tienen pocos o ningún bien
sustituto). En este sentido, ante cambios considerables de precios, por ejemplo un incremento de
este, la caída de los bienes demandados es mínima.
Cuando analizamos las elasticidades de un bien, ¿qué tipo de enfoque estamos utilizando?
¿Positivo o normativo?
En el caso de la gasolina o de la tortilla, ¿cómo crees que sean sus elasticidades de su demanda?
¿Muy elásticas o muy inelásticas? ¿Consideras que la gasolina o la tortilla tienen muchos sustitutos?
¿Este tipo de análisis sería positivo o normativo?
Si consideramos que el incremento de la tortilla afecta a los más pobres, situación que sin duda es
injusta, ¿qué tipo de enfoque estaríamos utilizando?
COMENTARIO:
¿Sabías que en economía existe una máxima conocida como la Ley de Gresham, la cual lleva el
nombre de su autor, el comerciante y financiero inglés Thomas Gresham (1519-1579)? Esta ley señala
que cuando en un país circulan simultáneamente dos tipos de monedas, y una de ellas es considerada
por el público como "buena" y la otra como "mala", la moneda mala siempre expulsa del mercado a la
buena, pues los consumidores prefieren ahorrar la buena y no utilizarla como medio de pago.
En aquella época, generalmente el dinero estaba compuesto por monedas con valor intrínseco. La
moneda en circulación más famosa en la Europa de aquellos años era el florín, moneda de alto valor
que se acuñaba desde 1252 en la República de Florencia, que estaba compuesta de oro y que era la
moneda de mayor circulación en la época del Renacimiento (en el anverso la moneda tenía como
símbolo la flor de lis, la cual era el emblema de Florencia, mientras que en el reverso tenía la imagen
de San Juan Bautista, patrono de la República).
Si alguien hace referencia a la Ley de Gresham en el sentido de que el dinero malo saca de la
circulación al dinero bueno, ¿qué enfoque estaría utilizando?
COMENTARIO:
¿Sabías que en México, dentro de la Administración Pública Federal, existe una agencia denominada
Centro Nacional de Metrología (CENAM)? Esta agencia es un organismo descentralizado que fue
creado con el fin de apoyar el sistema metrológico nacional. El CENAM es un laboratorio nacional de
referencia en materia de mediciones y es responsable de establecer y mantener los patrones
nacionales, así como ofrecer servicios metrológicos de calibración.
En México, la metrología considera el Sistema General de Unidades de Medida que se integra, entre
otras cosas, con las unidades básicas del Sistema Internacional de Unidades: de longitud, el metro; de
masa, el kilogramo; de tiempo, el segundo; de temperatura termodinámica, el kelvin; de intensidad de
corriente eléctrica, el ampere; de intensidad luminosa, la candela; y de cantidad de sustancia, el mol.
En las instalaciones del CENAM, ubicadas en el Municipio El Marqués, Querétaro, también existe un
retoño del manzano de Newton, es decir es un árbol que desciende directamente del árbol del cual
cayó una manzana en el jardín de Isaac Newton y lo inspiró a formular la Ley de la Gravitación
Universal
Una de las razones por las cuales se argumenta que el Estado debe intervenir en ciertas
actividades mediante el uso de la regulación es que, en muchas ocasiones, el mercado,
por sí mismo, no genera los incentivos adecuados para que se asignen eficientemente los
recursos. En este sentido, se dice que el mercado genera ineficiencias, lo que se traduce
en una pérdida de bienestar social. Esta sería una situación que se le conoce como
fallo de mercado. Bajo este contexto, el mercado por sí solo no opera bien y genera
pérdidas, de manera directa o indirecta, a la sociedad en su conjunto. Por ello, ante la
presencia de un fallo de mercado, muchos economistas consideran que el Estado debe
intervenir para corregir dicho fallo a través de un marco regulatorio, a fin de que la
sociedad se encuentre en una mejor situación.
La Teoría del Interés Público de la regulación se centra en los fallos de mercado (como
fallos de competencia, información y externalidades). Si bien en el estudio de los fallos de
mercado se consideran criterios completamente positivos, al describir las relaciones que
se presentan ante una determinada problemática, el primer razonamiento que se debe
realizar es si el Estado debería intervenir para corregir dichos fallos. Este primer
razonamiento es de tipo normativo, toda vez que se requieren juicios de valor para
determinar si el Estado debiera corregir o no ciertas problemáticas que se presentan.
