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Traducción de

Eu DE GoRTARI
El psicoanálisis
por CLARA THOMPSON

con la colaboración de
PATRICK MULLAHY

[JJJ
FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
MÉXICO - BUENOS AIRES
152 PSICOANÁLISIS VIII
embrutecedora. Podría uno justificarse, considerando que no
todas las fuerzas que trabajan por modificar la cultura LAS DIVERGENCIAS DE 1912:
actúan en el sentido de producir una inhibición cada vez ADLER Y JUNG
mayor. Es posible, teóricamente, que puedan introducirse
nuevas fuerzas constructivas, que haya cambios propicios Ya en el capítulo I señalamos que en el desarrollo del
en la cul~ura que puedan hacer reaccionar en forma favo- psicoanálisis pueden advertirse tres cambios importantes.
rable al hombre y que se produzcan también cambios equi- El primero ocurrió por el año de 1900, cuando Freud
valentes en el hombre que hagan reaccionar favorable- mismo redujo su interés hacia la teoría del origen trau-
mente a la cultura. mático de la neurosis, para concentrarlo en las tendencias
El fatalismo de Freud se refleja también en su terapia. congénitas como causantes de trastornos neuróticos.
Desde su punto de vista, lo mejor que puede hacerse en El segundo periodo de transición principió en 1910,
favor del hombre es hacerlo más capaz de captar las restric- cuando se tuvo la sensación de que la teoría sexual de la
ciones de la sociedad. Tal como se ve ahora, el propósito neurosis no era satisfactoria o de que, por lo menos, era
de la terapia es diferente. La pretensión de la "escuela incompleta. Como expresamos en el capítulo II el propio
cultural" va más allá del simple hacer que el hombre se Freud acabó por considerar la agresión como otro factor
someta de buen grado a las restricciones sociales; en la importante, de carácter no libidinoso, en la formación de
medida en que es posible, se trata de liberar al hombre de la neurosis. Pero, antes de que Freud llegara a esta con-
sus exigencias irracionales y de hacerlo más susceptible clusión, dos de sus discípulos habían lanzado ya ataques
de desarrollar sus potencialidades y de asumir la dirección más revolucionarios en contra de la teoría de que la libido
que le corresponde en la construcción de una sociedad más sexual sea la materia prima que constituye la neurosis.
edificante. Nos referimos a Adler y Jung. Ambos propusieron modi-
ficaciones importantes pero, por desgracia, se separaron
demasiado pronto del grupo que rodeaba a Freud, cuando
apenas se iniciaba la discrepancia. De este modo, la co-
rriente principal se vio privada de la que pudo haber sido
una provechosa controversia que hubiera permitido desde
entonces una integración entre las contribuciones positivas
de estos dos investigadores y el pensamiento de Freud. Ade-
más, a causa de esta prematura separación, puede apreciarse
en Adler y Jung cierta tendencia a acentuar las diferen-
cias, a lo que se debe, tal vez, la exagerada importancia
que concedieron a los puntos en controversia.
Adler y Jung atacaron la teoría de la libido desde dis-
tintos puntos de vista, pero haciendo, a la vez, nuevas
contribuciones. Aun cuando algunas de sus observaciones
fueron rechazadas durante mucho tiempo por los psicoana-
listas clásicos, después han sido aceptadas, de hecho, así
sea parcialmente, pero sin reconocer generalmente la prio-
ridad que en su formulación les corresponde a Adler y
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154 PSICOANÁLISIS ADLER Y JUNG 155
Jung. Así, por ejemplo, el descubrimiento que hizo Freud valiéndose de otro órgano, como cuando se desarrollan más
de la importancia de la agresión fue anticipado por Adler, los músculos de los brazos para efectuar parte del trabajo
y los intentos posteriores que se han hecho para el trata- que no pueden desempeñar las piernas parcialmente para-
miento terapéutico de las defensas del ego son, en gran lizadas. Pero, también, puede concentrar su esfuerzo sobre
parte, una repetición de los intentos de Adler. La contribu- el órgano inferior, hasta llegar a superar su insuficiencia,
ción de Jung es menos tangible, pero a él se debe el haber como lo hace el tartamudo. Así, de acuerdo con la tradición,
traído a discusión la importancia que tiene la interacción Demóstenes se hizo un gran orador. Adler observó que el
entre el psicoanalista y su paciente, lo mismo que la del cuerpo mismo, sin ninguna voluntad consciente, tiene la
padre con el hijo y, además, él fue el primero en darse tendencia a compensar sus flaquezas. Por eso, el corazón
cuenta de que también pueden ser reprimidos los aspectos enfermo se hipertrofia para cumplir su función. Hasta
positivos del individuo. este punto, sus obse1 vaciones acerca de la inferioridad orgá-
nica no produjeron ninguna controversia con Freud.
ADLER Pero, poco después, Adler amplió su pensamiento al
respecto. Observó que también existe una tendencia a
Adler fue el primer discípulo de Freud que rompió con compensar en la vida psíquica las inferioridades orgánicas.
el grupo freudiano. Su separación, en 1911, vino a ser el La mente parece concentrar su atención en el órgano infe-
resultado de la tensión que se formó alrededor de su recha- rior para tratar de encontrar cierto sentimiento de superio-
zo de la etiología sexual de la neurosis. Ya haremos ver, ridad por su causa. Lo cual, según decía, conduce al
en capítulos subsecuentes, cómo éste es, por lo general, el mundo de la fantasía, a menos que realmente se obtenga
punto neurálgico para todos los cismas graves que se han algún fruto de este sentimiento de superioridad. Una niña
producido en el psicoanálisis. La perspectiva de Freud, que oiga a su madre lamentarse por su simplicidad (de la
acentuando exageradamente los instintos biológicos, parece niña) puede hacerse la fantasía de que es una hermosa
haber sido el tema sobre el cual nunca pudo tolerar la me- princesa a quien todos procuran y aman. Con lo cual no
nor discusión. Porque, para Freud, la validez del psicoaná- resolverá, evidentemente, su problema real.
lisis descansaba, o principiaba, en la premisa de la libido. Más adelante, Adler extendió aún más su teoría. Ya
Discutiendo las divergencias de Adler y de Jung, llegaba a no resultó necesaria la existencia de un Órgano inferior.
la conclusión de que "lo que ponen al margen (u omiten), Consideró que el niño se siente inferior por el mero hecho
rechazándolo como falso, es justamente aquello que cons- de ser más pequeño y de estar desamparado y que, en
tituye la novedad del psicoanálisis y su característica más consecuencia, existe un sentimiento universal de inferiori-
acusada" ,1 esto es, la importancia de la sexualidad infantil dad entre los hombres, a lo cual hay que añadir que los
(de la libido y de los instintos). padres favorecen el desarrollo de este sentimiento de infe-
Adler consideraba que los sentimientos de inferioridad rioridad, con sus actitudes, pudiéndose mencionar, entre
son universales en el hombre. El primer desarrollo de su ellas, la falta de ternura, la negligencia y la burla.
idea lo hizo en relación con la inferioridad orgánica, ya sea A la par del sentimiento de inferioridad, crece la ne-
morfológica o funcional. Ante la inferioridad de sus órga- cesidad de ampliar el sentimiento del propio ego para do-
nos el individuo se encuentra, según Adler, ante dos al- minar el primero o para encontrar un medio Je sentirse
ternativas. Puede sustituir la función del órgano inferior superior. Esta necesidad de ser "un hombre completo"
la denomina Adler "ficción rectora", considerándola como
1 Collected Papers, vol. III, p. 5 27. una especie de finalidad neurótica. El esforzarse por satis-
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facer esta necesidad de sentirse superior no conduce siem- en el extremo opuesto, afirmando que en la lucha mante-
pre a la neurosis. El individuo puede obtener realmente nida por el individuo para sentirse superior actúa también
éxito por sus intentos de superar el sentimiento de inferio- el acto sexual y que éste no es otra cosa que la pugna entre
ridad. Con todo, en muchas compensaciones intervienen dos personas por adquirir mutuamente el dominio sobre la
ideas y finalidades muy alejadas de las posibilidades prác- otra. Asimismo, el complejo de Edipo, según Adler, es un
ticas. En estas condiciones, las aspiraciones sí se convierten intento del niño por subyugar a la madre, obteniendo la
en neuróticas, de un modo definido. victoria en su conflicto con el padre. Cuando este complejo
Adler consideraba al varóa, en nuestra sociedad occi- persiste en la madurez, la causa se encuentra en que el
dental, como el símbolo del poder. Y, en consecuencia, niño ha sido mimado y convertido en tímido, por lo que
tenía por masculinos los esfuerzos que se hacen por lo- respecta a sus alcances en la vida. La relación erótica
grarlo. La mujer, en cambio, se encuentra en una posición se convierte, entonces, en un artificio para tener en los
inferior y, así, la palabra femenino sirve como símbolo padres un refugio de seguridad.
