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Atlas de

Parasitología
ovina
Félix Valcárcel Sancho
Atlas de
Parasitología
ovina
Félix Valcárcel Sancho
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conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).
Advertencia:
La ciencia veterinaria está sometida a constantes cambios evolutivos, del mismo modo
que la farmacología y el resto de las ciencias también lo están. Así pues, es responsa-
bilidad ineludible del veterinario clínico, basándose en su experiencia profesional, la
determinación y comprobación de la dosis, el método, el periodo de administración
y las contraindicaciones de los tratamientos aplicados a cada paciente.
Ni el editor ni el autor asumen responsabilidad alguna por los daños y/o perjuicios que
pudieran generarse a personas, animales o propiedades como consecuencia del uso o la
aplicación correcta o incorrecta de los datos que aparecen en esta obra.
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48180 Loiu (Bizkaia)
ISBN: 978-84-92569-05-2
D.L.:
Impreso en España
Autores
Director Félix Valcárcel Sancho es licenciado en Veterinaria por la
Universidad Complutense de Madrid (1987) y doctor en
Félix Valcárcel Sancho Veterinaria por la Universidad de León (1992). Durante
Dr.Veterinario casi 20 años ha desarrollado su actividad investigadora en
Coordinador de Enfermedades Parasitarias el campo de las enfermedades parasitarias, principalmen-
Coordinador de Zoonosis y Salud Pública te gastroenteritis y ectoparasitosis de los pequeños rumian-
Facultad de Ciencias de la Salud tes, como investigador de la Consejería de Agricultura de
Universidad Alfonso X el Sabio la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha. Ha sido
investigador principal y colaborador en numerosos pro-
yectos de investigación en este campo, con importantes
aportaciones al sector como avalan los numerosos artícu-
los publicados en revistas nacionales e internacionales.Des-
taca su actividad divulgadora en monografías científicas di-
rigidas a los veterinarios clínicos.Actualmente es profesor
de Enfermedades Parasitarias,Parasitología y Zoonosis en
la Universidad Alfonso X El Sabio donde continúa su la-
bor investigadora y de divulgación.

Coautores
Rojo Vázquez, Francisco Antonio Arribas Novillo, Begoña
Dr.Veterinario Dr. Biología
Catedrático de Enfermedades Parasitarias Coordinadora de Parasitología
Facultad de Veterinaria Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad de León Universidad Alfonso X el Sabio
Subdirector General de Investigación y Tecnología
Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Márquez Sopeña, Luis
Agraria Dr. Biología
y Alimentaria (INIA) Profesor Adjunto de Parasitología
Ministerio de Ciencia e Innovación Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad Alfonso X el Sabio
Olmeda García, Ángeles Sonia
Dr.Veterinario Fernández Pato, Nélida
Prof.Titular del Dep. de Sanidad Animal Lda.Veterinaria
Facultad de Veterinaria Profesor Adjunto de Enfermedades Parasitarias
Universidad Complutense de Madrid Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad Alfonso X el Sabio

III
Prólogo
Siempre es objeto de alegría y satisfacción prologar un libro, sobre todo si quien te lo pide es amigo.
Estas líneas pretenden ser la avanzadilla de lo que el lector –estudiante, profesional o simple curioso–
va a encontrar en este novedoso ATLAS DE PARASITOLOGÍA OVINA, fruto de años de investiga-
ción, estudio y abnegado trabajo tanto de campo como en el laboratorio.
La obra tiene una doble proyección. De un lado se dirige fundamentalmente a los estudiantes de Vete-
rinaria y a los profesionales de esta Ciencia. De otro, proporciona tanto a profesionales de la
Parasitología procedentes de otras disciplinas, como a técnicos del sector ganadero interesados, una
herramienta eminentemente práctica para realizar identificaciones y diagnósticos, de la que extraerán
provecho.
Ni que decir tiene que, al tratarse de un Atlas, se ha puesto especial cuidado en la selección de las foto-
grafías que lo ilustran, además de haber sido complementado con dibujos y cuadros informativos. Por
el contrario, debe advertirse sobre la amplia Introducción que antecede al Atlas, y que bien puede
definirse como un completo cuaderno de Parasitología práctica. En ésta, el lector encontrará las pau-
tas a seguir para la correcta obtención de los diferentes tipos de muestras (sangre, heces, etc.), tanto
in vivo como post mórtem, así como su manipulación y procesado, junto con la descripción de los
protocolos y técnicas más habitualmente empleados en laboratorios de investigación y diagnóstico.
El Atlas versa sobre protozoos, cestodos, trematodos, nematodos y artrópodos relacionados con enfer-
medades presentes en la especie ovina, siguiendo cada uno de los capítulos la siguiente sistemática de
presentación: de forma general el encuadre taxonómico y ciclo biológico; de forma particularizada
para cada parásito su localización, tamaño y la morfología básica que permite su identificación.
Sólo resta para finalizar este sucinto prólogo, agradecer y felicitar al doctor Félix Valcárcel, como
director y autor de esta obra, así como al resto de los autores, por su rigor científico y su buen hacer,
esperando que el ATLAS DE PARASITOLOGÍA OVINA sea un éxito y el inicio de nuevas obras colec-
tivas sobre la materia.
Francisco Antonio Rojo Vázquez
Elena Peribáñez Blasco

Francisco Antonio Rojo Vázquez


Dr.Veterinario. Catedrático de Enfermedades Parasitarias. Facultad de Veterinaria. Universidad de León.
Subdirector General de Investigación y Tecnología. Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria
(INIA) Ministerio de Ciencia e Innovación.
Elena Peribáñez Blasco
Dr.Veterinario.Vicepresidenta de la Fundación Ciencias Sociales y Mundo Mediterráneo.
Colaboradora de la Cátedra UNESCO de Medio Ambiente de la Universidad Rey Juan Carlos.

V
Prefacio
Cuando nos propusieron este proyecto recordamos nuestros inicios, hace ya algunos años, cuando
comenzamos a investigar sobre nematodosis gastrointestinales ovinas. En la soledad de aquel labora-
torio, con cientos de botes llenos de nematodos adultos, todos iguales a nuestro profano ojo, nos
hubiera sido muy útil una guía sencilla. El tiempo, la práctica y la bibliografía nos permitieron apre-
ciar sus diferencias y a entender las citas de los autores “forma de huso” o “expansión en forma de
bota”, y encontramos finalmente atractiva la ardua tarea inicial.
El objetivo de esta guía no es formar especialistas en identificación, sino ser una herramienta válida y
sencilla para el veterinario curioso que conserva su capacidad de aprendizaje intacta. En este mundo
tecnificado, en más ocasiones de las que pensamos, no es necesario recurrir a técnicas moleculares
para confirmar lo que visualmente es obvio. Como dicen los viejos maestros de la Parasitología:
“a pesar de las nuevas técnicas de diagnóstico es imprescindible seguir contando patas”. Pretendemos
redescubrir para muchos veterinarios lo gratificante de profundizar en la causa y llegar a la identifica-
ción del agente. Por ello, en el primer capítulo describimos la mayoría de las técnicas de rutina de
diagnóstico parasitológico, adaptándolas en lo posible a la utilización de herramientas básicas de labo-
ratorio. En los siguientes capítulos aportamos una serie de descripciones sobre los otros grupos
parasitarios (protozoos, cestodos, trematodos, insectos y ácaros) y unas claves de diagnóstico para
diferenciar géneros o especies. Estas descripciones no pretenden ser exhaustivas sino prácticas, apor-
tando la información mínima necesaria para identificar un agente o para diferenciarlo de otros
similares.
Hemos procurado ofrecer una herramienta de fácil manejo con la que se pueda llegar a un diagnós-
tico veraz del agente parasitario sin grandes medios, con un microscopio óptico y material de
laboratorio de rutina. Hemos trasladado al papel algunas de las imágenes, no todas ellas de máxima
calidad, que son el día a día del trabajo de diagnóstico en parasitología.
Esperamos que este atlas pueda contribuir de alguna manera a la formación de estudiantes de veteri-
naria y al desarrollo profesional de analistas y veterinarios.
Los autores

VII
“El parasitólogo debe ser justo, observador, imaginativo, perseverante, trabajador y dotado de
una gran dosis de iniciativa y recursos. Debe tener coraje, honestidad y un amor impersonal a
la verdad (...) una gran capacidad para el trabajo duro y sucio, haciendo especial énfasis en
sucio (...) debiendo realizar autopsias de animales no siempre recién muertos, ensuciarse con
sangre o contenido intestinal,pasando tardes enteras con excretas de hombres o animales,o bus-
cando caracoles o insectos en las ciénagas. Un hombre o mujer que odie los malos olores, la
sangre o la suciedad no podrá ser un buen parasitólogo.
En conclusión, yo consideraría un parasitólogo como una orquídea. Requiere mucho tiempo y
una cuidadosa nutrición, se desarrolla muy lentamente, y es ella misma un parásito depen-
diente de muchas otras ciencias. Pero cuando se transforma en flor es un objeto tan raro como
bello, científicamente hablando, y tarda mucho en producir semillas. Puede que no huela tan
bien como una orquídea,pero no podemos tenerlo todo.”
Chandler,1946 (The making of a parasitologist)

Curiosa flor ésta, que esperamos dé buen fruto en el lector.

Agradecimientos
A Miguel Ángel Álvarez y a Aránzazu Meana por la cesión de imágenes y sus valiosos consejos.
A los alumnos internos de Enfermedades Parasitarias de la Universidad Alfonso X “El Sabio”, Rosa
Bolea, Jennifer Cibera y Eduardo Sacristán, por su inestimable ayuda en la selección de imágenes.

IX
Índice
Técnicas de diagnóstico ........................................................................1 Examen directo de costras de sarnas ........................................................25
Digestión de costras de sarna y concentración
Introducción ......................................................................................................................................3
con sacarosa ....................................................................................................................................25
Muestras de heces ..................................................................................................................4
Muestras de sangre..................................................................................................................5 Análisis de sangre ............................................................................................................26
Muestras de piel ............................................................................................................................6 Frotis sanguíneo ........................................................................................................................26
Vísceras ........................................................................................................................................................6 Tinción Giemsa ................................................................................................................................27
Muestras del medio ambiente................................................................................6 Morfología de los principales parásitos sanguíneos de
los pequeños rumiantes ..............................................................................................27
Muestreos in vivo ....................................................................................................................8
Análisis coprológicos ............................................................................................................8 Recogida de garrapatas
Análisis macroscópico ..............................................................................................................9 del medio ambiente........................................................................................................28
Análisis microscópico ............................................................................................................10 Técnica de arrastre para la recogida de garrapatas ....28
Método directo ........................................................................................................................10 Técnica de recogida de la hierba para la obtención
Métodos indirectos ..............................................................................................................10 de larvas infectantes de tricostrongílidos ......................................28
Protocolos ..................................................................................................................................12 Análisis post mórtem: necropsia..........................................................30
Tinción de Heine (tinción negativa) ..................................................12 Protocolo................................................................................................................................................30
Técnica de Ziehl-Neelsen modificada ......................................12 Procesado individual de las distintas vísceras
Flotación simple ..........................................................................................................12 o sistemas ............................................................................................................................................34
Método de McMaster modificado....................................................12 Cabeza ........................................................................................................................................................34
Principales salmueras empleadas en el diagnóstico Esófago ......................................................................................................................................................34
de los parásitos ovinos ....................................................................................14 Tracto respiratorio ........................................................................................................................34
Método de sedimentación en copa ..............................................14 Panza ............................................................................................................................................................35
Descripción de las principales formas parasitarias Bonete y librillo..................................................................................................................................35
eliminadas en las heces de los pequeños rumiantes ......16 Cuajar ............................................................................................................................................................35
Técnica de coprocultivo ..............................................................................................19 Intestino delgado ..........................................................................................................................36
Criterio de clasificación de las larvas de nematodos Ciego ..............................................................................................................................................................38
gastrointestinales ovinos ....................................................................................................19 Colon ..............................................................................................................................................................38
Clave para la identificación de las larvas de los principales Recto ..............................................................................................................................................................38
nematodos gastrointestinales ovinos ..............................................................20 Hígado ..........................................................................................................................................................38
Protocolos ..............................................................................................................................................21 Vesícula biliar ......................................................................................................................................39
Método de Baermann-Wetzel (migración larvaria) ................21 Músculo ......................................................................................................................................................39
Descripción de las larvas de primer estadio Recuperación de los helmintos
de nematodos broncopulmonares ovinos ........................................22 de los contenidos obtenidos ................................................................................40
Técnica de esporulación de ooquistes ..................................................23 Preparación, lavado, fijación y/o montaje ......................................40
Descripción de los ooquistes de las principales Nematodos ........................................................................................................................................40
Eimeria spp. de los ovinos ........................................................................................23 Identificación de adultos de NGI
Análisis de piel ........................................................................................................................24 (Nematodos gastrointestinales)................................................................................41
Recogida directa de ectoparásitos............................................................24 Estrongilados gastrointestinales ......................................................................41
Raspado cutáneo ....................................................................................................................25 Tricostrongílidos........................................................................................................................42

XI
Atlas de Parasitología ovina

Clave para la clasificación a nivel de género ............................43 Cestodos ......................................................................................................................................67


Cestodos ................................................................................................................................................43
Encuadre taxonómico ................................................................................................67
Lavado ..................................................................................................................................................44
Fijación ..................................................................................................................................................44 Ciclos biológicos ..................................................................................................................67
Tinción....................................................................................................................................................44 Moniezia ..................................................................................................................................................68
Trematodos ........................................................................................................................................45 Fase endógena ................................................................................................................................68
Localización de otros endoparásitos de los ovinos Fase exógena ....................................................................................................................................68
(excepto helmintos adultos de localización visceral) ......45 Echinococcus y Taenia (metacestodos) ............................................69
Ciclo biológico en los rumiantes ............................................................................69
Protozoos ....................................................................................................................................49 Ciclo biológico en el perro ..............................................................................................69

Encuadre taxonómico ................................................................................................49 Moniezia expansa 70


............................................................................................................

Ciclos biológicos ..................................................................................................................50 Infección por las fases larvarias de cestodos............71


Protozoos digestivos ........................................................................................................50 Quiste hidatídico........................................................................................................................71
Protozoos hemáticos ........................................................................................................51 Cisticercos ........................................................................................................................................73
Babesiosis-theileriosis............................................................................................................51 Cenuros ....................................................................................................................................................74
Coenurus cerebralis ................................................................................................................74
Protozoos digestivos ....................................................................................................52
Cryptosporidium parvum ..........................................................................................52 Nematodos ..............................................................................................................................75
Eimeria spp. ......................................................................................................................................53
Encuadre taxonómico ................................................................................................75
Giardia intestinalis (lamblia o duodenalis) ......................................54
Ciclos biológicos ..................................................................................................................75
Protozoos hemáticos ................................................................................................55
Nematodos digestivos ....................................................................................................76
Babesia......................................................................................................................................................55
Tricostrongílidos ..............................................................................................................................76
Theileria ....................................................................................................................................................56
Nematodos pulmonares ..............................................................................................77
Protozoos tisulares ..........................................................................................................57 Dictyocaulus ........................................................................................................................................77
Toxoplasma gondii ................................................................................................................57 Protostrongílidos ............................................................................................................................77
Sarcocystis..........................................................................................................................................58
Nematodos gastrointestinales ..................................................................78
Chabertia................................................................................................................................................78
Trematodos ............................................................................................................................59
Chabertia ovina................................................................................................................................78
Encuadre taxonómico ................................................................................................59 Oesophagostomum ............................................................................................................79
Ciclos biológicos ..................................................................................................................60 Oesophagostomum venulosum ..........................................................................80
Dicrocoelium dendriticum ........................................................................................60 Oesophagostomum radiatum....................................................................................80
Fase endógena ................................................................................................................................60 Bunostomum ..................................................................................................................................81
Fase exógena ....................................................................................................................................60 Bunostomum trigonocephalum ..............................................................................81
Fasciola hepatica ....................................................................................................................61 Trichostrongylus ........................................................................................................................82
Fase exógena ....................................................................................................................................61 Trichostrongylus axei ............................................................................................................83
Trichostrongylus vitrinus......................................................................................................83
Fase endógena ................................................................................................................................61
Trichostrongylus colubriformis ..................................................................................83
Fasciola hepatica ................................................................................................................62 Trichostrongylus capricola ............................................................................................84
Dicrocoelium dendriticum ................................................................................63 Trichostrongylus longispicularis ..............................................................................84
Trichostrongylus retortaeformis ................................................................................84
Paramphistomum cervi ..........................................................................................65
Haemonchus....................................................................................................................................85
Schistosoma bovis ............................................................................................................66 Haemonchus contortus ......................................................................................................85

XII
Índice

Cooperia..................................................................................................................................................86 Pulgas ....................................................................................................................................................110


Cooperia oncophora................................................................................................................87 Sifonápteros..................................................................................................................................110
Cooperia mcmasteri ................................................................................................................87 Pulex irritans ....................................................................................................................................111
Cooperia curticei............................................................................................................................87 Ctenocephalides felis..........................................................................................................111
Ostertagia/Teladorsagia................................................................................................88
Moscas ................................................................................................................................................113
Ostertagia ostertagi ..................................................................................................................89
Ostertagia lyrata..............................................................................................................................89 Miasis larvarias ........................................................................................................................113
Teladorsagia circumcincta ..............................................................................................90 Miasis cavitarias ....................................................................................................................113
Teladorsagia trifurcata ............................................................................................................91 Dípteros ..............................................................................................................................................113
Marshallagia......................................................................................................................................92 Oestrus ovis......................................................................................................................................113
Marshallagia marsalli ................................................................................................................92 Miasis cutáneas......................................................................................................................114
Nematodirus ....................................................................................................................................93 Moscas adultas ..................................................................................................................115
Nematodirus filicollis ................................................................................................................94
Melophagus ovinus ..........................................................................................................115
Nematodirus spathiger ......................................................................................................94
Nematodirus helvetianus ................................................................................................94 Ácaros ..................................................................................................................................................117
Trichuris ....................................................................................................................................................95 Encuadre taxonómico ..................................................................................................117
Trichuris ovis ........................................................................................................................................97 Ciclos biológicos ..................................................................................................................118
Trichuris globulosa ......................................................................................................................98 Sarcoptes scabiei ....................................................................................................................118
Trichuris skrjabini ............................................................................................................................99 Hyalomma lusitanicum ....................................................................................................119
Skjrabinema ..................................................................................................................................100 Rhipicephalus bursa ............................................................................................................119
Skjrabinema ovis........................................................................................................................100 Acariformes....................................................................................................................................120
Strongyloides ..............................................................................................................................101 Sarcoptes ............................................................................................................................................120
Strongyloides papillosus ................................................................................................101 Psoroptes ............................................................................................................................................121
Capillaria ............................................................................................................................................101 Chorioptes ..........................................................................................................................................122
Capillaria bovis ..............................................................................................................................101 Demodex ..............................................................................................................................................123
Gongylonema ............................................................................................................................102
Principales características morfológicas de los ácaros
Gongylonema pulchrum ................................................................................................102
de la sarna en el ganado ovino ............................................................................124
Nematodos pulmonares ....................................................................................103 Clave de identificación de ácaros de la sarna ................................125
Grandes vermes pulmonares: Dictyocaulus ........................103 Parasitiformes............................................................................................................................126
Dictyocaulus filaria ..................................................................................................................103 Tabla 1. Principales especies de garrapatas
Pequeños vermes pulmonares: Protostrongílidos ......104 identificadas en pequeños rumiantes y localizaciones
Protostrongylus rufescens ..........................................................................................104 preferentes en el hospedador ................................................................................127
Muellerius capillaris ................................................................................................................104 Tabla 2. Principales garrapatas identificadas
Cystocaulus ocreatus ........................................................................................................105
en pequeños rumiantes y patógenos transmitidos ................127
Neostrongylus linearis ........................................................................................................105
Ixodes ........................................................................................................................................................129
Haemaphysalis ............................................................................................................................130
Artrópodos ..........................................................................................................................107
Dermacentor ..................................................................................................................................131
Encuadre taxonómico ............................................................................................107 Hyalomma ..........................................................................................................................................132
Piojos ......................................................................................................................................................108 Rhipicephalus ................................................................................................................................133
Anopluros ..........................................................................................................................................108 Clave de identificación de los géneros
Linognathus ......................................................................................................................................108 de garrapatas españolas ..............................................................................................134
Malófagos ........................................................................................................................................109
Bovicola (Damalinia) ovis ..............................................................................................109 Bibliografía ..........................................................................................................................137

XIII
Técnicas
de diagnóstico
Atlas de Parasitología ovina

2
Técnicas de diagnóstico

Introducción
El diagnóstico presuntivo de algunas parasitosis clínicas puede en ocasiones apoyarse en
la sintomatología y confirmarse posteriormente mediante el diagnóstico laboratorial, por la
observación de distintas formas parasitarias, o por la evidenciación de los parásitos, nor-
malmente en su estadio adulto, en la necropsia. En cambio, el diagnóstico etiológico de las
infecciones subclínicas y la confirmación de su papel como causa de minusvalía presenta
numerosas dificultades.
Aunque en Medicina humana y veterinaria la atención del individuo sigue teniendo plena
vigencia, la protección de la salud individual se logra en muchos casos mediante la conside-
ración de toda la población afectada. Este estudio poblacional se justifica no sólo porque
hay diferencias genéticas en un grupo, por uniforme que parezca, y que pueden explicar las
variadas manifestaciones que se observan en el proceso morboso, sino también porque el
estudio epidemiológico proporciona información que no siempre se logra en un solo indivi-
duo, como es la interpretación de síntomas dispersos apreciados en varios individuos.
Pero en la perspectiva de la producción animal, todavía tiene mayor significación la uni-
dad “rebaño” sobre el individuo, salvo casos excepcionales. Un reflejo de este nuevo
enfoque es la investigación de los rebaños incluso cuando no hay síntomas de enferme-
dad y, si éstos existieran, el estudio de los animales que todavía parecen normales, en los
que un análisis de las producciones (fertilidad, producción de leche, etc.) puede ayudar a
descubrir procesos morbosos inaparentes o desapercibidos con anterioridad.
Así, se han desarrollado diferentes métodos para encontrar e identificar a los diferentes
parásitos. La mayoría de los parásitos se localizan en algún momento de su ciclo biológico
a nivel intestinal, por lo que el análisis coprológico es el método in vivo más utilizado para el
diagnóstico parasitológico. La detección de parásitos que se localicen en otros lugares
como la piel o la sangre requiere el empleo de otros métodos específicos pudiéndose en
ocasiones utilizar métodos inmunológicos o genéticos. Finalmente, el diagnóstico post mór-
tem es muy empleado tanto a nivel de campo como en el laboratorio pues con una
necropsia parasitológica reglada podemos llegar a determinar con bastante exactitud la
cantidad y variedad de agentes parásitos en el ganado ovino.
Por otra parte, por muy bueno que sea el método de diagnóstico seleccionado, si no par-
timos de la muestra correcta el trabajo que realizaremos no servirá para mucho. Por eso,
aunque las consideraciones acerca de la toma, conservación y transporte de muestras son
conocidas por casi todos, creemos necesario recordar al menos las más importantes.
■ La cantidad de muestra debe ser suficiente tanto para la prueba que vayamos a hacer como
para una posible repetición o la realización de pruebas complementarias. Muchas veces lle-
gan al laboratorio muestras muy reducidas y se solicita descartar todas las parasitosis, lo cual
es casi imposible y generalmente no permite realizar un contraanálisis.
■ Los recipientes en los que recogemos o transportamos las muestras deben estar limpios
(a veces estériles), herméticos, ser resistentes al transporte y tener el tamaño adecuado a
la muestra (a veces hay que enviar órganos enteros e incluso cadáveres). Los recipientes
transparentes (como los de tapón de rosca rojo que se empleaban tradicionalmente para
las muestras de orina) permiten una primera observación de la muestra sin necesidad de
manipularla.
■ Es muy importante evitar la contaminación con otras muestras del mismo animal o del
medio ambiente (arena, hierbas, etc.).

3
Atlas de Parasitología ovina

■ La toma de muestras depende de muchos factores, pero es clave elegir el sistema de


recogida y transporte adecuado para reducir al mínimo las manipulaciones de las mues-
tras antes de que se procesen en el laboratorio.
■ Otro aspecto clave es la correcta identificación de muestras con etiquetas claras, com-
pletas (muestra, animal de origen, fecha, si lleva algún conservante, etc.) y utilizar tinta re-
sistente al agua. Cuando hay un número significativo de muestras o cuando no vamos a
procesar inmediatamente las mismas este punto es especialmente significativo.
■ Generalmente es preferible procesar las muestras el mismo día de su recogida evi-
tando la adición de conservantes. Esto no es posible habitualmente y a veces pasan in-
cluso días antes de que lleguen al laboratorio, por lo que debemos procurar al menos
que el transporte al laboratorio se realice en buenas condiciones. Así, hay algunas
muestras como los sueros que se pueden congelar, pero otras muchas no; en cambio
la mayoría aguantan bien la refrigeración, esto no implica simplemente meterlos en una
nevera de poliexpan sino asegurar de la mejor manera posible bajas temperaturas en su
interior. Para ello son muy adecuadas las neveras portátiles que se enchufan en la co-
nexión del mechero del coche que mantienen la temperatura unos diez grados por de-
bajo de la temperatura ambiente. También hay que tener en cuenta que algunas mues-
tras como los frotis sanguíneos pueden requerir su fijación inmediatamente tras la
recogida para evitar el deterioro de los parásitos.

A continuación indicamos algunas consideraciones especiales que debemos tener con


ciertas muestras.

Muestras de heces
■ Siempre que se pueda, deben recoger-
se directamente del recto (esto es fácil en
animales grandes mediante el uso de un
guante de exploración) y verter el conte-
nido en un recipiente o simplemente con
darle la vuelta, el mismo guante nos sir-
ve de recipiente; en animales pequeños
se puede esperar a que defequen y reco-
gerlas con la ayuda de una espátula pro-
curando no tomar partes que hayan es-
tado en contacto con el suelo para evitar
contaminaciones.
■ No debemos mezclar las heces con ori-
na porque algunos trofozoítos se destru-
yen con ésta.
■ En un rebaño, se puede tomar muestras
de un número representativo de anima-
les. Si es posible, es mejor recoger mues-
tras de dos o tres días o recogidas a di-
ferentes horas del día.
■ No congelar las heces.
Las heces deben recogerse del recto siempre que sea posible.

