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Maqueta de portada: Sergio R.1mfrez Evgueni Zam1atm


Diseño interior y cubierta: RAG

Nosotros

Traducci6n
. Hernández-Ranera.
SergJO
Reservados todos los derechos. De acuerdo a lo dispuesto en Nacido en 1969 en Madrid, es h-
el an. 270 del Código Penal, podrán ser castigados con penas . do en Ciencias de la lma-
de multa y privación de'·liberl:ad· qi.lieúeS :Si!l.la Preceptiva autorización cencta
en en la Universidad Comp1u-
reproduzcan, plagien, dimibüyan· o comuniquen públicamente, en todo o en parte,
una obra lir~raria, a~dsriCa o científica, fijada en cualqui~r tipo de soporte. ~ense de Madrid, donde concluyó
estudios de doctorado. Ha ad-
.. d 0 su conocimiento de la
qUirl ¡. Fundación
lengua rusa en a . .
Pushkln de Madrid y en~ msn-
tutO homónimo de Moscu.

1." reimpresión, 2012

© Ediciones Akal, S. A., 2008

Sector Foresta, l
28760 Ti-es Cantos
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Madrid - España

TeL 918 061 996


Faoc 918 044 028

www.akal.com
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ISBN, 978-84-460-2672-3
Depósito legal: M-724-2012

Impreso en Fernánde-.t Ciudad, S. L. a k al


Pinto (Madrid)
Prólogo

Nosotros es una novela rompedora, como no podía ser de


orra manera en un hombre que se hallaba construyendo un
rompehielos mientras la escribía. Aunque pocos lo sepan, esta
obra es una de las cumbres literarias del siglo XX, cosa que
admiten sin vacilar los que la conocen. No en vano, este tra-
bajo inauguró plenamente el subgénero literario de la an-
tiutopía o ciencia-ficción distópica, y sirvió de modelo e ins-
piración para narraciones posteriores más célebres, aunque
no por ello superiores, tales como Un mundo ftliz y 1984.
Escrita en ruso en 1920 por Evgueni Ivánovich Zamiátin (Le-
bedian, 1884- París, 1937), Nosotros fue publicada prime-
ramente en inglés en 1924, y más tarde en francés, pero no
se pudo leer en ruso en la Unión Soviética hasta 1988, año
en que salió a la luz al mismo tiempo que 1984. Al año si-
guiente, fue publicada en edición conjunta con Un mundo
ftliz. El carácter visionario de este libro realza la audacia de
su autor, de quien basta ver una fotografía de aquellos años
para comprobar que su mirada, aparentemente un tanto biz-
ca, en realidad, tiene la capacidad de enfocar dos planos a
la vez.
Esos dos planos bien pudieran ser dos tiempos históri-
cos distintos, pues este tipo de literatura, el de las parábo-
las sobre el poder y la aleha ante la industrialización salva-
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6 Evgueni lvdnovich Zamitltin Nosotros . . .
1 de marcado carácter anttmtltta-
je y los sistemas totalitarios, sigue gozando en la actualidad ras le censuran una nove a d rante el transcnrso de la I
de plena vigencia aun después de transcurridos dieciocho rista (En el quinto infier~o~~ ya l:glarerra para acometer la
años desde la caída del muro de Berlín. La grandeza del gé- Gnerra Mundtal es envta h' 1 s Allí vivió en nn su-
. nero inaugurado por Zamiátin -y ya antes apuntado por ):L cons~rncción de b~~~f:~~:I'dJes%~~d y trabajó en los as-
G. Wells (La mdquina de! tiempo, 1895 y Una utopía mo- bnrbto de Ne":cast end. Los planos y especiftcacwnes
derna, 1905) y Jack London (E! tafón de hierro, 1908)- re- tilleros del vecmo Walls d N ki (más tarde rebau-
side en que la denuncia que plasman estas obras no sólo es de su nave favorita, el Alexanl er elvs ftrma de D-503, l-
· ) llevan a pecu tar
aplicable a las dictaduras de corte estalinista, sino a un sis- rizado como Lem~ ' . · tas de Nosotros. Su es-
tema de dominación mucho más amplío y supranacíonal 330 y 0-90: los pnnctpal~s ~ota~~s~: supone la entrada en
cuyo método tiene un nombre de sobra conocido por todos: rancia en los alrededo;es el bewal basado en el taylorismo,
la globalízación. Pero antes de profundizar en estas cosas, tan ambtente a or .
contacto con un . . . .al en el trabajo que comtenza
intrigantes como rotundas, la azarosa vida de Zamiátin y su nn sistema de efictencta mt_'m1 1917 Zamiátin dirige la
original figura merecen un repaso. a inquietarle. De vuelta ~ u~~tft al del mundo, la serie de
edición de sus prop1as o ras. mhachos adultos e Isleños
p 'b las para mue ' 1
cuentos cortos ab .~ . durante su estancia en lng a-
Evgueni I. Zamiátin (1918), relato rar_n. ten. es~:~~o a ingleses como a rusos. Fun-
terra y en el que rtdiCuhza d S · · n y e·erce de
. . Hermanos e erapto , 1
Zamiátin era un genio. De hecho, antes que literato fue da una escuela ltterana, 1I . Politécnico de San
un brillante ingeniero naval y estuvo dedicado a la cons-
· 0 en e nsntuto
Profesor durante un ttemp .
entustasmo rev
oluc'tonario empieza a
trucción de buques de gran calado en Gran Bretaña. Estu- Petersburgo, pero su . L . ¡ a es representada en los
dió en el Instituto Politécnico de San Perersburgo y, antes y decrecer. Una comed1a suya~ a pdu :gl 'NEP (la Nueva Políti-
después de graduarse, viajó por roda Rusia y visitó ciudades 1 primera ,ase e a L
teatros d~r~nte a 1 URSS). Al igual que en Isleño~ y en a
extranjeras como Constantinopla, Esmirna, Salónica, Bei- ca Economtca de a ~ Zamiátin irontza en La
rut, Jerusalén y Porr Said. Simpatizante del partido bolche- sociedad de los honorables campanerlos, Pero la permisividad
vique desde sus inicios, se encontraba casualmente en Odes- sobre rusos e mg eses. d E
pulga d e nuevo 1 d' . , de Nosotros es censura a. s
sa en 1905 cuando tuvo lugar la rebelión de los marineros de la NEP se acaba y a e ¡cwn t r teatralmente las obras
del acorazado Pótiomkin (y también en Helsinki en ocasión .fi 1 d para represen a
más, las d t tcu ta es . , .d tes Finalmente, ago-
de la de Sveaborg). Desdeñó la posibilidad de quedarse tra- d vez mas ev1 en , ·
de este autor son ca a d 'fi ta de seguir desarrollando
· ·bTda mamtes . .
bajando en el mencionado instituto en calidad de profesor biado por 1a tmpost . 11 E . ¡ Zamiátin, por .medtactón
y, en cambio, prefirió alternar sus publicaciones técnicas con su profesión de escmor, vgu~m . . nante carta al mismí-
las primeras narraciones de ficción. A esta primera etapa per- de Maxím Gorki, dirige udna tmb presto ermiso para abando-
tenecen los Relatos de !a vida provinciana. 1916 es un año . 1 ego e o tener p
simo Stalm con e ru . a Se le concede la
clave en la vida de Evgueni Ivánovicb: las autoridades zaris- nar la Unión Soviética Jnnto a su espos .
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Evgueni lvánovich Zamiátin Nosotros 9

