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La planificación conceptual se define por el establecimiento de un conjunto de líneas generales específicas que
intentan direccionaryorientar la trayectoria de Ia organización delequipo en un futuro próximo. Se expresa en el mo-
delo de juego del equipo, que es dilucidado a partir del análisis organizacional del equipo (sus valores e intenciones)
en el presente, por la concepción del juego por parte del entrenador, en el cual se incluyen las tendencias evolutivas
del propio juego (estableciendo paralelamente la formación de base del equipo y los objetivos que se pretende alcan-
zar enla próxíma temporada deportiva), y por la definición de las limitaciones de trabajo del equipo y las vías para al-
canzat los efectos pretendidos.
NATURALEZA
1. Se evalúa profundamente eltrayecto delequipo en la temporada competitiva anterior para establecer las bases
deltrabajo futuro delequipo estableciendo concomitantemente el objetivo de la próxima temporada deportiva a
partir de presupuestos coherentes e idóneos.
I.
L Se facilitan el análiqis (.!ectura) y las respuestas (soluciones) tácticas que derivan de la situación de juego, sea
respecto alentrenamiento o a la competición, mejorando como consecuencia la comunicación entre los jugado-
res, independientemente de su posicionamiento y de las tareas tácticas dentro del subsistema estructural del
equipo. A estos efectos, los jugadores direccionan sus comportamientos técnicos-tácticos en función de un sig-
nificado que atribuyen a la situación de juego, que es repartido y comprendido de la misma manera por los dife-
rentes compañeros.
3. Se aumentan los niveles de motivación de los jugadores, lo que deriva en una mejor actitud por parte de éstos,
sea en el plano individual o colectivo, sea en la ejecución de las tareas delentrenamiento y la competición.
4. Se mejora la comunicación entre el entrenadory los jugadores. El primero puede seleccionar los diferentes ejerci-
cios de entrenamiento ajustando correctamente su dificultad y complejidad en función de los niveles de rendi-
miento momentáneos de los jugadores y de la organización del equipo, mientras que los segundos comprenden la
necesidad e importancia de su ejecución c0m0 un medio para conseguir un modelo organizativo de juego eficaz
para alcanzar los objeiivos delineados para la próxima temporada deportiva.
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OBJETIVOS
1. Analizar los principales aspectos positivos y negativos de la organización del equipo (la situación actual). En es-
te análisis, además de los niveles de rendimiento deportivo individual y colectivo, se retienen igualmente los valo-
res y las intenciones del equipo, valorándose los resultados de la temporada deportiva anterior.
ETAPAS
La planificación conceptual comprende, c0m0 se puede deducir de lo anterior, tres etapas que, en última instan-
cia, se constituyen como tres cuestiones fundamentales que cualquier entrenador debe valorar cuando asume el li-
derazgo de un equipo de fútbol, la formación actual del equipo, la organización que se pretende en el futuro y córno
alcanzar esta organización. En este sentido, el entrenador, partiendo del análisis de las características y de la es-
tructura de la actividad competitiva de su propio equipo (campeonato, copa, etc.), debe efectuar de forma profunda,
1. La descripción del análisis de la situación organizacional del equipo (incluyendo sus valores e intenciones)y la
valoración de la temporada deportiva anterior (evolución clasificativa, diferentes constituciones, tendencias de Ia
evolución del equipo, etc.).
2. La descripción del modelo de organización del equipo en elfuturo, la determinación clara de los objetivos de la
próxima temporada deportiva y la formación del equipo (número de jugadores que integran el equipo y bases de
elección de los jugadores).
3. La elaboración de los planes de acción, esto es, la aplicación práctica, que resulta básicamente de los desvíos
entre el análisis de la situación actual del equipo y el modelo de organización que se pretende alcanzar.
1. Razones fundamentales del éxito o fracaso del equipo. Momentos críticos y victoriosos del rendimiento del equi-
p0.
