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República Bolivariana De Venezuela

Universidad Bicentenaria De Aragua

Vicerrectorado Académico

Facultad De Ciencias Jurídicas Y Políticas

Escuela De Derecho

EL JUICIO ORAL Y PÚBLICO


(Análisis Crítico)

Facilitadora:
Dra. Jenny Yoris.

Participante:
Katherine, Barreto
C.I. 26.254.683

Marzo, 2019
Introducción

Para mayor abundamiento del tema, resulta importante destacar que esta
es la tercera fase del proceso penal venezolano, su inicio está establecido
por el auto de apertura a juicio que dicto el juez de control después de la
audiencia preliminar como lo establece el artículo 314 del código orgánico
procesal penal, donde el mismo señala los requisitos con que debe cumplir
dicho auto; no sobra significar aquí, que el auto de apertura a juicio es
inapelable, para llegar a esta etapa sea hace necesario que se haya admitido
la acusación presentada por parte del ministerio público.

Sobre esta base podemos concebir, que esta es la fase donde las partes
fiscal del ministerio público, imputado, defensor, y victima querellante si lo
hubiera, deben demostrar ante el tribunal de juicio cada uno de los alegatos,
con el fin de obtener una sentencia condenatoria o una sentencia absolutoria,
en contra o favor del acusado de autos
Hablaremos así pues del propósito de la Norma, Razón y Fundamento del
proceso ya que el precepto de la disposición legal recoge un derecho
fundamental para la protección del ciudadano, basándose en preceptos
constitucionales, en los pactos y acuerdos internacionales suscritos y
refrendados por la República, la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, el derecho de recusar y el derecho a la defensa

En este sentido corresponde precisar que el principio de la titularidad de


la acción penal, le corresponde al Ministerio Público, el cual iniciará la
investigación del hecho punible, de orden público, mediante la ayuda de los
órganos de policiales, y luego de obtener suficientes elementos de juicio,
acusar al imputado ante el Juez de Control, para que finalmente y luego de
ser enjuiciado, este se hallado inculpable o culpable por el Juez de Juicio,
sentenciado por ante el Juez de Ejecución, siempre que no concurran causas
para la suspensión condicional de la pena, el sobreseimiento o la extinción,
el indulto o la amnistía.

En razón de lo antes expuesto, se hace necesario destacar que el Juez


de Juicio, esta en pro del establecimiento de la verdad, ya que el tribunal
está obligado a descubrir la historia de los hechos, que pueden no coincidir
con la exposición de las partes y a los efectos de formar en él la certeza o
evidencia suficiente para lograr su convicción, está facultado, de manera
excepcional, para disponer de oficio la práctica de pruebas e interrogar a
expertos y testigos, pues está obligado a formar su convicción con todos los
elementos probatorios que hayan sido aportados en el proceso por las
partes, siempre y cuando llenen los requisitos de Ley.

Nos sobra precisar, en los delitos de acción a instancia de parte, delitos


de acción privada, no actúa el Ministerio Público, excepto que se trate de
delitos de acción a instancia de parte, en los cuales la víctima sea niño, niña
o adolescente, o se trate de personas la cuales por circunstancias
determinadas están impedidas para ejercer la acción penal de mutto propio,
por ser incapaces o de alguna manera minusválidos en su estado mental o
en la capacidad de ejercer sus derechos y en los cuales esos derechos
pudieran estar en peligro de ser conculcados por cualquier tipo de razón,
incluyendo la incapacidad económica. (Artículo 25 del COPP).