de la inferioridad. Por tanto, existe una tendencia general De acuerdo con Adler, existen dos maneras generales de
por perseguir un ideal masculino, haciendo esfuerzos por entendérselas con los sentimientos de inferioridad. Una
lograrlo. A esta lucha la llama Adler la "protesta mascu- de ellas es la evasión de la enfermedad, en la cual se logra
lina", caracterizándola por el impulso de elevarse desde la un sentimiento de superioridad al atraer la atención y los
posición "inferior" hasta la "superior". Esta protesta mascu- trabajos de quienes lo rodean; en la otra, la necesidad de
lina es más acentuada en las mujeres, pero se encuentra en compensación se expresa en una lucha más abierta por el
todos los individuos colocados en posición débil. La pro- poder. En los intentos de hacerse un "hombre completo'',
pia enfermedad puede ser una evasión, como medio de muchas veces logra el individuo un éxito considerable, des-
adquirir el poder. Porque una persona enferma, por su arrollando actividades que le son auténticamente reco-
mismo desamparo, puede lograr que otros contraigan cier- nocidas.
tas obligaciones para con ella con motivo de su enferme- Así fue como, por el año de 1910, Adler propuso una
dad. Adler sostenía que éste puede ser el motivo primario teoría completamente nueva sobre la neurosis, descartando
de la enfermedad, en lugar de alguno de los beneficios muchos puntos que eran fundamentales para el criterio de
secundarios que Frcud y otros proponían. Freud. Sustituyó al impulso sexual por la voluntad de po-
En h:gar del sexo, es la procuración del poder la que der, como fuerza rectora de la conducta humana. Al pro-
determina las actividades y el desarrollo del hombre. Aquí pio tiempo, cargando todo el acento sobre la prosecución de
radica el mayor antagonismo entre el pensamiento de Adler fines, subestimó la importancia que tiene el comprender la
y el de Freud. Hay otras diferencias, pero que no perturba- causa inicial. Tal simplificación extremada del cuadro pro-
ron tanto a Freud como el rechazo del sexo. Adler con- duce una impresión de superficialidad que fue la que con-
sideró al tratamiento freudiano de la neurosis como una ex- dujo a Freud a pensar que Adler negaba la existencia del
ploración de las causas iniciales, pensando que éstas deben subconsciente. En el modo como se le entendía en 1910,
buscarse en el pasado. Su tratamiento, en cambio, las lo- el subconsciente no incluía las actividades defensivas in-
caliza en el futuro. Acentuó, así, la naturaleza intencional conscientes del ego que después describiría Freud y más
de la conducta humana, pensando que el individuo se hace tarde estudiarían ampliamente Reich, Anna Freud y otros
neurótico en el empeño de perseguir "metas ficticias". investigadores más recientes. Conforme a la terminología
Adler no sólo descartó la idea de que los impulsos se- de la época, Adler dirigió su atención hacia la vida instinti-
xuales fueran el origen de la neurosis, sino que se colocó va inconsciente, que para él constituía el verdadero dominio
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del psicoanálisis; pero, en sus indagaciones, vino a descu- el enigma freudiano del apremio de la heterosexualidad y
brir una nueva región por investigar -la función defen- de la promiscuidad. Porque habría llamado la atención so-
siva inconsciente del ego- y de ella se ocupó en los bre la perplejidad de Freud al explicarlos como manifesta-
siguientes diez años, en forma mucho más atenta que ciones neuróticas; puesto que, por la descarga de la libido
Freud. En honor a la verdad, Adler no tenía esto perfec- que se produce en esas condiciones, no pueden conducir,
tamente claro en 1910, pero tal vez sin saberlo estaba for- de acuerdo con su teoría, a la neurosis. Adler fue el pri-
mulando los principios de un método para someter el carác- mero en afirmar que la perturbación sexual, en lugar de
ter al trataIDiento psicoanalítico, ya que había puesto de producir la neurosis, es una de las situaciones en que la
manifiesto que la utilización de estados neuróticos para ob- neurosis misma se manifiesta. Pero, en cambio, sobrestimó
tener poder o satisfacción es también un proceso subcons- el papel de la lucha por el poder en la vida sexual. Aun
ciente. Lo que vino a describir de manera muy efectiva es cuando, en nuestra cultura, la competencia es profunda y
l~ situación en que se encuentra el hombre en una cultura rara vez deja de encontrarse ausente por completo de la
de competencia. Estableció con toda claridad que los sen- relación sexual, a pesar de esto Adler pasó por alto la exis-
timientos de inferioridad de la mujer se relacionan con la tencia del amor sin competencia.
posición que ocupa en la sociedad en que vive. También Freud lanzó otra crítica sobre Adler que, tomando en
observó que la mujer, en su papel de madre, es quien tras- cuenta el desarrollo posterior del psicoanálisis, puede con-
mite la cultura al niño. Igualmente, uno de sus descubri- siderarse obviamente como "circunstancial". Así, escribía
mientos importantes fue el de poner en claro el hecho de en 1914: "El psicoanálisis no ha aspirado nunca a ofrecer
que el hombre, en la lucha con sus dificultades, trata de re- una teoría completa de la vida psíquica humana, limitán-
solver sus problemas buscando el medio de sentirse superior, dose a demandar que sus aportaciones fueran utilizadas
con lo cual con frecuencia lo que logra en realidad es com- para completar y corregir los conocimientos conquistados
plicarlas más. Esto tiene mucho en común con la "Imagen en otros terrenos. La teoría de Alfredo Adler va mucho
idealizada" de Horney y con la idea de Sullivan, de que el más allá; quiere hacer comprensible la conducta y el ca-
mantenimiento de un sistema propio inadecuado es una rácter de los hombres al mismo tiempo y por el mismo
fuente posible del incremento de la angustia. Creemos que medio que sus enfermedades neuróticas y psicóticas. En
ni el mismo Freud podría negar la certeza de muchos de realidad, resulta más adecuada a cualquier otro sector que
los conceptos de Adler. Su crítica era ésta : "De una unidad al de la neurosis." 3
sumamente compleja se separa una parte de sus factores Podemos enderezar la crítica sobre Adler tomando al-
funcionales y a éstos se les proclama como los verdaderos, gunos de los puntos que Freud consideró. Adler trató de
y, por consideración a esta parte, se rechazan las otras, así edificar su sistema entero sobre la base de una perspectiva
como el todo. Si consideramos más estrictamente a cuál parcial, simplificando hasta el extremo el problema de la
grupo de factores es al que se ha dado preferencia, nos en- neurosis y no dejando en claro -por lo menos en uno de
contramos con uno que ya conocíamos por otras fuen- sus primeros artículos, La constitución neurótica- en qué
tes ... " 2 Esta expresión se refiere tanto a Adler como a medida es subconsciente la conducta a que se refería. A
Jung. pesar de ello, según algunos de los discípulos que trabaja-
La descripción de Adler sobre los posibles usos poten- ron con él en los últimos años, Adler no negó la existencia
ciales de la actividad sexual pudo haber esclarecido, quizá, del subconsciente en el sentido en que se usa este término
hasta la fecha.
2 Collected Papen, vol. III, pp. 526-527. 3 Collected Papers, vol. I, p. 338.
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la de Freud y de la mayor parte de sus discípulos. Poseía
Pero las aportaciones positivas de Adler al psicoanálisis una experiencia mucho más grande con los psicópatas y te-
son importantes y, como ya lo hemos expresado, con ellas se nía amplios conocimientos sobre los mitos, el simbolismo,
anticipó en varios años a la aceptación general que después la literatura y la filosofía de muchas culturas. Con todas
adquirirían algunas ideas semejantes. Fue un iniciador de estas fuentes, pudo hacer provechosas contribuciones al psi-
la aplicación del psicoanálisis a la personalidad en su con- coanálisis, que en un principio fueron bien recibidas. Jung
junto. Asimismo, fue el primero en observar que mucho nunca aceptó totalmente la teoría sexual de Freud, pero se
de lo que se llamaba por entonces constitución orgánica es, mantuvo muchos años sin criticarla abiertamente. Realizó
en gran parte, producto de los intentos de adaptación. En observaciones a la par que Freud. No hacía uso de la teo-
realidad, "de un solo golpe" amplió el campo de la explo- ría sexual, pero tampoco la contradecía explícitamente. Ya
ración psicoanalítica. Fue el primero en describir parte del en 1909 Jung llegó a la conclusión de que los enredos
papel que desempeña el ego en la producción de b neurosis neuróticos de los padres influyen decisivamente en los pro-
y mostrar que el sentido en que una persona se encamina, blemas de los niños. Afirmó que "lo que más influye
es decir, sus finalidades, contribuyen de modo importante a sobre él (el niño en crecimiento) es ese estado peculiar-
sus trastornos neuróticos. Lo infortunado se encuentra en mente afectivo que sus padres y educadores desconocen por
su tendencia a sustituir su idea por la consideración cau- completo. Las discordias disimuladas entre los padres, sus
sal, creyendo, como Jung lo advirtió mucho después, que preocupaciones encubiertas, sus recónditos deseos reprimi-
ambas son importantes y que el empeño en perseguir me- dos, todo esto produce en d individuo un cierto estado
tas neuróticas se desarrolla después de que se ha hecho el afectivo que, lenta pero seguramente, aunque en forma in-
primer daño a la personalidad. Otra contribución importan- consciente, se abre paso en la mente del niño hasta produ-
te de Adler es su reconocimiento de los factores culturales. cir en su interior los mismos estados y, por tanto, las mis-
Nos llevó a considerar, por ejemplo, que el sentimiento de mas reacciones ante los estímulos exteriores. . . Si las
inferioridad de la mujer está relacionado con su posición personas ya maduras son muy sensibles a tales influencias
poco privilegiada en la sociedad. Por último, Adler fue el circundantes, podemos esperar que ejerzan una acción mu-
primero en descartar la teoría sexual de la neurosis. cho mayor en la mente de los niños, que es suave y plástica
Después, Adler estableció su propia escuela de pensa- como la cera. Mientras más sensible y moldeable sea el
miento, llamándola Psicología Individual. En su trata- niño, más profunda será la impresión que reciba." 4 Así era
miento, hizo grandes modificaciones a los procedimientos como Jung señalaba primero la sutil interacción que existe
terapéuticos ideados por Freud. Éstos consistieron en lan- entre el niño y el padre, factor que Freud había despreciado
zar un ataque activo sobre las dificultades aparentes del en su consideración del desarrollo de la neurosis.
paciente. Su regla fue el tratamiento corto y él mismo También acusó después, con mayor rigor, la importan-
consideró su método como didáctico, esto es, como una cia que tiene la madre, aun antes de la época del complejo
forma de reeducación. En los últimos años, su gran con- de Edipo. A causa de esta acentuación del papel de la ma-
tribución práctica se encuentra en su insistencia en la dre, Jung concedió importancia a la regresión, como un
relación que existe entre el padre y el hijo. destacado deseo neurótico que, en último análisis, es el
anhelo por volver a la madre, ya que sus entrañas constitu-
}UNG yen el símbolo de la seguridad o del renacimiento.
