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Fecha: 10 de Febrero de 2019

Título del Sermón: Acción de Gracias para honrar a Dios

Versículo Bíblico: Salmos 50:23

Sal 50:23 23El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino,

le mostraré la salvación de Dios.

Mientras vivimos en este mundo nos encontramos con diversos problemas y

adversidades. En esos momentos, las personas que confían en las personas

se decepcionan y viven una vida de preocupación y molestias. No obstante,

todos los que creemos en Dios ante cualquier situación debemos entregarle

acciones de gracias y alabanzas a él como dice el salmista en Salmos 50:23.

Entonces, ¿ Qué debemos hacer para vivir una vida de acción de gracias?

1. Dios quien es bueno

Cuando entendemos que Dios es bueno es cuando podemos dar acciones de

gracias. Nuestros corazones se estremecen al saber que Dios nos ama y es

bueno, por lo que podemos expresar nuestros sinceros agradecimientos a él.

Dios nos ama realmente, y lo muestra con acciones. En el evangelio de San

Juan 3:16, dice:


16
Jn 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo

unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida

eterna.

Dios para salvar al más vil pecador, para librar del pecado, injusticia y muerte

al hombre, ha enviado a su hijo unigénito en la cruz y entregado a muerte. Si


pensamos un poco de manera profunda, nos daremos cuenta del amor de Dios

hacia cada uno de nosotros y que es real.

En aquellos tiempos del inicio de nuestra iglesia había muchas personas

pobres. Cuando predicaba sobre el cielo, se acercaban a mígritándome: “¿ Qué

es el cielo? Nosotros ahora estamos viviendo en el mismo infierno. No digas

estupideces. Si verdaderamente existiera el cielo, tráenos un pedazo de él”.

Muy preocupado y angustiado empecé a orar, y Dios me habló en medio de la

oración diciendo: “¿ Tú has preparado el cielo? El cielo no lo has preparado tú

sino yo. Todas esas personas tienen que venir delante de mí. Si vienen a mí,

prosperarán en todas las cosas”. Desde ese momento, tuve la certeza y

convicción que todas las personas que se presentan delante de Dios reciben

la gracia que les fue predestinado.

Así como Dios prometió, derramó su gracia sanando enfermos, dando

prosperidad en los negocios, y las vidas de muchos han sido transformadas.

Todos quienes creen en Jesús y se presentan delante del Dios bueno, llegan

a ser sus hijos y vivir una vida de abundancia en todas las cosas, tener salud y

prosperar en todo momento.

2. La acció n de gracias es una cuestió n de fe

Para vivir una vida de acción de gracias debemos creer en Dios. El agradecer

nace de la fe. Solo los que creemos en Dios podemos agradecer en momentos

difíciles.
Ante las adversidades, si uno se queja o guarda resentimiento es porque no

cree en Dios. El pueblo de Israel antes de entrar a la tierra de Canaán envió a

doce espías para que vean si en esa tierra fluía leche y miel.

Diez de los doce espías al ver aquella tierra se quejaron y dieron malas

perspectivas, pues ellos no creían en Dios. Al ver a los gigantes que habitaban

ahí, los espías se olvidaron de la gracia de Dios que los acompañó como

columna de fuego y nube durante todo tiempo en el desierto, y solo se quejaban

y murmuraban.

Sin embargo, Josué y Caleb eran diferentes. Si vemos en Números 14:7~8,

dice:

Nm 14:7~8 7y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo:

La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena.
8
Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la

entregará; tierra que fluye leche y miel.

¿ Cuán alegre se habrá puesto Dios al escuchar las palabras de Josué y Caleb?

En Hebreos 11:6, dice:

He 11:6 6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el

que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le

buscan.

Al creer en Dios y elevarle acciones de gracias, él se alegra enormemente. La

acción de gracias es una cuestión de fe. Jesús dijo en el evangelio de San

Mateo 6:34, así:


34
Mt 6:34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de

mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Sin fe, uno vive preocupado por el hoy y el mañana, por lo que no tiene

momento ni espacio para agradecer. No obstante, si uno tiene fe dirá como

dice en Habacuc 3:17~18,


17
Hab 3:17~18 Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos,

aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las
18
ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; Con

todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación.

La acción de gracias no es una condición sino es una cuestión de fe.

