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Microsatélites, distancias genéticas y estructura de poblaciones nativas


sudamericanas

Article · January 2009

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1 author:

Dario A. Demarchi
National University of Cordoba, Argentina
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REVISTA ARGENTINA DE ANTROPOLOGIA BIOLOGICA 11(1):73-88 (2009)
MICROSATELITES Y DISTANCIAS GENETICAS

MICROSATELITES, DISTANCIAS GENETICAS Y ESTRUCTURA DE


POBLACIONES NATIVAS SUDAMERICANAS
Darío A. Demarchi*
CONICET. Laboratorio de Bioantropología. Museo de Antropología. Facultad de Filosofía y Humanidades.
Universidad Nacional de Córdoba. Argentina

PALABRAS CLAVE Amerindios; STRs; heterocigosis; historia biológica; estructura poblacional; modelo de
Harpending y Ward
RESUMEN En este trabajo se investigaron las rela- mientras que las poblaciones con alto Ne y mayor
ciones genéticas entre 17 poblaciones nativas sud- flujo génico ocupan una posición central a bajos va-
americanas en relación a 15 microsatélites (STRs) lores de distancia unas de otras y sin un patrón defi-
autosómicos, utilizando 3 distancias genéticas – nido de agrupamiento. La falta de asociación entre
DST, DA y (δu)2 – que se ajustan a diferentes postula- distancias genéticas y lingüísticas o geográficas y
dos teóricos. A través de diferentes técnicas de aná- por otra parte, la alta correlación negativa entre He
lisis (escalamiento multidimensional, correlación y y distancias génicas promedio por población con-
correlación parcial de matrices) se puso a prueba firman ese patrón, demostrando que la mayor parte
si las distancias genéticas reflejaban las relaciones de la variación interpoblacional puede ser explicada
interpoblacionales esperadas a partir de la distribu- en función del grado de diversidad intrapoblacio-
ción geográfica o de relaciones lingüísticas entre nal. Es decir, las distancias genéticas no reflejan
las poblaciones. Además, se estimó en que grado relaciones filogenéticas, lingüísticas o geográficas,
las distintas medidas de distancias genéticas eran sino más bien eventos demográficos recientes tales
influenciadas por la diversidad (He) de cada pobla- como cuellos de botella genético, efecto fundador
ción. Los mapas genéticos muestran, principalmen- o migración externa masiva. Este hecho puede ser
te para DST y DA, que las poblaciones aisladas y con comprobado por medio de otra metodología ana-
bajo tamaño efectivo (Ne) aparecen como outliers, lítica, el modelo de Harpending y Ward. Rev Arg
Antrop Biol 11(1):73-88, 2009.
KEY WORDS Amerindians; STRs; heterozygosity; population structure; biological history; Harpending
and Ward Model
ABSTRACT In this study the genetic relationships linguistic or geographical distances, and the high
among 17 South American native populations are negative correlations between genetic distances and
investigated using 15 autosomal STRs, and 3 ge- He confirm this pattern, showing that most of the
netic distances – DST, DA, and (δu)2 – that conform observed variation can be explained by the levels
to different theoretical models. Several analytical of within group diversity. It can be concluded that
techniques (multidimensional scaling, correlation the genetic distances do not reflect phylogenetic,
and partial correlation matrices analyses) were geographical, or linguistic relationships, but only
employed to test whether or not genetic distances recent demographic events such as genetic bottle-
reflect the intergroup affinities expected from geo- neck, founder effect or massive migrations. This
graphical or linguistic relationships. Additionally, it fact can be verified using other analytical tools,
was investigated to what extent the different mea- such as, the method of Warpending and Ward. Rev
sures of genetic distances were influenced by the Arg Antrop Biol 11(1):73-88, 2009.
diversity (He) of each population. The genetic maps
show (principally for the case of DST and DA) that
isolated populations with low effective size (Ne) *Correspondencia a: Darío A. Demarchi. Laboratorio de
appear as outliers, whereas populations with high Bioantropología. Museo de Antropología. Facultad de Fi-
losofía y Humanidades. Universidad Nacional de Córdo-
gene flow and greater Ne occupy a central position ba. Av. Hipólito Yrigoyen 174. 5000 Córdoba. Argentina.
on the plot, at low values of distance from each E-mail: demarchi@ffyh.unc.edu.ar
other and without a clear pattern of clustering. The
lack of association between genetic distances and Recibido 3 Julio 2009; aceptado 18 Septiembre 2009

