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OPINIÓN
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27 Abr 2017 - 11:30 PM
Por: Adolfo León Atehortúa Cruz

En defensa de las
licenciaturas
En virtud del artículo 222 de la Ley 1753 de 2015, por
la cual se expidió el Plan Nacional de Desarrollo, los
eae.es/Masters-y-Posgrados
programas de licenciatura, construidos para la
formación de maestras y maestros en todo el país,
fueron obligados a tramitar y obtener su Buscar columnista

acreditación de alta calidad antes del 9 de junio de Seleccione columnista

2017. En caso de no lograrlo, dispuso la ley,


perderán el registro calificado otorgado para su Últimas Columnas de
funcionamiento y, por consiguiente, tendrán que Adolfo León
Atehortúa Cruz
suspender inscripciones y cerrar su oferta.

El proceso no ha sido sencillo. Durante el plazo


Unas de cal…
concedido de dos años, a partir del 9 de junio de 6 Abr 2017
2015, las licenciaturas debieron acogerse también al
Decreto 2450 del 17 de diciembre de 2015, que
reglamentó las condiciones de calidad para el SOS: Adición
presupuestal para
otorgamiento y renovación de sus registros
las universidades
calificados, y a la Resolución 2041 del 3 de febrero estatales
23 Mar 2017
de 2016, por la cual se establecieron las
características específicas de calidad de dichos
programas para la obtención, renovación o Decretos en la
modificación del registro calificado. sombra para la
educación
En dichas condiciones, el artículo 222 de la ley del 9 Mar 2017
Plan Nacional de Desarrollo, que para el caso es
norma instrumental y temporal, derogó
¿Ciencia o
parcialmente una ley marco, la Ley General de
carreteras?
Educación, que otorga carácter voluntario a la 23 Feb 2017
acreditación y reconoce, además, la autonomía
universitaria que consagra el artículo 69 de la
Constitución nacional. Pero, por otra parte, decreto Tareas escolares sí,
pero en el aula
y resolución arriba mencionados, exigieron sin
9 Feb 2017
lógica la inmediata autoevaluación de los programas
y emprender las reformas necesarias para
presentarse en solo seis meses al Consejo Nacional
de Acreditación, con la previa implementación de
nuevas y rigurosas características específicas de
calidad impuestas para su funcionamiento.

Por supuesto, muchas universidades no tuvieron la


capacidad ni el tiempo suficiente para poner en
inmediata marcha los ajustes pretendidos, con las
consecuentes afectaciones curriculares y
presupuestales, que impidieron en muchos casos la
presentación ideal del conjunto de características y
factores de calidad que se exigían.

No era tampoco asunto de voluntad. Uno de los


requisitos perentorios consistió en alcanzar de
inmediato, por parte de todos los licenciados, el PUBLICIDAD

nivel A2 de desempeño en una lengua extranjera.


Desde luego, comprendemos la bondad presente en
el espíritu e intención de la norma, pero una lengua
no se aprende por decreto: en el contexto
colombiano, el proceso de aprendizaje de una lengua
extranjera es atravesado por diferentes factores
como las profundas brechas del desarrollo regional,
el nivel socioeconómico, el capital cultural familiar,
las posibilidades de inmersión y otras condiciones
que facilitan o retrasan el aprendizaje de una
segunda lengua en el nivel esperado. Más aún, si se
considera que la gran mayoría de los estudiantes
que ingresan a las licenciaturas de las universidades
estatales llegan del bachillerato sin herramientas
para el dominio de una lengua extranjera, sería
necesario brindar 180 horas en cursos para alcanzar
el nivel A1 y luego 180 horas para lograr el A2. Este
hecho exigiría dos años en función de obtener el
nivel establecido por la norma, siempre que se
ofrezcan cursos de cinco horas semanales, y
rompería en la práctica los currículos sin cumplir
con el exiguo plazo estipulado por la ley.

En consecuencia, nos encontramos hoy ante la


perspectiva de una auténtica “masacre” de
licenciaturas. De acuerdo con un estudio adelantado
en la Universidad Pedagógica Nacional, existen 501
licenciaturas en el territorio nacional: 300 en
instituciones de carácter oficial y 201 en
instituciones privadas. Entre ellas, a 2016, solo 89
contaban con acreditación de alta calidad vigente y
272 tenían la obligación inmediata de acreditarse.
Sin embargo, solo 154 se presentaron al proceso; lo
cual significa que, a junio 9 de 2017 conforme
dispone la ley, en el mejor de los casos, menos de
200 licenciaturas contarían con acreditación de alta
calidad o estarían en perspectiva de lograrla,
mientras el resto cerraría sus puertas para el
próximo semestre. A corto plazo, entonces, la
cobertura en educación superior del país se reduciría
por este efecto en 40 u 80 mil estudiantes; una meta
muy contraria a la que se había propuesto el mismo
Plan Nacional de Desarrollo.