Así mismo, De lo expuesto podemos concluir señalando que, el principio


de juicio previo y debido proceso está compuesto por una serie de garantías
y principios como dijimos anteriormente, entre los cuales podemos
mencionar: la oralidad, permitiéndose por medio de ella la producción de
pruebas y la convicción de los actores del proceso mediante la palabra; la
publicidad, con lo cual logramos que el recorrido del juicio penal se desarrolle
en presencia de cualquier persona que quiera asistir, con las excepciones
previstas, para así asegurar una mayor transparencia y eliminar el terrorismo
judicial; la celeridad, es decir, realizarlo sin demora, sin pereza psíquica, sin
dilaciones indebidas, lo que significa respetar los plazos previstos en el
Código, (hay lapsos precisos y perentorios para todos los actos), que señala
los lapsos en que dichos pronunciamientos deben producirse y evitar la
negligencia en su realización, y lógicamente que para que esto tenga
legitimidad debe ser realizado ante un juez imparcial y este tipo de
funcionario es el que nos presente el nuevo sistema, donde las funciones de
juzgar y acusar están plenamente separadas. El juez, al estar legitimado sólo
para juzgar, está garantizando su imparcialidad y lo 49 Los principios
procesales: juicio previo, debido proceso y oralidad hará conforme a ley,
desprovisto de cualquier otro interés. La celeridad del proceso es realizarlo
con rapidez y esta rapidez conlleva a la sencillez y a la menor solemnidad o
formalismo posible, por cuanto la justicia tardía se convierte en injusticia.
“Conforme al artículo 257, el proceso constituye un instrumento fundamental
para la realización de la justicia. Por ello, las leyes procesales deben
establecer la simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites y
adoptarán un procedimiento breve, oral y público. En ningún caso se debe
sacrificar la justicia por la omisión de formalidades no esenciales. Esto lo
complementa el artículo 26 de la Constitución al establecer que el Estado
debe garantizar una justicia expedita, sin dilaciones indebidas, sin
formalismos o reposiciones inútiles. Por su parte, el artículo 258 de la
Constitución remite a la Ley para promover el arbitraje, la conciliación, la
mediación y cualesquiera otros medios alternativos para la solución de
conflictos.” Este principio de juicio previo y debido proceso está íntimamente
relacionado con la legalidad del proceso, y tanto el principio de la legalidad
como el debido proceso constituyen principios fundamentales del
ordenamiento penal liberal, ya que toda persona tiene derecho a ser juzgada
conforme a la ley establecida con anterioridad al hecho punible cometido y
con la aplicación de una pena también prevista en la ley y con un
procedimiento establecido previamente en ella. Es decir, con este principio
se garantiza que para poderse aplicar la ley es indispensable que
previamente al juzgamiento haya habido un proceso investigativo en el cual
se respete la inviolabilidad de la defensa, y se haga una valoración crítica de
todos los elementos de convicción, para así llegar a una conclusión justa y
donde se hayan respetados todos los derechos humanos, lo que
indudablemente constituye una garantía para la persona que ha sido
imputado por la comisión de un delito encuentra su seguridad en el derecho
a la defensa. Las disposiciones del Código Orgánico Procesal Penal deben
ser interpretadas discrecionalmente pero sin que ello signifique arbitrariedad
ni violación de la ley. Los jueces le deben dar pleno cumplimiento a lo
juzgado, es decir, deben ejecutar lo juzgado como presupuesto garante de
su aplicación, que genere certidumbre, confianza, seguridad y fortaleza, no
sólo a sus instituciones sino a los ciudadanos y a la sociedad.
Cabe destacar, que el debido proceso tiene su razón de ser en el sistema
oral, por cuanto se nos presenta como la mejor vía para obtener la
transparencia en las decisiones jurisdiccionales, la realización del conjunto
de actos que constituyen que el juicio se efectúe, de manera pública,
concentrada, ininterrumpida, con la presencia de todos los participantes
donde se evidencia el carácter contradictorio, y la defensa e igualdad entre
las partes, la apreciación de las pruebas por parte del tribunal según su libre
convicción, asegurándonos así la eliminación de la burocracia, el terrorismo
judicial, el alto grado de preparación e información de los operadores del
derecho y el final de los excesos típicos del sistema inquisitivo.
Conclusión

Puede decirse en conclusión que, se deben mantenerse todos los


principios oralidad, publicidad, participación ciudadana e inmediación y
garantías procesales, advirtiendo al imputado y al público sobre la
importancia y significado del acto (COPP, Art 347). Conforme al principio de
inmediación, asimismo, el juicio se realizará con la presencia ininterrumpida
del juez y de las partes, Conforme al principio de publicidad e inmediaciòn.

En consecuencia a lo anterior expuesto, en caso de una sentencia


absolutoria el Juez de Juicio deberá ordenar la libertad inmediata del
acusado y dejar sin efecto todas las medidas de coerción personal que
existan sobre estos, incluyendo aquella que hayan afectado la libre
disposición de sus bienes, ahora bien de ser una sentencia condenatoria, el
juez impondrá la pena correspondiente que ha de sufrir el acusado de autos
y las obligaciones que este debe cumplir conforme lo establecido al 349 del
copp, en este mismo sentido, si el acusado de marras, se encuentra
concurriendo al juzgado en libertad, es haya culpable y la pena a imponer es
superior a los 5 años de prisión deberá ser detenido en la misma sala de
audiencias.

Otro aspecto a subrayar, es que actualmente solo existen tribunales


unipersonales de juicio que son encaminados por un juez profesional. Las
normas generales de juicio se encuentran enmarcadas en los artículos 315 al
324 del copp, y las de preparación y desarrollo del debate en los articulo 325
al 343 del copp, asimismo las disposiciones atenientes a la sentencia están
previstos en los artículos 344 al 352 del copp, los invito a que se ilustren con
el contenido de los artículos mencionados a los fines de que amplíen sus
conocimientos en ese sentido
Es por ello, que se concluye entonces, que el juicio oral y público es un
logro de los legisladores, pues la decisión del Estado venezolano al
promulgar el COPP, responde a un clamor de la población y a la diligente
actividad de la sociedad civil organizada. Por tanto, es un producto del
cambio social, No obstante, Venezuela cuenta con muchas personas que se
están capacitando en el más importante desafío de la justicia venezolana,
sobre la base del respeto, la igualdad y la democracia participativa y
protagónica, tal como lo establece nuestra Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, respondiendo todos ellos a ese derecho complejo
como lo es la tutela judicial efectiva, en donde la cual el proceso no puede
someterse a dilaciones, reposiciones y formalismos inútiles e infundados que
obren en detrimento de la justicia y del derecho a la defensa.
Referencias Bibliográficas

Cabanellas, G. (1989) Diccionario Jurídico Elemental. Buenos Aires,


Argentina, Editorial: Heliasta.

Vásquez, M. (2001) Nuevo Derecho Procesal Penal Venezolano.


Publicaciones UCAB. Caracas, Venezuela.

Pérez, E.(2002). Manual de Derecho Procesal Penal. Caracas: Editorial


Salesiana

Vivas, G. y Granadillo, A. (2013) Código Orgánico Procesal Penal


Comentado. Caracas: Librería Jurídica venezolana.

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