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D.A. DEMARCHI

La intención de escribir este artículo tropología biológica, estos polimorfismos


surgió luego de asistir a una presentación se han convertido en los marcadores de
realizada durante las “Octavas Jornadas elección en un número creciente de estu-
Nacionales de Antropología Biológica” dios, tanto a escala regional (Sala et al.,
(Distancia y Genética-Salta, Albeza M.V. 1998; 2006; Albeza et al., 2002; Hutz et
et al., Rev Arg Antrop Biol 9(1):43, 2007) al., 2002; Kohlrausch et al., 2005; Crosetti
y de la discusión que se generó después et al., 2008) como continental (Salzano y
de la misma. En síntesis, en ese estudio Callegari-Jacques, 2006; Belle y Barbu-
se calcularon las distancias genéticas en- jani, 2007). Existen numerosas ventajas
tre poblaciones de diferentes regiones de asociadas al uso de microsatélites: (1) Son
Argentina a partir de las frecuencias aléli- encontrados en gran número y esparcidos
cas de las mismas en un número variable uniformemente a través del genoma; (2)
de microsatélites autosómicos. Se observó Dada su alta tasa de mutación (entre 10-3 y
que las relaciones biológicas entre pobla- 10-4), la mayoría son polimórficos, aún en
ciones no reflejaban los vínculos espera- poblaciones donde existe baja variabilidad
dos a partir de la localización de las mis- en otros marcadores (proteínas, ADN mi-
mas, poniéndose en duda a partir de esos tocondrial); (3) La mayoría son selectiva-
resultados la utilidad de estos marcadores mente neutros, con lo cual resultan compa-
para investigar la variación genética de las tibles con los postulados de la genética de
poblaciones humanas. poblaciones; (4) Son relativamente fáciles
En este trabajo se investigaron las re- de tipificar y los distintos alelos pueden
laciones genéticas entre 17 poblaciones ser caracterizados sin ambigüedades; (5)
nativas sudamericanas en relación a 15 El análisis por PCR (Polymerase Chain
STRs autosómicos, utilizando 3 distancias Reaction), de pequeños fragmentos de
genéticas -DST, DA y (δu)2- que se ajustan ADN permite la tipificación de muestras
a diferentes postulados teóricos. Son sus muy degradadas; (6) Por sobre las otras
objetivos repasar algunas propiedades de ventajas, la existencia de kits comerciales
estos marcadores, ciertos conceptos bási- utilizados rutinariamente en genética fo-
cos acerca de los alcances y limitaciones rense hacen posible la tipificación rápida
del análisis de distancias genéticas y final- y eficiente de, por ahora, hasta 15 sistemas
mente, proponer un método de análisis al- genéticos (y más de 100 alelos) a partir de
ternativo que tenga en cuenta la estructura una sola reacción de PCR y a un costo
de la población. cada vez más accesible.

Microsatélites Distancias génicas

Los microsatélites o STRs (short tan- Las distancias genéticas pueden ser di-
dem repeats) son secuencias cortas de vididas en dos grandes grupos. El primero
ADN, generalmente de 1 a 4 pares de incluye las llamadas distancias geométri-
nucleótidos, que se repiten en bloque a cas, que simplemente reflejan la simili-
lo largo de la molécula de ADN. En an- tud entre poblaciones con respecto a las

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MICROSATELITES Y DISTANCIAS GENETICAS

frecuencias alélicas que éstas presentan La distancia de Nei ha sido formulada a


en determinados sistemas genéticos, sin partir de los siguientes supuestos: tasa de
asumir a priori supuesto evolutivo algu- mutación constante e igual para todos los
no. A este grupo corresponden la distancia loci; poblaciones con tamaños efectivos
cuerda (Cavalli-Sforza y Edwards, 1967), iguales y constantes a través de las gene-
la distancia de Rogers (Rogers, 1972) y raciones; las poblaciones están en equili-
la DA (Nei et al., 1983). Constituyen sim- brio mutación-deriva (Nei, 1972). Bajo el
plemente una visión geométrica de las modelo de alelos infinitos se supone que
distancias entre puntos en una hiperesfera la Da se incrementa de manera lineal con
cuyo número de dimensiones es igual al respecto al tiempo, en caso de que se man-
de alelos considerados en la comparación. tenga un balance mutación-deriva a través
A pesar de ser relativamente antigua, la del proceso evolutivo investigado (Take-
distancia DA es utilizada frecuentemente zaki y Nei, 1996).
con microsatélites debido a que se ha de- Otra de las distancias basadas en el
mostrado que es la que mejor representa modelo IAM, muy utilizadas es la de
las relaciones poblacionales, tanto a par- co-ancestralidad de Reynolds (Reynolds
tir de datos generados por computadora et al., 1983). A diferencia de la distancia
(Takezaki y Nei, 1996) como empíricos DST, la distancia de Reynolds parte del su-
(Takezaki y Nei, 2008). puesto de ausencia de mutación. La deriva
El segundo grupo de distancias com- génica es la única fuerza actuando sobre
prende a aquellas que se basan en modelos las frecuencias alélicas de las poblaciones
evolutivos, donde la variación es atribuida y el incremento en las distancias génicas
principalmente a la acción de la mutación depende en forma lineal del tamaño de
y la deriva, asumiendo que los marcadores la población, que no es constante y varia
utilizados no están sujetos a la selección entre poblaciones. Así, si el tamaño efec-
natural. La gran mayoría de estas medi- tivo de una población se duplica, la deriva
das de distancia, se ajustan al modelo de génica tendrá lugar más lentamente y en
alelos infinitos (Infinite Alleles Model- consecuencia, las distancias se incremen-
IAM). Según este modelo cada mutación tarán en la mitad del tiempo (Reynolds et
crea aleatoriamente un alelo nuevo y por al., 1983). Esta distancia es eficiente para
tanto, cada estado alélico está relacionado comparaciones entre poblaciones con pe-
por igual a cualquier otro. En el caso par- queños tamaños efectivos y que han diver-
ticular de los microsatélites, las distancias gido hace un número relativamente bajo
se calculan sin tomar en cuenta el número de generaciones (Weir, 1996). En el caso
de repeticiones en que difieren dos esta- de microsatélites, la distancia de Reynolds
dos alélicos. Esto implica que el tamaño parece inapropiada debido a que estos po-
no importa. La distancia basada en el mo- limorfismos poseen una tasa de mutación
delo IAM más utilizada es la distancia es- demasiado alta como para desdeñar su
tándar (Da) de Nei (1972), que también ha efecto.
demostrado ser adecuada para el análisis El modelo de mutación gradual (Ste-
de microsatélites (Takezaki y Nei, 2008). pwise Mutation Model-SMM), especí-

