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Porque lo necesitamos para poder conocer nuestras


limitaciones y también las armas de nuestra milicia, y
porque debemos entender por qué y para qué estamos en
esta tierra…

El Ministerio de Enseñanza Bíblica


TIEMPO DE VICTORIA
Presenta:

El Alma, la
Guerra y la
Vida
Autor: Espíritu Santo

Colaboradores: Muchos Instrumentos Humanos Utilizados por el Autor

Escrito Por: Néstor Martínez – Rosario – República Argentina

(Uno de Esos Instrumentos)


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Introducción
E n realidad no sé cómo escriben los grandes autores que la mayoría consume y lee, tanto en

el ámbito secular como en el cristiano. Jamás asistí a ninguno de esos cursos introductorios que suelen
dictar esos hombres y mujeres en las diferentes clínicas o congresos a tal efecto.

Así que yo, cuando tengo de parte del Señor la vía libre para comenzar a escribir para un formato
superior al de un simple tratado, mensaje o producción más voluminosa, lo hago pensando en la palabra
libro y conduciéndome cómo –yo supongo- debería conducirse un aceptable autor.

Y lo hago como solía hacerlo cuando todavía no existían estas maravillas informáticas que te
permiten las mil y unas técnicas probables para conseguir un buen resultado sin demasiado esfuerzo. Yo
no, yo arranco por lo primero que tiene un libro, su título; luego paso a la introducción, luego su contenido
y, finalmente, su conclusión.

Ya sé que esto no es ninguna novedad, pero sé que hay muchos profesionales de la literatura que
hoy, aprovechando esas nuevas tecnologías, no lo hacen así. Supongo que a ellos eso les habrá dado
excelente resultado y me alegro, pero yo sigo mi propia ruta.

Porque como con todos los otros, yo ya sé que esto no va a comercializarse, nadie va a pagar un
centavo para leerlo, y lo va a leer solamente si mi Señor le pone en su corazón la desesperada necesidad
de hacerlo, así que ni siquiera tengo la ansiedad lógica de pensar si será un éxito o no.

Estoy muy lejos de esa necesidad, gracias a Dios; sólo espero que le llegue a quien tenía que
llegarle, aunque sea uno solo, porque por sólo uno hay fiesta de ángeles en los cielos, así que también la
habrá en Rosario, Argentina, aunque no de ángeles, sino de seres de carne, huesos y algunos años
vividos.

Y como lo primero que se me ocurrió (¿Se me habrá ocurrido, realmente, o lo recibí de mi Editor
Principal?), fue el título, ahí nomás lo escribí: El Alma, La Guerra y La vida. Y luego el “chán-chán”,
que es la onomatopeya de cómo finalizan musicalmente la mayoría de los tangos argentinos.

Sin embargo, tuve que pasar por unos pocos minutos de dudas y luchas, ya que ese título me
sonaba como una vieja “peli” americana de vaqueros, de las llamadas “western”, que alguna vez vi en los
años sesenta, y que creo se llamaba “El Bueno, el Malo y el Feo”, con el duro de Clint Eastwood.

De todos modos, decidí mantenerlo, porque aunque de pronto a otros adultos como yo les sonara
de la misma manera, porque aquel viejo argumento de “las de cow-boys”, terminaban como corresponde
que terminen todas las grandes historias de la humanidad: con la victoria del Bueno. …Y con la extinción
del Malo y la conversión del Feo, claro.

Así que, solucionada esta duda filosófica, faltaba conocer lo que se supone que todo libro tiene que
tener: su objetivo. ¿Llevar alimento espiritual? ¿Llevar un mensaje pleno en palabra de Dios? ¿Dar
rudimentos prácticos para el crecimiento y la maduración de los hermanos? Lindas frases, todas. Muy
ungidas y bastante evangélicas, también.
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MI Señor me hizo saber (No me preguntes cómo), que no; que esto no iba a encajar en ninguna de
esas pomposas declaraciones de púlpito, que debería apuntar hacia otro objetivo. El objetivo de entregar
en un solo contexto, tres aspectos de la vida de un creyente que necesariamente tiene que vivir, asumir,
incorporar y, definitivamente, vencer.

Su alma, que indefectiblemente lo lleva a una guerra de un voltaje y un contenido que nadie
podría imaginarse si asiste a uno de esos viejos cultos romanticones con los que las mayorías de
congregaciones todavía se solazan, y finalmente la vida, que es en definitiva el objetivo real con el que
cada creyente vive su vida de fe en esta tierra. La abundante, aquí y ahora; la eterna, después.

Y podríamos largarnos a leer todo lo que sigue después, que ha sido extraído y tomado de los
miles de trabajos de audio y escritos que me ha tocado compartir durante todos estos años de ministerio,
con los añadidos del hoy y el ahora, pero me ha parecido conveniente y necesario, hacer una breve
reseña casi técnica del significado de cada una de las áreas mencionadas: alma, guerra y vida.

001 - Desde el Alma


Este subtítulo ha tomado textualmente el título de un antiguo vals que aquí, en la Argentina de los
años 30 al 50, se estilaba ejecutar en las fiestas de bodas, para que fuera bailado por los recién casados y
toda su parentela. Eso hasta que paulatinamente fue reemplazado por el internacional “Vals de los Novios”
que seguramente todos conocen.

Su música era hermosa en cadencia y sonidos y podría ser escuchada por nuestros santos oídos
sin que nos ofenda, pero su letra más vale ignorarla, ya que como la mayoría del género, parecía inspirada
en la vida y obra de algún demonio de esos que envían desde el infierno a desatar los más despiadados y
crueles dramas humanos.

Dicen los diccionarios seculares, impíos, incrédulos y pecadores, que el alma es la parte
espiritual e inmortal del hombre, capaz de entender, querer y sentir, y que, junto con el cuerpo, constituye
su esencia humana.

¡Chocolate por la noticia! Me hubiera desmayado de sorpresa si hubiera leído que me decían que
también era el nexo entre el Espíritu Santo que mora en nuestro espíritu humano y nuestro cuerpo.
Hubiese sido como demasiado, ¿No es verdad?

Ellos, los paganos, dicen que alma también se denomina a una persona o individuo, que es lo que
da vida o aliento a algo, que es también el interés, la energía o la voluntad que se pone en hacer las
cosas, y por eso a alguien muy esforzado se le dice que hace las cosas “con toda su alma”.

Después el dicci de los incrédulos entra directamente en contenidos religiosos de sus orígenes
hispanos e incidencias lógicas católico romanas, así que comienza con citar al alma en pena, que según
me aseguran es la que padece en ese inexplicable lugar inventado por inexplicables teólogos llamado
purgatorio, o simplemente de la gente que anda con una mezcla de tristeza y melancolía. (De esto último,
puedo asegurarte, se tomaron todos los autores de las letras de los tangos de mi patria)

Y después, los autores de estos libracos gigantes, elevan sus cuerpos etéreos por las alturas, se
van colgando de todas las ramas que encuentran a su paso en clara imitación simiesca, y mencionan los
dichos, aforismos, expresiones vernáculas, refranes o sentencias que existen en nuestros pueblos
hispanos con mención al alma.

Caerse el alma a los pies, que es sinónimo de abatirse o desanimarse por algo, Como alma que
lleva el diablo, que implica a alguien que anda precipitadamente, con gran velocidad y agitación, hasta
llegar a la más poética de En el alma, que simplemente describe algo que podríamos traducir como
entrañable, muy íntimo.

Luego mencionan las más conocidas de Llegar al alma, para expresar algo que se siente
vivamente, No poder con el alma, para graficar a alguien que está muy cansado, No tener alma, dedicado
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a los que no parecen tener compasión por nada ni nadie, Partir el alma, que es sinónimo de causar un
gran dolor, tristeza o lástima y Salirle del alma, que identifica todo aquello que se dice con sinceridad.

Dicen, por su parte, los diccionarios bíblicos, piadosos, creyentes y santos, que Alma era una
palabra hebrea que se escribe nefesh, y que ignoro como se pronuncia porque jamás estudié hebreo, y
que aparece setecientas cincuenta y cuatro veces en el Antiguo Testamento. Unas cuantas, ¿Verdad?

Y que como puede verse en la primera cita bíblica al respecto, que ellos colocan allá por el capítulo
segundo del Génesis, significa lo que tiene vida. Y esto se aplica tanto al hombre como a los demás
seres vivientes, lo cual le daría respuesta a tantos y tantos que andan por los templos preguntando si sus
perritos o gatitos tienen alma, porque se les murieron y quisieran encontrarlos…allá…

También encontramos que en algunos textos, al alma se la identifica con la sangre, como algo que
es esencial para tener aliento y animación. Pero es en el hombre donde se constituye en su principal
característica, que es la que lo distingue de los seres irracionales.

Aseguran los teólogos constructores de diccionarios santos, que la primera función del alma es la
de dar vida al cuerpo, y como la respiración es el signo principal de la vida física, de ahí que en hebreo,
como en la mayoría de las lenguas, se la designe con términos que se relacionan más o menos con la
imagen del aliento. Este principio vendría a ser la base que luego ampliaremos para explicar que allí
radican los sentimientos, las pasiones, la ciencia y la voluntad.

Así, entonces, estar en vida es todavía tener aliento. Cuando el hombre muere, sale el alma, es de
alguna manera, -dicen- exhalada, mientras que si llegara a resucitar, entonces vuelve el alma a él. Para el
pensamiento hebreo, en tanto, el alma es inseparable del hombre total, es decir, que el alma expresa a los
hombres vivientes.

Tal vez aquí radica el origen de la identificación del alma con la sangre; el alma está en la sangre, y
a veces dice metafóricamente que la sangre es la vida misma. De todos estos pasajes que incluyen todo
esto, se puede deducir que la nefesh, es el principio de vida vegetativa que se considera ligada a la
sangre del ser vivo.

Hay en hebreo, además, otras palabras que tienen casi el mismo significado, como nesamah, que
expresa un soplo divino vivificante, que es principio de vida racional, sensitiva e intelectual. Otro término
casi equivalente es ruah, que designa un soplo vital, el principio de la vida y de los sentimientos.

El hombre es superior y se distingue de las bestias por haber sido creado a imagen y semejanza de
Dios, (Algo que los cristianos suelen olvidar permanentemente). En el Antiguo Testamento la nefesh parte
del cuerpo con la muerte, pero el término no se aplica al espíritu de los muertos. Ya que la psicología
hebrea no tenía una terminología semejante a la nuestra; la explicación deberá buscarse entonces en los
pasajes donde las palabras hebreas traducidas por corazón y espíritu son usadas.

Es preciso esperar a los tiempos del Nuevo Testamento, los de la plenitud de la revelación en
Cristo, para tener una doctrina completa del alma. En el griego del Nuevo Testamento, la palabra psyche
(Que se pronuncia “psiquis” y de allí derivan psiquiatría o psicología), se usa como equivalente de la
palabra hebrea nefesh, pero hay once casos en los Evangelios Sinópticos en que se expresa la seguridad
de la vida después de la muerte.

En todos los cuatro evangelios la palabra pneuma, que es equivalente de ruah, también se usa
para indicar la vida espiritual, y la palabra kardia (que es corazón), se usa para expresar la vida psíquica
del hombre.

En el Nuevo Testamento el alma es la parte invisible del hombre, en oposición con la sangre y la
carne. La psyche, el alma, es el principio de la voluntad y del querer, el centro de la personalidad íntima
del hombre; el alma es nuestro propio Yo.

En el Nuevo Testamento, al contrario del Antiguo, el alma puede vivir separadamente del cuerpo y
es el principio que le da vida. Claramente se habla de la supervivencia del alma. Así que es sinónimo de
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espíritu, y cuando el apóstol Pablo habla de tres componentes del hombre, a saber: cuerpo, alma y
espíritu, no debemos pensar en una verdadera tricotomía, sino en la distinción entre la vida biológica del
hombre y su vida espiritual, y que son salvos juntamente con su cuerpo, porque Dios salva al hombre total
que, si ahora está sometido a la muerte. Será transformado y revestido de inmortalidad al final de los
tiempos.

La expresión usada por Pablo que compara la muerte a un sueño, es una metáfora usada ya por
los judíos y que ciertamente aparece también en numerosas inscripciones en las catacumbas de las
primeras generaciones, y en la cual se expresa la firme convicción de que si duermen en el cuerpo,
ciertamente ya han empezado a gozar de la salvación de Dios.

Aquí es evidente que Pablo supera las falsas concepciones que invadían el mundo helenístico en
cuanto a la resurrección. El hombre total resucitará, en alma y cuerpo, porque la muerte no termina con el
hombre, ya que Dios, cuando lo creó, lo hizo inmortal, y si por el pecado la muerte entró al mundo, por
Cristo entró la vida.

Aunque la Biblia no desarrolla la idea del alma de una manera abstracta como lo hace la filosofía,
no obstante es bien claro que en el Nuevo Testamento el alma que anima al hombre terrenal lo sobrevive y
lo animará cuando, ya transformado y revestido de inmortalidad, tenga la plena visión de Dios.

Cuando Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, su alma, su vida, su carácter, su voluntad,
su psicología, su personalidad total tenían rasgos divinos que el pecado destruyó. El hombre, señor de la
naturaleza, tiene un alma, una vida superior a la de los animales, sobre los cuales tiene dominio por su
razón y personalidad que le vienen por un acto de la soberana voluntad de Dios que le permite señorear y
llamar por su nombre a los animales.

Su alma es, por tanto, superior y distinta de la de los demás seres, (Lo cual no significa que ellos
no la posean). El hombre resucitará en su integridad (Tanto los buenos como los malos, y esto no siempre
se ha dicho), al final de los tiempos.

002 - La Guerra de una Sola Galaxia


Los que gustan del género de la ciencia-ficción con reminiscencias espaciales o interplanetarias,
seguramente vieron y se divirtieron mucho con la saga de “La Guerra de las Galaxias”. Allá cada uno con
sus gustos o disgustos. Lo cierto es que la que nosotros conoceremos aquí en esta tierra, es una guerra
que forma parte de una sola galaxia, no de varias. Pese a eso, no será leve, te lo puedo asegurar.

Lo cierto es que desde lo secular, la guerra es la lucha armada entre dos o más países, o entre
grupos contrarios de un mismo país. Es también la pugna entre dos o más personas y, en suma, una
lucha, un combate.

Tiene sus derivados técnicos o descriptivos, tales como la guerra biológica o bacteriológica, que es
la que utiliza como armamento a bacterias o a gérmenes nocivos y la guerra civil, que en este caso se
produce entre bandos antagónicos y enemigos dentro de un mismo país.

Luego nos encontramos con la guerra de ondas, que es la que se produce como uso político y
propagandístico de las emisoras de radio o de televisión, y la guerra fría, que es la manifiesta hostilidad en
las relaciones entre dos o más países sin llegar al enfrentamiento armado.

No podemos dejar al margen a la guerra química, que como su nombre lo indica, es la que usa
productos químicos dañinos para el ambiente o los seres vivos. La guerra santa, que es la que se hace por
motivos religiosos y, esencialmente, la que ejecutan los musulmanes contra los que no lo son.

La guerra sucia es la que nos pone de manifiesto el uso de acciones ilegales coactivas o violentas
por parte del Estado o de grupos paramilitares y, como conclusión una expresión que se utiliza mucho
para dejar en evidencia a alguien que molesta o fastidia, simplemente diciendo que da guerra.
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Nuestros diccionarios bíblicos, en tanto, hablan de la guerra como consecuencia natural de la


presencia del pecado en el mundo, y de la codicia de los hombres y de las naciones por lo que pertenece
a los otros.

También puede tener el carácter, como en las Escrituras, de un juicio de Dios sobre una tierra por
su pecado. Este es el carácter de la conquista de la tierra de Canaán por parte de Israel, como huestes del
Señor, y en su mantenimiento de su tierra, para lo cual tenían instrucciones divinas.

En tipología, la guerra de ellos es figura del conflicto del cristiano contra principados, potestades,
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes. Hay también guerras contra Israel, en las que Dios utilizó a otras naciones para castigar a su
pueblo. Pero Dios siempre da sus propios derechos sobre su propio pueblo y sobre su propia tierra.

Cuando Jehová destruyó el ejército de Faraón en el Mar Rojo, fue llamado “varón de guerra”, y esta
y otras victorias fueron registradas en el libro de las batallas de Jehová. David dijo de Dios: “Es quien
adiestra mis manos para la batalla”.

Cuando estaban prestos para la batalla, los israelitas consultaban a Jehová. Si el conflicto no podía
ser evitado, invocaban la ayuda de Dios, ofreciendo en ocasiones un sacrificio. Los paganos recurrían a la
adivinación, cuidándose de no salir a la batalla más que en un día fuera declarado propicio. Se enviaban
exploradores para reconocer el territorio enemigo, a fin de valorar su capacidad de resistencia.

Los prisioneros eran interrogados en busca de información. Antes de la batalla, un sacerdote, o


bien el general del ejército, recordaba a los soldados la presencia de Dios. Algunos eran devueltos a sus
hogares. Se usaban diversas tácticas: la sorpresa, la emboscada, la huida simulada, el asedio. En
ocasiones, los campamentos enemigos presentaban a sus campeones. Las tropas israelitas daban la
señal de ataque y de invocación para que Dios les diera su ayuda.

Como los otros pueblos de la antigüedad, los israelitas saqueaban el campamento enemigo, y en
ocasiones daban muerte o mutilaban a los prisioneros. Por lo general, lo que se hacía era reducirlos a
esclavitud.

Las fuerzas que asediaban una ciudad cortaban el suministro de agua, y fortificaban su propio
campamento, por temor a una salida de los asediados. El enemigo levantaba terraplenes, y disponía sus
arietes contra las puertas de la ciudad, hostigándose a sus defensores con honderos y arqueros.

Con ayuda de escaleras puestas sobre los terraplenes elevados, que en ocasiones llegaban a la
mitad de la altura de los muros, se escalaban estos. Arqueros apostados sobre las torres de asedio y
desde el suelo acribillaban a los asediados, que se defendían con flechas, piedras, antorchas encendidas.

La caída de una ciudad entrañaba su destrucción y la matanza de sus habitantes sin respeto a la
edad ni al sexo. La victoria se celebraba con cánticos y danzas. Siguen habiendo guerras en la actualidad,
perfeccionándose cada día más los instrumentos de muerte.

El corazón de la humanidad a espaldas de Dios no ha cambiado, lo que acarreará los duros juicios
que desembocarán en la venida del señor para imponer su reino. Israel, establecido en la tierra en
incredulidad, está siendo perseguido por sus enemigos.

Llegará el día en que el mundo se unirá en Armagedón para presentar batalla en el gran día del
Dios Todopoderoso. El Señor reinará hasta que haya puesto a todos sus enemigos por estrado de sus
pies. Después seguirá el período en el que no se aprenderá más a hacer la guerra, cuando los
instrumentos de guerra serán convertidos en aperos de alabanza, y el Príncipe de Paz reinará sobre toda
la tierra.

Es lo que podemos leer en uno de los más completos diccionarios bíblicos que están a disposición
de todos, aunque sus conclusiones en muchas ocasiones pertenezcan a ciertas y determinadas corrientes
específicas de interpretación bíblica.
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003 - ¡Gracias a la Vida!


Prosiguiendo con la onda musical con la que comenzaba esta intro, extraje este subtítulo del título
de un tema que casi inmortalizó una ya fallecida eximia cantautora de nuestra música folklórica nacional
argentina, dueña de muchos éxitos nacionales e internacionales.

Sin embargo, lo llamativo del tema en cuestión, es que hay una parte de su letra que dice: “gracias
a la vida / que me ha dado tanto”. Y cabe dentro de lo que son las métricas y las cadencias de la música
en general, sino fuera por un nimio detalle: no es la vida abstracta e inanimada quien nos da o no nos da
cosas, sino alguien muy superior e invisible que está por encima de todas las cosas que conocemos,
incluida nuestra propia vida.

Pero nuestra enorme e indiscutida artista musical y vocal, ya sea desde lo técnico, pasando por lo
profesional y concluyendo en lo vocacional, no lo sabía. Tal vez porque nadie se atrevió a ir a decírselo.
Una pena. De haberlo sabido, entonces sí su paso por la tierra hubiera sido completo y verdaderamente
trascendente.

La vida. Según el examen del diccionario secular, la vida es la capacidad de los seres vivos para
desarrollarse, reproducirse y mantenerse en un ambiente. Felices los que se conforman con estas
acepciones considerándolas suficientes. Son un ejemplo de mediocridad y pobreza, precisamente, de vida.

Otra acepción dice que la vida es la existencia de seres vivos, el espacio de tiempo que transcurre
desde el nacimiento de un ser hasta su muerte y la duración de las cosas. También un conjunto de medios
para vivir, un modo de vivir y ser humano.

Se denomina así al relato de la existencia de una persona, a la prostitución, dicho de las mujeres,
cualquier cosa que produce una gran satisfacción o da valor a la existencia de alguien, la animación, la
diversión, la expresión, la viveza especialmente referido a los ojos.

Es el estado del alma después de la muerte, según algunas religiones, la unión del alma con el
cuerpo, en algunas otras religiones y la actividad o conjunto de actividades de un cierto y determinado
grupo social específico y definido.

Se le llama buena vida a una vida cómoda y regalada, vida y milagros a toda la vida de alguien,
hasta los más pequeños detalles, amargar la vida a hacer desagradable la vida de alguien, a vida o
muerte, para determinar cosas que se realizan con gran riesgo de vida y buscarse o buscar la vida, como
conseguir lo necesario para vivir, bastarse uno solo para solucionar un asunto.

Dar la vida significa sacrificarse por alguien; dar vida, es representar un personaje en una obra; de
por vida, que durará por todo el tiempo de una vida; de toda la vida, es desde hace mucho tiempo, desde
que se tiene memoria, y esto es vida, una expresión que se usa para mostrar que se está disfrutando de
algo muy agradable.

Finalmente, en la vida, es sinónimo de decir: nunca; hacer la vida imposible, es molestar, hacer
sufrir a una persona de forma continuada; ir la vida, ser algo muy importante para alguien; pasar a mejor
vida, es el equivalente a morir y, perder la vida, también es morir, especialmente de un modo violento.

Nuestro diccionario bíblico de consulta permanente nos dice que vida es aquello por lo cual un ser
creado disfruta del lugar en el que el Creador lo ha puesto. Dios sopló en la nariz del hombre aliento de
vida, “y fue el hombre un ser viviente”.

Al entrar el pecado, el hombre pierde derecho a esta vida, y Dios la reclama, diciendo: “ciertamente
demandaré de la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre;
de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre” En ello se instituye la pena capital por el
asesinato, nunca abrogada o alterada.
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En las escrituras se reconoce la diferencia entre la vida en un sentido moral y la existencia. Ello se
ve en un pasaje que dice: “¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el
bien?” Aquí se ve al hombre deseando vida, deseando gozarla.

Ello responde a la objeción de los que intentan negar el castigo eterno, afirmando que vivir para
siempre sólo se afirma de los creyentes. Esto es cierto, pero muchos otros pasajes de las escrituras
demuestran que los malvados tendrán existencia eterna.

El hombre, en su estado natural, es considerado moralmente muerto en pecados, y necesitando ser


vivificado por el poder de Dios; o como viviendo en pecados, y necesitando aceptar la muerte a fin de
poder vivir en Cristo.

En estos diccionarios santos, hay también una referencia a la otra vida a la cual aspira el creyente
convencional: la vida eterna. En las escrituras se presenta comúnmente a esta en contraste con la muerte.
La vida eterna ha sido revelada en el Señor Jesucristo.

Se nos dice que el que tiene al Hijo, tiene la Vida, y que el que no tiene al Hijo, no tiene la vida. Por
ello, el que tiene al Hijo de Dios tiene la vida ahora, y lo sabe por el Espíritu Santo, el Espíritu de vida.
Juan habla de la vida como un estado subjetivo de los creyentes, aunque inseparable del conocimiento de
Dios plenamente revelado como el padre en el Hijo, y verdaderamente caracterizada por esto mismo.

El Señor le dijo al Padre en oración: “Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios
verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Pablo presenta la vida eterna más en su aspecto de
esperanza puesta delante del cristiano, que sin embargo tiene un efecto moral en el aquí y ahora.

De ello se puede ver que para el cristiano la vida eterna se relaciona en su plenitud con la gloria de
Dios, cuando el cuerpo presente que forma parte de la vieja creación será transformado, y habrá total
conformación a semejanza de Cristo, en cumplimiento de los propósitos de Dios.

En este tiempo, el propósito de Dios es que el cristiano, en quien mora el Espíritu Santo, (Y lo doy
por sobreentendido porque de otro modo no podría considerarlo cristiano), sepa o tenga el conocimiento
consciente, de que tiene la vida eterna, una vida totalmente distinta de la vida en la carne, relacionada con
el Señor resucitado y exaltado.

Listo. Ahora sólo me resta empezar a desplegar conceptos y sentencias reveladas hace algunos
años, otras no tanto y algunas más quizás hoy mismo, ahora mismo, dentro de un momento. Es mi oración
que esto no sólo te bendiga, madure y alimente, sino que también te capacite para –como dice Pablo-,
pelear tu buena batalla, que seguramente la tienes y ardua.

Sería inteligente y conveniente, que antes de comenzar a leer el desarrollo que sigue, tú también te
pusieras a orar para que el Señor te permita entender, aceptar, creer y poner por obra todo lo que viene de
Él por mi intermedio, y discernir lo que es mío personal y carnal para sencillamente desecharlo.

Con ese criterio formado y puesto en marcha, sólo me resta comenzar lo que no dudo será un
privilegio, como lo es siempre trabajar en algo donde el Señor es tu único jefe. Te espero en el final, en lo
que seguramente llamaré “conclusión” y no epílogo, porque no hay epílogo en lo que viene de Dios, sino
un permanente y repetitivo “continuará”.

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PRIMERA PARTE

El Alma
E n la congregación donde pasamos con mi familia la última etapa dentro de las estructuras

babilónicas, no estaba bien visto llorar. Se consideraba una debilidad infantil no apta para cristianos
maduros. En realidad, el problema que ellos tenían, era con las emociones.

Sabiendo que había –efectivamente- una enorme cantidad de iglesias que hacían de los impactos
emocionales un verdadero arte efectista, la que nosotros asistíamos, antigua, clásica y tradicional, se
había volcado directamente al lado opuesto.

“A mí no me gusta que la gente se la pase gimiendo y llorando innecesariamente, -decía el


pastor-, porque no es así como se conmueve a Dios. Dios no se mueve por lástima, se mueve por
fe”. Enorme verdad sin ninguna tacha ni enmienda. Así es sin ninguna duda.

Sin embargo, una cosa es no promover los emocionalismos como formas o métodos convocantes o
aglutinantes de nutridas membresías, y otra muy distinta, opuesta y también equivocada, suprimir toda
emoción en los asistentes y miembros. ¿Sabes por qué? Porque Dios nos hizo con emociones. Él las puso
allí. Pero para que vivamos con ellas, no por ellas.

Recuerdo dos hechos con la misma expresión externa, pero diferente comprensión interna. En una
congregación a la que asistí como predicador, en el final del mensaje, hice un llamado al frente. Pasó
muchísima gente y se paró en fila esperando un toque de Dios o una unción especial, que era lo que
andaba de moda templista por esos días.

Fui guiado por el Espíritu Santo a ir pasando por cada persona y, cuando sentía la orden, miraba a
los ojos de esa persona y simplemente le decía: ¡Llore! Y para mi sorpresa primero y curiosidad suma
después, cada una de esas personas, puntualmente, rompía en un desconsolado llanto. No hubo uno que
no lo hiciera de los que recibieron la orden. Sólo quedaron a un lado los que no la recibieron.

Yo no conocía a esa gente, de hecho, era un ministro de visita. El único vehículo que me
relacionaba con esos hermanos, era el de la radio, mediante el espacio en el que yo participaba y
enseñaba esas cosas que tú ya habrás conocido por las grabaciones antiguas de mi Web. Pero eso no era
un punto que los obligara a ellos a obedecer a rajatabla a esa curiosa orden lacrimógena.
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Cuando concluyó todo, el pastor principal de esa iglesia me solicitó que me reuniera un momento
con él en su oficina, antes de emprender el retorno a mi domicilio. Allí y sin protocolo alguno me preguntó
–y creí percibir que de no muy buen talante-, las causas por las cuales yo les había ordenado llorar a toda
esa gente.

Se lo veía algo fastidioso y molesto por eso, pero de todos modos esgrimía esa sonrisa que tanto
conocemos y que es con la que se suelen disfrazar los hermanos de todo nivel jerárquico para,
precisamente, esconder sus sentimientos y sus emociones. Al pastor no le había gustado para nada que
esa gente hubiese sido invitada a llorar, pero lo que mucho menos le gustaba, era que hubieran sido tan
puntillosamente obedientes para con la directiva.

Le expliqué como pude que yo no había previsto eso, que sólo había sentido la necesidad de
decirles eso cuando comencé a ministrarlos. Que en otras congregaciones y en igual situación, jamás
había dicho algo parecido. En fin; que no podía decirle el motivo ni la razón por la que yo había hecho lo
que había hecho.

Es obvio que hasta allí, ninguno de los dos habíamos tenido en cuenta al Espíritu Santo. Él suponía
que yo había inventado esa forma de ministrar porque me habría parecido novedosa, y yo me quedé con
la sensación de que era algo que me había llegado de adentro hacia afuera, aunque no hubiese podido
jurarlo, claro está.

La sorpresa me la llevé al instante siguiente, cuando el pastor me dijo que “algo” iban a tener que
hacer, porque el mandato de llorar, yo se lo había dado solamente a todos los miembros del ministerio de
la congregación. Esto es: a los miembros rasos, los pasé por alto. A los que tenían cargos, posiciones o
funciones dentro de la iglesia, el mandato de llorar.

Me fui de allí sin saber qué pensar. Hay veces que las cosas que Dios hace, nos deja sin palabras
y sin explicaciones lógicas o coherentes para dar. Supuse que algo debería significar pero que debería
ser, en todo caso, el pastor y su gente los que tendrían que ocuparse y/o preocuparse. De todos modos,
no pude evitar ser impactado por ese evento.

No sé por qué no me sorprendí en modo alguno cuando, meses después, esa congregación se vio
sacudida por una serie de escándalos internos y, finalmente, se extinguió. La gente se dispersó en otras
iglesias, los líderes dejaron de serlo y todo concluyó allí.

Es notorio que el Espíritu Santo sabía cosas que yo ignoraba, así que me hizo ir en una dirección
que tuvo su efecto porque decidí ser obediente, así como no lo he sido en otras situaciones parecidas. Los
siervos somos útiles o inútiles de acuerdo como funcionen nuestras neuronas espirituales. Si priva Cristo,
allá vamos. Si priva el Yo, acá venimos. Conclusión del ejemplo uno: gente que lloró por una razón y
con un propósito.

En otra congregación, a la que solía ir de visita con más asiduidad, me sucedía algo muy similar
pero con resultados bien distintos. Había llegado a familiarizarme con algunos rostros de ese lugar, así
que podía darme cuenta que, semana tras semana, en cada ocasión que me tocaba asistir allí, eran
exacta y puntualmente los mismos hermanos los que pasaban al frente a recibir oración o ser ministrados.

De todos ellos, recuerdo a un hombre adulto, de gran porte físico y mirada permanente de perro
apaleado. Él llegaba al frente y, con el simple hecho de llegar e instalarse allí a esperar que yo llegara y
orara por él, comenzaba a llorar con gran aspaviento.

En una oportunidad, impactado por lo visible, consulté con el pastor de esa congregación respecto
a ese que era su pastoreado. Me dijo que no le hiciera mucho caso, que era “llorón sin causa alguna”,
quizás sólo para llamar la atención y hacer pensar que espiritualmente rayaba muy alto.
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Aquí tienes, en este segundo ejemplo, a gente (Este hombre sólo era uno de ellos), que lloró sin
razón alguna y sin más propósito que una especie de exhibición personal. Un mismo llanto, similares
lágrimas, diferente contenido. Y todo proveniente del alma, de un alma de la que ya hemos hablado
muchas veces, pero que creo se merece que una vez más le dediquemos un pequeño espacio.

¿Con qué objetivo? Con el objetivo que tú la conozcas más y mejor. Y mucho más si tenemos en
cuenta que posees una. Y muchísimo más si tenemos en cuenta que la que posees, todavía está muy
lejos de haber sido sometida por el Espíritu Santo de Dios que, se supone, mora en tu espíritu.

004 - ¿Dones de Sanidades?


Yo creo que si hay algo que la Biblia tiene en sí misma, además de toda la tremenda revelación de
la Palabra de Dios que necesariamente trae, es un altísimo sentido del equilibrio. Para muestra, que baste
este botón: cuando la Biblia expresa las palabras todo, nada, siempre o nunca, habla en términos
eternos. Es la única habilitada para hacerlo. El resto no puede.

Porque no hay ser humano que pueda hacerlo todo, no equivocarse en nada, acertar con lo
correcto siempre o no errar el blanco nunca. Así que cuando un hombre dice cualquiera de estas cuatro
palabras, ese hombre está sobre exagerando. O mintiendo. Sólo Dios puede.

Y dentro de ese equilibrio, quiero que veas que en la Primera Carta de Pablo a los Corintios, en el
capítulo 12, nos encontramos con un don que allí se denomina como dones de sanidades. Y a mí me
llamó mucho la atención que dijera eso, porque entendí que si la Biblia habla de sanidades, es porque
está hablando en plural. No habla de una sola sanidad, sino de varias.

Yo he participado, tanto en calidad de miembro raso como de prestigioso ministro (?), de un sinfín
de campañas de sanidad. Música, coros, largas oraciones, reprensiones al diablo y enfermos haciendo
una fila esperando el milagro. Y en algunos casos, el milagro.

En otros casos, obviamente, la imitación del milagro. Por eso yo ya no digo que soy cristiano,
prefiero rotularme como seguidor de Jesucristo. Nadie tiene nada contra un seguidor de Cristo, pero sí
tiene muchas cuentas pendientes contra gente llamada cristiana que, en muchos casos, le ha resultado
peor que gente rotulada como atea, créelo.

De todos modos, todas esas campañas siempre se denominan como de sanidad. Nunca escuché
referirse a ellas como campañas de sanidades. Sin embargo, la Biblia es clara al respecto. La Biblia
siempre es clara. Lo que no es tan claro, es el método o formas de interpretarla que algunos hombres
tenemos.

Esto, es más que notorio y evidente, nos muestra que no se trata en la vida de procurar solamente
sanar tu cuerpo. Está bueno eso, y es recomendable, pero indiscutiblemente cuando nos referimos a esos
dones de sanidades, estamos entendiendo y aceptando que ellos abarcan la sanidad para diferentes
conflictos que van más allá de esta caja descartable física, visible y natural.

Esto, y por imperio de algunas modas instauradas en muchas iglesias a favor de la participación y
presencia de gente con licenciaturas universitarias, ha recibido el nombre de Sanidad Interior o, en su
defecto, el más directo y concreto de Sanidad del Alma.

Mira; a mí no me cuesta absolutamente nada aceptar esto como algo necesario y hasta positivo,
porque he visto con mis propios ojos que no es poca la gente que dice ser cristiana que necesita casi
desesperadamente ser atendida, escuchada y ministrada en su alma por estas cosas.

Sin embargo, no puedo dejar de recordar a Víctor, un pastor que conocí y que en su momento
valoré bastante, (Hoy, en realidad, no sé muy bien en qué anda; por uso el tiempo pasado), que
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encarándose casi ferozmente con esta moda psicológica, dijo que de ninguna manera podíamos hablar
con base bíblica de sanidad del alma.

Porque, -explicaba Biblia en mano-, que si tú estás conjuntamente con Cristo crucificado, tal como
ha sido escrito, aceptado, creído y puesto por obra, lo que ha quedado en la cruz, es precisamente tu
alma. Y si tu alma ha sido crucificada, lo más lógico sería que tu alma debería estar muerta. Por lo tanto,
más que de la sanidad del alma, lo que deberíamos tener en cuenta es su sepelio.

005 - Visión Introspectiva


De todos modos, jamás me gustó ni me gustará nunca, ser un fulano facilista, que larga
expresiones sin pensar demasiado y presupone que todo se arregla porque sí y sin objetivo alguno. No
soy hindú. Ellos tienen un dicho que consigna que al final, todo se arreglará. Y que si no se arregla, es
simplemente porque todavía no es el final. Muy ingenioso, pero fuera de foco en lo nuestro.

Por ese motivo es que no minimizaré el asunto en absoluto. Es más; estoy dispuesto a reconocer y
aceptar que es un tema muy difícil. Y no difícil porque Dios no sepa qué hacer con él y se rasque
confundido su santa y venerable nuca sin saber para dónde tomar. No, para nada.

Digo que es difícil por causa del poco conocimiento del tema por nuestra parte. Que es decirlo de
un modo elegante y medio hipócrita si me dejas opinarlo. Porque lo que pienso es que respecto a esta
parte de nuestro cuerpo, la realidad nos muestra que somos auténtica y definitivamente ignorantes.

Entonces, de la misma manera que como personas no tenemos ni la más pálida idea de quienes
somos por dentro de nuestro cuerpo físico, (Se supone que eso se lo dejaremos a los médicos), así
tampoco sabemos en lo más mínimo cómo somos por dentro de nuestro ser espiritual.

Sabemos, decimos y hasta enseñamos que somos cuerpo, alma y espíritu, pero si nos preguntan
cómo es cada una de esas cosas por dentro, nuestra única respuesta segura, confiable y sincera, será el
silencio. Y hablo del silencio como sinónimo de reconocimiento de ignorancias.

Aquí en mi país, en una época muy especial, circulaba un refrán que prendía a modo promocional
desde los medios: “El silencio es salud”. Estaba destinado a evitar ruidos molestos y todo eso. ¿Cómo les
respondieron los sarcásticos de los grafitis? Que por esa causa el máximo silencio estaba en los
cementerios… ¡Esa es mi tierra! Ay, mi Dios.

Volviendo al tema, deberé decirte que a lo sumo, nuestro conocimiento de nuestro ser físico
interior, no va mucho más allá de una antigua, clásica y tradicional radiografía, pasando por una más
moderna técnica de ecografía para concluir en alguna resonancia magnética o tomografía computada
mucho más específica y precisa. Más que eso, ni hablemos.

Y si estás pensando que exagero y que tal vez no sea tan así, déjame preguntarte. ¿Has visto
alguna vez un cuerpo como el tuyo, abierto por la mitad, dejando ver todo lo que haya dentro? Si eres o
has sido estudiante de medicina, olvida la pregunta, no estoy hablando contigo. Pero si jamás pisaste una
facultad de medicina, la reitero. ¿Viste algo así alguna vez?

Obvio que no, igual que yo. ¿Y qué crees que sucedería si de pronto tuviéramos un “espectáculo”
de ese calibre? Lo más probable es que aterricemos en el suelo desmayados de la impresión, cosa que no
habla necesariamente de una debilidad de nuestra parte, sino de la falta de costumbre o el hábito de ver y
experimentar lo que te estoy diciendo.

Siempre me viene a la memoria cuando hablo de esto, de la experiencia de un viejo amigo que,
cuando estaba en su ciclo secundario, su profesora de la materia de Biología, los sorprendió llevándolos
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con el curso completo a un hospital. Hospital público gratuito, no una clínica privada, moderna y de nivel,
¿Eh?

Dice que lo hizo para que ellos tomaran contacto directo con los padecimientos, patologías y
enfermedades, y dejaran de estudiarlas solamente a través de la letra fría de los libros. Dice mi amigo que
él, particularmente, no comió por dos días, y no precisamente porque se hubiera declarado en santo
ayuno, sino por la fea impresión que se llevó. ¿Y qué fue eso tan horrible que allí le mostraron? Pues nada
más que a sí mismo por dentro. Que no es poca cosa.

Entonces, en un arranque de machismo muy latino nos excusamos, diciendo: ¡Es que yo no nací
para ser médico cirujano! ¡No me gusta la sangre, veo una gota y me descompongo! De acuerdo; no
naciste para ser médico y no vas a irte al infierno por eso. Pero sí que hay otros riesgos que son
peligrosos para ti y para mí porque tienen que ver con nuestra eternidad, nada menos.

Y ese peligro cierto y amenazante es que nunca llegues a conocer tu ser interior. Y no estoy
hablando del ser físico, de hecho. Porque si tú te llegas a morir sin saber cómo es tu páncreas, tus
riñones, o alguno de tus ojos por dentro, no habrá demasiado problema. No te habrás perdido de vivir
absolutamente nada especial por esa ignorancia.

Pero si tú vives esta vida sin conocer tu ser interior, sin saber ni por asomo a dónde quiere llegar
Dios con Su Palabra, eso sí que puede costarte tu calidad de vida, tu futuro o, lo peor de todo el asunto: tu
eternidad. Porque conozco a mucha gente que vive haciendo planes y proyectos para esos ochenta o
noventa años que estará por aquí, pero no los veo hacer lo mismo con su eternidad, que será el tiempo
restante. Y no sólo eso; lo consideran una locura. Y créeme que no lo es.

006 - Necesitas una Oreja


Una mañana cualquiera y después de haber dormido aceptablemente bien por la noche, te
despiertas con un dolor que no puedes localizar en un sitio específico o preciso y que, de acuerdo al
movimiento que efectúes, te hace transpirar. Puedes tomarte un analgésico y aliviarte, pero tú eres alguien
inteligente y sabes muy bien que eso, no sería nada más que un paliativo circunstancial.

¿Qué deberías hacer, entonces, dentro de un marco de sobriedad natural que te caracteriza? Ir a
ver a un médico. Porque se supone (Y digo que “se supone” porque este es un tema que daría para otro
libro completo), que ese médico al que concurres ha estudiado, precisamente para, entre otras cosas,
llegar a saber la razón de tu problema, el origen de tu dolor y, obviamente, su solución definitiva.

Él seguramente va a encontrar el origen de tu malestar, su desarrollo, las molestias que te


ocasionan o podrían ocasionarte, los daños directos o colaterales que te produce y, finalmente, cómo y
con qué metodologías o maniobras clínicas o farmacológicas puede solucionarse.

Sin embargo, y a favor de un sistema pre establecido en la ciencia específica, lo primero que ese
médico va a ver es el síntoma. Aunque de hecho no va a quedarse con eso que apenas es una evidencia.
Va a empezar a investigar, porque sólo investigando llegará al epicentro del problema con la única
finalidad de abortarlo y, de ese modo, contribuir a la sanidad de su paciente.

Linda cháchara, palabreja rara, que en mi país quiere decir algo así como: hablar florido pero sin
decir nada consistente. Porque eso es lo que es en algunos casos la medicina convencional. ¿Alguien
podría decirme, -si no es así- por qué hay cristianos que tienen serios problemas interiores que luego,
inexorablemente, van a manifestar exteriormente?

Y entonces comienza la debacle doctrinal y las confrontaciones estúpidas. Se ponen de pie


vetustos y venerables ancianos con aires de patriarcas y juzgan: ¿Puede enfermarse un cristiano? ¿Puede
morirse un cristiano? Y si no fuera así como tantos entienden y opinan, ¿Por qué no los puede solucionar?
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¿Por qué se pasan todo el día y el principio del siguiente repitiendo como papagayos de colores
versículos bíblicos, se conocen todos los himnos y las canciones de todos los templos, y hasta las
marchas militares de todos los países importantes y de cuarta categoría?

¿Por qué cantamos afinada y desafinadamente que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece, y
ante la primera crisis ya nos derrumbamos debilitados? Simple y sencillamente, porque no nos hemos
introducido, no nos hemos involucrado, porque en definitiva no queremos involucrarnos en eso que para
nosotros es desconocido.

Pero sucede que para Dios, no hay nada desconocido. Y eso es lo que me da y nos debe dar paz,
muchísima paz. Y cuando vivimos algo así, lo mejor que podemos hacer es hablar con el Padre de los
cielos. Nada de discurso, nada de fraseología evangélica, nada de chatura religiosa; sólo diálogo. No
monólogo incrédulo; diálogo de fe.

Señor, yo no sé cómo soy por dentro, pero tú sí que lo sabes por una simple razón; tú me
has creado. Te doy gracias Señor porque no eres un Dios que trata con síntomas solamente. Te
doy gracias Señor porque para nuestros conflictos espirituales, no hay aspirina ni analgésico que
nos calme el dolor o nos baje la fiebre, sino que eres tú, oh Dios, un Dios que nos conoce y que
nos va a ministrar para que podamos llegar a la raíz de nuestros conflictos y podamos, a través
de la palabra de Dios, ser sanados.

Sanidad Interior. Sanidad del Alma. ¿Cuántos otros rótulos le han inventado? Quiero ser bien claro.
El tema del cual estoy hablando, de ninguna manera podría ser considerado como el más importante de la
vida cristiana. Por lo tanto, no quiero ni por asomo hacer un ídolo de esto. Sólo considerarlo en su punto
más correcto como una realidad importante que es.

Y hablando de realidad, hay una realidad que nos dice que verdaderamente queremos hablar, que
necesitamos desesperadamente hablar; Es más: pagamos buenas sumas para hablar y ser escuchados.
Porque convengamos en que la mayor parte de las veces, sólo pagamos por la prestación de una oreja, no
por el aporte concreto de alguna solución específica.

Cuando tú vas al médico porque te duele algo, él no va a preguntarte qué pensabas hacer mañana.
¿Recuerdas qué es lo que generalmente te preguntaría? Por ejemplo: ¿Qué comió? o; ¿Qué bebió?
Cuando tú vas a un médico, lo primero que él va a realizarte es una historia, una historia clínica.

Ahí va anotar meticulosamente todo lo que tiene que ver con tu vida clínica pasada, actual y futura.
¿Cuántas operaciones? ¿Padres enfermos? ¿Alguien de tu familia padece alguna enfermedad crónica?
Porque esa es una excelente fuente de datos que hacen al diagnóstico primario, que luego ayudará y
aportará a la solución definitiva.

007 - La Solución del Avestruz


Seguramente, ese médico interviniente también va a consultarte si cuando eras niño tuviste algún
problema más o menos serio de salud o, en todo caso, si llegaste a contraer algunas de esas
enfermedades tradicionales de la etapa infantil: sarampión, rubiola, etc.

El caso es que ese facultativo, si procura llegar a sanarte de todas tus dolencias, seguirá
preguntando, preguntando y preguntando. Y aunque nos fastidie y en la esencia espiritual profunda lo
consideremos innecesario, es innegable que si quieres vivir una vida sana en todo terreno, habrá asuntos
pasados que de ninguna manera podrás ignorar.

Y eso es puntualmente la realidad de nuestro pasado. Porque nuestro pasado es una realidad y la
tristeza más grande que nos ha dado, es ver que los creyentes han empezado a creer que, venir a Jesús,
es tomar un montón de palas con tierra y echárselas encima a sus pasados.
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Y simulan quedar fuera de cualquier complicación, esbozan sonrisas pre concebidas en salidas de
templos y exclaman a viva voz para quien quiera oírlos: ¡No me importa nada! ¡Yo me voy al cielo!
Coincido contigo en esto último, te vas al cielo. Pero, ¿Sabes qué? Mientras tanto deberás vivir aquí con la
carga de tu pasado que prefieres ignorar en lugar de confrontar.

¡Es que las cosas viejas pasaron, hermano! Cierto. ¡Todas han sido hechas nuevas! Mucho más
cierto. ¿Y? ¿Tu vida está dejando en evidencia eso o todo lo contrario? Esa es tu realidad, asúmela. LO
que me dices es bíblico y es verdadero, pero que todavía no has podido ponerlo por obra en tu vida,
también es cierto y verdadero. Así que habrá que ir al fondo de la cuestión a ver qué sucede.

Entonces, y a partir de estas inclemencias, hemos hecho como tradicionalmente hace esa
tremenda ave zancuda del sur argentino, el avestruz. ¿Conoces al avestruz? Apela a tu buscador y
observa su porte. No es una pequeña ave indefensa, precisamente.

Es un ave corredora de gran tamaño que, -reitero- habita preponderantemente en el sur de mi país,
en lo que se conoce con el nombre de La Patagonia. Despliega grandes velocidades y es sumamente
singular. La he visto con mis propios ojos. Son preciosas criaturas del Señor, aunque muy raras.

El avestruz tiene patas largas y extenso cuello. Cuando este animal se enfrenta a un peligro, su
defensa es muy singular: mete la cabeza en un hoyo que escarba en la tierra y deja el cuerpo a la vista. El
supone que basta que la cabeza esté bien, todo lo demás no importa. ¿Sabiduría misteriosa?
¿Irracionalidad ridícula? No lo sé, no es mi tema, no soy zoólogo. Sólo sé que es un animal.

Muchos cristianos hacen exactamente lo mismo, aunque no son animales. Ante la menor crisis en
sus vidas, meten sus cabezas dentro de un hoyo simbólico, la llenan de versículos bíblicos afines, de
oraciones bien intencionadas y actitudes similares. Sin embargo, eso es el fruto de una vida cristiana que
no cierra en absoluto. Entonces empezamos a razonar: por qué, por qué y por qué. ¿Alguien tiene
respuesta?

No, porque resulta ser que hemos aceptado un sinfín de cosas en nosotros, en nuestras vidas, que
nos hemos creído sinceramente que son bíblicas porque tal vez suenan bíblicas, pero que cuando
empezamos a ver la palabra de Dios nos damos cuenta que no son tan bíblicas.

Yo siempre procuré hacer esta salvedad cuando estudio la palabra de Dios. Hay una gran
diferencia entre ser un creyente escritural a ser un creyente bíblico. ¿Sabías que son dos cosas distintas?
Hay una parte de la Biblia que es para estudiar y otra parte, -Para mi gusto la más valiosa- que es para
vivir.

Me agrada mucho la primera, porque soy curioso a ultranza y ávido permanente de saber, saber y
saber. Pero soy consciente que lo que me salva aquí y ahora y me proyecta a una madurez con poder de
Dios en mi vida, es la segunda. Cada uno elige y decide. Somos libres…en Cristo.

008 - Soltar Nuestras Ataduras


Te explico lo anterior para no dejarte colgado en ello. Tú puedes ser un creyente escritural, pero sin
ser bíblico. ¿Lo entiendes? Te explico lo que significa. Significa que hay personas que toman un versículo
de la Biblia y dicen: “¿Ves que está escrito? ¡Mira! ¡Aquí está!”

Sin embargo, cuando tú te decides a hacer lo correcto y arrojas toda esa escritura en toda la Biblia,
resulta que no encaja de ninguna manera. Y a nosotros el Señor nos ha llamado para que seamos
bíblicos. Porque nuestras profundas verdades están en la Biblia y no solamente en una escritura suelta por
allí.
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¿Quieres un ejemplo antiguo y casi tradicional? ¡Resistid al diablo y huirá de vosotros! Se


usa en la guerra espiritual y allí andan todos, predicando resistir al diablo para que él huya. Sin embargo,
omiten la primera parte de ese verso, que a mi juicio es la más importante: someteos a Dios. Porque
resulta ser que tu autoridad no está en resistir, sino en someterte.

Por eso es que, en el transcurrir de nuestra vida de fe, y a medida que vamos madurando y
creciendo, nos vamos dando cuenta que, a medida que Dios nos va revelando su Palabra, nos va
demostrando lo contrario a muchas cosas que a veces habíamos creído, pero que en realidad no eran así.

Y curiosamente, con todo el dolor íntimo por un error muy notorio cometido, nos damos cuenta que
muchas de las cosas que por años hemos defendido a ultranza porfiadamente, eran cosas que exacta y
puntualmente Dios deseaba que cambiáramos. Ilusos. Vanidosos.

Claro está que nuestro Padre celestial no va a enviarnos al infierno por eso. Muy por el contrario,
nos deja una clara evidencia de la inagotable capacidad de paciencia y misericordia con la que se mueve
con cada uno de nosotros. Sólo procura dotarnos de la habilidad plena de ordenar las cosas en nuestras
cabezas y centrarnos en lo que debemos centrarnos, y no en lo que anda de moda eclesiástica.

Será bueno que lo sepas de una vez por todas: Dios te está confrontando en este tiempo.
Cuidado, no he dicho enfrentando, porque Dios no tiene ningún interés ni necesidad de tener guerra
contigo; he dicho confrontando, que suena parecido, pero no es lo mismo.

¿Y cómo es que nos confronta? Principalmente con su Palabra, y en ver como por un espejo esa
palabra de Dios en nuestras vidas. Y créeme que no es fácil soltar en nuestras vidas lo que por años
hemos mantenido fuertemente asido. Estructuras, tradiciones, costumbres, llámale como quieras. En
realidad, son ataduras.

Aprende que la primera palabra que un bebé muy pequeño aprende en su vida, no es ni a decir
“mamá” ni tampoco “papá”, aunque sea eso lo que registramos por orgullo de padres satisfechos. Lo
primero que ese bebé va a aprender a decir, es Mío. Y todo lo que recibimos lo asimos con tanta fuerza
que luego nos va a costar muchísimo soltarlo.

Hay una realidad que nosotros debemos entender para no equivocarnos con actitudes que no van
más allá de expresiones de deseo o impulsos voluntaristas. Tu alma, que vamos a partir de la base que
está bien viva y no crucificada con Cristo, no quiere ser ni cambiada ni moldeada a la imagen de Cristo. Se
resiste, lucha, patalea, estorba, obstaculiza, a veces hasta vence.

Lo que estoy queriendo decirte, mi hermana, mi hermano, ,o amiga o mi amigo, que vaya uno a
saber por qué causas inexplicables o casuales hoy estás leyendo esto y no otra cosa, es que tú te resistes
a ser cambiado, esto es: moldeado a la imagen de Cristo.

Muy probablemente, cuando lees esto, haya una reacción instintiva e inmediata brotando desde tu
ser interior, que me dice casi vociferando: ¡¡¡No!!! ¡¡¡Yo quiero ser cambiado!!! ¡Créame, hermano! ¡¡¡Yo
quiero ser como Cristo!!! Muy bien, te creo. Sin embargo, déjame decirte que es precisamente allí donde
está tu mayor batalla.

009 - Naturalezas Cambiadas


Pongamos las cosas en claro. Hay una naturaleza dentro de ti a la que no le gusta para nada lo
que estoy diciendo aquí. Sin embargo, hay otra naturaleza, que también vive en tu interior, que te está
diciendo que sí, que esto que estás leyendo, es bien cierto y real.
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Y es precisamente por esa dicotomía de pensamiento, que podemos observar con claridad que
hay un severo conflicto dentro tuyo. Y ese conflicto tiene una protagonista principal y estelar: tu alma. Y
créeme que no se trata de una actriz de segunda categoría ni de reparto, es de rol principal y central.

A veces los creyentes usamos una expresión que ni siquiera sabemos muy bien qué cosa quiere
decir, y es: salvar el alma. ¿Salvar el alma? ¿Y por qué usamos eso? Porque está muy bien dicho. ¡Es el
alma lo que Dios quiere salvar! Pero esa alma, reitero una vez más, no quiere ser moldeada a imagen de
Cristo. ¿Por qué? Bien; es aquí donde nos vamos a empezar a meter en problemas.

Si me lo permites, voy a utilizar una palabra que a ti, tal vez al oírla o leerla por primera vez, no
termine de agradarte mucho. No te apresures; oye y examina. Luego, si quieres, puedes reaccionar. Pero
no realices ninguna evaluación apresurada.

Dios nos diseñó, cuando nos creó, en espíritu, alma y cuerpo. Esto somos nosotros: un espíritu,
que tiene un alma y habita un cuerpo. Es decir que yo no soy un cuerpo, ni soy un alma; soy un espíritu.
Igual que Dios. Porque Dios es espíritu. Y yo estoy hecho a imagen y semejanza de Dios. Por lo tanto, yo
soy un espíritu, Dios me dio un alma y habito en una caja descartable llamada cuerpo.

¿Y dónde está la novedad? ¿Qué significa esto que lo haga especial? Significa entre otras cosas
que, aunque este cuerpo se vaya, no tiene que importarte. Porque tú no eres ese cuerpo. Eres un espíritu.
Eres de la misma naturaleza que Dios. ¡Él lo dijo! Yo lo creo.

Y mucho cuidado con lo que dije, no me malentiendas porque me mandas de un viaje a Nueva Era.
No dije que soy como Dios, dije que soy de su misma naturaleza. Reitero: Él lo dice, no yo. Cuando Dios
creó a Adán, lo creó un espíritu. Luego le dio un alma y le dio un cuerpo. Por eso es que aparecen tres
naturalezas en la creación del hombre.

En un legendario pasaje del Génesis, se nos dice que Dios formó al hombre del polvo de la
tierra, ¿No es así. Entonces la pregunta que nos formulamos, es: ¿Qué formó realmente aquí? Formó el
cuerpo. Porque seguidamente nos dice que sopló en su nariz aliento de vida.

Esta palabra que en ese texto leemos como aliento, equivale a espíritu en este texto. De hecho,
sabemos que la palabra espíritu es la palabra griega pneuma, que como ya sabes quiere decir viento.
Por eso, cuando la palabra de Dios habla del Espíritu de Dios, en realidad está hablando del aire de Dios.

Por esa razón, cuando el Espíritu Santo vino en Pentecostés, hubo un sonido tremendo como de
un viento fuerte. Siempre todo lo relacionado con el espíritu, tanto humano como el de Dios, estará
relacionado necesariamente con el viento. Y no es casual, encierra mucho más.

Luego dice que le dio un cuerpo. Y esta palabra, cuerpo, en la Biblia, es la palabra soma. Y la
palabra alma, en la Biblia, es una pequeña palabra que a muchos no les gusta decir, pero que está allí. No
se escribe así, pero se pronuncia psiquis, que en realidad se escribe correctamente psüche.

Esto quiere decir que si tú, en lugar de hablar tu idioma español, hablaras en griego dentro de tu
iglesia, podrías decir en medio de una campaña evangelística: ¿Cuántas psiquis aceptaron hoy a Cristo?
¿Cuántas psiquis se convirtieron al Señor?

010 - Programación Eterna


Y el texto de Génesis al cual hacíamos alusión, termina diciendo que fue el hombre un ser
viviente. Y eso nos lleva, necesariamente, a hablar de Adán. Dios lo creó a Adán, y como Adán no tuvo a
nadie antes que él, Adán estaba solo.
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Así es que Dios mismo se encargó de formar el alma de Adán. Dios. ¿Y cómo formó Dios el alma
de Adán? Aquí voy a usar una palabra que a lo mejor, por cultura tradicional o religiosa, mucho no te
agrada, pero créeme que no encuentro otra: lo programó.

Y sí; a mí particularmente no me gusta la expresión, como supongo que no les gustará a muchos
de mis hermanos, pero no encuentro otra porque verdaderamente es así. Somos creados para ser
programados. Somos seres programables, si quieres que te lo diga de este modo.

Fíjate; Dios lo toma a Adán y le dice: Ahora te voy a explicar para qué estás aquí. Primero vas a
hacer esto, después aquello otro, después lo otro, luego vas a ponerles nombre a todos esos bichos, y no
sólo eso: vas a tener que recordarlos a todos esos nombres que les pusiste, después.

¿Qué quiero decir con esto? Quiero decir que Adán no era un hombrecillo cualquiera con cara de
yo no fui cuando Eva le da la fruta prohibida. Esa es una historia apta para las escuelitas dominicales. Si
quieres, créela, pero la historia genuina puedo asegurarte que es muy diferente.

Adán tenía evidentemente una inteligencia en un grado de ciento por ciento, estándar que hoy no
hay ser humano que lo posea. Adán era igual a Cristo. Había sido programado para vivir en santidad. Vas
a habitar en el huerto, y lo vas a guardar, y luego harás esto, luego aquello y después lo otro. Esto es: lo
programó.

Es probable que este término te suene demasiado mecánico, pero te ruego que te olvides de lo
mecánico. Porque una computadora, por ejemplo, cuando tú la programas, es un reflejo técnico de lo que
Dios ha hecho con el hombre.

En menor escala, por supuesto, pero es así. Dios creó al hombre, pero resulta ser que el hombre
no fue e hizo todo lo que tenía que hacer. No estaba auto-programado. No era cuestión de oprimir un
pequeño botón rojo.

Muy por el contrario, Dios lo ministró. Y si sigue sin gustarte y te produce rechazo visceral la
palabra programar, permíteme que la cambie por enseñar. Dios lo enseñó, pero le dio un programa muy
claro de todo lo que tenía que hacer. Bien; eso, es lo que nosotros llamamos hoy voluntad.

Porque fíjate que Dios no creó a un millón de personas. ¿Nunca pensaste en esto? Dios sólo creó
a dos: Adán y Eva. Porque Dios lo moldeó a Adán y le otorgó sentido de existencia. Le dijo, entre otras
cosas, para qué estaba en la tierra.

Le dijo cuál era el propósito por el cual tenía que estar. También le dijo que tenía que señorear, que
tenía que dominar. Entonces, ¿Qué se supone que iba a suceder cuando Adán y Eva tuvieran hijos? Que
Adán y Eva se iban a convertir en los programadores de sus hijos.

Y si Adán y Eva programaban a sus hijos, Adán y Eva y sus hijos, y los hijos de los hijos, de los
hijos, de los hijos, hubieran sido igual al modelo de Adán y Eva. Y Adán y Eva y toda su descendencia
hubiesen sido hijos de Dios, no hay otra cosa.

La Biblia, quiero que me entiendas, no es el arte de fabricar predicadores, ni evangelistas, ni


tampoco la imagen de la iglesia más grande del mundo. La Biblia está escrita para que, a través de ella,
hagamos hijos para Dios.

Entonces, así como Dios se convirtió en el programador de Adán y Eva, así también ellos iban a
ser los programadores de sus hijos. Y de lo que estoy hablando es de poner las pautas, para que no me
malinterpretes y me tomes para el lado que no estoy yendo.

De la misma manera que Dios le dijo a Adán: señoread la tierra, sojuzgadla. Lo influenció con eso,
porque Adán después se puso a hacer todo lo que se le había mandado hacer. Y vaya uno a saber por
cuanto tiempo lo hizo. Aunque aquí lo que interesa en grado sumo, es saber que sí, que lo hizo.
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Sin embargo, cuando Adán iba creciendo, se estimaba que lo iba a decir a sus hijos. Y estos, a su
vez, se lo dirían a sus propios hijos, y luego a los hijos de sus hijos. Y cuando pasaran mil generaciones,
iban a estar haciendo puntualmente lo que Dios le dijo a Adán que hiciera. Porque fuimos programados
para seguir un programa modelo.

011 - Cambio de Patrones


Y bien; ¿Qué es lo que sucedió? Sucedió que Adán siguió el modelo divino, pero ni siquiera se
reprodujo en su primera generación. Porque Satanás, ¿Qué crees que hizo? Lo tentó, y en Adán se
rompió el modelo programado divinamente.

¿Y entonces? Entonces, la segunda generación ya no recibió programación divina, sino que recibió
programación de una naturaleza de pecado. Por eso es que ya en la segunda generación, entre los
hermanos, se mataron entre ellos. Porque Caín y Abel ya no poseían la programación que Dios quería.

Todo esto que te he contado, se ha ido multiplicando hasta hoy. Pero no concluye allí. Ahora quiero
llegar más cerca de ti todavía. Tú también te resistes a ser moldeado a la imagen de Cristo, y yo también.
Es muy malo para la iglesia mostrar a ministros que parecerían ser ultra-maxi-mega santos.

¿Por qué razón es que evidenciamos esa resistencia? Porque quieras o no, lo acepes o no, te
parezca muy cristiano o no, hemos sido programados por patrones que no han sido los patrones divinos.
Que distan demasiado de esos patrones básicos y primarios.

¿Y cuáles han sido esos patrones que han programado tu vida? Patrones sociales, morales,
culturales, medio ambiente, hábitos y otros comportamientos del mundo natural. Esa es la programación
que tú y yo hemos tenido. Y, por si eso fuera poco, las religiones también han programado nuestras vidas.
Y pudieron hacerlo porque nos tomaron en un estado demasiado tierno.

Y presta atención a cómo Dios afirmará este principio en Su Palabra, que antes que naciera yo, ya
Cristo había muerto porque sabía que yo iba a pecar. ¿Te das cuenta? ¡No lo habías visto desde esta
óptica? Por eso es que dice la Biblia que; por cuanto todos pecaron, están destituidos de la
gloria de Dios.

Entonces, el día que tú tengas un hijo, él va a ser pecador. Ya está la ley, la naturaleza de pecado.
Ya está dentro de nosotros. Por cuanto todos pecaron, es lo que hemos leído. En Adán pecamos
todos. ¿Por qué? Porque Dios sabía esto. Si pecó el modelo, más vale que iban a pecar todos los que
venían detrás del modelo, ¿No te parece?

Esto es una realidad insoslayable, no podemos evadirlo. Entonces, en el alma es donde está la
voluntad, donde está la mente, donde está la imaginación, y vamos a llegar a algo que yo considero, es lo
más importante si es que lo podemos entender.

Así como el cuerpo tiene órganos, también el alma tiene sus propios órganos. Incluso el espíritu
tiene órganos. Son parte viva y activa de nuestro ser. Fíjate una cosa: tu alma, ¿Por qué se resiste a ser
moldeada a la imagen de Cristo? Porque ha recibido patrones opuestos. Sin embargo, yo ahora quiero
preguntarte: ¿Cuáles son esos patrones? ¿Cómo ha sido formada tu alma? Por entrenamiento.

Porque, aunque hasta hoy lo hayas ignorando, tú has sido entrenado. ¿Y qué significa esto? Que
en tu vida ha pasado gente que te ha entrenado, precisamente, para la vida. Y no te estoy diciendo que te
hayan entrenado para el bien o para el mal, no. No voy a calificar ese entrenamiento, sólo voy a describirlo
como un hecho concreto ocurrido.

Por eso sencillamente estoy utilizando el verbo entrenar que es, en suma, lo que verdaderamente
ha afectado tu vida. Han pasado tus padres, han pasado tus maestros en la escuela, han pasado tus
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vecinos del barrio o pueblo donde vives, tus amigos, los muy venerables hermanos del culto, los pastores
que has conocido y, sin dudas, vaya uno a saber cuántos y quiénes más.

Todos ellos han pasado por tu lado, y un sinnúmero, (Escucha bien esto y toma nota, por favor), de
personas han aportado su granito de arena para que tu vida sea lo que es hoy. Tú no eres lo que eres por
lo que eres. Tú eres lo que eres por consecuencia.

Por un lado, tus reacciones, tus actitudes, tu forma de mirar, tu forma de ser, tu forma de
comportamiento familiar, tu forma de mirar al matrimonio, tu forma de mirar la iglesia, tu forma, incluso, de
mirar a Dios, tu forma de mirar a los vecinos, tu forma de mirar al deporte, tu forma de mirar televisión, tu
forma de caminar, de hablar, de sentarte, en suma: toda tus formas, han tenido el aporte de cientos de
personas que recuerdas y que has olvidado, por igual. No le hace, todas sumaron lo suyo.

012 - Principios de Entrenamiento


Estás entrenado. ¡Quien lo hubiera dicho! ¿No es cierto? Tu filosofía de vida, la manera en que te
lavas los dientes, la forma en que te peinas, todo. Porque para eso fuimos creados; para que otros formen
nuestra vida.

Ese es un principio de entrenamiento. Nada que ver con Messi, CR7 o Radamel Falcao, claro;
pero… ¿Qué pasó? Pasó que esas personas fueron acumulando conceptos e ideas que se asentaron de
una manera notoria en nuestras vidas.

¿Y eso qué incidencia tiene? Que las personas han afectado tanto nuestras vidas, que ya
actuamos por inercia. Es decir que tú no tienes que levantarte y ponerte a pensar cómo vas a reaccionar si
viene alguien. ¡No! Es parte de tu ser, no tienes que pensarlo. Sale y punto.

Ni siquiera tienes que calcularlo o evaluarlo, simplemente sale. Porque tú ya piensas así. ¿Y quién
te hizo pensar así? Un principio de entrenamiento. Que lo puso Dios para bien, pero que como estamos en
una naturaleza de pecado, no hemos tenido lo más selecto a nuestro alrededor. Y esas son las personas
que han afectado tu manera de ser.

Entendamos esto. Las personas que han pasado por nuestro lado, ya son parte nuestra. Porque
ellos se formaron en nosotros. Tú tomas el hábito de otra persona y se te pega, se te adhiere y esa
persona ya está en ti. ¿Qué hubiese pasado si Adán hubiese oído todo lo que Dios decía? ¿Dónde hubiera
estado?

No lo dudes, Adán hubiese sido como Dios. En su carácter. Por eso dice: a imagen y semejanza.
¿Qué hubiera pasado si Adán hubiese guardado las leyes de Dios? Adán hubiera estado reflejado en Abel
y Caín. Por eso es que la Biblia dice: por cuanto Adán pecó, por uno, entró todo el pecado en nosotros.
Por cuanto uno murió, fuimos todos salvos. El principio de entrenamiento. El principio de programación.

Ahora dime: ¿No te produce cierto escozor raro el pensar que dentro de ti, acompañándote por la
vida, andan un montón de personas? Es posible que ya ni siquiera estén más y que ni siquiera te acuerdes
quiénes son, pero pasaron por tu vida y dejaron su sello, su marca indeleble.

Personas que te afectaron con sus miradas, personas que quizás te afectaron en algo importante y
que ni siquiera lo saben. Pero te afectaron, de eso no tienes dudas. Y esa es una realidad. Y no lo estoy
diciendo para justificar en modo alguno tu forma de ser.

Es decir que, globalmente, tú eres lo que eres, porque hay personas que te han entrenado para
eso. Es como quien toma un equipo deportivo, y durante una semana les habla a sus jugadores, les hace
dibujos en una pizarra, los toma uno por uno y les recuerda una y diez veces lo que tienen que hacer.
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El domingo, cuando salen al campo de juego, todavía tienen fresco en sus mentes lo que el técnico
les ha dicho que deben o no deben hacer. Y allí es cuando tú los ves y, efectivamente, si el rival se los
permite, hacen todo lo que les ha sido enseñado y del modo que les ha sido enseñado. Principio de
entrenamiento. Claro; nada que ver con el equipo con el cual tú simpatizas, y mucho menos con el que
simpatizo yo, pero esa es otra historia y no entra en este rubro, já.

013 - El Principio de la Herencia


La segunda manera por la que nosotros somos lo que somos, se relaciona con un principio que
vamos a llamar El Principio de la Herencia. Tú ya lo sabes: Dios es un Dios de herencia. Por eso es que
vamos a leer en la Biblia, por ejemplo: El Dios de Abraham, el Dios de Isaac o el Dios de Jacob.

Fue dicho: Por cuanto le prometí a tu padre Abraham; Dios es un Dios de herencia. Funciona el
principio de herencia. Si el principio de herencia hubiese funcionado en un hombre santo y sin pecado, al
día de hoy nosotros estaríamos viviendo la herencia de Adán.

Por eso, cuando Dios encontró a un justo que creyó la promesa, como Abraham, lo constituyó
heredero de la promesa y, con él, como dice Pablo, a nosotros. ¿Nosotros? ¡Sí, nosotros! Me pregunto si
le resultará tan sencillo a Dios encontrar un justo hoy, aquí y ahora, con la simple finalidad de bendecir tu
tierra, mí tierra o la tierra bajo juicio.

Eso quiere decir que si yo tomo una postura de fe y nutro mi vida con la palabra de Dios, la
herencia de Abraham llega a mí. ¿Por qué? Porque el principio de la herencia, funciona. Siempre. Porque
ese principio fue dado para operar para bien, pero por cuanto el hombre pecó, funciona para mal. Se
tergiversa el principio.

Hay un claro principio de herencia. ¿Cómo funciona? Es un principio congénito, ya que se puede
transferir por la vía genética. Esto se da también, a veces, por supuesto, en las enfermedades físicas. Por
eso los médicos te lo preguntan. Y yo te puedo asegurar que así como ocurre en el plano físico, así
también pasará en el ámbito espiritual.

Vamos a ver una pregunta básica para esta ocasión: ¿Tú crees en la transferencia de espíritus?
¿Lo crees o dudas? Bueno; más te vale que lo creas. Moisés, cuando oró por Josué, le transfirió su
espíritu. Por eso se utiliza la imposición de manos.

Y si bien el consejo que leemos es el que se refiere a no imponerlas con ligereza, ese mismo
consejo es válido a la inversa. No puedes ir a poner tu cabeza debajo de cualquier mano que sale detrás
de un púlpito, no puedes. Es demasiado riesgo. A veces, similar al de hacer reiki.

¡Hay tantas cosas que hacemos y ni siquiera sabemos para qué las hacemos! Cuando Pablo le dijo
a Timoteo: Aviva el don que hay en ti, que te fue dado, ¿De qué hablaba? Él mismo lo responde a
continuación. Por la imposición de manos. Entonces es así nomás, sin ninguna duda; pero hay un
problema: Así también se transfieren los espíritus de hechicería y brujería. Te lo dije.

No voy a cometer la insensatez de decirte que sucede siempre, pero en muchas ocasiones, así
como se transfieren las enfermedades, también hay espíritus. Yo elaboré una lista, aquí, que nace un poco
de la realidad concreta, más que de los libros: vicios, adulterios, lujuria; y muchas veces, aconsejando a la
gente, y llevándonos a ver a sus antepasados, vamos a llegar a un momento en que vamos a encontrar
que es posible esta realidad.

Ahora bien; ¿Sabes cuál es el problema? Que muchas personas, que muchos creyentes, han
aceptado eso. Dicen: “¡Es que yo soy así!” ¿Por qué dicen eso? Han aceptado eso. Han aceptado esa
programación en sus vidas. En suma: han aceptado una mentira satánica.
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Eso sí; siempre van a estar pidiéndonos que oremos. Pero ya han aceptado el programa. Y que
nadie se atreva a sacarles el DVD. Ya están programados. “Amén”, “Gloria a Dios”, “Bendito sea su
nombre”. Juan 3:16, Filipenses 4:13. Sin embargo, no han afectado sus vidas, porque todavía no han
tratado con sus antepasados.

Cristo ya los lavó, ya los limpió, pero todavía no han terminado de tratar con sus vidas. Muchas
personas dicen: “Ah, hermano; ¿Usted sabe? Cuando yo no era cristiano, iba a los hechiceros. ¿Y sabe
una cosa? Muchas veces ellos me dijeron con exactitud lo que me pasaba.

¿Puede ser? ¿Es que realmente eso puede ser? ¡Claro que puede ser! Es muy fácil; cuando hay
espíritus transferidos de generación en generación, lo que está haciendo ese espíritu, es comunicarse con
el espíritu del hechicero y transmitirte toda tu vida. No es una cuestión de poder, es una cuestión de buen
servicio de inteligencia, nada más. Pero admito que impacta.

Y eso, de alguna manera, refuerza, confirma y respalda una teoría que por supuesto, no es mía,
pero a la cual yo adhiero. Es la que nos asegura que la gente que va a parar a las sectas diabólicas y
viven verdaderos infiernos por ello, no lo hizo por estúpida o ignorante. Muchos de ellos se fueron allí
porque vieron “algo” que los sedujo o los impactó. No subestimes, sólo cuídate.

014 - ¿Y Por Qué Soy Como Soy?


Dime la verdad; ¿Nunca te preguntaste, o le has preguntado a otros, o has oído a otros
preguntarlo: “¿Por qué seré así?” Saúl lo hacía, ¿Recuerdas? Él decía: ¿Por qué soy así? Pero cada día
que pasaba, en lugar de cambiar y modificar sus conductas, más le gustaba matar.

Tú lo lees en tu Biblia. Saúl se arrepentía, lloraba, se arrojaba al suelo y se tiraba de los pelos. Pero
después salía y se iba a matar a alguno. O lo quería matar a David y, como fracasaba, al rato estaba
llorando y gimoteando: “¡Yo no quiero matar a David!”

Un día, -lo habrás leído- se puso a danzar. Se pasó todo un día completo alabando a Dios.
Supongo que David habrá pensado: “¡Por fin! ¡Parece que este ya se convirtió! ¡Ahora se va a dejar de
perseguirme para matarme!”

Pero al rato, dice la Biblia, ¡Más ganas de matarlo tenía, todavía! Fíjate que a veces vemos
creyentes que son regularmente así. Viene a una iglesia, buscan a Dios, leen la Biblia, oran, ayunan y
hacen todo el mecanismo cristiano, pero jamás cambian, porque no se deciden a enfrentarse con sus
conflictos internos.

Entones, no son pocos los que en situaciones críticas se preguntan: ¿Por qué no se puede
solucionar mi problema? ¿Por qué no puedo despojarme de tal o cual flaqueza o debilidad? Eso lo hace la
palabra de Dios, y hasta allí va todo bien. El problema es qué palabra es la que necesito.

Porque el alma contraataca con sus mecanismos de defensa, cuando Dios trata con ella. El que se
va contento de esa reunión es tu espíritu, porque tal vez haya sido alimentado con la palabra de Dios, pero
tu alma, no. Ella se va contrariada, muy fastidiada y hasta enojada.

Tu alma te encara al día siguiente, cuando ya no hay ni música ni hermanitos cerca, y te dice:
“Bueno…ahora vamos a negociar ese mensaje de anoche, de acuerdo a cómo soy yo,
¿Entendido?” Y ahí empieza la discusión más fiera.

La conclusión para dejar, es que Dios no quiere que tú andes por allí echándole la culpa a nadie.
Por eso, ahora no me vengas con: “¡Ah, yo soy así, entonces, como producto del principio de
entrenamiento!” Ni lo sueñes; yo hago esto para enseñarte, no para darte excusas “santas”.
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Tampoco me digas: “Yo soy así producto del principio de la herencia o de la transferencia de
espíritus” No te confundas. Todo lo que he dicho ha sido, simplemente, para hacerte ver una clara
realidad. Pero recuerda bien que tú y yo somos responsables de que nuestras vidas experimenten un
cambio. Tú y yo. NI tu pastor, ni tu líder, ni tu cobertura, ni ninguno de esos inventos eclesiásticos. Tú y yo.

La Biblia sigue diciendo que: Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante
que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y
los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Yo no sé si alguna vez has prestado atención a que este texto no te está diciendo que la palabra de
Dios está viva. Dice que es viva. Y es muy simple, porque todo lo que está vivo, se muere, en tanto lo que
es vivo, sigue viviendo. Eso es principio de eternidad, un verdadero jeroglífico egipcio si es que lo
queremos analizar al estilo griego.

Porque la palabra partir, aquí, es la palabra merismos, y significa separar. Es como quien toma el
motor de un automóvil y lo desarma parte por parte. Eso no quiere decir que lo va a tirar todo, quiere decir
que lo va a separar pieza por pieza para ver dónde está el problema.

Y la Biblia dice que la palabra de Dios es un merismo, un bisturí, es una herramienta de incisión,
que separa lo que es del cuerpo, lo que es del alma y lo que es del espíritu. A esto lo produce la palabra
haciéndole entender quién es y cómo es. Es el único modo de ilustrarte sobre cómo Dios quiere que sea.

Por eso es que yo reniego, y mucho, cuando veo que en los púlpitos se ponen de moda las
predicaciones efectistas, voluntaristas y cargadas de sentencias humanas y pactos civiles. Si quieres que
tu púlpito sea santo, prodiga palabra de Dios; es lo único capaz de cortar y separar lo inútil.

Escucha: cuando aceptas a Cristo, tu espíritu pasa a ser santo. El problema es que desde allí en
adelante, Dios va a tener que tratar muy seriamente con tu alma. Porque al alma le gusta la
independencia, por eso busca las religiones que no le digan que hay que vivir en santidad.

La religión de “Créete que tú eres mucho y el mejor de todos”, le encanta. Por eso proliferan
tanto las doctrinas orientales que tienen una filosofía llamada Yoísmo. “Tú puedes, tu mente puede
dominarlo todo”. A pedir de boca del alma. ¿Puedes ahora entender algunas cosas que hasta aquí te
parecían incomprensibles?

Por eso es que el Proverbio dice que Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, la cual
escudriña lo más profundo del corazón. Quiero recordarte que corazón, en el hebreo, es sinónimo
de alma. Y también creo necesario recordarte que, escudriñar, llevado al idioma cotidiano, es lo más
aproximado a investigar, algo así como buscarle la quinta pata a un gato que aparentemente, sólo tiene
cuatro.

Todos nosotros aprobamos que un doctor en Teología se pase las horas buscándole esas cinco
patas a ese gato que tiene cuatro, pero al mismo tiempo rechazamos la idea de que a eso tengamos que
hacerlo todos los creyentes. La Biblia jamás habló de “gente especializada” y gente del común. La Biblia
siempre habló de reyes, sacerdotes y todos ministros competentes.

¡Es que para hacer eso hay que ir a estudiar! ¡Debemos hacer las cosas con seriedad! ¿Y desde
cuando tú y yo llamaremos serio lo que Jesús dijo que no lo era? No sé, pero lo cierto es que la Biblia
manda que escudriñemos las escrituras, pero no dice nada de cultos ni de analfabetos. Y mucho menos
de universitarios o primarios. Está muy bueno capacitarse intelectualmente, pero no es la llave del cielo.

015 - Metamorfosis Obligada


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Somos una trinidad. Yo creo que a esto ya lo sabemos. Y así como la gran Trinidad es el Padre, el
Hijo y el Espíritu Santo, así también el hombre, creado a su imagen y semejanza, es una trinidad: espíritu,
alma y cuerpo. Cada fase con su función específica. Y en ese orden, por favor; no oigas a la “ciencia” en
esto.

Con el cuerpo tengo contacto con el mundo exterior, con lo palpable, con lo visible. Con el alma,
puedo tener el contacto que necesito conmigo mismo, y con el espíritu, tengo contacto con Dios. Supongo
que ya puedes ir tú examinándote y examinando tu vida, a la luz de estas conclusiones.

Ahora bien; ¿Qué pasa con todo esto? Pasa que cuando el alma es dueña, y ha sido programada
desde pequeña por Satanás, como todos nosotros, el espíritu (Hablo del humano, claro), queda como
muerto, pisoteado, casi sin existencia visible o notoria.

Pero cuando tú aceptaste a Cristo, fue tu espíritu el que nació de nuevo, no tu alma. Ella
solamente tiene que someterse, pero en lugar de hacerlo, se resiste y pelea. ¡Vaya si pelea! Y es aquí, en
el alma, donde precisamente están los vicios y la programación, y todo lo que conforma lo que la sociedad
erudita denomina: personalidad.

Y ¿Qué cosa vendría a ser de un modo sencillo y entendible la personalidad? No quiero lucirme,
quiero que lo entiendas y lo aprendas. La personalidad es la suma de tu manera de ser. Por eso es que al
alma le cuesta tanto someterse al espíritu, aunque ponga todas sus fuerzas en hacerlo.

En una ocasión leía ese salmo que dice: Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;
todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí, y no terminaba de entender su significado. Pero
hoy sé que cuando tú recibes una revelación de la palabra de Dios y la pones por obra, esa revelación,
ese abismo revelado en ti, te va a preparar para una próxima revelación. Eso es De gloria en gloria…

Un abismo llama a otro abismo a la voz de sus cascadas. Una revelación nos conduce a
otra superior dictada por la voz de la cascada divina que es la palabra de Dios. Por eso es que hay
enfermos rotulados como psiquiátricos.

Porque la psiquis, o sea el alma, no nació para mandar, nació para someterse al espíritu. Y por eso
las órdenes que Dios le dio a Adán, fueron órdenes espirituales. Que cuando el hombre murió
espiritualmente, no lo pudo poner por obra.

Entonces, cuando yo recibo una revelación, Dios me va a dar otra revelación que le dará plenitud a
la anterior y preparará el entendimiento a la próxima. Siempre y cuando la ponga por obra, claro está. Si
no hago eso, me voy a quedar estancado allí. Hay mucha gente estancada, lo vemos.

Una revelación no es una pluma de paloma que viene volando desde el cielo y justo ¡Oh sorpresa y
casualidad!, se asienta en tu cabeza. Una revelación, en muchos casos, es el toque de Dios que corrobora
años y años de madrugadas escudriñando.

Yo sé que tú desearías fervientemente tener revelaciones. Bien; comienza por levantarte temprano
y dedicarte a la palabra. Y deja a un costado como he dejado yo al fútbol, al cine y hasta las noticias, o
como han hecho muchas siervas del Señor, a sus novelas preferidas.

¿Es que todo eso es pecado? No necesariamente, sólo te quita un tiempo precioso. Y tú ya lo
sabes, el tiempo terrenal perdido, es lo único que no podrás recuperar. Y esto no es filosofía económica,
esto es sabiduría divina. Tienes un tiempo determinado. ¡Pues úsalo y aprovéchalo a full!

Pero la revelación es así, progresiva. ¿Entiendes ahora por qué hay tanta gente que crecía y
crecía, y un día se detuvo y empezó a caerse? Porque creyó que ya había llegado a “lo más”. Y a mí me
gustaría utilizar una palabra, aquí. Una palabra que tiene que ver con vida, no con teorías.
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¿Qué pasa cuando yo recibo una revelación de una palabra y la empiezo a poner por obra en mi
vida? ¿Sabes qué es lo que le pasa al alma? Sufre una metamorfosis. Empieza a cambiar. Y la gente que
me conocía y ahora me ve, empieza a espantarse.

¡Gloria a Dios! Obvio, nada de esto sucede si a esa revelación no la conviertes en rhema en tu
propia vida. Andan por la vida cientos y cientos de cristianos procurando vivir de un modo que no fastidie a
los demás. ¡No funciona! Cuando Cristo se mueve, lo primero que hace es molestar a los incrédulos.

Fíjate; cuando un esperma fecunda un óvulo, lo que allí empieza a gestarse, tiene un aspecto
horripilante. ¡Hermano! ¿Cómo dice eso? Lo digo porque es verdad. ¿Nunca has visto un feto? Todos lo
sabemos aunque lo disimulemos, de bonito no tiene nada. Y a los dos meses no ha cambiado demasiado.
Y tampoco a los cuatro o cinco.

Sin embargo, a medida que va pasando el tiempo, se va alimentando hasta que termina siendo la
orden genética que traía un esperma y un óvulo. Que ni se veían. Bueno; así es la palabra de Dios.
Cuando la palabra entra en nuestras vidas, al comienzo parece que no pasara nada, pero ya está
sembrada.

Y conforme voy luchando, y conforme yo voy poniendo la palabra por obra, hoy un versículo,
mañana otro y pasado mañana otro, y voy escudriñando mi vida y echando a un costado lo que ya sé que
no es de Dios, las cosas comienzan a tomar otro color.

“¡Ah, Señor! ¡A esto lo aprendí de mi tío, ese que es vago, borracho y mujeriego! ¡Ya sé que está
todo mal! ¡Ah, Señor! ¡A esto lo aprendí de la religión y también sé que está todo mal! Entonces lo saco y
tomo su palabra, y la introduzco allí y empiezo a sacar lo que no es bueno, y empiezo a introducir la
palabra de Dios. ¿Sabes lo que le pasa al alma? Se vuelve más fiera que antes.

Por eso es que algunos creyentes suelen decir: “¡Yo no sé para qué me metí en esto!” Y algunos se
confunden, y otros tienen ganas de volverse atrás. ¡Y claro! Antes, el alma hacía lo que le daba la regalada
gana. Iba para allá, venía para acá. Mentía, estafaba y etc.etc.

Pero ahora tú te estás empezando a sujetar a la palabra de Dios y, entonces, tu alma empieza a
ser transformada. Y eso a ella le molesta, le duele, empieza a moverse dentro de ti. Empieza a cambiar, es
una metamorfosis la que va sufriendo, porque lo que hacía antes, ya no lo hace más. Porque a esto lo
aprendí mal, esta fue una mala experiencia del pasado. Ahí empieza.

El gran texto de Pablo es el que trae consistencia a esto. Él dice: No os conforméis a este
siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Aquí, la palabra transformaos, equivale a metamorfosis. ¿Cómo sufre metamorfosis el alma?


¿Por qué hay cambios en la vida de una persona? Lo miran y le dicen: como decimos en Argentina: ¿Qué
te pasó a vos? ¿Qué bicho te picó? ¿A dónde vas? ¿Qué te hicieron los tarados esos de los evangelistas?
Ah, sí; para belleza, elegancia y cuidado idiomático, los argentinos nos lucimos. ¡Ay, Señor!

Esa es la metamorfosis que va sufriendo nuestra alma, y en conjunción con lo que ella
experimenta, obviamente también toda nuestra persona entera. En nuestra manera de ser, por la palabra
que va obrando en nosotros. Y sí; el comienzo no es bueno, pero créeme que vale la pena.

016 - Reacciones Justificadas


Es importante, -y a esta altura tengo la certeza que nos vamos a meter en un tema precioso-,
conocer cómo reacciona el alma ante las circunstancias de la palabra de Dios. La clave, allí, es: ¿Por qué
soy como soy? Y Dios nos va a mostrar por qué somos como somos.
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Hazte esta pregunta: ¿Por qué yo tengo este estilo de vida que tengo? ¿Dónde lo compré?
Cálmate. No lo compraste en ninguna parte. Nuestra cultura, el medio ambiente, la crianza, la influencia de
personas, dolores que hemos recibido en nuestra niñez, rechazos, raíces de amargura, traumas de malas
experiencias, todo eso, ha ido formando tu carácter. Ni un psicólogo ni un psiquiatra pueden llegar a la raíz
del problema, porque ellos trabajan únicamente este nivel.

Yo tengo que dar gracias a Dios por los psicólogos cristianos que hay, porque de la misma manera
en que Dios ha permitido al hombre entrar al soma, es decir al cuerpo, también le tiene que haber
permitido entrar a investigar la psiquis que, tú sabes, es el alma.

Muchos creyentes han cometido el error de ejecutar sumarísimamente a todos los psicólogos. Mira;
yo voy a decirte algo: en la psicología, como en la psiquiatría, existe el mismo riesgo que en el resto de la
medicina. O sea: están los médicos y están los curanderos.

Claro que eso no quiere decir que porque existan curanderos, tú no vas a ir a los médicos si es que
los necesitas. Tú sabes cuál es la diferencia. Pero tienen un problema que en muchas ocasiones, algunos
de ellos no alcanzan a entender: por buenos que sean los psicólogos, jamás van a poder entrar a la raíz
del problema, porque el problema tiene una raíz espiritual y allí, entra solamente Dios.

Y también debemos marginar la teoría puesta de moda y no sé por quién o quiénes, con aquello de
que: “la iglesia necesita psicólogos”. No me opongo en absoluto a que los haya, pero la realidad
indiscutible es que los psicólogos, como todos, necesitan a Cristo, que no es lo mismo.

Entonces, cuando tú vas al psicólogo, lo que te dice es lo mismo que tú le has dicho antes, pero
con términos que tú no entiendes y, encima, te cobra buen dinero. Está bien, fue una broma. Retiro lo
dicho y declaro que inventé una ficción. Aunque alguno por allí podría hacerla coincidir, ¿No es cierto?

De todos modos, aquí viene lo que siempre hay que conocer. ¿Sabes algo? Todos nosotros
respetamos siempre a un mismo patrón para reaccionar, siempre. Y aquí voy a utilizar una palabra muy
bonita que ya he usado incluso para títulos de trabajos de esta especie: somos personas predecibles.

Porque, demos vuelta como le demos vuelta, siempre reaccionamos igual. Somos altamente
predecibles. Si no hemos nacido de nuevo, el alma que es programable, es también predecible. Tú vas a
una computadora, le colocas un programa y, hagas lo que hagas con ella, al otro día aprietas una tecla,
una simple tecla, y ahí está el programa; intacto.

¿Y sabes qué usa Satanás para trastornar la vida de muchos cristianos? ¿Sabes por qué muchos
cristianos son altamente estorbados por Satanás? No es porque Satanás conozca nuestra mente, eso
sería otorgarle podres que de ninguna manera tiene.

Tú sabes muy bien que Satanás no puede conocer nuestros pensamientos. Él no tiene acceso allí.
Él no es omnisciente. Sin embargo, él sabe muy bien como tentarnos, como estorbarnos, como apartarnos
del camino. ¿Sabes cómo? Porque usa este principio: somos predecibles por la forma en que nosotros
hemos sido afectados en nuestras vidas.

Satanás, entonces, sabe muy bien cuáles son nuestras áreas de debilidad. Y somos muy
predecibles a eso. Cuidado; estoy hablando de una persona que no ha conocido a Cristo, ¿Eh? Como hay
áreas de su vida que todavía no han conocido a Cristo, esas áreas están vulnerables.

Hay áreas de su vida que, aunque lo hayan oído, jamás han creído que Cristo murió en la cruz por
sus propios pecados. Somos personas predecibles y reaccionamos conforme al patrón que tenemos
dentro de nosotros en forma de antigua programación.
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El alma, entonces, mi querido hermano, hermana, amigo, amiga, no es simplemente predecible,


¡Es altamente predecible! Y es aquí precisa y específicamente donde más y mejor se mueve Satanás con
todos sus demonios.

Porque lo hacen con cierta comodidad, ya que ellos conocen lo que te ha pasado a lo largo de toda
tu vida. Y eso no los califica como terribles enemigos imposibles de vencer. Esa es la idea que ellos
quieren que tengamos. Porque lo que ellos manifiestan no es poder, es eficiente servicio de inteligencia.

O sea que el infierno sabe muy bien quién te formó, sabe tu religión, tiene una excelente historia
clínica personal tuya. Sabe las cosas que te pasaron cuando eras pequeño, niño. Las experiencias
amargas que has tenido. Cuál es tu debilidad.

Si es la lujuria, si es el sexo, si es andar por allí metiendo las manos donde no debes, si es el robo,
si es el hablar mal. Él sabe todo eso y, por cuanto somos programables, él sabe también cómo atacarnos.
Ese es el pie, la cabecera de playa que Satanás tiene en nuestras vidas, nuestra alma programada desde
antes de conocer al Señor.

La programación de la mente del hombre que no conoce a Cristo, en su mayoría, está organizada
por espíritus que a cierta edad, comienzan a manifestarse en ti. Satanás sabe a qué estímulo tú y yo
vamos a reaccionar. Por eso algunos de ustedes jamás van a ser tentados por un billete de cien dólares,
que tu padre desde que tú eras muy pequeño, ya te enseñó que jamás debías robar.

Esa es una programación y tú no vas a robar, de hecho. Tú lo sabes, pero Satanás también lo sabe
y no va a tratar de tentarte allí. Estará vencido, pero no es tonto. De allí que Satanás no te va a poner un
banco a la vuelta de tu casa para que tú lo asaltes, porque esa área de tu vida ya fue programada para no
robar, aún antes de conocer al Señor. Pero hay otras áreas, seguramente que por nuestra naturaleza de
pecado, son mucho más débiles.

En tus emociones, si tú has sido engañado sentimentalmente, si has tenido una pésima
experiencia, es allí donde él sabe cómo y dónde atacarte. En tu programación, él sabe qué tecla tocar.
¿Cuántos se estarán dando cuenta ahora, -me pregunto- y porque el Espíritu Santo se los está
confirmando, que tienen una tecla que con sólo ser presionada, los lleva a una reacción fea que conocen
muy bien?

¡Es cierto, hermano! ¡Pero ahora yo tengo a Cristo! ¿Sabe? Sí, sé. ¡Sé que lo tienes! Pero mira lo
que te voy a decir ahora. Hay una naturaleza en nosotros, que Satanás no puede predecir. Porque él no
tiene acceso ni nunca estuvo allí, que es la naturaleza del Espíritu. Si tú y yo simplemente entendiéramos
esto…

017 - Él Nada Tiene en Mí


Escucha y lee bien ahora este súper versículo que encontré aquí. Hace mucho tiempo que está en
la Biblia, pero es como si lo descubriéramos hoy. Como excepción, (Porque no quiero ser demasiado
pragmático en esta área), en este te doy la cita: Juan 14:30: No hablaré ya mucho con vosotros;
porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.

Fíjate esto: Jesús estaba con sus discípulos y les dijo: “¡Miren! ¡Ahí viene Satanás! Pero; ¿Saben
una cosa, muchachos? ¡Quédense tranquilos y no tengan miedo, porque él no tiene nada en mí!” ¿Qué
significa eso? Que Satanás nunca pudo programar a Jesús, ¿Entiendes?

Jesús nunca fue programado por nada malo ni para nada malo. Ni siquiera ante la vulnerabilidad
que José o María podían tener, como seres humanos que eran, para ser utilizados. Si vemos las cosas
hereditariamente, no pudo ser porque él fue engendrado por el Espíritu Santo, con esperma divino, no
humano, ¿Se entiende claramente, verdad?
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En segundo término, tampoco pudo ser afectado en cuanto al medio que lo rodeaba, porque la
Biblia dice que Jesús, desde muy pequeño, crecía en sabiduría para con Dios y para con los hombres. Ya
a los doce años, Jesús discutía en el templo con los doctores, porque conocía toda la ley. No iba a
aprender de ellos; ¡Ellos aprendían de Él!

¿Qué significaba eso? Que Jesús no vivía según el alma, como nosotros, en una naturaleza de
pecado. ¿Cuántos saben que todos hemos vivido mucho tiempo de acuerdo con nuestros modos de
pensar? Y bueno, Satanás conoce todo eso, tu comportamiento, tu filosofía y cómo vas a reaccionar en
cada caso. La naturaleza almática, es predecible.

¿Sabes qué vas a desayunar, tú, mañana? Salvo excepciones, lo mismo que desayunaste hoy.
Eso es predecible. ¿Sabes cómo te vas a peinar mañana? Igual a como te peinaste hoy. Ya estamos
programados. ¿Sabes qué vas a decir cuando estés cansado? Lo mismo que dijiste ayer cuando estabas
cansado. Somos predecibles. Pero Jesús no lo era. Ahí estuvo una de las enormes diferencias.

Lo cierto es que Satanás no pudo tentar ni mucho menos hacer caer a Jesús. ¿Te das cuenta que
lo probó por todos lados porque no sabía por dónde agarrarlo? Porque Jesús no era una programación
predecible, él no vivía según la carne. Él vivía según la palabra de Dios. ¿Sabes por qué, muchos
creyentes, a veces caemos y pecamos? Porque nos falta precisamente eso.

¿Sabes por qué Satanás no sabe lo que hay en el espíritu, y por tanto no puede predecirlo? Porque
Satanás no tiene conocimiento de la Escritura. - ¡Ah, no, hermano! ¡En esta lo agarré! ¡A mí me enseñaron
que Satanás conoce la Biblia mejor que yo! ¡Además, hermano, hay muchos versículos que muestran que
él andaba repitiendo la palabra de memoria! ¿Cómo viene usted, ahora, a decirme que no tiene
conocimiento de la palabra?

Perdona; te lo digo porque así es. Satanás tiene letra, pero no tiene revelación de la palabra. Él lee
y repite lo que lee como un papagayo, porque se encuentra con muchos cristianos que son peores que él.
¡Si cuando le dijo a Jesús que se arrojara por la montaña que los ángeles iban a venir a agarrarlo, no tenía
ni la menor idea de lo que estaba diciendo!

¿Crees que estoy inventando esto? Despierta y respóndeme: ¿Qué es lo que produce que tú y yo
tengamos revelación de la palabra por encima del logos, de la letra escrita fría y sin sentido? El Espíritu
Santo que, como hijos de Dios por adopción, tenemos morando en nuestro espíritu.

Sin el Espíritu Santo es imposible acceder a revelación alguna. Por eso hay tanto ministro que no la
tiene. Ahora déjame que te pregunte algo final: ¿De verdad te imaginaste que Satanás tiene el Espíritu
Santo en su interior? ¡No blasfemes!

Porque si Satanás tuviera verdaderamente conocimiento, revelación de la Escritura, jamás hubiera


crucificado a Cristo. Él leyó el Salmo 53, y no lo entendió. Si hubiera leído Isaías 53, y lo hubiera
entendido, jamás habría crucificado a Cristo. Nunca llegó a darse cuenta que la cruz no significaba muerte,
sino que significaba vida. Jesús, para él, era impredecible. Porque lo espiritual sólo es revelado a los
espirituales.

¿Nunca te has preguntado, siendo las cosas como son, y siendo él tan astuto e inteligente, cómo
es que Satanás no se arrepiente nunca? Porque no le es revelada la palabra. Un borracho que anda a los
tropezones por la calle y, a los tumbos por las cunetas llenas de barro, si ahora levanta una mano y se
entrega a Cristo, ya tiene más luz de la palabra que Satanás. Porque a él sí le será revelada la palabra por
amor.

¿Cuál es el problema? Que Satanás conoce nuestras áreas de debilidad. Y sobre esas áreas
trabaja. ¿Qué pasa con las tentaciones y los ataques que vienen a tu vida? ¿A qué nivel vienen? A este
nivel, Satanás te va a atacar en toda tu área de programación.
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Él sabe en las partes específicas y puntuales en las que has tenido y sigues teniendo problemas;
también sabe perfectamente y con total claridad en las partes que tuviste dificultades. Él sabe cómo es tu
manera de pensar sobre esto y sobre lo otro porque él ha estado, durante tu niñez, en tu programación.

018 - La Habilidad de Vivir Conectado


Satanás, por ejemplo, ha rebajado tu autoestima diciéndote desde pequeño que no servías para
nada. Pero por otro lado, te ha levantado líderes que él se ha encargado de levantar, y muy grandes, para
que tú digas: yo soy esto y nunca voy a poder ser eso.

Estimula tu mente distorsionando la Biblia y te enseña que el poder está en ti y empieza a fabricar
un trauma dentro de ti, haciéndote sentir que no sirves para nada. La otra punta son aquellos que levanta
en liderazgos de vanidades, dinero y humanismo.

Dios, lo único que quiere con esta palabra, es bajar tu alma y levantar tu espíritu. ¿Sabes una
cosa? Una persona que es guiada por la palabra de Dios, es decir que lleva incorporada la palabra a su
vida diaria, se vuelve impredecible para Satanás.

Hay hermanitos que te dicen: “¡Qué le voy a hacer; mi vida es así de monótona!” Entonces ya tú
eres perfecta carne para Satanás, porque él ya sabe cómo te vas a levantar, con qué cara te vas a
levantar, cuál va a ser tu primera queja del día, que si hay sol, que si hace frío, que si hace calor y, al final,
tengo tantos problemas que yo no sé por qué tengo problemas, y porque no tengo problemas, tengo un
gran problema. Y ya Satanás conoce todo tu repertorio. Pero el que vive conectado con Dios, ese es otra
cosa…

La Biblia dice que el Evangelio es novedad de vida. ¿Sabes para qué? No para que seamos felices,
sino que la novedad de vida en Cristo, es guerra espiritual contra Satanás. No hay nada mejor, en una
guerra, que el elemento sorpresa, lo imprevisible. ¿Cuántos quieren ser victoriosos en su vida cristiana?
Sean impredecibles. Mañana haz algo que no habías hecho nunca antes. Mañana asusta a Satanás
haciendo algo que no es tu costumbre.

Pero no; no te sales de la rutina y Satanás ya te conoce el repertorio. “Es que esto es muy duro
para mí”. Otros dicen: “Yo no entiendo la Biblia”. Pasan cuarenta y cinco años, y…” ¡Me cuesta entender la
Biblia!” No se dan cuenta que, mientras lo sigan creyendo y encima declarando, ese principio de fe,
aunque en este caso negativa, funciona y, efectivamente, tu mente se bloquea cada vez más y tú
entiendes la Biblia cada vez menos.

Escucha esto: si tú tienes un área en tu vida que puede ser doblada, Satanás va a ir y te la va
doblar. Lleva mucho tiempo en este negocio. Es como suele decirse en política: si ese funcionario tiene un
precio por el cual pueda ser sobornado, quienes quieran sobornarlo, hallarán ese precio.

Vas a la iglesia, tienes un culto glorioso, al otro día te levantas gozoso y glorioso, llegas a tu trabajo
cantando, el jefe se te viene encima y te levanta por los aires por un asunto del cual tú eres inocente y ya
está: has perdido la paz y aquel culto glorioso, ya es historia. Él te conoce.

La pregunta del día, es: ¿Queremos tener victoria? Entonces hagamos hoy algo que nunca
habíamos hecho antes. Seamos impredecibles. No vivamos programados. Por eso es que Dios es anti-
religioso. Por eso es que nuestras reuniones siempre tienen que tener algo nuevo.

Aunque más no sea, cámbiate de lugar en el templo, peo muévete, haz algo. De otro modo, ya
sabemos que cara vamos a poner cuando cantemos y qué rostro adoptaremos cuando oremos. Sentarse,
pararse, levantar las manos, aplaudir, hacer silencio, inclinar el rostro y cerrar los ojos, (¿Quién habrá
inventado eso? ¡Se debe haber enriquecido con los derechos; lo hace todo el planeta!)
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Mirar al cielo, abrazar a su hermano que está al lado y muchas otras que seguramente tú ya
conoces tanto o mejor que yo. La cuestión es que hacemos un montón de cosas que, si bien no son
malas, tampoco son bíblicas; sólo las hacemos por tradición y costumbre religiosa, que es exactamente lo
que el diablo está esperando de nosotros.

Porque a él una iglesia tan religiosa y ritualista, no le molesta en lo más mínimo, al contrario.
Satanás reina en el legalismo, las formas externas, las costumbres evangélicas y las tradiciones de los
ancianos. Él reina en ese que cuando hay oración conjunta, arruga la frente y tuerce la boca. El hombre
espiritual, en cambio, es impredecible.

Por eso Jesús sorprendía. ¡Un día suspendió una tremenda campaña de quince mil personas, viajó
toda la noche, se liberó un endemoniado y se volvió! ¿Quién sería capaz, hoy, de suspender una campaña
de quince mil personas para irse a un cementerio a predicarle a un endemoniado, sabiendo que andaba a
los mordiscos rompiendo todo lo que se le cruzaba por el paso?

Con Jesús nunca se sabía a qué hora iba a ser el culto. ¿Tú sabías que la iglesia primitiva, cuando
comenzó andando en el Espíritu, era similar? ¿Sabías que en los lugares de gran persecución, no había ni
horario ni lugar de culto? La gente iba al culto a la hora que el Espíritu Santo le decía. ¡Y se juntaban
todos a la misma hora!