3. Una vida expresando las gracias

Nosotros creemos en nuestro Dios bueno, por lo que debemos expresarle

nuestro agradecimiento a él. En Salmos 50:23, dice:

Sal 50:23 23El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino,

le mostraré la salvación de Dios.

Si vemos en el evangelio de San Lucas aparecen diez leprosos que fueron

sanados por Jesús. Uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió,

glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a los pies de Jesús,

dándole gracias. Jesús le dijo: “¿ No son diez los que fueron limpios? Y los

nueve, ¿ Dónde están?”.

De la misma manera, nosotros también vivimos muchas veces olvidándonos

de la gracia y misericordia de Dios. Entonces, nace la pregunta: “¿ Por qué no

agradecemos? Hay muchos motivos y razones.


Uno de ellos es que nosotros creemos y damos por sentado que merecemos

recibir las cosas. Es porque al levantarnos e irnos al trabajo es algo normal y

común. Sin embargo, hay muchas personas en este mundo que no lo pueden

hacer. Otros de los motivos es que es lógico que todas las mañanas el sol

ilumine, y nosotros ver hermosos paisajes. No obstante, para una persona

ciega, su deseo es ver los paisajes que nosotros vemos a diario considerándolo

como algo normal.

Entre las oraciones del famoso misionero Underwood, hay una que dice: “Hay

personas en el mundo que dicen: Si tan solo pudiera caminar, esa sería la

bendición más grande. Si tan solo pudiera ver, sería la bendición más grande.

Si tan solo pudiera escuchar, esa sería la bendición más grande.

Increíblemente, nosotros estamos disfrutando de todas esas bendiciones que

para algunos es el deseo de su corazón. Aunque no sea rico, aunque no sea

lindo, aunque no sea sabio, yo siempre viviré con acciones de gracias a Dios”.

Las cosas que nosotros damos por sentado, para muchos son sus oraciones o

milagros. Nosotros vemos, escuchamos y caminamos, y lo consideramos como

algo normal, pero para los que están enfermos e internados en cuidados

intensivos esos son milagros.

Cuando tenemos sed tomamos agua potable, nos duchamos cada día con

agua limpia, pero existen muchas personas en este globo terráqueo que deben

caminar muchos km para conseguir tan solo una gota de agua. Además,

nosotros comemos tres o más veces al día, pero a nuestro alrededor vemos

que hay personas que no lo pueden hacer.


En Salmos 136:25, dice:
25
Sal 136:25 El que da alimento a todo ser viviente, porque para siempre es

su misericordia.

Nosotros siempre debemos agradecerle a Dios por alimentarnos día a día. Dios,

no solo nos alimenta sino también cuida de nosotros para fortalecernos. En

Salmos 103:3~5, dice:

Sal 103:3~5 3 É l es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus

dolencias; 4 El que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y

misericordias; 5 El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas

como el águila.

Nosotros debemos agradecer por todas bendiciones y cuidados que el Señor

hace por Ud. y por mí.

Otro de los motivos por lo que no agradecemos es la comparación que nos

hacemos con los otros. “¿ Por qué será que todas las cosas que hace él le va

todo bien, y a mí me sale todo mal?” “¿ Por qué será que aquella persona es

más saludable que yo? Si nos comparamos constantemente con los demás no

podremos ser felices. Por supuesto, nuestras vidas pueden ser más pesadas y

cargadas, pero de algo debemos estar seguros, que Dios hace que todas las

cosas ayuden a bien. Por lo tanto, todos los que tenemos fe debemos

agradecer en las buenas y malas, en todo momento levantar acciones de

gracias.

No obstante, la acción de las gracias no fluyen por si solas. Las quejas,

murmuraciones y críticas salen de nuestras bocas fácilmente, pero para


agradecer uno necesita de un entrenamiento. Uno no se esfuerza para

quejarse y criticar, ellas salen a frote sin el mayor esfuerzo. Sin embargo, la

acción de gracias y las alabanzas se necesita de decisión y un gran esfuerzo.

Siempre pensemos en la gracia de Dios derramada en nosotros y

agradezcamos por todas las cosas que tenemos. Muchos se preguntarán ¿ Qué

es lo que tengo o poseo? Mi respuesta es “mucho”. Tenemos que agradecer

porque Dios permitió que hoy, domingo, estemos con salud y en su casa para

adorarle y alabarle. Las cosas para agradecer son innumerables, pero las

personas no agradecen por lo que tienen o poseen, sino solo ven lo que no

tienen.