4 Carl Juog, "The Association Mechod '', The American Jotw-
El siguiente discípulo que rompió con el pensamiento
nal of PJychology, vol. XXI, n<' 2, abril, 1910, pp. 246-247.
freudiano fue Jung. Éste adoptó una posición distinta de
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Hay otros aspectos del pensamiento de Jung en que, ya lo expresamos, consideró en definitiva que la tensión
sin convenir con Freud, tampoco lo rechaza de modo defi- existente entre los padres tiene que ver en la modulación
nitivo. Por ejemplo, dio una interpretación más extensa de del carácter del niño, pero negó que la sexualidad fuera un
los símbolos que la hecha por Freud. Este último conside- factor importante en los primeros años de la niñez. No es-
raba, en general, los símbolos como reductibles a un signi- tuvo de acuerdo en que las actividades del niño anteriores
ficado sexual. Los tenía por representaciones de la actividad a la época que Freud llamaba periodo de Edipo pudieran
psico-sexual. Jung creía que esta explicación no compren- considerarse como sexuales. Creyó que esta época se rela-
de todos los casos de simbolismo, ya que el simbolismo se- ciona con el crecimiento y con la nutrición. Aquí parece
xual puede referirse al futuro, como representación de un insinuar que la nutrición es el origen de todos los otros im-
propósito positivo que se tenga en la vida. Así, consideró pulsos. Así, por ejemplo, comparó el mecanismo rítmico
que, en lugar de que todo simbolismo tenga un significado del sexo con el acto de mamar. Todo el interés que los ór-
sexual, el propio sexo es utilizado, en ocasiones, como sím- ganos genitales despiertan lo consideró como un afán inge-
bolo de alguna otra cosa. nuo de indagación. Tuvo a la madre por el prim.er objeto
El verdadero rompimiento entre Jung y Freud tuvo del amor, pero sin aceptar que el interés que despierta sea
lugar en 1912, cuando el primero propuso, entre otras co- sexual, ya que es más bien la proveedora del alimento, el
sas, una nueva interpretación de la libido. En la formu- ser nutricio. En otras palabras, traduciéndolo a la termino-
lación que hizo de ésta, tal como aparece en La psicología logía de Freud, el primer enlace que el niño establece se
del subconsciente, sugiere que la libido sexual es sólo relaciona con la autoconservación y no con el sexo.
una forma de la libido "primitiva". Esta libido primitiva Jung consideró que la sexualidad empieza a constituir
la definió, por último, como sinónimo de la energía indife- un factor en los últimos años de la infancia -en la prepu-
renciada. Se refirió a ella como una energía psíquica y le bertad- y que, cuando se presenta la pubertad, el sexo
dio el significado general de una fuerza vital. No negó que asume un papel muy importante. De este modo se advierte
gran parte de esta libido tiene originalmente un carácter claramente que el cuadro que traza acerca del origen de la
sexual, pero consideró que una vez que pierde este carácter, neurosis y de la importancia relativa de las diversas expe-
ya no puede volver a recuperarlo. De este modo, aun cuan- riencias de los primeros años de la infancia es por comple-
do negó en forma revolucionaria el origen sexual de la to diferente al de Freud. Deja de destacar lo biológico y
libido, vino a definirla en términos casi idénticos a los de lo sexual para conceder gran importancia a la reacción del
Freud. Algo semejante hizo con el complejo de Edipo. niño con respecto a la tensión entre sus padres como ele-
Lo consideró como símbolo de aquellos enlaces infantiles mento activo en el desarrollo de su personalidad.
con los padres que deben romperse cuando llega la exi- Jung hizo otra observación que lo condujo a desenvol-
gencia emancipadora de la pubertad; pero también lo tuvo, ver su pensamiento en un sentido que no tenía cabida den-
al parecer, al igual que Freud, como una fase del desarrollo tro de la teoría de Freud. Nos referimos a su idea de que
que posee características eróticas. No obstante, no cabe también se reprimen ciertos aspectos positivos de la perso-
duda de que Jung (y el propio Freud) consideraba este nalidad, al igual que los instintos prohibidos. Consideró
pensamiento como una desviación del de Freud. Porque que la educación produce un conflicto, ya que confina al
Jung sostuvo en definitiva que la obtención de placer no individuo y lo desvía del "lineamiento personal" de su vida.
es por necesidad idéntica al logro de la satisfacción sexual. La conjugación de este conflicto con la búsqueda de la
Jung no negó la importancia que tienen los primeros autorrealización (el proceso de individuación) constituye
años de la infancia en la producción de la neurosis. Como una parte importante de su sistema de terapia ulterior.
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164 PSICOANÁLISIS
significación en varios niveles. Existe un significado per-
Jung no estuvo de acuerdo con Freud sobre el objetivo
sonal, en relación con la vida inmediata del paciente. Si se
de la terapia. Consideró que su método es determinista y
empujan las asociaciones más allá de éste, se alcanza final-
que proporciona una comprensión retrospectiva. Un psico-
mente el significado del subconsciente colectivo. Así, un
análisis funcional debe mirar hacia el futuro y tratar de
sueño acerca del padre llega, por último, a la concepción de
hallar significado en el presente y en el futuro. En su pro-
la paternidad entera, al arquetipo del padre. Se supone que
pio método, Jung trataría de conjugar estos dos aspectos.
en este nivel el conocimiento adquirido por la humanidad
En términos prácticos, le parecía discutible cualquier re-
a través de los siglos se hace asequible al paciente. En la
cuerdo del pasado, y creía impropia toda explicación de
indagación del significado de los sueños, la libre asociación
la situación presente en función del pasado. Creía que debe
del psicoanalista es tan útil como la del paciente.
añadirse cierta planeación constructiva hacia el futuro. Los
La participación del psicoanalista en la interpretación de
psicoanalistas actuales han utilizado una combinación de
estos dos propósitos en sus aplicaciones, aun cuando no del los sueños del paciente acusa otra observación de Jung.
De acuerdo con Jacobi, 5 Jung consideró al psicoanálisis
mismo modo que Jung. De esta necesidad de un desenvol-
como un proceso recíproco, en el cual participa el psicoana-
vimiento constructivo del futuro arranca gran parte del sis-
tema posteriormente elaborado por Jung. lista. Creyó que el paciente no podía progresar más allá del
Otra contribución de Jung la utilizó en parte Freud. punto alcanzado por el psicoanalista, pero a la vez consi-
deró que éste se puede seguir desarrollando por medio del
Se trata de la idea del subconsciente colectivo. De acuerdo
contacto con sus pacientes. Han surgido dudas acerca
con esta teoría, los recuerdos significativos de la humanidad
del modo como Jung utilizaba esta idea; pero la idea
forman parte de la herencia de cada persona. Así, siguien-
do a Jung, puede explicarse la semejanza de los símbolos misma es muy importante, ya que por ella se tuvo al psico-
y de los mitos que se encuentra entre las culturas de regio- análisis, por primera vez, como un proceso interpersonal.
nes muy alejadas de la tierra. Y no sólo se trata de una Después de la ruptura con Freud, Jung concentró aún
herencia humana, sino que también forman parte del sub- más su atención en lo que llamaba los aspectos construc-
consciente colectivo residuos del pasado animal. Freud nun- tivos de la terapia, esto es, en guiar al paciente para que
ca se expresó de modo claro y terminante acerca de esto, saque provecho de su sabiduría subconsciente. Desarrollan-
pero en su teoría de la evolución de la sociedad a partir do estas ideas, su pensamiento se hizo cada vez más mís-
de la horda primitiva emplea un concepto semejante. Con- tico, llevándolo a crear un concepto de la personalidad
sideraba, por ejemplo, que el tabú contra el incesto es el que tiene resabios de una obsesión por un sistema rígido.
resultado de una especie de recuerdo racial de las experien- Conforme a su idea, todo hombre tiene un lado masculino
cias primitivas. y otro femenino. Si domina el aspecto masculino, se reprime
Jung utilizó su concepto del subconsciente colectivo de el femenino. El individuo cabal necesita del desarrollo
una manera enteramente diferente. Para él, representa la de ambos aspectos. También existen en cada individuo cua-
sabiduría del tiempo. Así, creía que el subconsciente colec- tro características principales: el pensamiento, el sentimien-
tivo contiene tendencias superiores a las del individuo. Esto to, la sensación y la intuición. Estas características forman
tuvo una influencia importante sobre sus procedimientos parejas opuestas. El polo contrario al pensamiento es el
terapéuticos. Parte del proceso de autodesarrollo consiste en sentimiento; y la sensación es lo opuesto a la intuición. En
que la persona se ponga en contacto con su subconsciente
5 Jolao Jacobi, The Psychology of ]tmg, Yale Uoiversity Press,
colectivo, lo que se logra, en gran parte, a través de la in-
terpretación de los sueños. Jung creía que el sueño tiene New Haveo, 1943, p. 66.