No obstante, lo más grave es que, según el mismo


estudio, al discriminar por departamentos la
distribución de las licenciaturas con acreditación de
alta calidad, estas se concentran en Bogotá (33.71
%), Antioquia (13.48 %) y Boyacá (11.24 %),
mientras en departamentos como Bolívar, Cesar,
Chocó, Guajira, Magdalena, Putumayo y Sucre, que
ofrecen hoy el 11,8 % de las licenciaturas en
Colombia, estas no alcanzarían la acreditación y
dichas regiones se quedarían, muy probablemente,
sin programas para la formación de maestras y
maestros. Aún más, licenciaturas creadas en virtud
de las diversidades regionales y en atención a las
expectativas de desarrollo requeridas en
importantes escenarios rurales afectados por el
conflicto político armado serían las más
perjudicadas.
Increíble paradoja. Un plan de desarrollo que busca
ampliar la cobertura en educación superior, la
reduce de tajo con un solo artículo; un país que
requiere de maestras y maestros para la
construcción de paz renuncia a formarlos en las
regiones que vivieron con más saña el conflicto que
pretende terminarse.

El presidente de la República, premio Nobel de Paz,


debiera examinar la situación y utilizar los
instrumentos legales a su alcance para impedirlo. El
Ministerio de Educación Nacional es consciente de lo
que sucede.

* Rector Universidad Pedagógica Nacional.

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6 Abr 2017 - 9:00 PM


Por: Adolfo León Atehortúa Cruz

Unas de cal…
En mi columna anterior hice referencia a la
presentación de un proyecto de ley de adición al
presupuesto general de la nación, mediante el cual
se propuso garantizar el incremento de $1.2 billones PUBLICIDAD

para el funcionamiento e inversiones en la


educación. En el anuncio oficial, pero aún preliminar
de dicho proyecto, el Gobierno nacional insinuó
adiciones para el Programa de Alimentación Escolar
(PAE), el cubrimiento y acceso a créditos para
educación superior a través del Icetex, la
construcción de aulas para educación básica y
media, y recursos para el programa Ser Pilo Paga.
Nada adicional para la educación superior pública.
Buscar columnista
En la radicación del proyecto definitivo, realizada el
Seleccione columnista
pasado 29 de marzo en el Congreso, se advierte, sin
embargo, que con “recursos de funcionamiento”
Últimas Columnas de
que, por supuesto, irán a la base presupuestal, se
Adolfo León
destinan $109.5 mil millones de pesos para las
Atehortúa Cruz
instituciones de educación superior públicas. La
noticia mejora y es importante, pero deja dudas e
inquietudes. En defensa de las
licenciaturas
En primer lugar, porque se trata tan solo de igualar 27 Abr 2017

la cifra recibida por recursos CREE en 2016 y que se


encontraba recortada para 2017. En definitiva,
SOS: Adición
entonces, no hay un incremento real, concreto y
presupuestal para
efectivo; tan solo una compensación pendiente. las universidades
estatales
Pero lo más alarmante es que esta adición
23 Mar 2017
presupuestal toca ya los recursos que empiezan a
ingresar al Estado por cuenta de la reforma
tributaria. Tal como el Ministerio de Hacienda lo Decretos en la
sustenta, “la motivación de la adición presupuestal sombra para la
educación
está basada en los efectos que tendrá sobre el
9 Mar 2017
recaudo tributario la reforma fiscal aprobada en
diciembre del año pasado”. Y, en efecto, la adición
tomaría recaudos iniciales producto de la reforma, ¿Ciencia o
mayores dividendos de ISA y Ecopetrol, así como la carreteras?
proyección de un incremento en los rendimientos 23 Feb 2017

financieros y del comportamiento de las tasas de


interés en recursos estatales.
Tareas escolares sí,
Allí está lo delicado. El artículo 184 de la Ley 1819 de pero en el aula
9 Feb 2017
2016, reforma tributaria, modificó la tarifa general
del impuesto sobre las ventas elevándola al 19 %,
salvo las excepciones contempladas, y dispuso que
0.5 puntos de ese nuevo IVA se destinaran a la
financiación de la educación, dedicando el 40 % de
este recaudo a la financiación de la educación
superior pública.