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D.A. DEMARCHI

ficamente desarrollado para explicar la cias en los distintos kits utilizados, las dis-
evolución de microsatélites, propone que tancias obtenidas entre los distintos pares
cuando mutan los microsatélites ganan de poblaciones no fueron establecidas a
o pierden una sola repetición en tandem. partir del mismo número de marcadores.
Esto implica que dos alelos que difieren Las distancias obtenidas entre las 9 po-
en una sola repetición están más relacio- blaciones descriptas por Kohlrausch et al.
nados (tienen un ancestro común más re- (2005) y Crosetti et al. (2008) se basan en
ciente) que alelos que difieren en varias la información de los 15 microsatélites.
repeticiones. En otras palabras, el tamaño Las distancias entre esas poblaciones y las
del fragmento sí importa al realizar cual- tipificadas en Hutz et al. (2002) y Sala et
quier análisis estadístico. Existen varias al. (2006) se basan en 12 STRs, mientras
distancias desarrolladas a partir de este que las distancias de todas las poblaciones
modelo. Entre las más utilizadas se en- respecto a la de la puna salteña (Albeza et
cuentran la (δu)2 (Goldstein et al., 1995) y al., 2002) se calcularon a partir de sólo 10
la Dsw (Shriver et al., 1995). sistemas genéticos.

Poblaciones y marcadores Procesamiento estadístico

En la Tabla 1 se presentan las 17 po- Las relaciones intermuestrales se ana-


blaciones nativas sudamericanas incluidas lizaron a través de 3 medidas de distan-
en el estudio, su referencia bibliográfica, cias, basadas cada una de ellas en supues-
su localización geográfica aproximada y tos teóricos diferentes, de acuerdo a lo
la filiación lingüística de acuerdo a Lo- comentado más arriba y cuyos algoritmos
ukotka (1968). En el mejor de los casos, se presentan a continuación. Una descrip-
se cuenta con información sobre 15 STRs ción más detallada puede encontrarse en
(todos ellos tetraméricos), correspondien- Takezaki y Nei (2008).
te a los loci D2S1338, D3S1358, D5S818, Siendo Xu = a la frecuencia alélica del
D7S820, D8S1179, D13S317, D16S539, alelo u en la población X y Yu = a la frecuen-
D18S51, D19S433, D21S11, FGA, vWA, cia alélica del alelo u en la población Y
CSF1PO, TPOX y TH01. En los trabajos
de Hutz et al. (2002), Kohlrausch et al. DA =1- Σ
u
√ X uYu
(2005) y Crossetti et al. (2008), se utilizó
el kit AmpFISTR Identifier kit (Applied
Biosystems, Foster City, California). En Da =-1n(JXY / √JXJY)
el trabajo de Sala et al. (2006) se utilizó
el kit PowerPlex 16 (Promega Corp., Ma- (δμ)2 =(μX - μY)2
dison), mientras que en el de Albeza et al.
(2002) se utilizaron los kits AmpFlSTR La distancia geométrica DA (Nei et
Profiler Plus PCR amplification kit (PE al., 1983), las distancias Da (Nei, 1972) y
Applied Biosystems) y GenePrint STR (δμ)2 (Goldstein et al., 1995), basadas en
Systems kit (Promega). Debido a diferen- los modelos IAM y SMM, respectivamen-