166 PSICOANÁLISIS ADLER Y JUNG 167
el hombre las características conscientes son, por lo gene- pensaba que el individuo, en el curso de su vida, tiende a
ral, el pensamiento y la sensacicón, se encuentran reprimi- adoptar, como una especie de careta, la actitud que esperan
dos el sentimiento y la intuición. En la mujer, en cambio, de él. Cada profesión, por ejemplo, tiene su propia actitud
predominan el sentimiento y la intuición. El lado femenino característica, que el individuo perteneciente a ella tiende
que se reprime en el hombre es llamado su ánima; el lado a asumir. El médico tiene su Persona peculiar, el hombre
masculino reprimido en la mujer es su ánimo. la tarea de de negocios la suya y, así, sucesivamente. No consideraba
la terapia consiste en encontrar el equilibrio entre estas la Persona como parte del verdadero carácter, pero sí creía
fuerzas; esto es, en desarrollar el ánima y el ánimo para que se encuentra ligada estrechamente a él y que es muy
hacer completo al individuo. Parece tratarse de una idea difícil de separar. la Persona obra como una especie de
fantástica. Jung desarrolló una teoría de los tipos del carác- protección para el interior del individuo.
ter, que ya mencionamos (en el capítulo III), en la cual No cabe, dentro del propósito de esta obra, el hacer un
utiliza estas divisiones de la personalidad. los dos tipos amplio estudio crítico de todo el sistema de Jung, tal como
principales del carácter son el extravertido y el introver- llegó a desarrollarse. Nos hemos ocupado de algunas de sus
tido. Ambos son dominados por alguna de estas cuatro ca- contribuciones por el valor positivo que entrañan para la
racterísticas. Puede haber un sentimental introvertido o ex- terapia psicoanalítica. Ahora queremos puntualizar algunos
travertido y, así, las ocho clases de combinaciones. de sus aspectos negativos que revisten importancia.
En el modo como se ha desarrollado la escuela de Jung, la principal crítica de conjunto que puede hacerse al
se observa la tendencia a hacer más rígido y ritual el pro- pensamiento de Jung es la de que tiende a apartar al pa-
ceso de curación, afirmando que los pacientes pasan a través ciente de la realidad y le proporciona, en sustitución, una
de diversas etapas hasta que, finalmente, llegan a autorrea- fantástica vida mística semi-religiosa. 7 Esto puede ser en
lizarse. Esto puede lograrse aun después de la edad madu- particular peligroso para los psicópatas, porque estimula su
ra. Tal como se presenta en la actualidad, el sistema es una preocupación por los procesos fantásticos y, por tanto, re-
especie de religión. Jung consideraba que los individuos fuerza su · tendencia a confundir la realidad con el pensa-
necesitan adoptar una actitud religiosa, con lo cual parecía miento autístico. El método de Jung sobre la interpretación
indicar su consideración hacia la dignidad de la vida hu- de los sueños es un ejemplo de su teoría en acción. El pa-
mana y la creencia en el significado de la misma. 6 Esta ciente arranca de su problema, pero sus asociaciones lo
consideración hacia el paciente, que de modo tan acusado llevan luego, continuamente, a la contemplación de lo uni-
se advierte en el pensamiento de Jung, no se observa con versal. Se supone que, contemplando la experiencia de la
mucha frecuencia en otros tratamientos psicoanalíticos. raza, encuentra la comprensión de su propia dificultad. Esto
Debemos hacer mención de otro concepto de Jung, por- lo documenta particularmente bien en su obra Psicología y
que sugiere una de las maneras como el hombre se amolda religión. No se puede evitar el pensar que, a despecho de
a las normas culturales. Se trata del concepto de Persona las interpretaciones del paciente, el problema se conserva,
(la palabra latina que significa máscara o careta). Jung pero pensando que alguna cosa distinta lo ha sustituido.
Éste es el mecanismo clásico de la neurosis obsesiva. Otro
6 Car! Jung, Two Essays on AnaJytical Psychology, Dodd,
Mead & Co., Nueva York, 1928, p. 186. " ... todas las conver-
aspecto infortunado del método de Jung es el adoctrina-
siones religiosas que no pueden explicarse por la sugestión directa miento del paciente. Si el psicoanalista contribuye con sus
o por el contagio del ejemplo se apoyan en proceso internos que
son independientes y cuyo desarrollo culmina con un cambio de la 7 Nuestro colaborador, Patrick Mullahy, no está de acuerdo
personalidad".
en esto.
168 PSICOANÁLISIS ADLER Y JUNG 169
propias asociaciones en los sueños del paciente y parte de sar de que la idea de Jung sobre los aspectos no desarrolla-
una teoría acerca de la imaginación del subconsciente co- dos difiere mucho de la de Fromm, de su pensamiento se
lectivo, el resultado final será en general el adoctrinamiento desprendió una actitud muy importante, por la cual Jung
del paciente en la teoría del psicoanalista. Se ha dicho, y merece gran reconocimiento: una actitud de consideración
posiblemente con cierta razón, que los psicoanalistas fr eu- hacia el paciente y su neurosis. 9
dianos adoctrinan a sus pacientes en la orientación sexual Los dos investigadores que primero se separaron de
y que, de algún modo, el pensamiento del psicoanalista Freud eran polos diferentes, tanto desde el punto de vista
debe tener cierta influencia sobre el paciente; pero otros temperamental como en su modo de abordar la compren-
sistemas, al menos, no efectúan adoctrinamiento tan activo sión de la neurosis. Su pensamiento difiere entre sí, tanto
como el que realiza el método de Jung. o más que de la orientación de Freud. Aun cuando se
A pesar de eso, Jung ha hecho contribuciones positivas apartaron del grupo de Freud casi al mismo tiempo, al
para la comprensión de la personalidad y para la terapia, parecer nunca unieron sus esfuerzos. Cada uno siguió su
sobre todo en los primeros años de sus investigaciones. Fue propio camino y se distanciaron cada vez más del pensa-
el primero que hizo notar la importancia que tiene el sutil miento de Freud. Al mismo tiempo, ambos se alejaron
trabajo que ejecuta la tensión neurótica existente entre los recíprocamente desde sus personales puntos de vista. No
padres sobre el niño. Aun cuando los factores del medio obstante, tenían, por lo menos, tres puntos de coinciden-
ambiente no eran negados por la escuela freudiana, no cia. A ninguno de ellos le satisfacía la hipótesis de la libido
fueron estudiados con amplitud, y en Freud no encontra- y ambos se esforzaron por construir una teoría de la neu-
mos en ninguna parte cierta indicación acerca de la im- rosis sobre bases diferentes. No estaban de acuerdo con la
portancia del trabajo ejecutado subconscientemente por la terapia determinista de Freud y creyeron que también de-
tensión recíproca existente entre los individuos, como vino ben tenerse en cuenta los propósitos del paciente. Jung
después a hacerlo Jung. También fue el primero que consideraba que la comprensión de estos propósitos es, por
consideró al psicoanálisis como una interacción entre el lo menos, tan importante como el conocimiento de la causa.
psicoanalista y el paciente. Asimismo fueron nuevas sus En el caso de Adler, éste intentó sustituir por completo
observaciones acerca de que las dificultades del psicoanalis- la causa por el propósito, como el factor de importancia
ta puede aprender algo sobre sí mismo por medio del pa- para la neurosis. Sin embargo, la naturaleza de los propó-
ciente. sitos es enteramente diferente en la descripción que de
Jung tenía un nuevo concepto sobre lo que es repri- ellos hacen ambos investigadores, como lo demuestra nues-
mido por el hombre y esto significaba una nueva con- tra exposición anterior. El tercer punto de acuerdo fue
cepción acerca del propósito de la terapia. Sigmund Freud que los dos destacaron la importancia que tiene la relación
creía que el hombre tiene que reprimir sus aspectos in- entre el niño y sus padres. Jung puntualizó su signifi-
aceptables. cación desde el primer momento; Adler sólo la tomó
Jung consideraba que el hombre también reprime algu- en cuenta después, cuando Jung había perdido aparente-
nas de sus potencialidades positivas y creía que una de las mente su interés en el asunto. Puede advertirse, con cierta
funciones de la terapia es la de traer a luz los aspectos no sorpresa, que Jung, con su conocimiento de varias culturas,
desarrollados de la personalidad del paciente. "Sólo lo que no haya sido el que hiciera observaciones más interesantes
uno mismo es realmente tiene poder para curar." 8 A pe-
9 Véase la comparación entre "individualismo" e " individua-
8 Two Essays on Analytical Psychology , p. 178. ción", Two Essays on Analytical Psychology, p. 184.
PSICOANÁLISIS IX
170
sobre los efectos que producen las exigencias culturales en
NUEVAS DIVERGENCIAS Y DESARROLLOS
el individuo. Quien se adelantó en este sentido fue Adler.