Cientos y cientos de personas y jamás se anunciaba ni horario ni lugar. Supongo que te das cuenta
por qué, ¿No? Si decían dónde se reunían y a qué hora comenzaban, la policía se iba hasta allí de un
viaje y se los llevaba presos a todos. Eso era antes, claro. Pero así es como creció la iglesia. Elemento
sorpresa.

En cambio por aquí andan: ¡¡Ya son las ocho y todavía no empezamos, qué falta de respeto!”
Promocionamos todas las reuniones por todas las emisoras de radio cristianas de la ciudad, incluida la
propia. Hasta los demonios de sordera andan diciendo: “¡Eh! ¡La reunión en lo del pastor Piripicchio es a
las ocho!”

019 - Más que Predecibles


Así andan los creyentes. “Y…no sé…vaya a saber si mañana voy a tener para comer…” ¿Te das
cuenta por qué el hablar es tan poderoso? ¿Te das cuenta por qué hay tantas personas con dilemas
internos? Porque hay un principio de naturaleza en nosotros que no nos permite conocer lo que somos.

Hermano, quiero decirte algo muy valioso y muy importante: si con tu boca tú te llegas a volver
predecible, esa va a ser precisamente el área en donde el diablo te va a perturbar y, si puede, hasta te va
a doblar. Si tú no te sanas de tu trauma, si no sales de todo eso, jamás le vas a poder pisar la cabeza al
enemigo, ¿Ne entiendes? ¡Y de eso se trata!

Cuando el Espíritu Santo toma control de tu vida, Satanás ya no tiene áreas para predecir tu vida
espiritual. Por eso dice el Señor: guiados por el Espíritu. Usamos esa palabra una mayoría de veces sin
saber muy bien por qué.

“Y bueno, hermano; que el Espíritu te guíe”. ¿Sabes qué significa el Espíritu te guíe? Quién sabe
dónde voy a estar dentro de un rato. Felipe, un día, estaba predicando en Samaria, y se estaba
convirtiendo todo el mundo, y el Espíritu lo tomó y lo sentó junto a un negro feo que viajaba en una carreta.

¡Mira si eso le pasa a uno que va a la iglesia! Al día siguiente, ya andaría toda la iglesia
preguntando dónde lo velan, donde son los funerales. ¿Te das cuenta dónde llegamos cuando hablamos
de un cristiano carnal? ¿Te das cuenta por qué nos sobrevienen muchos conflictos? Porque somos
predecibles.
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Satanás ya conoce tu corazón con respecto a tu hogar, ya conoce los odios que tú tienes, ya sabe
a quién le tienes rencor porque tú mismo lo has estado diciendo toda la mañana y todo el mundo se
enteró. Te voy a decir algo: lo que tú piensas en lo íntimo y privado, en el Reino de los cielos sale por
altoparlantes a quince mil watts de potencia.

Estás murmurando muy quedo de alguien, que apenas se oye, y justo le estás diciendo a tu
interlocutor lo que corresponde, esto es: no se lo digas a nadie. Y en el Reino de Dios, sale con una
tremenda potencia y hasta los sordos recién salvos escuchan todo. Nos volvemos predecibles.

Hay un serio problema, entonces, que Satanás tuvo que enfrentar con Jesús. Y déjame decirte que
espero fervientemente que también lo tenga con nosotros. Jesús fue impredecible. Por eso es que a Jesús
le daba medio como de vomitar cuando veía a los fariseos.

Él les dijo: ¡Sepulcros blanqueados, eh, vengan, tengo un mensaje para ustedes! ¿Recuerdas la
cara que pusieron los discípulos, los apóstoles, lo fariseos, todos, cuando Jesús se fue a cenar con los
pecadores? ¡Huau! ¡Era impredecible!

Un día le cayó un casamiento, se les terminó el vino y él se los multiplicó en cantidad y en calidad,
para que tomaran buen vino. Un día salió a caminar, como decimos a veces, “a estirar las piernas” un rato,
y se llevó a tres discípulos con Él.

Les hizo aparecer a Elías y a Moisés como para que cambiaran un poco el día, ¿Te das cuenta?
Yo me imagino la vida que debe haber llevado Satanás durante esos tres años. Nervioso, con un estrés
galopante. Con decirte que dice la Biblia que se tomó vacaciones, que lo dejó por un tiempo…

Su niñez fue perfecta, sin traumas. No fue enfermo, no tenía problemas congénitos. Pero nosotros
somos diferentes. ¿Qué tenemos que hacer nosotros? ¿Qué significa esa oración que tú haces cuando
dices: “Señor, quiero ser moldeado como Cristo”?

Yo no sé verdaderamente qué imagen tenemos de Cristo. ¿Queremos tener barba y todo ese look
oriental y nada más? ¿Eso entendemos por ser moldeados a su imagen? ¡Ignorantes! ¿Soñamos con
andar en esos románticos atardeceres del mar de Galilea cual película de Zeffirelli? ¡Basta, hermano! La
mayoría de ustedes jamás va a pisar Galilea en toda su vida! Y créeme que para lo que estamos viviendo,
ni falta que le hace.

¿Sabes qué significa ser como Cristo? Que su carácter, su forma, impregne nuestras vidas
transformándonos, a nosotros también, impredecibles. ¡Cuando menos se lo espere Satanás, le hablo de
Cristo al señor ese que está en la esquina! ¡Ni tiempo de reaccionar le voy a dar! Impredecibles.

Cuando menos se lo espere Satanás, le mando un ayuno de una semana y destrozo fundamentos
del infierno con ese poder de Dios derramado. Y no avisarle con cuatro días de anticipación que en el culto
de oración de la semana que viene van a hacer un ayuno. ¡Sorpréndelo! Impredecibles.

Pero nosotros arrastramos maldiciones, naturalezas pecaminosas, un pasado trabajado por


Satanás. Cristo vino, nos salvó, nacimos de nuevo, pero esa alma está maleducada. El alma razona, por
eso el creyente que razona todo, nunca llega a vivir con Cristo.

Si tú razonas todo lo que la Biblia dice, tú jamás vivirás como dice la Biblia. Y si no puedes vivir
como dice la palabra, tú no eres creyente, tú eres apenas miembro de una congregación evangélica
respetable. Y eso, créeme, no salvó ni salvará jamás a nadie. Por eso es que dice la Biblia que a Dios le
agradó salvar al hombre por la locura de la predicación.

Jesús se paró un día delante de ellos y, como si fuera una declaración profética a trascender todos
los tiempos, simplemente dijo: Padre, te alabo, porque escondiste estas cosas a los sabios, a
los almáticos, pero a estos pequeñitos que creen, se las revelaste.
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020 - Ejercitando los Sentidos


No hay dudas que uno de los “insultos santos” que muy a menudo se oyen dentro de las iglesias,
es el de carnales o emocionalistas. ¿Olvidan estos hermanos que Dios nos hizo de carne y luego nos
proporcionó un alma? Es notorio que sí, como casi siempre olvidamos lo que generalmente hiere a otros y
respalda nuestras sesudas tesis.

Por esa razón es que ahora quiero que hablemos de las emociones, una de las principales
características que habitan tu alma. Es indudable que las emociones constituyen la parte espiritual más
ligada a los sentidos físicos. Son casi como una especie de censor de ellos. De la misma manera que el
espíritu se une con el alma a través de la voluntad, hay un puente similar entre el alma y el cuerpo a través
de los sentidos y las emociones.

A mí siempre me llamó poderosamente la atención lo que el autor de la carta a los Hebreos escribe
en un momento dado, cuando dice: Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado
madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del
bien y del mal.

Acá, si te fijas con atención, está hablando de los sentimientos, de las emociones. Porque dice que
el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, lo cual nos estaría indicando con certeza que
la madurez cristiana, se alcanza. No llega desde los aires como por arte de magia; hay que alcanzarla.

Pero vayamos por partes y hagámoslo formulando una pregunta que, me atrevo a pensar, no serán
mayoría los que tengan una respuesta correcta: ¿Cuántos saben qué cosa es o significa madurez
cristiana? Tengo la sensación que a más de uno le hará presión y humo su cerebro. Y no por falta de
inteligencia, sino por falta de enseñanza.

Porque la madurez cristiana, en principio, no tiene absolutamente nada que ver con tu edad, con el
tiempo que llevas en la tierra y, mucho menos, con el cargo, jerarquía o posición que puedas estar
ocupando dentro de la organización a la que pertenece tu iglesia. Debería decirte que, cristianamente,
madurez tiene directa relación y vinculación con el ejercicio de las emociones.

Veamos: si tú vas cruzando una calle y de improviso un auto te frena casi al lado y, de paso, te
hace sonar un bocinazo de esos bien estridentes, indudablemente que tú no vas a reaccionar ni en el
espíritu, ni en el intelecto; tú vas a reaccionar en tus emociones. Y es normal que así sea, de hecho.

Es decir que, te das un susto de esos que no tienen competencia, te puedes quedar paralizado,
incluso, o dar un tremendo brinco, o pedir disculpas por andar abriendo la boca o, inclusive, enojarte
fieramente con el conductor del auto, (Que es lo que por norma cotidiana, hacen mis paisanos argentinos).
Bien; asimismo es en la vida cristiana. Tu reacción ante determinada circunstancia, marcan tu madurez
cristiana, concretamente de dominio de ti mismo.

Por eso dice que el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez. Para los que por el
uso tienen los sentidos ejercitados. Es decir que la madurez cristiana, su relación con Dios, depende, va
dar como fruto, que sus sentidos estén ejercitados. La mente se renueva, la voluntad se somete a Dios, y
las emociones se ejercitan. La mente se renueva por la palabra, oyendo el Logos de Dios, oyendo a Cristo.

Hay algo que una vez más voy a enfatizar y puntualizar: la voluntad se somete a Dios. No existe
tal cosa como esa oración de: “Señor…cámbiame, renuévame.” Nadie puede pedirle a Dios que haga lo
que Él dijo, exactamente, que tenemos que hacer nosotros. Amo al autor de esa canción que dice
“renuévame”, pero jamás se la canté. No puedo declarar lo contrario a lo mandado.
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El muy reconocido texto de Romanos, no dice, por ejemplo: “permitidme que os renueve”. No;
dice Renovaos. Tú no puedes pedirle a Dios amor. El amor no se pide, el amor se decide. Tú amas
puntual y exactamente a todos aquellos que has decidido amar.

Por eso es que el amor es una orden. Tú amas a quien decides amar, odias a quien decides odiar y
le guardas rencor a aquel a quien has decidido guardarle rencor. La palabra dice: Amaras a tu prójimo.
No es una sugerencia, es una orden. Entonces, los sentidos se ejercitan. ¿Cómo? En el discernimiento
del bien y del mal.

¿Qué quiero decir entonces con toda esta diatriba, acaso que las emociones son malas? En
absoluto. Jamás diría algo así. Porque las emociones son divinas, ya te lo dije, las puso Dios allí, y todo lo
que puso Dios, es bueno en gran manera. Nada más que las puso bajo patrones diferentes a los que
nosotros vivimos.

021 - No es lo que Sientes, es lo que Debes


Vivimos en un mundo que necesariamente actúa por emociones. De hecho, las emociones no son
del todo confiables. Nunca te dejes guiar por tus emociones. Y no es un simpático consejo: es una
advertencia muy seria. Porque las emociones están tan ligadas al mundo exterior, que terminan siendo
engañosas.

Por esa razón es que, cuando la Biblia dice que Engañoso es el corazón del hombre, se está
refiriendo al alma. Está diciendo que engañosa es el alma. Porque el alma, a través de las emociones,
recibe el contacto con el mundo exterior.

¿Nunca escuchaste a alguien decir algo así como: “¡Y bueno! ¡Yo, lo que siento lo digo!? O sino, la
otra: “Yo soy honesto; lo que siento lo digo.” Quizás tú mismo hayas dicho algo así en alguna ocasión, no
me extrañaría demasiado ni me sorprendería.

“¡Ah, no! ¡Yo lo que siento lo digo! Sí; así te ha ido, también por decir todo lo que sientes sin
filtrarlo. No te confundas, por favor, y aprende: Dios no nos ha mandado a decir lo que sentimos, nos
ha mandado a decir lo que debemos.

Pero el alma enseguida dice. El que calla es sabio, dice la Biblia, ¿No es cierto? Y fíjate que aún
si alguien es necio y se calla, es sabio. Porque lo que la Biblia dice es que el necio es sabio cuando calla.
Porque hay veces que debemos callar. ¿Sabes por qué? Porque las emociones, generalmente hieren.

Cuando tú reaccionas emocionalmente, hieres a alguien. Hay veces que cuando alguien reacciona
en el espíritu, también hiere; pero eso es otra cosa que después examinaremos. Cuando alguien reacciona
en las emociones, seguramente hiere. Porque hiere el Yo, hiere el alma. Porque el alma no sabe mandar,
el alma no sabe actuar. Por eso el mundo está como está.

Y si no, míralo así: ¿De dónde vienen las guerras? ¿De dónde vienen los pleitos entre
ustedes, dice, que combaten en vuestros miembros? Vienen de adentro de ustedes. El mundo,
sin ir más lejos, vive como vive porque se guía por sus emociones.

Por ese motivo es que, en el plano jurídico penal, por ejemplo, hay una figura muy conocida que se
denomina emoción violenta, y que puede llegar hasta justificar de alguna manera un homicidio y hasta
atenuar su condena. Se actúa emocionalmente, incluso hasta el asesinato. Por eso es que digo que no
son confiables las emociones.

Por eso muchos creyentes han recibido a Cristo, su espíritu está lleno de Dios, pero siempre viven
llenos de sus emociones. Tienen sueños, tienen revelaciones, Dios me reveló, Dios me hizo sentir, yo
sentí de Dios, y andan viviendo un mundo no ya místico, porque místicos somos, sino de misticismo, que
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es el exceso, el estar en las nubes, igual a esos que hacen meditación trascendental, que se pasan las
veinticuatro horas del día en éxtasis espiritual. Y después van y se acuestan con la mujer del vecino, ¿Me
estás entendiendo, verdad?

Cuando Pablo les describe a los muchachos de Éfeso las características de los cinco ministerios,
no sólo se los detalla, sino que les da a conocer los objetivos. Porque les dice que El mismo (Habla de
Dios), constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,
pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos.

¡Un momento! ¡Alto ahí! ¿Para qué te dice que Dios constituyó a esos cinco ministerios? Para
perfeccionar a los santos. Y cuidado con esta palabra, perfeccionar. Porque en la Biblia no significa “sin
error”, tal como nosotros la utilizamos habitualmente, sino que significa madurar.

Es decir que teniendo muy en cuenta esto que ha sido dicho, Dios ha otorgado estos cinco
ministerios para madurar a los cristianos. ¿Y cómo se supone que se madura un cristiano? Muy simple; o
no tanto: dejando que la palabra de Dios sea la que en nosotros opere y nos guíe.

022 - Cristianos en Conflictos


Ahora bien; en los cristianos que están creciendo en madurez, hay una característica sobresaliente:
son personas que no son heridas fácilmente. Porque cuando una persona es herida fácilmente, que
cualquier cosa afecta su vida, (Una mirada dura, una palabra rústica, una actitud indiferente) aunque lleve
diez años oyendo la palabra, todavía no es un cristiano guiado por la palabra de Dios, sino por sus
emociones.

¿Qué otra cosa podría ser una persona a la cual tú les dices algo y enseguida ese algo lo afecta?
Por eso es que hay tantos cristianos en conflictos. Tienen problemas en sus hogares, nunca crecen, viven
amargados, vienen a la iglesia y la iglesia, al final, se les vuelve una tortura; ¿Sabes por qué? Porque son
emocionales. A veces hemos visto que una persona, con una sola palabra, ha afectado más la vida de otra
persona que mil quinientos mensajes. ¡Hermano! ¿Puede ser? ¡Obvio que puede ser! ¡Es!

Escuchan la palabra de Dios, viven el poder de Dios, hablan en lenguas, reciben la bendición, salen
gloriosos, contentos, en las nubes de lo hermoso que estuvo todo. Llegan a la esquina y un hermanito de
esos que siempre hay, o lo saluda mal o le da una mirada medio fuerte, o simplemente se encuentra con
otro creyente que es peor que él y se le desmorona toda la gloria. ¿Por qué? Porque su vida está
recibiendo información emocional y no está recibiendo información espiritual, así de sencillo.

Muchos dicen así: ¡Pero qué se cree ese? ¿Quién se cree que es, ese? Mira; yo no sé lo que será
ese, pero te sacó de la gloria, de la bendición y, en una de esas, hasta del camino del Señor, ese. Te hizo
volver para atrás. Te mandó del décimo piso de tu espiritualidad, con una sola mirada, hasta el subsuelo.
Cero creyente. ¿Cómo puede ocurrir esto? Simple. No te has dejado perfeccionar, madurar por la palabra.

Dios los ha sacado de lugares horribles, los ha perdonado, los ha puesto sobre la peña, los ha
lavado, los ha hecho una nueva criatura, hasta allí todo bien. Pero luego no se dejan influenciar por la
palabra y se paran al lado de otro creyente o de una persona que no es creyente y una palabra o una
mirada los afecta para el resto de su vida. ¿Por qué? Porque no están viviendo según el Espíritu, sino que
están viviendo según las emociones. El gozo y la alabanza brota de sus vidas de acuerdo a como le vayan
las cosas.

¿Sabes cuál es un cristiano maduro? Aquel que marca una línea de conducta, pese a las
circunstancias de la vida. Aquel que permanece. Que ora a tiempo y fuera de tiempo. Sirve en la alegría y
en la angustia. ¿Sabes cómo se madura? En la quietud, dejándote ministrar por la palabra, no yendo de
aquí para allá buscando aconsejamiento, oración de otros y que te digan qué es lo que tienes que hacer.
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Fíjate Jesús. Todavía no había nacido y ya quisieron abortarlo. Apenas nació, se lo tuvieron que
llevar urgente porque si no, lo asesinaban. Anduvo dándole de comer a todos los necesitados, sanando a
los enfermos y liberando a los oprimidos y lo crucificaron. ¿Por qué pudo permanecer? ¿Por qué Satanás
no pudo encontrar en él ningún punto de doblez? Porque Jesús nunca reaccionó emocionalmente, sino
que siempre reaccionó con la palabra de Dios.

Porque las emociones son la fuente de información que Satanás recibe para hacerte, después, un
feroz contraataque a tu vida. Tus emociones son el terreno donde Satanás tiende sus trampas, a veces
mortales. Tus reacciones emocionales, de conflictos, de heridas, de dolor, denotan exteriormente tus áreas
de debilidad.

¿Por qué? Y, de acuerdo a como tú hayas reaccionado. ¿Quieres algo humorístico, pero trágico al
mismo tiempo? Los demonios llevan una planilla por cada uno de nosotros, donde tienen muy bien
desglosadas nuestras áreas de debilidades. Y son bastante eficientes en esa tarea.

Pero a medida que la palabra de Dios va a actuando en nosotros y nosotros vamos sujetando
nuestras emociones a la palabra de Dios, nos volvemos impredecibles, porque ya no reaccionamos según
la carne. Entonces, todas esas notas que los demonios tomaron, no le sirven para nada. Porque tú vas a
hacer, decir o actuar de un modo totalmente imprevisible para ellos, que no está anotado en ninguna
planilla.

Porque dice la Biblia que el que es nacido del Espíritu, es como el viento; que nadie sabe de dónde
viene y no se sabe para dónde va. Cuando nosotros tenemos el Espíritu de Dios, nosotros no vamos a
reaccionar según el Yo, sino que vamos a reaccionar según Él.

¿Pero y si somos cristianos sinceros y verdaderos, no simulamos, vamos todos los domingos a la
iglesia, oramos, leemos la Biblia y nos portamos bien, pero hacemos todos los días puntualmente lo
mismo? Nos estamos moviendo por la carne, no estamos andando en el Espíritu. En suma: estamos
desobedeciendo. Y tú ya sabes cómo piensa Dios de los desobedientes, y como los retribuye.

023 - Manipulación es Hechicería


Escuché una vez una expresión que me gustó mucho. La anoté en un papelito que guardé como
sólo cuando te vas poniendo viejo puedes hacer, y hoy lo encontré para incluirlo aquí. Esa expresión
decía: un buen soldado, aprende a ignorar el dolor.

Eso es total y absolutamente cierto. ¡Mira si en medio de la balacera, estampidos, explosiones,


metralla y griterío de una guerra, va a haber tiempo para que un soldadito se deprima porque le duele un
poco su pequeña herida! Es un punto de crisis, pero todo lo que se encuentre por debajo de la muerte,
pasa a ser bueno para un soldado y para su ejército.

Como cristianos, tenemos que entender que vivimos en dos mundos: un mundo físico y un mundo
espiritual. Nosotros le llevamos una ventaja al mundo que no tiene a Cristo, porque nosotros podemos vivir
en el mundo terrenal y en el mundo espiritual, mientras que el hombre que no conoce a Dios, sólo vive en
el mundo terrenal, atado y hasta esclavizado por las emociones.

¿Sabes por qué digo y sostengo que las emociones no son en absoluto confiables? Porque las
emociones son manipuladoras. ¿Nunca te fijaste que por medio de las emociones se puede manipular? Si
nunca lo viste, me estás queriendo decir que nunca fuiste a un templo, a una iglesia.

¿Cuántas madres, encubriendo amores enfermizos por sus hijos, terminan por manipular sus vidas
a través de las emociones? Es un sinvergüenza de primera, un asesino, un delincuente de alta categoría,
pero en el fondo es bueno, ¿Te das cuenta? Sí; en el fondo de una cárcel será bueno, y ahí es donde
debe ir a parar. Pero no puedes enternecerme llorando por lo que no merece llanto.
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Mira; yo no digo que llorar sea algo malo, no; al contrario, llorar siempre es bueno. Las lágrimas
son buenas, por algo están puestas allí. Son un elemento de escape, sirven. Algo pasa dentro de todo
nuestro ser cuando lloramos. Jesús lloró, ese es el versículo más corto de la Biblia. Jesús lloró.

Y no sólo es el verso más corto de la Biblia, sino que es el indicador de que, si Él lloró, cualquiera
de nosotros puede llorar. Sin embargo, también está la contrapartida de todo esto y tú lo sabes muy bien.
Cuando las lágrimas se vuelven un elemento de manipulación. ¿Sabes lo que es la manipulación?
Ejercer una acción tendiente a conseguir imponer nuestra voluntad por sobre la de otro. Hechicería.

¿Hechicería? Yo tenía entendido que eso era cuando una mujer fea, vestida de negro y con una
enorme nariz con un enorme grano, se ponía a revolver en una enorme olla llena de gualichos y luego se
iba viajando en una escoba. Historieta similar a la del diablillo rojo con cuernos y tridente. Pero expresión
humorística de sólo una parte de la hechicería, la que corresponde al ocultismo. Hay otra: la manipulación.

Hay creyentes monosilábicos a la hora de solucionar un conflicto. “Sí, no, sí, no”. ¿Sabes lo que
son estos? Personas que no han sujetado sus emociones al Espíritu Santo. Cuando un cristiano tiene un
problema, habla; busca el fondo del problema. Si tiene que levantar la voz y euforizarse en lo que se trate,
lo hace; pero nunca usa las emociones para manipular a otros.

Porque muchos quieren manipular a Dios, incluso, con sus lágrimas, y creen que llorando en un
altar o delante de otras personas, van a tocar el corazón de Dios. No te confundas. A Dios no lo tocan ni
tus lágrimas, ni tus lamentos, ni tu desesperación.

Tú puedes estar muriéndote y con tu muerte no vas a tocar el corazón de Dios. ¿Sabes lo que sí
toca el corazón de Dios? Precisamente, un corazón arrepentido y humillado, no una actitud emocional
manipuladora. Dios no se mueve por lástima; Dios se mueve por fe.

Cuando alguien se convierte, y todavía anda medio embardunado entre la fe auténtica y las
tradiciones de la religión, camina más por lo emocional que por lo espiritual. Luego, con el paso del tiempo,
esa persona madura un poco y empieza a darle preferencia a las cosas del espíritu por sobre las del alma.

Pero resulta que hay gente que andaba contigo que no creció, que se quedó dónde estaba al
principio. ¿Sabes qué te dicen? ¡Pero hermano! ¡Usted no tiene sentimientos! Sí que los tengo hermanita;
nada más que ahora ya no me dejo llevar más por ellos. He aprendido a ponerle punto final a ciertas
partes de mi ignorancia.

Hay una historia. Cuando Samuel oraba por Saúl para que Saúl cambiara, para que se
transformara, ¿Sabes qué le dijo Dios? - ¡Basta! No ores más; yo ya lo deseché. – Hermano: cuando las
personas persisten en permanecer lejos de Dios, guiadas por sus emociones, por lo que les parece,
tomando decisiones sin orar, y después traen toda esa mugre a las iglesias para que alguien se las
arregle, me parece que algo no anda bien.

No, mi hermano. Cualquier iglesia debe tener sus puertas abiertas para los hombres más
miserables. Promiscuos, prostitutas, borrachos, drogadictos, lo que sea. Si llegan, allí les van a dar vida,
palabra y todo el apoyo que se pueda.

Pero la palabra de Dios no entra en esa línea global y masificada. Porque la palabra de Dios está
pensada para que funcione y opere en aquellos que se quieren someter a ella. De otro modo, créeme que
no tiene sentido. Hay que madurar. No ores más, porque yo ya lo deseché…

La gente quiere que uno reaccione ante las circunstancias. ¿Sabes una cosa amadísimo hermano?
Satanás nunca va a hacer nada en tu vida sin que Dios te avise primero. ¿Habrá fallado Dios, entonces?
No. Fallamos nosotros, de eso no tengas ni el menor atisbo de duda.
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A veces, Dios te manda a alguien para que te advierta de algo, pero como somos tan de
ofendernos, por allí reaccionamos emocionalmente y repetimos la historia del pueblo: matamos al profeta.
A veces, Dios te habla a ti, pero no necesariamente a través de gente importante.

A veces usa a gente muy humilde para que tú también te humilles. Pero si en lugar de eso eliges
ser necio y no oír, entonces ya no vas a poder cargarle las culpas a Dios por tus problemas. Y sin
embargo, créeme, es lo que más he visto hacer.

024 - ¡Predícale a tu Alma!


Hay un salmo en la Biblia que habla de David. Y dice que era un hombre que tenía una revelación
tremenda de lo espiritual. Por ser un adorador de primera clase, era un hombre que tenía una alta
revelación del mundo espiritual, increíble. Mira las expresiones que usa ese salmo.

Lo primero que dice, es: Bendice alma mía a Jehová. Y eso significa que se está hablando a él
mismo. Es decir que el espíritu le está diciendo eso al alma, en conclusión: le está predicando. Porque
luego añade: Y bendiga mi ser su santo nombre. Y esto es palabra rhema. Y tan rhema es que
quedó en la Biblia para siempre, ¿Está claro?

Continúa diciendo: Bendice alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.
Esto significa que al alma, hay que estar predicándole todos los días. Es como decirle: “¡Eh! ¡Alma! ¡No te
olvides de ninguno de los beneficios de Dios! ¿Eh?

Entonces se levanta el Espíritu por la mañana y dice: ¡Bueno! ¡A orar! ¡Vamos! ¡A cantar! Y sí;
todos los días hay que predicarle al alma. Parece que David también había entrado en esa, pero él se
predicaba. Porque seguidamente dirá:

Él es quien perdona todas tus iniquidades. Vamos a ver: ¿Dónde están tus iniquidades? Sin
dudas, en el alma. Él mismo se está hablando. Se planta frente al espejo, que ya existían, y se empieza a
predicar a sí mismo, a su alma.

Y le dice que Dios la perdona, al alma, a su alma, todas sus iniquidades. No las suyas, las del
alma. No las iniquidades del espíritu, las del alma. Porque en el espíritu no hay iniquidad. Y le sigue
hablando y le dice:

El que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de
favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca, Y aquí le está hablando también al cuerpo;
de modo que rejuvenezcas como el águila.

No interesa qué clase de creyente tú te crees que eres. Lo que importa es qué clase de creyente
eres. Igualmente debes hacer razonar tu alma. Es más: la debes hacer reaccionar. Lo dicho: debes
predicarle a tu alma. Debes evangelizar tu alma. (Así titulé un viejo estudio al respecto).

Hay un pasaje en la Biblia, que creo se encuentra en la segunda carta de Pablo a los Corintios, que
nos arroja bastante luz sobre todo esto. Si partimos de la base de que en el alma están los razonamientos,
vamos a leer esto y a entender de ello, algo más que importante.

Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas
de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de
fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de
Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para
castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.
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Acá nos está hablando, Pablo, que aunque andemos en la carne no militamos en la carne. Claro;
andamos en la carne porque, para estar en este mundo en el que habitamos, necesariamente tenemos
que hacerlo con un cuerpo de carne, ¿Verdad?

Pero eso no significa que debamos militar, que es vivir, que es pensar, que es actuar, que es
imaginar, conforme a los rudimentos de esa carne. ¿Cómo es que vivimos, según Pablo? Vivimos según el
Espíritu. Y las armas de esa, nuestra milicia, por consecuencia, no son en absoluto carnales, sino
poderosas en Cristo Jesús.

Aquí quiero decirte algo. Es muy posible que a esto lo escuches (En realidad, lo leas), por primera
vez. Las armas de Satanás no son espirituales, son carnales. Las armas que Satanás usa contra tu
vida, no son espirituales, son carnales.

¿Sabes por qué? Por algo que siempre supimos, pero que no siempre terminamos de creer.
Porque Satanás no puede atacar tu espíritu. Satanás apenas puede atacar tu alma. Pero para llegar a tu
alma, primero tiene que entrar por los sentidos.

Satanás, para hacerte pecar a ti, va a usar las cinco vías de acceso al alma: tacto, vista, oído,
olfato y gusto. Dame cualquier pecado que se te ocurra, y le vamos a encontrar el hilo conductor que te
lleva a alguna de estas cinco avenidas de acceso al alma.

Porque Satanás, para afectar tu alma, tiene que utilizar cosas carnales. Recuerda: ¿Cómo lo atacó
a Jesús? Si postrado me adorares, reinos de la tierra te daré. Esto significa una sola cosa: por los
ojos. No fue un arma espiritual, fue carnal, a través de la vista, uno de los cinco sentidos.

Haz que estas piedras se conviertan en pan. ¡Cuarenta días sin comer y que venga uno a
hablarte de pan casero, crocante y calentito! ¿Qué te parece? ¡Te puedes dar cuenta del calibre de la
prueba? Satanás tiene que materializar las cosas para entrar a tu vida, porque él no puede entrar a tu
espíritu, directamente, porque no tiene derecho legal a tu espíritu. Ese derecho legal sólo lo tiene el
Espíritu Santo de Dios.

Él nada tiene en mí, porque yo no tengo naturaleza de pecado. Puedo tener hábitos o, si quieres,
hasta programas de pecado, pero no tengo naturaleza. Porque dice la Biblia que el que hace pecado no es
de Dios. Nosotros podemos tener algunos hábitos de pecado que son esos que estamos evangelizando,
pero no tenemos naturaleza de pecado, tenemos naturaleza de Dios. Somos, ahora, a su imagen en
nuestro espíritu.

Entonces, lo que Pablo está diciendo aquí, es que nuestras armas tienen gran ventaja sobre
Satanás, porque son espirituales. Yo te voy a decir una cosa: tú no tienes un arma natural que pueda
contra Satanás; no la tienes; ni una. Las armas nuestras, para vivir una vida cristiana victoriosa en este
mundo, tienen que ser espirituales. Está probado y claro: por más esfuerzos que hagas, no puedes. Es en
Él, no en tus fuerzas.

¿Y para qué, nos dice allí? Para la destrucción de fortalezas. Y luego nos explica lo que es una
fortaleza. Es derribar argumentos. ¿Tú te crees que cuando nosotros hablamos de las cadenas diabólicas,
cadenas satánicas, nos imaginamos a uno con overol rojo y cuernos largos? ¡No! ¡Esa te la vendió Walt
Disney! Las armas que Satanás usa en tu contra, son argumentos. A eso le llaman fortalezas.

Argumentos, pensamientos, formas de pensar. ¿Cómo fue el ataque de Satanás contra Jesús? Fue
una guerra de argumentos. Dime que te diré, dime que te diré, dime que te diré y, cuando ya no pudo decir
más nada, Satanás se fue. ¿Está claro, verdad?

No vino con un palo a querer romperle la cabeza a Jesús, no. Satanás trabaja con argumentos. Si
postrado me adorares… -No te adoro nada, le dijo Jesús. – Convierte estas piedras en pan. – No sólo de
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pan vivirá el hombre. – Sube a ese templo y arrójate de cabeza. – y que pim, y que pam; y el que tuvo el
argumento más fuerte, ese ganó.

Por eso es que todas las cosas en la vida cristiana, necesitan de la revelación de la palabra. Esa y
no otra cosa es la clave de la vida cristiana. No es la iglesia que tú vas o el pastor que tú tengas, es la
revelación de la palabra en tu vida.

¡Ah, no, hermano! Yo creo fielmente en la riqueza del conocimiento a través de un exhaustivo
estudio de la teología. Eso de la revelación no me cierra porque te hace correr riesgos que no puedes
controlar. ¿Ah, sí, eh? Lo lamento: Jesús enseñó otra cosa, así que mucho me temo que tu evangelio no
es el mismo que predicó Jesús.

025 - ¡Cuidado con la Bibliomancia!


Tengo una pregunta: ¿Por qué supones que muchos cristianos no viven en victoria? Porque no
leen la Biblia. No tienen revelación de la palabra. Muchos creyentes andan con la Biblia debajo del brazo.
Mugrienta, gastada, mal cuidada y casi desarmada, pero nunca tienen victoria. Porque la usan como
amuleto.

¿Cuántos han oído hablar de la quiromancia? ¿Sabes lo que es la quiromancia? El arte de hablar a
través de las líneas de la manos. La cartomancia, que son los que te adivinan tirándote las cartas, las
barajas. Quiromancia y Cartomancia. Ah, y entre los cristianos, Bibliomancia.

¿Sabías que hay muchos creyentes que practican brujería? Hay creyentes que van a orar por un
endemoniado y se llevan su Biblia. Pero no para leérsela al endemoniado, sino como un escudo material,
si fuera una pata de conejo, un amuleto, que te asegura la victoria sobre los demonios.

Eso es muy similar a algunos símbolos que se deben usar para lo que algún sector denomina como
“exorcismo”. Algunos han hecho un ídolo tan grande de la Biblia como objeto, como libro en sí, que hasta
la guardan en vitrinas con almohadones rojos.

Dime la verdad y con el corazón en la mano: ¿De verdad tú te has creído que Satanás puede
tenerle miedo a un pedazo de cartón, papel y tinta impresa? ¡Tenga cuidado, hermano! ¡Que no se le
arruine la Biblia! Si se me arruina una Biblia, voy y compro otra.

Porque Satanás no es impactado por la Biblia que está escrita en un papel. Satanás es impactado
por la palabra que está escrita en tu corazón. Participé en una ocasión de una sesión de liberación. Y en el
grupo, estaba una hermana que tenía su Biblia en su mano. Pero para lo único que le servía, -y de a ratos-
, era para cubrirse de los escupitajos que lanzaba con tremenda puntería, el endemoniado.

Lo cierto es que algunos cuidan mucho sus Biblias. Y entonces van y dicen: ¡Ay, sí, hermano!
¡Hace cuatro años que la tengo y mire que hermosa que está, parece nueva! Cierto, parece nueva. Y eso
significa que no la usas demasiado. Después se pierden el mensaje en el templo porque invierten el
tiempo en tratar de despegarle las páginas.

Bibliomancia. Usan la Biblia como un amuleto. A esto, lo ha predicado mucha gente y otros tantos
lo han confirmado. Parece que es un espíritu. Hay otros hermanos que, en sus casas, abren la Biblia en un
lugar determinado y la mantienen así, abierta, siempre.

Se ven cada cosas por allí que no tenemos idea que puedan existir dentro del mundo que
llamamos cristiano. Pero existe. ¡Ah, sí! ¡Yo tengo mi Biblia siempre abierta! Hermano: si lo has estado
haciendo, a eso, por favor; no lo hagas más.

Si tú no vas a abrir tu Biblia para leerla y estudiarla, mejor no la abras. Eso es brujería. Eso es
hechicería. Disfrazada de Biblia, claro está. La realidad auténtica es que más de la mitad de los creyentes
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que no tienen victoria, es porque además de estar haciendo algunas de estas cosas, en el fondo, jamás
llegan a leerla.

Y al no leerla, al no estudiarla, carecen de argumentos para batallar. Viene Satanás con el


argumento más insignificante y los desparrama. Hace dos mil y tantos años que Satanás anda con el
argumento del “vaya a saber si es cierto”, y todavía hay varios creyentes que ni siquiera se han
convencido de que “vaya a saber si es cierto”, porque no tienen un argumento mayor en su vida para
someter su voluntad a la palabra de Dios.

¿Cuánta gente no actúa con autoridad porque tiene miedo? Aunque tengan el cargo o la posición
que tú quieras, no tienen autoridad. ¿Sabes por qué? Porque nadie tiene autoridad sin revelación. La
autoridad de Dios te la da la revelación de saber lo que estás haciendo.

Tú te das cuenta perfectamente cuando una persona está hablando en el Señor. Hay gente que
anda por la vida alegremente dándole profecía a medio mundo y nadie se atreve a decirle nada. ¿Sabes
por qué? Porque no saben.

La revelación te libera. Mira a Juan, cuando tuvo la revelación de Cristo. La palabra Apocalipsis,
significa “correr el velo”. Era un término que se usaba en el teatro griego. Y la palabra Apocalipsis viene de
una palabra griega, precisamente, que se escribe apokalupto, y esto significa la acción que hacía la gente
en el teatro para correr la cortina, el telón.

Y cuando nosotros hablamos de revelación de la palabra de Dios, lo que estamos hablando es que
Dios le corrió el telón a Juan, y él pudo sacarse de su mente todas las ideas equivocadas que tenía
respecto a Cristo, y tuvo una nueva revelación- No te olvides que Juan había sido apóstol, y sin embargo
no había tenido una revelación clara sobre el Hijo de Dios.

Pablo les escribe a los Efesios, diciéndoles que: Para que el Dios de nuestro Señor
Jesucristo, el Padre de gloria, os de espíritu de sabiduría y de revelación en el
conocimiento de él. ¿Dice que para que Dios le de qué cosa? Revelación.

Abre tu mente. Recíbela. ¿Cuántos quieren tener victoria real en sus vidas? Bueno, esa victoria no
va a depender de la oración que cualquiera de nosotros haga por ti. No va a depender, tampoco, de que tú
vayas al mega congreso de no sé quién. La victoria viene cuando Dios te da una revelación.

Por eso es que el Padre, para salvar al hombre, reveló su palabra al mundo, en la persona de
Jesucristo. Siempre que Dios va a dar victoria, primero da revelación. Por eso Pablo les dice a los
romanos que: el Espíritu mismo da testimonio de nuestro espíritu, de que somos hijos de
Dios.

026 - ¡No! ¡Eso es Mentira!


De lo que quiero hablar en el final de este bloque dedicado al alma, es de algo que está
íntimamente relacionado con ella, pero que en cierto modo tiene mucha preponderancia sobre tu vida
cotidiana. Es un tema del que mucho se ha dicho, aunque no siempre ha alcanzado: el perdón.

Mira; no sé en qué momento, de qué día, de qué año, de qué mes y en qué hora tú estarás leyendo
este trabajo. Peo lo que sí sé es que, cualquiera sea ese momento, día, año, mes u hora, este, para ti,
hoy, es el día en que puedas decidir perdonar o pedir perdón, lo que corresponda.

Dice la palabra en el último libro de tu Biblia que: Ellos le han vencido por medio de la
sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas
hasta la muerte. Y esto no es mera letra, aquí hay mucho, muchísimo escondido esperando,
precisamente, que te sea revelado.
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Escucha bien los componentes de la victoria, porque esa es una victoria. El primero, es inamovible,
porque es perfecto: la sangre de Cristo. Eso nos da acceso a la familia de Dios, y derecho a todas las
promesas que están en la Biblia. El diablo no va atacar ese primer componente porque es perfecto. La
sangre de Cristo le costó todo a él.

Pero es el segundo el que él ataca. Dice que para que la cosa funcione, para que la cosa camine, a
la sangre de Cristo hay que añadirle la palabra de nuestro testimonio. No nuestro testimonio, ¿Eh? Eso
solo no alcanza. Es la palabra del testimonio.

Es decirle al diablo, en la nariz, en la cara: “¡Oye diablo: lo que tú estás diciendo es una mentira!
Porque la sangre de Cristo…” Y entonces allí, declarar la verdad, ¿Te das cuenta? Una vez le oí decir a
alguien en oración de guerra: “¡Mira Satanás; yo tengo las vestiduras blancas!”

Y tercero, hay que morir a la carne. ¡Mira que chiste! ¡Mira que sencillo! Menospreciar la vida, y
decir que como dice Pablo en alguna parte de la amada Escritura: Ya no vivo yo, más Cristo vive en
mí. Y lo que ahora vivo, lo vivo en el poder del Hijo de Dios, que murió y se entregó por mí.

Quizás en estos últimos tiempos, el diablo te ha estado mintiendo. ¿Y qué es lo que te dice? Te
dice, por ejemplo: “Tu marido no se va a convertir nunca”; “Tus hijos jamás van a volver a Dios”; “Tu
empresa o tú negocio te va a ir cada vez peor”.

O a lo mejor: “Vas a perder tu trabajo pronto”; “Tu iglesia jamás va a crecer”; “Esto se va a poner
cada vez peor”. ¿Te has dado cuenta cómo es el ambiente, ¿Verdad? Enciendes tu televisor, y el mensaje
es puntualmente ese: olvídalo: son mentiras. Y a veces él miente tanto, que comenzamos a creerle parte
de la mentira.

Pero la Biblia dice que la manera de derrotarlo a él, es: después de saber lo que la sangre nos dio,
decirle la palabra de nuestro testimonio. Y decirle: “No es verdad que mi familia no va a venir a Cristo,
porque es promesa de mi padre que así habrá de ser”. “No es verdad que no voy a tener con qué
vivir, porque escrito está que Dios me da el pan cotidiano”. Y así en todo. Hablándole la palabra en la
cara, dice que lo derrotamos.

Pero es necesario que nos fijemos muy bien como oramos. Y mucho más, si dentro de esa oración,
vamos a cantarle cuatro verdades al diablo. Solía decir un tremendo predicador que no tenemos que ser
como un policía afeminado, que dice: ¡Ay, señor diablo! ¡Lamento decirle esto!

¡No, no y no! ¡En el nombre del Señor! ¡Con autoridad! No a los gritos, ¿eh? Porque hay muchos
que en guerra espiritual, gustan de gritar. Pero bueno, debo decirte que ningún demonio se va a los gritos;
se va por la autoridad que emana de quien lo está echando fuera. Diciendo quienes somos, rompiendo el
poder del diablo y siendo usados por el poder de Dios como canal para aquellos que están, o bien más
bajos, o bien más…desinflados.

027 - No Recibir la Gracia en Vano


Y a este subtítulo no lo inventé por escribir algo afín. Lo dice la palabra a través de Pablo. Él les
escribe a los Corintios, diciendo: Así, pues, nosotros como colaboradores suyos, os
exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.

Mira; yo quisiera que en este momento, al estar leyendo este trabajo, tú le pidas al Espíritu Santo
que es nuestro único Maestro, que nos enseñe. Si tú todavía estás dudando de hombres, ministerios o
revelaciones de hace mucho o poco tiempo atrás, haz cómo te parezca mejor.

Si lo deseas, no le digas “bienvenido Espíritu Santo”, ni “buenos días Espíritu Santo”, ni nada que
se le parezca. Pero dile a ese maestro alto, como para que él también sepa que tú también amas, crees y
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confías, en la que hemos dado en llamar: la Tercera Persona de la Trinidad. O “tri-unidad”, como le dicen
algunos, para poder demostrar que es real aunque la palabra tal como la decimos, no aparezca en la
Biblia.

Tendrás que orar para que esta enseñanza sea de bendición para tu vida. Pero recuerda algo muy
importante: yo jamás podría ser tu maestro. El Espíritu Santo es tu maestro. Nosotros, y me incluyo,
apenas conseguimos ser sus ayudantes. Y a veces, cuando no nos equivocamos y entonces servimos de
piedra de tropiezo.

Yendo al texto, nos dice que no recibamos la gracia de Dios en vano. ¿Qué quiere decir eso? Para
muchos que creen fielmente que la gracia de Dios no se puede resistir, ¿Cómo habrá de entenderse,
entonces, que podemos recibirla en vano? Esto es lo que se puede entender, fíjate.

El diablo tiene como arma, el pecado. Y él cree, que mientras más se usa el pecado, más gana.
Pero él no entiende que cuando el pecado abunda, la Gracia de Dios sobreabunda. Es decir que Dios lo
deja alejarse, irse adelante, para después ganarle con la Gracia.

Dios da gracia, y el diablo no puede frenar ni impedir que Dios de Gracia. Pero lo que el diablo sí
puede hacer, después que Dios se la ha dado, es decirle: “¡Ah! ¿La recibiste? ¡Qué bien! ¡Qué
espectacular! Pero para esto, no sirve, ¿Sabes?

No le creas. No le creas. Por eso hay muchos creyentes que reciben la Gracia, (Que dicho sea de
paso, no viene en paquetes ni en bolsitas, sino global), y no pueden disfrutarla, porque le creen al diablo
cuando él les dice que esa Gracia es buena, por ejemplo, para ir al cielo, porque así está escrito, pero que
no es útil para hoy.

Y que vas a tener que estar en una especie de infierno permanente, aquí y ahora, hasta que ese
gran día llegue. Dios te da a ti una Gracia plena y entera, a esto ni lo olvides ni lo minimices. El diablo lo
que pretende hacer, entonces, es fraccionarla. Y allí es donde te dice: “Para esto sí, para esto no”. No le
creas. Miente, miente y miente.

Entonces, aunque la hemos recibido, la recibimos en vano. Porque es como si tú te estuvieras


muriendo de pulmonía, y te quedan dos días, tus pulmones están tomados, y a menos que tomes un buen
antibiótico, no vas a poder salir.

Y si alguien viene y te da un frasco de antibiótico que es el correcto para ese diagnóstico, tú lo


recibes, lo colocas sobre tu mesa de luz, pero no te lo tomas. Entonces, a los dos días, tú te mueres.
Recibiste el antibiótico en vano. ¡Lo tenías allí! Pero no lo tomaste. Podemos, entonces, recibir la Gracia
de Dios en vano.

Esto es lo que sucede aquí. Y una de las áreas donde la Gracia de Dios es tomada en vano, es el
área de los pecados que otros cometen contra nosotros. Casi todos nos creemos, (Y quisiera Dios que
fueran todos), que el pecado que yo cometo, cuando yo me arrepiento, Dios lo perdona. Perdona el
pecado, y limpia la maldad. Eso está tan claro como el agua.

Pero donde tenemos dificultades en creer, es en que si otra persona peca contra mí, a menos que
esa persona se arrepienta, yo estoy como condenado a vivir perpetuamente con esa carga y sus
consecuencias. Quiero demostrarte que no es así.

Así encontramos, entonces, que hay mujeres cuyos maridos las han engañado, y como ellos no se
han arrepentido de ese pecado, están convencidas que ese matrimonio ya no puede ser restaurado. O hay
hijos, que se han apartado y han traicionado a los padres, y dicen: “Bueno, pero hasta que él no vuelva al
Señor”…
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Y no nos damos cuenta que la Gracia que Dios nos ha dado, es más que suficiente para revertir el
proceso gangrenoso que inició el pecado. Y nos entregamos diciendo: “Bueno, en los pecados que yo
cometo, yo pido perdón. Pero en el que cometen los otros, lo único que puedo hacer es orar para que se
arrepientan”. ¿Y mientras tanto, qué? Mientras tanto, tengo que vivir las consecuencias.

Es por eso que el diablo procura, en lo más temprano de nuestro caminar con Cristo, de
lastimarnos, dura y cruelmente, por medio de alguien a quien amamos o respetamos. Puede ser una
madre, un padre, un abuelo, un pastor, un referente espiritual.

Porque cuando nos lastima temprano, esa lastimadura, nos marca para el resto de la vida. Si no
entendemos que tenemos el poder de tornar lo malo en bueno; allí está el punto. Anótalo: tenemos poder
de tornar lo malo, en bueno. Y será bueno que sepas que esto no es teología, esto es tu vida.

Estas lastimaduras, se repiten permanentemente. Contaba un pastor que estaba escuchando el


relato de un anciano, por un problema que él había vivido, y en un momento dado le preguntó cuánto
tiempo hacía que había sucedido ese asunto.

¿Sabes qué le contestó? ¡Cincuenta años! Cincuenta años había transcurrido de aquel asunto y él,
todavía, estaba cautivo. Porque la maldad y el enojo, cuando nos hieren, hace que nos enojemos mucho.
Y que también nos amarguemos muchísimo. Se repite permanentemente, eso.

En esto, debemos conducirnos exactamente igual que con los testimonios personales. Tú no
puedes venir el domingo a pedir que te permitan contar un milagro que Dios hizo en tu vida, ¡Hace treinta
años! Tú tienes que hablar de lo que Dios hizo HOY en tu vida.

028 - Las Cosas Viejas Pasaron


Ahora yo te hago una pregunta. Por favor; a tu corazón, no a tu estructura: ¿Alguna vez, alguien te
ha lastimado profundamente? Sí, ya sé, es una pregunta más que boba, porque hay cientos, miles tal vez
que ahora se pondrían de pie allí mismo, como si estuviéramos en un templo, para responder a coro “¡Sí, a
mí!” Y no les alcanzaría toda esta página para escribir el relato de lo que les sucedió, ¿Es verdad?

Bueno; ya que te acordaste tan rápido y con tanta claridad de ese asunto, supongo que debe ser
porque te ocurrió…veamos…esta mañana temprano, ¿Puede ser? O, a más tardar, podrá haberte
ocurrido…ayer, ¿Sí?

No. Pasó hace mucho tiempo. Pero pasa todos los días. ¿Cómo que pasa todos los días? ¡Y claro!
Porque todos los días lo recordamos, y es como si todos los días nos volvieran a hacer lo mismo. Y a
menos que la Gracia de Dios revierta eso, vamos a vivir en un infierno, no lo dudes.

Contaba un hermano, hablando de este mismo tema, que había una mujer que todos los días, o
mejor dicho; todas las madrugadas, a las dos de la mañana, lo despertaba al marido muy asustada, con la
idea fija de que andaban ladrones por la casa. Matemáticamente, el pobre hombre se levantaba, recorría
todo y retornaba con palabras de tranquilidad; no había nadie. Eso, durante todas las noches. ¡Veinte años
vivieron así!

Una noche, otra madrugada, la escena se repitió. La mujer se despertó angustiada y gritando que
había gente en la casa, despertó al hombre. Sin embargo, al recorrer como de costumbre lo hacía, el
marido esta vez sí descubrió a un hombre que había entrado a robar. Se armó un barullo importante, vino
la policía y, la verdad, no sé cómo se solucionó el tema.

Lo que sí sé es que, cuando volvió donde estaba su mujer, el marido le dijo: “¡Bueno! ¡Por fin se ha
hecho realidad lo que tanto pensaste durante estos últimos veinte años! Es verdad, el robo se había
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producido recién esa noche, pero esa mujer había sido robada durante veinte años, todas las noches, ¿Me
entiendes?

Por eso, mi amado hermano, deja que el Espíritu Santo te influya esperanza en este día. Que eso
que te ha estado atormentando por tantos años, hoy definitivamente se termine. Hoy, Dios va a tomar eso
terrible, y lo va a convertir en una bendición. ¿Puedes creerlo? Porque si puedes creerlo, te aseguro que
tienes más de la mitad de la batalla ganada.

De eso es que Pablo les habla a los hermanos en la fe de Corinto, cuando les dice que: De modo
que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, he aquí todas son
hechas nuevas. No dice que sólo algunas de estas cosas son hechas nuevas; ¡Dice que todas!

Permíteme ahora hacerte una pregunta que tiene que ver con esta palabra: ¿En qué momento de
tu vida comenzaron las Cosas Nuevas? Si la respuesta que estás pensando, es: en el momento de mi
conversión, tengo que decirte que entonces tú eres uno de los que ha recibido la Gracia de Dios en vano.

¡Awwww! ¿Dolió, verdad? ¿Te he castigado demasiado duro? No te voy a pedir que me disculpes.
¿Sabes por qué? Porque antes que a ti, me castigó a mí. Ya sé lo que se siente. Porque cuando uno cree
que las cosas nuevas comienzan desde la conversión en adelante, tiene un problema muy serio con el
pasado.

Y vive diciendo cosas como estas: “¡Ojala hubiera conocido a Cristo veinte años antes! O sino:
“Desde que conocí a Cristo, todo es maravilloso; pero antes de conocerlo…oh…ni te imaginas el pecado.
Entonces tenemos que, lo nuevo que es realmente hermoso, está creciendo a la sombra de lo antiguo, que
es odioso.

Entonces, se produce un hecho que se podría ejemplificar así: es como si en una mano tuviéramos
una bolsa, un recipiente lleno de cosas nuevas que les mostramos a todos. “¡Miren! ¡Miren lo que Cristo
me dio!” Y en la otra mano, mientras tanto, tratamos de esconder y disimular otro recipiente, otra bolsa
repleta de cosas viejas que no queremos que nadie se entere. “¡Ay! ¡Que no se vayan a enterar los
hermanos de la iglesia que yo, antes de convertirme…!” ¡Uy! ¡Que no se entere el pastor!”

Hay gente a la cual Dios ha llamado al ministerio y la ha ungido, pero dice: “Yo haría eso de mil
amores, pero no puedo por mi pasado, ¿Me entiende? O sino, dice: “¡No! ¡Yo no puedo hacer eso por lo
que me ocurrió!” O quizás: “Yo no puedo servir allí porque vine al Señor, pero después me aparté”.

Y creemos que Dios nos salvó desde un determinado punto en adelante. Pero la realidad es que
Dios no nos salvó desde el momento de la conversión en adelante. Él salvó la totalidad de nuestra vida. Y
para hacer eso, hay que ir a esa fracción de segundo donde la vida empezó. Y ese es el momento de la
concepción. Ni siquiera es el del nacimiento o el de la gestación; te estoy hablando del momento de la
concepción.

¿Por qué? Porque en el momento de la concepción, cuando nuestra carne comienza a formarse
con apariencia de embrión, es cuando comienzan a formarse las cosas viejas. Hay gente que, por ejemplo,
experimenta rechazo. Se sienten rechazados. Entonces empiezan a buscar causas.

Puede ser el padre, la madre, un tío, un abuelo, nada. No pueden sentirse aceptados. La pregunta
que se hace, entonces, es: ¿Tú eres el fruto de un embarazo buscado, esperado? Y allí viene el drama.
Muchas veces, se dan respuestas como estas: “Es que yo soy hijo de madre soltera”, “Soy hijo de una
relación adúltera o clandestina”. “Soy hijo de una mujer que ejercía la prostitución”. “Yo soy hijo de una
fornicación”, o de la hipocresía.

¿Entonces qué sucedió? Es probable que cuando ese bebé completo, pero sin desarrollarse,
estaba en el vientre de la mamá, dos o tres semanas de edad, como mucho, la mamá dijo: “¡Ojala que no
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esté embarazada!” o sino: “¡No! ¡Odiaría estar embarazada!” “¡No quiero un bebé ahora”. Y la máxima: “¡Si
hay un bebé allí, ojala que lo pierda!”

Y aunque nunca le ha visto la cara, todavía, ya fue canal de la primera mala obra. Y si esa persona
se convierte a los diez años, a los veinte años, a los treinta años, y las obras nuevas empiezan de allí para
adelante, va a vivir toda la vida en un espíritu de rechazo, porque la Gracia de Dios que era suficiente para
restaurar eso, él no la deja volver para atrás. ¿Te das cuenta?

Escucha al Espíritu Santo. La Gracia de Dios entró en tu vida en el momento de la conversión, a


cualquier edad que ella se haya decidido, es cierto, pero entró, hizo un giro, y se fue hasta el mismo
comienzo de tu vida, tomando cada cosa vieja y convirtiéndola en una cosa nueva.

Ahora vamos a ver: un segundo antes de la conversión, te pregunto: ¿Qué porcentaje de cosas son
viejas en tu corazón? Ciento por ciento. Toda. Entonces: ¿De dónde salieron las cosas nuevas? Aquí va la
buena noticia. Escucha al Espíritu Santo. De las cosas viejas, que al envolverte Gracia, Dios las
convierte en cosas nuevas. ¿Has podido entenderlo, verdad?

El principio, el eje, aquí, es que: lo que el diablo planeó para mal, Dios pasa a usarlo para bien.
Que lo más terrible que te pueda haber sucedido a ti, o que tú hayas hecho o cometiste, va a ser, cuando
seas envuelto por la Gracia de Dios, lo más precioso para tu vida, una vez que se aplique la Gracia de
Dios.

029 - No a Las Teologías Individualistas


Te doy un ejemplo: Pablo, era el perseguidor de la iglesia, ¿No es cierto? Ese era su pecado
mayor. Ahora bien; cuando la Gracia de Dios lo toca, Saulo el perseguidor se convierte en Pablo, el
edificador. Entonces pregunto: ¿De dónde salió el edificador? Del celo del destructor.

La Gracia de Dios lo envolvió. Deja, por favor, que el Espíritu Santo quite la anestesia de esa cosa
tan terrible que tal vez tú hayas hecho, o que te hicieron; exactamente de eso que tú ni quieres recordar ni
quieres pensar.

De eso que tú has estado guardando, protegiendo, mientras dices o piensas: “Yo, de eso, no quiero
hablar”. Ahora, déjalo allí, a la vista. Y a la luz del Espíritu, míralo. Eso tan terrible que te hicieron, o que tú
hiciste hoy, pero HOY, ¿Eh? Te va a aplicar Gracia y va a pasar a ser una bendición. ¿Lo puedes creer?

Entonces me pregunto: ¿Por qué no entendemos esto? Porque somos individualistas, en lugar de
ser “colectivistas”, en nuestra manera de pensar. Yo te aviso que en la Biblia hay muy pocos versículos
dirigidos a una sola persona. La gran mayoría de los versículos, están dirigidos a un pueblo, a un grupo.

Entonces, cuando Pablo le dice al carcelero de Filipos: Cree en el Señor Jesucristo, y tú y toda tu
casa serán salvos, nosotros creemos que el carcelero creyó, que fue salvo, y que mientras caminaba para
la casa, le iba diciendo:

“Bueno, mira Pablo, si le vas a hablar del evangelio a mi mujer, trata de engancharla por el
lado de los niños, ya que por ellos tiene cierta debilidad y allí se va a aflojar…” ¡¡¡No!!! ¡En el
momento en que el carcelero creyó, toda su familia fue salva!

Yo me pregunté muchas veces si eso era solamente para ese hombre puntual y determinado, o si
cualquiera de nosotros podía tomar esa palabra en forma de promesa como propia. Los personeros de la
desesperanza, durante mucho tiempo, se encargaron de decirme que no, que si mi familia no hacía
“méritos” naturales, esa salvación no las iba a alcanzar sólo por mi decisión.
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¿Ah, sí, eh? Dios me mostró que no era así a partir de la lectura de la historia de Noé…y su familia
llena de defectos y sin méritos; pero salva del diluvio por causa de la promesa de Dios para con Noé. Noé
fue justo y Dios lo salvó, y con él, sin mérito alguno, a toda su casa. Punto.

Dios opera colectivamente. En muchas cosas. A veces, Dios ha enjuiciado y, de hecho castigado, o
bendecido, a toda una nación, a toda una tribu, o a toda una familia, por el pecado o, por la obediencia, de
una persona.

No importa cómo está tu congregación; la pregunta, es: ¿Cómo estás tú? Porque Dios puede
bendecir tu congregación, como quiera que ella esté, si tú estás en obediencia. Tu congregación puede
andar en las nubes de la victoria, pero si tú estás en pecado, puede recibir juicio.

Entonces, como no entendemos esto, porque nuestra teología occidental, individualista, nos ha
dicho muy acentuadamente que tiene que ser una decisión personal, lo cual es verdad, pero no es toda la
verdad. Yo, cuando recibí la Gracia, puedo ser el conducto de la Gracia, para tocar a todo el grupo familiar
o social del cual formo parte.

Entonces nos limitamos y decimos: “Yo me salvé, gracias a Dios, voy al cielo, y ahora estoy orando
para que los otros se arrepientan y, el día que se arrepientan, van a arreglar este asunto.” No. Y no porque
eso no toma en cuenta la dinámica del pecado y de la Gracia, mi hermano. El pecado es corporativo o
colectivo en sus consecuencias. Una persona lo comete, muchas sufren las consecuencias.

Un hombre comete adulterio. Sí, el hombre comete adulterio. Pero sufre el cónyuge, es decir la
mujer; sufren los padres de él y los padres de ella, sufren los hijos, los hermanos de la congregación si es
creyente, toda la congregación, uno o más ministerios.

El pecado de uno sacude y salpica a muchos. Pero si el remedio de Dios para el pecado es la
Gracia, también esto tiene que ser corporativo. Tiene que ser colectivo, también. Entonces sí es efectivo
en sus beneficios. De manera que, cuando el pecador se arrepiente, Dios no sólo lo perdona del pecado,
sino que también lo limpia de toda la maldad que salpicó a otros con ese pecado.

Cuando Dios te salvó a ti, Dios quiso salvarte a ti para que fueras un conductor para bendecir a
todos los que te maldijeron con algún pecado o con alguna terrible actitud. Algunos podrán decir: “¡Y
bueno, hermano! ¡Pero así es fácil! ¿Por qué duele tanto, entonces? ¡Por qué si sucedió hace tanto
tiempo, es que no me lo puedo quitar de encima?”

La razón para eso, es: (Y tengo que decir esto con cariño porque no quiero herir a nadie, pero sin
ningún tipo de vacilaciones, porque tampoco quiero engañar a nadie) la razón para eso, es: que ese
pecado que ocurrió hace tanto tiempo duele todavía, porque tú no le has aplicado Gracia.

Y un pecado al cual no se le aplicó Gracia, y que es activo en lugar de pasivo, recuerda que la
paga del pecado es muerte. Y tú me podrás decir: “¡Bueno! ¡Pero de ese pecado se tiene que arrepentir
quien lo cometió, si es otro!” Y sí, de última, sí. Pero en el aspecto en que te tocó o te rozó a ti, tú tienes el
privilegio de remitir ese pecado. Y eso se hace viendo a esa persona, no en la carne, sino en Cristo.

030 - Símbolos Inquietantes


Pablo les dice a los creyentes de Corintios en su primera carta que: de manera que nosotros
de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aún si a Cristo conocimos según
la carne, ya no lo conocemos así. Lo que Pablo quiere decir es: “Yo, cuando veo una persona, no
lo veo como un pecador perdido, perverso o asesino. Lo veo como alguien que, en Cristo, está
perdonado. Pero que todavía no lo sabe.”
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Ahora vamos a ver el caso de aquel que te hizo a ti tanto daño. ¿Cómo fue? ¿Alguien que te violó?
¿Alguien que te engañó? ¿Alguien que te robó? Ese pecado está activo, en el sentido de que esa persona
se arrepintió. Pero también está activo en el sentido de que tú no lo has perdonado.

Y la razón por la cual no podemos perdonar, es que el diablo permanentemente nos está diciendo:
¡Ah, no! ¡Tú no puedes perdonarlo hasta que él o ella no se arrepientan! Eso, déjame decirte que es una
mentira. Porque el pecado que te cometió a ti, a ese, sólo tú lo puedes perdonar.

Pero la otra causa, es que lo vemos en la carne, no en Cristo. En Cristo, ese pecado ya está
perdonado. Y si uno puede verlo en Cristo, puede verlo perdonado. Un ejemplo: un hombre va con su
familia en un automóvil por una moderna autopista.

Entonces, la menor de las tres hijas, de pronto da un grito: “¡Papá! ¡Hay una abeja dentro del auto!
Imagínate la escena y el momento. ¿Nunca te sucedió? Es casi terrorífico. Y la niña grita: “¡Me va a picar!
Entonces el padre qué hace: comienza a conducir con un ojo en la ruta y el otro ojo en la abeja.

Hasta que en un momento dado le da un manotazo y la agarra. Obvio; cuando la agarra, la abeja le
clava su aguijón. El hombre se muerde los labios porque esa cosa duele, ¿Verdad? No es chiste la
picadura de una abeja. Pero tomándola por una de sus pequeñas alas, se la muestra a la niña.

Pero resulta ser que la niña sigue gritando: “¡No! ¡Sácala de aquí! ¡Me va a picar!” Entonces el
padre le dice: No, mi amor; ya no puede picarte a ti porque ya me ha picado a mí. Tiene un solo aguijón y
ya lo utilizó conmigo.

Hermana mujer: ese pecado atroz, terrible que alguna vez se cometió en contra de ti, es una abeja
que ya ha picado a Cristo. Ya lo llevó Él. No puede volver a picarte a ti. De manera que tú, ahora, puedes
ver a esa persona y dejar que la Gracia de Dios entre en su vida y en la tuya.

Que visite tu pasado y toque a cada persona, a cada individuo, y que tú digas: “¡Padre! ¡Los
perdono y los bendigo!” Porque al hacer eso, tú desactivas el pecado y el pecado deja de ser muerte y
pasa a ser vida. Porque el pecado cuando se encuentra con la Gracia, se convierte en una bendición.

Ejemplo número uno: hoy en día, tenemos cruces por todos lados. Y no te estoy hablando de los
cementerios, precisamente. Tenemos cruces por todos lados. Las llevamos en el cuello, las imprimimos en
las Biblias, las colgamos en las paredes, las instalamos arriba de los templos.

Ahora bien; antes que Cristo muriera, nadie le regalaba una cruz a nadie, ¿No es así? Porque una
cruz era un símbolo de maldición. ¿Y entonces por qué, ahora, es un símbolo de bendición? Porque el
pecado más horrendo jamás cometido en la tierra, fue cometido usando una cruz.

Cuando lo peor del mundo, con lo peor del infierno, crucificó a lo mejor del cielo en una cruz; y
cuando ese pecado se materializó y se convirtió en el peor y más grande de todos, Jesús aplicó Gracia y
dijo: “¡Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen!” Y la cruz, que era una maldición, pasó a ser una
bendición. Él convirtió la maldición en bendición al aplicarle la Gracia.

Deja que el Espíritu te hable ahora. Déjalo que te abra los ojos para que puedas ver que la Gracia
no es sosa, ni floja, ni algo que se derrite. La Gracia es el arma más poderosa que el hombre y la mujer
tienen sobre la tierra.

La Gracia vence la maldad. Otorgar Gracia, no es aguantar. Es cambiar. Pablo dice en su carta a
los Colosenses que Jesús, estando colgado en la cruz, anuló el acta de los decretos que el diablo tenía
contra nosotros.

Entonces lo atacaba y le decía: ¡No puedes hacer eso! - ¿Qué no puedo? ¡Mira! Y lo clava en la
cruz, y derrama la sangre, y escribe: Está perdonado. Y el diablo le dice: ¡Tú no puedes hacer eso, va en
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contra de los reglamentos! Entonces Dios, desde el cielo, habló y dijo: termino de cambiar los
reglamentos. ¡Aleluya!

Entonces el diablo dijo: ¿Qué nuevo reglamento es ese? Se llama Gracia. ¿Y yo cómo nunca supe
nada? Porque estaba escondida en Cristo. MI unigénito Hijo. Y estaba esperando que lo colgaras en la
cruz y cortaras el costado, y fluyera la sangre del Hijo santo de Dios.

Y cuando la sangre del Hijo santo de Dios fluyó, pagó el precio por los pecados, y ahora son míos,
no tuyos. Deja que el Espíritu Santo te hable en este día. Que esto no se trata de aguantar y ver qué pasa.
Esto se trata de darle un puntapié en los dientes al diablo.

Esto se trata de tomar la maldad que se ha hecho en contra de ti y transformarla en bendición,


golpeando a aquel que nos ha engañado. Cristo lo hizo en la cruz. Yo sé lo que tú estás pensando ahora.
Teológicamente, estoy totalmente de acuerdo, pero yo soy solamente un ser humano. Si eso creo que es
lo que tú estás pensando.

031 - Desde la Óptica de Esteban


En el Libro de los Hechos, hay una historia que seguramente te conoces de memoria. Un joven
llamado Esteban, predicando, lleno del Espíritu Santo, su rostro, dice la palabra, como rostro de un ángel.
Y él mira hacia arriba y ve los cielos abiertos. Y ve al Padre y ve al Hijo.

Pero la multitud no quiere escuchar. Y decide pecar contra él. Se cubren se tapan los oídos y lo
atacan, y lo empujan. Él cae por un precipicio. Y cae al fondo, y cuando mira hacia arriba, ve a un hombre
totalmente endemoniado, un sujeto de nombre Saulo, de la ciudad de Tarso, que está vociferándole a todo
el mundo para que tomen la roca más grande y lo maten como a una serpiente, como a un gusano.

Y cada vez que Esteban miraba hacia arriba, veía el odio, el pecado, y las piedras que le rompían
los huesos, que le fracturaban las costillas, que le perforaban los pulmones. Y entonces comienza a
ahogarse en su propia sangre.

Pero cuando mira hacia arriba, ve los cielos abiertos. Pero Jesús no está sentado a la diestra del
Padre intercediendo, está de pie. Muchos teólogos han interpretado eso como una posición de juicio,
porque Israel estaba cometiendo el pecado imperdonable.

¿Sabes cuál era? Estaba rechazando al Espíritu Santo. Y cuando ve tanto pecado, no se aguanta
y, con el último hálito de vida, dice: ¡Padre! ¡No les tomes en cuenta este pecado! Entonces,
envuelve Gracia. Dos capítulos más tarde, Saulo de Tarso se convertirá en Pablo de Antioquía.

Y que conste que nadie guió a Pablo al Señor, ¿Eh? Nadie oró por él, no vino ningún prestigioso
evangelista a plantar una carpa para una promocionada campaña, porque ya lo hizo Esteban, cuando él lo
cubre con la Gracia. ¡Por eso se convierte Pablo! ¡Está envuelto en la Gracia de la oración de Esteban!
Deja que Dios hable, ahora.

Deja que el Espíritu Santo te convenza, que ese Saulo de Tarso que te está torturando, que te está
persiguiendo, que te está atacando, que te deprime y que hace que tú digas: ¿Por qué? ¿Por qué?, ese
Saulo, hoy, aquí, ahora, se va a convertir en Pablo de Antioquía.

No mañana ni esta noche, ¿Eh? Hoy. Porque tú tienes en tus manos, el poder. El poder de
convertir el pecado en un trofeo de la Gracia de Dios. Cuando vivimos una experiencia dolorosa,
generalmente nos formulamos una pregunto: ¿Por qué?

Bien; tendré que decirte que esa, es la pregunta favorita del diablo. Nadie podrá contestarte esa
pregunta porque, para hacerlo, habría que ser Dios mismo. Pero sí puedes tú cambiarla por otra pregunta:
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¿Para qué? Porque hay un propósito en la miseria que te ha tocado vivir, hermana, hermano. Y porque si
hay un propósito, esa miseria no es tan miseria.

Fíjate esto: si una mujer tiene dolor de muelas a las dos de la madrugada, eso es una catástrofe.
Pero si una mujer tiene dolores de parto a las dos de la madrugada, eso es una excelente noticia. Porque
mientras más fuerte y continuo sea ese dolor, más se acerca el propósito central de ese dolor.

Deja que el Espíritu Santo te muestre ahora ese mal que alguien te hizo, o que tú mismo has
hecho, o que tú puedas haberte hecho a ti mismo. Y que hoy puedas aplicarte la Gracia de Dios. Quizás
puedas decirme que no funciona, es cierto; que quizás ya han estado orando por ti, o que te han impuesto
las manos, que te has revolcado, que te has caído, que oraste en lenguas, pero que la bronca y el enojo
no se van y todo lo que quieras.

Pero déjame explicarte algo: adentro tuyo, hay dos círculos. Uno, del que ya hablamos
anteriormente, llamado Emociones. Y el otro, que añadimos ahora, llamado Convicciones. Las
emociones es lo que tú sientes y que no tienes ningún control sobre eso. Por eso el enojo, va a retornar.

Pero lo que sí tú puedes controlar, es lo que ingresa en el círculo de las convicciones. Una
convicción es algo que tú crees, simple y solamente porque Dios dice que es verdad, no por otra cosa. Y
cuando venga el enojo, no lo niegues, pero confiesa lo que crees.

032 - Vencer es Declararse Libre


Es como ir conduciendo un vehículo por una calle de doble mano, y por la noche, por allí viene un
vehículo con un grupo de jóvenes, con esos faros potentes, tremendos, y de pronto se los encienden de
frente y tú te quedas ciego y no ves absolutamente nada.

No tienes más control. Tú quieres apagar esos faros que te enceguecen, pero no puedes porque el
vehículo es de los otros, no tuyo. ¿Qué harás, entonces? Viras hacia la derecha, buscas la línea blanca
que se encuentra en el centro de la ruta, y te olvidas de las luces y de todo lo que viene de frente, y
observando cuidadosamente la línea, conduces tranquilamente hasta que las luces pasan. Las luces, son
tus emociones, y la línea blanca es lo que hoy, tú, edificas aquí. Pero aquí, ya y ahora.

Toma y registra la fecha de hoy, cualquiera sea y haya pasado el tiempo que haya pasado de la
aparición de este trabajo ante tus ojos. Anótala donde puedas tenerla a mano. Y recuérdala siempre.
Cuando esas “luces” lleguen, ese enojo y todo ese recuerdo, la línea blanca va a decir: “¡Tal día, de tal
mes, y a tal hora, a eso, yo ya lo perdoné!” ¿Amén?

Considera lo que el Espíritu está haciendo a través de este mensaje. ¿Te das cuenta que hoy, tú
puedes aplicar la Gracia de Dios a tu vida o a la vida de otro? Y si la vas a aplicar, te pido que ya mismo,
en este exacto momento, lo hagas.

El diablo teme que tú lo hagas, pero tú lo vas a hacer. Toma autoridad ahora sobre todo poder del
enemigo, y bajo la sangre de Cristo, encara a todos los demonios mentirosos y repréndelos en el nombre
de Jesús. Y ahora declárate libre.

Y si estás dispuesto o dispuesta a perdonar, haz lo que tengas en tu corazón: arrodíllate, cierra tus
ojos, haz solamente lo que tengas en tu corazón de hacer. No busques métodos pre-concebidos, haz una
corta y simple oración que suene más o menos así, pero con tus palabras:

“Señor; yo hoy bendigo; yo hoy libero; yo hoy aplico Gracia a ese terrible pecado.” Atención,
que cuando lo hagas, vas a sentir que ese viejo y conocido dolor, va a subir otra vez contra tu pecho, pero
déjalo. Ese dolor está subiendo para irse, no para quedarse. Pero procura decir con toda claridad, buena
voz y toda la convicción que encuentres: “Yo, hoy, voy a perdonar”.
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Quiero que hagamos juntos esta oración. Hazla a medida que la lees y créela. Hazla despacio,
donde estás en este momento, tomando la actitud que quieras y desees. Si quieres arrodillarte, o
postrarte, o llorar todo lo que tenga ganas, déjate y permítete libertad total, pero ora:

Padre Dios: Que se sepa en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra que hoy, en este día,
y a esta hora, yo perdono y bendigo a los que me maldijeron, a los que me abandonaron, a los que
me hirieron. Que se sepa en el cielo y en la tierra, y, sobre todo, en el infierno, que hoy perdono,
que hoy bendigo, que hoy libero, pido prosperidad y declaro que, cuando el pecado abunda, la
Gracia de Dios, ¡La Gracia de Dios! Sobreabunda. Y soy libre y declaro libres a los que me
esclavizaron. Y los bendigo, en el nombre de Jesús, amén, amén y ¡Amén!!

¿Lo hiciste? Si lo hiciste, estamos ganando por un tanto contra cero esta partida. Pero presta
atención y no te descuides en absoluto, porque nos pueden empatar. Pero ahora te pregunto: ¿Tú
querrías, para tu tranquilidad, pasar a ganar este juego por dos tantos contra cero?

Entonces, veamos: si confiesas algo con tu boca, lo sellas. Así que ahora, ni bien termines de
leer este trabajo, busca a alguien a quien decirle: ¿Sabes? Hoy pude perdonar a alguien que me había
herido...Por favor, esto no es teórico: ¡Es vida!

Entonces, cuando regrese el enojo, - porque te aviso que el diablo va a intentar introducírtelo
nuevamente -, usa ese momento, el del enojo, para orar por aquella persona. Y si Satanás te perturba
demasiado, dile sin necesidad de gritarle, porque él no se va a los gritos, él se va por tu autoridad en
Cristo Jesús: “¡Satanás! ¡Si tú insistes en hablarme de mi pasado, yo voy a hablarte de tu futuro! Y
tú sabes cuál es ese futuro porque está escrito. Y él también lo sabe, porque está escrito. Y lo que está
escrito, se cumple. Es Palabra de Dios.

Esta palabra ha sido para ti en este día. No importa el formato en el que la hayas recibido. ¿Por
qué debes atarte a la estructura del mensaje tradicional, emitido desde un púlpito tradicional, dejando
entrever palabras y conceptos, también, tradicionales? ¿No le darás al Señor la posibilidad de que te
ministre mediante un sistema totalmente inédito como lo es un libro virtual?

Yo, particularmente, tengo la convicción que nadie leerá esto por curiosidad o casualidad, lo sé;
sino porque hasta aquí habrá sido enviado por el Espíritu Santo de Dios, que en este momento está
rompiendo yugos de maldad en tu vida, yugos de odio.

Porque de otro modo, mi Señor jamás me habría ordenado escribirlo, ¿Entiendes? Has roto
trabajos de espíritus de rencor, de raíces de amargura, de resentimientos, de un no poder avanzar por
causa de…”aquello”. Aquello, ya fue. La Gracia de Dios, es Hoy.

¿Puedes aplicar la Gracia? No lo mires con los ojos de la carne, por favor; con los ojos de la
carne, no podemos hacer nada. Porque los que nos caen antipáticos, nos siguen cayendo antipáticos,
pero con los ojos del Espíritu, si le decimos: “Señor, muéstrame a esa persona que me hizo tanto daño
con los ojos con que tú lo estás viendo”, en algún momento, Dios va a hacer que tú los veas con los
ojos que Él los ve. Y no me atrevería a dar un centavo de dólar por lo que tú puedes llegar a sentir en ese
momento.

Porque lo primero que quizás vas a sentir, es una enorme culpa. Te vas a censurar a ti mismo,
diciendo: ¿Pero con qué derecho me permito odiar o guardar rencor a una creación de mi Señor? Cuando
Dios dijo: “El hombre es nuestra imagen y nuestra semejanza”, no habló solamente de ti, mi hermana, mi
hermano.

También habló del que te violó; también habló del que te fue infiel, también habló del que te
robó, del que te hirió, del que te defraudó, del que te dejó en la calle, del que te echó, de todo el que te
hizo daño. ¡Del peor de los daños! A ese, también se refería cuando dijo: “Es nuestra imagen y
semejanza.”

Pero para que eso sea posible, tú tienes que convertirte en la Esteban o en el Esteban de este
tiempo. Y decir: “Padre... perdónalo. Como yo lo perdono, tú también perdónalo”. No te asombres, - Y
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es una pena que hoy ya no se esté escribiendo Biblia -, si dentro de dos capítulos ese hombre o esa mujer
se entregan a Cristo. Podrían tener un encuentro personal con Cristo como el que tuvo Saulo. Que fue lo
que lo llevó a pasar a ser Pablo. Pero cuando tú apliques la Gracia, no antes.

Lo que pasa es que tú no terminas de creer que Dios pueda moverse por tu oración. Todavía
estás convencida o convencido, que Dios sólo se mueve por la oración de los pastores, de los personajes
eclesiásticos importantes.

Olvídalo, eso es pura religiosidad. Y además, resultado de cierta enseñanza falsa pero
conveniente a intereses personales o sectoriales. Dios se mueve por la oración de los que creen en Él. Y
los que creen en Él, son los que creen en Él. Y ni tú ni yo podemos saber quiénes y cuáles son.

La Gracia es por fe. Entonces habrá que preguntarte: ¿Cómo está tu fe? ¿Tambaleando quizás?
Quizás has creído mucha mentira. Cuando creemos mucha mentira del enemigo, flaquea nuestra fe.
¿Pudiste perdonar? ¿Te fue difícil? ¿Estás quebrado o quebrada?

Es lo más lógico, lo más natural si quieres que lo llame así. Cuando se rompe un yugo de alguna
fortaleza de mucho tiempo, el yugo se hace trizas en nuestro interior. No sea cosa, mi hermana mi
hermano, que no sólo hayas sido tú presa de ese pecado terrible que cometieron contra ti, sino que por allí
y sin querer, lo hayas estado usando para que la gente te tenga lástima.

Para que te miren y digan: “¡Ah, esa es la hermanita a la que le ocurrió... tal cosa!” Con eso, tú
no vas camino a la victoria, te lo aseguro. Camino a la victoria vas cuando todo eso queda sepultado bajo
la Gracia. Porque esa basura, esa porquería envuelta en Gracia, se transforma en bendición.

Si tú derramas un chorro de agua fría sobre un plato con grasa, esa grasa se transforma en una
pasta y el agua. Si tú derramas un chorro de agua caliente, en cambio, sobre el mismo plato con grasa, se
limpia inmediatamente y queda un plato limpio. Para estar limpio, necesariamente, habrá que pasar por el
fuego.

¿Te ha tocado a ti pasar por el fuego? No es para que tú te sientas la peor mugre o la peor
basura. Es para que puedas aplicar Gracia a eso que tanto te ha dolido y lo puedas transformar en
bendición. Yo sé que tú muchas veces has dicho: “Sé que el Señor tiene un ministerio para mí, pero yo
no lo puedo ejercer por causa de “aquello”.

¿Sabes una cosa? Dice el Señor que a ese ministerio que ya tienes, vas a poder mecanizarlo
sobre la plataforma de eso tan terrible que te sucedió. Cuando tú le apliques Gracia, por supuesto. Allí va a
empezar a bendecir tu vida el Señor.

Si yo puedo estar escribiendo estas cosas para tu crecimiento y tu bendición con la autoridad
que el Espíritu te está mostrando que yo tengo, es porque alguna vez tuve que envolver con la Gracia de
Dios mucha de la basura y la porquería que alguna vez pasó por mi vida.

Por eso he sido bendecido y, por esa misma razón, puedo ser usado para bendición de otros. El
que te predique y te quiera hacer creer que Dios lo levantó porque era un fuera de serie sin pecado, ni
mancha ni arruga, te está santamente mintiendo. Lo vil y lo necio levanta Dios, para avergonzar a
los sabios. Está escrito y es verdad pura.

No grites cuando el fuego te queme. Di cómo Esteban: ¡Perdónalos! ¡No saben lo que están
haciendo! Pero yo, Padre celestial; yo los perdono. Y aplico Gracia sobre eso. Cuando la Gracia
sobreabunde sobre ese pecado que abunda, esa va a ser la plataforma de la cual va a salir la nave
espacial que va a llegar a todos los lugares del universo con el bendito evangelio del Reino de Dios.

Porque para eso estamos aquí. No para vivir en lamento tras lamento, por “aquello” que nos
sucedió un día. No ayer ni esta mañana; hace veinte, treinta, cuarenta, cincuenta años, y que todavía tú,
tal vez, no has podido perdonar y, mucho menos, envolver con Gracia.
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No me puedo imaginar por más que me lo propongo porque quizás el Señor no me lo permite,
cuántos, en este momento, y en cualquier remoto lugar del planeta, han sentido la certeza y la convicción
de que este, indudablemente, ha sido para ellos un día especial que está muy por encima y por fuera de
detenerse a leer un libro. Eso sería ofender la inteligencia de Dios.

EN CONCLUSIÓN
Creo que ya ha dejado de tener importancia cualquier estudio o evaluación técnica, científica o
bíblica respecto a lo que es el alma, tú alma. Lo que más interesa ahora es que, sabiendo todas estas
cosas que termino de compartirte, tu decisión íntima sea la de aceptarlo, creerlo y ponerlo por obra.

Soy un ministro del Señor, y dice la Biblia que los ministerios, (Y por consecuencia los ministros),
han sido puestos por Dios, (Si son puestos por otro sector que no sea Dios no sirve), para perfeccionar a
los santos, que si tú me lees o me escuchas, ya sabes que significa Madurar.

Por lo tanto, aspiro a que haberte conocido a ti mismo, o a ti misma, un poco mejor de lo que te
conocías antes de leer esto, seguramente habrá puesto en tu vida algunas armas que desconocías que
poseías, y que de hoy en adelante tendrán que servirte para batallar, vencer y poseer.

Por eso es el título, y por eso también el orden de los ítems. No es casual que, así como el
universo de la fe es Padre, Hijo y Espíritu Santo, y que el hombre en su ser básico es Espíritu, Alma y
Cuerpo, así también una vida de fe necesariamente será a partir de un Alma, que te lleva a una Guerra,
que en el final produce Vida.

No puedo decir que ya conozcas al milímetro tu alma, pero al menos sí podemos imaginar que ya
sabes un poco más sobre ella que antes de empezar. Por lo tanto, ya estás preparado o preparada para la
fase siguiente, que es la de saber en qué Guerra te has metido y cómo deberás pelearla.

*****
SEGUNDA PARTE

La Guerra
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R ecuerdo que la primera vez que escuché la palabra guerra dentro de una iglesia, recibí un

impacto que todavía debe estar sacudiendo mis entrañas, porque ya ves que no lo he olvidado. Yo venía,
como la mayoría de los cristianos nominales o genuinos desinformados, demasiado apegado al
romanticismo de un evangelio facilista, color de rosa y lleno de campanitas y luces de colores.

Supongo que eso debería ser el producto de la mayoritaria participación femenina en las iglesias, y
la desaparición activa de los hombres, a los cuales sólo se les podría reservar, o bien los cargos más altos
de la congregación, o los más pequeños.

Los dos extremos. Inexplicable, pero cierto en casi toda la historia reciente de lo que nosotros
entendemos y delineamos como la iglesia. En una congregación Bautista oí decir que esa era una iglesia
donde las mujeres oraban y los hombres votaban. Por lo de la democracia, claro.

Luego, me tocó ir conociendo, aprendiendo y, finalmente, luego de mucho tiempo, ejercitando.


Pude probar y comprobar que la mayor parte de lo que se me había enseñado como teoría casi fantástica,
tenía correlato concreto con lo que luego podríamos comprobar en los hechos.

La guerra espiritual no era, al fin y al cabo, un ingrediente bíblico más para entretener cristianos
aburridos en los fines de semana, sino una llave que a corto o mediano plazo te permitiría ser –como mil
veces habíamos leído y predicado- más que vencedor.

Porque hay algo que, de tan simple y a la vista, durante mucho tiempo se les ha perdido de vista a
los miembros de las congregaciones más ortodoxas o conservadoras. Si el Señor mismo ha dejado escrito
que en Cristo somos más que vencedores, ¿Más que vencedores de qué cosa podríamos ser, si no es
cierto que estamos inmersos en una guerra espiritual sin concesiones? Es como sumar dos más dos;
siempre te va arrojar cuatro, aunque cientos de libros procuren hacerte pensar lo opuesto.

Pero no puedo de manera alguna intentar, en un trabajo a todas luces reducido en su contexto,
abarcar lo que verdaderamente significa para el creyente la guerra espiritual en la que está de protagonista
desde el minuto siguiente de hacer aceptado a Jesucristo.

Déjame, entonces, tocar algunos de los puntos más específicos, o que yo considero como tales,
con la finalidad de cumplir con el objetivo que mi Señor y yo nos hemos trazado para este trabajo puntual,
que es el de, -reitero- aportar elementos para tu maduración y victoria. ¿Necesitaremos algo más?

033 - Del Pacifismo a la Pasividad


Y quiero comenzar con la pasividad. La pasividad no tiene nada que ver con el pacifismo, aunque
no sean pocos los que pretenden mancomunarla. Es una actitud totalmente opuesta a lo que Dios requiere
para poder obrar en el creyente. Ser manso, pero no menso, como lo definirían nuestros hermanos
mexicanos.
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Porque Dios desea que nuestras facultades estén bien despiertas, y que ejerzamos nuestra libre
elección para aprender a cumplir su voluntad, que es que cooperemos con su Espíritu Santo, no que
durmamos aguardando que Él lo haga todo o, a la inversa, salgamos tan rápido a ayudarle, que
terminemos por estorbarlo y obstaculizar su obra.

De más está decirte que la pasividad, es la condición especial para que los espíritus malignos
puedan operar con éxito en un ser humano. Estos espíritus malignos necesitan encontrar una voluntad
pasiva para hacerla esclava de su voluntad, mientras que Dios desea un hombre regenerado, inteligente y
activo, con una capacidad de elección que haya Su voluntad en una libertad de su espíritu, alma y cuerpo.

Cuando caminas un poco por los senderos del evangelio, te enteras que los poderes de las
tinieblas, (Que sí existen, no son figuritas de escuelitas bíblicas), desean hacer del hombre, una máquina,
una especie de herramienta, casi un autómata.

Dios en cambio, no necesita ni mucho menos demanda de nadie una condición pasiva o inactiva,
ya que su obrar en y a través del hombre, no anula su personalidad, cosa que es opuesta en los
demonios, que sí necesitan que el hombre se postre ante ellos en total pasividad.

Dios demanda una acción inteligente, racional; lo dice Pablo en su carta a los Romanos. Lo que
Dios sí requiere, en cambio, es la nulificación de las malas acciones por parte del creyente, tanto porque
son pecaminosas, como porque estorban su cooperación con el Espíritu Santo.

La pasividad no debe confundirse de ninguna manera con la calma, o la quietud, o con el espíritu
manso del cual nos hablan las escrituras, y que es de gran estima delante de Dios. la quietud del espíritu,
de corazón, mente, voz o expresión, puede coexistir con la más efectiva actividad dentro de la esfera de la
voluntad de Dios.

Hay quienes usan la palabra rendirse, pensando que están totalmente rendidos a la voluntad de
Dios, pero en realidad sólo lo están en cuanto a sus sentimientos y propósitos, pues andan por medio del
razonamiento y del juicio del hombre natural, aunque someten sus planes a Dios, cosa que de por sí no es
suficiente.

Los que verdaderamente se pueden considerar a sí mismos, y de hecho lo están, rendidos, se dan
a sí mismos implícitamente para obedecer y llevar a cabo, a toda costa y contra vientos y mareas, lo que
Dios les revela y no lo que, según ellos, pueda ser la voluntad de Dios.

Los creyentes que miden su voluntad, todo lo que tienen y lo que son a Dios, no por eso anulan el
uso de su mente regenerada, no están abiertos a la pasividad que da ocasión de actuar a los espíritus
malignos, aunque bien pueden darle lugar en otras formas.

El origen de la pasividad que da una oportunidad de acción a los espíritus de maldad tiene su
comienzo generalmente en una interpretación errónea de las Escrituras o en algunos pensamientos o
creencias erradas en cuanto a las cosas divinas.

Algunas de estas falsas interpretaciones de las Escrituras son las que hemos visto derruir
conceptos básicos. La pasividad mental puede afectar a todo el hombre en espíritu, alma y cuerpo, y
principalmente cuando la persona permanece en este estado durante mucho tiempo y esta actitud se ha
arraigado muy profundamente. Vamos a ver ahora, los modos de ser vulnerables.

034 - Pasividad de la Voluntad


¿Qué es la voluntad? Es una actitud que se aloja y nace en el alma humana. El hombre ha sido
creado con una voluntad para que esta, sujeta a la guía del Espíritu Santo, lo transforme en más que
vencedor.
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No es culpa de Dios, obviamente, si el hombre, de improviso, resuelve controlar por sí mismo su


voluntad sin someterla a nadie más que a sus necesidades, deseos o caprichos. La voluntad es como el
timón que gobierna el barco. Quien pueda manejarlo, decidirá el derrotero de la nave. Ahora bien; ¿Y qué
es una voluntad pasiva? Fundamentalmente un error en el tipo de “entrega” que hacemos al Señor.

Hay que aclararlo de una vez por todas, aunque haya gente que por algún inexplicable o muy
explicable motivo, enseñó otra cosa. Dios nos hizo con voluntad para que la utilicemos con vigor al servicio
del Reino de Dios. Cuando la rendimos totalmente y nos negamos a usarla suponiendo que Dios lo va a
hacer todo por nosotros, es cuando quedamos vulnerables y a disposición de los demonios.

Porque al principio, parecerían haber experiencias benditas que glorifican a Dios, pero llega un
momento en que el creyente, convencido que Dios está obrando en él, se vuelve incapaz de hacer
ninguna elección, ni siquiera en los asuntos más triviales de la vida diaria.

Preferirá que sean otros los que elijan, decidan y actúen en su lugar. Fíjate que esto no es la
sana dependencia divina, esto es indudablemente una lisa y llana evasión a las responsabilidades
elementales. Es entonces cuando los espíritus malignos empiezan a usar a este creyente supuestamente
“rendido” y a obrar en torno a él creando maldades y perversidades de varias clases.

El problema más grave es que se ha malinterpretado al texto de Filipenses cuando dice:


Porque Dios es el que en vosotros opera tanto el querer como el hacer por su buena voluntad.
Esto ha hecho pensar a muchos que Dios lo hará en lugar de ellos y allí es donde deja de ejercer su
talento que queda a disposición del enemigo.

Déjame decirte, si quieres que te lo entregue como una premisa lindante con lo excéntrico o lo
quimérico, que es como caminar sobre una cornisa, o coquetear en el filo de una navaja. Tanta sutileza
hay en este engaño que a todas luces, es notorio de donde viene.

035 - Pasividad en la Mente


El principio de esta actitud, tanto en el inicio como en su patrón, radica en que hay muchos
creyentes que afirman que Dios no necesita usar el cerebro del hombre. Sin embargo, la elección de Pablo
por parte de Dios, que antes de su conversión era uno de los intelectuales más brillantes de su época, nos
dice claramente que a Dios le agrada y le interesan los hombres y mujeres fundamentalmente inteligentes.

Cuanto más brillante sea un cerebro, más podrá ser utilizado por Dios, siempre y cuando se
someta a su verdad y a su voluntad. Lo que sucede es que se ha predicado irresponsablemente que el
cerebro del hombre y su funcionamiento es malo o pecaminoso. Que ciertos feos pecados se realicen con
el cuerpo, no significa que el cuerpo sea malo. Lo malo, es el pecado; siempre.

De hecho, esto no descalifica ni podría descalificar jamás a los hombres y las mujeres que no
pudieron acceder a una formación intelectual superior. Ese también es un legendario error eclesiástico que
ha llevado, en algunos casos, prácticamente a dejar implícito que existe un cielo para profesionales y otro
para analfabetos. Barbaridad total. Dios ha utilizado a ambos con el sólo ingrediente de ser obedientes. Te
di el modelo-Pablo. ¿Quieres el opuesto? Pedro.

Ahora bien; cuando esta pasividad mental traba el ejercicio normal de la memoria, la persona lo
primero que hará es buscar a alguien como “ayuda memoria”, hasta el punto de volverse esclavo de la
opinión ajena. Cuando esa pasividad anula la imaginación, allí es cuando los malos espíritus le proyectan
lo que se les ocurre y el hombre se lo cree porque lo toma como “visiones sobrenaturales”, en una
pasividad mental total, la mente prácticamente no puede ser usada. La persona no puede pensar y se
siente como si su mente estuviera ceñida por una banda de hierro o como si tuviera un gran peso o
presión sobre su cabeza.

036 - La Pasividad del Juicio o de la Razón


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Esto significa que el hombre, en estas condiciones, ha cerrado la mente a todos los argumentos
y razonamientos que le ayudan a llegar a ciertas conclusiones. Todo el esfuerzo que se haga para
exponerle la verdad, o la luz, es considerado por él como un impedimento o interferencia y la persona que
intenta ayudarla es calificada de ignorante o entrometida.

Cuando el creyente ha alcanzado este extremo llega a un estado de invasión por los malos
espíritus y se siente infalible en los juicios que hace. (O mejor dicho, que los espíritus hacen por medio de
él) Muchos de estos creyentes desequilibrados, son los que el mundo suele llamar “fanáticos” o “chiflados”,
y podemos afirmar con todo el dolor que eso conlleva, que al ver el estado de programación mental que
los malos espíritus han hecho en sus vidas, ellos dan más que sobrados motivos para que se los vea así.

Habrá que recordar lo escrito en la carta de Santiago, donde leemos: Hermanos, si alguno de
entre vosotros se ha extraviado de la verdad y alguien le hace volver sepa que el que haga volver
al pecador del error de su camino salvará de muerte un alma y cubrirá una multitud de pecados.

037 - Pasividad de la Conciencia


Cuando el creyente toma ciertas palabras que le han llegado o le han sido presentadas en forma
“sobrenatural”, como si fuera la voluntad de Dios, para él dichas palabras se vuelven infalibles y pasan a
ser como una especie de ley contra la cual no admite negativas ni objeciones.

Hay personas que han debido irse de una congregación por causa de que el líder dijo haber
recibido una palabra para ellos y que ellos, por no tener confirmación, ni paz, ni certeza, no quisieron
obedecer sin chistar tal cual como se les sugería.

En este caso, claro está, muy mal haríamos de manera irresponsable al abrir un juicio de valor,
(Esto es: una opinión), respecto a cuál de los dos estaría equivocado y cuál de ellos estaría acertado,
porque es un asunto de alto discernimiento espiritual. Se han visto de las dos vertientes.

Si lo que se recibe es un “mandamiento” sobre algo, no tratará ni siquiera de examinarlo, ni


pensar o razonar sobre él. Cuando el creyente se cierra y no está dispuesto a admitir más luz sobre este
asunto, ha llegado al estado que llamamos La pasividad de la conciencia.

Porque la conciencia se hace pasiva cuando no se usa; cuando los creyentes creen que están
siendo guiados por una luz “más elevada”, o que Dios “les ordena” hacer esto o aquello. Nuevamente en
estas ocasiones los espíritus malignos pueden presentarles palabras o textos bíblicos totalmente fuera de
sus contextos.

¿O tú que crees, que son mentiras de ancianas locas aquello de que la “virgencita” les habló y
les pidió quedarse en ese lugar y que se le construyera un santuario? ¡No! ¡Esa mujer oyó lo que dice que
oyó y quizás hasta vio lo que dice que vio! El tema es de donde procede lo que oyó y vio.

Cuesta muchísimo alertar sobre estas cosas porque la gente tiene una tendencia natural a ser
escéptica y descreída de todas estas cosas, pero cuando llega a “ver algo” que se da cuenta no es natural,
sin dudarlo ni un instante se lo adjudica a un milagro de Dios, de vírgenes o se determinados santos,
cuando en realidad, y en la mayoría de las ocasiones, provienen de demonios engañadores.

Ahora; ¿Quieres saber algo? También los que dicen ser creyentes bíblicos o escriturales suelen
caer muy a menudo en esta misma trampa. La gente anhela con tanto fervor ver milagros que están
dispuestos a aceptárselos hasta a los demonios.

No se tiene en cuenta lo dicho en el evangelio de Mateo, donde se expresa: ¿Quién es, pues,
el siervo fiel y prudente, al cual puso su Señor al frente de su servidumbre para que les de
alimento a su tiempo? Dichoso aquel siervo al cual, cuando su Señor venga, lo halle obrando así.
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Cada vez que me ha tocado leer o escuchar leer este pasaje, y comenzando por mí mismo,
claro está, no he podido evitar preguntarme exactamente lo mismo. ¿A cuántos encontrará el Señor
obrando y ministrando tal cual Él lo ha ordenado, y no como a cada uno se le antoja?

038 - Pasividad del Espíritu


La pasividad del espíritu, (En el subtítulo que antecede está “espíritu” con mayúsculas por una
cuestión técnica gráfica, pero hablamos del espíritu humano), está íntimamente relacionada con la
pasividad de la mente, porque hay una relación muy estrecha entre la mente y el espíritu. Generalmente
un pensamiento errado significa un espíritu errado y viceversa.

La pasividad de espíritu puede comenzar a partir de estos cuatro pasos: 1) Por la ignorancia
hacia las leyes del Espíritu y de cómo mantener la libertad del espíritu. 2) Por conclusiones mentales o
pensamientos erróneos. Confusión por ubicar debidamente lo físico, lo mental y lo espiritual, sin saber cuál
es cual. Es sumamente frecuente encontrar creyentes que no alcanzan a determinar si lo que están
experimentando proviene de sus espíritus, de sus almas o de sus cuerpos.

3) Cuando la mente no es capaz de leer o interpretar el sentido del espíritu así como lo hace con
los cinco sentidos que pertenecen al cuerpo. 4) Por un debilitamiento y agotamiento del cuerpo o la mente
a causa de una actividad constante o uso excesivo de estos. La mente y el cuerpo deben tener su debido
descanso para que el espíritu pueda operar libremente.

En el primer libro de los Reyes hay un texto que será bueno reproducir para que se entienda
mejor lo que hemos visto. Textualmente, dice: Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se
sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues
no soy yo mejor que mis padres y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí
luego un ángel le tocó, y le dijo: levántate y come. Se levantó, pues, comió y bebió; y fortalecido
con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios. Y allí
se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo ¿Qué
haces aquí, Elías?

039 - Pasividad del Cuerpo


Cuando tiene lugar la pasividad en el cuerpo, prácticamente se paraliza también la conciencia,
pues los sentidos quedan afectados. Suponiendo que una persona tenga buena salud, posee el mismo
control sobre todos los sentidos, y estos pasan a ser vías a través de los cuales se recibe información para
la mente y el espíritu.

Pero cuando algunos o todos estos sentidos están en una condición pasiva, la conciencia se
adormece o se embota. El creyente está inconsciente con respecto a aquello que debería estar bien
despierto y se comporta de una manera casi automática. Se ponen de manifiesto ciertos hábitos
“inconscientes”, muchas veces malos e inconvenientes.

Para las personas que se encuentran en estas condiciones es más fácil ver estas cosas en los
demás que notarlas en ellos mismos, mientras que por otra parte pueden tener una conciencia súper
desarrollada hacia las cosas externas que se relacionan con su propia personalidad.

Cuando el estado de pasividad al que le han sometido los espíritus malignos alcanza este
clímax, pueden resultar afectadas otras partes del cuerpo, como por ejemplo: rigidez en los miembros,
letargo, pesadez, dolor de espalda o de cabeza, mareos, etc.

Los ojos han perdido brillo y expresión y la mirada está perdida. Todo esto ha empezado con la
pasividad de la mente a la voluntad durante la cual el creyente entregó a los espíritus mentirosos: su
control o dominio propio y el uso de su voluntad.
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Hay dos teorías perfectamente delineadas, aunque sólo una de ellas es masiva y
mayoritariamente aceptada. Cuando una persona, por ejemplo, de carácter tranquilo, de improviso y sin
que medie ningún hecho determinado o específico, tiene una reacción total y absolutamente inesperada e
impensada en ella, normalmente se dice que tiene que haber actuado así a través o a partir de un
condicionante.

Esto, que es lo que generalmente esgrime la psicología, significa que en algún momento de su
existencia esa persona sufrió un shock por un determinado suceso, no tuvo en ese momento ninguna
reacción, aparentemente no le ocurrió nada, pero muchos años después, al reiterarse aquel suceso
fundamental, se produce la reacción automática e inconsciente y nadie puede explicarse el por qué a
menos que se lo estudie profesionalmente.

La otra teoría es mucho más simple y, quizás por ese motivo, no cuenta con la adhesión de
todos los sectores intelectuales que conforman la sociedad y, naturalmente, también la iglesia: un espíritu
maligno ha producido la reacción y es por ese motivo que nadie lo puede entender. Los demonios,
naturalmente, no sólo no gozan de popularidad sino tampoco tienen nivel como para que se los presente
en sociedad.

040 - Pasividad de todo el Hombre


Cuando se llega a este estado, cada parte del ser se ve afectada. El hombre actúa sin usar (O
usando sólo parcialmente), su mente, su voluntad, imaginación y razonamiento. A veces la persona no
puede dormir y anda tan desanimada que ni siquiera tiene deseos de comer.

Cuando el creyente es engañado por los malos espíritus es posible que también sea dominado
por lo físico y se lance al mundo de lo sensual. Esto puede suceder como consecuencia de experiencias
“espirituales” que se sienten en el plano físico, pero que en realidad no tienen nada de espiritual, porque
no provienen del espíritu.

A veces se sienten sensaciones de “fuego”, de “elevación espiritual”, o “temblores”, o


“estremecimientos”, y toda clase de sensaciones corporales agradables, en apariencia espirituales, que
alimentan a los sentidos de estos creyentes que se sienten como andando más allá del cuerpo y
llamándose a sí mismos, espirituales.

Incluso existen congregaciones de cierto prestigio que tienen, como común denominador y como
especie de catalizador de experiencias espirituales, a todos estos elementos. Ocurren puntualmente y
matemáticamente en todas sus reuniones y representan, de alguna manera una marca registrada.

O sea que: si tú vas a una de estas iglesias y jamás se te ha visto reírte a carcajadas, temblar,
sacudirte o cosas por el estilo, se te respetará y se te apreciará como hermano, pero tú nivel espiritual será
considerado decididamente bajo. Pablo escribiéndole a los Corintios, expresa: sino que trato
severamente a mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre.

041 - Pasividad de Erróneas Interpretaciones


Esta condición de pasividad puede venir como consecuencia de interpretaciones erróneas de la
verdad en cuanto a “la muerte con Cristo”, como se presenta en Romanos y Gálatas. En estos casos
dichos pasajes se interpretan de manera literal y desequilibrada, sin tener en cuenta el sentido general de
pensamiento de Dios sobre el tema.