En este sentido, la Teoría del Interés Público de la regulación también es conocida como
el Enfoque Normativo de la Regulación (incluso en la literatura de los últimos años, a este
“Normative Analysis as a Positive Theory”) Las
principales motivaciones normativas de este enfoque descansan en las diversas
explicaciones que se señalan para que el Estado intervenga en el proceso regulatorio.
Incluso, muchas de las medidas y soluciones planteadas por este enfoque están bajo la
visión de que las agencias reguladoras o reguladores actúan de buena fe y pretenden
lograr situaciones en favor del interés público.
DEFINICIÓN:
En la 1ra Lectura del presente Módulo I se expusieron los conceptos relativos a las
externalidades negativas y los fallos de información. Ambos conceptos se refieren a fallas
de mercado que se presentan cuando, por sí mismo, el propio mercado no puede corregir.
Por otra parte, cuando se explicaban las regulaciones de tipo social, también se mencionó
la existencia de fallos de mercado conocidos como fallos de información. Los fallos de
información se refieren a situaciones en las que los agentes no cuentan con la
información suficiente para tomar decisiones adecuadas. En muchos casos esto se debe
a que no existe la información o la misma se encuentra dispersa e inaccesible para el
tomador de decisiones. Por ejemplo, cuando una persona compra un vehículo usado y no
tiene la certeza de las condiciones mecánicas del vehículo, lo cual se traduce en un
problema de información para la persona que desea comprar el vehículo.
El ejemplo más común es el caso del monopolio natural. En muchas industrias resulta
común observar a pocos oferentes o incluso un solo en el mercado. Esta concentración se
debe a dos razones, principalmente: i) para participar como oferente se requieren grandes
niveles de infraestructura, lo cual repercute en altos costos fijos que no cualquiera puede
asumirlos (por ejemplo, construir un puerto o un aeropuerto, etc.), y ii) la demanda es
relativamente acotada de tal forma que sólo caben pocos o un solo participante en lugar
de muchos. Por ejemplo, en el caso de aeropuertos, quizás en la ciudad de Tampico es
suficiente que exista un solo aeropuerto, pues para su construcción se requieren fuertes
inversiones en infraestructura, pero también la demanda de vuelos en Tampico podría ser
relativamente acotada.
La teoría del interés público sugiere a la regulación como un método para lograr la
eficiencia en la asignación de los recursos1. Los autores más representativos en el
enfoque regulatorio del interés público son Pigou, Marshall, Samuelson y Arrow; estos
parten de la idea que existe un regulador que responde al interés público maximizando el
bienestar social (el regulador no se desvía de estos buenos propósitos).
Como se ha podido observar, en esta teoría se percibe al gobierno como un agente que
debe dictar normas para regular al mercado cuando éste sea incapaz de regularse a sí
mismo. De esta manera, la regulación se traduce en la necesidad de proteger al público
de los impactos negativos provenientes del propio mercado.
Si bien, la teoría del interés público genera propuestas sobre la manera en que los fallos
de mercado podrían ser atendidos mediante el diseño de la regulación, este enfoque
también tiene serias limitaciones. Uno de los comentarios contrarios a esta teoría señala
que es una teoría incompleta, en el sentido de que la misma no indica cómo los intereses
públicos se traducen en acciones legislativas que maximizan el bienestar económico.
1
Arrow (1985) y Shubik (1970).
2
Las fallas del mercado son situaciones en las que los recursos escasos no son asignados en donde son más
altamente valorados. En el mercado, este valor se refleja en el precio de los bienes y servicios. Johan Den
Hertog (2010).
3
Pejovich, 1979.
Desde el enfoque de la Teoría del Interés Público de la regulación, el Protocolo de Kyoto surge de la
necesidad de corregir una falla de mercado, que en este caso, se trata de una externalidad negativa
tanto en el consumo como en la producción. Esto es, la producción y el consumo de varios bienes en la
economía generan emisiones de GEI, no obstante, los particulares solo enfrentan el costo privado de
producir o consumir estos bienes, sin tomar en cuenta el costo que imponen a la sociedad a través de
mayores emisiones de GEI. En consecuencia, esto incentiva a que se consuma y se produzca más de lo
que sería socialmente óptimo.