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MICROSATELITES Y DISTANCIAS GENETICAS

te, así también como la heterocigosis es- en latitud y longitud utilizando el progra-
perada (He) se calcularon con el programa ma GenAlEx 6 (Peakall y Smouse, 2006).
Poptree, de N. Takezaki (www.bio.psu. Siguiendo la clasificación de Loukotka
edu/people/faculty/nei/lab/software.htm). (1968) se obtuvo una matriz de distancias
A partir de las matrices de distancias lingüísticas ordinales utilizando un crite-
se construyeron mapas genéticos median- rio simple: se asignó un valor de 1 a las
te escalamiento multidimensional (non- distancias entre poblaciones que hablan
metric multidimensional scaling, NMS, la misma lengua; un valor de 2 entre po-
Kruskal, 1964a, b). Este es un método blaciones de la misma familia lingüística,
de ordenación que representa las rela- pero que hablan idiomas distintos; un va-
ciones entre n muestras en un espacio de lor de 3 a las distancias entre poblaciones
n-dimensiones, de modo tal que las dis- de familias lingüísticas diferentes pero de
tancias entre las muestras correspondan la misma división y de 4 a las distancias
tanto como sea posible a las distancias entre poblaciones clasificadas en distintos
originales calculadas entre ellas. El NMS grupos geográficos culturales (Tabla 1).
es un método iterativo de búsqueda para la Se calculó la correlación entre matrices
ordenación y ubicación de x entidades en de distancias genéticas, geográficas y lin-
n dimensiones (ejes) que haga mínimo el güísticas y se obtuvo su significación esta-
“stress” en la configuración final. Stress es dística mediante el test de Mantel (1967).
un concepto que se refiere a la magnitud Se utilizó también el test de Smouse-Long-
de la desviación entre las distancias exis- Sokal (Smouse et al., 1986) para realizar
tentes entre los puntos en la matriz de dis- correlaciones parciales entre matrices de
tancias original y las distancias en el espa- distancias genéticas y lingüísticas, dejan-
cio reducido de ordenación. Esta técnica do como covariable (es decir, suprimien-
es recomendable cuando se trabaja con do su influencia) la matriz de distancias
datos de distribución no normal o bien en geográficas. El coeficiente de correlación
escalas arbitrarias o discontinuas (McCu- r de Pearson se utilizó para valorar el gra-
ne, 1991). En la práctica los resultados del do de asociación entre la diversidad media
NMS no difieren demasiado de los obte- por población (He) y la distancia media de
nidos a partir del análisis de coordenadas cada población a todas las restantes.
principales. Sin embargo, el NMS posee Los mapas génicos por NMS y los test
la propiedad de preservar con mayor fide- de Mantel y Smouse-Long-Sokal se lle-
lidad las distancias pequeñas. Esto es de- varon a cabo con el programa NTSyS 2.1
bido a que un método que maximiza las (Exeter Software).
varianzas, como lo es el de coordenadas
principales, da más peso a las distancias Modelo de Harpending y Ward
de mayor magnitud en detrimento de las (1982)
de valores más bajos (Rohlf, 1993).
La matriz de distancias geográficas Este modelo permite evaluar visual-
(geodésicas) entre poblaciones se obtuvie- mente los roles relativos cumplidos por las
ron a partir de coordenadas aproximadas fuerzas evolutivas direccionales o siste-

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D.A. DEMARCHI

TABLA 1. Poblaciones sudamericanas incluidas en el estudio, su filiación lingüística de acuerdo


a Loukotka (1967) y localización geográfica aproximada

Población Long Lat Clasificación Cultural-geográfica División Familia


1. Pilagá 59,6 24,4 Paleo-Americano Chaco Guaycurú
1. Toba Chaco 60,6 26,0 Paleo-Americano Chaco Guaycurú
1. Toba Formosa 58,3 26,2 Paleo-Americano Chaco Guaycurú
1. Wichí Chaco Formosa 61,5 24,6 Paleo-Americano Chaco Mataco
1. Wichí 62,2 24,0 Paleo-Americano Chaco Mataco
2. Ayoreo 58,0 16,0 Paleo-Americano Chaco Zamuco
2. Caingang 52,0 27,0 Paleo-Americano Brasil Central Kaingang
3. Xavante 51,4 13,2 Paleo-Americano Brasil Central Gê
2. Aché 56,2 23,0 Bosque Tropical Nor-Central Tupi
2. Guaraní 55,0 23,0 Bosque Tropical Nor-Central Tupi
3. Gaviao 61,8 10,1 Bosque Tropical Nor-Central Tupi
3. Suruí 61,1 10,5 Bosque Tropical Nor-Central Tupi
3. Zoró 60,2 10,2 Bosque Tropical Nor-Central Tupi
3. Wai-Wai 57,5 0,4 Bosque Tropical Noreste Karaib
4. Puna 66,2 24,1 Andino Sur-Central Aymara
5. Mapuche Chubut 65,1 43,2 Andino Sur Mapuche
5. Mapuche Río Negro 62,6 40,5 Andino Sur Mapuche

Referencias: 1 Crossetti et al., 2008; 2 Kohlrausch et al., 2005; 3 Hutz et al., 2002; 4 Albeza et al., 2002; 5
Sala et al., 2006.