La preocupación para las instituciones estatales


aflora cuando se compara la adición de 2017,
conforme se presenta finalmente, y los otros rubros
a los cuales se destina en educación superior: Icetex
y programa Ser Pilo Paga. Si la tendencia de
distribución que se ha empleado en la adición
impera con la reforma para el presupuesto del año
2018, significaría entonces que los recursos
aportados por los colombianos con el nuevo IVA en
materia de educación superior continuarán
trasladándose a bolsillos privados, y no
precisamente a la atención del derrumbe que
padecen las instituciones oficiales.

Y este desasosiego ocurre también con respecto al


artículo 102 que sustituye al CREE con el impuesto PUBLICIDAD

sobre la renta y complementarios de las personas


jurídicas, del cual se destinarán 0.6 puntos para
financiar las instituciones de educación superior
públicas o para financiar créditos beca a través del
lcetex. Con este último inciso, que ingresó a la
norma preexistente del CREE en 2015, las
universidades pasaron de percibir el 100 % del
impuesto, que les fue entregado en el 2013, a recibir
tan solo el 33 % en 2017, mientras el resto, cerca de
$434 mil millones, se fue también por decisión del
Ministerio de Educación Nacional al programa Ser
Pilo Paga.

Tal como los rectores del Sistema Universitario


Estatal lo hemos advertido recientemente al
presidente Santos, resulta inconveniente tomar
parte de los recursos destinados a la educación
superior pública del país para financiar matrículas
de universidades privadas. Este hecho constituye
una desviación indebida de los fondos públicos que
debe examinarse.

Pero, por otra parte, debe tomarse conciencia sobre


las necesidades que padecen hoy las universidades
públicas. Ya lo hemos dicho una y otra vez: su
infraestructura se está cayendo, su presupuesto se
encuentra asfixiado, no tienen cómo crecer y su
calidad por vía presupuestal se ve cada vez más
afectada.

Las universidades estatales requieren ajustar su


presupuesto cuatro puntos por encima de la
inflación para garantizar los incrementos salariales
que el mismo Gobierno establece; un billón y medio
de pesos para cubrir gastos recurrentes relacionados
con la formalización laboral de sus docentes,
funcionarios y trabajadores; cubrir gastos
administrativos, invertir en bienestar estudiantil,
recursos académicos y de tecnología, e impulsar la
internacionalización. La inversión, calculada para
una sola vez y que puede diferirse en un corto y
mediano plazo, la estipulan las 32 universidades del
Sistema en 13 billones y medio de pesos, que serían
destinados a formación doctoral, construcción de
infraestructura, investigación y actualización
académica.

Las universidades estatales del país no pueden ya


con más recortes. Requieren presupuesto e
inversión.

* Rector Universidad Pedagógica Nacional.

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23 Mar 2017 - 9:00 PM
Por: Adolfo León Atehortúa Cruz

SOS: Adición
presupuestal para las V&V VehiculosVIP Colombia

universidades estatales Transporte para ejecutivos


con vehiculos alta gama en
Colombia
El presidente de la República y el ministro de Learn M

Hacienda anunciaron, al principio de esta semana, la


presentación de un proyecto de ley de adición al
Buscar columnista
presupuesto general de la nación, mediante el cual
Seleccione columnista
se busca “acelerar la inversión social”
incrementando su monto al 7 % para el corriente
Últimas Columnas de
año. Adolfo León
Atehortúa Cruz
El proyecto se propone garantizar una adición de $
1.2 billones, para un presupuesto total de $35
billones en educación, con la cual se garantizan las En defensa de las
raciones contratadas para el Programa de licenciaturas
27 Abr 2017
Alimentación Escolar (PAE), el cubrimiento y acceso
a créditos para educación superior a través del
Icetex, la construcción de aulas para educación Unas de cal…
básica y media, y recursos para el apoyo a 32 mil 6 Abr 2017

estudiantes del programa Ser Pilo Paga. Nada


adicional para la educación superior pública.
Decretos en la
La noticia es grave, gravísima, para las sombra para la
educación
universidades estatales. Para este año, como en los
9 Mar 2017
anteriores, solo se ha anunciado el aumento del
presupuesto de la educación superior pública en una
cifra similar a la de la inflación, como lo establece la ¿Ciencia o
Ley 30 de 1992, hecho que, por sí mismo, significa carreteras?
déficit: la inflación es inferior al incremento del 23 Feb 2017

salario mínimo, de los salarios acordados por


convención o pactos con los trabajadores, al
Tareas escolares sí,
aumento de salario que el mismo Gobierno decreta pero en el aula
para funcionarios y profesores universitarios. Este 9 Feb 2017

excedente que, de acuerdo con los cálculos hechos


por el Sistema Universitario Estatal (SUE) alcanza 4 PUBLICIDAD

puntos porcentuales, debe cubrirse con recursos


propios de las universidades.

