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Universidad Arturo Michelena

Facultad de Ciencias Económicas y Sociales


Escuela de Psicología
Cátedra de Terapias Contextuales

ANÁLISIS DE ARTÍCULO CIENTÍFICO


“Diagnóstico, evolución y tratamiento de una adolescente con Trastorno Límite de la Personalidad”
(Corchero, Balés y Puig, 2005)

Profesor: Luiggi Raggio

Autores:

Borges Josiribel; C.I.: 26.186.012

González Luis; C.I.: 20.785.791

Ramírez Cristina; C.I.:27.356.539

San Diego, abril de 2020


 Describa brevemente el caso: datos básicos, antecedentes y enfermedad actual.

Se trata de paciente femenina de 15 años, quien presenta irritabilidad, apatía y tristeza


persistente. Padece cambios en sus hábitos alimentarios y de sueño y dice tener problemas de
insomnio de conciliación, cansancio y constantes dolores de cabeza, así como también
insatisfacción por cualquier actividad que realice y por lo cual expresa “desearía desaparecer”,
sin embargo no ha presentado ideaciones suicidas. Refiere presentar problemas de concentración
que ocasiona un bajo rendimiento y a su vez desafía constantemente las normas de los padres.
Niega cualquier consumo de sustancias adictivas, pero se presume el consumo de cannabis

Sus padres acuden a la consulta porque desde hace unos meses su hija presenta cambios
de comportamiento muy importantes, descritos anteriormente. Entre los antecedentes cabe
destacar que los padres están separados desde hace seis años. Su desarrollo motriz y cognitivo
fue normal y no ha padecido enfermedades importantes. Actualmente, se evidencia el Trastorno
Limite de la Personalidad como diagnóstico.

 ¿Cómo se realizó la evaluación psicológica?

Se utilizó el test de personalidad para adolescentes de Millon: MACI (Inventario Clínico


para adolescentes de Millon), que es un inventario de autoinforme, compuesto por 160 ítems y
31 escalas, diseñado específicamente para evaluar las características de personalidad, las
preocupaciones y los síndromes clínicos de los adolescentes.

Obteniendo como resultado significativas puntuaciones de las escalas prototipo de


personalidad autopunitiva y pesimista, la paciente puede actuar de forma lesiva para ella misma,
negarse al placer, sabotear sus propios esfuerzos para lograr el éxito, se puede sentir abatida y
desanimada con frecuencia al ver el futuro amenazador y triste. Desarrolla con facilidad
sentimientos de culpa, inutilidad e inadecuación personal. Puntúa significativamente la escala de
Tendencia Límite, lo cual indica inestabilidad afectiva, relaciones interpersonales erráticas,
comportamientos caprichosos, hostilidad impulsiva, temor al abandono y acciones
autodestructivas. Entre las preocupaciones, puntúa por encima del punto de corte la escala de
discordancia familiar, difusión de la identidad y desvalorización de sí misma. Con respecto a los
síndromes clínicos, aparece una inclinación a abusos de sustancias y propensión a la
impulsividad. Puede presentar un patrón inadecuado de abuso de alcohol o de drogas que le lleva
a un deterioro en su rendimiento o conducta.

A lo largo del tratamiento también se realizaron pruebas de capacidades intelectuales,


pruebas de atención y concentración, en las que obtuvo un resultado dentro de la normalidad.
Inicialmente se propone tratamiento con fármacos antidepresivos y psicoterapia.

 ¿Qué técnicas y procedimientos se emplearon en la intervención?

El programa de intervención se centró en un tratamiento ambulatorio individual y


semanal de una hora, debido a la sintomatología poco intensa de la paciente y a su adecuado
nivel funcional. El tratamiento elegido fue la Terapia Dialéctica Conductual (TDC) de Marsha
M. Linehan, aunque se utilizaron estrategias de la terapia de aceptación y compromiso (ACT) de
Steven Hayes.

Los objetivos generales durante la primera fase se centraron en la psicoeducación del


trastorno límite de la personalidad, tanto con la paciente como con sus padres, y la detección de
situaciones concretas y reales que le provocaban inestabilidad, tanto emocional como
conductual. Así como en el control de conductas impulsivas y estrategias de regulación
emocional, la mejoría y control de hábitos, el restablecimiento y cumplimiento de rutinas diarias,
y el entrenamiento, puesta en práctica de las estrategias básicas de tratamiento y cumplimiento
de las tareas para casa. La segunda fase de tratamiento, se centró en reforzar el uso de las
habilidades trabajadas durante la primera fase y aplicarlas a situaciones concretas de la paciente,
así como alcanzar la máxima estabilidad emocional y conductual en su día a día. En la última
fase, el objetivo principal es el de mantener la estabilidad y revisar el uso de estrategias.