Por ejemplo, cuando una persona usa su automóvil, por el simple hecho de usarlo genera
contaminación; sin embargo, la persona no le paga a la sociedad por la contaminación que está
generando, sino que únicamente enfrenta el costo privado de transportarse (precio de la gasolina,
desgaste del automóvil, etc.). Por tanto, la persona hará un mayor uso de su automóvil del que haría si
tuviera que asumir también el costo social de la contaminación que emite (realizar un pago por la
contaminación que genera, por ejemplo).
En cuanto al Protocolo de Kyoto, este acuerdo busca que los países industrializados asuman de cierta
forma la externalidad negativa que generan y reduzcan sus emisiones a un nivel socialmente óptimo.
En general, el Protocolo de Kyoto es considerado como un primer paso importante hacia un régimen
mundial de reducción y estabilización de las emisiones de GEI, ya que proporciona la arquitectura
esencial para cualquier acuerdo internacional sobre el cambio climático que se firme en el futuro. El
Protocolo ha motivado a los gobiernos a establecer leyes y políticas para cumplir sus compromisos, ha
logrado que las empresas tomen en cuenta al medio ambiente a la hora de tomar decisiones sobre sus
inversiones y, además, ha propiciado la creación del mercado del carbono.
El Protocolo prevé una reducción global del 5,2% de las emisiones del hemisferio norte para el 2012 con
respecto al nivel que había en 1990, aunque cada país tiene una cuota diferente. El Protocolo impone
un esfuerzo mayor a los países industrializados, donde las emisiones de CO2 y de otros cinco gases
nocivos como el metano, el óxido nitroso y otros fluidos industriales, han aumentado considerablemente
desde 1990, no sólo en Estados Unidos (+13% hasta el 2002), sino en otros países como Canadá
(+20%), Japón (+12%) o España (+40%), según Naciones Unidas. Estados Unidos es, hasta ahora, el
único país desarrollado que insiste en rechazar este compromiso de la Organización de las Naciones
Unidas para la lucha contra el cambio climático.
En este sentido, la Teoría del Interés Privado de la regulación se centra en los fallos de
gobierno. Como ya se ha señalado, este tipo de fallos se presentan en el propio proceso
político para emitir regulaciones o bien en el diseño de las instituciones encargadas de
regular. En ocasiones los fallos de gobierno son mucho más graves que los fallos de
mercado; es decir, cuando las agencias o instituciones fracasan en su papel como
reguladores se generan las mayores pérdidas de bienestar social. Por ello, en la presente
sección analizaremos dos escuelas que encuadran en lo que se conoce como Teoría del
Interés Privado: i) la Teoría Económica de la Regulación (Escuela de Chicago) y ii) la
Teoría de la Elección Pública (Escuela de Virginia).
Con relación a los ejemplos hasta ahora analizados, podríamos formularnos la siguiente
pregunta: ¿Existen incentivos para que una agencia reguladora elija de manera voluntaria
aplicar la regulación óptima para corregir las fallas de mercado?
La respuesta desde el punto de vista del interés público es afirmativa, pues el único
motivo para que exista un regulador es para corregir las fallas de mercado. Esta
respuesta no satisfizo a economistas como George Stigler, Sam Peltzman y Richard
Posner, quienes se dedicaron a explorar la evidencia empírica en los casos en los que las
acciones que debe tomar un regulador se desvían de las políticas públicas óptimas. El
trabajo de estos autores detonó una nueva línea de investigación que después sería
denominada como Enfoque Regulatorio del Interés Privado, y, en particular, con ello se
formuló lo que se conoce como la Teoría Económica de la Regulación.
A diferencia del enfoque del interés público, el enfoque del interés privado no se limita
a estudiar cómo deben ser las condiciones ideales en un mercado, sino que se
considera la posibilidad de que el desempeño de los mercados se desvíe del estado
ideal aun cuando existen instituciones reguladoras.