4
Técnicas de diagnóstico

La interpretación de los resultados obtenidos de Las heces diarreicas hay que analizarlas de
heces recogidas del suelo debe hacerse con inmediato.
cuidado.

■ Las heces diarreicas hay que analizarlas de inmediato. En el caso de heces blandas o
compactas el análisis puede demorarse algún tiempo. Las heces secas no valen.
■ Si hay formas parásitas visibles a simple vista (nematodos adultos, anillos de cesto-
dos…), se pueden conservar en alcohol de 70º.

Muestras de sangre
■ La sangre debe recogerse con el instrumental adecuado que nos sirva a la vez para la
extracción y para el transporte asegurándonos del aislamiento, correcta identificación,
etc. En la extracción y manipulación hay que evitar que se hemolicen los eritrocitos.
Por ejemplo, realizando la extracción lentamente y rellenando los tubos despacio y sin
aguja (en caso de extracción con jeringa hipodérmica) o bien utilizando los sistemas al
vacío cuya presión negativa está controlada. Igualmente, la sangre con anticoagulante
debe mezclarse invirtiendo suavemente varias veces el tubo ya que si se hace brusca-
mente pueden romperse los eritrocitos.
■ Los frotis sanguíneos deben hacerse inmediatamente después de la extracción, luego
se dejan secar al aire y se fijan con metanol puro. Una vez fijados se puede esperar para
hacer la tinción una vez que hayamos llegado al laboratorio.
■ Mantener en refrigeración hasta su análisis.
■ Para la obtención de suero, la sangre entera sin anticoagulantes se centrifuga o se deja
sedimentar 24 horas (a temperatura ambiente mejor que en refrigeración) para extraer
el coágulo. También se pueden emplear tubos con un gel activador que ayuda a sepa-
La extracción de sangre y su manejo inmediato rar el coágulo del suero.
deben ser cuidadosos para evitar la hemólisis.

El frotis sanguíneo y su fijación deben hacerse La extracción del suero puede hacerse por reposo o por centrifugación.
inmediatamente después de su extracción.
5
Atlas de Parasitología ovina

Muestras de piel
■ Los ectoparásitos más grandes se reco-
gen directamente y se transportan en
recipientes, a ser posible transparentes.
■ Para los ectoparásitos más pequeños
podemos recoger el material obtenido
en los raspados cutáneos en una placa
de Petri o en un frasco hermético.
■ Si requerimos biopsias o muestras de
tejidos para hacer cortes histológicos u
otras técnicas (como la digestión) se
puede recortar un fragmento de piel y
guardarlo congelado hasta su llegada al
laboratorio para hacer los estudios que Los ectoparásitos más grandes como garrapatas y larvas de mosca pueden recogerse directamente
se necesiten. y deben guardarse en recipientes adecuados.

Vísceras
■ Durante la necropsia, tras la apertura de
cavidades se realiza una inspección ex-
terna de los órganos en busca de fases
parásitas (por ejemplo metacestodos) o
de lesiones visibles.
■ Las muestras deben enviarse refrigera-
das al laboratorio si se van a procesar
de inmediato. Los recipientes deben ser
herméticos y del tamaño adecuado.
■ Si el procesado se va a demorar algún
tiempo, se pueden conservar en glice-
rina para evitar la putrefacción o fijarlas
en formol 10 % o alcohol de 70º. Raspado cutáneo para la obtención de ácaros de la sarna.

Muestras del medio


ambiente
A veces puede ser interesante la búsqueda
de aquellas formas de vida libre de los pa-
rásitos como larvas infestantes de nemato-
dos gastrointestinales en la hierba, garra-
patas de la vegetación, etc.

Técnica de la bandera para la recogida de garrapatas del suelo y/o vegetación.

6
Técnicas de diagnóstico

En definitiva, tanto si estamos en un laboratorio de diagnóstico como si actua-


mos de forma individual, antes de plantearnos emitir un juicio diagnóstico debe-
mos ser conscientes de algunos aspectos claves del diagnóstico parasitológico:

1 No existe un único método que sirva para todos los parásitos.

2 Si no elegimos adecuadamente el método y la muestra, las posibilidades de errar


el diagnóstico son elevadas.

3 La presencia de una elevada cantidad de parásitos (p.ej. huevos o larvas en las


heces) puede confirmar la existencia de una enfermedad parasitaria, pero su au-
sencia o la presencia de un número bajo no significa necesariamente que el ani-
mal no padezca una enfermedad, por los siguientes motivos:
■ La cantidad de huevos, larvas, etc. eliminados con las heces fluctúa a lo largo
del día.
■ Los huevos, larvas, etc. no están uniformemente distribuidos en las heces.
■ Las formas inmaduras no eliminan huevos, por lo que a veces no podemos
detectarlas. Además, estas formas inmaduras son en muchos casos más pa-
tógenas que los propios adultos.
■ La resistencia del hospedador (variabilidad genética) puede disminuir o anular la
puesta de huevos por los parásitos o alargar el periodo de prepatencia. Un re-
cuento muy alto sí indica una desestabilización del equilibrio parásito/hospeda-
dor en beneficio del parásito; el animal se ha debilitado, ha perdido sus defen-
sas y la parasitosis es grave.
■ Los huevos de muchas especies de nematodos no se distinguen con facili-
dad, por lo que el recuento se refiere muchas veces a la cantidad total de hue-
vos de diversas especies (p. ej. huevos de "estrongilados" por gramo de he-
ces), especies que se diferencian ampliamente en su poder patógeno y en su
fecundidad.

Por ello, creemos que antes de hacer una tentativa diagnóstica es fundamental
realizar un protocolo de diagnosis completo, empezando por una amplia anamne-
sis y un estudio clínico individual y colectivo (tanto a animales con síntomas como
a animales aparentemente sanos) en los que obtengamos la mayor información
posible (asegurándonos especialmente de si se ha realizado o no un trata-
miento antiparasitario en los días previos a la toma de muestras) que nos
permita determinar cuál o cuáles son los métodos que debemos emplear ante el
problema que se nos plantee. Una vez seleccionado y realizado el análisis es nece-
sario evaluar los resultados obtenidos de forma conjunta con la anamnesis, el
estudio clínico (a pesar de su dificultad) y epidemiológico del individuo o del
rebaño. En caso contrario lo más probable es que tan sólo podamos verificar la
presencia o ausencia de parásitos en una muestra dada.

7
Atlas de Parasitología ovina

Muestreos in vivo Consistencia de las heces


Análisis coprológicos
Gracias a las coprologías parasitarias podremos encontrar e identificar en las heces un ele-
vado número de formas parásitas, desde ejemplares de parásitos adultos completos
como los helmintos gastrointestinales (muertos de forma natural o como consecuencia de
un tratamiento antihelmíntico); partes de parásitos como los anillos grávidos de ciertos
cestodos que se desprenden del resto del ejemplar adulto cargados de huevos; formas
Cagarrutas.
vegetativas como los trofozoítos de algunos protozoos habitualmente en diarreas profu-
sas; hasta formas de transmisión o de resistencia en el medio ambiente como son los
ooquistes, quistes, huevos, embriones o larvas.
De todas estas formas parasitarias, el recuento e identificación de los huevos en heces
es el más frecuentemente empleado para el diagnóstico. El recuento es, sin duda, una
aproximación a la carga parasitaria y como medida estándar se emplea el valor de huevos
eliminados por gramo de heces (hpg). Es difícil, no obstante, obtener cifras exactas porque
Blandas formadas.
influyen otros muchos factores, como el contenido en agua de las heces que puede en-
mascarar el valor del resultado. Así, para convertir el recuento de huevos, se aplican facto-
res correctores tomando las deposiciones normales (cagarruta) como base.

Factores empleados en algunos laboratorios


Blandas.
■ Cagarruta __________________________________________________________________________ 1,0
■ Heces blandas formadas __________________________________________________________ 1,5
■ Heces blandas ____________________________________________________________________ 2,0
■ Heces muy blandas ________________________________________________________________ 2,5
■ Heces diarreicas ______________________________________________________________ 3,0-3,5

Muy blandas.

Estos factores se basan en determinaciones del contenido en materia seca de las heces de
consistencia y forma diferentes. La expulsión diaria de heces, que varía según la ingestión de
alimento, afecta también al número de huevos por gramo. Si las ovejas tienen constipación in-
testinal o no ingieren una cantidad normal de alimentos (como ocurre en periodos estivales),
puede precisarse un factor correctivo de 0,5. El ayuno también reduce la expulsión de heces y
el número de huevos por gramo de heces se incrementa. Si las ovejas han permanecido aleja-
Diarreicas.
das de los pastos más de 5-6 horas, las cifras de hpg (huevos eliminados por gramo de heces)
pueden estar considerablemente incrementadas. Después de un ayuno de 12-24 horas, el re-
cuento de huevos puede aumentar en un 100 % y no volver a los valores previos en 1-2 días.
En el recuento de formas parasitarias mediante técnicas de flotación es especialmente útil
la cámara de McMaster. Se trata de dos portas que dejan entre sí un volumen total de 1 ml
dividido en dos hemicámaras de 0,5 ml cada una. El porta superior presenta una retícula en
cada hemicámara que permite analizar la lectura de 0,15 ml cada una. Las ventajas de la
cámara de McMaster son obvias ya que permiten analizar un volumen relativamente grande
de muestra (hasta 1 ml) y su desventaja es que requiere cierta experiencia en el llenado y la
identificación de las formas parasitarias pues la máxima amplificación que permiten es 100
aumentos (10 del ocular x 10 del objetivo).

8
Técnicas de diagnóstico

Equipamiento mínimo necesario para la realización de la técnica de McMaster.

Cámara de McMaster. Varias fases de la técnica de McMaster (pag. 12).

Análisis macroscópico
Consiste en la observación de las heces permitiendo apreciar características organolépti-
cas: color, consistencia, existencia de estrías de sangre, moco, fibrina, etc.
Protocolo:
■ Preparar una suspensión de heces con agua en una placa de Petri y observar a fondo
claro y oscuro.
Tan solo se podrán detectar vermes adultos y/o proglotis de algunos cestodos que no
se eliminan de forma regular y cuya cuantificación tampoco permite relacionar su hallazgo
con la intensidad de carga parasitaria.

9
Atlas de Parasitología ovina

Análisis microscópico
Método directo
Consiste en la observación al microscopio de una pequeña muestra de heces sin ningún
tipo de manipulación. En ocasiones se usan distintos métodos de tinción, como azul de
metileno en tampón acetato o lugol diluido, para destacar las formas parásitas del resto del
material fecal.
Protocolo:
1 Mezclar una pequeña cantidad de heces frescas (no sometidas a refrigeración) en un
portaobjetos con unas gotas de agua.
2 Apartar las partículas groseras y colocar un cubreobjetos.
3 Observar al microscopio óptico.
Dada la escasa cantidad de muestra, este método sólo es útil cuando hay una elevada
eliminación de formas parasitarias en heces (baja sensibilidad).

Métodos indirectos
Su objetivo es conseguir una mayor concentración de formas parasitarias en el menor vo-
lumen posible para aumentar la sensibilidad de la técnica. Hay dos técnicas de tinción es-
pecíficamente empleadas para el diagnóstico de las criptosporidiosis en los corderos, la
tinción de Heine y la de Zielh Neelsen. Para otros parásitos se emplean generalmente los
siguientes métodos:
■ Flotación: se realiza una suspensión de heces en una solución con densidad superior a 1.
Las formas parasitarias de menor densidad que la solución utilizada se situarán en la
superficie del líquido, separándose de gran cantidad de detritus fecales y facilitando su
observación.
■ Sedimentación: en una suspensión de heces en agua, puesta en reposo, todas las for-
mas parasitarias caen al fondo de la preparación. Se utiliza como método complemen-
tario de la flotación para evidenciar los huevos de mayor densidad (algunos tremato-
dos). El método más utilizado es la sedimentación lenta "en copa" aunque también se
puede centrifugar en tubo de ensayo (para muestras muy pequeñas).
■ Migración: se utiliza para determinar la presencia de larvas en heces. Se basa en el ca-
rácter hidrófilo de las larvas por el cual abandonan la masa fecal cuando ésta se depo-
sita en agua. Posteriormente se concentran por sedimentación según van agotándose
las larvas en su deambular por el agua. El método de migración larvaria habitualmente
utilizado es el método Baermann-Wetzel.

10
Técnicas de diagnóstico

Material necesario para realizar la tinción


de Heine.

Es necesario pesar la muestra antes de procesarla para poder sistematizar los resultados
y emitir los resultados como eliminación de “n” formas parásitas por gramo de heces.

Flotación simple. Método de sedimentación en copa. Aparato de Baermann.

11
Atlas de Parasitología ovina

Protocolos

Tinción de Heine (tinción negativa)


1 Colocar en el portaobjetos una pequeña cantidad de heces diarreicas.
2 Añadir una gota de fucsina básica fenicada y extender la mezcla.
3 Secar al aire, añadir aceite de inmersión y colocar un cubreobjetos.
4 Examinar a 400x.

Técnica de Ziehl-Neelsen modificada


1 Realizar una extensión de heces diarreicas y secar al aire.
2 Fijar en metanol absoluto durante 5 minutos.
3 Secar al aire.
4 Teñir en la solución de fucsina durante 20 minutos. Lavar con agua.
5 Decolorar con ácido sulfúrico 2 %, 20 segundos. Lavar con agua.
6 Teñir con verde malaquita durante 5 minutos. Lavar con agua.
7 Montar en aceite de inmersión, colocar cubreobjetos y observar al M.O. a 400x.

Flotación simple
1 Diluir las heces en una solución salina (generalmente de cloruro sódico).
2 Eliminar los elementos groseros.
Tinción de Heine. Los ooquistes de Cryptosporidium
3 La mezcla resultante se deja reposar un minuto. parvum aparecerán como pequeñas estructuras cir-
4 Sobre la superficie depositamos un cubreobjetos. culares refringentes sin teñir sobre fondo rojo-fucsia.
5 Esperar 45’ y recoger el cubreobjetos verticalmente con un movimiento rápido para que
no se caiga el liquido residual con los parásitos, se deposita en un portaobjetos y se ob-
serva al microscopio óptico.

Método de McMaster modificado


Es la técnica de flotación más utilizada, su solución de trabajo es la solución salina satu-
rada. Permite evidenciar y cuantificar la cantidad de ooquistes, huevos de nematodos y de
cestodos eliminados en las heces.
1 Pesar 3-4,5 g de heces (pequeños/grandes herbívoros).
2 Disgregar las heces en un mortero o en un recipiente de plástico con perlas de vidrio y
añadir 40,5-42 ml de agua. Agitar vigorosamente.
3 Filtrar la emulsión por mallas (400-500 y 150-160 µm) o bien un colador con una doble
capa de gasa.
4 Recoger el filtrado, homogeneizar y llenar un tubo de ensayo de 10 ml.
5 Centrifugar el tubo durante 3 minutos a 1500 rpm.
6 Eliminar el sobrenadante, agitar el sedimento y añadir solución salina saturada hasta el
nivel anterior (10 ml).
7 Homogeneizar el contenido invirtiendo varias veces el tubo y con ayuda de una pipeta
Pasteur cargar las dos hemicámaras de una cámara de McMaster. Técnica de Ziehl-Neelsen. Los ooquistes de
Cryptosporidium parvum aparecen como pe-
queñas estructuras circulares de color rojo-fucsia
Volumen de cada hemicámara = 0.5 ml (ambas hemicámaras 1 ml). (por la fucsina), no siempre homogéneo, sobre un
Volumen de cada retícula = 0.15 ml (ambas retículas 0.3 ml). fondo verde-azulado.

12
Técnicas de diagnóstico

8 Enfocar la parte superior de la cámara de McMaster al M.O. de tal forma que podamos
ver nítidamente la retícula, observaremos las dos hemicámaras completas (1 ml) y en
caso de grandes recuentos sólo leeremos las retículas de la cámara (0.3 ml) y procede-
remos a la cuantificación de formas parasitarias según los siguientes cálculos.

Cálculo de la carga parasitaria de la muestra


(Eliminación de ooquistes o huevos por gramo de heces OPG o HPG).
La retícula de la cámara de McMaster está especialmente indicada para facilitar la lectura
de los análisis en flotación, no obstante en ocasiones, con el fin de aumentar la sensibilidad
de la técnica, se leen las dos hemicámaras completas.

Si se ha leído sólo las dos retículas (0,3 ml), la eliminación se calcula como sigue:

nº de formas parasitarias contadas (A): 0,3 ml

nº de formas parasitarias totales (T): 45 ml (3 g + 42 ml)

45 x A
T = = A x 150
0,3

T A x 150
OPG o HPG = = = A x 50
3 3

Si se ha leído la cámara completa (1 ml), el cálculo será:

nº de formas parasitarias contadas (A): 1 ml

nº de formas parasitarias totales (T): 45 ml (3 g + 42 ml)

45 x A
T = = A x 45
1

T A x 45
OPG o HPG = = = A x 15
3 3

13
Atlas de Parasitología ovina

Protocolos

Principales salmueras empleadas en el diagnóstico de los parásitos ovinos

Solución Concentración (densidad) Observaciones


Cloruro sódico a saturación (1,18) Es buena para ooquistes de Eimeria y la mayoría de huevos y larvas
de nematodos y algunos huevos de cestodos.
No flotan huevos grandes de nematodos, huevos de trematodos, larvas
de nematodos pulmonares.
Sulfato de Zinc al 33 % (1,18) Vale incluso para Fasciola hepatica.
Tiene el inconveniente de que los huevos se deforman a gran velocidad,
por lo que hay que leer rápido o bien hacer lavados ya que una vez
rehidratados los huevos recuperan forma y tamaño habitual.
Iodomercuriato (1,20) Es caro y agresivo para el material y equipos.
Flotan todos los parásitos.
Sulfato de Magnesio al 35 % (1,28) Es buena para ooquistes de Eimeria y la mayoría de huevos y larvas
de nematodos y algunos huevos de cestodos.
Flotan huevos grandes de nematodos, huevos de trematodos, larvas
de nematodos pulmonares.

Con densidades superiores a 1,3 flotan casi todas las formas parasitarias pero pueden pre-
sentar varios inconvenientes: flotarán también gran cantidad de partículas fecales que dificul-
tan la observación. Las formas parasitarias se pueden deformar si no se leen inmediatamente,
con la consiguiente dificultad en su identificación. Algunas soluciones (iodomercuriato potásico)
son muy corrosivas para los materiales.

Método de sedimentación en copa


Se utiliza para identificar formas parasitarias de alta densidad.
1 Pesar 10 g de heces.
2 Disgregar las heces en un mortero o en un recipiente de plástico con perlas de vidrio y
agua.
3 Filtrar por mallas (400-500 y 150-160 µm) o colador y doble capa de gasa.
4 Verter el filtrado obtenido en una copa de sedimentación y rellenar con agua hasta los
500 o 1000 ml.
5 Dejar reposar 20 minutos, eliminar el sobrenadante y volver a rellenar con agua hasta los
500 o 1000 ml.
6 Realizar unos 4-5 lavados de igual manera hasta que el sobrenadante quede limpio.
7 Desechar el último sobrenadante dejando sólo 50 ml de sedimento.
8 Homogeneizar el sedimento y con pipeta Pasteur llenar una cámara de recuento (Cá-
mara de McMaster).
9 Efectuar el recuento de las formas parasitarias presentes enfocando el fondo de las dos
hemicámaras que componen la cámara de McMaster.

14
Técnicas de diagnóstico

Cálculo de la carga parasitaria de la muestra


(Eliminación de huevos por gramo de heces HPG).
La lectura se realiza en el fondo de la cámara por lo que estaremos analizando todas las
formas parasitarias (A) presentes en 1 ml. Considerando que todas las formas de los 10 g
iniciales han quedado sedimentadas en los 50 ml de la copa de sedimentación, la cuantifi-
cación se realizará de acuerdo a las siguientes fórmulas:

nº de formas parasitarias contadas (A): 1 ml

nº de formas parasitarias totales (T): 50ml

50 x A
T = = A x 50
1

nº de formas parasitarias totales (T): 10 g

nº de huevos por gramo de heces (HPG): 1 g

A x 50
HPG = =Ax5
10

Algunos huevos como Nematodirus, Fasciola, Dicrocoelium, Moniezia o Trichuris son fá-
cilmente identificables en la flotación. Sin embargo, la gran similitud morfométrica de los
huevos de estrongilados gastrointestinales hace que su identificación sea cuanto menos
complicada por lo que es recomendable cultivar los huevos hasta que se forme el estadio
infectante (L3) que son más fácilmente diferenciables.

15
Atlas de Parasitología ovina

Descripción de las principales formas parasitarias eliminadas en las heces de los pequeños rumiantes

Género Medidas Descripción


Protozoos Giardia 14 x 8 µm Formas vegetativas.
Cryptosporidium 5-7 µm Son ooquistes esféricos tan pequeños que debemos recurrir a su tinción
para observarlos.
Eimeria 17-56 µm Recién eliminados, los oquistes son ovoides o esféricos, refringentes,
con un abultamiento en el polo menor (micropilo) y el cigoto esférico
en su interior y una vez esporulados presentan cuatro esporoquistes
con dos esporozoitos en su interior.
Nematodos
Estrongilados*

Ovales, con los polos ligeramentedesiguales, la cáscara es fina,


Trichostrongylus 79-118 x 31-56 µm
segmentado.
Ostertagia/ De ovales a elipsoidales, no muy anchos, con una mórula con muchos
80-103 x 40-56 µm
Teladorsagia blastómeros pequeños.
Ovales y con los polos asimétricos,
Haemonchus 70-85 x 41-48 µm
embrionados con 16 a 32 células.
Cooperia 70-83 x 32-36 µm Polos iguales y redondeados, paredes paralelas, con 16-32 células.
Ovales, de extremos redondeados menos de 16 células embrionarias
Bunostomum 79-97 x 47-57 µm
con granulación oscura.
De ovales a elipsoidales, anchos y con polos ligeramente achatados
Chabertia 83-105 x 47-59 µm
con 16-32 blastómeros pequeños.
Ovales, cáscara fina, anchos, polos similares,
Oesophagostomum 70-76 x 36-40 µm
8-16 células grandes.

Nematodirus 150-230 x 67-110 µm Huevos grandes, elípticos. En su interior se encuentra el embrión


dividido en 4-8 blastómeros, dejando un amplio espacio lleno de líquido
entre las paredes del huevo.
Marshallagia 160-200 x 75-100 µm Huevos grandes de bordes paralelos con un extremo redondeado.
En su interior se ve una mórula de 16 a 32 blastómeros.
Strongyloides 45-65 x 25 µm Huevos semejantes a los estrongilados pero más pequeños, con los
polos aplanados y conteniendo la larva formada en su interior.
Skrjabinema 54-63 x 30-34 µm Son asimétricos, con los polos picudos ligeramente redondeados
y color gris pálido, casi traslúcido, dejando ver en su interior un
embrión. La cáscara es gruesa.
Trichuris 70-80 x 25-40 µm Huevos con forma de limón característica, de color marrón con dos
tapones polares refringentes en los polos claramente sobresalientes.
Capillaria 40-50 x 22-25 µm Huevos semejantes a los de Trichuris, pero más pequeños, con
los tapones polares poco sobresalientes, paredes casi paralelas
y los polos más aplanados.

* Huevos muy semejantes en los distintos géneros. Son de mediano tamaño, grisáceos, de forma más o menos alargada o elíptica,
observándose en su interior el embrión que puede ocupar todo el huevo o sólo la parte central.

16
Técnicas de diagnóstico

Descripción de las principales formas parasitarias eliminadas en las heces de los pequeños rumiantes (continúa)

Género Medidas Descripción


Cestodos Moniezia benedeni 80-90 µm Huevos de mediano tamaño, cuadrangulares, de cápsula gruesa
refringente, con la oncosfera en su interior rodeada por el aparato
piriforme (forma de pera).
Moniezia expansa 50-60 µm Igual que M. benedeni pero de forma triangular.
Avitellina 45 x 20 µm Huevos sin aparato piriforme.
Thysaniezia 25 µm Huevos sin aparato piriforme.
Stilesia 25 µm Huevos sin aparato piriforme.
Trematodos Paramphistomum 125-180 x 75-103 µm Huevos muy grandes (algo mayores que Fasciola), elípticos,
con un opérculo polar transparente. El contenido es de color gris
y ocupa todo el huevo.
Fasciola 130-150 x 70-90 µm Huevos muy grandes, elípticos, con un opérculo polar transparente.
El contenido es amarillento y ocupa todo el huevo.
Dicrocoelium 38-45 x 22-30 µm Huevos pequeños, de forma elíptica asimétrica, opérculo poco visible,
de color marrón. En su interior se aprecian dos manchas germinales
más oscuras cerca de uno de los polos y dispuestas transversalmente.
Schistosoma 132-247 x 38-60 µm Son fusiformes y terminan afilados en un polo, aunque los más
pequeños con frecuencia son ovales.

17
Atlas de Parasitología ovina

Principales formas parásitas que se pueden encontrar en un análisis coprológico


de heces ovinas (técnicas de flotación/sedimentación)

Huevo de estrongilado gastrointestinal. Huevo de Nematodirus. Huevos de Nematodirus y estrongilado


gastrointestinal.

Huevo de Strongyloides. Huevo de Skjrabinema. Huevo de Trichuris.

Huevo de Moniezia. Huevo de Moniezia (hinchado). Huevo de Fasciola.

Huevo de Dicrocoelium. Huevo de Schistosoma. Ooquiste de Cryptosporidium.

Ooquistes de Eimeria sin esporular. Ooquiste de Eimeria esporulado. Artefacto.

18
Técnicas de diagnóstico

Técnica de coprocultivo

Su objetivo es permitir la identificación genérica y específica de los parásitos correspon-


dientes al Orden Strongylida, que como indicamos previamente sus huevos son morfoló-
gicamente similares (excepto Nematodirus). Para ello se trata de proporcionar a los huevos
las condiciones necesarias para permitir el desarrollo exógeno de estos nematodos desde
la fase de huevo hasta obtener larvas de tercer estadio o L3, que serán recogidas por el
método de Baermann-Wetzel. Las larvas así obtenidas son morfológicamente diferencia-
bles fijándonos en aspectos como longitud de la cola, número de células intestinales o ta-
maño de la larva, entre otros.
1 Tomar una cantidad de heces variable (50-100 g) y disgregarlas un poco en un mortero.
2 Humidificar las heces con pulverizador o añadir un absorbente (sepiolita) en función de
su consistencia.
3 Mantener la mezcla en una estufa a 22-25 ºC durante 7-10 días, o a temperatura am-
biente durante 20-30 días (15 días si hemos observado la presencia de huevos de Ne-
matodirus sp. en el McMaster).
4 Remover la muestra cada 48 horas, con objeto de conseguir una oxigenación correcta,
y humidificar si fuera necesario.
5 Recuperar las larvas de tercer estadio formadas mediante el aparato de Baermann.
6 Identificar en el microscopio las larvas por su morfología.
7 Para inmovilizar las larvas añadir unas gotas de lugol.