2. Evolución de la clasificación delequipo a lo largo delcampeonato.
3. Diferentes constituciones del equipo y particularidades de esas alteraciones. Posibilidades de adaptación de ca-
da jugador en el sector defensivo, medio o atacante.
4. Tendencias de la evolución del equipo y de los jugadores y de su capacidad de rendimiento.
5. Número de goles y forma en la que f ueron conseguidos y consentidos.
6. lipodelesiones(roturas,distensiones,fracturas,etc.)ytiempomediodetratamientoydeinactividadcompetitiva.
7. Comportamiento depoftivo de los jugadores del equipo dentro del terreno de juego. Castigos (tarjetas amarillas o
rojas) y sus razones (a favor del equipo, por ejemplo, evitai'que el adversario en posesión del balón continúe aisla-
do hacia Ia portería, o contra el equipo, por ejemplo, discutir con el árbitro o agredir al adversario).
e Definición de modelo
En términos generales, Bompa (1990) define.modelo" c0rll0 «un? imitación, una asimilación de Ia realidad
constituida por elementos específicos delfenómeno que se observa o investlga". Es igualmente, según el mismo au-
tor, "¡¡ tipo de imagen isomorfa" o, en otras palabras, la cristalización de formas fundamentales (idénticas) de la
competición, que se obtiene a través de la abstracción (un proceso mentalde generalización)de esos elementosyde
l su naturaleza.
1. Carácter progresista. Su concepción debe atender las grandes tendencias evolutivas deljuego y sus perspectivas
de desarrollo: en los planos de las regulaciones del juego, técnico, táctico, físico, psrcológico y social. En este sen-
tido, la concesión de juego debe responder o incluso superar, si es posible, la orientación de los mejores equipos,
tanto interna como internacionalmente.
2- Carácter adaptativo. Su concepción debe atender la especificidad de las características de los jugadores que
componen elequipo, de manera que puedan expresar naturalyeficazmente sus.propias capacidades interrelacio-
nándolas, y, a través de ellas, que el equipo responda c0m0 un todo homogéneo. Este carácter adaptativo igual-
mente ha de tener en perspectiva las transformaciones (modificaciones) puntuales posibles y las tendencias evo-
lutivas del juego para lograr un jugador más autónomo y eficiente, c0m0 un elemento en constante formación y
evolución.
plia y enriquecida.
La institución-club
Este factor referencial es importante debido a que las instituciones a lo largo de su historia cristalizaron una he-
rencia que determinó una forma de estar y de actuar en orden a cumplir los deseos y solicitaciones de sus adeptos y
simpatizantes y de la sociedad en general. En este contexto importa destacar que la institución, el club, el SAD, etc.,
vive diariamente con la angustia y el miedo que provienen de dos polos opuestos: la tendencia de las instituciones a
privilegiar la estabilidad en contraste con elcambio, rechazando asítodo aquello que a su entender pueda herir há-
bitos y tradiciones (al comportarse de esta manera pierde la opor'tunidad y posibilidad de innovar en el momento
acertado y acompañar la evolución de los tiempos teniendo siempre respuestas antiguas para problemas actuales), y
la posibilidad de una aceptación pasiva de aquello que parece la modernidad cuando n0 es compatible y compagina-
ble con el pasado (una institución que no perciba la grandeza de su pasado no puede tener futuro o por lo menos tie-
ne siempre un futuro incierto; en este sentido, ni el pasado puede impedir comprender nuevas realidades, necesida-
des y respuestas a través del presente, ni la construcción del presente con perspectivas del futuro puede ser
desarrollado sin la refundición del pasado). Una idea nos parece correcta: un club sin un pasado y sin una cultura no
lnfluyen indeleblemente en las actitudes y los comportamientos de los jugadores mediante la necesidad de solLl-
cionar los diferentes contextos y situaciones deljuego. Esta influencia deriva de una doble dimensión, por un lado,
atribuyéndoles un significado y un sentido que quiere ser colectivo y, por otro, una direccionalidad (finalidad) a sus