Dios hace un llamado a los verdaderos creyentes para que se reconozcan muertos al pecado y a
la vida del antiguo Yo, o sea, la vida pecaminosa heredada del primer Adán. Ahora bien, esto no quiere
decir que la personalidad humana deba morir, puesto que el mismo Pablo, en Gálatas, dice: Y lo que
ahora vivo en la carne...
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O sea, que aun después de convertido hay una retención del yo personal, del ser, de la voluntad
y la personalidad, los cuales han de estar bajo el dominio del Espíritu de Dios y el control del “dominio
propio”, que es a su vez, uno de los frutos del Espíritu.

No hay caso; el hombre sigue pretendiendo interpretar la Biblia conforme a lo que encaja con su
sentido de la lógica. Es más; es frecuente oír que las denominaciones son divididas por “las distintas
interpretaciones bíblicas”, y se lo dice como entendiendo que es normal que eso suceda y que la
consecuencia sea la observada.

Sin embargo es mi deber advertirte que la Biblia, mi hermano, no necesita que tú y yo la


interpretemos; ella se interpreta a sí misma y, si tú te enteras de algo al respecto, es porque el Espíritu
Santo tiene la bondad y la gentileza de revelártelo.

Además, y a esto lo vengo repitiendo casi al nivel de hartazgo por parte de quien lo recibe, pero
créeme que es el único modo de logar que alguien lo entienda. Si tú y yo, creyentes fieles, tenemos
morando en nuestro ser interior al Espíritu Santo de Dios, único guía a toda verdad, no veo una razón
lógica para que ambos tengamos diferentes interpretaciones, visiones o conceptos.

042 - Pasividad causada por Aceptación del Sufrimiento


En este caso el creyente consiente en aceptar “Sufrir con Cristo”, siguiendo lo que llama “La
senda de la cruz” y, para lograrlo, se entrega en forma pasiva a cualquier forma de sufrimiento que le
presenten los espíritus malignos creyendo que ese sufrimiento viene de Dios (¡Tremendo!) y que terminará
por producirle una recompensa y fruto espiritual.

Lo que él no sabe, y que es lo más triste y lamentable, es que los malos espíritus pueden dar un
“sufrimiento falso” y que, al aceptarlo de parte de ellos creyendo que viene de la mano de Dios, les abre
las puertas para seguir actuando.

El engaño experimentado en estos casos es la explicación de ciertos pecados que algunos


creyentes no logran “sacarse de encima”, así como ciertas clases de sufrimiento que no pueden
explicarse, entendiendo lo que significa la trama del engaño diabólico se puede obtener una explicación
lógica de estas turbaciones que tanto acosan al creyente.

El sufrimiento es una gran arma para que los demonios controlen y obliguen a una persona a
encausarse en cierta dirección, pues por medio de él pueden llevar al hombre a hacer lo que en otras
condiciones, no haría.

En el libro de Job podemos leer algo al respecto, cuando dice: Entonces salió Satanás de la
presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la
coronilla de la cabeza. (8) Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en
medio de ceniza. (9) Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y
muérete.

043 - Pasividad por Falsos Conceptos de Humildad


Cuando un creyente consiente en aceptar la muerte en una actitud de desprecio hacia sí mismo,
está siendo víctima de sugerencias “íntimas” por parte de malos espíritus. Este ardid satánico crea un
ambiente de desazón y debilidad en derredor del creyente.

Su espíritu se ofende y se deprime con mucha facilidad. Puede atribuir la causa de lo que ocurre
al “pecado propio” o ajeno sin estar, sin embargo, consciente de ningún pecado específico en su vida o,
como dijimos anteriormente, puede atribuir su sufrimiento a la acción divina.

Se produce así una falsa humildad que es orgullo, un retraimiento de la obra y del servicio al
Señor; un esfuerzo antinatural por eliminar al YO de las conversaciones y de las acciones, lo cual lo hace
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aún más notorio; en una manera exagerada y deprecatoria de auto-depreciación y en la creación de una
atmósfera de tristeza, oscuridad, debilidad, extrema sensibilidad y falta de esperanza.

El creyente aceptando las mentiras de los espíritus malignos ha pasado a proceder a la


supresión o anulación de su personalidad, lo cual no se asemeja en nada a la muerte con o para Cristo,
que las Escrituras nos describen.

Por esta pasividad de su personalidad el creyente engañado se ha “entregado” aun sin quererlo
en manos de los espíritus de maldad. A esto, ya por falta de espacio, no podemos desarrollarlo más, le
deberíamos agregar La Pasividad por errores de Entendimiento, que es cuando el creyente
consiente en permanecer en una condición crónica de debilidad, entendiendo a su manera que esta es
necesaria para que el poder de Dios sea manifestado en su vida.

Un ejemplo es aquellos hermanos que, considerando que Dios ve con agrado sus tremendos
esfuerzos por ser de utilidad, se pasan horas, días, semanas, meses dentro de los templos haciendo
cosas para las cuales no fueron levantados sin recibir otra recompensa que un cansancio que en casos los
ha llevado hasta la enfermedad, por suponer que será por ese esfuerzo personal en el cual podrán
acercarse a Dios por sus medios. A eso, hay que agregarle La Pasividad con Actividad Satánica,
que es el estado donde el creyente parece pasivo y en paz, siendo que en su interior se produce una
tremenda actividad demoníaca.

044 - Liberación de la Pasividad


El creyente que necesita liberarse de su condición pasiva debe tratar primeramente de entender
cuál es su condición en los tiempos normales y entonces examinarse a sí mismo a la luz de ella para ver si
los malos espíritus le han estado interfiriendo. Para hacer esto debe recordar una etapa de su vida que
haya sido buena y fructífera y compararla con esta condición anormal que está atravesando ahora.

Así como la pasividad ha avanzado paso a paso, la liberación de la misma ha de ser hecha en
forma lenta y paulatina. Para la completa liberación es necesario que el creyente quiera cooperar y a la
vez tenga el deseo de liberarse.

El engaño y la pasividad sólo pueden ser quitados de en medio cuando la persona comienza a
entender su condición y la obra de los malos espíritus y mediante el uso de su voluntad rehúsa a los
espíritus malignos el terreno que alguna vez les cedió.

Un punto importante en la liberación de la pasividad es mantener en la mente de forma continua


el pensamiento de cuál era su condición normal antes de caer víctima de dicho engaño, y cada vez que se
baja de ese nivel investigar la causa y tratar de quitarla de en medio.

Cualquier facultad o parte del ser que se haya rendido a la pasividad y que por lo tanto esté
fuera de uso, debe ser recuperada para un ejercicio activo de la voluntad y traída bajo su control. El
terreno cedido anteriormente a los malos espíritus debe ser recuperado y ha de resistirse en forma
persistente al diablo y sus huestes, recordando que ellos lucharán por volver a recobrar lo perdido.
Recuerda las palabras de Juan cuando expresa: Porque mayor es el que está en vosotros que el que
está en el mundo.

Decidí dedicarle todo este espacio al asunto de la pasividad, porque a mi juicio, (Que no es
relevante al nivel de dictar cátedra, desde luego) es el elemento principal que colabora activamente con los
demonios a la hora de la perturbación, de la opresión, del tormento y hasta de la posesión de hombres y
mujeres desprevenidos o desinformados.

045 - Te Presento a Jezabel


Es, sin dudas, el nombre de mujer más conocido y utilizado en la iglesia. La acompaña
prácticamente desde su inicio. No como bondadosa dama, ayuda idónea o servicial mujer, sino como
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franco espíritu del cual trataremos de aportar mayor información, con el fin de evitar que muchos vuelvan a
equivocarse como ya lo han hecho tantos, causando los inconvenientes que todos conocemos.

Cuando Pablo les escribe a los Gálatas y les dice que deben hacerle el bien a todos, pero en
especial a los de la familia de la fe, ¿A nadie se le ocurrió preguntarse por qué razón Pablo utilizó ese
término? Es simple la respuesta: porque Pablo sabía que la familia, como núcleo comunitario, es un
prototipo en escala de la iglesia.

Las familias, están entrelazadas por personas con algo en común: un lazo de sangre por
ejemplo. De igual modo, las congregaciones, están conformadas por personas entrelazadas por un
denominador común: la sangre de Cristo.

Y cuando digo congregaciones, estoy hablando de lo más visible, abundante y tradicional.


Debería decir: iglesia, pero seguramente se interpretaría igual: congregaciones. De allí que tanto las
congregaciones como las familias contengan a personas con fallas muy reales. Los desajustes que se
producen en las familias, también ocurren dentro del cuerpo de Cristo.

Incontables congregaciones en todo el mundo se tambalean bajo el peso de los que en ellas
están heridos. Estas comunidades, generalmente controladas por unos pocos, se parecen a un campo
desierto cubierto de cuerpos espirituales muertos, desparramados en los terrenos del disenso y la
manipulación, que es hechicería.

Si no existe una autoridad fuerte allí, una sola persona puede dejar a una congregación entera
sin defensas. ¡Aún en las que se precian de estar llenas del Espíritu Santo! Las “bajas” crecen a medida
que las personas desilusionadas en su fe, encuentran que el mensaje no tiene poder; y su testimonio,
tampoco.

El espíritu de Jezabel, -y ahora te voy a enseñar por qué-, es atraído principalmente por
personalidades proféticas. Suele mostrarse con mayor frecuencia en el género femenino, aunque no hay
que descartar que este espíritu también influya en hombres.

Este es un espíritu tóxico para la iglesia y muy difícil de detectar en las primeras etapas. Puede
esconderse en personas ungidas, dotadas, amistosas, trabajadoras, que parecen ser una respuesta a la
oración. Inicialmente, cuando una persona así aparece en una congregación, la gente suele
entusiasmarse, porque parecen tener un altísimo potencial para el ministerio.

Pero cuando se le quita la fachada, el barniz, la capa superficial, debajo de eso aparece la
rebelión, la acusación, la manipulación, las ansias de control, la mentira, la ira, la arrogancia, la “súper
espiritualidad”, el chisme, las críticas, los celos, la astucia, la maña y la falsa preocupación.

Todo esto, lo sabemos demasiado bien, lamentablemente, son ingredientes vitales para un
demonio de hechicería, que es en definitiva lo que mueve a cualquier Jezabel activa, comience a operar
casi a voluntad en ese seno comunitario, hasta terminar por destruirlo si se lo deja.

046 - Bajo el Espíritu de Tiátira


Una de las cartas a las siete iglesias, en este caso la enviada a Tiátira, que describe el libro del
Apocalipsis, en una de sus partes dice lo siguiente: Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras
que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y comer
cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere
arrepentirse de su fornicación. He aquí yo la arrojo en la cama, y en gran tribulación a los que con
ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella.

A primera vista, puede parecer que no existe un equivalente actual para la Jezabel de
Apocalipsis, pero muchos miembros de iglesias, incluyendo a muchos pastores, han sucumbido ante el
espíritu tentador de Jezabel.
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Atraídos por el engaño del adulterio y la fornicación, sacrificando la santidad ante el ídolo de la
inmoralidad sexual, han entrado en un período de gran tribulación. Hogares y congregaciones enteras han
sido destruidos, y muchos hijos, tanto físicos como espirituales, han sufrido cierta forma de muerte.

En el libro del Apocalipsis, el Espíritu Santo habló por medio del apóstol Juan a las siete iglesias
de la provincia romana en Asia. Una de las iglesias, ubicada en Tiátira, estaba luchando con un espíritu de
Jezabel. Lo más impactante de lo que leemos, es cuando Dios dice: le he dado tiempo…

En el Antiguo Pacto, Jezabel era una mujer que vivía y respiraba; pero en el Nuevo Pacto es un
espíritu. De la misma manera que Babilonia en el Antiguo Testamento era un lugar geográfico y físico
definido, en el Nuevo Testamento, Babilonia es un espíritu que hoy inunda nuestras congregaciones
desparramando confusión, materialismo, humanismo, corrupción y religiosidad ritual.

Tenemos que aprender a leer la Biblia. Muchas veces, lo que es definido, específico, singular y
local en el Antiguo Testamento, es comunitario, ilimitado y espiritual en el Nuevo. Esto es muy importante
saberlo, ya que al tratar con Jezabel, se está tratando con un espíritu y no con un ser de carne y hueso.
Antiguo: sombra de lo que habría de venir: Nuevo.

Dios dijo que somos su imagen y semejanza. Pero resulta que como a Dios nadie le vio jamás,
nadie sabe qué aspecto tiene. La única pista que tenemos, es que Dios es Espíritu, de lo que deducimos
que nosotros también somos un espíritu.

Ahora, como los espíritus no son materia y por lo tanto necesitan un cuerpo para hacerse
visibles, el Espíritu Santo va a utilizar el nuestro para derramar bendición hasta que sobreabunde. Pero
también los espíritus malignos harán lo propio con todos aquellos que se abran a su ingreso mediante el
pecado, la desobediencia y la blasfemia.

La señora N.N. puede ser una buena mujer, pero si por alguna causa le dio entrada al espíritu
de Jezabel, la señora N.N. puede llegar a ser una catástrofe para la iglesia donde se congrega o para los
creyentes fieles que la acompañan.

Esto, que no va más allá de ser una descripción informativa, tiene que contar, sin embargo, con
el correlato indefectible por parte de por lo menos el cincuenta por ciento de los hermanos que acceden a
este trabajo, los que de una u otra manera, seguramente han tomado contacto directo o indirecto con
Jezabel a través de algunas de sus expresiones.

047 - Con la Mente en los Ídolos


Vemos, en el primer libro de los Reyes, que Acab rey de Israel, tomó a Jezabel para ser su
esposa. Jezabel no era de Israel, era hija del rey de Sidón. Algo peor todavía: era una adoradora de Baal,
muy devota y proselitista.

Acab, que era un rey de carácter muy débil, comenzó también a adorar a Baal, renegando de
sus creencias, sólo por complacer a su mujer. Los dos juntos, llevaron al pueblo de Israel al pecado de la
adoración de ídolos. Dios, en su ira, levantó a Elías para llamar a Israel al arrepentimiento y trajo el
hambre a la tierra.

Luego, ya en el capítulo 18, vemos que Jezabel hizo matar a los profetas de Dios. Usurpó una
autoridad que Dios no le había dado y mató a personas que Dios había levantado para ser sus voceros
ungidos. En cambio, Jezabel lo reemplazó por los profetas de Baal.

En respuesta a su maldad, Dios envió a Elías a confrontar con los poderes de Baal en una
demostración de fuerzas delante del pueblo de Israel. Con los profetas de Baal de un lado de la montaña y
Elías en el otro, Dios demostró a los hijos de Israel que el Dios de Elías era el verdadero Dios.

Mientras el fuego del cielo devoraba el altar que Elías había construido, el pueblo se postró
sobre sus rostros, diciendo: ¡Jehová es el Dios! Elías les ordenó a los que observaban el enfrentamiento
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que mataran a los profetas de Baal, y el pueblo lo hizo sin dudar. En veinticuatro horas, la hambruna había
terminado y el avivamiento se extendía por Israel.

Cuando Acab informó a Jezabel lo que Dios había hecho por medio de Elías, ella envió un
mensaje a su adversario: Así me hagan los dioses, y aún me añadan, si mañana a estas horas yo
no he puesto tu persona como la de uno de ellos.

Sin que la tremenda demostración de poder realizada por el Dios de Israel hubiera hecho mella
en su obstinación, Jezabel se dedicó a perseguir al profeta ungido por Jehová. Creo que ya en estas
instancias, tú estarás pensando inevitablemente en paralelos contemporáneos que alguna vez te habrá
tocado ver.

Ahora permíteme un instante. Pregunto: ¿Dónde estaba Acab a todo esto? ¿Quién era el rey de
Israel? Porque no era Jezabel la reina, era Acab el rey. Sin embargo, no lo parecía así, en absoluto.
Porque era Jezabel, evidentemente, la que manejaba la situación.

Operaba detrás de bambalinas moviendo a su antojo a su débil esposo, utilizando la


manipulación, la intimidación, la seducción y la dominación para afirmar su gobierno ilegítimo por medio de
la hechicería. Entonces; ¿Quizás esta mujer era una bruja? ¡No! ¡Era la esposa del rey! ¡Era la mujer del
líder! Por eso Jezabel es tan peligrosa. Ella ansía tener todo el control, y usará todos los medios de que
disponga para lograr sus fines.

Otra: del primer libro de los Reyes: Acab ve una pequeña viña en Jezreel que, piensa, se vería
muy hermosa como parte de sus extraordinarios jardines reales. Pero, lamentablemente, su dueño, Nabot,
se niega a vendérsela. ¿Qué se supone que hizo Jezabel entonces?

Hizo que los ancianos y los nobles de Jezreel pusieran una trampa a Nabot por el delito de
blasfemar a Dios. Ahora míralo desde este modo más moderno: Acab, un prestigioso ministerio al que sólo
le va quedando su fastuosidad porque frutos no muestra, quiere apropiarse –dinero mediante- de Nabot,
un ministerio pequeño y anónimo, pero que produce mucho fruto porque difunde y practica un evangelio
puro y sin religiosidad.

No lo puede hacer porque Nabot no acepta ni la componenda ni la mentira. Entonces aparece


Jezabel, un espíritu poseedor de un colaborador muy cercano, que levanta una calumnia: el ministerio
Nabot, es herejía. La gente, que no necesariamente evidencia conocimiento agudo y preciso, piensa que
sí, que puede ser y, ¿Cómo termina la historia? Nabot es apedreado hasta morir para que Jezabel pudiera,
finalmente, salirse con la suya y adquirir ese jardín (ministerio) para su marido.

Lo peor de todo es que los líderes de Israel, (Que es la iglesia) estuvieron de acuerdo con las
directivas de Jezabel. ¿Por qué? Porque le tenían miedo, como también se lo tenía, en la historia bíblica,
Elías. Las personas miraban a Jezabel (Y hoy sigue siendo igual) y decían: “Esta es la clase de personas
con las que no quiero meterme en problemas”.

La ironía es que Jezabel hizo tender una trampa contra Nabot por, -según dijo- hablar en contra
del Dios de Israel mientras, al mismo tiempo, ella trataba de llevar al pueblo a adorar a Baal. Jezabel
puede ser directa y manipuladora al mismo tiempo.

En no pocas congregaciones se está luchando hoy contra ese mismo espíritu. Muchas veces, el
hombre que está en el púlpito no es el que está a cargo de todo. Alguna persona de su entorno más
cercano puede ser quien, posiblemente, esté gobernando la congregación por medio de la manipulación.
Que es como decir: de la Hechicería.

Las denominaciones pueden utilizar también a la hechicería diciendo o intimidando con


expresiones tales como: “Si ustedes no creen y dicen todo lo que les decimos... Si dejan que esa persona
hable... Los expulsaremos de nuestra denominación y les quitaremos la afiliación...” Eso no es otra cosa
que control por medio de la intimidación.
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En hebreo, Jezabel significa tanto “Baal es esposo” como “Incapacidad para cohabitar”. Jezabel
se niega a compartir con nadie porque está aliada con Baal, un señor falso. Ella es la que lleva los
pantalones: ella dirige, controla, gobierna. No comparte nada con nadie. En el ejemplo de la iglesia de
Tiatira, era Jezabel la que sostenía (No la gente de la iglesia) que ella era profetisa.

048 - Falsedades y Socavación


Por eso es allí donde, según ya lo leímos anteriormente, dice: Pero tengo unas pocas cosas
contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis
siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.

La fornicación a la que ella seduce a los fieles en Cristo, puede ser literal (Esto es: sexual) o
espiritual. Las personas de la iglesia de Tiatira eran seducidas por su persona, o temían a su personalidad
manipuladora, o ambas cosas.

Así que... ¿Cuáles son, entonces, los planes globales de Jezabel? Tres fundamentales, toma
nota: Falsa religión, falsa doctrina y, sobre todo, socavar la autoridad genuina. Donde se encuentra una
Jezabel muy posiblemente se hallarán hombres débiles, que les tienen miedo a otros hombres, que
buscan complacer a la gente. Ella busca a los que comandan, para quitarles su poder, su utilidad y hasta
su vida espiritual.

Utilizando cualquier medio que sea viable o necesario, engaña a las personas para alejarlas de
una vida espiritual legítima, y los “encanta” para hacerlos entrar en su esfera de influencia. Las
herramientas que utiliza pueden ser: desde la falsa profecía, pasando por la melosa adulación y
terminando hasta con el sexo.

Ella defiende ferozmente a su pequeño reino y fomenta una dependencia extremada a sus
seguidores. Sus grupos son, realmente, reuniones de brujas, pero naturalmente el espíritu de Jezabel
jamás revelaría eso abiertamente, por lo que muchas veces se les llama “Estudios bíblicos hogareños”.

Por sobre todo, la persona que exhibe un espíritu de Jezabel resiste a una autoridad masculina
firme. Muchas veces su repulsión proviene de una relación disfuncional con su padre carnal. El padre,
quizás, haya estado ausente, o haya abusado física o sexualmente de ella. Aunque esto no lo justifica,
quizás explica por qué guarda tanto resentimiento.

Acusada por la indefensión que ha sufrido en su pasado, ella lucha por controlar a quienes la
rodean. Su grupo de estudio bíblico se convierte en una plataforma para socavar el liderazgo de su iglesia.
Hasta sus oraciones parecen resonar con el resentimiento que anida en su interior hacia los que
gobiernan: está cometiendo lo que jurídicamente se denomina como Sedición.

Está socavando una autoridad delegada y constituida por Dios –cuando es así, obviamente-
con la intención de derrocarla, no de ayudarla o respaldarla. Se puede, incluso, utilizar otra palabra mucho
más concreta para definirla: Traición.

A nivel de nación, a nivel de funcionamiento político o de gobierno, este delito puede castigarse
muy duramente. En algunos países, incluso con la muerte. Las personas que cometen sedición, jamás van
a ir de frente a un líder a decirle: “¡Hola! ¿Cómo le va? ¡Vengo a destruir su autoridad!”

No te asombres: Satanás tampoco les hace señas a los creyentes para mostrarles dónde está, y
mucho menos sobre lo que planea hacer. En un texto de Gálatas, donde se habla de las obras de la carne,
se incluye a esta sedición, también llamada Disensión. Por lo tanto, las personas que participan de este
pecado, dice, no heredarán el reino de Dios.

El sutil ataque que se infiltra en la iglesia por medio de la sedición ha causado muchas
divisiones. Ha destruido relaciones fraternales, ha creado disensión y ha influido, con gran incentivación
emocional, a la peor lucha de todas las luchas en las que puede enfrascarse un creyente: la lucha interna
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eclesiástica, que naturalmente, no tiene absolutamente nada que ver con lo que Dios planificó que debía
ser su iglesia.

Cualquier intento de socavar la autoridad de alguien levantado por Dios, es sedición. Porque si
esa autoridad fuera un intruso no ungido, que los hay, a su autoridad nominal habrá de destruirla el Señor,
ya que así lo dice la palabra cuando puntualiza: Yo pagaré.

Nadie de nosotros ha sido llamado para eso. Sí, en cambio, para proclamar el evangelio real, sin
fisuras ni posiciones acomodaticias sectoriales o denominacionales. Jezabel es experta en socavar la
autoridad de los líderes, independientemente de la realidad espiritual o no de esos liderazgos.

Jezabel lleva a los líderes ungidos por Dios al desánimo, la desesperación, al suicidio o a la
depresión, como sucedió con el profeta Elías. Después que Elías pidiera fuego del cielo y ordenara a los
israelitas que mataran a todos los falsos profetas de Baal, Jezabel decidió perseguirlo. Este profeta,
ungido por Dios, corriendo para salvar su vida, llegó a rogar a Dios: “Señor, mátame. Soy el único que
queda; mátame”.

Muchos líderes enfrentan terribles períodos de soledad y desánimo durante los cuales
desesperan y creen no ser capaces de seguir viviendo. Quizás nunca compartan lo que sienten, ni siquiera
con sus esposas o sus amigos más cercanos. Sin que ellos lo sepan, quizás enfrentándose a un poderoso
espíritu de Jezabel que desee controlar y dominar.

Antes de venir por las ovejas, Satanás viene por el pastor. Que no se trata, necesariamente, del
nominal, del ordenado, del que conduce la congregación. Tú sabes que los hombres fueron los que
armaron esta estructura de esta manera y que así está funcionando.

Pero cuando la Palabra dice Pastor, dice poimano, y poimano significa: “El que guía, el que
apacienta, el que protege” y esto, todos lo sabemos, incluye a un grupo de personas mucho más amplio
que aquellos que hoy detentan la máxima autoridad institucional eclesiástica.

En Zacarías se dice: Heriré al pastor, y serán dispersadas las ovejas. Los líderes soportan
el impacto del ataque de Satanás antes que las ovejas, que el resto del cuerpo. Porque si los líderes
llegaran a caer, las ovejas se dispersarán.

¿Habrá sucedido esto en algún lugar que tú conozcas o no? Bien; eso es exactamente lo que
Satanás desea. Él prefiere, -si puede-, tomar a un líder antes que a mil ovejas. Por eso Pablo amonestaba
a la iglesia para que orase a fervientemente y con regularidad por los que están en autoridad.

En su primera carta a Timoteo, le dice: Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas,
oraciones, peticiones y acciones de gracias, por los reyes y por todos los que están en eminencia,
para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.

Es decir que queda muy claro, sea como fuere, que todos aquellos que están en eminencia o
autoridad están bajo ataque debido a la naturaleza de la posición que ellos tienen. Y no interesa si lo están
haciendo bien a la consideración pública, o no. La Biblia no discrimina esto, nosotros tampoco.

049 - Habita Detrás de su Disfraz


Tanto Satanás como Jezabel producen congregaciones divididas, matrimonios destrozados y
vidas destruidas. No debemos echar fuera de nuestras iglesias a estas víctimas; en cambio, debemos ir a
buscarlas y traerlas de regreso al Reino de Dios. Un hombre así puede ser rescatado, liberado y salvado
antes de que incurra en la ira de Dios.

Pero mientras está bajo el control de Jezabel, no sabe que puede ser redimido, por lo que se
desespera y hace necedades. Y lo peor de todo es que el resto del cuerpo lo juzga sin conocer los detalles
y, si se ofrece, lo ejecuta.
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La mayoría de las veces, la persona que tiene un espíritu de Jezabel viene de una familia
disfuncional, es decir: de familias con graves problemas en su seno. Porque Jezabel se alimenta de los
problemas familiares. Repito: toma nota: Jezabel se alimenta de los problemas familiares.

Generalmente, en la historia de esas familias puede encontrarse alcoholismo, abuso,


enfermedades mentales, dominación por parte de uno de los progenitores, o alguna otra forma de
disfunción. Es común que Jezabel practique alguna clase de inmoralidad o perversión sexual.

Dado a que ella viene con traumas y marcas profundas, (Estamos hablando de alguien que,
obviamente, no está redimido por la sangre de Jesús), las personas que también padecen los mismos
antecedentes, se ven atraídos por ella. Pero por debajo de esa sórdida máscara, hay una persona
profundamente herida y lastimada.

Cuando se la confronta, Jezabel se vuelve defensiva y reacciona con hostilidad. Ataca con
acusaciones religiosas destinadas a producir culpa. ¡De la misma manera en que lo hace Satanás! Que no
oramos lo suficiente, que estamos en rebeldía, que no nos sujetamos.

Esa es una de las técnicas de la estrategia satánica: la culpa. La otra es inspirar lástima al
mismo tiempo que vuelve a producir culpa. ¿Cómo puedes hacerme esto? (Que naturalmente, es desoír
sus “consejos” o influencias) ¡Yo te amo! ¡Te he dado mi vida!

Y así, en forma agresiva, donde no se necesita demasiado discernimiento para detectar total
falta de amor, intimida, cita las Escrituras, (No te olvides que, pese a no tener revelación porque no tiene al
Espíritu Santo como guía a toda verdad, el diablo conoce muy bien los textos de la Biblia) y trata de hacer
que quienes se le enfrentan se sientan inferiores.

Además tiene una gran habilidad para lograr, con sus palabras, que las personas que la
confrontan por sus actividades sediciosas abandonen la tarea, pero al alejarse de ellas sienten que algo
está mal, porque saben que han sido usadas.

Y recuerda que la menciono como mujer porque el espíritu es Jezabel, femenino, pero
tranquilamente puede operar a través de hombres también. Si me preguntas a mí, lo que yo he visto en
ese sentido en las iglesias, hasta hoy, es 95 por ciento femenino. De todos modos, no descarto que ese
cinco por ciento aumente en otros lugares.

Otra característica del espíritu de Jezabel es ser lo que vulgarmente llamamos “chusma” o
“chismosa”. Tiene que estar enterada de todo lo que sucede en la iglesia. ¿Conoces a alguien que sea
así? Es que Jezabel es muy entrometida y le encanta manejar información. Dado a que quiere saberlo
todo de todos, (Tu ministerio, tu matrimonio, tus hijos, tu trabajo, tus problemas) suele involucrarse en los
asuntos de la iglesia que en realidad no le incumben.

Algunas veces puede ser muy difícil detectar el espíritu de Jezabel obrando en alguna iglesia.
Porque puede esconderse, camuflarse, mimetizarse detrás de una fachada de interés por el prójimo, de
cuidado, de preocupación por ser útil, de intercesión, de apoyo o muchas otras características positivas.
No te olvides que Jezabel es una maestra en el arte de disfrazar sus tácticas.

Ninguno de nosotros puede ignorar, a esta altura de nuestra madurez espiritual, que los chismes
son una de las mayores amenazas para la vida espiritual de cualquier iglesia. Es allí cuando los pecados y
las fallas de muchos miembros de la iglesia se convierten en temas públicos en las reuniones de oración,
con la excusa de orar por alguna determinada persona, que mire en el problema que se ha metido, y cosas
por el estilo.

De algo no podemos tener dudas sobre la base de muchas experiencias vividas con relación a
este nefasto espíritu. Jezabel, con sus malvadas tácticas y tenebrosos planes, va a tener un efecto
venenoso sobre la iglesia si no se trata con ella rápidamente y a fondo. Hay dos métodos muy claros y
precisos para tratar con ella que cortarán su influencia y la expulsarán de en medio de la congregación.
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El primero, es confrontarla de una manera directa, utilizando una fuerte autoridad espiritual, no
nominal o institucional, con eso no alcanza; espiritual, para poder desembarazarnos a nosotros mismos y a
la iglesia, de su influencia. Jezabel no le teme al presidente de la asociación de pastores de tu ciudad;
Jezabel le teme al que tiene autoridad de Dios en su vida. Y ese puede ser un ujier o el que cuida los
niños.

No podemos sentarnos tranquilamente a mirar cómo Jezabel actúa en nuestras congregaciones


y en las vidas de nuestros amigos y compañeros de fe, deseando simplemente que ella se vaya. Su
intención es socavar la autoridad espiritual que Dios ha dado a los líderes, y no se detendrá ante nada
para conseguir su objetivo.

Ponte firme, confróntala con su pecado, quítale el poder con la autoridad que Dios te ha dado, y
detén su influencia en medio de la iglesia. Y digo de la iglesia porque imagino que muchos lo llevan a su
medio ambiente natural que es el de una congregación, pero es válido a nivel familiar, matrimonial y
comercial.

El segundo método es vivir en sumisión a Dios, y debes enseñar a aquellos que están bajo tu
autoridad espiritual a vivir también en sumisión a Él. La sumisión es la solución para la sedición. Cuando
una mujer está sometida a su esposo, las tácticas de Jezabel no pueden afectar a ese matrimonio.

Cuando un hombre está sometido espiritualmente a los referentes reales y genuinos, no


socavará esa autoridad con palabras y comportamientos sediciosos. Cuando un cuerpo de creyentes está
sometido a sus referentes genuinos, esa gente crece, madura y se desarrolla hasta ser un haz de luz en el
mundo oscuro y pecaminoso que la rodea.

Naturalmente que estamos hablando de congregaciones cuya cabeza es Cristo y donde el poder
que se mueve es el del Espíritu Santo y con líderes levantados por el Señor y no por juntas, convenciones,
asociaciones o concilios humanos.

Hay que señalar, porque no hacerlo sería cometer un grave error, que como cualquier otro
cartel, el término “Jezabel” es muy fácil de colocar a muchas situaciones o a diversas personas, pero no
tan fácil de sacar. En un libro de su autoría, el autor Mike Bickle insta a quienes están en autoridad a no
poner a alguien el rótulo de Jezabel con ligereza.

“Hay demasiadas mujeres, -dice-, que han sido rotuladas como Jezabel sólo porque han
chocado con un hombre que tiene una personalidad controladora”. Lamentablemente, muchos de nosotros
reaccionamos ante otras de determinadas formas debido a nuestras propias inseguridades. Cuando lo
hacemos, no tardan en caer las víctimas.

Ahora vamos por partes: antes de decidir cómo responder, es imperativo que tú pases tiempo en
la presencia de Dios. La oración es la clave. Sin valentía, sabiduría y discernimiento, está destinado al
fracaso. En Mateo, Jesús habla de cierto género de espíritus que No salen sino con oración y ayuno.

Muchas veces hay creyentes llenos del Espíritu Santo que se apresuran a pisotear lugares
donde los ángeles temen entrar en puntas de pie. Confrontamos a la persona antes que la batalla se haya
librado en los lugares celestiales, lo cual produce una situación confusa que lentamente arrastra a toda
una congregación a la lucha.

Intercede por la persona que tú crees que está bajo la influencia de un espíritu de Jezabel.
Intercede también por quienes están en eminencia. Sobre todo, asegúrate que estás tratando
verdaderamente con un espíritu demoníaco.

Tirar acusaciones de endemoniados sin pensarlo bien antes y sin orar, puede causar un daño
emocional en los miembros del cuerpo de Cristo. Recuerda, el final, en una situación confusa como esta,
puede llegar a involucrar a personas que ni siquiera tuvieron un contacto directo al principio. Más que
nada, ora pidiendo sabiduría para tratar con esta situación para redimirla. La meta es la restauración y la
reconciliación, no la exclusión y la expulsión.
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050 - Los Otros Espíritus


Existe una idea fija en la mente de los creyentes de hoy. Y es que los verdaderos creyentes que
buscan a Dios. no pueden ser engañados por el diablo. Con esta mentira, Satanás busca llevarnos a una
falsa posición de seguridad.

La misma historia de la iglesia nos demuestra que esta idea es falsa, pues cada dardo de error
que ha tenido su amargo fruto, tuvo su origen en la mente de los devotos creyentes, que eran ciertamente
honestos y buscaron al Señor.

Generalmente, y también lamentablemente, estos estimados cristianos se han aferrado


solamente a la letra, dejando de lado las mismas palabras de la Escritura, donde dice que La letra mata,
pero el Espíritu vivifica.

Lo peor es que muchos de los que han sufrido por su ciega adhesión a estos “mandatos
bíblicos”, se creen que han sido verdaderos mártires por Cristo, cuando en realidad lo único que han sido
es víctimas de Satanás.

Después del avivamiento de Gales, el cual fue una verdadera obra de Dios, hubo una segunda
generación de creyentes que resbalaron y cayeron bajo el engaño de los poderes de las tinieblas,
precisamente por no haber sido capaces de distinguir sus obras de falsificación de las verdaderas obras
de Dios.

Tendremos que aceptar, entonces, la idea real de que ser confiado y honesto no significa
suficiente protección contra los dardos de fuego del maligno. Lo que sí puede guardarnos es el tener en
cuenta las advertencias del Señor, tomar Toda la armadura de Dios, ser sobrios y velar en oración.

Los creyentes que son verdaderos, fieles y honestos, pueden ser fácilmente engañados por
Satanás y sus espíritus malignos por las siguientes razones: 1)= Cuando un hombre se convierte en hijo
de Dios por la regeneración del Espíritu al haber creído en la obra expiatoria de Cristo, no recibe de una
sola vez todo el conocimiento espiritual acerca de Dios, de sí mismo, o del diablo.

2)= La mente que está oscurecida por naturaleza y que permanece bajo un velo creado por
Satanás, sólo puede ser renovada y dicho velo destruido, en la medida que la luz de la verdad penetre en
ella y de acuerdo a la medida en que el creyente sea capaz de asimilarla. 3)= El engaño tiene que ver con
la mente y significa un pensamiento erróneo admitido en la mente bajo el engaño de que es verdadero.

Esto sucede, mayoritariamente, porque es muy poca la gente que anda enseñando estas
estratagemas. Te diría que una gran mayoría de supuestos maestros de guerra espiritual, andan en otra
sintonía. Por lo tanto, estamos expuestos a ser engañados por el diablo, por causa de nuestra ignorancia.

4)= El pensamiento de que Dios protegerá a un creyente de ser engañado por el hecho de que
es fiel y verdadero, también es un engaño satánico, porque con eso consigue que la persona se confíe y
quede desguarnecida. 5)= Si esto no fuera así, el Señor no hubiera advertido a sus discípulos todas las
muchas veces que lo hizo.

051 - Obedecer al Espíritu


En ese sentido encontramos, en el Libro de los Hechos, (Para mí; Libro de los Hechos del
Espíritu Santo) lo siguiente: Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu
Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.

Esta frase, en la cual se basan todos aquellos que defienden la posición de “obedecer al
Espíritu”, fue utilizada por Pedro ante el concilio de Jerusalén y hoy, todavía produce debates y
encontronazos santos.
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Porque dicen Dios nos da el Espíritu Santo para que le obedezcamos, es decir:
tenemos que obedecer al Espíritu Santo. Pero antes de éste, el mismo Pedro, dice: Es necesario
obedecer a Dios antes que a los hombres.

Y eso, con lo otro, parecería una flagrante contradicción. Sin embargo, la distinción es
importante y, el orden de las palabras, sólo puede interpretarse correctamente, cotejando este pasaje con
otras partes de la Escritura.

No es poco el lío que hemos armado los hombres por establecer doctrinas hasta
denominacionales a partir de un solo versículo, olvidando que, pese a estar dividida en capítulos y
versículos, la Biblia está compuesta por escritos conjuntos que, naturalmente, deben ser leídos y
entendidos en todo su conjunto y no en una frase o en una oración gramatical.

Porque en esas otras partes de la escritura se desprende la enseñanza que hemos de obedecer
al Dios trino en los cielos, Por Medio del Espíritu Santo que mora en nosotros. Como ves, el concepto, así,
es diametralmente opuesto.

El poner al Espíritu Santo como objeto principal de la obediencia, antes que Dios el Padre, o a
través del Hijo y por medio del Espíritu, crea el peligro de llevar al creyente a fiarse u obedecer a “Un
espíritu dentro o alrededor de él”, en lugar de hacerlo con el Dios de los cielos.

Hay que tener en cuenta esto que es muy importante: Dios es espíritu, y como todo espíritu,
necesita un cuerpo para manifestarse. Los creyentes ponen sus cuerpos en obediencia y sacrificio vivo
para esa manifestación. Pero Satanás, también es espíritu.

Por lo tanto, también habrá de buscar un cuerpo que le sea útil para manifestar sus engaños y
sus maldades. Discernir cuál es cuál, cosa que parecería obvia y sencilla, créame que no lo es tanto, y a
más de un “crecido” ha llevado al fracaso, al error grave y hasta a su destrucción espiritual, moral y física.

Y si no lo crees, te bastará con echar una mirada a nuestras congregaciones y a observar


cuántos hombres fieles e importantes para la obra, han caído víctimas de los más tontos y estúpidos
pecados. El creyente, unido al Hijo de Dios, debe obedecer a Dios. Entonces, ¿Cuál es la función del
Espíritu Santo? Ser el medio a través del cual Dios es adorado y obedecido.

Aquí hay algo que bíblicamente es muy claro: el Espíritu Santo jamás se ha colocado en el
centro u objeto de pensamiento o la adoración. La Biblia dice lo siguiente: Pero cuando venga el espíritu
de verdad él os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará
todo cuanto oiga y os hará saber las cosas que habrán de venir.

Es decir que, en resumen, el Espíritu Santo será maestro, pero enseñando las palabras de otro,
no las suyas propias; dará testimonio de otro y no de sí mismo; glorificará a otro, no a sí mismo; hablará lo
que le será dado hablar por otro. Es decir, su obra será la de guiar a las almas a una unión con el Hijo, y al
conocimiento del Padre en los cielos.

Si una persona que no tiene conocimiento sólido de lo que dicen las Escrituras sobre la obra de
la Trinidad intenta “obedecer al Espíritu” como propósito supremo, el engañador tratará por todos los
medios de falsificar la guía del Espíritu y hasta, si es posible, su misma presencia.

El peligro principal radica en ubicarse en el terreno de la “guía sobrenatural” cuando no se es


capaz de discernir la verdadera voluntad de Dios de las falsas manifestaciones del enemigo, que pueden
expresarse en forma de: profecías, lenguas, sanidades y otras experiencias espirituales conectadas con la
obra del Espíritu Santo.

Son muy pocos los creyentes que pueden asegurar estar obedeciendo solamente a Dios.
Siempre está la posibilidad que su propia mente, su espíritu, su voluntad o alguna repentina intrusión de
los poderes de las tinieblas, influya notablemente en decisiones aparentemente santas.
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Hay un discernimiento que es un don espiritual y que capacita al creyente para discernir o
distinguir los espíritus, pero este ejercicio también requiere un conocimiento o doctrina. Leemos: Amados,
no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas
han salido por el mundo.

Doctrina que sirve para distinguir entre la doctrina que es Dios y las doctrinas o enseñanzas de
los malos espíritus. Hay creyentes que mediante el don de discernir los espíritus pueden detectar espíritus
distintos en un medio ambiente donde puede haber más de uno.

Hay creyentes que mediante el don de discernir los espíritus pueden detectar que hay uno o
más espíritus mentirosos en una reunión o en una persona, pero sin embargo no tiene el entendimiento
necesario para probar las doctrinas que presenta un maestro de la Biblia.

En ambos casos necesita conocimiento, ya sea para distinguir un espíritu mentiroso (Aunque
todas las apariencias sean contrarias) como para saber con certeza que la enseñanza impartida proviene
de Dios. No soy un “especialista” en guerra espiritual, pero tuve una experiencia que te comparto.

Fui invitado a predicar a una congregación más bien pequeña, donde todos se conocían entre
sí. La gente que estaba presente fue rápidamente identificada por el pastor que, me comentó, se había
incrementado por diez o quince visitas que seguramente habían venido porque me conocían de mi trabajo
radial, aunque no fueran miembros de esa iglesia.

Cuando concluí el mensaje, hice el correspondiente llamado al frente (Una costumbre casi
tradicional en las iglesias evangélicas que nunca supe quién inventó y a partir de qué escritura bíblica)
para orar por las necesidades. Era el uso y costumbre del lugar y se me solicitó que lo hiciera.

Entre los que pasaron al frente, (Más o menos la mitad de la congregación) pasó un hombre
joven con aspecto de cristiano consagrado y fiel. Tú sabes, imagen de bajo perfil, introvertido y de
apariencia de mucha humildad.

Cuando llegué donde él estaba y me detuve a orar, él comenzó a acompañarme quedamente en


la oración, para luego empezar a hacerlo en lenguas. Conozco las lenguas porque he sido bendecido con
ese maravilloso don que nos permite interceder con sonidos indecibles y, en casos, sin que nosotros
mismos sepamos qué cosa estamos hablando de Espíritu a Espíritu.

Primero lo hizo en un suave murmullo, para luego ir aumentando intensidad y volumen auditivo,
muy habitual dentro de las congregaciones más pentecostales. En un momento dado ya casi gritaba,
entonces me acerqué y, para no ofenderlo ni molestarlo, le pedí que bajara un poco la voz; que tenía
libertad total para orar como quisiera, pero que lo hiciera de modo tal que no perturbara a los demás.

Recuerdo que me miró y sentí un escalofrío en el cuerpo que yo conocía muy bien porque lo
había vivido antes en una experiencia de alto voltaje demoníaco. Lejos de aceptar mi sugerencia, siguió
orando en lenguas cada vez con mayor fuerza y ya sus gritos dominaban la escena y sacaban de su
meditación y profundidad a todos los asistentes.

Algo dentro de mí me hizo retornar a su lado, mirarlo fijamente y decirle textualmente: “Muy bien;
ahora espíritu engañador te ordeno que te quedes mudo desde este mismo instante, en el nombre de
Jesús de Nazaret; ¡Sea hecho en este momento!”

¡Tac! Silencio inmediato y una terrible mirada del hombre donde se entremezclaban el odio y la
burla. Me dijo con una voz casi cavernosa: “¿No era que tenía libertad?” – Sí, le respondí; pero libertad en
Cristo, no en espíritus malignos. ¿Quieres ser cubierto por la sangre de Cristo para poder orar con fuerza y
paz?” Su última mirada fue de temor, dio media vuelta y se retiró; no sólo del frente, sino del templo.

El pastor de la iglesia me decía al final de la reunión, que él siempre le había visto algo raro a
ese muchacho, pero que nunca se había atrevido a cortarle esa oración tan rara, pese a que en más de
una oportunidad le había desvirtuado todo el mensaje y el culto. No fue un mérito de mi parte, sólo un don
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llamado discernimiento de espíritus, que tú puedes pedir y ministrar exactamente como todos los
hermanos. Sirve para no confundir santos con demonios.

052 - Frutos y Consecuencias


En la obediencia personal a Dios el creyente puede detectar si está obedeciendo a Dios en
algún “mandamiento”, juzgando los frutos o consecuencias que éste tiene y poniéndolo en armonía con el
carácter de Dios. Para ello, siempre tendrá que cotejarlo con estas dos verdades 1) Dios siempre tiene un
propósito en sus mandamientos. 2) Él nunca ordenará algo que no esté en armonía con su carácter y su
palabra.

Para discernir mejor la obra y los métodos de los malos espíritus es necesario un examen
cuidadoso de las teorías, expresiones y conceptos modernos que tienen que ver con las cosas de Dios y
su manera de obrar en el hombre. Sólo la verdad de Dios puede proporcionar la protección necesaria para
el conflicto con los espíritus malignos en esferas celestiales.

Todo lo que sea en algún grado el producto o resultado de la mente del hombre natural, no
serán sino armas inútiles en esta colosal batalla, y si nos confiamos en “las verdades” que dicen los
demás, o en las que nosotros pensamos, Satanás usará estas mismas cosas para engañarnos. Puede que
trate de “construirnos” una teoría o doctrina sobre estas cosas y por medio de ellas encubrir sus mentiras y
llevar a cabo sus funestos propósitos.

Pablo, en su primera carta a los Corintios, les escribe lo siguiente: Pero el hombre natural no
percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las
cosas; pero él no es juzgado de nadie.

Esto, está mostrando cómo Dios mismo honra la personificación inteligente de este hombre que
Él ha regenerado en Cristo. Él mismo es quien le invita a “juzgar” o “examinar” sus propias obras por
medio de su espíritu, de manera que aún las cosas que son del Espíritu no han de recibirse sin antes ser
examinadas y discernidas espiritualmente, para asegurarse que vienen de Dios. Pero esto no es todo;
¿Por qué aguardar el final para ver qué nota nos sacamos en el examen de Dios, si la Palabra misma nos
está ordenando otra cosa?

Y quiero ser claro, todo lo más claro que pueda. Si aquí estuviéramos hablando del mundo
incrédulo, los argumentos se nos acabarían rápidamente. Porque el mundo incrédulo, es verdad, no tiene
ese discernimiento y, mayoritariamente, cualquier cosa que hagan los hijos de Dios le significará una
locura.

Pero el mundo incrédulo no tiene el Espíritu, sencillamente, porque no tiene a Cristo, no tiene
como acceder a la plenitud, la sabiduría y la guía del Espíritu, por lo tanto, cualquier cosa que piense,
habrá sido a partir de una mente impía, carnal y pecadora.

Por lo tanto, es más que evidente que Pablo no gastaría tinta y lapicera en algo que desde el
mismo principio no tiene de donde asirse. ¿Qué quiero decir? Quiero decir que cuando Pablo habla de
espirituales y no espirituales, se está refiriendo a gente que está dentro del llamado pueblo de Dios.

Todos sabemos, aunque por allí hayamos elegido no decirlo, que dentro de nuestras
congregaciones, hay gente que al menos procura caminar el en el Espíritu. Pero también sabemos, que
hay un caudal de personas que, habiendo arribado a la iglesia, sigue manejándose por la lógica, por la
voluntad, por las conveniencias, por las emociones y por los rudimentos del mundo.

A esos se refiere Pablo. ¿Y para qué? Simple. Para que tú no gastes pólvora en pájaros
inservibles y hagas, como dice la Escritura, todo lo posible para no arrojarle perlas a los cerdos, ya que los
cerdos jamás podrían diferenciar una perla de un pedazo de vidrio sin valor, que es exactamente la
comparación concreta a no poder distinguir lo que es una revelación de lo que es sabiduría humana
emparentada más con la filosofía y la psicología que con la auténtica fe en Jesucristo.
73

053 - Descubriendo Mentirosos


Pablo le escribe a los Corintios: Sí, pues, no nos examinásemos a nosotros mismos, no
seríamos juzgados. Y en otro texto, añade: Hermanos no seáis niños en el modo de pensar, sino
sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.

De acuerdo con estas directivas de la palabra de Dios, y en vista de los días tan críticos que
estamos viviendo, cada expresión “visión” o teoría que sostenemos, concerniente a las cosas espirituales,
ha de ser examinada con todo cuidado y puesta a prueba.

Esto debe hacerse con el deseo abierto y honesto de querer conocer la verdad de Dios, así
como cada declaración que llega a nuestro conocimiento de parte de las experiencias de los otros, y que
puede arrojar luz en nuestro camino. El conocimiento de la verdad es esencial para la lucha con los
espíritus mentirosos de Satanás.

Por eso es el clásico que Juan describe: Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído
en él: si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Este es un principio fundamental, y además absoluto. La verdad es lo único que destrona la


mentira. Si el hombre ha de ser salvo, la primera verdad que tiene que conocer, es la del evangelio. Allí
dice que la libertad es el don del Hijo por medio del Espíritu, obrando a través de la verdad.

Hay tres estados fundamentales de captación de la verdad. 1)= Percepción de la verdad por
medio del entendimiento.- 2)= Percepción de la verdad para su uso y aplicación personal.- 3)= Percepción
de la verdad para su enseñanza y comunicación a los demás.

Si los que oyen la verdad la resisten o se rebelan contra ella, podemos entonces dejarla bajo la
responsabilidad y el cuidado del Espíritu de Verdad. Aún en aquellos casos en que la persona se ha
resistido a la verdad, ésta por lo menos ha tocado su mente, y en cualquier momento puede fructificar y
emerger a la esfera de la experiencia.

Hay tres actitudes en la mente en cuanto al conocimiento: 1)= La asunción de saber algo.- 2)=
La neutralidad hacia ello; “Todavía no lo sé”.- 3)= La certeza de un conocimiento real.- Esto, fíjate, coincide
con la idea que había sobre Jesús. Algunos decían: “Es un falso profeta”, otros decían: “No sabemos”,
Pedro dijo “Sabemos...” y él era quien tenía el conocimiento verdadero.

Cuando los creyentes escuchan por primera vez la posibilidad de que los espíritus engañadores
falsifiquen las doctrinas y las obras de Dios, casi siempre preguntan: ¿Cómo sabemos quién es quién? En
primer lugar, para ellos es suficiente saber que tales falsificaciones son perfectamente factibles, luego a
medida que van madurando, deben buscar luz de parte de Dios y aprender a conocerse a sí mismos de
una manera como ningún otro puede hacerlo.

Lo que deberían hacer como primera medida es mantenerse neutrales hacia todas las
manifestaciones sobrenaturales que les sean concedidas. Dijo alguien alguna vez y yo lo tomé para mí
mismo, que el pueblo del Señor ama tanto los milagros, los anhela tanto, los aguarda tanto, que si un día
entra un demonio a un templo y hace algo sobrenatural, todo el mundo se arroja a sus pies y le adora.

Esto es misticismo por el misticismo mismo, pero de ninguna manera madurez que va unida a
discernimiento y cordura espiritual. Aprende esto, hoy: tú no puedes impactarte tanto porque Dios haga
algo sobrenatural, porque Él vive en un ámbito que está por encima de la propia naturaleza que Él mismo
ha creado, por lo que no es ninguna novedad decir que Dios es sobre-natural.

Entre muchos creyentes hay un deseo exagerado o erróneo en cuanto a saber más, pues
piensan que el conocimiento de por sí es suficiente para salvarlos. Uno de los efectos devastadores de
esa ansiedad desmedida, es una impaciencia, preocupación y turbación que ocasiona una baja importante
en la moral del creyente.
74

Cuando se trata de buscar una bendición, es importante cuidar de no destruir otra. Pero hay algo
más. Si tú te pasas toda tu vida en una congregación donde lo primordial es que tú vengas al culto todos
los domingos sin fallar ninguno, y que cuando tienes alguna necesidad pases al frente a recibir oración por
parte de los pastores, lo que se te está enseñando es que por ti mismo, no puedes salir adelante, que
inevitablemente necesitarás la ayuda o el sostén de otros más “crecidos” para lograrlo.

Eso, que en principio parecería ser una tremenda obra de servicio y dedicación al prójimo, no es
nada más que una verdadera fábrica de inmadurez. Sólo accedes a esa madurez el día que entiendes que
tu oración tiene entrada al trono de la gracia por la misma puerta que entran las de tu pastor o las del más
encumbrado de todos los predicadores internacionales. ¿No es cierto que te parece imposible? Y sin
embargo lo que la Biblia dice, es exactamente lo que le termino de asegurar. Por eso todavía no ganamos,
¿Entiendes?

054 - Definiendo Conceptos de Sangre


Un concepto erróneo en cuanto a la protección que significa la invocación de la sangre de Cristo
sobre una asamblea o individuo para librarles de las obras del maligno. Lo que dice el Nuevo Testamento
en cuanto a la aplicación de la sangre de Cristo, puede resumirse en los siguientes puntos: 1)= La sangre
de Cristo nos limpia de todo pecado “si andamos a la luz” y “si confesamos nuestros pecados”.- 2)=
La sangre de Cristo es el terreno donde se afirma la victoria contra Satanás, porque nos limpia de todo
pecado confesado y porque en el Calvario Satanás sufrió su aplastante derrota.

Pero la Escritura no dice que cualquiera pueda ponerse debajo de la sangre, aparte de su
voluntad y su condición individual ante Dios. Por ejemplo, si se invoca la sangre de Cristo sobre un grupo y
uno de los presentes le está dando terreno a Satanás, el haber clamado por la sangre no impide que el
diablo obre sobre el terreno a que tiene derecho en esa persona.

Jesús dice, conforme a lo que se rescata en el evangelio de Lucas, lo siguiente: He aquí, yo


enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de
Jerusalén, hasta que sean investidos de poder desde lo alto.

En el Libro de los Hechos, en tanto, y supuestamente elaborado por el mismo autor, añade esto:
Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del
Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.

Hay, indudablemente, muchos conceptos erróneos en cuanto a esperar que el Espíritu


descienda. Estas son expresiones y teorías malentendidas que abren la puerta a los engaños satánicos.
Aplicando de un modo muy particular estos textos que he leído, se ha enseñado que si deseamos una
manifestación pentecostal del Espíritu, debemos de “esperar” como hicieron los discípulos antes de
Pentecostés.

La confusión se ha producido a partir del falso entendimiento de la expresión “esperar en el


Señor”. Sin embargo, la verdad escritural en cuanto a “esperar” a, “que el Espíritu descienda”, se puede
resumir de la siguiente manera:

1)= Los discípulos esperaron diez días, pero la Biblia no nos dice que hayan “esperado” de
forma pasiva, sin hacer nada. Más bien pensamos –y esto, obviamente, es conjetural-, que habrán
permanecido en oración y súplicas hasta que llegó el cumplimiento de la promesa.-

2)= La orden de esperar dada por el mismo Señor no fue llevada a cabo en la presente
dispensación después de la venida del Espíritu, puesto que en ningún momento, ni en los Hechos ni en las
Epístolas, los apóstoles pidieron a los discípulos que esperaran “El Espíritu” sino que usaron la palabra
“recibir” en cada caso. Y la palabra griega usada para “recibir” tiene la fuerza del término “Asir”, o sea, que
es todo lo contrario a una actitud pasiva.
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No sólo esto, sino que se puede asegurar que muchas de esta clase de reuniones de espera
para que descienda el Espíritu, son una oportunidad para los espíritus malignos. El epicentro de esto que
decimos, está en que no hay base bíblica para esta actitud.

En la palabra de Dios está establecido que no se ha de pedir que el Espíritu Santo descienda,
pues algunos textos muestran que Jesús mismo rogaría al Padre para que Él enviara al Consolador. De
esto se desprende que la actitud del creyente tiene que ser la de recibir, lo que sí puede llegar a
“descender” y tomar desprevenidos a grupos enteros, son los espíritus engañadores que, obviamente, se
presentarán siempre como “ángeles de luz”.

Otro de los peligros consiste en inventar o preconcebir ciertas frases para describir alguna
experiencia especial y el uso de palabras no claras entre los hijos de Dios más “recientes”, tales como
“posesión”, “iluminación”, “control”, “rendirse a” y otras con relación a las cosas espirituales. Lo que sucede
es que la interpretación en la mente de muchos creyentes resulta distorsionada.

Esto los predispone a cierta condición en la cual los espíritus malignos entran a “controlar” a
aquellos que se “rinden” a los poderes del mundo espiritual y que por su falta de madurez y conocimiento,
no sepan discernir entre las obras de Dios y las del diablo.

Algunos conceptos preconcebidos sobre la manera en que Dios obra, también pueden dar una
oportunidad a los espíritus malignos, así como, por ejemplo, cuando un creyente se ve impulsado o
compelido a actuar y dice que lo hizo porque Dios le estaba “guiando”.

También hay quienes afirman que si Dios puede traer a nuestra memoria y nuestro “recuerdo”
todas las cosas, no necesitamos ver en absoluto nuestra memoria. Otros pensamientos que pueden
ponernos en la condición pasiva que los espíritus malignos buscan para obrar a su antojo son, por
ejemplo, los siguientes:

1)= “Cristo vive en mí” Yo ya no vivo en absoluto.-

2)= “Cristo vive en mí”, he perdido mi personalidad, porque ahora está en mí en una forma
personal, basándose erróneamente en cierto texto de Gálatas.-

3)= “Dios obra en mí”, yo no necesito obrar ni actuar en absoluto, sino solamente rendirme y
obedecerle, basándose también equivocadamente en un texto de Filipenses.-

4)= Yo no ejerzo mi voluntad, Dios la ejerce en mi lugar.-

5)= Dios es el único que puede juzgar, por lo tanto no debo usar mi facultad de juicio.-

6)= Yo tengo la mente de Cristo, así que ya no tengo mi propia mente ni la uso para nada,
basándose en 1 Corintios.-

7)= Dios me habla, de manera que ya no debo pensar ni razonar, sino sólo obedecer lo que Él
quiere que yo haga.-

8)= Yo espero en Dios y no debo actuar hasta que Él me mueva.-

9)= Dios me revela su voluntad por medio de visiones de forma que no necesito tomar
decisiones ni usar mi razón o mi conciencia.-

10)= Con Cristo estoy juntamente crucificado, y por lo tanto estoy muerto y debo practicar esa
muerte, entregándome a una pasividad total en pensamiento, sentimientos, emociones, etc.

En vista de todo esto, ¿Cuál es, entonces, la condición o condiciones para estar a salvo del
engaño de los espíritus malignos? 1)= El conocimiento que los tales existen.- 2)= Aceptar que pueden
engañar aún a los más avanzados creyentes.- 3)= Tener un entendimiento cabal y firme de las condiciones
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y el terreno que ellos necesitan tener para obrar libremente, de modo que no le demos lugar ni oportunidad
en ningún momento.- 4)= Tener un conocimiento inteligente de Dios y de cómo cooperar con Él para que
el poder del Espíritu Santo obre en nuestras vidas.-

Y, esencialmente, el creyente debe pedir al Señor que aumente o sensibilice su discernimiento.


No hay metodología alguna que nos asegure cuándo algo viene del Espíritu Santo o de un espíritu
maligno. Sólo en ese “yo sé, que sé, que sé” que es lo que conocemos como certeza, la cual es producto
de nuestro discernimiento.

055 - El Mundo del Espíritu


Resulta interesante que, en esta época de crecimiento sin precedentes del ocultismo y del mal,
probablemente, nunca ha habido un momento en que los cristianos, en conjunto, creyeran menos en la
realidad de la existencia del reino espiritual y de Satanás y su reino.

No fue necesario que ninguno de los autores de las Escrituras enseñaran sobre la realidad del
reino espiritual porque la población en general ya creía en eso y conocía acerca del ocultismo. Los
israelitas del tiempo de Moisés terminaban de dedicar cuatrocientos años de vida a la cultura egipcia
versada en el ocultismo y en los cultos demoníacos. Pero hoy, muy pocos cristianos tienen alguna idea de
qué es un hechicero, o nigromante, o qué significa "presagiar".

En el Libro de Deuteronomio, Moisés escribe: Cuando entres a la tierra que Jehová tu


Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea
hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique
adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni
quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que
hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de
delante de ti.

El Señor no tuvo que definir los términos dados en estos versículos porque la gente sabía de lo
que él estaba hablando. Al igual que en la época de Jesús y cuando se escribió el Nuevo Testamento, el
conocimiento del ocultismo y de los demonios, estaba bien diseminado.

En realidad, lo que realmente debemos señalar porque así lo amerita la propia historia secular,
es que estaba bien propagado el conocimiento de que los demonios podían hacer todo tipo de cosas. En
un libro de su autoría, el escritor Alfred Edersheim escribe lo siguiente:

"La creencia en los demonios y en el poder de emplearlos estaba tan generalizada en la época
de nuestro Señor, que aún el historiador Josefo sostenía que el poder de invocar y echar fuera demonios,
y de curas mágicas se habían derivado del rey Ezequías, a quien Dios se lo había concedido.

Josefo se declara a sí mismo de haber sido testigo ocular de tal cura maravillosa mediante la
repetición de una fórmula mágica. Esto ilustra lo que sostenían los escribas de que las sanidades
milagrosas de nuestro Señor se debían a una acción demoníaca"

"Aquí, - sigue escribiendo Edersheim -, tenemos que tener en mente que la práctica de la magia
estaba estrictamente prohibida a los israelitas, y que - al menos como cuestión de principios -, se suponía
que ni la brujería ni la magia tuviera poder alguno sobre Israel, si ellos poseían y servían a su Dios.

Pero en este asunto también la teoría y la práctica no estaban de acuerdo. Así, bajo ciertas
circunstancias, la recitación de fórmulas mágicas fue declarada legal aun en el sábado. Egipto se
consideraba la cuna de la magia.

Con relación a esto, merece notar que el Talmud (un escrito para los judíos que fuera convertido
en leyes por los rabinos) atribuye los milagros de Jesús a la magia, la cual - decían -, había aprendido
durante su estadía en Egipto, habiendo tenido el cuidado, cuando se fue, de insertar bajo su piel sus
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reglas y fórmulas, ya que todo viajero, al salir del país, era registrado, no fuera a ser que se llevara a otras
tierras los misterios de la magia."

"Aquí, - finaliza este texto del citado libro -, puede ser interesante referir algunas de las extrañas
ideas que el rabinismo atribuyó a los primeros cristianos, que muestran tanto la relación entre las dos
partes, como que los judíos no negaron el don de los milagros en la iglesia, y sólo imputaron su ejercicio a
la magia."

056 - Peligros de la Contaminación


¡Qué diferente es entre los cristianos de nuestros días! El cristiano promedio, es decir el hombre
o la mujer de los cuales se componen mayoritariamente nuestras congregaciones, no tiene ni la menor
idea de lo que verdaderamente representa el ocultismo.

Ese es el motivo y la causa específica por la cual tantos buenos hermanos en Cristo están
cayendo, día tras día, en las trampas de Satanás. Que no es por causa del tremendo poder del diablo,
como a veces se nos dice, sino por causa de nuestra ignorancia.

Es absolutamente indispensable llegar a una comprensión básica de lo que es el ocultismo, para


que no caigamos en la trampa de aceptarlo como si viniera de Dios. Aunque parezca insólito y hasta
increíble, las prácticas de ocultismo abundan en las iglesias cristianas.

¡Hermano! ¡Está bien que se critique lo malo, pero decir que en las iglesias se practica el
ocultismo! ¿No le parece demasiado exagerado? No. Porque yo mismo he sido testigo de la actividad
tranquila de buenas hermanas mayores que, en sus ratos libres, se dedicaban a “curar” el “empacho” o “el
mal de ojo”.

Con una cinta el primero, con un vaso de agua el segundo. ¿Será ocultismo eso, o me dirás que
la magia blanca no es tan mala como la magia negra? Porque ellas decían eso, que no sé de qué Biblia lo
sacaron. De la que yo tengo, no; seguro.

Demasiados cristianos están acudiendo más y más a formas alternativas ocultistas de la


medicina, formas de adivinación, leer la fortuna y muchas otras abominaciones ocultistas. ¿Una clásica?
Las técnicas de visualización, en muchas ocasiones enseñadas y predicadas como una forma de orar con
tremenda fe. Eso también es ocultismo metido en la iglesia.

La Escritura es clara. ¡Todo el que tenga algún trato con el ocultismo, quedará contaminado! El
libro de Levítico lo dice en un párrafo así: No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no
los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios.

Y también lo confirma el profeta Oseas: Mi pueblo fue destruido, porque le faltó


conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y
porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos."

¡Atención, hermanos, despertémonos y purifiquémonos de tanta contaminación! Nuestro


propósito, en este tiempo, es ayudarte a comprender lo que realmente representa ese mundo del
ocultismo que a nadie le caben dudas, está en rápida expansión, no sólo para que puedas purificarte de
cualquier participación en él, sino también para que puedas evitar caer en sus trampas.

A fin de comprender el mundo del ocultismo, es esencial que el cristiano entienda el espíritu
humano y la existencia del mundo espiritual. Dentro del reino espiritual, sólo existen dos amos, dos fuentes
de poder: Jesucristo o Satanás. Pero nunca te olvides que el poder de Satanás es limitado, pero el poder
de Jesucristo es el poder absoluto, ilimitado, del Dios Todopoderoso.

El propósito central de TODO el ocultismo es lograr y mantener contacto con el mundo espiritual
y con los espíritus que allí se encuentran. Los ocultistas mantienen este contacto con el mundo espiritual
para obtener PODER.
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Todo ser humano en la faz de esta tierra desea poder. Está en la raíz misma de nuestra
naturaleza pecaminosa. Satanás siente gran felicidad al suplirles a las personas un poder falso para que
hagan lo que deseen.

Él hace esto para evitar que se tornen hacia el verdadero Dios, Jesucristo. Desdichadamente,
los cristianos, debido a que son seres humanos con naturaleza pecaminosa, también desean poder. Y de
eso, lamentable y tristemente, también tenemos en abundancia en nuestras supuestas iglesias cristianas.

057 - A Su Imagen y Semejanza


Satanás ha introducido numerosas supercherías en las iglesias cristianas, haciendo que los
creyentes piensen que experimentan y utilizan el poder de Dios cuando, en algunos casos, lo que en
realidad están empleando es el poder, -limitado, pero poder al fin-, de los demonios.

Si el cristiano ha de mantenerse firme en la palabra de Dios contra este violento ataque por
parte de Satanás, que es la única manera en que podría sobrevivir y ser más que vencedor, tendrá que
tener una buena comprensión bíblica del espíritu humano y del mundo espiritual.

¿Cómo es que nosotros, como criaturas físicas, somos capaces de mantener contacto con el
reino espiritual no físico? La respuesta se encuentra en las Escrituras. Es porque Dios nos creó a su
imagen y semejanza.

Él nos creó a cada uno de nosotros con tres partes, al igual que Él es una Trinidad. Tenemos un
cuerpo físico, un alma y un espíritu. Es mediante la parte espiritual en nosotros que podemos experimentar
el reino espiritual. Eso es así tanto para los cristianos como para los que no los son.

Por eso es que Pablo se lo escribe claramente a los Tesalonicenses, cuando expresa: Y el
mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo,
sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Aquí Pablo nos enseña que nosotros los humanos somos seres tripartitos. Es decir, que
tenemos tres partes: cuerpo, alma y espíritu. Él sencillamente expresa que las tres tienen que limpiarse y
consagrarse a Jesús, y que Jesús mismo tiene que capacitarnos para que podamos mantener las tres
partes "intachables" hasta su regreso.

Yo creo que al principio, antes de la caída, Dios creó al hombre como una Trinidad, (tres partes)
en perfecta unidad del mismo modo que el propio Dios es una unidad perfecta. En otras palabras, el cuerpo,
el alma y el espíritu estaban perfectamente unidos.

Lo dice el Génesis con bastante claridad: Entonces Jehová Dios formó al hombre del
polvo de la tierra (cuerpo físico), y sopló en su nariz aliento de vida (espíritu), y fue el hombre
un ser viviente. (La individualidad que se manifiesta como nuestra mente, voluntad y sentimientos.)

Creo que antes de pecar, Adán y Eva tenían muchas facultades de las que carecemos hoy
nosotros los humanos manchados por el pecado. ¿Por qué? Debido a la perfecta unidad del cuerpo, alma
y espíritu de ellos. Siempre pensé y enseñé que, muy lejos de ese hombrecillo con cara de “yo no fui” que
los dibujantes han plasmado, Adán era un hombre extraordinario, quizás hasta merecedor de ese
“súperman” de la historieta legendaria.

¿Dónde podemos encontrar un ejemplo de otro hombre perfecto? En Jesucristo. Él no tenía


pecado. En muchas partes de la Escritura se le llama el "segundo o último Adán". Aun después de su
resurrección, Jesús continuaba teniendo un cuerpo físico.

No obstante, era un cuerpo físico glorificado igual al que nosotros tendremos en el futuro. La
Escritura nos dice que un día tendremos un cuerpo exactamente igual al que tiene Jesús ahora. Ese día
seremos restaurados a un estado de pureza y los seres humanos una vez más seremos una unidad
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perfecta. No me pidas que te lo describa, espera como yo a vivirlo. Así lo pensó Dios; de otro modo, lo
hubiera dejado escrito con más claridad y detalle.

¿Cuáles eran algunas de las características del estado puro perfectamente unificado? Las
vemos en Jesús, especialmente después de su resurrección. Él podía, con su cuerpo físico, hacer todo lo
que un espíritu puede hacer, tal como atravesar paredes. ¡Un fantasma! Sí, de acuerdo con la filosofía de
Hollywood, pero no con la de la Biblia.

058 - Características Básicas


Creo que en la caída hubo una terrible separación. El cuerpo, alma y espíritu dejaron de
encontrarse en la misma relación que tenían originalmente entre sí. Detente a pensar por un minuto. ¿Cuál
es una de las primeras características de las que tú piensas en alguien que está totalmente poseído por un
demonio?

Fuerza sobrenatural. Esa fuerza es el resultado del control de un espíritu sobre el cuerpo físico,
en este caso un espíritu demoníaco. Los que practican las artes marciales se esfuerzan por lograr
habilidades sobrenaturales con su cuerpo físico; habilidades que únicamente vienen con el control del
espíritu sobre lo físico.

Desde la caída, nosotros los seres humanos no tenemos, en una forma natural, un control
consciente sobre nuestro espíritu. Pero, el ocultista tiene que lograr ese control a fin de mantener su
contacto vital con el mundo espiritual.

Existen muchas mentiras en todo el campo de las actividades ocultistas. Satanás y sus
demonios no quieren que los seres humanos comprendan lo que ellos están haciendo. Por lo tanto,
inventan mentiras y realizan falsos milagros para respaldar sus mentiras.

Una de estas, por ejemplo, es la del "Tercer Ojo". El concepto del "tercer ojo" se remonta hasta
la antigüedad. La capacidad del "tercer ojo" es la habilidad de "ver" o lograr contacto con los espíritus.
Como ven, nuestro cerebro es como una computadora con dos canales de entrada.

Cuando "vemos" algo en el mundo físico, la imagen va desde la retina de nuestro ojo físico a
través de nervios especiales hasta nuestro cerebro. La imagen del objeto físico entonces se crea en
nuestro cerebro, y "vemos". Lo mismo es cierto con objetos o espíritus en el mundo espiritual.

Excepto que la información no llega a través de nuestro ojo físico. Llega a través de nuestro
espíritu. Nuestro cerebro es capaz de recibir dos juegos de imágenes a la misma vez, imágenes del
mundo físico e imágenes del mundo espiritual.

Sin embargo, los demonios no les enseñan a las personas acerca de su espíritu. En vez de eso,
les enseñan acerca de un "tercer ojo". Algunas veces los demonios en realidad crean un falso tercer ojo
físico en el centro de la frente.

Los ocultistas creen que es ese tercer ojo el que les da la capacidad de ver el mundo espiritual.
No se dan cuenta de que en realidad ellos están usando su espíritu. Las habilidades del tercer ojo también
se conocen como "habilidades psíquicas".

Ahora contamos con el influjo masivo del movimiento de la Nueva Era con un juego completo de
terminologías. Debido a que el tercer ojo está localizado en el centro de la frente, los de la Nueva Era
hacen referencia a "centrar" en vez de al "tercer ojo". "Centrar" es el término de la Nueva Era que define el
proceso de lograr contacto con el mundo espiritual.

059 - Definiendo Términos


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De hecho, mientras Satanás va añadiendo engaño tras engaño, los antiguos términos del
ocultismo se van dejando de usar. Ahora nosotros contamos con nuevas palabras hasta con sonido
científico. Una de las cosas más importantes que un cristiano puede hacer es ¡Exigir una definición de los
términos! ¿Exactamente, qué significan las palabras? Veamos algunos ejemplos.

Primero, tienes que tener muy presente que solamente existen cuatro tipos diferentes de
espíritus: UNO: Espíritus Demoníacos.- DOS: Ángeles al servicio de Dios.- TRES: Espíritus Humanos.-
CUATRO: Dios mismo.-

Segundo, tienes que tener presente también que la Nueva Era utiliza palabras que se refieren a
uno de los cuatro tipos de espíritus: ¿Quieres conocer algunas? Mira: Energía - Vibraciones -
Vibraciones Electromagnéticas - Hombre Interno: Espíritu Humano - Consejero: Espíritus
Demoníacos que solían llamarse "guías espirituales" o "espíritus familiares" - entidad - fuerza -
Poderes Superiores - Espíritu Supremo (atman): específico en el hinduismo para el espíritu humano
- Prana: una forma de respirar, usada en el yoga, para provocar el flujo del poder espiritual.

Después tenemos a las palabras que se refieren al contacto con el mundo espiritual:
Autorrealización: la habilidad de controlar nuestro propio espíritu para poder entrar en contacto con el
mundo espiritual. Estado alterado de conciencia: contacto con espíritus y el mundo espiritual.

Conciencia de Dios: contacto con el mundo espiritual porque el de la Nueva Era piensa que
Dios ES el mundo espiritual completo. Ellos no hacen distinción entre los espíritus creados
y el Creador, Dios.

Nivel Alfa o Theta: usado en el Control Mental Silva y otras escuelas del ocultismo. Un
estado de trance en que se logra el contacto con el mundo espiritual. En ese estado de
trance, esas ondas cerebrales predominan en un Electroencefalograma, de ahí el término
(EEG) pseudocientífico. Hemisferio izquierdo, hemisferio derecho: toda esa teoría se usa para
establecerse contacto con el mundo espiritual.

Una vez que se empiezan a definir los términos, uno comienza a entender que se está lidiando
con el contacto del reino espiritual que está prohibido por Dios. Quiero ser bien claro, preciso, contundente
y concreto: ¡No existe tal cosa como vibraciones o energías impersonales que los individuos puedan usar y
controlar! Tampoco hay manera científica de explicarlas, aunque parezcan hacerlo.

Toda la energía espiritual es muy personal. Reside en un espíritu de uno de los cuatro grupos
mencionados: demonio, ángel, humano o Dios. ¡Los seres humanos no pueden controlar a Dios o a su
poder en forma alguna! Por lo tanto, si tú controlas alguna "energía" del mundo espiritual, tú estás
utilizando demonios. Y no los estás controlando en absoluto, eso es lo que ellos te hacen creer, pero la
realidad es la opuesta: ellos te controlan a ti.

Pongamos algo en claro: a lo largo de la historia, Satanás ha usado continuamente tres métodos
para poner a las personas en contacto con el mundo espiritual. Presta atención porque es muy probable
que alguna de ellos te suenen o sencillamente los tres:

Drogas

Meditación, hipnosis y estados de trance: todos implican una mente en blanco.

Visualización o imaginación orientada

Las drogas que alteran la mente han sido usadas alrededor del mundo entero en todas las
culturas por los magos shamanes o brujos curanderos para entrar en contacto con los espíritus. Es
interesante que los satanistas de pura cepa del mundo occidental no tengan interés en tomar drogas tales
como el LSD.

¿Por qué? Porque no logran alucinarse con ellas. De todos modos, ellos ven el mundo espiritual
la mayor parte del tiempo. No necesitan una droga como el LSD que les permita hacerlo. Las
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alucinaciones causadas por esas drogas no son nada más ni nada menos que experiencias en el reino
espiritual.

Los demonios son maestros del engaño. En el reino espiritual tienen la habilidad de "cambiar la
escena" del mismo modo que los hombres hacen en la industria cinematográfica. Si tú visitas los estudios
de la Universal, donde se hacen muchas películas en los Estados Unidos, puedes caminar por una calle y
encontrarte de pronto en el "Viejo Oeste", doblar la esquina, y verte en la Inglaterra del siglo dieciocho,
virar en otra esquina, y encontrarte en otro país diferente en otra época. Los demonios pueden hacer lo
mismo en el mundo espiritual y crearles a los humanos bajo su control toda clase de ilusiones.

Las religiones orientales se concentran en lograr el contacto con el mundo espiritual. Para hacer
esto, han desarrollado formas de "meditación" que implican técnicas de relajamiento para poner la mente
en blanco.

La Escritura nos dice que somos responsables de controlar nuestra mente en todo momento. De
otro modo, una vez que nuestra mente se haya quedado en blanco, los demonios tienen libertad para
asumir el mando y controlarla.

060 - Probando Las Armas


En la segunda carta a los Corintios, Pablo escribe: Porque las armas de nuestra milicia (si
Pablo dice que lo nuestro es una milicia, es que somos militantes. Y si somos militantes, es porque
militamos en un ejército. Y si debemos militar en el marco de un ejército, es porque ese ejército,
indudablemente está en medio de una batalla.

Muchos de nuestros soldados ni siquiera se han dado cuenta que estamos en una batalla. Y
otros, mucho peor todavía, no sólo que no la ven sino que tampoco la creen, y además, casi se burlan de
los que hablan del asunto. En paz descansen) no son camales, sino poderosas en Dios para la
destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

Finalmente, la visualización y la imaginación orientada son una técnica muy antigua para lograr
contacto con el mundo espiritual. Esa técnica individual por sí sola es responsable de que miles de
cristianos caigan en la trampa de usar técnicas ocultistas.

Ahora bien: ¿Qué está haciendo la gente, en realidad, cuando logra contacto con el mundo
espiritual? En realidad, están logrando un control consciente sobre el espíritu. Yo no sé cómo llamar ese
control; por lo tanto, lo he llamado "establecer un -vínculo- entre el alma y el espíritu".

En cierto modo, la mente consciente logra controlar el espíritu y las personas pueden usar su
espíritu para “mírar" dentro del mundo espiritual y comunicarse con los espíritus en ese mundo.
Recuerden, nuestro cuerpo físico no puede "ver" ni comunicarse con el reino espiritual invisible en ninguna
forma.

Esa comunicación tiene que venir, necesaria y obligatoriamente, por medio de nuestro espíritu.
Normalmente, no podemos comunicarnos con el mundo espiritual. Esa vinculación que une el alma y el
espíritu se perdió en la caída. Cierto es que hay cristianos que aseguran estar “en el espíritu” durante todo
el día. No los contradigo, pero sería conveniente se fijaran bien en qué “espíritu” es que están.

Las tres técnicas mencionadas las usan los ocultistas alrededor del mundo para establecer el
mencionado control sobre su espíritu. Es interesante que una vez que una persona sale del ocultismo para
venir a Jesucristo, no pierde esa capacidad hasta que le pide al Señor que rompa el vínculo entre su alma
y su espíritu de acuerdo con lo que dice la palabra.

Porque la palabra lo consigna en la carta a los Hebreos, cuando señala: Porque la palabra de
Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el
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alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las
intenciones del corazón.

Aquí, si bien está hablando de la propia persona que es la que tiene que hacerlo, algunos hijos
de Dios pueden tener la misma autoridad para con aquellos que no quieren venir a Cristo ni aceptarle. Ha
dicho gente de probada experiencia en este ministerio que si se pide al Señor que rompa en la persona
ese vínculo entre el alma y el espíritu, cuando Dios concede esa petición, la persona pierde
instantáneamente la facultad de comunicarse con el mundo espiritual.

Es claro que no es la voluntad del Señor que su pueblo tenga ese control sobre su espíritu.
Nuestro espíritu ha de estar directamente bajo el control del Espíritu Santo, no de nuestra mente. No
necesitamos estar permanentemente viendo el mundo espiritual si es que hemos de caminar por fe.

Esa es la diferencia básica entre el cristianismo y el ocultismo. Los ocultistas dominan sus
contactos con el mundo espiritual, y controlan, en gran medida, el poder que usan. Por otro lado, los
cristianos nunca están en contacto con el mundo espiritual excepto en las breves ocasiones en que el
Espíritu Santo permite tal contacto, y los cristianos no controlan el poder de Dios en forma alguna.

Los cristianos son siervos o hijos, nada más. El Señor obra a través de sus siervos e hijos como
EL desea, y no corno ellos desean, está claro? Los demonios cooperan con los humanos para darles
poder cuando las personas lo desean para alejarlos lo más que puedan del Señor.

Es indispensable que seamos cuidadosos y caminemos en fe y obediencia a nuestro Señor. No


podemos ni debemos permitir bajo ningún aspecto, que cualquier deseo pecaminoso nos lleve a caer en
las trampas de Satanás.

061 - Las Cosas por Su Nombre


¿Tú sabes lo que es el demonismo? Tienes permiso para decirme, si quieres, hasta que es una
materia de Seminario. Pero lo que no puedes decirme, es que se trata de una tontería, de una exageración
o de un delirio místico de infradotados. No me interesa lo que tú conozcas o dejes de conocer; lo cierto es
que el demonismo no es ni humorístico ni mucho menos falso.

Es real. Es uno de los temas más serios y significativos que jamás se hayan considerado. Sin
embargo, es uno que nunca o muy contadas veces se toca. Es como si nos dijéramos: “Si no hablamos
sobre eso, pronto dejará de existir”. Nosotros los cristianos, evadimos al demonismo como a una plaga. Y
cuando lo discutimos, nuestros comentarios lo sitúan entre la superstición tradicional o la ignorancia
absoluta.

Y mientras nosotros, los que nos ufanamos de conocer la Biblia, lo hemos ignorado, el mundo
en cambio lo ha explorado. Tergiversando la verdad y aprovechándose de la curiosidad y la vil sensualidad
humanas, promotores astutos lo han convertido en un extravagante negocio, una suerte de espectáculo de
atracción rara con todas las artimañas que agradan a las multitudes deseosas de sensaciones y
experiencias nuevas.

Y el diablo no podría estar más feliz. La última cosa que él desea es que, su presencia y
estrategia, sean expuestas. Los cristianos necesitan estar informados de la verdad: que tenemos la
victoria, que somos más que vencedores y no víctimas indefensas cuando tengamos que lidiar con
Satanás y sus demonios.

En su libro “Los Demonios en el Mundo Moderno”, el doctor Merril F. Unger, escribe el


siguiente párrafo: “Ciertamente no hay excusa alguna para que la iglesia renuncie a su poder carismático
de sanar y libertar de la opresión satánica. En la misma medida en que lo hace, proclama su bancarrota
espiritual, y se convierte en una institución débil que ya no dispone del respeto de las masas
espiritualmente necesitadas.
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No nos sorprende que las multitudes busquen la realidad espiritual en las religiones orientales,
en las creencias no cristianas y en la perversión del cristianismo que tienen orientación ocultista. La fe
cristiana ha perdido tanto su vitalidad a causa de la apostasía y está contaminada por las opiniones
humanas y por una presentación defectuosa de Jesucristo, que se está transformando en un caparazón
hueco, sin poder afectar las vidas de los hombres.”

Yo estoy de acuerdo con esto. Es mucho el tiempo en el cual los cristianos se han mostrado
apáticos en cuanto a abordar el asunto del demonismo. Es tiempo de tomar una posición firme en contra
de los poderes de las tinieblas en la fortaleza del Señor Jesucristo. Firme y confiadamente, tenemos todo
el derecho de negar al adversario cualquier terreno que él intente reclamar por medio de maquinaciones e
intimidación. En la segunda carta a los Corintios, hay una declaración.

Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus
maquinaciones. La preocupación de Pablo, aquí, es que los creyentes de Corinto perdonaran plena y
completamente a un individuo en su iglesia local. Por eso les dice que reafirmen su amor hacia él: (Por lo
cual os ruego que confirméis el amor para con él) y que prueben su obediencia: (Porque
también para este fin os escribí, para tener la prueba de su vosotros sois obedientes en
todo) Por no limitarse en este acto de perdón.

¿Por qué? Para que Satanás no gane ventaja de la situación. En otras palabras, su falta de perdón
daría al enemigo la posibilidad y la oportunidad de abrirse camino en la congregación y lograr sus
propósitos engañosos. La desobediencia de ellos podría ser la oportunidad para el adversario. Él espera
pacientemente que tales puertas se abran y con astucia se mueve en tales momentos.

Pero; ¿Qué declara Pablo? Él dice: No ignoramos sus maquinaciones. En realidad él está
diciendo: “Muchachos; ustedes saben sus maquinaciones. Estamos constantemente conscientes de sus
métodos y sus estrategias. ¡Y no nos va a tomar por tontos!”

Fíjate que estas son palabras fuertes, de confianza firme y que no tienen nada que ver con ese
modismo almibarado con que los cristianos, muchas veces, intentamos barnizar de amor nuestras
definiciones. Ahora bien: estas palabras, ¿Son una realidad contigo? Porque Pablo, evidentemente, podía
decir eso, pero: ¿Tú también puedes hacerlo?

Antes que se pueda hacer frente a cualquier opositor, hay que conocer como obra, como opera,
como se mueve. Es obligatorio en cualquier tipo de contienda, disipar al máximo la ignorancia. Ejemplo
deportivo: un boxeador con lucidez no va a subir al ring, al cuadrilátero, sin que primero no haya estudiado
el estilo de su rival.

Lo mismo se da en el fútbol, donde los entrenamientos previos a un cotejo, tienen


preponderantemente movimientos tácticos que tienen que ver con la táctica que ya se sabe utilizará el
rival. En todos los campos y los tipos de confrontaciones, hay gente que se pasa días, meses, años
estudiando las tácticas, las debilidades, la fortaleza del oponente. La ignorancia es una enemiga de la
victoria.

Mira: te invito a que hagas un estudio serio – por ti mismo, sin influencias, desde la Biblia -, del
diablo y su ejército de demonios. Este estudio no puede hacer eso en tu lugar, pero muy bien podría ser la
fuente de motivación.

Recuerda que la ignorancia con respecto a tu enemigo, te pone a ti a merced de él y te roba la


confianza que se necesita para estar firmes contra su estrategia. Nadie te está diciendo que tengas que
meterte en todas las conferencias, cursos o institutos de Guerra Espiritual o demonismo. Lo que te estoy
significando es que tú tienes que estar informado, al menos, de lo elemental.
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Ahora por favor, busca en tu Biblia la carta de Pablo a los Efesios. Vete al capítulo 6. No interesa
que yo te lo escriba aquí, tú léelo también en tu Biblia. Por allí el Señor tiene una revelación determinada
para ti. Los cuatro versículos que vamos a compartir son muy útiles para entender la batalla que se está
llevando a cabo. No vengo haciendo eso en este trabajo, pero aquí lo amerita. Yo te sugeriría que, si
puedes, los memorices dentro de los próximos días.

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza,


vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas
del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios,
para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad,
pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia.

Pese a que habitualmente no se lo enseña de este modo, es notorio que en estos cuatro
versículos, se revelan cuatro mandamientos. En el verso 10, Fortaleceos; en el 11, Vestíos; en el verso
13, Tomad y, en el 14, Estad Firmes.

Sería interesante que como aditamento necesario para la prosecución de este trabajo, podamos
estar algunos minutos reflexionando seriamente sobre cada uno de estos mandatos, sobre su validez
individual y conjunta.

Fortaleceos
Por la simple y sencilla razón de que nuestra lucha es una guerra invisible, consecuentemente
nuestra fortaleza no es externa. Esto se refiere a fortaleza interna, como concluye el versículo 10, donde
habla de “El poder de su fuerza”, refiriéndose al Señor Jesucristo.

Tenemos que ser fuertes en Él. Descansar en Él por fe. Ir a Él en oración. Caminar con Él en
confianza, extrayendo de su poder. ¿Por qué? La mejor respuesta nos la da la misma Biblia a partir de lo
que hallamos en el Nuevo Testamento.

En la carta a los Colosenses, Pablo consigna: Y a vosotros, estando muertos en pecados y


en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos
los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era
contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y
a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Aclaremos bien este punto porque conocerlo y entenderlo, resulta clave en esta guerra. Cuando
Cristo murió en la cruz, Él “despojó”, porque ese es el término adecuado, a todos los poderes de las
tinieblas.

¿Y qué dice como resultado de ello? Que lo hizo “Triunfando sobre ellos”. Así que Él es
campeón. Cuando se vuelva a Él pidiéndote fortaleza, tú te estás volviendo al único que tiene autoridad
soberana sobre ellos. La ganó en la cruz. Fortalécete en la fortaleza de ese campeón.

Vestíos
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¿Vestíos de qué? En la carta a los Efesios, Pablo lo dice con total y absoluta claridad. Tenemos
que ponernos “Toda la armadura de Dios” para poder estar firmes contra las asechanzas del enemigo.
En cualquier guerra convencional, las tropas buenas que pelean bien, inexorablemente están bien
equipadas. Por el contrario, contar con armas inferiores y equipos pobres y limitados, inexorablemente
traen derrota.

El texto correcto de esa escritura mencionada, es: Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros
lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, (15) y calzados los pies con el
apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis
apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la
espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.

Lee con atención, cuidado y prolijidad de este detalle. Escudriña, investiga, desmenuza cada una
de las palabras que no por casualidad sino por causalidad han sido utilizadas aquí. La armadura sirve para
protegerte y darte confianza en la batalla.

Ahora tengo que advertirte que, cuando tú te des cuenta que esta batalla es como ninguna otra que
tú puedas haber vivido en tu vida, es muy posible que te atemorices, que te intimides y hasta te vuelvas
medroso. ¿Sabes por qué?

Por un simple principio de seguridad. Cuando tú te des cuenta que por más que lo intentes no
puedes ver a tu enemigo pero que él sí te ve a ti perfectamente, es obvio que no podrás dejar de
estremecerte y, llegado el caso, hasta horrorizarte. Bien; esa es una razón más que convincente para
colocarte toda la armadura que Dios ha provisto, ¡Póntela hermano!

¡Tomad!
Toda la provisión de Dios es tuya, hecha a la medida de tu personalidad, de tus circunstancias y tus
necesidades. Y está allí, disponible y esperando que tú la reclames. Alcánzala por fe y espiritualmente
toma, en días venideros; pero primero debe tomarla. No apeles a la falsa modestia, porque los hombres la
confundirán con modestia genuina, pero Dios la verá tal cual es y podrá tratarte de hipócrita; ya lo hizo.

Te vas a sentir raro cuando la poseas. ¡Y ni te cuento cómo te van a ver los que no comparten
demasiado estas cosas! Directamente ridículo. Porque tú no vas a ver nada y la gente tampoco, pero en el
ámbito espiritual, los demonios sí que la verán y no podrán con ella.

Cuando un soldado ingresa a un ejército, con lo primero que se encuentra es con un asustado
grupo de reclutas tan nuevos e inexpertos como él. Luego se les entrega ropa, calzado, un fusil cuya
calidad será acorde a la capacidad económica de su país.

Se le suministra munición, una bayoneta, que es un afilado cuchillo que se calza en el extremo del
fusil y un casco de acero para proteger, su cabeza. Ese es, - desde ese momento -, su equipo de combate.
Por más lógico miedo que pueda tener, ante la alternativa de una guerra, de un combate, tú tendrás
grabada a fuego la orden al respecto de tu superior inmediato: “-¡Tome su equipo, colóqueselo y
prepárese para combatir!-” Bueno; ¡Eso es, exactamente, lo que Dios te dice a ti, hoy!

Estar Firmes
Esto es tan importante que estas palabras aparecen tres veces en diferentes lugares: (Efesios 6:11,
13 y 14) Son palabras de confianza y seguridad. Nos dicen que no tenemos nada que temer. Nada.
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Después de todo el que toma el lugar nuestro en la pelea, es el campeón. Y el enemigo ya está derrotado,
sucedió en la cruz, ¿Lo recuerdas, no?

Por supuesto, él no quiere que tú sepas eso. Y esto explica por qué su estrategia favorita es el
engaño. Él va a presentar cortinas de humo que pueden parecer horrorosas y espantosas y terriblemente
impresionantes, pero detrás de todo ese ruido y humo está el completo conocimiento de que él esta
derrotado.

Así que cualquier cosa que tú hagas lidiando con demonios, creyente, hazlo con confianza. Con
una seguridad victoriosa absoluta. Él es la víctima, tú eres el victorioso. Así que la demanda más que
obvia, es: Estar Firmes. Y si quieres, de paso, recuerda a Pablo a los fines de ser prevenido, cuando él
dice que El que piense estar firme, mire que no caiga.

062 - Resistiendo al Enemigo


En el versículo 13 de esta misma sección de la Escritura, (Efesios 6), se nos dice el propósito de
que nosotros nos pongamos la armadura y estemos firmes. ¿Para qué, dice? Para que podáis resistir
en el día malo. ¿Y qué quiere decir esto? Que tales días, indefectiblemente, vendrán. De otro modo,
diría “por si llegan” días malos. Dios sabe escribir muy bien en cualquier idioma.

Algunos de los que están leyendo mis palabras, seguramente están más que conscientes del “Día
malo”. Han sido obstaculizados y atacados por el enemigo. Ya sea en contra de sí mismos o de otra
persona. O de ambos. Casi los puedo ver, ahora, impactados por que sienten que el Señor les está
hablando de manera personal. Y es así, sin dudas. Dios usa vasos útiles y no tan útiles para bendecir a
sus hijos. ¡Gloria a Su nombre, por ello!

Otros no tienen experiencia y sólo pueden imaginarse lo que comprende la opresión demoníaca.
Créeme que es terrible. Es horrorosa. Es vil. No es como ninguna otra cosa que hayas enfrentado. Es
agotadora e implacable. Es “Día malo”, como dice el versículo, Satanás es un enemigo derrotado, pero no
se rinde sin luchar.

Primero necesitamos entender el deseo de nuestro adversario. El desea ante todo, salirse con la
suya en la vida de los humanos. El desea controlarnos, o por lo menos tener acceso a ser oído y llegar a
ser una fuerza persuasiva en nuestras vidas. Su área preferida de operación es nuestras mentes. Esto se
ve en los dos pasajes siguientes de la Escritura.

2 Corintios 10: 3 = Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; (4)
porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la
destrucción de fortalezas, (5) derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

2 Corintios 11: 3 = Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva,
vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.

Sí. Eso es. “Sean extraviados” es la mejor expresión. Es la idea de sacarnos del curso,
desviarnos, apartarnos del propósito. Finalmente su esperanza es ganar control absoluto. Y porque los
demonios existen en forma espiritual (Ellos no tienen cuerpo físico) poseen un fuerte deseo de operar
dentro de un cuerpo, especialmente un cuerpo humano. Más razón para estar firme “contra sus
estrategias”
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Durante el ministerio terrenal de Jesús, Él encontró en varias ocasiones personas endemoniadas. A


propósito, “posesión demoníaca” y “opresión demoníaca” no son en realidad términos bíblicos. El texto
griego apoya sólo la idea de uno estar “endemoniado” que puede incluir cualquiera de los varios niveles
de actividad o control demoníaco.

A veces la participación era tan profunda que había que echar fuera los demonios de los individuos.
En otras ocasiones, se le decía a la persona bajo ataque que “resistiera”. En el pasaje de Efesios 6 que ya
hemos mencionado, como también en el de Santiago 4, se menciona resistir al enemigo. Pero cuidado;
resistir conforme a formación militar, que es combatiendo; no es de ninguna manera aguantar o soportar.

El Texto fiel de Santiago 4, es: Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros. La pregunta que cabe entonces aquí, es: ¿Y cómo lo resisto de la mejor manera con
posibilidades de éxito? Te doy cuatro sugerencias.

La primera: Verbalmente declara tu fe en el Señor Jesucristo. Usa Su nombre completo al


hacerlo. Abiertamente reconoce que Él es tu maestro, tu Señor y el único que ha conquistado todos los
demás poderes en la cruz.

La segunda: Rechaza toda lealtad al diablo, a su ejército demoníaco, y lo oculto. Haz esto
fuerte y firmemente. Otra vez expresado en alta voz.

La tercera: Reclama toda la armadura de Dios, basada en Efesios 6:1-17 como tu protección
completa. Lee el pasaje oralmente con énfasis.

La cuarta: Por último, declara firmemente tu resistencia a las influencias demoníacas.

Afírmate en esta esperanza. Rechaza la tentación de dudar la realidad de las promesas de Dios
para ti. El enemigo está derrotado. El corre cuando es desenmascarado. La sangre de la cruz lleva con
ella poder divino. Descansa en la transacción que ocurrió en la cruz, esto es: la sangre de Cristo por tus
pecados.

063 - Voces “No Autorizadas”


Hay ocasiones, cuando los demonios se han arraigado tanto en una vida, que se hace necesario
expulsarlos, echarlos fuera. Esta experiencia es muy emocional y violenta y se necesita la ayuda de otros
cristianos. La escritura sugiere que resistir es algo que uno hace por su cuenta, pero cuando los demonios
eran expulsados en los tiempos bíblicos, se involucraban otros cristianos para ayudar en el proceso.

Cuando uno o más demonios habitan el cuerpo de un individuo, esa persona se halla controlada
bajo la influencia del espíritu maligno. Bloqueando temporalmente su conciencia, el demonio puede hablar
y actuar dentro de la víctima usándolo como un esclavo o instrumento.

En tales casos, la persona tiene una fuerza increíble, una lengua blasfema, vil y vulgar, un
temperamento violento y feroz que lleva a cabo actos peligrosos en contra de sí mismo y de otros. No es
extraño que la víctima endemoniada sea arrastrada a formas perversas de ataques más sádicos y brutales
hacia otros… hasta el extremo del asesinato. De allí que muchos hemos llegado a la conclusión que en el
delito sangriento, no sería raro que hubiera gran actividad demoníaca en los responsables.

Ha sido nuestra observación que, cuando el demonio habla y se proyecta a sí mismo a través de la
víctima, la voz es diferente de la voz normal y la personalidad del individuo. En ocasiones el espíritu
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maligno que habla usa otro idioma, totalmente desconocido por la víctima. También es interesante que el
pronombre usado ayuda a identificar la presencia de un ser extraño.

El primer pronombre personal “Yo” o “Mí”, consistentemente identifica al demonio residente. Se


dirige a los espectadores en la segunda persona “Tú” o “”Tuyo”. Se refiere a la víctima en la tercera
persona “El”, “Ella” o “Su”, lo cual durante el ataque se ve inconsciente para todo sentido práctico, como
que no existe durante el intervalo.

A menudo se necesita una confrontación firme. Cuando la gente está endemoniada, necesita
ayuda. Inmediata, valerosa, comprensiva. Pero permíteme advertirte algo: la guerra espiritual no es un
asunto trivial. Y para que no dejes que la curiosidad indolente te lleve a la idea de que tal ministerio es un
juego placentero o una credencial para el “pavoneo” interno, por favor, procede con cautela.

Nadie se convierte en un “experto” en un ministerio de liberación. Nuestra única base para la


victoria sobre los poderes de maldad, es nuestra unión con el Señor Jesucristo. Los espíritus de las
tinieblas son imprevisibles, extremadamente astutos, y siempre dinámicos y activos. Marie Buber ha
elaborado una excelente guía práctica de la cual podemos extraer algunas precisiones necesarias.
Primero, las negativas.

1)=No busques información ni permita que ningún espíritu maligno te de involuntariamente


información que tú no estés buscando.

2)=
No creas lo que el espíritu maligno dice a menos que tú lo compruebes. Son mentirosos
empedernidos como hijos que son del padre de mentira.

3)= No tengas miedo de que les amenace con hacerte daño a ti o a tu familia.

4)= No asumas que una victoria es el fin de la lucha.

5)= No confíes en que un enfrentamiento audaz sea el camino principal para conseguir victoria
sobre el enemigo. Una aplicación positiva de la doctrina, oración combativa, memorización de las
Escrituras, y un caminar de alabanza hacia Dios son esenciales. Y ahora las positivas.

1)= Vístete diariamente con toda la armadura de Dios, reclama tu unión con Cristo y camina en la
plenitud del Espíritu Santo.

2)= Vuelve a tomar cualquier terreno que haya cedido a Satanás por pecados carnales voluntarios
cometidos despreocupadamente. Una simple oración de fe puede llevar esto a cabo.

3)= Ata todos los poderes de las tinieblas que obren bajo el mando de cualquier espíritu maligno a
este último, ordenándole salir cuando él lo haga.

4)= Fuerza al espíritu maligno a aceptar esto porque tú estás sentado con Cristo sobre todos los
principados y poderes y tienes una autoridad plena sobre ellos.

5)= Fuérzalos a aceptar que cuando tú les ordenas que salgan, tienen que ir donde Cristo los
envía.

6)= Exige que el poder maligno se una en un solo espíritu si es que se ha dividido en varias partes.
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7)= Estate preparado porque el poder maligno puede intentar hacer daño de alguna forma a la
persona con la que tú estás trabajando. Dolores repentinos en el cuerpo, un agudo dolor de cabeza,
sensación de asfixia, y cosas como estas son utilizadas muy a menudo.

Ahora bien: ¿Puede un cristiano estar endemoniado? Por muchos años yo me hice esta pregunta,
pero ahora estoy convencido de que puede suceder. Si se le da base para entrar al poder de las tinieblas,
(Como es el aventurarse en el ocultismo, un espíritu indispuesto a perdonar, un estado habitual de
carnalidad, etc.) los demonios ven esto como una luz verde para proseguir.

Las fuerzas de las tinieblas no discriminan en relación con el cuerpo que quieran habitar. Yo he
trabajado personalmente con cristianos preocupados, angustiados por muchos años. Ocasionalmente he
sido testigo del doloroso proceso de liberarlos de demonios.

Quizás una palabra esclarecedora de seguridad es necesaria aquí. El creyente tiene al Espíritu
Santo residiendo en él. Por lo tanto, el espíritu inicuo extraño ciertamente no puede reclamar que es
“dueño” del cristiano. Él todavía es un hijo de Dios.

Pero mientras esté presente en su cuerpo (Tal vez en la región del alma) esa fuerza maligna puede
hacer estragos en su vida, trayéndole los pensamientos más extravagantes que se puedan imaginar a su
conciencia. ¿Podría esto explicar por qué algunos creyentes pueden caer en pecados tan horribles? ¿Y
algunos hasta cometer suicidio? ¿Cómo se relaciona todo esto a nosotros, hoy? Puedo mencionar tres.

1)= Tiene que haber un diagnóstico correcto: Tenemos que cuidarnos de la persecución de
brujas. Alguna gente ve demonios en cada área de debilidad o de equivocación. Se ha oído hablar hasta
de un “espíritu de comerse las uñas”.

Además, hay características entre los perturbados mentales y emocionales que son extravagantes,
pero no necesariamente demoníacas. Y puede haber desórdenes físicos también. Todo esto nos dice que
tenemos que tener mucho cuidado y discernimiento en lo referente al diagnóstico. Sin embargo, de los
síntomas que pudieran denotar demonios, son:

a)= Repentinos e irrazonables cambios de carácter.

b)= Expresiones agresivas e incontrolables de hostilidad.

c)= Apego sobrenatural a amuletos, adivinos, e involucrarse en el ocultismo.

d)= Hábitos extremos, esclavizantes de inmoralidad sexual, perversiones, blasfemia y burla


desvergonzada.

Todas estas características y otras más necesitan ser observadas con discernimiento. Consultar a
otros es de gran ayuda en este asunto. Ten cuidado de no hacer un diagnóstico prematuro.

2)= Se le debe proveer ayuda a la persona endemoniada. Eso, si se está en el


convencimiento de la presencia de demonios, la persona endemoniada necesitará ayuda de cristianos
fuertes y dedicados que trabajen juntos en liberar a la víctima del mal. Un estudio cuidadoso del
procedimiento de Jesús es indispensable.

Por ejemplo, Él preguntó el nombre del demonio. Él tomó autoridad y no cedió el control. No
obstante, nos sugiere no dialogar con ellos. También mandó al demonio que saliera. Nunca se recomienda
que este proceso se intente solo. Hay fuerza en el número especialmente de cristianos maduros. Tales
experiencias pueden ser extremadamente difíciles y violentas.
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3)= Tiene que haber un seguimiento de apoyo después de la penosa experiencia. El tiempo más
vulnerable viene después que el individuo es liberado de los demonios. Se necesita mucho cuidado y
apoyo. No dejes a alguien así sin ayuda.

Hemos descubierto, en este estudio, que para pelear contra los poderes de las tinieblas, hay que
disipar la ignorancia y tomar y emplear la armadura de Dios. También vimos que hay dos maneras básicas
que la Biblia nos enseña a lidiar con los demonios.

Resistirlos y echarlos fuera. En Jesucristo somos victoriosos. No hay razón para tener miedo. No
puedo pensar otro modo para concluir esto que citando un versículo que lo dice todo acerca de nuestra
guerra espiritual con Satanás.