Criterio de clasificación de las larvas de nematodos gastrointestinales ovinos

Extremo posterior (E.P.) Tamaño de la larva (L.T.)

corto (<40 µm) muy grandes (>1000 µm)

medio (40-110 µm) grandes (700-820 µm)

largo (>110 µm) medianas (640-700 µm)

pequeñas (600-640 µm)

muy pequeñas (<600 µm)

esófago C. I. vaina E. P.

A.
L. C.
ano
L. T.

L.T. = Longitud total de la larva. C.I. = Células intestinales (tamaño número y forma son importantes).
L.C. = Longitud de la cola de la vaina. E.P. = Extremo posterior.
A. = Anchura.
19
Atlas de Parasitología ovina

Principales características empleadas para la identificación de larvas


de tercer estadio de los nematodos gastrointestinales ovinos

Larva de tercer estadio

Células intestinales* Células intestinales* Esófago

Espacio posterior corto Espacio posterior medio Espacio posterior largo

* El número, tamaño y forma de las células intestinales es importante en el diagnóstico.

Clave para la identificación de las larvas de los principales nematodos


gastrointestinales ovinos
■ Larvas sin vaina: Strongyloides. Tienen el esófago bien visible, llega hasta más o menos la mitad del cuerpo de la larva.
■ Larvas con vaina:
■ Larvas con vaina y E.P. corto:
Larvas grandes (L.T.: 797-959 µm, A.: 24 µm), el E.P. acaba en forma cónica aguda, tienen 16 C.I. triangulares,
la cola de la larva es redondeada, la cabeza es plana. Ostertagia-Teladorsagia.
Larvas pequeñas (L.T.: 619-796 µm, A.: 20 µm), el E.P. acaba en forma cónica aguda, tienen 16 C.I. Trichostrongylus.
■ Larvas con vaina y E.P. medio:
Larvas grandes (L.T.: 700-977 µm, A.: 25 µm), el E.P. tiene forma de pincho, tienen 16 C.I. pentagonales y
dos corpúsculos refringentes en el límite de cavidad bucal. Cooperia.
Larvas medianas (L.T.: 650-825 µm, A.: 24 µm), el E.P. acaba en forma aguda a veces con un doblez característico,
tienen 16 C.I. que al inicio del intestino son pentagonales y al final son rectangulares, con dos células terminales y sin
corpúsculos refringentes. Haemonchus.
■ Larvas con vaina y E.P. largo:
Larvas muy grandes (L.T.: 933-1160 µm, A.: 25 µm), tienen 8 C.I. triangulares; la cola de la larva presenta en la parte
dorsal una incisura o prolongaciones finales. Nematodirus.
Larvas grandes (L.T. : 756-915 µm, A.: 25 µm), tienen 32 C.I. triangulares y esófago bien visibles. Oesophagostomum.
Larvas medianas (L.T.: 710-789 µm, A.: 24 µm), el E.P. es afilado o cónico, tienen 32 C.I. y esófago bien visibles.
Chabertia.
Larvas pequeñas (L.T.: 450-850 µm, A.: 20 µm), tienen 16 C.I. no bien delimitadas, el esófago consta de una parte
anterior poco visible y una posterior muy refringente con una dilatación en forma de embudo. Bunostomum.

20
Técnicas de diagnóstico

Protocolos

Método de Baermann-Wetzel (migración larvaria)


Para la recuperación de las larvas presentes en las heces ovinas se utiliza la tendencia hi-
drófila de las mismas siendo este método el más empleado.
1 Pesar 10-20 g de heces.
2 Disgregar un poco las heces y envolverlas en una gasa doble formando un paquete que
se cierra anudando los extremos.
3 Colocar el conjunto en el aparato de Baermann (un embudo de plástico con un tubo de
goma adaptado a su extremo y sellado por una pinza).
4 Añadir agua hasta cubrir las heces.
5 Añadir al agua unas gotas de solución jabonosa (para romper la tensión superficial y evi-
tar que las larvas se queden adheridas a la superficie del agua).
6 Dejar 6-8 horas a temperatura ambiente (las larvas por su tendencia hidrófila saldrán de
las heces al agua y poco a poco irán sedimentando).
7 Recoger del extremo del tubo de goma 10 ml del contenido líquido en un tubo de
ensayo.
8 Homogeneizar el contenido del tubo de ensayo, llenar la cámara de McMaster con
ayuda de una pipeta Parteur y realizar el recuento de las larvas observadas en ambas
hemicámaras (1 ml) enfocando al fondo de la preparación.

Cálculo de la carga parasitaria de la muestra (larvas por gramo de heces o LPG)

nº de formas parasitarias contadas (A): 1 ml

nº de formas parasitarias totales (T): 10ml

10 x A
T = = A x 10
1

T: 20g LPG: 1g

A / 10
LPG = = A /2
20

21
Atlas de Parasitología ovina

Las L1 de nematodos broncopulmonares se detectan directamente en las heces y tras re-


cuperarlas por la técnica de Baermann-Wetzel y montarlas entre porta y cubreobjetos, se
pueden identificar. Un sistema muy simple para clasificarlas es separarlas en grandes
(Dictyocaulus) o pequeñas (protostrongílidos). A su vez, las L1 de los protostrongílidos
pueden tener una espina en su extremo caudal (Muellerius y Cystocaulus) o no tenerla
(Neostrongylus y Protostrongylus), por lo que se pueden identificar con relativa facilidad.

Descripción de las larvas de primer estadio de nematodos broncopulmonares ovinos


Especie Medidas Descripción

Larvas mucho mayores que las de protostrongílidos


Dyctiocaulus filaria 550-580 µm Extremo anterior con una protuberancia protoplasmática
(botón cefálico). Cola roma.

Protostrongylus rufescens 300-400 µm Cola en punta, sin espinas ni ondulaciones.

Cola curvada, terminada en punta, con una porción basal


Cystocaulus ocreatus 360-480 µm y otra distal con una cresta cuticular en su zona media
y una desviada dorsalmente.

Cola curvada, lisa, terminada en punta ondulada


Muellerius capillaris 290-320 µm
y con una espina dorsal.

Cola recta en su parte distal, en forma de lanceta, con una porción basal
Neostrongylus linearis 290-320 µm
de la que sale una pequeña espina.

22
Técnicas de diagnóstico

Al igual que ocurría con los huevos de estrongilados gastrointestinales, la identificación


de los ooquistes de las diversas especies de Eimeria del ganado ovino es muy difícil
cuando están recién eliminados. Para facilitar su identificación, se emplea la técnica de la
esporulación.

Técnica de esporulación de ooquistes

Se trata de proporcionar a las ooquistes recién eliminados (prácticamente indistinguibles


entre sí) las condiciones adecuadas para que se desarrollen a la forma infectante: ooquiste
esporulado. Los ooquistes esporulados de las especies de Eimeria son del tipo 4 x 2 (4 es-
poroquistes con 2 esporozoítos cada uno) y con cierta experiencia se pueden diferenciar
entre sí mediante sus características morfométricas.
1 Hacer una concentración de ooquistes por centrifugación o por flotación. Salvo que ha-
yamos contado en el McMaster una gran eliminación de ooquistes por gramo de heces.
2 Una vez concentrados los ooquistes se mezclan en una placa de Petri grande con una
solución oxidante (dicromato potásico al 1-2 % o ácido sulfúrico) al abrigo de la luz, a tem-
peratura ambiente o en estufa a 20 ºC, ventilando a diario para proporcionar oxígeno.
3 En tres o cinco días tendremos ooquistes esporulados que resisten mucho tiempo (si
hacemos flotación cada día, podremos ver el desarrollo de los esporozoitos).

Descripción de los ooquistes de las principales Eimeria spp. de los ovinos

Eimeria spp. Localización Forma Dimensiones Esporulación


µm horas
E. ahsata ID Elipsoide 27-43 x 19-35 16-32
E. bakuensis ID Elipsoide alargada 23-33 x 18-24 24-42
E. crandallis Ileon, ciego y colon Elipsoide 18-25 x 15-23 41-65
E. faurei ID, IG Ovoide 25-38 x 18-25 24-41
E. granulosa Forma de urna 23-38 x 18-32 36-41
E. intricata ID, ciego Elipsoide 40-67 x 30-51 68
E. marsica Elipsoide 15-22 x 11-14 72
E. ovinoidalis Ileon, ciego y colon Ovoide a esférica 18-28 x 15-25 24-44
E. pallida Elipsoide 12-17 x 10-15 24-44
E. parva ID Esferoide a elipsoide 15-23 x 15-21 48-68
E. weybridgensis ID Elipsoide a subesférica 17-30 x 14-19 45

23
Atlas de Parasitología ovina

Ooquiste de Eimeria recién eliminado.

Ooquistes de Eimeria recién eliminados. Ooquiste de Eimeria tras la esporulación.

Análisis de piel
Recogida directa de ectoparásitos
Los ectoparásitos más grandes (moscas adultas y larvas, garrapatas, piojos, etc.) se reco-
gen directamente con la ayuda de unas pinzas, pinceles (si son muy móviles, como las pul-
gas, pueden inmovilizarse previamente con un poco de alcohol), etc. Como es natural, su
observación puede ser difícil en el ganado ovino, excepto después del esquileo, por ello
puede ser interesante la búsqueda de ejemplares de pulgas en los apriscos o de garrapa-
tas en la vegetación.

Tras la esquila es un buen momento


para inspeccionar las ovejas en
busca de ectoparásitos.

24
Técnicas de diagnóstico

Raspado cutáneo
En el diagnóstico de las sarnas, hay determinados síntomas que permiten suponer el
proceso, como es la elevada contagiosidad, el tipo y la zona de localización de las le-
siones, etc. A pesar de que el diagnóstico clínico puede ser claro, debe intentarse la
comprobación de los ácaros obtenidos por raspado de las lesiones.
Algunos tratados recomiendan calentar los animales con mantas o mediante ejercicio
para facilitar la salida de los ácaros. Después se raspa (con un cuchillo, con tijeras o con
un bisturí) un trozo de piel. Es conveniente que el raspado sea bien profundo para asegu-
rarnos de que extraemos bien los ácaros (incluso hasta hacer sangrar un poco).
Costras procedentes
de raspado.
Examen directo de costras de sarnas
1 El material de raspado se puede observar directamente pero es preferible incubar las
costras (30 ºC durante un mínimo de 8 horas).
2 Se puede colocar el material de raspado entre porta y cubre objetos para visualizar los
parásitos al microscopio óptico pero es preferible la observación previa en el estereomi-
croscopio (lupa) y recoger los ácaros vivos.
3 Para la identificación específica debemos hacer preparaciones para el microscopio en
Bálsamo de Canadá, Depex u otro líquido de montaje.

Si el resultado es negativo y existe sospecha clínica deberemos recurrir a la digestión de


las costras y a la posterior concentración de los ácaros.

Digestión de costras de sarna y concentración con sacarosa


■ Poner la muestra en tubo de ensayo con KOH al 10 % hasta el borde e incubar a 37 ºC
durante 24 horas.
■ Centrifugar a 3000 r.p.m. durante 3 minutos.
■ Eliminar el sobrenadante y añadir al sedimento el mismo volumen de sacarosa.
■ Centrifugar a 1500 r.p.m. durante un máximo de 2 minutos.
■ Añadir sacarosa al tubo hasta formar un menisco. Colocar un cubreobjetos y esperar
1 minuto.
■ Retirar el cubre y observarlo al M.O. a 400 aumentos (búsqueda de adultos, larvas y
huevos).
Demodex.

Sarcoptes. Psoroptes. Chorioptes.

25
Atlas de Parasitología ovina

Análisis de sangre
Frotis sanguíneo
Su objetivo es detectar la presencia de parásitos en el interior y exterior de las células san-
guíneas. Es fundamental realizar el frotis inmediatamente después de la extracción pues si
las células hemáticas se alteran, aunque sea mínimamente, es prácticamente imposible
detectar los hemoparásitos. El momento de la extracción es también importante, seleccio-
nando los períodos febriles para detectarlos con mayor facilidad.
■ Colocar una gota no muy grande de sangre en un extremo del portaobjetos (que debe
estar perfectamente limpio y desengrasado).
■ Desplazar rápidamente un cubreobjetos con una inclinación de unos 45º desde la parte
libre del portaobjetos hasta que contacte con la gota de sangre que se expanderá late-
ralmente. Dependiendo de la viscosidad y la cantidad de sangre, el cubreobjetos puede
inclinarse más o menos para obtener la extensión del grosor deseado.
■ Desplazar el cubreobjetos arrastrando la sangre hacia la porción libre del portaobjetos
hasta que toda la sangre quede extendida en él.
■ Secar al aire. Es conveniente secar los portaobjetos en una superficie y boca abajo para
evitar que se depositen partículas de polvo.
■ Una vez seco se fija según la técnica de tinción que vayamos a emplear (metanol puro,
May-Grünwald u otro fijador durante 3-5 minutos) y se deja secar al aire.

Una vez fijado el frotis se puede proceder a su tinción por cualquiera de los métodos
tradicionales, si bien no es necesario hacerlo con la misma urgencia que la fijación.
Como norma, para evitar que aparezcan depósitos en la preparación, conviene que los
colorantes estén recién filtrados o al menos que se filtren diariamente, siendo preferible
emplear cubetas de tinción verticales que colocar el portaobjetos horizontalmente y cu-
brirlo con colorante.

Un frotis con una sola capa de células nos facilitará la observación de los hemoparásitos tanto dentro Un frotis grueso no nos permitirá la observación
como fuera de las células. correcta de los hemoparásitos.

26
Técnicas de diagnóstico

Tinción Giemsa

1 Fijar con metanol puro durante 3-5 minutos.


2 Cubrir la preparación con el colorante de Giemsa, dejando que actúe durante 20 minu-
tos (2-3 gotas de Giemsa por ml de agua destilada).
3 Transcurrido el tiempo, lavar con agua destilada sobre el colorante hasta que el agua
salga totalmente limpia.
4 Dejar secar al aire y observar a 400 o 1000 aumentos.

Morfología
Morfología
de losde
principales
los principales
parásitos
parásitos
sanguíneos
sanguíneos
de losde
pequeños
los pequeños
rumiantes
rumiantes

Género Descripción Morfología Tamaño Hospedador Especie

Piriforme Pequeñas: Ovino


B. ovis
Oval 1-2,5 µm Caprino
Babesia Merozoítos en glóbulos rojos
Ameboide Grandes:
Redondeada Caprino B. motasi
2,5-5 µm

Merozoítos en glóbulos rojos.


Redondeadas
Con Giemsa: citoplasma eosinofílico,
Ovoides
con un grano basófilo de cromatina Ovino
Theileria Anulares 0.5-6 µm T. hirci
en un extremo. Individualizados, Caprino
Coma
parejas o tétradas (Cruz de Malta).
Varilla
Merontes en glóbulos blancos.

27
Atlas de Parasitología ovina

Recogida de garrapatas del medio ambiente


Técnica de arrastre para la recogida de garrapatas
Es un método estándar de recogida de garrapatas del suelo. Se trata de pasar una toalla de
felpa por la vegetación de tal manera que las garrapatas se prendan a él como si fuese un hos-
pedador. Su principal interés es detectar las diferentes especies de garrapatas que afectan al
ganado de cada zona y el índice de abundancia de las mismas (número de garrapatas recogi-
das cada 100 minutos de muestreo). Además nos permitirá predecir la epidemiología de dichas
especies y, en parte, la aparición de las enfermedades transmitidas por ellas. Aunque es una
técnica muy sencilla de realizar es necesario conocer la etología de cada especie (forma de
prenderse al hospedador, hábitat, etc.).

Técnica de arrastre para la recogida de garrapatas

■ Se pasa una toalla de felpa de 2 x 2 m por el suelo.


■ Cada 5 minutos se vuelve la toalla y se observan y recogen las garrapatas que se han
prendido a la misma.
■ Se muestrea un tiempo de 30 minutos y a poder ser en varias zonas de la explotación.
Recogida de garrapatas en toalla de felpa.

Técnica de recogida de hierba para la obtención


de larvas infectantes de tricostrongílidos

Su objetivo es recuperar el número de larvas infectantes (L3) de tricostrongílidos presentes en el


pasto. Su interés no es obtener un dato puntual sino establecer el grado de contaminación de
las praderas de pastoreo a lo largo de toda la temporada mediante muestreos quincenales o
mensuales, con la finalidad de determinar los periodos de mayor riesgo de infección para los
ovinos.

Técnica de recogida de la hierba


Áreas húmedas y/o praderas de regadíos parceladas.
Las praderas se muestrearán siguiendo un trayecto en zigzag de ida y otro de vuelta a modo
de “W” (100 puntos por trayecto). En cada punto del recorrido, cada 4 o 5 pasos, con la ayuda
de unas tijeras se cortará la hierba a ras de suelo o se recogerán pellizcos de hierba con la
mano en cuatro puntos (N-S-E-O) evitando coger tierra y raicillas que además de interferir en
el diagnóstico pueden contener nematodos de vida libre. Las muestras de hierba se introduci-
rán en bolsas de plástico duro (una bolsa a la ida y otra a la vuelta). En total se tomarán unas
400 tomas por muestra/bolsa que pesarán entre 250 y 500 g en función de la época del año.
Áreas secas de grandes extensiones.
Se debe seleccionar una parcela de 1-2 hectáreas, representativa del polígono de pastos, que
habitualmente sea pastada. En este caso se seguirá una trayectoria lineal en rectángulo a
modo de “U” a la ida y otra a la vuelta; cada 5-10 pasos se muestrearán 100 puntos por cada
recorrido tomando las cuatro pinzas de hierba (N-S-E-O) recogiendo por tanto un total de 400
puntos por bolsa en cada uno de los trayectos.

28
Técnicas de diagnóstico

1 Procesado y separación de larvas infectantes. Una vez que la hierba llega al laboratorio, se
pesa e introduce en cubos con agua tibia (unos 10 litros por cada 250 g) añadiendo un hu-
mectante/detergente (Tween 80 o un lavavajillas de uso doméstico), removiendo al menos
cinco minutos para facilitar el desprendimiento de las larvas. Se deja unas 24 horas en re-
mojo agitando con una varilla de vidrio de vez en cuando. Transcurrido este tiempo, se ex-
trae la hierba con un colador grande, se lava, se escurre bien y se introduce en una ban-
deja metálica para su desecación en la estufa. Una vez seca la hierba se pesa para obtener
el porcentaje de materia seca.

2 El agua del cubo y del lavado se filtra por dos tamices superpuestos de 20 y 30 cm de diá-
metro, de 150 y 20 micras de luz de malla respectivamente. En este último quedan reteni-
das las larvas. En esta operación, a medida que vertemos el agua del cubo sobre el tamiz
vamos lavando el mismo con agua tibia a presión para facilitar el filtrado. El sedimento rete-
nido por el segundo tamiz se traspasa a un bote de plástico de 100 ml aclarando bien el
mismo para que no queden residuos.

3 Se guardan en refrigeración y a las 24 horas, evitando agitar el bote, se quita el sobrena-


dante con una trompa de vacío hasta dejar un sedimento de 20-30 ml que se introduce en
una probeta graduada (lavando bien el bote) y enrasando hasta conseguir un volumen final
de 30-40 ml.

4 Se homogeniza el contenido de la probeta soplando con una pipeta “de boca ancha” y se
toma una parte alícuota (5 ml por muestra procesada) que introducimos en tubos anchos
de centrífuga de cabezal oscilante, rellenando los mismos con solución salina hasta dejar
un menisco ligeramente convexo al que se adhiere un cubreobjetos sin derramar líquido.
Se centrifuga a 3000 r.p.m. durante 5 minutos.

5 Se centrifuga tres veces, removiendo el sedimento, con una varilla fina, para evitar que el
sedimento retenga larvas. Después de cada centrifugación, el cubreobjetos se deposita en
un portaobjetos sobre el que hemos puesto una gota de lugol. Los nematodos de vida li-
bre, al no poseer vaina, se tiñen más intensamente que las larvas infectantes de nemato-
dos gastrointestinales.

6 Las larvas se identifican de igual manera que las obtenidas en el coprocultivo.

Cálculo de la carga parasitaria de la muestra


En el microscopio óptico se cuentan las larvas existentes en los tres cubreobjetos. Este nú-
mero representa al total de larvas en la alícuota (5 ml), por lo que deberemos multiplicar por
seis o por ocho (según hayamos enrasado el sedimento en la probeta a 30 o 40 ml, res-
pectivamente) y luego se multiplica por mil y se divide por el peso de la hierba (una vez
seca) para saber el número total de larvas infectantes por kilo de materia seca de hierba.

29
Atlas de Parasitología ovina

Análisis post mórtem: necropsia


Las metodologías anteriores son de gran valor diagnóstico a pesar de su relativa sencillez;
no obstante, al tratarse de determinaciones indirectas no siempre reflejan fielmente la carga
parasitaria del animal. Por ello, ante un proceso morboso que produce bajas o graves des-
censos en la producción, debemos recurrir a la necropsia de los animales muertos o in-
cluso en ocasiones es recomendable el sacrificio de algún animal con sintomatología. El
objetivo de la necropsia es la valoración de la carga parásita, esto es, separar a los parási-
tos del contenido y de las paredes de las diferentes vísceras, contarlos e identificarlos. Por
ello, omitimos una serie de procedimientos habituales en una necropsia reglada y nos re-
ferimos exclusivamente a aquellos de interés para el diagnóstico de las parasitosis. Esto no
quiere decir que la necropsia no deba ser sistemática, ordenada y completa. Todo el per-
sonal que intervenga en la necropsia debe utilizar guantes y demás vestuario protector del
que se pueda disponer.
La necropsia parasitológica debe ser realizada inmediatamente después del sacrificio,
en caso contrario, el cadáver debe mantenerse en refrigeración. Si no hay más remedio, se
puede conservar mucho más tiempo en formol 10 % o alcohol 70 %, o bien en congela-
ción, pero luego la necropsia y el procesado, recuperación, montaje e identificación de los
parásitos es algo más complicado.
Los principales inconvenientes del estudio post mórtem son el coste económico y que
la eficacia de la técnica depende, en muchos casos, de la rapidez de actuación, siendo
muy importante realizar la necropsia en el menor tiempo posible desde la muerte del ani-
mal. Sin embargo, generalmente obtendremos la mejor información posible acerca del ni-
vel de parasitación y además podremos investigar otros procesos morbosos que pudieran
complicar el cuadro clínico.

Protocolo

Antes del sacrificio se tomarán muestras de


sangre así como otras muestras que consi-
deremos oportunas según las enfermeda-
des de origen no parasitario más frecuentes
de la zona. Tras el mismo, haremos una ins-
pección externa completa en busca de le-
siones y/o ectoparásitos y anotaremos los
signos clínicos visibles, casi nunca patogno-
mónicos (diarrea, anorexia, secreción nasal,
anemia, etc.).

Extracción de sangre.

30
Técnicas de diagnóstico

Lesiones costrosas. Síntoma de cenurosis.

Exceso de secreción mucosa. Edema submandibular.

Diarrea en cordero de pocos días de vida. Garrapatas y miasis en un muflón.

31
Atlas de Parasitología ovina

A continuación empezaremos el examen interno abriendo ca- En la cavidad torácica se procederá de igual manera procu-
vidad abdominal por la línea alba. Haremos una inspección en rando extraer la tráquea y el esófago junto con los pulmones y el
busca de lesiones macroscópicas o la posible presencia de filaroi- corazón. En este caso aprovecharemos para observar la presen-
deos o de metacestodos. Seguidamente, extraeremos todas las cia de nódulos, lesiones a nivel pulmonar, cisticercos en corazón
vísceras en bloque y las depositaremos extendidas sobre una su- o diafragma y para tomar algunas muestras de músculo diafrag-
perficie limpia. Examinaremos éstas externamente y procedere- mático, intercostal, etc.
mos a separarlas. Si no se va a procesar inmediatamente el tracto Una vez hecha la evisceración, procederemos a la inspección
digestivo, realizaremos dobles ligaduras entre las diversas porcio- de la canal en busca de lesiones, quistes, cisticercos, etc. Mu-
nes y cortaremos y separaremos abomaso, intestino delgado, in- chas veces no hay signos evidentes en la canal, pero sí se pue-
testino grueso, etc. evitando así la pérdida de contenido o su tras- den observar ciertos signos que apotarán información para llegar
paso de unas a otras. Cada víscera o porción anatómica se debe a un diagnóstico (cantidad y coloración de la grasa, atrofia de ór-
introducir en un recipiente hermético debidamente etiquetado. De ganos, pérdida de masa muscular…).
la última porción del recto se extraerá una cantidad de heces sufi- La cabeza se recogerá íntegramente para su estudio en el
ciente para la realización de los análisis coprológicos pertinentes. laboratorio o bien se puede proceder a su apertura in situ según
se indica más adelante.

Apertura de cavidad abdominal por línea alba. Evisceración.

Separación de las distintas porciones. Riñón atrofiado.

32
Técnicas de diagnóstico

Atrofia auricular.

Hematomas en el ciego. Vejiga repleta.

33
Atlas de Parasitología ovina

Procesado individual de las distintas vísceras o sistemas


Cabeza
Se hace una primera inspección externa y en el caso de infecciones intensas podemos ver
larvas de moscas en fosas nasales, boca o faringe. Si un cenuro produce atrofia en los
huesos craneales, se puede palpar una zona que cede a la presión. Con un serrucho eléc-
trico o con la ayuda de un hacha pequeña y un martillo se abre longitudinalmente la cabeza
(previamente se retira la piel en la zona de corte). Una vez abierta, se observan las fosas y
senos nasales, faringe, laringe, ojos, coanas, cerebro y cerebelo en busca de larvas de
oéstridos (Oestrus ovis) o de cenuros (Coenurus cerebralis). A continuación, al retirar la
masa encefálica se observa el espacio subdural en busca de nematodos filaroideos, muy
poco frecuentes en los ovinos españoles.