actitudes y comportamientos técnico-tácticos. Las finalidades y los valores del modelo de juego son eltrazo de unión
del espíritu o del alma del equipo y no debe haber dudas en cuanto a estos presupuestos por parte de los jugadores,
especialmente cuando son profesionales. Desde esta perspectiva, cada jugador se adhiere a «una visión" común,
esto es, asume una conciencia colectiva, factorf undamental parala unión y coherencia inierna del equipo. Entre mu-
chos aspectos fundamentales, esta conciencia colectiva se complementa esencialmente por las siguientes vertien-
tes: creación de un ambiente colectivo, determinación de las obligaciones y funciones de cada jugador, estableci-
miento de niveles jerárquicos específicos dentro de cada equipo, aceptación o elección de personas de referencia y
desarrollo de condiciones normativas dentro delequipo:
1. Creación de un ambiente colectivo e intimista. Se traduce, entre muchos aspectos, en la utilización de ropa co-
mún para entrenamiento y viajes, en la capacidad de resarcir de forma colectiva las dificultades y vicisitudes del
entrenamiento en los resultados de la competición, en el perfeccionamiento de la comunicación deniro delequipo,
en el respeto de las condiciones normativas vigentes, en la creación de un clima detrabajo, en el respeto a la his-
toria y el resucitar las tradiciones del grupo para aumentar su cohesión, en aproximar los niveles de aspiración in-
dividual a los objetivos del equipo, en la reacción colectiva a los comentarios considerados menos correctos por
parie de los jugadores de otros equipos o de los periodistas, en comer juntos en las horas que anieceden a las
competiciones con los alimentos estipulados por el departamento médico y en la resolución de los problemas
emergentes ya sea desde el punto de vista disciplinario, reglamentario, médico, etc., en el seno del equipo. "El
seniir colectivo es algo-mágico que está en el ambienie siempre que nos juntamos. Como si estuviésemos pega-
dos unos a otros y eso nos transmitiese mayor fuerza de la que individualmente seríamos cápaceS.» (Araújo,
2000 )
2. Determinación de las obligaciones y función de cada jugador dentro del equipo. lmplica un proceso de dar
y recibir mutuamente. Se establece este sentido a priori(en función de las expectativas propias y de cada ju-
gador),
A. El lugar que ocupa cada jugador en relación con sus compañeros. El espíriiu de grupo y el grado de cohesión
del equipo aumenta exponencialmente a medida que los jugadores perciben y se conciencian de sus tareas,
responsabilidades y derechos dentro del colectivo.
B. Una idea precisa de sus tareas y misiones técnico-tácticas dentro del equipo, es decir, lo que el equipo es-
pera de él y la mejor manera de que corresponda a esas expectativas. Cada jugador, en c0ns0nancia con sus
características y personalidad, debe saber lo que el entrenador juzga que debe ser su desempeñ0, y de modo
continuadoy persistente recibir la información de retorno sobre cómo está o no correspondiendo. En otro senti-
do, la ausencia de la determinación de las obligaciones y f unciones de cada jugador fomenta un clima de riva-
lidad generalizaday a lo largo deltiempo (especialmente cuando los resultados deportivos no se corresponden
con los objetivos y las intenciones del equipo) un sentimiento de frustración y agresividad, contrario al correc-
to espíritu del equipo, absorbiendo y direccionando inútilmente gran parte de sus energías individuales y co-
lectivas. Es evidente que no se puede negar la rivalidad humana existente en el seno de un mismo equipo. nLa
idea tan utilizada de 11 compañeros, siempre de acuerdo e inseparables, debe ser observada con escepticis-
mo. Es preciso prestar atención acada elemento de un equipo que pretende siempre representase a símismo,
probandoyviviendo su autorrealización, eldesarrollo de su personalidad yde su capacidad de autodetermina-
ción en relación con los otros." (Bauery Uerberla, 1998.) En este sentido, se debe admitir una rivalidad sana,
considerada normal, establecida por los jugadores con las mismas obligaciones y funciones tácticas dentro