autori~ación para marcharse del país, pero antes de dirigir- de todas las formas del mal, del mismo modo la crítica ha he-
se haCI.a el ext!w, l~gra publicar La inundación (!929). Tras cho de mí el diablo de la literatura soviética. Escupir al diablo
L;na pnmera estancta en Praga, se establece finalmente en Pa- se considera una buena acción y cada uno escupe como puede.
ns, donde fallece en 1937 en el olvt'do Es- t
.
la
a es cana: . _· En todas mis obras han detectado sin fo.lta una intención dia-
bólica. Para dar con ella, no han vacilado en atribuirme in-
Estimado IosifVissiaronovich:
cluso dones de profeta. Así, en uno de mis cuentos (El Dios),
publicado en la revista Anales, en el año 1916, algún criti;o
. Condmado a un castigo supremo, el autor de la presente se las ingenió para encontrar... «una burla contra la revoluczon
tarta se dzrzge a Usted con la petición de que la citada pena le en relación con la transición a la NEP». En un relato (El mon-
sea conmutada.
je Erasmo) de 1920, otro critico (Mashbits- Verov) percibia
Seg~ramente mi nombre le resulte conocido. Como ara «una pardbola sobre lo juiciosos que se hicieron los jefes durante
cualquzer otro escrztor, la mera posibilidad Je Jap . . !' J la NEP>>. Independientemente del contenido de cualquiera de
'b · · a~ "' rzvaczon ae
escrz zr constztuye para mi un castigo mortal. Y las condicio- mis escritos, basta la simple aparición de mi firma para tacharlo
nes creadas :on tales~ que no puedo continuar con mi labor, ues de criminal. Mds recientemente, en el mes de marzo de este año,
es znconcebzble realzzar tarea creativa aluuna cua J p la Oblit de Leningrado adoptó medidas para que no quedara
0 bt d, . c.-- nao uno se ve
'fa ~ a ~aba;ar en una atmósfora de acoso sistemdtico, el ninguna duda al respecto. Yo habia revisado, a petición de la
.
cuat, aaemas, se endurece año tras año .
t~ningún modo pretendo representar la inocencia ultra-
;a_ . oy ;on;czente de que, durante los tres o cuatro primeros
editorial Akademia, la traducción de la comedia de Sheridan
La escuela de la maledicencia, y había escrito un artículo so-
bre su vida y obra. Naturalmente, no había en ese artículo nin-
anos que szgu:eron a fa revolución, escribí algunas cosas que han guna maledicencia por mi parte (algo imposible). No obst~~­
~odido dar pze a czertos ataques. Sé que tengo fa mala costumbre te, la Oblit no sólo prohibió el artículo, sino que zncluso prohzbzó
e deczr en. un m~mento determinado no !o que podria resul- a la editorial mencionar mi nombre como corrector de la tra-
tar convenzente, szno lo que estimo es la verdad. En particular, ducción. Y sólo después de mi apelación en Moscú, sólo después
nunca he ocultado m~ actztud hacia el servilismo literario, e! de que el Glavit, evidentemente, le hiciera comprender que .no
vasaflaF y fa hzpocresza. Consideraba, y sigo considerando, ue se podia actuar con semejante ingenua franqueza, se autorzzó
eso reba;a tanto a! escritor como a fa revolución En S" d'a q tanto la publicación de mi articulo como la inclusión de mi
'ó 1 JJ • ~z,esa
cuestz n, ptanteaaa ae forma dspera y ofensiva para muchos en nombre crimina!.
uno d; m~s ~rticufos (en la revista La casa de las Artes 1, 1920), Saco a colación este hecho porque muestra con claridad, po-
marco e! znzczo de una campaña de prensa dirigida contra mí dría decirse de forma químicamente pura, la actitud que se ha
. J?esde entonces, esa campaña, por diferentes razones con~ tenido conmigo. De la extensa colección de ejemplos que ateso-
tznua hasta e! dia d; h~y, donde ha llegado a tales extrem~s ue ro, aún citaré un hecho mds. Ya no se trata de un articulo for-
fa calificarla de fetzchzsmo; al igual que cuando los cristia!os, tuito, sino de una pieza de gran envergadura, en la que he tra-
para mayor comodzdad, crearon el diablo como personificación bajado durante casi tres años. Estaba seguro de que esa obra,
ll
E'vguent lvánovich Zamidtin Nosotros
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una tragedia titulada Atila, conseguiría acallar finalmente a y anunciada en cartel, fueposteriorrnente prohibida a reque-
todos los que habían hecho de mí una especie de oscurantista. rimiento del Obltt de Lenzngrado.
Creía tener todos los fundamentos para albergar esa certeza. La La muerte de mí tragedia Atila supuso, en eficto, una tra-
obra fue leída en una sesión del consejo artístico del Gran Tea- gedia para mí: a partir de entonces, me di perfec:a cuenta ~e
tro Dramdtico de Leningrado, donde estaban presentes repr;- que cualquier tentativa para cambiar mi sztuacz~n resultarza
sentantes de dieciocho fiíbricas de Leningrado. He aquí algu- inútil. Ademds, poco después se desató el forn.oso Izo con mz no-
nos extractos de sus opiniones (reflejados en las actas de la sesión vela Nosotros y también el de Caoba, de Ptlmak. Naturalrrz_ente,
del15 de mayo de 1928). para eliminar al diablo s: acude a cualquzer adulteraczon. ~
El representante de la fiíbrica Volodarski dijo: «Esta obra, mi novela, escrita nueve anos antes, en 1920, fue presentada ;un
escrita por un autor conternpordneo, trata el terna de la lucha to a Caoba corno si fuese mi último trabajo, rnz ~ueva obra. S~
de clases en la Antigüedad, cosa que estd en consonancia con anizó una persecución sin precedentes en la lzteratura sovze-
los tiempos modernos que corren ... Su ideología es completa- ~;~, mencionada incluso en la prensa ~xtranjera. S~ hizo de todo
mente admisible... La obra produce una fuerte impresión y eli- con tal de cerrarme cualquier posibilzdad de contznuar con mz
mina los reproches lanzados sobre la dramaturgia moderna, re- . Comencé a dar miedo a mis antiguos camaradas, a las
tra ba;o. . . ' d ·
lativos a que no produce buenas obras» ... El representante de editoriales y a los teatros. Quedó prohzbzdo el prestamo e rnzs
la fabrica Lenin, resaltando el cardtter revolucionario de la libros en las bibliotecas. Mi obra de teatro La pulga, represen-
obra, encuentra que «esta pieza, por su valor artístico recuer- tada con constante éxito en el Teatro del Arte du~~nte cuatro
da las obras de Shakespeare... Una obra trdgica, extraordina- temporadas, fue retirada del repertorio. Se suspendzo la ~dzczó~