Esófago
Externamente se buscarán macroquistes de sarcosporidios [Sarcocystis ovifelis (gigantea)].
Posteriormente realizar una apertura longitudinal y observar la mucosa en busca de adul-
tos de Gongylonema pulchrum o sus trayectos sinuosos.
Larva de oéstrido.
Tracto respiratorio
En el parénquima pulmonar se buscarán abscesos, quistes hidatídicos o nódulos parasita-
rios debidos a protostrongílidos. Al abrir longitudinalmente la tráquea, los bronquios y los
bronquiolos, con frecuencia encontraremos las vías respiratorias llenas de espuma, sangre
y restos de comida, por lo que se lavarán con agua templada con cuidado para no arras-
trar y perder los parásitos.

El esófago debe observarse externamente Absceso pulmonar.


antes de ser abierto en toda su longitud.

Nódulo parasitario. Nódulo parasitario. Apertura de tráquea.

34
Técnicas de diagnóstico

En la tráquea y los grandes bronquios pueden evidenciarse fácilmente adultos de


Dictyocaulus filaria; mientras en los bronquiolos o en el parénquima se encuentran los “nó-
dulos verminosos” y “nódulos de cría” producidos por los protostrongílidos (Protostrongy-
lus, Neostrongylus, Cystocaulus y Muellerius).
Los nódulos verminosos debidos a Cystocaulus ocreatus tienen aspecto quístico y co-
lor pardo oscuro (como perdigones) mientras que los debidos a Muellerius capillaris varían
del color amarillo al gris y son bastante consistentes. Los nódulos de cría son más difusos
y prominentes, de color gris a amarillo.
Bajo la lupa se pueden comprimir los nódulos verminosos entre dos portaobjetos grue-
sos y extraer los vermes tirando de ellos con unas pinzas. También se puede realizar el
corte de un nódulo en una placa de Petri con solución salina fisiológica y examinar el con-
tenido en el que pueden observarse pre-adultos, adultos, huevos y larvas.
Los estadios larvarios de Dictyocaulus también pueden recuperarse abriendo los con-
ductos respiratorios más estrechos y volcando el contenido (conductos abiertos hacia
abajo) en un aparato de Baermann con agua caliente. Al cabo de varias horas las larvas
habrán caído al cuello del embudo.

Panza
Se puede realizar la apertura y el examen del contenido de la panza, pero el trabajo que
conlleva y la poca información que proporciona hace que no sea una práctica habitual. En
zonas endémicas sí es interesante examinar la mucosa en busca de ejemplares de Param-
phistomum cervi y Gongylonema pulchrum o sus lesiones.

Bonete y librillo
No tiene interés desde el punto de vista del
diagnóstico de las helmintosis digestivas.

Cuajar
Es la porción digestiva de mayor interés
para el estudio de las tricostrongilidosis. El
procedimiento comienza con la apertura a
través de la curvatura mayor (por la menor
irrigación sanguínea de esta zona) y el lavado
de la mucosa con agua caliente para que se
desprendan los vermes. Es importante ob-
servar la superficie de la mucosa del cuajar
en busca de lesiones o de vermes que pu-
diesen quedar adheridos, teniendo en
cuenta que hay unas preferencias por zonas
según la especie (Teladorsagia circumcincta
en antro pilórico, Trichostrongylus axei en
porción cárdica y Haemonchus contortus en
porción proximal o fundus). Hay que lavar
cuantas veces sea necesario hasta que no
Tricostrongílidos en la mucosa gástrica.

35
Atlas de Parasitología ovina

queden vermes en la mucosa. Todo el material (contenido gástrico propiamente dicho más
el material de lavado) se recoge en un cubo de entre ocho y diez litros de capacidad. Pos-
teriormente se vierte en un tamiz de 150 µm de diámetro de luz de malla para retener los
vermes; con agua a presión forzamos el filtrado y eliminamos partículas colorantes quedando
al final una pequeña cantidad de material gástrico retenido por el tamiz. En caso de que el
contenido gástrico tenga partículas muy grandes se puede filtrar previamente a través de
un tamiz de 1 mm de diámetro de poro que retendrá las partículas más gruesas.
Si el volumen de contenido es muy grande, se puede examinar una parte alícuota re-
presentativa del total. Para ello, el material retenido en el tamiz se vierte en un vaso de pre-
cipitado de uno o dos litros. Se añade agua enrasando a un litro, se homogeniza (con un
agitador magnético o removiendo con una varilla de vidrio) y se extraen dos muestras de
100 o 200 ml (10 o 20 %, respectivamente). La primera muestra se analiza y la segunda
se conserva en alcohol de 70 % o formol al 10 % por si es necesaria alguna confirmación
posterior.
Las principales lesiones del cuajar son hiperplasia gástrica, nódulos de 2-3 mm, petequias
y erosiones o gastritis catarral. En cortes histológicos podemos ver las larvas de Ostertagia
en el interior de las glándulas gástricas.

Lesiones en la mucosa gástrica debidas a las larvas de Ostertagia.

Intestino delgado
Se estira en toda su longitud para separarlo del omento y de la grasa (cuanto antes se
haga más fácil será ya que si pasa cierto tiempo el intestino se romperá con frecuencia y
además de ser incómodo y sucio, se perderá parte del contenido). Después se vacía en un
cubo mediante presión con los dedos y, una vez vacío, se abre longitudinalmente con la
ayuda de unas tijeras de punta roma y se lava la mucosa intestinal con agua corriente tem-
plada. Es importante tener especial cuidado en el procesado del duodeno pues aquí es
donde se localizan la mayoría de los vermes excepto Bunostomum que suele estar en ye-
yuno e ileon. Algunos autores recomiendan dividir el intestino delgado en segmentos de

36
Técnicas de diagnóstico

30-40 cm para ser lavados interiormente introduciendo agua tibia a presión. El tamizado se
hace de la misma forma que el del cuajar, aunque es un proceso algo más complicado por
la grasa que lo rodea.
El intestino delgado tiene normalmente menos cantidad de vermes que el cuajar pero
es importante pues es el lugar de localización habitual de los cestodos adultos (Moniezia
expansa, que generalmente sólo encontraremos en individuos jóvenes) y de algunas espe-
cies de nematodos que no detectaremos en el abomaso como las Nematodirus spp., la
mayoría de las Trichostrongylus spp., algunas especies del grupo Ostertagia, Bunostomum
trigonocephalum, Cooperia spp., Strongyloides papillosus, etc. En áreas endémicas es po-
sible encontrar ejemplares inmaduros de Paramphistomum cervi.
En el intestino delgado se puede apreciar enteritis, atrofia de las vellosidades, exudado
catarral diftérico, hemorragias. Ante la sospecha clínica de coccidiosis se puede realizar un
raspado confirmatorio. Se aísla una parte de intestino afectado y se abre longitudinalmente,
el contenido se lava en solución salina fisiológica y el tramo de intestino abierto se dispone
sobre una mesa con la mucosa hacia arriba. Se hace pasar un cubreobjetos por la mu-
cosa raspando ligeramente. Se coloca el raspado sobre un portaobjetos y se observa al
microscopio para evidenciar las distintas fases del ciclo endógeno de los coccidios.

La separación del intestino delgado del


omento y la grasa mesentérica facilita su
apertura y lavado posterior.

En individuos jóvenes es posible encontrar


cestodos adultos que deben extraerse con
cuidado.

37
Atlas de Parasitología ovina

Ciego
Se abre longitudinalmente, se lava la mucosa con agua templada y el contenido se recoge
en un cubo. En este caso no es necesario tamizar y la recuperación de vermes se hace sin
la ayuda de la lupa, vertiendo el contenido en bandejas oscuras. Aquí podemos encontrar
otros estrongilados intestinales de color blanquecino y relativamente grandes como Cha-
bertia ovina, Oesophagostomum spp. o Trichuris spp. No suelen estar en gran cantidad
pero su frecuencia de aparición es muy alta.
Las lesiones que producen estos estrongilados en el ciego son enteritis mucosa, úlce-
ras, nódulos de hasta 1 cm de diámetro y tiflitis.

Colon
Se procesa de forma similar a los anteriores. En el colon hay menos cantidad de vermes y
con escasa patogenicidad por lo que normalmente no se procesa; sin embargo, sólo aquí
podremos encontrar ciertas especies como Skrjabinema ovis y también algunas proceden-
tes de las porciones anteriores que sean arrastradas con las heces.

Recto
El único interés para el diagnóstico es el poder recoger muestras de heces para la coprología.

Hígado
En primer lugar se observa el parénquima hepático en busca de lesiones (por ejemplo,
moteado de pequeñas hemorragias en la dicroceliosis) y/o quistes; posteriormente se lava
la cápsula con solución salina fisiológica y se harán una serie de cortes longitudinales a
los conductos biliares, vasos sanguíneos y a los posibles hematomas para detectar a los
parásitos y las lesiones producidas por ellos. Los ejemplares observados se recogerán e
introducirán en solución salina fisiológica caliente. Luego se corta el hígado en trozos de
1 x 5 cm que se estrujan en solución salina fisiológica. Se tamiza toda la solución salina
(tamiz de 300 micras) y las fasciolas y dicrocelios quedarán retenidas por éste.

La palpación del hígado nos puede ayudar a


localizar nódulos internos.

38
Técnicas de diagnóstico

Calcificación en borde apical del hígado. Fasciola hepatica.

En el parénquima se pueden observar fases larvarias de cestodos. Así, el quiste hidatí-


dico (fase larvaria de Echinococcus granulosus) aparece como estructuras redondeadas,
opacas y llenas de líquido generalmente traslúcido y que pueden tener gran tamaño; o los
cisticercos (fases larvarias de algunas Taenia spp. cuyas fases adultas se encuentran en
carnívoros) que son transparentes con un único protoescolex macroscópico y se localizan
en la superficie del hígado. En conductos hepáticos podremos encontrar Fasciola y Dicro-
coelium. En ciervos podemos encontrar con relativa frecuencia un nematodo Elaeophora
elaphi en los vasos del sistema porta por lo que no debemos descartar su presencia en
pequeños rumiantes en áreas en los que compartan hábitat.

Vesícula biliar
La vesícula biliar se abre y se vacía en un recipiente de vidrio (cristalizador, placa de Petri
grande, etc.) con solución salina fisiológica. Se tamiza a través de un filtro de 20 micras, se
lava el tamiz arrastrando el material retenido y se lleva a una copa de sedimentación pe-
queña donde se concentran los adultos y los huevos de Fasciola hepatica y Dicrocoelium
dendriticum que pudiera haber en la bilis y, finalmente, examinamos el sedimento entre

Microquiste de Sarcocystis sp.


porta y cubreobjetos.

Músculo
Se toman porciones pequeñas de músculo cardiaco, esofágico, lin-
gual, intercostal y diafragmático, fundamentalmente. Aquí se pueden
detectar varias especies de Sarcocystis, algunas como S. gigantea
y S.moulei producen quistes que se rodean de una segunda cápsu-
la (además de la propia pared del quiste) y son visibles macroscópi-
camente, como granos de arroz. Por el contrario, la mayoría de las
especies (S.tenella, S.arieticanis, S.medusiformis, S.capracanis,
S.hircicanis) producen quistes microscópicos que sólo podremos ob-
servar al microscopio óptico mediante triquineloscopia o por diges-
tión artificial en tripsina.

39
Atlas de Parasitología ovina

Recuperación de los helmintos


de los contenidos obtenidos
Se vierte el contenido poco a poco en placas de Petri y se observa en el microscopio este-
reoscópico a 8-10 aumentos. Los nematodos se recogen con la ayuda de una aguja en-
tomológica con la punta doblada a modo de gancho o bien con un pincel fino. Se hace
una primera separación por tamaño y sexo (los machos se diferencian fácilmente por la
presencia de la bolsa copuladora en la mayoría de las especies o la terminación en tirabu-
zón) y se almacenan en pocillos con alcohol 70 % o formol al 10 %. Este apartado requiere
paciencia al realizarse la observación de muy poca cantidad de contenido en la placa de
Petri (si añadimos mucha cantidad, el propio contenido ocultará la presencia de algunos
vermes, sobre todo los más pequeños como Trichostrongylus o Cooperia).
Los nematodos del ciego son visibles a simple vista por lo que se observa la totalidad
del contenido vertiéndolo poco a poco en bandejas metálicas o de plástico oscuro. La
bandeja se mueve varias veces de arriba abajo y de izquierda a derecha de tal forma que el
contenido se desplaza ligeramente en la bandeja y resaltan los vermes blanquecinos que
son visibles perfectamente y se recogen con la ayuda de un pincel fino o una aguja enman-
gada.
Los cestodos deben recogerse enteros a ser posible, siendo fundamental recoger el
extremo anterior para la identificación. Los trematodos del hígado son igualmente lo sufi-
cientemente grandes para, una vez concentrados, ser recogidos a simple vista vertiendo
poco a poco el sedimento obtenido en placas de Petri.

Preparación, lavado, fijación y/o montaje


Para la correcta visualización e identificación de los parásitos se realizan preparaciones se-
mipermanentes o permanentes en diversos medios de montaje y si queremos conservar-
las, éstas se deben sellar.

Nematodos
Para evitar la desecación, pueden ser lavados en solución salina fisiológica caliente o en
formol al 10 % agitando de vez en cuando y cambiando varias veces la solución salina.
Como estos vermes tienen normalmente la cutícula gruesa los pasaremos a alcohol de 70 %
caliente (70-80 ºC) para que se estiren y se fijen. Una vez fijados, se dejan enfriar y se pue-
den conservar en alcohol 70 %, formol 10 % o formol 4 % y acético 10 %. Con alcohol, los
vermes quedan menos rígidos que con formalina. Si los vermes son muy pequeños, se
pueden montar directamente en suero fisiológico o en lactofenol azul de algodón que ade-
más de servir como medio de montaje es un aclarante que actúa lentamente y permite la
observación de algunas estructuras internas necesarias para la identificación.

40
Técnicas de diagnóstico

Identificación de adultos de NGI (Nematodos gastrointestinales)


Para facilitar la identificación, podemos separar los nematodos gastrointestinales en dos
grandes grupos, los tricostrongílidos: Ostertagia, Trichostrongylus, Nematodirus, etc. y
otros estrongilados gastrointestinales. Estos últimos pueden identificarse fácilmente a ni-
vel de género con tan sólo observar la cavidad bucal (Bunostomum, Chabertia, Oesopha-
gostomum) o por poseer una parte anterior (esófago) mucho más delgada que la posterior
(Trichuris). Las hembras de Trichuris están ligeramente curvadas en su porción posterior y
casi siempre repletas de huevos mientras que en los machos es fácil observar la fuerte es-
pícula copuladora y su vaina característica y la porción final muy curvada.

Estrongilados gastrointestinales

Cavidad bucal de Bunostomum. Cavidad bucal de Chabertia.

Cavidad bucal de Oesophagostomum. Extremo posterior de macho de Trichuris.

41
Atlas de Parasitología ovina

Tricostrongílidos
La identificación específica de los tricostrongílidos es más compleja y requiere de cierta ex-
periencia. No obstante, la clasificación a nivel de género es bastante fácil siguiendo una
clave más o menos sencilla teniendo en cuenta la presencia o ausencia de ciertas estruc-
turas como las siguientes:

Vesícula cefálica. Espina en el extremo caudal.

Depresión cuticular en el extremo anterior. Papilas cervicales.

42
Técnicas de diagnóstico

Clave para la clasificación a nivel de género


Presencia de vesícula cefálica

Nematodirus
■ Machos con espículas largas y filiformes, sobresalen de la bolsa,
costilla dorsal doble.
■ Hembras con espina en su extremo caudal (excepto N. Battus).

Cooperia
■ Machos con espículas cortas, retorcidas y gruesas, una sola costilla dorsal.
■ Hembras con extremo caudal afilado pero sin espina.

Ausencia de vesícula cefálica

Ausencia de papilas cervicales


■ Trichostrongylus
Se caracteriza por una depresión cuticular en el extremo anterior.
Presencia de papilas cervicales
■ Papilas cervicales muy grandes: Haemonchus.
■ Machos con lóbulo dorsal asimétrico cuyas costillas forman una “Y”.
■ Hembras con úteros enrollados alrededor del intestino
lo que le da un aspecto de tirabuzón.
■ Papilas cervicales muy pequeñas y difíciles de observar: grupo Ostertagia.
■ Machos con lóbulo dorsal simétrico y úteros no enrollados:
Ostertagia, Teladorsagia
■ Machos con espículas ramificadas.
■ En las hembras maduras se pueden observar huevos de tipo estrongilado
de mediano tamaño (80-103 x 40-56 µm), grisáceos, ovales a elipsoidales,
no muy anchos, con una mórula con muchos blastómeros pequeños que
puede ocupar todo el huevo o sólo la parte central.
Marshallagia
■ Machos con espículas no ramificadas.
■ En las hembras maduras se pueden observar huevos grandes
(160-200 x 67-110 µm) de bordes paralelos con un extremo redondeado.
En su interior se ve una mórula de 16 a 32 blastómeros.

Cestodos
Deben procesarse en un recipiente lo suficientemente grande para que se estiren sin que
se anuden. Su procesado es complicado, siendo necesario eliminar restos de contenido
digestivo y/o del conservante inicial antes de su montaje. Para ello, primero hay que lavar-
los, luego se vuelven a fijar, teñir y posteriormente ya se pueden montar. Como son muy
grandes y gruesos, se cortan fragmentos representativos (escólex, anillos inmaduros, ma-
duros y grávidos) que se colocan entre dos portaobjetos fuertemente comprimidos (me-
diante gomas elásticas, colocando peso encima, etc).

43
Atlas de Parasitología ovina

Lavado
Los cestodos pequeños se sumergen en agua corriente constantemente renovada durante
24 h (si no es suficiente, se tratan con H2O2 2-10 % hasta que queden blancos y relajados).
Los de tamaño mediano a grande se lavan bajo un chorro de agua del grifo, en un Erlenme-
yer y seguidamente se introducen en pepsina en una estufa a 38 ºC más de 10 minutos (en
la mayoría de los casos casi 24 horas) hasta distinguir los órganos internos en el estereomi-
croscopio. A continuación se lavan con agua destilada fría y se realiza una deshidratación
progresiva en batería de alcoholes: 20-30-50-65 y 70 % (10 minutos en cada uno).

Fijación
En ambos casos por inmersión en etanol 70 %.

Tinción
■ Aclarar en una placa de Petri con alcohol acético (50 % de ácido acético glacial al 1 %
y 50 % de etanol de 70 %) (pequeños: 1 h, 30 min; grandes: 24 h o más) vigilando a lo
largo del aclarado en el estereomicroscopio.
■ Teñir (sin eliminar el acético) en placa de Petri con carmín acético de Semichón (5-30
minutos).
■ Decolorar las capas externas sumergiendo los vermes en una placa de Petri con una
solución de ácido acético glacial (del 1 %, hasta el 50 %) y etanol de 70 % (10-30 minu-
tos), agitando y renovando la solución según se va coloreando al desteñirse el cestodo.
Una vez decolorado se sumerge en etanol de 70 % para eliminar los restos de acético.
■ Deshidratar (para evitar la oxidación que oscurecería la preparación): sumergir el ces-
todo en una batería de alcoholes en placas de Petri con: etanol de 80 % (10 minutos),
de 90 % (10 minutos), absoluto (10 minutos) y finalmente, alcohol isopropílico (5 minu-
tos) (ya que el acohol absoluto se hidrata rápidamente).
■ Aclarar (para transparentar la cutícula y observar los órganos internos) introduciendo los
vermes en xilol durante un máximo de 5 minutos.

Anillos de Moniezia.

44
Técnicas de diagnóstico

Trematodos
Se pueden procesar de manera similar a los cestodos, lavándolos varias veces con solu-
ción salina fisiológica (para que escupan la sangre ingerida) si bien en este caso ya antes
de la fijación podemos observar muchos órganos en su interior. Como fijador podemos
usar formol al 10 % agitando constantemente para evitar la contracción de los ejemplares.
Una vez fijados se pueden conservar en formol al 3 %.
En general, una vez procesados los ejemplares, se colocan entre porta y cubreobjetos
en un medio de montaje (Bálsamo de Canadá, glicerogelatina, goma arábiga, etc.) y se ob-
servan al microscopio. A veces puede ser interesante el montaje directamente en el acla-
rante, se deja pasar cierto tiempo para que los vermes se transparenten y las preparacio-
nes ya estarán listas para su estudio al microscopio óptico. Si los ejemplares son muy
gruesos o queremos observar mejor las estructuras internas, podemos teñirlos. Entre las
técnicas de tinción para los helmintos destacan el lactofenol azul de algodón, la hematoxi-
lina de Ehrlich, la tinción tricrómica de Horen, etc.

Esquema básico de trematodo.

Localización de otros endoparásitos de los ovinos (excepto helmintos adultos de localización visceral)
Localización Parásitos
Esófago Protozoos Sarcocystis
Eimeria
Intestino delgado Protozoos
Aparato digestivo Cryptosporidium

Quiste hidatídico
Hígado Metacestodos
Cisticercus
Fosas nasales Artrópodos Oestrus
Aparato respiratorio Quiste hidatídico
Pulmón Metacestodos
Cisticercus

Babesia
Protozoos Theileria
Aparato circulatorio Sangre Trypanosoma

Trematodos Schistosoma
Sistema nervioso Médula espinal y cerebro Metacestodos Coenurus
Músculo estriado, corazón, Protozoos Sarcocystis
Parasitosis sistémicas esófago, diafragma Metacestodos Cisticercus
Músculo y SNC Protozoos Toxoplasma

45
Atlas de Parasitología ovina

1 Esófago
Gongylonema
2 Ciego
Chabertia
Oesophagostomum
1 Skrjabinema
2 Trichuris
3 Colon
Skrjabinema
4 Broncopulmonares
3 Dictyocaulus
Protostrongylus
Cystocaulus
4 Muellerius
6
Neostrongylus
5 Hígado
Dicrocoelium
Fasciola
6 Intestino delgado
5
Bunostomum
Capillaria
Cooperia
Nematodirus
Oesophagostomum
Ostertagiinae
Strongyloides
Trichostrongylus
Avitellina
Moniezia
8 Stilesia
Thysaniezia
7 7 Cuajar
Haemonchus
Ostertagiinae
Trichostrongylus
8 Panza
Paramphistomum
Localización visceral de los principales helmintos de los pequeños rumiantes. Gongylonema

46
Protozoos
Trematodos
Cestodos
Nematodos
Artrópodos
Protozoos
Protozoos

Protozoos
Los protozoos son organismos unicelulares, eucariotas con un tamaño muy variable (1-500
µm). Según sus mecanismos de movilidad los protozoos parásitos se pueden dividir en ci-
liados, flagelados, ameboides o apicomplexa. Estos últimos son los más complejos y en fun-
ción de los cuadros clínicos que producen, podemos clasificarlos en protozoos digestivos
(Cryptosporidium y Eimeria), hemáticos (Babesia y Theileria) y tisulares (destacando Toxo-
plasma por sus connotaciones en salud pública). Están muy adaptados a la fisiología de los
ovinos, con ciclos biológicos muy complejos con reproducción sexual y asexual (división bi-
naria, gemación, división múltiple o esquizogonia y/o endodiogenia y endopoligenia). Los tro-
fozoítos son formas activas, adaptadas a la vida parasitaria en tejidos y cavidades del hos-
pedador pero incapaces de resistir mucho tiempo las condiciones del medio externo y
generalmente tienen un núcleo. Para garantizar la supervivencia en el medio ambiente de-
sarrollan formas de resistencia, quistes u ooquistes, al revestirse de cubiertas que ellos mis-
mos segregan y dentro de las cuales hay una vida latente. Las sustancias de reserva le per-
miten continuar su desarrollo cuando corresponda y en algunos casos llevar a cabo la
multiplicación de los núcleos.