del equipo (por ejemplo, los poderos, los defensas centrales, etc.). Por último, pero no men0s importante, los
jugadores han de comprender e interiorizar que cada acción individual será tanto más eficaz cuanto más se
base y dependa de la acción colectiva. En el juego del fútbol, c0m0 en cualquier otro deporte colectivo, hay
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siempre lugar para individualidades de gran capacidad técnico-táctica que en cualquier momento pueden re-
solver el resultado final del juego, pero tienen que darse cuenta de que solos consiguen muy p0c0 para el éxito
del equipo. Desde esta perspectiva, "el éxito o fracaso son un problema de todos y no sólo de algunos" (Araú-
jo, 2000) de los que juegan o cumplen tareas tácticas que se aprecian. La responsabilidad tiene que ser divi-
dida entre todos, incluyendo a aquellos que n0 fueron convocados a la competición, pero que con esfuerzo y
empeñamiento estuvieron implicados durante la semana de entrenamiento en luchar para demosirar que es-
tán a un nivelde disponibilidad capaz de dar una contribución eficaz alequipoy posibilitarcondiciones favo-
rables para que sus compañeros puedan disfrutar de ambientes semejantes alde la competición y puedan su-
perarse mejorando o perfeccionando sus capacidades de dominio técnico-iáctico, físico y emocional. En un
equipo todos hacen falta, pero nadie es imprescindible.
3. El establecimiento de niveles jerárquicos específicos dentro del equipo. Normalmente están basados en el
tiempo de permanencia de determinado jugador en el club (factor edad), en la personalidad deljugador (espíritu
de liderazgo)y en su capacidad de ejecución técnico-táctica (reconocimiento de su importancia en la resolución
de las situaciones de competición).
4. La aceptación o la elección (cuando es posible y úiil) del conjunto de personas (elementos) de referencia, co-
tTl 0:
A. El capitán del equipo, cuya imporiancia se establece básicamente en dos niveles, durante la competición
mediante el diálogo que establece y mantiene con el juez árbitro de la partida y por ser interloct¡tor privilegia-
do entre elentrenadory los restantes jugadores delequipo, transmitiendo informaciones fundamentales a los
compañeros y aplicando los ajustes tácticos establecidos por el entrenador y la resolución de problemas espe-
cíficos de organización delequipo;y durante el período de preparacién semanal del equipo (entrenamientos)
porque se relaciona preferencialmente con el elemento directivo del club para dialogar con éste la resolución
de aspectos que atañen a iodos los jugadores (por ejemplo, condiciones de trabajo o dietas); se relaciona con
el entrenador y, partiendo del consentimiento de los jugadores, le transmité preocupaciones y problemas de
. .. éstos, y m4n[ign,e -qo¡ !o-do¡ los jugadores del equipo una relación de igual a igual informando, aconsejando y
recibiendo ideas, prestando atención especial a los jugadores más jóvenes;'adeniás es'a veces el portavoz del
equipo representando los intereses de los elementos que lo constituyen en el exterior.
B. El director del club, que acompaña siempre al equipo durante la competición y lo más posible durante el perío-
do de preparación semanal del equipo (entrenamiento). Se constituye como interlocutor válido con los restantes
elementos de la dirección del club y con el entrenador, médicos y socios. lnterviene cuando es necesario en con-
sonancia con la dirección y el entrenador para tomar decisiones que: alcancen la conciencia de iodos, provocan
reacciones positivas individuales y colectivas, fomenten el espíriiu del equipo y la solidaridad institucional, al-
teren las condiciones normativas volviéndolas más rígidas en ciertos campos, estahlezcan la posibilidad de al-
teración del grupo de trabajo, asuman la defensa del grupo ante los egoísmos e individualismos de algunos ju-
gadores, acepten propuestas de jugadores con intención de mejorar la funcionalidad interna y externa del
equipo, identifiquen a quienes se sirven de la institución en lugar de servirla yvivan los momentos delequipo
estando con éste en lo mejory en lo peor.