En el Libro del Apocalipsis hay un texto que quiero repetir textual en el final de este bloque: Y ellos
han vencido por medio de la sangre del cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y
menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

064 - Hablemos de Liberación


Lo dicho; ahora voy a hablar de liberación. ¿Crees en eso? Te lo pregunto porque hay infinidad
de iglesias auto denominadas como cristianas que no sólo no practican liberación, sino que además
tampoco creen en ella. ¡No está en nuestra doctrina!, dicen. Liberación no es un asunto doctrinal, es un
asunto espiritual.

Además, también voy a referirme a un tema que, cuando se nos ha enseñado, mucho me
temo que no se lo ha hecho debidamente. No me atrevo a decir que se nos ha enseñado mal, pero por lo
menos estoy convencido que se nos proporcionó información incompleta: la sexualidad o asexualidad de
los ángeles.

Quiero tratar de aclararte esto antes de ir al tema, para que sepas con claridad en qué
vamos a basar nuestras enseñanzas. Hay una cosa que se llama el credo apostólico. ¿Te acuerdas de
esa oración que practica la Iglesia Católica, “creo en el señor Jesucristo”…?

Bueno; tengo que decirte que el credo apostólico no fue inventado por los teólogos del
Catolicismo Romano. En el año 150 los hermanos ya usaban ese credo. Claro que no decían que creían
en la santa iglesia católica romana, a eso se lo añadieron después.

Si tú revisas con atención a ese credo, vas a darte cuenta que en resumidas palabras
expresa el fundamento de la fe, pero también vas a comprobar que allí no se habla de liberación. Y es
lógico que así sea, porque como ya te dije, la liberación no es un asunto de doctrina, no lo es.

Yo no quiero cambiar la doctrina de la iglesia. Liberación es un accesorio, algo que Dios


nos ha dado, es el pan de los hijos. Una iglesia que no cree en la liberación, no deja de ser cristiana. ¿Qué
sucede cuando algo afecta la doctrina? En ese caso, la iglesia que lo haga, entonces sí deja de ser
considerada cristiana.

Por ejemplo, un fundamento básico: Jesús es el Señor y es el único camino de salvación.


Si alguien viene y te dice: “Sí, es salvación, pero también”. ¡No! Sáquenlo, apedréenlo, arrójenlo al
abismo. Porque esas son cosas en las que de ninguna manera podemos negociar.

Pero hay otros elementos que no tienen absolutamente nada que ver. Y en esto es donde
ubicamos a la liberación. La liberación, reitero, no es un asunto doctrinal. Por eso invertí este pequeño
tiempo gráfico para procurar ponerlo bien en claro.

El que no conoce o sencillamente no cree en liberación, no deja de ser creyente. Es un


creyente que tendrá algunos problemitas más que sus hermanos que sí creen y conocen liberación.
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Porque será un creyente con menos armas. Un creyente vulnerable. Quizás hasta herido. Y, lo peor, sin
que él sepa por quién o por quiénes. Triste.

Porque en definitiva, a esa persona no va a salvarlo la liberación, lo va a salvar la fe en el


Señor Jesucristo. Eso sí es doctrinal, es básico. ¿Entendido esto? Bien; ahora sí estamos en libertad para
hablar de liberación, de demonios y todo producto del infierno.

Quisiera, en principio, darte algunas características de lo que nosotros llamamos casi


cordialmente “el diablo”, cuando en realidad nos estamos refiriendo a Satanás, adversario, Lucifer, o
Lucero de la mañana. Es el nombre que se le da. Lucero es Brillante o Portador de luz.

065 - En las Piedras de Fuego


(Ezequiel 28: 12) = Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile:
así ha dicho Jehová el Señor: tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y
acabado de hermosura.

Sello de la perfección. Literalmente, conforme al hebreo en que esto fue escrito, significa “el
que sellaba un diseño”. Es un impacto descubrir esta traducción. Porque este texto estaría diciendo: “Tú
eras el que sellaba un diseño”. No todos la conocen a esta traducción, vale la pena saberla.

Aquí aparecen algunos elementos claves en esta figura que nosotros tomamos con tanta
liviandad, a veces: Perfección, Sabiduría y Hermosura. Tres elementos. Primera característica de Lucero.
Realmente era un ser glorioso, tremendo.

(Verso 13) = En Edén, en el huerto de Dios estuviste; toda piedra preciosa era
tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo,
esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en
el día de tu creación.

Podemos ver algo más en este pasaje. Hay una referencia a dos cosas: piedras preciosas.
Varias de estas piedras preciosas se mencionan en Apocalipsis, cuando se habla de la Ciudad Santa.
Luego se mencionan instrumentos, literalmente, tamboriles y flautas.

Y es interesante que se hable de percusión. Esto nos hace pensar que él tenía alguna
relación con la alabanza. No es mi intención deducir más allá de eso. Porque algunas versiones dicen que
era “el que envolvía a Dios con alabanza”. En otras da a entender que él dirigía la alabanza. Sin
embargo, todas estas son no más que explicaciones paralelas.

(Verso 14) = Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de


Dios, allí estuviste, en medio de las piedras de fuego te paseabas.

La palabra protector, literalmente significa “ungido”. Si tú analizas el hebreo, te va a


aparecer una palabra muy especial: mesías. Mesías, es “ungido” en hebreo. Entonces, lo que dice allí, es:
“Tú, querubín, mesías”. ¡Qué tremendo!

Y después dice que andaba en medio de las piedras de fuego. Y esto de las piedras es
muy interesante. Pero vamos a revisar lo que hemos visto hasta aquí. Hablemos de su morada, la morada
de Lucero.

En primer término, estaba en el Huerto del Edén. En segundo lugar, estaba entre los querubines
protectores. Tercero, estaba en el santo Monte de Dios y, en cuarto orden, en medio de las piedras de
fuego.
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Observa que está ubicado, geográficamente, a cuatro puntas. Aparentemente, hay tres
seres espirituales que tienen muchísima autoridad: Lucero, Gabriel y Miguel, los arcángeles. En primer
lugar, conocemos los nombres, y eso es porque Dios nos los reveló.

Lo segundo, es que nosotros nos damos cuenta el nivel de jerarquía que entre ellos
respetaban. A tal punto, que Miguel no se atreve a proferir maldición contra Satanás, sino que le dice:
“Jehová te reprenda”, en ocasión de la pelea por el cuerpo de Moisés.

Estoy hablando de quien está caído, pero es como que el título, el rango militar permanece.
¿Por qué se disputaban por el cuerpo de Moisés? ¿Se imaginan que pasaría con Israel si mañana
encontraran la tumba de Moisés?

Moisés, para Israel, fue el hombre más grande que hubo en la historia. Se convertiría en
un centro de peregrinación e idolatría. Definitivamente, Satanás quería al cuerpo de Moisés para usarlo
desviando la atención de la fe de la gente.

Finalmente, el ángel vino para tomar el cuerpo y solamente el Señor sabe dónde lo
escondió. Esta es una interpretación, lo aclaro, no se ve para que otra cosa o por qué otro motivo
deberían pelear por el cuerpo de Moisés.

066 - Cayendo Como un Rayo


(Verso 15) = Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste
creado, hasta que se halló en ti maldad.

(16) A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y


pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego,
oh querubín protector. (Dice “fuiste lleno” de iniquidad)

(17) Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría


a causa de tu esplendor; (Aquí vemos como empieza a deteriorarse todo lo que recibió) yo te
arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.

(18) Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones


profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te
puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.

Dice que profanó su santuario, pero añade que también lo hizo con sus contrataciones. Al
decir Sus, nos está dando a entender que no tenía una sola. Ahora vamos a ver en el libro de Isaías, el
capítulo 14, donde se nos habla de esto mismo.

(Isaías 14: 12) = ¡Como caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado
fuiste por tierra, tú que debilitabas las naciones.

(13) Tú que decías en tu corazón: subiré al cielo, en lo alto, junto a las estrellas
de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;
(14) sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.

(15) Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.

A esto podríamos sumarle lo que leemos en Lucas 10:18, donde Jesús les dice a sus
discípulos: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Hasta este punto, podemos sacar
algunas pequeñas conclusiones. Lucero, (con este nombre comienza su historia), era un ser creado,
hermoso, con mucha gloria y varias tareas.
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Él se movía en diferentes actividades, tuvo suma influencia y no hay dudas que era un ser
especial para Dios. De otro modo no le hubiera dado tantas tareas como tenía a su cargo. No vemos que
tanto Gabriel como Miguel hayan tenido tantas responsabilidades como él, en su momento.

Así es que él, por causa de todo esto, su corazón se llenó de iniquidad y fue expulsado de
la presencia divina de Dios. Hasta allí lo sabemos, ¿No es así? Vamos ahora a un elemento que para
nosotros es más conocido, Efesios 6:12. Quiero hacerlo en diferentes versiones. En primer término,
versión Reina Valera Actualizada.

…Porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados,


autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los
lugares celestiales.

Lo que dice literalmente el griego de ese versículo: …Pues no tenemos la lucha


contra sangre y carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los
dominadores del mundo de las tinieblas, contra las espirituales de la maldad en las
regiones celestes.

Vale aclarar que la palabra “huestes”, que nosotros tenemos en nuestra versión más
clásica, no existe en los originales griegos. Sólo dice contra LAS espirituales de maldad. En una buena
Biblia, esa palabra debería figurar como añadida para otorgarle lógica al resto del texto. Pero no existe la
palabra “huestes” en el original. Hasta donde se sabe, sólo existen: principados, potestades, dominadores
o gobernantes, luego te lo aclaro.

067 - Tres Jerarquías o Huestes


Versión Biblia de las Américas: …Porque nuestra lucha no es contra carne y
sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de
tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Veamos en una biblia Católica, la Torres Amat, que viene del latín y por eso en algunos
pasajes es mucho más clara que la Reina Valera que viene del griego: …Porque no es nuestra pelea
solamente contra hombres de carne y sangre, sino contra los príncipes y potestades,
contra los adalides de estas tinieblas del mundo, contra los espíritus malignos esparcidos
en los aires.

Ahora bien: Pablo nos da una catalogación muy interesante. Nos habla de tres jerarquías
(Puedes añadirle “huestes”, no te hagas problemas; no cambia la historia), habla de toda una estructura.
Y recuerda que Pablo tenía una formación farisea muy fuerte, pero también una formación militar.

Es simple: a mí no me tocó servir en el ejército de mi país. Mi número de sorteo, en la


época en que se incorporaba a los soldados a los veinte años de edad para servir en cualquiera de las tres
armas durante un año, fue lo suficientemente bajo como para resultar exceptuado por excedente.

Del 100 hacia abajo se salvaban, yo saqué el 045. Fue la única vez que gané algo en un
sorteo. Claro, jamás intervengo en ninguno si puedo decidirlo yo. Entonces no sé distinguir por marcas o
símbolos entre un cabo, un sargento o un capitán. Veo un uniforme y me da lo mismo un grado que otro.

Ahora bien: aquellos que no tuvieron mi historia y sus numeraciones los llevaron a cumplir
con ese año, fueron primeramente adiestrados, luego entrenados y hasta castigados si no sabían
distinguirlos con rapidez y claridad. Mientras para mí son todos señores oficiales, para ellos son cabos,
sargentos, tenientes, etc.

De allí que un militar pueda, incluso, manejar una especie de códigos, idioma especial o
jerga militar que quienes no son militares no conocen ni pueden. Pablo pudo describir algo que muy
probablemente no hubiera podido describir Pedro, por ejemplo.
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En dos pasajes de la palabra, Pablo, en Colosenses y Efesios, da esta misma catalogación.


Y en ambos, ignora la palabra “huestes”. Porque en Colosenses, tampoco la menciona. Esto es Biblia,
pura Biblia, no un curso sobre demonología conforme a la doctrina Tal o Cual.

Entonces veamos la primera jerarquía: Principados. La palabra, en griego, es arcón, y es


una expresión muy ligada a “gloria”. Para entender que es un principado, piensa en la palabra en sí. Un
príncipe es un líder con título. El sufijo “ado”, tiene que ver con la geografía y la demografía.

El término principado, revela un aspecto muy significativo en el acceso de Satanás a


nuestro planeta. Satanás despliega sus fuerzas de acuerdo con un mapa del mundo. Cuando se empezó a
hablar de cartografía, mapeo espiritual o espíritus territoriales, que es lo mismo, y con un poco más de
asiduidad, muchos pastores pusieron el grito en el cielo amparándose que ninguno de estos términos
aparecía en la Biblia.

En un principio, los pioneros del asunto no acertaron en una respuesta que ayudara a salir
de la oscuridad a mucha gente y que, de paso, los liberara a ellos de ciertos rótulos casi despectivos. Pero
en cierto momento a alguien se les ocurrió preguntarle a los más reacios a aceptarlo, si creían ciertas las
rotulaciones que Pablo hacía, cuando hablaba de principados, potestades y todo eso.

Naturalmente que dijeron que sí, que a eso si podían entenderlo y creerlo. Entonces los
especialistas de la época les preguntaron si sabían el significado de esa palabra, Principado. Y ese sufijo
conque termina la palabra, le otorga sentido de ubicación.

El principado de Mónaco, por ejemplo, determina que hay un príncipe que ejerce autoridad y
dominio sobre un territorio, en este caso el geográfico que pertenece al hermoso sitio con capital en
Montecarlo.

068 - Potestad, Autoridad y Gobierno


El sufijo “ado”, entonces, liga la jerarquía con el territorio. No es lo mismo decir Rey que
Reinado, ni Príncipe que Principado. Un rey, un príncipe, son personas. Un reinado o un principado, son
regiones geográficas en las que tiene autoridad y dominio un rey o un príncipe. Es una delimitación
geográfica.

No necesitamos entrar a Daniel, el príncipe de Persia y todo eso para probarlo, creo que
está mucho más que claro. El segundo término que aparece, es Gobernadores. La palabra que lo traduce
es Exousia. Y su significado al español es Autoridad.

Toda exousia me es dada en los cielos y en la tierra, por tanto id, dice en el
original. Potestad, autoridad, gobierno. Literal: autoridad, potestad. Esta palabra significa, inicialmente,
autoridad. Pero en este caso se la utiliza para definir a seres angelicales de alto rango, denotando,
precisamente, en sentido de autoridad.

Gobernar tiene que ver con ejercer opinión o voluntad sobre otros. Trabajan de manera
diferente los principados y los gobernadores. Los principados, están delimitados a un territorio, mientras
que los gobernadores, se mueven entre todos los territorios.

Un ejemplo: cualquier ejército o fuerza armada oficial y legal de un país necesita, si desea
incursionar por algún motivo en otro país vecino, una autorización expresa de las autoridades del país
receptor, con la finalidad de que no se lo considere invasión y agresión armada y desate un conflicto.
Necesita documentación habilitante.

Pero si se trata de un grupo de personas reunidas militarmente de manera ilegal o no


oficial, (Por ejemplo un comando guerrillero), no van a fijarse en ese detalle. Ellos se introducen si eso
favorece sus planes y se acabó. Como no están autorizados legalmente, pueden obviar todo aspecto
administrativo si eso les resulta favorable. Lo ilegal, no respeta límites geográficos.
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El tercer término que aparece, es Potestades, la palabra es kosmokrators. De los tres,


este es el peor. Es el más feo. Porque significa, literalmente, gobernador del mundo, o tirano. Kosmos, es
mundo; Krators, tirano. No es lo mismo un presidente constitucional, que un presidente de facto. Los
argentinos sabemos largo de esto, lo mismo que muchos de mis hermanos americanos. Eso es lo que
significa Kosmokrators, más o menos.

Literal: gobernante del mundo. En la literatura griega significa un gobernante de todo el


mundo. El contexto muestra que potencias espirituales, bajo voluntad permisiva de Dios, y como
consecuencia del pecado humano, ejercitan una autoridad satánica y por ende, hostil sobre el mundo, en
su condición de tinieblas espirituales, y de alienación de Dios.

Tres personajes, tres rangos, tres títulos, que hablan de sus influencias, de su operación.
¿Adónde se ubican? En lugares celestiales, atados al abismo, encarcelados al tártaro, operando en el
mundo. Muy rápidamente para no extendernos de más, vamos a leer un verso relacionado con cada uno.

(Efesios 3: 10) = Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a
conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares
celestiales. (Los lugares celestiales, la esfera del segundo cielo).

(2 Pedro 2: 4) = Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que
arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio.

(Juan 12: 31) = Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este
mundo será echado fuera.

El príncipe de este mundo será echado fuera. ¿Operan en el mundo? Sí, ¿Operan en los
aires? Sí. Hay algunos que están atados. ¿Por qué? Hicieron cosas muy feas. En la Biblia, nosotros
encontramos un montón de títulos para Satanás, vamos a ver.

069 - Está Escrito


Satanás o Adversario, aparece 53 veces en la Biblia. Diablo aparece 35 veces y significa
mentiroso. Cuando tú le dices a alguien mentiroso, le estás diciendo diablo. El príncipe de la potestad del
Aire, Efesios 2:2. El dios de este Siglo, 2 Corintios 4:4. El rey de la muerte, Hebreos 2:14. El príncipe
de este mundo, Juan 12:31. El gobernador de las tinieblas, Efesios 6:2. Leviatán, Isaías 27:1 y Job
41:1-2. Lucifer, portador de luz o el refulgente, Isaías 14:12.

El dragón, Apocalipsis 12:7. el engañador, Apocalipsis 20:10. Apolión o Destructor,


Apocalipsis 9:11. Belcebú, príncipe de los demonios, Mateo 12:24. Belial, vileza e implacabilidad, 2
Corintios 6:15. el malo, Mateo 13:38 y 1 Juan 5:19. el tentador, 1 Tesalonicenses 3:5. El acusador de
los hermanos, Apocalipsis 12:10. El ángel de luz, 2 Corintios 11:14 y 15. mentiroso, Juan 8:44. asesino,
Juan 8:44. Enemigo, Mateo 13.39. león rugiente, 1 Pedro 5:8.

He mencionado veintidós títulos que se le da a Satanás. Vemos, que él busca hacer


algunas cosas. Te voy a dar una lista pequeña. ¿Cuáles son las operaciones típicas? Imitar a Dios, ya
vamos a ver cómo. Tiene la Falsa Trinidad, Apocalipsis 13:2 y 16:13. Tiene Centros de Adoración,
Apocalipsis 2;9 y 2:4. Tiene Misterios o Elementos Escondidos, 2 Tesalonicenses 2:7.

Tiene Fundamentos Doctrinales, 1 Timoteo 4:1. Tiene un Reino o Esfera de


Movilización, Lucas 4:6 y Juan 14:30. Tiene Seguidores y Ministros, Apocalipsis 13:4 y 2 Corintios
11:15. Tiene Seres Espirituales Caídos que Obedecen, Apocalipsis 12:7. Hace Milagros y Señales
Milagrosas, 2 Tesalonicenses 2:9 y Mateo 7:21 y 23. Ofrece Sacrificios, 1 Corintios 10:20. Tiene
Ejércitos, Isaías 24:21.

En el área de la imitación, imita a Dios en todo eso. Pero hace más cosas: Busca Estorbar
la Obra de Dios, Mateo 13:24-30. Inspira Credos Falsos, 1 Timoteo 4:1-3. Pervierte y Tuerce la
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Palabra de Dios, Mateo 4:6, Génesis 3:1-4. Estorba y Pone Tropiezo, 1 Tesalonicenses 2:18. Resiste
las Oraciones, Daniel 10:12-13.Evita que los Hombres Vean la Verdad, 2 Corintios 4:4.

Acusa a los Hijos de Dios, Job 1:7-12 y Apocalipsis 12.9-10. Busca Tender Lazos, 1
Timoteo 3:7.La Tentación, Mateo 4:1. Aflige, Job 2:7 y Lucas 13:16. Engaña y Seduce a los Hombres,
Apocalipsis 12:9.Destruye, 1 Corintios 7:3 y 5. Incita a Santos y Pecadores a Pecar. Esto no necesita
versículos, tendríamos que tener una concordancia completa al respecto. Porque detrás de cada hombre
que pecó, hubo una instigación demoníaca.

¿Recuerdas cuando David censa a Israel? Dice que Satanás lo engañó. En cada pecado
está presente él. No es el culpable de todo, de hecho, pero ciertamente, hay un elemento básico en cada
pecado, que es la tentación. Y está en torno de todos nosotros. De todos. Ni Jesús quedó fuera de eso.
¿No dice la Palabra que fue tentado “en todo”?

Ahora vamos a hablar de la sexualidad entre los demonios. Hay un pasaje muy particular
en el libro de Génesis capítulo 6, que ha despertado la curiosidad de muchos investigadores por cientos de
años.

(Génesis 6: 1) = Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse


sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, (2) que viendo los hijos de Dios que las hijas
de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.

(3) Y dijo Jehová: no contenderá mi espíritu con el hombre para siempre,


porque ciertamente él es carne; más serán sus días ciento veinte años . (Dos aclaraciones: No
permaneceré en él, o ciertamente en sus errores)

(4) Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se


llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron
los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.

070 ¿Dónde Están los Gigantes?


Este pasaje, ha perturbado a mucha gente. ¿De qué habla? ¿Qué es eso de los gigantes,
las hijas? Debemos ser serios en esto. Hay dos interpretaciones de este pasaje, teológicamente
aceptadas. La primera interpretación señala que cuando aquí dice los hijos de Dios vieron a las hijas
de los hombres, se refiere a los descendientes de Set, que ven a las hijas de Caín.

La otra interpretación es que, cuando aquí se habla de hijos de Dios, se está refiriendo a
ángeles. Cosa que como se demuestra en otros textos, no es extraña ni es particular de este pasaje. Hay
un texto en el libro de Enoc que se puede leer porque aclara este punto, aunque puedan discutirse otros.

El Libro de Enoc (o Libro de Henoc, abreviado 1 Enoc) es un libro intertestamentario, de


la Biblia de la Iglesia Copta pero no es aceptado como canónico por las demás iglesias cristianas a
pesar de ser parte de la Septuaginta. Las únicas versiones íntegras de este libro que se conservan están
en ge'ez y copto, lenguas litúrgicas de la Iglesia copta, pero son conocidas varias partes
en griego, siríaco, armenio, árabe y latín.

Además han sido encontrados varios fragmentos en arameo y uno en hebreo ),


en Qumrán. La tradición atribuía su autoría a Enoc (transcrito también como Henoc o en inglés Enoch),
bisabuelo de Noé. En la actualidad se cree que el texto fue redactado por varios autores judíos entre los
siglos III a. C. y I.

“Así sucedió, que cuando en aquellos días se multiplicaron los hijos de los hombres, les
nacieron hijas hermosas y bonitas; y los Vigilantes, hijos del cielo las vieron y las desearon, y se dijeron
unos a otros: "Vayamos y escojamos mujeres de entre las hijas de los hombres y engendremos
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hijos". Entonces Shemihaza que era su jefe, les dijo: "Temo que no queráis cumplir con esta acción y sea
yo el único responsable de un gran pecado".

Pero ellos le respondieron: "Hagamos todos un juramento y comprometámonos todos bajo


un anatema a no retroceder en este proyecto hasta ejecutarlo realmente". Entonces todos juraron unidos y
se comprometieron al respecto los unos con los otros, bajo anatema. Y eran en total doscientos los que
descendieron sobre la cima del monte que llamaron "Hermon", porque sobre él habían jurado y se habían
comprometido mutuamente bajo anatema.

Estos son los nombres de sus jefes: Shemihaza, quien era el principal y en orden con
relación a él, Ar'taqof, Rama'el, Kokab'el, -'el, Ra'ma'el, Dani'el, Zeq'el, Baraq'el, 'Asa'el, Harmoni, Matra'el,
'Anan'el, Sato'el, Shamsi'el, Sahari'el, Tumi'el, Turi'el, Yomi'el, y Yehadi'el. Estos son los jefes de decena.
Todos y sus jefes tomaron para sí mujeres y cada uno escogió entre todas y comenzaron a entrar en ellas
y a contaminarse con ellas, a enseñarles la brujería, la magia y el corte de raíces y a enseñarles sobre las
plantas.

Quedaron embarazadas de ellos y parieron gigantes de unos tres mil codos de altura que
nacieron sobre la tierra y conforme a su niñez crecieron; y devoraban el trabajo de todos los hijos de los
hombres hasta que los humanos ya no lograban abastecerles. Entonces, los gigantes se volvieron contra
los humanos para matarlos y devorarlos; y empezaron a pecar contra todos los pájaros del cielo y contra
todas las bestias de la tierra, contra los reptiles y contra los peces del mar y se devoraban los unos la
carne de los otros y bebían sangre.

Entonces la tierra acusó a los impíos por todo lo que se había hecho en ella. Y 'Asa'el
enseñó a los hombres a fabricar espadas de hierro y corazas de cobre y les mostró cómo se extrae y se
trabaja el oro hasta dejarlo listo y en lo que respecta a la plata a repujarla para brazaletes y otros adornos.
A las mujeres les enseñó sobre el antimonio, el maquillaje de los ojos, las piedras preciosas y las
tinturas Y entonces creció la mucho impiedad y ellos tomaron los caminos equivocados y llegaron a
corromperse en todas las formas.

Shemihaza enseñó encantamientos y a cortar raíces; Hermoni a romper hechizos, brujería,


magia y habilidades afines; Baraq'el los signos de los rayos; Kokab'el los presagios de las estrellas; Zeq'el
los de los relámpagos; -'el enseñó los significados; Ar'taqof enseñó las señales de la tierra; Shamsi'el los
presagios del sol; y Sahari'el los de la luna, y todos comenzaron a revelar secretos a sus esposas. Como
parte de los hombres estaban siendo aniquilados, su grito subía hasta el cielo.

Entonces Miguel, Sariel, Rafael y Gabriel observaron la tierra desde el santuario de los
cielos y vieron mucha sangre derramada sobre la tierra y estaba toda llena de la injusticia y de la violencia
que se cometía sobre ella. Considerando esto, los cuatro fueron y se dijeron: "el grito y el lamento por la
destrucción de los hijos de la tierra sube hasta las puertas del cielo".

Y dijeron a los santos del cielo: "Es ahora a vosotros a quienes las almas de los hijos de los
hombres suplican diciendo 'llevad nuestra causa ante el Altísimo, nuestra destrucción ante la gloria
majestuosa y ante el Señor de todos los señores' en cuanto a majestad". Y Rafael, Miguel, Sariel y Gabriel
dijeron al Señor del mundo: "Tú eres nuestro gran Señor, el Señor del mundo, el Dios de dioses, el Señor
de señores y el Rey de reyes; los cielos son el trono de tu gloria por todas las generaciones que existen
desde siempre; toda la tierra es el escabel ante ti para siempre, y tu nombre es grande, santo y bendito por
toda la eternidad.

"Eres tú quien todo lo ha creado y en ti reside el poder sobre todas las cosas; todo es
descubierto en toda su desnudez ante ti; tú lo ves todo y nada se te puede esconder. "Tú has visto lo que
ha hecho 'Asa'el, como ha enseñado toda injusticia sobre la tierra y revelado los secretos eternos que se
cumplen en los cielos; y lo que ha enseñado a los humanos Shemihaza, al que tú habías dado la facultad
de gobernar sobre sus compañeros. "Ellos han ido hacia las hijas de los hombres y se han acostado con
ellas y se han profanado a sí mismos descubriéndoles todo pecado.

"Luego, estas mujeres han parido en el mundo gigantes, por lo que la tierra se ha llenado
de sangre e injusticia. "Y ahora mira que las almas de los que han muerto gritan y se lamentan hasta las
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puertas del cielo y su gemido ha subido y no puede cesar debido a la injusticia que se comete en la tierra.
"Pero tú que conoces todas las cosas antes de que sucedan, tú qué sabes aquello, tú los toleras y no nos
dices qué debemos hacerles al observar eso".

Entonces el Altísimo, Grande y Santo habló y envió a Sariel al hijo de Lamec. Y le dijo: "Ve
hacia Noé y dile en mi nombre, 'escóndete'; y revélale la consumación que viene, pues la tierra entera va a
perecer, un diluvio está por venir sobre toda la tierra y todo lo que se encuentre sobre ella perecerá. "En
seguida enseña al Justo, al hijo de Lamec, lo que debe hacer para preservar su alma para la vida y
escapar definitivamente, pues por él será sembrada una planta y serán establecidas todas las
generaciones". Y además, el Señor le dijo a Rafael: "Encadena a 'Asa'el de pies y manos, arrójalo en las
tinieblas, abre el desierto que está en Dudael y arrójalo en él; bota sobre él piedras ásperas y cortantes,
cúbrelo de tinieblas, déjalo allí eternamente sin que pueda ver la luz, y en el gran día del Juicio que sea
arrojado al fuego.

"Después, sana la tierra que los Vigilantes han corrompido y anuncia su curación, a fin de
que se sanen de la plaga y que todos los hijos de los hombres no se pierdan debido al misterio que los
Vigilantes descubrieron y han enseñado a sus hijos. "Toda la tierra ha sido corrompida por medio de las
obras que fueron enseñadas por 'Asa'el, impútale entonces todo pecado". Y el Señor dijo a Gabriel:
"Procede contra los bastardos y réprobos hijos de la fornicación y haz desaparecer a los hijos de los
Vigilantes de entre los humanos y hazlos entrar en una guerra de destrucción, pues no habrá para ellos
muchos días.

"Ninguna petición en su favor será concedida, pues esperan vivir una vida eterna o que
cada uno viva quinientos años. Y a Miguel le dijo el Señor: ve y anuncia a Shemihaza y a todos sus
cómplices que se unieron con mujeres y se contaminaron con ellas en su impureza, ¡que sus hijos
perecerán y ellos verán la destrucción de sus queridos! Encadénalos durante setenta generaciones en los
valles de la tierra hasta el gran día de su juicio. "En esos días se les llevará al abismo de fuego, a los
tormentos y al encierro en la prisión eterna.

"Todo el que sea condenado, estará perdido de ahí en adelante y será encadenado con
ellos hasta la destrucción de su generación. Y en la época del juicio que yo juzgaré, perecerán por todas
las generaciones. “Destruye todos los espíritus de los bastardos y de los hijos de los Vigilantes porque han
hecho obrar mal a los humanos. "Destruye la opresión de la faz de la tierra, haz perecer toda obra de
impiedad y haz que aparezca la planta de justicia; ella será una bendición y las obras de los justos serán
plantadas en alegría para siempre.

"En ese tiempo todos los justos escaparán y vivirán hasta que engendren millares. Todos
los días de vuestra juventud y vuestra vejez se completarán en paz. "Entonces toda la tierra será cultivada
en justicia y toda ella será plantada de árboles y llena de bendición. "Todos los árboles de la tierra que
deseen serán plantados en ella y sembrarán allí viñas y cada una de ellas producirá mil jarras de vino y
cada semilla producirá mil medidas por una, y una medida de aceitunas producirá diez lagares de aceite.
"Y limpia tú la tierra de toda opresión, de toda violencia, de todo pecado, de toda impiedad y de toda
maldad que ocurre en ella y hazles desaparecer de la tierra.

"Y todos los hijos de los hombres llegarán a ser justos y todas las naciones me adorarán,
se dirigirán en oración a mí y me alabarán. "Y la tierra estará limpia de toda corrupción, de todo pecado, de
todo castigo y de todo dolor y yo no enviaré más plagas sobre la tierra, hasta las generaciones de las
generaciones ni por toda la eternidad.

"Y en esos días abriré los tesoros de bendición que están en el cielo, para hacerlos
descender sobre la tierra, sobre las obras y el trabajo de los hijos de los hombres "Y la paz y la verdad
estarán unidas todos los días del mundo y por todas las generaciones

071 - Buscando Los Seres Celestiales


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Interesante, porque si tú tomas a este pasaje y lo examinas, es como si estuvieras


trabajando sobre Génesis 6. Es casi una ampliación. Ignoremos lo que hemos leído y oído, y volvamos a
Génesis 6. Tómalo como un simple comentario.

En el versículo 2 dice que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres
eran hermosas, tomaron para sí mujeres. Creo que ya te ha quedado más que claro quiénes eran
los hijos de Dios, ya que es más que evidente quienes eran las hijas de los hombres. La respuesta del
Señor es muy extraña, y en el verso 3, no hay explicación, sólo dice que no contenderá Su Espíritu con
ellos.

En el verso 4, mientras tanto, sólo dice que había gigantes. Y es interesante que, cuando tú
estudias un poco de historia, en cada cultura hay, en el pasado, presencia de gigantes, de seres gloriosos.
Les aclaro un poco. Dice el verso 4 que había gigantes, y esta palabra en hebreo, es la palabra nefilin.

Y después añade que esos fueron los valientes, y este término, “valientes”, se entiende
literalmente como héroes. ¿Un ejemplo? Hércules. Hércules nace de la relación entre un dios, masculino,
y una mujer común, mortal. Y aquí recordamos la sentencia que leímos en el libro de Enoc: “Ellos
pelearán y se destruirán”.

Y en todas las culturas, estos gigantes, estos seres como Hércules, Atila, todos ellos eran
los que se conocían, conforme a la mitología, como titanes. ¿Quiénes eran los titanes? Y no sólo de
Grecia, también en el imperio incaico. Los hijos del sol que descendieron, los llamaban.

Esa leyenda dice que vinieron del sol, se presentaron a la gente y les revelaron misterios.
Los incas. Lo mismo es en la cultura azteca. Habla de seres celestiales que descendieron y les enseñaron
cosas. En los escandinavos, los nórdicos, los vikingos. En todas las culturas de la tierra aparecen
tremendos seres gigantes, o valientes, o héroes, o semidioses.

Los términos que se utilizan acá, nefilin, son muy explicativos. En el versículo 6, dice: Y se
arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Estos vigilantes, también
aparecen mencionados en Daniel 10. ¿Quiénes eran los espíritus vigilantes a los que se hace referencia
allí?

Aparentemente, eran ángeles de Dios que estaban encargados de supervisar territorios. Y


en ese proceso es que ellos son seducidos, se relacionan con las mujeres, y se profanan a sí mismos. Y
antes de seguir indagando esto, quiero referirme a algo que encontramos en Génesis 19.

Dios va a destruir Sodoma y Gomorra. Voy muchos años después, y Dios envía a dos
ángeles y tú ya sabes: el diálogo de Abraham con Dios, la discusión por Lot y toda la historia. Pero quiero
leerte algunos textos de esta.

(Génesis 19: 1) = Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la


tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos,
y se inclinó hacia el suelo. (Lo primero que vemos, aquí, es que Lot reconoció a los ángeles. Y por
eso se postró.)

(Verso 4) = Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la


ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más
viejo. (Los hombres de Sodoma rodean la casa. ¡Qué comité de recepción más gentil!)

(5) Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti
esta noche? Sácalos, para que los conozcamos.

No está hablando de conocerlos en el término de presentación, sino en el mismo sentido en


que se usa en Génesis cuando se dice que Adán conoció a Eva y Eva engendró de él. Este término,
conocer, en nuestra hermenéutica es casi un eufemismo, decir algo muy suavizado. Lo que le dijeron a
Lot fue algo así como: ¡Sácalos, que queremos violarlos!
100

Noten que son hombres, que se habían anoticiado que había dos ángeles en la casa de
Lot. El pecado de Sodoma, fue que ellos descubrieron como invocar espíritus angelicales para tener sexo
con ellos. Miren la respuesta de Lot en el verso 8.

(Verso 8) = He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las
sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no
hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.

En principio, déjame decirte que Lot ni siquiera conocía a sus hijas, porque les dice que
ellas no han conocido varón y resulta que ellas eran bien bravas y tremendas. Al extremo de embriagar a
su propio padre y fornicar con él.

Pero al margen de esto, noten ustedes que aquí hay dos elementos. El primero, que no va
ninguna mujer a la casa de Lot a buscar a los ángeles, van solamente hombres. De todas las edades, pero
hombres. De allí deriva el término sodomizar.

Hay ahí un elemento homosexual. Pero no era ese solamente el problema. Vamos a ir a Judas
6, y allí vas a ver que no era ese solamente el problema. Porque Judas nos habla de lo que pasó ese día
tan trágico en Sodoma.

(Judas 6) = Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que


abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas,
para el juicio del gran día.

Mira lo que dice en el griego, en ese mismo pasaje, en el verso 6. Y a los ángeles que
no guardaron la de ellos preeminencia, sino que abandonaron la propia morada para el
juicio del gran día en prisiones perpetuas bajo oscuridad ha guardado.

Biblia de las Américas: Y a los ángeles que no conservaron su señorío original,


sino que abandonaron su morada legítima, los ha guardado en prisiones eternas, bajo
tinieblas, para el juicio del gran día.

072 - Examinando a Sodoma y Gomorra


(Verso 7) = Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la
misma manera que aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza,
fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno. (Hace referencia, en Judas,
a Sodoma y Gomorra, al incidente de Génesis 19. ¿Y qué dice en el griego de este versículo?)

Como Sodoma y Gomorra, y en los entornos de las ciudades, de semejante


manera a estos, habiendo fornicado, y habiendo ido en pos de carne diferente, es decir, no
humana, sino de ángeles, son propuestas como ejemplo de fuego eterno, la pena
sufriendo.

Esto está en los interlineales en griego tal cual como lo hemos leído. En la Reina Valera,
que es la versión si se quiere más cauta, más prudente, más temerosa, dice que fueron en vicios contra
naturaleza. Y muchos han dicho: “Ah, es que ellos eran homosexuales”.

No lo sé, pero me parece que no está hablando de homosexualidad únicamente. Ellos, dice
que fueron buscando carne diferente. Veamos lo que dice la Biblia de las Américas: Así también,
Sodoma y Gomorra, y las ciudades circunvecinas, a semejanza de aquellos, puesto que
ellas se corrompieron y siguieron carne extraña, son exhibidas como ejemplo al sufrir el
castigo del fuego eterno.
101

(Verso 8) = No obstante, de la misma manera también estos soñadores


mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores.

Veamos lo mismo en el griego: Sin embargo, igualmente, también estos


soñadores la carne mancillan, la autoridad rechazan, y de las glorias blasfeman.

Biblia de las Américas: No obstante, de la misma manera, también estos hombres


soñando, humillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades
angelicales.

Fíjate que te estoy trayendo del Antiguo al Nuevo Testamento, estamos revisando el griego,
otras versiones de la Biblia. Porque esto que estamos haciendo, es Biblia. Mientras puedo no me gusta
apartarme de la Biblia para dejar paso a mis ideas personales. Vine a este mundo a escudriñar la
escritura, no a inventar doctrinas extrañas.

Y cuando procuramos interpretar esto, vemos que la gente de Sodoma es evidente que
había aprendido a invocar espíritus para tener sexo con ellos. Eso fue lo que más molestó a Dios. Y por
eso es que quedó un tremendo hueco en la región en donde estaban Sodoma y Gomorra.

Es una reacción que va de la mano con la reacción que Él tiene en Génesis 6.


Aparentemente, esto es algo que le molesta muchísimo. No estoy entrando en detalles y, por
consecuencia, hay preguntas que se podrían derivar de esto.

Una de ellas, sería: Cuando usted dice que les engendraron hijas, ¿Usted me está
queriendo decir que los ángeles producen semen? No es mi intención meterme en esos detalles tan
meticulosos o finos por una sencilla razón: la palabra no me da lo suficiente y estaría obligado a especular.

Yo solamente le estoy mostrando lo que dice la Biblia. Es algo que pasó. ¿Y cómo pasó
eso, hermano? No lo sé, es algo que solamente el Señor sabe. Y si Él estimó innecesario dejarlo escrito
para nuestra información, créeme que es porque no necesitamos saberlo. Y si no añadió los detalles, es
porque no le interesa que los conozcamos. Habrá una eternidad para preguntarle…

Si nos vamos medio paso hacia allá en esto, es equivalente a meternos en problemas
innecesarios. Yo no puedo decirte eso. Lo que sí puedo ver es que, estos seres espirituales, engendraron,
de alguna manera, seres humanos. ¿Cómo? ¿Deformes? ¿Gigantes?

Parece una enorme exageración la que se da en el libro de Enoc respecto a la estatura de


estos gigantes. Dice tres mil codos. Eso es mil metros de altura, suena casi ridículo, aunque yo he
aprendido a no estimar en poco absolutamente nada de lo que leo en mi Biblia. Si lo entiendo, gloria a
Dios. Si no lo entiendo y me es revelado un día, gloria a Dios. Pero si no lo entiendo y aún no me es
revelado, gloria a Dios también.

Pero lo cierto es que sí hay gigantes en la Biblia, eso es más que notorio; como los hijos de
Amac, que dicen superaban los tres metros de estatura. Goliat, por ejemplo, era uno de los hijos de Amac.
Pero voy a este punto y quiero que no nos salgamos de la Biblia.

Ahora bien: ¿Por qué te estoy explicando esto? Esto es información de alto nivel, y
debemos aprender cómo opera el ocultismo. Dentro del satanismo elevado, la iniciación de un sacerdote
satanista, tiene que ser con la violación de un espíritu inmundo.

Si es sacerdotisa, ella es puesta en el altar, y allí es violada por un demonio delante de


todos. El demonio, a veces utiliza el cuerpo del sacerdote o, a veces, es el mismo demonio, sin disfraz
humano. En el caso masculino es igual.

Yo no puedo decirte si los demonios tienen sexo o hay demonios machos o hembras, pero
sí puedo ver que tienen una apariencia con la cual pueden presentarse, tanto como varones como
102

hembras. Lo único que conozco es lo que suelen padecer algunas mujeres viudas o divorciadas, carentes
de actividad sexual.

Aseguran tener relaciones sexuales muy vívidas en sueños, algunas muy completas, con
orgasmos incluidos. Esto se adjudica a la tarea de íncubos y sécubos, demonios “especializados” en sexo
para mujeres u hombres, respectivamente.

073 - Espíritus Territoriales


Ahora bien: en Judas 19 podemos percibir un elemento muy interesante. Judas describe
algo que pasó hace cientos de años. Describe un incidente, y te justifica que estos fueron atados. Yo no sé
cuántos habrán tenido la oportunidad de encontrarse cara a cara con un espíritu territorial y hablar con él,
pero hay gente que sí lo ha experimentado. No es mi caso, pero sí el caso de alguien con quien hablé.

Entiéndase de lo que estamos hablando. Cuando decimos un espíritu territorial o a un


príncipe, nos estamos refiriendo a un ángel caído. Y creo que vale la aclaración de establecer la diferencia
existente entre ángeles caídos y demonios. Que existe y es notoria.

En Efesios 6, Pablo nos habla de principados, potestades, ¿no es así? Esos tres, son
ángeles caídos. Quiere decir que fueron creados como ángeles de Dios, pero a causa de algo que hicieron
se rebelaron junto con Satanás y cayeron.

Ellos han perdido su posición delante del mundo espiritual de Dios, pero siguen
conservando atributos que ellos tienen. Como ejemplo, baste recordar que los dones y llamamientos son
irrevocables. Si tú has recibido el don de cantar para Dios y un día decides dejar de cantar para Dios e irte
a cantar al mundo, Dios no te quitará el don. Elvis Presley es uno de los tantos ejemplos de eso.

Dios no va a quitarle a nadie un talento otorgado. ¿Quieres usarlo para Egipto? Bien; ve y
úsalo para Egipto. La Biblia lo dice: los dones y llamamientos son irrevocables. ¿Tienes un llamado para
ser profeta y no quieres ser profeta? Lo más probable es que llegues a ser una eficiente bruja.

El que tiene un llamamiento de esa naturaleza y no lo acepta, pasa a ejercitarlo para el


enemigo. No hay grises, es blanco de Dios o negro del diablo. ¿Qué es una profetiza en el mundo? Es una
bruja, es una vidente, es una adivina, es así. Claro; el asunto no es el hoy, el asunto es el mañana.
¿Dónde estarás mañana?

Pero en la iglesia del Señor, no hablo de congregaciones necesariamente, ese ministerio


está bajo el control del Espíritu Santo. Afuera, en cambio, está bajo el control de espíritus demoníacos.
Aquí es donde retornamos a lo que vimos en el libro de Enoc, en razón de que dice como ellos trajeron el
descubrimiento de los secretos.

Dice que ellos enseñaron el manejo de las raíces, naturismo, hechicería. Interpretar las
señales del sol, de la luna, ahí está, En toda cultura que se precie de ser una cultura elevada, aztecas,
mayas, incas, descubrieron los lenguajes del sol y de la luna, a tal punto que podían predecir los eclipses,
los cambios de estación, ¿O no?

Hay observatorios astronómicos incaicos como el arca del inca, en cada cultura hay. El
punto en cuestión que estoy tratando específicamente en este trabajo, es que muchos de ustedes quizás
se encuentren con gente que ha sido violada por demonios.

El término técnico para eso es, -reitero-, el de Íncubos y sécubos. Las personas que han
sido ministradas por conocedores del tema de esos asuntos, es gente que nunca pudo hablar con claridad
de sus problemas. Nadie podía entenderlos.

¿Esto te estará queriendo decir que estas cosas están sucediendo en este tiempo,
también? ¡Por supuesto que sí! Fíjate, a propósito de esto, que hay gente que por causa de los ángeles
todavía sigue usando el velo.
103

Es una tesis, una teoría, que como toda teoría podrá ser desechada o aprobada, pero contiene
un elemento argumental. No son pocos los que acostumbran a que, mientras un texto bíblico no está
alumbrado por la luz de la revelación, mientras ese tiempo llega, lo toman puntualmente desde lo literal.
No apruebo ni crítico, sólo menciono hechos puntuales.

Lo hacen estrictamente por temor a Dios y, ese temor está centralizado en el riesgo de
salirse de la palabra. Y literalmente, el velo es señal de autoridad. Dicen estos hermanos que, mientras no
les llegue una clara y fresca revelación de Dios respecto a estos textos, ellos siguen con el velo en la
cabeza.

Y al estudiar con profundidad el tema demoníaco y angelical, se pueden descubrir otras


facetas y comprenderlas. Se puede entender que hoy día, en este tiempo, los ángeles todavía pueden
rebelarse contra Dios. Tienen suficiente independencia como para hacerlo.

No terminó la sublevación. Tú vas a ver que en el milenio, con toda la gloria de Dios sobre
la tierra, Satanás es soltado y muchos son instigados para rebelarse contra Dios. Los defensores de estas
teorías aseguran que han visto, en ciertos trabajos de liberación, a mujeres revolcándose por el piso y
alguien tratando de colocarle un velo. Este simple acto hizo –aseguran- que ella comenzara a gritar
desaforadamente que no le pusieran esa cosa, que él (sic) no estaba bajo autoridad.

Independientemente de estas teorías y prácticas, lo cierto es que el mundo espiritual


satánico está metiéndose todo el tiempo con los mortales. Hay una relación estrecha. Y si alguien piensa
meterse en trabajos de liberación, va a tener que estar dispuesto a meter sus manos en el barro.

EN CONCLUSIÓN
De acuerdo; lo que termino de compartir contigo no es ni por asomo un manual que te sirva para
salir y llevarte por delante al mundo espiritual satánico y derrotarlo contundentemente. No lo es, ni se te
ocurra. Pero sí es un caudal de información que podrás y deberás incorporar a la que ya tenías.

Un día, nadie sabe cuál ni en qué circunstancias naturales, esa información te será muy útil. Y
comprobarás que la verdad que te esté sucediendo dista muy poco de algunas de las cosas que aquí has
leído. Por eso ha sido oportuno incluir la guerra en este trabajo.

Porque la guerra, para el cristiano fiel y genuino, no es una opción; es algo ineludible que
necesariamente deberás confrontar y librar. Y es mi interés, y también mi oración implícita, que en el
momento en que eso suceda, tú salgas en el final como debe salir un hijo de Dios en Jesucristo: más que
vencedor.

Quiero ser claro: no existe en la vida de un creyente un día donde habrá una victoria sobre la
oscuridad y luego vendrá una paz de muchos años tranquilo. Si revisas la vida de los hombres de Dios,
partiendo de los propios discípulos, vas a ver que esas victorias son permanentes, consecutivas y ciertas,
pero sólo para dejar paso a otra batalla que a su vez nuevamente traerá esfuerzo, quizás sufrimientos y,
finalmente, otra vez victoria.

Y luego, otra vez a empezar. Eso, hasta el último día de cada vida sobre esta tierra. Después sí, allí
vendrá la única paz que merece ser conocida y disfrutada. Una paz eterna que nada ni nadie podrá
perturbar. Pero mientras ese día llega, y no debemos tener ninguna prisa para que así sea, nuestro trabajo
diario será luchar con las mejores y mayores armas que tengamos, y disfrutar de nuestras victorias.

Para eso nos pusieron aquí. Y para que luego, como verás ahora en el volumen que sigue,
podamos construir vida abundante, que es nuestra aspiración máxima en esta tierra. De la vida eterna no
tenemos dudas, está a nuestra disposición para cuando el Señor lo disponga. Pero la otra vida, la
abundante aquí y ahora, es nuestra responsabilidad lograrla.
104

*****
TERCERA PARTE

La Vida

C uando promediando el año 1994, pasó por mi ciudad argentina de Rosario, un hombre de
Dios con un tremendo ministerio profético, predicando y enseñando un mensaje con una palabra que a mí,
por lo menos, todavía me resultaba desconocida: Reforma, el Espíritu Santo me dijo que esa palabra
venía del Reino de Dios, que debía tomarla, creerla y sumarme a ella.

Entonces hice mucho más que copiar o imitar un mensaje que me resultaba atractivo. Hice lo
que es obligatorio hacer si tú quieres repetir, en sus conceptos y principios, lo dicho por otro servidor.
Primero lo acepté, después lo creí, después lo encarné, después lo puse por obra y, finalmente, empecé,
periódicamente, a predicarlo, a mostrarlo, a enseñarlo yo también, compartiéndolo con todos los que pude,
hasta llegar a este hoy donde, quizás por primera vez, me toca compartirlo contigo.

Hoy, a más de veinte años de aquello, ya no me cabe ninguna duda que una reforma sustancial
es lo que Dios tiene para este tiempo, que es el tiempo de la siega, el tiempo de lo que podríamos llamar
El Séptimo Mes de Dios. Una reforma que va mucho más allá de lo externo y simbólico.

Cuando ya aquel hombre de Dios que hoy no anda caminos terrenales, ya que partió a la
presencia del Señor muy joven, mi única incertidumbre está en qué es lo que va a hacer el Señor, a qué
cosas apunta su reforma y a qué rol debemos ajustarnos nosotros. Y en esto ya no se puede consultar a
nadie, lo debo (debemos) hallar por mí (nosotros) mismo (mismos).
105

Tiempo después de aquello, orando, le pedí al Señor que me diera, al menos, una palabra como
“adelanto” de lo que tiene que venir. Sabía, porque mi Biblia lo dice, que Dios jamás hace algo sin
adelantarles al menos una pista a sus hijos, así que en eso confié.

Y el Señor me dio exactamente una palabra; Josías. Te confieso que pese a que el nombre no
me resultaba desconocido, tengo que decirte que en aquel momento, no tenía ni la más pálida idea de
quién había sido Josías y qué podría tener que ver con esto.

Que no era cosa mía ya lo sabía, porque ni había estado leyendo ni había estado pensando en
este hombre. Pero la duda siempre anda dando vueltas por allí. ¿Será de Dios? ¿Será de mi mente? Sin
embargo, esa es una duda que por poco o por mucho acompaña toda su vida a los creyentes, que tienen
que acostumbrarse a vivir con ella y a extraer, de cada caso, las respuestas adecuadas.

074 - Escudriñar es Investigar


Rebúscate y escudriña, pareció decirme el Señor. Bueno; el resultado de eso, es lo que ahora
voy a compartir contigo. Sabiendo que sí tú también escudriñas, puedes hallar mucho más. Y teniendo en
cuenta que a esto ya lo he compartido, tanto merced a audios como a trabajos escritos. De todos modos,
es válido el viejo axioma radial: la audiencia se renueva.

Muy bien; dejando de lado al Josías histórico y literal, un magnífico rey, el decimosexto de Judá
que, entre otras cosas, produjo una enorme reforma, vamos a ir en búsqueda del ámbito espiritual, siglo
veintiuno, y de los depósitos de la revelación que allí puede haber. En ese ámbito vamos a encontrar un
lugar en el tiempo de Dios, que se llama Josías. Para eso, primero debemos saber quién fue Josías.

(2 Reyes 22: 1)= Cuando Josías comenzó a reinar, era de ocho años, y reinó en
Jerusalén treinta y un años. El nombre de su madre fue Jedida hija de Adaía, de Boscat.
(2) e hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en todo el camino de David su padre,
sin apartarse a derecha ni a izquierda.

En estos dos primeros versos, nos encontramos con tres factores esenciales de este hombre,
que son el modelo actual de la reforma que Dios hará en su iglesia. Que obviamente no tendrá nada que
ver con lo estructural, lo religioso o lo denominacional o doctrinario, sino directamente con lo espiritual.

Nº 1 = Comenzó su reinado a los ocho años. Era un niño. ¿Y cuál es la


característica de un niño? Sincero: Si cree, cree de verdad, no simula, no es hipócrita. Es puro, sano,
transparente. No especula, es cándido y no se preocupa si se burlan de él por eso. “Los que son como
niños”, dijo Jesús. Y no hablaba de biberones ni pañales.

Nº 2 = Hizo lo recto ante los ojos de Dios. Es mucho menos complicado hacer
supuestamente lo recto ante los ojos de los hombres, porque los hombres sólo están capacitados para ver
las actitudes externas. Dios conoce tu corazón, tus pensamientos y tus motivaciones. Él conoce y ve lo
interno. Es decir que lo recto, ante los ojos de Dios, generalmente es muy distinto a lo recto ante los ojos
de los hombres.

Nº 3 = Dice que anduvo en el camino de David su padre. ¿Cómo que David


es su padre? En el verso 26 del capítulo 21 de 2 Reyes, nos dice que el padre de Josías fue Amón, un rey
impío. ¿Entonces, por qué David? Porque este lugar espiritual llamado Josías, jamás imitará a padres o
líderes carnales que lo precedan, sino a David, que es como decir la línea generacional de Cristo.

Él es el modelo, objeto y cabeza de la iglesia y, andar su camino, es el fundamento de una


reforma que llega a restaurar lo arruinado, lo perdido. Dice que Él vino a buscar Lo que se había perdido,
no Los que se habían perdido, aunque naturalmente los incluya. Reforma. Josías. Fue el rey que,
históricamente, posibilitó el último gran avivamiento espiritual de Judá.
106

(Verso 5)= Diez años más tarde, recibió la orden de Dios de ir al sacerdote Hilcías a pedirle que
recogiera el dinero que los guardianes de la puerta habían extraído del pueblo Y que lo pongan en
mano de los que hacen la obra, que tienen a su cargo el arreglo de la casa de Jehová, y
que lo entreguen a los que hacen la obra de la casa de Jehová, para reparar las grietas de
la casa. Otro versículo y tres depósitos más. Correlativos.

Nº 4 = Dice que el dinero tiene que ir a las manos de los que tienen que
a su cargo el arreglo de la casa de Jehová. ¿Serán los pastores de hoy? Según lo cultural e
institucional de este tiempo, parecería que sí. Según Efesios 4, parecería que no.

Porque si a los dones los da el Espíritu Santo, a los ministerios los da el Hijo, Jesucristo, y las
operaciones el Padre; y si la iglesia es cuerpo de Cristo, los que hacen esos arreglos en la casa, que
siempre es la iglesia, son los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, es decir: Los
ministerios levantados para perfeccionar a los santos y edificar el cuerpo.

Nº 5 = Dice “La obra de la casa de Jehová”, no “La obra en la casa de


Jehová”. La obra de la iglesia es hacia fuera, no hacia adentro. Es notable lo bueno que es la sanidad
interior para los hermanos, pero de sanidad interior, la Biblia no habla. Para la Biblia, la obra es ganar a los
perdidos del mundo, al cual Dios amó al punto de entregar a su único hijo por él.

Nº 6 = Dice que la necesidad era reparar las grietas que había en la


casa. Habla con un constructor y pregúntale lo que es una grieta. Una grieta es una hendidura que se
presenta en la pared de una casa, pero que tiene más de una causa, aunque la causa básica y de fondo
siempre sea la misma: la pared ha cedido porque su cimiento, su base, su sustento, su fundamento, no
está firme. Josías. Reforma. Restauración de la iglesia según los fundamentos divinos, no humanos.

(Verso 8) = Entonces dijo el sumo sacerdote Hilcías al escriba Safán: he hallado el


libro de la ley en la casa de Jehová. E Hilcías dio el libro a Safán, y lo leyó.

Nº 7 = Aquí hay algo que prácticamente es la base, el fundamento del


tiempo del espíritu, de la mentalidad, de este lugar llamado Josías. El fundamento
de una reforma que no esa antojada o subjetiva y que no será hecha según los hombres, sino según Dios:
el hallazgo de la Palabra.

¿Cómo que el hallazgo de la Palabra? ¿Y ahora, qué es lo que predicamos, enseñamos y


compartimos? Retazos doctrinales, denominacionales y culturales de la Palabra. ¿Cuántos saben que en
cada congregación local, por lo menos hay una persona que ha visto que, parte de la Palabra, por algún
motivo, allí ha sido alterada?

Eso es lo que va a cambiar Josías. Va a recuperar el libro y lo va a leer atentamente. No la va a


tener como símbolo estético de ser creyente. La mejor prueba de esto, es que, dice el verso 12, cuando
Josías oyó la Palabra, rasgó sus vestiduras como señal de reconocimiento de error o pecado, y de
inmediato arrepentimiento. Mira como dice:

(Verso 13) = Id y preguntad a Jehová por mí, y por el pueblo, y por todo Judá,
acerca de las palabras de este libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehová
que se ha encendido contra nosotros, por cuanto nuestros padres no escucharon las
palabras de este libro, para hacer conforme a todo lo que nos fue escrito.

Nº 8 = En el lugar llamado Josías, mentalidad de cambio, rectitud e


integridad, no habrá lugar para los que, alegre e irresponsablemente, deciden
no escuchar la Palabra. Esa no es responsabilidad de Dios, de tu pastor, o de tu iglesia; esa es tu
responsabilidad. Y te va la vida en ello. Y si no, observa con atención que, la actitud de Josías al oír la
Palabra, fue de humillarse, arrepentirse y buscar la dirección de Dios.
107

(Verso 17) = Por cuanto me dejaron a mí, y quemaron incienso a dioses ajenos,
provocándome a ira con toda la obra de sus manos; mi ira se ha encendido contra este
lugar, y no se apagará.

Nº 9 = Eliminar todo tipo de dioses ajenos. Tú te preguntarás qué puede tener


que ver esto contigo, que vas todos los domingos a una iglesia evangélica donde, evidentemente, no hay
ninguna posibilidad de orar o adorar a otros dioses que no sean el Dios de la Biblia.

Sin embargo, tengo que decirte que sí, que por allí tienes algo que ver. El incienso, tanto en el
Antiguo como en el Nuevo testamento, es símbolo de la oración, de la oración de los santos, dice la
Palabra. Entonces, al margen de lo histórico, la ira de Dios se enciende, hoy, cuando nuestra oración y
adoración no lo tienen a Él como destinatario.

¿Pero eso, puede ser? Sí; eso puede ser. El dinero: Así como hay congregaciones donde es
raquítico y no alcanza para nada, hay otras donde ingresa tanto que alguien, por allí, se lo patina en algo
propio en lugar de para la obra.

Cuando comenzamos a pensar en la ofrenda antes que en las almas, el dinero pasa a ser un
dios ajeno. Lo mismo sucede con nuestra posición jerárquica dentro de la iglesia, con el líder, con el
profeta, con la casa, con el auto y hasta con el mismísimo ministerio. Todo lícito y bueno, pero si pasa a
ser máximo objeto de nuestra adoración, es un dios ajeno.

(18) Mas al rey de Judá que os ha enviado para que preguntaseis a Jehová, (Está
hablando de Josías) diréis así: así ha dicho Jehová el Dios de Israel: por cuanto oíste las
palabras del libro, (19) y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová,
cuando oíste lo que yo he pronunciado contra este lugar y contra sus moradores, que
vendrán a ser asolados y malditos, y rasgaste tus vestidos, y lloraste en mi presencia,
también yo te he oído, dice Jehová.

Nº 10 = Esta es buena: queda absolutamente en claro y a través de la actitud de Josías,


cuáles son los pasos indispensables para que Dios oiga tu clamor, tu ruego, tu gemir, tu oración, en suma:
OÍR a Dios.

075 - Condiciones Para Morir en Paz


Oír su Palabra, experimentar ternura en el corazón, humillarse delante de Dios, que no es tirarte
de cabeza en el templo; es hacer lo que Él quiere, aunque eso te duela a ti y a tu carne y no vacilar en
llorar en la presencia de Dios.

Pero no por impotencia, pena, angustia o tristeza, sino por quebrantamiento legítimo. Este es el
tiempo. Josías es el lugar. Porque Josías es un lugar, aunque no geográfico, no histórico, no lineal; es un
lugar en el espíritu. Ahora, mira lo que va a suceder después que Dios oiga tu oración.

(20) Por tanto, (O sea: por todo lo que hemos venido viendo y leyendo hasta aquí) he aquí yo
te recogeré con tus padres, y serás llevado a tu sepulcro en paz, y no verán tus ojos todo
el mal que yo traigo sobre este lugar. Y ellos dieron al rey la respuesta.

Escucha: no le está diciendo que lo va a matar, como alguna vez escuché por allí. Lee bien. Le
dice que, de aquí en más y hasta que le toque morirse, como les toca a todos, Josías no padecerá ni de
rebote el juicio de Dios sobre este lugar y que, el día que le toque partir, no lo va a hacer con angustia o
desesperación, sino en paz.

Ojo que para Dios, morir en paz, no es necesariamente morirse de viejo, Porque Josías, como
después se verá, muere en batalla, a manos del Faraón Necao. Morir en paz es, para Dios, morir con la
convicción de haber hecho todo lo que había que hacer para beneficio del Reino de Dios.
108

No puede ser. ¿Cómo puedo entender que Dios permita y se alegre que un hombre recto,
íntegro y fiel como Josías, muera en manos de un Faraón? Efectivamente, no entiendes. Porque el tema
es que para Dios no existe la muerte.

Desde su trono, Él ve solamente un cambio de ámbito, de dimensión espiritual. Un sencillo paso


de lo natural y terreno a lo espiritual y celestial. La forma en que se produce, carnalmente, ese paso, a Él,
no le preocupa demasiado.

En todo caso, nos preocupa a nosotros, que siempre pretendemos pompas, honras,
reconocimientos y homenajes cuando estamos vivos. Porque, -decimos-, después de muertos ya no nos
sirven. Así pensamos nosotros.

Exactamente al revés de cómo se piensa en el Reino de Dios. ¿Qué cómo lo sé? Por Cristo,
nuestro Señor, nada menos. ¿Te parece que carnalmente murió de una manera digna, honrosa,
majestuosa? Murió como una basura, pero trepó a lo más alto del Reino. ¿Entiendes? Bueno: ahora es
cuando viene el momento de la reforma. Observa.

(2 Reyes 23: 1) = Entonces el rey mandó reunir con él a todos los ancianos de Judá
y de Jerusalén. (Primer paso para una reforma: unidad de líderes de Dios. Ancianos. Nada que ver con
liderazgos u organizaciones tradicionales humanas. Ancianos. Sabiduría divina. Sabiduría espiritual.
Unidad en el espíritu. Nada que ver con ecumenismo, universalismo o interdenominacionalismo.)

(2) Y subió el rey a la casa de Jehová con todos los varones de Judá, y con todos
los moradores de Jerusalén, con los sacerdotes y profetas y con todo el pueblo, desde el
más chico hasta el más grande; (La unidad en el espíritu no se reduce a los líderes, abarca a todo el
pueblo) y leyó, oyéndolo ellos, todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado
en la casa de Jehová.

(3) Y poniéndose el rey en pie junto a la columna, hizo pacto delante de Jehová, de
que irían en pos de Jehová, y guardarían sus mandamientos, sus testimonios y sus
estatutos, con todo el corazón y toda el alma, y que cumplirían las palabras del pacto que
estaban escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto.

En muchos lugares, hoy, hay líderes que se entusiasman y en medio de una predicación, hacen
un determinado pacto con el Señor. Y luego, hacen uno de esos tradicionales llamados al frente para que
los miembros de la congregación que lo desean, se sumen a ese pacto.

Y la gente responde casi eufóricamente. Se levantan como si tuvieran un resorte en sus asientos
y corren el pie de la plataforma con sus manos levantadas, dispuestos a confirmar el pacto hecho por su
líder. Aleluya, gloria a Dios, tremendo culto y todo el mundo a casa, caminando entre las nubes de la
gloria.

Al domingo siguiente, todo el mundo se olvida del pacto, incluido el líder, el tema del mensaje es
otro, el llamado es otro, pero los que se levantan y pasan al frente son los mismos. Aleluya gloria a Dios,
tremendo culto y todo el mundo a casa a esperar el próximo domingo.

Esto no es la reforma de Josías. Esto es jugar a la iglesia. Es tomar con ligereza las cosas de
Dios. Y a Dios no le agrada para nada, esto. Y cuando Dios no se agrada de algo, no sé lo que puede
pasar. Lo que sí sé es que generalmente pasa algo.

(Verso 5) = Y quitó a los sacerdotes idólatras que habían puesto los reyes de Judá
para que quemasen incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá, y en los
alrededores de Jerusalén; y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la
luna, y a los signos del zodíaco, y a todo el ejército de los cielos.

076 - ¡Hay Que Quitar los Sacerdotes!


109

Segundo paso de la reforma de Josías: quitar a los sacerdotes idólatras puestos por los
gobernantes y no por Dios. ¿Habrá hoy algún sacerdocio idólatra más preocupado en cumplir con
hombres, sectores u organizaciones que con el Señor?

¿Habrá algún sacerdocio no levantado por Dios, sino por juntas, asambleas, concilios u otros
intereses humanos? Serán quitados. Y esta es para ti: ¿Habrá en el pueblo, todavía, alguien que consulte
a la astrología? Serán quitados. Tremenda cosa es el furor santo del Dios vivo.

(Verso 7) = Además derribó los lugares de prostitución idolátrica que estaban en la


casa de Jehová, en los cuales tejían las mujeres tiendas para Asera.

Tercer paso de esta reforma: derribar los lugares de prostitución idólatra. Ojo que no estamos
hablando de cerrar los prostíbulos de la ciudad, que si bien no sería malo, es otra historia. Estamos
hablando, primero, de prostitución idólatra y, segundo, que dice que estaban en la casa de Jehová.

Hablamos de la prostitución en la iglesia. Y olvídate por favor de esa señorita que te cruzaste en
la media cuadra, vestida provocativamente y revoleando la cartera entrando en la iglesia. Primero,
cerciórate de que no es alguna hermanita de esas un tanto desprejuiciadas; pero no hablamos de ella;
prostitución en la iglesia, es otra cosa.

La vida del creyente, tú lo sabes, es una vida de intimidad. Prostituirse, entonces, es tener esa
intimidad no por amor a su nombre, sino por el rédito económico o material que pueda otorgar. Cargos
rentados en la iglesia, por ejemplo, por los cuales los hermanitos se sacan los ojos unos a otros con más
virulencia que los políticos. Y no es extraño que así sea, porque a eso, los cultores de estas
organizaciones que supuestamente son “sin fines de lucro”, lo llaman política religiosa, aunque yo
prefiero denominarla como politiquería.

En el marco de esa intimidad, prostituirse es simular, fingir algo que no se siente para engañar a
otro. Es no comprometerse. Venderse a quien quiera que otorgue lo que se necesita. Esto se ve muy a
menudo en los lugares en donde las ovejas eligen a sus cuidadores.

Y que conste que no tengo nada contra ellos, al contrario. Por mucho tiempo fui feliz en una de
esas congregaciones y, de un modo u otro, me acompañaron para llegar a este hoy. Sin embargo, alguien
votando para pastor, por alguien que le ha prometido cierto cargo importante si gana, más allá de si es un
hombre de Dios o no, es casi blasfemia. Será derribado.

(Verso 14)= Y quebró las estatuas y derribó las imágenes de Asera, y llenó el lugar
de ellos de huesos de hombres (Los huesos de hombres eran considerados como algo impuro)
(15) Igualmente el altar que estaba en Bet-el, y el lugar alto que había hecho Jeroboam hijo
de Nabat, el que hizo pecar a Israel; aquel altar y el lugar alto destruyó, y lo quemó, y lo
hizo polvo, y puso fuego a la imagen de Asera.

Quiero rescatarte un detalle: en todo el capítulo 23, que es el que habla de la reforma de Josías,
hay diez expresiones que llaman la atención: dos veces el término Sacar; Siete veces Quemar; Nueve
Quitar; Tres Hacer Polvo; Cinco Derribar; Tres Profanar; Dos veces Quebrar: Una Destruir, una Matar,
y tres Barrer. ¿Qué tendrá que ver? El primer capítulo del libro de Jeremías, es el primero de los dos
testigos requeridos para confirmar una palabra.

(Jeremías 1: 5)= Antes que te formases en el vientre te conocí, y antes que nacieses
te santifiqué, te di por profeta a las naciones.

(6) Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah! ¡Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
(7) Y me dijo Jehová: no digas: soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás
todo lo que te mande.
110

(8) No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.
(9) Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: he aquí he puesto mis
palabras en tu boca.

(10) Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para
arrancar, (Equivalente a quebrar) y para destruir, para arruinar, (Equivalente a barrer y quemar) y
para derribar, para edificar y para plantar.

Sí, está bien, pero esto más que una confirmación, parecería ser sacado de un paralelo. ¿Cuál
es la garantía de que es un testigo fiel a la escritura anterior? Simple: si levantas un poco tu vista en este
texto y te lees el verso 2 de este capítulo 1, entre otras cosas, te vas a encontrar con que todo esto
sucedió en días… ¡Del rey Josías!

Y lo que te está diciendo aquí en Jeremías, es exactamente lo que hizo Josías. Lo que estaba
faltando, que es el Edificar y el Plantar, está en los versos 24 al 27 del capítulo 23 de 2 Reyes, cuando
hace una pascua como jamás se había visto antes ni se vería después, un avivamiento fruto de volver a
recorrer la senda antigua, la que para nosotros en este tiempo, está muy clara en el libro de los Hechos.

077 - Sofonías. ¿Sofonías? ¡Sofonías!


Un lugar en el espíritu llamado Josías. Un tiempo exactamente igual. Te confieso que tuve
dudas, porque siempre tengo que luchar contra una naturaleza carnal que insiste en decirme que no, que
no es de Dios, que es de mi mente. Entonces le pedí una confirmación más al Señor.

Y Él, sencillamente me respondió: “Sofonías 1”. ¿Sofonías? ¿Mi Biblia tiene un libro que se
llama Sofonías? ¿Será de Dios? ¡Pero si yo no leo Sofonías desde hace qué sé yo cuánto tiempo! Sí,
pero... ¿Y si habla de cualquier cosa que no tiene nada que ver con esto?

¡Animo!, me dije a mí mismo para darme aliento; Dios es siempre fiel y nunca te ha dejado
pagando. Vayamos a Sofonías 1 con plena confianza. No habrá tiempo de agregarle demasiado para no
irnos por las ramas, pero ¿Cuántos saben que la Biblia se explica a sí misma cuando es el Espíritu Santo
el que mora en los creyentes y los guía a toda verdad? Quiero cerrar este concepto inicial, entonces, con
Sofonías 1.

(Sofonías 1: 1) = Palabra de Jehová que vino a Sofonías, hijo de Cusi, hijo de


Gedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en días de Josías, (¡Boing! ¡Te lo dije! ¿Viste que
venía de Dios? ¡Qué incrédulo eres!) hijo de Amón, rey de Judá.

(2) Destruiré por completo todas las cosas sobre la faz de la tierra, dice Jehová.
(¿Será que viene un nuevo diluvio?) (3) destruiré los hombres y las bestias, (Igualito a cuando el
diluvio, ¿No es cierto?) destruiré las aves del cielo y los peces del mar, (Un momento. En el arca
de Noé no iban peces, por lo tanto el diluvio no destruyó los peces). Y cortaré a los impíos; Y raeré a
los hombres de la faz de la tierra, dice Jehová. (¡Pero Génesis dice que Él no volvería a hacer
morir al hombre como en el diluvio!)

(4) Extenderé mi mano sobre Judá, (Su pueblo) y sobre todos los habitantes de
Jerusalén, (La iglesia) y exterminaré de este lugar los restos de Baal, (Toda idolatría religiosa) y
el nombre de los ministros, (Líderes falsos en general) idólatras con sus sacerdotes. (Segundos
niveles de liderazgo. Los que ejecutan la obra. ¿No está tomando color de algo espiritual, símbolo,
tipología todo esto, y no físico, material o literal?)

(5) Y los que sobre los terrados se postran al ejército del cielo, y a los que se
postran jurando por Jehová y jurando por Milcom; (6) y a los que se apartan de en pos de
Jehová, y a los que no buscaron a Jehová, ni le consultaron. (¿Me estás diciendo que dentro de
111

la iglesia hay quienes se apartan del Señor y no lo consultan para ninguna de las decisiones tomadas en
su nombre? No te lo digo yo, lo dice Dios)

(Verso 8) = Y en el día del sacrificio de Jehová castigaré a los príncipes (Según


Apocalipsis, otra vez los líderes) y a los hijos del rey, (Estos somos nosotros) y a todos los que
visten vestido extranjero. (Estos son los infiltrados, la cizaña)

(9) Asimismo castigaré en aquel día a todos los que saltan la puerta, los que llenan
la casa de sus señores de robo y engaño. (Los únicos que pueden llenar de robo y engaño la casa
de sus señores, son los siervos. Para los demás, no son sus señores.)

(Verso 11) = Aullad habitantes de Mactes, porque todo el pueblo mercader es


destruido; (Todos los que han transformado a la iglesia en un negocio, tengan la jerarquía que tengan)
destruidos son los que traían dinero. (Está hablando de los que utilizan su dinero para sobornar
posiciones, no está hablando del diezmo y la ofrenda, aunque en algunos sitios especiales, lo incluya)

(12) Acontecerá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna, y


castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en
su corazón: Jehová ni hará bien ni hará mal. (Dios escudriña su iglesia, y castiga a todos los que se
lanzan a pecar alegremente pensando en que total “no va a pasar nada”)

(13) Por tanto, serán saqueados sus bienes, (Iglesias que se empobrecen sin causas
aparentes, personas que viven lo mismo inexplicablemente) y sus casas asoladas (Pecados,
enfermedades en congregaciones enteras) edificarán casas (Abrirán nuevas iglesias) mas no las
habitarán (No podrán crecer aunque hagan mil campañas evangelísticas) y plantarán viñas
(Estudiarán la Palabra, Tendrán seminarios, institutos, conferencias, congresos) mas no beberán el
vino de ellas (No tendrán revelación)

(Verso 15) = Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto (Lo que se ve hoy) día de
alboroto (También lo hay) y asolamiento, día de tiniebla y oscuridad, (No hay visión) día de
nublado (No está brillando el sol de justicia) y de entenebrecimiento (Satanás traerá confusión y
encono entre el propio pueblo) (16) día de trompeta (De palabra profética) y de algazara, (Puro
bullicio externo) sobre las ciudades fortificadas (Iglesias levantadas fuera de la voluntad de Dios.
Ciudad es símbolo de lo creado en contra de la voluntad de Dios desde que Caín lo hizo por su cuenta) y
sobre las altas torres (Babel. Esfuerzos personales del hombre por acercarse al cielo; religiosidad)

(17) Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, (Por falta de revelación
andarán a tientas, sin visión) porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos (Que es decir La Vida)
será derramada como polvo (Representa la carnalidad) y su carne como estiércol.

(18) Ni su plata ni su oro podrán librarlos en el día de la ira de Jehová, (NI riquezas,
ni status social, ni posiciones eclesiásticas, ni cargos jerárquicos dentro de la iglesia) pues toda la tierra
será consumida por el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará
de todos los habitantes de la tierra.

Creo que no necesitas mucho más para aceptar que habrá una reforma, que no será de ninguna
manera un cambio estético, ritual o externo de lo que hoy llamamos “la iglesia”. Esto va mucho más allá,
porque se encara y confronta con el hombre mismo, que es la verdadera razón de ser de toda la Creación.

El mundo y sus rudimentos han logrado que las generaciones que van llegando, se formen y
conformen acorde a sus conceptos. Y esos conceptos elevan la importancia del dinero, de las posiciones
sociales, de las formaciones profesionales y de la ciencia en general, por sobre las necesidades
espirituales.
112

A estas, no sólo las han soslayado, sino que además las han ridiculizado, llevándolas a una
categoría apta, -según ellos- sólo para analfabetos y pobres de toda pobreza. Enorme error, porque la
reforma que viene producirá una verdadera hecatombe en todo aquello que no esté afirmado en Cristo.

Todos los que aun concurriendo a iglesias, se desmoralizan cuando ven a su alrededor las
barbaridades que se cometen, no han entendido una premisa que siempre hemos profetizado: cuando
peor le empiecen a ir las cosas al mundo, espiritualmente mejor le irá a la iglesia. Eso es reforma, no
cambiar bancos de madera por butacas de pana, órganos por teclados y púlpitos de madera por similares
de acrílico o vidrio blindado.

078 - Mejorando Tus Senderos


Te sugiero, querido lector, que prestes muy debida atención a lo que trataremos ahora. Porque
hemos hablado de reforma, pero es necesario continuar, ir más allá, llegar al epicentro de lo que en
definitiva será nuestro máximo objetivo.

El fundamento que leerás seguidamente marcó mi propia vida y la signó con un derrotero muy
diferente al que traía, así que es mi oración permanente de que también lo produzca en ti. Es el
cumplimiento fiel de dar de gracia lo que de gracia he recibido.

Podría decirte que tomes tu Biblia y leas con atención tal o cual pasaje del libro de Jeremías,
pero mi experiencia, incluso personal, me dice que es mucho mejor incluirlo textualmente aquí para que no
te distraigas en lo más mínimo y puedas aprovecharlo íntegramente. Así que compartiremos completo el
capítulo 7 de ese libro.

Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: ponte a la puerta de la casa de


Jehová, y proclama allí esta palabra, y di: oíd palabra de Jehová, todo Judá, los que entráis
por estas puertas para adorar a Jehová.

Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: mejorad vuestros caminos y
vuestras obras, y os haré morar en este lugar.

No fiéis en palabras de mentira, diciendo: templo de Jehová, templo de Jehová,


templo de Jehová es este.

Pero si mejorareis cumplidamente vuestros caminos y vuestras obras; si con


verdad hiciereis justicia entre el hombre y su prójimo, y no oprimiereis al extranjero, al
huérfano y a la viuda, ni en este lugar derramareis la sangre inocente, ni anduviereis en
p0os de dioses ajenos para mal vuestro, os haré morar en este lugar, en la tierra que di a
vuestros padres para siempre.

He aquí vosotros confiáis en palabras de mentira, que no aprovechan.

Hurtando, matando, adulterando, jurando en falso, e incensando a Baal, y


andando tras dioses extraños que no conocisteis, ¿Vendréis y os pondréis delante de mí
en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y diréis; Librados somos; para seguir
haciendo todas estas abominaciones? ¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos
esta casa sobre la cual es invocado mi nombre? He aquí que también yo lo veo, dice
Jehová.

Andad ahora a mi lugar en Silo, donde hice morar mi nombre al principio, y ved lo
que le hice por la maldad de mi pueblo Israel.

Ahora, pues, por cuanto vosotros habéis hecho todas estas obras, dice Jehová, y
aunque os hablé desde temprano y sin cesar, no oísteis, y os llamé, y no respondisteis;
113

haré también a esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, en la que vosotros confiáis,
y a este lugar que di a vosotros y a vuestros padres, como hice a Silo.

Os echaré de mi presencia, como eché a todos vuestros hermanos, a toda la


generación de Efraín.

Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni me
ruegues; porque no te oiré.

¿No ves lo que estos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?

Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la
masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para
provocarme a ira.

¿Me provocarán ellos a ira? Dice Jehová. ¿No obran más bien ellos mismos su
propia confusión?

Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor; he aquí que mi furor y mi ira se
derramarán sobre este lugar, y sobre los hombres, sobre los animales, sobre los árboles
del campo y sobre los frutos de la tierra; se encenderán, y no se apagarán.

Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: añadid vuestros holocaustos
sobre vuestros sacrificios, y comed la carne.

Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de


holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto.

Más esto les mandé, diciendo: escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y
vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya
bien.

Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la


dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia delante, desde el día en que
vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Y os envié todos los profetas mis
siervos, enviándolos desde temprano y sin cesar; pero no me oyeron ni inclinaron su oído,
sino que endurecieron su cerviz, e hicieron peor que sus padres.

Tú, pues, les dirás todas estas palabras, pero no te oirán; los llamarás, y no te
responderán.

Les dirás, por tanto: esta es la nación que no escuchó la voz de Jehová su Dios, ni
admitió corrección; pereció la verdad, y de la boca de ellos fue cortada.

Corta tu cabello, y arrójalo, y levanta llanto sobre las alturas; porque Jehová ha
aborrecido y dejado la generación objeto de su ira.

Porque los hijos de Judá han hecho lo malo ante mis ojos, dice Jehová; pusieron
sus abominaciones en la casa sobre la cual fue invocado mi nombre, amancillándola.

Y han edificado lugares altos de Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para
quemar al fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi
corazón.
114

Por tanto, he aquí vendrán días, ha dicho Jehová, en que no se diga más, Tofet, ni
valle del hijo de Hinom, sino Valle de la Matanza; y serán enterrados en Tofet, por no haber
lugar.

Y serán los cuerpos muertos de este pueblo para comida de las aves del cielo y de
las bestias de la tierra; y no habrá quien las espante.

Y haré cesar de las ciudades de Judá, y de las calles de Jerusalén, la voz de gozo
y la voz de alegría, la voz del esposo y la voz de la esposa; porque la tierra de Jehová será
asolada.

Este verdadero sermón, pronunciado a las puertas del templo, es una denuncia de las prácticas
corruptas de los que decían que Jerusalén era inviolable porque allí se levantaba el templo de Jehová.
Esta creencia se apoyaba en algo ocurrido más de cien años antes, cuando Isaías profetizó que el rey
asirio Senaquerib no tomaría la ciudad. Pero los tiempos habían cambiado y Dios deseaba ahora que la
ciudad y el templo fueran destruidos, a menos que la gente se arrepintiera y enmendara su conducta.

Hoy está ocurriendo lo mismo. La iglesia se cree inviolable porque la palabra dice que las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella, pero no dice que, a menos que el pueblo de Dios se
arrepienta de su desobediencia y enmiende su conducta a veces corrompida por el humanismo y la
religiosidad, el propio Dios no vacilará en borrarlo con juicio, sentencia y ejecución.

Hay siete principios encerrados en este capítulo transcripto, que conviene tener muy en cuenta
si es que se desea hacer el propósito y la voluntad de Dios y, obviamente, mejorar nuestros caminos. Te
los voy a detallar, uno por uno, aunque por allí roce ofender tu inteligencia, con la máxima claridad, como
para que nadie se confunda.

1 – ESTABLECER CON CLARIDAD CUÁL ES LA CASA DE DIOS

(Verso 4) = No fiéis en palabra de mentira: Templo de Jehová, templo de Jehová,


templo de Jehová es este.

La iglesia es puesta por el Señor para imponer la cultura del Reino de los cielos en la sociedad,
no para incorporar a sí misma la cultura de la nación en la que se encuentre. Muchos de nosotros no
parecemos haber entendido bien, todavía, esto. Hablamos de iglesia y pensamos templo.

Decimos “casa de Dios” y vemos construcción material. ¿No leemos la Palabra? ¿No sabemos
ya que Dios no habita en casa hecha por mano de hombres? ¿No entendimos, (Al igual que David) que
cuando Natán le profetizó templo no estaba hablando de construcción edilicia y Salomón, sino de
construcción espiritual y Jesucristo?

¿No dice la Escritura que su cuerpo, su vida, son templo del Espíritu Santo? ¿No habla de sí
mismo, Jesús, cuando dice que en tres días reconstruirá el templo, cosa que no fue entendida ni creída
hasta por sus propios discípulos?

¿No leímos que Dios habita en las alabanzas de su pueblo? ¿No son estas escrituras, más de
tres testigos para confirmar una revelación? ¿Qué adoramos más: la Palabra o el libro que tiene escrita
esa palabra? ¿Qué valoramos más: la predicación de un siervo o el lugar (Ya sea de madera, acrílico o
metal), desde donde se predica?

¿El culto o los objetos del culto? ¿La razón espiritual de un rito simbólico o el rito por sí mismo?
¿La adoración a Dios creando una estructura organizada para hacerlo mejor, o esa estructura, por sí
misma, olvidándonos del Dios que la originó? ¿El canal humano por el cual fluye la voz de Dios o el
ministerio personal de un hombre?
115

¡¡¡Conviértete!! Le dice el Señor a su Iglesia, no al mundo incrédulo. Al mundo lo ama, le tiene


comprensión, compasión, misericordia; a su iglesia le demanda: es lo justo. Dios es justo. Por ese motivo
es que el tan esperado y predicado juicio, tiene que empezar por Su casa, no por la ajena.

(Miqueas 3: 11) = (Aquí le está hablando a los dirigentes de la iglesia) Sus jefes juzgan por
cohecho, (Lo que dice es que sus jefes son...en Argentina se les llama “coimeros”, no sé dónde tú vives
como se les llama, ¿Entiendes?) Sus sacerdotes enseñan por precio, (¿No andan personas, por allí,
que pretenden altísimos cachet, hoteles cinco estrellas y baños sauna para ir a predicar o a enseñar a
determinados lugares?) Y sus profetas adivinan por dinero; (¿Tú no has visto revistas que se
venden por allí, como “cristianas”, que te ofrecen profecías personales como si fueran horóscopos, a
cambio de “ofrendas de amor”?) Y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre
nosotros? No vendrá mal sobre nosotros. (Esto es autoengaño. Trampa mortal. Lo hemos
estudiado alguna vez. ¿Cuál es la casa de Dios? ¿Esto tiene que ver con la esencia del evangelio del
reino de Dios?

¿No hay una enorme confusión que engaña y seduce aún a los escogidos? ¿Sabes tú qué es lo
que nos demanda nuestro amoroso Señor para perdonarnos? Que mejoremos nuestros caminos. ¿Te
parece demasiado? Eso, siempre y cuando tengas más o menos en claro lo que significa mejorar tus
caminos.

Y recuerda lo inicial: la iglesia está para introducir la cultura del Reino en el mundo, no para
recibir la cultura del mundo en la iglesia. Por eso no comparto en absoluto cuando me dicen que la iglesia
no es la misma en todo el mundo, que en cada lugar tiene su propio sello personal, a partir de la cultura de
la nación donde se encuentra.

Ya sé que en la realidad es así. Con el debido respeto que me merecen los habitantes de los
tres continentes que mencionaré, no es lo mismo una iglesia asiática, a una europea, a una africana. ¡Pero
es que Dios sí es el mismo! Ah, no sé, vete a contárselo a los misioneros.

2 – ADMINISTRAR CON FIDELIDAD LAS RIQUEZAS DEL REINO


Primero: para recibir bendición de Dios, es necesario hacer prevalecer la justicia entre el hombre
y su prójimo. No podemos simular con una serena sonrisa bondadosa y asegurar paz, paz y paz, sabiendo
muy bien que no hay paz, y que en verdad lo que hay, es guerra.

Una cosa es apoyarnos en las verdades de Dios y otra, muy distinta, en las quiméricas y
utópicas imaginaciones de nuestro corazón, de nuestra mente, por mejor intencionadas que sean. Hay una
iglesia genuina y otra que está más cerca de Hollywood que de Dios.

La acusación es visible: incensar baales, es decir: darle prioridad a dioses ajenos (Fama, dinero,
poder) contaminar la iglesia con prácticas que Dios abomina y también robar. ¿Robar? ¿Usted me quiere
decir, hermano autor, que un hijo de Dios puede ser un ladrón?

No. ¡Jamás! Un hijo de Dios no, por supuesto. Pero resulta ser que solamente Dios conoce a
sus hijos; nosotros conocemos la masa. O le damos un vistazo al registro de la membresía de la
congregación. Y no es lo mismo, créelo por favor.

(Verso 11) = ¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa (No el templo,
la iglesia) sobre la cual es invocado mi nombre? He aquí que yo también lo veo, dice Jehová.

Hay una iglesia que tiene dones, que tiene bendiciones, que tiene milagros, que tiene alabanza,
que tiene celebración y que tiene comercio abominado por Dios, eso es más que claro. Y mucho más claro
aún, cuando Jesús lo confirma en el Nuevo Testamento.

Porque, reflexiona, aquellos cambistas y vendedores de palomas a los que Jesús acusa de
ladrones, no eran mundanos oportunistas, gente que venía a la puerta del templo a tratar de paliar su crisis
116

económica. ¡Eran hermanos de la congregación autorizados por las jerarquías del templo para
mercantilizar lo santo y lo sagrado!!

Por si tú dudas, todavía, en los evangelios de Mateo (Cap.21) Marcos, (Cap.11) y Lucas
(Cap.19) se los deja en evidencia de modo inexcusable. Él pretende, respalda, sustenta y avala a una
iglesia que ora, no que se dedica a negocios evangélicos por mejor que puedan ser sus intenciones.

Entonces viene la pregunta: ¿Es que se ha acabado la fe? ¿Es que Dios no puede hacerlo y por
eso el hombre tiene que reemplazarlo con sus procedimientos empresarios? ¿Eso es, precisamente, esa
fidelidad de buenos administradores que es lo único que se nos pide?

3 – INTERCEDER CONFORME AL PROPOSITO DE DIOS, NO POR EL ALMA


Cualquier intercesor levantado por el Señor y no seleccionado por disposiciones de hombres
sabe que, lo primero que tendrá que buscar, es la dirección del Espíritu Santo, antes de ponerse en la
brecha por algo o por alguien. Para ello, lo único que necesitará, (Y si es Dios quien lo levantó,
indudablemente ya lo tiene), es discernimiento.

Al hacer la comparación con Silo, lo que Dios dice es que si se hace la tarea conforme a su
voluntad, habrá bendición, pero que si se hace como a nosotros nos conviene, nos agrada o nos viene en
gana, podrá abrir puertas para la maldición. Nada menos.

(Verso 16) = Tú, pues, (Está hablando con intercesores, con profetas) no ores por este
pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni me ruegues, porque no te oiré.

Entiende: cuando Dios dice Os hablé desde temprano, ese término, desde temprano,
significa: “Repetida y Seriamente”. Significa “Una y otra vez”. ¿Cuántos están hablando, hoy, y no sólo
no son oídos sino que, inclusive, son mal mirados, criticados y hasta tildados de herejes o traidores por
hacerlo?

2 Crónicas 36:15 dice que envió permanentemente mensajeros. Pregunto nuevamente:


¿Alguien los ha escuchado? ¿Alguien los escucha? ¿Alguien se atreverá a empujar por la ventana a
Jezabel y proclamar el triunfo prometido? ¿Habrá algún Jehú que pueda decir “¡Heme aquí!”?

4 – TENER EN CLARO QUE NO SE NOS DEMANDA SACRIFICIO, SINO FE

(Verso 22) = Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de
holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto.

Esto no te está hablando solamente de los sacrificios antiguos, sino también de todo tipo de
religiosidad manifestada mediante solemnidades, asambleas, concilios, asociaciones, convenciones,
congresos, comisiones y todas aquellas organizaciones humanas tan necesarias para encaminar la obra,
pero jamás para anteponerla.

Dios no unge organizaciones; Dios unge organismos vivos, esto es: hombres y mujeres que
le obedecen. Algunos, al leer esto seguramente han pensado: ¿Cómo es que Dios no quiere sacrificios si
hay libros enteros en la Biblia dedicados a las formas que Dios determina para esos sacrificios?

Cierto, pero eso es exactamente como con el asunto del divorcio. Dios aborrece el divorcio y
jamás ha sido su idea que el hombre y su mujer se divorcien. Pero si por alguna razón extrema ese
divorcio se produjera, Dios ha determinado las formas. Con los sacrificios sucede exactamente lo mismo.
Sólo que fue para aquel tiempo; hoy ya no son necesarios porque el máximo sacrificio ya nos dio la victoria
total.

Dice la Palabra que el que insiste con estas cosas, volverá a Egipto. Como eso no sucedió en lo
literal, lo que le está diciendo es que corre el riesgo de comenzar como iglesia y terminar en las cosas del
mundo, es decir: con la mentalidad del mundo, de esto se trata. 1 Samuel 15:22 le da la pauta clara
117

cuando dice: Es mejor obedecer que analizar. Y Oseas 6:6 lo reafirma con Misericordia quiero, y
no sacrificio.

Estos pasajes no constituyen un rechazo a los sacrificios, sino que enfatizan que esos sacrificios
carecen de valor si no provienen de un corazón recto, sincero, devoto. El mandato de Dios, es: Escuchad
mi voz. Me pregunto cuántos y dónde estarán los que hoy están escuchando, verdaderamente, la voz de
Dios y no las de oportunistas variados que aseguran representarlo.

5 – NO SER DUROS DE CORAZON

(Verso 26) = Pero no me oyeron ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su


cerviz, e hicieron peor que sus padres.

¿Qué es un corazón duro? Cualquiera definiría, rápidamente, que está hablando de la gente
que, estando en el mundo incrédulo, recibe el mensaje pero lo desoye, no lo cree, lo ignora y sigue
esclavizada en el pecado, verdad?

Y sí, esto es lo que legendariamente se nos ha enseñado al respecto. Y vale. Pero hay sólo un
problema: a esto, Dios lo ha escrito para el creyente, para su Iglesia. Entonces; ¿Cómo podrá ser que
dentro de la iglesia del Señor haya gente que no quiere escuchar, que no quiere entender, que no quiere
obedecer? Pregunto: ¿Los hay? ¿Tú conoces alguno?

Muy bien; eso es dureza de corazón. Hermanos que han oído tanta predicación a lo largo de sus
vidas eclesiásticas que se les ha formado una callosidad en ese corazón de modo que esa coraza ya no
permite que la unción del mensaje la traspase y bendiga.

Entonces, cuando oyen la exhortación y la advertencia, siempre eligen suponer que eso le
vendría muy bien a esa hermanita o hermanito que ¡¡¡Justamente hoy no vino al culto!!! No te olvides que
una cosa es ser ignorante, pero otra muy distinta es ser necio.

Dios siempre estuvo hablándole al hombre. A través de sus mensajeros, de sus atalayas, de sus
profetas, de sus apóstoles. Hoy lo sigue haciendo, pero como son muchísimos los que todavía prefieren
seguir viendo a la Biblia como un libro instructivo, ilustrativo e histórico, nadie parece tomar conciencia que
Él intenta, (Por amor y misericordia) corregir aquellas falencias que impiden lograr el objetivo divino.

6 – ADMITIR CORRECCION

(Verso 28) = Les dirás, por tanto; esta es la nación que no escuchó la voz de Jehová
su Dios, ni admitió corrección; pereció la verdad, y de la boca de ellos fue cortada.

Esto es, quizás, el punto más complejo, espinoso y peligroso que afronta hoy día la iglesia del
Señor. Nadie, (Milite donde milite), está dispuesto a aceptar correcciones de ninguna clase. Cada uno cree
tener la doctrina completa, perfecta, inmaculada y exenta de errores.

Sucede con cada denominación, con cada sector, es casi masivo. No ha funcionado, eso es
evidente y nadie puede auto engañarse asegurando que sí, pero igualmente, nadie acepta moverse de la
doctrina que ha adoptado. ¡Pero hermano! ¡Lo dijo (Y aquí va el nombre del fundador de la denominación)
y no podemos pensar que se equivocó! ¿Ah, no, eh? ¿Y se puede saber por qué? ¿Acaso nosotros
también tenemos en vigencia la infalibilidad papal romana?

Fíjate que algunas, entre sí, presentan muy pocas diferencias y pueden compatibilizar; pero
otras son, en lo conceptual, diametralmente opuestas y enfrentadas. Nadie se explica cómo, un mismo
Espíritu Santo, puede lanzar enseñanzas tan disímiles.

¿Nadie ve esto? “-¡Es que esa gente no tiene al Espíritu Santo!”- se sigue oyendo por allí.
¡¡Dios me libre de caer en tamaña posibilidad de blasfemia adoptando una postura de juez que nadie me
ha otorgado y que quizás ni siquiera estoy en condiciones de ejercer!!
118

Ninguno parece preocuparse demasiado en orar buscando la dirección de Dios; es mucho más
sencillo y cómodo decir: “- Y sí...son buenos hermanitos...pero lástima que caminan en error...-“Los otros.
Siempre los otros.

Toma nota: después del año mil quinientos y tantos, cuando a cierta gente se le ocurrió emitir un
decreto en el cual le adjudicaban a cierta persona un carácter de infalible, hay que suponer que ¿Alguien
pudo haber recibido de Dios una disposición de esa naturaleza? ¡¡¡NOOOO!!! Casi aullamos todos al
unísono, y nos asiste la razón.

Pero, curiosamente; ¿No pensamos, nos comportamos, vivimos, actuamos, opinamos y


decidimos como si lo fuéramos cada uno de nosotros? Entonces digo, pregunto, se me ocurre: ¿Qué
duendecillo podría haber introducido ese pensamiento en las mentes que lo sustentan? El mismo
“duendecillo” que ha venido comiendo la mente de tantos niños mientras en las iglesias no les hablan de
Cristo porque son demasiado pequeños y no entienden…

(Jeremías 6: 17) = Puse también sobre vosotros atalayas, que dijesen: escuchad el
sonido de la trompeta, (La trompeta representa la Palabra de Dios en los tiempos finales) y dijeron
ellos: no escucharemos.

(Jeremías 5: 3) = Oh Jehová, ¿No miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les
dolió; los consumiste, y no quisieron recibir corrección; endurecieron sus rostros, (Daría
toda la sensación que, de manera muy elegante, los está llamando “caraduras”, ¿Verdad?)…más que la
piedra, no quisieron convertirse. (¡Atención! No está hablando con el mundo. ¡Está hablando con la
Iglesia! Entonces: ¿De qué conversión estará hablando? Sin ninguna duda: de la única. Es decir:
¡CONVIÉRTETE IGLESIA!

(Jeremías 9: 5) = Y cada uno engaña a su compañero, y ninguno habla verdad;


acostumbraron su lengua a hablar mentira, se ocupan de actuar perversamente.
(Recuérdalo: perversidad no es simplemente maldad, es obrar torcido.)

(Isaías 5: 12) = Y en sus banquetes, (Los que juntan casa a casa, es decir: iglesia a iglesia)
hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas y vino, y no miran la obra de Jehová, ni consideran
la obra de sus manos. (Esto significa que hay muy buenos músicos, excelentes instrumentos, mucha
fiesta, algarabía, bullicio, coros, danza, aleluyas a granel, variados ministerios. ¡Hay de todo hermano!
¡Estamos diez puntos!) No miran a Dios, se miran a sí mismos y se envanecen de lo que creen
ver.

(Jeremías 3: 21) = Voz fue oída sobre las alturas, llanto de los ruegos de los hijos de
Israel; porque han torcido su camino, de Jehová su Dios se han olvidado.

(Jeremías 14: 19) = Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de curación, y he aquí
turbación.

“Bueno, hermano... ¡Pero esto es para Israel! Olvida a los viejos judíos. Israel, hoy es la Iglesia.
Escucha el mensaje, confronta tu conducta, admite la corrección, sal de la religión hueca, entra en la
dimensión de la fe por el Espíritu, conviértete, vive el Evangelio del Reino, deja toda imitación grosera,
barata, inútil y basada en entretenimientos “cristianos”.

Dios tiene una Iglesia en la tierra que es la encargada de cumplir su plan. Dios no es el manager
de un gran show de domingo. Si no sacude al mundo, si sólo sacude paredes de algunos templos, algo
está faltando. No te olvides que aceptar ser corregido nos ayuda a saber después discernir entre lo falso y
lo verdadero.

(Verso 34) = Y haré cesar de las ciudades de Judá, (Es decir: grandes concentraciones
humanas viviendo en la misma desobediencia de Caín.) Y de las calles de Jerusalén, (El andar de la
iglesia nominal) la voz de gozo y la voz de alegría, (Está diciendo LA VOZ, no EL SENTIR) la voz
119

del esposo (Cristo) y la voz de la esposa (La Iglesia real) porque la tierra (Que es la carnalidad)
será desolada.

Esto es escatología, ¿No es así? ¿Y cuándo habrá de suceder esto? Milenaristas, pre-
milenaristas; ¡Basta! Dios no dice que inexorablemente va a hacer esto. Dice que TENDRA que hacerlo si
su pueblo no obedece su voluntad y su propósito. Si sigue obsesionado en hacer fotocopias de mala
calidad partiendo de un impecable original.

(Isaías 24: 7) = Se perdió el vino, (La revelación) enfermó la vid, (El pueblo) gimieron
todos los que eran alegres de corazón (De corazón, de alma, de emociones, no de espíritu,
¿Entiendes? ¡Aleluya hermano! ¡Gloria a Dios! ¡Y a su nombre...! ¡Gloria! Y etc.etc.) Cesó el regocijo de
los panderos, (Adiós a los recitales musicales sin unción ni adoración o alabanza genuinas) el
estruendo de los que se alegran, cesó la alegría del arpa (¡Un momento! Y no sé qué es lo que
piensas tú, pero mientras sigamos creyendo que está hablando con el mundo incrédulo, no salimos, eh?)

(Ezequiel 26: 13) = Y haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se dirá más el
son de tus cítaras.

(Oseas 2: 11) = Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas, y sus días
de reposo, y todas sus festividades.

(Apocalipsis 18: 23) = Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de
esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus
hechicerías fueron engañadas todas las naciones.

¿Tengo que entender, entonces, que Dios puede amenazar? No. Dios jamás pronunciará una
amenaza, porque amenazar es dar a entender con actos o palabras que se quiere hacer algún mal a otro,
y Dios no está en su trono precisamente para causarle mal a nadie.

Lo que Dios ha estado haciendo aquí, mediante su palabra traducida y puesta en voz y sonido
por sus instrumentos útiles e inútiles, es dar advertencias. Y una advertencia no es el anuncio de alguien
que le va a causar un mal a otro, sino las condiciones que podrían estar posibilitando que se produjera ese
mal. ¿Suena parecido, verdad? Pero es muy distinto.

De todos modos, será muy complicado pretender una verdadera reforma integral de la iglesia, si
los que vamos a formar parte de ella no mejoramos nuestros caminos. Porque el mundo no vendrá a ver
nuestros ritos, tradiciones o costumbres. No les interesa. Tienen demasiado de todo ese show. Ellos
vendrán a ver cómo vivimos para ver si pueden cambiar sus formas y conseguir un poco de paz, algo de
seguridad y, esencialmente, garantía de salvación. ¿Y cómo estamos viviendo?

079 - Cuestiones del Tiempo


Dentro de lo que pueden significar dimensiones desconocidas para el hombre, están las del
concepto del tiempo. El hombre nace en el tiempo, vive en el tiempo y muere en el tiempo. Para nadie es
desconocido que el tiempo es una cárcel en la que el hombre, prisionero de esta terrible dimensión
llamada tiempo, vive y desarrolla su vida, sueña y ensueña la vida, vive en ese campo de la prisión de sus
propios deseos.

El tiempo, simplemente transcurre sobre el hombre sin que el hombre pueda hacer nada para
modificarlo y cambiarlo. Es una cárcel. El hombre nace en el tiempo, vive en el tiempo y se derrumba en el
tiempo. Todo colapsa en el tiempo. Está escrito que algún día, el mismo mundo será destruido por el
tiempo y en el tiempo.

Está escrito que los cielos se envejecerán como se envejece una vestidura de vestir, dice el
texto de Isaías. Serán muchas las cosas que van a colapsar. Todo colapsa en el tiempo. Las cosas nacen,
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viven y mueren en el tiempo. El hombre vive, en ese tiempo, todas las experiencias; desde las más
sublimes como ver nacer a un hijo hasta las otras.

Es en el tiempo donde los hombres viven el amor, el odio, la abundancia y hasta la miseria. Es
en el tiempo, también, donde son posibles todas las alegrías, pero también todas las desgracias.
Definitivamente: el hombre es un prisionero del tiempo. Y si bien parece el título de una truculenta película
de ciencia-ficción, en este caso no lo es. Muy por el contrario, de alguna manera identifica la vida humana
en el planeta Tierra.

Esa misma tierra, que vista desde el aire parecería una naranja dentro de la cual siete mil
millones de seres se debaten entre la vida y la muerte, entre el amor y el odio, también es el lugar en
donde los hombres gustan y degustan sus pequeños y efímeros placeres, pero también se llenan de terror,
de angustia, de expectativas negativas frente a la muerte, al hambre, a la desnudez y a la miseria humana.
Esto es el tiempo, terrible cárcel en la que el hombre se debate.

Es entonces allí, en medio de esa tremenda visión casi sideral, que Pablo tiene, con esa
excelente pluma literaria con la que él describe las cosas del tiempo; es en medio de esa visión en que él
da una palabra impactante a la iglesia. Y les dice esta frase a los hombres de Roma como hoy nos la dice
a nosotros:

No se conformen al presente siglo; no se conformen al tiempo en el que ustedes


han nacido; no se conformen a estar prisioneros del tiempo en el que ustedes están
viviendo.

Él nos invita, nos incita, es el Espíritu Santo el que sopla sobre la iglesia y nos llama a
rebelarnos contra esa prisión llamada tiempo. Y nos dice: ¡Salgan de ese tiempo! ¡Rebélense contra
ese tiempo! ¡No se conformen a ese tiempo! Tengan la capacidad de cambiar su manera de
pensar, para así poder cambiar su manera de vivir.

Hay dos tiempos, lo han dicho los griegos. El tiempo humano, representado por ese maléfico
dios kronos, palabra de la cual sacamos las nuestras Cronómetro, Cronología, Cronograma. Kronos, el
tiempo griego del tiempo humano.