Encuadre taxonómico
Reino Protozoa

Phylum Sarcomastigophora Phylum Apicomplexa

Subphylum Mastigophora

Orden Diplomonadida
Suborden Eimeriorina Suborden Piroplasmorina

Familia Hexamitidae Familia Eimeriidae Familia Babesidae


Género Giardia Género Eimeria Género Babesia

Familia Cryptosporiidae Familia Theileridae


Género Cryptosporidium Género Theileria

Familia Sarcocystidae
Género Toxoplasma
Género Sarcocystis
Género Besnoitia

49
Atlas de Parasitología ovina
Ciclos biológicos

Protozoos digestivos
El ciclo biológico de los coccidios comienza con la ingestión del ooquiste microgamonte origina numerosos gametos masculinos flagelados por
esporulado que se rompe y emergen los esporoquistes. Una vez libe- esquizogonia. El macrogamonte se transforma en macrogameto feme-
rado el esporozoíto, penetra dentro de la célula intestinal y se transforma nino. El microgameto fecunda al macrogameto originándose el cigoto.
en trofozoíto dentro de una vacuola parasitófora. Las fases inmaduras El cigoto se rodea de una doble envoltura formándose el ooquiste inma-
de Eimeria se localizan a nivel intracelular mientras que las fases de duro (no infectante) que sale al exterior con las heces. En las eimerias la
Cryptosporidium se sitúan a nivel intramembranoso. El trofozoíto divide fase final del ciclo, esporogonia, que tiene lugar en el medio ambiente
por merogonia-esquizogonia formando el meronte-esquizonte, con nu- tiene como objetivo la maduración de los ooquistes (conteniendo cua-
merosas células hijas denominadas merozoítos que rompen la célula epi- tro esporoquistes con dos esporozoítos cada uno) y hacerlos infectan-
telial e invaden nuevas células y repiten el proceso, desarrollándose va- tes. En Cryptosporidium las tres fases del ciclo son endógenas, produ-
rias generaciones de merozoítos. En un momento dado, los merozoítos ciéndose la esporogonia en el epitelio intestinal por lo que los ooquistes
se diferencian en gamontes y van a sufrir el proceso de gametogonia. son infectantes (contienen cuatro esporozoítos) en el momento de ser
Unos se transforman en macrogamontes y otros en microgamontes. El eliminados.

merozoíto gamontes
cigoto
onia
etog
Gam
trofozoíto
esporozoíto Esporogonia

nia
ogo ooquiste
iz
qu
Es

ooquiste esporulado
Eimeria spp.
Cryptosporidium
esporoquiste

ooquiste
esporozoíto inmaduro

onia
porog
Es
esporoquiste

50
Protozoos
Ciclos biológicos

Protozoos hemáticos
Babesiosis-theileriosis
Son heteroxenos obligados, desarrollándose en la garrapata la división En el caso de Theileria los esporozoítos penetran en linfocitos
sexual –gametogonia– (por lo que técnicamente sería el hospedador de- donde se produce una primera reproducción asexual, esquizogonia,
finitivo) y esporogonia y en el rumiante (hospedador intermediario) la di- y se forman esquizontes de dos tipos, macro y microesquizonte tam-
visión binaria. Tras varios días prendida, una garrapata infectada –con bién llamados cuerpos azules de Koch. Tras una segunda esquizogo-
esporozoítos en sus glándulas salivares– es capaz de inocular estos es- nia se forman los merozoítos que son liberados e invaden glóbulos ro-
porozoítos en el hospedador al cabo de cierto tiempo. jos. El ciclo continúa cuando una nueva garrapata se alimenta sobre
En el caso de Babesia los esporozoítos penetran en los glóbulos ro- el rumiante infectado succionando los merozoítos que se liberan en el
jos y se dividen por fisión binaria. Los merozoítos ingeridos por la ga- intestino y se convierten en formas estrelladas, macro y microgamonte.
rrapata durante la ingesta de sangre, son liberados en el intestino de Seguidamente se produce la gametogonia y la consiguiente formación
la garrapata experimentando una transformación a macro y microga- del ooquineto que, coincidiendo con la fase de muda de la garrapata,
montes. Seguidamente se produce la fusión de los gametos y la for- abandona el intestino y pasa a la hemolinfa llegando a distintos tejidos,
mación del ooquineto, que es móvil y atraviesa el intestino de la garra- entre ellos las glándulas salivares, donde tiene lugar la esporogonia de
pata y a través de la hemolinfa llega a distintos tejidos, donde tiene lugar la que saldrán los esporozoitos que serán inoculados a un nuevo hos-
la esporogonia. Si el ixódido es una hembra, hay una transmisión tran- pedador cuando el nuevo estadio de garrapata se alimente. La trans-
sovárica del parásito a las siguientes generaciones de garrapatas. Los misión de las theilerias es, por tanto, transestádica si bien existe la
esporozoítos migrarán a las glándulas salivares de estas nuevas garra- transmisión mecánica.
patas, donde permanecen hasta que se alimenten en un hospedador
y le transmitan los esporozoítos. ninfa
adulta
merozoíto
merozoíto

ia
adulta gon
squizo
E
ria
ón bina
Fisi
larva
macrogamonte
esporozoíto y microgamonte

Theileria

esporozoíto Babesia

larva
cigoto

transmisión
transovárica

ia
on
tog ninfa
e
m
ooquineto Ga muda
Esporo
gonia

transmisión esporozoíto
transestádica
adulta

51
Atlas de Parasitología ovina
Protozoos digestivos

Protozoos digestivos
Cryptosporidium parvum

Localización: en cortes histológicos se pueden


observar, en el borde ciliado de los enterocitos,
(sobre todo en yeyuno e ileon) los trofozoítos,
con localización intracelular pero extracitoplás-
mica, produciendo atrofia parcial y fusión de las
vellosidades intestinales.
Tamaño: son muy pequeños (4-5 µm) y ya
desde su eliminación en las heces contienen 4
esporozoítos infectantes. Por su reducido ta-
maño se debe recurrir a la tinción de las heces
para observarlos. Con la tinción de Heine los
ooquistes se ven refringentes (tinción negativa)
sobre un fondo fucsia mientras que con la tinción
de Ziehl-Neelsen se ven teñidos de un color Tinción de Heine para Cryptosporidium.
rosa no uniforme sobre un fondo azul verdoso.
Morfología: los ooquistes de Cryptosporidium
parvum son esféricos.

Tinción de Zielh Neelsen para Cryptosporidium.

52
Protozoos
Protozoos digestivos

Eimeria spp.

Localización: Intestino delgado y grueso.


Tamaño: el tamaño del ooquiste es muy variable
(1-67 x 10-35 µm, ver tabla capítulo 1).
Morfología: en el momento de ser eliminados no
son infectantes y contienen un cigoto cuya mor-
fología también varía: esférica, subesférica,
ovoide o elipsoidal, pudiéndose observar en la
cubierta de la mayoría de las especies un micro-
pilo con una cápsula micropilar.
Las infecciones monoespecíficas son infre-
cuentes por lo que en el McMaster se suele de-
tectar la presencia de ooquistes no esporulados
de varias especies. Las diferencias morfométricas
entre dichas especies de Eimeria no permiten
una fácil diferenciación por lo que es preferible ha-
Ooquistes de Elimeria recién eliminados (sin esporular). cerlos esporular para su identificación específica.
El ooquiste esporulado presenta la fórmula
4 x 2 (cuatro esporoquistes con dos esporozoí-
tos cada uno), en su interior se puede observar
el gránulo polar y el residuo ooquístico.
Los esporoquistes son alargados con un
extremo más afilado donde se encuentra el
cuerpo de Stieda. En su interior contienen dos
esporozoítos y un residuo esporoquístico. Los
esporozoítos también son alargados con dos
vacuolas o gránulos refráctiles, una muy grande
en el extremo más ancho y una muy pequeña
en el extremo afilado.
Aunque la morfología más conocida de las
eimerias son los ooquistes, en raspados o en
cortes histológicos, sobre todo en ileon, ciego
y colon, alrededor del núcleo de los enterocitos
pueden observarse las diferentes fases de
desarrollo: esquizonte con merozoítos, macro y
microgameto, cigoto y ooquiste.
Ooquiste de Elimeria esporulado.

53
Atlas de Parasitología ovina
Protozoos digestivos

Giardia intestinalis
(lamblia o duodenalis)

Localización: Intestino.
Tamaño: los trofozoítos miden de 12-15 x 6-8 µm.
Morfología: los trofozoítos son piriformes y pre-
sentan simetría bilateral, convexos dorsalmente
y en la parte ventral presentan un disco suctor
cóncavo mediante el cual se adhieren a la super-
ficie de las vellosidades intestinales. Tienen dos
núcleos ovoides, un axostilo, un par de cuerpos
medios y cuatro pares de flagelos que le dan una
imagen característica. Este organismo tiene una
morfología piriforme.
Los quistes son elipsoidales, muy pequeños
(8-12 x 5-8 µm). Su pared es refráctil y en la por-
ción externa presentan de 7 a 20 filamentos. En
el citoplasma presentan ocho axonemas, seis
centrales y dos periféricos. Los quistes inmadu-
ros o recién formados tienen dos núcleos y los
quistes maduros son tetranucleados. El carioso-
ma puede estar en posición central o excéntri-
ca y la membrana nuclear carece de cromatina
periférica.

Trofozoíto de Giardia.

Quiste de Giardia.

54
Protozoos
Protozoos hemáticos

Protozoos hemáticos
Las piroplasmosis son enfermedades parasitarias producidas por protozoos del género Thei-
leria que parasitan el sistema mononuclear fagocitario, linfocitos y/o eritrocitos o del género Ba-
besia que parasita exclusivamente los eritrocitos. Son transmitidas por garrapatas, B. ovis por
Rhipicephalus bursa (en el este y sur peninsular); B. motasi por Haemaphysalis punctata (en
el norte peninsular), T. lestoquardi por Hyalomma y T. ovis por Rhipicephalus y Dermacentor.

Babesia

Localización: Eritrocitos.
Tamaño: los merozoítos de B. ovis son peque-
ños (1-2,5 µm) siendo habitualmente redonde-
ados; en ocasiones son piriformes apareciendo
por parejas que forman entre sí un ángulo ob-
tuso. Los merozoítos de B. motasi son grandes
(2,5-5 µm) y suelen ser piriformes pudiendo
aparecer aislados o en parejas, en este caso
suelen formar un ángulo agudo.
Morfología: en extensiones finas de sangre,
realizadas inmediatamente después de la toma
de la muestra, y teñidas mediante técnicas
pancrómicas, podremos observar los merozoí-
tos en el interior de los glóbulos rojos con mor-
fología variada (piriforme, oval, ameboide o re-
dondeada) generalmente en los márgenes de
Merozoítos de B. motasi. los mismos.

La presencia de garrapatas junto a cuadros febriles nos hará sospechar de la presencia de parásitos
hemáticos.

55
Atlas de Parasitología ovina
Protozoos hemáticos

Theileria

Localización: se localizan en el interior de los eri-


trocitos mientras que los esquizontes (10-15 µm)
se pueden detectar en macrófagos, monocitos
y linfocitos (B y T). Los esquizontes son multinu-
cleados y pueden ser de dos tipos: macroesqui-
zontes (20-50 partículas) o microesquizontes
(50-150 partículas).
Tamaño: los merozoítos de T. lestoquardi (o
T. hirci) son redondeados y pequeños (0,6-4 µm)
apareciendo de dos en dos o en grupos de cua-
tro (cruz de Malta). Los esquizontes miden de
4 a 10 µm y tienen 80 gránulos de cromatina.
T. ovis es similar morfológicamente, si bien las
últimas investigaciones confirman que genética-
mente son diferentes.
Morfología: en extensiones finas de sangre rea-
lizadas durante los períodos febriles y con tinción
Giemsa observaremos merozoítos (0,5-2,7 mm)
muy polimórficos (redondeados, piriformes, ovoi-
des, anulares, en forma de varilla o coma).
Merozoítos de Theileria annulata.

Merozoítos de Theileria ovis.

56
Protozoos
Protozoos tisulares

Protozoos tisulares
Las enfermedades sistémicas producidas por protozoos Apicomplexa, relacionados morfo-
lógica y biológicamente con los coccidios digestivos clásicos, se caracterizan por la formación
de quistes en diversos órganos o sistemas.

Toxoplasma gondii

La toxoplasmosis en los ovinos cursa con pre-


sencia inicial de pseudoquistes y posterior-
mente, cuando la respuesta inmunológica del
hospedador empieza a ser efectiva, aparecen
quistes en diversos lugares.
Localización: en el epitelio intestinal, ganglios
linfáticos, sangre y placenta se pueden ver
pseudoquistes con taquizoítos de 6 x 2 µm in-
tracelulares en una vacuola (endodio).
Tamaño y morfología: en músculo esquelético,
cardíaco, ojo y cerebro, podremos observar
quistes intracelulares de 5-100 µm, de forma
esférica y pared elástica conteniendo de cuatro
a cientos de bradizoítos (de 6 x 2 µm).
En el gato, hospedador definitivo, se puede ob-
servar la eliminación de ooquistes en heces que
son elipsoidales de (11-13 x 9-11 µm) que al es-
porular son del tipo isospora (2 esporoquistes
con 4 esporozoítos cada uno).

Quiste de Toxoplasma.

Ante cualquier problema reproductivo, debemos tener en cuenta la presencia de Toxoplasma y el control de los gatos en la explotación.

57
Atlas de Parasitología ovina
Protozoos tisulares

Sarcocystis

Localización: se pueden observar los macroquis-


tes en esófago y musculatura esquelética mien-
tras que los microquistes se pueden detectar me-
diante triquineloscopia de músculo estriado
voluntario e involuntario (esófago, corazón, len-
gua, diafragma, cara, intercostales, etc.) se pue-
de observar microquistes. Las especies que afec-
tan al ovino son Sarcocystis ovifelis (S. gigantea)
y S. ovicanis (S. tenella) cuyos hospedadores de-
finitivos son el gato y el perro, respectivamente,
que eliminan ooquistes isosporoides (2 x 4).
Tamaño y morfología: Sarcocystis produce quis-
tes macroscópicos y microquistes, sarcosporidios,
a nivel muscular, que son tabicados, de tamaño
variable (40 µm a 2 cm) blancogrisáceos, tubu-
lares, esféricos o elípticos, y en su interior contie-
ne numerosos zoítos en división, sobre todo en
la periferia. La cubierta consta de cuatro capas,
de naturaleza conjuntiva y es formada por el pro-
pio hospedador.
Microquiste de Sarcocystis.

58
Trematodos

Trematodos
Su cuerpo está perfectamente adaptado a su condición de endoparásito y a su localización
intraorgánica. En el extremo anterior se aprecia una ventosa oral muscular, en la que se abre
la boca que se continúa con una faringe corta, también muscularizada, y un esófago que
termina dividiéndose en dos ciegos. Como no tienen ano, el contenido de desecho presente
en los ciegos debe vomitarse para ser expulsado. Por debajo de la ventosa oral se observa
la ventosa ventral cuya misión es la fijación.
Excepto los esquistosomas, que son dioicos (sexos separados), la mayoría de los tre-
matodos son hermafroditas y poseen un doble juego de aparatos reproductores siendo ha-
bitual la autofecundación y más rara la fecundación cruzada.

Encuadre taxonómico
Clase Trematoda

Subclase Digenea

Orden Echinostomata Orden Strigeata Orden Plagiorchiata

Familia Fasciolidae Familia Paramphistomidae Familia Schistosomatidae Familia Dicrocoeliidae


Género Fasciola Género Paramphistomum Género Schistosoma Género Dicrocoelium

59
Atlas de Parasitología ovina
Ciclos biológicos

Dicrocoelium dendriticum
Fase endógena
Los rumiantes se infectan al anochecer o al amanecer cuando ingieren metacercarias en
el interior del segundo hospedador intermediario, la hormiga prendida en la vegetación.
Cuando las metacercarias llegan al intestino, se desenquistan y se dirigen al hígado a tra-
vés del conducto colédoco, donde en pocas semanas se desarrollaran los adultos. Los
adultos ponen huevos en los conductos biliares que pasan al intestino a través del con-
ducto colédoco, para ser evacuados con las heces del rumiante.

Fase exógena
Los huevos de D.dendriticum eliminados en las heces son ingeridos por un hospedador
intermediario (caracol terrestre, Helicella sp.; Cernuella sp.). En el interior del caracol lo
huevos eclosionan y salen los miracidios que se dirigen al hepatopáncreas donde for-
man esporocistos madres e hijos (no hay redias). Los esporocistos hijos originan cerca-
rias que se acumulan en las cámaras respiratorias en bolas de moco con 200-400 cer-
carias que son expulsadas por el caracol y se adhieren a la vegetación, siendo ingeridas
por el 2º hospedador intermediario (hormigas, Formica sp.). En el buche de las hormi-
gas –en cavidad abdominal– las cercarias se movilizan, pierden la cola y atraviesan su
pared pasando a la cavidad abdominal donde permanecen la mayoría. Algunas cerca-
rias llegan a cavidad torácica y sólo una se dirige a la cabeza penetrando en el ganglio
subfaríngeo. En 40 días las cercarias se han enquistado convirtiéndose en metacerca-
rias. La que afecta al ganglio subfaríngeo es especial y conserva cierta movilidad y toxi-
cidad de tal manera que es capaz de modificar el comportamiento de la hormiga. Así,
las hormigas infectadas en vez de regresar al hormiguero con la bajada de la tempera-
tura al anochecer, se suben a las hierbas y se fijan a las mismas apretando fuertemen-
te las mandíbulas, paralizadas, por lo que pasan la noche prendidas. Al día siguiente si
no han sido ingeridas, cuando suben las temperaturas recuperan la funcionalidad de las
mandíbulas y siguen su ciclo habitual.

60
Trematodos
Ciclos biológicos

Fasciola hepatica
Fase exógena Fase endógena
Los adultos viven en los conductos biliares y ponen huevos oper- El contagio del hospedador definitivo se realiza por ingestión oral de
culados que son eliminados con las heces. Al contacto con el agua, metacercarias adheridas a las plantas acuáticas (hierbas, berros). Las
los huevos eclosionan y salen los miracidios que nadan buscando metacercarias se desenquistan en el aparato digestivo del rumiante
un caracol de la especie adecuada (Lymnaea truncatula) en el que y atraviesan la pared del duodeno, pasan a la cavidad peritoneal y lle-
penetran activamente. En la región periesofágica del caracol los mi- gan a la cápsula de Glisson que atraviesan perforando el parénqui-
racidios se transforman en esporocistos en cuyo interior se forman ma hepático hasta llegar a los conductos biliares donde maduran has-
una o dos generaciones de redias. A partir de las redias se forman ta hacerse fasciolas adultas.
las cercarias provistas de cola, que abandonan el caracol y nadan
hasta que contactan con la vegetación, pierden la cola, se enquis-
tan y se transforman en metacercarias.
Dicrocoelium
adulto

metacercarias

Fasciola
adulta

Dicrocoelium dendriticum
1º HI
2º HI
huevo

huevo

metacercaria esporocisto

metacercaria cercaria

HI miracidio

cercaria
esporocisto
Fasciola hepatica
redia

61
Atlas de Parasitología ovina

Fasciola hepatica

Localización: Hígado.
Tamaño y morfología: el nombre deriva de la
forma de hoja de árbol. Miden hasta 30 x 13 mm
y su superficie está cubierta de espinas micros-
cópicas que son responsables en parte de su
acción patógena. La ventosa oral se abre en el
extremo anterior, en el denominado cono, que
se ensancha en los “hombros”; a partir de ese
punto, donde se sitúa la ventosa ventral, la an-
chura del cuerpo disminuye progresivamente. In-
mediatamente después de recogerlas de los
conductos biliares su color es marrón grisáceo
a verdoso y al extenderlas pueden observarse
los ciegos intestinales repletos de sangre. Al in- Adultos de Fasciola hepatica.
cluirlas en solución salina fisiológica, regurgitan
el contenido intestinal y es posible apreciar el
resto de estructuras internas. Los ciegos están
muy ramificados y llegan al extremo posterior.
Los dos testículos y el ovario son muy ramifica-
dos; los primeros se encuentran en la porción
media del cuerpo mientras el segundo se sitúa
lateralmente (en la parte derecha), por delante de
los testículos. Las glándulas vitelógenas se en-
cuentran en los márgenes laterales y disponen
de conductos finísimos que confluyen en dos
conductos transversales que se fusionan en la
parte media del cuerpo, prolongándose en un
reservorio que acaba en el ootipo.
Los huevos no están embrionados cuando Fasciolosis ovina.
se eliminan con las heces por lo que, el conte-
nido es indiferenciado y ocupa todo el huevo.
Son muy grandes (130-150 x 70-90 µm) elípti-
cos, con un opérculo polar transparente. La cu-
bierta es amarilla, rasgo que los diferencia del
resto de parásitos de la oveja.

Huevo de Fasciola hepatica.

62
Trematodos

Dicrocoelium dendriticum

Localización: Hígado.
Tamaño y morfología: el adulto es morfológica-
mente similar, pero más pequeño y estrecho
que Fasciola hepatica (6-12 x 1,5-2,5 mm) por
lo que se transparenta mejor y se observan bien
los órganos internos. El tegumento es liso. La
ventosa oral es más pequeña que la ventral. Los
testículos, ligeramente lobulados, se encuen-
tran alineados por detrás de la ventosa ventral.
El ovario es globoso y en posición caudal a los
testículos. El útero es muy largo y sinuoso, y en
su interior se ven fácilmente los huevos. Las
glándulas vitelógenas se encuentran en los már-
Adultos de Dicrocoelium dendriticum. genes laterales pero sólo en la zona media del
cuerpo.
Los huevos son pequeños (38-45 x 22-30 µm)
elípticos, en ocasiones algo asimétricos. El opér-
culo es marrón, poco visible. Están embrionados
en el momento de ser eliminados con las heces
por lo que el miracidio se transparenta aún a tra-
vés de la cubierta de color marrón, dejando ver en
uno de los extremos las dos manchas germina-
les oscuras.

Adulto de Dicrocoelium dendriticum.

Huevo de Dicrocoelium dendriticum.

63
Atlas de Parasitología ovina

Adulto de Dicrocoelium dendriticum.

Extremo anterior de adulto de Dicrocoelium dendriticum.

64
Trematodos

Paramphistomum cervi

Localización: Rumen.
Tamaño y morfología: los adultos tienen el
cuerpo cónico, piriforme, y de color rosáceo. Mi-
den entre 12 y 14 mm. Tienen dos ventosas, oral
y ventral (acetábulo); ésta última se encuentra
casi al final del cuerpo. Como en Dicrocoelium
los testículos están ligeramente lobulados y se
encuentran alineados en la parte media, por
delante del ovario. Las glándulas vitelógenas
están en los márgenes laterales, a lo largo de
prácticamente todo el cuerpo.
Los huevos (125-180 x 75-103 µm) son casi
indistinguibles de los de Fasciola aunque son
ligeramente más grandes y de color neutro.
Huevos de Paramphistomum cervi (blanco) y Fasciola hepatica (amarillos).

Adulto de Paramphistomum cervi.

65
Atlas de Parasitología ovina

Schistosoma bovis

Localización: Sistema venoso portal-mesen-


térico.
Tamaño y morfología: los adultos miden de 5 a
30 mm y se caracterizan por su morfología alar-
gada (parecen nematodos) resultado de su
adaptación a los vasos sanguíneos. Tienen se-
xos separados. Los machos son planos y mucho
más gruesos y tienen una hendidura ventral o
anal (ginecóforo) a lo largo del cuerpo, donde se
alojan las hembras, cilíndricas, más largas y finas.
Los huevos están embrionados en el momento
de la puesta, son grandes (132-247 x 38-60 µm),
fusiformes, frecuentemente afilados en un polo. Su Schistosoma.
característica diferenciadora con respecto a otros
trematodos de los ovinos es la presencia de una
espina terminal en un polo.

Macho de Schistosoma.

Huevo de Schistosoma. Hembra de Schistosoma.

66
Cestodos

Cestodos
Los cestodos son helmintos aplanados dorsoventralmente, alargados, con el cuerpo acin-
tado, segmentado y sin pigmentos. Son hermafroditas y no tienen cavidad corporal ni tubo
digestivo. Su tamaño oscila desde unos pocos milímetros a varios metros de longitud. Son
endoparásitos, tienen ciclos indirectos con uno o dos hospedadores intermediarios. El cuerpo
consta de escólex, cuello y estróbilo.
El escólex es esférico, está situado en la parte anterior y en él se localizan los órganos
de fijación, que pueden ser ventosas o hendiduras longitudinales (botrios). A veces existe
una estructura adicional, el rostelo, el cual a menudo está armado (provisto de ganchos).
El cuello es la zona de crecimiento, es corto y sin segmentar, y se encuentra entre el es-
cólex y el estróbilo.
El estróbilo o cadena estrobilar está compuesto por segmentos llamados proglótides o
anillos. Los proglótides se forman desde el cuello o región de crecimiento y maduran con-
forme se van alejando del escólex. Cada proglótide contiene, generalmente, uno o dos jue-
gos de órganos reproductores. En cada uno de los proglótides se forman estructuras mas-
culinas y femeninas y pueden ser de tres tipos: inmaduros (sin aparato sexual diferenciado),
maduros (con aparato sexual masculino y femenino diferenciado) o grávidos (sólo queda el
útero relleno de huevos).
En los ovinos hay que distinguir las cestodosis, producidas por cestodos adultos, de las
metacestodosis, producidas por las fases larvarias de adultos cuyo hospedador definitivo
no es el propio ovino.

Encuadre taxonómico
Clase Cestoidea

Subclase Eucestoda

Orden Cyclophyllidea

Familia Taeniidae Familia Anoplocephalidae


Género Echinococcus Género Moniezia
Género Taenia

67
Atlas de Parasitología ovina
Ciclos biológicos

Moniezia
Fase endógena Fase exógena
Los rumiantes se infectan cuando ingieren con la hierba ácaros oribá- Los huevos son ingeridos por ácaros oribátidos (ácaros de vida libre
tidos infectados con un cisticercoide. El desarrollo del cestodo en el que se encuentran preferentemente en lugares húmedos como hierba,
rumiante requiere 1-2 meses, en los que el cisticercoide se libera y el musgo, bajo piedras en los pastos). La oncosfera se libera de las cu-
extremo anterior –protoescolex– se fija a la pared intestinal y co- biertas del huevo y atraviesa el intestino del ácaro llegando a la cavi-
mienza a desarrollar un adulto cuyos últimos segmentos –maduros– dad celómica donde se transforma en un cisticercoide en 2-6 meses.
se eliminan con las heces y se desintegran en el exterior, liberando los
huevos con un embrión hexacanto u oncosfera en su interior.

Adultos

embrión
HI hexacanto

ácaro
oribátido
con cisticercoide

Huevo

68
Cestodos
Ciclos biológicos

Echinococcus y Taenia (metacestodos)


Ciclo biológico en los rumiantes Ciclo biológico en el perro
El hospedador intermediario se infecta al ingerir huevos (por contacto El perro, como hospedador definitivo, se infecta cuando ingiere vísce-
con heces, etc. y en el caso del hombre también por ingerir carne ras un hospedador intermediario con el metacestodo con protoescóli-
con quistes hidatídicos fértiles). En el estómago, las enzimas proteo- ces viables. Los protoescólices se liberan y se fijan a la pared intestinal
líticas rompen la cubierta del huevo y el protoescólex o la oncosfera desarrollando el adulto. Los huevos salen al exterior cuando los anillos
evaginan sus ganchos y atraviesan pared intestinal, alcanzando un grávidos se desprenden del adulto o bien se liberan con las heces.
pequeño vaso linfático o hemático desde donde se distribuyen a di-
versos órganos, en función de la especie que se trate.

Quiste Cysticercus
hidatídico tennuicollis

Cysticercus ovis

Coenurus
cerebralis

HI vísceras

huevo con
embrión
hexacanto HD

Taenia ovis

Taenia hydatigena

Taenia multiceps

Echinococcus granulosus

69
Atlas de Parasitología ovina

Moniezia expansa

Localización: Intestino delgado.


Tamaño: llega a medir 6 m de longitud y sus ani-
llos cortos y anchos le dan un aspecto caracte-
rístico de cinta.
Morfología: presenta un escólex sin rostelo y
los anillos grávidos son más anchos que largos,
tienen un doble juego de órganos genitales por
anillo que desembocan en un poro genital a
cada lado del mismo. Las glándulas interproglo-
tídeas se localizan a lo largo del borde posterior
de cada anillo.
Los huevos son muy característicos: tamaño
mediano (50-60 µm), triangulares, de cápsula
gruesa refringente, con la oncosfera en su inte-
rior rodeada por el aparato piriforme. En ocasio-
nes podemos observar mediante la técnica de
McMaster huevos de Moniezia benedeni, muy
similares morfológicamente a los de M. expansa
pero con forma cuadrangular. Anillos de Moniezia expansa.
Otras especies de cestodos de mucha me-
nor incidencia que se han descrito en los ovinos
son Avitellina, Thysaniezia o Stilesia cuyos hue-
vos son más pequeños y sin aparato piriforme.

Huevo de Moniezia expansa.