riamente repleta de acción, que cautivard a los espectadores». de mis obras completas en la editorial Federats!a. Cualquzer edz-
El representante de la fiíbrica de hidrorneédnica considera que torial interesada en editar mis traba;os se expone a la. quema
«todas las situaciones de la obra tienen mucha fuerza y resul- inmediata, que ya han experimentado tant~ FederatSla ~orno
tan apasionantes», y recomienda que se represente en el ani- Tierra y fábrica y, especialmente, «la edztorzal de los escrztores
versario del teatro. de Leningrado». Esta última editorial zncluso se ar~zesgó a te-
Con lo de Shakespeare, los camaradas obreros se pasaron de nerme durante todo el año corno miembro del c~nse;o de dzrec-
la raya; pero, en cualquier caso, M Gorki escribió acerca de la cz'o'n y, aunque no se atrevió a utilizar mi experzencza
d . ltterarza,
.,
obra que la consideraba «de un alto valor, tanto desde el pun- me encargó la corrección estilística de obras e e~crztores;avenes,
to de vista literario como desde el punto de vista social» y que algunos de los cuales eran comunistas. Esta przrnavera, la sec-
«el tono heroico de la obra y el heroísmo del argumento no pue- ción del RAPP de Leningrado consiguió que me expulsaran d~l
den ser mds provechosos en nuestros días>>. La obra fue acepta- consejo de dirección y que cesara en mi traba; o. La Gaceta L~­
da para su representación en el teatro, fue autorizada por el Co- teraria lo anunció solemnemente, añadiendo de forma znequz:
mité del Repertorio Central y luego... , ¿se llegó a montar la obra voca: «Hay que conservar la editorial, pero no para los Zamza-
para ese público obrero que le habla dado tal calificación? Pues tim>. Se cerró pma Zamiátin la última puerta _que. daba .al lector:
no. La obra, que ya estaba a mitad de los ensayos en el teatro la sentencia de muerte para este autor quedo asz publzcada.
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Evgueni lvdnovich Zamiátin Nosotros 13
En el código penal soviitico el escalón in¡;, . l
muerte es !a expulsión del país. Si de verdaJ"rtor a a pe~a de cosas) y escribir en esa lengua sólo me resulta un poco mds di-
merezco un castigo con tod. . soy un crzmmal y ficil que en ruso. !lid Ehrenburg, que sigue siendo un escritor
como la muerte lit;raria Po;' pzenso que no debe ser tan grave soviético, trabaja desde hace tiempo principalmente para la li-
pulsión de la URSS . ;so phzdo su conmutación por la e;c- teratura europea, escribiendo para ser traducido a lenguas ex-
y tener aerec 0 a que mi .
pañe. Pero si no soy un criminal . ·¿ mu;er me acom- tranjeras. ¿Por qué lo que se le permite a Ehrenburg no puede
jar temporalmente al extran 'ero ~~ o entonc''J permzso para vía- permitírseme a mí? Citaré otro nombre mds: B. Pilniak. Al
sea por un año y pode ZJ J to con mz esposa, aunque sólo igual que yo, Pilniak ha compartido plenamente conmigo el pa-
' r regresar en cuanto 'b T
país para servir a la lz'te•"t sea·¿post .te a nuestro pel de diablo, ha sido el principal blanco de la crítica y, para
,u ura con gr.'l1nd.
actuar de lacayo de gente i . ifi es t eas sm tener que descansar de esa persecución, se le ha permitido viajar al ex-
nión, aunque sólo sea en :::;n~ ;ante, apenas ~ambie la opi- tranjero. ¿Por qué lo que se le permite a Pilniak no puede per-
país. Estory seuuro de quep ' e papel del escrztor en nuestro mítírseme a mí?
. . " ese momento ya e td Podría también basar mi solicitud para viajar al extranje-
mmedzatamente después Je hab0 do s cercano, porque,
· • ~ ~&i b
terza! se plantea de forma ineludible l ~,o una ase ma- ro en motivos mds corrientes, aunque no menos serios: necesi-
restructura un artey una l't a creaczon de una supe- to seguir un tratamiento en el extranjero para librarme de una
J la revolución.
ae ' t eratura que rea ¡mente sean d'z:gnos vieja enfermedad crónica (colitis) y también tendría que estar
Sé que la vida en el extranjero ta personalmente en el extranjero para llevar a escena dos de mis
pues no soporto estar en el band. mpoco "':e resultard fiici! obras, que han sido traducidas al inglés y al italiano (La pul-
dar fi mi pasado: me afilié al a;t;eacczonarzo. De ello puede ga y La sociedad de los campaneros honoríficos, las cuales
tiempos zaristas su~ cd l d.P d.o bolchevzque durante los ya han sido representadas en los teatros soviéticos). Ademds, la
' ':JU 1
rce, osexzzosyu .
supuesta representación de esas obras me daría la posibilidad
pos de guerra por escribir un relato a t. 't n procSeso en ttem-
debzdo a la costumbre ue ten o d; zmz.zt~rzsta~ é que aquí, de no agobiar al Narkomfln (Comisariado Popular de Fi-
dzcta mi co . . q :g escrzbzr segun lo que me nanzas, N. del T.) solicitdndole dinero. Todos estos motivos son
nczencza y no por mandato l
mado como un escritor de d. h a :guno, me han procla- evidentes. Sin embargo, no quiero ocultar que la razón prin-
bable que tarde o tempran erec as, miemras que al!i es pro- cipal de mi petición para obtener el permiso de viajar al ex-
0
de bolchevique P.ero z'n ¡ Y por esa mzsma razón me tilden tranjero en compañía de mi mujer radica en la situación sin
· e uso en esas difi' z d' .
no me condenardn al silen . Al!' ~tez es con tetones, allí salida en la que yo, como escritor, me encuentro dentro de la
cribir y de publicar. au czo. ' ten ré la posibilidad de es- URSS; en la sentencia de muerte dictada contra mí en este pais
s· . ' nque no sea en ruso
como escritor.
t debzdo a las circunstancias me . .
(temporal, espero) de escribir en ruso ve~ ante la zmpo~ibilidad La extraordinaria atención que ha dispensado a otros es-
el polaco ]oseph Conrad co . ' ta vez logre, al zgual que critores que se han dirigido a usted, me permite albergar la es-
. ' nvertzrme temn '11!
crztor en lengua inules :ror mente en un es- peranza de que mi petición sea también tenida en cuenta.
" a, puesto que ya h ·
na cosa sobre Inglaterra t l l , .e escrzto en ruso algu-
<e re ato satmco Los isleños, y otras
junio de 1931
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EVgueni lvánovich Zamidtln
Nosotros 15
La distopía y Nosotros
France-ville, preocupada en alargar la vida humana y ofre-
El término de distopía funcion , . cer todo tipo de comodidades a sus ciudadanos a través de