Este dios, Kronos, era para los griegos el dios de la tiranía. No es casual; hasta hoy este dios
sigue tiranizando a los hombres. ¿Cuántos han escuchado decir a alguien que el tiempo es tirano? Sin
embargo, como decía Albert Einstein, el tiempo no existe. Los hombres, que han sido todos creados por el
mismo Dios, así hayan decidido militar en ateísmo, el gnosticismo o cualquier otro rudimento apartado de
la palabra de Dios, suelen tener consciente o inconscientemente, conceptos divinos, mal que les pese.

El tiempo es simplemente una abstracción del hombre, es una ilusión, una quimera. El tiempo,
en sí, es una irrealidad. Nuestra forma de medir el tiempo no tiene ningún sentido más allá del planeta
Tierra. Un giro sobre sí mismo, el día. Un giro alrededor del sol, un año. Pero allá afuera, en el espacio
infinito, nuestros cronómetros y relojes no sirven para nada. ¿Alguna vez lo pensaste desde esta óptica?

En ese tiempo terrible de esa rueda impactante que es la vida, con el nacimiento y la muerte. Es
la rueda de la cual habla Santiago en el capítulo 3 de su carta cuando alude a “La rueda de la creación”.
La versión original de Casiodoro de Reina, dice: “La rueda de nuestro nacimiento”.

De allí que algunos grandes pensadores, dijeron: “El hombre nada hace, todo le sucede”. “El
hombre es una víctima de los sucesos”. Al hombre los eventos de la vida le caen encima como cae la
lluvia y, como ocurre con esta, no puede hacer nada más que comprarse un buen paraguas y tratar de no
mojarse. El hombre no hace nada para cambiar sus tiempos por una sencilla razón: no puede.

Es aquí, entonces, donde el evangelio surge con su propuesta de liberación tremenda y


extraordinaria. Evidentemente no son muchos los que la alcanzan, pero es la Palabra de Dios para
aquellos que quieran intentarlo. El evangelio es libertad porque el evangelio te rescata de tus prisiones
temporales y te invita a caminar los tiempos divinos.
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080 - Elevando el Pensamiento


Vivir en el tiempo de Dios, en cambio, es vivir en otra esfera. Es vivir en el mundo de lo
imposible, viendo las cosas posibles. Es el tiempo del poder, es el tiempo de la fuerza, es el tiempo de la
esperanza, es ese segundo donde todo lo imposible no existe. Es el mundo del conocimiento, el mundo de
la libertad, es el mundo de la vida abundante.

Así como los griegos hablaban del tiempo Kronos, el tiempo humano donde suceden y
transcurren todas las alegrías, peripecias, placeres y dolores del hombre, así también hablaban del otro
tiempo, el que ellos llamaban “el tiempo de los dioses”, al que denominaban Kairos.

De modo que había dos conceptos del tiempo en el lenguaje de la filosofía griega, que es
precisamente el lenguaje con el cual se escribió el Nuevo Testamento. El concepto del tiempo humano,
Kronos, y el concepto del tiempo divino, Kairos. Y el apóstol Pablo, lo que busca, es sacarnos de ese
Kronos y meternos en el Kairos, que es el tiempo divino, el tiempo del viento recio, ese tiempo donde las
cosas imposibles son posibles. Con una variante, claro está: es el tiempo de Dios, no de “los dioses”.

Por eso es que Isaías recoge esas palabras monumentales de Jehová, Dios de los ejércitos. Así
como son más altos los cielos que la tierra, así son más altos mis caminos que vuestros
caminos. Mis pensamientos no son como vuestros pensamientos, ni mis caminos como vuestros
caminos.

El hombre tiene que elevarse al pensamiento de Dios, al camino de Dios, tiene que tener la
fuerza para propulsarse a esas grandiosas esferas. Tiene que salir de alguna manera de esta esfera de
secuestro que es la tierra y ver la tierra, en el sentido espiritual, de la misma manera en que la tienen que
haberla visto los astronautas de las naves espaciales, desde lejos.

Cuando tú estás demasiado cerca de la tierra, vas a ver grande la tierra y grandes tus
problemas. Pero cuando te vas alejando, vas a ver a esa tierra mucho más pequeña, y ni siquiera te
puedes imaginar que allí haya problemas.

Cuando tú te levantas en el tiempo de Dios, todas las cosas de esta tierra serán minúsculas,
pero cuando tú estás metido en esta tierra, hasta el problema más chico te parece enorme, inmenso. Es la
fe que te levanta a Dios, que te levanta a los imposibles, la que te da la libertad de escaparle a cualquier
tragedia, la que te convierte en invencible y la que te permite pisotear tus problemas y vencer en el nombre
de Jesús. Es el tiempo de Dios.

En toda la Biblia se entremezclan los dos tiempos: el Kronos humano y el Kairos de Dios. Este
es el ámbito que tuvo Juan cuando vivió la visión del Apocalipsis. Juan estaba prisionero, pero entrar al
tiempo de Dios lo hizo total y absolutamente libre.

A la isla de Patmos iban los disidentes del imperio romano, los que eran más peligrosos para
ese estado, aquellos que luchaban contra el emperador. Y Juan. ¿Por qué estaba preso Juan? Él lo dice:
por causa del testimonio de Jesucristo y la palabra del evangelio. Ese era su delito. Porque los hombres
que piensan, siempre han sido un peligro para la sociedad, sobre todo para los dictadores.

Cuando hay hombres que piensan, los dictadores tiemblan, los corruptos tiemblan. Mientras
haya en un país una manada de imbéciles que no tengan la audacia de pensar ni de decir lo que piensan,
mientras haya cobardes así, nunca nadie temblará delante del evangelio.

Pero cuando se levantan hombres que piensan la palabra de Dios y tienen agallas para decir lo
que piensan de Dios y en Dios, entonces la humanidad tiembla, el mundo tiembla, tu país temblará algún
día. Cuando se levanten hombres que hablen la palabra de Señor en el tiempo de Dios.

Y esto no es ni subversión, ni mucho menos oposición política o ideológica. Los creyentes de


ninguna manera estamos preparándonos para participar en la política doméstica de cada uno de nuestros
países, con la idea a futuro de ser gobierno de nuestras naciones, por una sencilla razón: pertenecemos a
122

la iglesia de Jesucristo, y esa iglesia ya es gobierno espiritual en todo el planeta. Sólo resta que los
creyentes lo crean y lo pongan por obra.

081 - Metido en el Tiempo Divino


Y ahí estaba este célebre maestro de la palabra que es Juan: preso por la palabra de Jesucristo.
En su tiempo humano, ese tiempo de tragedia, tiempo de lágrimas, tiempo de esclavitud, tiempo de dolor,
tiempo de látigos. La isla de Patmos, hasta el día de hoy, existe.

Cuando se hacen excursiones turísticas a Patmos, todavía es una isla llena de rocas; es una
prisión estatal, nadie vive allí, ni siquiera los pájaros. No hay lugar hospitalario allí, es una isla maldita. Es
uno de los lugares más tenebrosos de la tierra, no hay esperanzas allí. No puede haber nada, siempre fue
una cárcel y lo será; símbolo de la opresión y la esclavitud de un imperio, hasta el día de hoy.

Y allí estaba el apóstol. En su tiempo humano. Pero de pronto los cielos se abren, comienza el
glorioso tiempo de Dios, y dice: Estaba yo en el Espíritu del Señor; en el día del Señor, y una
voz que me dice: ven y sube acá.

Y es transportado entonces a esa gloriosa presencia de Dios, donde comienza a ver la gloria de
Dios y nos escribe esa palabra poderosa en la profecía, la más alta de toda la Biblia, que es el Apocalipsis.
Porque el hombre debe reconocer una cosa: estamos viviendo en el tiempo humano, pero de pronto ese
Kairos irrumpe en la vida de los hombres, produciendo los milagros más extraordinarios.

Cuando se lee y hasta se analiza, quizás exegéticamente la expresión del apóstol Juan cuando
dice Estaba yo en el día del Señor, a muchos se les ocurrió emparentarlo con el día domingo. Sin
embargo, el Espíritu da otra cosa. Dice que no era un día perteneciente a los siete de la semana, sino que
era un octavo día.

Es un día que no está dentro del calendario humano. Es muy difícil imaginarse esto, pero esta
realidad existe. El día y la hora nadie lo sabe dice la palabra con relación a la venida del Señor. ¿Será
un octavo día y en su hora veinticinco? Nadie lo sabe, nadie lo vivió en este tiempo Kronos. Es tiempo
divino, calendario divino.

Y Juan se mete en ese tiempo divino. Y en ese tiempo divino encuentra la libertad, encuentra la
visión de Dios, encuentra transformación para su vida, encuentra la visión del Señor. Sin templo. Sin
congregación. Sin cobertura humana. ¿Qué queremos decir con todo esto?

Que tal vez tú, hoy, que estás leyendo esto allí, estás con tus propias tragedias, con tus propios
problemas. Estás prisionero del tiempo humano. Problemas económicos, problemas de amor, desilusión
de la vida, problemas con los hijos, abandono del hogar, problemas con su familia, problemas personales.

El mundo entero, al igual que esas hormigas que desfilan por el muro de tu casa, y que si tú te
detienes un momento a verlas, con una gran lupa, viendo mejor sus acciones, todas cargando un pequeño
trozo de tierra, o una partícula de una hoja, arrastrada desde el patio de su casa. Trepan, y a veces las ves
caminar metros y metros, y escabullirse hasta las zonas donde ya no puedes seguirlas.

Y me parece que así desfilan los hombres por la vida, cargados de cosas que no le sirven para
nada, como millones y millones de hormigas inútiles, que marchan con prisa a ninguna parte. Hombres
que no tienen esperanza ni visión. Su destino es caminar y no parar nunca de caminar, llevando su
problema a cuestas.

Pero hoy, el tiempo de Dios, el Kairos, está bajando para darte total libertad, para quitar tu
carga, para librarte de tus prisiones. ¿Recuerdas el diálogo de Jesús con el paralítico de Betseida? ¿Aquel
que aguardaba que alguien lo ayudara a meterse en el estanque cuando el ángel revolvía las aguas para
sanarse?
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A todas luces vemos que este hombre era el que menos posibilidades tenía para entrar allí. Su
destino, su kronos, su tiempo humano, era un tiempo de esclavitud, de vergüenza, de desesperanza.
¡Treinta y ocho años esperando ser el primero en tocar las aguas para obtener el milagro! ¡Treinta y ocho
años de frustraciones! Pero esa mañana, Jesús caminaba cerca del estanque de la bendición.

Hablaron. Y ese hombre hizo lo mismo que tú, que yo y que tantos que alguna vez estuvimos
esperando un milagro, por pequeño que fuera. Queja, llanto, pena, tristeza, angustia, depresión, lamento,
pesimismo, desahogo. “¡Soy un paralítico! ¡He perdido a mis amigos! ¡Ya no tengo a nadie! ¡Nadie
me ama! ¡Nadie tiene interés en mí! ¡Nadie quiere estar aquí esperando la hora del milagro!”

Jesús lo mira a los ojos. Algo, (que no está escrito en la Biblia) le tiene que haber dicho. Algo así
como: “No tienes que esperar que venga el ángel a revolver el agua. Ahora ya no tienes que esperar
más la hora de ese milagro. ¡Yo soy esa hora! ¡Ahora; Levántate y anda! El Kairos, el tiempo de Dios,
baja, desciende, sana al hombre y le levanta para su gloria.

082 - Penetrando la Esfera Divina


Después llega la resurrección de Lázaro. Ella se lamenta mucho que el Maestro haya llegado
cuatro días tarde. Todo está perdido en el Kronos, en el tiempo humano. El tiempo de la muerte, el más
terrible de todos los tiempos humanos.

“Señor, -se lamenta Marta- si tú hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera


muerto”. Y Jesús le dice: “Tu hermano volverá a vivir”. - Sí Señor, ya lo sé; en la resurrección
de los santos él vivirá nuevamente.

No Marta; tú no tienes que esperar el día postrero, no tienes que esperar el día
final, no tienes que esperar nada. ¡Yo soy esa hora! ¡Yo, -dice Jesús-, soy ese día! ¡Yo soy la
resurrección y la vida, y el que cree en mí aunque esté muerto, volverá a vivir! Él es el tiempo
de la vida.

Pero hay más Tiempo de Dios. De pronto descubrimos al apóstol Pedro, en medio de sus
prédicas hidalgas y profundas. Esa prédica ardorosa que lo destacaba como un hombre valiente en los
primeros años de la iglesia apostólica. Donde verdaderamente había que ser valiente para abrir la boca.

Por causa de esa prédica ardorosa y valiente es encarcelado junto a otros hombres. Pero a él lo
ponen en una prisión aparte, en la peor y más dura de las prisiones estatales de Jerusalén. Con cuatro
guardias compuestas de cuatro hombres cada una. Dieciséis soldados que lo custodian día y noche.

Y allí está él en su Kronos, en su tiempo humano. No puede salir de esa cárcel. Cuatro puertas
de hierro, lleno de grillos y cadenas. En el cuello, en las manos y en los pies. Imposible moverse, está
esclavizado. Ese es su tiempo humano, ese es su tiempo de dolor.

Entonces es cuando la iglesia tiene una palabra de oración delante de Dios. Y cuando la iglesia
ora, el tiempo de Dios desciende. El tiempo de Dios baja, el tiempo del milagro se desata. Sucede cuando
los hombres golpean las puertas de la eternidad. Hasta el llanto de un niño es escuchado en los cielos, así
como Dios escuchó el llanto de Ismael.

Aún el lamento del hombre más pequeño y miserable en la tierra, penetra en los cielos y
conmueve el trono de Dios y su presencia de eternidad. No hay lamento, no hay palabra que nosotros
pronunciemos, que no penetre en la esfera de los cielos.

Por eso no te canses, hoy, si has tenido una larga oración durante mucho tiempo, si hay una
petición que has mantenido en tu corazón durante muchas horas. Este es el tiempo del milagro, no te
canses de lanzar tu voz hacia los cielos. Insiste; tu palabra penetra los cielos, más allá del techo de tu
habitación. Su palabra penetra los cielos y conmueve el corazón de Dios.
124

Y así está aquella iglesia, orando por Pedro. Su tiempo humano, era tiempo de dolor, de
angustia, de miseria. Era un esclavo del imperio, estaba prisionero, nunca más saldría de allí. Sin
embargo, la voz de la iglesia, atrae la presencia del ángel de Jehová.

El poderoso ángel del Señor, que desciende en la ciudad de Jerusalén y encamina sus pasos
hacia la cárcel pretorial. Nos cuenta la Biblia que abrió la primera puerta y nadie se dio cuenta que había
entrado un ángel. No sabemos si los soldados se durmieron o qué fue lo que les pasó. Simplemente se
borraron. Es como si parte de sus mentes se les hubiera bloqueado.

Las puertas se abrieron, sin llave alguna. Los hierros se rompieron y el ángel penetró en la
primera, la segunda, la tercera y la cuarta puerta. Dieciséis guardias fornidos, y ninguno pudieron
detenerlo. Todos cayeron espantados frente a la presencia de esa fuerza que era trans-humana.

Se enfrentó al apóstol Pedro, le cortó los grillos y las cadenas, lo levantó en pie, lo sacó por las
cuatro puertas, lo dejó en la calle y le dijo ¡Chau, Pedrito! ¡Hasta siempre! Tu Kairos ha descendido. Tu
tiempo divino. En medio de tus prisiones, hermano, hermana, Dios puede sacarte de la cárcel en la que
estás, en medio de tus problemas.

Debes orar mi hermano, debes mantener la fe, la fuerza, Dios está aquí para bendecir tu vida
hoy. Está aquí para bendecir tu corazón, está aquí para sacarte de tus prisiones, no importa cuál fuere la
prisión que tengas. No importa el dolor o la angustia en la que vivas, Dios está aquí para transformar tu
existencia. ¿Puedes creerlo? Eso alcanza.

083 - Discernir los Tiempos


Y hay otros Kairos, muchos más, decenas de ellos. Cientos, quizás, y no todos escritos. Siendo
capaces de sacar de la ciudad sitiada a todos los que habían perdido sus esperanzas, a los que creían
que ya no había escapatoria.

Tú recuerdas: los que se atrevían a salir de una ciudad sitiada, caían en manos de los soldados
del ejército invasor y los mataban. Es como dice el libro de las Lamentaciones: Mas bienaventurados
fueron los que murieron por el filo de la espada que los que fueron destruidos por la
muerte del hambre. Y así es.

Y en una ocasión, en medio de ese pueblo, estaba un loco. Un loco como Pablo. Estaba allí el
profeta Elíseo. Y fíjate lo que hace este loco. Un día, recibe ese Kairos, ese tiempo divino, ese tiempo de
Dios que baja en medio de las miserias.

Ese bendito loco se llena de fuerza, se para en medio de la plaza pública de la ciudad y, de
pronto, dice: ¡Hermanos! ¡Mañana, a estas horas, habrá aquí un gran banquete para todos nosotros!
¡Ustedes van a comer como nunca han comido antes!

La gente se lo queda mirando como si fuera una lagartija rara, y entonces piensan: este Eliseo,
cuando comía, ya era loco, porque todos los profetas son locos, todos, porque no hay ninguno que no sea
loco, todos son locos. ¡Benditos todos esos locos que cambian el mundo! ¡Infelices los cuerdos que se
adaptan a los sistemas opresivos, represivos y esclavizantes!

Entonces decían: cuando comía, éste ya era loco. Ahora que hace un buen tiempo que no come
por el sitio de la ciudad, está más loco que nunca. Y la gente no creyó lo que estaba diciendo ese hombre.
Un hombre que decía lo que decía porque había discernido el Tiempo de Dios que se aproximaba.

Porque el hombre que puede discernir el KAIROS de Dios es como aquel que se levanta en una
poderosa y alta torre, y ve lo que viene en el futuro, en la mañana. Para la gente de su tiempo, es un loco,
un paranoico; es simplemente un esquizofrénico, es un hombre que ve visiones y que tiene sueños vanos.

Sin embargo, discernir el tiempo divino es discernir la presencia de Dios mismo. Es percibir el
poder del Eterno, es ver el día que no nace, es ver el mañana que no viene, es predicarlo hoy en medio de
125

las tinieblas. Entiende: cada cambio, cada modificación a las antiguas estructuras eclesiásticas
tradicionales, esas que ahora tomamos con naturalidad fueron, en un primer momento, prédica pionera de
hombres que de ninguna manera fueron ni apoyados, ni felicitados ni respaldados.

Hombres que debieron ser solitarios portadores de lo que sabían perfectamente que venía del
Tiempo de Dios, pero que el mundo religioso no podía ver ni entender. Hoy se critica mucho a los llamados
“Llaneros Solitarios”, pero olvidan que fue gracias a hombres así que tantas cosas cambiaron.

Y Eliseo se mete en ese Kairos y habla esa palabra. Y la Biblia cuenta que esa noche se
trasladaron hacia el campamento de los invasores unos hombres leprosos, y fueron allí y encontraron el
campamento. ¿Sabes cómo? Intacto.

Había una gran cantidad de cosas allí para comer, porque los adversarios eran miles y miles y
se habían ido todos. Había quedado todo el campamento intacto y no había ninguno de los invasores allí.
A todo esto, el ángel del Señor había provocado el pánico entre ellos y los había dispersado. Entonces,
estos hombres leprosos, lo primero que hacen, lógicamente, es comer como locos.

Pero cuando se sacian, cuando no pueden más, dicen: no es bueno que solamente nosotros
estemos acá, esta es hora de dar buenas noticias. Y se van, con toda prisa, a la ciudad sitiada a decirles a
todos: ¡Podremos seguir viviendo!!

Es allí, entonces, donde se cumple la palabra de los locos lindos. De ese bendito loco que
anticipa la bendición de Dios sobre la ciudad. Tal vez, en este día que “casualmente” estás leyendo esto,
tú tengas muchos problemas, tremendas angustias. Pero Cristo es el Kairos de la bendición, de la
riqueza, de la abundancia.

Él es hoy el tiempo de Dios viviente. Él es quien manifiesta a todos los que creen la autenticidad
del tiempo divino. El Señor es mi pastor, nada me faltará. En el mundo todo te puede faltar, pero Él
es Jehová Jireh, Jehová el proveedor, Jehová el dador de todo bien.

Haciendo un resumen, digamos que este día en que tú has leído esto, tú tienes que hacer algo
frente a esta palabra que desafía. Todo hombre, siempre vive en su Kronos. Entonces es hora de
preguntarse: ¿Cuál es tu tiempo?

¿Es tu tiempo de miserias, de dolor, de preocupación, de desgracias, de desventuras? ¿Es tu


tiempo de enfermedad, tu tiempo amargo? ¿Es tu tiempo de penas? ¿Has comido lágrimas esta mañana y
te pusiste a leer esto tanto como para no pensar en lo otro?

¿Has bebido lágrimas anoche? ¿Has venido delante de Dios trayendo tu petición dolorosa?
¿Estás desesperanzado y abatido? Así nunca podrás ser parte del ejército de Dios. Deja tus caminos y
súbete a los caminos del Eterno.

Deja tus pensamientos y empieza a pensar cómo piensa Él. Dios te llama y te dice, como a
Juan: ¡Eh! ¡Sube acá! ¡Levántate de tus miserias! ¡Deja de ser un esclavo de tus penas, de tus tristezas!
¡Deja tu Kronos, tu tiempo humano y métete en el Kairos de Dios, en el tiempo divino!

Volviendo a revisar las palabras del apóstol Pablo, palabras del Espíritu Santo para nosotros,
dice: No se conformen al tiempo presente. Rebélense contra ese tiempo en que están viviendo. Tengan la
audacia y las agallas de levantarse de donde están postrados, tengan la audacia de luchar contra sus
problemas. ¡No se dejen aplastar por las dificultades de la vida!

¡Levántate y camina! ¡Levántate y anda! ¡No dejes que tu vida sea una pesada roca que te
aplasta la espalda y te sumerge en el pantano de la desgracia! ¡Rebélate contra tu destino y contra tus
penas! ¡Rebélate contra la miseria y contra tu hambre!

¡Entra al tiempo de Dios y a la libertad! ¡Jamás hables de tu problema de salud diciendo “Mi
enfermedad”! ¡No es tu enfermedad! ¡No te pertenece! ¡Es un lastre del diablo que no tienes por qué
aceptar, y menos considerarlo tuyo!
126

Deja tu tristeza. Deja de lamentarte frente a tus miserias. Deja de llorar sobre tu destino
negativo. Cambia tu manera de pensar. La riqueza de la vida está en la forma de pensar sobre ella. La
pobreza no es un problema de plata en el bolsillo, de más o menos dinero.

La pobreza del hombre vive adentro de su cabeza, está en su mentalidad, en su forma de


pensar. Ha sido dicho que el primer paso de la fe, es el sueño. Si la gente quiere cambiar de vida, tiene
que tener un sueño de libertad en el alma; tiene que tener la fuerza de ser libres, desear la libertad.

Hay hombres esclavos que adoran sus miserias, adoran sus enfermedades, adoran sus
lágrimas, viven día y noche ese estado de crisis. Les encanta, cada vez que van a la iglesia, ponerse de
pie y pedir que los demás oren por ellos.

Yo siempre creí que lo que estaba viviendo dentro de la iglesia estructural, en el tiempo donde
todavía asistía a una de ellas, era bueno y me llevaba a un ámbito superior y mejor, pero sabía que tenía
la suficiente seriedad, honestidad y limpieza como para pretender la libertad de ser transparente con Dios.

No se me entendía ni tampoco tenía consensos ni coincidencias. La mayoría de mis hermanos


me decía que no, que lo mejor era así, permitir que el pastor pensara en lugar de nosotros porque, al ser
un hombre levantado por Dios, seguramente nos diría que era lo mejor para hacer.

¡El cielo desafía esa cobardía y te invita a que entre en el tiempo de Dios donde hay libertad y
abundancia! Hermano, en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levanta tu mano allí donde estás aunque
alguien pueda tomarte por loco, y di ahora conmigo:

“Señor, en este momento, en el nombre de Jesucristo de Nazaret rechazo, me opongo y


echo fuera de mi toda esclavitud que haya en mi mente. En este momento y por el poder de tu
nombre me declaro total y absolutamente libre, entro en tu tiempo divino y dejo de ser,
definitivamente y para siempre, un prisionero del tiempo humano. Amén.”

084 - Ministerios de Competición


Claro; el subtítulo puede llamar a confusión, porque hemos enseñado en muchas ocasiones que
los ministerios dentro del pueblo de Dios no han sido puestos allí para competir, sino para
complementarse. Y resulta que aquí te escribo que son ministerios de competición.

¿Me habré vuelto loco? ¿Ya estaré en un grado de senilidad contradictoria? No. Suena así, pero
no es así. Lo que he querido decir con este subtítulo, es que los ministerios tienen que ser competentes,
no competidores. Y lo de ministros competentes sí que es mandamiento divino.

Ahora bien; dentro de lo que es el pueblo de Dios, ¿Cuántas veces has escuchado, leído o
asumido por cualquier otro método, que somos: Linaje Escogido, Nación Santa, Pueblo de Reyes y
Sacerdotes y Todos Ministros Competentes?

¿Cuántas veces, asimismo, Te has mirado al espejo de tu propia vida espiritual, a la de quienes
lo rodean, a los que están por encima de ti o a los que están por debajo, y no has logrado ver manifestado
absolutamente nada de esto?

Entonces: ¿Habrá exagerado Dios? ¿Estará desactualizado con respecto a la problemática del
hombre moderno? ¿Será esta una escritura válida solamente para aquellos tiempos o no habremos hecho
convenientemente la tarea y por eso es que todavía no somos eso que Dios dice que vamos a ser?

(Levítico 21: 1) = Jehová dijo a Moisés: habla a los sacerdotes hijos de Aarón, y diles
que no se contaminen por un muerto en sus pueblos.

Muchos han tomado a esta palabra desde el ángulo de la biología, relacionándola con no tomar
contacto con la cadaverina, un líquido tóxico y venenoso segregado por una glándula que todos llevamos
127

adentro y que se acciona inmediatamente producido el deceso de una persona, con el objetivo concreto de
comenzar con el proceso de descomposición de la materia.

Otros, han elegido una interpretación litúrgica, en la que se le está prohibiendo a los sacerdotes
ministrar en oficios o servicios fúnebres, algo que en muchos sectores todavía se cumplimenta como rito
obligatorio, aún a sabiendas que naturalmente, no tiene el más mínimo valor, fundamento bíblico y,
obviamente, efecto alguno, como no sea el de satisfacer las necesidades sentimentales y emocionales de
los deudos del difunto.

Quien muere, muere y, desde el ángulo de la fe, ya no hay absolutamente más nada que hacer
para cambiar el destino eterno del que ha partido. No valen ni oraciones, ni misas, ni nada en favor de un
muerto. Lo que se haya decidido en el cielo al respecto, ya no tiene marcha atrás. El famoso purgatorio fue
un invento dilatorio para conformar deudos que ni aquellos que deberían respetarlo se animan a creer.

Y otros tanto han preferido entenderlo desde el plano del espíritu, interpretando que es
contaminación para el pueblo de Dios, rozarse y tener comunión con quienes están muertos en espíritu.
Cualquiera de los tres enfoques, -más allá de las divergencias-, son para tener en cuenta.

(Verso 4) = No se contaminará como cualquier hombre de su pueblo, haciéndose


inmundo.

Creo que no es necesario que te detalle lo que constituye inmundicia hoy en día, por más que
mucha gente lo rotule como “conductas diferentes o alternativas”. Tú, en tu interior, y sin tener en cuenta la
moralina o la pacatería insípida de nuestra cultura, sabe perfectamente por dónde caminan la pureza, la
limpieza, la rectitud, la integridad y la transparencia y por dónde lo hace la inmundicia, aunque se disimule
con apariencia.

(Verso 6) = Santos serán a su Dios, y no profanarán el nombre de su Dios, porque


las ofrendas encendidas para Jehová y el pan de su Dios ofrecen: por tanto, serán santos.

Quiero que entiendas muy bien esto porque es básico, clave, elemental y primario. Lo dicho en
este verso, no es un requisito necesario para el ministro competente, rey y sacerdote del pueblo de Dios.
Este, es el requisito insustituible. No es el punto de llegada, la meta, es el punto de partida para cualquier
ministerio.

(Verso 7) = Con mujer ramera o infame no se casarán, ni con mujer repudiada de su


marido; porque el sacerdote es santo a su Dios.

Lo primero que vemos aquí es que el sacerdote, el ministro, se pueden casar. Las imposiciones
siguientes, muy entendibles desde el punto de vista de lo social, pertenecen más a una disposición
humana que divina, ya que ninguna tiene en cuenta que el que está en Cristo, nueva criatura es, las
cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.

085 - Coordenadas Divinas Obligatorias


(Verso 10) = Y el sumo sacerdote entre sus hermanos, (Aquel a quien Dios levante, no al
que ciertos hombres se les ocurra designar), sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la
unción, (El sacerdote, si no es ungido por la unción de Dios, jamás pasará de la categoría “gerencial” de
un administrador institucional) y que fuera consagrado para llevar las vestiduras, no descubrirá
su cabeza, (Esto quiere decir que no descuidará esa unción recibida, ya que de lo contrario sólo será un
ministro carnal.) Ni rasgará sus vestidos. (Esto tiene que ver con que no se dejará llevar por ninguna
“explosión” de ira por más “santa” que parezca)

(Verso 12) = Ni saldrá del santuario (Esto es: no buscará motivaciones personales que
puedan alejarlo de la única cobertura posible, que es la presencia del Dios vivo en cada acto de un
ministerio) ni profanará el santuario de su Dios; (Aquí está hablando, mi hermano, de su propio
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cuerpo, que es templo y santuario del Espíritu Santo, que es Dios. No sólo con comportamientos
groseramente pecaminosos, (Adulterio, fornicación), sino con recetas humanas, tales como el Humanismo,
Filosofías Orientales, Científicas, que reemplacen la validez y el poder de la Palabra) Porque la
consagración por el aceite de la unción de Dios está sobre él. Yo Jehová.

(Versos 13-14) = Tomará por esposa a una mujer virgen. No tomará viuda, ni
repudiada, ni infame, ni ramera, sino tomará de su pueblo una virgen por mujer.

Esto es una reiteración ampliada del verso 7, donde hemos dicho que obedecía más a
disposiciones de hombres que a leyes divinas. Aquí queda eso en muy clara evidencia, ya que si bien la
ramera (Prostituta) la infame, la repudiada (Divorciada) y hasta la virgen lo son por estricta decisión
personal, no así la viuda, que es total y absolutamente inocente de su estado, ya que no es responsable
de haberse quedado sin un marido al que en la mayoría de los casos amaba y no deseaba perder.

Pero lo más importante de ese sacerdocio, que no se reserva solamente para pastores y líderes,
sino que conforme a la Palabra le pertenece a todo un pueblo de reyes y sacerdotes y ministros
competentes, viene ahora.

Vamos a ver en primer término el texto global y luego, sacándolo definitivamente de lo literal que
resultaría incomprensible en el siglo veintiuno, vamos a traspasarlo a principios espirituales que van a
mostrarte muchas cosas. Que tal vez puedas ya haber visto, pero que nunca está de más reiterarlas.

Cosas que te van a ayudar a aprender otras y te van a otorgar elementos muy precisos para no
caer en el error y luego tratar de disculparte diciendo que nadie te lo había advertido, que nadie te lo había
dicho. Aquí te lo estoy diciendo.

(Versos 17-20) = Habla a Aarón y dile: ninguno de tus descendientes por sus
generaciones, que tenga algún defecto, se acercará para ofrecer el pan de su Dios.

Porque ningún varón en el cual haya defecto se acercará; varón ciego, o cojo, o
mutilado, o sobrado, o varón que tenga quebradura de pie o rotura de mano, o jorobado, o
enano, o que tenga nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine, o testículo magullado.

Fíjate que aquellos a los que les agrada tomar a las escrituras literalmente, ya sea porque
suponen que otra cosa es jugar a las fantasías místicas, o porque no saben lo que significa el término
Revelación Profética, se encuentran en un grave problema: A esta porción, nadie le da importancia
porque, aparentemente, fue escrita para una época en que estas cosas se tenían en cuenta, cosa que hoy
ya no sucede.

Sabido es y cualquiera de nosotros podría confirmarlo en su propio lugar de residencia y quizás


en el marco de su propia congregación que ninguno, ni siquiera la gente más encumbrada en los prestigios
evangélicos internacionales ha tenido en cuenta esta serie de elementos.

Tú o yo habremos conocido, seguramente, a consagrados y fieles hombres de Dios que eran


portadores de algunos de estos defectos físicos. Y ello no ha obstaculizado, perturbado ni menoscabado la
validez, la bendición, el poder y la gloria de Dios manifestada en sus ministerios.

Por otra parte, en una época en la que cualquier clase de discriminaciones es penada
fuertemente por las leyes internas de cada país, no se puede ver cómo esto se llevaría a cabo,
precisamente, en la tarea de servir a un Dios que, nos ha dicho, no hace acepción de personas.

Ahora, sí lo vamos a mirar con el agudo ojo de la revelación, seguramente las cosas van a tener
otra significación y, de aquel pasaje sin mayores relieves que solíamos leer casi para cumplir con el rito de
no dejar nada sin mencionar, pasará ahora a ser una fuente de donde beberemos las cualidades
insustituibles de aquellos ministros que desean ser competentes según la óptica divina.

VARÓN CIEGO
129

Esto te está hablando, indudablemente, de ceguera espiritual, de hombres y mujeres sin visión
de Dios. Llenos de predisposición, de abnegación, de esfuerzo personal, de trabajo arduo, de actividades
pensadas a favor y no en contra de la Iglesia, pero destinados inexorablemente a la carencia de resultados
o, lo que es peor: al fracaso. Está escrito que Dios aborrece las obras de la carne, y no se refiere sólo a las
malas obras de la carne, sino a todas. ¿Puedes entenderlo?

Porque al no tener visión del mundo espiritual, jamás acertarán a hacer lo que Dios quiere que
se haga, sino que harán lo que a ellos les parece que está bien. ¿No has visto tú alguna vez algo de esto
que te estoy expresando? ¿No te habrá sucedido esto, quizás a ti mismo?

El varón ciego, sin visión ni perspectiva de Dios, puede levantar una institución llamada Iglesia
que sea altamente respetable, admirada por propios y extraños y hasta exitosa según la interpretación
humana. Pero jamás podrá servir en su ministerio a la liberación del pueblo de sus opresiones, de sus
dolencias, de sus enfermedades del alma. Jamás podrá perfeccionar (madurar) a los santos, por lo que
será evidente que Dios no está detrás de su trabajo.

Porque, aunque derrame todos los dones y las bendiciones, estos no serán respaldados por la
presencia poderosa de Dios, ya que Dios no unge ni visita organizaciones, -por mejores que sean-, sino a
organismos vivos (Hombres y mujeres) que estén en plena consagración y obediencia a su propósito para
cada tiempo y lugar, cosa que es posible solamente cuando se cierran voluntariamente los ojos naturales y
se abren, (También voluntariamente) los espirituales, único método de alinear nuestra visión con la visión
de Dios.

VARÓN COJO

Físicamente, esto tiene que ver con renguera, ya sea por problemas en las extremidades
inferiores o cadera. Representa al hombre que no está imposibilitado de caminar, de andar, pero que lo
hace con alguna o muchísima dificultad.

En lo espiritual simboliza claramente a aquel que oye lo que Dios dice, lo entiende, se da cuenta
del contenido, lo cree, pero no lo obedece y, mucho menos, lo aplica. Es decir, lo que en otros textos,
recibe el nombre de prevaricador.

También tiene que ver con el que aprende todo lo que hay que aprender y todo lo que se
necesita aprender, pero que no produce absolutamente nada a partir de lo que aprende. Gente que oye un
mismo mensaje renovador durante más de ciento cincuenta reuniones al año, pero que al final de ese año,
sigue rengueando en el camino por seguir con sus ruinas viejas, resistiéndose a cambiar nada.

A propósito de esto y como modelo actual, podemos decir que hay congregaciones que arman
infinidad de centros de capacitación para sus miembros. Los capacitan para todo aquello en lo que luego
pueden ser de utilidad. ¿Esto es malo, entonces? ¡No! ¡En absoluto!

Sin embargo, la experiencia nos dice que una gran mayoría de ellas se entretiene de puertas
adentro, capacitándose años y años. Cuando finalmente terminan todos los cursos, ya se sienten
demasiado viejos o cansados para producir y no tienen mejor idea que empezar a mandar a sus hijos a los
mismos cursos, cursillos, seminarios y talleres y la historia vuelve a comenzar en la generación siguiente.

Si leyeran a Juan sabrían que la unción del santo es la única que hace posible un aprendizaje
divino, que les permite no necesitar maestro y que es la mejor guía para ponerse hoy mismo a hacer lo
que Dios quiere que se haga. ¿Parece fantasía? ¿Y qué quieres que haga? ¿No entiendes que el mundo
espiritual y sobrenatural, para el hombre natural es locura y fantasía? ¿En dónde estás parado tú?

De otro modo, mientras miles y miles de creyentes aprenden lo que jamás aplicarán, hay un
mundo allí afuera, que todos los días se va al infierno porque nadie les ha mostrado, no sólo con palabras
clonadas o tratados arrojados por debajo de las puertas, sino con autoridad del cielo y estilo de vida
acorde, que hay otro camino, que hay realmente buenas nuevas, perdón, redención, salvación, vida eterna
y un reino al que se puede servir con gozo.
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VARÓN MUTILADO

Toda visión de mutilación produce, en lo físico, una sensación muy particular, mezcla de
compasión, aprehensión y hasta rechazo. La imagen que muestra el mutilado es la que predispone. El
símbolo espiritual, aquí, tiene que ver con el creyente que muestra una imagen mutilada del carácter de
Cristo. O, lo que es peor, un Cristo deformado.

Tú tienes que tener en cuenta que, decir “mutilado”, por allí no da una imagen clara de lo que
significa, pero que si le buscamos un sinónimo preciso, sí que lo vemos mucho mejor: Distorsionado. Una
imagen distorsionada, incompleta o confusa de Cristo, no sirve.

Y no podemos esperar sentados que él abandone su posición para venir a hacerlo, siendo que
ya dijo que será su cuerpo, (Esto es: nosotros), los que tendremos que hacerlo. Porque cuando decimos
muy sueltamente que el Hijo entregará el Reino al Padre, lo que estamos diciendo es que será Su Cuerpo
en la tierra el que lo haga en Su nombre, ¿Está claro?

VARÓN SOBRADO

Esto Tiene que ver con un término muy de uso cuando nos referimos a ciertas personas que
nunca faltan. En el clásico lunfardo argentino (Que es una especie de idioma de los bajos fondos sociales
de antaño pero que todavía se usa) se les llama: “Sobrador”, “Canchero”, “Piola”, “Fashion”, que son
aquellos hombres, esencialmente, que hacen ostentación exagerada de sus atributos intelectuales y
físicos transformándose, de esta manera, en fanfarrones o ultra vanidosos, pagados de sí mismos.

En el ámbito del Reino de Dios, esto se aplica a aquellos que van más allá de donde Dios los ha
enviado. Que se introducen y se inmiscuyen en cosas en las cuales Dios jamás los mandó intervenir. A la
mejor manera de Saúl, que siendo rey, quiso ser sacerdote, y esto terminó con su reinado.

O de Uzías, que siendo un rey de Dios, se le ocurrió en un impulso de abuso humano de poder,
darle de puntapiés a los sacerdotes y pretender reemplazarlos, cuando Dios, obviamente, jamás lo había
enviado a hacer eso. Terminó sin reinado, sin sacerdocio y, encima, lleno de lepra.

Hay muchos, hoy, en el pueblo, que habiendo sido levantados para ejercer un ministerio,
suponen que su liderazgo les da derecho a meterse en otros a donde Dios no los envió. No sólo que llevan
a la iglesia y a sus miembros a la frustración y el fracaso, además de la confusión, sino que incluso
terminan pagando caro ese ser sobrado y concluyen sus días sin ministrar con poder y efecto ni siquiera
en aquel ministerio para el que habían sido llamados.

Hay algo que todos los creyentes deberíamos recordar diariamente y tenerlo muy en cuenta
para nuestros futuros actos. Dios no mata a ningún desobediente. Simplemente se retira y lo deja librado a
su propia voluntad. El resultado, para qué te lo voy a contar...

VARÓN CON PIE QUEBRADO O MANO ROTA

Esto te está hablando de ministerios perversos, porque todo lo que tiene que ver con pies y
manos, significa ejecutividad, ministerio, y cuando en el hueso hay fractura, eso se traduce como torcido,
que es el significado de la palabra perverso.

En la parábola del rico y Lázaro el mendigo, y más allá del relato literal que siempre se toma
como moraleja, sin pensar que Dios no dejó nada en la Biblia sólo para moraleja, sino con claro mensaje o
principio espiritual para encarnar y vivir, esto se ve con claridad.

El rico, (Un ministerio importante, pero sin unción ni revelación), se pierde por falta de visión.
Cuando se da cuenta de su situación, pide a Dios que Lázaro, (Un ministerio pequeño pero ungido), moje
su dedo, (Mano) en agua (Vida) y lo ponga en su boca. Dios le dice que eso, en ese momento, ya es
imposible.
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¿Qué pide el rico, entonces? Que Lázaro vaya y le diga a sus cinco hermanos (que son los cinco
ministerios) la verdad revelada para que ellos no se equivoquen como se ha equivocado él. Ministerios
perversos. Humanismo puro. Filosofías carnales. Negación total de lo sobrenatural por considerarlo
demasiado “fantasioso”.

Psicología secular elevada al rango de voluntades divinas no brotadas de púlpitos ungidos sino
de consultorios y hasta divanes terapéuticos. Recetas cientifistas. Infiltración del orientalismo en la iglesia
a través del ocultismo y la hechicería con disfraz cristiano que propone la Nueva Era. Unción de Freud por
sobre la unción del Espíritu Santo.

VARÓN JOROBADO

Deja ya de controlarte cada mañana los huesos de tus espaldas. Esto habla de hombres que
llevan una pesada carga debajo de la cual están cautivos sin poder salir. Gente que solamente puede
mirar hacia abajo porque está atada a conceptos de la realidad material y que no ven o no creen en el
invisible mundo del Espíritu.

Hombres y mujeres fieles, con deseos de servir, pero que a cada problema, lo primero que
piensan y les sale de sus bocas, es: “No puedo, soy demasiado débil, soy obeso, soy moreno, soy
latino y la sabiduría, dicen, está en los niños-diez, que son los altos, rubios y guapos. No soy
profesional”.

La joroba no es otra cosa que una profunda lástima de sí mismo. Una auto subestimación
alimentada por años de verse en contraposición con los clásicos rudimentos de la religión organizada e
institucional.

Convencidos interiormente que lo que le dicen los que hace cincuenta años que están en la
iglesia, definitivamente, debe ser cierto; eres demasiado idealista, eres demasiado espiritualista, tienes
que vivir más en la realidad, no podemos espiritualizarlo todo.

¡¡¡Basta!!! Dios es espíritu, no figura, alma o sentimientos emocionales e intelectuales. Y


nosotros somos imagen y semejanza de un Dios que no tiene figura material. Es decir que yo, soy un
espíritu, al cual se le ha dado un alma y que habita un envoltorio descartable llamado cuerpo, que es lo
que tengo colocado ahora y me permite, entre otras cosas, comunicarme contigo.

Cualquier otra cosa, es para tener muchísimo cuidado. El diablo no opera en el mundo para
reventar a la iglesia. El diablo opera adentro de las congregaciones, usando los cuerpos y las mentes de
aquellos que todavía no han aprendido a confiar en Cristo.

Entre un pastor que no confía en Cristo y el humilde hermano que vende garrapiñada o
palomitas de maíz a la salida del templo que tampoco confía en Cristo, ¿A quién crees que usará más
gustoso el diablo? Exacto, no te equivocaste.

VARÓN ENANO

Habla de gente que en algún momento dejó de desarrollarse. De personas que un día pensaron
que lo que habían aprendido hasta ese momento, ya era más que suficiente y que no tenía caso seguir
leyendo la Biblia, seguir orando o recibiendo revelación fresca de Dios. Enanos espirituales.

¿Qué es lo que generalmente dice un hombre íntegro cuando encara un proyecto de cualquier
naturaleza con la mayor de las expectativas y, al cabo de cierto tiempo se da cuenta que no ha podido
adelantar nada y que sencillamente ha fracasado?

Dice: “No he dado la talla”, que es como decir: no he estado a la altura de las exigencias o las
responsabilidades. Eso, claro está, si es honesto e íntegro. Si no lo es, describirá una catarata de
argumentos y excusas buscando ocultar lo inocultable.
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VARÓN CON NUBE EN EL OJO

Es el equivalente oftalmológico de la enfermedad de cataratas (Al menos así se denomina en


Argentina al padecimiento ocular que va tapando la visión con una especie de cáscara). No llega a ser
ceguera. El hombre que padece este mal puede no estar ciego (Aunque corre ese riesgo si no se lo
interviene por cirugía) sino que está viendo mal, de un modo distorsionado, difuso, confuso.

Esto tiene mucho que ver con el espíritu de crítica. La diferencia entre un espíritu de crítica y la
exhortación, está en que quien exhorta, lo hace desde una posición de humilde autoridad, muchas veces
sin ninguna credencial o título habilitante, con infinito amor y estrictamente desde la verdad revelada en la
palabra, no ya de sus propias opiniones por mejor intencionadas que sean.

El espíritu de crítica, en cambio, hace que alguien no vea bien el presente, o que lo vea
incompleto; y que con esas bases, juzgue contundentemente. Nunca ve nada bien, todo está mal. Y si un
día ve algo bueno, no lo reconoce, no lo premia, no lo pone por ejemplo.

Por el contrario, por allí trata de neutralizarlo, de borrarlo del mapa de sus actividades
cotidianas. Critica todo pero jamás tiene una palabra que muestre cómo se puede cambiar lo que está mal.
Por ser periodista de profesión, créeme que sé muy bien de lo que te estoy hablando.

VARÓN CON SARNA

Más que la enfermedad en sí misma, esta palabra habla del resultado de la enfermedad.
Protuberancia en la piel, ronchas, heridas, coagulación y cáscara. Al mínimo comezón o escozor, cuando
se toca esta cáscara, se sale de su sitio y la herida vuelve a sangrar.

Habla de las heridas que muchos mantienen en sus almas por situaciones vividas, a veces, hace
muchísimos años. Han pasado por Consejería, por Liberación y por Sanidad Interior y fueron declarados
sanos. Pero cuando tú oras con ellos, un día y por cualquier motivo, Dios te hace decir alguna palabra que
actúa como esa uña que rasca la cáscara y allí está: la herida comienza a sangrar otra vez.

La persona se quebranta, llora y se lamenta. La conclusión simple, independientemente de lo


que digan “los expertos”, es que la consejería no alcanzó, la liberación no se produjo y la sanidad interior
todavía está incompleta.

VARÓN CON EMPEINE

Esta es la definición más breve por lo clara. El empeine tiene que ver con la lepra, y la lepra es
el símbolo histórico del pecado no confesado, no perdonado, no limpiado por la sangre de Cristo. Y que a
favor de esto sigue carcomiendo, avanzando y pudriendo todo lo que toca. Imposible ser ministro
competente o sacerdote de Dios con este problema.

VARÓN CON TESTÍCULO MAGULLADO

Si alguno de estos defectos, a la luz de una interpretación literal, física o material te suena medio
como traído de los cabellos, ese es este. ¿Qué importancia podría tener, desde lo físico. Que un hombre
que tiene problemas con sus testículos quiera ministrar? Parecería que ninguno, ¿Verdad? Pero en el
ámbito espiritual, las cosas cambian totalmente.

Habla de varones impotentes, sin capacidad de reproducción, imposibilitados de constituir


uniones matrimoniales. (Cristo y su iglesia es un matrimonio), varones castrados por la religiosidad
ritualista. En suma: verdaderos eunucos espirituales, con forma y figura de hombres, pero sin ningún
atributo para concebir, gestar o ser padre.
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(Versos 21-24) = Ningún varón de la descendencia del sacerdote Aarón, en el cual


haya defecto, se acercará para ofrecer las ofrendas encendidas para Jehová; hay defecto
en él, no se acercará a ofrecer el pan de su Dios.

Del pan de su Dios, de lo muy santo y de las cosas santificadas, podrá comer.

Pero no se acercará tras el velo, ni se acercará al altar, por cuanto hay defecto en
él; para que no profane mi santuario, porque yo Jehová soy el que los santifico.

Y Moisés (El mensajero de Dios) habló de esto a Aarón. (La organización de la iglesia) y a
sus hijos (Las generaciones venideras) y a todos los hijos de Israel. (La iglesia total).

Hay una realidad que al mismo tiempo es principio básico, que es irrenunciable y va más
allá de una frase armada casi poéticamente: Los que moran en lo terrenal, son destruidos por
ignorancia, pero los que moran en el cielo, sólo pueden ser blasfemados.

Ahora ya lo sabes; hemos hablado toda nuestra vida de cristianos de ser reyes,
sacerdotes y todos ministros competentes. Lo hemos aceptado, lo hemos creído y, hasta donde
hemos podido, también lo hemos puesto por obra.

Sin embargo, esto que termino de compartirte, te deja una enseñanza que si bien ya era
básica desde antes, ahora en tiempos de reforma, de encaminarnos por la senda correcta y de salir
de nuestras antiguas prisiones del tiempo kronos: sólo serán ministros competentes aquellos que
presenten las características que acabamos de examinar. Los demás, tendrán su oportunidad para
modificarlas. Dios es un Dios de misericordia y de oportunidades. No pierdas la tuya.

086 - Él se Sujeta; Tú te Sujetas; ¿Yo me Sujeto?


Ahora viene lo mejor. Ahora viene también cuando más de uno quisiera viajar a Rosario y
decirme tres o cuatro cositas elegantes que, en medio de sonrisas de culto, algunos hermanos
acostumbran a obsequiar a otros con los que no están demasiado de acuerdo. Porque el tema que sigue, -
básico para funcionar-, es complejo y espinoso.

Quisiera saber si tú alguna vez has escuchado algunas expresiones como estas: “¡Hermano!
¡Usted no se sujeta! ¡Usted resulta una persona conflictiva! ¡Usted está en rebeldía! ¡No se sujeta
como manda la Biblia!”. Ahora pregunto: Además de haberlo oído, seguramente: ¿Nunca dijiste tú
mismo algo así?

Después este otro: “Querida... nuestro matrimonio no está bien porque no estás
sujetándote a mí como ordena la Biblia” Y falta un tercero: “Mire pastor; si usted quiere seguimos
trabajando en el área de liberación tal como lo estamos haciendo, pero quiero que entienda que la
gente viene cada día más rebelde, cada vez más endemoniada. No hay caso, pastor. Es tanto el
pecado que tienen que, por más que hacemos todo lo que debemos hacer, los demonios no se
sujetan”.

¿Cuántas veces hemos oído cosas como estas mencionadas? Reflexiona. ¿Podemos decir que
están mal, que no son bíblicas? Creo que no. Pero también creo que así como por imperio de una cultura
pretendidamente democrática, los países del Primer Mundo e incluso América Latina, han hecho un canto
a la desobediencia como símbolo de independencia, así también al amparo de estos textos, se han
producido verdaderas barbaridades y hasta crueldades dentro de las iglesias.

Así como en los países occidentales el cristianismo ha hecho siempre un énfasis más notorio en
la figura de Dios o la de Jesucristo, en las naciones africanas ha sido mucho más sencillo enfatizar por el
Espíritu Santo. ¿Sabes por qué?
134

Porque los occidentales, culturalmente, tenemos más ejercicio con personas que con espíritus,
en tanto que las culturas aborígenes de esencia, ya venían con conocimiento del mundo espiritual (No el
divino, obviamente), y les resulta más comprensible entenderlo.

En conjunción con todas estas cosas y ante las necesidades imperiosas de establecer justicia
divina dentro de los estamentos eclesiásticos, es que en esta parte de este trabajo, la idea central sea la
de arrojar un poco de luz sobre el tema de la sujeción condicional o incondicional.

Y además colocarlo, si Dios nos respalda con su sabiduría y esencialmente con su palabra,
amén de su poder de convicción, en el justo y exacto lugar en que debe estar; ni más allá, ni tan acá: en
orden y decentemente. Es decir: en el preciso sitio donde Dios quiero colocarlo.

Lo que sucede es que somos más proclives a sentirnos como los grandes justicieros de la tierra,
que a manejarnos en el ámbito del Espíritu, tal como lo hizo Jesús. Jesús no fue ni subversivo, ni
guerrillero, ni populista, ni diplomático ni revolucionario social.

Jesús fue puro Espíritu Santo, puro Dios. - ¡Bueno! ¡Él era el hijo de Dios! ¡Qué gracia! ¡Así
cualquiera! No te equivoques. Él hizo lo que hizo no sólo desde la perspectiva de un hombre de carne y
hueso, sino con todas sus posibilidades similares.

Su lo hubiera hecho como Dios, hubiera transgredido sus propias leyes. A nosotros, hoy, nos
parece mucho más productivo y “lógico” salir en ruidosa manifestación popular a reclamar justicia e
igualdad con iglesias paganas, que llevar adelante esa batalla en las regiones celestes con oración y
ayuno. Una vez más, la iglesia le copia al mundo, cuando el mandato es que el mundo venga a la iglesia.

Se dice que la gran diferencia en el crecimiento que hay entre las iglesias latinas y sajonas con
relación a las africanas y asiáticas, radica en que, mientras nosotros estamos educados democráticamente
para debatirlo o discutirlo todo, aquellos han sido formados por su historia cultural para obedecer sin
chistar. Siervos-siervos.

087 - La Sujeción en La Iglesia


De todas las sujeciones, una de las que más trabajo les cuesta a la mayoría de los creyentes, y
al mismo tiempo una de las que mayores dolores de cabeza les ha dado a los líderes oficiales y formales
de las iglesias, ha sido precisamente esa: la sujeción al liderazgo de una congregación local.

En la carta a los Romanos, encontramos un punto que, de tan controvertido, muchos quisieran
que nunca jamás hubiera sido escrito; ¡Cómo habrá sido de cuestionado que muchos llegaron al extremo
de llegar a cuestionar al propio Pablo por haberlo hecho!

(Romanos 13: 1) = Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no


hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.

Si examinamos Tito 3:1, veremos que este texto respalda da alguna manera al antes
mencionado, cuando dice: Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que
obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.

No es el único. 1 Pedro 2:13, al respecto, agrega que: Por causa del Señor, someteos a
toda institución humana (Y aquí también entra la iglesia, desde su ángulo de institución humana que
es) Ya sea al rey como a superior.

Jesús, ya te lo he dicho, no resistió a las autoridades de su tiempo, no fue un subversivo social


ni un guerrillero tira bombas. En el evangelio de Juan 19:11, leemos lo que le dice a Poncio Pilatos:
Ninguna autoridad tendrías contra mí, sino te fuese dada de arriba
135

Esto ya había sido adelantado por Daniel cuando, en 2:21 de su libro, dijo: Él muda los
tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a
los entendidos. ¡Y pensar que la vanidad de los sabios y los científicos los lleva a esmerarse toda una
vida en utilizar esos conocimientos para demostrar la no-existencia de Dios!

En descargo de Pablo y en mérito a la interpretación correcta de estas cosas, tendré que decir
que el apóstol de ninguna manera sugiere que Dios puede aprobar un gobierno corrupto, tanto en la esfera
del mundo, donde los hay a montones, como también dentro de la iglesia, donde lamentablemente
tampoco faltan.

Dios tampoco aprueba a los funcionarios que gobiernan lo que sea sin someterse a Él. Este
principio es muy importante porque reglamenta bíblicamente toda clase de sometimiento y sujeción. El
principio, es: sujeción a autoridad, sujeta a autoridad.

Quiero explicarlo con mayor claridad, aún a riesgo de ofender la inteligencia interpretativa
y el entendimiento de muchos de mis hermanos. Sujeción a autoridad sujeta a autoridad, es lo
bíblico y se opone a sujetarse a una autoridad que no tiene en cuenta a Dios en sus decisiones.
¿Está claro?

Tampoco es de Dios defender legislaciones injustas. Algunas veces, sin embargo, y en


respuesta a los pecados de la gente, o por algunas razones que sólo Dios conoce, el Señor permite
temporariamente que gobernantes malvados detenten el poder, tal como los profetas del Antiguo
Testamento lo testificaron frecuentemente.

En teoría, Dios concede autoridad para servir a fines elevados, pero el modo en que se ejerce
esa autoridad, es un problema que cada uno deberá afrontar, confrontar y finalmente ser pasible y
responsable, ya que los resultados les serán requeridos a quienes la hayan recibido.

Claro está que si bien el hecho de obedecer a las autoridades de este mundo es la regla
general, un claro principio bíblico es que deberíamos desobedecer si ese gobierno, directa o
indirectamente obliga a cualquier forma de pecado.

Este asunto, que parece muy sencillo visto desde afuera, presenta una arista muy singular en mi
país, donde se ha aprobado hace poco tiempo el matrimonio entre personas de un mismo sexo. Sabemos
lo que la palabra de Dios dice al respecto, pero: ¿Qué actitud debería tomar un juez de registro si se
enfrenta con la situación de oficiar en un matrimonio de esas características? No es fácil ser cristiano
íntegro; no es fácil.

Porque la lealtad hacia Dios siempre tiene prioridad sobre cualquier autoridad humana. Ester lo
hace en el capítulo 4 y verso 16, cuando declara que aunque no sea conforme a la ley, igual entrará a ver
al rey. Es un feo y grueso error obedecer una barbaridad amparándonos en que “Si esa autoridad ha
sido puesta por Dios, es como si Él nos lo estuviera ordenando”.

Entiende: Dios jamás haría que uno de sus hijos pecara, no importa lo que diga el hombre. Pero
que quede claro: el sitial de presidente de una república, es propiedad de Dios. Pero el hombre al
cual nosotros elegimos, es una responsabilidad exclusivamente nuestra.

Porque la salida de monarquías perimidas para ingresar en democracias modernas inspiradas


en Grecia, es una decisión nuestra. Así que cuando elegimos a alguien que luego la embarra, no podemos
salir a manifestarnos en contra de esa persona; lo que tenemos que hacer es pedir perdón a Dios y, en la
próxima elección, tratar de enmendar nuestro anterior error.

Tampoco los tres varones judíos que encontramos en el relato de Daniel 3:12 respetaron
órdenes que iban en contra de la voluntad de Dios. Todos podemos ver cómo, en ese pasaje, se nos
muestra a Sadrac, Mesac y Abed-Nego desobedeciendo sin sonrojarse ni preocuparse una orden nada
menos que de Nabucodonosor, que no sólo era el rey, la máxima autoridad, sino incluso el que tenía en
ese momento la potestad de concederles la vida o enviarlos a morir.
136

Asimismo los tres magos que vinieron al nacimiento de Jesús, fueron avisados por una
revelación en sueños que no volviesen a ver al rey Herodes, y no lo hicieron pese a que él se los había
ordenado.

Pedro mismo, el apóstol, declara según consta en el libro de los Hechos 5:29, que le era
necesario (Dice “menester”) obedecer a Dios antes que a los hombres y, finalmente, los padres de
Moisés lo escondieron durante tres meses sin temor alguno a la desobediencia a un decreto del rey.

Está más que claro aquí, una vez más, que el principio de la sujeción a la autoridad que está
sujeta a autoridad divina, es un concepto que le dice que no a ocurrencias, o caprichos humanos, por
sabias y bien intencionadas que puedan parecer.

El mismo principio, mi querido amigo, rige en la iglesia del Señor. Cuando el líder es levantado
por Dios, la sujeción, el sometimiento y la obediencia no sólo no son obligatorias, sino que no necesitan
serlo, ya que se experimenta un verdadero privilegio, un verdadero placer al seguir a un siervo auténtico
del Dios Todopoderoso.

Tal como debe haber sido para los apóstoles, para aquellos primeros discípulos, sujetarse a
aquella autoridad que seguramente habrá emanado de Jesús. Porque hemos leído de errores varios y
tropezones a raudales, pero de desobediencias manifiestas, nunca.

Ahora, cuando el líder es líder por causas que tienen que ver más con componendas de la
política religiosa interna, o por alguna unilateral decisión personal de erigirse en líder, el asunto es bien
otro, porque Dios no admite que ninguno de sus hijos se someta a esclavitud de hombre cuando esa
esclavitud se transforma en esclavitud de pecado, aunque de pronto ese pecado tenga una fachada
religiosa. No le hace. A la mona aunque la vistas de seda, mona se queda…

Un ejemplo que recuerdo, todavía: La gente que acompañó sumisa y obedientemente a Jim
Jones a un suicidio en masa, se le sujetó hasta el fin. Cumplió con la letra fría de la Biblia, es verdad, pero
jamás con el espíritu de esa letra.

Hay tres tipos de iglesias fundamentadas sobre tres clases diferentes de órdenes sacerdotales:
la de Orden Levítico, sustentada en líderes con títulos universitarios, los que han estudiado para ser
líderes. Si no se tienen estos antecedentes, imposible llegar a liderar algo, aunque Dios te envíe a hacerlo.

Después está la erigida conforme al Orden de Aarón. Estas acostumbran a que los hijos del
pastor sean los futuros pastores y los nietos, a su vez, los que sucederán a sus padres y honrarán la
memoria de sus abuelos. Esposas, hermanos de sangre, suegros y cualquier otro tipo de familiares
conformarán el resto del ministerio.

¿Dice la Biblia en alguna página que Dios unge familias enteras para el ministerio? No. Dice que
unge hombres o mujeres, pero de manera individual. Y además dice que dejará el hombre a su padre
y a su madre y. etc. etc.

Y luego están las menos, las que operan bajo el Orden de Melquisedec, que como bien
sabemos, no tenía genealogía, curriculum-vitae, títulos y ni siquiera se sabe con certeza de donde vino.
Curiosamente, esta es la iglesia sobre la cual se sustentó el ministerio de Jesucristo, ¿Estás entendiendo?
O mejor dicho: ¿He sido claro o se presta a confusión lo que explico?

¡Pero hermano! ¡A ningún líder se le podría ocurrir, hoy, suicidarse con toda su congregación! Es
verdad, pero estamos hablando de no obedecer ni sujetarse al pecado, no a cierta forma de pecado. Está
más que claro que a ningún líder se le podría ocurrir incentivar a su congregación a que robe, fornique,
mate o cometa adulterio, eso es notorio.

Y si se le ocurriese, es muy poco probable –quiero pensar-, que alguien pudiera llegar a
obedecerle. Pero sí en cambio, mientras Dios manda a una congregación a predicar el evangelio a un sitio
donde vive gente en la última miseria, verdaderos marginados hambrientos espirituales y físicos, su líder,
porque quizás le desagradan los pobres, o porque no desea ver poblada su congregación de rostros
137

demasiado “morenos”, decide que es mejor organizar jornadas académicas sobre SIDA, o la moral, o la
justicia social entre distinguidos empresarios y profesionales porque con ellos se siente más a gusto,
estará llevando a sus ovejas a una clase muy definida de pecado, te das cuenta?

¿Al pecado? ¡Pero si estamos haciendo lo bueno! Sí, están haciendo lo bueno, pero recuerda
que, hacer lo bueno, no significa necesariamente hacer lo correcto. Porque hacer lo bueno, es hacer algo
que la sociedad aplaude y aprueba. Pero si hacerlo equivale o conlleva el no hacer lo que Dios dijo que se
debía hacer, eso es antes que ninguna otra cosa: desobediencia y, en segundo término, algo así como
“errar el blanco” el objetivo.

En cualquiera de las dos circunstancias, la palabra griega que lo define, es la palabra armatías
y, su traducción más popular, es pecado. ¿Queda claro? Yo me sujeto gustoso al liderazgo, pero tengo
que considerar su conducta, que es lo que se me ordena en la carta a los Hebreos, a través de la Palabra
revelada.

Obedezco sin dudar y sin chistar todo lo que venga de Dios por su intermedio, pero jamás
aquello que provenga de su sabiduría humana o, lo que es peor, de sus intereses personales o de otra
índole. Obviamente que, como funcionan nuestras organizaciones, lo más probable es que me expulsen
de la iglesia en cuestión y, además, extiendan comunicaciones específicas que me harán muy difícil ser
admitido en otras, pero este será el precio a pagar por defender la pureza de la palabra de Dios.

Yo sé muy bien que no siempre es esto lo que se te ha enseñado, pero lamentablemente o


afortunadamente, según tú lo veas, tengo que decirte que esto y no otra cosa es lo que dice la Biblia. La
iglesia es de Dios y sólo tienen lugar en su comando aquellos a los que Dios levanta y los que obedecen
su voluntad.

Los asalariados, de los cuales nadie jamás ha predicado una línea y que para la iglesia
tradicional parecerían no existir, o que la Biblia hubiera exagerado cuando los menciona, serán borrados
de ese liderazgo y, si no se arrepienten, también del libro de la vida, encaje esto o no con tu doctrina
denominacional.

Dios, mi estimado amigo, hermano o hermana en Cristo, no transgrede sus propias leyes por
ninguno de nosotros. Dios es tanto amor como justicia. Es tanto misericordia como fuego consumidor. ¡Por
favor! No me descuartices la Biblia, ¡Léela completa!

088 - La Sujeción en la Familia


El otro punto árido de la sujeción, tiene que ver con tu vida familiar, con el matrimonio,
concretamente. ¿Cuántas veces tú, mujer, o tú, varón, has leído y hasta has predicado en cultos caseros o
congregacionales sobre estos versos que ahora voy a compartir?

(Efesios 5: 22) = Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor,
(23) porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual
es su cuerpo, y él es su Salvador.

(24) Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén
a sus maridos en todo.

Este texto, en contra de lo que muchos han enseñado por años, no fue escrito como una ley que
declara la inferioridad social de la mujer. Habla, sí, de un espíritu noble de sumisión, por el cual una mujer
reconoce voluntariamente la responsabilidad de liderazgo de su esposo bajo Dios en un acto de fe.

En ninguna parte la Biblia “somete” o subordina genéricamente a las mujeres a los hombres.
Este arreglo, divinamente ordenado, jamás pretendió reducir las posibilidades, los propósitos o la
realización de la mujer.
138

Los animales la tienen más clara, quizás. Un gallinero es un gallinero cuando el que canta es el
gallo y las que ponen los huevos son las gallinas. A nadie se le ocurriría alterar esos principios y esperar
que funcione. El machismo y el feminismo son alteraciones a leyes divinas que están sencillamente en
oposición al propósito de Dios para con su Creación.

Únicamente la naturaleza pecadora de los seres humanos, o un recalcitrante tradicionalismo


eclesiástico pueden justificar, sacándolas fuera del contexto bíblico, determinadas evidencias “textuales”,
la explotación social de las mujeres, o las restricciones que se les imponen a la hora de darles
participación en el ministerio de la iglesia.

Cuidado; esto no es una luz verde a los movimientos feministas, en contra de los cuales no
tengo absolutamente nada, pero que con la mente de Cristo me resultan tan desafortunados como los
conceptos machistas que por años han gobernado las diferentes congregaciones. Varón y hembra. Sin
acepciones. Todos iguales ante sus ojos divinos.

Sin embargo y pese a que este pasaje de lo que habla es de un respeto proverbial y de una
humildad manifiesta a la hora de relacionarse, la iglesia enseñó, mayoritariamente, una doctrina de
sojuzgamiento total, hasta el punto de no sólo permitir, sino incluso incentivar a un despotismo machista
que recluyó a un oscuro segundo plano y anonimato total a mujeres fieles que habían sido llamadas por
Dios a ministrar, suplantándolas por hombres sin llamado y levantados por diversos mecanismos políticos
que, naturalmente, jamás pudieron cumplir con la voluntad y el propósito de Dios. Porque si a este verso
se lo interpretara como ley máxima de la sujeción de la mujer al hombre y sin la menor posibilidad de cierta
reciprocidad, ¿Qué hacemos con el que sigue?

(25) Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella, (26) para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento
del agua por la Palabra, (27) a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no
tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

Vamos a ver: Si los primeros versículos estuvieran diciendo y ordenando, como muchas veces
hemos enseñado, que es solamente la mujer la que está obligada a sujetarse a su marido, y no una
cuestión mutua, de ida y vuelta, ya que el versículo no habla de un marido sujetándose a su esposa;
¿Cómo deberíamos entender, entonces, este verso 25? ¿Interpretaríamos que solamente el hombre tiene
obligación de amar a su esposa y que ella no está obligada por la Biblia a amarlo a él?

Resulta incoherente suponer eso, verdad? Sin embargo, ese es el principio que por siglos la
iglesia ha tomado para este asunto de la sujeción matrimonial. La Biblia dice lo que dice, eso es más que
notorio, sólo que una muy fuerte concepción patriarcal, tradicional y machista es la que no lo ha visto o no
lo ha querido ver. Tanto la sujeción, que es sinónimo de sometimiento, como el amor, es de ida y vuelta:
Mutuo.

Un poco más arriba, en el verso 21, nos da una de las puntas de esta madeja. Allí dice nada
menos que: Someteos unos a otros en el temor de Dios. Creo que dice con mucha claridad “unos a
otros”. Y como para Dios no hay acepción de personas ni tampoco escalafones jerárquicos; como Dios
tampoco es clasista, racista ni genérico, no está hablando necesariamente de hombre con hombre, sino de
todos con todos. Punto básico de la sujeción, creo que está suficientemente aclarado: es mutuo. El
versículo, presta atención, no dice “el qué”, dice “el cómo”.

Con respecto al amor que se le ordena al marido, el principio que se utiliza es el mismo. Porque
en Juan 15:17, Jesús dice: Esto os mando: que os améis unos a otros. Unos a otros. ¿Hombre con
hombre, también? ¿Mujer con mujer, quizás? ¿Quién inventó eso? Unos a otros, mí querido amigo y
hermano, es todos con todos. Y no tiene nada que ver con amores “raros”, ¿Se entiende?

Esposo a esposa y esposa a esposo, exactamente igual que con la sujeción. ¿No es verdad que
esto puede poner patas para arriba toda tu teología tradicional e histórica? ¿No es verdad que a ti en este
momento te dan ganas de pensar que yo estoy tremendamente equivocado, porque no puede ser que tú
hayas estado tantos años creyendo algo que no sólo no era así sino que, incluso, era totalmente a la
inversa?
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¿No es verdad que también te dan deseos de dejar de leer inmediatamente esto y mandarme ya
mismo un correo electrónico lleno de pequeñas víboras y culebras que significan, internacionalmente, el
símbolo de las palabras fuertes?

¿No es verdad que, por lo menos, a algunos les gustaría disentir o discutir esto conmigo y rostro
a rostro? Mira: no te preocupes, serénate, relájate. Si tienes deseos de debatir o polemizar, no te lo
censuro, pero déjame decirte que estás en religioso.

No te olvides que si había unos señores a los cuales les encantaba entrar en debates y
polémicas, esos eran los fariseos. Lo siento. La culpa de todo esto no la tengo yo. Lo dice el Libro. Y no
sólo eso, termina diciendo que: Os améis unos a otros, como yo os he amado.

Entonces, la única pregunta que cabe que yo te formule en este momento, es: ¿tienes tú idea
del modo como Dios nos ama? ¿Puedes decirme con mayor o menor certeza, de qué manera Dios te ama
a ti? No lo creo. No existe hombre o mujer en el planeta que lo haya entendido acabadamente. Por eso
tienen tantos inconvenientes en amar a los demás tal como Dios los ama.

089 - La Sujeción en la Batalla


Para que quede bien claro, creo que bien vale la pena rozar, aunque más no sea de paso, el
asunto de la sujeción de los demonios a la autoridad de los hijos de Dios. Que conste por favor: sin ánimo
alguno de establecer una nueva doctrina; simplemente remitiéndonos a lo que dice la Biblia que, como
todos sabemos, no es responsable de que muchos hombres, deseosos de que sus tesis sean reconocidas
y aprobadas, no vacilan en leer de ella lo que conviene a sus teorías y simbólicamente “arrancar” las
páginas que no condicen con sus doctrinas particulares.

(Lucas 10: 17)= Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios
se nos sujetan en tu nombre.

¿Se supone que esto, entonces, querrá decir, como muchas veces hemos dejado traslucir en
nuestras enseñanzas, que los demonios cuando vieron llegar a los setenta, se dijeron unos a otros:
“¡Cuidado! Aquí vienen estos setenta, que han sido nombrados líderes muy importantes en la iglesia?” Y
luego de debatir un momento, esos mismos demonios llegaron a la conclusión de que tenían la obligación
de sujetarse a esas autoridades recién designadas?

¿Así habrá sido? Mira: no sé realmente como fue en lo puntual y específico de la historia, pero la
Biblia no dice que así haya sido y eso es más que suficiente. Lo que sí dice la escritura, es que se
sujetaron no ante la jerarquía nominal de los setenta, sino al nombre de Jesucristo.

Es decir que, se sujetaron nada menos que a una autoridad aparentemente terrena, (Jesús),
pero que ellos (los demonios) sabían muy bien que estaba sujeta a autoridad divina. En suma, (Y no voy a
descubrir nada que tú ya no sepas), se sujetaron al único nombre que está por encima de todo nombre.

Porque esto, quiero que entiendas, ha hecho suponer a muchos líderes no levantados por Dios
que, con el simple hecho de haber sido elegidos por alguna junta de notables, o teólogos, o de asambleas
administrativas, o sencillamente por algunos “buenos amigos” para alguna posición jerárquica muy
importante en la iglesia, eso les puede dar derechos a exigir sujeción, pero sabemos muy bien que no es
así.

Es más: estoy absolutamente convencido que aquellos que verdaderamente suponen que por
ser líderes nominales de una congregación, eso bastará para atreverse a echar fuera demonios, lo que
dejan en evidencia es que, en el fondo de su intimidad, son incrédulos y ven a la iglesia como una
organización de buenas personas a las cuales hay que conducir con fines exclusivamente sociales
positivos. Del Reino de Dios ni hablemos; ni saben dónde está.

A Jesús conocemos, y sabemos quién es Pablo, pero vosotros, ¿Quiénes sois?


Eso dijeron los demonios en aquel momento. Eso dicen los demonios hoy mismo, en este momento. ¿Y
140

sabes qué? Tienen razón. No olvides que Satanás, para armar una buena mentira, siempre comienza
desde una pequeña verdad.

Los demonios conocen muy bien los principios de Dios. Pero los verdaderos, no los que algunas
denominaciones han inventado por su cuenta y riesgo. Entonces van a obedecer sin dudar a toda
autoridad que esté sujeta a autoridad divina, independientemente del cargo o la posición que esa persona
tenga en una congregación local.

Pero ni el menor asomo de obedecerle a cualquiera que se le ocurra “jugar” a la iglesia o auto-
proclamarse líder. El principio de la sujeción es uno y es válido en todos los terrenos. Creo que insistir en
verlo de otra manera, es cegarse a uno mismo y colocarse en una posición altamente peligrosa.

Peligrosa por lo que puede producirle al hombre o a la mujer que se coloque allí, eso en primera
instancia. Porque si se es líder, las cosas son mucho peores, todavía, porque estaremos arrastrando a
toda una congregación a la derrota. Es aquello del guía ciego despeñando al pozo a todos los que lo
siguen, ¿Entiendes?

Pero entonces, observando cómo se han estructurado las cosas en este tiempo y la ausencia de
manifestación de poder de Dios que hoy por hoy abunda en las iglesias, ¿Habrá que entender que no hay
manera de batallar esto con alguna posibilidad de éxito? En absoluto, para nada.

En esto, hay un principio que es fundamental para traer victoria segura, pero que no siempre se
ha enseñado de modo completo. Está en la carta del apóstol Santiago, ese que algunos señalan con total
seguridad que era hermano de sangre de Jesús.

Tengo dos ejemplos personales: el primero, tiene que ver con un viejo y respetado pastor de una
gran congregación que conocí. Él había armado un ministerio que se ocupaba de la liberación de
endemoniados. No eran demasiado eficientes, debo decirlo. Es más; no conozco de ningún liberado en
más de diez años de ministrar. Pero lo más notable, es que ese pastor jamás participó siquiera de una
liberación. Él sabía algo que los demás ignoraban…o tenía miedo “lógico”.

El otro ejemplo, en la misma congregación. Un robusto muchacho miembro activo de ella


aunque sin tarea fija, se convirtió en persona de confianza pastoral para toda tarea. Un día le agarró la
obsesión por estudiar un poco y dedicarse al mapeo espiritual, esto es, lo que se denomina como
cartografía, encontrar y expulsar entidades demoníacas a nivel de región o ciudad. Lo hacía total y
absolutamente solo. En muy pocos meses enfermó gravemente y murió. ¿Casualidad? Tú, si quieres,
sigue creyendo en las casualidades; yo hace mucho tiempo que he dejado de hacerlo.

090 - Peleando la Buena Batalla


(Santiago 4: 1) = ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? (Examina
esto con sumo cuidado: observa que no está diciendo “en el mundo”, está diciendo “entre vosotros”,
que acorde a como leemos, quiere decir “entre nosotros”, los creyentes. ¿Te cabe alguna duda que hay
una guerra sórdida y una multitud de pleitos entre los cristianos?)

¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? (A esto,


si tú quieres tomarlo literal, está hablando de tu cuerpo, de tu propia e íntima lucha carne-espíritu, de tu
carnalidad, como ser humano que eres, como hombre caído que eres. Pero si lo llevas proféticamente al
mundo del espíritu, habla del cuerpo de Cristo, de la iglesia, también caminando en carnalidad. Mira lo que
produce:

(2) Codiciáis y no tenéis, (Pasa, verdad? Fama, dinero, posición, cargos,) Matáis y ardéis
de envidia; (No está hablando de muerte física, está hablando de muerte espiritual. ¿O no hay cristianos
que matan espiritualmente a otros cristianos, con mensajes cargados de filosofía, psicología, humanismo,
política religiosa interna o simplemente oportunismo materialista?)
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Y no podéis alcanzar, combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque


no pedís. (Esto es muy cierto. He conocido muchos líderes, quizás demasiados, que ante circunstancias
malas en lugar de orar al Padre celestial deciden pelear la batalla utilizando la estructura.

Hay que entender que, en contraste con la sabiduría celestial que produce una atmósfera de
paz, en la cual crecerá la semilla de justicia, la sabiduría terrenal da lugar a una permanente y porfiada
lucha interpersonal e interdenominacional.

La causa reside en una naturaleza conflictiva y egoísta. Yo me pregunto hasta cuándo


estaremos tan ciegos o tan incrédulos como para suponer que Dios puede aprobar que le hagamos una
zancadilla a un hermano que está en un determinado cargo o posición en una iglesia para que se caiga y
nos deje el terreno libre.

¿Habrá alguien, verdaderamente, que pueda imaginar por un momento que Dios estará
satisfecho con una actitud así? En el mundo y especialmente en la política, vaya y pase; todos sabemos
muy bien cómo es de sucio todo ese ambiente en su intimidad. ¡¡Pero en la iglesia!!)

(3) Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
(Cualquiera que suponga que esto solamente se refiere a pedir un automóvil cero kilómetro, (sin estrenar),
una vivienda de fin de semana en el lugar más caro del planeta o un avión privado, se equivoca.

Es menester entender que hay otros tipos de deleites más... santos, ¿Te das cuenta? ¡¡Señor!!
¡Que me elijan pastor! ¡Verás cuántas cosas muy buenas haré para ti! No como ese pastor que está ahora,
que... bueno, yo no quiero caer en chismes ni murmuraciones, pero, Señor, tú sabes que...

Deleite personal. Ambiciones humanas. Ansias de poder por el poder mismo, no por celo santo.
“¡Hermano! ¡Estoy sintiendo el llamado al ministerio pastoral!” – Y sí, puede ser, no lo discuto. Pero me
parece hermano, que lo que tú verdaderamente sientes es deseos de ordenar, mandar y dar directivas a
otros.

Entiende esto por favor: tu llamado “pastoral” podría ser para el apostolado, lo profético, lo
evangelístico o lo magisterial, pero como de acuerdo con la estructura implantada por los hombres en la
actualidad, el que manda es el pastor, bueno, entonces tu llamado tendrá que ser para eso.

¿Y Dios, mientras tanto? ¡Muy bien, gracias! Esperando que tú entiendas que su Reino no es
como tú mundo. “Ya verás cómo Dios se dará cuenta que yo soy mejor que el otro”... “Y si dentro de uno o
dos meses no sucede nada, voy a hablar con el superintendente de la Junta que...”. No sé qué
denominación conoces, pero cualquiera que sea, puede reemplazar la palabra “superintendente” con la
que corresponda.)

(4) ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra
Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, (Esto significa: que busque respaldo
en el sistema del mundo para ascender en las jerarquías eclesiásticas) se constituye enemigo de
Dios. (Espero que esto haya quedado lo suficientemente claro como para que nadie nunca jamás
arriesgue cosas tan importantes y eternas por lograr otras mucho más pequeñas y temporales.)

(5) ¿O pensáis que la escritura dice en vano: el Espíritu que él ha hecho morar en
nosotros nos anhela celosamente? (6) Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste
a los soberbios, (Sin distinciones religiosas; tanto en el mundo como en la iglesia, entérate.) Y da
gracia a los humildes. (También en el mundo y en la iglesia por igual.)

Y ahora, te invito a leer con suma y delicada atención, sin urgencias ni ansiedades, el que yo
entiendo, es el versículo clave para tu vida y la de todos a quienes alguna vez puedas hablarle de Cristo.
Reitero: lentamente y entendiendo absolutamente todo el texto, no apenas una parte.

(7) Someteos, pues, a Dios, resistid al diablo, y huirá de vosotros.


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Ay hermano... Hace años que vengo resistiendo... Pero ya no aguanto más... ¡¡Basta!! ¡¡Dice la
Biblia que si resistimos al diablo, él huirá de nosotros! ¡Batalla! ¡Reprende! ¡Ata, liga y sujeta a todo
espíritu inmundo y él se tendrá que ir! ¡Haz guerra espiritual! ¡No te entregues ni te acobardes!

Y muy especialmente, no te equivoques. El término resistir, aquí, está colocado en sentido


bélico. No se trata de resistir aguantando o soportando estoicamente que el diablo te agarre a puntapiés.
Resistir, aquí, tiene la connotación de estar librando una guerra de trincheras. ¡Pelear hasta la última gota
de sangre!

091 - ¿Quién Ocupa mi Primer Lugar?


¿Leíste el párrafo anterior? ¿Lo leíste bien? Recuerda: ¿Nunca te han predicado algo así? – Sí,
me lo han predicado, es que está mal, es equivocado? - ¡No! ¡Qué va a estar mal, está perfecto! ¡Es ciento
por ciento Palabra! – Ah, ¿Y te ha funcionado? – Y... A veces... No siempre... Digamos... en un veinte por
ciento, creo... – Ah, ¿Y el ochenta restante? – Y... Supongo que fallé... - ¿Y por qué crees haber fallado? –
No sé... Quizás porque me falta capacitarme, o tomar cursos intensivos de Guerra Espiritual; pero cursos
serios, eh?

También me puede estar faltando leerme todos los libros de Carlos Anacondia, de Cindy Jacobs,
de Peter Wagner, de Rebeca Brown, de Rita Cabezas... Está muy claro que tengo que prepararme en
Guerra Espiritual con alguien que tenga ese ministerio... –

¡Basta hermano! No existe tal cosa como un Ministerio de Liberación o de Guerra Espiritual. –
Pero en mi iglesia existe... – Sí, en todas las que yo conozco, también, pero lo cierto es que todos los
creyentes tenemos autoridad delegada, en Cristo, para luchar y vencer al diablo.

– Pero... Y entonces, ¿Por qué no puedo? Mire que yo me esfuerzo, me sé de memoria todas
las oraciones que se hacen en liberación, y... - ¡Lo que no tienes es autoridad, eso pasa! – Pero
escúcheme usted; yo soy líder de jóvenes, mi abuelo fue pastor, mi papá es anciano...

– Estoy hablando de autoridad divina mi hermanito, no de autoridad nominal, terrenal. Al diablo


eso no le preocupa en absoluto. Si no tienes autoridad que viene de arriba, puedes ser el pastor más
exitoso que, si el diablo te tiene en la mira, “te baja”. – Ah, Y entonces, ¿Qué tengo que hacer?

Lo que tienes que hacer, en primer término, es leer este versículo completo, no solamente la
última parte como tenemos por costumbre. Porque te habrás fijado que lo primero que dice, es que
tenemos que estar sometidos, sujetos, a Dios para que lo otro funcione.

– “Pero hermano, yo soy fiel, hace diez años que estoy convertido, canto en el coro, a veces me
invitan a leer la palabra desde el púlpito, hasta he predicado alguna vez, doy mis diezmos puntualmente,
ofrendo para las obras misioneras trans-mundiales, predico el evangelio a todos los incrédulos que
conozco, tengo como cinco hijos espirituales, además...

- ¡Espera un momento! Lo que te he dicho es estar sometido a Dios, no convertido. - ¡Pero


hermano! ¿No es lo mismo? – No lo sé, tú lo sabes. Pregúntatelo a ti mismo: ¿Tengo a Cristo en primer
lugar en todo en mi vida? ¿Sí? ¿Estás seguro que sí? ¿De verdad jamás has pensado que en algunas
cosas Él no va a participar y que es mejor apelar a las estructuras de tu denominación que para algo están
y que encima tiene gente que percibe un salario por ello?

¿No has creído, alguna vez, que para ciertos problemas que tienen algunas personas desde
hace años en la iglesia, más que orar o liberar, que ya se ha visto que no funciona siempre, es más
prudente, más serio y mejor visto que esa persona haga un poco de terapia con algún buen profesional?
Eso sí, que sea cristiano...

Tengo que decirte que si es así, tú no estás sometido a Dios, sólo lo tienes como una parte más
de una serie de posibilidades aptas para recurrir en un momento de crisis. De igual modo que si Dios fuera
como un oso de peluche de esos que suelen usarse como amuleto. Así, como te lo he descripto, por allí
143

puede llegar a ayudar a mucha gente, porque Dios es misericordioso; pero para resistir al diablo hace falta
algo más que eso.

Hace falta no sólo mencionar, sino estar sujeto, sometido, al nombre que está por sobre todo
nombre, y ante el cual se dobla toda rodilla en los cielos (Ángeles y Arcángeles), en la tierra, (Hombres, no
interesa su fama, su prestigio, su posición social o su poder), y debajo de la tierra, (Satanás con todos sus
demonios).

Sujeción a autoridad que, a su vez, se sujeta a autoridad divina. Ese es el principio básico de
la sujeción. De ese modo, que es indudablemente el que Dios ha planificado y no de sus imitaciones
baratas que podrán arrojar algún resultado en alguna pequeña iglesia, pero que no tiene registro alguno en
el mundo del espíritu, de ese modo, quiero recordarte, la sujeción es un instrumento poderoso y no
frustrante o impotente como es la esclavitud a hombre.

Una mujer fiel es poderosa en Cristo Jesús, pero una mujer fiel, sujeta a la autoridad de un
esposo sujeto a la autoridad en Cristo Jesús, es sencillamente imbatible. El mismo principio es aplicable
para todo lo que se llame sujeción. - ¡Pero hermano! ¡A mí no me enseñaron eso! – Lo siento, quizás a mí
tampoco, pero eso es lo que dice la Biblia. Lo lamento por aquellos que enseñan otra cosa.

Presta atención: Jesús, en su tiempo y cuando fue al templo, ¿Se sujetó a los sacerdotes como
aparentemente debería haber hecho? No. ¡Pero era Jesús! Olvídalo. Era un hombre con guía divina, pero
similar, igual, un calco de ti.

¿Quiere decir que entonces Jesús era un rebelde, desobediente y conflictivo que hoy no hubiera
hecho carrera en ninguna iglesia? No; era fiel a la Palabra de Dios, no a lo que esos hombres se les
ocurrieron hacer con ella. Y Dios siempre vence y en el final lo que no es Dios, se cae.

¡Pero es que los fariseos eran las autoridades indiscutidas de la iglesia! Eran doctores en
teología, maestros en la Palabra, “master” en Divinidades. Sí, pero no habían sido levantados por Dios,
habían sido puestos allí por la propia estructura religiosa. Igual que hoy; al menos en su mayoría.

Jesús tuvo discernimiento y los descubrió. Allí está el punto clave. Si tú no tienes discernimiento
espiritual, no sólo no podrás saber qué es lo que viene de Dios o qué es lo que viene del diablo, ni siquiera
podrás saber quién eres tú mismo en Cristo, ni siquiera dónde estás parado como creyente o sobre qué
bases te movilizas.

Al humanismo y la religiosidad tú no las puedes combatir con otra clase de humanismo; el


estructural, el religioso, el dogmático, el denominacional, sólo lo puedes derrumbar con la espada del
Espíritu que es la Palabra, con una plena sujeción a Cristo y a todo lo que tu discernimiento te muestre
que proviene de Él.

Sé lo que estás pensando si tú eres un líder. “Es demasiado peligroso dejar libertad para
que los hermanos tomen ese tipo de decisiones”. Te entiendo. He visto tanta gente inconsciente e
irresponsable jugando a la iglesia que puedo comprender tu inquietud.

Pero te diré algo: en Efesios 4:11, dice que los cinco ministerios, (entre los cuales está el del
pastor) han sido dados por Dios para, entre otras cosas, perfeccionar a los santos, que en idioma
bíblico significa madurar y, si tú no lo haces, sobreproteges.

Y, ¿Cuántos saben que una oveja sobreprotegida lo más probable es que, cuando se la deja
sola aunque más no sea unos minutos, el primer lobo que pasa se la devora, ya que no está preparada
para defenderse y mucho menos para vencer?

En suma; todo lo que tenga que ver con sujeción y/o sometimiento, necesariamente deberá
pasar antes por el filtro santo de la fe en Jesucristo, real y genuina. De otro modo, será esclavitud. Y
ningún Dios de ninguna Biblia escrita o por escribirse, avalará jamás que un hombre sea esclavo de otro.
144

Los hombres pueden ser, en todo caso, puntos de referencia los unos de los otros. He mirado a
lo largo de mi vida las acciones, las vivencias y las palabras de otros hombres; y ha decidido seguir
algunas de ellas y no seguir a otras. En mi decisión, -supongo-, habré determinado mi propia ubicación.

Lo que jamás he hecho y no creo que haga, ya, a esta altura de mi vida, es convertirme en
seguidor incondicional de otro hombre. No, porque no es eso lo que Dios desea para nosotros. Cuando
habla de ministrarnos unos a otros, habla de darnos entre nosotros, de gracia, sin costo alguno, lo que Él
nos ha brindado también de gracia. Pero para eso falta ser y estar maduro. Eso si es que puedes decir con
certeza lo que es ser maduro, o lo que es no serlo.

092 - Atalayas del Tiempo Presente


Vamos a ver ahora, entonces, cómo andas de esa madurez cristiana: ¿Quién será más
importante para el Reino de Dios, esta persona, quizás desconocida para ti, que lleva una palabra a la tinta
y al papel, que entra en la Web y llega a tus manos, o tú que la recibes en silencio?

No importa lo que pueda parecer, el Reino de Dios tiene sus propios principios. Porque en esta
parte de este trabajo, vamos a incursionar sobre dos palabras claves que me llegaron a través de dos
personas bien diferentes: un hermano que no ostenta grandes títulos ni honores y una hermanita tan
“indocumentada” en sus genealogías como este servidor.

La primera palabra, ya la he mencionado muchas veces: Volver al Camino Antiguo. La


segunda, la vamos a escudriñar hoy, en este día, de este mes, que pertenece a este año, que
indudablemente es: el año, la etapa o el tiempo de los atalayas, que es como decir: el año de los guardas,
de los centinelas, de los voceros. Y sobre esto, incluso, ya he hablado en un audio.

(Jeremías 6: 16) = Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por
las sendas antiguas, cual sea el buen camino y andad por él, y hallaréis descanso para
vuestra alma. Más dijeron: no andaremos.

¿Tú sabes que esto es tremendamente actual? ¿Tú sabes que cuando comienza a hablar de
reforma, de volver al camino antiguo, la reacción más frecuente es esa? No andaremos. Yo “siento” que no
tengo que cambiar nada, que debo quedarme como estoy aunque esté mal.

La Biblia nunca habló de “sentir”, apenas habló de obedecer. Bueno; Dios está hablando a
través de mucha gente, pero como esa gente no es considerada “importante” en el ambiente evangélico
tradicional, nadie le hace demasiado caso, aunque se den cuenta que hay verdad y, entonces, es cuando
el pueblo dice: No andaremos.

¿Sabes por qué sucede esto? Porque hay falta de fe. Una persona que tiene fe, se apoya en la
palabra de Dios y comprende que el Señor es fiel a su palabra. Sabe que Dios honra su palabra por
encima de todo y sabe con esa certeza tan particular, que Dios se ha comprometido a cumplirla.

Se mantiene confiada en la promesas de Dios y toma en cuenta sus advertencias muy


seriamente. Esto es nuevo, nunca se dijo antes: ¿Será de Dios? Mira; si es nuevo y nunca se hizo o se
dijo antes, lo más probable es que sea de Dios, ¿Sabes por qué? Porque Satanás es un excelente
imitador, un falsificador de las cosas creadas, pero no fue, ni es ni será jamás creador.

Él puede imitar bastante bien las cosas de Dios, pero no puede crear algo nuevo. Por eso es
importante que valoremos toda nueva enseñanza y nos mantengamos fieles a la Palabra de Dios en toda
la sencillez de su mensaje.

¡Hermano! ¿Dice que el mensaje del Señor es sencillo? Sí, lo es; porque sencillez y profundidad
pueden compartir espacio. Si lo he podido lograr yo que en materia literaria soy altamente limitado,
seguramente lo podrás hacer tú y todos los que deseen y se atrevan a intentarlo.
145

No te olvides que de ninguna manera y por mejor intencionados que seamos, podemos mejorar
la Biblia. Pero ellos dicen: No vamos a seguir ese camino, no es eso lo que me enseñó el abuelito que
fundó esta iglesia. ¿Qué hará Dios, entonces?

(17) Puse también sobre vosotros atalayas, que dijesen: Escuchad al sonido de la
trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos.

Aquí está la otra parte. Coincidente, curiosa y llamativamente coincidente con lo anterior, como
si constituyeran una unidad. Hermano, tú sabes que en algunas páginas Web, aunque no en todas, y
batallando contra la suciedad y la apostasía, está sonando una trompeta un poco vieja, fea y algo
abollada, pero ni te imaginas la maravilla del que la está soplando el sonido que logra. – No, no quiero
escuchar a ese tipo de trompetas.- No me interesa el sonido que tenga, a mí me agradan las trompetas
brillantes, relucientes, doradas.

¡Iglesia! ¡Vuelve al camino antiguo, deja tus modernismos paganos e idólatras! - ¡No! ¡No nos
volvemos nada! ¡Así estamos bien! ¡Mientras no lo diga Fulano de Tal que es un gran siervo de Dios, no lo
haremos! ¿Quién eres tú para venir a decir lo contrario?

¿Quién te conoce? ¿Quién te avala? – Un atalaya que trae una palabra para ti, iglesia,
escúchala por favor. - ¡No! ¡No escucharemos nada que no venga de los púlpitos de nuestra
denominación, de nuestra congregación o de nuestra propia emisora de radio, canal de televisión o página
Web! ¿Y qué hará Dios, ahora?

(18) Por tanto, oíd naciones, y entended, oh congregación, lo que sucederá.

(19) Oye tierra: (Oye polvo, Óyeme hombre) He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el
fruto de sus pensamientos; porque no escucharon mis palabras, y aborrecieron mi ley.

Y pensar que cuando las cosas andan mal en la iglesia, hacemos jornadas o seminarios de
guerra espiritual para batallar contra los demonios que nos están atacando! Pero acá dice que si nos
empecinamos, si nos obcecamos en no escuchar, en no obedecer y en rechazar su propósito, Él será,
entonces, quien envíe estas cosas. ¿Esto, entonces, querrá decir que un atalaya es sólo un portador del
juicio de Dios? Para nada. Un evangelista haciendo su trabajo, también es un atalaya. Mira lo que Dios
dice de ellos.

(Isaías 52: 7) = ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres
nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del
que dice a Sión: ¡Tu Dios reina!

Escucha: Dios derrocará a Babilonia. Darío, el instrumento escogido por el señor, ha establecido
su autoridad y decretará la restauración de Sión. Dejen que los atalayas suban a las montañas y
proclaman las buenas nuevas. ¡Tú Dios reina!, Dice. Pablo cita este versículo en su carta a los Romanos
10:15, en relación con la predicación del evangelio. ¿Y qué dice luego, el verso 8 del capítulo 52 del libro
de Isaías?

(8) ¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque
ojo a ojo (Quiere decir Con sus propios ojos) verán que Jehová vuelve a traer a Sión.

093 - Centinelas Sobre los Muros


Todo está muy bien, pero ¿Qué es la voz de un atalaya? ¿Cómo reconocerla? Presta mucha
atención: No es una voz que vocifera “¡Aleluya! ¡Gloria a Dios! ¡Está todo bien! ¡Somos vencedores! ¡Dios
está muy contento con nosotros! ¡Estamos sin mancha y sin arruga!”

– Hermano... Pero eso es bíblico. Claro que es bíblico, pero eso no significa que realmente esté
sucediendo ahora. Un atalaya, un guarda, un centinela puesto por el Señor y no por hombres sobre los
146

muros de la Jerusalén celestial que no se calla jamás, grita siempre: ¡¡Oíd!! ¡¡Oíd la voz de Dios!!
¡¡Obedece iglesia!! ¡¡No juegues conmigo!!

Atalaya no es un elegido por consenso dentro de un concilio de una denominación. Atalaya es


uno levantado por el Señor, quizás de la más vulgar de las nadas, para que diga lo que Dios quiere que
diga, sin interesarle su conveniencia, su reputación eclesiástica y hasta social o su prestigio personal. Mira
lo que hace Dios.

(Ezequiel 3: 16)= Y aconteció que al cabo de los siete días vino a mí palabra de
Jehová, diciendo: (17) hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel;
(Perdón. ¿Te dije lo que era, literalmente, un atalaya?)

Un centinela era un hombre al cual se lo estacionaba sobre los muros de la ciudad para advertir
a la gente del peligro y de mensajeros que se aproximaban. A los profetas, también se les llamaba
atalayas. De hecho, el propio Ezequiel lo era y él advirtió claramente que cada persona es responsable de
su propia conducta.

Oirás, pues, tú la palabra de mi boca, (El atalaya recibe directivas directas de Dios) y los
amonestarás de mi parte. (¡A mí me gustan los mensajes que alientan, no los que muestran lo que uno
no está haciendo o lo que está haciendo mal, hermano! ¿Y a mí qué me importa lo que te gusta a ti?)

Dios dice que un atalaya está levantado para amonestarte, no para felicitarte. Si yo digo lo que
te gusta a ti, quedar bien contigo es toda la recompensa que habré de recibir. No te ofendas, mi hermano,
¿Pero crees de verdad que puede ser más importante para mí caerte bien a ti que decir lo que Dios me
manda?

(18) Cuando yo dijere al impío: de cierto morirás; y tú no le amonestares ni le


hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío
morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano.

(19) Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su


mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma.

Espera un poquito. ¿Qué es un impío? Un hombre malo, malvado, horrible? No. Un impío, es un
no pío, no piadoso. Y piedad, en la Biblia, no es la lástima o la compasión con que nosotros nos
manejamos e interpretamos. Piedad, bíblicamente, es espiritualidad.

Es decir que un impío es alguien que se resiste a vivir por el Espíritu, en tanto que un piadoso es
uno que sí vive por el Espíritu. Un impío, entonces: ¿Es alguien del mundo, un incrédulo inconverso?
Obviamente que sí, pero no es el único.

Impíos son, también, aquellos que, estando en la iglesia, eligen manejarse carnalmente,
filosóficamente, científicamente, intelectualmente. Porque ellos también se resisten a vivir por el Espíritu.
Bueno, es a ese al que hay que amonestar. Al otro, al mundano, sencillamente hay que presentarle a
Cristo, ya que es así porque no lo conoce.

Si este atalaya obedece el mandato y dice lo que Dios le ordena y no se preocupa por el qué
dirán, aunque el impío no haga caso y lo ignore porque “no es alguien importante, con un nombre conocido
en el ambiente evangélico o un título o una jerarquía eclesiástica respetable”, y termine muriéndose
espiritualmente en desobediencia, quedará libre de la sangre de ese impío porque él sí obedeció y cumplió
con lo suyo.

Ahora, si por alguna causa humana, este atalaya no dijera lo que tiene que decir y cambiara sus
palabras por expresiones voluntaristas, exitistas, lisonjeras o aduladoras, cuando se caiga el impío ciego,
él también verá perdición.
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Porque le fue ordenado hablar palabra de Dios y, ya fuere por miedo o por incredulidad, prefirió
hablar palabra de hombre y no lo que Dios le ordenaba pronunciar y proclamar. ¿Se entiende? En el
capítulo 33, más adelante, está esto mucho más claro.

(Ezequiel 33: 1) = Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: (2) hijo de hombre, habla a
los hijos de tu pueblo (Si yo soy argentino y tengo que hablarles a los hijos de mi pueblo, a quiénes
tengo que hablarles? A los argentinos, naturalmente)

Entonces, si yo soy un creyente y formo parte del pueblo de Dios, y Dios me dice que debo
hablarles a los hijos de mi pueblo, ¿A quiénes se entiende que tengo que predicarles este mensaje, al
mundo o a la iglesia?

Y diles: cuando trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tomare un


hombre de su territorio y lo pusiere por atalaya, (Escucha: el atalaya es siempre alguien que
pertenece al mismo territorio).

No será atalaya de los que viven por el Espíritu, uno que ande conforme a la carne, a sus
sentimientos, a sus emociones o a sus ideas intelectuales (3) y él viere venir la espada sobre la
tierra, y tocare trompeta y avisare al pueblo, (4) cualquiera que oyere el sonido de la
trompeta y no se apercibiere, y viniendo la espada lo hiriere, su sangre será sobre su
cabeza.

(5) El sonido de la trompeta oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él, más el
que se apercibiese librará su vida.

(6) Pero si el atalaya viere venir la espada y no tocare la trompeta, y el pueblo no


se apercibiere, y viniendo la espada, hiriere de él a alguno, este fue tomado por causa de
su pecado, pero demandaré su sangre de mano del atalaya.

094 - Enseñar y Reprender; Oigan o No


No son pocos los lugares en donde este versículo se usa para presionar a los cristianos a que
den testimonio, señalándoles que de lo contrario Dios les demandará la sangre de quienes se pierdan por
su causa. Sin embargo, en lo literal e histórico, esto refleja los postulados de una antigua ley que puede
leerse en Génesis 9:5.

Desde lo revelado por tipología, en cambio, resulta claro que se trata de la obligación por parte
de aquellos que hayan sido levantados por Dios como atalayas, jamás callen lo que Él quiere decirle a su
pueblo. Esto queda claro en el verso que sigue:

(7) A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y dirás la
palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.

(8) Cuando yo dijere al impío: impío, de cierto morirás; (Recuerda que cuando Dios
habla de muerte, no se refiere a la muerte física; para Dios no existe esa muerte, apenas es un cambio de
ámbito para él. Cuando tú te mueres, desde donde está, lo que Dios ve es a un individuo que sale de una
habitación a través de una puerta y se introduce en otra.

Es decir que lo que está diciendo aquí, es: Cuando yo le dijere al carnal que cambie, pues que
cambie, porque si no espiritualmente morirá) si tú no hablares para que se guarde el impío de su
camino, (Esto es: Si tú predicas lo que a ti te parece, lo que a ti te gusta, te conviene económicamente o
te hace quedar simpático, y no lo que yo te dije) el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo
la demandaré de tu mano.
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(9) Y si tú avisares al impío de su camino para que se aparte de él, y él no se


apartare de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu vida. (El Señor lo sabe que
lo estamos haciendo en cada texto de estos; que estamos tratando, como muchos más, de ser obedientes.
No te enojes conmigo.)

En principio, aquí, se habla de la responsabilidad del atalaya. Sin embargo aquí se traza de una
manera más clara el paralelo entre Ezequiel y el atalaya. Líderes: recuerden el principio espiritual y moral
que rige sus responsabilidades, como mensajeros, como atalayas de Dios.

Acepten su tarea de enseñar y reprender al pueblo, escuchen o no. “-¡Ah, no, hermano! ¡Yo a la
iglesia del Señor no me atrevo a pegarle!-“¿Y quién te dijo que tú le pegas a la iglesia del Señor? Si es
iglesia del Señor, no te vas a sentir tocado porque estás haciendo lo que Dios quiere que hagas. Si tú le
pegas, le pegas al “montón,” a Babilonia, a la cizaña. Pero quiero que prestes atención a esto que viene
ahora, porque refleja lo que en este tiempo es una verdad a gritos:

(Verso 30) = Y tú, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo se mofan de ti junto a las
paredes y a las puertas de las casas, y habla el uno con el otro, cada uno con su hermano,
diciendo: venid ahora, y oíd qué palabra viene de Jehová.

Ven hermano, escucha. Mira lo que predica este hombre. ¿Quién se habrá creído que es? ¿Qué
organización lo respalda? ¿Quién puede creerle que lo que habla es palabra de Dios? Habiendo tantos
siervos reconocidos e importantes, ¿A quién se le ocurre que Dios le va a dar una palabra a él?

(31) Y vendrán a ti como viene el pueblo, (Está hablando de la gente, ahora) Y estarán
delante de ti como pueblo mío, (¿Cómo “pueblo mío”?) Y oirán tus palabras, y no las pondrán
por obra; (Hay gente que hace treinta años que va a una iglesia y escucha un mensaje de paz y amor y
todavía sigue enojándose y peleándose con todo el mundo por cualquier tontería) antes hacen halagos
con sus bocas, (¡Qué lindo mensaje el suyo! ¡Qué bien que habla y escribe usted!) Y el corazón de
ellos anda en pos de su avaricia. (¡Muy bueno su mensaje sobre la ofrenda! ¿Me regala un DVD? Me
gustaría que lo escuche ese diácono que... Porque a mí, hermano, ¿Sabe? Dios todavía no me ha pedido
que ofrende, ¿Vio?)