DEFINICIÓN:
Uno de los aspectos relacionados con el enfoque propuesto por la Escuela de Chicago es
el uso del poder público para cumplir con intereses privados. George Stigler señaló que el
recurso básico del Estado es el poder de coerción. En este sentido, los grupos de presión
pueden convencer al mismo Estado para que utilice ese recurso, el poder de coerción, en
beneficio de dicho grupo de presión. El enfoque privado de la regulación centra su
atención en las fallas de gobierno, es decir, en la manera en que los grupos de presión
pueden modificar los objetivos de las agencias o instituciones reguladoras a su propio
servicio. En este caso, los reguladores modifican sus objetivos para maximizar su
bienestar individual y no el de maximizar el bienestar social.
El uso del poder público para cumplir con intereses privados ha sido conocido como
captura regulatoria, y puede transmitirse a través de distintos medios. Por ejemplo,
además del uso de incentivos fiscales y subsidios con intereses privados, la acción
gubernamental puede evitar la entrada de competidores en mercados con alta
concentración o controlar la producción de bienes sustitutos para beneficiar a unos pocos
productores. Así, el discurso económico sobre fallas de mercado puede ser manipulado
para crear instituciones con un alto poder de coerción y cuyo fin último sea beneficiar a
pequeños grupos de interés.
En su clásico artículo denominado The Theory of Economic Regulation, Stigler señala que
el Estado -la maquinaria y el poder del estado- es un recurso o amenaza para cualquier
industria en la sociedad. Con su poder para prohibir u obligar, para tomar o dar dinero, el
Estado puede ayudar o dañar a un vasto número de industrias. Las tareas centrales de la
teoría de la regulación económica son explicar quién recibirá los beneficios o las cargas
de la regulación, qué forma tomarán y los efectos de la regulación sobre la asignación de
recursos. La tesis central de su artículo es que la industria es capaz de utilizar al Estado
para diseñar y operar la regulación en su propio beneficio.
Incluso Stigler plantea la siguiente pregunta: ¿qué beneficios puede otorgar el Estado a la
industria? Ante esta cuestión describe que el Estado tiene un recurso básico, el poder de
coercer, ya que puede obtener dinero a través de impuesto por el simple hecho de que
está permitido en las leyes. Este poder hace posible que el Estado sea utilizado por parte
de la industria para aumentar su rentabilidad. Lo ejemplifica con varios hechos:
1. Los grupos de interés buscan del gobierno los subsidios directos en dinero;
expone como ejemplo los subsidios en las aerolíneas, la educación y los bonos
para los veteranos de guerra.
2. En lo que se refiere al control sobre la entrada de los nuevos rivales, el Estado
puede prohibir la entrada de competidores en los sectores regulados influyendo
directamente en el nivel de precios.
3. El Estado tiene incluso la posibilidad de fijar precios y establecer controles sobre
otros bienes para apoyar a una industria, o bien a unos cuantos participantes en
dicha industria.
De lo anterior, Stigler genera la hipótesis de que la regulación es ofrecida en respuesta a
las demandas de los grupos de interés que actúan para maximizar su renta. Asimismo,
plantea que la regulación es como una vía a través de la cual los grupos de interés
aumentan sus rentas, haciendo que el gobierno redistribuya bienestar desde una parte de
la sociedad hacia los grupos de presión.
4
George J “The Theory of Economic Regulation”, The Bell Journal of Economics and Management
Science, Vol. 2, No. 1, (Spring, 1971).
Uno de los temas más controvertidos fue la reserva de tiempos de pantalla. Se proponía que la Ley
permitiera que las producciones nacionales tuvieran asignada una cantidad mínima de pantallas
destinadas a la proyección de las mismas, así como beneficios fiscales. Finalmente, el artículo 19 de
esta Ley quedó de la siguiente manera:
“ARTICULO 19.- Los exhibidores reservarán el diez por ciento del tiempo total de exhibición,
para la proyección de películas nacionales en sus respectivas salas cinematográficas, salvo lo
dispuesto en los tratados internacionales en los cuales México no haya hecho reservas de
tiempo de pantalla.
Toda película nacional se estrenará en salas por un período no inferior a una semana, dentro
de los seis meses siguientes a la fecha en que sea inscrita en el Registro Público
correspondiente, siempre que esté disponible en los términos que establezca el Reglamento.”