A veces los huevos de Moniezia se hinchan si están mucho tiempo en la solución salina.

70
Cestodos

Infección por las fases larvarias de cestodos

Clasificación de las metacestodosis de los ovinos


Metacestodo o
HD Adulto Localización en el HI
fase larvaria en el HI
Echinococcus Sistémica: Hígado,
perro Quiste hidatídico
granulosus pulmón, cerebro…

perro Taenia ovis Cysticercus ovis Músculo

perro Taenia hydatigena Cysticercus tennuicollis Hígado y peritoneo

perro Taenia multiceps Coenurus cerebralis Sistema nervioso central

Quiste hidatídico

La hidatidosis es producida por la fase larvaria


de Echinococcus granulosus cuyo principal
hospedador definitivo es el perro.
El quiste hidatídico tiene una estructura típica
trilaminar, dos capas internas, germinal y lami-
nada, elaboradas por el propio parásito y una
tercera capa más externa, capa adventicia, pro-
ducida por el hospedador.
La capa germinal o nucleada tiene micro-
triquias truncadas en su parte más externa que
se insertan en dirección oblicua a la laminar y es-
tán recubiertas de una membrana plasmática.
Por multiplicación asexual forma las vesículas
prolígeras que al principio son como pequeñas
masas nucleares “yemas” que proliferan hacia el
interior de una cavidad, crecen, se vacuolizan y
quedan unidas a la capa germinal por un pedún-
culo. De nuevo se producen sucesivas repro-
ducciones asexuales por gemación lo que da lu-
gar a la formación de miles de protoescólex,
cuya longevidad es de hasta 6 años en la oveja.

Corte histológico de quiste hidatídico.

71
Atlas de Parasitología ovina

La capa laminada es acelular, pluriestratifi-


cada, elástica y de grosor variable, procede de
la capa germinal y está compuesta por polisa-
cáridos y proteínas.
La capa adventicia es una lámina fibrosa
que se forma como consecuencia de la reacción
defensiva del hospedador. Tiene pequeñas ve-
sículas embebidas en un estroma denso de te-
jido conectivo con proliferaciones endógenas y
exógenas (por las células indiferenciadas de la
membrana germinativa) y a su vez está consti-
tuida por tres capas: interna (macrófagos), me-
dia (fibrosa) y externa (parénquima del órgano).
En caso de detectar hidatidosis ovina habría
que confirmar en el hospededor definitivo (cá-
nidos) la eliminación fecal de huevos pequeños
(45 µm) y redondeados, con una gruesa cu-
bierta radiada, iguales a los de resto de la fami-
lia Taenidae.
El adulto de E. granulosus se localiza en el in- Adulto de Echinococcus granulosus.
testino delgado de carnívoros, principalmente el
perro, y apenas mide 2-7 mm de largo y en el es-
cólex o “cabeza” tiene cuatro ventosas redonde-
adas para la fijación y un rostelo con una doble co-
rona de ganchos (22-39 micras y 31-49 micras).
En la parte posterior del escólex hay una zona ger-
minativa a partir de la cual se forman los anillos,
cuyo conjunto forman el “cuerpo o estróbilo”. Ge-
neralmente hay 3 o 4 anillos pero a veces existen
6. Como en los demás cestodos, los últimos ani-
llos son los más maduros y en el último, ya grá- Huevos de Taeniidae.
vido, se puede ver el útero cargado de huevos.
Los huevos de Echinococcus son los típicos de
la familia Taeniidae. Cuando son eliminados están
recubiertos por una capa vitelina que se despren-
de rápidamente. Son pequeños (30-50 x 22-44 µm)
y redondeados, contienen un embrión hexacan-
to de 54 células rodeado de una cubierta radiada.
No los observaremos en heces de rumiantes sino
en las del hospedador definitivo, el perro.

Quistes hidatídicos
en hígado.

72
Cestodos

Cisticercos

El cisticerco consiste en un único escólex inva-


ginado sobre sí mismo en una vesícula o vejiga
grande rellena de líquido en su interior.
Puede presentar una localización muscular o
hepato-peritoneal (seroso). Estos cisticercos
son, por lo general, apatógenos y se localizan
con más frecuencia en la superficie serosa de las
vísceras abdominales.
La cisticercosis muscular es producida por
Cysticercus ovis que es la fase larvaria de Tae-
nia ovis cuyo hospedador definitivo es el perro.
Aparece generalmente en el corazón y el dia-
fragma. Los quistes, que son poco frecuentes,
suelen degenerar apareciendo caseificados o,
incluso, calcificados.
La cisticercosis hepato-peritoneal es pro-
ducida por Cysticercus tennuicollis, fase larvaria
de Taenia hydatigena cuyo hospedador defini-
tivo es el perro. Se observa como una vesícula
de gran tamaño (hasta 6 cm), llena de un líquido
transparente en la que se aprecia fácilmente un
escólex invaginado con un largo cuello.

Cysticercus ovis y cisticerco evaginado (recuadro).

73
Atlas de Parasitología ovina

Cenuros

Coenurus cerebralis

El cenuro es una vesícula traslúcida, grande y llena


de líquido con muchos escólices invaginados fi-
jos en la pared y, frecuentemente, arracimados.
Coenurus cerebralis es la fase larvaria de
Taenia multiceps (cuyo hospedador definitivo
es el perro) y se localiza en el sistema nervioso
central, con distintas repercusiones sintomáticas
según la parte afectada: región parietal, parte an-
terior del cerebro, cerebelo o médula espinal.

Síntoma de cenurosis.

74
Nematodos
Nematodos

Nematodos
Son vermes cilíndricos y alargados, pueden medir de 0,1 a 150 cm, más abundantes y que incluyen un gran número de géneros y espe-
con los extremos normalmente algo puntiagudos. Son individuos tri- cies, es más complejo porque morfológicamente son muy parecidos
blásticos, con una cutícula externa semirrígida que les impide crecer entre sí . En éstos debemos recurrir a las claves de identificación. En
por lo que se ven obligados a mudar; por debajo de ésta, se encuen- este trabajo, basándonos en la presencia/ausencia, o en la morfolo-
tra la hipodermis y más internamente, la capa muscular. La cavidad gía o tamaño de ciertas estructuras orgánicas proponemos una
corporal está compuesta por un tejido relleno de líquido (seudoceloma sencilla clave de identificación con la que podremos llegar a clasifi-
o líquido perientérico) con una función similar al esqueleto, donde flo- car los tricostrongílidos de los ovinos españoles a nivel genérico. Para
tan el sistema digestivo, nervioso, excretor y genital. No poseen llegar a nivel de especie debemos observar las características indivi-
aparato circulatorio ni respiratorio. duales, siendo generalmente más sencilla la identificación de los
En el ganado ovino existe una gran variedad de nematodos diges- machos que la de las hembras.
tivos. Tras la necropsia, podemos recuperarlos e identificarlos en el En cuanto a los nematodos broncopulmonares, se pueden dividir en
laboratorio por sus características morfológicas. En algunos casos dos grupos: los grandes (Dictyocaulus) y los Protostrongílidos (Muelle-
es relativamente sencillo, pero en otros como los tricostrongílidos, los rius, Protostrongylus, Cystocaulus, Neostrongylus).

Encuadre taxonómico
Phylum Nemathelminthes

Subclase Adenophorea Subclase Secernentea

Orden Enoplida Orden Strongylida Orden Oxyurida Orden Rhabditida Orden Spirurida

Superfamilia Superfamilia Superfamilia Superfamilia


Trichuroidea Oxyuroidea Rhabditoidea Spiruroidea

Familia Trichuridae Familia Oxyuridae Familia Familia


Género Trichuris Género Skrjabinema Strongyloididae Gongylonematidae
Género Capillaria Género Strongyloides Género Gongylonema

Superfamilia Trichostrongyloidea Superfamilia Strongyloidea Superfamilia Ancylostomatoidea Superfamilia Metastrongyloidea

Familia Trichostrongylidae Familia Chabertidae Familia Ancylostomatidae Familia Protostrongylidae


Género Trichostrongylus Género Chabertia Género Bunostomum Género Protostrongylus
Género Haemonchus Género Oesophagostomum Género Muellerius
Género Cooperia Género Cystocaulus
Género Ostertagia Género Neostrongylus
Género Teladorsagia
Género Marshallagia

Familia Dictyocaulidae
Género Dictyocaulus

Familia Molineidae
Género Nematodirus

75
Atlas de Parasitología ovina
Ciclos biológicos

Nematodos digestivos
Tricostrongílidos
El ciclo biológico de los tricostrongílidos es directo, con una fase en- La fase exógena empieza cuando los huevos son eliminados al me-
dógena en la cual el hospedador ingiere las larvas de tercer estadio dio ambiente con las heces, que le sirven de aislamiento y protec-
(L3) con la hierba; en el cuajar o en el intestino delgado, la L3 sale de ción. En el interior del huevo se forma la L1 que sale del huevo y
la vaina. La mayoría de estas larvas se introducen en las glándulas muda a L2 y ésta a L3 o forma infectante. En las Marshallagia y Ne-
gástricas donde mudan a L4 saliendo como L5 a la superficie del matodirus spp. la L1 no abandona el huevo sino que continúa su
abomaso. En ocasiones se detiene el desarrollo de la larva en la glán- desarrollo –hasta L2 y L3, respectivamente– en el interior del huevo,
dula gástrica durante varios meses, es el llamado período de hipo- saliendo entonces al medio ambiente. Las L3 se diseminan horizon-
biosis. Una vez que han madurado sexualmente tiene lugar la cópula, talmente y ascienden por sus propios movimientos a la hierba para
tras la cual las hembras comienzan a eliminar huevos. ser ingeridas por el hospedador.

Adulto

L5
L4
L3
Hipobiosis

Heces
con huevos

Marshallagia

L3 Nematodirus
L3
Huevo Huevo
con L2 con L1
Tricostrongílidos
Huevo Huevo
con L 3 con L 1
Huevo con L 2

L3
L1

L2

76
Nematodos
Ciclos biológicos

Nematodos pulmonares
Dictyocaulus Protostrongílidos
La L1 de Dictyocaulus no requiere un hospedador intermediario en el La L1 de los protostrongílidos sale al medio exterior en las heces y so-
medio ambiente y muda directamente conservando las vainas, de tal brevive hasta que encuentra un hospedador intermediario, caracol te-
forma que las formas infectantes (L3) tienen una doble vaina y con- rrestre (hay más de 50 especies), donde se desarrolla y muda a L2 y
servan el botón cefálico. La fase endógena comienza cuando el L3. La fase endógena comienza cuando el hospedador definitivo ingiere
hospedador definitivo ingiere la L3 con la hierba. En el intestino se li- la L3 que se encuentra en el interior del caracol (a veces algunas larvas
bera de sus cubiertas y penetra en la mucosa llegando a los ganglios migran a la hierba y pueden ingerirse directamente). Las L3 se liberan
mesentéricos donde muda a L4, que por vía sanguínea se dirige a los con la acción de los jugos gástricos y perforan la pared del intestino
capilares alveolares alcanzando los bronquios más finos donde se grueso y llegan por vía linfática a los pulmones donde terminan de ma-
transforma en L5 que se dirige a bronquios y tráquea donde madu- durar. Las hembras eliminan huevos que eclosionan en el parénquima
ran sexualmente. La mayoría de los huevos eclosionan en el interior pulmonar y las L1 progresan por el árbol bronquial hasta ser deglutidas.
de las hembras (unos pocos en el intestino) por lo que las L1, ayuda-
das por el epitelio vibrátil de los bronquios y por los accesos de tos,
ascienden hacia la tráquea para ser deglutidas y eliminadas con las
heces (unas pocas pueden salir al exterior con los accesos de tos).

L3
L4
L1 L5
Adulto
L 1(heces)

Protostrongílidos

HI

Dictyocaulus

L3
L1
L2

L1
L3

L2

77
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales

Chabertia

Chabertia ovina

Localización: Intestino grueso.


Tamaño: Macho: 13-14 mm.
Hembra: 17-20 mm.
Morfología: son de color blanco, con el extremo
anterior curvado ventralmente. La cápsula bucal
es de gran tamaño (lo que da al parásito un as-
pecto truncado), casi esférica, más ancha que
larga y se abre en posición anteroventral. La aber-
tura oral está rodeada por una doble hilera de pe-
queños elementos cuticulares que sustituyen a
las coronas radiadas. No existen estructuras den- Cavidad bucal.
tiformes en el fondo de la cápsula bucal.

Macho

La bolsa copuladora está bien desarrollada.


Espículas de 1,3-1,7 mm, iguales y finas. Gu-
bernáculo presente.
Bolsa copuladora y espículas.

Hembra

La vulva se abre cerca del ano, aproximada-


mente a 0,4 mm de la terminación posterior del
cuerpo.
Extremo posterior.

78
Nematodos
Nematodos gastrointestinales

Oesophagostomum

Localización: Ciego y colon.


Morfología: tienen un cuerpo grueso y algo on-
dulado, de color marfileño. El esófago tiene for-
ma de maza, con paredes convexas y lumen có-
nico, sin estructuras dentiformes. En el extremo
anterior, existen una o dos coronas radiadas. Pre-
senta un collar bucal con seis papilas, delimita-
do posteriormente por una profunda constricción
anular. Por detrás de ésta, la cutícula se dilata for-
mando una vesícula cefálica limitada por un sur-
co cervical ventral que no rodea totalmente el
cuerpo del parásito; a este nivel se abre el poro
Extremo anterior. excretor. Por detrás del surco cervical, la cutícu-
la puede o no formar alas y presenta un par de
papilas situadas a diferentes alturas del esófago
según la especie de que se trate.

Macho

Las espículas son filamentosas e iguales, aladas


y, normalmente, retorcidas distalmente. Existe
gubernáculo, con una porción dorsal fuerte-
mente quitinizada y otra que apenas lo está.
Bolsa copuladora y espículas.

Hembra

Extremo caudal terminado en punta, la vulva es


ligeramente anterior al ano. Oviyector con va-
gina larga o corta y con un esfínter transverso.
Útero situado inmediatamente delante de la va-
gina, con dos ramas uterinas paralelas, que se
extienden hasta la porción media del cuerpo.
Extremo posterior.

79
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales

Oesophagostomum venulosum

Tamaño: Macho: 11-16 mm.


Hembra: 13-24 mm.
Morfología: papilas cervicales por detrás del fi-
nal del esófago. Posee dos coronas radiadas: la
externa con 18 elementos grandes y la interna
con 36 pequeños.
Macho: espículas iguales de 1,1-1,5 mm.
Hembra: vulva situada a 0,3 mm por delante
del ano.

Papilas cervicales por detrás del esófago.

Oesophagostomum radiatum

Tamaño: Macho: 14-17 mm.


Hembra: 16-22 mm.
Morfología: posee grandes alas cervicales la-
terales. Papilas cervicales situadas a la altura
del esófago, justo detrás de la vesícula cefá-
lica. Existe una única corona radiada, interna,
que consta de 36-40 elementos de pequeño
tamaño.
Macho: espículas iguales, de 0,7-0,8 mm.
Hembra: vulva situada a 1 mm por delante del
ano.
Esófago de Oesophagostomum radiatum.

80
Nematodos
Nematodos gastrointestinales

Bunostomum

Bunostomum trigonocephalum

Localización: Intestino delgado.


Tamaño: Macho: 12-17 mm.
Hembra: 15-26 mm.
Morfología: el extremo anterior del cuerpo está
curvado dorsalmente por lo que la cápsula bu-
cal se abre anterodorsalmente. Ésta es relativa-
mente ancha y posee en su borde ventral un
par de placas quitinosas. Próximas a su base,
hay un par de lancetas subventrales. El túnel
dorsal que contiene el conducto de la glándula
esofágica dorsal termina en un amplio cono en
Extremo anterior. dicha posición que se proyecta en el interior de
la cavidad bucal. No existen dientes dorsales
en la cápsula. Presenta papilas cervicales y
caudales.

Macho

Gubernáculo ausente. Espículas delgadas, no


filiformes, aladas y ligeramente retorcidas, de
0,6-0,64 mm de longitud.
Bolsa copuladora y espículas.

Hembra

La vulva se abre a 5,5-8 mm del extremo ante-


rior. El extremo caudal es marcadamente re-
dondeado en su final.
Extremo posterior.

81
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales

Trichostrongylus

Localización: Cuajar y/o intestino delgado.


Morfología: son vermes pequeños y capilarifor-
mes, de color pardo rojizo pálido. El extremo an-
terior es estrecho, sin porción cefálica manifies-
ta. El poro excretor se sitúa en una hendidura
próxima a dicho extremo (flecha negra).

Macho

Cono genital simple. Carece de membrana bur-


sal accesoria. Las espículas son de color pardo,
cortas, fuertes, de forma irregular, retorcidas,
acanaladas y con crestas, pero no ramificadas,
presentando el extremo proximal un proceso
discoidal redondeado y sobresaliente. El ex-
tremo distal tiene barbas o ganchos que se pro-
yectan en ángulo. El gubernáculo es fusiforme o
de forma variable; en vista lateral presenta
forma de barco o de zapato.
Extremo anterior con hendidura.

Hembra

Extremo caudal relativamente corto, acabado


en punta más o menos afilada. Útero anfidelfo.
Es tan pequeña que no puede albergar más de
una docena de huevos.
Extremo posterior de hembra.

82
Nematodos
Nematodos gastrointestinales

Trichostrongylus axei

Localización: Cuajar.
Macho: 2,3-6 mm. Las espículas son de color
marrón oscuro, desiguales, la izquierda mide
96-123 µm y la derecha 74-96 µm. Del borde
interno de ambas sale una espina y el extremo
distal presenta excrecencias.
Hembra: extremo posterior recto y en forma de
cono, de 67-79 µm de longitud. La vulva se si-
túa en la parte posterior del cuerpo a 0,06-0,1
mm del extremo distal. Los oviyectores miden
Espículas. 202-281 µm pero no están tan bien definidos
como en otras especies.

Trichostrongylus vitrinus

Localización: Duodeno.
Macho: 4-7,7 mm. Las espículas son iguales,
de 149-176 µm de longitud, lisas y acabadas
nítidamente en punta. Gubernáculo: 74-96 µm
de longitud, arqueado en forma de navecilla o
huso muy estrecho.
Hembra: el ano se encuentra situado a 79-133
µm del extremo caudal. Vulva con labios promi-
nentes. Por detrás, el cuerpo se estrecha cóni-
camente, midiendo la extremidad caudal 79-105
Espículas. µm y está levemente curvada dorsalmente.

Trichostrongylus colubriformis

Localización: Porción anterior del intestino delgado.


Macho: 4,3-7,7 mm. Las espículas acaban en triángulo, con una proyección ganchuda no pro-
minente. Son de color marrón oscuro, la izquierda mide 136-171 µm y la derecha 123-154 µm.
Ambas están dobladas ventralmente y su barba ventral está claramente separada a 37,3 µm del
extremo distal. Gubernáculo: 66-88 mm de longitud, en forma de bota en vista dorsoventral y
de huso en vista lateral.
Hembra: anillo nervioso y poro excretor a 0,12-0,13 y 0,15 mm respectivamente del extremo cefá-
lico. La vulva está situada a 1,21-1,48 mm del extremo caudal. Tiene forma de hendidura, con bor-
des elevados pero sin labios prominentes. Oviyectores bien desarrollados, normalmente de 400-
500 µm de longitud, formados por un útero anfidelfo. El extremo caudal, cónico y corto, mide
Espículas. 66-92 µm y acaba gradualmente en punta. El ano se localiza a 55-92 µm del extremo posterior.

83
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales

Trichostrongylus capricola

Localización: Intestino delgado.


Macho: 3,5-5,8 mm. Espículas: iguales, de
114-149 µm, dobladas 190º ventralmente en su
mitad posterior y, al contrario que T. colubrifor-
mis, carece de la proyección en forma de gan-
cho. Gubernáculo: 66-88 µm.
Hembra: oviyectores bien definidos, de 330-391
μm de longitud entre ambos. Extremo distal de
79-98 µm x 38-44 µm.

Espículas.

Trichostrongylus longispicularis

Localización: Intestino delgado.


Macho: 3,5-7,5 mm. La bolsa copuladora tiene
un pequeño lóbulo dorsal. Espículas: largas, fi-
nas y ligeramente desiguales; la izquierda mide
139-200 µm y la derecha 136-193 µm. Ambas
tienen el extremo obtuso, redondeado y provis-
to en el extremo final de una proyección espa-
tulada, membranosa y semitransparente.
Hembra: 5,2-9 mm. (No está descrita).
Es muy poco frecuente.
Espículas.

Trichostrongylus retortaeformis

Localización: Intestino delgado.


Macho: 5-7 mm. Espículas: 100-140 µm, aca-
ban en triángulo y están ligeramente dobladas.
Gubernáculo: 63 µm.
Hembra: 6-9 mm. El extremo distal mide 1-1,1 mm.
Es muy poco frecuente, su hospedador habi-
tual es el conejo.

Espículas.

84
Nematodos
Nematodos gastrointestinales

Haemonchus

Haemonchus contortus

Localización: Cuajar.
Tamaño: Macho: 10-20 mm.
Hembra: 16-30 mm.
Morfología: extremo cefálico relativamente an-
cho y romo, de menos de 50 µm de diámetro,
sin vesícula cefálica. Papilas cervicales muy
manifiestas. Cavidad bucal pequeña, no quitini-
zada, con tres labios poco visibles y un diente
o lanceta fino, pequeño pero manifiesto, que se
origina en la cara dorsal de la base de la cavi-
Extremo anterior con papilas cervicales grandes. dad bucal. Presenta una formación neodontal
prominente en el esófago. El esófago mide
1,216-1,387 mm de longitud.

Macho

Las espículas miden 300-506 µm, son de color


marrón y poseen un gancho al final de la espí-
cula; el de la izquierda mide 21-24 µm y el de la
derecha mide 41-44 µm. Poseen una pieza ac-
cesoria que mide 200-210 µm.
Bolsa copuladora con grandes lóbulos laterales
y un pequeño lóbulo dorsal asimétrico, dirigido
a la izquierda, con un radio bifurcado y cada bra-
zo dividido a su vez en dos. Presenta papilas pre-
Bolsa copuladora, espículas y lobulo dorsal (señalado) asimétrico con radio en forma de “Y”. bursales. Gubernáculo presente (200 µm x 25-
30 µm) en forma de huso o lanzadera.

Hembra

El extremo final del cuerpo es fino, acabado en


punta, de 323-630 µm de longitud. La vulva se
localiza a 2,5-4 mm de este extremo, general-
mente posee una solapa vulvar larga (665-769
µm) en forma de lengüeta, situada delante de
la vulva y cubriéndola hacia atrás; en ocasiones
es simplemente un pequeño botón y, más rara-
mente, algunos ejemplares carecen de ella.
Los ovarios, de color blanco, están enrollados
en espiral alrededor del intestino, rojizo, dando
Extremo posterior y aspecto de tirabuzón (ovarios enrollados alrededor del intestino). a la hembra un aspecto de "tirabuzón".

85
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales

Cooperia

Localización: Intestino delgado.


Morfología: tienen el extremo anterior fino sin la-
bios desarrollados, cavidad bucal pequeña y pa-
pilas cervicales muy poco evidentes y difíciles de
ver, situadas en el tercio posterior del esófago.
Presenta una vesícula cefálica larga que normal-
mente está dividida en una porción cefálica y otra
porción cervical.

Extremo anterior.

Hembra

Cola terminada en punta más o menos aguda,


pero no espinosa. La vulva está situada en la
mitad posterior del cuerpo y puede tener so-
lapa vulvar.
Extremo posterior de hembra.

86
Nematodos
Nematodos gastrointestinales

Cooperia oncophora

Localización: Intestino delgado.


Macho: el radio dorsal de la bolsa copuladora mide
220-240 µm, sus ramas terminan en un arco en
forma de herradura y cerca de la mitad de cada
arco hay una pequeña digitación. Las espículas
son largas (228-300 µm), finas, lisas, sin bordes
prominentes, y acaban en un botón.
Hembra: cuerpo marcadamente abultado en la
región de la vulva, cola delgada con estriaciones
anulares. El ano se sitúa a 160 µm del extremo
Espículas. distal. Oviyectores de 700 µm de longitud.

Cooperia mcmasteri

Localización: Intestino delgado.


Macho: extremo anterior terminado en espiral.
Es similar a C. oncophora, pero la bolsa copu-
ladora es más grande y los radios más largos y
delgados, siendo las espículas más finas y algo
más cortas. Espículas largas (270 µm), acaba-
das en forma de bota, poseen una dilatación
con aspecto de ala en su parte media.
Hembra: vulva transversal, el labio anterior se
dilata formando un faldón.
Espículas.

Cooperia curticei

Localización: Intestino delgado.


Extremo anterior fino sin labios desarrollados, ca-
vidad bucal pequeña y papilas cervicales muy
poco evidentes y difíciles de ver, situadas en el
tercio posterior del esófago. Presenta una vesí-
cula cefálica larga que normalmente está dividida
en una porción cefálica y otra porción cervical.
Macho: 4,6-6,8 mm x 0,075-0,08 mm.
Espículas de 111-165 µm.
Hembra: 5,8-8,05 mm x 0,075-0,1 mm.
Espículas.

87
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales

Ostertagia/Teladorsagia

Localización: Cuajar e intestino delgado.


Color pardo rojizo (debido a la sangre a medio
digerir).
En los machos existe membrana bursal acce-
soria. Las papilas prebursales, pequeñas y di-
vergentes, se aproximan normalmente en los
extremos. Espículas cortas (hasta 500 mm),
iguales y relativamente finas, de color pardo;
terminan en tres procesos ganchudos o afina-
dos, siendo los dos laterales más cortos que el
tronco principal. El gubernáculo es incoloro y
difícil de observar, tiene forma de huso o pala.
Extremo anterior con papilas cervicales pequeñas.

Extremo posterior (hembra).

Hembra

La vulva se encuentra en la quinta parte poste-


rior del cuerpo, cubierta anteriormente por una
solapa. La cola, cónica, termina en punta con
5-6 anillos subterminales; no presenta espina
terminal.
Útero y vulva con solapa vulvar.

88
Nematodos
Nematodos gastrointestinales

Ostertagia ostertagi

Localización: Cuajar e intestino delgado.


