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Para entender el pensamiento político de Jacques Bossuet, hemos de prestar atención al contexto

histórico en el que sus ideas se desarrollaron. Fue uno de los principales defensores del origen
divino del poder y lo hizo para justificar el absolutismo de Luis XIV (1661-1715), conocido como el
Rey Sol. Las ideas políticas del rey francés se basaban en el principio de que el rey es
representante de Dios en la Tierra. A partir de esta premisa, afirmaba que no tenía por qué
responder de su conducta ante nadie. De esta manera, el monarca se situaba por encima del resto.
Bossuet defendía que el rey recibía su poder directamente de Dios y, por tanto, sólo ante él debía
rendir cuentas. Sin embargo, al “derecho divino” añadió el “deber divino”. Y es que según Bossuet,
el monarca debía dar ejemplo a sus súbditos obedeciendo sus propias leyes. Al igual que Hobbes,
Bossuet afirma que el origen del Estado se encuentra en una necesidad natural (y de carácter
divino) ante el estado de anarquía previo a la creación del Estado. Así, esto sólo se puede
conseguir mediante la sumisión al soberano.

Desde el ámbito intelectual y político, el absolutismo fue defendido y justificada por


algunos pensadores y políticos, entre los que se incluyen Jean Bodin, Hugo Grotius,
Maquiavelo, Jacques Bossuet y Thomas Hobbes.

Jean Bodin – defendió la idea de que la autoridad del rey proviene de Dios, y que la
obligación de la gente es tener que obedecer pasivamente.

Jacques Bossuet – fue uno de los defensores de la teoría del derecho divino de los reyes.
Señaló que ningún gobierno sobrevive sin la voluntad de Dios, todos los gobiernos,
cualquiera que sea su origen, justo o injusto, pacíficos o violentos, son legítimos,
rebelándose contra el gobierno que está cometiendo un sacrilegio.

Hugo Grotius – no estaba interesado en la forma en que nació el Estado a través de la


imposición o la voluntad del pueblo. Lo importante es que después de que el gobierno fue
creado, todas las personas bajo su núcleo, sin excepción, tenían que obedecer
ciegamente.

Maquiavelo – el príncipe abrazó la centralización y el absolutismo político a la


consolidación del Estado moderno.

Thomas Hobbes – defendió la tesis de que el Estado surgió de un contrato en el que el


pueblo dio a sus derechos naturales y le dio plenos poderes a un soberano en quien
confían. Es popular por su frase de “El hombre es un lobo para el hombre” (“Lupus est
homo homini, non homo, quom qualis sit non novit.”)

Fuente original: Escuelapedia.com

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