Está en la página 1de 1

La casa de chocolates

Cintura
Érase una vez una familia que vivía en el bosque, tenía dos hijos muy comilones
Gordina y Regordete, la situación era tan grave que una noche cuando los niños
se acostaron sus padres tuvieron una charla en la que por su seguridad ingeniaron
un plan para que Gordina y Regordete no se los devoraran pues su situación
económica no daba más, así que decidieron llevarlos al bosque y abandonarlos
muy lejos de manera que tuvieran que caminar mucho para regresar a casa, así lo
pensaban hacer por varios días a ver si reducían su peso y ansias pues habían
escuchado que el ejercicio disminuí las ganas de comer a la vez esto les daría
tiempo a sus padres de trabajar.

Llego el día de llevar a cabo su plan e hicieron lo acordado Gordina y Regordete


no podían alcanzar a sus padres pues su peso les impedía caminar tan rápido
como ellos lo hacían y se fueron quedando cada vez más atrás hasta que ya no lo
vieron más, pero estaban tan cansados que decidieron sentarse en una roca
grande se oscurecía cada vez más, estaban tan asustados que se abrazaron y se
quedaron dormidos a la mañana siguiente siguieron su rumbo pero se
encontraron una exquisita casa de chocolate tenían tanta hambre que salieron
corriendo a comérsela pero al primer mordisco se dieron cuenta que tenía un
sabor tan horrible no era como el chocolate habitual, de pronto salió una anciana y
se reía a carcajadas no les gusto mi chocolate light yo soy la brujita de los buenos
hábitos alimenticios sigan que deben tener hambre.

Los niños entraron, había una mesa llena de deliciosa comida los niños se
abalanzaron a los deliciosos platos, pero las verdura, frutas y ensaladas no
tocaron, la brujita les pidió que le ayudaran con unos quehaceres y estos groseros
le dijeron que debían irse inmediatamente y que no le ayudarían la brujita molesta
los hiso sus prisioneros los alimentaba con fruta verduras y comida muy
balanceada además le ayudaban en su casa con los oficios pasados 2 semanas al
ver que los niños aprendieron la lección y que estaban más delgados y saludables
los dejo regresar a su casa al llegar sus padres salieron al encuentro estaban muy
angustiados por lo que habían hecho ´pero los niños le contaron lo sucedido y
aprendieron que no hay que ser tan glotones porque un día pueden encontrarse
con una casa de chocolates que les cambia la vida.

También podría gustarte