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Equipo # 5

El agua como recurso natural


El agua, como recurso natural e indispensable para la vida de todos, es una
materia prima gratuita, pero en la mayoría de casos, su captación, su
tratamiento, su distribución y su depuración antes de su vertido en la
naturaleza requieren medios técnicos, financieros y humanos más o menos
consecuentes y a veces complejos que, por su parte, tienen un coste que
hay que recuperar de un modo u otro.

Así pues, no hay que confundir los recursos hídricos (río, manto


freático...), bien público gratuito, con el servicio público del agua, que
consiste en potabilizar esta agua y llevarla hasta el domicilio (acometida
privada), o lo más cerca posible (pozo comunitario, fuente...), de cada uno, lo
que tiene un coste.

Si piensas que los procesos de potabilizacion del agua es algo sencillo, algo


que podemos realizar en nuestros hogares, estás equivocado. Para que el
agua que recogemos de nuestros río o embalses sea apta para el consumo,
es necesario someterla a un proceso de potabilización del agua, que
comprende las siguientes etapas:

Captación: En esta etapa el agua se extrae desde las fuentes naturales,


generalmente de los ríos. El agua proveniente de ríos requiere un proceso
mas completo en su tratamiento al estar expuesta a la incorporación de
materiales y microorganismos.

Canalización: el agua captada se conduce hacia la planta Potabilizadora


utilizando dos tipos de sistemas: aducción o impulsión. Si es por aducción
el el agua se transporta por gravedad (por su propio peso) ya que la fuente
abastecedora está a un nivel más elevado que la planta potabilizadora; si la
fuente de agua se encuentra a un nivel más bajo que la planta, el transporte
Del agua se realiza mediante bombas  y se denomina impulsión.
Floculación: es el proceso por el cual se eliminan las partículas en
suspensión , aplicando agentes químicos que producen que estas partículas
se unan formando los “flocs”. Esta aglomeración de partículas, al ser más
pesada que cada partícula individual, se asienta, eliminando la turbiedad y
permitiendo que el agua pueda clarificarse.

Decantación: el agua se ubica en una gran pileta donde permanece quieta,


para que se produzca la separación del líquido y de los sólidos, y se
depositen en el fondo por su propio peso.

Filtración: en esta fase el agua se separa de la materia en suspensión


haciéndola pasar a través de un elemento poroso, generalmente arena, cuyo
resultado final es un agua más clara, en la que se han eliminado hasta un
95% de los microorganismos.

Cloración o Desinfección: se destruyen los agentes microbianos que


pudiesen estar presentes en el agua, utilizando diferentes productos
químicos (hipoclorito de sodio, hipoclorito de calcio, dióxido de cloro,
ozono, etc.).

Alcalinización: Debido al coagulante del agua, esta se vuelve ácida por lo


que es necesario añadir cal para convertirla en apta para el consumo.

Distribución:  una vez finalizada la potabilización, el agua se lleva a las


estaciones de bombeo desde sonde se distribuye gracias a la red de
tuberías.

¿De qué depende el precio del agua ?

Este varía sensiblemente de un país a otro y, a menudo, también de una


región a otra o de un municipio a otro. Esta variación depende bastante poco
del carácter público, privado, mixto o comunitario del servicio sino, y sobre
todo, de las condiciones de explotación del recurso (captación, calidad del
agua, alejamiento, coste y antigüedad de las instalaciones...) y de la
complejidad del modo de tratamiento y de distribución (red sencilla o
inexistente, servicio de los abonados o facturación simplificada...).

Así, el coste del agua extraída de un pozo con un cubo no podrá compararse
con el del agua producida en una estación de tratamiento moderno de un
agua de superficie más o menos contaminada por las actividades agrícolas e
industriales.
Del mismo modo, dado que el agua es un producto local que no puede
transportarse grandes distancias sin gastos elevados, su precio depende
esencialmente de las condiciones geográficas, geológicas y económicas de
las comunidades donde se produce y que definen su precio.

Es conveniente distinguir el coste del agua, que corresponde a su precio real


total de producción y de distribución para el organismo que lo produce, y
el precio del agua, que es la única parte de este coste facturada a los
usuarios, casi siempre es su mayor parte pero a veces es demasiado baja, o
incluso insuficiente, para garantizar suficientemente la calidad, el
mantenimiento y la renovación de las instalaciones.

No solo comprende los gastos ce construcción, de amortización y de


constitución de reservas de sustitución, de todas las instalaciones de
captación, de tratamiento y de distribución del agua, sino también los gastos
de tratamiento, de explotación y de mantenimiento, incluido el de la red de
canalizaciones y de los servicios administrativos de gestión de los abonados
cuando existen, así como los gastos de preservación del recurso.
Casi siempre se añaden distintos impuestos de un importe a veces
consecuente, recaudados por las administraciones o el Estado. En las
regiones donde también existen servicios de saneamiento y de tratamiento
de aguas residuales, se suele añadir el precio del saneamiento.

En la ciudad de México, situada a una altura de más de 2 mil metros por


encima del nivel del mar, los costos operativos alcanzan por sí solos, más de
130 millones de dólares al año, dado que el agua se bombea a más de mil
metros cuesta arriba. Lo anterior significa la misma cantidad de energía que
consume toda una ciudad como Puebla, con más de 8.3 millones de
personas.
 
Éste es un buen ejemplo de lo que significa llevar agua potable en algunas

zonas de México, ya que no es posible tener los mismos costos de


operación en territorios hidrológicos dispares.
 
El precio que las personas pagan por el agua está determinado por cuatro
elementos fundamentales: el costo de traslado desde la fuente de
abastecimiento (acuífero) hasta donde se encuentra el usuario, la demanda
total de agua, las cargas comerciales y operativas (energía, infraestructura,
mantenimiento, servicios administrativos, etc.), así como el tratamiento para
potabilizar y eliminar los contaminantes. En las ciudades en las que se trata
el agua proveniente del alcantarillado sanitario puede incrementar el costo
de este servicio.

Lamentablemente, muchas veces los consumidores disponen del agua como


si fuera un producto sin valor, en lugar de tratarse como el recurso
sustentador de vida, valioso y gradualmente cada vez más escaso.
 
Un camino decisivo para mejorar un uso más racional del agua, es
establecer un precio que realmente refleje su valor y por qué no, su escasez.
 
 
La mejor vía para impedir esta situación es manejar un sistema de precios
por rangos, donde un nivel bajo de consumo, necesario para satisfacer las
necesidades básicas, sea  muy económico, mientras que en los niveles de
más altos consumos los precios aumenten.
 
Una persona- con una buena cultura del agua- consume entre 2.5 a 3 metros
cúbicos (2 mil 500 a 3mil litros) por mes.
 
Por  ejemplo, para uso doméstico se paga una cuota base de 105.82 pesos y
se suma a este importe el consumo del usuario.
 
Es decir, si hoy una familia consume 14 metros cúbicos al mes (14 mil litros),
se le agrega $88.01, lo que equivale a que el metro cúbico cueste a $13.84;
pero si alguien utiliza 30 metros cúbicos, tiene que sumar a la tarifa base
$642.32, lo que significa que el costo del metro cúbico se eleva a $24.93. 

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