máticas vs. aleatorias en la diferenciación acción de la deriva génica) mostrarán va-


genética de las poblaciones de una región lores por debajo de la recta de regresión.
determinada. Se calcula mediante la regre- Una descripción más detallada puede en-
sión de los valores de diversidad genética contrarse en Reddy et al. (2001).
sobre las desviaciones de las frecuencias
alélicas de cada población en relación al RESULTADOS
centroide del arreglo (la frecuencia pro-
medio de la población total). De acuerdo La Figura 1 es una representación bi-
a este modelo, bajo presión sistemática dimensional de la matriz de distancias DA.
uniforme (flujo génico) desde el exterior El stress es de 0.149 lo cual, según la es-
de la región, existe una correlación lineal timación de Kruskal (1964a), corresponde
y negativa entre la diversidad genética ob- a un buen ajuste. Otra manera de medir la
servada y la distancia genética de cada po- bondad de ajuste es calculando la correla-
blación (rii) al centroide (según el modelo, ción entre las matrices de distancias origi-
éste sería el antecesor común antes de la nales y las distancias euclidianas entre los
subdivisión). Las poblaciones que recibie- puntos proyectados en los ejes de ordena-
ron desde el exterior flujo génico mayor al ción. En este caso el resultado fue de r =
promedio tendrán una diversidad mayor a 0.932, un valor muy alto que confirma la
la predicha y ocuparán una posición por eficiencia de esta técnica para representar
encima de la recta de regresión. De ma- matrices de distancias. Lo primero que se
nera contraria, las poblaciones que expe- destaca en el gráfico es que la mayoría de
rimentaron aislamiento (dando lugar a la las poblaciones se aglutinan en un área pe-

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MICROSATELITES Y DISTANCIAS GENETICAS

queña (resaltada en un rectángulo), a muy En la Figura 2 se presenta el mapa gé-


bajos valores de distancias unas de otras nico bidimensional construido a partir de
y sin una estructura de agrupamiento de- la distancia (δμ)2. El stress es aquí de 0.212
finida. Una mirada más detallada permite y la correlación entre la matriz de distan-
advertir allí algunas similitudes espera- cias originales y su representación en el
bles, tales como las que presentan las dos mapa génico es de r = 0.801. Estos valores
muestras Tobas y la de Wichís de Formo- indican un ajuste mucho menor que en el
sa. Por otra parte, los Pilagá aparecen más caso de la Figura 1, lo cual sugiere que
cerca de los puneños y de los Wai Wai que la relación entre las muestras no puede
de los otros grupos chaqueños y los Ma- ser reducida de manera conveniente a un
puches de Chubut de los Caingang que de espacio de sólo 2 dimensiones. No se ob-
los Mapuches de Río Negro. Fuera de esa serva aquí el apiñamiento que ocurría en
pequeña área, el resto del espacio de varia- la Figura 1, sino que las muestras se dis-
ción genética es ocupado por los Aché, los tribuyen más uniformemente a través del
Ayoreo, los Suruí y los Wichí del Chaco, espacio de ordenación. Persiste sin embar-
a grandes valores de distancia entre sí y go una escasa estructura en la distribución
con respecto a las demás muestras, cons- de las muestras. Si bien los Ayoreo, Suruí,
tituyendo de esta manera outliers dentro Aché y Wichí del Chaco continúan ocu-
del conjunto. El mapa génico obtenido a pando posiciones próximas a los límites
partir de la DST es prácticamente idéntico del gráfico, no aparecen a grandes valores
al de la Figura 1, por lo que se ha omitido de distancia de las otras muestras. Conti-
su presentación. núa aquí el agrupamiento entre las mues-

Fig. 1. Escalamiento bidimensional de la matriz de distancias DA.

79
D.A. DEMARCHI

tras chaqueñas (ambas Tobas y los Wichís ticas, geográficas y lingüísticas y obtener
de Formosa), mientras que las muestras una valoración estadística de la misma, se
Mapuches aparecen ahora más próximas recurrió a la técnica de correlación de ma-
entre sí aunque, en rigor de verdad, la dis- trices. En la Tabla 2 se presentan los valo-
tancia entre los Mapuches de Chubut y los res de correlación entre matrices de distan-
Zoró de Brasil es menor a la que presentan cias biológicas, geográficas y lingüísticas,
las dos muestras Mapuches entre sí. cuya significación estadística fue estable-
cida a partir del test de Mantel (1967). En
Prueba de correlación y correlación la misma tabla se presentan también los
parcial de matrices valores de r entre la He y las distancias
medias (genéticas, geográficas y lingüís-
La representación bidimensional de las ticas) por población. La correlación ob-
matrices de distancias constituye un mé- servada entre DA y DST es extremadamen-
todo exploratorio útil para estimar, de ma- te alta, es decir que, a pesar de partir de
nera visual y aproximada, las similitudes diferentes postulados teóricos representan
genéticas entre las muestras. Sin embargo, casi exactamente las mismas relaciones
para poder cuantificar de manera inequí- intermuestrales, tal como ya se observara
voca la asociación entre relaciones gené- en los mapas génicos. La correlación en-

Fig. 2. Escalamiento bidimensional de la matriz de distancias (δμ)2.