Una de las técnicas utilizadas para el control de conductas impulsivas fue el análisis
conductual, con el objetivo de identificar aquellas situaciones que desencadenaban la
desregulación emocional y sustituir las estrategias inadecuadas que ella utilizaba, por otras
alternativas eficaces y no perjudiciales.

Entre los procedimientos utilizados están el entrenamiento en 4 aéreas:

1. Habilidades básicas de conciencia: El objetivo principal fue desarrollar y motivar un


estilo de conducta consciente y reflexiva, observando, describiendo sin juzgar y actuar
con atención. De esta forma, se trabajó en atender a sus emociones, a los hechos y a las
respuestas conductuales, sin la intención de cambiarlos y sin juzgarlos como “buenos o
malos”, así como centrar la atención sólo en la actividad que se está realizando en ese
preciso momento y en la efectividad de la acción.

2. Habilidades de regulación emocional: Una de las estrategias de regulación emocional


que se trabajó durante toda la intervención, fue la de reducir y/o controlar las situaciones
que producen estrés o vulnerabilidad emocional, para lo cual previamente se dedicaron
algunas sesiones para aprender a identificar y etiquetar sus emociones. Se establecieron
desde un principio horarios de sueño, un control en el consumo de tóxicos, y rutinas o
actividades que incrementasen acontecimientos emocionales positivos.

3. Habilidades de tolerancia al malestar: El objetivo principal es el de sobrevivir a las


crisis y aceptar el momento actual tal y como es, llevando a cabo estrategias distractoras,
generar emociones opuestas a las que generan malestar, hacer comparaciones o
experimentar sensaciones intensas, como las que se han presentado previamente.
También se realizaron ejercicios de mindfulness, centrados en la observación de la
respiración y la consciencia del cuerpo, centrándolos en su principal entorno que le
generaba frustraciones, es decir, en su casa con la familia.

4. Habilidades de efectividad interpersonal: Se entrenó a la paciente en habilidades


sociales y estrategias de solución de problemas, con ensayos conductuales o role playing
y tareas de práctica en situaciones reales, escogiendo situaciones concretas, con el
objetivo de representar diferentes alternativas de interacción y respuestas sociales
adecuadas a la situación, que redujesen la ansiedad y evitaran consecuencias negativas.

En la última fase de mantenimiento, se realizó un ejercicio de plasmar en un papel todos


y cada uno de los aspectos que forman parte de su vida en ese momento, y realizar una
valoración subjetiva en función de su satisfacción.

 ¿Qué resultados se obtuvieron en este caso?

El entrenamiento habilidades de conciencia redujo de forma significativa las


conductas impulsivas, puesto que si centraba la atención en la eficacia de sus acciones, se daba
cuenta de que éstas no reducían su malestar a medio plazo, sino que le generaban aún más
malestar.

La paciente es capaz de elaborar estrategias de afrontamiento y solución de problemas


por ella misma, aunque requiere de la supervisión del terapeuta para su cumplimiento; se
inscribió en clases de teatro con el objetivo de desarrollar habilidades de comunicación y
exponerse a situaciones en las que tenga que hablar en público. Presenta un nivel funcional
conservado; mantiene sus estudios universitarios sin dificultades académicas, que combina
realizando clases particulares a un adolescente por las tardes. La paciente deja de focalizarse sólo
en uno de los aspectos de su vida actual, y se plantea objetivos y acciones concretas para mejorar
su satisfacción en ellos.

Por otro lado, ha establecido una relación sentimental nueva estable, y los padres
confirman que la relación con su hija ha mejorado significativamente. La paciente ha conseguido
restablecer una rutina diaria y cumplir con sus responsabilidades, aunque sigue presentando
cierta inestabilidad emocional que puntualmente interfiere en su día a día.

El trabajo de potenciación de su capacidad de introspección y aumentar la toma de


conciencia de sus reacciones emocionales, ha sido posible gracias al buen nivel cognitivo de la
paciente, ya que la terapia dialéctica exige una elevada capacidad de abstracción.

La buena evolución del trastorno está relacionada, fundamentalmente, con la buena


adherencia al tratamiento y al inicio precoz de este, así como también el valor que los dos padres
han dado al seguimiento de las sesiones, ya que han facilitado el apoyo y seguimiento de las
mismas. La paciente ha seguido psicoterapia durante dos años con frecuencia semanal y,
actualmente, mantiene sesiones mensuales.

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