Pero cuando ello (Lo que se predica) viniere (y viene ya), sabrán que hubo profeta
entre ellos. (Pero a lo mejor, por allí, ya es tarde y la reforma se habrá producido y tú te habrás quedado
fuera de ella)

Entonces hermano, lo que tú me quieres decir es que, cuando aparezca alguien hablando de lo
que Dios va a hacer, yo tengo que creerlo y obedecerlo inmediatamente sin ponerlo en duda? No. No dije
eso. No es tan así. A mí me causa gracia y pena, al mismo tiempo, cuando oigo que una junta de teólogos
examinan a un siervo para analizar si lo que trae viene de Dios o no.

La única manera de saber eso, es por la palabra misma, es cierto, pero fundamentalmente por
discernimiento. Y al discernimiento no se lo estudia, no se lo rinde ni se lo aprueba en ningún seminario o
instituto bíblico que los hombres puedan fabricar. Se tiene o no, como la plenitud o la unción del Espíritu
Santo. Porque es por fe y santidad, no por jerarquía evangélica. Porque no todos los que se dicen atalayas
lo son. La Biblia lo dice.

(Isaías 56: 4) = Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de
reposo, (Eunucos, para Dios, son aquellos que no profanan ni manchan a su novia, la iglesia) y escojan
lo que yo quiero, y abracen mi pacto, (5) yo le daré lugar en mi casa y dentro de mis muros,
y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá. (Los
de peor catadura, si obedecen, podrán agradar a Dios, a veces, mucho más que las más eminentes
jerarquías eclesiásticas)

(6) Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el
nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no
profanarlo, y abracen mi pacto, (7) yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi
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casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi
casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.

095 - ¿Un Cristianismo Colegiado?


Esto ya ha sido dicho, pero debo repetirlo una vez más. Cada uno de nosotros, además de ser
creyentes, tenemos que pertenecer a una congregación local para ser considerados y admitidos como
evangélicos. Esto no es decididamente bíblico, pero se ha aceptado y se respeta fielmente.

Ahora bien: ¿Cómo se supone que debemos presentarnos en sociedad para garantizar que
somos cristianos evangélicos? Mencionando el nombre de nuestra congregación. Soy de la iglesia “Así
dijo el Señor” “Así dijo el Espíritu Santo” o cualquiera de los nombres verdaderos, (a estos los inventé
yo) que tú conoces que conforman el denominado pueblo evangélico de tu ciudad o lugar de residencia.

Y nadie criticaría esto ni se opondría, porque hace de toda una vida que se viene haciendo así y
no ha existido nada que nos pueda haber dicho que no deba ser así. No está en la Biblia, es verdad, pero
tampoco está que no se pueda, no? Error. Aquí te está diciendo, y Dios mismo, que su casa será llamada,
bautizada con el nombre de, denominada como, sencilla y simplemente: Casa de Oración.

Un momento. ¿Usted me quiere decir, hermano, que deberíamos, por respeto a la palabra de
Dios mismo escrita en la Biblia, renunciar a todos nuestros nombres de congregaciones y limitarnos a
darle a cada uno de los templos el único nombre que Dios dice, que es el de Casa de Oración?

– Y sí, eso parecería ser lo que habría que hacer, no? – Claro, pero lo que ocurre es que si no le
ponemos un nombre, no se nos admite. - ¿Cómo que no se nos admite? ¿Adónde no se nos admite? – En
principio, en el organismo que rige, controla y administra el funcionamiento de todas las religiones en el
país, de todas las instituciones religiosas donde, no sé por qué causa, están también nuestras iglesias. No
sé cómo se lo denomina en tu país; aquí es el Registro Nacional de Cultos.

Entonces está la otra: ¿Quién ejerce ese control en ese registro? El gobierno, siempre ha sido
así. ¿Eso quiere decir que un gobierno secular, por ejemplo, ateo, incrédulo y a veces hasta idólatra o
esotérico que es brujería, es quien decide cuál es una iglesia cristiana y cuál no?

¿Y con qué autoridad en el ámbito espiritual? ¿Con la ayuda de qué conocimientos espirituales
o teológicos pueden decidirse y decidirse conforme a la voluntad de Dios estas cosas? Piénsalo. Yo no te
lo voy a decir, pero como se dice en mi tierra, “se te cae de maduro”.

A esto, tienes que sumarle la otra: soy de la iglesia del pastor Fulano. Ah, no, yo soy de la del
pastor Mengano. Escucha: En todo caso y en el mejor de los casos, Dios dijo que cada iglesia tendrá un
pastor, no que cada pastor tendrá una iglesia, está claro? De otro modo, estaríamos tergiversando la
importancia y la prioridad de cada cosa. Casa de oración.

(8) Dice Jehová el Señor, el que reúne a los dispersos de Israel; aun juntaré sobre
él a sus congregados.

Presta atención que, hasta aquí, Dios está hablando de su pueblo, de su verdadero pueblo, de
aquel que lo conoce y lo ama. De aquel que no sabe nada de organizaciones metódicas, de estructuras
fariseicas y de tradiciones rituales.

Ahora presta atención, porque después del verso 9, que es una especie de transición, de
puente, Dios le dedicará tres versículos a los líderes. A los líderes de aquel tiempo, en lo literal, y a los
contemporáneos, a los actuales, en la tipología, en el principio espiritual.

Todas las bestias del campo, todas las fieras del bosque, venid a devorar.
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Está bien, dije que era un verso de transición, pero ¿De qué está hablando? ¿Qué es lo que van
a devorar las fieras? Si te vas a Jeremías 12:9, lo vas a tener muy claro: ¿Es mi heredad para mí
como ave de rapiña de muchos colores? ¿No están contra ella, (contra la heredad, contra la
promesa) las aves de rapiña en derredor? Venid, reuníos, vosotras todas las fieras del
campo, venid a devorarla.

Obvio: las fieras del campo son los falsos líderes y, lo que van a devorar, es la heredad de Dios.
El mundo nunca podrá tener manera alguna de cortar una bendición de Dios para su iglesia, pero los
hombres que militan dentro de ella sin ser de ella, si se lo proponen, quizás sí puedan.

(10) Sus atalayas son ciegos (Falsos, no tienen visión, sólo cierta sabiduría humana,
intelectual. Está hablando de los que están en un lugar sin ser de ese lugar) todos ellos ignorantes;
(Esto quiere decir: no conocedores de la Verdad) todos ellos perros mudos, no pueden ladrar;
soñolientos, echados, aman el dormir.

(11) Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben
entender: todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho,
cada uno por su lado.

¡Hermano! ¡No critique! ¡Eso es pecado! ¿Y a mí qué me dices, si lo único que hice fue leer la
Biblia sin cambiarle, suavizarle ni adornarle nada? ¡Vete a decirle a Isaías que decir eso es pecado! Si te
atreves, ve a decirle que decir eso es pecado a Dios, ya que en el verso 9 es Él mismo quien lo dice!

¿De qué habló el hermano en este trabajo? Habló de los atalayas, pero en el final fue un
mensaje de unidad. ¡Sí, pero el mensaje de unidad no es el mensaje del hermano de la Web, es el
mensaje de Dios!

Y sí, hermano. Todos lo hemos leído a eso en la Biblia, todos. Pero también todos hemos
tenidos nuestras propias experiencias que son las que nos dicen que la unidad en el Espíritu, o sea: la
unidad bíblica, suena muy bien, muy hermosa y ungida, pero que en la realidad todos sabemos que no es
posible.

Que todo no puede ir más allá de tomarse un café como si fuera una reunión de amigos con el
líder de la otra cuadra, pero que después... ¿Después qué? No me digas que cada uno por su lado. Y, sí,
eso es lo que se ve. Hay un problema y no te enojes, por favor. Pero si es real lo que la Biblia denuncia de
cada uno por su lado, puede que también cierto lo de que “Cada uno busca su propio provecho”.

Atalaya. Tercer día de Dios. Tercer Milenio. Año agradable a Dios. Año de los atalayas. ¿Quién
los oirá? ¿Quién tendrá sus oídos abiertos a sus voces? ¿Quiénes los amarán? Pocos, los menos.
¿Quiénes los calumniarán, los discriminarán y los tratarán de locos o herejes?

Como fue antes, la mayoría. ¿Pero no era que las mayorías nunca se equivocan? Pontificados
de hombres. La Biblia jamás dijo eso. Porque la Biblia habla de tres palabras como ingreso a una cuarta:
madurez, que es indispensable para llegar a la segunda.

Unidad, que es la única que nos enseñará el lugar de reunión de la tercera. remanente, que
como su nombre lo indica es una cantidad menor de una cantidad mayor, y que es la que activará,
potenciará y pondrá en marcha la cuarta, que es la que comienza a despertarse en este tiempo. Reforma.
¿Y qué compañía de aviones me lleva hasta ese lugar? Anota: “Líneas Aéreas Santidad”, las demás no
llegan.

La pregunta final para la evaluación del atalaya-tipo, es: ¿Debe ser alguien con auténtico amor o
alguien que no sienta presión alguna y pueda hablar lo que Dios está hablando? De hecho, así es. Pero
mucho cuidado, porque el amor que se nos reclama cuando decimos algo fuerte, no tiene nada que ver
con el amor del que más profusamente habla la Biblia.
151

096 - Hay un Amor que no Entiendo


En más de una oportunidad, en algunos estudios donde estuvimos viendo algo sobre una de las
más repetidas palabras del evangelio, amor, enseñaba que, dentro del significado de cada una de las
varias que en los originales se traducen como amor, se encontraba ágape.

Esta es la más utilizada, especialmente cuando se habla del amor de Dios. Muchos de nosotros,
ni enterados de esto hemos preferido, por ese romanticismo primario con que a veces nos manejamos en
estas cosas, elegir pensar que cuando se habla de ese amor, se habla de phileo, que es el amor fraternal,
el amor sentimental, el amor emocional y el amor carnal, que es el único que el hombre puede
experimentar por sí mismo, sin la ayuda de Dios. Resumiendo: Amor phileo, existe en naciones de cultura
musulmana, budista, hinduista o atea, en tanto que amor ágape, sólo donde Jesucristo es el centro de las
vidas de las personas.

Porque la traducción de ágape, no tiene nada que ver, en absoluto, con aquel amor lánguido,
(Nadie dice que sea malo, eh?), romántico y pletórico de expresiones sentimentales, que nos ha sido dado
para uso (Y hasta abuso) de noviazgos, matrimonios, relaciones de padres con hijos, con abuelos, con tíos
y hermanos de sangre.

La traducción de ágape, concluye en “Carácter interno de los miembros del Reino de Dios”.
Nada que ver, no es cierto? Cuando descubrí esto fue que recién logré entender muchos versículos
famosos que jamás me habían cerrado, aunque por esa religiosidad tan arraigada que uno tiene, me sumé
al coro que con toda convicción decía “¡Amén!” Cuando alguien los leía.

Por ejemplo: El perfecto amor, echa fuera todo temor. Yo no podía entender la relación.
¿Cómo íbamos a batallar contra el miedo sencillamente teniendo amor? No me sentía en condiciones,
incluso, de explicárselo al mundo incrédulo.

Ahora, y teniendo en cuenta que perfecto, aquí, se traduce como maduro, si decimos: El
maduro carácter interno que tengo por ser miembro del reino de Dios, echa fuera cualquier
temor, la cosa cambia y mucho.

La pregunta, entonces, que nos queda, será: ¿Cuál es el carácter, o cual debe ser el carácter,
de aquellos que descansan en Dios, que forman parte de su reino? Esa ha sido mi oración muchas veces,
como quizás habrá sido también la tuya.

El Señor usó a alguien que, con una palabra, me abrió el panorama de la respuesta. Un día me
envió un mail que decía, solamente: Salmo 15. Yo creí que se había olvidado de escribir otra cosa o que
se le había borrado. Me dijo que no, que Dios simplemente le dijo que pusiera eso: Salmo 15.

(Salmo 15: 1) = Jehová, ¿Quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu


monte santo?

Primero quiero, por si hubiera alguien que lo ignora, decir en dos palabras qué era el
Tabernáculo. La palabra hebrea que lo identifica, es ojel, que quiere decir tienda y en el griego, es
miscan, que significa morada.

Era una tienda de campaña, una especie de santuario portátil que cobijaba el arca del pacto y
era símbolo de la presencia de Dios en medio de su pueblo. Sirvió a Israel desde su construcción en el
Sinaí hasta la construcción del templo de Salomón.

Al Tabernáculo también se le llamaba Morada, Tabernáculo del testimonio, Tabernáculo de


Reunión, Casa de Jehová y Tienda de Jehová. En este verso, tanto el tabernáculo como el Monte Santo,
constituyen una referencia al lugar donde descansaba el arca del pacto, se hallaba la presencia de Dios y
los creyentes se reunían para rendirle culto. Ahora bien: la misma pregunta que se hace en este salmo,
también la hace en el salmo 24. Entiendo que las respuestas que se dan allí, son las mismas que podrían
caber en el 15, mira:
152

(Salmo 24: 1) = De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él


habitan.

(2) Porque él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos.

(3) ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?

(4) El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas


vanas, ni jurado con engaño.

(5) Él recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de salvación.

(6) Tal es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Dios
de Jacob.

Este salmo 24, al igual que el que estamos estudiando, fue escrito por David en tiempos en que
trajo el arca del pacto a Jerusalén. La pregunta del verso 3 recibe una serie de respuestas que demuestran
que, aunque toda persona es criatura de Dios, sólo a algunos se les permite permanecer en su presencia.

Enseña que los que pueden entrar a la presencia de Dios son aquellos que conducen sus
asuntos con integridad. La religiosidad formal carece de significado sin consagración espiritual y una
conducta ética. Ahora mira el comportamiento y la conducta de los líderes que más cercanos tengas, y
saca tus propias conclusiones.

097 - El Valor de la Integridad


El salmo 27, por su parte, contiene algo más en relación con la protección de Dios para con los
íntegros de carácter. El verso 5 y 6 lo dicen: Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día
del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto.
Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, y yo sacrificaré en su
tabernáculo sacrificios de júbilo; cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.

Descansar en Dios y alabar su nombre en cualquier circunstancia, parece ser la solución.


Sencilla de explicar, recomendar y aconsejar, pero no tanto de aceptar y, principalmente, poner por obra.
Siguiendo con nuestro salmo 15, comienza la respuesta para la pregunta de quién podrá entrar a la
presencia de Dios.

(2) El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón.

Leído así, con rapidez, esto que se dice parecería tan obvio que, de pronto, ni siquiera sería
necesario aclararlo. Pero un vistazo simple al interior de nuestro hábitat, nos dará una óptica que, nos
guste o no, lo aceptemos o no, justifica la existencia de este verso.

Hay demasiada gente dentro de la iglesia que, ante el menor problema y ante la disyuntiva de ir
de frente con transparencia o simular que está todo bien, pero por la espalda atacar sin miramientos, elige
esto último. Y fíjate que esto no es ni moderno ni casual.

Pablo, cuando en Efesios describe la armadura espiritual del cristiano, emula a la armadura
romana. Yelmo, coraza, escudo, etc., con su debida aclaración espiritual. Sin embargo, al igual que
aquella armadura romana, esta tampoco muestra recubrimiento alguno para la retaguardia.

Es que a nadie se le ocurriría pensar que un soldado romano pudiera ser atacado, marchando
en bloque y cubierto con toda su armadura, por un compañero suyo, a sus espaldas. Bien; Pablo sabe, y
tú también, que en la iglesia esto sí es posible. Por eso hablamos de integridad.
153

Incluso, estos falsos hermanos hasta se permiten agregarle a ese ataque traicionero esa
bondadosa sonrisa que durante años ha sido la marca registrada, el “copyright” de la gente que se dice
cristiana. Esto no es integridad y, en muchos casos, tampoco es justicia.

El hombre íntegro, es aquel que a la hora de tener que decir Muchas Gracias por algo, lo hace
sin vergüenza alguna; el que a la hora de pedir perdón, no se ve que se le caiga nada por hacerlo y el
que, finalmente, cuando tiene que decir Me Equivoqué, también lo dice sin que por ello se sienta
menoscabado.

El único que jamás se equivoca, es Dios. Cualquiera de los demás que lo piensan para sí
mismos, son necios, soberbios y con un altísimo grado de estupidez. Como decía el salmo 24: El limpio
de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas. Traducido al
barbarismo clásico argentino: el que no anda en la pavada, que en esta tierra, es sinónimo de tontería.

En cuanto a hablar la verdad, también parecería necesario señalarlo, pero la experiencia nos
dice que no lo es. El mundo incrédulo anda en la mentira porque Satanás, que es el padre de mentira, lo
tiene cautivo. Pero cuando la mentira se mete en la iglesia, el nivel que presenta es mucho más perverso y
maligno que el secular.

Dios aborrece esto. En el salmo 51, David dice de Dios: He aquí, tu amas la verdad en lo
íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Pablo tiene bien claro este principio.
Tanto que no vacila en puntualizarlo a la iglesia de Efeso, cuando le dice: Por lo cual, desechando la
mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los
otros.

Tiene razón, eh? Imagina tu cuerpo: ¿Qué sucedería si de pronto, tus ojos engañaran a tu
boca? Esta hablaría lo que no es y todo fracasaría, no es así? Somos un cuerpo. ¿Quiénes más pueden
presentarse delante del Señor aprobados?

(3) El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni admite reproche
alguno contra su vecino.

Para poder entender de qué es de lo que se está hablando aquí, vamos a tener que remitirnos al
Antiguo Testamento, específicamente al momento en que Dios le da a su pueblo, ciertas leyes morales y
también ceremoniales insertas en el libro de Levítico

Levítico 19: 16) = No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la


vida de tu prójimo. Yo Jehová. (En otro de estos libros de Moisés y en el marco de lo que se
considera como un compendio de justicia equitativa para todos, leemos)

(Éxodo 23: 1) = No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser
testigo falso.

Pregunto: ¿Cuántas congregaciones enteras, iglesias florecientes, líderes irreprochables, de un


día para el otro, se han atomizado por causa del chisme, del falso rumor, de la calumnia o el reproche sin
fundamento?

Los periodistas sabemos muy bien lo que es una operación de prensa de desprestigio.
Supongamos que cinco miembros de una congregación de tres mil quieren tumbar al pastor por
discrepancias personales. ¿Qué hacen?

Se ponen de acuerdo y empiezan a hacer correr el rumor de que el pastor, por ejemplo, se está
quedando para sí con el dinero de los diezmos. A menos que ese pastor, efectivamente, ande en algo
raro, le va a costar: por lo menos un mes, enterarse del rumor; Otro mes para hablar con sus
colaboradores sobre el tema y armar una defensa salida sobre la base de la documentación; y otro mes
más para difundirlo por los medios que cuenta.
154

¡Tres meses! Es una enorme ventaja. Ese pastor puede mostrar todos sus papeles en orden y
conseguir quizás permanecer en su cargo, pero el daño producido por ese rumor, es muy difícil de ser
enmendado. Lo más probable es que la pérdida de su autoridad vaya aumentando progresivamente hasta
que, finalmente y sin ninguna razón visible ni culpa alguna, tenga que decidir dejar el ministerio.
¡Tremendo!

098 - ¿Qué Cosa es Amar al Prójimo?


Estamos viendo, entonces, que en este salmo 15, David le está preguntando a Dios sobre las
cualidades que se necesitan para morar en su tabernáculo. La respuesta divina revela que el morar en la
presencia y los propósitos divinos, requiere la voluntad de mostrar una estrecha relación con los demás.
Para tener una estrecha relación con Dios, debes decidirte a conducir tu vida manteniendo relaciones
correctas con los demás. Dios, hasta aquí, le dice a David cuatro cosas muy concretas:

Nº1) = Que hable con misericordia de su prójimo. Buen momento para reflexionar cómo
estamos hablando de nuestros hermanos, de nuestros amigos, de nuestra familia.

Nº2) = Que nunca murmures o digas algo que destruya la reputación ajena. ¡Pero es que ese
hombre es malvado! ¡Es que esa mujer es una Jezabel! Mía es la venganza, dice Jehová. Tú no te
sometas a ellos, tú no te enredes con ellos, porque quien te sacará de donde quiera que te encuentres,
será el Señor Dios Justo y Todopoderoso.

Nº3) = Que nunca lastimes a otra persona en ningún sentido. Esto suele darse muy a menudo
en los noviazgos que se arman y desarman dentro de las congregaciones. Para no reconocer
equivocaciones o errores, o para tapar comportamientos censurables, muchas veces él o ella no han
dudado en descargar una catarata de opiniones nefastas sobre el otro.

Puede que consigan salvar sus responsabilidades, pero al otro le causan una lastimadura que
tendrán que pasar muchos años, con consejería pastoral y sanidad interior incluida para que esas heridas
cicatricen.

Nº4) = Finalmente, Dios le advierte a David que no “reproche” a su prójimo. Reproches, te


recuerdo, es en el original la palabra cherpah, y significa Echar la culpa, desacreditar, desgraciar o
avergonzar. ¿Quieres que te diga algo salido de una la experiencia personal? Jamás vi que un reproche
modificara algo o solucionara algo.

Si el Antiguo Testamento enseña que para satisfacer nuestros deseos de acercarnos a Dios
debemos darle prioridad a nuestro amor por los demás, el mandamiento neo-testamentario de amar al
prójimo como a nosotros mismos, tal como se nos dice en la carta a los Romanos capítulo 13, es
ciertamente vital para nuestra actual relación con el Padre Celestial.

Tómate de este modelo doméstico: Tú eres padre, tienes, digamos, tres hijos. Los dos menores,
son más o menos normales, se llevan aceptablemente entre ellos y no te causan problemas, pero el mayor
es un tiro al aire. No es un delincuente ni mucho menos, pero se mete en líos a cada momento.

Tú lo sabes y tratas de corregirlo. Pero eso no es motivo para que, cuando se pelea con sus dos
hermanos y casi se van a las manos, tú creas que está bien, que los más chicos tienen razón y que, si le
dan la gran golpiza, no estaría tan mal.

Muy por el contrario, eres capaz de enojarte muy en serio con los menores por no tener la
misma clase de paciencia con su hermano mayor, que tú tienes para con él y con ellos mismos. ¿Te das
cuenta lo que te quiero decir? Aprende. Dios, antes que aquel riguroso juez que te mostraron, es Padre.
Un Padre amoroso, paciente, misericordioso y, eminentemente, justo.
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(Levítico 19: 34) = Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more
entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de
Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.

099 - La Asignatura de la Solidaridad


Al margen de las motivaciones literales que Dios tenía para decir esto en ese momento y en ese
lugar, hay un principio muy claro en esta palabra. Ningún tipo de discriminación racial, de clases o social
tiene que ver con creyentes. Sin embargo existen.

Y no en otros países con relación a argentinos, sino en nuestras propias congregaciones con
compatriotas que, quizás, no tienen el nivel que a la gran mayoría le agrada. Cuando desde el púlpito
alguien nos dice, en medio de un culto, que le demos un gran abrazo al hermano que tenemos más cerca,
suceden dos cosas:

Como vemos que se trata del doctor Fulano, corremos y le damos un abrazo que casi le corta la
respiración o, como vemos que se trata de ese moreno aindiado que no se sabe muy bien quien lo trajo,
hacemos como que miramos a lo lejos y lo pasamos de largo. Lo he visto personalmente.

(Salmo 86: 5) = Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en


misericordia para con todos los que te invocan. (Somos imagen y semejanza de Dios, ¿No es
cierto? Pregunta y pregúntate cuántos cristianos que conoces son, también, buenos y perdonadores).

(Salmo 15: 4) = Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, pero honra a los que
temen a Jehová. El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;

Cuando dice jurando, se refiere a alguien que mantiene su palabra en un trato hecho, aunque
las consecuencias le sean adversas. El que cumple lo prometido aunque salga perjudicado, dice
otra versión.

Una de las asignaturas pendientes de verdad en la iglesia, es la falta de solidaridad o, en el


mejor de los casos, un concepto bastante devaluado de ella. Aun en las congregaciones más pequeñas,
¿Hay una conciencia clara por parte de cada hermano, con relación a cómo está viviendo otro hermano?

¿Sabe el hermano que toca la batería en la banda de alabanza, si el hermano portero come
todos los días o si su familia tiene lo necesario para subsistir? Salvo amistad personal y privada, no lo
creo. Pero al mismo tiempo, ¿Sabe el hermano que es diácono, si el hermano que toca la batería todavía
mantiene su trabajo?

Y es más todavía: ¿Sabrá el líder de la congregación si el diácono, el hermano que toca la


batería o el portero, comen todos los días? Hay una profunda crisis de individualismo e indiferencia en el
mundo, verdad? Tengo malas noticias. Se nos ha metido en la iglesia. Terminamos siendo una cálida
hermandad de días domingos para pasar, de lunes a sábados, a ser ilustres y anónimos desconocidos.

(2 Timoteo 3: 8) = Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así


también estos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en
cuanto a la fe.

Quiero aclararte que Janes y Jambres son los nombres que se le han dado a los magos que se
opusieron a Moisés y Aarón en el relato del capítulo 7 del libro del Éxodo. Cuidado que estos nombres no
aparecen en la escritura, pero se los ha tomado a partir de las menciones que de ellos se hace tanto en la
literatura judía como en la samaritana. En otras tradiciones se piensa que eran dos hermanos, hijos de
Balaam. Pero Pablo los usa como una metáfora del paganismo hostil al evangelio, ilustrado por los falsos
maestros del primer siglo.
156

En cuanto a mantener alta nuestra convicción, aun a riesgo de salir perjudicados de alguna
manera, no es algo que haya sido patrimonio de la historia; está bien vigente hoy día. Ya no es ninguna
novedad que todos los creyentes sabemos perfectamente que hay una profunda distorsión en la
organización eclesiástica actual con relación a lo que fue la primaria iglesia. Los liderazgos divinos y
ungidos han sido reemplazados por cargos oficiales producto de títulos, también oficiales, de
universidades o seminarios de teología o tareas de operación política religiosa.

Los cultos cargados de “números artísticos”, “sketchs” bíblicos, donde más que entrada a la
presencia del Espíritu Santo, se trata de darle entrada a todos los hermanitos que se mueren por tocar la
guitarrita, cantar la canción que han preparado en homenaje al pastor o recitar el poema que nadie
escucha ni entiende, pero que todos aplauden con su mejor sonrisa cristiana.

He sido testigo, hace ya varios años, de un grupo de “hermanos” que en la iglesia donde
asistíamos, conformaban “el ministerio del deporte”, que no se trataba nada más que de un alegre grupo
de jóvenes que se inscribían (Con el nombre de la iglesia y a ésta como sponsor exclusivo) en cuanto
torneo barrial de fútbol pudieran.

Y era muy gracioso, (Aunque ahora, a la distancia en el tiempo y con mayor crecimiento ya no lo
veo tan gracioso, sino más bien bastante triste) que cuando ganaban algunos de esos torneos, venían y
pasaban al frente a mostrar el trofeo y a orar al Señor “dando gracias por el torneo ganado”. Claro está
que, cuando no ganaban nada, ni siquiera venían al culto. Una pinturita el “ministerio”

Los que se deciden a obedecer al Espíritu y decir aquello que Dios está diciendo hoy, se quedan
irremediablemente fuera del sistema, porque de pronto se han transformado en “conflictivos”, peligrosos y
una amenaza para la unidad del cuerpo.

(Hechos 28: 10) = Los cuales también nos honraron con muchas atenciones; y
cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias. (Solidaridad)

(Jueces 11: 35) = Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: ¡Ay hija mía! En
verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado
palabra a Jehová, y no podré retractarme. (Integridad)

(Salmo 15: 5) = Quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente admitió


cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás.

La palabra usura, hoy, en castellano, quiere decir “intereses excesivos sobre préstamos”. Pero
en el Antiguo Testamento, en relación con Israel, significaba “intereses normales”. No debían cobrárselos
a los “hermanos de la comunidad judía”.

Era cosa muy común contraer deudas, y el deudor podía hasta vender su persona con el fin de
quitarse el peso de encima, pero el acreedor no podía aumentar la carga por medio del lucro. Cabe aclarar
que, estas limitaciones, no se aplicaban a los negocios con extranjeros, pero si nos remitimos a lo que
relata Ezequiel, surgieron grandes abusos de estas leyes.

100 - Dilemas Administrativos


Hay tres hechos que conozco y de los cuales no voy a dar datos específicos, ya que no se trata
de una denuncia que haría con mucho gusto si la pudiera probar jurídicamente, pero lamentablemente no
hay pruebas, sólo el testimonio de personas que, cuando tomen conocimiento de lo que voy a detallar
como alta desobediencia a la palabra, sentirán por un momento al menos, que han sido escuchados y
comprendidos, aunque más allá de estas gratificaciones, hayan sido estafados.

Hay iglesias que utilizan el dinero de los diezmos y ofrendas para crear un fondo que luego se
prestará a los hermanos a intereses muy elevados, usurarios, con la excusa de “estar negociando en el
nombre del Señor”. Nunca presentan balances, detalles ni destino de las utilidades. Una diabólica sutileza
que ha dejado a muchos en la calle, eso sí, en el nombre del Señor.
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Hay iglesias donde algunos líderes, argumentando tener una visión y una dirección de parte de
Dios, y abusando de la sujeción de ciertos hermanos, han seleccionado a los que son propietarios para
utilizarlos como garantes en negocios privados y personales. Conozco por lo menos dos casos de
hermanos que han perdido o están en peligro de perder sus viviendas.

Y, finalmente, casos de “inversión de la palabra” ¿Qué es esto? Esto es una argucia


supuestamente bíblica de invertir radicalmente el texto de un versículo. Por ejemplo: Malaquías 3:10 dice
que debemos “traer todos los diezmos al alfolí”, no es así? Bueno, conozco por lo menos un caso donde el
alfolí va a domicilio a buscar los diezmos.

La ofrenda no se “levanta” porque no está caída, no se “recoge” porque no está tirada. La


ofrenda es dejada por la iglesia en el lugar que sea al llegar, al constituirse como iglesia. ¡Pero hermano!
¿Y si mucha gente no la deja? No es iglesia, entonces, es visita.

¿Pero si se trata de hermanos que vienen siempre e igual no la dejan si nadie se las pide? No
son iglesia, son religiosos, o “montón”, como lo prefiera. La iglesia, jamás se presentará delante de Dios
con las manos vacías.

Es así: si un hermano “raso” pide dinero en una iglesia por cualquier necesidad personal, lo más
probable es que nadie se lo preste, y además tendrá un catálogo de “santas excusas” y algunas
exhortaciones. Ahora si quien lo pide por similares motivos es el Director de Alabanza, la cosa va a
cambiar, seguro.

(Éxodo 22: 25) = Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está
contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura.

Había una ley no escrita, una especie de código de honor en aquellos tiempos. El deber de un
rico era prestarle dinero a un pobre que lo necesitaba. Si bien podía, porque así se acostumbraba, pedirle
algún tipo de garantía, siempre y cuando no fuera algo que le causara sufrimiento al necesitado, ni se le
pasaba por la mente la idea de cobrarle algún tipo de interés. Los tiempos han cambiado, verdad?

En cuanto al cohecho del que aquí se habla, hay muy poco para agregar. Por si no te ha
quedado demasiado claro, tendré que señalarte que, cohecho, aquí en Argentina, se denomina lisa y
llanamente, coima. Una palabra que en nuestro país, lamentablemente está muy a la orden del día en
todas las áreas sociales, políticas, económicas y…religiosas.

Y siempre en la responsabilidad de gente que se dice occidental y... cristiana. Coimas, regalos,
retornos, presentes, obsequios y todo lo necesario para que se haga lo indebido. Ser creyente es, antes
que nada, un estilo de vida diferente. De otro modo, es pura religiosidad.

(Éxodo 23: 8) = No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y
pervierte las palabras de los justos. (El presente del que habla aquí, es la coima, el cohecho, el
soborno)

(Deuteronomio 16: 19) = No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni


tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de
los justos.

¿Quién podrá erguirse, entonces, con tranquilidad, en la presencia de Dios sin ninguna
vergüenza?

1- Los que andan en integridad.-

2- Los que hacen justicia.-

3- Los que hablan la verdad.-


158

4- Los que no andan en chismes ni en calumnias.-

5- Los que no hacen mal alguno a su prójimo.-

6- Los que no admiten reproches contra su vecino.-

7- El que se juega por el Señor aunque eso lo perjudique en algo.-

8- El que no presta dinero con usura.-

9- El que no acepta coimas ni sobornos.-

Hay más, pero ¿Qué te parece? ¿Serán tantos como suponemos los que puedan permanecer
de pie junto al arca? ¡Animo! Dice que el que sí hace estas cosas, no resbalará jamás.-

(Salmo 112: 1) = Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus


mandamientos se deleita en gran manera.

(2) Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será


bendita.

(3) Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre. (4)
resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; es clemente misericordioso y justo.

(5) El hombre de bien tiene misericordia y presta; gobierna sus asuntos con juicio.

(6) Por lo cual no resbalará jamás; en memoria eterna será el justo.

(7) No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová.

(8) Asegurado está su corazón, no temerá, hasta que vea en sus enemigos su
deseo.

(9) Reparte, da a los pobres; su justicia permanece para siempre; su poder será
exaltado en gloria.

(10) Lo verá el impío y se irritará; crujirá los dientes y se consumirá. El deseo de


los impíos perecerá.

Perdóname si ofendo tu inteligencia, pero quiero repetir algunos conceptos deslizados dentro de
este salmo que, seguramente, tú ya habrás anotado para guardar, estudiar y tener muy en cuenta. Lo
hago porque siempre algún hermanito se olvida y seguramente repetírselo le vendrá muy bien.

Dice que al hombre que teme a Jehová: 1) Es bienaventurado. 2) Su descendencia será


poderosa. 3) En su casa habrá bienes y riquezas. 4) Su justicia permanecerá para siempre. 5) No
resbalará jamás. 6) No temerá a las malas noticias. 7) Su poder será exaltado en gloria.

101 - Con Sentido de Hermandad


Lo primero que nosotros tenemos que tomar, en esta etapa tan singular, es conciencia de
tiempo cumplido. Las grandes cosas, la conquista del mundo, el hecho de que la tierra se va a llenar de la
gloria del Señor, no será mañana; tú vivirás para verlo.
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Será en tus días. Tú sostendrás el fruto. Tú verás el fruto de tu mano. El tiempo está cumplido
para los grandes logros del reino de Dios. Este es el tiempo, no mañana. Y no es una mera expresión
voluntarista de mi parte, tan frecuente en nuestros púlpitos, así se lo rescata en el evangelio de Marcos.

(Marcos 1: 14) = Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea
predicando el evangelio del reino de Dios, (15) diciendo: el tiempo se ha cumplido, y el
reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

Es tanto el gemido del mundo en este tiempo bajo la opresión de Satanás, que la iglesia parece
una cosa muy pequeña como para cumplir el propósito de Dios. Pero tenemos que recordar que una gran
tormenta, siempre comienza con un lejano trueno, leve, individual, solitario.

Un huracán empieza con un leve vaivén de las hojas de un árbol, con una leve brisa. Pero, en
ambos casos, cuando se desata la tormenta, a esa fuerza no hay quien la detenga. Eso, entiendo, es la
iglesia hoy. Y, -una vez más-, me veo en la obligación de aclarar, para evitar falsas expectativas y
confusiones lógicas, que cuando digo “iglesia”, no digo necesariamente congregación, aunque la incluya
en algunos casos.

La palabra del día es methanoia, que es como decir: arrepentimiento. Es un cambio de mente.
Si cambia tu manera de pensar, cambiará tu manera de vivir. Nadie puede cambiar los resultados tratando
de cambiar sus resultados. Es demasiada la gente que habla y predica cambio y reforma y ni cambia nada
ni se atreve a reformar nada en su vida. No es así como funciona.

Si tú te resistes a salir del lugar en donde las cosas no suceden, es muy poco probable que tú
puedas ser protagonista de cosas que ocurren. No puedes cambiar lo que estás haciendo, tratando de
cambiar lo que estás haciendo. Tienes, inexorablemente, que cambiar tu manera de pensar, primero.

Pero hay un punto clave en esta posición profética: tus alianzas. Tú, creyente sólido, fiel y firme,
tienes derecho y hasta obligación de mantener un sentido de hermandad con todos los creyentes del
mundo, se congreguen donde se congreguen y tengan la doctrina que tengan.

Eso sí; en lo concerniente a alianzas o pactos, solamente con los que están en tu mismo
espíritu, que naturalmente, ya no son tantos y que sólo puedes detectarlos tú a partir del discernimiento. Y
te recuerdo aquí también que estar en un mismo espíritu no significa congregarse en el mismo templo,
aunque obviamente, también lo incluya en algunos casos...

(2 Samuel 16: 10) = Y el rey, (Está hablando de David) respondió: ¿Qué tengo yo con
vosotros, hijos de Sarvia? Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a
David. ¿Quién, pues, le dirá: Por qué lo haces así?

¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? Tú, hoy, vas a tomar conocimiento del significado
de un espíritu de Sarvia, que es bastante abundante en nuestras congregaciones en este tiempo. Alguien
escribió que la visión no es el resultado de un consenso, sino que una visión, da como resultado un
consenso.

No es lo mismo. Visión no es el resultado de un grupo de gente que se juntó para votar un


proyecto. La visión es el eje por el cual se mueve la iglesia, no un fin al que se llega estando de acuerdo
los unos con los otros. Eso es hombre, puro hombre. Visión, en cambio, siempre es puro Cristo. Y
además, alianza inteligente.

La pregunta, es: ¿Quiénes eran los hijos de Sarvia, y por qué David les pregunta qué tiene él
con ellos? En la respuesta a este interrogante, nos va a quedar un principio que tendrá que ser tomado
muy en cuenta, especialmente por el liderazgo de la iglesia y, por todos aquellos que entiendan que deben
hacer cosas para el Reino.

(1 Crónicas 1: 13) = E Isaí engendró a Eliab su primogénito, el segundo Abinadab,


Simer el tercero, (14) el cuarto Natanael, el quinto Radaí, (15) el sexto Ozem, el séptimo
160

David, (16) de los cuales Sarvia y Abigaíl fueron hermanas. Los hijos de Sarvia fueron tres:
Abisaí, Joab y Asael.

Primero: Sarvia era una mujer. Segundo: Los hijos de Sarvia eran sobrinos de David. ¿Tú nunca
tuviste ningún problema con algún familiar? Nosotros, a los que más conocemos, es a Joab y Abisaí,
mucho menos a Asael, pero el caso es que estos parientes de David tuvieron su propia historia.

(1 Samuel 13: 14) = (Samuel, aquí, le está hablando a Saúl) Mas ahora tu reino no será
duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, el cual Jehová ha
designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que
Jehová te mandó.

Está hablando de David. David era un hombre conforme al corazón de Dios. David quería
destruir todo lo que Dios quería destruir. David quería construir todo lo que Dios quería construir. David,
dicen los originales hebreos, era un hombre que iba “detrás” del corazón de Dios.

¿Cuántos habrá, hoy, leyendo esto, que son así? ¿Cuántos de ustedes están seguros que
aman lo que Dios ama? ¿Cuántos verán a su país, a su ciudad o población, tal cual como Dios la ve y no
como les parece que es?

Dios le decía a Israel: si quieres saber lo que haría yo, mira a David; él tiene mi corazón. Los
tres hijos de Sarvia, no tenían el corazón de Dios. Así eran Abisai, Joab y Asael. Eso sucede cuando tú
haces alianzas con gente que se une a ti pero con distintas motivaciones que las tuyas.

Hay un problema que tuvo Elías y que también tenemos nosotros: queremos arreglarlo todo con
unción. Todo lo tapamos con unción hasta que por allí ya no tenemos unción sino extremaunción. Esto
significa que la visión que tú traes, está por encima de su efímera existencia. Tú eres parte de algo.
Alguien plantó, alguien regó, el crecimiento lo da Dios. Así es como funciona.

102 - Una Oferta Apresurada


Durante mucho tiempo hemos predicado con enorme fascinación que Dios sacó a Elías en un
carro de fuego y se lo llevó. ¡Estábamos impactados por eso! Jamás nos detuvimos a pensar que, así sea
un carro de fuego y de un modo tremendo, lo que en realidad está ocurriendo es que lo están sacando.

Claro que es mejor andar en un burro pero estar en el centro de la acción. Hemos hablado tanto
del carro de fuego de Elías y no nos dimos cuenta que Dios lo sacó porque fue un hombre que se apartó
de la historia, se divorció de su nación. David era un hombre con un corazón conforme a Dios.

(1 Crónicas 11: 4) = Entonces se fue David con todo Israel a Jerusalén, la cual es
Jebús; y los jebuseos habitaban en aquella tierra.

(5) Y los moradores de Jebús dijeron a David: no entrarás acá. Más David tomó la
fortaleza de Sión, que es la ciudad de David.

(6) Y David había dicho: el que primero derrote a los jebuseos, será cabeza y jefe.
Entonces Joab, hijo de Sarvia, subió el primero, y fue hecho jefe.

(7) Y David habitó en la fortaleza, y por esto la llamaron la ciudad de David.

(8) Y edificó la ciudad alrededor, desde Milo hasta el muro; y Joab reparó el resto
de la ciudad.

(9) Y David iba adelantando y creciendo, y Jehová de los ejércitos estaba con él.
161

Si prestamos algo de atención, aquí descubrimos un par de cosas: primero, que varios hijos de
Sarvia están metidos en nuestro pueblo y en nuestros equipos de liderazgo. Lo que aquí le pasó a David
fue que hizo una oferta apresurada. A la distancia, suena igual que los huesos que arrojaron los apóstoles
para reemplazar a Judas.

Ganó Matías, dijeron, “por voluntad de Dios”, pero de Matías la Biblia no vuelve a hablar. Dios
pensaba levantar a Pablo en ese lugar. David, al no tener gente, inventó algo para incentivar. Y así le fue.
El sistema: negociar y avanzar.

(2 Samuel 12: 26) = Joab peleaba contra Rabá de los hijos de Amón, y tomó la
ciudad real.

(27) Entonces envió Joab mensajeros a David, diciendo: yo he puesto sitio a Rabá,
y he tomado la ciudad de las aguas.

(28) Reúne, pues, ahora el pueblo que queda, y acampa contra la ciudad y tómala,
no sea que yo tome la ciudad y sea llamada de mi nombre. (Pastor: es mejor que ore usted por
este enfermo, a ver si oro yo y se sana y después la gente me obliga a levantar un ministerio de señales y
milagros. Más o menos así.)

(29) Y juntando David a todo el pueblo, fue contra Rabá, y combatió contra ella, y
la tomó. (David no se hizo rogar. Evidentemente, a él tampoco le seducía esa idea que le había
esbozado Joab.)

(30) Y quitó la corona de la cabeza de su rey, la cual pesaba un talento de oro, y


tenía piedras preciosas; y fue puesta sobre la cabeza de David. Y sacó muy grande botín
de la ciudad.

(31) Sacó además a la gente que estaba en ella, y los puso a trabajar con sierras,
con trillos de hierro y hachas de hierro, y además los hizo trabajar en los hornos de
ladrillos; y lo mismo hizo a todas las ciudades de los hijos de Amón. Y volvió David con
todo el pueblo a Jerusalén.

Aparentemente, la actitud que tuvo Joab al llamar por su teléfono celular a David y decirle que
se viniera a tomar la ciudad porque si no iba a llevar su nombre y él no quería eso, era positiva. Parecería
ser que él no quería fama ni renombre; más bien deseaba la gloria de su rey. Diez puntos en sujeción y
obediencia, ¿No crees?

Pero entonces, ¿Por qué David cada vez que se relacionaban le decía: ¿Qué tengo yo con
vosotros, hijos de Sarvia? En el hebreo, quiero contarte, esa expresión se toma como: “Yo no sé por qué
estoy trabajando con ustedes. Ustedes no son como yo.” Ah, sí; hay gente que puede trabajar en la
obra de Dios sin tener el Espíritu de Dios.

(2 Samuel 14: 1) = Conociendo Joab hijo de Sarvia que el corazón del rey se
inclinaba por Absalón, (2) envió Joab a Tacoa y tomó de allá una mujer astuta, y le dijo: yo
te ruego que finjas estar de duelo, y te vistas de ropa de luto, y no te unjas con óleo, sino
preséntate como una mujer que desde mucho tiempo está de duelo por algún muerto; (3) y
entrarás al rey, y le hablarás de esta manera. Y puso Joab las palabras en su boca.

Una estrategia. Absalón hijo de David, había sido desterrado. Y el corazón del rey estaba triste.
Y Joab no quería que el rey estuviera triste. Entonces tomó una mujer para que, a través de ella, en una
supuesta voz profética, entrara hasta el rey y le hablara una profecía, es decir: “le diera una palabra de
Dios”, que hiciera venir a Absalón del destierro.

103 - Es Visión o División


162

(Verso 19) = Y el rey dijo: ¿No anda la mano de Joab contigo en todas estas cosas?
La mujer respondió y dijo: vive tu alma, rey señor mío, que no hay que apartarse a derecha
ni a izquierda de todo lo que mi señor el rey ha hablado; porque tu siervo Joab, él me
mandó, y él puso en boca de tu sierva todas estas palabras.

(20) Para mudar el aspecto de las cosas Joab tu siervo ha hecho esto; pero mi
señor es sabio conforme a la sabiduría de un ángel de Dios, para conocer lo que hay en la
tierra.

Esto se llama manipulación. Hay gente, en la iglesia, que ama más al líder que a Dios. Mucha
gente protege tanto al líder que daña la obra de Dios. Esto es igual que cuando los discípulos de Jesús
querían sacar a los niños porque “molestaban” al Maestro. Clásico; cuando un hombre no está en el
Espíritu sobredimensiona tanto al líder que, por defenderlo, se vuelve peligroso.

Hay grandes ministerios evangelistas que han entrado en descrédito a causa de los mandos
medios, no del siervo que es realmente un hombre de Dios. No tienen, para con la gente, el corazón ni la
unción del hombre de Dios. Para ellos, lo más importante, es estar bien con el líder. La gente, no les
interesa un comino. Cuidado: si no hay visión, hay división.

(2 Samuel 24: 1) = Volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David
contra ellos a que dijese: ve, haz un censo de Israel y de Judá.

(2) Y dijo el rey a Joab, general del ejército que estaba con él: recorre ahora todas
las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba, y haz un censo del pueblo, para que yo
sepa el número de la gente.

(3) Joab respondió al rey: añada Jehová tu Dios al pueblo cien veces tanto como
son, y que lo vea mi señor el rey; mas ¿Por qué se complace en esto mi señor el rey? (Joab
sabe que el censo está prohibido por Dios. Sabe que va a haber un costo alto por hacerlo de parte de
Dios, pero...)

(4) Pero la palabra del rey prevaleció sobre Joab y sobre los capitanes del ejército.
Salió, pues, Joab, con los capitanes del ejército, de delante del rey, para hacer el censo del
pueblo de Israel.

Clarísimo: Joab entre obedecer a Dios y obedecer al líder, eligió obedecer al líder. Un ejemplo
de cuando la confusión hace que sujeción se parezca mucho a obsecuencia. Los Joab se pueden
confundir con eso: Los que no tienen que equivocarse, son los David. El Reino de Dios es Espíritu. Nadie
puede rodear a un líder sin otra preocupación que cuidar el puesto.

Está muy bien que tú te preocupes por portarte bien y cuidar tu trabajo en esa empresa donde
estás, pero debo comunicarte por si lo ignoras que la iglesia no es ninguna empresa, es cuerpo de
representantes del Reino de Dios en la tierra, ¡Nada menos!

(2 Samuel 10: 9) = Viendo, pues, Joab que se le presentaba la batalla de frente y a la


retaguardia, entresacó de todos los escogidos de Israel, y se puso en orden de batalla
contra los sirios.

(10) Entregó luego el resto del ejército en mano de Abisai su hermano, y lo alineó
para encontrar a los amonitas.

(11) Y dijo: si los sirios pudieren más que yo, tú me ayudarás; y si los hijos de
Amón pudieren más que tú, yo te daré ayuda.

(12) Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro
Dios; y haga Jehová lo que bien le pareciere.
163

No se puede negar que son gente valiente. Siempre están al lado del líder. “- Hay que ir a
predicar a una zona de mucha pobreza; ¿Quién va conmigo? –“¡YO! “- Hay que ir a pelear con el
intendente o el alcalde por una habilitación; ¿Quién me acompaña? –“¡YO! “- ¿Quién puede poner dinero
para esta necesidad del ministerio? –“¡YO! En todas. Están en todas y siempre primeros. ¿Por qué,
entonces, cada vez que los encuentra, David les dice: ¿Qué tengo yo con vosotros?

(1 Crónicas 18: 12) = Además de esto, Abisai hijo de Sarvia destrozó en el valle de la
sal a dieciocho mil edomitas.

(13) Y puso guarnición en Edom, y todos los edomitas fueron siervos de David;
porque Jehová daba el triunfo a David donde quiera que iba. (Aquí vemos que Dios usa a Abisai
hijo de Sarvia, porque Dios ama a David. Mató dieciocho mil edomitas. Una tontería. Pero David... ¿Qué
tengo yo con vosotros..?)

(1 Samuel 26: 5) = Y se levantó David, y vino al sitio donde Saúl había acampado; y
miró David el lugar donde dormían Saúl y Abner hijo de Ner, general de su ejército. Y
estaba Saúl durmiendo en el campamento, y el pueblo estaba acampado en derredor de él.

(6) Entonces David dijo a Ahimelec heteo y a Abisai hijo de Sarvia, hermano de
Joab: ¿Quién descenderá conmigo a Saúl en el campamento? Y dijo Abisai: yo descenderé
contigo.

(7) David, pues, y Abisai, fueron de noche al ejército y he aquí que Saúl estaba
tendido durmiendo en el campamento, y su lanza clavada en tierra a su cabecera; y Abner
y el ejército estaban tendidos alrededor de él.

(8) Entonces dijo Abisai a David: hoy ha entregado Dios a tu enemigo en tu mano;
ahora, pues, déjame que le hiera con la lanza, y lo enclavaré en la tierra de un golpe, y no le
daré un segundo golpe.

(9) Y David respondió a Abisai: no le mates; porque, ¿Quién extenderá su mano


contra el ungido de Jehová, y será inocente?

(10) Dijo además David: vive Jehová, que si Jehová no lo hiriere, o su día llegue
para que muera, o descendiendo en batalla perezca, (11) guárdame Jehová de extender mi
mano contra el ungido de Jehová. Pero toma ahora la lanza que está a su cabecera, y la
vasija de agua, y vámonos.

Creo que no hace falta mucho más para ver la diferencia entre el corazón de David y el espíritu
de Sarvia, ¿Verdad? Cuando un líder verdadero está en las cosas del Reino, sus asuntos personales
desaparecen. El daño mayor que ha sufrido la iglesia de Latinoamérica es la acción de líderes vengativos.

Hemos llegado a oír a líderes muy enojados con ciertos hermanos de buena posición
económica, por causa de haber abandonado estos la congregación, y destrozarlos mediante los
micrófonos de sus emisoras de radio o televisión llegando, incluso, a maldecirlos con expresiones tales
como: ¡Ya verán como terminan desapareciendo de esta tierra por haber ofendido a Dios!

¿Ofendido a Dios? ¿Esta gente se atreve a decir que porque un grupo de personas, o una
simple familia, vio algunos manejos turbios en la conducción política o económica de la iglesia y decidió
irse, privando de un jugoso diezmo a su líder, éste tiene derecho legal y bíblico a decir públicamente que
eso es una ofensa a Dios? ¿Verdaderamente se está viendo así? Sarvia.

104 - Corazón Conforme a Dios


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(2 Samuel 21: 15) = Volvieron los filisteos a hacer la guerra a Israel, y descendió
David y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos; y David se cansó.

(16) E Isbi-Benod, uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba
trescientos siclos de bronce, y quien estaba ceñido con una espada nueva, trató de matar a
David; (17) más Abisai hijo de Sarvia llegó en su ayuda, e hirió al filisteo y lo mató.
Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: nunca más de aquí en adelante
saldrás con nosotros a la batalla, no sea que apagues la lámpara de Israel.

Un momento. ¿Yo he leído mal o Abisai le salvó la vida a David? ¡Le salvó la vida! ¡A partir de
hoy usted es co-pastor de mi iglesia! ¿De acuerdo? ¿Sí? No. ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de
Sarvia? Un corazón conforme a Dios. Él ve lo que los demás no ven, o ven diferente.

(2 Samuel 23: 18) = Y Abisai hermano de Joab, hijo de Sarvia, fue el principal de los
treinta. Este alzó su lanza contra los trescientos, a quienes mató, y ganó renombre con los
tres.

(19) Él era el más renombrado de los treinta, y llegó a ser su jefe; más no igualó a
los tres primeros.

Esta es otra: Abisai, indudablemente, estaba en la élite del equipo de David. El mejor de los
principales. Para un ascenso; para una promoción. Sin dudas. ¿Sí? No. ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos
de Sarvia?

Yo sé que esto es muy complejo de entender cuando se lo razona, cuando no se discierne, pero
recuerdas tú a María, la madre de Jesús, cuando él fue a las bodas de Caná. “- Hijo... Haz algo! –
“¿Recuerdas cuál fue la respuesta de Jesús?

Exactamente esa: ¿Qué tengo yo contigo, mujer? Y no fue precisamente una falta de respeto
de un hijo para con su madre, fue sólo una definición espiritual. Tú puedes estar peleando las guerras de
Dios y no tener el corazón de Dios. Puedes estar en la iglesia de Dios cuarenta años, y no conocer al Dios
de la iglesia.

(2 Samuel 3: 31) = Entonces dijo David a Joab, y a todo el pueblo que con él estaba:
rasgad vuestros vestidos, y ceñíos de cilicio, y haced duelo delante de Abner. Y el rey
David iba detrás del féretro.

(32) Y sepultaron a Abner en Hebrón; y alzando el rey su voz, lloró junto al


sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo.

(33) Y endechando el rey al mismo Abner, decía: ¿Había de morir Abner como
muere un villano?

(34) Tus manos no estaban atadas, ni tus pies ligados con grillos; caíste como los
que caen delante de malos hombres. Y todo el pueblo volvió a llorar sobre él.

(35) Entonces todo el pueblo vino para persuadir a David que comiera, antes que
acabara el día. Más David juró, diciendo: así me haga Dios y aún me añada, si antes que se
ponga el sol gustare yo pan, o cualquiera otra cosa.

(36) Todo el pueblo supo esto, y le agradó; pues todo lo que el rey hacía agradaba
a todo el pueblo.

(37) Y todo el pueblo y todo Israel entendió aquel día, que no había procedido del
rey el matar a Abner hijo de Ner.
165

(38) También dijo el rey a sus siervos: ¿No sabéis que un príncipe y grande ha
caído hoy en Israel?

(39) Y yo soy débil hoy, aunque ungido rey; y estos hombres, los hijos de Sarvia,
son muy duros para mí; Jehová de el pago al que mal hace, conforme a su maldad.

Primero: David no celebra la muerte de un enemigo; la llora. Segundo: no envía sus


condolencias formales por mensajeros; va en persona al sepelio y llora sobre el féretro del muerto. Y
consta en todos los escritos que no lo hizo de manera hipócrita, sino genuina.

Expresa que un grande como él, no debía morir como un asesino y, finalmente, declara que los
hijos de Sarvia le son muy duros, que en hebreo significa que le son “nocivos”. Ellos, creen haber hecho
algo para David, pero en realidad las habían hecho en oposición.

Hacer cosas para Dios, no siempre significa estar en los caminos de Dios. He visto a muchos
buenos, sinceros y esforzados hombres trabajar años y años creyendo estar sirviendo al Señor, cuando en
realidad apenas estaban sirviendo a un pastor.

105 - Morir en el Reino


(2 Samuel 16: 5) = Y vino el rey David hasta Bahurím; y he aquí salía uno de la
familia de la casa de Saúl, el cual se llamaba Simei hijo de Gera; y salía maldiciendo, (6) y
arrojando piedras contra David, y contra todos los siervos del rey David; y todo el pueblo y
todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda. (Esto ocurre cuando David
huye luego de haber sido derrocado por un golpe de estado llevado a cabo por su hijo Absalón.)

(7) Y decía Simei, maldiciéndole: ¡Fuera, fuera hombre sanguinario y perverso!

(8) Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del
cual tú has reinado, y Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y hete aquí
sorprendido en tu maldad, porque eres hombre sanguinario.

(9) Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto
a mi señor el rey? Te ruego que me dejes pasar, y le quitaré la cabeza.

(10) Y el rey respondió: (No se olvide usted que David era un hombre conforme al
corazón de Dios) ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? Si él así maldice, es porque
Jehová le ha dicho que maldiga a David. ¿Quién, pues, le dirá: ¿Por qué lo haces así?

(11) Y dijo David a Abisai y a todos sus siervos: he aquí, mi hijo que ha salido de
mis entrañas, acecha mi vida; ¿Cuánto más ahora un hijo de Benjamín? Dejadle que
maldiga, pues Jehová se lo ha dicho.

(12) Quizá mirará Jehová mi aflicción, y me dará Jehová bien por sus maldiciones
de hoy.

Hay tres formas de entender los propósitos de Dios: 1) Por revelación.- 2) Por discipulado. Si no
has entendido la revelación, él te va a pegar por debajo, por arriba a la derecha y a la izquierda.- 3) Por
quebrantamiento. David entiende que Dios está tratando con él y también sabe que si el grano de trigo no
muere, no germina y no da buen fruto.

Este es el principio de morir en el Reino. No es Simei, es Dios. No es la iglesia rival de la otra


cuadra, es Dios. No es ese líder difícil y personalista que te abruma con sus persecuciones, es Dios. Pero
la vida sigue. Y David recupera el trono. Vuelve a la batalla y es tiempo de fiesta. Allí se le vuelve a
aparecer Simei.
166

(2 Samuel 19: 19) = Y dijo al rey: no me culpe mi señor de iniquidad, ni tengas


memoria de los males que tu siervo hizo el día en que mi señor el rey salió de Jerusalén;
no los guarde el rey en su corazón.

(20) Porque yo tu siervo reconozco haber pecado, y he venido hoy el primero de


toda la casa de José; para descender a recibir a mi señor el rey. (Es decir: Tengo que hacer
algo y bien rápido, o dejo de existir)

(21) Respondió Abisai hijo de Sarvia y dijo: ¿No ha de morir por esto Simei, que
maldijo al ungido de Jehová?

(22) David entonces dijo: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia?, para que
hoy me seáis adversarios? ¿Ha de morir hoy alguno en Israel? ¿Pues no sé yo que hoy soy
rey sobre Israel?

(23) Y dijo el rey a Simei: no morirás. Y el rey se lo juró.

Hoy es día de perdón, de sanar viejas heridas, de abrazarnos en hermandad, de cruzar las
barreras denominacionales. Hoy es día de tener un corazón conforme al corazón de Dios. David usó un
término muy especial para calificar a los hijos de Sarvia: adversarios. ¿Tú conoces de qué cosa es
traducción Adversario, no es así? Exacto: Diablo. Satanás.

(1 Reyes 1: 1) = Cuando el rey David era viejo y avanzado en días, le cubrían de


ropas, pero no se calentaba.

(2) Le dijeron, por tanto, sus siervos: busquen para mi señor el rey una joven
virgen, para que esté delante del rey y lo abrigue, y duerma a su lado, y entrará en calor mi
señor el rey.

(3) Y buscaron una joven hermosa por toda la tierra de Israel, y hallaron a Abisag
sunamita, y la trajeron al rey.

(4) Y la joven era hermosa; y ella abrigaba al rey y le servía; pero el rey nunca la
conoció.

(1 Reyes 2: 1) = Llegaron los días en que David había de morir, y ordenó a Salomón
su hijo, diciendo: (2) yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate y sé hombre.

(3) Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos y


observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera
que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo
aquello que emprendas; (4) para que confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: si
tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de
toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel.

(5) Ya sabes tú lo que me ha hecho Joab hijo de Sarvia, lo que hizo a dos
generales del ejército de Israel, a Abner hijo de Ner y a Amasa hijo de Jeter, a los cuales él
mató, derramando en tiempo de paz la sangre de guerra, y poniendo sangre de guerra en el
talabarte que tenía sobre sus lomos, y en los zapatos que tenía en sus pies.

(6) Tú, pues, harás conforme a tu sabiduría; no dejarás descender sus canas al
Seol en paz.

En otras palabras: Mátalo. Le dijo David: Salomón: si tú vas a tomar el trono de Israel, tendrás
que matar a los hijos de Sarvia, porque si no te van a amargar el alma....Hay un liderazgo con espíritu de
167

hijos de Sarvia a los cuales Dios le está poniendo fin. Salomón mató a Joab. No lo hizo David porque
proféticamente el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio ha dado al Hijo.

¿Habrá Sarvia en tu congregación? ¿Estará ella al servicio de Dios o al servicio de un hombre?


No soy yo quien pueda decirlo, sino los que se congregan en ella. Si es que pueden verlo, sino tienen sus
ojos, (Como durante muchos años tuve los míos), cegados por vendas… ¿Mágicas?

No puedo responderte yo si tu congregación camina como debe o no. No me lo preguntes.


Recibido centenares de correos con esa pregunta. No soy yo quien tiene la respuesta, eres tú mismo. ¿Es
la cabeza de tu iglesia Jesucristo, o lo es un prestigioso hombre de Dios?

Si es lo primero, gloria a Dios y quédate allí y no te muevas. Si es lo segundo, entonces anda


penando ya mismo qué hacer el próximo fin de semana, ya que allí no hay nada de Dios. ¿Es la cabeza el
dinero en tu iglesia? Entonces vete ya mismo. ¿Por qué? Sigue leyendo.

106 - ¿Dios Necesita mi Dinero?


Sabido es que no hay cuerpo humano que pueda sobrevivir sin alimento. A esto lo podría
desarrollar con mayor precisión, cualquier buen médico. Quien no come, se debilita primero y se muere
irremediablemente después. La muerte por hambre es dolorosa y lenta.

Los que conocen de cerca los síntomas de una muerte por inanición, sostienen que
primeramente sobrevienen intensos dolores, producto de que el organismo comienza a consumir sus
propias reservas y eso ocasiona un dolor similar al que se experimentaría si un animal desgarrara a
dentelladas tus carnes...

Luego se pasa a un estado general de profunda debilidad, en el que la persona es incapaz de


realizar movimiento alguno y, finalmente, ya con el paciente en un estado de inconsciencia o coma, se
produce inevitablemente la muerte.

¿Qué se debe hacer, entre otras cosas, para evitar este tremendo flagelo en aquellos lugares
donde el alimento no es abundante? Lo primero, salir a procurarlo, salir a buscarlo donde quiera que se
encuentre. Ya no es factible quedarse esperando que llueva del cielo, tal como cayó el maná en el
desierto.

Dios no se repite, tiene creatividad suficiente para inventar algo nuevo cada día. Además nos ha
dado una mente lúcida que debemos utilizar para tejer estrategias a favor del Reino, no para intentar
analizarlo a Él. Cuando se encuentra buen alimento, se lo debe administrar correctamente.

Lo que se necesita se consume y lo que resta, a diferencia de aquel viejo maná, se guarda en
graneros, también llamados alfolíes. De la cantidad y la calidad de alimento que haya en tu alfolí, mi
estimado hermano o hermana, dependerá tu vida y la de tu familia.

¿Y qué es un alfolí? Un lugar, precisamente, empleado para guardar los cereales en grandes
cantidades, algo así como hoy son los grandes silos que encontramos en cada establecimiento rural. Sin
embargo, no todo era campestre, ya que para este fin, también solían usarse grandes cántaros y
habitaciones en los altos de las casas de familia.

Había viviendas, incluso, que se dedicaban exclusivamente al almacenaje de granos. Los


tesoros del rey eran enormes y abastecían a muchos de sus empleados, y constituían ciudades de
aprovisionamiento como en el caso de Salomón.

En tiempos “turbulentos” se usaban “depósitos” y hasta pozos para esconder los comestibles.
Nuestros antepasados pensaban con gran esmero en la seguridad de su alimento. ¿Estará haciendo lo
mismo en el plano espiritual la Iglesia del Señor en estos tiempos? Miremos la Biblia y los antecedentes
históricos que contiene al respecto.
168

(Génesis 41: 54) = Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había
dicho; y hubo hambre en todos los países, más en toda la tierra de Egipto había pan.

(55) Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a


Faraón por pan, y dijo Faraón a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os dijere.

(56) Y el hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió José todo
granero donde había, y vendía a los egipcios; porque había crecido el hambre en la tierra
de Egipto.

En lo estrictamente histórico, geográfico y literal, es notorio que debe haber ocurrido alguna
catástrofe de grandes dimensiones, porque Egipto recibía casi toda el agua de la que disponía del río Nilo,
de las lluvias propias de las estaciones que caen en lo profundo del este de África.

No sólo escasearon las lluvias allí, sino que el río Nilo, que se desbordaba todos los años,
aparentemente no se salió de su cauce durante varias temporadas, quizás en todo el transcurso de
aquellos siete años. Sin la crecida de las aguas del Nilo, muy poco podía cosecharse en Egipto.

En lo espiritual, podemos resumirlo en el hecho esencial: cuando escasea el alimento, es decir


la Palabra fresca y revelada y por consiguiente hay hambre en el pueblo, la solución está en abrir los
graneros, los alfolíes. En un salmo donde David habla de la prosperidad, vuelve a mencionarlo.

(Salmo 144: 12) = Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud,
nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio; (13) nuestros graneros
llenos, provistos de toda suerte de granos, nuestros ganados que se multipliquen a
millares y decenas de millares en nuestros campos.

Esto nos dice que una iglesia próspera es aquella que guarda en sus graneros, toda clase de
granos, alta calidad en su alimento. ¿Quieres saber tú cómo está tu congregación? Mira la calidad de lo
que hay en su alfolí. ¿Quieres una receta para mantener tu alfolí rebosante? Mira:

107 - Ejerciendo la Productividad:


(Proverbios 3: 1) = Hijo mío, no te olvides de mí ley y tu corazón guarde mis
mandamientos; (Lo primero, es guardar la pureza y la autenticidad de la Palabra) (2) porque largura
de días y años de vida y paz te aumentarán. (Es decir que si quieres vivir muchos años con paz y
felicidad, no tienes que amasar una tremenda fortuna en dinero, sólo debes tener siempre muy presente la
palabra de Dios y sus mandamientos. Está escrito, no es invento. Más todo lo que se añade)

(3) Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas


en la tabla de tu corazón; (4) y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de
los hombres.

(5) Fíate (Esto quiere decir: apóyate) de Jehová de todo tu corazón, (Iglesia: ¡Confía en
Dios!) Y no te apoyes en tu propia prudencia.

(6) Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.

(7) No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová y apártate del mal; (8)
porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos.

(9) Honra a Jehová con tus bienes (¡Esto se llama Ofrenda!) Y con las primicias de
todos tus frutos, (¡Esto se llama Diezmo!) (10) y serán llenos tus graneros con abundancia, y
tus lagares rebosarán de mosto.
169

Aquí está en juego el principio de la siembra y la cosecha. Ese principio fue, es y será válido,
pero bajo ciertas condiciones: Sembrar lo debido en el lugar indicado. ¿Y por qué a veces no funciona?
Hay dos causas básicas:

Doña Rosa (Es nombre ficticio) era una hermosa anciana de 90 años. Estaba en la iglesia desde
siempre. Muchos decían, humorísticamente, que doña Rosa se había convertido en tiempos de la
conquista de América. Era una institución dentro de la congregación.

Durante toda su vida ella se afanó por tejer y coser ropa de todas las formas y usos con una
única finalidad: regalarla a los hermanos más pobres, que a veces no tenían qué ponerse. Igualmente lo
hacía con sus habilidades culinarias. Cocinaba de maravillas y era experta en la elaboración de postres y
galletas riquísimas que también regalaba sin costo alguno a quienes tuvieran hambre.

Cuando estuvo demasiado anciana para moverse por sus medios, sus familiares, obedeciendo
su pedido, la alojaron en un hogar de ancianos de la denominación a la cual pertenecía la iglesia donde
ella concurría. Sin embargo, su pensión era mínima y pasaba grandes estrecheces de dinero.

Un día, uno de sus nietos, hablando con el que había sido su pastor, se quejaba amargamente
de esto y, quiérase o no, cuestionaba a Dios por lo que él veía como una injusticia, que su abuela pasara
necesidades cuando, -muy cierto era- tan generosa había sido con los demás.

El pastor le preguntó si ella estaba necesitada de ropa, a lo que el nieto le respondió que no,
que ropa le sobraba porque toda la iglesia le llevaba mantas, abrigos y lo que tuviera a mano. Lo mismo
con la comida. Ella siempre tenía galletas, dulces, postres y comida de la que se imaginara a su
disposición. El problema era sólo el dinero, que no le alcanzaba para costear sus medicamentos.

Y ahí el pastor le formuló al nieto la pregunta clave: ¿Tu abuela ofrendaba o diezmaba? El
muchacho sonrió con picardía y respondió: ¡Ah, no! ¡En eso mi abuela era muy dura! ¡Para sacarle un
centavo había que desmayarla! No, mi abuela es muy buena, pero debo reconocer que también es muy
avara con el dinero.

Fin de la historia. Lo mismo que siembras, cosechas. ¿Entonces, obliga esto a para hambre
pero cumplir con los diezmos y las ofrendas que se nos exigen? En absoluto, no pasa por allí el asunto.
Tiene otras características que no siempre se explican porque, -presumo-, no conviene a ciertos intereses.

Porque podría ser que no estemos honrando a Dios con nuestros bienes ni con las primicias de
nuestros frutos, pero también se podría estar haciendo esto, pero en un lugar que no es granero, que no
es alfolí y que por lo tanto Dios no puede bendecir porque se pierde o se roba. Pero hay otro texto que es
mucho más claro y concreto.

(Proverbios 14: 4) = Sin bueyes el granero está vacío; más por la fuerza del buey hay
abundancia de pan.

El buey es símbolo de poder y el pan del alimento. No es así? Lo que aquí te está diciendo es
que, si no hay poder de Dios manifestado, el alfolí no guarda nada que sirva, es pura hojarasca. Pero que
si le da vía libre al poder del Espíritu Santo, eso produce palabra, alimento en abundancia y no tendremos
que ver ovejas flacas ni desnutridas.

Sin embargo, la tipología espiritual más clara entre el granero, el alfolí y la Palabra, el alimento
en el día de hoy, está en un texto que, con muy poca imaginación, podemos estar viendo como una
muestra concreta de lo que estamos viviendo como iglesia, escucha:

(Joel 1: 15) = ¡Ay del día! (¿Qué día?) Porque cercano está el día de Jehová, (Ah, el día
de Jehová. ¿Y habla de un día específico o de un tiempo global?) Y vendrá como destrucción por el
Todopoderoso. (¿Estará hablando de lo que hemos aprendido como el Fin del Mundo? No parece que
sea así, mira:)
170

(16) ¿No fue arrebatado el alimento de delante de nuestros ojos? (Hermano: la iglesia,
mayoritariamente, ¿No se ha quedado sin palabra de un momento para el otro, y casi delante de nuestras
narices?) La alegría y el placer de la casa de nuestro Dios? (¿Te sientes igual en el templo, hoy,
que hace diez años atrás?)

(17) El grano se pudrió (Eso significa que era grano bueno, palabra pura, pero se pudrió, es
decir, se corrompió. Fue adulterada tanto que no lo resistió) debajo de los terrones, los graneros
fueron asolados, (De un momento para el otro, alfolíes que siempre habían tenido alimento de ‘primer
nivel, ahora contienen pasto seco, flaco, pobre o lo que es más grave: Tóxico.) Los alfolíes destruidos
porque se secó el trigo (Dios dice que en un mismo lugar habrán de convivir el trigo y la cizaña; la
semilla buena y nutritiva y el alimento falso, tóxico. Aquí dice que el trigo se secó. Entonces, ¿Qué es lo
que nos queda? La cizaña, el falso alimento, la imitación humanista de la Palabra.)

Respecto a este día, en el que notoriamente el máximo padecimiento será la falta de Palabra,
hay referencias muy claras en toda la Biblia. Jeremías 30:7 dice: ¡Ah, cuán grande es aquel día!
Tanto que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será
librado.

Con relación al alimento, vemos en Isaías 3:6-7: Cuando alguno tomare de la mano a su
hermano, de la familia de su padre, y le dijere: tú tienes vestido, tú serás nuestro príncipe,
y toma en tus manos esta ruina: él jurará aquel día, diciendo: no tomaré ese cuidado;
porque en mi casa ni hay pan, ni qué vestir; no me hagáis príncipe del pueblo.

También hay alusión a la ausencia de evangelismo en Isaías 17:10-11: Porque te olvidaste


del Dios de tu salvación; y no te acordaste de la roca de tu refugio; por tanto, sembrarás
plantas hermosas, y plantarás sarmiento extraño. El día que las plantes, las harás crecer, y
harás que su simiente brote de mañana; pero la cosecha será arrebatada en el día de la
angustia y del dolor desesperado.

(Hageo 2: 19) = ¿No está aún la simiente en el granero? Ni la vid (El pueblo) ni la
higuera (Que es el remanente) ni el granado, ni el árbol de olivo han florecido todavía; más
desde este día os bendeciré.

Al pedirle al pueblo que mire hacia tras, Dios destaca lo que representa en bendiciones poner
primero su propósito, por encima y por delante de cualquier necesidad personal. Dice, primero, “Desde
este día en adelante”, y luego agrega: “Mas desde este día te bendeciré”.

Estas son palabras de la segura, aunque inmerecida provisión de Dios. Esto nos tiene que llevar
a decidirnos a creer y reconocer la verdad de que cuando renunciamos a las ambiciones egoístas y a la
agenda personal para concentrarnos en hacer avanzar el reino de Dios, Él seguramente nos va a bendecir
por y con ese fin.

(Mateo 3: 11) = Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que


viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os
bautizará en Espíritu Santo y fuego.

(12) Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el


granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

108 - Una Simple Cuestión de Nutrimento


Conviene señalar, en primera instancia, que el bautismo de Juan no es otra cosa que una
tipología de la experiencia de la salvación y de ser bautizado en el Espíritu. De la misma manera que el
bautismo de Juan coloca al individuo en medio del agua, así el bautismo de Jesús coloca al cristiano en
medio del Espíritu, identificándolo como alguien unido por completo al Señor.
171

Sé perfectamente que esto no es aprobado por algunas denominaciones, en base a estudios


trabajos teológicos elaborados por los eruditos de cada una de ellas. Allá ellos sí resuelven creerle más y
confiar casi ciegamente en un grupo humano, por mejor intencionado que sea, que en lo que la propia
Biblia, que nunca necesitó que hombre alguno la interprete, ya que se interpreta perfectamente a sí
misma, haya dicho en todo su contexto.

No estoy más allá del bien y del mal, como comúnmente se dice, porque soy humano e
imperfecto, pero sí estoy absolutamente más allá de esta clase de discusiones o debates terrenales y
hasta pletóricos en intereses humanos. De todos modos, ya lo sabes; no tienes obligación de escucharme
ni de leerme, así como tampoco yo la tengo de debatir contigo lo que para mí no tiene debate alguno.

El fuego purifica, pero también destruye. De allí que la salvación en Jesucristo purificaría a los
verdaderos judíos que lo aceptaran como Mesías y destruirían a aquellos que lo rechazaran. Dice,
asimismo, en principio, que a su trigo, es decir al alimento genuino que proviene de Él, lo guardará en el
verdadero granero, en el verdadero alfolí, en tanto que la paja, que en suma es la cizaña, el alimento falso
y sin nutrimento, conjuntamente con todos aquellos que lo difundan y sean portadores, se quemará. Ojo
que no dice restaurar, dice quemar.

(Mateo 6: 26) = Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, no recogen en
graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que
ellas?

(Mateo 13: 30) = Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo
de la siega yo diré a los segadores: recoged primero la cizaña, (¡Cuidado hermano con las
escatologías costumbristas! No confundamos la cronología bíblica de los hechos. Aquí dicen que primero
sale la cizaña, no la iglesia) y atadla en manojos para quemarla; Pero recoged el trigo en mi
granero.

Toda palabra falsa, todo alimento nocivo o sin proteínas espirituales que hoy se ofrece como
bueno, se va a derrumbar dejando paso al verdadero, al divino que, como corresponde, es el que deberá
formar parte del auténtico alfolí. Cada vez que enseño esto, inevitablemente pienso: ¿Debo decir que se
derrumbará o mejor digo que ya se está derrumbando?

(Lucas 12: 16) = También les refirió una parábola, diciendo: la heredad de un
hombre rico había producido mucho.

(17) Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo donde
guardar mis frutos?

(18) Y dijo: esto haré: Derribaré mis graneros, (¡Epa!) Y los edificaré mayores, y allí
guardaré todos mis frutos y mis bienes.

Aquí hay algo que te invito a que anotes y recuerdes: Él, en persona, (Figurativamente, porque
no dice cómo lo hará) derrumbará todo falso o insuficiente granero, todo falso alfolí, que es el lugar donde
se está almacenando alimento tóxico, alimento contaminado, y dice que construirá uno mayor. ¿Cuándo
será esto? En el tiempo de la siega. Bien: este es ese tiempo, mi querido hermano.

Hasta aquí he leído algunos, al menos, de los muchos textos donde la palabra Granero, Alfolí,
se encuentra presente. En unos más, en otros menos, o en todo caso y en mayor o menor medida, el
sinónimo de granero y alfolí, salta a la vista y queda en evidencia.

Que tanto el granero como el alfolí, son los lugares de la casa destinados a almacenar el
alimento que, en épocas de baja cosecha, vamos a consumir. ¿Y cuando viene una época de baja
cosecha? Ya lo vimos; cuando hay sequía, cuando falta la lluvia.

¿Cuántos saben que la lluvia, en términos bíblicos, es el equivalente a las bendiciones? Si el


trigo es el alimento bueno y el alimento bueno es la Palabra ungida y pura, el alfolí será, entonces, aquel
172

sector de la iglesia del Señor en donde se guarda el alimento espiritual para ser utilizado en aquellas
épocas en que las bendiciones de Dios sean escasas y comience a verse el hambre en el pueblo. Allí es,
entonces, donde podemos comprender la revelación que hay en el único verso que usa la palabra alfolí en
Malaquías.

(Malaquías 3: 10) = Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y
probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los
cielos, y derramaré bendición hasta que sobreabunde.

Si hay un versículo usado, predicado y abanderado en nuestro pueblo, ese es este. ¿Y qué es lo
que dice, linealmente? Dice que nuestra obligación legal es traer todos los diezmos al alfolí, al granero, al
lugar donde tenemos almacenados nuestros alimentos.

Como consecuencia de ese paso de obediencia, que no se nos pide porque Dios necesite
nuestras posesiones, frutos o el mismísimo dinero, sino para darnos una posibilidad de obedecer, Dios
dice que prosperaremos, dando lugar a la ley de la siembra y la cosecha.

Dios lanza un desafío aquí, teniendo muy en claro que lo último que se convierte en un hombre,
es su billetera. Él dice que lo probemos en esto, que no nos quedemos con lo que nos parece. Que él
admite esa prueba, que no hay problema, y que prestemos atención para ver si no es cierto que abrirá las
ventanas de los cielos y derramará bendición hasta que sobreabunde. Claro: bajo la óptica de una
obediencia por convicción y voluntad, y no un acto forzoso por leyes bíblicas, entiende?

La palabra sobreabunde, en este verso, es la palabra day, y significa Suficiencia, Plenitud, Una
cantidad lo suficientemente grande, Algo inconmensurable. Esta palabra, day, aparece cerca de cuarenta
veces en el Antiguo testamento; por primera vez en el capítulo 36 del libro del Éxodo, donde se refiere a
una ofrenda voluntaria de oro y otros objetos.

El pueblo ofrendó de una manera tan dadivosa que las escrituras describen su ofrenda como
“más que suficiente”. Day se encuentra en el título de la famosa canción de agradecimiento de Pascua
titulada dayenu, que significa “sería suficiente para nosotros”. Cada verso relaciona algo que Dios hizo por
Israel en el Éxodo y concluye diciendo que, si hubiera hecho solamente eso y nada más, habría sido
“suficiente para nosotros”.

109 - De la Ley a la Promesa


¿Y qué es el diezmo? Según muchos hermanos, muy dolidos por las también muchas cosas
feas que han visto dentro de las congregaciones, (el mundo no diezma, al menos voluntariamente, claro,
porque un porcentaje de los impuestos que paga al Estado, -cuando los paga-, en muchos países
latinoamericanos, se derivan a una iglesia) dicen, estos hermanos, que “Es un mandamiento de la ley de
Moisés utilizado, hoy, cuando estamos bajo la gracia, en beneficio de ciertas personas
autoproclamadas líderes.”

Por supuesto que no es tan así. Ya leímos que en Proverbios 3 dice que debemos honrar a Dios
con nuestros bienes y con las primicias de todos nuestros frutos, y que sólo así nuestros graneros serán
prosperados y rebosarán de mosto, que hoy es la revelación fresca.

También es real que mucha es la gente que indudablemente está incapacitada de cumplimentar
esto a partir de su propia pobreza. Una pobreza que, en muchos casos, es producto de su desobediencia
a la Palabra, pero que también tiene que ver con estructuras humanistas que hoy por hoy gobiernan al
mundo y lo oprimen.

Esta desobediencia se manifiesta de varias maneras. Una de ellas, dice la Biblia, es robarle a
Dios. El texto de Malaquías 3:10 nos dice claramente que aquellos que retienen sus diezmos y ofrendas, le
están robando a Dios. No a una congregación, no a un grupo de hombres, a Dios. Como consecuencia de
esa decisión, se privan a sí mismos del cumplimiento de una promesa de bendiciones hasta que
sobreabunden.
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Cuando se cesa de diezmar, se está violando la ley y, si se viola la ley, entonces esa ley no
puede obrar a favor de quien o quienes la violan. Nada hará que un creyente sabio y fiel deje de dar sus
ofrendas y diezmos. Sus argumentos podrán ser muy lógicos y atendibles desde lo humano, pero no
tienen consistencia alguna en el ámbito del Espíritu.

¡Pero estamos bajo la Gracia, no bajo la ley! Es verdad, pero recuerda que Jesús dijo que él no
venía a abrogar la ley, sino a cumplirla. La ley ha sido reemplazada por la Gracia cuando se refiere a los
aspectos rituales o externos, pero no a sus principios, porque Dios es el mismo ayer, hoy y siempre. Y
además es inmutable, lo que significa que no cambia. Y en todo caso, estimemos que la ley dejó de ser,
pero no así la promesa que la acompaña.

Un creyente fiel y sabio, por otra parte, jamás ofrendará o diezmará con el objetivo de obtener
algo a cambio. Tampoco lo hará por obligación y a disgusto. En cualquiera de estos casos, no espere
quien así se maneja, conseguir algo del cielo.

Dios no necesita de tu dinero, Dios te permite crucificar la carne (En este caso representada en
tus bolsillos) a los fines que tú te ganes la recompensa simplemente a partir de tu obediencia. ¡Dios
siempre recompensa la obediencia!

El salmo 78:23, dice: Sin embargo, mandó a las nubes de arriba, y abrió las puertas
de los cielos, e hizo llover sobre ellos maná para que comiesen, y les dio trigo de los
cielos.

Y nos queda, posteriormente, el pasaje de 1 Crónicas 31:10 que relata: Y el Sumo sacerdote
Azarías, de la casa de Sadoc, le contestó: desde que comenzaron a traer las ofrendas a la
casa de Jehová, hemos comido y nos hemos saciado, y nos ha sobrado mucho, porque
Jehová ha bendecido a su pueblo; y ha quedado esta abundancia de provisiones.

Hasta aquí lo que es demanda y recompensa de Dios en este punto. Tiene razón cuando señala
que son muchos los que le están robando, pero no son pocos, sin embargo, los que están en plena
obediencia y se esmeran por cumplir al milímetro con lo que se han propuesto.

Sin embargo, venimos viendo desde hace mucho tiempo, que de todos los que están en plena
obediencia para con los diezmos y ofrendas, una gran mayoría no recibe lo que Dios ha prometido, y no ve
en su vida esa ventana abierta y esas bendiciones sobreabundantes.

Es por ese motivo que, desanimados, eligen adherir a la supuesta caducidad del diezmo. Como
no ven resultados de prosperidad cumpliendo, estiman que eso debe ser porque la ley del diezmo ya ha
quedado sin efecto, derogada.

Para colmo de males, algunos manejos turbios que ciertos líderes han hecho, y hacen de esos
diezmos, ha llevado a mucha gente a emparentar ambas cosas y decidir que, efectivamente, el diezmo
tiene que ser algo que pertenecía a la ley y que, como tal, ha quedado sin efecto y, si se sigue predicando,
es sólo porque a cierta gente oportunista e inescrupulosa le conviene.

Lo que sí está sucediendo y a muy poca gente se le ha ocurrido observarlo, es que hay una
notoria falta de bendición a partir de la falsedad de los alfolíes. ¿Cómo se entiende esto? Simple: el texto
de Malaquías 3:10 tiene una faceta muy clara que nadie te ha predicado, seguramente.

110 - ¿Pero Hay Comida o no Hay Comida?


Porque Malaquías 3:10 tiene dos mandamientos, no uno. El primero es el que conocemos, el
que se ha difundido profusamente: Traed todos los diezmos al alfolí. Pero luego viene el segundo, del
cual nadie dice nada, pero que es el que otorga calibre de alfolí al alfolí, o no se lo otorga: Y haya
alimento en mi casa.
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Casa, aquí, puede tomarse en cualquiera de los dos conceptos: El destinado al hombre, casa de
Dios, templo del Espíritu Santo, o el más amplio, que es el que tiene que ver con la iglesia. En cualquiera
de los dos casos, la idea de Dios, es que tenga alimento. Que haya un alfolí, un granero, en el cual se
acumule el alimento espiritual para nutrir al pueblo de Dios.

A ese alfolí será, por lógica, al que ese hijo de Dios deberá traer todos sus diezmos y ofrendas.
Lo que sucede con mucha repetitividad, es que hay decenas, centenares, millares de alfolíes que están, o
bien vacíos o bien llenos de pasto seco, de hojarasca, de cizaña, una basura que no alimenta a nadie.

Aquí es donde la tradición impide la bendición. Porque se nos ha enseñado y con valor de ley
inapelable, que los diezmos y ofrendas se traen a la congregación de la cual somos miembros. Claro, eso
sería lo correcto, siempre y cuando nuestro alimento espiritual estuviera realmente en ese lugar.

¿Pero sabes tú la cantidad de gente que está diezmando y ofrendando en iglesias donde hace
mucho tiempo que no hay ni mensaje, ni palabra, ni alimento? - ¿Pero y qué quiere que haga, hermano?
¡Yo me estoy congregando allí!

– De acuerdo, ¿Pero te alimentas allí? – No, la verdad es que hace mucho tiempo que no recibo
nada allí. – Entonces, te estás muriendo... - ¡No! No me estoy muriendo porque me las rebusco en otras
partes. Mire: yo hago... Y ahí te cuentan cómo hacen para recibir alimento espiritual.

Es un abanico muy amplio de posibilidades que van desde: cumplir con todos los requerimientos
en una iglesia, pero ir a alimentarse a otra; recurrir a libros, CD, MP3 o DVD de diferentes siervos o de
algunos en especial; Adherir a determinados espacios de Internet, la televisión cristiana o las radios
cristianas. Y cientos de variantes más, algunas de ellas, lindando con lo pintoresco.

Te diré algo: Si tú eres uno de los que está haciendo cualquiera de estas cosas para alimentarte,
plantéate muy seriamente que, si deseas recibir la bendición prometida en Malaquías, vas a tener que
asumir que, la cosa que hagas, el lugar a donde acudas a buscar alimento, ese y no otro es tu alfolí.

Pero hermano... ¡Es que si de pronto dejo de diezmar en mi congregación y empiezo a hacerlo a
otra iglesia, o a un determinado ministerio que realmente me alimenta, me voy a sentir culpable de que mi
congregación no avance en la obra. ¿Obra? ¿Y cuál es la obra?

Culpa: ese es el demonio que la manipulación emocional que a veces existe dentro de las
iglesias ha permitido entrar. Un verdadero espíritu de hechicería que hoy por hoy camina incorporado a la
vida de muchos hermanos.

¿Qué culpa? Tú no tendrías culpa alguna si obedeces al Señor. Y además colaborarías para
que se haga justicia. ¿Qué justicia? La de respaldar, sostener y extender ministerios legítimos, levantados
por el Señor, ungidos en su trabajo, llenos del Espíritu Santo y, al mismo tiempo, ayudar a derrumbar
definitivamente a Babilonia, iglesias falsas, lugares muertos o destinados a satisfacer las ambiciones de
los hombres sin aportarle absolutamente nada al Reino de Dios.

Y una final que responde a una consulta que muchos me han hecho: La iglesia trae sus
diezmos y ofrendas al alfolí. Jamás la Biblia ha dicho que el alfolí sea el que tiene que salir a
buscarlas.

-Es que se hace para que yo no me tenga que molestar, y... – Basta. Llevar tus diezmos y
ofrendas al alfolí no es molestia, es un privilegio más de la adoración. – De acuerdo, pero ¿Y si no lo trae?
- Si alguien no los trae, no es iglesia, es visita.

- ¿Pero si es iglesia y de todos modos no lo trae? – Entonces no es iglesia, es confusión, enojo


o resentimiento. Porque el diezmo y la ofrenda constituyen un sublime acto de adoración y amor total y
absolutamente voluntarios, a partir de una decisión íntima y personal por convicción y no la cuota social y
mensual de un club llamado Iglesia.
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- ¡Hermano! ¿No es demasiado fuerte esto que dijo? ¿No se ha pasado de la raya? No. Porque
si no supiera lo que sé y no hubiera visto lo que he visto, jamás hubiera sido necesario que dijera lo que
dije. Y créeme que en tanto y en cuanto siga viendo lo que veo y oyendo lo que oigo, seguiré diciendo lo
que digo.

Porque en muchos lugares se ha instalado la idea que la iglesia es la suma de voluntades de un


grupo de personas que, aportando regular y puntualmente sus diezmos y ofrendas, posibilitan que esa
iglesia realice todas esas obras que luego, a la hora de los aplausos, las críticas favorables de la prensa y
los prestigios adquiridos dentro del ambiente, tengan como único destinatario al pastor principal.

Yo puedo garantizarte que de ninguna manera es así. El principio es otro muy distinto. Yo soy el
que administra un ministerio que el Señor ha puesto en mis manos. Y lo hago para Su gloria y conforme a
Su propósito, Su voluntad y Su dirección cotidiana en respuesta a oración.

Y si hago todo eso, de lo material no me preocupo ni me preocuparé, Dios corre con todos los
gastos. ¿Y cómo lo hace? ¡Ah, no lo sé! Lo que sí puedo asegurarte, es que lo hace, doy fe personal de
ello. La iglesia no es un simple grupo de alegres personas que producen un bullicio por semana. La iglesia
es otra cosa que, con similitudes y diferencias, podemos sintetizar en una serie de conceptos y principios
claros y establecidos.

111 - Entendiendo el Arte de la Oratoria


Los creyentes hemos adoptado, a través de muchos años de prácticas eclesiásticas, diversas
costumbres tradicionalistas que, después de algún tiempo, se han incorporado con la fuerza de una
doctrina bíblica irrebatible a nuestros cultos, sin detenernos siquiera un minuto a escudriñar atentamente la
escritura para ver si esto realmente es así, o hacer un repaso a la historia para comprobar si por alguna de
esas enormes casualidades, de esos enormes imponderables, lo que hacemos no nos llega desde un
trasfondo pagano o idólatra.

Son muchas las cosas de las cuales podríamos hablar, pero como evidencia o modelo, bastará
tomar como ejemplo lo que generalmente es nuestro mensaje, nuestra predicación, nuestro sermón, al
cual estamos adaptados y acostumbrados y a los que, cuando alguien comete la osadía de alterarlo en
sus formas clásicas y “santas”, no vacilamos en llamarlos herejes y hasta portadores de doctrinas de
demonios. A mí me llegaron a decir eso. Y te confieso que en un principio me asusté.

Piensa: ¿No te asustarías tú, preocupado por llevarle a los hermanos una palabra pura,
auténtica, limpia y sin ninguna clase de contaminación denominacional, si en tu primer mensaje, como este
no se parece en nada a los habituales, alguien con cierto peso te tira por la cabeza una expresión tal como
“usted trae doctrina de demonios”?

Es para desalentar a cualquiera, sí, pero a cualquiera que no lea la Biblia con detenimiento,
escudriñándola y no tragándose cualquier “sapo”, como decimos en mi patria, cuando a alguien se le
hacen creer barbaridades bajo el barniz de doctrina sana.

Por eso me identifiqué con muchos pasajes de aquel trabajo de Gene Edwards, que él titulara
“Más allá de lo Radical”. Sobre todo el que tiene que ver con el mensaje, con la predicación protestante
que es, obviamente, la que toma para sí misma la iglesia evangélica tradicional que conocemos y de la
que, si no estamos formando parte todavía, al menos lo estuvimos hasta no hace tanto tiempo.

De allí que me he permitido “secuestrarle” un par de párrafos a Gene y compartirlos contigo


aquí. Si ya lo has leído, te servirá para “refrescar” tu memoria. Si aún no lo has leído, lo conocerás y
seguramente lo bajarás para leerlo completo como se merece.

“Hace muchos, pero muchos años, y esto puede parecer el inicio de uno de aquellos cuentos de
hadas y gnomos que, -oh bendición-, nos contaban cuando éramos pequeños, antes del nacimiento del
cristianismo, existió un filósofo llamado Aristóteles.
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Él fue el creador de una técnica denominada ROTHORIKE, palabra de donde luego íbamos a
incorporar a nuestro léxico la más conocida RETÓRICA. Esta palabra, como ya tendrá conocimiento,
significa “Arte del orador”.

Es que en esa época, el orador (Que como podrá suponer no era una persona que oraba
mucho, sino alguien que cultivaba el arte de la oratoria), que obviamente era absolutamente pagano, era
prácticamente una verdadera estrella.

Eran verdaderas multitudes las que concurrían a los anfiteatros a escucharlos. Hoy día, hubieran
sido reporteados, seguramente, por todos los canales de televisión y las revistas se ocuparían hasta de
sus vidas privadas y, naturalmente, firmarían cientos o miles de autógrafos.

Sus disertaciones retóricas, técnicamente, se constituían en: una introducción, tres puntos
específicos y una conclusión. Ese era el mensaje que luego se denominaría como “aristotélico” y que
estaría destinado a sentar una verdadera escuela de la oratoria.

En Antioquia de Siria, mientras tanto, unos cuatrocientos años después de Cristo, existió un
hombre llamado Juan Crisóstomo. Era un exquisito orador pagano a quien, por lo excelso de su
verborragia y lo impactante de sus disertaciones, se lo apodaba como “Juan Boca de Oro”.

Él disertaba sobre los escritos de Homero, que como se sabe, eran textos divididos en largos
párrafos que muy bien podrían haberse llamado Capítulos y, a su vez, estos otra vez divididos en párrafos
más pequeños de los cuales no tengo sus nombres, pero que muy bien podrían haberse llamado
Versículos, no? ¿Y qué hacía Crisóstomo? Leía una porción de esos escritos y luego, siguiendo la
enseñanza de la escuela aristotélica, disertaba un buen rato a partir de una introducción, tres puntos y una
conclusión.

Un buen día, Juan Crisóstomo, el “Juan Boca de Oro”, se convierte al floreciente cristianismo y,
deseando ser útil a Dios según sus propios conocimientos, de allí en más, le aporta sus conocimientos
incorporándolo al mensaje cristiano, que dicho sea de paso, hasta allí era espontáneo, improvisado y
exclusivamente guiado por el Espíritu Santo.

Hoy, cuando alguien comete la osadía de predicar sin leer antes un pasaje de la Biblia, se dice
que no respeta el mandato de Dios para con su palabra. ¿A los mandatos de Dios o a los de la historia de
Aristóteles, la Retórica y la Oratoria?”

112 - ¿Cuerpos Con o Sin Cabeza?


Me pregunto bajo qué luz espiritual, hoy, tantos institutos, seminarios y hasta universidades
teológicas capacitan, y hasta otorgan títulos de Pastor, enseñando una hermenéutica que, a todas luces,
es una continuación de la línea y el estilo de Juan Crisóstomo y no de Jesucristo.

Me pregunto también por qué eso se hace bajo una óptica institucional eclesiástica
contemporánea y no sobre las bases de Efesios 4:11, donde dice que la iglesia no es UN pastor y
cincuenta miembros, sino un equipo formado por Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Pastores y
Maestros.

En una ocasión, predicando en cierto lugar, el Espíritu Santo sin previo aviso y de manera total y
absolutamente espontánea, me llevó a elaborar una figura simbólica de la iglesia que me impacto tanto a
mí mismo al escucharme expresarla que la anoté inmediatamente, y la memoricé para compartirla, cada
vez que tuviera oportunidad, con quien o quienes quisieran oírla, aceptarla, creerla y ponerla por obra. Allí
va:

La iglesia es un enorme ejército que está cruzando, en este tiempo, un moderno Jordán, que es
la transición de la prueba, la lucha, las tribulaciones, camino al también moderno Canaán, que es tipología
de Cristo.
177

Como todo ejército, a su frente va un general que es quien define el objetivo global a tomar: Ese
es El Apóstol.

Lo acompaña su plana mayor, que son los estrategas que diseñan las formas y los tiempos en
que habrá de producirse cada movimiento, cada operación bélica: Esos son Los Profetas.

Luego está el Comando de Reclutamiento, que es el área que tiene a su cargo, por cada lugar
geográfico que se va pasando, el ir llamando e incorporando a nuevos soldados para el ejército: Aquí
tienes a Los Evangelistas.

Hay un Centro Superior de Asistencia General, que es el que tiene a su cargo el control, y el
cuidado de la salud de toda la tropa; vigilar que nadie se enferme, atender a los heridos en batalla que
pudieran haber, en suma: un Centro Médico que procurará que todos lleguen a destino en el mejor estado:
Esos son Los Pastores.

Y, finalmente, están los que pertenecen al área de Logística, que son los que se ocupan de
procurar el alimento cotidiano, cocinarlo de la mejor manera, con el máximo de proteínas para que todo el
ejército esté bien nutricionado y pleno en sus fuerzas y su potencial. Algo así como la gente de la cocina,
del “rancho”, los encargados de que la tropa llegue a destino bien alimentada: Allí tienes a Los Maestros.

Ahora bien: que alguien imagine que podría suceder si, en ese ejército, llegan a faltar algunas
de estas áreas mencionadas o si, simplemente, se pretende alterar sus funciones. Algo va a andar,
inevitablemente, sumamente debilitado, sin fuerzas ni objetivos. Imagina ahora lo que podría suceder si a
alguien se le ocurriera reducir toda esa organización bélica en una sola área, por ejemplo: El Centro
Médico.

Visto todo esto de este modo, que no es para nada ilusorio ni producto de alguna enfermiza
elucubración de tipo personal, ya que la iglesia del libro de los Hechos operaba de este modo, quizás se
pueda entender por qué todavía no somos “más que vencedores”, ni formamos la iglesia victoriosa,
gloriosa, sin mancha y sin arruga que habrá de entregar el Reino al Padre.

¡Pero hermano! ¡No diga tonterías! ¡La Biblia dice que el Reino al Padre se lo va a entregar
Cristo! Naturalmente. Él es la cabeza de todo, pero pregunto: ¿Cuál es hoy el cuerpo, el mecanismo
ejecutivo de Cristo? ¿Quién es o quiénes son los encargados de cumplimentar lo que esa cabeza decide?
Acertó mi amigo: La Iglesia.

Porque nosotros somos el cuerpo, todos. No te confundas ni te dejes confundir por nadie. Es de
muy pequeños ojos ver al cuerpo de Cristo como ese grupo de gente que concurre a tu congregación, a tu
templo. Ya sé que muchos pastores, cuando hablan del cuerpo, aluden directamente a los miembros de su
iglesia, pero ese es un vicio evangélico que no por tradicional y acostumbrado, tendrá necesariamente
respaldo bíblico. No lo tiene.

Durante muchos años de mi vida, estuve totalmente convencido, porque así se me enseñaba en
la escuela y en el seno familiar, que Dios era Católico, Apostólico y Romano. Luego de mi conversión,
otros se encargaron de convencerme (Y lo lograron por años) que Dios era Cristiano Evangélico. Hoy sé
que Dios sólo era, es y será simplemente Dios, sin ningún apellido que no acepta ni adopta.

Porque aquella, en todo caso, es una congregación que es parte del cuerpo. Pero el cuerpo
está compuesto por los que creen, no por los que asisten. Somos, dice la Biblia, un pueblo de reyes y
sacerdotes, y de todos ministros competentes.

Esto no les agrada demasiado a ciertos líderes que gustan de hacerle creer a la gente que son
casi delegados y secretarios personales de Jesucristo, y que sólo permitiendo que ellos te pongan sus
manos sobre tu cabeza lograrás estar ungido, una verdadera barbaridad teológica, pero así es.

Ahora bien: ¿Cómo lograr, entonces, conformar una iglesia que opere como Dios y la Biblia
dicen que debe operar? ¿Cómo poder hacer efectivo, realmente, lo que es nuestro potencial? Hay una
escritura que contiene ciertas claves. Vamos a verla.
178

113 - Claves para Operar en Cristo


(2 Pedro 1: 10) = Por lo cual, hermanos, (Quiero aclararte, para que no te confundas y
entiendas de qué se trata, que Pedro viene hablando de nuestra naturaleza divina), tanto más procurad
hacer firme vuestra vocación y elección: porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.

Aquí dice que, a partir de tomar conciencia de que la nuestra es una naturaleza divina y no
humana, lo que debemos hacer, (Y ojo que Pedro ni lo sugiere ni lo aconseja: lo demanda) es hacer firme
nuestra vocación y nuestra elección.

No dice que debamos sentarnos a esperar que Dios lo haga; no dice que todos los domingos
pasemos al frente a buscar que la oración del pastor lo haga; dice que tenemos que hacerlo nosotros. Está
claro. ¿Y qué es la vocación?

Es experimentar la certeza de haber sido puesto en el planeta para algo específico, concreto, y
no simplemente para aceptar a Cristo como Salvador personal y Señor de nuestra vida, empezar a venir al
culto todos los domingos, vivir una vida más o menos cristiana, sin otro objetivo que esperar que, el día
final, ese del cual no se escapará nadie, un angelito nos lleve al cielo. A ser todos felices y comer perdices.
Es decir, entonces, tener la visión interior de un ministerio o un servicio claro para el reino de Dios.
Vocación.

Elección, mientras tanto, es decidir cumplir con nuestro mandato divino sin detenernos a
calcular cuál o cuáles cosas serán los costos terrenales para hacerlo. Eso es hacer firme. Ser creyentes no
es ir a una iglesia, hablar en lo que suelo llamar “idioma Reina Valera” hasta en la oficina o en la fábrica,
ser evangélico antes que cualquier otra cosa; vestir ropa evangélica, esa que yo no sé quién implantó en
nuestras iglesias, pero que en muchos casos, termina por rozar decididamente el ridículo, o cantar en el
coro.

Para nada, absolutamente no. Ser creyente es, principalmente, vivir en el marco de un estilo de
vida. Un estilo de vida que el mundo podrá ver, podrá comprobar, palpar y, necesariamente teniendo en
cuenta cómo están las cosas, terminará por desear e ir a buscar, cuestión que hasta ahora no se ha visto
en absoluto. Porque ese será el único modo en que el mundo, tal como lo conocemos y lo vemos, será
entonces sí tierra fértil para sembrar la buena semilla.

(Verso 11) = Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en
el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Quiero que recuerdes, una vez más, que el Reino no es aquella nube de los dibujos escolares
donde tú vas a ir a tocar el arpa, la lira o el laúd, el día que te mueras. Lee la Biblia, mi querido hermano;
no pierdas tiempo en escuchar fábulas inventadas por hombres.

He de aclararte una vez más, que Reino es la palabra basileia, y significa algo así como: “Todo
lugar geográfico o espiritual donde el dominio y autoridad de Dios son aceptados”. Es una
jurisdicción, un área de cobertura.

Por eso es que tú no puedes aguardar morirte para entrar al Reino. Jesús predicó diciendo que
el Reino de los cielos se había acercado. Porque eso es lo que predicó Jesús y no algunas cosas que hoy
quieren hacerle predicar cuando Él jamás lo hizo.

Ese es el evangelio de las Buenas Nuevas, no el que dice que si no aceptas a Cristo y te
conviertes ya y ahora, esta noche viene el diablo de la mano con la Muerte y te clavarán un trinchete, una
horquilla, un tridente y te llevarán de cabezota a infierno.

¿Nunca has escuchado predicar el evangelio en una campaña, precisamente, evangelística con
esos argumentos? Pregunto y por favor piensa un momento antes de responderme: ¿A quién se le ocurre
que a esto se le pueda llamar “Buenas Nuevas”?
179

Ese, en todo caso, es un mensaje supuestamente “evangelístico” fundamentado en el temor, en


el miedo cervical de irse al infierno. Y tú y yo sabemos muy bien quién es el que maneja el imperio del
miedo y de la muerte, ¿Verdad? ¿A quién se le puede ocurrir, entonces, que tú entres por supuesta
conversión al reino de Dios, nada menos que de la mano del que tiene al imperio del miedo?

Ese del Reino, mí querido amigo y hermano, es nuestro verdadero mensaje, no el “explosivo”,
no “las cuatro verdades” o cualquier otro invento que los hombres hayan mecanizado, casi automatizado
sin otro fin que reemplazar a la unción del Espíritu Santo y su poder para producir convicción de pecado.

La otra palabra que identifica al reino como tal, es la palabra dunamos, a la que también se la
pronuncia como dunamis. Esta palabra significa literalmente: “Poder que explota”. Fíjate que es de ellas
de donde proviene nuestra más conocida palabra dinamita, con lo que tendríamos ante nuestros ojos una
realidad insoslayable: el poder de Dios es Dinamita.