En comparación a antes, estamos viviendo sumamente bien. Si nos

recordamos cómo fue la madrugada de ese 25 de junio se nos eriza la piel.

Estamos viviendo mucho mejor que antes por lo que tenemos que agradecer

con todas nuestras fuerzas, pero nos olvidamos de todo esos momentos y nos

quejamos, criticamos, murmuramos, y decaemos ante las situaciones

económicas de estos tiempos. Si empezamos a quejarnos de las cosas que no

tenemos no tendremos fin. Solo debemos pensar en la gracia que siempre

hemos recibido de Dios y agradecerle en todo momento.

4. El beneficio del agradecimiento

El agradecer trae mucho bien en la vida personal y espiritual, pues la acción de

gracias nos libera de toda esclavitud. Todos pasamos por sufrimientos y

angustias, pero la acción de gracias en medio de esas dificultades crea grandes

milagros.
Pablo y Silas, cuando estaban encarcelados, solo alabaron a Dios en medio de

la oscuridad. Entonces se produjo un gran terremoto, y las puertas de la cárcel

se abrieron, y todas las cadenas se soltaron. Cuando exaltamos, alabamos y

agradecemos a Dios, él obra con grandes milagros en nuestro ser.

Si está Ud. pasando una larga noche oscura en su vida, no guarde rencor, no

se queje ni murmure, mas bien, agradezca y alabe a Dios. De esa forma, su

mente que está sujeta al resentimiento, odio, ansiedad y angustia, ganará la

libertad, y los problemas de su vida se resolverán.

El poeta William Ward, dijo: “No expresar el agradecimiento es como envolver

un regalo y no entregarlo a nadie”. Siempre debemos expresar nuestro

agradecimiento con acciones. Especialmente, es importante expresarlo con

nuestros labios, pues las palabras son semillas que caen a tierra. Al caer esas

semillas hoy, algún día cosecharemos su fruto. Si sembramos buenas semillas,

buenos frutos obtendremos; y si sembramos malas semillas, malos frutos

cosecharemos. Todas las palabras que salen de nuestros labios son vivas, y

con ellas podemos dar grandes glorias como también grandes penas a los

demás. Si sembramos la semilla llamada Acción de Gracias, Dios dará frutos

a su tiempo, y tendremos más cosas para agradecer.

He estado en el ministerio por más de 60 años, y he visto muchas familias. Las

familias que elevaban acciones de gracias eran cabezas y no colas, fueron

bendecidas por Dios. No obstante, las que se quejaban y refunfuñaban siempre

tenían muchos conflictos y peleas. Dios bendice a los que dan gracias y le

alaban a él.
La felicidad entra por la puerta de acción de gracias y sale por la puerta de la

queja. Una persona que agradece es como la suma o la multiplicación,

mientras más agradece mejores cosas le suceden. Por el contrario, las

personas que se quejan y critican son como la resta y división, pues no pueden

disfrutar de las bendiciones porque son arrebatadas por el diablo y sus

demonios.

Por lo tanto, tenemos que vivir una vida agradecida. Es entendible que cuando

uno está en dificultades o momentos difíciles no es fácil agradecer, pero

agradecer inclusive en esos momentos es una gran sabiduría.

En Filipenses 4:6, dice así:

Fil 4:6 6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones

delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Entreguemos todas nuestras preocupaciones a Dios y oremos con acción de

gracias, él resolverá cada uno de nuestros problemas. Espero que cada uno

de nosotros vivamos una vida que glorifique, alabe y eleve acciones de gracias

a Dios en todo momento y en cualquier situación.


Oremos: Dios de gracia y misericordia. Gracias te damos por guiar
completamente nuestras vidas en los momentos difíciles. En este
momento te confesamos Señ or que somos débiles y vivimos
quejándonos todos los días, por lo cual no podemos alegrarte.
Perdó nanos Señ or y ayú danos a ser personas que te elevemos
acciones de gracias y vivamos una vida para tu gloria, y así vivir
bendecidos en todos los campos de nuestras vidas. Confesamos
que somos débiles y necesitamos tu control en nuestros labios.
Ayú danos y enséñ anos a agradecerte y alabarte cada día. Todo
esto te lo pedimos en el nombre de nuestro Señ or Jesucristo.
Amén

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