DESPUÉS DE 1920
Como hemos visto, el pensamiento de estos dos investiga-
dores no hizo gran impresión, durante mucho tiempo, so-
bre la corriente principal del pensamiento psicoanalítico. Después de que Adler y Jung se separaron del "movi-
Pero en los últimos años se han redescubierto algunas de miento psicoanalítico", pasaron varios años durante los cua-
sus ideas. Horney parece ser, en particular, la heredera les Freud y quienes se mantuvieron en su corriente siguie-
del pensamiento de Adler, en tanto que algunas de las ron trabajando de acuerdo con los lineamientos de las
contribuciones de Rank y de Fromm se relacionan con primeras teorías. La mayor parte de las contribuciones
las mejores ideas de Jung. de Freud durante este periodo fueron de elevada natura-
leza académica. A sus especulaciones teóricas sobre el sub-
consciente, los instintos, el narcisismo, etc., les dio el nom-
bre de metapsicología. Sus restantes artículos pertenecen
al campo del psicoanálisis aplicado. En esta época se hi-
cieron muchos intentos por aplicar los principios psicoana-
líticos, de un modo teórico, a la literatura, al arte y a otras
diversas actividades. La primera Guerra Mundial requirió
los servicios de muchos psicoanalistas, que transitoriamen-
te tuvieron que dejar de trabajar en su especialidad. Fue
un periodo de pesimismo creciente acerca de la eficacia
terapéutica del psicoanálisis. Los métodos de tratamiento
que entonces se utilizaban, en particular el del recuerdo
de las experiencias infantiles por medio de la libre asocia-
ción, se consideraron con frecuencia como carentes de valor
terapéutico. Por el año de 1920, el propio Freud se había
hecho el más pesimista de todos. Aún seguía creyendo
que el psicoanálisis tiene muchas aportaciones que hacer
para la comprensión de la personalidad humana, pero se
había puesto de manifiesto que la naturaleza es mucho más
invariable y resistente al tratamiento de lo que antes se
suponía.
Con todo, desprendiéndose del pensamiento de esta
época, por el año de 1920 llegaron a cristalizar varios cam-
bios teóricos brillantes. Freud propuso una nueva teoría
del instinto, descubriendo la importancia de la agresión
y de la compulsión de repetición. A ella siguió su teoría
sobre la personalidad en conjunto -es decir, del ego, el
Sttperego y el ello- y, finalmente, su nueva valoración
de la angustia. Pero, al principio, estos cambios teóricos
171
172 PSICOANÁLISIS NUEVAS DIVERGENCIAS 173
no parecieron guardar relación con la técnica de la terapia cos provienen del trauma del nae1m1ento. Freud ya había
y así se mantuvieron durante varios años. El psicoanálisis, señalado antes que ciertas manifestaciones que acompañan
como método de terapia, se encontraba, al parecer, en un al proceso del nacimiento (particularmente en los partos
callejón sin salida. Freud mismo abandonó su interés por difíciles) también se encuentran en los estados de angustia.
el estudio del individuo y dirigió su atención a la investi- Pero Rank no partía de esto. Consideraba que la situación
gación de los fenómenos culturales. psicológica del nacimiento es la importante. Encontraba
Lo que se necesitaba, obviamente, eran ciertas mejoras que el nacimiento produce una conmoción profunda, tanto
en la técnica terapéutica y para 1925 estaban en marcha en el nivel fisiológico como en el psicológico. Creía que
algunas innovaciones y experimentos que ayudaron a in- esta conmoción produce la angustia primitiva, la cual cons-
crementar la eficacia terapéutica. Tres investigadores se tituye una especie de reserva de angustia en el interior
destacaron particularmente entonces. Rank, Ferenczi y del individuo, que lentamente se disipa en el curso de toda
Reich. Los tres chocaron después con la seria reprobación la vida. En todas las posteriores situaciones productoras de
de Freud, pero por otros motivos. Sólo Rank fue el que angustia se libera una parte de esta reserva.
terminó por discutir la teoría de la libido, proponiendo en Los aspectos fisiológicos y psicológicos de la situa-
su lugar una nueva teoría de la personalidad. Reich, lejos ción del nacimiento están relacionados con el trauma que
de dudar de ella, le concedió el lugar central de su propio produce la separación de la madre. Rank pensaba que todas
sistema. Ferenczi se pronunció por un término medio. En las experiencias posteriores que conllevan una separación
los primeros años fue el más ardiente partidario de la teo- adquieren la propiedad craumatizante, como consecuencia
ría de Freud. Pero, lentamente, lo asaltaron dudas acerca del trauma primitivo. Esto es lo que hace que el destete
de su validez; se interesó más en lo que ocurre entre el -separación del pecho- y la amenaza de castración
padre y el niño, y entre el psicoanalista y el paciente. Al -separación del pene- se conviertan en focos de angus-
final, conservó la terminología ele Freud, pero trocó su tia. De este modo, toda angustia puede interpretarse vincu-
atención a lo que ahora llamamos el proceso interpersonal. lada a la angustia del nacimiento. Freud hacía notar que
Su propósito era lograr una terapéutica eficaz y los no es posible que exista ninguna conciencia de la separa-
tres, por diferentes caminos, trataron de desarrollar la situa- ción de la madre en el momento del nacimiento, r,i tam-
ción psicoanalítica en una experiencia emotiva que fuera poco que el niño tenga ninguna visión de los órganos ge-
vitalmente efectiva. nitales femeninos que pueda explicar el horror que le
producen posteriormente, como supone Rank. No obstan-
RANK te, Freud quedó tan impresionado con la proposición de
Rank, que acabó por reunir sus propios pensamientos
Rank fue el primero de los tres en proponer cambios acerca de la angustia, y los publicó por primera vez.1 Rank
radicales en la terapia, que están estrechamente ligados con consideraba al acto sexual como un esfuerzo por reunirse
su nueva teoría de la personalidad. Antes de hacer sus in- simbólicamente con la madre. (La mujer puede lograrlo
dagacione.> sobre una terapia efectiva, Rank había demos- únicamente identificándose con su hijo, cuando lo lleva
trado algunas divergencias con Freud. Fue dentro de la es- en sus entrañas.) La reunión con la madre es el anhelo
tructura de la orientación biológica donde las hizo públicas vehemente y los obstáculos que impiden su cumplimiento
en primer término. En vez de aceptar que el complejo de
Edipo ocupa el lugar principal en la producción de la neu- 1 Sigmund Freud, The Problem of Anxiety, W. W. Nortcn &
rosis, propuso la teoría de que todos los trastornos neuróti- Co., Inc., Nueva York, 1936.
NUEVAS DIVERGENCIAS 175
174 PSICOANÁLISIS
se producen por la angustia del trauma del nacimiento. Rank creía que todos los pacientes reaccionan a la ame-
Es como si, para volver a ella, fuera necesario volver a naza de separación y consideraba que los individuos tien-
arrostrar ese peligro. El mito de Edipo, conforme a su den a mantenerse dependientes, atemorizados por el pensa-
interpretación, es un intento por resolver el misterio del miento de independencia, y que a causa de este temor
origen y del destino del hombre, probando el retorno al siempre se hallan dispuestos a entregar la dirección de sus
seno materno. Los resultados trágicos que produce, repre- propias vidas. En este punto, Rank concluía que el proble-
sentados en el mito, los considera como expresiones del ma del paciente es, en realidad, el problema de aprender a
funcionamiento de la angustia del nacimiento. afirmar su propia voluntad. Se trataba de otra especie de
Mientras estos puntos de vista se mantuvieron en el nacimiento, el nacimiento de la individualidad o de la vo-
plano meramente teórico y la orientación de Rank siguió luntad. En opinión de Rank, los individuos se desarrollan
siendo mecanicista y biologista, sólo provocaron discusión y educan de tal manera que tienden a adquirir un senti-
animada sin llegar al rompimiento con Freud. Sin embar- miento de culpa cada vez que se afirman a sí mismos. Se
go, pronto Rank utilizó su teoría para establecer una nueva comportan como si pensaran que es un delito el no some-
técnica terapéutica. Su propósito era acortar el psicoanáli- terse o el no conformarse. La tarea del terapeuta consiste,
sis, y llegó a la conclusión de que si toda neurosis tiene su entonces, en liberar al paciente de este sentimiento de
origen en el trauma del nacimiento, tal vez podría acor- culpa. Creía Rank que la técnica freudiana, con la im-
tarse el psicoanálisis ocupándose sólo del principio del portancia que da a la autoridad del psicoanalista, parece
problema. Esto lo hizo empleando un tiempo definido de que viene a reforzar la tendencia que tiene el paciente a
duración para terminar el psicoanálisis muy pronto en el someterse, o sea, que debilita su voluntad.