C. El médico, que acompaña constantemente al equipo durante la competición y el período de preparación sema-
nal (entrenamiento), es el elemento crucialy responsable (dentro de un amplio abanico de funciones) por el
tratamiento y acompañamiento de jugadores lesionados intentando que se recuperen lo más rápidamente po-
sible para poder ser utilizados por el entrenador; por la decisión justa y clara entre el jugador y el entrenador
de que éste o aquél no participen en las actividades planeadas para elentrenamiento o incluso n0 sean con-
vocados a la competición para evitar reincidir en una determinada lesión que puede condicionar a corto o me-
dio plazo elfuturo del jugador; por la alimentación de los jugadores durante las concentraciones y competicio-
nes y el asesoramiento dietético de los jugadores fuera del contexto competitivo, y por la ayuda a los jugadores
para superar problemas particulares.
En este cuadro de referencia podemos'igualmente incluir a los masajistas/fisioterapeutas, que gozan de
una confianza casi ilimitada por parte de los jugadores: tratándoles las pequeñas y grandes lesiones, es-
cuchando sus miedos ytemores derivados de la competición, calmándoles de las angustias tras las sesio-
nes de entrenamiento y ayudándoles a mejorar de lesiones crónicas o ciertas incapacidades físicas con
programas específicos de tratamiento, restablecimiento o prevención antes o después de las sesiones nor-
5. Desarrollo de las condiciones normativas dentro del equipo. Tienen la finalidad de mantener la coherencia rn-
terna del equipo partiendo del núcleo de representaciones y valores imprescindibles que resulta fundamental im-
plementar, cumplir y respetar para alcanzar las finalidades y los objetivos propuestos. En este contexto, cada
equipo fija un conjunto de normas de comportamiento válidas para todos los elementos (incluso entrenadores,
médicos, masajistas y directores) que lo constiiuyen controlando su cumplimiento y sancionando las transgresio-
nes. El objetivo esencial de estas condiciones, reglas internas, etc., no es ser represivo, sino fundamentalmente
pedagógico, pues n0 sólo el contexto de situaciones eventuales entre los jugadores puede castigarse, sino que sir-
ve sobre todo para crear condiciones en las cuales la vida colectiva discurra con la padicipación consciente y res-
ponsable de todos los jugadores. Un ejemplo explicativo es el que se refiere a la hora de regresar a casa para que .
los jugadores puedan cumplir el número de horas suficientes de descanso para recuperarse de los esfuerzos rea-
Iizados durante las sesiones de entrenamiento y para que se preparen para las siguientes. El no cumplimiento de
este aspecto disminuye claramente la capacidad del ¡ugador en términos individuales, lo cual se refleja grave-
mente en la evolución del equipo. En este mismo sentido, el respeto por el horario de entrenamiento, de las con-
.centraciones y de otras actividades extra previamente combinadas, el cumplimiento de las actividades durante el
entrenamiento y durante las concentraciones para la competición, el respeto de los símbolos del club y las rela-
ciones con otros agentes del club (entrenadores, médicos, dirigentes, socios, etc.), las tar.ietas amarillas y rojas
atribuidas porelárbitro durante la competición que hayan perjudicado esencialmente alequipo no aprovechando
este hecho, etc., son algunos de los valores fundamentales que importa imponery respetar. Las infracciones a es-
tas normas normalmente las sancionan los directores de! club, el entrenador o los propios jugadores en función
del valor jerárquico de la norma no respetada. Se puede incluso establecer una "tabla" de multas económicas a
través de las cuales los elementos infractores serán obligados apagar, como refiereAraújo (2000)' "más impor-
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tante que multar a un jugador que llega con retraso al entrenamiento es que todos los jugadores entiendan la ne-
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cesidad de llegaralentrenamiento con la anticipación que les permita concentrarse en las importantestareas de
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,l I preparación". De esta afirmación es importante destacar que los jugadores dentro delequipo no esián sólo para
ser cumplidores del horario, de una regla, sino sobre todo para ser elementos participantes, actuantes y repercu-
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sores rentables deldesarrolloy perfeccionamiento del modelo de juego delequipo. Elestablecimiento de las con-
diciones normativas y su cumplimiehto por parte de todos los elementos del equipo es un primer pas0 para regu-
lar pedagógicamente comportamientos mediante diferentes situaciones en la vida diaria de los jugadores en el
dominio del entrenamiento/competición o fuera de éste. Así, su aplicación no signif ica que todo esié bien, ni inva-
lida Ia necesidad del entrenador de apelar continuamente a la pañicipación y responsabilización de los jugadores
en el proceso de preparación individual y colectiva del equipo.