Esta ley fue diseñada para asegurar que los productores nacionales tuvieran asegurada una
cantidad mínima de pantallas para mostrar sus producciones. En la Cámara de Diputados (Cámara
baja), la iniciativa fue empujada por el grupo de actores y directores. Sin embargo, en su paso por la
Cámara de Senadores, se puntualizó que la reserva del 10% del tiempo total de exhibición para
películas nacionales no aplicaría para aquellos países con los que tuviéramos tratados
internacionales en los cuales México no hubiera hecho reservas de tiempo de pantalla. Así, con esta
última disposición, se excluía de la aplicación de dicho tiempo de pantalla a uno de los principales
países de donde provienen la mayoría de las películas que son exhibidas en México, los Estados
Unidos de América.
DEFINICIÓN:
Uno de los mayores problemas que se plantea dentro del ámbito de la elección pública es
el del ordenamiento de las preferencias colectivas. Si bien en términos individuales es
posible ordenar las preferencias que tenemos sobre cualquier tema, en términos
agregados esto no siempre ocurre. Por ejemplo, si bien una persona puede preferir al
candidato A sobre el B y al B sobre el C, en la colectividad esta transitividad de las
preferencias no siempre ocurre, como señaló por primera vez el marqués de Condorcet a
finales del siglo XVIII.6
5
B J “The Theory of public choice II” The University of Michigan Press (1984).
6
Marie-Jean-Antoine Nicolas de Caritat, marqués de Condorcet. “Ensayo sobre la aplicación del análisis a la
probabilidad de las decisiones sometidas a la pluralidad de voces”, (1785).
Tenemos 3 participantes: 1, 2 y 3
Existen 3 opciones para elegir sólo una de ellas: A, B y C
Las rondas de votación se realizan entre 2 opciones donde la ganadora de la
primera ronda se compara con la tercera opción.
Las preferencias del participante 1 son: A > B > C7 (es decir, la persona 1 prefiere, en
ese mismo orden, la opción A que la opción B, pero también prefiere a la opción B que la
opción C; asimismo, esta persona 1 prefiere la opción A sobre las opciones B y C).
Las preferencias del participante 2 son: B > C > A (en este caso, la persona 2 prefiere,
en ese mismo orden, la opción B que la opción C, pero también prefiere a la opción C que
la opción A; asimismo, esta persona 2 prefiere la opción B sobre las opciones C y A).
Las preferencias del participante 3 son: C > A > B (finalmente, la persona 3 prefiere, en
ese mismo orden, la opción C que la opción A, pero también prefiere a la opción A que la
opción B; asimismo, esta persona 3 prefiere la opción C sobre las opciones A y B.
“ B” 1
“ ” “B” “ ” “ ”.
Sin embargo, qué pasa si ahora cambiamos el orden de la votación. Es decir, podríamos
votar en una primera ronda se comparan las opciones B y C. En esta comparación ganará
la opción B sobre la C, dado que la persona 1 y la persona 2 prefieren a B sobre C,
mientras que sólo la persona 3 es la que votaría a C sobre B. Ahora, la opción ganadora
(la opción B) se compara con la opción A. En este caso, gana la opción “A” dado que las
personas 1 y 3 prefieren la opción A sobre la B, mientras que sólo la persona 2 es la que
prefiere a la opción B sobre la opción A.
[6]
La transitividad se entiende como la racionalidad que existe en las decisiones de las personas; por ejemplo,
un individuo que tiene tres opciones: A, B y C, prefiere de manera ordenada A > B > C, lo cual significa que
prefiere A sobre B (A > B) y B sobre C (B > C), por lo tanto para que sea racional su decisión, el individuo
debería escoger A sobre C (A > C). La transitividad es un elemento clave en el cumplimiento de los supuestos
de racionalidad.
7
> “ ”
Como se puede ver, al final del día el resultado final está determinado por el orden como
se somete la votación entre las opciones, aun cuando las preferencias no fueron
modificadas. En una primera votación ganó la opción C, pero si modificamos el orden de
la votación ganó la opción A, lo cual es una contradicción. Lo anterior es lo que se conoce
como la Paradoja de Condorcet.
La paradoja de Condorcet consiste en una votación que se realiza por mayoría simple. Es
importante destacar que según este autor, no se llega necesariamente a un equilibrio, ya
que el ganador depende directamente del orden en el que las alternativas sean votadas.