curso del tratamiento. Afirmaba que cuando procedía así, Rank propuso tres modificaciones a la técnica. La pri-
los pacientes empezaban a soñar con nacimientos. El pen- mera consistió, como en el caso de Jung y de Adler, en
samiento de abandonar al psicoanalista, según creía, revela destacar principalmente en el psicoanálisis la situación pre-
toda la angustia del nacimiento. Freud hacía la crítica de sente, en contraste con la acentuación del pasado que hacía
esta nueva divergencia en la técnica, diciendo que le pa- Freud, y en tratar las reacciones que surgen en la situación
recía como si, en medio de una gran conflagración, alguien psicoanalítica como resistencias. Para Rank, el proceso te-
esperara extinguir el fuego quitando la lámpara que lo rapéutico implica una "nueva experiencia" y no es simple-
había causado. mente un revivir el pasado infantil. En segundo lugar, con
La nueva actitud adoptada por Rank en la terapia tuvo la importancia que concedió al trauma del nacimiento,
un resultado positivo inmediato: colocó al psicoanalista y consideró que la reacción ante el psicoanalista está relacio-
la situación psicoanalítica en una posición mucho más nada sobre todo con la que se experimenta ante la madre
prominente que la que se le concedía en la técnica freu- y no con la que se refiere al padre. Rank creía que es la
diana. Esto constituyó el primer paso para una mejor com- transferencia materna la que actúa desde el principio por
prensión de la situación psicoanalítica. El relieve que dio parte del paciente. La tercera modificación consistió en
a la actuación del psicoanalista lo convirtió en una fuerza establecer una limitación definida de tiempo para el tra-
que tenía que considerarse al igual que la del paciente y, tamiento, y en considerar la reacción observada en el pa-
al parecer, la interpretación que hizo Rank de este hecho ciente, ante dicho tratamiento, como el material de estudio
fue la que le condujo a la siguiente fase de su pensamien- más importante. De otras tres modificaciones, la más va-
to, en la cual descartó la orientación biológica y, al propio liosa es la primera, porque hace del psicoanálisis una ex-
tiempo, rompió por completo con las teorías de Freud. periencia vivida en el presente con el psicoanalista. Como
176 PSICOANÁLISIS NUEVAS DIVERGENCIAS 177
Jung y Adler habían ya observado, presenta un nuevo tratamiento alguno, pues está adaptada. Tampoco el artista
modo de concebir la terapia, que después utilizarían en creador necesita ser tratado, porque ha logrado afirmarse
otro sentido Ferenczi, Reich y otros investigadores poste- a sí mismo. El objeto de la terapia es llevar al neurótico
riores. La importancia de la transferencia materna ya ha- al punto en donde pueda afirmarse a sí mismo y afirmar
bía sido puesta de manifiesto por Jung; pero Rank vino su voluntad. En el pensamiento de Rank, claramente pue-
a redescubrirla en una nueva relación. La menos satisfac- de apreciarse que es más deseable ser un artista creador
toria de sus innovaciones resultó ser el establecimiento de que una persona "normal".
un límite para el psicoanálisis, aun cuando puede ser una La idea que Rank tiene de la voluntad, que desempeña
idea útil si se le maneja discretamente y con flexibilidad. un papel central en sus teorías posteriores, la describe, en
Por lo demás, el propio Rank acabó por descartarla, cuan- general, en términos más bien vagos. La considera prin-
do menos en su rigidez original. cipalmente como una fuerza negativa que se desarrolla en
Por el año de 1925, Rank propuso una forma más contra de la compulsión. La compulsión puede provenir
activa de la terapia, con el propósito de incitar al paciente de fuerzas externas, como son los padres, o bien de las
a afirmarse a sí mismo y a encontrar su propia individua- exigencias internas de la sexualidad . El peligro que en-
lidad. Este intento respondía al mismo fin que llevó a traña la sexualidad es que puede impulsar al individuo a
Jung a destacar la importancia que tiene la liberación de someterse a la voluntad ajena. Después se alcanza un se-
las potencialidades reprimidas por el paciente. Rank con- gundo nivel más positivo para la voluntad, dirigiéndola
sideraba el caso en términos de voluntad, y apegándose hacia los deseos que otros tienen o necesitan satisfacer.
al criterio de la voluntad y de su manera de funcionar, Pero esto no significa que se tenga envidia, sino el afán
dividió a los individuos en tres tipos: el "normal" o adap- de guiarse por propósitos y ambiciones que son semejan-
tado, el neurótico y el artista creador. El hombre "nor- tes. Éste es el nacimiento de la propia voluntad, a partir
mal" acepta la voluntad popular como si fuera suya, lo que de la voluntad del grupo. Por último, se abandonan las
no se debe tener, necesariamente, como un sometimiento comparaciones y se realiza la voluntad positiva, cuando
pasivo, porque puede tratarse -y así es en el caso de un el individuo ya no se atiene a otras normas, sino que
individuo sano- de una conjugación activa con la volun- adquiere responsabilidades por su propia voluntad. Rank
tad del grupo. El neurótico es aquel que tiene dificul- hace notar que la educa.ción nos suministra un sentido del
tades -ya que no puede identificarse positivamente con mal que se encuentra relacionado con la afirmación de
el grupo, ni tampoco puede permanecer aislado, porque el nuestros mismos deseos. Esta idea proviene de la ense-
estar solo le produce un sentimiento de inferioridad y de ñanza que recibimos sobre la necesidad de conformamos
culpa. El artista creador es el que logra por entero la acep- en algunas cosas.
tación y la afirmación de sí mismo. Se encuentra en armo- Rank decía que el artista creador no puede ser com-
nía con sus facultades y con sus ideales. "En una palabra, prendido a la luz de la teoría freudiana. Freud no deja
en el caso de este tipo ... no se forma ni un compromiso, ni lugar para la creación positiva, porque supone que todo
una mera agregación, sino que se crea un nuevo con- aquello que es bueno en el hombre es el resultado de la
junto, la poderosa personalidad con su voluntad autóno- acción de la sociedad, al hacer que se efectúe la sublima-
ma, que representa la más elevada creación de la voluntad y ción de los instintos biológicos.
del espíritu, combinados." 2 La persona normal no requiere En las obras que siguieron a la publicación de la Te-
2 Otro Rank, Wilt Therapy and Truth and Reality, Alfred A. rapia de la voluntad, el pensamiento de Rank se hizo más
Knopf, Nueva York, 1947, p. 265. confuso. Se encuentra una indeterminación de significados
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178 PSICOANÁLISIS
que hace posibles interpretaciones muy variadas. Esto ocu- En los procedimientos terapéuticos activos, el peligro
rre, en particular, alrededor de sus ideas sobre la verdad. de que el terapeuta pueda presentarse como un sádico es
En un pasaje dice que la verdad es subjetiva, "verdadero mayor que en los métodos más pasivos. El método de Rank
es lo que creo o afirmo, dudoso lo que niego o rechazo". 3 parece en particular prestarse a esta contingencia. Inci-
Pero, en la misma página, afirma que lo que es solamente tando al paciente a afirmar sus deseos, los terapeutas pue-
puede ser descubierto si se supera la tendencia a negar den encontrar justificado el hacer o decir ciertas cosas que
aquello que uno no necesita ver. Entonces, continúa: "El sirvan principalmente para irritar al paciente. Se ha pen-
tercer nivel de la conciencia creadora, o fantasía, es la ex- sado que estimulando la ira de éste se logra desarrollar
presión más positiva del deseo de lo opuesto, por el que su independencia y su voluntad. Pero si el método de
no sólo se dice 'no quiero percibir lo que es, sino que quie- Rank es el que propicia de modo especial un tratamiento
ro que sea de otra manera, esto es, tal como lo necesi- semejante, lo cierto es que no es el único que lo tiene por
to. Y la verdad es esto y solamente esto'." 4 Es fácil advertir valioso. En la tercera década del siglo se observó la ten-
que habla de diferentes clases de "verdad" y, al parecer, dencia a creer que acontece algo importante, siempre que
cree que la verdad, en el sentido corriente de señalar lo que el paciente "manifiesta" cierto furor, como una consecuen-
realmente existe, es algo que no se puede tolerar. Así, cia del descubrimiento hecho por Freud de que también
parece llegar a la conclusión de que el artista creador cons- la agresión reprimida es un factor importante para la neu-
truye su propia verdad. Cuando se aplica a la terapia este rosis. Más adelante expondremos esto en forma más de-
modo de pensar, se llega a resultados confusos, que depen- tallada, cuando nos ocupemos de la aportación de Ferenczi.
derán de las diferentes interpretaciones posibles. La idea Otro aspecto infortunado del método de terapia de
de llegar a ser aceptado y de afirmarse uno mismo se ha Rank es que no ofrece ninguna seguridad para el caso
interpretado de dos modos distintos. Puede significar el de un paciente demasiado dependiente. Los psicópatas y
considerar a otro como realmente es, enterándose de sus todas las personas verdaderamente incapaces de sostenerse
éxitos y de sus fracasos, con el resultado de que se tenga por sí mismas se ven forzad~s prematuramente, por medio
a ese otro como libre para desarrollarse -la verdad habrá de este método, a tratar de valerse por sí mismas y a to-
hecho que se libere de las falsas imágenes que de él se te- mar decisiones propias. Con lo cual lo que se logra, en
nían-. O bien, aceptándose a uno mismo, puede signi- general, es el pánico.