Todos los años, las direcciones de los clubes y su entrenador tienen la responsabilidad de formar, 0 c0m0 mínimo
de reestructurar, a su equipo de fútbol. Esta necesidad real se debe a la salida de los jugadores debido a su veteranía
o a la transferencias a otros clubes y a la entrada de nuevos jugadores transferidos de otros clubes o los que transi-
tan del sector de formación del propio club. En este punto es necesario analizar tres aspectos fundamentales: el nú-
mero de jugadores que forman el equipo, las bases para escoger a los jugadores que constituirán el equipo y la deter-
minación de los objeiivos de la próxima temporada deportiva.
Dcfeff:a c¿ntraI l
1. Ha de ser §uficientemente giáridé para ha- 2 N4edios cefltros Delanteros centros Caril
Delensa libre ? 12 centr¿l 37%
cer frente a los problemas inherentes a una 2
Desde esta perspectiva, el número de jugadores de base que constituye el equipo es de 17l19 jugadores para es-
tablecer una sana competición entre ellos y cuatro o cinco jugadores más, jóvenes con talento, con la idea de introdu-
cirles gradualmente en un círculo de exigencias más elevadas. A estos efectos el número de jugadores que constitu,-
yen un equipo de fútbol se sitúa entre los 21 y los 24.
Respecto a los diferentes conflictos emergentes en un equipo de fútbol, gran parte tienen su origen, por un lado,
en el elevado número de jugadores que constituyen la plantilla y, por otro, en el elevado número de jugadores para ca-
da posición táctica. De esto deducimos que la formación de un equipo de f útbol no tiene por objetivo la ampliación in-
discriminada de la plantilla de iugadores 0, en otras palabras que prevalezca el ptesupuesto de la calidad sobre la
cantidad. Simultáneamente al presupuesto de la calidad es necesario interrelacionar las diferentes capacidades téc-
nicas, tácticas, físicas y psicológicas de los jugadores. 0tro aspecto importante que hay que tener en cuenta se refie-
re a las edades de los jugadores, para que n0 haya una renovación brusca de la plantilla delequipo de una tempora-
da deportiva a otra. En este sentido, podemos afirmar que los diferentes jugadores seleccionados deben:
2. trear una dimensión estructural que pasa por la ocupación adecLrada y equilibrada de las diferenies posiciones
iácticas establecidas a partir de varios sectores del sistema de juego implicados en el equipo. A partir de esta co-
locación de base de los jugadores en elterreno de juego (4:4,2;4'3:3; 4:5:1; etc.), la formación de un equipo para
la nueva temporada deportiva debe tener:
A. Jugadores con universalidad, semiuniversalidad y espec¡al¡dad diferenciada.
B. Jugadores que interrelacionen, complementen y valoren mutuamente sus capacidades individuales respecio
al interés colectivo. En este sentido, para un cuadro máximo de 24 jugadores, éstos deben ser distribuidos de
la siguiente ffi?fl€12:
a. Porteros (tres): representan el 12%tolal del equipo. Es conveniente que uno tenga 20y
2l años de edad.
b. Sectordefensivo(ocho):representanun33%deltotaldelequipoyresultaconvenientequedosdelosjuga-
dores de este sector tengan edades comprendidas entre 20 y 2l años y cuatro entre 24 y 26 años. Deben
distribuirse de la siguiente forma,
Dos defensas laterales derechos, uno con la capacidad de jugar de defensa lateral izquierdo o medio a
la derecha.