Para ello, se deben cumplir algunas condiciones previas:
Lo anterior nos lleva a un concepto muy relevante dentro de las Ciencias Sociales
denominado el Teorema de la Imposibilidad de Arrow.
DEFINICIÓN
En este sentido, Arrow afirma que cuando existen 3 o más alternativas entre varios
individuos, no es posible diseñar un sistema de votación que permita generalizar
las preferencias de los individuos hacia una preferencia colectiva que sea racional.
Recordemos que un teorema es una afirmación que puede ser demostrada dentro de un
sistema formal. El teorema de la imposibilidad de Arrow retoma lo expuesto por Condorcet
al reconocer que la coherencia entre las decisiones individuales no necesariamente nos
lleva a una decisión colectiva que sea coherente. Incluso Arrow va más allá, al probar que
ningún sistema de votación puede cumplir con esta característica. El profesor Kenneth
Arrow, ganador del Premio Nobel de Economía en 1972 y uno de los economistas más
influyentes en el siglo XX, demostró que no es posible diseñar reglas para la toma de
decisiones sociales o políticas que obedezcan estrictamente a los criterios de
racionalidad. Esta conclusión demuestra lo difícil que es diseñar reglas que nos ayuden a
tomar decisiones colectivas y, sin duda, las decisiones que tomemos para la colectividad
nunca van a satisfacer con plenitud a todos los individuos dentro de dicha sociedad.
8
Anthony Downs. “An Economic Theory of Democracy”. Harper & Row, 1957.
9
La mediana de una población puede entenderse de la siguiente forma: pensemos en 5 alumnos cuyas
calificaciones son 10, 8, 7.5, 7 y 6.5. En este caso la mediana de la población es 7.5 (ordenando las
calificaciones, el estudiante que ocupa la posición de en medio representa la mediana).
Ahora pensemos en que existen sólo 2 partidos políticos: Partido Izquierda (PI) y Partido
Derecha (PD) que quieren maximizar votos. Antes de empezar la contienda electoral, los
partidos políticos se encuentran en posiciones ideológicas extremas, por lo que sus
“ ”
Movimientos de PI
Empecemos con PI. PI se mueve hacia el centro ligeramente para posicionarse mejor
entre los electores. Con su movimiento, PI consigue obtener varios nuevos votantes que
anteriormente estaban con PD (debido a que se acerca más a sus preferencias). La
acción de PI necesariamente requerirá una reacción igualmente fuerte de PD, quien
tendrá que moverse al centro para recuperar algunos de los votos perdidos.
Movimientos de PD
Esta situación es muy común en los periodos electorales. Si algunos de ustedes han
observado las elecciones, los candidatos que se mantienen en posiciones extremistas,
únicamente sostienen una base pequeña de votantes; por lo tanto, si los partidos quieren
ganar las elecciones deben acercarse al centro10.
Los autores suponen que cada uno de los agentes es maximizador de beneficios y que la
elaboración de políticas regulatorias está sujeta a las reglas del poder legislativo, que
asumen como unicameral, con regla de mayoría y elección a través de distritos
geográficos. Con el fin de simplificar el modelo, se supone que los grupos de interés
hacen las contribuciones monetarias y los electores únicamente ejercen su derecho a
votar. Los autores concluyen que los votantes pueden afectar la decisión de los
legisladores sobre si deben proporcionar o no el servicio de política pública específica
para el grupo de interés. Conforme exista mayor oposición por parte del electorado, se
incrementa el precio de oferta de la política de los legisladores. Los legisladores, por lo
tanto, tienen ventajas comparativas cuando sus votantes son favorables a los cambios de
política regulatoria propuestos por el grupo de interés.
10
Esta situación se observa cuando existe una distribución como la anteriormente mencionada, cuando
intervienen otras variables, como etnicidad, las posiciones extremistas pueden ganar las elecciones.
La importancia del estudio de Denzau y Munger (1986) reside en que toma en cuenta las
interacciones de los actores principales en las tomas de decisión de políticas públicas. El
modelo resulta muy útil para entender bajo qué condiciones los subsidios pueden tener
viabilidad política. En el caso de la vivienda, por ejemplo, la acción de grupos de interés
como los sindicatos y las desarrolladoras inmobiliarias, así como la opinión favorable de
los electores sobre las acciones de vivienda para personas de bajos ingresos y la
posibilidad de crear programas poco costosos para el gobierno hacen que los subsidios
sean viables y puedan justificarse políticamente con relativa facilidad.