L~a~t~~~a~c~t~~~;~r á~~: ;t'~i~~~~~~~~~~~~~i~~ ~~~ los avances de la ciencia y la tecnología, y Stahlstad, una
ciudad-fortaleza gobernada por un proto-Hitler prusiano de
muy halagüeña, pero irrealiz~ble>> a~o enmologlco de «idea ideas racistas, y dedicada a desarrollar armas de una poten-
donde «todo es como deb E ace referen~la al lugar cia jamás vista para todo país que las pueda pagar. Sus ha-
topía o antiuropí d . e ser». n contrapoSICIÓn, la dis- bitantes son simples números sin personalidad afanosamen-
en sí misma Las aut~SI?na una solcledad ficticia indeseable te empleados en la industria de la ciudad, la cual se rige por
w> 11 . plas, como as planteadas H G
we .s, no se basan en. 1a sacie . dad actual . por 1 . . un régimen de terror militar. Como se puede apreciar, el gran
un tiempo y Jugar remot . Y tlenen ugar en visionario francés también supo entrever a años vista el ad-
·
pica o antiutópica disc os, mientrasfí que j · dad d"
a sacie lstó-
urre en un uturo e ,
venimiento del régimen nazi, las armas químicas y, tal vez,.
sada en las tendencias so . 1 d 1 ercano y esta ha- la construcción de la utopía sociaL
das a extremos espeluzna~~:s~s e a actualidad, pero lleva- George Orwell, el archifamoso autor de 1984 y Rebelidn
Las narraciones dist , · en la granja, reconoció el entusiasmo que le produjo la lec-
ahí que su planteamien~~lcas se prese~tan como sátiras, de tura de Nosotros. Es sabido que se hizo con una edición en
tapias, en otro, de enda de~omo utoplas en un caso o dis- francés y se lamentó de no hallar una edición inglesa a mano:
es donde Zamiát¡"npb ·¡¡ punto de VIsta del autor. Aquf <<Resulta sorprendente que ningún editor británico haya sido
n a antes que d" "
fina y matemática iron, d na le con 'vosotros. Su lo bastante emprendedor para reeditarlo». Orwell conside-
cabeza a quien la traducelad, que a no pocos quebraderos de raba que la obra cumbre de Zamiátin era superior a la de
e cara a respetar ¡
esa extraña precisión es¡ . escrupu osamente Huxley (Un mundo ftliz, 1931), y se sorprendía de que la
. , a pnmera
1os Sistemas totalitarios l ¡· d y angust" d .
JOsa enuncia ante novela hubiera pasado desapercibida (quizá porque la fama
.. · nc ma o como bu r
una VISIÓn de las cosas t ¡ . . en ruso a Oltecer de Nosotros se vería impulsada por 1984). No hay que ser
val duda de que el , a vez pesimista, este ingeniero na- un sagaz crítico literario para encontrar en 1984 numero-
progreso tec j' · · r
a los seres humanos Es 1 . no.doglco sans,aga realmente sos elementos absolutamente calcados de Nosotros: el Gran
· a m1sma 1 ea qu
ruso, Fiódor Dostoievski A e ya apuntara otro Hermano es el equivalente al Benefactor; la telepantalla de-
que Dostoievski 1 h" d, en sus rpuntes del Subsuelo (aun- riva de las Tablas de la Ley; la policía del Pensamiento re"
, . o IZO e manera 1' . . 1
soclahsmo utópico) E h 1 exp ICita, a rechazar el cuerda a los Guardianes, y la habitación 1O1 (el despacho
pero conocida novela q~ Jonlo:Via a verdad,. una fenomenal de Orwell en la BBC durante la !1 Guerra Mundial) es deu-
· . e u es erne escnb1ó 1879
tiene ya Ciertos rasgos ut, . d" en con- dora del auditórium 112 (en realidad, la celda en la que Za-
quinientos millones de la Bop!cos Y mópicos. Se trata de Los miátin llegó a estar preso en dos ocasiones), etc. En palabras
en la que se muestran doegu~, du~a ln~eresantísima narración de Orwell, Huxley tuvo que verse también influenciado por
del distinto uso que se das Clu a els- sltado creadas a partir la obra de Zamiátin, aunque nunca lo llegara a reconocer.
a una co osa herencia: la utópica De hecho, la reivindicación de los sentimientos frente al
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16 Evgueni ivdnovich Zamidtin Nosotros
. . . T lor La lectura de Nosotros descubre
amor programado es una característica de la narración de este cienCia mdusrnal de ay · · b'blicos en concre-
. .1. d algunos pasajes l ' •
brillante escritor ruso que también se halla presente en Un ciertas SlmlttU es con asa es del Génesis: el Estado Unico
mundo ftliz. Fascinado por el universo de Nosotros, tan cruel ro con los pnmero~p J de simbolizar el Paraíso, D-503
como el de 1984, Orwell afirma que Zamiátin comprenqe opresor de Nosotros tenLpue . te del Paraíso está repre-
. I 330 Eva a serpten
mucho mejor que Huxley el lado irracional del rotalitaris~ es Adan e • ' . . t"ndt"viduo con un cuerpo
d S-4711 quten es un .
mo, pues a su juicio, los que detentan el poder en Un mun- senta a por d bl nte curvado». La referencta a Me-
do ftliz carecen en realidad de motivos poderosos para man- descrito como « o . eme b stante clara: en la novela, los re-
tenerse en él; la finalidad no es la exploración económica, Hsrófeles, el demon;o;u~~ d~l descomunal muro que delimita
no hay hambre de poder ni sadismo. Por el contrario, Za- beldes que vtven mas 1 Estado Único se llaman Mefi.
miátin sugiere que el poder es un fin en sí mismo y que su el «par~íso:> go~e;nado p~r e iátin dedica al cristianismo no
razón principal es actuar con saña y dureza. La crínca tm~ltctta quede.:m orlos suelos con un par de re-
A primera vista, podría parecer que Nosotros es simple- se queda aq~t, plueds lo llelalarlo como antecesor del Esta-
mente un retrato satirizado de la sociedad soviética de aquel ferenclaS mas ve a as, a
entonces. Pero la verdad es que la narración va mucho más do Único. . l terreno de las matemáticas donde el ge-
allá: es una visión sobrecogedora sobre un mundo superin- Pero es graCias a . . dar forma a sus sím-
dustrializado que extrema sus características. La preocupa- nial ingeniero. y escnto~ ruso c~~~~~a~o Único presume de
ción por el avance de la técnica es una constante en muchos bolos más sdattrltcos ~ tr -~lC~\ravés de las matemáticas, pese
autores desde el momento en que la revolución industrial haber halla o a. per ecclOn os irracionales. En una sociedad
echa a andar en el siglo XIX a machamartillo, caiga quien cai-
ga y sin ahorrar sangre ni sufrimiento. La ciencia tiene que ~~~d:~:a~~~;:~:f~::~.:~t~7sac~~~i~;~:a~~:::~~nc~a~t
estar al servicio del hombre, pero no al revés. Y Zamiátin ya rúrgicas, se nnde pletresta a los números imaginarios
éstas manejan conceptos com~a los nombres-números de
conoce de primera mano la brutalidad que representa la ra-
cionalización del trabajo a gran escala que supone el taylo- h
(cuya unidad es la !n la no:~;lógica sencilla atendiendo
nsmo. los prot~goni~tas o e d:c~:s ~ombres siempre empiezan por
La originalidad de Zamiátin reside en parte en su forma- al sexo: os numeres b nu'mero impar y los de
nte y aca an en ,
ción en ciencias: en su novela, todas las actividades humanas una lerra conso~a l finalizan en cifras pa-
.
las mujeres comtenzan por voca es y •. d
están reducidas a ecuaciones matemáticas. Los personajes no . l d a las características ftstcas e
tienen nombre, sino números, y D-503, el protagonista prin- res. Las letras stempre a ul en b lta y con ideas imaginati-
· . I-330 es ara, es e . S
cipal, posee características propias de la biografía de Evgue- cada personaJe. h h poco simplona; el inmgante -
ni Zamiátin, pues es el constructor jefe de una gran nave es- vas; 0-90 es rec onc a y un d E la novela ori-
pacial. La libre voluntad es la causa de la infelicidad y las vidas 4711 tiene el cuerpo dobfilemente c~rvcao~-i~rr:S del alfabeto
. l onaJeS ¡guran as!, .
de los ciudadanos, que ya no son tales, sino números, son gma ' estos pers D 503 yU figuran con caracteres el-
controladas con la precisión matemática del sistema de efi- latino. Sm embargo, - Y
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18 Evgueni lvdnovich Zamiátin Nosotros
aviones (1903), era ruso. Y que el mejor ingeniero cosmo-