Macho: 5,3-8,4 mm; bolsa pequeña y trilobu-
lada, sostenida por costillas carnosas. Las es-
pículas miden 175-330 µm, terminan en tres
protuberancias en forma de gancho romo,
siendo las dos laterales más cortas y finas que
la principal, y relacionándose entre sí por medio
de quitina. Gubernáculo en forma de raqueta,
65 mm x 15 µm.
Hembra: la vulva se encuentra a 1,1-1,5 mm del
extremo posterior y está cubierta por un solapa
vulvar de 100-120 µm. La distancia del ano al fi-
nal del extremo distal es de 0,11-0,14 mm.

Espículas.

Ostertagia lyrata

Localización: Intestino delgado.


Macho: 9 mm x 0,12 mm. La morfología es si-
milar al de O. ostertagi, pero posee un cono ge-
nital esclerotizado y prominente en su parte dor-
sal mientras que el procono está reducido. Las
espículas miden 230 µm; son trifurcadas, sien-
do el tronco central más grueso y con una ex-
pansión en forma de bota; las expansiones la-
terales también son gruesas pero puntiagudas.
Gubernáculo fusiforme de 63 µm.
Espículas.

89
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales

Teladorsagia circumcincta

Localización: Cuajar y más raramente intestino


delgado.
Macho: 7,5-9 mm. La bolsa copuladora posee
costillas carnosas de gran tamaño. La membra-
na bursal accesoria, no esclerotizada, está sos-
tenida por dos costillas divergentes. Las espícu-
las son largas (280-320 µm) y finas, trifurcadas
en el cuarto distal (a 50 mm del extremo final). La
rama mayor termina en un abultamiento grande,
la segunda en un proceso pequeño y agudo y
la tercera es difícil de ver. El gubernáculo mide 90
µm y tiene forma de raqueta.
Hembra: la vulva está situada a 1,9-2,3 mm del
extremo caudal, normalmente está cubierta por
una solapa vulvar.
La parte caudal del cuerpo, ligeramente arquea-
da, está engrosada poco antes de la punta de
la cola.

Espículas.

90
Nematodos
Nematodos gastrointestinales

Teladorsagia trifurcata

Localización: Intestino delgado.


Macho: 5-8,8 mm. Presenta el cono genital muy des-
arrollado dorsalmente. La membrana bursal accesoria
está esclerotizada y la bolsa copuladora posee costi-
llas carnosas que sostienen tres lóbulos: los laterales
muy desarrollados y el dorsal de pequeño tamaño.
Las espículas son relativamente cortas (150-250 µm)
y anchas. Se trifurcan al inicio del tercio distal, a partir
de la línea media hacia atrás. El tronco principal es
más largo y grueso, y acaba truncado, mientras que
las ramas secundarias (dorsal y ventral medias) son
aproximadamente la mitad de su longitud y acaban en
punta. El gubernáculo, que mide 70-100 µm x 10-15
µm, tiene forma de huso, con la anchura máxima (10-
15 µm) en la porción anterior, afinándose caudal-
mente.
Hembra: 10 mm. Es muy difícil diferenciar de la hem-
bra de T. circumcincta. La vulva se abre ligeramente
más atrás que en esta última (a 1,75 mm del extremo
caudal) y carece de labio vulvar.
Espículas de T. trifurcata.

Espículas de T. trifurcata.

91
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales

Marshallagia

Marshallagia marsalli

Localización: Intestino delgado.


La cápsula bucal es pequeña pero bien diferen-
ciada; carecen de vesícula cefálica y alas cervi-
cales. Las papilas cervicales están muy desarro-
lladas y se dirigen hacia atrás. El sinlofe está
compuesto de 50-56 surcos longitudinales per-
pendiculares a la superficie corporal.
Macho: 10-13 mm. La bolsa genital es grande
con una costilla dorsal larga (280-400 µm) y bi-
furcada cerca del extremo distal. Existen papilas
prebursales. Las espículas (250-280 µm) son fi-
nas, de color pardo amarillento, trifurcadas y con
una curvatura ventral cerca de la mitad (en vis-
ta lateral). No existe gubernáculo.
Hembra: 12-20 mm. La vulva se abre a 2,5-5 mm
de la cola, ésta es aguda con una espina termi-
nal. Según algunos autores presenta solapa vul-
var mientras que para otros carece de ella.

Espículas.

92
Nematodos
Nematodos gastrointestinales

Nematodirus

Localización: Intestino delgado.


El cuerpo es largo y fino, de color blanquecino,
suelen verse enrollados. La región anterior del
cuerpo es más gruesa que la posterior, presen-
tando una vesícula cefálica, sin papilas cervica-
les ni prebursales. La cutícula presenta estria-
ciones transversales en la porción anterior.

Extremo anterior con expansión cefálica.

Macho

Tamaño: 8-16 mm. Las espículas son simples,


filiformes y muy largas (0,7-1,25 mm), sobresa-
len del cuerpo y están fusionadas en su parte fi-
nal. No poseen gubernáculo que las guíe pero
están unidas por una membrana (totalmente o
sólo en su parte final).
Espículas largas fusionadas en su extremo.

Hembra

Tamaño: 19-25 mm. Cuerpo dilatado hacia su


tercera o cuarta parte debido a que el útero
contiene pocos huevos pero de gran tamaño.
Vulva situada en el tercio posterior del cuerpo.
El extremo caudal es corto, generalmente có-
nico y truncado, con una espina terminal.
Extremo posterior con espina terminal.

93
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales

Nematodirus filicollis

Localización: Intestino delgado.


Macho: 10-15 mm. Espículas de 680-950 µm,
largas e iguales. Son finas y filiformes, acaba-
das en punta, con un extremo terminal estre-
cho y lanceolado de 16 µm y cubiertos ambos
por una membrana.
Hembra: 12-20 mm. Presenta el cuerpo engro-
sado desde la región vulvar hasta casi el ex-
tremo distal, a causa del útero, el cual contiene
pocos huevos, pero de gran tamaño. La vulva
está situada ligeramente por delante del límite Terminación lanceolada de las espículas.
del tercio distal. Éste mide 65-80 µm, es largo,
truncado y terminado en una espina corta.

Nematodirus spathiger

Localización: Intestino delgado.


Macho: 10-19 mm. Cada espícula termina en
una pieza en forma de cuchara con punta
roma de 16 µm, y ambas se hallan rodeadas
por una membrana.
Hembra: 15-29 mm La vulva se abre próxima
al cuarto posterior del cuerpo. La extremidad
posterior es roma.

Terminación en forma de cuchara o pincel de las espículas.

Nematodirus helvetianus

Localización: Intestino delgado.


Macho: 11-17 mm. Espículas de 0,9-1,25 mm,
muy juntas, con una pieza terminal muy alarga-
da (35 µm), de forma lanceolada, aguda y simé-
trica, que se halla envuelta por una membrana.
Hembra: mide de 18 a 25 mm. La vulva se abre
transversal a 1,2 mm del extremo posterior que
acaba romo y la espina terminal es corta.

Terminación lanceolada de las espículas.

94
Nematodos
Nematodos gastrointestinales

Trichuris

Localización: Ciego y colon.


La porción anterior del cuerpo, esófago, es
mucho más larga y delgada que la porción
posterior, con una abertura bucal simple.

Extremo anterior (porción esofágica).

Huevos en el interior de una hembra.

Hembra

Tamaño: 35-70 mm. La extremidad posterior


está sólo ligeramente curvada, sin formar una
espiral. La vulva se sitúa al comienzo de la por-
ción gruesa del cuerpo.
Extremo posterior de hembra.

95
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales

Macho

Tamaño: 46-88 mm. El extremo caudal está in-


curvado en espiral dorsalmente. Espícula: única,
rodeada por una vaina protrusible lisa o armada
con espículas cuticulares finas.

Macho (enrollado) y hembra.

Extremo posterior de macho con detalle de espícula y vaina espicular.

96
Nematodos
Nematodos gastrointestinales

Trichuris ovis

Localización: Ciego y colon.


Macho: 32-88,6 mm. El extremo anterior, fino, cons-
tituye las 3/4 partes de la longitud del cuerpo. El
esófago mide 22-55 mm. La espícula totalmente
evaginada mide 4,67-8,58 x 0,06-0,21 mm. La vai-
na espicular, de 0,54-4,32 x 0,04-0,10 mm, po-
see una dilatación oblonga en su extremo final cuan-
do la espícula está parcialmente invaginada.
La vaina está cubierta en toda su superficie por di-
minutas espinas cuyo tamaño es mayor en el ex-
tremo proximal que en el distal.
Hembra: 32-87 mm. Esófago: 20-66 mm (aproxi-
madamente 2/3-4/5 de la longitud total). La vulva
está situada detrás del final del esófago y sobresa-
le externamente, estando cubierta por una papila
en forma de espina.

Vulva.

Expansión de la vaina espicular (las espinas disminuyen de tamaño en sentido distal).

97
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales

Trichuris globulosa

Localización: Ciego y colon.


Macho: 38-74 mm. Esófago: 30-60 mm de lon-
gitud (aproximadamente las 2/3 partes). La es-
pícula mide 4-4,9 mm. La vaina espicular está
recubierta en toda su longitud por espinas que
disminuyen de tamaño en sentido proximal, son
cónicas y están inclinadas ligeramente hacia de-
lante. La vaina, cuando no está evaginada, pre-
senta en posición terminal una dilatación que se
observa como un disco o con forma troncocó-
nica, a 0,80 mm de la terminación de la espícu-
la. Justo antes de la dilatación suele presentar es-
trías transversales.
Hembra: 42-75 mm. El esófago mide 50-60 mm
de longitud (alrededor de 3/4 de la longitud cor-
poral). La vulva no es prominente y se sitúa en
el límite de la porción esofágica con la caudal.
Hembra. Detalle de la vulva.

Macho. Expansión de la vaina espicular (las espinas disminuyen de tamaño en sentido proximal).

98
Nematodos
Nematodos gastrointestinales

Trichuris skrjabini

Localización: Ciego y colon.


Macho: 36-59,5 mm. El esófago ocupa los 2/3
de la longitud total del cuerpo. La espícula (0,84-
1,5 x 0,01-0,04 mm) tiene forma curva, poco co-
loreada y no sobresale de la vaina. La vaina es-
picular está cubierta por espinas de tamaño
uniforme; no presenta ensanches ni dilataciones
de ningún tipo y cuando está parcialmente eva-
ginada, el extremo proximal es más estrecho que
el distal.
Hembra: 59,2 mm. El esófago ocupa las 3/4 par-
tes de la longitud total del cuerpo. La vulva se abre
ligeramente por detrás de la unión del esófago
con el intestino, sobresale claramente sobre la su-
perficie ventral, levemente inclinada de delante
hacia atrás.

Hembra. Detalle de la vulva.

Macho. Vaina espicular (espinas de tamaño uniforme).

99
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales

Skjrabinema

Skjrabinema ovis

Localización: Ciego y colon.


Abertura bucal con tres labios grandes, cada
uno de ellos con una formación dentiforme y
tres pequeños dientes intermedios. Presenta
aletas laterales en posición anterior. Esófago ci-
líndrico terminado en un gran bulbo esférico.

Extremo anterior.

Macho

Cola completamente redondeada, con una ex-


pansión cuticular sostenida por dos pares de
procesos. Extremidad posterior incurvada en
forma de gancho. Presenta una sola espícula
en forma de flecha. Ventral y asimétricamente,
junto a la cloaca, existen dos dilataciones con
papilas, así como una papila mediana, y entre
ésta y la cloaca un par de papilas peduncula-
res. Gubernáculo presente.
Extremo posterior.

Hembra

Vulva situada ligeramente por delante de la mi-


tad del cuerpo. Las hembras maduras se ha-
llan repletas de huevos.
Extremo anterior y posterior.

100
Nematodos
Nematodos gastrointestinales

Strongyloides

Strongyloides papillosus

Localización: Intestino delgado.


Tamaño: 9 mm x 0,12 mm.
Hembra: son de pequeño tamaño, incoloros, con el
cuerpo fino y extremo anterior atenuado. La abertura
bucal es muy pequeña, de labios indefinidos y cápsula
bucal prácticamente ausente. Cutícula finamente ani-
llada. El ano se abre por delante del corto extremo
caudal que termina en punta roma. La vulva se halla en
el último tercio del cuerpo, pero próxima a la zona media,
comunicándose directamente con las dos ramas del
útero que es bidelfo. Los órganos reproductores son
tubulares y rodean el intestino dándole un aspecto de
tirabuzón.
Strongyloides.

Capillaria

Capillaria bovis

Localización: Intestino delgado.


Morfología: parásitos en forma de cabello, blanco ama-
rillentos, a veces pardos. La abertura oral es pequeña, sen-
cilla y sin cápsula bucal. La cutícula tiene finas estriacio-
nes transversales, interrumpida por varias bandas. El
esófago ocupa casi la mitad del cuerpo y aumenta de gro-
sor conforme se dirige hacia atrás.
Macho: 8-13 mm. Espícula única, larga, delgada e inco-
lora. Puede no existir, en cuyo caso hay una vaina en su
lugar; sin embargo, siempre se presenta en las especies
que parasitan a los mamíferos. La vaina espicular puede
ser espinosa o lisa, lo que sirve para la diferenciación en-
tre especies. El extremo posterior puede presentar un pe-
queño par de lóbulos laterales unidos por una membrana
transparente, conocida en ocasiones como bolsa, y la cu-
tícula de esta región puede hincharse y formar una pe-
queña vesícula. Cloaca terminal o subterminal.
Hembra: 12-25 mm. Extremo caudal redondeado o ter-
minado en punta roma. Vulva situada próxima a la porción
final del esófago, arqueada hacia adelante y frecuente-
mente cubierta por un apéndice campaniforme.
Huevos en útero.

101
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales

Gongylonema

Gongylonema pulchrum

Localización: aparece en zigzag en capas inter-


nas de la mucosa o submucosa del esófago,
ocasionalmente puede encontarse en el rumen.
Morfología: vermes muy largos y finos. Abertu-
ra bucal estrecha, con un labio dorsal y otro ven-
tral de pequeño tamaño, cada uno con un den-
tículo en su cara interna y labios laterales
estrechos y pequeños. La cutícula está cubier-
ta de placas redondeadas de diverso grosor, dis-
puestas en hileras longitudinales, dorsal y ven-
tralmente. Existen un par de alas cervicales bien
desarrolladas y generalmente asimétricas. Pre-
senta, además, dos papilas cefálicas laterales y
cuatro submediales y un par de papilas cervica-
les situadas a la altura del anillo nervioso.
Macho: 30-62 mm. El extremo caudal es alado, Extremo anterior.
en ocasiones asimétricamente y presenta papi-
las también desigualmente distribuidas. La cloaca
se sitúa a 220-350 µm del final; posee cinco o
seis pares de papilas precloacales largas y pe-
dunculadas y cuatro pares poscloacales, así
como cierto número de pequeñas papilas situa-
das más atrás. Las espículas son muy desigua-
les: la izquierda es delgada y mide 4-23 mm, la
derecha es gruesa y mide 0,84-1,8 mm. Guber-
náculo presente, mide 70-120 µm.
Hembra: 80-145 x 0,3-0,5 mm. La vulva se abre
en el extremo posterior a 2,7 mm del final que es
cónico y romo.

Bolsa copuladora y espículas.

102
Nematodos
Nematodos pulmonares

Grandes vermes pulmonares: Dictyocaulus

La recogida de adultos de los grandes vermes pulmonares es relativamente sencilla en la


necropsia. Sin embargo, la extracción de los adultos de las demás especies de nemato-
dos pulmonares (protostrongílidos) es algo más laboriosa por lo que el diagnóstico a partir
de las fases adultas no se emplea de forma rutinaria. Es mucho más práctico para el clí-
nico veterinario o el técnico de laboratorio la identificación de larvas de primer estadio
eliminadas en las heces. Por ello, en vez de insertar imágenes de adultos hemos preferido
ilustrar este apartado con imágenes de las larvas. No obstante, por si fuese de interés la
identificación de los adultos, hemos incluido también una breve descripción de los adultos.

Dictyocaulus filaria

Localización: Tráquea y bronquios.


Morfología: son blanquecinos, delgados y filifor-
mes con una cápsula bucal pequeña que pre-
senta 4 labios; el dorsal y el ventral son de ma-
yor tamaño que los laterales.
Macho: los machos (25-80 mm) tienen espícu-
las iguales, cortas y gruesas, con gubernáculo
oval, semitransparente de 60 µm.
Hembra: Las hembras son más grandes (43-
112 mm) y son anfidelfas con un útero a cada
lado de la vulva que se sitúa hacia el extremo
posterior. En el interior de los úteros se pueden
ver los huevos (112-135 x 52-67 µm) elipsoida-
les y con la larva uno en su interior.
Larvas: las larvas de primer estadio de D. filaria
son ligeramente más pequeñas que las de tricos-
trongílidos (500-580 x 20 µm); generalmente son
oscuras, debido a la intensa granulación existen-
te desde la terminación del esófago hasta el ano.
En el extremo anterior, la cutícula está engrosa-
da formando una estructura en forma de botón
(protuberancia protoplasmática). El extremo
posterior, ligeramente arqueado, termina levemen-
te adelgazado y romo.
Larva 1 de D. filaria (grande) y protostrongílidos (pequeñas).

103
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos pulmonares

Pequeños vermes pulmonares: Protostrongílidos

Protostrongylus rufescens

Localización: Parénquima pulmonar.


Morfología: son pequeños y de color rojizo.
Macho: 16-46 mm. Bolsa bien desarrollada con
un gubernáculo complejo (120-170 µm). Las es-
pículas son rectas, cortas (230-340 µm) y grue-
sas. Hay un gubernáculo y un télamon bien des-
arrollado.
Hembra: 25-65 mm. Son prodelfas con la vulva
situada cerca del ano. Los huevos en el útero mi-
den 75-120 µm, no están segmentados en el mo-
mento de la puesta.
Larva: L1 (300-410 µm longitud): cuerpo trans-
parente, con el extremo caudal terminado en una
larga punta en forma de bayoneta sin espinas.

Larva 1.

Muellerius capillaris

Localización: Parénquima pulmonar.


Macho: 11-14 mm. La bolsa copuladora no
está muy desarrollada y el extremo posterior
está enrollado a modo de espiral. Las espículas
curvas miden 140-160 µm. El gubernáculo está
prácticamente constituido por dos barras escle-
rotizadas.
Hembra: 19-23 mm. Son prodelfas con la vulva
situada cerca del ano, con una dilatación cuti-
cular justo detrás de ella. Los huevos en el inte-
rior de los úteros miden alrededor de 100 µm y
no están segmentados en el momento de la
puesta.
Larva: L1 (250-320 µm longitud): cuerpo trans-
parente, con el extremo caudal enroscado termi-
nando en una punta ondulada que presenta en
su parte proximal un vigoroso espolón dorsal.
Extremo posterior de L1.

104
Nematodos
Nematodos pulmonares

Cystocaulus ocreatus

Localización: Parénquima pulmonar.


Morfología: filiformes.
Macho: 80-90 mm. Bolsa copuladora pequeña,
las espículas miden 275-379 µm y el guberná-
culo 120-174 µm con dos prolongaciones pun-
tiagudas en forma de bota.
Hembra: 13-16 mm. La vulva está situada en la
porción posterior y está protegida por una dila-
tación cutícular en forma de campana.
Larva: L1 (340-490 µm longitud): cuerpo no
transparente (intestino granuloso). Extremo cau-
dal débilmente arqueado y terminado en una
punta articulada en dos porciones: la proximal
es gruesa y curvada y la distal es más fina y
alargada, terminada en punta. Presenta un es-
polón dorsal inmediatamente antes de la por-
ción proximal y un par de pequeños ganchitos
en el límite entre la porción proximal y la distal.
Larva 1 de Cystocaulus.

Neostrongylus linearis

Localización: Parénquima pulmonar.


Tamaño: muy pequeños.
Macho: 5-8mm. Las espículas son desiguales:
320-360 µm y 160-180 µm.
Hembra: 13-15 mm.
Larva: L1 (300-400 µm longitud): cuerpo transpa-
rente. Extremo caudal parecido al de Cystocaulus
ocreatus, articulado en dos porciones y con dos gan-
chitos entre ambas; la porción proximal, sin embar-
go, es cuadrada y el espolón dorsal inapreciable.

Larva 1 de Neostrongylus.

105
Artrópodos
Artrópodos

Artrópodos
Los artrópodos son animales invertebrados, pluricelulares, con simetría bilateral que poseen
pares de apéndices articulados. Tienen un exoesqueleto quitinoso que no es elástico por
lo que para crecer deben sustituirlo por uno nuevo formado debajo del viejo, en un proceso
denominado muda o ecdisis. Los segmentos del cuerpo están unidos por elementos
membranosos, lo que les da cierta movilidad. Cada segmento quitinoso está constituido por
4 placas: una dorsal (tergo), una ventral (esternón) y dos laterales (pleuras). Los artrópodos
parásitos más importantes de los pequeños rumiantes son los insectos y los ácaros.

Encuadre taxonómico
Phylum Arthropoda

Superclase Insecta

Orden Mallophaga Orden Anoplura Orden Siphonaptera Orden Diptera

Suborden Suborden
Ischnocera Cyclorrhapha

Familia Trichodectidae Familia Linognathidae Familia Pullicidae Familia Hippoboscidae


Género Damalinia Género Linognathus Género Pulex Género Melophagus

Familia Ctenocephalidae Familia Oestridae


Género Ctenocephalides Género Oestrus

107
Atlas de Parasitología ovina
Piojos

Piojos
Los piojos son ectoparásitos obligados permanentes y muy específicos de hospedador. Se
caracterizan porque son insectos carentes de alas (ápteros) y están comprimidos dorsoven-
tralmente. Las patas terminan en una uña que al oponerse a una prominencia de la tibia forma
una pinza adaptada al grosor del pelo del animal que parasitan. Todo su ciclo biológico trans-
curre en el animal, depositando sus huevos, liendres, adhiriéndolos a los pelos. Los esta-
dios de desarrollo son morfológicamente muy similares entre sí, diferenciándose fundamen-
talmente en el tamaño. Pueden actuar como vectores de algunas enfermedades pero su
verdadera importancia en veterinaria radica en la acción patógena, directa o indirecta. Se
dividen en dos grandes grupos, los piojos anopluros o picadores y los malófagos o masti-
cadores. Los primeros son hematófagos y durante su alimentación perforan la epidermis.
Los masticadores se alimentan de descamaciones de la piel pero se mueven incesantemente
provocando la autolesión por rascado del hospedador.

Anopluros

Tamaño: suelen medir entre 1,6 y 5 mm.


Morfología: el aparato bucal está constituido por un tubo interno denomi-
nado trompa o tubo de los estiletes cuya parte posterior comunica con un
saco ciego donde están las piezas perforadoras replegadas en reposo. Ade-
más del aparato bucal, en la cabeza disponen de los órganos de los sen-
tidos, las antenas que tienen de 3-5 artejos y están insertas en una esco-
tadura, los ojos que, si existen, son simples ocelos.
El tórax suele tener forma trapezoidal o subrectangular. Las piezas laterales,
pleuras, suelen estar más quitinizadas. Todos los segmentos torácicos es-
tán fusionados por lo que sólo se aprecia un estigma torácico (orificio respi-
ratorio). Como ya hemos indicado, las patas son robustas y terminan en una
uña que se opone a la prominencia tibial y da especificidad a los piojos.
El abdomen es oval con 6-9 segmentos. Las pleuras están muy quitiniza-
das y dejan ver un par de estigmas respiratorios por segmento. La hem-
bra termina en dos lóbulos y un par de apéndices a los lados de la aber- Cabeza y tórax de anopluro.
tura genital: los gonópodos. El macho, por el contrario, termina redondeado
y por transparencia se puede ver el pene con forma de aguja.

Linognathus

Tamaño: de 1,6 a 2,8 mm.


Morfología: carecen de ojos, el abdomen es membranoso y suele ser pe-
ludo y el primer par de patas es claramente más pequeño que el resto.
L. ovillus es el “piojo de la cara y cuerpo” con una cabeza larga y estrecha
que supera en longitud al tórax.
L. pedalis o “piojo del pie” se localiza en zonas desprovistas de lana.
Abdomen de anopluro.

108
Artrópodos
Piojos

Malófagos

Los piojos masticadores suelen ser más peque-


ños que los picadores. Como su nombre indica
se caracterizan por poseer un aparato bucal
masticador localizado en posición ventral con lo
que la parte anterior de la cabeza es redonde-
ada siendo su anchura igual o mayor a la del
resto del cuerpo. Si tienen ojos, son simples.
En el tórax hay un segmento separado, el
protórax, mientras que los dos siguientes, meso
y metatórax están unidos entre sí. Las patas de
los malófagos de los mamíferos son similares a
las de los piojos picadores aunque menos
manifiestas.
El abdomen tiene 9 segmentos separados
por amplias zonas membranosas. El macho
presenta una armadura genital compleja con
pene y piezas accesorias. La terminación de las
hembras, al igual que en los picadores, se
caracteriza por la presencia de gonópodos.
Las especies de piojos masticadores de
pequeños rumiantes pertenecen al género Bovi-
cola (Damalinia).

Bovicola (Damalinia) ovis

Tamaño: no sobrepasa los 1,5 mm.


Morfología: tiene las características morfológicas
típicas de los malófagos y se localiza fundamen-
talmente en el lomo de las ovejas.
Bovicola (Damalinia) ovis liendre.

Bovicola (Damalinia) ovis liendre adulto.

109
Atlas de Parasitología ovina
Pulgas

Pulgas
Los adultos de pulga son ectoparásitos obligados mientras que el resto de las fases de de-
sarrollo pasan su vida fuera del hospedador. Los adultos depositan los huevos sobre el ani-
mal y al no tener ningún tipo de adherencia caen al suelo (encontrándose principalmente en
aquellos lugares donde los animales pasan más tiempo como establos, camas, etc).
La larva es verminosa, blanquecina con piezas bucales mordedoras. Se alimentan fuera del
hospedador de detritus, descamaciones cutáneas, pelos y heces de los adultos que contie-
nen sangre parcialmente digerida, por lo que según van creciendo adquieren un tono rojizo.