ficar el decir: "Soy todo lo recto que es posible, justamen- De este modo, los peligros que se desprenden de la
te tal cual soy. Y afirmo mi derecho a ser así." Ambos terapia de Rank son de dos clases. Tan grande licencia
significados pueden desprenderse de la hipótesis de Rank. puede conducir a forjar en el paciente un compromiso o
La segunda interpretación tiende a glorificar la rebe- una ilusión, si se interpreta la verdad en función de lo que
lión o el modo de ser diferente, como un fin en sí mismo. necesita ser él. El segundo riesgo es que el método puede
Esto es fomentado no sólo por el confuso concepto de ser practicado en forma sádica, forzando al paciente a co-
verdad, sino también porque exalta la afirmación del deseo locarse en una situación que no puede mantener.
de lo opuesto. Al propio tiempo subestima la necesidad de No obstante, a pesar de que la aplicación práctica del
entendérselas con los factores de la realidad que nos ro- pensamiento de Rank es tan aventurada, no cabe duda
dea, esto es, con los deseos de otras personas, etc. de que contiene algunas ideas valiosas. Como Jung, Rank
considera que el neurótico encuentra dificultades debido,
3 WilJ Therapy and Truth and Reality, p. 247. en parte, a su incapacidad para ex.presar ciertos aspectos
4 Ibidem p. 247. positivos de sí mismo. Establece como más elevado el des-
NUEVAS DIVERGENCIAS 181
180 PSICOANÁLISIS
arrollo del artista creador, porque éste es capaz de expresar En la terapia activa tenía un propósito similar al de
su singularidad, aun cuando, algunas veces, no cuente con Rank; provocar reacciones en el paciente. Ferenczi, muy
la aceptación de la sociedad. Considerando los problemas apegado al pensamiento de Freud, basaba su modo de ac-
del neurótico como resultado de su incapacidad para adap- tuar en la sentenciosa afirmación de éste de que el psico-
tar o para expresar sus aspectos positivos, destaca la posi- análisis debe ejecutarse en un estado de privación. Según
bilidad de desenvolver las potencialidades del paciente. Su la teoría de Freud, mientras mayor cantidad de libido ca-
método dirige la atención sobre las posibilidades dinámicas rezca de manera de descargarse, mayor será también la
de la relación entre el médico y el paciente. Para él la cantidad susceptible de sujetarse a la abreacción en el psi-
curación se enlaza con la afirmación final que hace el pa- coanálisis. Así, recomendaba que el psicoanálisis se ejecuta-
ciente de su deseo de lo opuesto. Cuando el paciente es ra en un estado de abstinencia sexual. Por eso, Ferenczi
capaz de vencer la autoridad del psicoanalista, se ha libe- trabajaba al principio con la idea de que en la medida en
rado. Esta oposición al poder del psicoanalista la consi- que el paciente careciera de placeres corporales, se contaría
dera como una parte fundamental del desarrollo de la con mayor emoción en el momento del psicoanálisis; lo que
independencia del paciente. Rank proclama también que el según esperaba aumentaría la eficacia terapéutica. Se exigía
psicoanalista es por sí mismo una figura importante en al paciente, por tanto, que renunci,¡ira a toda satisfacción
el psicoanálisis, y no un simple "espejo", y considera que sexual, que limitara la frecuencia de su orina y que dedicara
la situación psicoanalítica es algo más que una mera repe- el menor tiempo posible a las otras actividades de su aseo.
tición del pasado. El cambio de orientación, al abandonar También se le impedía el comer o el beber por puro pla-
el recuerdo del pasado para estudiar la dinámica de la cer. Como esta manera de ejecutar el psicoanálisis cierta-
situación psicoanalítica, constituye uno de los pasos más mente producía emociones mucho más violentas, pensó por
importantes que se han dado en el desarrollo del psico- un tiempo que era efectiva. Pero después se convenció de
análisis, y Rank contribuyó bastante a hacerlo posible. Fue que la emoción observada tiene poco o nada que ver con
el primero en atacar, en la tercera década del siglo, el la emoción reprimida que se trata de liberar. Las reaccio-
"nihilismo terapéutico" de Freud. nes que se observan son la cólera y la irritabilidad, que se
explican, en gran parte, por las condiciones de vida nada
cómodas que crean las prohibiciones. Hemos advertido,
FERENCZI justamente al estudiar a Rank, que después del año de 1920
muchos psicoanalistas, al tratar de hacer de la situación
Por muchos años Ferenczi estuvo muy ligado a Rank. psicoanalítica una experiencia emotiva más genuina, cre-
Ambos coincidían en el propósito de hallar un método yeron que era justificado provocar en el paciente tal excita-
terapéutico eficaz y trabajaron en colaboración hasta el mo- ción activa de las emociones. Tenían la errónea impresión
mento en que Rank rompió decididamente con Freud. Des- de que así se liberaba la emoción reprimida. Suponían
de entonces, sus investigaciones siguieron diferentes cursos. que, si el paciente era capaz de gritar y enfurecerse contra
Los dos trataban de mejorar la eficacia terapéutica, mediante el psicoanalista, se liberaba de su padre o de alguna otra
uqa mejor comprensión de la situación analítica. Pero figura anterior igualmente importante. Se consideraba to-
Ferenczi entendía el problema de un modo enteramente davía que la abreacción es un método de curación. Los
distinto al de Rank. Su pensamiento consta de dos fases: experimentos de Ferenczi demostraron que los intentos pre-
primero, una etapa de técnica activa, y después, otra de meditados de aguijonear la cólera del paciente no produ-
técnica tolerante, a la que llamó terapia de "relajación". cen los resultados deseados. Entonces, lentamente abandonó
NUEVAS DIVERGENCIAS 183
182 PSICOANÁLISIS
su método, modificando primero su actitud de intentar en padres, aun antes de que aprenda el significado de las pa-
todos los casos la privación voluntaria. Creyó que sólo labras. Y suponía que en la relación tan íntima entre el
cuando el paciente está deseoso de sufrir esta especie de psicoanalista y el paciente debe de existir también algo
autoprivación y no tiene ningún resentimiento real contra semejante. Por tanto, cada paciente reacciona ante la ver-
el psicoanalista, las emociones así excitadas adquieren im- dadera personalidad del psicoanalista en la medida en que
portancia terapéutica. Pero esto no fue suficiente para re- se sujeta a la experiencia de la transferencia. La propia
solver el problema. Muchos pacientes aceptaban la nor- personalidad del psicoanalista es un instrumento de cura-
ma de abstinencia, temerosos de suscitar la reprobación del ción. Y, puesto que no existe nadie que carezca de de-
psicoanalista, a pesar de que guardaban resentimiento hacia fectos, creía que el psicoanalista debe aceptar abiertamente
él. A causa de esto acabó por abandonar por completo sus fallas y sus errores cada vez que se produzcan en el
este método. procedimiento psicoanalítico. Porque, cuando el psicoana-
Por el año de 1927 osciló hasta el extremo opuesto, lista niega esto, abierta o tácitamente, acrecienta las difi-
elaborando su terapia de relajación, en la cual operaba cultades del paciente en dos sentidos. Lo confunde al punto
bajo el supuesto de que los neuróticos son individuos que de hacerlo considerar que sus experiencias se basan en las
en su infancia nunca encontraron aceptación o cariño y deformaciones de su transferencia y que, en consecuencia,
que, por tanto, necesitan descubrir la experiencia del amor son adecuadas y se fundan en la relación real que existe
y de la aceptación. Pensaba que, al suministrarles con el entre él y el terapeuta. A la vez, negando que cometa
psicoanálisis un medio favorable, tal vez estos individuos errores, el psicoanalista repite en realidad la actitud autori-
podrían desarrollarse de nuevo, pero ahora con un "buen taria de los padres que obran conforme a la premisa de
padre". Pero lo que no se ve con claridad es el modo que siempre están en lo justo. Cuando el psicoanalista se
como pueda hacerse esta inversión revolucionaria. Al pa- comporta en forma parecida a los verdaderos padres, según
recer surge en el trabajo real con los pacientes. Ferenczi pensaba Ferenczi, el paciente termina por revivir su situa-
creía que una de las razones del éxito terapéutico del psi- ción infantil sin ningún discernimiento. En pocas palabras,
coanálisis radica en el hecho de proporcionar al paciente Ferenczi sustentaba la creencia de que es el hecho de que
un medio distinto, una atmósfera de tolerancia, en lugar la experiencia psicoanalítica sea diferente de la experiencia
de la reprobación, y que, debido a la diferencia mistente pasada en la vida del paciente el que produce efectos tera-
entre la nueva experiencia y Ja pasada, el paciente puede péuticos. La medula revolucionaria consiste aquí en la idea
darse cuenta de la tensión en que ha vivido. En este as- de que el psicoanalista puede admitir, sin perder por ello
pecto, en efecto, Ferenczi acusaba la importancia que tiene su autoridad, que haya cometido un error o que mani-
realmente la relación con el psicoanalista. No sólo puede fieste alguna participación emotiva en Ja situación. Otro
el paciente tratar de revivir su pasado en la relación con el aspecto de la teoría de Ferenczi acerca de la significación
psicoanalista, como Freud creía, sino que, a la vez, el pa- que tiene la relación real es su creencia de que el psicoana-
ciente adquiere también una experiencia m1,eva, a causa lista debe ser considerado y aceptado por el paciente· como
de que el psicoanalista muestra una actitud diferente con realmente es -con todo y sus errores- como condición
respecto a él. Jung y Rank habían hecho observaciones indispensable para que pueda establecerse la situación tera-
semejantes, pero destacando otros aspectos de la nueva ex- péutica. Es obvio que, al subrayar así la importanda que
periencia. Con Ferenczi, Ja importancia recayó sobre la tienen las actitudes reales del analista, Ferenczi demostraba
actitud del psicoanalista. Al igual que Jung, Ferenczi creía su interés por el estudio de la interacción mutua entre los
que el niño siente y reacciona ante la personalidad de los individuos.