~~ ~:zn(~~;;r: ;::f{:ea~~~~~:;:~~::::e~~~::;:i~ u~b,a~


rílicos: Jl-503 fO )l náutico de la historia, Sergei Korolióv, mandó al espacio ex-
ay terior antes que nadie al primer ingenio (el Sputnik, 1957),
b1én se detectan ironías má 11' d~
d 1 P pez). Y ram- al primer animal (la perrita Laika, 1957), al primer hombre
(Gagárin, 1961), a la primera mujer (Tereshkóva, 1963) y al
alude al color frambuesa s a a e as maremancas: D-503
na en su vida (la al¡' , p~se a que no ha visto fruta algu- primer humano que se dio un garbeo por el vacío intereste-
. menracwn en el Est d u· · lar (Leónov, 1965). Sin embargo, como bien dice el actual
nvado del petróleo qui , d a o n1co es un de-
sura que domina ~ al ~~un antece e~ te de la comida ba- enfont terrible de las letras rusas, Dmitri Bíkov, «Rusia ade-
Evgueni Iváno~J·ch gz q~e otro pa!s en nuestros días). lanta a Occidente en todo, incluso en su degradación». Y la
. am1ann es un r , estrella de Zamiátin se apagó por culpa de la degradación es-
esa nerra prolífica en genios ue se 11 epres.entante mas de
ro decir es que no ha q ama RusJa. Lo que quie- talinista de su sistema socialista.
antes que Huxley y v{¡n~~e ~orprenderse de que once años
!antara a todos y escribie ~ o que Orwell, un ruso se acle-
ca. Parafraseando a A d r~ Ba_rnmera gran sátira antiutópi- La importancia y vigencia de Nosotros en el mundo actual
delante de O 'd n re1 1tov.' Rus·Ja Siempre
· h a 1do
· por
cc! ente, en el senndo de al!, d La obra cumbre de Evgeni l. Zamiátin alumbró todo un
antes. Setenta años después de 1 . que 1 ro o sucede
Estados Unidos maduró da apanc!Ón de Guerra y Paz, subgénero literario en el que las narraciones más represen-