Pero no solo ello. Desde 1992, cuando fue aprobado


el modelo de financiamiento de las universidades
estatales, estas han cubierto con recursos propios el
incremento en los aportes del empleador a la
seguridad social; las sentencias de la Corte
Constitucional con respecto a funcionarios
administrativos y profesores ocasionales y
catedráticos; las prestaciones proporcionales por
retiro que estableció el Decreto 404 de 2006; las
horas de dedicación de los docentes a investigación,
dirección académica o dedicación exclusiva; la
incorporación de los desarrollos en tecnología y
comunicación, incluidas las bases de datos
internacionales, la compra de equipos, la instalación
de wifi en sus campus y el pago de licencias
de software en dólares al alza; los recursos de apoyo
académico que presuponen la dotación de
laboratorios; la formación doctoral para docentes;
los programas de bilingüismo y lenguas extranjeras,
la internacionalización y el intercambio académico;
las transformaciones en las modalidades
convencionales de enseñanza y la pertinencia de la
investigación científica; las inversiones en bienestar
estudiantil y las urgencias de sus plantas físicas, así
como los gastos administrativos incrementados con
la ampliación de cobertura, la admisión con enfoque
diferencial, la acreditación institucional y de
programas, los nuevos sistemas de gestión y de
control, la seguridad, vigilancia, mantenimiento y
arrendamientos, entre muchos otros. No se ha
pagado completo, por parte del Estado, el descuento
electoral que se estableció sobre las matrículas.

Con todo ello, los malabares que año tras año


hacemos los directivos de las universidades estatales
por la responsabilidad suprema que nos identifica
han llegado al límite y se han convertido en
imposibles. El déficit real y contable ha crecido año
tras año, la deuda interna y externa de algunas
universidades se torna impagable. La alternativa de
muchas instituciones consiste en sacrificar las
necesidades académicas y su desarrollo para
garantizar mínimamente el pago de la nómina, o en
transformar su carácter de universidad en agencias
de ofertas de asesorías y extensión con los riesgos y
abandonos misionales que tal decisión implica.
Mientras tanto la infraestructura se derrumba, se
precariza aún más la contratación de profesores y
funcionarios, se eliminan inversiones en
investigación, tecnología y recursos educativos, o se
abandonan aquellas requeridas para el bienestar
universitario que impiden la deserción y promueven
la permanencia y graduación de los estudiantes.

La realidad es muy concreta. Un ligero ejercicio


sobre los últimos cinco años arroja que, mientras las
transferencias de la nación para el funcionamiento
de las universidades se han mantenido estables
entre un 7 y 7.3 %, los gastos de funcionamiento
han aumentado cada año el 8.67 % en promedio,
con un crecimiento adicional de los gastos de
personal de 9.28 %, sin variaciones en una planta
por lustros congelada. Dicho de otra forma,
mientras el incremento promedio de los gastos de
funcionamiento e inversión del SUE en las últimas
cinco vigencias supera el 10 %, el incremento
promedio de los recursos nación solo llega a la
mitad de dicho crecimiento, a pesar de los recursos
CREE.

Aún más: con el mismo presupuesto incrementado


al tope de la inflación, las universidades públicas
aumentaron su cobertura de pregrado con relación
al año 2004 en un 56 % aproximadamente, y en más
de 135 % en posgrado; soportan un 30 % más en la
cantidad de programas de pregrado y un 60 %
adicional en programas de posgrado, con un 240 %
más en doctorados, cuadruplicando sus grupos de
investigación.

El presidente, el Ministerio de Hacienda y el


Congreso de la República en pleno deben reflexionar
sobre una verdad de apuño: las universidades
públicas están ya reventadas. Los ingentes peculios
públicos del programa Ser Pilo Paga no llegan a
ellas, van a las universidades privadas. Si bien existe
la expectativa de nuevos recursos con la reforma
tributaria para el 2018, es absolutamente necesaria
una adición presupuestal para el presente año que
permita la cancelación tranquila de la nómina en los
meses de noviembre y diciembre; una suma que
haga posible recuperar al menos una mínima
porción de la deuda acumulada por las
universidades; un aliciente que ayude a enfrentar la
crisis ya estructural y no permita la extensión de su
amenaza.

*Rector Universidad Pedagógica Nacional.

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