0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
18 vistas3 páginas
La economía de Sudáfrica es la mayor de África y depende en gran medida de las exportaciones de materias primas y de la industria minera, aunque también sectores como el turismo, la agricultura y las energías renovables son importantes. Sudáfrica enfrenta desafíos como la corrupción, la falta de infraestructura y el desempleo, pero sigue siendo un mercado clave para las empresas españolas.
Descripción original:
Título original
LA IMPORTANCIA DE LA ECONOMÍA DE SUDÁFRICA A NIVEL MUNDIAL
La economía de Sudáfrica es la mayor de África y depende en gran medida de las exportaciones de materias primas y de la industria minera, aunque también sectores como el turismo, la agricultura y las energías renovables son importantes. Sudáfrica enfrenta desafíos como la corrupción, la falta de infraestructura y el desempleo, pero sigue siendo un mercado clave para las empresas españolas.
La economía de Sudáfrica es la mayor de África y depende en gran medida de las exportaciones de materias primas y de la industria minera, aunque también sectores como el turismo, la agricultura y las energías renovables son importantes. Sudáfrica enfrenta desafíos como la corrupción, la falta de infraestructura y el desempleo, pero sigue siendo un mercado clave para las empresas españolas.
LA IMPORTANCIA DE LA ECONOMÍA DE SUDÁFRICA A NIVEL MUNDIAL
La economía sudafricana es una economía abierta. Sus exportaciones
industriales se dirigen sobre todo a los países desarrollados, con la Unión Europea como principal destino, mientras las de materias primas se dirigen fundamentalmente a las grandes economías emergentes, destacando China entre todas ellas. No obstante, Sudáfrica es la mayor economía africana, por delante de Nigeria, albergando el 75% de las principales empresas del continente africano, contando además con un subsuelo muy rico. Después de varios años de pobre crecimiento, Sudáfrica estuvo al borde de la recesión económica en el 2016, creciendo apenas el 0,1 % del PIB. En este sentido, el cambio climático con una aguda sequía, hizo que Sudáfrica necesitase importar maíz a pesar de ser el principal productor africano. Hoy en día Sudáfrica se enfrenta a muchos desafíos: corrupción, falta de mano de obra cualificada, carencia de infraestructuras y criminalidad. Pese a estos desafíos, Sudáfrica es un país con grandes oportunidades de negocio para las empresas españolas. El volumen de comercio bilateral entre ambos países superó los 2.000 millones de euros en 2016, siendo el primer socio de España en el África subsahariana. Un sector de mercado que está creciendo en Sudáfrica, y del que España puede aprovecharse, es el agroalimentario. El sector minero es una de las actividades destacadas de la economía sudafricana, a pesar de que su contribución al PIB ha pasado del 20% registrado en los años 70 a oscilar entre el 5,8 % y el 9,5 % en la última década. Otro sector destacado es el químico, que representa el 5% del PIB y el 25% de toda la industria, sin olvidar también el siderúrgico (Sudáfrica es el principal productor de acero de su continente) y la industria de la alimentación y bebidas, que supone el 3% del PIB. Representa el 20% del PIB y destaca por su moderna estructura y notable presencia a nivel regional. La riqueza natural, paisajística y cultura de Sudáfrica constituye un gran atractivo para el turismo, actividad que aumenta su peso en la economía nacional año tras año (actualmente supone el 9% del PIB). Sudáfrica es para España el principal mercado en la región subsahariana. En 2017 el saldo fue favorable a España en algo más de 60 millones de euros. La evolución reciente de las exportaciones españolas a Sudáfrica se ha caracterizado por su disminución desde el comienzo de la crisis económica y la posterior recuperación iniciada en el período 2010 - 2013. En particular, son destacables las oportunidades en el desarrollo de la termo solar gracias al interés mostrado por el Gobierno sudafricano en impulsar esta fuente de energía. También hay oportunidades en los planes destinados a la regasificación de gas natural licuado para la producción de electricidad. El Gobierno sudafricano ha anunciado inversiones en infraestructuras hidrológicas en varias provincias por 50.000 millones de euros, la mitad de las cuales se realizarían en régimen de PPP. Según los críticos, el periodo post-apartheid ha sido testigo de la creación de una pequeña élite negra que contrasta con la pobreza de buena parte de la población. Su resultado podría determinar si Sudáfrica es capaz de frenar su alarmante deterioro. Poco después de terminar la era del apartheid, Sudáfrica parecía preparada para "rebelarse contra la tendencia de buena parte del África postcolonial". En su opinión, la historia de Mandela era un reconfortante cuento que nada tenía que ver con el África postcolonial. La segunda divergencia llegó de los ciudadanos negros de la izquierda, que aseguraban que Mandela se había vendido.
La Sudáfrica presidida por Zuma no se ha acercado a los niveles de
brutalidad política y colapso económico de otros países del sur de África como Zimbabue o El Congo. Y, en este sentido, lo que ocurra en Sudáfrica es de suma importancia. Aunque no es la mayor economía del continente, título que ostenta Nigeria, Sudáfrica tiene el mayor PIB de los grandes países africanos, un sofisticado sector financiero, empresas muy competitivas y una excelente red de transportes. Si, a pesar de todo esto, Sudáfrica retrocede, las dudas sobre el futuro del continente africano crecerán en el resto del mundo. Sin embargo, el drama de la reciente historia de Sudáfrica y el grado de sofisticación de su economía han hecho que el país se convierta inevitablemente en referencia para el resto de África.
Sudáfrica es un país que, si bien presenta oportunidades para el
empresariado español, conlleva múltiples riesgos:
Inestabilidad política a causa de los múltiples escándalos de
corrupción de la administración.
Desempleo elevado.
Falta de infraestructuras, o deficiencia de las mismas, precisando
de unas cuantiosas inversiones de capital.
Aumento de la violencia y de la criminalidad en las principales
ciudades del país como Cape Town o Johannesburgo. Trato de favor del Congreso Nacional Africano con determinada clase empresarial. A pesar de que se ha producido un cambio de gobierno, la corrupción en Sudáfrica