80
MICROSATELITES Y DISTANCIAS GENETICAS

tre ambas y (δμ)2 es mucho más baja, si observa una correlación negativa entre He
bien significativa. Tal vez el resultado más y (δμ)2 aunque mucho menor, hecho que
relevante de la Tabla 2 es que, a pesar de demuestra que esta distancia no es tan de-
algunas similitudes esperables observadas pendiente de la diversidad.
en los mapas génicos, ninguna de las tres La correlación entre las matrices de dis-
matrices de distancias genéticas utiliza- tancias geográficas y lingüísticas es alta y
das muestra valores de r significativos ni estadísticamente significativa. Este resul-
con las distancias geográficas ni con las tado es previsible ya que frecuentemente,
lingüísticas. Es decir, las relaciones gené- poblaciones cercanas geográficamente
ticas (al menos a partir de estos marcado- hablan lenguas similares. En cambio, no
res) no reflejan el fenómeno de aislamien- es tan esperable que la He se asocie posi-
to por distancia o de posibles migraciones tivamente (si bien no llega a ser estadís-
pasadas, ni de flujo génico favorecido por ticamente significativa) con las distancias
la existencia de vínculos lingüísticos o de geográficas promedio y en menor medida,
un origen común reciente. Los resultados con las distancias lingüísticas. La teoría
del análisis de correlación parcial indican prevería una correlación negativa, dado
que, después de eliminar el factor geográ- que poblaciones aisladas geográficamen-
fico (sin duda importante en un área del ta- te tenderían a mostrar valores bajos de
maño de Sudamérica), la asociación entre diversidad por reducción de flujo génico.
vínculos lingüísticos y variación genética Un análisis más detallado de los datos per-
continúa siendo muy baja. mite descubrir que este resultado se debe
Por otra parte, la correlación negati- a que las dos poblaciones Mapuche, con
va entre He y las distancias DS y DA es alta heterocigosis (probablemente debido
muy alta y pone en evidencia que estas al mestizaje), son las que presentan los
distancias son extremadamente sensibles mayores valores de distancia geográfica
a la diversidad intramuestral. También se promedio.

TABLA 2. Correlación entre matrices de distancias genéticas, lingüísticas (LEN) y geográficas


(GEO) y entre distancias medias por población y diversidad intragrupal (He)

DS DA (įȝ)2 GEO LEN


DA 0,9101
(įȝ)2 0,5401 0,5091
Geográfica -0,131 -0,165 0,063
Lenguaje 0,084 0,146 0,116 0,5111
He -0,8171 -0,8021 -0,5061 0,367 0,271
2
Lenguaje GEO 0,176 0,187 0,107 ------ ------

1 p < 0.01
2 correlación parcial tomando las distancias geográficas como covariable.

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D.A. DEMARCHI

Modelo de Harpending y Ward Mapuche (Carnese et al., 1996) y de la


Puna, si bien no se conoce exactamente
Otra manera de abordar el estudio de la el grado de mestizaje en esta región (Al-
variación genética en una región determi- beza et al., 2002). Lo mismo puede decir-
nada, es a través del análisis de la estruc- se de los Caingang, quienes han sufrido
tura de la población, es decir, al balance en las últimas décadas un alto grado de
entre la acción de las fuerzas evolutivas aculturación (Kohlrausch et al., 2005). El
sistemáticas -o direccionales- y aleatorias. resultado más notorio de este análisis es
Para llevar a cabo este propósito se utilizó la posición que ocupan en el gráfico los
el modelo de Harpending y Ward (1982), Suruí, Ayoreo y Aché, extremadamente
cuyos supuestos básicos se mencionaron distantes del origen y con una diversidad
previamente. En la Figura 3 se observa a genética muy baja en relación a las demás
los Wichís y Tobas de Formosa cerca del poblaciones. Esta ubicación sugiere ais-
origen (que correspondería a la población lamiento prolongado y tamaños efectivos
ancestral, según el modelo), levemente por pequeños. Si bien las poblaciones Ayoreo
debajo de la línea de regresión y próximos y Aché no tienen tamaños poblacionales
entre sí. Esta posición sugiere un tamaño tan bajos, lo cual si se verifica entre los
efectivo relativamente grande (por lo cual Suruí, sus tamaños efectivos se encuen-
se ha diferenciado poco de la población tran muy reducidos, tal cual lo evidencia
ancestral) y por otra parte, la existencia el bajo número de linajes maternos exis-
de flujo génico entre ambas poblaciones. tente en esas poblaciones (Dornelles et al.,
Los Wai-Wai, Guaraníes, Tobas de Chaco 2004; Schmitt et al., 2004). Esta pérdida
y Xavantes se ubican próximos a la línea de diversidad genética sería el reflejo de
de regresión, de acuerdo a lo que predice la acción de fuerzas aleatorias tales como
el modelo (es decir en equilibrio entre la deriva genética, cuello de botella o efecto
He observada y la distancia al origen). La fundador. Los Wichís del Chaco también
ubicación por encima de la recta de las se ubican por debajo de la línea de regre-
muestras Pilagá, Puna, ambas Mapuche y sión y bastante lejos de los demás grupos
Caingang, sugiere que estas poblaciones del Chaco argentino, lo cual concuerda
han recibido flujo génico diferencial des- con lo encontrado en otros trabajos donde
de el exterior (es decir, de poblaciones no ya se había observado la pérdida de diver-
incluidas en el análisis), probablemente sidad en esta población (Demarchi et al.,
no amerindio. Reforzando esta suposi- 2001; Demarchi y Mitchell, 2004). El FST,
ción, se ha observado en los Pilagá una que se obtiene como un subproducto de
mayoría de linajes paternos no nativos este análisis a partir del promedio de las
(Demarchi y Mitchell, 2004) y algunos distancias (rii) de cada muestra al centroi-
linajes maternos africanos (datos no pu- de, es relativamente alto (0.055), pero son
blicados). Por otra parte, es conocida la estas últimas 4 poblaciones las que más
existencia de un componente no amerin- contribuyen a ese valor de diferenciación
dio en el pool génico de las poblaciones interpoblacional.

