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Enuna república lejana, donde vivían dos ratones:

Oliendo y Corriendo y los otros dos eran personitas diminutas, del tamaño de
los ratones, pero que tenían un aspecto y una manera de actuar muy
semejante a los de los humanos actuales. Sus nombres eran Kif y Kof.
Tanto los ratones como las 2 personitas, se pasaban el día buscando sus
quesos favoritos en el laberinto, pero muchas veces llegaban terminado el
día, con la decepción de no haber encontrado nada, pero al día siguiente
continuaban su búsqueda por distintos lugares.
Oli y Corri, los dos ratones, tenían un método de búsqueda particular, era
sencillo pero ineficaz, recorrían un pasillo, y si estaba vacío, daban media
vuelta y recorrían el siguiente.
Mientras que Kif y Kof, tenían otro método de búsqueda, más complejo, se
basaban en la capacidad de ambos de pensar y aprender de las experiencias
pasadas, aunque muchas veces sus creencias y emociones los confundían.
Pasado el tiempo, cada uno con su propio método, consiguieron encontrar lo
que tanto anhelaban, al final de uno de los pasillos, en la Central Quesera Q,
dieron con el tipo de queso que querían.
Desde ese instante, todos los días Oli, Corri, Kif y Kof, iban constantemente a
la Central Quesera Q, a ingerir los quesos.
Al cabo de un tiempo, Kif y Kof cambiaron de costumbres y se levantaban
cada vez más tarde y se vestían con más dificultad, al fin y al cabo conocían
de memoria donde quedaba la Central Quesera Q.
Una mañana, llegaron Oli y Corri a la Central Quesera Q, para comer más
queso, percatándose que el queso, se había acabado, decidieron retomar
nuevas fuerzas e ir en busca de nuevos quesos por el laberinto.
Ese mismo día, pero más tarde, Kif y Kof hicieron su aparición en la Central
Quesera Q, no podían creer lo que veían, ya no había más queso, Kif dijo:

“¿Quién se ha llevado mi queso?”, entonces empezaron a debatir, se


enfurecieron, gritaron, cerraron bien los ojos esperando que todo fuese
solamente una pesadilla, finalmente decidieron retornar a su casa aquella
noche y volver mañana para ver si no se estaban equivocando, pero antes
Kof escribió en la pared de la Central Quesera Q: “Cuanto más importante es
el queso para uno, más se desea conservarlo”.

Al día siguiente, volvieron, pero la sala continuaba sin queso, entonces


empezaron a echarse la culpa, Kif y Kof, hablaban de que no era posible lo
que sucedía ahí y empezaron a analizar.
Mientras tanto, Oli y Corri, buscaban y no podían encontrar nada, hasta que
un día, hallaron una montaña de suculento queso, estaba en la Central
Quesera N, se quedaron complacidos con su hallazgo que decidieron
descansar el resto del día ahí.
Kof, preocupado por el problema, planteo ir en busca de más queso, salir al
laberinto no para volver a casa, sino para buscar más queso, de seguro
existen más salas, con más quesos, de diferentes sabores y de distinta
calidad, pero Kif insistió en quedarse, afirmo que esperaría hasta que
nuevamente vuelva el queso, aun así, si eso toma todo el año .
Pero Kof, no estaba del todo convencido, claro que tenía miedo de salir, pero
finalmente salió, con temores e incertidumbres por lo que pudiese encontrar
en los pasillos del laberinto, Kof, antes de salir para animarlo a su amargado
amigo escribió en la pared: “Si no cambias, te extingues”.
Sin embargo, Kif, ni se dignó a mirar el mensaje de su amigo, entonces Kof,
con poca confianza salió a buscar nuevas salas, con nuevos quesos.
En su trayectoria Kof, fue aprendiendo nuevas cosas, que lo ayudaron a
cambiar de actitud y de carácter, fue ganando experiencia para no volver a
cometer los mismos errores del pasado, mientras tanto Kif se mantenía solo
y frío en la Central Quesera Q, esperando por su queso.