Sifonápteros

Tamaño: las pulgas adultas miden de 1 a 6 mm


siendo las hembras más grandes que los machos.
Morfología: el cuerpo está comprimido lateral-
mente y cubierto de cerdas dirigidas hacia atrás,
desprovisto de alas y con 3 pares de patas
como corresponde a su condición de insectos.
Estas patas, fundamentalmente el tercer par,
están adaptados al salto.
La cabeza está ampliamente inserta en el tó-
rax, en ella puede apreciarse el surco antenal don-
de están retraídas las antenas (mazudas) en es-
tado de reposo. Los ojos, cuando existen, son
simples ocelos. Algunos géneros de pulgas tie-
nen en la cabeza estructuras quitinosas: ctenidios
o peines –genal y/o pronotal–. La ausencia o pre-
sencia de estos peines, así como su disposición, Adulto de Ctenocephalides felis.
número de espinas y morfología sirven para su
identificación.
El tórax está formado por tres segmentos bien
definidos cada uno con una pieza dorsal o noto,
una ventral o esternón y dos laterales o pleuras.
Las patas se articulan con el esternón de cada
segmento del tórax. Tienen una coxa libre, mó-
vil, muy grande y aplanada. La pata termina en
uñas prensiles en su extremo.
El abdomen es ancho y corto con sólo 8 seg-
mentos visibles ya que los últimos están modi-
ficados y al servicio de la reproducción. En el bor-
de dorsal cerca del extremo posterior está el
pigidio formado por pequeñas sensilas a modo
de silla de montar. En las hembras el abdomen
es bastante regular, ovoideo dejando ver dos
Peines genal y pronotal de C. felis.

110
Artrópodos
Pulgas

espermatecas simétricas de valor taxonómico.


En los machos el borde inferior del abdomen es
muy convexo y, por transparencia, se ve el ex-
tremo de la compleja armadura genital, forma-
da por una pinza genital que se prolonga en la
lámina del pene.
En el ganado ovino no se ha identificado nin-
guna especie propia siendo difícil observar a los
adultos sobre las ovejas aunque es muy frecuen-
te verlas en los establos. Las dos especies más
frecuentemente identificadas en este rumiante son
Ctenocephalides felis y Pulex irritans, bastante
fáciles de diferenciar entre sí.

Pulex irritans

Conocida como la pulga humana, tiene la cabe-


za redondeada y no tiene peines. Los ojos es-
tán bien desarrollados y por debajo de cada uno
presenta una cerda ocular característica.
Adulto de Pulex irritans.

Ctenocephalides felis

Parasita habitualmente a perros y gatos. Se ca-


racteriza porque la cabeza es el doble de larga que
ancha, con ojos bien desarrollados y por poseer
ambos peines, genal y pronotal. El peine genal que
está en posición horizontal y posee al menos seis
espinas puntiagudas, siendo la primera y la segun-
da de la misma longitud.
Espermateca de C. felis.

111
Atlas de Parasitología ovina
Pulgas

Extremo posterior de hembra de P. irritans. Lámina del pene y pigidio.

Espermateca de P. irritans.

Surco antenal y antenas.


112
Artrópodos
Moscas

Moscas
La distinción entre los diferentes dípteros que pueden afectar a los ovinos es compleja por su
variedad y fisiología. De forma simplista, se va a dividir el presente apartado atendiendo al es-
tadio de desarrollo que produce el proceso, centrándonos en los parásitos más frecuentes en
los ovinos, si bien ocasionalmente pueden presentarse otras especies. En primer lugar se tra-
tarán aquellas infestaciones por larvas de mosca, posteriormente las debidas a los adultos.

Miasis larvarias
Miasis es la infestación de animales con larvas de dípteros que, al menos durante cierto
tiempo, se alimentan de tejidos vivos o muertos, líquidos o de la ingesta del hospedador.
Por su localización se clasifican en externas o cutáneas e internas o cavitarias.

Miasis cavitarias
Entre las miasis cavitarias de los ovinos destaca la estrosis.

Dípteros

Oestrus ovis

Los adultos (10-13mm) tienen ojos pequeños,


son de color grisáceo con manchas amarillentas
en el dorso, tórax y abdomen. Están cubiertos
de pelos oscuros. Su vida es efímera por lo que
son difíciles de detectar e identificar.
Las larvas crecen y mudan dos veces desde
los 1,3-1,5 mm de las larvas I iniciales hasta los
20-30 mm de la larva III. Las larvas de tercer es-
tadio recientes son amarillentas mientras que
cuando maduran presentan bandas oscuras en
cada segmento. Son ovoides, alargadas, con la
cara ventral aplanada y la dorsal convexa. Los
Larva 3 de O. ovis en senos nasales. estigmas posteriores están formados por dos
grandes placas subpentagonales, de ángulos
redondeados, con un botón central y, muchos
orificios pequeños que cubren toda su superficie.
Las hembras depositan las larvas en las fosas
nasales, migran por los cornetes y mudan a los
siguientes estadíos hasta llegar a los senos
nasales. Una vez alcanzado el estadio de larva 3
recorren el camino de regreso a las fosas nasa-
les, caen al suelo donde se entierran y pupan
para transformarse en adultos.

Larva 2 y larva 3 de Oestrus ovis. Aumento de la secreción nasal en la estrosis.

113
Atlas de Parasitología ovina
Moscas

Miasis cutáneas
Distintos géneros de dípteros pueden depositar sus huevos (o larvas) sobre la piel del hos-
pedador produciendo miasis primarias o secundarias. En las primarias, cuando las larvas
eclosionan, con la ayuda de sus ganchos y la liberación de enzimas proteolíticas, son ca-
paces de perforar la piel sana para alimentarse en ella (Lucillia, Phormia y algunas especies
de Calliphora). En las miasis secundarias es necesaria una solución de continuidad, como
heridas por esquileo, corte de rabo o simplemente la lesión que dejan las garrapatas al des-
prenderse. Ésta será la vía de acceso al tejido para que las larvas puedan alimentarse y de-
sarrollarse (Chrysomyia, Megaselia, Wohlfartia, Sarcophaga y algunas especies de Calliphora).
La morfología de estas larvas es común a la del resto de las moscas, con pequeñas di-
ferencias que no son objeto de este tratado. La morfología de los estigmas respiratorios
situados en el último segmento abdominal es de gran valor taxonómico.

Larvas de mosca en pezuña de un muflón.

Extremo anterior de larva. Miasis cutánea.

114
Artrópodos
Moscas

Moscas adultas
Las moscas pertenecientes a la familia Hippoboscidae se caracterizan porque la larva se de-
sarrolla en el interior del útero materno, saliendo al exterior ya en estadio de pupa o ninfa.
Son muy robustas y su tegumento tiene consistencia coriácea. El cuerpo está deprimido dor-
soventralmente como los piojos y la cabeza está unida al tórax en una articulación casi in-
móvil. Ambos sexos son hematófagos. En algunos géneros como Hippobosca las alas son
funcionales pero sólo les permiten realizar vuelos cortos y pesados, en otros como
Melophagus, el falso piojo ovino, las alas han desaparecido. Para facilitar la prensión de los
pelos sus patas terminan en uñas denticuladas.

Melophagus ovinus

Es una mosca parásita obligada de los ovinos,


mide de 3-5 mm y son de color ocráceo y ab-
domen oscuro. Está enteramente cubierta de
pelos cortos, fuertes y abundantes, entre los que
destacan algunas cerdas más largas. La ca-
beza es corta y ancha, con el tórax y el abdomen
aplanados dorsoventralmente lo que unido a la
ausencia de alas y a la presencia de uñas en las
patas le hace asemejarse morfológicamente a
un piojo. Vive como ectoparásito permanente,
con un aparato bucal picador.

Extremo anterior de M. ovinus.

Adulto de M. ovinus. Lesiones en la piel debidas a M. ovinus.

115
Atlas de Parasitología ovina
Moscas

Melophagus ovinus en el lomo de una oveja.

116
Artrópodos
Ácaros

Ácaros
Los ácaros de interés en el ganado ovino pertenecen a dos órdenes: Acariformes (ácaros de
la sarna) y Parasitiformes (garrapatas). Ambos órdenes tienen el cuerpo globoso (idiosoma)
y de él solo destacan el aparato bucal (rostro, capítulo o gnatosoma) y las patas.
El aparato bucal, en posición ventral o anterior, está formado por tres tipos de piezas buca-
les articuladas en una pieza basal, base del capítulo: el hipostoma (es el órgano de fijación,
central y está provisto generalmente de dentículos), dos quelíceros (órganos perforadores, uno
a cada lado del hipostoma, formados por 2 o 3 artejos que terminan en pinzas o agujas) y
dos pedipalpos (órganos sensoriales y/o de protección).
En el idiosoma se insertan las patas (4 pares en ninfas y adultos y 3 pares en larvas), cada
pata está dividida en 6 artejos: coxa, trocánter, fémur, génua o rodilla, tibia, tarso y uña. En
el idiosoma también puede haber ojos simples (en posición lateral a la altura del segundo o
tercer par de patas) y estigmas respiratorios. El idiosoma puede estar cubierto por un es-
cudo dorsal (con distinto desarrollo según el estadio), pliegues, cerdas y escamas o tegu-
mento coriáceo.

Encuadre taxonómico
Phylum Arthropoda

Clase Arachnida

Subclase Acari

Orden Acariformes Orden Parasitiformes

Suborden Acaridida (Astigmata) Suborden Actinedida (Prostigmata) Suborden Ixodida (Metastigmata)

Familia Demodecidae Familia Ixodidae


Género Demodex Género Ixodes
Género Hyalomma
Género Haemaphysalis
Género Dermacentor
Familia Psoroptidae Familia Sarcoptidae Género Rhipicephalus
Género Psoroptes Género Sarcoptes
Género Chorioptes

117
Atlas de Parasitología ovina
Ciclos biológicos

Sarcoptes scabiei
La hembra excava un túnel permanente en el estrato córneo de la piel tadio adulto, la cópula tiene lugar en la superficie de la piel y la hem-
que no abandonará hasta su muerte. Durante aproximadamente dos bra grávida excava un nuevo túnel. El tiempo desde que un huevo eclo-
meses pondrá huevos a razón de 1-3 huevos al día. De los huevos siona hasta que madura la hembra y hace de nuevo la puesta es de
emerge una larva hexápoda que puede ascender a la superficie de la 10-14 días.
piel, protegiéndose, y posiblemente alimentándose en los folículos pi- El ciclo biológico de las demás sarnas es similar en cuanto a las
losos o quedarse en un túnel perpendicular al de su madre (saco de fases de desarrollo pero Psoroptes y Chorioptes se mantienen en la
muda). Las larvas se alimentan y mudan a ninfas (dos estadios ninfa- superficie de la piel, mientras que Demodex lo hace en el interior de
les) que actúan de igual forma que las larvas. Una vez adquirido el es- los folículos pilosos.

Ciclo biológico de Sarcoptes scabiei.

adultos hembra
grávida

3er año
2º año

1er año
ninfa

huevos
larva

Garrapata de 3 hospedadores: Hyalomma lusitanicum.

118
Artrópodos
Ciclos biológicos

Hyalomma lusitanicum Rhipicephalus bursa


La hembra grávida se desprende y pone los huevos en el suelo. Tras La hembra grávida se desprende y pone los huevos en el suelo. Tras
un período de tiempo variable, las larvas eclosionan en primavera un período de tiempo variable, según las condiciones ambientales,
(mayo-junio) y buscan activamente su primer hospedador. Aunque mu- eclosionan las larvas, habitualmente en el otoño, y buscan activamente
chos micromamíferos pueden ser hospedadores, existe una íntima re- su primer hospedador, generalmente un rumiante, se alimentan en él
lación entre los conejos y los estadios inmaduros de esta especie. Des- mudando a ninfa y en este estadio también se alimentan sobre el
pués de la alimentación, las larvas se desprenden, mudan a ninfas en mismo hospedador. Las ninfas se desprenden y mudan a adultos que
el suelo y vuelven a ascender al segundo hospedador a finales de pri- esperan la llegada de un nuevo hospedador definitivo en el que pren-
mavera-verano (junio-julio) que, como hemos indicado, suele ser tam- derse (habitualmente también un rumiante). La hembra se fija primero
bién un conejo. Las ninfas alimentadas mudan a adultos en el suelo y después lo hacen los machos a su alrededor. Tras la cópula, la hem-
y allí permanecen hasta que las condiciones ambientales son favora- bra finaliza su alimentación y ya grávida se desprende y cae al suelo.
bles, finales de primavera, principios de verano o principios de otoño. La duración de este ciclo es variable, según las condiciones ambien-
Cuando la humedad y temperatura son adecuadas, ascienden a la tales. Habitualmente, las larvas-ninfas se alimentan en otoño, en las
hierba a la espera de que pase un hospedador, siendo, en este sen- tablas del cuello de rumiantes y caballos, mientras que los adultos se
tido poco específicos, alimentándose sobre una gran variedad de gran- visualizan fácilmente en la zona del periné de los mismos hospedado-
des ungulados domésticos o silvestres. Tras la alimentación y la có- res en junio.
pula sobre el animal, la hembra se desprende y busca un refugio, entre Es una especie de espacios abiertos donde tanto la puesta como
la hojarasca para hacer la puesta. H. lusitanicum es una especie de la muda se realizan en el exterior, nunca en edificaciones.
tres hospedadores exófila (su ciclo está adaptado a espacios abiertos)
y de épocas cálidas.

hembra
adultos grávida

2º año

1er año

larva
ninfa

huevos

Garrapata de 2 hospedadores: Rhipicephalus bursa.

119
Atlas de Parasitología ovina
Acariformes

Acariformes
Sarcoptes

Localización: Tejido subepidérmico. En las ovejas se


encuentran en las zonas desprovistas de lana, fun-
damentalmente en cabeza y patas. En las cabras se
suele localizar primero en la cabeza y orejas para
luego expandirse por el tronco, las ubres y las patas.
Tamaño y morfología: son ácaros de pequeño ta-
maño (320-440 x 240-358 µm las hembras y 220 x
160 µm los machos) aspecto redondeado, algo más
largo que ancho, de color blanquecino o blanco gri-
sáceo y con la cutícula surcada de finas estriaciones,
escamas triangulares y espinas. El capítulo sobresale
de la superficie del cuerpo en la parte anterior, es de
forma cónica achatada, relativamente corto y cu-
bierto por un camerostoma. El ano está en posición
postero-dorsal. El orificio genital es ventral, posterior
en los machos y medial en las hembras. No presen-
tan ojos ni estigmas, ya que dado su pequeño ta-
maño respiran a través de la cutícula (astigmados).
Las patas tienen distinto desarrollo y están dis-
puestas en direcciones opuestas: el primer y se- Sarcoptes macho.
gundo par hacia delante mientras que el tercer y
cuarto par no sobrepasan la superficie del cuerpo y
están dirigidas hacia atrás. El 1º y 2º par de patas
presentan unas ventosas al final de un pedúnculo,
mientras que en el resto puede haber cerdas o ven-
tosas dependiendo del estadio.

Macho: el 3º par de patas termina en una larga


cerda y todos los demás terminan en ventosa. Otro
carácter diferencial del macho es la fusión de los
epímeros, engrosamiento de la cutícula donde se
insertan los músculos locomotores, de las cuatro
patas posteriores, mientras que en el resto de los
estadios permanecen independientes.

Hembra: las hembras son más grandes para alber-


gar los huevos y los pares de patas 3º y 4º termi-
nan en cerdas.
Los huevos son de gran tamaño (160 µm), ovoi-
deos y de cutícula transparente que deja ver el em-
brión en su interior. Su abundancia en los raspados
de una lesión denota que es un proceso activo. Sarcoptes hembra.

120
Artrópodos
Ácaros

Psoroptes

Localización: Son ectoparásitos estrictos ya


que viven en la superficie de la piel produciendo
exudado que al secarse forma costras que les
protegen. En las ovejas se localizan, preferente-
mente en zonas con lana, fundamentalmente en
el lomo y los costados, en tanto que en las ca-
bras es menos frecuente y se circunscriben a la
parte interna del pabellón auditivo.
Morfología: tienen el cuerpo oval y el rostro có-
nico y alargado. Las terminaciones de las patas
tienen pulvilos en un pedúnculo largo triarticu-
lado y/o largas cerdas.

Macho: los machos (470-640 x 200-400 µm)


presentan pulvilo en el primer, segundo y tercer
par de patas y su extremo posterior se pro-
longa en dos mamelones donde se encuentran
las ventosas copuladoras y el tercer par de pa-
tas muy desarrollado, adaptado también para
la cópula.
Psoroptes macho.

Hembra en el último estadio ninfal pueden ob-


servarse unos botones que se adaptan a las
ventosas del macho en la primera cópula y que
desaparecen en las hembras ovígeras.
Las hembras ovígeras (670-850 x 390-550 µm),
en las que por transparencia se puede ver un hue-
vo en su interior, presentan ventosas en el primer,
segundo y cuarto par de patas.

Psoroptes hembra.

121
Atlas de Parasitología ovina
Acariformes

Chorioptes

Localización: Superficial. Suelen presentarse en


las patas, principalmente en las pezuñas, des-
de donde asciende sin pasar de las rodillas o los
corvejones; en algunas ocasiones, se han cita-
do casos en las axilas, ubres, escroto e incluso
cruz y cabeza.
Morfología: al pertenecer a la misma familia que
Psoroptes presentan bastantes similitudes, como
poseer un cuerpo alargado. Sin embargo, exis-
ten algunas diferencias como poseer un rostro más
redondeado y que los pedúnculos de las vento-
sas son muy cortos y no articulados.

Macho: el macho (290-310 x 250-300 µm) pre-


senta ventosas en todos sus tarsos, con el úl-
timo par de patas poco desarrollado y los lóbu-
los copuladores (en los que se encuentran las
ventosas copuladoras) prolongados en cuatro
largas cerdas aplanadas como una espátula.

Hembra: las ninfas de último estadio también


poseen botones copuladores. Las hembras oví-
geras (300-400 x 210-260 µm) no presentan
ventosas en el tercer par de patas.

Chorioptes macho y hembra.

122
Artrópodos
Ácaros

Demodex

Localización: Interior de las glándulas sebáceas


y folículos pilosos y en las glándulas de Meibomio.
Morfología: son ácaros vermiformes con una es-
triación transversal externa que no se correspon-
de con ningún tipo de metamerización interna. El
rostro es ancho y presenta quelíceros en forma de
estilete y palpos adheridos entre sí. Las patas, dis-
puestas en la parte anterior del cuerpo, están poco
desarrolladas, con tres artejos muy atrofiados y ter-
minados en espinas.
Los huevos son elípticos y miden 68-80 x
32-45 µm.
No existe dimorfismo sexual por lo que machos
y hembras son similares.
En el macho (220-230 x 50-55 µm) puede ob-
servarse el pene en la parte dorsal anterior.
La hembra (221-250 x 44-65 µm, siendo la
variedad caprina algo mayor que la ovina) tiene el
poro genital en disposición ventral.

Patas poco desarrolladas de Demodex.

Demodex.

123
Atlas de Parasitología ovina
Acariformes

Principales características morfológicas de los ácaros de la sarna en el ganado ovino


Demodex Chorioptes Sarcoptes Psoroptes

Vista dorsal Vista ventral Vista dorsal Vista ventral

Forma

Alargado, Ovalado Globoso, cubierta estriada Ovalado


con estrías con cerdas, espinas con estriaciones muy finas
transversales y escamas triangulares y sin espinas dorsales

Extremo
anterior

Muy corto Largo (menos que Psoroptes) Corto y cuadrado con dos cerdas Largo y cónico
y unido al tórax y redondeado verticales (forma de herradura) sin cerdas verticales

Patas

Muy cortas, Largas, todos los pares de patas Cortas, sólo sobresalen Largas, todos los pares
como muñones sobresalen del cuerpo del cuerpo el 1er y 2º par de patas sobresalen del cuerpo

1, 2, 4 1, 2 1, 2, 4
Terminación
en patas en 1, 2, 3, 4 1, 2, 4 1, 2, 3, 4
uñas o
ventosas

(las patas sin


ventosa poseen
cerdas
terminales)
Uñas Ventosas con pedúnculo corto no Ventosas con pedúnculo largo no Ventosas con pedúnculo largo
articulado en los pares de patas articulado en los pares de patas articulado en los pares de patas

124
Artrópodos
Ácaros

Clave de identificación de ácaros de la sarna


Demodex

Cuerpo alargado

3er y 4º par de patas traseros no sobresalen apenas del borde del cuerpo: Sarcoptes

3er y 4º par de patas traseros sobresalen del borde del cuerpo:

Cuerpo globoso

Rostro afilado y pedicelo de las Rostro redondeado y pedicelo de las


ventosas largo y articulado: ventosas corto y articulado:
Psoroptes Chorioptes

125
Atlas de Parasitología ovina
Parasitiformes

Parasitiformes
Las garrapatas, salvo en contadas excepciones, no son demasiado específicas en cuanto
a hospedador. Las que nos ocupan, como parásitos de pequeños rumiantes, son las de-
nominadas duras.
Morfología: presentan tres partes bien diferenciadas, el capítulo o rostro, el cuerpo o idio-
soma y las patas.
El capítulo está localizado anteriormente y en él se encuentran las piezas que permiten
la fijación del ectoparásito a la piel, el hipostoma y los quelíceros y las piezas externas a ellos
que los protegen, los palpos. La forma de la base del capítulo, donde se insertan el resto
de las piezas bucales y la longitud de éstas últimas tienen valor taxonómico (clave).
El cuerpo está protegido dorsalmente por un escudo que cubre totalmente a los machos
y parcialmente a las hembras, ninfas y larvas. Suele ser de color marrón, pero en algunas
especies presenta además coloraciones nacaradas o rojas. La sangre ingerida distiende, en
larvas, ninfas y hembras, la parte del cuerpo no cubierta por el escudo hasta 200 veces su
tamaño original. El borde dorsal del cuerpo presenta, en algunas especies, pequeños sur-
cos simétricos que se denominan festones y que se pierden cuando la garrapata ha inge-
rido gran cantidad de sangre. No todos los géneros presentan ojos, pero en aquellos que
los tienen están localizados en el borde del escudo, donde éste presenta una anchura má-
xima, aproximadamente a la altura de la segunda pata. En la parte ventral del cuerpo se apre-
cian las inserciones de las patas, 6 en las larvas y 8 en el resto de estadios, y los poros ge-
nital, anal y respiratorios. Rodeando el poro anal existe un surco de importancia en la
identificación de los distintos géneros. En nuestro país se han descrito numerosas especies
de ixódidos en los pequeños rumiantes (tabla 1). El interés por conocer las garrapatas que
parasitan al ganado en una determinada zona y estación radica en la capacidad de prede-
cir los agentes que pueden transmitir (tabla 2).

126
Artrópodos
Ácaros

Tabla 1. Principales especies de garrapatas identificadas en pequeños rumiantes


y localizaciones preferentes en el hospedador.
Especie Hospedador Localización en hospedador
Capra hircus, Capra pyrenaica hispanica, Adultos: zonas cefálicas y espalda.
Dermacentor marginatus
Ovis aries, Ovis musimon. Inmaduros: zona facial, cefálica y auricular.
Capra hircus,
Dermacentor reticulatus Zonas cefálicas, faciales y cuello.
Ovis aries.
Capra hispanica,
Haemaphysalis sulcata
Ovis aries, Ovis musimon. Adultos: todo el cuerpo menos cara y cuello.
Capra hircus, Capra hispanica, Inmaduros: cara y cuello.
Haemaphysalis punctata
Ovis aries, Ovis musimon.
Capra hircus, Capra pyrenaica hispanica,
Hyalomma lusitanicum
Ovis aries, Ovis musimon. Región inguinal (mamaria y escrotal), resto de zona pubiana
y perineal.
Hyalomma marginatum Capra hircus, Ovis aries.

Capra hircus, Capra pyrenaica hispanica, Adultos: zona inguinal, cara medial de extremidades.
Ixodes ricinus
Ovis aries, Ovis musimon. Inmaduros: zona cefálica y facial.
Capra hircus, Capra hipanica, Adultos: zona perineal e inguinal.
Rhipicephalus bursa
Ovis aries, Ovis musimon. Inmaduros: cuello, espalda, dorso, cara medial de extremidades.

Tabla 2. Principales garrapatas identificadas en pequeños


rumiantes y patógenos transmitidos.
Género de garrapata Patógenos transmitidos

Anaplasma phagocytophilum,
Ixodes
Borrelia burgdorferi, Virus TBE.

Haemaphysalis Babesia motasi.

Coxiella burnetii, Rickettsia slovaca,


Dermacentor
Francisella tularensis.

Hyalomma Theileria lestoquardi, Coxiella burnetii.

Babesia ovis, Theileria ovis,


Riphicephalus
Anaplasma ovis, Eperythrozoon ovis.

127
Atlas de Parasitología ovina
Parasitiformes

Ejemplo del desarrollo de un ixódido

Hembra haciendo la puesta. Huevos.

Larva sin alimentar. Larva alimentada (iniciando el proceso de muda).

Ninfa sin alimentar. Ninfa alimentada.

Macho y hembra. Garrapatas en la región perianal.

128
Artrópodos
Ácaros

Ixodes

Hembra alimentada (vista dorsal).

Larva sin alimentar (vista ventral).

Macho (vista ventral).

129
Atlas de Parasitología ovina
Parasitiformes

Haemaphysalis

Macho (vista ventral).

Larva parcialmente alimentada (vista ventral).

Hembra sin alimentar (vista dorsal).

Ninfa sin alimentar (vista ventral).

130
Artrópodos
Ácaros

Dermacentor

Macho (vista dorsal).

Hembra haciendo la puesta.

Hembra sin alimentar (vista dorsal).

131
Atlas de Parasitología ovina
Parasitiformes

Hyalomma

Macho (vista dorsal).

Larva parcialmente alimentada (vista ventral).

Hembra sin alimentar (vista dorsal).

Ninfa sin alimentar (vista ventral).

132
Artrópodos
Ácaros

Rhipicephalus

Macho (vista dorsal).

Larva sin alimentar (vista ventral).

Hembra sin alimentar (vista dorsal).

Ninfa sin alimentar (vista dorsal).

133
Atlas de Parasitología ovina
Parasitiformes

Clave de identificación de los géneros de garrapatas españolas

Surco anal rodeando el ano


por la parte anterior

Ixodes Hyalomma

Rostro largo y ojos salientes


como cabeza de alfiler

Hyalomma

134
Artrópodos
Ácaros

Surco anal rodeando el ano por la parte posterior

Dermacentor Haemaphysalis Rhiphicephalus

Rostro corto (con o sin ojos)


Base del capitulo rectangular Base del capítulo hexagonal.
Palpos triangulares. Rhipicephalus

Coxa I profundamente hendida.

Palpos triangulares sobresalen de la base


del capítulo. Sin ojos. Haemaphysalis

Palpos mazudos. Con ojos. Escudo bicolor. Escudo unicolor, con festones.
Dermacentor

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