alucinaba con Albert ca':n~~


t ¿
que es muy inferior a la pr~ í,o/oque el viento se llevó,
0
~tm. Cuando Occidente
tativas y anteriormente comentadas devinieron en clásicos
de la literatura mundial. No obstante, la novela anriutópi-
años muerto y reverenciado , ostmevski lleva casi ochenta ca siguió desarrollándose y produciendo títulos importantí-
kett brillaran con el teatro. ~te~ qu~Ionesco y Samuel Bec- simos, tales como Fahrenheit451, de Ray Bradbury (1953),
escribieron en los años veint: ;,¿-"u~ o, ~arms y Vedenski
eincluso La naranja mecdnica, de Anthony Burguess (1962)
rededor puede estar Dios D ¡ e zza eta. am Y Por todo al- o ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Phillip K.
Paul Sartre considera ~u:~~~ ~~stencJ~s;as, :1 propio Jean- Dick (1968). El gran alcance de los problemas planteados
toievski es la primera obra d 1 ~ntes e su suelo de Dos- por todas las obras de temática antiutópica lo prueba el he-
prosa existencial que se está e~c~~7:r~, por no hablar de la
cho de que los textos escritos han trascendido a otras artes
l
tados Unidos (en Rusia lo hizo Trífo n actualmente en Es-
poco aporta nada nuevo s!· tenem nov . Stephen King tam-
y otros soportes, en particular al cine y al celuloide. Curio-
samente, la calidad de las adaptaciones cinematográficas no
ki G ' os en cuenta Odó · desmerece en nada a las obras literarias originales, cosa que
y ogol ya escribían thrillers parecidos y que 'r Jevs- da una idea del respeto que infunden. La expresionista Me-
1os avances de la ingeniería es ac. 1 . ya que en' vosotros
está de más recordar que el p d Ja ;o? parte Importante, no trópolis, del alemán Fritz Lang (1927), es sin duda la pelí-
dial, Konstantin Tsiolkovskta ~e e a cos,monáutica mun- cula que inaugura el género cinematográfico. Causó una hon-
rudios sobre motores , hqmen pubhco sus pnmeros es- da impresión en la sociedad de la época y, ochenta años
para co etes cuando todavía no había
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20 Evgueni lvdnovich Zamidtin Nosotros
. ¡ día en que se muere Ni-
después, sigue impactando a quien la ve por su visión futu- El totalitarismo no termmla eé . d 1 hij· 0 de Kim-Il-
d d aparezca e r gtmen e
rista, pero no descabellada. El francés Fran~oise Truffaur, uno yazov o cuan o e~ dominación social han sido variopin-
de los más talentosos representantes de la Nouvelle Vágue, di- Sung. Las formas e. . si atendemos a las cosas que
rigió magistralmente en 1966 la adaptación cinematográfi- ras a lo largo d~ la ht~t~;¡:,t¿dos estos escritores, cabe pen-
ca homónima de Fahrenheit 451, y Stanley Kubrick hizo lo comenzaban a orronz . tecnológico por el que la hu-
propio en 1971 con la novela de Burguess: La naranja me- sar que el perfecClonamte~o re desde hace decenas de
cánica. Michael Anderson, quien ya se había hecho cargo en rnanidad apuesta arnesga amen un sistema de domi-
1956 de la primera adaptación al cine de 1984, vuelve a la años, en realidad está dando formoanaado que cualquier dic-
. h • lido y penecct ,
carga veinte años más tarde con la sorprendente La foga de nto rnuc o mas pu Ita evidente que todo esta
Logan (1976). La descomunal Blade Runner (Ridley Scott, radura de tres al cuartoddondde r~suo La perfección del con-
o er esponc ·
1982), a juicio de muchos la piedra angular del cine moderno contra1ado por un P d da con lo que campa-
do ya no que a na .
y, como mínimo, la película más brillante del género, está trol es toral cuan l mundo se rige por el mismo stste-
basada en la novela de Dick, ¿Sueñan los androides con ove- rarse, cuando ya todo e . . eran te que ahora
jas eléctricas? La lista es extensa y parece no tener fin, como rna. La hege~oní~ del pensarnt;::~t~~~l a su dios: el libre
lo atestigua la irrupción a finales del siglo pasado de Matrix se llama neoltberaltsrno, es tot~ l ue quede fuera de sus
(hnos. Wachowski, 1999), la cual, además, logró captar a un mercado. Se constdera duer~ o do nf de democracia. Ni si-
espectro más juvenil de espectadores, pues está inspirada en límites no puede gozar ~ 1 erraren elementos rnixros (re-
el cómic Ghost in the Shell (llevado al cine por el japonés Ma- . 1 . ternas que mcorpo . ·¡ da expenencta . . yu-
q mera os sts . darnente amqut a
moru Oshii en 1996). cuérdese 1a conctenzu . 1 del legendario primer
· ro sm reso ver
Dicho esto, la pujanza de la antiuropía se extiende más goslava o el asesma S . Olof Palme). El neo-
. . d sorprendente uecta, .
allá de la mera influencia artística interdisciplinar. El rasgo rntmsrro e una . bién llamado neoconservaduns-
básico de Nosotros y todas las obras posteriores es la denun- liberalismo capttaltsta (tam l ntiende por democra-
cia de formas funestas de organización social cuyas bases se mo) ha logrado que lo Jue i:ng~~t~e:,ocracia. En Nosotros,
comienzan a vislumbrar. Recientemente fallecido Saparmu- cia sea en realtdad u~a . us l ue se elige anualmen-
se describe el proc~d 1 D e.nt~ ) ~:ne1actor. Se hace a través
1 0
rat Niyazov, creador en los últimos años de un régimen su-
rrealista que rendía culto a su personalidad en Turkmenis- te allíd~r del Esta o '~tc~~ e un único candidato y donde
tán, apenas queda el de Corea del Norte como ejemplo de de eleccwnes donbde ~o o 1/do de antemano, <<nO como en
mundo autocrático y cerrado que es regido por un sistema todo el mundo sa e e r.es.u a d cuando nadie sabía con an-
como salido de la prosa antiutópica, pero sin disfrutar del las elecciones de la Anngueda ' . D-503-. En un
. 1 , ganador>> -exp1tca
avance tecnológico e industrial. Nunca se terminará de con- relación qmén resu tarta E ña donde al igual que
jurar la vocación del totalitarismo, pero concluir esta expo- país curtido en dictaduras ~amo 1 sp~ec~iones ~ parlamento
sición aquí significaría hacer un homenaje a la ramplonería la mayoría del resto de nacwn;\::as cerradas (el pueblo rie-
más ciega. se organtzan con un ststema e
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Evguení Ivdnovich Zamiátin Nosotros 23
ne la ilusión de elegir a un candidat .
ha Impuesto) y en e o que, en reahdad, se le parte del mundo occidental (menos de un lO% de lapo-
' heg uya
los dos partidos , . arena pol'f j]'d
I Ica, e I er de uno de blación mundial) no va en consonancia con el del resto. Es
.d emomcos escoge a d d ¡ d.
SI encía! y le nombra e o a can Idato pre- más, día a día parece confirmarse el intrigante hecho de que,
. «sucesor>> (PP e 200 3) .
rancia no debe ser d¡'f' .1 d n , esta c1rcuns~ en realidad, va en proporción directa al subdesarrollo y su-
ICI e entende p
mos en minucias localistas ue . r. ero no nos quede- frimiento de un Tercer Mundo que no hace más que am-
métodos de elección P q anenden exclusivamente a los pliarse. O lo que es lo mismo: todo indica que para que Oc-
. resunramenre de ' . L
Clones presidenciales de EEUU d mocranca. as elec- cidente continúe su imparable crecimiento macroeconómico
qué punto la ilusión de d e 20 00 demostraron hasta es necesario que la mayor parte del planeta padezca de po-
emocrac¡a y hbe t d breza galopante. La prueba es que la máxima expresión nu-
en una orquestada fars d d r a se sustentaba