184 PSICOANÁLISIS NUEVAS DIVERGENCIAS 185
Otra innovación que hizo en este periodo fue la de ción del deseo infantil insatisfecho. No se daba cuenta
estimular al paciente a que dramatizara, al parecer con de que la necesidad amorosa del neurótico sirve ya a otros
Ja idea de que, de este modo, el paciente revive su infancia propósitos, tales como ser un recurso para disimular la hos-
con un padre mejor, por decirlo así. De este modo inci- tilidad, para obtener poder, etc.; y que el deseo de amor
taba al paciente a conducirse como si, por ejemplo, tuviera no se mantiene por el hecho de que no haya sido posible,
tres años de edad, hasta el punto de ponerse a hablar "como sino porque el paciente es incapaz de aceptarlo. En otras
un niñito'', a jugar con muñecas, etc. Y en esta situación palabras, su primera experiencia modula de tal manera su
participaba también el psicoanalista, tratando al paciente carácter que ya no p•1ede aprovechar después el amor que
como si efectivamente tuviera tres años. 5 se le ofrece, por esto son insaciables sus exigencias. Sea
Al hacer de la situación psicoanalítica una experiencia cual sea el grado de cordialidad que el psicoanalista pueda
vital, Ferenczi todavía tenía puestos sus ojos en el pasado. proporcionarle, no puede repararse la indigencia infantil
Es el pasado el que se revive en el presente, pero con una del paciente, a no ser por medio de un psicoanálisis que
diferencia: se agrega un nuevo elemento, que es, justa- provoque el discernimiento de las defensas de su carácter,
mente, la aportación de la propia personalidad del psico- que lo frustran y Jo obstruyen continuamente. Aun cuan-
analista. También hay una diferencia importante entre esta do Ferenczi no lo veía así, pronto se encontró con el he-
idea de Ferenczi de revivir el pasado en el presente y la cho de que no podía proporcionar al paciente todo el amor
consideración que hacía Rank del pasado, que es vital sólo que éste exigía. Sin embargo, la idea de que el psicoana-
cuando se convierte en un presente vivo. Ferenczi creía lista debe estimar y aceptar al paciente, para poder ayu-
que el pasado es importante y valioso, con independencia darlo, es en términos generales una observación válida.
de la influencia real que ejerza en el presente, en tanto La idea de admitir los errores con el paciente también
que Rank destacaba, ante todo, la importancia de la situa- debe aplicarse con perspicacia para resolver sus necesidades.
ción presente. Pero no debe degenerar hasta convertirse en un psicoanáli-
Freud criticó acremente el método de Ferenczi, con- sis recíproco, ya que esto agravaría las necesidades del
siderando en particular con desconfianza la idea de otorgar paciente y, en el caso de cierto tipo de pacientes, con fa-
"amor" al paciente. También le pareció imprudente acep- cilidad podría acabar por transformarse, más que nada, en
tar los errores que comete el psicoanalista con respecto a un psicoanálisis del psicoanalista. En consecuencia, debe
los pacientes. encontrarse un término medio entre la postura de una rec-
En nuestra opinión, Ferenczi no tenía una idea clara titud autoritaria, por una parte, y el colocarse enteramente
ele lo que son las exigencias amorosas del neurótico. Su bajo el dominio del paciente, por otra. Ésta es una posi-
creencia de que los pacientes se sienten enfermos por no ción difícil de mantener, y Ferenczi no tuvo en cuenta
haber siclo queridos y aceptados en su infancia es una con- todos los peligros que contiene. Pero es el meollo de una
cepción útil; pero, a la vez, consideraba que el ferviente buena idea, que Sullivan y Fromm-Reichmann han vuelto
anhelo amoroso del adulto neurótico es una simple repetí- a descubrir en sus investigaciones con los psicópatas. Claro
es que forma parte del proceso interpersonal admitir en
5 Recientemente John N. Rosen ha intentado una técnica se- cierto modo las limitaciones del psicoanalista, que es un
mejante. Consúltense sus artículos "Treatment of Schizophrenic observador participante.
Psychosis by Direct Analyric Therapy'", Psychiatric Quartcrly, Menos recomendable es que en el psicoanálisis se re-
vol. 21, enero de 1947, pp. 3-37; y, también, "Method of Resolving
Acure Catatonic Excitement'", Psychiatric Quarterly, vol. 20, abril
viva el pasado, dramatizándolo. Por nuestra experiencia
de 1946, pp. 183-198. Véase también el psicodrama de Moreno. propia, podemos afirmar que en la mayor parte de los neu-
PSICOANÁLISIS NUEVAS DIVERGENCIAS 187
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róticos es su sentido de la realidad el que les impide parti- minio del pensamiento psicoanalítico y no han sido con-
cipar realmente en una situación tal, por lo que actúan firmadas por otros investigadores. 6 Es discutible todavía su
mecánicamente, sin ninguna emoción sincera. Pero en oca- primitiva idea de que la potencia orgánica sea un criterio
siones durante el psicoanálisis se revive espontáneamente curativo si se le considera únicamente por su ejecución
con genuina emoción algún fragmento del pasado. única- fisiológica. Se observa, con frecuencia, que muchos esqui-
mente entonces puede utilizarse terapéuticamente. Ade- zofrénicos son capaces de esto. Al parecer, la potencia or-
más, con pacientes cuyo sentido de la realidad sea fácilmen- gástica es importante como señal de salud mental, sólo
te perturbable, como ocurre en quienes se encuentran en el cuando forma parte integrante de la personalidad en con-
límite de la psicosis, la incitación a "actuar" puede empujar junto y expresa una emoción plena con relación a otra
al paciente todavía más al reino de lo imaginario. No obs- persona.
tante lo cual, Rosen y Moreno informan de algunos éxitos No obstante, la crítica que puede hacerse a su pensa-
obtenidos utilizando un método semejante. miento posterior no afecta la apreciación de su primera
Ferenczi nunca rompió abiertamente con el pensamiento aportación, sobre todo en el campo del psicoanálisis del
de Freud, pero cuando murió, en 1933, sus relaciones con carácter. Ferenczi había advertido antes que la tensión y
Freud eran tirantes y éste observaba con consternación las actitudes que se observan en los pacientes son, algunas
la mayor parte de la terapia de "relajación" de Ferenczi. veces, expresiones de resistencia y que, el llamar la atención
del paciente sobre ellas, a menudo produce como resultado
un progreso importante. 7 Reich se ocupó de este asunto en
REICH
forma más amplia. Encontró que las tensiones corporales
En la tercera década del siglo, \'V'ilhelm Reich hizo constituyen con frecuencia un modo de expresar los estados
igualmente una aportación importante para la mejor com- emocionales pero, además, observó que los individuos tie-
prensión de la situación psicoanalítica. En sus clases sobre nen maneras características de reaccionar, que también se
técnica a los estudiantes del Instituto de Viena propuso un expresan psicológicamente como tensiones somáticas. Algu-
nuevo tipo de actividad terapéutica. Abogó por abordar nas personas, por ejemplo, por hábito se enfrentan de un
de frente las resistencias del carácter. Esta técnica, como modo pasivo con las situaciones de la vida. Otras tienen
ya lo expresamos, dio acceso por primera vez al psicoanáli- técnicas para conquistarse la buena voluntad. Otras más
sis de la estructura del carácter. Después, Horney, Sullivan son agresivas y así sucesivamente. Reich los consideró
y otros han hecho algunos progresos sobre las ideas de como mecanismos protectores convencionales que se origi-
Reich, pero éste fue el primero en organizar el pensamiento nan a lo largo de la vida pasada del paciente.
psicoanalítico al respecto y, todavía ahora, sus lecciones, En lo que Reich no convenía, pero que ahora en ge-
publicadas en su obra Psicoanálisis del carácter, se cuentan neral se acepta, es que el ocuparse de estas actitudes forma
entre las mejores guías sobre el asunto de que puede dis- parte del psicoanálisis. Al psicoanálisis de las resistencias
poner el estudiante. Reich no se opuso a la teoría de la del carácter lo llamó "educación para el psicoanálisis".
libido. Puede decirse, en efecto, de acuerdo con los más
6 T. Hauschka, decano y encargado del Departamento de Zoo·
recientes desarrollos de su propia escuela, que era más freu- logía Experimental, de The Institute for Cancer Research, repitió
diano que el propio Freud en lo que se refiere a la acen- algunos de sus experimentos con resultados negativos.
tuación de la libido. Pero, en cambio, como veremos más 7 Sandor Ferenczi, Furth,,,. Contribtttions to the T heory and
adelante, se opuso al concepto del instinto de destrucción. Technique of Psychoanalysis, The Hogarth Press, Ltd., Londres,
Las ideas posteriores de Reich se apartan mucho del do- 1926, cap. 15.

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