Y el Reino es, precisamente, el ámbito y la jurisdicción en donde el poder de Dios es liberado


primero y manifestado más tarde para su gloria. La iglesia tiene mandato de predicar el evangelio de
Jesucristo, no el de su denominación particular. Y el evangelio de Jesucristo, reitero, es aquel de: El reino
de los cielos se ha acercado.

¿Y qué es acercarse, en este caso? El Reino de los cielos, hemos visto, se manifiesta con poder
de Dios. Entonces muy bien cabe formularnos a nosotros mismos la gran pregunta: ¿Es eso, exactamente,
lo que estamos viendo en nuestras congregaciones?

Porque si así fuera, ¡Gloria a Dios! ¡Aleluya! Estaríamos cumpliendo sobradamente con Su
divino propósito. Pero si por alguna de esas grandes casualidades no fuera así, entonces mucho me temo
que nos quedará la gran duda. Una duda que nos dejará la incertidumbre en forma de pregunta:

¿Estaremos predicando el verdadero evangelio, completo y poderoso o, sencillamente,


estaremos haciendo liturgia, teología y humanismo, que es lo mismo que decir: un evangelio adulterado?
¡No lo sé, hermano! ¡Qué incógnita! ¿Cómo podemos hacer para averiguarlo? Es simple; está escrito en la
Biblia. El árbol se conoce por sus frutos.

114 - Con Toda Diligencia


Mira: uno de los factores fundamentales que el pueblo de Dios debe tener en cuenta a la hora
de reunirse en asamblea, (Que es esto y no otra cosa lo que recibe el nombre de Iglesia), es hacer
efectiva la prioridad de Dios.

¿La prioridad de Dios? Sí, la prioridad de Dios y no la tuya personal, íntima y privada,
¿Entiendes? – Sí, entiendo, pero es que ¡Yo tengo ansiedad por ir al cielo! Ahora soy yo el que te
entiendo, pero hay un pequeño gran problema:

La prioridad de Dios no es que tú vayas al cielo; esa en todo caso vendría a ser la consecuencia.
La prioridad de Dios es extender su Reino a través de la obediencia y la acción de su cuerpo
representativo en la tierra.

Y para eso es que debemos estar firmes, tanto en la vocación que poseamos como en la
elección que hagamos. Ahora bien: ¿Cómo hacemos para poder estar firmes en medio de un marco que
no lo parece? Porque el lugar geográfico donde tú habitas, sea cual fuere, no parece estar demasiado
firme, ¿No es cierto?

Allá vamos. Con la misma “anti-ortodoxia” imprevisible que caracterizó a Jesús de Nazaret y que
tanto modelo nos dejara, vamos hacia atrás en la Biblia sin respetar, en este caso, la cronología de un
relato que sólo es el vehículo dentro del cual encontraremos la revelación espiritual.

(Verso 5) = Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a
vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; (6) al conocimiento, dominio propio: al dominio
180

propio, paciencia; a la paciencia, piedad; (7) a la piedad, afecto fraternal; y al afecto


fraternal, amor.

Tres versículos, ¿Te das cuenta? Sólo treinta y nueve palabras en tres versículos. Sin embargo,
están encerrando una base estructural de este capítulo, y que Pedro obsequia a la iglesia desde la
posición de apóstol, con la contundente certeza del profeta, con el dolor por las almas del evangelista, con
el corazón lleno de amor del pastor y con la sabiduría y la exhortación del maestro.

Un diseño de su vocación por ese ministerio que Dios está pronto a depositar en tus manos
fieles, mi querido amigo o amiga, mí amado hermano o hermana en Cristo Jesús. ¿Para qué? Para que
con esa misma fidelidad de la que estoy hablando, sea administrado y, con la elección segura, producto de
la guía del Espíritu Santo y no de alguna ambición personal que ha llevado a tantos a levantarse como
líderes, como pastores, cuando en realidad sus llamados eran otros.

De allí vamos a extraer en este capítulo estas bases para escudriñarlas, aceptarlas, encarnarlas
y, finalmente y como debe ser, ponerlas por obra inmediatamente. Pregunto: ¿Tú quieres servir para el
Reino de Dios? Ora pregunta: ¿Cuántas veces te han hablado del reino de Dios? Pregunta final: ¿Alguna
vez te hablaron del Reino de Dios?

Quiero ser claro aunque peque de reiterativo: no hablo de iglesia, no hablo de templo, no hablo
de congregación local, aunque de pronto las pueda incluir; hablo de Reino. ¿Quieres hacer la elección
correcta? Comienza, entonces, por volver a leer el verso cinco:

Vosotros también, poniendo toda diligencia. La palabra diligencia, en cualquier


diccionario secular, significa: Prontitud, Agilidad, Prisa, Cosa que hay que hacer para resolver algo. No hay
peor obstáculo para el evangelio que un creyente lento, dubitativo, inseguro, torpe o apático.

Nadie te está diciendo, mi hermano, que tú tengas que salir hacia algún lugar arrasando todo,
llevándote todo por delante, acometiendo de manera irracional, ya que eso sería más de lo mismo que
hemos visto hasta ahora: inmadurez.

Lo que sí se te puntualiza es que, cuando tú tengas una palabra clara del Señor, la certeza de la
guía del Espíritu Santo y una pequeña puerta se abra, entonces ingreses inmediatamente y pelees la
buena batalla.

No te quedes especulando sobre qué rédito o qué beneficio personal te podrá traer o, la inversa,
si eso mismo te podrá acarrear problemas. Y mucho menos tendrás que quedarte aguardando si la
organización estructural o denominacional a la que perteneces va a decidir aprobar o no una decisión que
tú sabes muy bien no es tuya, sino que viene de Dios.

Aunque te cueste creerlo, el peor obstáculo para el cumplimiento del propósito de Dios en la
tierra, no es Satanás. Él no está muy lejos, eso es verdad, pero el peor obstáculo o, mejor dicho, los
peores obstáculos, lo constituyen: el miedo, la apatía o la falta de diligencia nuestra.

Por ejemplo, y esto que te cuento ha sucedido exactamente así como te lo relato: Un líder de
una congregación súper ortodoxa y conservadora, un día, recibe un “shock” del Espíritu Santo y,
conjuntamente a esa experiencia, también recibe una visión muy clara de lo que de allí en más, tiene que
hacer.

Como no se puede resistir a ese mandato que verdaderamente “le quema” por dentro, empieza
primeramente a predicarlo desde el púlpito, esperando una reacción adversa por parte de la gente de su
propia congregación, que lo obligue a quedarse como antes, pero esta vez con la conciencia tranquila.
Algo así como poder decirle al Señor: “¿Ves? Yo lo intenté, pero no me dejaron”.

Sin embargo, grande será su asombro cuando ve que esa gente, a la que evidentemente no
había terminado de conocer en su trasfondo espiritual, también es tocada profundamente y comienza a
acercarse a él no sólo para agradecerle, sino también para confirmarle que el Espíritu les está diciendo lo
mismo, que él tiene toda la razón y que esa palabra, efectivamente, viene directamente de Dios.
181

Allí es, entonces, cuando se encuentra en la gran encrucijada: ¿Hace lo que Dios le está
ordenando y rompe definitivamente con todas las estructuras denominacionales y eclesiásticas
tradicionales, aun a riesgo de quedarse fuera de la organización e, incluso, sin un salario que se le pudiera
estar abonando mensualmente allí, o se vuelve atrás, desobedece a Dios y elige quedarse como estaba
para no perder posiciones internas y un determinado prestigio ganado en años?

Sí, es cierto; visto de este modo, parece simple, no es verdad? Sin embargo no lo es tanto a la
hora de vivirlo. De tu decisión, mi querido hermano pastor, dependen las vidas futuras de muchas almas, y
de la tuya propia, claro está. Yo sé cómo han terminado la mayoría de estas situaciones. Tú sabrás cómo
habrá de terminar la que tiene que ver contigo. Base Primera: Diligencia.

115 - Una Simple Cuestión de Fe


Seguimos con el verso cinco: por esto mismo, añadid a vuestra fe, virtud. Esto nos
muestra, en primer término, la segunda base: Fe. ¡Ah! ¡Qué gracia! ¿Quién no sabe que tenemos que
tener fe? Sí, lo sabemos todos, es cierto, pero eso: ¿Significa automáticamente que todos tenemos fe?

Si la fe es sencillamente creer y todos la tuviéramos en buena medida, jamás encontraríamos


espíritus de incredulidad “retozando” y correteando alegremente dentro de nuestras congregaciones,
verdad?

Y sin embargo, están allí, vivos, activos y gozando de buena salud desde hace cientos de años,
no desde ayer. ¿Por qué? Porque muchos de nosotros no hemos aprendido, todavía, que Hebreos 11:1 no
es un versículo clásico de la Escuelita Dominical, sino una realidad tangible que debemos tomar y hacer
nuestra cada día: Certeza de lo que se espera, convicción de lo que no se ve.

¿Quieres que yo te diga de qué sector podemos aprender a ejercitar este texto, más que
recitarlo o declamarlo? Del mundo. ¿¿Eh?? ¿Del mundo? ¿Usted, hermano, me está diciendo que el
ejercicio del principio básico de la fe podemos aprenderlo del mundo?

Sí, señor, eso mismo es lo que te estoy diciendo. Por favor, eso sí: no lo mires con ojos
religiosos, míralo con sentido práctico. Porque lo que yo te estoy diciendo es que el mundo, viene usando
cotidianamente ese principio mejor que nosotros, eso digo. Y que cuando nosotros lo usamos igual que
ellos, ni cuenta nos damos que lo estamos haciendo. Que ellos lo ignoren, es lógico; están en ignorancia.
Pero que lo ignoremos nosotros...

Ellos utilizan ese principio. Con un fundamento erróneo, claro está y también con un objetivo
equivocado, desde luego. Pero lo pone por obra sin dudar un momento. ¿Y sabes qué? ¡¡Les funciona!! Y
claro, les funciona porque un principio de Dios es como Él, Inmutable, y más allá de cómo se lo
instrumente, el principio por estar adherido a una ley universal, funciona.

¿Pero usted me está diciendo que si un ateo, por ejemplo, cree que un ser sobrenatural que no
sabe definir puede sanarlo de una enfermedad, Dios lo sana? No tan así, de acuerdo, pero sí te puedo
garantizar que el principio que Dios ha plantado para este asunto, a la hora de ser convocado y creído,
opera tal cual Dios dijo que debía operar. Y si no, mira este ejemplo doméstico:

El hombre sale al camino, a la ruta, a la carretera o a la avenida a esperar el bus que habrá de
llevarlo a su trabajo. ¿El bus está allí, esperándolo ya? Generalmente no. Tendrá que esperarlo. Entonces
pregunto: ¿Ese hombre, sale a esperarlo pensando si habrá de venir o no, o sencillamente sale a esperar
que llegue para abordarlo y viajar?

Generalmente esto último, no? Ahora piensa un momento: si el bus todavía no está allí, si ni
siquiera se ve venir a lo lejos, ese hombre, ¿Por qué lo espera con total tranquilidad? Simple mi hermano.
Sujétate: porque con respecto al bus, ese hombre tiene: certeza de lo que espera y convicción de lo
que aún no ve.
182

Otra: en la Argentina hay una leyenda relacionada a una creencia pagana: que todos los 30 de
agosto, día de la festividad católica de Santa Rosa de Lima, vendrá una gran tormenta. Truenos,
relámpagos, granizo, vientos huracanados. Una “señora” tormenta. Una tormenta “perfecta”, como la
película.

Entonces tú te encuentras con uno de esos hermanitos que se las saben todas y que parecen
estar de vuelta de todas las cosas que te dice: ¡Pero hermano! ¡¡Yo no creo en esas tonterías!! ¿Ah, no,
eh? ¿Y qué dirá el hermanito cuando, -como muchas veces ha sucedido- exactamente el 30 de agosto se
desata una tormenta de esas que hacen historia? ¿Dirá que fue casualidad, verdad? ¿Y cuántos le
creerán que fue efectivamente una casualidad? ¿No elegirán creer que doña Santa Rosa tiene el poder de
desencadenar tormentas?

¿Tú te das cuenta lo que ha sucedido con esta creencia? Ha ocurrido que, todo un pueblo
pagano e idólatra, acompañado a veces por una parte de la pomposamente llamada “iglesia”, ha estado
declarando que esa tormenta vendría.

Y aún más: la ha estado esperando con certeza y convicción. Entonces, los que se quedaron al
margen y dijeron que no creían, cuando escuchan los primeros truenos y ven los primeros relámpagos, no
pueden menos que estremecerse y preguntarse en silencio: ¿Pero cómo puede ser, Señor?

¡Es que el principio funciona! Y además, por si esto no fuera suficiente, sabemos muy bien que
las palabras atan y que la palabra tiene poder. Ellos no lo saben, naturalmente, pero lo utilizan por
intuición. Pero atención, eh? Nosotros sí lo conocemos y, sin embargo, ¡Cuánto nos cuesta ponerlo por
obra!

¿Sabes la calidad y cantidad de victoria que tendríamos sí, abandonando toda observación de la
realidad natural, nos limitáramos a hacer funcionar el principio básico de la fe que es creer sin ver? Dios
jamás transgrede sus propias leyes, apréndelo. Base segunda: Fe.

116 - Virtudes Encontradas o Perdidas


Hasta aquí estamos en claro. Pero dice que a la fe, que ya hemos visto, debemos agregarle una
tercera base sólida: virtud. Y aquí habrá que hacer un alto para recalar en el significado de esa palabra:
virtud. ¿Qué es en definitiva la virtud?

Antiguamente, por ejemplo, se le solía llamar Virtud al estado de virginidad de una joven, pero el
diccionario secular (no bíblico, eh? ¡Secular!) Dice otra cosa: dice que “virtud es fuerza, vigor, valor, poder
o potestad, que es autoridad para obrar, integridad y bondad de vida, hábito y disposición de la voluntad
para acciones conformes a la ley moral”.

¿Viene de perillas, no? Y que conste, por favor, que a eso no lo escribió ninguno de los
religiosos que van a la iglesia. Muy por el contrario, lo escribió una parte de un mundo ignorante, ateo,
pecador y perdido. ¿Te das cuenta de lo que quiero decir?

Y fíjate que estamos hablando de fuerza. Dice la Biblia que el Reino de Dios se arrebata con
violencia. Que no significa a los golpes físicos, obviamente. Cuando se habla de fuerza, se está hablando
de luchar, del modo de pelear como Él peleó. Nada más, es cierto, pero también nada menos.

¡Pero hermano! ¿Qué es eso de reprender demonios en el templo? ¡El culto y el templo son
para Jesucristo, no para ponerse a echar fuera demonios en un lugar en el que sólo hay creyentes! ¿Ah,
sí, eh? ¿Y Jesús, adónde los reprendió cuando los reprendió, en la corte de los romanos, acaso?

Pregunto y muy seriamente: ¿Tú vas a hacer las cosas que Él hizo y aún mayores, como dice la
Palabra que debes hacer, o muy por el contrario, vas a hacer lo que a ti te parece que queda más
“civilizado” aunque eso te implique desobedecer?
183

¿Tienes tú la potestad para obrar en el nombre del Reino de los cielos, o estás esperando una
orden del Intendente Municipal, del Alcalde o el Jefe del Ayuntamiento? ¿Tienes una integridad de vida
ejemplar o eres tan peligroso como ese delincuente de tu vecino? Base tercera: Virtud.

117 - En Los Umbrales del Conocimiento


A la virtud, conocimiento. Así finaliza el verso cinco. Dice Conocimiento. ¿Conocimiento?
Ah, sí; con esta palabra no tenemos ningún problema; poseemos las mejores universidades cristianas, los
mejores seminarios, los mejores institutos y hasta las mejores escuelas bíblicas. Naturalmente y como
corresponde, con los mejores teólogos, profesores y pedagogos cristianos. Sí señor; conocimiento nos
sobra, en esta estamos muy bien.

Bueno; tendré que decirte que en esta, tú no estás tan bien como crees estar. Muy por el
contrario, mucho me temo que, desde hace muchos años, en esta, tú y unos cuantos más, se han
equivocado. ¿Por qué? Es muy simple.

Cuando la Biblia habla de Conocimiento, de ninguna manera se está refiriendo al


enriquecimiento del intelecto, tal cual nosotros lo hemos entendido. Y, dicho sea de paso, lo hemos
entendido así porque a algunos trasnochados se les ocurrió interpretarlo, respetarlo y venderlo así, no
porque la Biblia misma no lo muestre con claridad.

¿Cuánto saben, por haberla leída con detenimiento y escudriñando cada significado, cada
palabra, que cuando la Biblia habla de Conocimiento, a lo que se está refiriendo es a Intimidad?
Conoció Adán a Eva y Eva concibió...

¿Tú me vas a decir que Adán rindió Exegética ante Eva? ¡Vamos! Tuvo relaciones sexuales.
Tuvo Intimidad con Eva. Sólo de ese modo, hoy por hoy, concibe una mujer, que yo sepa. Pero no la
conoció (José a María) hasta que no dio a luz a Jesús.

¡Claro! ¿Aquí, me va a decir, que estando ellos en el pesebre, vino un ángel y le dijo a José: Oye
José, te presento a María, la que será tu esposa? ¡Por favor! ¡Con tal de seguir manteniendo nuestra
cultura religiosa somos capaces de creernos cosas mucho más increíbles que un evangelio que tanto nos
cuesta creer! Intimidad. Conocer a Cristo, mi querido hermano y hermana, es tener intimidad con Él, no
mera información histórica, teológica o analítica. Base cuarta: Conocimiento.

118 - Si no es Propio, no es Dominio


El verso 6 comienza diciendo: Al conocimiento, dominio propio. Dominio Propio. ¡Ay
pastor! ¡Perdóneme que le interrumpiera la predicación! ¡Es que de improviso “me vino” la lengua y no lo
pude resistir y tuve que gritar! ¿Me entiende, no?”

– Sí. El pastor te entiende perfectamente. Él sabe que en ese momento tenía una palabra
ungida y que el diablo se las ingenió para no dejársela predicar y te usó a ti para conseguirlo. ¡Pero
hermano! ¡Usted no puede decir eso! ¡Las lenguas son de Dios!

Pero por supuesto que las lenguas son de Dios, ¿Quién se atrevería a decir lo contrario? Te diré
más: el don de lenguas es uno de los más gloriosos del Espíritu Santo porque contiene en sí mismo una
dosis de altísimo voltaje del poder de Dios, a esto lo he podido comprobar personalmente.

Pero lamentablemente tendré que decirte que, ese mismo don que indudablemente emana del
Espíritu Santo de Dios, viene conjuntamente con uno de los frutos de ese mismo Espíritu, que es,
precisamente, el Dominio Propio, ¿Me entiendes?

Dominio Propio, si tú quieres analizarlo gramaticalmente, semánticamente, significa


literalmente aspectos tales como: sobriedad, (Que de ninguna manera es solemnidad o acartonamiento,
184

sino sinónimo de seriedad conceptual), discreción, (Que es un valor muy difícil de encontrar hoy por hoy
en el seno de la iglesia del Señor).

Lo que trato de señalar es que, tanto Moderación como Dominio propio, por darte un ejemplo
de corte elegante fino y distinguido, es lo que debemos ejercer cuando el hermanito aquel no nos entiende
lo que le decimos y nos agarran deseos asesinos de propinarle un par de puntapiés.

Eso sí, puntapiés “santos”. La única forma que yo conozco para lograrlo, es recordar aquella
época en que nosotros éramos los que estábamos total y absolutamente ciegos espiritualmente, como
ahora lo está ese hermanito, y no podíamos ver más allá de la punta de nuestra nariz. Porque no hemos
nacido maduros, ¿Te das cuenta? Base quinta: Dominio Propio.

119 - Adormecidos en Paciencia.


Continúa diciendo, luego, el verso seis que: Al dominio propio, paciencia. La Paciencia,
dice el diccionario secular, es una virtud cristiana opuesta a la ira. ¡Ellos lo dicen, hermano! No, nosotros.
Y lo están diciendo De nosotros, precisamente.

Es natural, entonces, que tú no puedas esperar que el mundo incrédulo tenga paciencia. En sus
definiciones gramaticales que incluso han dejado escritas para la posteridad, ellos mismos están
reconociendo no tenerlas.

Dicen que esa es una “virtud cristiana”. Lo que están señalando, entonces, es que nosotros SÍ
la tenemos, por lo cual, ellos esperan verla en nuestras vidas. Si efectivamente la ven, dirán: “Y, claro...son
cristianos... por eso tienen paciencia”

Eso, inmediatamente, le dará toda la gloria al Dios de los cristianos. ¡Ah! ¡Muy bien! Pero... ¿Y si
no la ven, qué dirán? Y, seguramente nos dirán algunas de esas cosas que suelen decirnos muy a
menudo y que tanto nos fastidian.

– “¡Hermano! ¡Le estoy pidiendo al Señor que me dé paciencia!” - ¿Ah, sí? ¿Y cómo supones tú
que habrá de dártela? ¿Piensas que va a venir volando una pluma muy liviana, con una leyenda que diga:
“paciencia”, y que al depositarse sobre tu cabeza, inmediatamente te invadirá una paz y una tranquilidad
incomparable y, desde ese mismo instante, tendrás la más grande de todas las paciencias del mundo?
¿De verdad crees eso? ¿Realmente piensas que esto puede ser así?

Mire: yo no quiero desmoralizarte ni mucho menos preocuparte o asustarte, pero si tú


efectivamente estás pidiéndole paciencia al Señor, y esperas confiadamente que Él responda
positivamente tu oración, lo más probable, entre otras cosas, es que en tu trabajo, por ejemplo, te nombren
un jefe de esos bien malhumorados, energúmeno y hasta cruel.

O que tu familia te empiece a hacer la vida imposible porque tú simplemente vas a la iglesia o
demuestras ser creyente. ¿Y qué va a ocurrir entonces? Cuando estas cosas sucedan, tú quizás te vas a
angustiar y vas a clamar por ayuda.

¿Por qué? Porque la paciencia, antes que otra cosa, es un ejercicio que Dios considera sano,
como todos sus dones. Entonces, si Él puede producir hechos que nos lleven a ejercitarla sí o sí, el éxito
estará más que asegurado.

- ¡Pero es que a mí no me gusta! No le hace. Dios no siempre hará lo que a ti te gusta, Él


siempre va a hacer lo que a ti te conviene. Lo entiendas o no, te guste a usted o no. No olvides que la
paciencia es la capacidad de resistir sin perturbación del ánimo las desgracias o cosas pesadas que te
suceden y te pueden molestar. Base sexta: Paciencia.

120 - Cuando Piedad no es Compasión


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Concluye el verso seis, diciendo: A la paciencia, piedad. La Piedad se ha entendido, entre


otras cosas, como amor y respeto hacia los padres y a las cosas sagradas. También se la ha utilizado y
mucho como sinónimo de lástima, de compasión o misericordia.

Sin embargo, en términos bíblicos, Piedad no es otra cosa que espiritualidad. De allí que,
cuando se habla de un “varón piadoso”, no está hablando naturalmente de un buen señor que siente
lástima de todo el mundo, sino de alguien conforme al Espíritu.

¿Suena mucho más coherente así, verdad? Y cuando se refiere a los impíos, (Que vendrían a
ser los faltos o carentes de piedad), no se está refiriendo a delincuentes, como muchos de nosotros ha
entendido y hasta ha enseñado, sino a personas que viven según su carnalidad. Esto es: según sus
sentimientos, según sus emociones o según sus demandas corporales, físicas.

En función de esto, habrá que consignar que no son pocos, precisamente, los creyentes que, a
modo de acusación y de crítica o censura, hablan de otros creyentes acusándolos, puntualmente, de ser:
“demasiado espirituales o demasiado místicos”.

Yo no sé si tú, alguna vez, habrás oído este tipo de acusaciones, pero lo que sí puedo decirte es
que yo sí he sido testigo de ello. Y en algunas ocasiones, referidas a mí mismo. Habrá que aclarar que,
místicos, de momento en que estamos creyendo en algo que no vemos ni palpamos, en algo total y
absolutamente invisible, tendremos que reconocer que somos. Somos místicos.

Y espirituales, yo creo que también. ¿Por qué lo creo? Es tan sencillo que parecería innecesario
explicarlo. Dice la Biblia que Dios es Espíritu, verdad? Y un Espíritu, que yo sepa, no tiene forma humana,
sólo necesita un cuerpo para manifestarse.

Ahora bien: Dios ha dicho que nosotros (Tú, yo, todos los hombres y mujeres) somos su imagen
y semejanza. Pero si hemos dicho que Dios no tiene figura humana y que es Espíritu, ser su imagen y
semejanza, ¿Qué significa?

Significa ser, simplemente, sencillamente: un espíritu, al cual se le ha dado un alma y que,


transitoriamente y mientras dure su recorrido por estas calles de este planeta, habita una caja descartable
que se llama cuerpo. Seres espirituales. Es hora de terminar con los mitos. Base séptima: Piedad.

121 - La Realidad del Afecto Fraternal


El verso siete se inicia diciendo: A la piedad, afecto fraternal. Muy bien, y ¿Qué será el
afecto fraternal, concretamente? Este es un sentimiento muy noble, al cual también se le suele llamar
Amor. Entre varias acepciones de nuestra conocida palabra amor, ya fue dicho, la palabra phileo es una
de ellas, y tiene que ver, precisamente, con esto.

De allí proviene nuestra más vulgar palabra filial, que es familiar, o filiación, que es identidad.
El afecto fraternal, es el sentimiento que brota de nuestras emociones y que, por consiguiente, sale desde
nuestra naturaleza, desde nuestra alma humana. Sabemos ya que no existe nada pecaminoso en el alma
del hombre, ya que esa alma también ha sido creada y puesta allí por Dios.

Lo que sí tenemos que saber es que, si esa alma no se sujeta al Espíritu Santo que mora en
nuestro espíritu, y elige desenvolverse conforme a sus propias decisiones, (No olvides que en el alma
también habita la voluntad), puede expresarse tanto para bendición como para maldición.

¿Cómo es esto? Esto es así de sencillo: Si el alma oye y obedece la voz de Dios, lo que
produzca será para honra. Pero si decide obedecer sus propios dictados, (en el alma también están la
mente y el intelecto), su fruto indefectiblemente será para deshonra.

Esto significa que, esa misma alma, capaz de producir afecto fraternal, (Que entre otras cosas
significa experimentar amor a los padres, a los hijos, al esposo o a la esposa) también puede ser proclive
al efecto contrario, esto es: rencor, resentimiento y, llegado el caso, hasta odio.
186

Baste para entenderlo, recordar a Caín. Uno de los errores más notables de la iglesia, ha sido
confundir ese afecto fraternal que se nos demanda como una de las bases para hacer firme nuestra
vocación y nuestra elección, con el auténtico amor de Dios.

Cuando 1 Corintios 13 habla del amor, inmediatamente tratamos de ponerlo en práctica en


nuestra vida, en nuestro matrimonio o en nuestro noviazgo, vemos que nos resulta tremendamente difícil.
Eso es porque hemos confundido el phileo, que es afecto fraternal, con el otro amor que ahora,
precisamente, vamos a encontrar en el final de este versículo. Base octava: Afecto Fraternal.

122 - El Amor que Sí Conozco


Y al afecto fraternal, amor. ¿Nunca antes habías prestado atención que ambas cosas no
podían significar lo mismo? Mira: muchos de nosotros, probablemente, hayan prestado atención a ese
detalle, pero seguramente habremos hecho como una gran mayoría de creyentes de cualquier parte del
planeta: creerle a los hombres de nuestra denominación o de nuestra congregación local, más allá de lo
que dice la propia Biblia. Mitad por ignorancia, pero mitad también por comodidad.

Es indiscutible que este amor que aparece aquí ya no se trata de phileo. Este amor, y más
adelante, una vez más, lo verás ampliado al tratamiento y estudio de la palabra, es la palabra ágape, y no
tiene absolutamente nada que ver con nuestra alma, con nuestras emociones y con nuestros sentimientos.

Ágape, ya fue dicho, se traduce, más o menos, como la “Condición interna del carácter de
quienes constituyen el reino de Dios”. Su interpretación más cercana, entonces, resumida a una sola
palabra, será indefectiblemente carácter.

Esto hace tomar un sentido totalmente diferente a versículos clásicos, tales como: El carácter
de miembros del Reino de Dios, cubrirá multitud de pecados. O habrá de entenderse mucho
mejor aquello de: El carácter de miembros del Reino de Dios, echa fuera todo temor.

También tomará otro sentido absolutamente distinto aquello de que EL fruto (No LOS frutos
como nos ha gustado estudiar) del Espíritu ES (Y no SON) amor, que ya sabemos, es carácter y, como
consecuencia de ello, vendrá todo lo demás: paz, paciencia, benignidad, templanza, etc.

Por favor, léelo correctamente y verás que si has aprendido mal las cosas, no tanto es porque te
las hayan enseñado mal, sino fundamentalmente porque tú mismo no has prestado atención en absoluto a
la Palabra tal cual estaba escrita.

Pretender equiparar el ágape de Dios con el enamoramiento de la mujer o el hombre que nos
atrae, es llevar a Dios a un nivel tan humano y tan carnal que resulta casi blasfemo. Pese a que esto es lo
que todavía hoy se enseña en muchos seminarios cristianos.

Esto ha sido, indudablemente, factor de confusiones tales como suponer que no estaría mal
dejarlo todo por un novio o una novia, por un esposo o una esposa, porque total “Dios es un Dios de
amor y puede comprendernos hasta el enamorarnos de una persona que no nos pertenece”.

Tremendo. Tu afecto fraternal que recién estudiábamos, tu phileo, es una mezcla del alma
(Sentimientos, emociones, voluntad) con el cuerpo (Olfato, gusto, tacto, vista y oído, en suma: sexualidad)
y no tiene ninguna comparación con ágape, que es carácter, generosidad, que todo lo cree, que todo lo
soporta y que es, efectivamente, algo que nunca deja de ser.

Porque, convengamos, que aun entre creyentes muy fieles, el phileo, a veces deja de ser, ¿No
es verdad? Aunque nos duela y nos cueste reconocerlo. Los pastores y los consejeros en general, saben
muy bien de lo que les estoy hablando. Sus oficinas han escuchado mucho de todo esto. Y han visto llorar,
y han llorado quizás junto con tantos en ese drama. Sin dudas: engañoso es el corazón del hombre...
187

(Verso 12) = Por esto, (Dice Pedro) yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas,
(Tal como todos sus prosecusores venimos haciendo) aunque vosotros las sepáis, y estéis
confirmados en la verdad presente.

(Verso 13) = Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, (Habla del
cuerpo personal, físico, de cada uno, y del global, que es la iglesia) el despertaros con amonestación
(El evangelio “diet” o “lihgt”, adormece. El evangelio de la cruz, aunque duela, es el que despierta.

Y ese siempre va acompañado de amonestación, que es simple lucha por salvar del fuego a los
ciegos) (14) sabiendo que en breve, (Para Pedro en días determinados, para cualquiera de nosotros,
diferentes pero inexorables lapsos) debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo
me ha declarado.

(Verso 15) = También yo procuraré con diligencia (No es un plan a largo plazo ni un
proyecto a cinco o diez años) que después de mi partida vosotros podáis en todo momento
tener memoria de estas cosas.

Para que tengan memoria lo he escrito. Y porque necesitamos desesperadamente la velocidad


eclesiástica en la que nos estamos moviendo, y retornar breve pero sobriamente, al único evangelio
posible y probable, que es el que su máximo predicador determinó como que El Reino de los cielos se
ha acercado…

123 - Seguir Fielmente las Indicaciones


Cada vez que Dios ha enviado un avivamiento sobre su pueblo, inmediatamente, cada
denominación, ha institucionalizado ese avivamiento. Le ha colocado su sello particular, personal, grupal,
corporativo. Le ha añadido una especie de “marca en el orillo” que lo ha llevado inexorablemente a
convertirlo en una serie de nuevas disposiciones, nuevas reglas a cumplimentar para considerarse
“avivado”.

Esto casi siempre ha determinado que, mucha gente disconforme con esos manejos internos de
su denominación, haya resuelto apartarse y encarar algo nuevo. Ese algo nuevo ha traído como resultado,
en muchos casos, la apertura de nuevas iglesias.

Iglesias mucho mejor encaradas, claro está; Mucho más liberadas de aquellas estructuras
castrantes que se enseñoreaban en las otras, también es muy cierto, y sumamente respetuosas de la
transparencia de la Palabra pero, en el fondo, se haya deseado o no, una nueva denominación que habrá
de sumarse, obviamente, a las ya existentes.

Lo que dicho de un modo más concreto: más de lo mismo. Porque en lugar de rehacer o
reformar, se ha colocado un parche a lo anterior. La durabilidad de ese parche, es una incógnita que hoy
comienza a develarse: no ha funcionado como se esperaba.

He escuchado en un momento muy singular de mi vida, a un enorme predicador, un tremendo


siervo de Dios, abrirnos los ojos con respecto a esto, enseñándonos que era lo último que debíamos
hacer. Tomé esa palabra, la acepté, la creí, la encarné y la puse por obra y aquí estoy, firme en esa
brecha abierta.

Ese hombre, en su sana advertencia, nos hizo ver que existía la posibilidad de que gente muy
honesta y fiel pudiera ser engañada y formar parte de más de lo mismo sin saberlo. Inexplicablemente, en
los últimos años de su vida, este mismo hombre cayó en eso. Quizás fue su última lección.

Hay un texto que es básico, elemental para la vida de fe, pero que a pesar de haber sido leído y
compartido en cientos de enseñanzas y mensajes, muchas veces, quizás no hemos podido entender en la
dimensión en que podemos verlo hoy a la luz de otra revelación.
188

Sucede muy a menudo esto con las Escrituras. Uno de nuestros más frecuentes errores ha sido,
y sigue siendo, cristalizarlas a la luz de lo revelado años atrás. Si en un Seminario un profesor enseña la
interpretación de una parábola, por ejemplo, sus alumnos quedarán convencidos de que esa interpretación
es la que corresponde, que es inamovible e inmutable, y habrán de enseñarla de ese mismo modo
aprendido mientras dure su ministerio en las iglesias.

Se olvidan un detalle: Dios está hablando hoy, y lo que está diciendo, que no se contradice con
lo que ya dijo, tiene características bien diferentes. ¿Sabes por qué? Porque el nuestro es un Dios vivo, y
todo lo que está vivo, se mueve y todo lo que se mueve, cambia.

(Juan 14: 6) = Jesús le dijo: Yo Soy el Camino, y la Verdad, y la Vida; nadie viene al
Padre, sino por mí.

La vida eterna, mi querido amigo, no consiste solamente en creer y aceptar que Cristo es el
Camino, la Verdad y la Vida. Tú puedes pasarte toda tu vida repitiendo a quien quiera oírte: Yo creo que
Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida; Yo creo que Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida, que
no por eso tendrás asegurada la vida eterna, porque el principio de la Vida Eterna da acceso cuando,
además de creer y declarar que Cristo es el Camino, decidimos genuinamente transitar por ese Camino.

Es decir: caminarlo con todas sus alternativas. De las que nos parecen buenas y de las que no
nos parecen tan buenas. Es el modo en que llegaremos a conocer la Verdad y, al tiempo que esa Verdad
nos hace libres, comenzamos a ingresar en lo que él llama Vida, que no es respirar tantas veces por
minuto, sino vivir una vida que verdaderamente merezca ser vivida.

Muchos piensan que aceptando la fórmula y creyendo en ese principio, todo está arreglado.
Pero no funciona así, porque ese es solamente el anuncio, el letrero que te dice a dónde está el camino.
Lo que sí va a funcionar es el caminar por donde el letrero te dice que debes caminar.

Entiende: no es suficiente que tú sepas que una determinada autopista o autovía, tiene como
destino un determinado lugar. Para llegar a ese lugar, tú indefectiblemente deberás decidirte a transitar, a
caminar por esa autopista.

Si se hubiera obedecido al mandato de escudriñar atentamente las Escrituras, nos hubiéramos


ahorrado muchas polémicas, muchos debates y muchas santas discusiones. Y también nos hubiéramos
evitado dividirnos en más de una denominación.

Porque el eje central de la cuestión, por ejemplo, no estuvo, está, ni estará en si la salvación se
puede perder o no se puede perder; la cuestión de fondo está en qué es lo que realmente entendemos por
salvación. Y créeme que no son pocos los que lo ignoran.

124 - Diferencias Entre Religión y Convicción


En muchos, pero muchísimos lugares, la idea de una salvación segura, está afirmada
esencialmente, en la convicción de estar caminando en la doctrina real y verdadera. Pero lo cierto es que,
cuando una persona acepta los conceptos y las doctrinas correctas que presenta la Biblia, lo único que
tiene por el momento, es una religión cristiana; porque no necesariamente tiene a Cristo.

De eso, quiero suponer que hemos visto tú y yo demasiado como para no creer que sea así. No
puede causarte asombro. Dentro de las sutilezas con las cuales se maneja y se mueve el enemigo, la de
introducirte en una tremenda confusión, es una de sus preferidas.

Y no la tiene como preferida porque se le antoje, la tiene porque, a la vista de los sucesos
ocurridos dentro de la iglesia, vaya si le ha dado buenos resultados hasta el momento. Ahora bien: ¿Cómo
se puede hacer para saber y estar seguros si es que no estamos en una religión más y sí, por el contrario,
estamos verdaderamente EN Cristo Jesús? Es bastante simple, pero merece una explicación.
189

Comencemos por preguntarnos qué es una religión. Normalmente, una religión tiene tres bases
inalterables cualquiera que sea: tiene un fundador, tiene asimismo un libro que, naturalmente tiene que
ver con ese fundador, y tiene, finalmente, una doctrina, obviamente extraída de ese libro.

Ejemplo: Mahoma fue el fundador del Islam; el libro que lo recuerda y que contiene los principios
musulmanes, es El Corán. Otro ejemplo: José Smith fue el fundador de la “Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los últimos días”, más conocidos por todos como “Mormones”. Tienen un libro, precisamente
llamado “El Libro de Mormón” y una serie de reglas y principios que ellos respetan y obedecen, al igual
que los musulmanes, en honra al fundador ya desaparecido.

Ahora bien: el cristianismo, también tiene un fundador: Jesucristo, y también tiene un libro: La
Biblia. Si hacemos como ellos, siguiendo las reglas y principios y preceptos que allí están escritos,
seremos una religión más: la Religión Cristiana.

Pero resulta que hay una enorme diferencia que no siempre es vista ni predicada y que, cuando
sí lo es, no siempre es creída: El fundador del cristianismo, está vivo. No va a contradecir su palabra
escrita, pero puede hacer algo nuevo hoy mismo, como lo haría cualquier persona que vive.

¿Tú crees esto? ¿De verdad que lo crees? Mira que en creerlo o no, hay mucho en juego, eh?
Porque el limitarnos a aceptar que Cristo es el fundador, aceptar que La Biblia es el libro y que todo lo que
allí está escrito se debe creer y obedecer, no nos hace cristianos.

En todo caso, nos hace miembros de la religión cristiana. Lo que sí nos hace cristianos, es tener
genuinamente a Cristo en nuestros corazones. A eso te lo deben haber dicho por lo menos una vez,
verdad? Mientras y por si aún te quedara alguna duda, lee:

(Mateo 28: 20) = Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado, y
he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Puede resultar curioso, pero ni este ni cualquiera de los otros textos de este tenor que se
encuentran en la Biblia, dicen, por ejemplo: “Mi doctrina estará con ustedes todos los días”. Tampoco
dicen: “Los conceptos sobre mi persona los acompañarán todos los días”.

Dice, lineal y textualmente: “Yo estoy con ustedes todos los días” ¡¡Está vivo!! Pero y
entonces... ¿Ese hombrecillo crucificado? Ese es Cristo tal cual como a los demonios les encanta que lo
veamos. ¿Y ese pobre hombre sufriente, con sangre en el rostro por su corona de espinas y un pecho
abierto donde se ve un corazón sanguinolento?

Ese es un cuadro de Jesús de Nazaret pintado por Pepe Satanusky. ¿Y tú te lo creíste? ¿De
verdad te creíste la mentira de que Él es así? ¡Pero hermano! ¡Es que Él murió así! Sí, es cierto. Jesús el
hombre, efectivamente murió así, pero ¡Resucitó al tercer día! ¿Por qué tendríamos que tomar a la cruz
como muerte si en realidad fue victoria sobre la muerte? ¿O no fue victoria?

125 - Esas Verdades Inalterables


Ya te dije antes que todo lo que está vivo se mueve, no es así? Bueno: el problema más grave
de la iglesia comienza, precisamente, cuando Cristo se mueve. ¿No lo crees? ¿Cuántas veces escuchaste
algo así como: ¡No hermanos! ¡Esto no se hizo nunca! ¿Será de Dios?

No lo sé, pero; ¿Qué dice la Palabra? Dice, por ejemplo, que Jesús resucitó a Lázaro. ¿Y
entonces por qué asustarse si en el velatorio del hermanito Fulano, pobrecillo, por ahí por la madrugada,
cuando todo el mundo anda medio adormilado, el muerto empieza a moverse y de pronto se sienta en el
ataúd?

¿Sería bíblico o no sería bíblico si se trata de un creyente? Sí, pero... ¡Es que nunca pasó! No
está dentro de la costumbre ni la tradición de nuestra iglesia, jamás ha ocurrido antes. Tendré que decirte
que esas son reglas, normas.
190

Ahora; si decidimos vivir sobre la base de reglas, estatutos, tradiciones, costumbres y normas,
¿Para qué hubiéramos necesitado que Cristo resucitara? No tengas ninguna duda mi amigo: cuando
Cristo se mueve, en el primer lugar en donde se arma un lío bárbaro es en la propia iglesia.

Después tenemos el Pentecostés. Vamos a ver. Una religión que vive por la interpretación de un
libro transformado en doctrina. ¿Necesitaría un Pentecostés? Sería incomprensible, verdad? Sin embargo,
y en aras de una interpretación doctrinal que no se discute, pero que no se sabe muy bien de qué parte de
la Biblia ha sido extraída, hay mucha iglesia denominada “cristiana” por allí, que también vive sin un
Pentecostés.

Esto, aunque parezca insólito, la convierte en una iglesia cristiana que vive sin Cristo. Que
conoce, es verdad, y difunde profusamente su historia, sus palabras, sus enseñanzas y sus dogmas, que
incluso hasta puede presumir de ser la que más y mejor conoce todos los aspectos de su vida, pero que
no evidencia ni manifiesta su presencia actual. Porque no sé si recuerda que le dije que Él está vivo, hoy.

Hay algo que, como cristiano, tú tienes que tener muy en claro: Cristo no vino a la tierra a fundar
una religión. Cristo vino a la tierra a vivir una vida. Su máxima enseñanza, partiendo desde la base del
evangelio que Él predicaba, era que los demás vieran cómo vivía Él y que pudieran seguir sus pasos y
vivir igual.

¿Qué predicaba Cristo? ¿Las cuatro verdades? ¿El evangelismo explosivo? Él, que yo haya
tomado nota, simplemente decía: El reino de los cielos se ha acercado. ¡Pero es que todo es
cuestión de cómo se lo interprete, hermano!

¿Ah, sí? La Biblia nunca dijo que el que tiene la mejor doctrina, tiene la vida. La Biblia dijo que el
que tiene al Hijo, tiene la Vida. Y lo remarco y lo enfatizo porque esa es la clave, esa es la irrenunciable
e inocultable verdad.

Y la Verdad, mi amado hermano, mi estimada hermana, y te lo debo recordar una vez más, es
inconfundible, porque es una persona. Porque la Verdad es Cristo, no una suma de dogmas. ¿O no es
cierto que Él mismo dijo Yo Soy la Verdad, el Camino y la Vida?

Cuando hablamos de interpretaciones bíblicas, hay mucha gente que escucha, que entiende, y
que porque no es mal intencionada no dice nada, pero que no coincide en absoluto. Eso sucede porque es
gente que está convencida, (Y quizás tiene mucha razón en estarlo) de que de las diferentes
interpretaciones bíblicas, depende la conformación de todas las denominaciones con que se divide la
iglesia de Jesucristo en estos tiempos.

Sin embargo, hay algo más para decir al respecto. En los primeros tiempos, mi amigo, no existía
la imprenta. Por lo tanto, el Antiguo Testamento, se reducía a rollos que se guardaban, se atesoraban de
manera casi sagrada en las sinagogas. Más adelante, ya en el Nuevo Testamento, que es la época que
Cristo vivió, nadie predicaba con ninguna escritura en la mano.

El primario mensaje cristiano era, a todas luces, total y absolutamente espontáneo, improvisado
conforme a lo que el Santo Espíritu iba dictando. Así que sería casi ridículo suponer que la palabra emana
de una interpretación bíblica. En realidad, la Palabra emana de la presencia viva de Cristo, del Espíritu
Santo en acción.

El cristianismo, y quiero que entiendas muy bien lo que voy a decirte, cuando se reduce o se
limita a una religión, es lo más parecido a un velatorio, o funeral como se lo llama en otros lados. ¿Nunca
has ido a un velatorio o funeral? Estoy seguro que sí. ¿Has visto lo que normalmente sucede en un
velatorio?

Generalmente, en un velatorio, todo el mundo habla del que se murió. Se comenta lo que hizo y
lo que no hizo, lo que dijo y lo que no dijo. Igual a un velatorio común y corriente de cualquiera de los que
pueden verse hoy día.
191

A ti de pronto se te muere un familiar o un amigo y, cuando hablas de él, hablas de lo que ese
que murió hacía cuando estaba vivo, hablas de las cosas que el muerto decía cuando estaba vivo. Eso
sucede porque, desde que se murió hasta este momento, ya no se sabe más nada de él, verdad?

Así que del momento posterior a su muerte, es muy poco lo que podría decirse, o nada
directamente. Ahora digo, pregunto, inquiero: ¿Nadie, por ventura, se ha dado cuenta que en una enorme
proporción de cristianos ocurre lo mismo?

Entonces hoy llegamos a un templo cualquiera, de cualquier denominación y con qué nos
encontramos. Zaqueo, los leprosos, el ciego Bartimeo, siempre lo mismo. Lo miramos de aquí, lo miramos
de allá, lo enfocamos desde este ángulo, lo apuntamos desde aquel otro ángulo.

Nos identificamos con tal interpretación, nos adherimos a la otra interpretación, discutimos por
ellas, consultamos a tal comentarista, lo refutamos con el otro comentarista de prestigio, pero no podemos
salir de lo que hizo con Zaqueo, con los leprosos o con el ciego Bartimeo.

Parece que fuera un sistema armado para estar hablando un buen rato de uno que se murió,
que cuando estaba vivo hizo un montón de cosas y que ahora, inevitablemente, tiene que estar muerto. De
allí que todo lo que hablamos de Él, es de lo que Él hacía cuando estaba vivo.

Es allí donde parece que nuestros hijos se educan, se forman y se crían en un enorme velatorio
dominguero. Siempre oyen hablar de lo mismo. De lo que Jesucristo hacía cuando estaba vivo, que es lo
que relatan los evangelios.

¿Quieres saber algo de lo que el señor está diciendo en este tiempo? Algo, sólo algo. No tengo
el todo porque al todo Él lo reparte entre muchos y como quiere. Él dice: ¡Salgan de la religión! ¡Salgan
de los templos! ¡Salgan de las costumbres y las tradiciones! ¿Y luego? Luego dice: ¡Vengan a mí!

Si tu pregunta inmediata fuera respecto a qué hacer o cómo hacer para ir a Él, entonces debo
decirte mi estimado y amado hermano o hermana, que jamás siquiera estuviste cerca de Cristo. Apenas,
probablemente, has estado sentado en un banco de algún templo que aseguraba conocerle.

126 - Entre Estructuras y Superficialidades


¿A ti nunca te llamó la atención que el apóstol Pablo, por ejemplo, en sus cartas, nunca cita los
evangelios, los hechos y las obras que hizo Jesús? ¿Sabes por qué no lo hacía? Porque Pablo no
consideraba importante resaltar las aventuras de alguien durante su vida si era alguien que seguía vivo y
podía seguir haciendo cosas. ¿Para qué iba a perder el tiempo contándole a esa gente lo que Jesús había
hecho tantos años atrás, si él tenía noticias más recientes de Jesús?

Esto me hace recordar mucho, (Por allí no puedo evitar pensar como periodista que he sido), a
la lectura de los diarios. ¿Cuántos saben que cuando hay cuestiones muy importantes donde todo el
mundo está pendiente, y sobre todo en este tiempo altamente tecnológico, que a las dos horas de haber
aparecido un diario, ya es viejo?

Míralo de esta manera: si tú te encuentras en un país en donde no entiendes en absoluto el


idioma, y ni siquiera puedes adivinar nada de lo que se escribe porque su escritura es con signos y no te
deja ni la menor posibilidad, siquiera, de poder diferenciar lo que es una nota policial de una deportiva,
¿Qué ocurriría si un día, de improviso, tú encuentras una simple hoja de un diario en español aunque sea
del año pasado?

¿No te la lees hasta la última letra y la disfrutas? Ahora bien: cuando tú regresas a tu país y
desciendes en el aeropuerto, y lo primero que haces es comprar el diario del día y casi devorártelo,
¿Decidirías allí comprar uno del año pasado? Nunca, seguro. ¿No es así? Bueno: limitarnos a comentar
los hechos antiguos de Jesucristo, alguien que hoy está vivo y puede seguir haciendo cosas, ¿No vendría
ser casi lo mismo?
192

Después viene la otra, la de las superficialidades inocuas. “¡Ay, sí hermano! ¡A mí me gusta


más la iglesia evangélica que la católica porque los pastores se pueden casar, vio?” (...) Otra:
“Mire... Yo vengo a esta iglesia desde hace mucho tiempo. ¿Sabe por qué? Me encanta la forma en
que se canta aquí”.

¿Así que estás aquí por eso? ¡No entendiste nada! Sí señor; cuando Cristo se mueve, empiezan
los problemas. Como estamos demasiados acostumbrados al estilo velatorio, cuando el muerto comienza
a moverse, se arruina el velatorio. Y aunque parezca incoherente, que lo es: ¡La gente se enoja!

“Miren señores, yo los respeto, pero lo que no entiendo de ustedes es por qué se
muestran tan bulliciosos, tan alegres. Para mí, las cosas de Dios son muy serias, ¿No creen?
“Bueno, es que nosotros somos salvos, tenemos vida eterna, por eso es que nos la pasamos
celebrándolo.

– “Sí, entiendo, yo también sé que cuando me muera me voy al cielo, pero no sé, no
puedo sentirlo igual...” Escucha: una cosa es que uno crea que cuando se muera se va al cielo, pero
otra muy diferente es tener conciencia de eternidad, ahora, antes que la muerte física llegue. – “Sí, puede
ser... Pero igual, no lo veo...” Muy bien; de acuerdo; ¡No entendiste nada!

El problema radica en cuando la iglesia se transforma en una estructura, en una organización,


en una institución. Nadie entiende que Dios no unge organizaciones sino organismos vivientes.
Porque de pronto sale un grupo que encuentra algo nuevo, algo que allí hasta ese momento no se hacía y
el problema que se arma es monumental.

¿Y qué sucede? Sucede que al final, los que conforman ese grupo, se tienen que ir. ¿Y adónde
van? A formar otra iglesia, más libre, con más avivamiento, con más unción, con más presencia de vida
abundante y del Espíritu Santo moviéndose como Él quiere.

¿Y cómo se termina esto? Se termina cuando los mismos que se fueron, porque el hombre es
controlador por excelencia, porque perdió un día el apoyo de Dios para su señorío pero no perdió el ansia
de señorear, se ven en la obligación de institucionalizar la nueva iglesia. Allí se echa todo a perder.
¿Sabes por qué? Porque cuando uno quiere institucionalizar a la vida, la mata.

La mentira santa más abundante hoy, es: “¡Nosotros no somos una denominación!” O, sino,
la otra: “¡Nosotros somos adenominacionales!” Si tú tienes reglamentada de alguna manera tu forma
de bautismo, tu forma de servir la Santa Cena, tu forma de recibir al Espíritu Santo, tu forma de culto y,
para pertenecer a tu grupo se debe aceptar todo eso, te guste o no te guste, estés de acuerdo no lo estés,
ya eres parte de una nueva denominación, lo quieras o no lo quieras ver así; lo hayas buscado o hayas
tratado de evitarlo.

Porque deberé decirte que, si te congregas bajo la única cabeza reconocida, que es Cristo, y te
sometes a la unción del Espíritu Santo, tú eres iglesia. Ahora; si te agrupas debajo de un liderazgo
asumido mediante ciertas políticas religiosas no siempre demasiado santas y estás lleno de reglas,
estatutos y disposiciones internas, tú formas parte de un Club Religioso.

¿Pero será tan así? Vayamos por partes: ¿Qué es lo que hace iglesia a una iglesia? No
demasiadas cosas, no te creas. Principalmente y de manera excluyente, la presencia viva de Jesucristo.
Porque si no está esa presencia, es un club cristiano, con sus propios principios, reglas y estatutos.

Eso era, precisamente y mire tú, lo que sucedía en la iglesia de Laodicea, la recuerdas? Está en
el libro de Apocalipsis, léelo. Una iglesia, mi estimado amigo, no lo es por tener unos principios correctos,
una iglesia lo es por tenerlo a Cristo de una manera genuina, no solamente declamada.

127 - ¿Quién Prueba los Espíritus?


193

Lamentablemente, y en el marco de la tremenda confusión en la que hoy por hoy andamos, son
demasiado los que suponen que la bendición de Dios es una especie de aprobación con relación a una
doctrina correcta.

Es muy frecuente oír decir: ¡Si Dios nos bendice, es porque estamos bien! Hermano... Dios no te
bendice porque tienes una doctrina correcta, Dios te bendice porque eres un hijo suyo y Él te ama. Si me
preguntaras quiénes son salvos, te diría que aquellos que han creído en Jesucristo como Salvador y Señor
de sus vidas.

Ahora, si me preguntaras en qué sector están los salvos, primero te diré que no puedo saberlo
porque a sus corazones solamente los conoce el Señor, y después, -arriesgando un poco-, tendré que
decirte que muy probablemente en todos lados un grupo, y en ninguno el total.

De otro modo, Dios habría faltado a la verdad cuando dijo que el trigo y la cizaña convivirían
juntos. Donde hay amor por las almas perdidas, por ejemplo, allí está Cristo. Donde no lo hay, por más
que practiquen una doctrina pura, ritos correctos y dogmas precisos, lo dudo. Debemos probar los
espíritus.

¿Y qué es probar los espíritus? No mirar si hay una doctrina correcta o equivocada. Y no estoy
hablando, obviamente, de doctrinas de demonios, estoy hablando de la enorme cantidad de doctrinas
producto de otras tantas interpretaciones hechas por cristianos fieles todos.

¿Qué miraremos entonces? Miraremos si allí hay amor, gozo, paz, bondad, mansedumbre,
humildad, templanza, paciencia, dominio propio. No te olvides de aquel viejo relato del Publicano y el
Fariseo. ¿Recuerdas cómo era? Entonces te pregunto: ¿Quién supones tú que tenía la doctrina más
correcta de los dos?

Jesús dijo muchas veces y a quien quisiera oírle, que Él era el Camino, la Verdad y la Vida, no
es así? ¿Y qué es el Camino, la Verdad y la Vida? El Camino es Cristo, no nuestra interpretación de la
Biblia. La religión está fundada en dogmas, pero la iglesia está fundada en Cristo.

La salvación jamás dependerá de una posición teológica correcta. Muchos suponen que en un
seminario se aprende la Biblia. Grueso error. En los seminarios, lo que se aprende, es la doctrina de la
denominación que lo dicta o, en el mejor de los casos y en un marco de amplitud, lo que se aprende son
conceptos sobre la Biblia.

A la Biblia, en todo caso, los unos la usarán para probar con ella en la mano que sus doctrinas
internas son correctas, los otros, para probar sus propias tesis personales. Pero si leemos la Biblia sin
ninguna clase de anteojos denominacionales, vamos a encontrar a Cristo, porque es de Él de quien habla
este libro. Anota esto que has leído donde puedas leerlo de manera permanente, porque encierra una
verdad que no te imaginas el alcance que tiene.

Hagamos una prueba muy simple. Los primeros cristianos, ¿Qué eran? Judíos convertidos,
verdad? Pero resulta que antes de convertirse, ellos se circuncidaban, iban al templo y hacían cada cosa
que les marcaba la ley de Moisés. Un día conocen a Cristo y se convierten.

Pero siguen yendo al templo, siguen circuncidándose y siguen haciendo las cosas ordenadas
por la ley. Ya no lo necesitan, pero tampoco les estorba porque tienen a Cristo. Pablo lo entendió muy bien
cuando dijo, con una tremenda revelación, que en Cristo Jesús no vale nada ni la circuncisión ni la
incircuncisión, sino que lo que vale es una nueva creación.

Si no alcanzas a ver todo esto con meridiana claridad, debo explicarte que: las divisiones que
padece la iglesia hoy en día, se deben al centrismo por parte del hombre. Un hombre demasiado pagado
de sí mismo por su conocimiento y su sabiduría personal.

En cada doctrina por esos mismos hombres creada y no, concretamente, en la persona de
Jesucristo. Hemos hecho de la doctrina, lisa y llanamente un ídolo. Hemos idolatrado ideas, costumbres,
tradiciones y aún facetas de alguna cultura.
194

Pablo tenía muy claro todo esto. Para poder predicar tranquilo y sabiendo que lo primero que
iban a preguntarle, cuando conocieran a Timoteo que era griego, era si estaba circuncidado, le dijo: “Mira...
cortemos por lo sano... cortemos. Tú sabes... Circuncídate.” En cambio a Tito no lo hizo circuncidar. ¿Por
qué habría sido? ¡Porque Pablo era libre! Está escrito.

(1 Corintios 9: 19) = Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos.

Esto tiene una lógica tan aplastante y tan simple, que espanta. Dice Pablo que, para poder ser
siervo de todos, tiene que ser libre de todos. ¿Qué quiere decir? Quiere decir que, si tú te haces siervo de
una denominación, jamás vas a tener libertad para poder ser siervo de cualquier otro hijo de Dios, tal es la
voluntad del Padre. Nada menos. Lo sé en carne propia, esa es mi ruta desde hace casi quince años.

Fue por ese mismo motivo que Pablo rechazó el sostén de los Corintios. No quiso quedarse
“enganchado” a ellos. Yo fui durante mucho tiempo, miembro de una iglesia Bautista. No era un Bautista
en esencia porque nunca logré entender por qué, muchas de las cosas que se practicaban en la
denominación, no sólo no eran bíblicas, sino que algunas, sencillamente, eran opuestas a la palabra.

La denominación Bautista hace, por ejemplo, un baluarte de su democracia interna. Nadie lo


discute y hasta es lindo. ¡Si no fuera porque el baluarte de cualquier democracia ha sido y es el Disenso,
factor que según leemos en Gálatas, es una obra de la carne que no nos permite ingresar al Reino!

¡Pero no, hermano! Eso de la democracia es solamente para los asuntos administrativos y
comerciales de la iglesia, pero nada que ver con lo espiritual. ¿Ah, no, eh? Ve a contárselo a un pastor que
casi fue linchado por predicar sobre el Espíritu Santo, en tiempos en que la iglesia había votado no hacer
esa referencia como diferenciación con el mundo pentecostal.

Estando con los Bautistas, alguna vez se dio el hecho de tener que ministrar a alguien que no lo
era. ¿Sabes los prejuicios que tenía ese hermano por ese motivo? De pronto me llegué a sentir, casi, un
musulmán, o un budista. ¿Discriminación? ¡No! Simple estupidez conceptual masiva y epidémica.

128 - El Dilema de las Cuatro Paredes


(Romanos 14: 2) = Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil,
come legumbres.

(3) El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al


que come; porque Dios lo ha recibido.

(Verso 5) = Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días.
Cada uno esté plenamente convencido de su propia mente.

(6) El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día,
para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, y da gracias a Dios.

(7) Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.

(8) Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos.
Así, pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.

De esto rescatamos que lo importante, lo superlativo, es la motivación. Tú, argentino, puedes


darle gracias a Dios por el asado con ensalada que vas a comerte mañana y vale. Otro, puede darle
gracias a Dios por privarse mañana de un asado con ensalada y, en su lugar, comerse un plato de arroz y
también vale.
195

Porque lo que vale es lo interno, el fondo, la motivación, no lo externo. Si las dos motivaciones
de este ejemplo están centradas en Cristo y no en lo que demanda una doctrina denominacional, Dios
bendice. ¿A alguien le cabe alguna duda que será así?

(Romanos 15: 7) = Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos
recibió, para gloria de Dios.

Entiéndeme bien; Pablo jamás dijo tal cosa como: “La iglesia de los que comen por allá y la
de los que no comen por acá”. Que yo haya visto, él dijo: “Quédense todos juntos”. Es que si comes o
no comes, no es importante. Lo importante, en todo caso, es el motivo por el cual comes o el motivo por el
cual no comes.

Ese es el punto que se le revela a Pablo: que los gentiles pueden ser salvos sin necesidad de
contar con el paquete judío. Pablo le llama a esto, “El misterio escondido”. Un gentil, sin circuncidarse,
sin seguir la ley, con Cristo, podría ser salvo.

Hoy, muchos creyentes, gentiles, con Cristo genuinamente en sus corazones, pueden ser salvos
sin pasar, necesariamente, por el paquete evangélico. ¿Nunca se te ocurrió pensar esto? Sí, ya lo sé; por
allí lo pensaste y hasta se lo llegaste a comentar a alguien, pero ese alguien, seguramente, se ofendió y te
dijo a bocajarro: ¡Hermano! ¿Cómo se le ocurre que pueda haber gente salva fuera de la iglesia
evangélica?

¿Ah, no, eh? Veamos: cuando tú andabas de misa en misa en la religión oficial (al menos de
estas tierras), yendo pero no estando, como lo hace una enorme mayoría, ¿No le creíste al que un día, de
pronto, te mostró que Dios no era Católico?

¿Sí, eh? ¿Y bajo qué argumento vas a venir a decirme, esperando que yo te crea, que Dios sí
es evangélico? Sábelo de una vez por todas y deja de ser o de hacerte el religioso: ¡Dios es Dios y está
mucho, pero mucho más allá de lo que cualquier hombre, por lúcido y ungido que sea, pueda decidir por sí
mismo! ¡Dios es más grande que tu denominación! ¡Dios es más grande que la misma Biblia! ¡Dios es más
grande que tu iglesia! ¡Es Dios!!! ¿Entiendes?

Cuando tú te convertiste, es probable que hayas levantado tu mano en una campaña


evangelística y ya está, fuiste salvo. Te dijeron, esos buenos cristianos que se te acercaron rápidamente,
que lo único que tú necesitabas era tener a Cristo.

Allí mismo fue donde tú estrenaste una expresión que después se te transformaría en corriente:
¡Amén! Lo dijiste y, seguramente, te llenaste de gozo por ello. Pero después, cuando te llevaron a la
habitación de atrás, esa que normalmente se utiliza en todas las iglesias para charlar con los recién
convertidos, empezaron: reglas, principios, deberes, obligaciones, actividades: en suma, religión.

Entérate por si todavía no lo has visto con claridad: muchísima gente vendría a Cristo si no fuera
porque ve que si lo hace, también tiene que venir a nuestra religión. Porque la gente, mi querido amigo,
tiene hambre y sed de Dios, pero el peor obstáculo que encuentra para saciar esa hambre y esa sed,
muchas veces es el propio sistema eclesiástico que nos identifica. El mundo podrá ser pecador e
incrédulo, de acuerdo, pero tonto no es.

129 - Tener al Hijo es Tener la Vida


Mira este ejemplo. ¿Cuántas estaciones de servicios, o gasolineras hay en tu lugar de
residencia? ¿Diez? ¿Cien? ¿Mil? No interesa. Muchas, en todo caso, y de muchas marcas diferentes
también, no es así?

Cada uno de los que tenemos un vehículo, ya sea por costumbre, por selección o alguna otra
causa, solemos cargar cualquier combustible que sea en alguna o algunas determinadas. Pero nadie te va
a poder venir a decir que el combustible que venden en cualquiera de las que no utilizamos, no sirve para
que su vehículo funcione, verdad?
196

Entonces, cuando algo no nos gusta, ¿Qué es lo que hacemos? Abrimos una estación de
servicios nueva. Pero como después vendemos un combustible que no difiere en nada del que venden las
demás, lo único que hicimos, fue empezar con una más de las diez, cien o mil que ya había. ¿Está claro?

(Efesios 3: 14-21) Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor
Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os de,
conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior
por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que,
arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los
santos cual sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de
Cristo, que excede a todos conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Y aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo
que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea la gloria en la
iglesia de Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

Jesús dijo: El que cree en mí, tiene vida eterna. Él nunca dijo: “El que cree en mí, tiene la
doctrina correcta”, ni tampoco: “El que cree en mí, va a tener el sistema teológico verdadero”. La
Palabra básica fue que: “El que tiene al Hijo, tiene la Vida”, nunca “El que tiene la doctrina correcta,
tiene la vida”. ¿Es tan complicado o tan difícil de entender o aceptar? ¿A tanto ha llegado el espíritu de
confusión operando entre nosotros?

Hoy en día, los creyentes están más centrados en el culto que en Cristo. ¿Qué crees tú, o, mejor
dicho: Qué te enseñaron a ti que es la vida cristiana? ¿Tenerlo a Cristo dentro de ti o venir a un culto todos
los domingos?

Ya me puedo imaginar lo que me estás respondiendo. Somos rápidos para las respuestas
correctas: “¡Las dos cosas, hermano!” ¡Muy bien! Pero, ¿Me permites que te pregunte algo con total
sinceridad y transparencia, para ser respondido del mismo modo? Revísate. Examínate. ¿Tienes,
verdaderamente, las dos cosas? Estaré orando para que sí.

Cuidado, no quiero que te confundas por mi causa, Dios me libre de ello. El culto tiene un lugar
sumamente importante dentro de la vida cristiana, a eso nadie te lo puede soslayar, subestimar ni
minimizar. Pero doblemente cuidado ahora: Jamás culto alguno, por glorioso que fuera, podrá tener un
lugar en lugar de Cristo.

Así está escrito: Es Cristo en nosotros, la esperanza de gloria. Nadie podría decir, aquí
que quien efectivamente, alguien que le da un lugar secundario a Cristo con respecto al culto, pueda ser
alguien infiel o cosa por el estilo.

Pero sí te diré algo: será un creyente que no crecerá. ¿Y quieres que te diga algo más? Es por
esa razón que hay tanta gente inmadura que no termina nunca de crecer. ¿Querrías examinarte tú mismo
en este mismo momento? Pregúntate ahora: ¿Qué sucedería con mi vida de fe si tuviera, por algún buen
motivo, que pasarme tres o cuatro meses sin poder ir al templo?

¿Te animas a que desmitifiquemos una frase hecha? Ahí va: Cristo dijo: Yo soy el Camino, la
Verdad y la Vida, ¿No es cierto? Y después agregó: Y nadie viene al Padre sino por mí. Bueno;
creer que Él es el Camino, la Verdad y la Vida y que nadie viene al Padre sino por Él, es un concepto que,
cuando se acepta, la iglesia te dice a ti casi a coro: “¡Tuuu eeeres saaalvo!!!” Sin embargo hay un pequeño
gran problema: la Escritura no dice en ninguna de sus fases que tiene la vida aquel que acepta que Él es
el Camino, sino el que toma la decisión de recorrer ese Camino.

El gran problema que tenemos hoy día, la enorme confusión en la que. Unos más, otros menos,
pero todos en alguna medida andamos, es que hemos cometido el error de confundir dos palabras,
tomarlas como sinónimos y no lo son: Conceptos y Vida.

Todas las religiones conocidas están basadas en conceptos. Para pertenecer a cualquiera de
ellas, se deben aceptar esos conceptos, si no tú no eres admitido. Con nuestro pueblo está sucediendo
197

algo similar. Si tú quieres ser Bautista, Pentecostal o hermano Libre, por decir algunos, tendrás que
aceptar sus diferentes y respectivos conceptos.

Pero lo cierto es que no existe el Cristo Bautista, Pentecostal o Hermano Libre. Son sólo
conceptos diferentes para con un mismo Cristo. Y los conceptos son las doctrinas, las formas y los
sistemas. Pero ¡Cuidado! Tener los conceptos acertados, no quiere decir que estemos bien. Porque Cristo
dijo: ¡Yo soy el Camino!

Y tú ya lo sabes. No suficiente con conocer ese camino, necesariamente deberás transitarlo. No


es suficiente con escuchar la verdad o tener conciencia de su existencia; debes conocerla, porque eso es
lo que definitivamente te hace libre. Y no hay nada como la libertad genuina, en Cristo, para esperar con
plena confianza lo que los tiempos deparen.

130 - Las Señales de los Tiempos


Hay un día en la Biblia. Un día que en apariencia, podría ser como cualquier otro. Un día en que
muchas de las cosas preanunciadas comienzan a cumplirse. Un día en que los hijos de Dios, los
miembros dilectos del Reino de Dios sobre la tierra, comenzarán a efectivizar lo expuesto desde el
principio. Ese día, que podría denominarse de muchas maneras, hoy y aquí será visto como El Día de las
señales de los tiempos.

(Génesis 35: 16) = Después partieron de Bet-El; y había aún como media legua (Dos
kilómetros y medio) de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en
su parto.

(17) Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: no temas,
que también tendrás este hijo.

(18) Y aconteció que al salírsele el alma, (Pues murió) llamó su nombre Benoni, (Hijo
de la tristeza) más su padre lo llamó Benjamín, (Hijo de la mano derecha).

(19) Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino a Efrata, la cual es Belén.

(20) Y levantó Jacob un pilar sobre su sepultura; esta es la señal de la sepultura de


Raquel hasta hoy.

(21) Y salió Israel, y plantó su tienda más allá de Migdal-Edar.

Cuando Jacob está trabajando para Labán y tuvo ese pequeño problema característico de las
costumbres del lugar, (Trabajar veintiún años para tener la mujer que quería) Raquel era estéril y Lea muy
fértil. Y había competencia, por esto, entre ellas.

(Génesis 29: 31) = Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero
Raquel era estéril. (32) Y concibió lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque
dijo: ha mirado Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido.

Los nombres que estas mujeres les ponían a los niños, representaban lo que ellas querían. En
este caso, la atención de su marido, porque su marido amaba más a Raquel. Es decir: los nombres tenían
que ver con competencia.

(33) Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: por cuanto oyó Jehová que yo era
menospreciada, me ha dado también este. Y llamó su nombre Simeón.

(34) Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: ahora esta vez se unirá mi
marido conmigo, (Fíjate que con cada hijo, con cada nombre, esta mujer suponía que Jacob, su marido,
198

le iba a prestar mayor atención) porque le he dado a luz tres hijos; por tanto llamó su nombre
Leví.

(35) Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: esta vez alabaré a Jehová; (Se
cansó de tratar de llamarle la atención a Jacob con cada hijo y entonces se dijo: mejor voy a alabar a Dios)
por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz.

(Génesis 30: 1) = Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su
hermana, (Note que había competencia entre hermanas) y decía a Jacob: dame hijos, o si no, me
muero.

(2) Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el
fruto de tu vientre? Y la historia continúa como tú ya sabes. Estamos buscando las condiciones en las
que nace esta generación singular, es decir: la gente que Dios está levantando.

Veamos esto en primer lugar: Nace en el tiempo donde hay iglesias que usan su productividad
para tener envidias y competencias. Tiempos donde el éxito y la productividad de una iglesia son causa de
la envidia de la otra. Las mujeres, en la Biblia, son iglesias. La generación-Benjamín significa el nacimiento
del fin de esa tribulación. Estas son las condiciones que rodean el arribo de la gente-Benjamín.

Vienen atacando ese espíritu de competencia. Vienen peleando contra sistemas que quieren
matar el cuerpo. Saben ministrar sin extenderse por sobre la medida que Dios le ha dado. Los hijos de Lea
no usaban capas de colores. Capas de colores significan: “El favor del Padre.”

Raquel significa “suavidad”. Es como si tú tuvieras algo de seda, suave. La unción-Raquel es


suave, es matriarcal. Es acariciante. Es ese amor que ama hasta el diablo. Ama a todo el mundo igual,
todo lo perdona, todo lo puede.

Benjamín significa “El fin de una unción suave”. Mata a Raquel en su nacimiento. Cuando
emerge Benjamín se acaba la unción delicada. Cancela todo lo delicado en una iglesia y la convierte en
fuerte y militante.

131 - Negociando en la Tierra


En segundo lugar, el nacimiento de Benjamín está rodeado de la traición de sus hermanos. Si
hacen memoria y van a Génesis 37, o por allí, van a ver que el problema no era con José, el problema era
con el sueño de José.

Vamos a tirar de aquí para ver qué es lo que pasa con tu sueño. Se levanta una generación con
una visión más práctica, más factible, más alcanzable que la generación que existe y comienza la traición
entre hermanos. No por tu persona, sino porque tú tienes habilidad para hacer. Es aquel espíritu que
busca neutralizar lo que Dios está haciendo y levantando.

(Génesis 37: 18) = Cuando ellos lo vieron de lejos, (A José) antes que llegara cerca de
ellos, conspiraron contra él para matarle.

(19) Y dijeron el uno al otro: he aquí viene el soñador.

(20) Ahora pues, venid, y matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos:


alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños.

Está claro: el problema no es contigo; el problema es con lo que tú viniste a hacer. Benjamín se
levanta con la habilidad de una visión que la iglesia ya establecida carece de posibilidades para
establecer. Comienza la traición.
199

Recuerda que José, cuando los hermanos van a Egipto en busca de comida, lo primero que
pregunta es por Benjamín. La iglesia-Benjamín, la gente-Benjamín, el orden-Benjamín, la generación-
Benjamín, siempre se levanta en medio de la traición de los hermanos por causa de la visión.

En tercer lugar, nace en el tiempo de la frustración de los padres. Porque es evidente que hay
un tiempo en que los padres se sintieron frustrados. En Génesis 42 vemos a los hermanos de José
relatándole al padre las alternativas de su entrevista.

(Génesis 42: 33)= Entonces aquel varón (José) el señor de la tierra, nos dijo: en esto
conoceré que sois honrados: dejad conmigo uno de vuestros hermanos, y tomad para el
hambre de vuestras casas, y andad, y traedme a vuestro hermano el menor, para que yo
sepa que no sois espías, sino hombres honrados; así os daré a vuestro hermano, y
negociaréis en la tierra.

(35) Y aconteció que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco de cada uno
estaba el atado de su dinero; y viendo ellos y su padre los atados de su dinero; tuvieron
temor.

(36) Entonces su padre Jacob les dijo: me habéis privado de mis hijos; José no
parece, ni Simeón tampoco, y a Benjamín le llevaréis; contra mí son todas estas cosas.

El nacimiento de Benjamín, su reconocimiento, está rodeado de la frustración de los padres.


Dice el verso 36: me habéis privado de mis hijos. La palabra privado, es la palabra skakol, que
significa aborto, o falta de habilidad para producir. Está diciendo: “Estoy viejo; ya no puedo producir
otro José”.

(Génesis 44: 18) = Entonces Judá se acercó a él, y dijo: Ay señor mío te ruego que
permitas que hable tu siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo
contra tu siervo, pues tú eres como Faraón.

(19) Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo: ¿Tenéis padre o hermano?

(20) Y nosotros respondimos a mi señor: tenemos un padre anciano, y un hermano


joven, pequeño aún, (Nota que es el tiempo en que está emergiendo Benjamín) que le nació en su
vejez, (Es decir: Benjamín nace en la vejez del sistema presente. Significa que ese sistema está próximo
a desaparecer. Lo tienes tú en Hebreos. Quiero que entiendas que lo que ves por televisión, en revistas
especializadas, en las grandes farándulas, no es la iglesia que está subiendo; es la iglesia que está
bajando. La que está subiendo, aún no ha sido reconocida. Dentro de diez años, lo que está arriba, va a
ser esa gente que no tiene nada que ver con lo que hoy está arriba)...y un hermano suyo murió, (Allí
está hablando de José) y él solo quedó de los hijos de su madre; y su padre lo ama.

(21) Y tú dijiste a tus siervos: traédmelo, y pondré mis ojos sobre él.

(22) Y nosotros dijimos a mi señor: el joven no puede dejar a su padre, porque si lo


dejare, su padre morirá.

132 - Liberando a los Cautivos


Los padres existentes en la tierra, hoy, y que están en su vejez, si Benjamín dejara de ser, ellos
mueren. Lo que está manteniendo vivos a los viejos, es que Benjamín existe. Un CD, un DVD, un pequeño
mensajillo, u a conferencia, algo que llegó por debajo de la mesa, es lo que los está manteniendo vivos,
porque no están produciendo el mensaje que tienen.
200

Si Benjamín deja de ser, los viejos dejan de ser. Viejos no por edad, sino porque los tiempos de
Dios requieren esos cambios. Los padres están en bancarrota y necesitan una generación-Benjamín que
produzca mensajes capaces de saciar el hambre de sus hijos.

Aún en su pequeñez, el mensaje del orden de Benjamín es necesario. Su presencia, su


revelación, su impartición, es lo que está manteniendo vivo el orden existente. Aún dentro de las
denominaciones más cerradas, el mensaje de nuestra generación se está infiltrando. Es tremendo como la
Palabra corre.

En cuarto término, la generación-Benjamín libera de la prisión a sus hermanos. Recuerda que


José se quedó con Simeón. Hay iglesias-Simeón que requiere de la llegada de Benjamín para ser
liberadas. Simeón tuvo que quedarse con José en la cárcel. Si no aparece Benjamín, queda preso allí.

Así hay muchas iglesias a nuestro alrededor, presas por sistemas erráticos, que si Benjamín no
emerge, se quedan presas. Son iglesias donde sus miembros, más que miembros, o fieles como se les
llama, revisten carácter de prisioneros. Quisieran salirse, pero no pueden.

(Génesis 43: 26) = Y vino José a casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su
mano dentro de la casa, y se inclinaron ante él hasta la tierra.

(27) Entonces les preguntó José cómo estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano
que dijisteis, lo pasa bien? ¿Vive todavía?

(28) Bien va a tu siervo, nuestro padre; aún vive. Y se inclinaron e hicieron


reverencia.

(29) Y alzando José sus ojos vio a Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo:
¿Es este vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia
de ti, hijo mío.

(30) Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de


su hermano, y buscó donde llorar, y entró en su cámara, y lloró allí.

Nota aquí que hay un sentido de lealtad profundo. Hay gente que es de una misma madera.
Benjamín y José son del mismo vientre. Hay hermanos que no son del mismo vientre y, aunque son
hermanos, no están en pacto común. ¿Nunca sentiste esa sensación para con alguien que,
supuestamente, era tu hermano?

Dios está formando gente del mismo vientre. Hay una diferencia: todos somos hermanos, pero
no todos trabajamos juntos. Todos somos hermanos, pero los pactos no son entre hermanos, son entre
gente de alianza. Hay hermanos que están en un mismo sentir; hay hermanos que luchan ferozmente
entre sí por la herencia.

Cuidado: no es amistad, es alianza. Los amigos, aquí en Argentina, se juntan a comer un asado
y a jugar un rato al fútbol o al golf, depende sus status. La alianza puede pasarse un año sin contacto e
igual se quieren. Dependen de lo espiritual, no de lo social.

Recuerda: Benjamín nace para pelear en medio de la traición entre hermanos, contra la
delicadeza de la iglesia, para terminar con el espíritu de competencia, para sustentar la bancarrota
paternal que existe en la tierra.

En quinto orden, vemos que nace en un tiempo de hambre. No había comida; Benjamín nace en
una casa de pan. En medio del hambre, Benjamín siempre tiene qué comer. Benjamín es una generación
que alimenta a la iglesia, vive en una condición opositora a las condiciones prevalecientes de su tiempo.
No hay pan en ninguna parte, pero yo tengo. Nadie tiene una palabra, pero yo sí. Vive en condiciones
adversas de las que prevalecen en su tiempo.
201

Es un tiempo de hambre en la iglesia, donde lo mejor que está pasando, -¡Todavía!- es que
alguna gente se emborrache y caiga al suelo y tenga una fiesta personal y salgan bendecidos, pero no hay
una palabra que lo lleve al próximo nivel con Dios. En medio de esa sequedad y esa hambre, Benjamín
nace en la casa de Dios.

(Génesis 43: 1) = El hambre era grande en la tierra; y aconteció que cuando


acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su padre: volved y comprad
para nosotros un poco de alimento.

(3) Respondió Judá, diciendo: aquel varón nos protestó con ánimo resuelto,
diciendo: no veréis mi rostro si no traen a vuestro hermano con vosotros.

(4) Si enviareis a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te


compraremos alimento.

(5) Pero si no le enviares, no descenderemos; porque aquel varón nos dijo: no


veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros.

Nota aquí que esto es imperativo: Israel no será alimentado si Benjamín no se une a José. Si no
se forman alianzas de la misma aleación espiritual, la iglesia existente, se muere de hambre. Si
verdaderos hermanos no se unen, el resto de la iglesia no se alimenta. La alianza no se teje, se descubre.
Benjamín es el conducto para que haya comida en Israel.

133 - Caminando en Otras Dimensiones


El sexto elemento que vemos, es que rompe el espíritu matriarcal. Y cuando yo hablo de
matriarcal, me refiero a que la iglesia ha sido femenina hasta hoy. Es delicada, emotiva, mujer-mujer.
Hasta el día de Benjamín, todos los nombres de los hijos fueron elegidos por las madres. Pero cuando
nació Benjamín, el padre dijo: se acabó el asunto aquí.

Ella le puso Benoni. ¡Ay! Hijo de la Tristeza... ¡Ay! ...Porque estamos en aflicción... ¡Ay! Israel
dijo basta: ¡Qué Benoni ni Benoni! ¡¡Hijo de mi Mano Derecha: Benjamín!! Fue la primera vez que el
hombre nombró el orden de Dios. Lo que está aconteciendo en la iglesia, hoy, es que la voz del Padre está
regresando al púlpito.

Dios siempre habla por el Espíritu Santo. Pero lo que el Espíritu Santo está trayendo ahora, en
la tierra, es la voz del Padre. ¿Cuántos saben que cuando un niño quiere que lo protejan va donde está su
mamá, primero? Por lo general, busca la unción más suave.

Hay un orden en la tierra que está terminando con ese espíritu delicado. No es una cuestión de
machismo. La iglesia va a terminar como un varón perfecto, no como una novia. Benjamín no solamente
saca a sus hermanos de la cárcel.

En séptimo término, vemos que Benjamín camina en más de una dimensión a la vez.
¿Recuerdas a Melquisedec, ese del orden sin curriculum ni genealogías? Es la combinación de dos oficios
en un mismo hombre: rey y sacerdote.

(31) Y lavó su rostro y salió, y se contuvo, y dijo: poned pan.

(32) Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos; y aparte para los
egipcios que con él comían; porque los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo
cual es abominación a los egipcios.

(33) Y se sentaron delante de él, el mayor conforma su primogenitura, y el menor


conforme a su menor edad, y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro.
202

(34) Y José tomó viandas de delante de sí para ellos; más la porción de benjamín
era cinco veces mayor que cualquiera de las de ellos. Y bebieron, y se alegraron con él. (El
menor tenía una porción cinco veces mayor)

(Génesis 44: 1) = Mandó José al mayordomo de su casa, diciendo: llena de alimento


los costales de estos varones, cuanto puedan llevar, y pon el dinero de cada uno en la
boca de su costal.

(2) Y pondrás mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, con el
dinero de su trigo. Y él hizo como dijo José.

(3) Venida la mañana, los hombres fueron despedidos con sus asnos.

(4) Habiendo ellos salido de la ciudad, de la que aún no se habían alejado, dijo
José a su mayordomo: levántate y sigue a estos hombres; y cuando los alcances, diles:
¿Por qué habéis vuelto mal por bien? ¿Por qué habéis robado mi copa de plata?

(Génesis 45: 7) = Y Dios envió delante de vosotros, (Está hablando de José) para
preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación.

(8) Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por
padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.

(21) Y lo hicieron así los hijos de Israel; y les dio José carros conforme a la orden
de Faraón, y les suministró víveres para el camino.

(22) A cada uno de todos ellos dio mudas de vestidos, y a Benjamín dio trescientas
piezas de plata, y cinco mudas de vestidos.

Nota que Benjamín tiene una posición favorecida por el padre. Tiene que ver con una conexión
divina entre dos hermanos. El orden de Benjamín no ignora los cinco ministerios. No puede ignorarlos
porque forman parte de su ADN. Su porción es quíntuple.

134 - La Maravilla de Ser Apostólico


Estamos llegando en la iglesia a un orden, el de Melquisedec, que no está pendiente de
posiciones, jerarquías o títulos. Es un orden que vive en la tierra, pero que tiene estado de eternidad. No
se queda agarrado a un mover o a una revelación, sino que es relativo a cada mover; pero sólo leal al
mover de Dios.

No nos podemos ofender con los ministerios apostólicos. Vienen con una voz recia, con una voz
fuerte, con la voz del Padre. No traen una unción delicada. Operan con cinco ministerios. Ministerios
proféticos y apostólicos están en la tierra hace ya más de diez años.

No creo que sea un tiempo de restauración de ministerios, creo que es el tiempo del
reconocimiento de los verdaderos ministerios. Los falsos salieron primero. Como todo en la Biblia: primero
lo natural, después lo espiritual.

Porque la iglesia cree que ya ha sido ministrada por ministerios proféticos y muchas veces no
tiene ni la menor idea de qué se trata. Ser profético es entender la hostilidad que hay en el futuro que
viene hacia su vida y tener la habilidad de verla y prevenirla antes que llegue; eso es ser profético. Nada
que ver con profecías individuales y personales.
203

Ser apostólico no tiene nada que ver con tener ocho o diez iglesias. Ser apostólico tiene que ver
con tener un mensaje de reforma y la habilidad de decodificar la Biblia y traer a la iglesia la palabra de hoy.
No hay tal cosa como un apóstol que no tenga un mensaje apostólico.

(Génesis 49: 1) = Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: juntaos, y os declararé lo que os
ha de acontecer en los días venideros.

Nota que Jacob esconde, dentro de la vida de sus hijos, principios que son para nosotros hoy.
Hay, dentro de la vida de ellos, cosas que nosotros podemos extraer hoy para nuestras vidas. Jacob está
profetizándoles a sus hijos, pero lo que les está dando es... para días venideros...

(27) Benjamín es lobo arrebatador; a la mañana comerá la presa, y a la tarde


repartirá los despojos.

Aquí hay tres cosas para mencionar. UNO: Benjamín no tiene misericordia cuando trata con el
enemigo. No me refiero a su carácter. Todos tenemos un nivel de gentileza en nuestro carácter, pero
tratando con el enemigo, Benjamín no tiene misericordia.

Recuerda que el enemigo está en la iglesia. El mundo es el campo de la misión. El enemigo


siempre es el paralelo falso en la iglesia. Benjamín no tiene misericordia contra falsos y erráticos órdenes
que existen dentro de la iglesia. No es que tenga el carácter de un lobo, actúa como lobo cuando se
enfrenta con el enemigo.

DOS: Dice que en la mañana comerá la presa. Esto quiere decir que no da lugar a la pereza, no
pierde el tiempo, temprano hace lo que tiene que hacer. Aniquila al enemigo bien temprano, enseguida.

TRES: Pero fíjate que lo hace para distribuir, para repartirlo esa misma tarde. El verdadero
apóstol, el verdadero orden, generación y día de Benjamín, ataca el orden falso sólo para distribuir la
verdad, no para apropiársela. Ser apostólico es tener la habilidad de congregar para dar.

(Deuteronomio 33: 12) = A Benjamín dijo: el amado de Jehová habitará confiado cerca
de él; lo cubrirá siempre, y entre sus hombros morará.

Aquí vemos una palabra profética de parte de Moisés a Benjamín. Dice que va a estar
posicionado entre los hombros. Hombros, en la Biblia, siempre tiene que ver con gobierno, con la voluntad
de Dios.

Es decir que Benjamín siempre anda en el centro de la voluntad de Dios. No te olvides que es
posible estar bíblicamente correcto y espiritualmente equivocados. Toda la Biblia es buena, toda la Palabra
es verdad, pero no toda la Palabra es para hoy.

Es tiempo de madurar. Cuando uno es niño y Dios llega, uno juega con Él. Pero cuando uno
madura y Dios llega, uno dice: ¿Qué quieres tú que yo haga, Papá? Y ya no juega, sino que se pone muy
serio. Ahí es cuando Dios te dice: ¡Oye! ¡Puedes hacerlo con seriedad y una gran sonrisa! Nunca lo
olvides; más allá de lo que veas hoy, allí donde te encuentras, la iglesia es algo muy serio.

135 - Ahora es el Tiempo de La Esposa


Resulta poco menos que increíble observar cómo, algunos textos bíblicos, han sido utilizados
como bastiones moralistas, científicos o de educación social. No se discute; la Biblia contiene en su
profundidad, mensajes claros para todas estas áreas de la vida, pero en modo alguno está escrita en
exclusividad para ellas.

Uno de esos casos, es el que tiene que ver con el Proverbio 31, a partir del cual, tanto cristianos
como no cristianos que gustan de repasar cotidianamente esos textos, han tomado por senderos muy
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espinosos sólo por no terminar de creer que el Espíritu Santo tiene otros intereses más altos que modificar
cuestiones domésticas en ciertos domicilios.

(Proverbios 31: 10) = Mujer virtuosa; ¿Quién la hallará? Porque su estima sobrepasa
largamente a la de las piedras preciosas.

(11) El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias.

(12) Le da ella bien y no mal todos los días de su vida.

(13) Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos.

(14) Es como nave de mercader, trae su pan de lejos.

(15) Se levanta aún de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas.

(16) Considera la heredad, y la compra, y planta viña del fruto de sus manos.

(17) Ciñe de fuerza sus lomos, y esfuerza sus brazos.

(18) Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche.

(19) Aplica su mano al huso, y sus manos a la rueca.

(20) Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso.

(21) No tiene temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida
de ropas dobles.

(22) Ella se hace tapices; y de lino fino y púrpura es su vestido.

(23) Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de
la tierra.

(24) Hace telas, y vende, y da cintas al mercader.

(25) Fuerza y honor son su vestidura; y se ríe de lo por venir.

(26) Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua.

(27) Considera los caminos de su casa, y no come el pan de balde.

(28) Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la


alaba: (29) muchas mujeres hicieron el bien; más tú sobrepasas a todas.

(30) Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, esa
será alabada.

(31) Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos.

Hagamos un simple ejercicio para poder comprobar, luego, si lo que te estoy enseñando es o no
es así. Examina estos versos que has leído y saca tus propias conclusiones, tu interpretación personal.
Una vez que lo hagas, entonces por favor sigue leyendo.
205

136 - El Color del Cristal Define


La lectura literal de esta porción del proverbio 31, que tiene mayoritariamente en todos los
ejemplares de la Biblia el subtítulo de “La Mujer Virtuosa”, deja la sensación (Y en este tenor se comenta
en una gran cantidad de trabajos realizados por reconocidos comentaristas), que sólo se trata de un
desglose salomónico relacionado con el ideal de la mujer en su entorno íntimo, familiar y social.

Puede ser, no lo discuto. Principalmente porque a Salomón le podremos endilgar, censurar y


negar muchas cosas, pero en lo que se refiere a su experiencia con la mujer, parecería poco probable.
Tuvo trescientas esposas y setecientas concubinas. Y como centro máximo de su personalidad, a muchos
que toman la historia con una respetuosa cuota de humor, les agrada puntualizar que también tuvo
trescientas suegras…

Sin embargo, al escudriñarlo con discernimiento, (Esto es: verlo con ánimo investigador bajo la
luz y la guía del Espíritu Santo), nos da una pauta diferente; pauta que podemos observar claramente si
reemplazamos a la hipotética mujer del modelo visible, a esa esposa virtuosa literal que ha producido más
de un roce matrimonial, sencillamente por la esposa del Cordero.

Estoy hablando de la Iglesia del Señor. No hablo de Tu congregación. No hablo de MI


congregación. No hablo de LA congregación local. Hablo de la Iglesia. ¡Pero hermano! ¿No son la misma
cosa? Deberían serlo, pero créeme que no siempre.

Iglesia virtuosa, ¿Quién la hallará? Suena mucho más que diferente leído así, verdad? Sin
embargo así podríamos simbolizar la lectura de la primera parte del verso 10. Entonces nos cabe
preguntarnos: ¿Qué es la virtud? Es un término que denota un conjunto de cualidades.

Moralidad, bondad, valor, renombre, excelencia y alabanza entre otras, nada menos. Aquí tú ya
puedes ver que, si bien algunas de estas cualidades son factibles en seres humanos, hay otras que tienen
más relación con la Gran Esposa que con la tuya personal.

Esa con la que un día de hace muchos años te casaste profundamente enamorado; esa misma
con la que hoy a veces discutes porque no alcanzas a ver en ella las condiciones que se mencionan en
este proverbio. Calma; tú no tienes que pensar en una carta de repudio; tú tienes que pedir ayuda al
Espíritu Santo y entender lo que Él quiere revelar en este tiempo.

Ahora bien; si la mujer es la iglesia, el esposo es Cristo. Entonces vemos que una iglesia
virtuosa es corona para Cristo, la cabeza; pero si no lo fuera, es como carcoma a sus huesos. Resulta
incomprensible suponer literalmente un marido enfermo de los huesos o el propio Señor experimentando
esta dolencia. Allí tendremos que indagar qué es la Carcoma.

La carcoma es un debilitamiento de los huesos; una pérdida de consistencia y vigor que puede
llevar, incluso, a su fractura. ¿Quieres completar el cuadro? Recuerda entonces que toda la estructura
ósea es la base, el hierro de construcción donde se asienta la potencia o la impotencia, la fuerza o la
debilidad del cuerpo. ¿Vas entendiendo?

Según Filipenses 4:8, una iglesia debe pensar en incursionar en todo lo que es verdadero,
honesto, justo, puro, amable, con buen nombre y digno de alabanza. Según 1 Pedro 2:9: Linaje escogido,
real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para anunciar, precisamente, las virtudes de
aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable, y según 2 Pedro 1:5, deberá poner diligencia, fe
para añadirla a esa virtud y conocimiento para anexarlo a esa virtud.

El resto del texto señala que cuando la iglesia es así, está por encima de todas aquellas cosas a
las que los hombres le otorgan valor. Y da como ejemplo muy válido a las piedras preciosas, elementos
por los cuales la raza humana se arremete, se roba, se defrauda, se engaña y hasta se mata.

El verso 11 comienza puntualizando que, en ese caso, el corazón de Cristo está totalmente
confiado en ella y que por esto, no le faltará ganancia. Está bien, pero: ¿Qué es la ganancia? Acción y
206

efecto de ganar. Entre otras acepciones populares, hay dos que sintetizan la labor de la iglesia, conforme
al propósito de Dios.

Nº 1: Conquistar una plaza, una posición, esto dicho en términos bélicos, que no es hacerse
simpática para el medio dentro del cual actúa, negociando por allí valores que no son negociables, sino
tomar terreno que le pertenece al reino de Dios, desalojando de allí al usurpador que supone tener
derechos a mantenerlos como propios, cuando Jesús desde la cruz, declaró precisamente la anulación de
todo decreto que pudiera otorgarle esos derechos.

Nº 2: Ganar, también, es llegar al lugar pretendido; al objetivo previsto, a la Canaán


contemporánea. Esto no parece tener nada que ver con tu esposa natural, ¿No? La iglesia no está
plantada aquí para sobrevivir, para entretenerse reuniéndose cada semana. La iglesia está puesta para
cumplir con el propósito divino. Eso es, tener ganancia.

137 - Influjos de Lana y Lino


El verso 12 asegura que una iglesia así le da a Cristo bien, nunca mal; y que lo hace todos los
días de su vida, no solamente los días de reunión, servicio o culto. Dice, además, en el verso 13, que esa
iglesia busca LANA y LINO. La lana es el rótulo del pelo fino, tanto de la oveja como de la cabra. Ahora,
para entender bien lo que significa la lana, deberemos ir más atrás en el tiempo: Mira:

(Isaías 1: 18) = Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta; si vuestros pecados
fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fuesen rojos como el
carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

De lo que se desprende, claramente, que la lana simboliza el cambio que Dios opera en los
pecadores. La iglesia del Señor buscará que todos los pecadores tengan su oportunidad y su posibilidad
de experimentar ese cambio.

El Lino, mientras tanto, era un material textil que se extraía del tallo de la planta del mismo nombre
y que se utilizaba, fundamentalmente, para fabricar el efod, túnica sacerdotal por excelencia. Sin embargo,
hallamos dos escrituras que le otorgan al lino un símbolo tan marcado, tan visible, que se va más allá de la
calidad o el valor de la tela misma.

(Lucas 16: 19) = Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y lino fino, y hacía
cada día banquete con esplendidez.

Esta parábola del rico y el mendigo nos muestra que vestirse de lino fino, es símbolo de riqueza y
esplendor. Ese, y no otro, es el destino de la Iglesia del Señor. La miseria no figura en el plan de Dios para
sus hijos. Humildad y cierta pobreza, puede ser; el grupo apostólico era muy heterogéneo en ese sentido,
pero miseria, no.

La miseria es una patraña del diablo, urdida para ridiculizar – en la persona de sus hijos -, al pueblo
de Dios y para fabricarle, ante el mundo, un aura de grupo de menesterosos clamando por ayuda,
subsidios o complacencias gubernamentales, mientras se dedican a la religión porque en la sociedad no
tienen espacio porque están idos, dementes, alienados, locos. Más o menos así es la lectura.

A todo eso le debemos, todavía, y por influencia cultural muy fuerte, la proliferante teología de la
miseria, en la que muchos sobreviven alegremente, no sólo no batallándola, sino incluso acariciándola,
cuidándola, mimándola, porque están fiel y sinceramente convencidos que, mientras más miserable sea su
pobreza, más cerca estarán de Dios.

No saben que en la realidad, es en esa situación y por una serie de importantes y válidas razones
que no hacen a este tema, cuando más lejos se encuentran. Lo mismo, exactamente lo mismo, va a
suceder con la antípoda de esta doctrina, que es la de la Prosperidad, con un mensaje que te dice a ti que
si no eres rico y poderoso, algo anda mal en tu relación con el Señor, porque los cristianos están
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destinados a ser todos multimillonarios. La falta de conocimiento del pueblo lo ha llevado a militar en estos
terrenos perdiendo tiempo, años y hasta cosas más esenciales por esa causa.

(Apocalipsis 19: 7) = Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado


las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.

(8) Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente;


porque el lino fino es las acciones justas de los santos.

Supongo que está lo suficientemente claro como para no necesitar explicaciones. El lino es la
vestimenta de la iglesia, los santos, porque simboliza sus acciones justas. Ya no me parece, estoy cada
vez más convencido que esto no tiene absolutamente nada que ver con tu esposa, hermano…

(Verso 13) = Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; (¿Quién estaba vestido así?) y
su nombre es EL VERBO DE DIOS. (Punto aclarado: es Cristo.) Y los ejércitos celestiales, (Que
es la iglesia en gloria) vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos
blancos.

¿Tú tienes interés en formar parte de esta Iglesia victoriosa y gloriosa? Olvídate de tu esposa,
entonces, de aquí en más y cada vez que leas el Proverbio 31. El lino no es un sueño salomónico, el lino
es tu ropa por excelencia de acuerdo con el propósito de Dios.

¿Estás tú en indiscutibles condiciones de vestirte de esa ropa de privilegio? Si no lo estás,


acomoda todas tus cosas visibles y ocultas ante la presencia de Dios. Hay tiempo; hay perdón, hay
redención, hay restauración.

El verso 14 habla de que la esposa es como nave de mercader que trae su pan de lejos. ¿Qué es
una nave sino un elemento utilizado para recorrer distancias sobre el agua de la bendición arrastrada por
los vientos del Espíritu Santo y con destino a objetivos precisos? Muy bien, pero si eso es así, la figura de
un mercader, hombre no demasiado simpático en el marco histórico, debe tener un símbolo muy concreto
para que haya sido añadido, verdad? Lo es, mira:

(Mateo 13: 45) = También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca
buenas perlas.

Listo. Cerrado el círculo. La esposa virtuosa, la Iglesia, navega sobre aguas de bendición en el
Reino de Dios, no arriesgando zozobrar y hundirse ante las antojadas tormentas que fabrican los
demonios. Obviamente, ayudados inconsciente o conscientemente por algunos religiosos.

Y que trae su pan, (Es decir: su alimento), de lejos. No de la sabiduría humana; no de la cocina
centralizada del intelecto, la fraseología o la terminología teológica y religiosa, sino de lejos, del origen y
principio de todos los principios: Cristo Jesús.

138 - Hora de Utilizar el Aceite


El verso 15 dice que se levanta aún de noche, en la mayor oscuridad, en la máxima crisis,
donde es imposible ver algo, y alimenta igual a su familia y a todo el que se acerca a su casa, donde
también están sus hijos y sus criados, los siervos, los recién llegados.

El versículo 16 agrega que considera la heredad, que es un derecho sólo reservado para los
hijos. Porque los siervos son salvos, pero no heredan. Los que heredan son los hijos, no los siervos. Y que
además planta una VIÑA.

¿Qué es una viña? ¿De qué elementos se compone? Veamos: tiene cereal, (Alimento), tiene mosto
(Avivamiento), tiene obviamente vino, (Revelación) y posee también una higuera. ¿Una higuera? Y sí; una
higuera; la Biblia siempre lo menciona.
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Es cierto, pero me surge la pregunta: ¿Y qué puede estar haciendo una higuera en una viña? Es
espiritual, decididamente. La viña es el pueblo, conjunto, bloque, montón, pero la higuera, según Jeremías
24 entre otros, es el Remanente.

Trabajar en una viña, además, necesita de cierta pericia. No lo va a hacer cualquiera por mejor
buena voluntad que tenga. Necesita poseer las condiciones, el conocimiento y la sabiduría precisa.
Además de ello, hace falta mucha mano de obra, ya que se debe sembrar, cercar, labrar y, finalmente,
cosechar. Cristo es la vid, nosotros los pámpanos. ¿Tú quieres ser un pámpano de esta viña? Trabaja
duro, entonces.

El verso 17 nos dice que ciñe de fuerza sus lomos. Los lomos, en toda la escritura, son el
auténtico símbolo de la capacidad de reproducción.

El verso 18 vuelve a recordar la noche, la oscuridad, la crisis, para acotar que allí tampoco se
apaga su lámpara. ¿Qué es una lámpara? Literalmente, una vasija de barro cocido o metal con una
mecha empapada en aceite.

¿Y qué es lo que la mantiene encendida? El aceite, la unción. Una Iglesia plena y rebosante de la
unción del santo puede alimentar a sus ovejas aún en el medio de la noche más oscura y cargada de feos
presagios y augurios.

El verso 20 dice que alarga su mano al pobre y también al menesteroso. Te está diciendo
que tiene capacidad para sacar de donde está al que espiritualmente está en ruinas y también ayudar al
carenciado que simplemente tiene hambre.

Pero cuidado: la acción social de la Iglesia es un efecto, no la gran causa prioritaria. Es un


ingrediente más de la personalidad de Cristo representada allí, no su razón de ser. No tengo tiempo y
espacio, pero por favor lea Efesios 4:28 y Hebreos 13.16 .

Dice luego, en el verso 21, que no teme a ninguna de las inclemencias naturales porque está
vestida (Recuerde, de lino fino), con ropa doble. ¿Cómo se entiende esto? No le busques demasiadas
vueltas ni traigas nada de los cabellos. Sencillamente, tiene inmunidad espiritual. Si Dios con ella, ¿Quién
contra ella? Porque todo lo puede en Cristo que la fortalece.

Vuelve a señalarnos en el verso 22 que se viste de lino fino y también de púrpura. Quiero
recordarte que la púrpura, era la vestimenta que caracterizaba a los reyes, a los magnates y a los ricos.
¡No es símbolo, es promesa! Somos miembros de un Reino de reyes y sacerdotes.

El verso 23 dice que el marido, a causa de ella, es conocido en las puertas. ¿Sabes qué es
una puerta, en definitiva? Es el carácter de una ciudad. ¿Es Cristo conocido en toda su ciudad, su pueblo
o su aldea, por causa de su esposa, la Iglesia de ese lugar? ¿Lo es ya?

Mira lo que añade el verso 25. Su vestidura se caracteriza por fuerza y honor. Fuerza,
Fortaleza, es el símbolo del poder y la protección de Dios y Honor, calidad de honorable, nos enseña que
es digna de ser honrada, no basureada, minimizada, ridiculizada, oprimida, raquítica o dependiente de
hombres y nombres ilustres, tanto sean de adentro como de afuera.

El verso 26 nos recuerda que cuando abre su boca, lo hace con sabiduría, no con críticas al
estilo de los noticieros de televisión, ni con concepciones humanísticas, filosóficas o psicológicas. Porque
su comportamiento global, - dice -, se enrola en la ley de la clemencia, es decir, de la misericordia.

Una iglesia legalista, sin compasión, sin misericordia por el pecador, (Aunque de hecho, deteste el
pecado), es tan infértil como una iglesia apática, indiferente y encerrada en sus ritos, organizaciones,
celebraciones y disputas internas o reglamentos religiosos sin contenido.

139 - Examinando la Ley de Dios


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(Salmo 37: 30-31) = La boca del justo habla sabiduría, y su lengua habla justicia. La ley de Dios está en su
corazón; por tanto, sus pies no resbalarán.

Nos sigue diciendo, el Proverbio 31, en el verso 27, que la mujer virtuosa considera los caminos de su
casa.Y cuando dice Camino, no habla de senda o sendero construido o trazado, sino de una idea que
encierra un movimiento progresivo. Dijo un poeta secular que el hombre, hace camino al andar.

Muy bien: la Iglesia hace su camino, andando; pasando todos juntos por el mismo lugar y por
primera vez. Al igual que Josué en su ruta a Canaán, hoy la Iglesia viaja a ese Canaán espiritual como un
cuerpo, donde nadie puede arrogarse experiencia previa, sencillamente porque nadie pasó antes por este
lugar donde estamos hoy.