82
MICROSATELITES Y DISTANCIAS GENETICAS

0,9

0,8 Pilagá
Puna Caingang
MapucheC MapuheR
WaiWai Gaviao
0,7 WichiF Xavante
Guaraní Zoró
He

TobaF
TobaC
WichiC

0,6 Suruí
Ayoreo
Ache

0,5
0,01 0,03 0,05 0,07 0,09 0,11

FST =0,055 Distancia al centroide (rii)

Fig. 3. Análisis de la estructura poblacional mediante el método de Harpending y Ward (1982).

DISCUSION néticas menores corresponden a pares de


poblaciones con un ancestro común más
La variación biológica entre pobla- reciente (Relethford, 1996). Sin embargo,
ciones humanas puede ser investigada las distancias biológicas se ven afectadas
por medio de diferentes herramientas fuertemente por la estructura de la pobla-
metodológicas. Sin embargo, en la bi- ción, es decir el equilibrio entre flujo y
bliografía internacional se destaca níti- deriva genética, la distribución geográfi-
damente el uso de distancias biológicas. ca o el tamaño efectivo de la misma, si
La representación gráfica de las matrices bien estos factores son raramente tenidos
de distancias a través de dendrogramas en cuenta (Harpending y Jenkins, 1973;
(UPGMA o Neighbor Joining trees) o Relethford, 1996). Cuando una población
mapas génicos (componentes principales, ancestral se divide en dos poblaciones
NMS, coordenadas principales) son co- descendientes, se supone que las frecuen-
múnmente usados para hacer inferencias cias alélicas de éstas son idénticas a la de
con respecto a patrones geográficos, lin- origen y que la división produjo inme-
güísticos o etnohistóricos (Cavalli-Sforza diatamente aislamiento reproductivo. Sin
et al., 1994). La interpretación más sim- embargo, cuando se produce un cuello de
ple y a menudo la única considerada por botella, los valores de distancia genética
los investigadores, es que distancias ge- aumentan rápidamente. De este modo,