Se sentía cada vez más angustiado y empezó a escribir en la pared una frase:
“¿Qué harías si no tuvieses miedo?”, Kof encontraba en algunas salas,
rebanadas pequeñas de quesos, porque algunos ya habían pasado por la sala
mucho antes.
Él se enojaba consigo mismo porque no había iniciado su búsqueda de
nuevos quesos con anticipación, reprochaba su actitud inmadura y cada vez
se daba cuenta que los miedos que tenía antes, eran miedos superficiales,
cada rato, tenía más confianza y seguridad en sí mismo.
Kof, cada vez se alejaba más y más de la Central Quesera Q y escribió en la
pared: “Huele el queso a menudo para saber cuándo empieza a
enmohecerse”.
Ingreso a una sala y observo que los quesos empezaban a descomponerse,
entonces salió y escribió en el muro: “Avanzar en una dirección nueva ayuda
a encontrar un nuevo queso”.
Continúo con su búsqueda, no se daba por vencido, pero se sentía débil y
cansado, entonces trato de ingresar a una sala, pero estaba sellada con llave,
sospecho que ahí se encontraban los más deliciosos quesos, pero no logro
abrirla, entonces decidió seguir buscando en otras salas, pero antes volvió a
escribir en el muro: “Cuando dejas atrás el miedo, te sientes libre”.
Kof, llego a un lugar amplio, no encontró ninguna sala, tomo un poco de aire,
descanso un momento y se imaginó sentado en una montaña de quesos,
disfruto imaginando eso y le dio más fuerzas para seguir adelante, retomo su
búsqueda, pero antes escribió en la pared: “Imaginarse disfrutando del queso
nuevo antes incluso de encontrarlo conduce hacia él”.
Decidió volver atrás a la Central Quesera Q, para ver ¿qué había sucedido con
su amigo Kif? y si deseaba acompañarlo, pero antes de retirarse de aquel
lugar, escribió nuevamente en el muro: “Cuanto antes se olvida el queso
viejo, antes se encuentra el nuevo queso”.
Kof retorno a la Central Quesera Q, efectivamente se encontraba Kif ahí,
desanimado, amargado y furioso, continuaba con su ideología que el queso
iba a retornar tarde o temprano, Kof intento hacerle entrar en razón, pero Kif
continuaba con su terquedad, así que volvió a tomar los caminos del
laberinto y fue en busca de más salas para buscar quesos.
Se encontraba ya en el punto más alejado del laberinto, en un pasillo
silencioso, sonrió y escribió en la pared: “Es más seguro buscar en el
laberinto que quedarse de brazos cruzados sin queso”.
Entonces, venciendo sus temores y las creencias que influían en él,
negativamente para seguir avanzando, decidió continuar su trayectoria, a tal
punto, que Kof se sentía feliz por el grado de superación que tenía, entonces
escribió nuevamente: “Las viejas creencias no conducen al nuevo queso”.
Todo lo que Kof, veía antes ahora lo veía como una inmadurez por su parte,
continuaba buscando pese a que encontraba restos de quesos e incluso
encontraba salas vacías sin nada de queso, pero su búsqueda se mantenía
firme y seguía escribiendo en los muros, con la esperanza de que algún día
Kif, cambie de idea y salga a los pasillos del laberinto a buscar nuevos quesos:
“Cuando ves que puedes encontrar nuevo queso y disfrutar de él, cambias de
trayectoria”.
Cansado y decepcionado, Kof por haber pasado casi una vida, según él,
buscando nuevos quesos, decidió realizar los últimos esfuerzos, para hallar
una nueva sala, entonces se adentro en otros pasillos que no había visitado y
empezó a escribir en la pared: “Notar enseguida los pequeños cambios ayuda
a adaptarse a los cambios más grandes que están por llegar”.
Finalmente consiguió su objetivo, logro ver una amplia sala y empezó a sentir
el olor característico del queso, entonces le volvieron las fuerzas y las ganas
de seguir adelante, ingreso en la Central Quesera N y vio que estaba repleta
de quesos de diferentes clases, se quedo atónito y vio nuevamente a sus
amigos Oli y Corri, que le daban la bienvenida con un abultado estómago,
denotando lo satisfechos que estaban.
Kof, empezó a ingerir sus quesos favoritos y probo otros quesos que eran aún
más ricos, desde ese instante Kof, decidió prever cualquier cambio a futuro y
cada día temprano observaba si se agotaban los quesos para seguir buscando
en otras salas, de todas maneras Kof, continuaba rondando en la zona en
busca de nuevos quesos.
Kof, recordaba a Kif y cuando estaba a punto de volver, analizo y vio que Kif
debía tomar su propio destino y camino, no obstante, tenía la gran ventaja de
que Kof le dejo algunas frases en los pasillos que le serán de mucha utilidad,
sin embargo, busco la pared más grande de la Central Quesera N y que daba
hacia el pasillo y escribió:
“El cambio es un hecho, el queso se mueve constantemente”, “Prevé el
cambio, permanece alerta a los movimientos del queso”, “Controla el
cambio, huele el queso a menudo para saber si se esta enmoheciendo”,
“Adáptate rápidamente al cambio, cuanto antes se olvida el queso viejo,
antes se disfruta del nuevo”, “¡Cambia!, muévete cuando se mueva el
queso”, “¡Disfruta del cambio!, saborea la aventura y disfruta del nuevo
queso” y “Prepárate para cambiar rápidamente y disfrutar otra vez, el queso
se mueve constantemente”. 

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