Dos defensas laterales izquierdos, un0 con la capacidad de jugar de defensa lateral derecho o medio a
la izquierda.
Dos defensas centrales de marcación con la posibilidad de que un0 juegue en la posición de o
"trinco"
medio centro.
Dos defensas libres con la posibilidad de que uno juegue como defensa central de marcación,
c. Sector medio (siete): representan un297. deltotal del equipo y es conveniente que dos de los jugadores de
este sector tengan edades comprendidas entre 20 y 21 años y tres entre 24 y 26 años. Deben distribuirse
0f1:
Dos medios a la derecha, un0 con capacidad de jugar en la defensa lateral derecha o en el extremo de-
recho.
Dos medios a la izquierda, un0 con capacidad de jugar en la defensa lateral izquierda o en el extremo
izq u ierdo.
Tres medios centros, con la posibilidad de que un0 juegue como defensa central 0 en una posición más
retrasada.
d. Sector avanzado (seis): representan un 25% del total del equipo. Es conveniente que uno de los jugado-
res de este sector tenga edades comprendrdas entre 20y 21 años y tres entre 24y 26 años y que:
Dos sean extremos derechos, uno con capacidad de jugar en el ala media derecha, al extremo izquierdo
o retrasado.
Dos sean extremos izquierdos, un0 con capacidad de jugaren elala media izquierda, elextremo derecho
o retrasado.
Dos más retrasados, con la posibilidad de que un0 juegue a las espaldas delcompañero.
Concluyendo, en la formación del equipo de fútbol, además de los aspectos básicos y el punto de vista cultural,
estructural, metodológico, relacionalytécnico-táctico inherente a la organización de un colectivo, es necesario aten-
der tres cuestiones fundamenta les:
1. Superar conflictos. Sea cual sea el nivel competitivo del equipo, existirán siempre conflictos con mayor o menor
frecuencia o mayor 0 menor duración que se establecen básicamente entre jugadores (en función de los grupos
que se forman, de los jóvenes y men0s jóvenes, entre los que juegan y los que no, entre los que perciben mayores
y menores recompensas económicas, etc.), entre los jugadores y el entrenador, entre los jugadores y los directores
delclub, etc. En este contexto, siendo elconflicto una situación «norrflzl», es preciso superarla rápidamente de
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forma que tenga el mínimo de repercusión en el rendi-
miento competitivo del equipo y que se puedan sacar i --
í ,r-r.** I
; Pari,dode ertren¿mrentol I Concenr¿mn
ventajas de estos conflictos de manera que se desarro-
I
,
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llen nuevas motivaciones y se enriquezcan las mutuas
relaciones de equipo. Seguramente no existe ninguna re-
ceta para superar, de forma correctá, los conflictos que
se derivan de las divergencias entre los elementos que R",,*-l-j-'ru*, o. p"*r-l-Iruul¡, ** rucro
i-
l_erre,rrc/orimasl rr"r,]i
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Los programas de acción expresan, en su esencia, un proceso de evolución controlada de los jugadores y de la or-
ganización del equipo, interviniendo racionalmente en la evolución de los factores que condicionan su eficacia. Se es-
tablecen de esta forma unos criterios que direccionan su funcionamiento y su desarrollo eliminando simultáneamen-
te el carácter casuístico del proceso de entrenamiento y sustituyéndolo por una sistematización que prevé la
direccionalidad para el futuro. En otras palabras, se procura que el elemento resultante de la actividad cuidadosa-
mente organizada se sobreponga a los obstáculos ytienda a eliminarlos por completo.
1, Sbjetivos por etapas, Se logran rnediante un determinado tiempo de entrenamiento del equipo, normalmente se-
mana/s o mes/es.
2. 0bjetivos corrientes. Están determinados por una o más sesiones de entrenamiento.
3- 0bjetivos operacionales- Están determinados por los ejercicios fundamentales respecto al rendimiento del equi-
p0 y se realizan durante la o las sesiones de entrenamiento.