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El concepto de real de Lacan va variando a lo largo de su obra, ¿cuál es el concepto de real

lacaniano que usted toma para la teoría política?

YS: Trato de hacer uso de varios de los diferentes aspectos de lo real. Al comienzo de mi obra
usaba básicamente la idea del encuentro con lo real como una especie de momento de
dislocación, un momento de interrupción, ésta también fue la manera en que se usó esta
teorización dentro del contexto de la escuela de Essex, con Ernesto Laclau, etc. Por supuesto
que gradualmente se tornó evidente que debíamos incorporar aspectos más “positivos”, en el
sentido de jouissancey de cómo el jouissance se manifiesta en la política. Este fue un punto
central en el debate entre Ernesto Laclau, Jasón Glynos y yo, que se desarrolló en torno a la
relación entre el discurso y lo real, entre el discurso y el goce.

Tal vez debería dar un ejemplo de cómo usé lo real como goce en el análisis político. La idea
básica es que cada identificación política funciona al menos en dos niveles, en el nivel
simbólico y también en el nivel de jouissance. Por ejemplo, si tomamos a la nación: sabemos
que la nación se construye con medios simbólicos dentro de la modernidad, pero hay necesidad
de un soporte real para que una construcción simbólica funcione efectivamente. Se puede tener
una tipología de esta dimensión de lo real como goce. Por ejemplo, se puede imaginarizar lo
real a través de la fantasía, la fantasía de la nación, una promesa fantasmática, glorificando la
historia de la nación y su futuro. Esta es una de las maneras en las que el goce, precisamente a
través de la fantasía, nos afecta, afecta a este tipo de identificación. Pero esto no es suficiente,
nunca es suficiente. Al mismo tiempo suceden experiencias momentáneas en las que se obtiene
cierto jouissance en el cuerpo: cuando una selección nacional de football gana un torneo, etc.
Pero nuevamente esto no es suficiente para mantener la identificación nacional. En Encore
Lacan dice que la jouissanceque se obtiene nunca es la jouissance esperada. Algo falta, aun. Es
aquí donde Žižek habla del robo del goce. Toma algunos de los comentarios de Lacan sobre el
racismo en Televisión, que el racismo está relacionado al odio al goce del Otro. Jacques-Alain
Miller también discute sobre esto en su obra y luego Žižek lo toma, lo usa y lo formula como su
teoría del robo del goce. Para concluir, la primera dimensión es la de la fantasía y como no es
suficiente, hay cierto soporte en momentos de goce parcial, esta es la segunda dimensión. La
tercera dimensión consiste en la idea de que por supuesto algo sigue faltando porque alguien se
lo robó. Ese alguien pueden ser los inmigrantes, los enemigos de la nación, puede ser
cualquiera, etc.

Este es un ejemplo de cómo una completa tipología de los diferentes tipos de goce se
construyeron y utilizaron en el análisis de la política. Y, por supuesto, otro tema interesante en
lo que concierne al proyecto teórico político de una democracia radical es si es posible o no
tener en la vida social cierto pase del goce fálico al goce femenino, el jouissance femenino.

MG: El goce fálico…

YS: El goce fálico está muy presente en la actual hegemonía del consumismo, etc. ¡El avance de
la democracia radical probablemente requiera de un pasaje del goce fálico al goce del no-todo!

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