miles personas con el c~loond e, q~é casualidad, decenas de mérica de la economía de mercado, la bolsa, muestra que
table se vieron privad d r e pie más oscuro de lo acep- para que alguien obtenga beneficios, otro tiene que sufrir pér-
. os e su estrateg' i y
ra1' no Siempre accede al d . co voto. ' en gene- didas. Sin embargo, la ilusión de experimentar la democra-
limpias, aunque eso pr po er quien gana unas elecciones cia y el libre mercado conducen a la mayoría a creer firme-
. ·¡ ovoq ue sangnen t fi . mente que éste es el mejor camino. Más aún, el único camino
CIVI es· (caso de Argeli 1987 os, en remamientos
a en con el FIS · posible (es un mensaje con el que se nos bombardea cons-
mente, el de Palestina co H ,) o, mas reciente-
El n amas tantemente).
mundo vive momenr
y hay un continente entero Z . .
<;xtraordmariamenre difíciles, Hoy en día, el mandamiento supremo de la política eco-
:I
de _su historia. Transcurridos r~a:U~~~ VIve peor momento nómica imperante es el del máximo beneficio posible: el di-
ulnmasen los procesos de de:sfoJo . ?~ a~os desde que se nero. Como en Nosotros, la dignidad y los derechos de las
biernos «amigos>>, y con un Occi;!ZaciOn, Implantados go- personas están siendo reducidos a cifras, pero no ya de efi-
nado a los ideales má d. eme supuestamente abo- cacia o productividad como en la novela (que es algo
esplendor consumisr: y Idgndos y enrlrlegado a un momento de tremendo, lo peor), sino de rentabilidad (algo aún más tre-
·b e esarro 0 te 1, ·
posi le que el continente ne Am' cno ogico, ¿cómo es mendo: lo peor de lo peor). El poder libre-económico no
Asia no se beneficien siqu¡'e gro, erica Latina y casi roda busca tanto mejorar la vida de los ciudadanos como satisfa-
e . raunpocodes · b cer su propio poderío. Es la explicación sugerida por Za-
rmanc1era, recnológic d . . , eme¡anre onanza
. a Y e Inversión' Af · 'l miátin en su relato: el poder sólo busca engrandecerse y am-
meJor que hace cincuenta - . . nca no so o no está
anos, s1no que , ¡
peor. «Parece increíble h esta e aramenre pliarse; la nave «<nre¡;ral>> se construye para exportar las
asegurar que el Áfíri·c ' pero oybesramos en disposición de bonanzas del Estado Unico allende el sistema solar. «Y nos-
- a negra esta a m ·h .
anos que ahora. Entonces 1 'ñ uc o meJor hace cien otros, mis queridos lectores de otro planeta, iremos a visi-
cumplir los dos años de d' dos n¡ os¡· no se morían ames de tarles para que vuestra vida sea tan ideal, racional y precisa
M aa th ai, la <<mujer árboLe prea >> -exp Ica 1 k
. N b l ~ enyara Wangari como la nuestra ... », se anuncia en Nosotros. Pues otro tan~
El impresionante nivel d~ d mio ll odel e la Paz en 2004-. ro ocurre en nuestros días: el neoconservadurismo y su li-
esarro o e que disfruta buena bre mercado extienden su influencia por todo el planeta a
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24 Evgueni lvánovich Zamidtín Nosotros
.ó llega a cualquier rincón del plane-
través de la globalización. Pero a diferencia de la coloniza- .dad cuya propagaCl n
ción (el gran antecedente), la globalización no se emprende cr d G H ano
ta a modo e ran en_n . ue ver los datos macroeco-
por que la situación en casa propia sea mala. Si el hambre y Sin embarlgo, pofco t~:~~alqde las necesidades de las per-
.la pobreza de la España del siglo XV eran los principales e nómicos con a~~~~:~~~ desigualdades presentes en el Pn-
instigadores motivos para enrolarse en el expolio de las tie- sonas. Al marg . iliones de personas sm segur?
rras del Nuevo Mundo en el nombre del dios cristiano, la mer Mundo (cmcuenta m ) diversas libertades auspr-
situación financiera de las empresas radicadas en Occiden- rnédico en EE;.;Udep;:~:~~~:~~ nuestros países. La de epx-
te que paulatinamente se deslocalizan es, por el contrario, cian la sensac!On . 1 Nada ue ver con e1 e-
bastante buena. Son estables, solventes y producen pingües presión y la de prensa, por eJemp oi Minis~rio de la Verdad
beneficios a sus directivos y dueños; es decir, son negocios riódico Estatal de Nosotrosb~ con e licaba a principios de los
bastante rentables. Pero la voracidad de su lógica exige un de 1984. Pero como mu_y r:n a~;~án federal Thornas Hop-
rendimiento superior, beneficios aún mayores. Si el proce- años ochenta el gran fotogra o Al ·,a Oriental J. amás
. que en eman
dimiento para materializar este ingente aumento de ganan- ker, <<de la rr;rsrna rnaner~ineros sonrientes del Rhür, aquí
cias conlleva que las zapatillas deportivas y pantalones teja- me publrcanan foros de h , corografías que mostra-
nos sean fabricados casi gratis a ritmo febril por niños .ld co lo anan con ''
Stern o B1 rampo ean d por Ber l'n 1
Este · La censura en
0
tailandeses e indonesios en vez de por talludiros trabajado- ran rostros a1egres pas , ·rstas es terrible, pero
. · 1 los parses comun
res de Detroit o Birmingham en turnos de ocho horas con Alernama 0 nenta y la que ejercen en Oc-
derecho a vacaciones pagadas, bienvenido sea. La corte de no nos engañemos: no es mlayor qude Ho··pker un fotógra-
· · de merca Q)>. '
los monarcas de Castilla del siglo XV no gozaba de opulen- cidente los f u.nc!Onanos .. ado y talenrosísirno, don que su
cia (los restos de comida y vino de los frugales banquetes se fo de la agencra Magnum ~raJ. d reconocer, cuenta cómo, en
guardaban para el día siguiente), pero la plana mayor de las vitriólica personalrdad le rmpr e 1 uyos norteamericanos
directivas de las grandes empresas dispone de jet propio (en los EEUU de Ronald Reagan, co egas s d reporta)· es fo-
. nes la censura e sus
España hasta Paco <<el pocero>> tiene uno). sufrían en sus propr~s c~r enfermos mentales y, en ge-
El final abierto de Nosotros permite fabular acerca del éxi- rográftcos acerca de mdrgent~l . , La explicación oficial,
to o el fracaso de la nave «lntegrab en su misión de implantar neral, las clases b~Jas de ;a P? . ac!On.nsistía en que publicar
el sistema del Estado Único en otros planetas. En cambio, , b en eurem!snca, co
que suena mas 1 · ~ ativamente en
la globalización ya arroja sus primeros resultados, y el más aquellos trabajos fotográficos repercutaltrrlae~~;an a hacerlo. y
bl' cac10 nes que se l
notorio es el de los imparables movimientos migratorios: las ventas d e 1as pu 1 , . d B sh no es mejor que a
todo el mundo huye desorganizadamente, incluso a nado, ahora sabernos que la Amenca e u
de la miseria de sus países de origen (que, paradójicamente, de Reagan. ora onistas de Un mundo feliz
son muy ricos en materias primas) y desea ser parte integral El soma que toman los pr g 1 no es sino una droga
de las sociedades occidentales y disfrutar de sus ventajas, las ante la mínima sensación desagradab ~ nirvana donde rodo
cuales son descritas hasta la saciedad a través de una publi- anestésica que les deja en una especie e
26
Evgueni Ivánovích Zamídtin Nosotros 27
es quietud y pl acer. 1'oca menos
época en laque el fácil acces al ocurre en nuestros días, una tinente en los que, por supuesto, también combaten niños.
actúa de igual modo o consumrsmo más narcotizante Todo esto se recoge fielmente en un sobrecogedor documen-
. que esa sustancia p . · l tal, La pesadilla de Darwin (Hubert Sauper, 2004), el cual, cla-