Sus hijos, dice el verso 28, la llaman bienaventurada. Aquí la palabra utilizada, es la palabra ashar, y
significa: feliz, bendecida, próspera, exitosa, derecha y correcta. Ser correcta, ese es el significado preciso
de ser bienaventurada.

(Salmo 72: 17) = Será su nombre para siempre, se perpetuará su nombre mientras dure el sol. Benditas serán
en él todas las naciones; lo llamarán bienaventurado.

Si lo llaman bienaventurado a Cristo todas las naciones, eso nos cabe a nosotros como su cuerpo.
Ser correctos. Eso es exactamente lo que significa. Entonces pregunto: ¿Somos correctos? ¿De verdad
lo somos? Entonces somos bienaventurados. El mundo no sólo quiere verlo, necesita verlo.

(Malaquías 3: 10) = Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto,
dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que
sobreabunde.

(11) Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el
campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.

(12) Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable. (Esto es: Ser Correctos.
No en el templo, no en el culto, no en la reunión. No alcanza. En todas partes. Eso es Iglesia según la
óptica y los ojos de Dios) dice Jehová de los ejércitos.

Engañosa es la gracia y vana la hermosura, añade el verso 30. Es muy cierto. Hay cientos de iglesias
que contienen hermosura por donde tú las mires. Tienen gracia, tienen excelencia en la alabanza, en la
adoración, la música, la organización, el mensaje, la sobriedad; ¿Qué más se puede pedir? Simple. Sólo
una cosa más: ¡Que sea de Jesucristo!

¡Pero hermano! Si tiene todo eso que usted está diciendo, ¿Cómo vamos a pensar que no es de
Dios? Créeme que a mí no me importa demasiado lo que una congregación muestra, o lo que vemos con
nuestros ojos naturales en ella. La Iglesia de Dios no está puesta para ser observada, analizada, evaluada
y rotulada conforme a nuestros ojos naturales. La Iglesia de Dios se discierne espiritualmente.

Si está entronizado Cristo como cabeza real y se mueve con libertad el poder del Espíritu Santo, es
de Dios. Si algo de eso está disminuido, atenuado, neutralizado, manipulado o directamente inexistente:
Babilonia; paralelo muy parecido a la iglesia, pero que no es la iglesia. La Iglesia que tiene sabiduría y
victoria, es la que teme a Dios.

Y finalmente, el verso 31, concluye con esta expresión: Alábenla en las puertas de sus hechos.
Clarísimo es que esto no tiene nada que ver con tu esposa. ¿Tú piensas seriamente que por más que ella
sea una mujer-diez, y tú estés sumamente contento con sus talentos, tu ciudad, tu pueblo, tu país le va a
fabricar canciones de elogio por eso?

Lo más probable es que alguna de esas señoras gordas (Cuidado: gordas de adentro, de alma, de
carnalidad, no de afuera), medio envidiosas, salgan a decir que sí, que parece muy buena, pero que puede
ser una “mosquita muerta” de esas que...
210

Por lo que yo he visto hasta ahora, tanto a mi ciudad como a cualquiera de las que tienen que ver
con quien lea esto, los tiene sin cuidado la Iglesia del Señor. A excepción de la consideración pequeña,
tímida, para con alguna congregación determinada por alguna obra específica: un asilo, un geriátrico, un
trabajo con droga-dependientes, un comedor comunitario, un hogar de tránsito, una escuela o una
fundación, cosa que nos llena de alegría y que están muy bien, en el resto nos ignora. Ah, y si puede, nos
ridiculiza o nos da con un palo crítico por la cabeza.

Pero la Palabra dice que será alabada por sus hechos. Esos que termino de describir, ¿Son los
hechos? No. Hechos, son sucesos de Dios. Obras, en tanto, son sucesos de hombres. ¡Pero hermano!
¿Qué diferencia hay? Mucha.

Las obras, sucesos de los hombres, son los que le acabo de mencionar. Los hechos, los sucesos
de Dios, son: Conversión, Redención, Perdón de Pecados, Salvación, Vida Eterna, Sanidad Física,
Sanidad del Alma, Liberación.

De eso, al menos que yo sepa, y fuera del que podemos denominar como “ambiente evangélico”,
nuestras ciudades están al margen. Recuerda esto: el mundo siempre estará dispuesto a aplaudir las
buenas obras del cristianismo; lo que el mundo todavía rechaza por una simple cuestión de guerra
espiritual, es a Cristo.

140 - Esos Asuntos Escondidos


De los cientos de miles de predicadores, maestros, apóstoles, profetas, pastores y proclamadores
del evangelio, sólo un mínimo porcentaje emite su mensaje desde la revelación. La gran mayoría que
constituye el resto, lo hace a partir de toda su sabiduría adquirida en seminarios, institutos o universidades
teológicas.

Allí han recibido mediante el estudio sistemático, determinados parámetros e indicadores que
constituyen lo que se considera una muy buena base como capacitación necesaria para ejercer esa labor.
No le hace. No voy a ofender a nadie diciendo que eso no sirve ni es importante, pero tampoco engañar
expresando que es básico y obligatorio, como nos han enseñado.

Hoy por hoy siguen siendo aquellos que a veces sin ningún tipo de instrucción ni título habilitante,
pero que se mueven por la Palabra revelada, los únicos que verdaderamente alimentan al pueblo de Dios.
Los demás, sólo traen información. Buena para agregar al alimento, pero jamás para reemplazarlo. Y eso,
en el mejor de los casos. En los peores, entretenimiento, comercio, manipulación, etc.

El motivo: la Biblia misma, conjuntamente con la historia, dejarán en evidencia que sólo la
revelación produce autoridad. Y sólo autoridad divina produce obediencia y sujeción. El paralelo clásico no
es de Dios, reitero; se llama Manipulación y, globalmente, es Hechicería.

Ahora vamos a probarlo, para que si alguien comenzaba a enojarse conmigo, varíe un poco su
postura y se enoje, - si quiere y se atreve -, con la mismísima Biblia. En principio, nuestra palabra
revelación, habla de Re-Velar, que es volver a velar, sacar, mover, correr y descorrer un velo.

A esto lo confirma plenamente la palabra griega que la traduce, que es apokaluptus, de donde
sacamos la nuestra apocalipsis, que se traduce fielmente, como “descorrer el velo”. Nosotros, desde
allí, hemos estudiado acertadamente que ese acto, implica descubrir lo que estaba escondido, que en
sentido general es, efectivamente, el principal objeto de la revelación. Sin embargo, eso no es todo.

Escudriñando el símbolo del velo, nos encontramos con que el que usaban las personas,
representaba la “señal de autoridad”, razón por la cual Pablo aconsejaba cubrir sus cabezas con un velo
a las mujeres en la iglesia.

Si revelación es “descorrer el velo”, y si este acto era el que realizaba el sacerdote al oficiar, se
entiende que el acto sintetizaba la liberación de su autoridad. Por lo tanto, esto completa el panorama que
211

nos asegura que sólo con revelación divina nuestra palabra tiene verdadera autoridad, mientras que todo
lo demás será, simplemente, ejercicio de poder humano.

El otro velo, el del templo, tenía un valor litúrgico, que demarcaba el lugar más sagrado del
santuario y su ruptura, así como su corrimiento, eran símbolo del acceso del creyente directamente a Dios,
sin hombres intermediarios, mediante el sacrificio de Cristo.

Revelación, entonces, es producto de la relación directa con el Señor que, por lógica
consecuencia, produce una autoridad que no puede ser frenada, ni postergada, ni reemplazada por los
hombres. Aquí es donde cabe la primera pregunta: ¿Cuál es la fuente real y concreta de la revelación?

(Daniel 2: 28) = Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey
Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama.
(Una de las formas que Dios – fuente de esta y todas las revelaciones – elige para traerlas, son los
sueños. Eso no quiere decir, por supuesto, que todo sueño deba ser tomado como una revelación ni que
toda cosa sobrenatural provenga de Dios. Es mucha la gente cristiana que olvida que los demonios
también provienen del mundo sobrenatural)

(Verso 30)= Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los
vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que entiendan los pensamientos de tu corazón .
(Aquí vemos que Dios no le da una revelación a alguien porque sea especial o “fuera de serie”, sino para
que cumpla con su objetivo que, en este caso específico y tomado como ejemplo, era el de alertar al rey.
Finalmente, luego de toda la declaración de Daniel, el rey mismo confirma el hecho.)

(Verso 47) = El rey habló a Daniel, y dijo: ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses y señor de los reyes, y
el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio.

Aquí es un incrédulo, pagano e impío el que lo declara. Dios es quien revela los misterios y hace
que nosotros, llegado el caso, podamos desentrañarlos. Dios; primera fuente de toda revelación. Pero
claro: ¿Quién se entrevista a diario con Dios?

141 - ¿Quién Decís que soy Yo?


(Juan 1: 18) = A Dios nadie le vio jamás; el unigénito hijo que está en el seno del
Padre, él le ha dado a conocer.

Cuando dice unigénito, aquí, no sugiere el nacimiento terrenal de Jesús, sino que describe la
relación amorosa y única del Hijo con el Padre. Pero está diciendo algo más: está diciendo que al Dios
Padre, con el cual nadie tiene trato directo, sólo se puede llegar a través de Cristo, el Hijo.

Y esto, a la luz de las grandes doctrinas supuestamente cristianas que luego han proliferado, no es
poca cosa, créeme. Dice que Él es quien lo da a conocer. Por lo tanto lícito es interpretar que Jesucristo
es, para muchos y determinados casos, fuente también de revelación.

(1 Corintios 2: 9) = Antes bien, como está escrito: cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni
han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.

(10) Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aún lo profundo de Dios.

Aquí se sigue señalando que la fuente de toda revelación es Dios, cosa de lo que ya no caben
dudas. Sólo que en este caso es la tercera persona de la Trinidad, el Espíritu Santo, quien actúa en lo
ejecutivo. Y esto mucho más allá de lo que tú creas, te hayan enseñado o pienses respecto a la Trinidad
como tal. Leo la Biblia y la Biblia dice lo que dice; ni quito ni añado.

Dos elementos son necesarios para conocer las cosas de Dios: una revelación de Dios a través del
Espíritu y una respuesta espiritual apropiada del ser humano. Porque el hombre, por sí mismo, jamás
212

podrá acceder a revelación espiritual alguna. Es incoherente suponer lo contrario. Recuerden aquel
episodio cuando Jesús pregunta a sus discípulos:

(Mateo 16: 15) = Él les dijo: y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?

(16) Respondiendo Simón Pedro, dijo: tú eres el Cristo, el hijo del Dios viviente.

(17) Entonces le respondió Jesús: bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque
no te lo reveló carne y sangre, sino mi padre que está en los cielos.

¡Qué sensacional Pedro! ¿Cómo podría sentirse, hoy, cualquiera de nosotros, si pasáramos una
experiencia tan gloriosa como la que vivió Pedro, al recibir de Jesús tamaña expresión de aprobación?
Fíjate que nos enorgullecemos horrores cuando nos aplauden cuatro ancianitas después de cantar un
corito como solistas.

Así es que, seguramente, y a menos que tuviéramos un genuino ataque de humildad, por lo menos,
pretenderíamos el cargo que sigue al principal en la iglesia, sino el principal mismo, ya que derechos nos
sobrarían, ¿No?

Sin embargo, no es tan así. Este mismo Pedro, casi al momento siguiente, es frenado
abruptamente en una supuesta defensa de Jesús con un: ¡Apártate Satanás!, por dejarse llevar por su
alma y sus emociones. Independientemente de lo que ahora sigue, debo decirte que así es esto; hoy eres
un ungido operando para el Reino y, si eres débil o andas en la carne, al segundo siguiente eres diablo.

Lo que sucede es que, - lo sabemos -, Dios es Espíritu. Y todo espíritu necesita un cuerpo, tanto
para ser visto como para expresarse. Por lo tanto, es lícito interpretar que, - en aquel marco de absoluta
carencia informativa -, cuando Pedro declaró que Jesús era el Cristo, el Espíritu de Dios habló por su
boca, ya que Pedro jamás podría haberlo ni siquiera intuido por sí mismo.

Pero también cuando comienza, luego, a reconvenirlo a Jesús por el evento de la cruz que se
avecinaba, un espíritu habló por la boca de Pedro, aunque en este caso no fue el Santo de Dios,
precisamente. Con la revelación de los misterios de Dios, también hubo instrumentos, canales por donde
fluyeron las buenas nuevas. La Biblia nos da detalles de algunos de ellos.

(1 Pedro 1: 10) = Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros,


inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salutación.

(11) Escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que
estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que
vendrían tras ellos.

(12) A estos, (A los profetas) se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros,
administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el
evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los
ángeles.

Aunque los profetas del Antiguo Testamento tuvieron una visión incompleta de los acontecimientos
que rodearon a la venida de Cristo, fueron tremendos instrumentos, de todos modos, que anunciaron
gracias al Espíritu, esta salvación que los cristianos ahora tenemos y que también experimentarán en el
futuro todos aquellos que la acepten por fe.

En esto podemos comprobar, asimismo y una vez más, que el Antiguo Testamento aporta
elementos claves y precisos para la comprensión e interpretación del Nuevo Testamento, tal como
“Sombra de lo que habría de venir”.
213

(Daniel 10: 1) = En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel,
llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero él comprendió la
palabra, y tuvo inteligencia en la visión.

142 - El Señor de los Reyes


Este versículo resume los capítulos 10, 11 y 12. Se refiere al 536 antes de Cristo, unos dos años
tras el retorno de Zorobabel, tal como se puede leer en el libro de Esdras 3:8. Resulta más que notorio,
entonces, que el Espíritu de Dios utilizó para la revelación de la que estamos hablando, un instrumento
llamado Daniel.

Un muchachito que pertenecía a una familia de la clase alta de Jerusalén que fue deportado, con
otros miembros de la nobleza, a Babilonia. Allí vivió mucho tiempo como instructor en la corte de
Nabucodonosor, para convertirse luego en asesor de monarcas extranjeros, una historia de sesenta años
vivida por este muchacho cuyo hombre significa “Dios es mi juez”.

(Hebreos 1: 1) = Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro


tiempo a los padres por los profetas, (2) en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo,
a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;

Lo primero que tenemos que encontrar, aquí, es que dice que Dios no solamente habló en otros
tiempos muchas veces a través de los profetas, sino que también lo hizo de muchas maneras. Esto va
dedicado, por así decirlo, a todos aquellos que gustan de endilgarle a la comunicación de Dios una
metodología determinada, fija e inamovible.

Pero después se refiere, aquí sí, a otro de los instrumentos de la revelación de Dios: Jesucristo. Él
trajo un mensaje directo de Dios sin pedir permiso a la iglesia estructural y organizada de su tiempo, que
se mostraba como la propietaria indiscutida de ese mensaje.

(Gálatas 1: 15) = Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi
madre, y me llamó por su gracia, (16) revelar a su hijo en mí para que yo le predicase, entre
los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre, (17) ni subí a Jerusalén a los que
eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.

Es indudable que sólo una intervención divina podía transformar súbitamente a Pablo de un
fanático judío a un celoso misionero cristiano. Además, no recibió ninguna instrucción humana
posteriormente a su conversión. Fue Dios mismo quien le reveló la sustancia del evangelio en Arabia.

De ese modo, Pablo se transforma en otro de los instrumentos usados por Dios como eje de la
revelación a su pueblo. Sin embargo, y a la luz de tanta confusión con este tema, es necesario entender
que la verdad divina que surge de una revelación, siempre tiene características muy singulares que la
hacen reconocible, He aquí algunas, a partir de la Palabra.

(Daniel 2: 47) = El rey habló a Daniel, y dijo: ciertamente el Dios vuestro es Dios de
dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este
misterio.

Hay algo que es inapelable. No interesa de qué se trata, no importa en qué momento y bajo qué
condiciones llegue. Una revelación siempre surge en Dios. Aquí vemos que quien reconoce esta situación
es un rey pagano como Nabucodonosor.

Lo primero que este hombre ve es que lo que Daniel ha hecho (Interpretarle un sueño) obedece a
un poder sobrenatural. Y lo segundo que hace, es adjudicarle ese poder a un Dios que desconoce, pero al
que denomina como “Dios de dioses y Señor de reyes”, una autoridad de tal calibre como rey alguno
adjudicaría jamás.
214

Fíjate que más adelante, y en otra historia que se encuentra dentro de este mismo libro, un rey
impío recibe una palabra profética que señala que El rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y
se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y
prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá.

Como detalle anexo, habrá que consignar que la interpretación dispensacionalista dice que este rey
es la cabeza del imperio romano, el “pequeño cuervo” del capítulo 7 de Daniel, el anticristo. Este pasaje
predice su fin, cuando nadie salga en su auxilio y sea destruido por Cristo.

Así se describe el fin de los regímenes y gobernantes de este mundo. La interpretación clásica,
mientras tanto, considera al pasaje como una referencia a Antíoco Epifanías, arquetipo de anticristo. De
cualquier manera, el hecho no surge de una idea humana, sino de algo que viene de Dios.

(Hebreos 1: 1) = Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro


tiempo a los padres por los profetas, (2) en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo,
a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.

Esta expresión utilizada en el inicio de este texto, determina algo que es muy claro y concreto: que
Dios ha hablado, Nº 1: muchas veces, y Nº 2, de muchas maneras. Sería muy atinado e interesante,
entonces, indagar sobre cuáles han sido esas maneras, porque significan al mismo tiempo, las formas en
que una revelación puede ser brindada al pueblo.

Daniel 2: 3, dice que puede ser en sueños: Y el rey les dijo: he tenido un sueño, y mi
espíritu se ha turbado por saber el sueño. Ezequiel 8:4 agrega que también puede ser en visiones,
cuando dice: Y he aquí, allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había
visto en el campo. Cosa que confirma el mismo Ezequiel 11:24, cuando relata: Luego me levantó el
espíritu y me volvió a llevar en visión del Espíritu de Dios y a la tierra de os caldeos, a los
cautivos. Y se fue de mí la visión que había visto.

Otra forma de revelación es por medio de ángeles, tal como vemos en Zacarías 1:9: Entonces
dije: ¿Qué son estos señor mío? Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: yo te enseñaré lo
que son estos. En el caso de Moisés, la revelación se la trajo una zarza en llamas. Éxodo 3:4: Viendo
Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés! ¡Moisés! Y él
respondió: heme aquí. Y, finalmente, la más clara de las revelaciones por la Palabra, tal como se ve
en el libro de Génesis, 12:1: Pero Jehová había dicho a Abraham: vete de tu tierra y de tu
parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.

(Salmo 19: 1) = Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de
tus manos.

(2) Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.

Podríamos leer el salmo completo y el resultado sería el mismo. A partir de los cielos, siguiendo
con el firmamento, que es el espacio abierto de los cielos. Y concluyendo con el día y la noche, es más
que notorio que la o las revelaciones del Señor también se manifiestan a partir de su propia Creación.

El movimiento pagano esotérico de la Nueva Era sostiene y enseña que ÉL está en la naturaleza,
cosa que confirman leyendo de una forma artera este pasaje. Sin embargo, no cuesta demasiado, salvo
que se esté espiritualmente ciego o sencillamente necio, observar que este Dios nuestro está
indiscutiblemente por sobre su Creación, no dentro de ella.

Y también por sobre la naturaleza de su creación y no dentro de ella. Por eso decimos y no nos
equivocamos que nuestro Dios es sobrenatural. De allí que no deben llamar atención los milagros, que
como todos sabemos, no son nada más que una alteración al orden natural. Esta es, entonces, una forma
implícita de revelación a través de toda la Creación.
215

143 - Las Verdaderas Revelaciones


Efesios 1: 15) = Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor
para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para
que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento
de él.

Para conocer el peso y la dimensión de la vida de oración en la iglesia primitiva, habría que
estudiar el contenido de las dos oraciones de Pablo registradas en esta carta a los Efesios en los versos
16 y 23 de este capítulo, y también en 3:14-21.

En cuanto a la sabiduría y la revelación, es evidente que existen dos notorias escuelas que emiten
diferentes juicios. Una, consigna que tanto la sabiduría como la revelación, se reciben por acción del
Espíritu Santo de Dios por cualquiera de las vías que antes hemos mencionado, mientras que la otra nos
asegura que estas palabras no deben ser interpretadas como elementos místicos, ya que sabiduría tiene
que ver con principios prácticos y funcionales, y que revelación se refiere a una percepción clara y a un
entendimiento aplicable.

Cada uno puede inclinarse por la que mejor encaje con su pensamiento. No le hace, Dios sabe que
uno de los dos está total y absolutamente equivocado, ya que el Espíritu Santo es uno y es –
esencialmente – coherente. Lo único que diré al respecto, es que Dios es Espíritu, - al menos eso es lo
que la Biblia dice de Él -, y de ninguna manera, materia.

(Romanos 16: 25-27) = Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según
la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, pero que ha sido manifestado ahora, y que
por las escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para
que obedezcan a la fe, al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre.

En principio, lo que vemos nítidamente, es que una revelación es algo que se descorre o se
descubre desde un lugar oculto. Luego dice que ha sido revelado por la Escritura de los profetas. Se
refiere, naturalmente, al Antiguo Testamento. Pero deja en evidencia algo que resulta más que notorio:
todo esto está siendo revelado ahora.

(Efesios 3: 1) = Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles, (2) si es que
habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros, (3) que por revelación me fue
declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, (4) leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento
en el misterio de Cristo, (5) misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como
ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: (6) que los gentiles son coherederos y miembros del
mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio, (7) del cual yo fui hecho ministro
por el don de la gracia de Dios, que me ha sido dada según la operación de su poder.

Pablo reflexiona que su misión es ayudar a judíos y a gentiles a aceptarse mutuamente, como
coherederos del pacto de salvación. Este misterio resultaba particularmente extraño para los judíos del
Antiguo Testamento, y no fue entendido ni por ellos ni por los gentiles, hasta la venida de Jesús.

Esto significa que una revelación, esencialmente, comunica una verdad. Jesús dijo: Yo Soy el
Camino, la Verdad y la Vida. Por lo tanto, cuando una supuesta revelación no revela a Cristo, no es
revelación de Dios. Ahora habría que repasar detenidamente a más de una que habrás escuchado por allí,
¿Verdad?

Visto todo esto, muy bien cabe preguntarnos y preguntarle a quien esté dispuesto a responderlo,
¿Por qué hay tanta resistencia dentro mismo de la iglesia del Señor a lo que tiene que ver con una
revelación? Y no hablo de alguna determinada denominación, hablo de todas en su conjunto.

¿Por qué, si la Biblia lo expresa con tanta claridad y los grandes hombres del evangelio no lo
disimulan ni lo ocultan, otros hombres que ahora dicen haber sido levantados para la misma labor, resisten
todo esto y desean caminar, - aseguran – sobre caminos más firmes?
216

Para entenderlo, habrá que remontarse brevemente al Génesis. ¿Qué le dice Dios a Adán cuando
lo coloca sobre su Creación? Le dice que la sojuzgue, que la domine, que la controle. ¿Por qué le da esa
directiva?

Porque Adán, hasta allí, estaba sujeto a la voluntad divina, por lo tanto todo lo que decidiera con
relación a ese dominio, a ese sojuzgamiento y a ese control, iba a tener que ver irremisiblemente, con la
voluntad de Dios al respecto. Adán sólo sería canal de la idea de Dios.

Cuando Adán cae, inmediatamente pierde contacto y comunión con su Creador. Se queda solo y,
lo primero que experimenta, es miedo. Por eso se cubre su desnudez, cosa que hasta allí no le afectaba ni
le preocupaba.

También en la caída, Adán pierde todos los derechos que tienen que ver con el reino de Dios y su
justicia, pero hay algo que su naturaleza humana y terrenal no pierde, ni perderá jamás: el íntimo y
profundo deseo de seguir sojuzgándolo todo, dominándolo todo y controlándolo todo.

Sólo que, a partir de ese evento de su caída, todo ese sojuzgamiento, dominio y control ya no se
hace conforme a la voluntad de Dios, sino conforme a la voluntad de la carne de Adán, de sus propias
ideas, ambiciones e intereses.

Hoy, todos aquellos que responden a la figura de este último Adán y que se encuentran en la
conducción de alguna parte del pueblo de Dios, proceden del mismo modo. Y si hay algo que nunca
pudieron controlar, que saben que no podrán hacerlo jamás y que los preocupa, los asusta y los pone en
riesgo de pérdida total de sus privilegios materiales, ese algo es una revelación de Dios.

Porque saben perfectamente que cualquier revelación que provenga del Dios que han decidido
postergar, será en contra de sus ideas, intereses y disposiciones. Entonces la niegan, se oponen y la
combaten. Y, por lógica consecuencia, harán exactamente lo mismo con cualquiera que sea portador de
ella.

Alguien dijo alguna vez y con mucho tino, que lo peor de lo peor de las religiones, es creerse
dueñas de Dios. ¿Es que alguien podría imaginar tamaña barbaridad como es la de pensar que Dios tiene
un dueño? Fíjate que independientemente de la supina incoherencia que esto implica, debo decirte que sí,
que no son pocos los que lo han imaginado y hasta enseñado con valor doctrinal.

144 - Historia de Huesos Secos


Hay un texto, en el libro del profeta Ezequiel, que tiene directa connotación actual, como sucede
con casi todo el contexto bíblico. Es mucha la gente que separa el Antiguo Testamento y Nuevo
Testamento como si se trataran de dos mensajes diferentes, e indudablemente se equivocan. No hay dos
dioses, es el mismo.

Porque olvidan que cuando Pablo le dice a Timoteo que toda la Escritura es apta para enseñar,
redargüir e instruir en justicia, no se está refiriendo precisamente al Nuevo Testamento, que en todo caso
recién allí se estaba escribiendo, sino a toda la palabra. Historias literales, principios espirituales. Presta
atención al detalle, verso por verso, y lo que en cada caso nos deja.

(Ezequiel 37: 1) = La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio
de un valle que estaba lleno de huesos.

La “mano” de Jehová, aquí, representa la presencia, la unción de Dios, mientras que el valle lleno
de “huesos” la época de la crisis, de la necesidad. Es decir que, cuando la unción de Dios viene sobre mí,
no es para llevarme a lugares tranquilos y bonitos, sino para introducirme en intrincados laberintos de
crisis y necesidad. Porque allí es donde habrá de producirse vida, que es la esencia del evangelio.

(2) Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor, y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y
por cierto secos en gran manera.
217

Este verso, entre otras cosas que tú quieras hallar, nos está mostrando que no podemos de
ninguna manera, quedarnos con las apariencias, con lo que vemos con nuestros ojos naturales. Muy por el
contrario, en cada cosa, deberemos buscar qué es lo que, exactamente, tiene Dios para nosotros.

(3) Y me dijo: Hijo de Hombre, ¿Vivirán esos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.

Esto, a mí, me ha hecho aprender algo muy específico y concreto: cuando Dios me hace una
pregunta, no está buscando información. Él lo sabe todo. Lo que está haciendo, es tomarme examen.
Entonces es aquí donde deberemos tener muy especial cuidado en lo que vamos a responder. No
podemos darle a Dios cualquier respuesta como para cumplir.

(4) me dijo entonces: profetiza sobre esos huesos, y diles: huesos secos, oíd palabra de Jehová.

¡Ridículo! Esta sería la única expresión lógica que podría escaparse de cualquier hombre o mujer
racional que fuera testigo de esta escena, verdad? Sin embargo hay una enseñanza muy clara aquí: no
importa el estado en que se encuentren aquellos que te rodean.

Aquí te está mostrando claramente que, aunque reine la muerte, se escuchará tu voz y, por
consecuencia, la voz de Dios por tu intermedio. No decides tú cuando y a quien, simplemente obedeces lo
que Dios decide. Eso es ministerio.

(5) Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: he aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.

Fíjate que no dice algo así como: “A mí se me antoja que estos huesos tomen vida” y después:
¡Zápate! ¡Abracadabra! ¡Eureka! ¡Ya están vivos! ¡Aleluya! ¡¡Huauu!! No dice eso. Dice que tiene que
hacer entrar el Espíritu para que vivan. Esto significa que, donde hay Espíritu, sí hay vida.

(6) Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en
vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.

Aparentemente este verso, además de delinearte a ti en lo natural que habrás de darle fisonomía
estética a esos huesos, además de vida y reiterarte esto último, te deja en claro otro principio: donde hay
espíritu y hay vida, por lógica consecuencia, hay conocimiento de Dios.

(7) Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor, y los
huesos se juntaron cada hueso con su hueso.

A veces cometemos el error de naturalizar a Dios. Dios es sobrenatural y lo que para nosotros es
impactante por lo sobrenatural, para Él es lo más natural. El principio aquí, es básico en torno a esto:
cuando nosotros declaramos la palabra con fe y con autoridad, Él se mueve. Y cuando Él se mueve, no
hay hombre que pueda predecir qué es lo que hará, y mucho menos, cómo lo hará.

Y luego tenemos la palabra declarada. Hace unos años mi hijo menor tuvo que ser operado de una
mano por una lesión que padeció jugando fútbol. Todo estuvo muy bien, pero llegaba la hora de cierre de
jornada en el sanatorio y no se podía retirar porque no se le iba el efecto de la anestesia local. Y no podían
darle el alta hasta que no ocurriera eso.

Ninguno de nosotros tenía deseos de quedarse toda una noche, innecesariamente, sólo por un
asunto bien formal pero reglamentario. Así que mi esposa decidió soltar una palabra. Simplemente se
acercó y, mirando la mano del muchacho, dijo: “¡Mano! ¡Te ordeno que recuperes tu movilidad, ahora!”

El paciente que estaba en la cama vecina la miró con una mezcla de humor, sorna y preocupación.
Seguramente pensó que esta mujer se había vuelto loca. Sin embargo, cuando la mano casi de inmediato
comenzó a recuperar vida y fuerzas y pudimos retirarnos, su última mirada no tenía ni humor, ni burla, ni
preocupación; tenía intriga y curiosidad. Todavía debe estar pensando en nuestro saludo de despedida:
“Dios lo bendiga. Recuerde que usted fue testigo de Su poder”.
218

145 - Y Yo Pelearé por Ti


(8) Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por
encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.

(9) Y me dijo: profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: así ha


dicho Jehová el Señor: espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y
vivirán.

Esto nos muestra algo mucho más que evidente: hasta que no esté completa la obra, no podemos
detenernos. Tenemos que aguardar nuevas órdenes de Dios. Fueron muy buenas las que le dio a la
iglesia de 1930, pero ahora estamos en el 2014. O en la fecha en que tú leas esto.

(10) Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y


estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.

¿Sabes una cosa? Dios quiere hacer de nosotros, gente guerrera. A Dios le agrada la guerra. No
malinterpretes: Dios es Espíritu, por lo tanto estoy hablando de guerra en ese ámbito; de guerra en el
mundo del espíritu, no la humana. Por eso nos dejó escrito que en Cristo somos más que vencedores.
Porque para ser vencedores, necesariamente deberemos estar batallando con algo.

Dios siempre tiene estrategias de cómo pelear, de cómo ganar la batalla, de cómo conquistar
nuestro terreno. Dios siempre le habla a gente que desea pelear, que desea ir al frente de batalla y tomar
lo que les pertenece. Dios es un Dios guerrero. De tal manera que se hace llamar: “Jehová de los
ejércitos”, o “Varón de guerra”.

A Él le agrada pelear porque es la única manera de poder conquistar nuestro territorio. Es verdad;
nos hemos cansado de escribir y repetir esa frase: “Dios es amor”, “Dios trae paz”. Pero Dios dice: Me
encanta el amor y me agrada la paz, pero también quiero formar un pueblo guerrero, que
vaya al frente de batalla. Porque ya te he dicho que no es tu fuerza ni es tu espada, sino mi
Espíritu guerrero el que estará en ti para que ganes la batalla. Por tanto anímate, ponte mi
armadura y marcha al frente, que yo pelearé por ti.

Porque es la única manera en que Dios va a darle victoria en todas las áreas de su vida. Dios dice:
Mañana yo pelearé por ti, pero tú vas a ir al frente en mi nombre. Yo te daré la fuerza, te
diré cómo pelear y hasta cómo ganar, pero al frente, en mi nombre, tienes que tomar tú la
decisión de ir. Tú tienes que ir a poner la cara. Aquí, sentado, y aguardando que yo lo haga
todo, ni sueñes que vas a conseguir algo. Yo moro en ti y, si tú no vas, yo no puedo ir . Dios
es hasta excéntrico para la guerra. A veces se le antoja que cantando tú vas a ganar una batalla y, ¡Oh
sorpresa! ¡Cantando la ganas!

El problema de Saúl y de los soldados, era que estaban armados hasta los dientes, pero nadie se
atrevía a ir al frente de batalla. Y un fulano que no tenía armas y simplemente tenía una honda, dijo: Yo
voy; porque algo sé en mi espíritu: que Dios me usará. Sé muy bien que no es con mi fuerza ni con
ejército.

David dijo: yo entiendo algo en este día: yo sé que no es mi estrategia la que hará que yo
gane la batalla. Yo sé que no es mi honda la que hará que yo derribe a Goliat. Lo que sí sé es que
Jehová está muy enojado porque han provocado a su ejército.

Y Dios sabe que quiere derribarlo. Lo único que necesita es a uno que se atreva a ir al frente de
batalla, y se ponga en la línea de guerra y le declare la Palabra de Dios. Porque el diablo no va a huir
delante de un forzudo imponente; el diablo no va a huir de un buen predicador.

El diablo sí va a huir delante de una persona que se planta en la verdad. Porque Jesús se le plantó
en el desierto, en una tremenda debilidad física, le declaró la palabra y el diablo no tuvo nada que hacer.
219

Porque cuando un hombre que conoce la verdad se planta en esa verdad, la verdad lo hace libre. Y lo que
sabía David, era la verdad.

Jehová te dará las aves de los cielos. Jehová te dará las bestias del campo, y hoy, tú, Goliat,
caerás delante de mí. Esa es la verdad que he escuchado y en esa verdad vengo. No me importa si tengo
una honda, no me importa si soy un jovenzuelo inexperto que lo único que ha hecho hasta ahora es cuidar
ovejitas. Lo único que sé es que tú, Goliat, grandote incrédulo, has provocado a Dios y Dios hoy peleará
por mí.

Hemos proclamado demasiado lo que dicen los demás. Hemos hablado mucho lo que dice el
vecino, el amigo, la circunstancia y el problema. Pero Dios me dice que yo hable la verdad. Porque frente a
la verdad, el diablo no puede resistir. Dijo Jesús: Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres.

Hay una gran diferencia entre la realidad y la verdad. La realidad no siempre es la verdad. Que
estás enfermo, es tu realidad, pero la verdad dice que por la llaga de Jesús has sido sanado y punto, a
otra cosa. Esa es la verdad.

Que estés desempleado, que andes sin dinero y que lo poco que tienes no te alcance ni para
comer, es tu realidad, pero la verdad dice que Jehová es tu pastor y que nada le faltará; y que Él suplirá
todas las cosas conforme a su riqueza en gloria. Así que es hora que tú vayas pensando si te quedas en la
realidad o te plantas en la verdad.

Porque la realidad, siempre es cambiante. Hoy vas a tener una y mañana, seguramente, vas a
tener otra. Pero la verdad no; la verdad permanece para siempre. Y si tú la conoces, te hace libre. Pero
atención, no te equivoques.

Si bien es cierto que la verdad es lo que nos hace libre, lo real, práctico y concreto, es que es el
conocimiento de esa verdad lo que consigue esa libertad. Porque sin conocimiento, podríamos andar
años girando en derredor de esa verdad y no llegar a tocarla nunca. Y de ese modo jamás llegaríamos a
ser libres.

146 - La Sublime Mano de Dios


Dice la Biblia que Ezequiel, un hombre como tú y como yo; un hombre sujeto a pasiones como las
nuestras; un hombre que era tentado en sus debilidades pero que tenía un fuerte ministerio, en un
momento es sorprendido por Dios cuando su tremenda mano viene sobre él.

Si entendemos que necesitamos la mano de Dios, vamos a tener muchas victorias en nuestras
vidas. Porque la mano de Dios permite que lo sobrenatural se haga natural, que lo que está en el espíritu
pase a la vida física. Si no está la mano de Dios en el valle de los huesos secos, tú serás parte de ellos,
serás osamenta como ellos.

Dijo David: Aunque me vaya y me esconda en medio de las tinieblas, sé que tu mano
me guiará. La mano de Dios será tu guía en medio de las circunstancias difíciles. Ezequiel tenía todo el
poder para declarar la palabra, era profeta de Dios. Pero si la mano de Dios no estaba con él, él iba a
pasar por el valle, iba a ver la osamenta y no iba a poder manifestar lo que Dios quería hacer.

¿Sabes tú por qué, muchas veces, no manifestamos lo que Dios quiere hacer? Porque vivimos a
expensas de nosotros mismos. Vivimos, muchas veces, intentándolo nosotros. No esperamos que la mano
de Dios se manifieste en nuestra vida. No podemos aguantar toda la vida en un valle de huesos secos. No
podemos andar todo el tiempo dando vueltas alrededor de una osamenta.

Tenemos que manifestar lo que Dios tiene para nosotros. Son hermosas las visiones, son
excelentes las palabras proféticas, son bonitos los mensajes declarados a través del púlpito y hombres
ungidos, pero más bueno es que tú puedas experimentar lo que se te profetizó, lo que se habla en el
púlpito y lo que tú hayas visto en las visiones.
220

Vamos a buscar la mano de Dios. Voz de júbilo y de salvación, hay en la casa de los
justos. A partir de hoy habrá voz en mi casa, porque la mano de Dios hará proezas
conmigo. La mano de Dios manifestará todas sus maravillas. La mano de Dios es sublime,
por tanto no moriré, no seré parte del valle, viviré y contaré las obras de Jehová.

Ezequiel sabía que si la mano de Dios no estaba con él, no iba a pasar nada con él. Si la mano de
Dios no estaba con él, no podía recibir todas las profecías, la palabra, el propósito, la unción de Dios. Pero
si no estaba la mano de Dios, no la iba a poder manifestar. Si no estaba la mano de Dios, no iba a poder
hacer natural lo que Dios le daba en su espíritu.

Hay tantas personas, buenos hombres de Dios, que tienen mucha intimidad con Dios. Que ven
visiones, reciben palabra, son gente bárbara, (Bárbaro, en “idioma” argentino, es sinónimo de excelente,
espectacular, fuera de serie), predican bonito, pero nunca pueden manifestar lo que reciben en su espíritu
a la vida natural. Porque necesitamos que la mano poderosa de Dios venga sobre nosotros.

Dijo Pablo más o menos así: Yo he venido a ustedes, los corintios, con debilidad y
temblor, pero con la mano de Dios sobre mí. Porque no quise saber nada entre vosotros de
palabras persuasivas de humana sabiduría. No me importa enredarlos en un montón de
teorías, filosofías, teologías sobre lo que Dios hizo o lo que Dios puede hacer. Vine con
demostraciones de espíritu y poder, así fue que pude hacer que ustedes pongan la fe en
Dios y no en tonterías, estupideces y palabrerías. Porque a las palabras se las lleva el
viento, pero las demostraciones de poder quedan metidas en los huesos de la gente. Es
hora de buscar la mano de Dios.

La mano de Dios llevó a Ezequiel y le empezó a mostrar, en su espíritu, todo lo que estaba
pasando en el valle. Y él dice que da vueltas alrededor del valle de los huesos secos y mira, y saca un
análisis del valle, y dice: De verdad que están secos y en gran manera secos.

Estos están desparramados, hay olor a podrido, están dislocados los unos de los otros, desunidos;
aparentemente no hay solución para esta circunstancia; aparentemente no hay nada que se pueda sacar
de este lugar. Es oscuridad, decepción, frustración, desencanto y tibieza.

147 - Hombre Se Necesita a Tiempo Completo


Entonces es cuando Dios hace una pregunta. Y cuando Dios hace una pregunta es porque quiere
hablar contigo. Porque la única manera que tiene Dios de manifestarse en la tierra es a través de los
hombres. Él no se manifestará nunca de otro modo que no sea a través de mi vida o a través de tu vida.

Obviamente que es una forma de decir porque él es soberano y hace lo que le da la gana como le
da la gana, pero no es su estilo el de manejarse fuera de nosotros. Él necesita un hombre que proclame su
palabra; si lo encuentra, se manifestará con todo su poder.

Él necesita un hombre que declare las palabras como él las pronuncia en el cielo. Él se agrada del
hombre que declara las palabras que él dice a pesar de lo que ese hombre pueda estar viendo con sus
ojos naturales.

Entonces se encara con Ezequiel y le pregunta: ¿Vivirán estos huesos? Quiero repetirte algo a ti:
Dios, cuando pregunta, no pregunta para que tú le informes, porque Él ya conoce esa información. Cuando
Dios pregunta, lo hace porque es la única forma que tiene para manifestarse a través tuyo. Porque si Él
pregunta y tú respondes, tú le estás dando lugar para que Él pueda manifestarse.

Si yo le contesto: “¡Pero no! ¡Qué van a vivir! ¡Si esto está requete-muerto! ¡Recontraseco! ¡Encima
todo desparramado! ¡Una clavícula por aquí, algunas costillas por allá, una rodilla acá, un cráneo en otra
parte! No… Esto no puede sobrevivir… ¡Son un montón de huesos secos! Comidos por los buitres y los
gusanos; ¿Cómo va a vivir esto? Puedo haber visto resucitar muertos, lo creo; puedo haber oído y también
221

creído testimonios sobre resurrecciones, pero estaba todo el cuerpo entero. Pero acá ni siquiera carne ha
quedado. Ahí es donde él me dice: “Bueno… entonces vuélvete a casa… otro día será…”

En cambio Ezequiel dice: “Y… están secos en gran manera…” - ¿Pero vivirán estos huesos?
- ¡Ah, no sé, tú lo sabes! Recuerda: Dios no busca información. Dios busca que yo le dé lugar para Él
poder operar a través mío.

Mis ojos ven que es imposible que vivan. A mí me parece que esto no puede salir adelante, no
puede cambiar. Nunca se ha visto. La mayoría de las veces Dios hará que pase por lugares donde otros
no han visto una solución favorable, donde tú mismo te sientes en un bache, metido en el medio de un
montón de huesos desparramados, donde reina la misma muerte y se te ríe a carcajadas y te dice: “No
sólo los maté, sino que también les quité toda la carne y desparramé todos los huesos. Aquí no
tienes nada que hacer, has llegado tarde, es irreversible”.

¿Vivirán estos huesos? Y él dice: tú lo sabes. Porque yo sé que sabes algo que yo todavía no
puedo ver con mis ojos naturales. Yo sé que tú sabes algo que nadie me lo ha informado. Yo sé que tú
sabes algo diferente a lo que yo siento. Porque yo siento que están secos y los veo secos, en gran
manera. Veo que todas las puertas están cerradas.

Veo que mi ministerio está frenado. Estoy viendo que no hay salida; he orado, he ayunado, he
buscado, he intentado todas las posibilidades, pero… ¿Qué es lo que sabes tú, oh Dios, acerca de mi
situación? ¡Eso es lo que cuenta! Porque el hombre no vive por lo que tiene, vive por lo que sabe y recibe
de parte de Dios.

Lo que cuenta en medio del valle, no es lo que a ti te parece ni lo que tú estás sintiendo, así como
tampoco lo que tú estás viendo. Porque será tu realidad, pero no es la verdad. La verdad es lo que dice
Dios. Él dijo: Yo soy la verdad y, si conoces lo que yo digo, serás libre.

La realidad no siempre te va a sacar adelante. La realidad no siempre te va a desatar. La realidad


te va a hacer llorar delante del valle de los huesos secos. Te va a hacer gemir delante de la osamenta. Te
va a hacer perder la orientación del profeta.

Te va a sacar de los propósitos que Dios tiene para tu vida. Porque Dios no llama a hombres que
se manejan por lo que les parece. Dice el proverbio: Hay camino que al hombre le parece derecho,
pero… Ese es el problema.

¿Cuántos, aquí, tendrán valles de huesos secos, donde solamente reina la muerte, donde
solamente está reinando el olor a podrido, la osamenta? Donde tú sientes que solamente hay decepción,
todo separación, todas las divisiones juntas, no hay ni siquiera un rastro de vida. Ya ni los buitres se
acercan a comer un poco de carne porque están muertos, están pelados y resecos en gran manera.

¿Cuántos habrá, en este día, que tienen valle de huesos y hace tiempo que están llorando porque
Dios les está preguntando: ¿Vivirán estos huesos? ¿Crees que lo lograrás? ¿Llegarás a solucionar este
problema? ¿Se te abrirá esta puerta?

Porque Dios siempre le preguntará. Dios no obrará en una persona sordomuda espiritual. Jamás
hará algo con quien no le hable. Él quiere hacer a través de seres humanos, no de máquinas. Él habló con
Adán, habló con Jesús, habló con los viejos patriarcas y profetas; Dios habla, no es mudo. ¡Lo que pasa
es que el pueblo es sordo!

148 - Aunque Cueste; ¡Habla la Palabra!


Entonces, cuando el profeta dio lugar, Dios le dijo: Profetiza. Es una locura lo que te estoy
diciendo, pero profetiza. Diles a estos huesos que vivirán, que traeré sobre ellos tendones, y pondré carne,
y haré subir piel y traeré espíritu y vivirán.
222

No me preguntes cómo. Diles que vivirán. Profetiza; sé un profeta de Dios. Porque de la única
manera que tú puedes obtener buenos resultados, es que hables lo que Dios dice. Si tú no hablas lo que
Él dice, tú no vas a tener resultados.

Porque la Biblia dice que El que ama la lengua come de los frutos de lo que habla.
Entonces, tú serás siempre el producto de lo que estás hablando. Mañana serás lo que hoy hablaste,
mañana recogerás los frutos que hoy has sembrado. ¡Habla! ¡Tienes que declarar la palabra! ¡Suéltala de
una buena vez que no va a regresar vacía!

Si Dios dice que tú vas a hacer milagros, tú comienza a hablar como un hombre que hace milagros.
- ¡Pero hermano! ¡Es que voy a hacer el ridículo! – Mira; permíteme ser rudo y casi grosero: ¡Qué se vayan
al cuerno los que te dicen que vas a hacer el ridículo; tú créele a Dios, no a los hombres, y vas a
transformar el valle de los huesos secos en vida abundante! Ellos se van a reír un poco, quizás, cuando te
vean hablar con esos huesos secos, pero tú vas a reírte después cuando veas a tu valle viviendo.

Siempre habrá alguien que se ría y se burle. Ellos se rieron cuando vieron a unos pobrecitos dando
vueltas como monigotes alrededor de un muro. Hasta a Jesús colgado en la cruz se le rieron y se le
burlaron, recuerdas?

Quizás de allí provenga aquello de “quien ríe último, ríe mejor”. Aunque cueste, habla la Palabra.
Haz el ridículo ante la sociedad “culta”, si es necesario. Que se rían, que se burlen. Dios siempre tiene la
última palabra.

El nombre de Dios es poderoso, pero él quiere que lo hable y lo declare y lo confiese una persona
de carne y hueso. Una persona como tú o yo. Como hijos de hombre, somos limitados, como hijos de
Dios, somos ilimitados. Dios le habla a Ezequiel y le dice: Hijo de hombre, sé que estás limitado. Pero
no te olvides que eres mi hijo.

Como hijo de hombre, tú eres limitado, pero como hijo de Dios, eres ilimitado. Por eso – dice Dios –
si hablas como hombre, tendrás mucho que perder, pero si hablas como mi hijo, tendrás mucho por ganar,
mucho por transformar y muchas cosas buenas por contar.

Profetiza. Habla con autoridad delante de tus circunstancias. Se profeta de tu propia vida. Márcate
un destino y habla por él. Tú eres lo que eres, háblalo, porque nadie te lo regalará. Nadie te lo traerá a tus
manos y te dirá: ¡Ey! ¡Ven, que este es tu ministerio! Evangelista. Ahora lo pongo en ti y llévatelo.

No funcionan así estas cosas. Si tú no lo haces, nadie lo hará por ti. Habla lo que Dios dice que
tienes que hablar. Recuerda que cada pequeño pajarito tiene una lombriz para su almuerzo, pero salvo
cuando es recién nacido, nadie se la va a traer al nido, tiene que salir a buscarla.

149 - ¡Huesos! ¡Tiempo de Vivir!


Dios le dijo a Ezequiel: Dile a estos huesos: así ha dicho Jehová, habla en mi nombre.
Diles que yo digo lo que digo. Si no les hablas lo que yo digo, nada sucederá. Y él comenzó a
hablar; así ha dicho Jehová: ¡Huesos! ¡Ustedes vivirán! ¡Ahora sube sobre ustedes piel,
tendones y carne, y Espíritu viene!

Y cuando él empezó a hablar, algo comenzó a temblar. Los huesos comenzaron a unirse. Uno
venía de un lado y otro venia de otro lado. Porque si quieres tú unirlos por tus propios medios, nunca lo
lograrás. Se te romperá el esqueleto cuando tú quieras armarlo. Hay personas que se pasan toda la vida
armando esqueletos. Cuando parece que están terminando, se les derrumban los primeros y vuelta a
empezar.

Mirando para abajo y acomodando cadáveres, tú jamás vas a lograrlo. Párate y escucha a Dios.
Porque el único que puede transformar el valle de los huesos secos, es Dios. Párate y escucha a Dios.
Dios no te mandó a ti a unir huesos. Dios no te mandó a andar llorando por los rincones tratando de pegar
pequeños huesillos con pegamento infantil escolar.
223

Y no es sólo esto. Dios hará un ejército con los huesos secos. No se trata solamente que vayan a
vivir. Él va a hacer un ejército con ellos. Porque Ezequiel pensó que simplemente iban a vivir, pero cuando
se pusieron de pie, eran un ejército.

Dios te transformará a ti en un general, en todo un general en batalla, porque a partir de hoy


comenzarás a pelear y a recuperar todo lo que te pertenece, todo lo que te han robado. Porque Dios hace
las cosas simples. Profetiza la palabra y ganarás.

Jesús fue al desierto y habló solamente lo que estaba escrito: punto. Porque frente a la verdad, el
diablo no puede hacer absolutamente nada. Háblale la realidad y el diablo te la va a discutir a muerte, te la
va a torcer tanto como pueda, te la va a dar vuelta y dirá: “en mi campo es que estamos peleando”.
Háblale la verdad y el diablo no sabrá qué hacer.

Habla la verdad ante tus puertas cerradas. Habla la verdad frente a tu familia inconversa. Habla la
verdad ante tu desempleo. Habla la verdad frente a tu ministerio. “¡Es que Dios no me usa! ¡No se me da!
¿Será que no es para mí?” ¡Basta! ¡¡Habla la verdad!!

¿Qué dijo Dios? ¿Qué tú eres un evangelista? ¡Entonces habla como un evangelista! Respalda y
sujétate a la palabra. Ese es el principio básico de la sujeción, no las intenciones de ciertos ministros que
se arrogan el derecho de decir por ti cuando debes tener intimidad con tu esposa y cuando no. ¡Eso es
manipulación y abuso espiritual! ¡Es hora que llames las cosas por su nombre!

Jehová es mi pastor y nada me faltará. Esa es mi verdad; nada me faltará. El diablo frente a
la verdad, nada puede hacer. No le quedan respuestas, no hay salida para él cuando alguien habla la
verdad. Porque la verdad abre un campo; porque cuando tú hablas la verdad lo pones a Jesucristo por
delante. Porque Él dijo: Yo Soy la Verdad.

Más de una vez habrás escuchado a gente que dice: “Nadie tiene la verdad”, y es como que en lo
natural, no dejan de tener razón. Pero el único loco que se plantó delante de un montón de gente y dijo:
“Yo Soy la Verdad”, fue Jesús. Y lo dijo más de una vez, lo dijo todas las veces que se le antojó o fueron
necesarias. ¿Y sabes algo? Nadie se atrevió a decirle nada.

Ahora, como nosotros lo que mayormente proclamamos es la realidad, no podemos salir porque el
diablo te lo discute, y te lo vuelve a discutir, y lo vuelve a pelear, y lo vuelve a retorcer, y lo vuelve a
deformar y te vuelve a decir un montón de cosas.

Eso es la realidad, y en ese terreno, hay paridad. Y en la paridad él te puede a ti porque es más
astuto y más viejo. Pero si tú proclamas la verdad, se acabó el tema. Porque lo que tú dices, es lo que está
diciendo Dios y ahí es cuando el diablo se guarda y se somete como una señorita bien educada.

¿Dios ha dicho que esos huesos vivirán? ¡Pues entonces yo digo que esos huesos vivirán! - ¿Pero
es que estás loco? ¿No ves que están todos secos? - No me importa; vivirán. - ¡¡Pero si están todos
desunidos!! - Vivirán. - ¡¡Pero es que no tienen un milímetro de piel ni carne, mira!! - Vivirán. - ¿Estás loco?

Dios lo va a hacer vivir. Cómo, no lo sé ni me importa saberlo. Lo que yo sé es que mientras haya
uno que proclame la palabra que Él dice, Él va a mover lo que tenga que mover para que esta palabra se
cumpla, para que no vuelva vacía, para que rinda fruto al ciento por uno y para que sea factor clave para
darle toda la gloria, toda la honra y toda la alabanza.

Y no porque quede bien, sino porque esa gloria, esa honra y esa alabanza, siempre han sido
suyas. Que el hombre las tome prestadas y se crea que la está inventando, allá él y sus fantasías. Pero
todo sigue siendo del único Dios de todo poder. El mismo Dios que en la forma del Cristo, un día retornará
con poder y gran gloria. ¿Lo crees?

150 - ¡Pensar que Siempre estuvo Escrito!


224

Alguna vez, - pregunto -, ¿No sentiste una mínima curiosidad por saber cuándo será el día de la
venida del Señor? Espera; no digas que no, apenas recuerda. La Biblia no lo dice, por lo que cualquier
cosa que inventen los agoreros, adivinos, pitonisos o sectarios pseudo-religiosos de este tiempo,
entonces, es pura patraña.

Sin embargo, la sabia y bendita Palabra da alguna pista para que, al menos, los hijos de Dios
tengamos alguna idea de cómo habrá de ser, ya que no es posible, conocer cuándo será. Y cuando hallé
esa pista, de inmediato la compartí con todos.

¿Y sabes qué? Es tan grande la estructura mental creada por la enseñanza tradicional, ¡Que no me
creyeron! ¡Lo estaban leyendo, y no me creyeron! Hoy lo vuelvo a entregar. Porque los lectores cambian,
pero la Palabra de Dios, no. Ella permanece inmutable, siempre estuvo escrita allí y no es su culpa si
elegimos verla de otro modo.

(Mateo 24: 36-41) = Pero el día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles de los cielos,
sino sólo mi Padre.

Dice que nadie sabe. Eso significa que todos los mapas están equivocados. Allá cada uno con sus
trajes blancos en la montaña. Eso sólo le corresponde al Padre. En otra parte, dice que ni el Espíritu lo
sabe. Y si el Espíritu no lo sabe, nadie puede saberlo. ¿Por qué?

Sencillamente porque no hay revelación sin participación del Espíritu. Entonces, pregunto: ¿De
dónde salen los mapas? La lógica, a veces funciona. No compres todo lo que se te vende, investiga el
producto. No compres todo lo que aquí te digo, tampoco: estudia, investiga, escudriña.

…Más como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre…

Esta es una metáfora, una analogía, una comparación, un ejemplo físico para que tú entiendas; un
principio profético. No es un detalle cronológico ni literal, es una metáfora que ayuda a una acción. Si tú
quieres saber algo más con relación a los tiempos del fin, estudia el tiempo de Noé. Será cómo ese
tiempo.

Si quieres tener algo más consistente sobre el fin, saca a Noé de la antigua Escuelita Dominical y
del dibujo de los pequeños escolares y considéralo Palabra de Dios. Quítaselo de las manos a los que
primero te mostraron a un diablillo dibujado con cuernillos y tridente, pintado de rojo, y enséñalo con
madurez al pueblo de Dios.

…Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo,
casándose y dándose en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no
entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del
Hijo del Hombre.

Vamos a ver: ¿Quiénes eran los que estaban comiendo y bebiendo aquí, los justos o los impíos?
Los impíos, porque los justos, representados por Noé y su familia, estaban muy ocupados construyendo el
arca como para perder su tiempo en comida y bebida.

¿Quiénes eran los que se casaban y se daban en casamiento, los impíos o los justos?
Obviamente que también los impíos. Dentro del arca no había ni tiempo ni posibilidades para celebrar
bodas. Además ya los hijos de Noé tenían sus propias esposas.
225

¿Quiénes entraron al arca, los justos o los impíos? La respuesta es más que obvia: los justos.
Entonces, ¿Quiénes no entendieron hasta que no vino el diluvio y se los llevó, los justos o los impíos? ¿A
quiénes se llevó el diluvio, a los justos o a los impíos? A los impíos, los justos se salvaron.

…Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado y el otro será dejado. Dos
mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada.

Habrá dos en el campo y el uno será tomado. ¿Cuál es el que será tomado, el justo o el impío?
¿Cuál es el sujeto aquí? El impío. Es el mismo tema, no ha cambiado. Como en los días de Noé… Dos
mujeres estarán moliendo y una será tomada.

¿Cuál es la que será tomada? La impía, igual que…en los días de Noé. La justa no fue tomada, fue
guardada. Esto no elimina el arrebatamiento, de hecho, sólo reorganiza tu mapa. Ah, y seguramente
también te cambia tu teología, sorry.

(2 Pedro 3: 7) = Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la
misma palabra. Guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los
hombres impíos.

(Génesis 6: 5-7) = Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y
que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el
mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.

Y dijo Jehová: raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde
el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de
haberlos hecho.

Si tú entiendes esto, esto te va a dar autoridad y te va a permitir andar por la calle con la frente bien
alta porque recién allí sabrás para qué viniste a este planeta. De otra manera no funciona tu autoridad. No
va a funcionar nunca si no entiendes esto.

Si tú sigues creyendo que no eres más que un pobre y miserable pecador salvado por la Gracia de
Dios, que no te mereces nada ni puedes aspirar a nada, el diablo te va a hacer de goma. Pero si tú tomas
conciencia del grado de autoridad que te significa ser un hijo de Dios, entonces la guerra va a ser muy
diferente.

151 - Buscando Sólo un Justo


Dios decide volver a empezar. Todavía yo creo en el mismo Dios. Nosotros queremos meter a Dios
en un cajón. Dios es eterno, no tiene apuro. Si tú no haces lo que tienes que hacer, Él levanta a otra
generación. Él no está destinado a tener que culminarlo todo de acuerdo con un mapa que tú inventaste.

(Génesis 6: 13) = Dijo, pues, Dios a Noé: he decidido el fin de todo ser, porque la tierra
está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.

Nota que la violencia en la tierra y lo que aparenta estar mal en la tierra, no es culpa de la tierra; es
culpa de los hombres. La tierra es buena. Fíjate que la primera intención fue destruirlo todo. Si tendrá
poder que dijo: empecemos de nuevo. Volvamos a Génesis. Que se acabe todo esto. Pero luego vemos
que no fue así.
226

Y en el verso 14 comenzó a decirle a Noé que se construyera un arca, y empezó a darle sus
dimensiones. Él encontró sólo un justo en medio de una generación perversa: Noé. En el tiempo de ahora,
al que encontró justo fue a Cristo. Uno. Él ES la justicia de Dios. Uno. Como en los días de Noé…
Encontró a un justo en una generación perversa.

Entonces Noé construye una embarcación de casi doscientos metros de largo. Eso es como dos
canchas de fútbol. Caben adentro seis mil camiones uno al lado del otro. No se construiría un barco de las
mismas medidas hasta el año 1939.

Lo construyó Noé en un tiempo y un lugar en donde no había agua. Tú hablas de tener fe. Yo te
pregunto: si tú vivieras al lado de Noé: ¿Lo considerarías un viejo loco o le ayudarías a martillar? Los que
creyeron, fueron guardados. Los otros, fueron arrasados por algo…

(Génesis 7: 1-2 y 8) = Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca;
porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.

De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; más de los
animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra.

De los animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de las aves, y de
todo lo que se arrastra sobre la tierra.

Aquí es donde suelen incomodarse bastante los defensores de la evolución. Porque si todo
proviene del mono, con colocar un mono y una mona, bastaba. Para qué tendría que introducir de todos
los animales si todos provenimos del mismo? Asimismo, hubiera fabricado una simple canoa en lugar de
tener que trabajar tanto para el arca. En una chalupa indígena cabían perfectamente un mono y su mona,
¿No crees?

Le dice que construya un arca y a nosotros nos dibujan el arca con una pequeña ventana arriba
porque la Palabra solamente mencionaba una ventana, claro. La Palabra no dice total y absolutamente
todo lo literal; la Palabra siempre menciona todo lo que es necesario.

Imagínate tú un barco del tamaño del arca, con una cantidad que no podemos imaginar de
animales adentro, por espacio de más de un año, comiendo normalmente, (Porque la Biblia habla,
precisamente, de la comida de los animales), con las consecuencias biológicas naturales del proceso de
comer y “todo lo demás”, con una sola ventana? Pobre Noé… No sé si hubiera quedado alguien vivo… Y
para colmo, bien arriba esa ventana…

Lo que sí sabemos, y no por dimensiones, es que como él tiene que enviar una paloma para
investigar la bajante de las aguas, tenemos que entender que la ventana tenía un ángulo diagonal,
inclinado hacia arriba, como en cuarenta y cinco grados y que era bastante ancha, de modo que Noé no
podía ver hacia abajo porque la idea era que Noé no viera el juicio.

Por eso tiene que enviar la paloma para ver si hay tierra seca. Si la ventana hubiera tenido otra
disposición que le permitía ver hacia abajo, Noé no hubiera necesitado ese proceso, lo hubiera visto por sí
mismo. Es evidente que cuando terminaba de ver el borde de la ventana, no veía horizonte, veía cielo.

152 - ¿Cómo Vinieron? ¿Quién los Trajo?


227

Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre… Y les dice a todos los
animales que vengan. Pero él, Noé, no tuvo que ir a llamar ni a buscar a ningún animal. Ellos vinieron
solos. No puedo imaginarme eso con esta maravillosa pero insuficiente mente humana que tengo.

¿Tú te imaginas a Noé, sentado en la puerta del arca, mirando con atención como van llegando
todos los animales de una manera soberana, sobrenatural e inexplicable? Comienzan a acercarse a un
arca material. Comienzan a acercarse a un arca espiritual…

De pronto podemos ver a Noé mirando con la boca abierta a ese animal raro… “- Hummm. Jamás
había visto a esta especie. Y no viene solo, viene con su señora.” Noé, ya viejo, comienza a examinarlos
uno por uno. Será el capitán de esa nave y deberá conocer a los que serán sus pasajeros…

- ¿Y tú…?

- ¿Yo qué?

- ¿Qué animal eres…?

- ¿Yo? Pingüino…

- ¿Pin… qué?

- Pingüino…y ella es mi pingüina…

- Ah… ¿Y de donde provienen ustedes?

- Del Polo Sur…

- ¿Del Polo dónde...?

- Del otro lado del planeta…

- Ah… ¿Y quién los llamó a ustedes?

- Y… Sentimos de venir, vio?

- Ah… ¿Y cuando salieron para acá...?

- Hace tres años…

Tres años. Noé tardó un tiempo en construir el arca, pero el pingüino se tomó el suyo para llegar.
Esto significa que tú sales hacia un determinado lugar, guiado por el Espíritu, mucho tiempo antes que en
ese lugar esté ocurriendo algo. Como en los días de Noé… Allí viene otra especie bien rara.

- ¡Hola! ¿Qué se ha puesto usted encima? ¿Qué significa ese abrigo blanco que usa?

- Ejem… No… Yo soy así, nomás. Soy un oso polar y ella es mi osa. Venimos del Polo Norte

- Ah… ¿Y quién los invitó?

- Fuimos atraídos por el Espíritu…


228

- ¿Y cuando salieron?

- Hace dos años. Vinimos tranquilos, comiendo las frutas de cada nación.

Como en los días de Noé… Así serán los días en que venga el Señor…

Hay un clamor espiritual y profético que está llamando ya desde el Norte, el Sur, el Este y el Oeste,
a un pueblo que se está acercando a un arca espiritual, una iglesia con entendimiento, un pueblo que
entienda y que produzca un arca, una tierra de Gozén.

Un reino dentro de otro reino, una ciudad prototipo, y cuando el justo fue exaltado, cuando Cristo
fue elevado, atraería a todo hombre a él, y así como Noé fue levantado, y atrajo a todo animal, es la
tipología de que Cristo fue exaltado.

Y por esa misma razón es que todos los verdaderos creyentes, hoy, están siendo atraídos y
entrados a un arca espiritual y serán levantados. Viene una ola, remueve a todo inicuo de la tierra y vuelve
a bajar el arca, y reinaremos para siempre.

153 - Principios Para Impactar tu Vida


Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Por eso no le temo a las
tinieblas. Porque cuando yo termine de hacer todo lo que yo pueda, yo terminé mi arca. Y cuando yo
termine mi arca, el Señor será quien se encargue de guardarme.

Y cuando él me guarde, él se encargará del inicuo. No tengo que ponerme a pelear con todo el
mundo ni tratar de darles explicaciones a todos los que me las pidan. Y luego yo vuelvo a la tierra que
restauré. Aquí van cuatro o cinco principios de este trabajo, que deberían impactar en tu vida.

1 - Esto no es controversia. Esto es lo que se debe producir en tu vida, es entendimiento del


precio que Cristo pagó. ¿Cuánto me cuesta ser parte de esto? ¿Entonces, me cuesta el diezmo y la
ofrenda? No. Te cuesta todo. El dio todo y tú vas a tener que dar todo. No se termina de entender esto,
pero te recuerdo que cuando la Biblia dice todo, quiere decir exactamente eso: todo.

Si tú no quieres dar todo, jamás vas a poder ser beneficiario de lo que Él tiene. Cosechas lo que
siembras. Mientras más das, más recibes. Tiempo, talento, dinero; todo. Te cuesta todo. Esto te cuesta
todo.

A la gente no le gusta el mensaje del Reino, porque es el mensaje que dice: “Ahora es el día de la
salvación, no mañana. Ahora hay que hacer algo por tu ciudad, por tu país, no mañana.”

Es el mensaje que dice: “No esperes que Dios lo haga; sal y pon las manos en el arado.”

Es el mensaje que dice: “Sal del bote y atrévete a caminar sobre las aguas.”

Es el mensaje que dice: “Arriésgate o no hay victoria.”

Es el mensaje que dice: “Depende de Dios y no del hombre.”

Es el mensaje que dice: “Sé un ministro, no un asalariado.”

Es el mensaje que dice: “Sé un creyente y no un cristiano nominal.”


229

Es el mensaje que dice: “Aviva el don que hay dentro de ti y no dependas de la oración del
hermano.”

Es el mensaje que dice: “Yo soy un hijo de Dios, y tengo autoridad ahora, mañana y siempre.”

Te va a costar todo, tendrás que entregarle a Dios el señorío de tu vida. El Señor tendrá que
convertirse en Señor de tu conciencia. La decisión respecto a qué cosa está bien y qué cosa está mal, no
pasará más por tu criterio, pasará por la palabra de Dios.

2 - Entender este mensaje cambia el estilo de vida. Tú eres un hijo del rey, tienes que
aprender a vivir en excelencia, tienes que aprender a tener sabiduría. Los hijos del rey van a las mejores
escuelas, siempre tienen la mejor preparación.

Tú vas a tener que cambiar tus prioridades, no interesa de qué grupo social vengas. Yo puedo salir
del barrio humilde, pero no voy a terminar en el barrio humilde. David se crió entre balidos y excrementos
de sus ovejas, pero no terminó en el mismo lugar.

Yo tengo unas prioridades, tú tendrás que reajustar las tuyas. Cuando tú eres un hijo del rey y lo
reconoces, tú haces lo necesario para prepararte como un hijo de rey. Los hijos de reyes son inteligentes,
no son ignorantes. Siempre van a la escuela y se preparan secularmente.

Estamos en el siglo veintiuno y el poder mayor no va a ser el dinero, va a ser la información, la


informática. Si tú no te preparas, joven que lees esto, vas a tener muy pocas posibilidades sociales para
encontrar empleo, y si la iglesia tampoco se prepara, le van a cerrar las puertas porque no va a poder
pasar las leyes que van a ser desatadas, para existir como gobierno eclesiástico.

Es tiempo de preparación secular, es tiempo de preparación académica, es tiempo de ser


excelentes. Somos embajadores, no somos solamente tristes pecadores salvados por gracia; somos gente
con misión, con propósito, con autoridad delegada.

Somos hijos de un rey que vive ayer, vive hoy y vive para siempre. Ya basta de vivir como
cucarachas de cocina huyendo de un insecticida que se llama anticristo. Es tiempo de levantar la cabeza y
decir: Yo sé reinar en vida. Romanos 5:17 dice que reinaremos en vida, no en muerte.

3 - El mensaje del reino imparte a tu vida enemistad real. Aprende a odiar todo lo que no
es Dios. Tienes que recibir enemistad. “Es que no puedo… El hermano es lindo…” Tú rechazas a
Satanás a través de ese hermano y no le permites que se manifieste.

Cuidado: no rechazas al hermano, rechazas y combates a Satanás si es que ese hermano se ha


dejado seducir e influenciar por él. Es reino contra reino, la batalla va a ser transferida, yo no estoy
pendiente de mi problema; estoy pendiente del problema de Dios. Por eso es que nos gusta. Noé es la
escatología, es el trabajo.

4 - Afecta tu perspectiva. Dios es eterno, no tiene apuro. Él es el Dios de Abraham, el Dios de


Isaac y el Dios de Jacob. Se toma tres generaciones, si quiere, para hacer cualquier cosa. Es el Dios de
ayer, el Dios de hoy y el Dios de mañana.

Es el Dios Padre, Hijo y Espíritu. Siempre en tres dimensiones espirituales. Para afectar una
sociedad positivamente, tú tienes que afectarla en esas tres dimensiones y en tres generaciones a la
misma vez: los viejos, los hombres y los niños.
230

Atacar la ciudad en tres dimensiones a la vez. Cambia tu perspectiva, no son pocos los que se van
a salvar. Son tantos que en todas las iglesias del mundo no cabrían. Prepara y ensancha tu mente,
ensancha tu tienda; comienza a creer juntamente con Dios para la gran cosecha y no prediques
destrucción.

Si alguien te pregunta cuál es el evangelio no le digas: “¡¡Sálvate que se va a destruir todo y te


vas a ir al infierno!!” Dile que hay un barco gigantesco que está llamando a todo aquel que tiene sed, y
dice que hay esperanza, y que vamos a restaurar esta tierra y vamos a tener una bendición eterna, y luego
se une con nosotros el rey de Reyes, y tendremos un gobierno justo sobre todos nosotros.

5 - Afecta tu conciencia. Desde hoy en adelante jamás vas a mirar al problema como algo que
va más allá de tu responsabilidad. Yo soy parte de la solución; eso es lo que tienes que incorporar.
Entender el Reino de Dios es considerarse parte de él y de su solución.

Cristo predicaba y nadie le decía nada hasta que Él decía: Hoy se cumple esta Escritura en
tus oídos. Yo soy el que lo va a hacer. A nadie le molesta esta palabra, todos la entienden. Damos
mil y una escrituras para confirmarla, no la pueden refutar. Lo que sí puede molestar es que se les diga: se
puede, se puede, se puede.

De manera que si tú eres pastor, ministro, evangelista, líder, maestro, alimenta el trigo y
despreocúpate de la cizaña. Ella va a estar allí aunque tratemos de sacarla. Alimenta el trigo. La cadena
siempre se rompe por el eslabón más débil.

Es tiempo de quitarle el biberón a la iglesia, y comenzar a darle carne. Muchas veces perdemos a
los maduros por temor a ahogar a los más pequeños. Se ahogarán el primer día, se ahogarán el segundo
día, pero aquel que se mantiene con leche, se levanta cuatro veces en la noche para pedir leche.

Si se alimenta con leche a la iglesia, necesita cuatro tiempos de consejería para llegar al domingo
próximo. Si se le da carne, duerme toda la noche. Esto se llama crecimiento. Esto se llama madurez.
¿Fácil? ¡Qué va! ¡Jamás es fácil crecer! ¡Y además, duele! Pero es necesario.

Él dijo: En mi nombre echarán fuera demonios. Te dio dominio sobre el reino satánico, para
libertar. Hablarán nuevas lenguas. Te dio el reino universal para la unidad de las naciones. Tocarán
serpientes y no les harán daño. Te dio dominio sobre el reino animal.

Beberán cosa mortífera y no les hará daño. Te dio dominio sobre el reino mineral.
Impondrán sus manos sobre los enfermos y sanarán. Te dio dominio sobre todos los reinos de la
tierra: manifiéstalo. Porque no tiene caso tener dominio y no utilizarlo.

Resumir el plan de Dios desde Génesis hasta Apocalipsis, expresa: Dios quiere manifestarse, crea
a un hombre. Vive dentro de un hombre. El hombre es destituido de su presencia, porque no quiso que
Dios fuera Sumo Sacerdote de su conciencia.

Entonces el hombre vive sin Dios; espíritu humanístico. Satanás consigue el título de propiedad de
la tierra, y de operar en ella legalmente, a través de la caída del hombre. Dios tiene que restaurar esa
autoridad. Para hacerlo tiene que entregarle a Satanás un hombre igual al que perdió.

Así que Él mismo se convierte en hombre, viene a la tierra y cambia su vida por el título de
propiedad. Toma el título, pero como no se queda muerto sino que resucita, comienza a interceder por sus
embajadores para que estos echen fuera al que ahora es un inquilino ilegal.
231

Estamos aquí para avanzar el Reino de Dios. Cuando el orden de Dios opere en su cuerpo como
es debido y podamos ser un ejemplo que juzgue las naciones, porque somos mejores que ellas en todas
las áreas de la vida.

Entonces Dios dice: “Este es mi siervo, en quien tengo complacencia; id hijo mío, y
entregadme mi reino nuevamente.” Entonces entraremos de pleno en este milenio desde el plano
espiritual. Por ahora, sólo es literal, geográfico y cronológico.

154 - Una Especie no Extinguida


Y ya en el final, no puedo dejar sin mencionar a una especie que, lamentable y tristemente,
debemos asumir que forma parte de nuestro ambiente: los hipócritas. No es el primer trabajo en el que
nos ocupamos de los hipócritas. No es la primera vez que le dedicaremos un espacio.

Yo me pregunto: ¿Se lo merecen? Si estar total y absolutamente fuera de la voluntad de Dios, aun
militando dentro de las líneas bélicas de Jehová de los ejércitos puede considerarse un merecimiento,
pues bien: lo merecen.

Hipócrita: Se le llama al que pretende o finge ser lo que no es. Es una trascripción del vocablo
griego hypokriteis, que significaba actor o protagonista en el teatro griego. Los actores solían ponerse
diferentes máscaras conforme al papel que desempeñaban. De ahí que hipócrita llegara a designar a la
persona que oculta la realidad tras una máscara de apariencias.

Cabe aclarar y agregar que esas máscaras eran de cera, por lo que cuando alguien quería
convencer de la transparencia de sus hechos o de sus dichos, solía hacerlo enfatizando que el asunto era
sin máscara, sin-cera; de allí que el antónimo de hipocresía, esto es: lo contrario, lo opuesto, sea
sinceridad.

Jesús censuraba severamente a la hipocresía. En el evangelio de Mateo empleó la palabra quince


veces y un pasaje que se encuentra en el capítulo 23 es donde hoy podremos ver si algo de lo que dijo
Jesús, todavía puede tener alguna vigencia que haya que modificar.

(Mateo 23: 13) = Más; ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis
el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a
los que están entrando.

Escribas: Persona cuya profesión era estudiar detalladamente las Escrituras. En un principio era
algo así como el actual “escribano”. Mientras el centro de la religión del pueblo de Israel era el templo, los
escribas eran meros archiveros, pero durante el cautiverio las cosas cambiaron, ya que el estudio
escritural tomó el sitio de más importancia. Originariamente eran descendientes de sacerdotes, más
adelante formaron una clase aparte para terminar, en muchos casos, enfrentados con ellos en luchas por
ocupar los espacios de poder.

Fariseos: El nombre farisaioi aparece por primera vez en el contexto de los reyes macabeos. El
equivalente hebreo perusim generalmente se entiende en el sentido de “separados”. Ellos decían vivir
separados de la impureza, del pueblo de la tierra. “…Cerráis el reino de los cielos…”, no sólo
rechazaban ellos la verdad, sino que levantaban barreras con su legalismo ante aquellos que la estaban
buscando. Ejemplo actual: La Biblia Vs. Doctrinas Denominacionales.

Si no fuera porque sé perfectamente que todas estas cosas, antes que eminentemente mentales o
intelectuales son, inevitablemente, espirituales, jamás podría llegar a entender cómo gente que dice ser
232

creyente, omita algo que está escrito en la Biblia desde siempre, para darle paso y creer ciegamente en
algo que fue interpretado antojadizamente por un grupo de venerables cabezones de su denominación.

(Verso 14) = ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoráis las
casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor
condenación.

En esos tiempos, las viudas eran objeto de una dedicación y una atención especial. Ellos
necesariamente tenían y debían estar predicándolo así. Sin embargo, es notorio que Jesús, si no hubiera
conocido con certeza por lo menos tres casos de abuso de autoridad religiosa, nunca lo hubiera
denunciado públicamente, y mucho más con la certeza de la identidad de los falsarios, ya que incluso
había observado y oído la cadena de oraciones que como justificación a su acción indigna, ellos elevaban.
Resulta claro aquí que mientras profesaban un culto a la rectitud, su conducta real era testimonio de una
oprobiosa conducta. Ejemplo actual: Aspecto personal; Imagen pública; Disfraz / Uniforme.

La culpa y el sentido sobredimensionado de pertenencia grupal juegan, aquí, un rol decisivo. Si tú


formas parte de un grupo de alabanza y adoración de una de esas mega-congregaciones, tú te vas a dar
de narices con estos problemas.

En primer término, teniendo en cuenta que desde tu púlpito se predica prosperidad económica
como sinónimo de andar en el espíritu, cualquier aspecto que no coincida con esa doctrina, no sólo será
muy mal recibido, sino que incluso determinará que seas apartado del grupo.

Entonces, tu ropa deberá ser de primera marca, (Eso es lo que en las iglesias de entiende como
“excelencia”), tu aspecto tendrá que ser portador de potencialidad económica, (Aparecer como “pobre” te
mostrará cómo menos creíble) y deberás mostrar que siempre estás bien y brillante.

Escucha: ¿No es la misma imposición grupal que se les hace a los artistas? ¿No tienen que
presentarse ellos ante su público siempre a nivel diez puntos? ¿No ha obligado esa imposición, en muchos
casos, al consumo de narcóticos para poder conseguir esa supuesta “brillantez”? Estamos en un
problema: en la iglesia también ha sucedido.

(Verso 15) = ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque recorréis mar y
tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno
que vosotros.

Hay algo que es indiscutible: creían firmemente estar haciendo lo debido y en función de ello,
incluso, llegaban verdaderamente a movilizarse lo que fuera necesario para captar adeptos,
transformándose de esa manera en celosos misioneros del mal. Ejemplo actual: Misioneros turistas;
Asalariados; Fenicios.

Hablar de misioneros en la iglesia evangélica convencional, es hablar de un área sumamente


respetada y hasta mística, si quieres. ¿Quién podría censurar la tarea de tantos y tantos hombres y
mujeres desparramados a lo largo y ancho del mundo viviendo, en algunos casos, en un marco muy
peligroso y carente de todo sin otra finalidad de propagar el evangelio?

Sin embargo, y separando convenientemente a esos abnegados hermanos que habitan como
misioneros en lugares inhóspitos y peligrosos, arriesgando sus vidas sin importarles lo que suceda con
ellas, hay mucha gente haciendo turismo religioso a costas de los dineros de mega iglesias que los
sostienen como estandartes de sus ministerios unipersonales.
233

(Versos 16-22) = ¡Ay de vosotros, guías ciegos! Que decís: si alguno jura por el
templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor.

¡Insensatos y ciegos! Porque: ¿Cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica el


oro?

También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la
ofrenda que está sobre él, es deudor.

¡Necios y ciegos! Porque: ¿Cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la


ofrenda?

Pues el que jura por el altar, jura por él, y por el que lo habita; y el que jura por el
cielo, jura por el trono de Dios, y no por aquel que está sentado en él.

El fariseismo se enfrentaba a una demostrada e inexorable verdad: eran mentirosos habituales.


Violaban su propio código moral a través de un elaborado y absurdo sistema de juramentos obligatorios y
no obligatorios. Ejemplo actual: Leyes internas; Reglamentos; Estatutos; Formalidades.

No importa si no tienes un testimonio santo, si tus vecinos te desprecian, tus compañeros de


trabajo te evaden por causa de tu poca afición al trabajo, si tu familia te soporta con tus violencias, malos
tratos y hábitos; en la iglesia, si tú cumples con los reglamentos denominacionales y obedeces sin chistar
en todo al pastor, no sólo eres bienvenido, sino que además hasta puedes ser líder de algo.

(Verso 23) = ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque diezmáis la


menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la
misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

Eran totalmente inconsistentes, habiendo perdido por completo el sentido de las proporciones en
cuestiones espirituales. Escrupulosamente celosos de las cosas exteriores más triviales, tales como todo
lo relacionado con el diezmo de pequeñas semillas y plantas, olvidaban los más importantes principios
morales. Ejemplo actual: El Diezmo y la Ofrenda, hoy.

Más allá de si el diezmo está vigente hoy o no, si es un acto de la voluntad o de la ley, si está
actualizado o si ha quedado derogado (Es el tema por el cual recibo la mayor cantidad de consultas), será
interesante mencionar algunas de las razones por las cuales alguna gente diezma u ofrenda.

Porque así se lo imponen sus líderes, so pena de ser exhibidos públicamente, delante de sus
congregaciones, como rebeldes desobedientes que no cumplen con el mandato divino de traer todos sus
diezmos al alfolí, tal como ellos denominan a sus organizaciones, independientemente de si guardan
alimento genuino u hojarasca seca.

Porque desean evadir la culpa por haber sido bendecidos materialmente, mientras otros hermanos
pasan feas necesidades. Diezman y ofrendan pensando que con ese dinero la iglesia podrá darles comida
y ropa a todos los hermanos pobres que la necesitan. Beneficencia.

Porque es como si estuvieran abonando una cuota mensual que les permite ser socios de un
selecto club donde sólo parece estar los mejores. Cumpliendo con sus diezmos y ofrendas son aceptados
y eso los hace sentir parte del todo, aunque nunca sean convocados para las reuniones sobre temas
importantes o para ascender a la plataforma en la tarde noche del domingo a cantar, tocar un instrumento
o simplemente a contar algún viejo testimonio.
234

Y porque se usa ese intercambio para solucionar problemas domésticos o íntimos. Se realiza una
especie de canje de diezmo y ofrenda por atención personalizada para cada uno de los miembros de la
familia que cumple con esos requisitos.

Pero diezmar y ofrendar según está escrito en la Palabra, en absoluto. Es más; la mayoría ignora
cómo son las formas bíblicas de esto. La pregunta final, es: ¿Creen que verdaderamente Dios se agrada
de ellos por todas estas razones apuntadas?

Uno de los motivos por los cuales muchos no diezman ni ofrendan hoy, es porque – dicen -, eso
era cosa de la ley y la gracia terminó con ello. Aquí, sin embargo, Jesús acepta que lo primordial es la
ofrenda de justicia, misericordia y fe, cuando dice: Esto era necesario hacer… pero en contra de lo
que muchos han creído ver, no anula lo otro, (En este caso representado por la menta, el eneldo y el
comino), porque agrega: …Sin dejar de hacer aquello… Esto, sin que implique ser una obligación
legal, sino como un acto de disciplina consciente.

(Verso 24) = ¡Guías ciegos! ¡Qué coláis el mosquito, y tragáis el camello!

Jesús utiliza esta comparación para ilustrar la ceguera espiritual que permitía a los fariseos fijarse
en cuestiones triviales, mientras pasaban por alto cosas de enorme importancia. Los coladores se usaban
para remover materias extrañas y evitar las impurezas que podrían contaminar a quienes la consumieran
inadvertidamente. Ejemplo actual: Guías ciegos contemporáneos.

¿Tú eres uno de los que piensan que pueden existir en lo espiritual, guías ciegos en este tiempo?
¿Crees que hay hombres que supuestamente trabajan para el Reino de Dios que, en realidad, y por
ignorancia u otra razón menos bondadosa, llevan a mucha gente al engaño y la perdición?

Debo decirte que yo soy uno de los que sí cree que eso puede estar ocurriendo. Cuidado; no estoy
diciendo que todos los ministros cristianos de las iglesias estructurales convencionales sean guías ciegos,
no. Hay fieles hombres de Dios en muchas de ellas; hombres genuinos y temerosos de Dios procurando
cumplir con sus mandatos ministeriales con excelencia. Pero lo que sí creo, es que no son mayoría estos
últimos.

(Versos 25-26) = ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpiáis lo de


fuera del vaso y del plato, pero por dentro estás llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo
ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea
limpio.

El aspecto, la imagen, el “status quo” religioso de la época. Prestaban atención a cosas


relacionadas con la purificación ceremonial, mientras ignoraban el mandato divino de santidad interior.
Escucha: ¿No has conocido a gente que cree que si alguien no está bautizado en agua no es salvo?

¿U otros que sostienen que si alguien no se sienta en un templo cada fin de semana se van al
infierno? ¿O algunos más que están convencidos que solamente irán al cielo aquellos que pertenecen a su
denominación? ¿O que si oran en lenguas o no lo hacen? ¿Qué si tienen el bautismo del Espíritu Santo o
no lo tienen?

¿O todos los que viven sus días discutiendo respecto a si la salvación se pierde o no se pierde? ¿O
los que suponen que sus peores enemigos son los miembros de las iglesias católicas romanas? Estos,
déjame decirte, son los que impiden con todas estas tonterías, que el evangelio progrese en su difusión,
proclamación y extensión.
235

Así que, aunque ellos piensen que están defendiendo al Reino de Dios, en realidad están siendo
víctimas de un muy sutil engaño y lo están frenando. ¿A qué no adivinas quién está detrás de todo esto?
De hecho, no es nuestro Dios.

(Marcos 7: 1-5) = Se juntaron a Jesús los fariseos, y algunos de los escribas, que
habían venido de Jerusalén; los cuales, viendo a algunos de los discípulos de Jesús comer
pan con manos inmundas, esto es, no lavadas, los condenaban.

Porque los fariseos y todos los judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si
muchas veces no se lavan las manos, no comen. Y volviendo de la plaza, si no se lavan, no
comen. Y otras muchas cosas hay que tomaron para guardar, como los lavamientos de los
vasos de beber, y de los jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos.

Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan
conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen con las manos inmundas?
Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito:
Este pueblo de labios me honra, más su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran.
Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.

Ejemplo actual: Status religioso; Inserción oficial y/o gubernamental.

En Argentina, como en muchas otras partes de Latinoamérica, hay una iglesia llamada cristiana
que es sustentada por el Estado merced a salarios que cada uno de sus dignatarios reciben. Es notorio
que eso, de alguna manera, determina que ninguno de esos ministros pueda censurar alguna acción de
gobierno con total libertad, porque en definitiva, son en cierto modo empleados de ese gobierno.

La iglesia que conocemos como cristiana, todos sabemos, funciona de otra manera. No recibe
nada de los gobiernos seculares y se auto sustenta (O no), merced al aporte de cada uno de los miembros
que componen las congregaciones.

Sin embargo, en una etapa preelectoral vivida en mi país, uno de los candidatos a la presidencia,
que no se caracterizaba precisamente por ser un creyente fiel o tener al menos un testimonio sano, fue
apoyado por una gran parte de la iglesia estructural argentina.

¿Razón? Que había prometido a los líderes de las distintas asociaciones evangélicas argentinas,
que si era proclamado presidente, iba a otorgar un sueldo a cada pastor que tuviera una congregación no
menor de cien miembros, similar al que recibe todavía hoy un párroco de la iglesia católica romana.

Fui uno de los que se opuso con tenacidad a eso. Y no porque no quisiera que ganara ese
hombr5e, ya que me tenía ideológicamente sin cuidado quien venciera esa batalla electoral. Me opuse a
que la iglesia cristiana argentina quedara prisionera de un salario y con la obligación moral de apoyar a
ese gobierno hiciera lo que este hiciera.

Esa oposición me costó ser separado de las emisoras de radio en las cuales trabajaba, por
imposición de los consejos pastorales de mi ciudad. Confieso que en un principio me dolió y pensé que me
habían tapado la boca para siempre. Sin embargo, el Señor tenía otros planes que yo ignoraba. Hoy,
leyéndome y escuchándome si lo deseas, tienes la mejor prueba de ello. Silenciaron una voz de una
ciudad, pero el Señor levantó esa misma voz para todo el mundo. ¡Alabado sea Su nombre!

(Versos 27-28) = ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque sois


semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera a la verdad se muestran hermosos,
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más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también
vosotros por fuera a la verdad os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis
llenos de hipocresía e iniquidad.

Externamente aparecían como gente recta, pero en su interior eran moralmente corrompidos.
Cuando les dice “sepulcros blanqueados”, Jesús usa un lenguaje fuerte. Todavía en la Palestina de hoy,
se suelen blanquear las tumbas. Sirve para identificarlas y no tropezar con ellas accidentalmente, e incurrir
en una profanación ritual. Ejemplo actual: Legalistas; Jueces; Moralistas; Censores.

Hemos tenido (Y tal vez todavía tenemos, pero no me consta, algunos sepulcros blanqueados.
Conocí un caso de una pareja compuesta por una joven soltera que se había enamorado de un hombre
divorciado. Todo en orden en la documentación y en sus vidas particulares. Un noviazgo de características
cristianas, es decir, con respeto y espera a legalizar para consumar.

Sin embargo, en la iglesia donde congregaba la jovencita, (No así en la que congregaba él), no
aceptaban esa situación que para ellos era pecaminosa, y ejercieron sobre la mujer una tremenda presión
para obligarla a cortar la relación. Al no lograrlo, decidieron disciplinarla y, entre otras cosas, ventilaron su
situación desde el púlpito y le negaron participar de la Santa Cena.

Nada fuera de costumbre o tradición, hasta aquí. El tema de los divorcios y los divorciados fue, (Y
en muchos lugares todavía sigue siendo), una asignatura pendiente que merece un estudio bíblico mucho
más profundo que el que se manifiesta, donde se pone en vigencia un sentir que tiene mucho más que ver
con el catolicismo romano que con el evangelio.

La historia de esta jovencita terminó en matrimonio. Muy resistido en su congregación. Lo que los
obligó a cambiarse a la del hombre, donde los recibieron con amor y respeto. Años después vino a
saberse que el pastor de la iglesia donde congregaba esa joven, el cual había sido duro hasta la crueldad
desde el púlpito con ella, en el tiempo y momento en que la censuraba duramente por esa relación, él
estaba en oculto adulterio con su secretaria. Sepulcros blanqueados.

(Versos 29-33) = ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque edificáis los
sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, y decís: Si
hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en
la sangre de los profetas. Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois
hijos de aquellos que mataron a los profetas. ¡Vosotros también llenad la medida de
vuestros padres! ¡Serpientes! ¡Generación de víboras! ¿Cómo escaparéis a la condenación
del infierno

Ellos se engañaban a sí mismos; reclamaban falsamente superar en rectitud a sus antecesores.


Aunque levantaban monumentos a los profetas que sus padres habían asesinado, ellos mismos estaban
conspirando para matar al Hijo de Dios. Por eso sufrirían igual condena. Ejemplo actual: Auto
justificación.

También sigue sucediendo. Esta palabra que aquí enseñamos, predicamos y difundimos, no es la
única en este sentido que se oye. Cientos, miles de predicadores andan hablando de lo mismo, predicando
sobre lo mismo y enseñando sobre la misma Babilonia de la que aquí hablamos.

Sin embargo, lo incomprensible del asunto es que una enorme mayoría de ellos, lo está haciendo
¡Desde adentro mismo de eso que aparentemente están denunciando! En el mejor de los casos, son
hombres de Dios fieles que siguen siendo invitados por los líderes de las estructuras convencionales, y no
237

vacilan en llevar la palabra genuina. En el peor, simuladores que dicen lo que casi está de moda, pero
están lejos de sentirlo y mucho más de ponerlo por obra.

No soy un fundamentalista en modo alguno, pero definitivamente no podría estar parado frente a
un púlpito hablando de todo lo que aquí suelo hablar, sabiendo que desde ese púlpito, en el resto del
tiempo, lo que se predica y se enseña es totalmente opuesto a lo que pueda yo traer. A mí, eso me suena
como comer comida sacrificada a los ídolos. Si lo ignorabas, estás justificado. Pero si no lo ignorabas, eres
cómplice.

No se trata de predicar bonito ni de darle cuatro o cinco puñetazos al púlpito para demostrar que se
está enojado con la hipocresía religiosa. Se trata de SER lo que Dios dijo que debíamos ser, y no
solamente de HACER cosas que podrían dar a entender que lo somos.

De esta manera se engaña a mucha gente que se queda allí, sentadita, escuchando cada domingo
el reparto de hojarasca seca, porque cree que está en el lugar correcto. Y quiero recordarte por si todavía
no lo tienes claro, que cualquier clase de engaño viene por influencia del príncipe de los engaños, al cual
no menciono para no darle más promoción de la que tiene, pero que tú sabes muy bien cómo se llama.

EN CONCLUSION
¿Podría atreverme a dar alguna conclusión de algo tan central y de fundamento como es la vida?
No. Y no creo que exista ser humano alguno que se encuentre capacitado o autorizado para hacerlo.
Como mucho, decirte que cuando he hablado de vida, he hablado de las dos que como creyente genuino,
tienes a tu disposición: la abundante de aquí y ahora, y la eterna del día postrero.

*****

Conclusión
¿S e supondrá que lo he dicho todo? ¡Ni se te ocurra! Ni siquiera Dios mismo lo ha dicho todo.

¡Pero qué dice, hermano! ¿Se ha vuelto loco? ¿Cómo va a decir que Dios no lo ha dicho todo si tenemos
la Biblia con toda su palabra escrita?
238

Cierto es, pero así como Dios inspiró a esos hombres y mujeres para que escribieran lo que hoy
nosotros llamamos La Biblia, así también nos hizo saber que lo que se había escrito eran una serie de
relatos literales, aptos para ser entendidos con mentes intelectuales, que sin embargo encerraban
principios espirituales que sólo podrían ser revelados mediante la guía del Espíritu Santo.

Por lo tanto, en la medida que el Espíritu Santo inunde tu vida y la plenifique con su poder y
sabiduría, tú irás conociendo día a día cada una de las verdades que Dios dejó escritas y que, si bien
siempre estuvieron allí, sólo con esa guía divina tú serías capaz de entenderlas.

Yo me pasé muchos años de mi vida totalmente fuera del evangelio, fuera de Dios. Cuando caí a
sus pies y Él me levantó de entre los muertos espirituales para llevarme a una vida de entendimiento y con
futuro de eternidad santa, el Espíritu Santo llegó a mi vida y se instaló en mí ser.

Sin embargo, por diversas razones que podrás imaginarte, porque tal vez son las mismas por las
que has pasado, o estás pasando hoy, tú mismo, ese Espíritu permaneció, no sé si contristado o
sencillamente dormido y ausente de mi vida cristiana durante mucho tiempo.

Hasta que un día, el impacto celestial me pegó de verdad y allí sí, comenzó a ser realidad aquello
de un Espíritu Santo como único Maestro y Guía a toda verdad. Recién allí, muchos años después de
haber entregado mi vida a Cristo, pude decir que al fin podía leer mi Biblia y saber de qué me estaba
hablando. Hasta allí, apenas fui un pseudo teólogo más de los tantos que pululan en nuestros ambientes.

Por eso es que soy consciente que esto que terminas de leer es, en todo caso, lo que yo puedo
compartirte, enseñarte o comentarte, puntualmente hasta hoy. Y ese hoy, tal como lo acostumbra a
mencionar la Biblia, es precisamente hoy, cualquiera sea el momento, el día, el mes o el año en que estás
leyendo este trabajo.

Porque lo que te he compartido es palabra del Señor revelada en un determinado porcentaje,


algunas consideraciones generales producto de la historia o la geografía en otro, y ciertas opiniones
personales que contienen mi sentir individual ante ellas, en lo restante.

De todo eso, tú debes asimilar, atesorar, aceptar, creer y poner por obra lo primero; examinar,
chequear y comprobar fehacientemente, e incorporar como información lo segundo, y luego de coincidir o
disentir, o sencillamente descartar lo tercero. El evangelio no es ni opinión ni debate, es verdad absoluta
de Dios y simple disposición de obediencia para creerla de nuestra parte.

Creo que he podido acercarte algunas pinturas más o menos prolijas de las tres áreas con las que
encaramos nuestra vida de fe. Porque tenemos un alma que a la hora de tomar decisiones formales y de
fondo, pretende participar y mucho. Porque tenemos una guerra que estamos librando aunque no veamos
a nuestro enemigo, y porque hay una vida abundante esperando por nosotros aquí y ahora, y una eterna
preparada para el día postrero.

Es mi oración que con estos tres elementos esclarecidos dentro de lo que se puede esclarecer en
este tiempo, tú sepas a qué atenerte, sujetes a tu alma a tu espíritu redimido y, -espero- lleno del Espíritu
Santo de Dios, pelees la buena batalla que los patriarcas antiguos y modernos han peleado y ganado, y
accedas a esa vida prometida que te espera como promesa firme e indeleble.

Si yo te dijera que esto es fácil o, como suelen decir mis paisanos: “pan comido”, te estaría
predicando un evangelio que de ninguna manera es el de la cruz; un evangelio facilista, consumista, light,
de bajas calorías y apto para perdurar como miembro de una congregación y esperar el día final sentado
en una cómoda silla mirando televisión.

¿Tú quieres eso? ¿Lo quieres? Entonces vete a una de las tantas Babilonias que todavía operan
con el nombre de iglesias cristianas, con un nombre de que viven, pero que en realidad hace ya mucho
tiempo que están muertas. Muertas en espíritu y en verdad, vacías de todo contenido.
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Pero si te decides a modificar tus antiguas estructuras, creer que Dios va a producir todavía
muchos despertamientos parciales para conmover naciones frías y apáticas, pero que de ninguna manera
prepara un gran avivamiento final, sino que permitirá una enorme apostasía para que por la zaranda de Su
palabra revelada, solamente puedan permanecer los genuinos, los que componen su Remanente Santo,
entonces quizás te sirvan algunos de estos elementos que hoy te he dado en tus manos como parte de un
mover internacional sin base geográfica definida, sino que conformándose con todos aquellos que no han
doblado ni doblarán jamás sus rodillas ante ninguno de los baales con que la religión y los demonios
religiosos desean tergiversar la Verdad y engañar al pueblo santo.

Porque si de algo estamos en peligro en estos tiempos, es de espíritus engañadores. Que como
podrás suponer, no operarán desde la secularidad incrédula, sino desde las cuatro paredes de templos
audodenominados cristianos. Desde ese lugar es desde el único sitio en que se nos puede engañar. Es mí
deber advertírtelo y hacer todo lo que esté a mi alcance para evitarlo. Te saludo y bendigo.

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Índice Temático
INTRODUCCIÓN
001 – Desde el Alma

002 – La Guerra de una Sola Galaxia

003 - ¡Gracias a la Vida!

EL ALMA
004 – ¿Dones de Sanidades?

005 – Visión Introspectiva

006 – Necesitas una Oreja

007 – La Solución del Avestruz

008 – Soltar Nuestras Ataduras

009 – Naturalezas Cambiadas

010 – Programación Eterna


240

011 – Cambio de Patrones

012 – Principios de Entrenamiento

013 – El Principio de la Herencia

014 - ¿Y Por Qué Soy Como Soy?

015 – Metamorfosis Obligada

016 – Reacciones Justificadas

017 – Él Nada Tiene en Mí

018 – La Habilidad de Vivir Conectado

019 – Más que Predecibles

020 – Ejercitando los Sentidos

021 – No es lo que Sientes, es lo que Debes

022 – Cristianos en Conflictos

023 – Manipulación es Hechicería

024 - ¡Predícale a tu Alma!

025 - ¡Cuidado con la Bibliomancia!

026 - ¡No! ¡Eso es Mentira!

027 – No Recibir la Gracia en Vano

028 – Las Cosas Viejas Pasaron

029 – No a Las Teologías Individualistas

030 – Símbolos Inquietantes

031 – Desde la Óptica de Esteban

032 – Vencer es Declararse Libre

LA GUERRA
033 – Del Pacifismo a la Pasividad

034 – Pasividad de la Voluntad

035 – Pasividad de la Mente


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037 – Pasividad de la Conciencia

038 – Pasividad del Espíritu

039 – Pasividad del Cuerpo

040 – Pasividad de Todo el Hombre

041 – Pasividad de Erróneas Interpretaciones

042 – Pasividad Causada por Aceptación de Sufrimiento

043 – Pasividad por Falsos Conceptos de Humildad

044 – Liberación de la Pasividad

045 – Te Presento a Jezabel

046 – Bajo el Espíritu de Tiátira

O47 – Con la Mente en los Ídolos

048 – Falsedades y Socavación

049 – Habita Detrás de su Disfraz

050 – Los Otros Espíritus

051 – Obedecer al Espíritu

052 – Frutos y Consecuencias

053 – Descubriendo Mentirosos

054 – Definiendo Conceptos de Sangre

055 – El Mundo del Espíritu

056 – Peligros de la Contaminación

057 – A su Imagen y Semejanza

058 – Características Básicas

059 – Definiendo Términos

060 – Probando las Armas

061 – Las Cosas por su Nombre

062 – Resistiendo al Enemigo


242

063 – Voces “No Autorizadas”

064 – Hablemos de Liberación

065 – En las Piedras de Fuego

066 – Cayendo Como un Rayo

067 – Tres Jerarquías o Huestes

068 – Potestad, Autoridad y Gobierno

069 – Está Escrito

070 - ¿Dónde Están los Gigantes?

071 – Buscando los Seres Celestiales

072 – Examinando a Sodoma y Gomorra

073 – Espíritus Territoriales

LA VIDA
O74 – Escudriñar es Investigar

075 – Condiciones Para Morir en Paz

076 - ¡Hay que Quitar los Sacerdotes!

077 – Sofonías. ¿Sofonías? ¡Sofonías!

078 – Mejorando tus Senderos

079 – Cuestiones de Tiempo

080 – Elevando el Pensamiento

081 – Metido en el Tiempo Divino

082 – Penetrando la Esfera Divina

083 – Discernir los Tiempos

084 – Ministerios de Competición

085 – Coordenadas Divinas Obligatorias

086 – Él se Sujeta; Tú te Sujetas; ¿Yo me Sujeto?

087 – La Sujeción en la Iglesia


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088 – La Sujeción en la Familia

089 – La Sujeción en la Batalla

090 – Peleando la Buena Batalla

091 - ¿Quién Ocupa mi Primer Lugar?

092 – Atalayas del Tiempo Presente

093 – Centinelas Sobre los Muros

094 – Enseñar y Reprender; Oigan o No

095 - ¿Un Cristianismo Colegiado?

096 – Hay un Amor que no Entiendo

097 – El Valor de la Integridad

098 - ¿Qué Cosa es Amar al Prójimo?

099 – La Asignatura de la Solidaridad

100 – Dilemas Administrativos

101 – Con Sentido de Hermandad

102 – Una Oferta Apresurada

103 – Es Visión o División

104 – Corazón Conforme a Dios

105 – Morir en el Reino

106 - ¿Dios Necesita mi Dinero?

107 – Ejerciendo la Productividad

108 – Una Simple Cuestión de Nutrimento

109 – De la Ley a la Promesa

110 - ¿Pero Hay Comida o no Hay Comida?

111 – Entendiendo el Arte de la Oratoria

112 - ¿Cuerpos Con o Sin Cabeza?

113 – Claves para Operar en Cristo


244

114 – Con Toda Diligencia

115 – Una Simple Cuestión de Fe

116 – Virtudes Encontradas o Perdidas

117 – En los Umbrales del Conocimiento

118 – Si no es Propio, no es Dominio

119 – Adormecidos en Paciencia

120 – Cuando la Piedad no es Compasión

121 – La Realidad del Afecto Fraternal

122 – El Amor que Sí Conozco

123 – Seguir Fielmente las Indicaciones

124 – Diferencias Entre Religión y Convicción

125 – Esas Verdades Inalterables

126 – Entre Estructuras y Superficialidades

127 - ¿Quién Prueba los Espíritus?

128 – El Dilema de las Cuatro Paredes

129 – Tener al Hijo, es Tener la Vida

130 – Las Señales de los Tiempos

131 – Negociando en la Tierra

132 – Liberando a los Cautivos

133 – Caminando en Otras Dimensiones

134 – La Maravilla de Ser Apostólico

135 – Ahora es el Tiempo de la Esposa

136 – El Color del Cristal Define

137 – Influjos de Lana y Lino

138 – Hora de Utilizar el Aceite

139 – Examinando la Ley de Dios


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140 – Esos Asuntos Escondidos

141 - ¿Quién Decís que soy Yo?

142- El Señor de los Reyes

143 – Las Verdaderas Revelaciones

144 – Historia de Huesos Secos

145 – Y Yo Pelearé por Ti

146 – La Sublime Mano de Dios

147 – Hombre Se Necesita a Tiempo Completo

148 – Aunque Cueste; ¡Habla la Palabra!

149 - ¡Huesos! ¡Tiempo de Vivir!

150 - ¡Pensar que Siempre Estuvo Escrito!

151 – Buscando Sólo un Justo

152 - ¿Cómo Vinieron? ¿Quién los Trajo?

153 – Principios Para Impactar tu Vida

154 – Una Especie no Extinguida

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