83
D.A. DEMARCHI

la tasa de evolución varía considerable- Diferencias genéticas muy marcadas


mente aunque la tasa de mutación sigue entre poblaciones no necesariamente se
siendo la misma. Es decir, la diversidad corresponden con barreras físicas evi-
genética tiene un gran impacto en las dis- dentes o grandes distancias geográficas.
tancias génicas. Así, la magnitud de los Particularmente en Sudamérica, se han
valores de distancia será exagerada para observado barreras genéticas importan-
las poblaciones con menor diversidad. tes entre poblaciones separadas por sólo
Por otra parte, todas las distancias genéti- unos pocos kilómetros (Belle y Barbuja-
cas tienden a cero al aumentar el tamaño ni, 2007). El pequeño tamaño efectivo de
poblacional: teóricamente, en poblacio- las poblaciones cazadoras-recolectoras y
nes infinitamente grandes las distribucio- su tendencia a dividirse a lo largo de lí-
nes de alelos serían idénticas, conforme a neas familiares contribuyen a incrementar
la distribución de probabilidad de alelos el efecto de la deriva génica (Crawford,
(Takezaki y Nei, 1996). Obviamente, éste 1998). En consecuencia, cuando la fisión
no es un hallazgo del autor de este artí- es seguida por aislamiento, las divergen-
culo pero resulta conveniente recordarlo cias genética y lingüística derivadas de
dado que es a menudo olvidado a la hora esos eventos reforzarán la independencia
de explicar las posibles causas que deter- evolutiva entre las poblaciones, incluso
minan las distancias genéticas entre po- en ausencia de otras barreras reproducti-
blaciones. vas (Belle y Barbujani, 2007).
La Figura 3 permite observar que las Es necesario además tener presente
poblaciones nativas sudamericanas in- que la colonización europea y sus conse-
cluidas en el análisis, han tenido historias cuencias han modificado en gran medida
biológicas muy dispares. Algunas, como la composición genética de la población
los Tobas de Chaco y Formosa y los Wi- aborigen actual. Por un lado, hubo una
chís de Formosa, han mantenido tamaños reducción de linajes por guerras, ham-
efectivos relativamente grandes y altas ta- brunas y epidemias (Crawford, 1998).
sas de migración dentro de la región (De- Por el otro, durante 4 siglos se produjo
marchi et al., 2001; Cabana et al., 2006). el mestizaje con europeos y africanos,
Otras, como los Pilagá, los puneños o los pero también entre etnias locales debido
Mapuche parecen haber recibido un con- a movimientos poblacionales surgidos a
siderable flujo génico no nativo, lo cual partir de la colonización (encomiendas,
ha incrementado su diversidad genética. misiones evangélicas, zafra azucarera,
Por último, algunas comunidades (como etc.). Resulta entonces necesario tener
los Aché, Ayoreo, Suruí y los Wichí del precaución a la hora de emitir hipótesis
Chaco) han sufrido en algún momento de sobre eventos evolutivos que ocurrieron
su historia evolutiva una reducción muy hace cientos de generaciones, a partir
drástica de sus tamaños efectivos y de su del análisis de distancias genéticas en-
diversidad genética, hecho que ha acele- tre poblaciones contemporáneas, siendo
rado su diferenciación con respecto a los indispensable valerse también de toda la
demás pueblos de la región. información disponible proveniente de la

84
MICROSATELITES Y DISTANCIAS GENETICAS

arqueología, antropología física, lingüís- do las verdaderas relaciones evolutivas


tica y de cualquier otra fuente confiable entre las mismas. En poblaciones que
de evidencias. han sobrellevado períodos de cuellos de
Finalmente, en relación a los marca- botella genéticos, los alelos sobrevivien-
dores genéticos utilizados, no puede de- tes pueden servir de diagnóstico sobre su
jar de mencionarse que las altas tasas de propia historia evolutiva, pero son poco
mutación que presentan los microsatéli- informativos o podrían llevar a confusión
tes, sumadas a limitaciones físicas o se- sobre las relaciones evolutivas con otras
lectivas en el límite superior de los tama- poblaciones.
ños alélicos, lleva a que algunos estados Por estos motivos, llevar a cabo aná-
alélicos ocurran independientemente en lisis de distancias génicas incluyendo
diferentes poblaciones (Mank y Avise, poblaciones aisladas con bajos tamaños
2003). De esta forma, perfiles genéticos efectivos junto a otras de mayor tamaño,
similares pueden ser consecuencia de el flujo génico (muchas veces con apor-
homoplasia (convergencia evolutiva) en te multiétnico), no constituye un modo
vez de flujo génico o ancestro común eficiente para estudiar los patrones de
reciente. Esto puede conducir a una es- variación genética en una región geo-
timación errónea del grado de similitud gráfica dada, a no ser que estos factores
entre poblaciones (Mank y Avise, 2003). históricos y demográficos sean conocidos
Dado que la probabilidad de homoplasia y en consecuencia, valorados en su justa
aumenta con el tiempo de divergencia, la dimensión. Cuando esos factores son des-
utilización de STRs en estudios a escala conocidos, resulta provechosa la utiliza-
continental, entre poblaciones que han ción de otros métodos de análisis, como
divergido hace cientos de generaciones, el de Harpending y Ward, que permiten
debería ser hecha con precaución. A pe- investigar la variación genética en una
sar de esos problemas, debido a sus altos región a partir de hipótesis específicas
niveles de polimorfismos los STRs son de sencillas que pueden ser puestas a prueba
gran utilidad para investigar las relacio- simplemente comparando la variación in-
nes genéticas entre poblaciones cercanas trapoblacional observada y la esperada en
entre sí (Takezaki y Nei, 2008), abarcan- un escenario de flujo génico uniforme.
do áreas geográficas y rangos temporales
más reducidos. AGRADECIMIENTOS

CONCLUSIONES Daniel Corach proporcionó gentil-


mente los datos sobre las frecuencias gé-
Las diferencias en las historias evolu- nicas de las muestras de Mapuches de Río
tivas y formas de vida de las poblaciones Negro y Chubut. Agradezco a Graciela
conducen a valores de diversidad muy di- Bailliet, Mariana Fabra y Angelina Gar-
ferentes, lo que lleva a aumentar las dis- cía por la lectura crítica y las sugerencias
tancias génicas en algunos casos mientras realizadas sobre una versión anterior de
que las disminuyen en otros, no reflejan- este manuscrito.

85
D.A. DEMARCHI

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