nas cien euros ahora mr·s d . or ejemp o: con ap. e-
. , mo po emos p d . ro está, se ha topado con la censura y restricciones en su dis-
gws tales como un teléfono móvil ~oveernos e amlu-
ductor multimedia de bol ·¡¡ MP ~ un sorprendente repro- tribución por las televisiones y salas de exhibición de muchos
que nuestros derechos est;~ :sal - ( ~on los que poder creer países occidentales y, naturalmente, africanos. Poco hemos
está, uno no se on a ~ vo sie.~pre y cuando, claro avanzado desde que Joseph Conrad describiera este tipo de
via y Congo qu~ ge~ti~!:~:;rh~n los nr~os mineros de Boli- brutalidades inhumanas en Una avanzada del progreso (1897).
tán de los componentes electró:t extra¡ o el cobre y el col- Quizá la explicación nos la de nuestro Francisco de Queve-
baratos). Con apenas cr'e cos para que nos salgan tan do: <<Poderoso caballero es Don Dinero .. ·"·
n euros más d ·1 . La guerra constante, el hambre y el miedo, decía Orwell
personas desnutridas tienen u; a --'e tres mr mr 11ones de
rante cien días a l dq panarselas para comer du- en sus reflexiones de 1984, son el único medio posible para
, a espera e que la 1b . d
tegrab> aterrice enfrent d h nave g o a1na ora «<n- asegurar el mantenimiento de las sociedades jerarquizadas:
.mcorporarles al mu d e l'be sus e ozas y tenga la bon d ad de «No se trata de si la guerra es real o no. La victoria no es po-
.
o breros mfantiles porq
n °1 reconstruyé d 1.
d.
r'b.
n o es una ra nca de sible. No se trata de ganar la guerra, sino de que esta sea cons-
' ue, como Icen 1 / tante. Una sociedad jerarquizada sólo es posible si se basa
mentaristas de la prensa económ. o~ r:'as avezados co-
co modo de que los n.- tea especralrzada, <<es elúnic en la pobreza y en la ignorancia. En principio, el fin de la
mos no se mueran d h b , guerra es mantener a la sociedad al borde de la hambruna».
ca>>. De las treinta co ", e am re en Afri-
. mpamas denu · da l Por espeluznante que parezca, la idea parece confirmar-
riega! de coltán en las pa ·. neta s por a extracción
vorosas mmas de
r~a permanente, veintisiete son de B 'l . uHn l ondgo en gue-
e se y da igual que las sociedades en cuestión se asienten so-
ma y EEUU No es n· e grca, o an a, Alema" bre un sistema estalinista o sobre uno de libre mercado. Los
·
fl ~tados por empresas mguna exage ·ó A · negocios a gran escala de las grandes empresas estadouni-
occidentale raer. n. vwnes de carga
onllas del lago Victorr·a -r s ~temzan semanalmente a denses (¿alguien duda de que algún candidato presidencial
d e carne de percas originarias , en r anzama pa ¡¡ no tenga la menor posibilidad de alcanzar el poder si no es
del N'!' ra evarse to?eladas
10 con el apoyo de los principales lobbies industriales y finan-
te han depredado los p , (las cuales prevramen"
. · eces autoctonos d 11 ) cieros?) florecen acrualmente en medio de un ambiente opre-
crrculación en el mercado d l e ago Yponerlas en
. e consumo 1·a é sor creado gracias a una guerra, la de lrak, justificada a base
cam b10, los pescadores de 1 . pon s y europeo. A
las raspas, pues ya no a zona se nene r
de mentiras. George Bush, presidente de los EEUU: <<He-
d d n que conwrmar con
. que a na a más p · mos hecho una guerra para salvar a la propia civilización. No
aterriZan de vacío· ante d . ero esos avwnes no
' s e cargar un 1' . la hemos buscado, pero lucharemos y saldremos victoriosos».
tará la famélica poblacr'ó . a rmento que Jamás ca-
n que rntenta s b · · de Mientras tanto, el trabajo a destajo de los mass-media nor-
se descargan toneladas de armas de fi o revrvrr su lag~,
asegurando el desarrollo d fl· uego con las que seguH teamericanos asegura que la población del país más libre del
e con retos armados por todo el con- mundo sea precisamente la más desconectada de éste.
29
28 Evgueni fvánovich Zamidtin Nosotros ,1
. lobbies industriales del Primer Mundo so o
«No hay ninguna razón para que el nuevo totalitarismo \os gobternos Y . d han comprendtdo que las
. eacClonar cuan o 1
se parezca al antiguo», explicaba a su vez Huxley. Tras el 11 corn1enzan a r ,. . se acometan para intentar sa-
· mpanas que
de septiembre de 2001, la preocupación de lo que el autor operacwnes y ca d 1 también muy lucrativas. Poco
¡ pue en resu tar . .
británico llamaba el «problema de la felicidad>> se ha con- vare1 p anetaT . Bl . rimer ministro britámco, haya ¡m-
vertido en el problema de la seguridad. El totalitarismo in- importa que on.' au, p dos los centros de enseñanza
b l' ronamente en to . . da
cipiente ya no necesita aplicar la coerción para obtener el puesto o tga ~ 1 elícula documental Una verdad mcomo
paulatino control de la población, pues ésta se brinda con de Gran Bretana ~ P 1 ue se describe con hechos
docilidad a la censura y vigilancia a la que empieza a ser cons- (Davis Guggenhetm, 200d6), e¡n·,r:e~ersible deterioro de la Tie-
tantemente sometida. Esta tarea, que ha sido asignada a los . •c.
Clentntcame nte contrasta
, os e Bl . sus colegas de1 G -8 se-
·¡ os dtas antes, atr Y
medios de comunicación de masas (excepto, tal vez, inter- rra. Tan so o un d una exageración de cuatro
. do que ro o era
net), comienza a dar sus primeros frutos. En EEUU, por guían sostemen ' . uerían era atentar con-
ejemplo, casi todos los canales televisivos de cobertura na- ecologistas radicales que lo. ':meo qu~ql Una prosperidad que
cional, empezando por la Fax (cuyos contenidos informati- tra la prosperi~ad de?'oc~~nl~a ~~~a~~ los animales de Or-
vos no tienen nada que envidiar a los del Periódico Estatal parece tambt~n naCtda Chin~ traicionó los supuestos ideales
de Nosotros o al Ministerio de la Verdad orwelliano), asegu- well: ya hace nempo que s ciudadanos y comer-
ran a diario que el actual recorte de libertades y promulga- sobre los que tendría q:'e praloteger a st~ con el beneplácito de
. d ontarnma s vajemen '
ción de leyes que atentan directamente contra los derechos cta, pro uce y e . oca les importa que los stm-
. ·d tales a qmenes P
humanos es justo y necesario. Y todos sabemos cuál será el sus soctos occt en ' 1 1 d'tosos con tal de posar
1 d China es resu ten o
resultado final: en aras de la seguridad, la gente amará su ser- bolo.s de po er eBn ... nave <<Integral». El aterrizaje en Bag-
vidumbre; o lo que es lo mismo, un totalitarismo perfecto. pláCtdarnente en etjmg 1a
A través de uno de sus personajes, Zamiátin nos dice en su dad está resultando más abrupto.
magnífico relato: <<¿Con qué sueña la gente? Con alguien que
les diga de una vez por todas en qué consiste la felicidad y Madrid, enero de 2008
que luego les encadene a ella».
El miedo ante la brutalidad del desarrollo industrial, co- Sergio Hdez.-Ranera
mún en todos los autores citados, tiene en Nosotros una re-
ferencia explícita: el Estado Único ha arrasado la naturaleza
dentro de sus dominios, ha destruido la fauna y renunciado
al verdor del mundo vegetal en favor de un resistente cristal
de alta tecnología con el que se extermina la intimidad. Todo
es de vidrio transparente y cristal: naves, casas, paredes ... Hoy
por hoy, con la naturaleza del planeta Tierra asolada y con
un aterrador cambio climático iniciando ya su primer acto,

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