Desde finales del siglo XX, muchos agricultores en Estados Unidos han sido testigos de
una clara mejora de sus ingresos. Sin embargo, hay autores que consideran que en dicho
país ya no es rentable tener una granja familiar, debido a las dificultades que representa
la competencia con las grandes compañías.
10% de los beneficiarios que reciben subsidios reúne 74% de los subsidios totales
para la agricultura.
10% de los agricultores recibió $30,751 dólares en promedio entre el año 1995 y
2000.
80% de los agricultores sólo recibió $587 entre 1995 y 201011.
Los programas para ayudar a los agricultores poco a poco se han convertido en
una forma de bienestar corporativo. Sólo 5 cultivos representan el 90% de todas
las subvenciones.
11
Farm Subsidy 2011. http://farm.ewg.org. U “ U
”
19% de las granjas en Iowa no obtienen el pago del subsidio que les corresponde.
10% de los agricultores recibe 58% del subsidio destinado para Iowa.
La actividad de los grupos de interés que pugnan por mayores subsidios agrícolas en
Estados Unidos y en otros países puede entenderse como una búsqueda de rentas. En
este caso, los mayores productores agrícolas, organizados en determinados estados de la
Federación han conseguido beneficios importantes mediante el cabildeo.12
12
El cabildeo (lobbying en inglés) se refiere a la acción de grupos ajenos al gobierno que buscan influir sobre
las decisiones de este último.
Una de las líneas de la teoría de la elección pública que reviste un especial interés en el
análisis de la regulación es la teoría conocida como la búsqueda de rentas regulatorias
(Rent seeking). Para esta teoría, la renta se refiere a la diferencia entre el ingreso
derivado de vender un bien y el costo de su producción.
En general, esta teoría estudia los fallos de gobierno como una respuesta ante quienes
sostienen que el gobierno debe intervenir ante los denominados fallos de mercado; así,
postula que la evidencia científica señala al gobierno y no al mercado como el ente que
debe ser limitado o reducido por el bienestar de la sociedad.
En conclusión, en esta lectura hemos aprendido que existen dos enfoques teóricos para el
análisis de la regulación, la teoría del interés público de la regulación (enfoque normativo)
y la teoría del interés privado (enfoque positivo). Derivado de lo anterior, en la próxima
lectura nos enfocaremos a la teoría del interés público, y, en particular, daremos una
introducción a los que son los fallos de mercado, para después, en la última lectura de
este primer Módulo enfocarnos en la teoría del interés privado, y hablaremos de los que
son los fallos de gobierno.
IV. REFERENCIAS
Buchanan, J., Tullok, G. The calculus of consent, New York, Wiley (1962/1989).
Díaz-Bautista, A., “Un análisis económico político para México del protocolo de Kyoto”.
http://www.eumed.net/rev/delos/01/adb.htm
J k w P ‘ ’ Handbook of Industrial
Organization II (1989)
Nozick ,R., “Anarchy, State, and Utopia”, Oxford: Basil Blackwell (1974).
Tullock, Gordon, The Welfare Costs of Tariffs, Monopolies, and Theft, Western
Economic. Journal (1967)
Williamson, Oliver, "The New Institutional Economics: Taking Stock, Looking Ahead",
Journal of Economic Literature (2000).
V. APÉNDICE
De esta manera, la Teoría del Interés Público asume que el Estado persigue el interés
público y busca el bienestar social (enfoque normativo). Por tal motivo, este enfoque
podría proponer una fijación de precios máximos ante la presencia de mercados
concentrados a fin de evitar la mala distribución de las ventas que afectan a las
poblaciones en las que es menos factible realizar la distribución de gas L.P. Asimismo, se
pretendería evitar la posibilidad que persista un mercado de empresas coludidas y que,
por lo tanto, puedan dictar precios altos y restringir la cantidad ofrecida, en perjuicio de los
consumidores. Adicionalmente, la propuesta de regulación de la Teoría del Interés Público
evitaría la existencia de subsidios cruzados, es decir, el caso en el que las pérdidas
obtenidas por la empresa en un mercado poco rentable sean compensadas por las
ganancias en otro mercado más rentable.